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HISTORIA DE LA FARMACIA EN VENEZUELA

Antes de la colonización los indígenas sufrían de enfermedades, y carente de los recursos


necesarios lo explicaban como un castigo de entes sobrenaturales transformándose en
cuerpos extraños que había que expulsar del enfermo. Lo que se crea de ahí es terapéutica con
el fin de eliminar el cuerpo extraño de la persona acompañado de medicinas de origen natural.
Quienes de dedicaban a esto se les conocía por distintos nombres, el más
conocido era “Piache”, este trataba los dolores con distintas plantas. A pesar de que el médico
y farmacéutico eran la misma persona, pero el farmacéutico aplicado era quien se
especializaba fue quien entendió la importancia de crear a base de plantas de remedios
naturales para así tratar la enfermedad. La existencia de la farmacia en Venezuela se remonta
en la época de conquista, donde europeos entraron a Latinoamérica, incluyendo Venezuela
como la historia lo dice, con estos colonizadores venían boticarios y médicos del
momento, quienes fueron los encargados de inculcar sus conocimientos a los nativos. Con
ellos cargaban medicinas europeas, sin embargo, no los detuvo de crear y experimentar
distintos tipos de fármacos junto a las personas que conocían de esta tierra, mezclando así dos
tipos de conocimiento distintos, donde la enseñanza era recíproca. Luego de muchas
dificultades, en 1669 se logró abrir la primera botica, fundada por el empírico portugués
Marcos Portero, no obstante, no dio frutos debido a la competencia que existía con los
médicos y curanderos de la época. Es en el siglo XVIII cuando llegan algunos médicos y los
primeros boticarios diplomados a tierras venezolanas, y oficialmente fueron ellos quienes
establecieron algunas boticas en el país. Luego de esto se abre La Real y Pontificia Universidad
de Caracas (1721) donde comienzan los estudios de medicina y se crea el Protomedicato: fue
un tribunal que reconocía la suficiencia de los futuros médicos y concedía las licencias
necesarias para el ejercicio de dicha facultad. En épocas anterior esa esta definición el
Protomedicato se encargaba de examinar y otorgar el título de boticario a quien se
consideraba que era digno de dicho nombre. Luego de la independencia, el Libertador Simón
Bolívar es el encargado de reformar los viejos reglamento de la universidad de Caracas (a partir
del 24 de junio de 1827 es llamada Universidad Central de Venezuela). Se incluye la
Facultad Médica y en su pensum la Farmacia como materia, es decir la única enseñanza
dada sobre farmacia venía con la carrera de medicina, con la llegada de la Facultad Médica el
Protomedicato es sustituido por esta misma, entre cuyas competencias encontramos:
Revalidar y otorgar Títulos a los Boticarios extranjeros, visitar e inspeccionar las Boticas y
vigilar todos los aspectos de la práctica farmacéutica. Su régimen fue discriminatorio, este
reconocía como farmacéuticos a quienes habían obtenido su grado en Europa, sin contar a los
expertos nacionales.

