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1. Introducción
Para realizar muchas operaciones, la industria química demanda calor en unos equipos concretos
(reactores, concentradores, secador, etc.) y situados en distintos puntos de fábrica.
El calor debe generarse y transportarse hasta los puntos de demanda. En este sentido, existen distintos
sistemas que pueden englobarse entre dos extremos:
a) Generación centralizada: El calor se genera en un punto y luego se distribuye hasta los puntos de
demanda. Como por ejemplo la generación de calor en una caldera y distribución mediante vapor.
b) Generación distribuida: El calor se genera directamente en el punto de demanda. Un ejemplo de
esto es la calefacción eléctrica mediante superficies radiantes. (Jutglar, 2012, p. 277)
1.1 Definiciones
Generador de vapor: Conjunto o sistema formado por un caldero y sus accesorios, destinados a transformar
un líquido en vapor, a temperaturas y presiones diferentes a la atmosférica.
Caldero: Recipiente metálico en el que se genera vapor mediante la acción del calor
Presión: Acción y el efecto resultante de la compresión de un cuerpo o de un fluido sobre una superficie
Temperatura: Es el estado térmico de un cuerpo considerado con referencia a su capacidad de transmitir o
recibir calor desde otro cuerpo. (Norma NB 137004).
El cambio de estado del agua a vapor en la caldera se representa en el diagrama T – V del agua:
En la figura 5 se muestran las partes principales que componen el caldero y sus sistemas auxiliares:
4.1. Almacenamiento
A continuación se indican algunas normas que, dejando aparte la reglamentación oficial, es aconsejable
tener en cuenta.
En calderas pequeñas, la alimentación de combustible puede hacerse directamente del tanque principal de
almacenamiento, pero en calderas grandes se realiza mediante un depósito nodriza, depósito de poca
capacidad instalado cerca de la caldera, que a su vez es alimentado por el depósito principal.
En las instalaciones de fuelóleo el depósito nodriza debe estar equipado con una resistencia térmica capaz
de calentarlo hasta una temperatura de 70 º C un termostato regulado a 65 .C.
Si el clima de la región es frío y la tubería que conduce el fuelóleo hasta la sala de calderas discurre por el
exterior, debe estar equipada con un sistema de calor de acompañamiento y aislada térmicamente. La
temperatura de trasiego del fuelóleo suele ser entre 50 y 70 ºC. Si el recorrido no es excesivo, una opción
alternativa consiste en calentar el combustible a la salida del depósito y aislar térmicamente la tubería. En
ciertos casos puede ser aconsejable calentar todo el depósito. (Jutglar, 2012, p. 315).
Combustibles: Existen muchas sustancias combustibles, tanto no renovables como renovables, pero no
todas pueden usarse en procesos con fines prácticos o para utilizarse en calderas. En general, los
combustibles se dividen según su estado físico en sólidos, líquidos y gaseosos y, asimismo, éstos pueden
ser naturales o artificiales. Cuando se trata de combustibles sólidos se expresa en Kcal/Kg. Cuando se trata
de combustibles líquidos Kcal/M3, o Kcal/Ltrs. y para los combustibles gaseosos se expresa en Kcal/m3.
(Abarca, 2007, p. 17)
4.3. Quemadores
El quemador es el dispositivo donde se mezcla el combustible con el aire de combustión, en las condiciones
adecuadas, para que la combustión se efectúe correctamente y la llama se acomode a las necesidades del
proceso.
La elección del quemador dependerá de las exigencias y condiciones de trabajo del proceso, de la potencia
demandada y del tipo de combustible.
Q = mc * PCI
En líneas generales, un quemador consta de las siguientes partes, aunque no de todas necesariamente.
1.- Pulverizador (chiclé). Los combustibles líquidos deben pulverizarse en partículas de pequeño tamaño a
fin de facilitar su mezcla con el aire y su combustión total. En los quemadores de sólidos el combustible ya
llega pulverizado y en los de gases es innecesario.
