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La Comunicación Asertiva

La comunicación asertiva es una habilidad social de gran valor, que está asociada a la
inteligencia emocional y a la capacidad para comunicarse de manera armoniosa y eficaz con
los demás.
La comunicación asertiva se basa, fundamentalmente, en el respeto: se respeta al otro y a lo
que este quiera o necesite expresar. Pero también se construye sobre la empatía hacia el
otro, pues esto permite que haya acercamientos y confianza mutua entre las personas y sus
diferentes posturas.
La comunicación asertiva influye positivamente en nuestra relación con los otros a nivel
personal, con nuestra familia, pareja y amigos. También en el terreno laboral, con
compañeros de trabajo, jefes, clientes o proveedores.
Tipos de Comunicación Asertiva: pasiva, agresiva y asertiva
 La comunicación pasiva o inhibida consistiría en no decir nada, aunque nos haya dado
rabia la situación provocando un importante sentimiento de frustración.
 La comunicación agresiva, por el contrario, haría que gritásemos o hablásemos con malos
modales, surgiendo casi con total seguridad una situación de conflicto.
 Sin embargo, la comunicación asertiva consistiría en, con total tranquilidad, mirando a los
ojos e incluso con una leve sonrisa y un tono de voz adecuado, comunicar a la persona que
nosotros estábamos delante.
Cinco pasos para establecer una comunicación asertiva.

1. Piensa en el problema, no en la persona


Es muy habitual que cuando tengamos un desacuerdo, un intercambio de pareceres o una
discusión, nos centremos en la persona en vez de en el problema. Céntrate en el motivo del
problema y escucha con atención qué mensajes se emiten, y no quién los emite, intentando
liberarte de ciertos prejuicios. No te tomes una situación que no te gusta como algo personal.

2. Cuida tu comunicación no verbal y verbal


De nada sirve que tengamos un tono de voz adecuado si nuestro cuerpo muestra signos de
agresividad, o viceversa. Nuestro lenguaje verbal y no verbal debe de ser lo más coherente
posible y mostrarse en la misma línea u orientación.

3. Escucha, escucha, escucha


Para poner en práctica una comunicación asertiva es necesario escuchar, no solo oír. Muchas
veces estamos pensando más en nuestro propio discurso que en lo que nos está
transmitiendo nuestro interlocutor. Presta atención primero a lo que dice, respeta sus tiempos
y muestra que estás poniendo atención poniendo en práctica una escucha activa.

4. Ser empático no significa estar de acuerdo


Otro de los elementos clave para que nuestra comunicación sea asertiva es practicar la
empatía, o lo que es lo mismo, ponernos en el lugar del otro y hacerlo ver con claridad. Ante
un desacuerdo o una situación que nos incomoda, prueba a decir a tu interlocutor «entiendo
perfectamente lo que comentas», «he escuchado con atención lo que has dicho», «creo que
me ha quedado clara tu opinión al respecto».

5. Pon en práctica algunas técnicas asertivas


Sobre el papel parece muy sencillo poner en práctica la comunicación asertiva, pero podemos
encontrarnos con situaciones bastante complejas. En estos casos, conviene usar algunas de
las tácticas asertivas que mejor funcionan, que pasaremos a ver ahora.
Técnicas de comunicación asertiva
En teoría, la comunicación asertiva puede parecer sencilla de implementar, pero en la
práctica, nos enfrentamos a situaciones que pueden resultar bastante complejas. En estos
casos, es útil recurrir a algunas tácticas asertivas que han demostrado ser efectivas. A
continuación, exploraremos algunas de estas técnicas que pueden facilitar el uso de la
comunicación asertiva.
Disco rayado.
Esta técnica asertiva consiste en insistir con el mismo mensaje una y otra vez hasta que la
otra persona comprenda nuestra posición. Al utilizar el disco rayado, repetimos nuestro punto
de vista de manera calmada y firme, sin caer en provocaciones ni desviarnos del tema. Por
ejemplo, podríamos decir: «Sí, te he escuchado, pero quiero que entiendas que…»
Aplazamiento asertivo.
El aplazamiento asertivo implica hacerle saber a nuestro interlocutor que el momento actual
no es el adecuado para continuar la discusión. Esta técnica es útil cuando, a pesar de utilizar
la comunicación asertiva, no logramos que la otra persona entienda nuestro punto de vista o
cuando la conversación se vuelve demasiado agresiva. Podemos expresar: «Me gustaría
retomar esta conversación en otro momento, cuando ambos estemos más tranquilos y
podamos hablar con calma».
Pregunta asertiva.
La pregunta asertiva consiste en responder a la otra persona haciendo preguntas para
obtener más información, sin cuestionar ni desafiar directamente lo que se nos ha dicho. Esta
técnica nos permite obtener claridad y comprender mejor la perspectiva del otro. Por ejemplo,
podríamos preguntar: «Entiendo que tienes una crítica hacia mi trabajo, ¿podrías darme más
detalles para que pueda entender mejor tus preocupaciones?»
Acuerdo asertivo.
La técnica del acuerdo asertivo implica mostrar comprensión y dar la razón parcialmente a la
otra persona, aunque se insista en el error o malentendido. Se trata de evitar la confrontación
directa y centrarse en el problema en lugar de atacar a la persona. Por ejemplo, podríamos
decir: «Entiendo tu punto de vista y estoy de acuerdo en parte, pero también quiero señalar
que existe un error en la información que estás utilizando como base para tu argumento».
«Yo» en lugar de «tú».
En lugar de acusar o culpar a la otra persona, enfócate en expresar tus sentimientos y
necesidades utilizando declaraciones con «yo». Por ejemplo, en lugar de decir «Tú siempre
llegas tarde y me haces esperar», podrías decir: «Me siento frustrado cuando llego
puntualmente y tengo que esperar».
Agradecimiento y reconocimiento.
Aunque puedas estar en desacuerdo con la otra persona, es importante reconocer y
agradecer los puntos positivos de su perspectiva. Esto muestra respeto y apertura al diálogo
constructivo. Por ejemplo, podrías decir: «Aprecio tu preocupación por este tema y valoro tus
aportes. Sin embargo, me gustaría explorar algunas alternativas adicionales»
Ventajas de la comunicación asertiva
1. Mayor sensación de control sobre el entorno y sobre nosotros mismos,
2. Mejora la autoestima, el autoconocimiento y la gestión emocional.
3. Nos ayuda a vivir situaciones y experiencias más gratificantes.
4. Mejora en las relaciones interpersonales.
5. Permite una mejor resolución de los conflictos.

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