En 1883 la facultad de
medicina comienza a
decaer y es sustituida por
el Colegio de
Médicos y el Consejo de
Médicos. Este último era el
encargado de la vigilancia
del ejercicio
de la medicina y la farmacia;
al igual que para conferir
títulos de farmacéutico,
dentista y
partera y se le permitió
emitir licencias para el
establecimiento de boticas. A
pesar de esto
nunca se mencionó el estudio
independiente de la farmacia.
Pero los farmacéuticos
existentes en el siglo XIX
lograron que en el gobierno
de Joaquín
Crespo y El Congreso de Los
Estados Unidos de
Venezuela creo la Ley de
Farmacia cual dio
pie a la inauguración de las
facultades de farmacia del
país, en La Universidad
Central
(UCV) en Caracas, La
Universidad de Los Andes
(ULA) en Mérida y en La
Universidad del
Zulia (LUZ) pero aun
así dependiendo de las
Facultades de Medicina.
El carrera de
Farmacia lo constituirían
cuatro cátedras: Física
general, con las
asignaturas calor y
electricidad; Química
inorgánica y orgánica y
química analítica aplicada
a la Farmacia;
Botánica, Zoología y
Mineralogía; y Farmacología
y Toxicología. El decreto
establecía que
las Universidades otorgarían
los grados de Bachiller y de
Doctor en Farmacia.
En 1904, se da clausura de
las Escuelas de Farmacia
volviendo a ser dependientes
de La
Escuela de Medicina de
Caracas, otorgando el Titulo
de Farmacéutico. En marzo
de 1928 el
Presidente Juan Vicente
Gómez dicto un decreto en
el que ordenaba construirle
a la
Universidad los edificios que
requería y reabrir la Facultad
de Ciencias Médicas con las
Escuelas de Medicinas,
Farmacia y Dentistería.
Probablemente influyeron en
esta decisión
favorable hacia la
Universidad de los Andes los
sucesos de 1928 en Caracas,
el cierre de la
Universidad Central. El
27 de Julio de ese año
se promulga la ley del
Ejercicio de la
Farmacia, que regula entre
otras materias no solo la
práctica de la profesión sino
también
la publicidad de medicinas,
el despacho de fórmulas y
los turnos farmacéuticos. A
esta ley
le siguió la de Narcóticos de
junio de 1930, derogada en
1934 por la de
Estupefacientes.
Para este momento de la
historia la farmacia empieza
a tomar más forma
estudiantil e
importancia.
En 1941 Congreso Nacional
elevo las Escuelas de
Farmacias de las
universidades Central y
de los Andes, a la
categoría de Facultades,
autorizándolas para
otorgar el Título de
Farmacéutico, que se dedica
a 4 años de estudio y de
Doctor en Farmacia con un
año más
de carrera.
En el año 1946, se crea la
Facultad de Farmacia y
Química, con dos Escuelas:
la de Química
y la de Farmacia, y en el año
1953, la Ley de
Universidades incluye entre
las Facultades
universitarias a la Facultad
de Farmacia, separándola de
la antigua Facultad de
Farmacia y
Química.
De allí en adelante la
farmacia ha podido seguir de
pie para la formación del
recurso
farmacéutico que requiere el
país
En 1883 la facultad de medicina comienza a decaer y es sustituida por el Colegio de
Médicos y el Consejo de Médicos. Este último era el encargado de la vigilancia del ejercicio de
la medicina y la farmacia; al igual que para conferir títulos de farmacéutico, dentista y partera
y se le permitió emitir licencias para el establecimiento de boticas. A pesar de esto nunca se
mencionó el estudio independiente de la farmacia. Pero los farmacéuticos existentes en el
siglo XIX lograron que en el gobierno de Joaquín Crespo y El Congreso de Los Estados Unidos
de Venezuela creo la Ley de Farmacia cual dio pie a la inauguración de las facultades de
farmacia del país, en La Universidad Central(UCV) en Caracas, La Universidad de Los Andes
(ULA) en Mérida y en La Universidad del Zulia (LUZ) pero aun así dependiendo de las
Facultades de Medicina. El carrera de Farmacia lo constituirían cuatro cátedras:
Física general, con las asignaturas calor y electricidad; Química inorgánica y orgánica y
química analítica aplicada a la Farmacia; Botánica, Zoología y Mineralogía; y Farmacología y
Toxicología. El decreto establecía que las Universidades otorgarían los grados de Bachiller y de
Doctor en Farmacia. En 1904, se da clausura de las Escuelas de Farmacia volviendo a ser
dependientes de La Escuela de Medicina de Caracas, otorgando el Titulo de Farmacéutico. En
marzo de 1928 el Presidente Juan Vicente Gómez dicto un decreto en el que ordenaba
construirle a la Universidad los edificios que requería y reabrir la Facultad de Ciencias
Médicas con las Escuelas de Medicinas, Farmacia y Dentistería. Probablemente influyeron en
esta decisión favorable hacia la Universidad de los Andes los sucesos de 1928 en Caracas, el
cierre de la Universidad Central. El 27 de Julio de ese año se promulga la ley del
Ejercicio de la Farmacia, que regula entre otras materias no solo la práctica de la profesión
sino también la publicidad de medicinas, el despacho de fórmulas y los turnos farmacéuticos. A
esta ley le siguió la de Narcóticos de junio de 1930, derogada en 1934 por la de
Estupefacientes. Para este momento de la historia la farmacia empieza a tomar más forma
estudiantil e importancia. En 1941 Congreso Nacional elevo las Escuelas de Farmacias de las
universidades Central y de los Andes, a la categoría de Facultades, autorizándolas
para otorgar el Título de Farmacéutico, que se dedica a 4 años de estudio y de Doctor en
Farmacia con un año más de carrera. En el año 1946, se crea la Facultad de Farmacia y
Química, con dos Escuelas: la de Química la de Farmacia, y en el año 1953, la Ley de
Universidades incluye entre las Facultades universitarias a la Facultad de Farmacia,
separándola de la antigua Facultad de Farmacia y Química. De allí en adelante la farmacia ha
podido seguir de pie para la formación del recurso farmacéutico que requiere el país.