2.- Cámara de mezcla. Una vez está finamente dividido, el combustible debe formar una mezcla homogénea
con el aire para reducir la producción de inquemados al nivel óptimo, este proceso se realiza en la cámara
de mezcla. Algunos quemadores no tienen cámara de mezcla y esta se realiza en la boca de salida del
quemador. Normalmente, solo tienen cámara de mezcla los quemadores de gas o los quemadores de líquido
vaporizado.
Fig. N°9 Esquema de quemador para combustible líquido con aire primario y secundario
Fuente: Jutglar (2012, p. 295)
Una caldera de agua u otro líquido semejante, en el caso más general, está formada por tres cuerpos, que
siguiendo el sentido de circulación del agua (ver figura 4), son los siguientes:
Precalentador. El agua entra a la temperatura de retorno (1) y se calienta hasta una temperatura
ligeramente inferior a la de ebullición (2), correspondiente a la presión de trabajo.
Ebullidor. El agua que entra, se calienta y sale en forma de vapor saturado (3).
Recalentador. El vapor se calienta, a presión constante, hasta la temperatura de suministro (4).
Los gases de combustión recorren la caldera en sentido contrario, el quemador corresponde al punto 9 de la
figura 10 y el punto 6 representa la salida de los gases hacia la chimenea.
A medida que los gases avanzan a través de la caldera se van enfriando y el agua, que circula en sentido
contrario, va calentándose, se alcanza una situación tal en que la diferencia entre ambas temperaturas es
mínima, correspondiente a 3-7 de la figura 10. Este punto se conoce como punto de pinzamiento.
Como las características del ebullidor son distintas del precalentador, la diferencia radica principalmente en
el coeficiente de convección del lado agua y recogida del vapor, interesa que la evaporación del agua se
realice en el ebullidor. Para asegurar este comportamiento, la caldera se dimensiona de forma que el agua
llegue al ebullidor a una temperatura ligeramente inferior (2) a la de ebullición, esta temperatura se conoce
como temperatura de aproximación.
Fig. N°10 Distribución de temperaturas en una caldera.
Fuente: Jutglar (2012, p.284)
Un parámetro característico de la caldera es la relación entre los caudales másicos de gases de combustión
y vapor generado.
Relación que viene dada por los balances de calor alrededor del conjunto formado por el recalentador-
ebullidor y el precalentador.
La temperatura mínima aceptable de los gases en el punto 7 viene determinada por el salto térmico en el
punto de pinzamiento
Donde T3 es la temperatura de saturación del vapor a la presión de trabajo y ΔT PP el salto mínimo entre los
gases y el agua en el punto de pinzamiento.
T2 = T3 - ΔTap
Donde ΔT ap es el salto térmico de aproximación
Ambos saltos térmicos, pinzamiento y aproximación, vienen determinados por el diseño de la caldera y fijan
la temperatura mínima T7 y la máxima T2
En las calderas convencionales, la temperatura de los gases de combustión en el hogar es suficiente para
garantizar que se alcanza la temperatura 79, pero debe comprobarse que la distribución de temperaturas es
compatible con el dimensionado de la caldera.
La distribución de temperaturas viene fijada por el salto térmico en el punto de pinzamiento y por el salto
térmico de aproximación, características propias del diseño de la caldera y que limitan el valor mínimo de la
temperatura de los gases de combustión en el punto 7.
Las calderas de vapor saturado no tienen recalentador y las de agua caliente no tienen recalentador ni
ebullidor.
(Jutglar, 2012, pp. 279-285)
6. Rendimiento
Una caldera consume un combustible, produce un calor útil, emite un caudal de gases de combustión y tiene
unas pérdidas de calor por radiación y convección a través de sus paredes. El rendimiento de una caldera
vendrá dado por el balance de calor y materia alrededor de la misma (ver figura 11).
