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CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA

LITERATURA
Profra. Erandi Melgar Huerta
El verso y la prosa son dos formas en las que se puede
manifestar la literatura. Los textos en prosa no tienen un
ritmo especial y se disponen de manera continua,
ocupando toda la línea.
ESTRUCTURA DEL POEMA
• VERSO:
Unidad mínima del poema.
Conjunto de palabras que se
encuentran en una línea.

• ESTROFA:
Conjunto de versos.

• POEMA:
Conjunto de versos reunidos
en estrofas.
El verso es la unidad mínima en que puede dividirse un poema; superior
generalmente a la palabra e inferior a la estrofa; es decir, el verso es cada
línea de un poema. Es una fracción del lenguaje que se puede caracterizar
por tener un ritmo, una rima y una métrica definidas.

La estrofa es un periodo simétrico a otros y entre todos componen un


poema. El conjunto de versos forma una estrofa. Una poesía puede poseer
una o varias estrofas.
EJEMPLO:

“La serenata de Schubert”


Manuel Gutiérrez Nájera

¡Hasta mañana, amor! El bosque espeso Verso


Estrofa cruza, cantando, el venturoso amante,
y el eco vago de su voz distante
decir parece: «hasta mañana, beso!»

¿Por qué es preciso que la dicha acabe?


Estrofa ¿Por qué la novia queda en la ventana,
y a la nota que dice: «¡Hasta mañana!»
y el corazón responde: «¿quién lo sabe?»
Disposición gráfica, pausas versales y
encabalgamiento

El poema, como ya se dijo, se escribe en una serie de


unidades llamadas versos, cada una de las cuales ocupa
una línea independiente. Al final de cada verso hay una
pausa (pausa versal), que debe respetarse al leer el
poema; sin embargo, a veces la idea no termina al final del
verso, sino que continúa en el siguiente, por lo que el
declamador no debe detenerse al final del verso, sino seguir
diciendo el poema hasta el signo de puntuación. A este
fenómeno se le llama encabalgamiento y es importante
mencionarlo, pues una de las fallas más frecuentes entre los
declamadores.
Ejemplo:

“Madrigal efusivo”
Luis G. Urbina

Déjame amar tus claros ojos. Tienen


lejanías sin fin, de mar y cielo,
y sus fulgores apacibles vienen
hasta mi corazón como un consuelo.

Deja que con tus ojos se iluminen


mis viejas sombras y se vuelvan flores;
deja que con tus ojos se fascinen,
como aves de leyenda, mis dolores.

Que vea en ellos astros errabundos,


que en ellos sueñe inexplorados mundos,
que en ellos bañe mi melancolía...
Son tristes, luminosos y profundos,
Como puestas de sol, amada mía.
CARÁCTERÍSTICAS DE LA POESÍA
Poética: es el conjunto de reglas relativas a las
composiciones en verso que involucran al ritmo, al metro y a
la rima. Los versos, dependiendo de su forma, pueden
agruparse en tres clases:

a) Verso clásico
b) Verso blanco
c) Verso libre
a) Verso clásico
Tiene los tres componentes clásicos, aquellos con los que
nació originalmente la poesía:

• Ritmo: que se origina con la distribución de los acentos


en cada verso.

• Metro: es el número de sílabas que tiene cada verso.

• Rima: es la reiteración de sonidos al final de dos o más


versos.
Ejemplo:

“Alma venturosa” (soneto)


Leopoldo Lugones

Al promediar la tarde de aquel día,


cuando iba mi habitual adiós a darte,
fue una vaga congoja de dejarte
lo que me hizo saber que te quería.

Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía...


Con tu rubor me iluminó al hablarte,
y al separarnos te pusiste aparte
del grupo, amedrentada todavía.

Fue silencio y temblor nuestra sorpresa;


mas ya la plenitud de la promesa
nos infundía un júbilo tan blando,

que nuestros labios suspiraron quedos...