HISTORIA DEE LA FARMACIA EN EL MUNDO

El inicio de la farmacia y la medicina sin duda fue el mismo y de la mano han seguido hasta
hoy. No se sabe quién se convirtió en el primer brujo, chamán, hechicero, curandero o similar, ya
que las primeras personas dedicadas a tratar los problemas de salud de sus semejantes
recibían ese nombre. Sus funciones sanadoras aglutinaban especialidades diversas que iban
desde la preparación de curas o la cirugía más salvaje hasta danzas variadas para ahuyentar a
los malos espíritus. Con el tiempo, estas “especialidades” se fueron separando, pero en
muchos casos, y durante muchos siglos, médico y farmacéutico fueron una misma cosa.

Ya en la Edad Antigua conviene destacar los esfuerzos que nuestros compañeros sanitarios de
la época realizaron en el seno de civilizaciones tan importantes como la surgida en India, que
desarrolló la medicina Ayurveda nueve siglos antes de nuestra era y que hoy día sigue
utilizándose. Utilizaban medicamentos como la coloquíntida o el cannabis, que eran
elaborados y guardados exclusivamente por individuos pertenecientes a la casta de los
brahmanes.

El libro Susruta samjitá data del siglo VI a. C. y describe remedios vegetales (¡700 plantas!),
animales y minerales para su uso medicinal, algo impresionante si tenemos en cuenta que la
primera farmacopea occidental no aparece hasta el Renacimiento.
En Egipto contaron con su propio dios-farmacéutico: Anubis. Según la mitología egipcia la
diosa Isis cultivaba plantas medicinales y transmitió a sus hijos, los dioses Horus y Anubis, sus
inquietudes y conocimientos, convirtiéndose ambos en los proveedores de medicamentos del
resto. Su trabajo era supervisado por Thot, dios de la sabiduría, escritura, música…y creador
de la medicina, también llamado, lo que son las cosas,Pha-ar-maki. La medicina y la farmacia
se enseñaban a los sacerdotes en las “casas de vida” de los templos. Allí, en las llamadas Asi-
t, los sacerdotes denominados urma preparaban y almacenaban los medicamentos.

En Grecia se tomaron el tema farmacéutico bastante más en serio, al menos en el ámbito de


la mitología. La ciencia griega bebía de la egipcia y la babilónica, pero también lo hizo de sus
creencias. Idearon un compendio de deidades para casi todo, incluyendo por supuesto la
salud. Así, encontramos a Hecate o Pharmakis, diosa de la magia y experta en plantas
medicinales, Apolo y Artemis, con poderes curativos, Asclepios/Esculapio, hijo de Apolo y dios
médico por excelencia que transmitió sus saberes a sus hijas, destacando Hygea,
personificación de la salud y la higiene y Panacea, asociada con los remedios infalibles. Por
cierto, la copa y la serpiente que usamos como símbolo de nuestra profesión tiene su origen
en Hygea. Para Hipócrates, las enfermedades son causadas por un desequilibrio entre los
cuatro humores del cuerpo (bilis, atrabilis o bilis negra, sangre y flema) y los medicamentos
debían restablecer dicho equilibrio. Aparece personal especializado en la preparación de
medicamentos como los pharmacópolas, que comercializaban plantas medicinales, los
rizótomos, que las recolectaban y asclépides, que suministraban remedios en los asclepiones
de los templos a los médicos. En los alipterion de los gimnasios los medicamentos eran
preparados y dispensados por el gimnasiarca. He aquí la primera farmacia del mundo
accidental.
Roma continuó la senda marcada por los griegos y llevó la cultura clásica a su máximo
esplendor. Médico y farmacéutico seguía siendo lo mismo. Dioscórides escribe Materia Médica,
Andrómaco lleva a la fama su Triaca Magna y Galeno, que creía que los medicamentos debían
producir un efecto contrario al síntoma de la enfermedad, los prepara él mismo en su
gabinete.