El balance de masa, donde no es necesario tener en cuenta el fluido de trabajo, permite escribir:
mc + m a = m h
La relación teórica entre la masa de aire necesaria para la combustión de un combustible se conoce como
poder comburígeno (PC) y se calcula a partir de la composición del combustible y las reacciones de
combustión completa. Ahora bien, para asegurar que la presencia de inquemados es mínima, la combustión
real siempre se realiza con un exceso de aire y en consecuencia la relación aire – combustible vendrá dada
por:
Rac = PC (1+n)
Qh = mh cph Th +Qin
Donde: Qin es la potencia térmica asociada a inquemados (CO y otros).
Según la ecuación anterior, la energía total perdida en humos se compone de dos sumandos: uno que tiene
en cuenta la cantidad y temperatura de los gases y otro que toma en cuenta la presencia de inquemados. Si
la combustión fuera perfecta, las pérdidas por inquemados se anularían cuando el combustible se quemara
con el aire estequiométrico (n=0), pero la combustión no es un proceso ideal y debe efectuarse con aire en
exceso, para que la cantidad de productos de combustión incompleta disminuya a valores aceptables.
Si se analiza el comportamiento de la ecuación anterior, frente a la variación del exceso de aire, se observa
lo siguiente:
Para reducir la pérdida de calor por combustión incompleta, debe aumentarse el exceso de aire, lo
cual implica un aumento de gases de chimenea.
Para reducir la pérdida de calor por masa de gases, para una temperatura dada, interesa reducir su
caudal, dicho de otra manera, reducir el exceso de aire.
La pérdida total en gases de escape presentará un mínimo, al que corresponderá un exceso de aire
óptimo.
7. Economizador
Como debe respetarse la temperatura mínima de los gases de combustión en el punto 7 y también debe
respetarse el balance de calor alrededor del precalentador, Ia temperatura de salida de los gases, punto 6,
puede ser tan elevada que conduzca a un rendimiento de caldera muy bajo. Para mejorar este rendimiento,
se instala un intercambiador de calor entre el aire de combustión y los gases de escape, tal como se indica
en la figura 12.
8. Desaireador
Es importante, para la eficiencia y mantenimiento de la red de calor, que el agua de retorno a la caldera
contenga la mínima concentración posible de aire y gases disueltos.
El agua de retorno puede contener gases disueltos, normalmente aire, que se puede acumular en las zonas
altas del circuito o de algunos equipos, perjudicando su buen funcionamiento. Por ejemplo, si el aire se
acumula en la parte alta de un intercambiador de calor, el calor transferido en esta zona es mucho menor
que el deseado y la eficiencia del intercambiador disminuye.
Como la solubilidad de los gases en un líquido disminuye al aumentar la temperatura del agua, la técnica
habitual consiste en calentar el agua procedente del vaso de recogida de condensados, o del depósito
equivalente, hasta una temperatura cercana a la de ebullición. Para ello se utiliza generalmente vapor
procedente de la caldera. En la figura 14 se ve un esquema ilustrativo de la instalación del desaireador.
Por un lado se tiene que en un sistema siempre hay fugas de vapor o de agua, deseadas o no, y será
necesario reponer estas pérdidas de agua. Por otro lado, para prever la formación de incrustaciones
calcáreas en los tubos de la caldera, es necesario controlar el contenido en sales del agua de caldera.
Formación de incrustaciones
Excepto en situaciones muy extraordinarias, el agua disponible contiene sales disueltas, materias en
suspensión, microorganismos, etc., que la hacen no apta para su utilización como agua de caldera y debe
depurarse, en mayor o menor grado, para que sea utilizable.
Dejando aparte las impurezas más bastas (sólidos, aceites, etc.) debe controlarse, sobre todo, la presencia
de iones de calcio, magnesio, sulfato y carbonato, para prevenir incrustaciones, y la acidez para prevenir la
agresión de tuberías no metálicas y la corrosión de tuberías metálicas.