Y tu alma estremecíase en tus dedos
como si se estuviera deshojando.
Ejemplo:

Al/ pro/ me/ diar/ la/ tar/ de/ de a/ quel/ dí/ a, 11 A


cuan/ do i/ ba/ mi ha/ bi/ tual/ a/ diós/ a/ dar/ te, 11 B
fue u/ na/ va/ga/ con/go/ja/ de/ de/jar/te 11 B
lo/ que/ me hi/ zo/ sa/ ber/ que/ te/ que/ rí/ a. 11 A

Como vemos, esta estrofa cumple con las tres características clásicas:

• Todos los versos tienen 11 sílabas (metro).


• Es rima consonante (ABBA).
• En cada verso, el acento está en la sexta y décima sílabas.
b) Verso blanco
Contiene solamente metro y ritmo; no es necesaria la rima.

Ejemplo:

“Niña morena”
Pablo Neruda

Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,


el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.

Todos los versos tienen 14 sílabas.


En cada verso, el acento está en las sílabas sexta y decimotercera.
c) Verso libre
Verso libre: es el verso moderno; posee únicamente ritmo.

Ejemplo:

“No te salves”
Mario Benedetti

No te quedes inmóvil = 7
al borde del camino = 7
no congeles el júbilo = 8 En cada verso, el acento está en la sexta
no quieras con desgana = 7 sílaba.
no te salves ahora = 7
ni nunca = 3
no te salves = 4
no te llenes de calma = 7
no reserves del mundo = 7
sólo un rincón tranquilo = 7
no dejes caer los párpados = 8
pesados como juicios = 7
no te quedes sin labios = 7
no te duermas sin sueño = 7
no te pienses sin sangre = 7
no te juzgues sin tiempo= 7
RITMO
En la poesía desempeña un papel fundamental el ritmo, la
musicalidad. Como se puede ver en la clasificación anterior,
la característica esencial de la poesía es el ritmo. De
acuerdo con las reglas poéticas, se puede prescindir de la
rima y del metro, pero no del ritmo.

El verso tiene un orden en las palabras que no debe ser


alterado, porque si se altera se altera el ritmo, y entonces
deja de ser verso. El verso posee una esencia rítmica dada
por los acentos, por la distribución regular de las sílabas
acentuadas en un verso, para que coincidan con las del
siguiente verso.
¡Importante!

Todas las palabras en el idioma español tienen acento; no es lo


mismo acento que tilde. Todas tienen acento, pero no todas llevan
tilde (o acento gráfico); esto depende de las reglas de acentuación.

Como todas las palabras están acentuadas, el verso tiene un ritmo


dado por estos acentos, y si se modifica el orden de las palabras en
el verso, entonces se modifica también el ritmo y, por tanto, la
poesía desaparece. El poeta ha colocado las palabras de modo tal
que le den el ritmo que él quiere.

El ritmo, pues, está dado por los acentos y el orden que se les da
colocando de una u otra forma las palabras.
Ejemplo:

“Sonatina”
Rubén Darío

La princesa está triste... / ¿Qué tendrá la princesa?


Los suspiros se escapan / de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, / que ha perdido el color.

Los versos son alejandrinos (14 sílabas) y cada verso se divide en


dos: siete sílabas y siete sílabas. Los acentos en cada verso se
repiten en las sílabas 3, 6, 10 y 13.
RIMA
La poesía puede no estar rimada, pues no es esencial y es lo que
más se estila actualmente. Hay muchos poetas que le tienen horror a
la poesía rimada, pero lo cierto es que la inmensa mayoría del
caudal poético de la humanidad está escrito en poesía rimada.

La rima consiste en la repetición de sonidos iguales o semejantes al


final de dos o más versos. La reiteración de sonidos debe ser en la
última palabra del verso, a partir de la última vocal tónica.