En la Edad Media el retroceso en las ciencias y las artes fue brutal. El culto a lo divino como
herramienta de curación siguió vigente con el cristianismo, destacando santos como S. Cosme
(cirujano) y S. Damián (médico-farmacéutico), habitualmente representados juntos y
patronos de la medicina y la farmacia. Sin duda, la máxima expresión de la relación salud-
divinidad se dio en esta época. Había casi tantos “santos-medicamento” a los que rezar como
enfermedades, y si eras un privilegiado hasta podías hacerte con una reliquia de alguno de
ellos, un remedio infalible. Se siguieron utilizando las antiguas teorías médicas de griegos y
romanos, ya que eran considerados el summum de la civilización occidental, siendo Bizancio
donde más esplendor alcanzaron.
Los reductos culturales por antonomasia fueron los monasterios y conventos. En estas plazas
fuertes del saber se mantuvieron vivas las artes heredadas de Grecia y Roma. Muchas órdenes
religiosas tenían en sus recintos boticas, las primeras del S. IX, normalmente asociadas a
hospitales, en las que los monjes boticarios preparaban medicamentos y cultivaban plantas
medicinales en el huerto anexo.

Sin duda, los únicos que se salvaban en Europa de la siega cultural que supuso la caída del
Imperio Romano, fueron los musulmanes asentados en el sur del continente desde el año 711.
Se mostraron abiertos a las teorías científicas tanto de la antigüedad como del momento sin
importar su procedencia. Las desarrollaron y mejoraron alcanzando cotas del saber nunca
vistas en Europa hasta el Renacimiento gracias a personajes como Avicena. Se crearon
los grabadines, códigos que describían la correcta elaboración de medicinas, las materias
primas empleadas y las tarifas para los pacientes. Se escribieron numerosas obras sobre
medicamentos, como la “Colección de medicamentos y elementos simples” de Ebn-Beitar, con más
de mil referencias. Introdujeron en España, entre otras cosas, la famosa triaca, los albarelos y
la destilación. Algunos autores consideran que los árabes fueron los que crearon la farmacia
como profesión independiente (abrieron la primera en Bagdad).

Esta separación entre la profesión médica y la farmacéutica se hizo oficial en Europa en 1240
en virtud al documento firmado por Federico II de Alemania. Es la Carta Magna de la profesión
e indicaba las normas que los farmacéuticos debían cumplir, regulaba la preparación de
medicamentos y sus precios.
En el Renacimiento la cosa empieza a mejorar al evolucionar el pensamiento. Todo, salvo la
religión, se empezó a cuestionar en el mundo de la ciencia. Un claro ejemplo lo encontramos
en el suizo Paracelso, que ataca las teorías de intocables como Galeno. Implanta el concepto
de yatroquimia, que defiende la química como terapia, dando un empujón crucial a la
farmacia, hasta entonces basada casi en su totalidad en remedios vegetales.

El farmacéutico renacentista ve reconocida su labor, realiza estudios propios que son


examinados por el Tribunal del Protomedicato y profundiza en la farmacia como ciencia,
realizando todo tipo de estudios y publicaciones (Dusseau, Lespleigney, Melich, etc). De
hecho, aparece la primera farmacopea en 1498, el Recetario Florentino. Las farmacias se
enriquecen con las nuevas materias primas surgidas de la química y las traídas de América. Se
organizan utilizando elementos propios de la farmacia como el botamen. Surgen eminentes
boticarios como los alemanes Besler, y Tabernaemontanus, grandes botánicos, al igual que su
colega belga Coudenberg (introductor de la piña en Europa). Ralla, también aleman, destila
el eter.

Llegados al S.XVII, los farmacéuticos tienen un papel indiscutible en el ámbito de la ciencia,