Cuando el agua se calienta en el interior de una caldera, el ión bicarbonato pasa a carbonato, que es
insoluble y se deposita sobre la superficie caliente, formando una capa compacta, dura y firmemente
adherida al metal, llamada incrustación. Además de carbonato cálcico también puede precipitar sulfato
cálcico y las mismas sales de magnesio.
El material incrustante es mal conductor del calor, al aumentar el espesor de la incrustación, aumenta la
resistencia al paso de calor, para transferir la misma potencia térmica debe aumentar la diferencia de
temperatura entre los gases calientes y el agua. En la figura, se ha representado Ia distribución de
temperatura, a través de la pared metálica para una tubería limpia y para una tubería incrustada.
Para mantener la potencia térmica de la caldera, cuando hay incrustaciones, los gases de escape deben
expulsarse a una temperatura más elevada y, en consecuencia, disminuye el rendimiento de la caldera.
La pared metálica incrustada está a una temperatura más elevada que la limpia. Si el espesor de la
incrustación es importante, pueden producirse tensiones térmicas, fatiga, acortamiento de la vida útil e
incluso pérdida de propiedades mecánicas.
La capa incrustante reduce el área de paso del agua; para conducir el mismo caudal, se debe aumentar la
velocidad de circulación, en consecuencia aumenta la pérdida de carga y la potencia consumida en bombas.
(Jutglar, 2012, p. 301)
Requisitos mínimos de lo chimenea: Una chimenea debe ser capaz de evacuar el caudal de gases calientes
generados por la caldera de forma que:
Si un circuito está totalmente lleno de agua, o cualquier otro líquido, al calentarse se dilata tanto el agua
como el circuito, pero al dilatarse más el agua que el circuito, debido a que el líquido es incompresible, la
presión interior provoca la rotura de las partes más débiles, rotura de accesorios o recipientes, etc. A fin de
prevenir estas averías se instalan unos accesorios capaces de absorber la dilatación del líquido,
denominados vasos de expansión.
Existen dos tipos de vaso de expansión (ver figura 15):
Vaso de expansión abierto. Es un recipiente abierto conectado al circuito de agua mediante una
tubería y situado a una altura tal que la presión hidrostática sea igual a la presión a la que se desea
que trabaje el circuito.
En ambos casos, el volumen libre debe ser tal que sea capaz de absorber la dilatación del agua contenida
en el circuito. (Jutglar, 2012, p. 312)
Qg es el calor disponible
mg el caudal másico de gases
cpg su calor específico a presión constante
Tge temperatura del gas de entrada a la caldera
Tgs temperatura del gas a la salida
Por otro lado la caldera debe suministrar un calor, calor demandado, en forma de vapor que viene dado por:
Qw = mw (hw – hwe)
Debido a que la entalpía del agua a la entrada y salida viene determinada por la demanda de calor, la
temperatura de los gases a la entrada (Tge) viene dada por condiciones externas y la temperatura de los
humos (Tgs) en lá chimenea viene limitada por la de rocío. Puede sobrar o faltar calor disponible, pero tanto
en un caso como otro, debe comprobarse que se cumple con el ΔTpp exigido por la caldera.
Si la temperatura de los humos en el punto de pinzamiento (recta A de la figura 16) es menor que la
requerida para respetar el ΔTpp necesario, pueden adoptarse dos soluciones:
1.- Aumentar la temperatura de los humos de entrada (T9) añadiendo combustible de postcombustión
en quemador en vena de aire; la temperatura aumenta, pero el caudal permanece prácticamente invariable
puesto que el PCI del combustible es muy elevado (recta2). La pendiente de Ia recta se mantiene, puesto
que la relación mg/mw no varía, pero los humos salen más calientes y aumentan las pérdidas en la chimenea,
recta B de la figura 16.
Son calderas, construidas con aceros resistentes a la corrosión por vapor de agua, que pueden trabajar con
gases de expulsión a temperaturas inferiores a la de rocío acuoso.