En el análisis métrico de un poema se asigna una letra para cada


rima distinta (comenzando con la primera letra del abecedario). Esta
letra es minúscula si el verso tiene ocho o menos sílabas (versos
de arte menor), y es mayúscula si tiene nueve o más sílabas
(versos de arte mayor).
Ejemplo:

“Una vieja tristeza”


Enrique González Martínez

Una vieja tristeza desanduvo el camino


yo podaba mi huerto y libaba mi vino.

Existen dos tipos de rima: consonante y asonante.


a) Rima consonante

Consiste en que las últimas letras, a partir de la última vocal acentuada (o


vocal tónica), tienen que ser idénticas en los versos que riman; es decir,
todos los sonidos con los que termina un verso rimado consonante tienen
que ser iguales.

Ejemplo:

“Canción de otoño en primavera”


Rubén Darío

Juventud, divino tesoro, A


¡ya te vas para no volver! B
Cuando quiero llorar, no lloro... A
y a veces lloro sin querer... B

Las vocales y consonantes son las mismas a partir de la última vocal


acentuada.
b) Rima asonante
Se caracteriza porque las terminaciones a partir de la última vocal tónica
solo coinciden en las mismas vocales, pero no en las consonantes; eso da
una rima menos acentuada y, a veces, para el oído no muy bien educado,
no tan distinguible, pero que sí rima.

Ejemplo:

“Para tus manos”


María Enriqueta Camarillo

No pido a tus manos


que llenen mi copa; no pido que viertan
en mi labio el agua,
aunque esté mi boca pálida y sedienta.
METRO
Metro: es el arte de medir los versos.

Arte métrica: es la que trata el mecanismo de los versos, sus


especies y combinaciones.

Es toda una disciplina que los amantes de la poesía deben


conocer aunque sea someramente.

El metro de la poesía está dado por la ubicación de las palabras y


se mide por el número de sílabas que tiene cada verso.

Con frecuencia, los poetas procuran que los versos de una


composición tengan un número de sílabas determinado. La
reiteración de ese esquema silábico crea impresión rítmica.
Ejemplo:

“A través de la lluvia”
Manuel José Othón

Llueve. Del sol glorioso


los rayos fulgurantes.

Silábicamente, los versos se dividen así:

Llue-ve.-Del-sol-glo-rio-so = 7
Los-ra-yos-ful-gu-ran-tes. = 7

Como vemos, cada verso tiene siete sílabas, es decir, son versos
heptasílabos.
¡Importante!

Para dividir en sílabas los versos, debemos tomar en cuenta lo


siguiente:

1. Saber dividir las palabras, por lo que tenemos que conocer las
reglas del diptongo, triptongo y hiato.

2. Saber clasificar las palabras en agudas, graves, esdrújulas


(versos agudos, graves y esdrújulos).

3. Tomar en cuenta las licencias métricas.


Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica (es
decir, la última sílaba es la que tiene mayor intensidad que las
otras).

Ejemplos:
collar, corazón, marcador, ventilador, ferrocarril, celular…

Palabras graves: son aquellas cuya penúltima sílaba es tónica


(es decir, la penúltima sílaba es la que tiene mayor intensidad que
las otras).

Ejemplos:
ventana, libro, difícil, mesa, silla, árbol, escritorio, Quijote…
Palabras esdrújulas: son aquellas cuya antepenúltima sílaba es
tónica (es decir, la antepenúltima sílaba es la que tiene mayor
intensidad que las otras).

Ejemplos:
México, América, público, pánico, apático, lámpara, sílaba,
tónica, esdrújula…
En la poesía, la terminación de los versos tienen relevancia al
contar el número de sílabas; a esto se le conoce como la regla de
la última palabra.

Los versos se dividen en llanos (o graves), agudos o esdrújulos


de acuerdo con la acentuación de la palabra con que terminan; es
decir, la última palabra de los versos es fundamental para contar
correctamente las sílabas.
Versos llanos o graves
Se llaman así a los versos cuya última palabra es grave.
Al momento de contar el número de sílabas, estas se quedan igual.