Gracias a ello, se puede aprovechar parte del calor latente del vapor de agua contenido en los humos, su
rendimiento nominal calculado en base al PCI del combustible puede ser superior a la unidad. (Jutglar, 2012,
p. 291)
15.1. Generalidades
La máquina de vapor de émbolo, representa el motor térmico de mayor antigüedad. La característica de la
elasticidad en su funcionamiento y su sencilla construcción son ventajas frente a otros motores térmicos.
La desventaja de su bajo rendimiento no hace que sea desechada por la necesidad de su uso, dada su
índole el uso de vapor de agua. (Lasalle, 1987, p. 65)
Cilindro: Es un tubo de acero, de buen acabado superficial, en su funcionamiento, no debe estar rayado ni
tener ovalidad para permitir el buen desplazamiento del pistón y el buen aprovechamiento térmico.
Para el movimiento del pistón tiene ranuras por donde se facilita la entrada y salida del vapor.
Pistón: Es el elemento sobre el cual el vapor ejerce la presión, está acoplado rígidamente al vástago, en la
superficie del pistón se hacen ranuras para permitir colocar aros, con el objetivo de evitar fugas de vapor
entre el pistón y el cilindro. La unión entre el cilindro y el vástago es generalmente roscada.
Vástago o barra del pistón: En uno de sus extremos va unido al patín o cruceta y por el otro al pistón. Son
de dos tipos, pasantes y no pasantes. Se refiere a que los pasantes pueden salir por la tapa trasera del
cilindro o no.
La rectitud y resistencia de las barras es importante para que luego en su funcionamiento no presenten
deformaciones.
Entre las tapas del cilindro y el vástago no deben existir fugas, por lo que se montan prensas estopa o
juntas de bronce.
Crucetas: Es elemento que articula el vástago y la biela. Tiene una importancia fundamental para la
transformación del movimiento lineal en circular, además de transmitir las fuerzas desde al vástago a la biela
Crucetas abiertas y cerradas: El patín se desplaza en crucetas abiertas o en horquillas, las cuales articulan
con cabezas de bielas cerradas y las horquillas cerradas, que reciben el nombre de cabezas de biela en
horquilla.
Las crucetas cerradas son más fáciles de construir y pueden ser forjadas. Como partes principales tiene:
cuerpo, gorrón y el patín.
Fig. N° 20 Esquema cruceta biela y cigüeñal
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Cruceta_(motor)
El cuerpo de la cruceta debe ser lo más rígido y simétrico en lo posible, debido a que la presión debe
distribuirse adecuadamente en el patín.
Las crucetas deben ir doblemente conducidas por dos pistas cilíndricas. Si la conducción es sencilla deben
asegurarse mediante unas guías, así se evita que se levanten al cambiar el sentido de movimiento.
El vástago va unido a la cruceta mediante encaje cónico o roscado.
Manivela: Son palancas fijas al árbol del volante y son las encargadas, por tanto, de darle movimiento
giratorio. Por lo general en las máquinas de vapor en tándem estas manivelas son frontales y están situadas
en el extremo del árbol. Las partes componentes de una manivela son: el cubo, gorrón y brazo.
Los brazos pueden ser forjados y el cuerpo del material de igual resistencia, luego se mecanizan el asiento
del muñón y el cubo
El cubo es la parte de la manivela que va unida y asentada al árbol. Generalmente la unión entre ambos
para la transmisión del movimiento se hace mediante chavetas o por contracción.
Para el otro caso, el diámetro del cubo es menor que el del árbol.
Para montar se calienta el cubo para dilatarlo y luego se introduce en el árbol, posteriormente al enfriarse
queda unido por contracción.
El gorrón es la parte donde articula la biela con la manivela
(Lasalle, 1987, pp. 65-69)
Si en esta posición se hace girar la válvula mn a un cuarto de vuelta, de manera que los orificios curvos
tomen la posición que tienen en la figura 23 seguirá por ce a la parte interior g del cilindro. Entonces
empujará el émbolo hacia arriba, hasta ocupar otra vez la posición de la anterior figura. (Lasalle, 1987, pp.