Ejemplo:

“Sin sobre”
Juan de Dios Peza

Veo tus líneas torcidas, descuidadas, 11


y esto halaga mis propios pareceres 11
porque sé que no estando enamoradas 11
nunca escriben sin falsa las mujeres. 11
Versos agudos
Así se conocen a los versos que terminan con una palabra aguda,
es decir, que tienen el acento en la última sílaba. Al momento de
contar las sílabas, a los versos agudos se les agrega una, por lo
que la última sílaba vale por dos (el sonido agudo es como si se
alargara la palabra).

Ejemplo:

“Sonatina”
Rubén Darío

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?


Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color. 13 + 1 = 14
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. 13 + 1 = 14
Versos esdrújulos
Son aquellos cuya última palabra del verso es esdrújula. Contrario
a los versos agudos, al momento de contar las sílabas de los
esdrújulos, las últimas dos sílabas hacen una sola.

Ejemplo:

“Sonatina”
Rubén Darío

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! 15 – 1 = 14


(La princesa está triste. La princesa está pálida.) 15 – 1 = 14
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! 13 + 1 = 14
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, 14
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
Ejemplo final:
Haz que mis cánticos (esdrújulo)
puros se eleven (llano o grave)
hasta el Señor. (agudo)

Análisis:

Haz-que-mis-cán-ti-cos 6–1=5
pu-ros-se e-le-ven 5
has-ta el-Se-ñor. 4+1=5

Todos los versos tienen cinco sílabas, por lo que son


pentasílabos. Es conveniente hacer un ejercicio de lectura de los
tres versos en voz alta, pues de esa manera el lector podrá darse
cuenta de que, al recitarlos, el metro es perfecto.
Licencias métricas:
Son recursos de los que el poeta dispone libremente a la hora de
componer sus versos para lograr cierto número de sílabas.

a) Sinalefa:
En un verso, cuando una palabra termina en vocal y la siguiente
comienza en vocal o con h, se funden las dos sílabas para hacer
una sola. Si no se pronuncia así, el verso se alarga una sílaba más
y ya no habrá ritmo ni métrica. Si la vocal de la siguiente palabra
es tónica, entonces no se forma la sinalefa. Esta licencia se
utiliza para reducir el número de sílabas.

Ejemplo:
“Sonatina”
Rubén Darío

Ya-no-quie-re el-pa-la-cio,-ni-la-rue-ca-de-pla-ta,
ni el-hal-cón-en-can-ta-do,-ni el-bu-fón-es-car-la-ta…
b) Diéresis:
Esta se utiliza para romper el diptongo gramatical; pronunciaremos
en dos sílabas las vocales de un diptongo (sua-ve: su-a-ve).
Usualmente, se grafica poniendo los dos puntos característicos (¨)
arriba de la vocal que se está separando. Eso se hace porque
existen versos que no dan la medida exacta debido a que un
diptongo lo evita; ahí es donde se vuelve necesaria la diéresis.
Esta licencia se utiliza para incrementar el número de sílabas.

Ejemplo:
“Vida retirada”
Fray Luis de León

Y ofrece mil olores al sentido (11)


los árboles menea (7)
con un manso ru-ï-do, (7)
que del oro y del cetro pone olvido. (11)
c) Sinéresis:
Fenómeno opuesto a la diéresis. Consiste en pronunciar en una
sola sílaba las vocales que formaban un hiato (ta-re-a: ta-rea).
Esta licencia se utiliza para reducir el número de sílabas.

Ejemplo:

Le impele su lealtad a defenderle (11)

Siguiendo las reglas ortográficas, la palabra “lealtad” debe


separarse así: le-al-tad. Sin embargo, el poeta tiene licencia para
formar una sinéresis y, entonces, se separará así: leal-tad.

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