69-70)
En ninguna máquina el émbolo llega completamente hasta el fondo del cilindro, queda entre ellos un espacio
llamado: espacio perjudicial.
Aunque en varios casos el vapor actúa por las dos caras del émbolo en máquinas de doble efecto se
describen las fases de funcionamiento en una máquina de simple efecto.
Avance al escape o a la emisión: Antes de que el émbolo llegue al punto muerto de la derecha M, se abre la
lumbrera de escape S que hasta entonces había permanecido cerrada.
Este avance al escape tiene por objeto quitar al vapor el exceso de presión con que podría llegar al final de
la carrera y ocasionar con ello una fuerte sacudida en el mecanismo motor (choques en las articulaciones del
vástago, cruceta, biela y manivela).
Escape o emisión: El émbolo retrocede desde el punto muerto M y el vapor va saliendo por la lumbrera S
que establece comunicación entre el cilindro y el condensador, o el cilindro y la atmósfera si la máquina
carece de aquel organismo.
El periodo ML corresponde, pues a la fase de condensación del vapor del ciclo termodinámico. Aunque no
haya condensador la equivalencia es la misma porque al ser enviado el vapor a la atmosfera se condensa en
ella. La atmósfera equivale a un condensador funcionando a la presión atmosférica y a la temperatura que a
esa corresponde, o sea unos 100 °C
Compresión: No todo el vapor de cada embolada se deja salir del cilindro, sino que al llegar el émbolo a L, la
lumbrera se cierra y al continuar su carrera de retroceso , el vapor que ha quedado en el cilindro se
comprime según una evolución LD mas o menos adiabática.
Esta compresión viene a ser en cierta manera parecida a la compresión adiabática con que se concluye el
ciclo de carnot con el vapor de agua, así como entonces se suponía, que con la presión efectuada a todo el
vapor de la cilindrada, ahora se trata solamente de una fracción, generalmente pequeña de ella.
Avance a la admisión o entrada: Un poco antes que el émbolo concluya su carrera de retroceso se abre la
lumbrera E de admisión de vapor. La admisión no empieza, en el punto muerto N sino un poco antes, en el
punto D1 de la misma manera que el escape no empieza en el punto M sino en T1.
Las razones de esta anticipación a la entrada del vapor son las mismas que antes: evitar el golpe o sacudida
al final de la carrera en el mecanismo motor de las máquinas gracias a efecto del muelle o almohada que
hace el vapor al adquirir presión, consiguiendo al mismo tiempo que la presión en el espacio perjudicial
haya alcanzado su máximo valor al empezar el émbolo una nueva carrera.
Estos seis periodos descritos forman el diagrama de presiones del vapor en el cilindro. Los periodos DN y
NR constituyen en realidad un solo periodo y diremos lo mismo para los de TM y ML.
En el diagrama también se tienen las rectas 0-4 y 0-M que representan los ejes de presiones y de
volúmenes. En este caso la presión de admisión es de 3,8 kg y la emisión de 0,25 kg
(Lasalle, 1987, pp. 71-73)
Se llama presión total la que ejerce el vapor a la tensión que los aparatos indican en la caldera, y presión útil,
la anterior menos una atmósfera. Esto debe tenerse en cuenta para los cálculos de trabajo en las máquinas
de vapor.
En las máquinas de doble efecto el vapor actúa en los cilindros sobre las dos caras del émbolo. Pero hay
también máquinas de simple efecto en las que únicamente entra en el cilindro para actuar sobre una cara
del émbolo, sobre la otra actúa la presión atmosférica solamente. (Lasalle, 1987, p. 73)
Referencia Bibliográfica
http://www.achs.cl/portalqa/trabajadores/Capacitacion/CentrodeFichas/Documents/potencia-y-
rendimiento-de-la-caldera.pdf