y comienzan a dedicarse a la química con más interés. Abundan las publicaciones científicas
escritas por farmacéuticos, comienzan a introducirse en las academias y asociaciones
científicas, adquieren nuevos roles como formadores, investigadores o en puestos de reciente
creación como Boticario Mayor del Rey o Boticario Mayor del Ejército. La oficina de farmacia
se desarrolla separando la zona de atención al público del laboratorio y utilizando materias
primas cada vez más fiables. Se introduce la quina, la ipecacuana, el bálsamo del Perú, etc.
Los farmacéuticos del Barroco fueron los grandes impulsores del uso de productos químicos
como medicamentos, a lo que los médicos de la época se oponían, burlándose de ellos
abiertamente. Esto deja claro la mentalidad que los boticarios, como hombres de ciencia que
eran, tenían en un periodo de la historia complejo, en el que chocaban las nuevas teorías con
la Iglesia y con lo establecido (que se lo digan a Galileo Galilei).
También se mantenían remedios de toda la vida, como la triaca, la carne de momia…no se
borran siglos de ignorancia, así como así. Como novedad terapéutica aparecen los enemas,
que arrasaron sobre todo entre las clases altas. El caso es que su aplicación era
responsabilidad del farmacéutico (que manía nos tenían los médicos), pero delegaban en sus
ayudantes y se limitaban a supervisar el evento.
Los boticarios franceses destacan en este siglo como los alemanes en el anterior. Beguin
descubre la acetona, Seignette el tartrato sódico potásico, Glaser el nitrato y sulfato
potásicos, Le Fevre el acetato mercúrico e inventa el oleómetro. Glaubero (éste es alemán)
descubre el acetato potásico y el cloruro de etilo. El español Juan Salvador y Bosca crea el
primer herbario de la flora nacional.
Por fin llegó el S.XVIII y La Ilustración, una época dorada. La yatroquímica sigue ganando
terreno (ácido bórico, mentol, etc). Se extiende el uso de los albarelos, de uso exclusivo
farmacéutico, surgen más academias científicas, como la Nacional de Medicina, fundada en la
rebotica del ilustre boticario José Hortega o la de Ciencias de Barcelona, fundada también en
una rebotica, la de Francisco Sala. Nace el Colegio de Farmacéuticos de Madrid muy a pesar
del colectivo médico, que quería controlar a los farmacéuticos, que publica farmacopeas,
imparte formación, crea un laboratorio de química, y curiosamente, prepara en exclusiva
la triaca.
Siguieron apareciendo nuevos fármacos, muchos traídos de América, como la causia. Otros se
recuperaron de tiempos pasados, como el aceitede ricino y se usaron junto con los más
modernos, como el aceite de hígado de bacalao. Sin duda el arsenal terapéutico mejoró, pero
se seguían utilizando panaceas, como el elixir de larga vida, patentado en Inglaterra.

En España, Carlos III divide el Protomedicato en tres Audiencias, correspondientes a la


medicina, la cirugía y farmacia, logrando así la profesión una independencia que siempre
buscó. Insignes farmacéuticos aportaron sus conocimientos a las ciencias españolas. Jaime
Salvador y Pedrol fue el botánico más famoso del país, Gil-Francisco Boulduc descubre el
sulfato sódico, Félix Palacios introduce la yatroquímica, Casimiro Gómez Ortega promueve la
botánica y descubre diversos géneros y especies.
En el resto de Europa también brillan los farmacéuticos. Proust enuncia su “Ley de las
Proporciones Definidas”, Scheele descubre, entre otros, el oxígeno, el nitrógeno y la
glicerina, Vauquelin el cromo, Hoeffer el ácido bórico, Böttger el caolín, Newmann aisla el
timol, Rouelle (pionero de la bioquímica y maestro de Proust y Lavoisier) definió las sales, los
Rose descubren el bicarbonato sódico y el niobio, etc.
Wenzel publica su ley cuantitativa de la acción de las masas y Jeoffroy la ley fundamental
sobre la afinidad. Sloane funda el Museo Británico en Londres (no todo van a ser
descubrimientos).
Llegados a este punto espero que a nadie le quepa la menor duda de la influencia que los
farmacéuticos han tenido en la ciencia.

Con la llegada del S.XIX, los avances de la profesión farmacéutica son imparables y la
historia de la Farmacia se consolida. La tecnología permite la fabricación de nuevos equipos
de laboratorio (pipetas automáticas, centrifugadoras, molinos, etc) y la preparación de
nuevas formas farmacéuticas, como los comprimidos, cápsulas, inyectables y supositorios.
Aparecen los primeros medicamentos industriales. No dejan de publicarse obras sobre temas
de farmacia y la enseñanza se imparte en facultades de farmacia independientes.
Las farmacias se modernizan y van perdiendo elementos que hasta entonces formaban parte
de su idiosincrasia, como los albarelos, ahora sustituidos por tarros de porcelana. Nuevos y
más precisos instrumentos ocupan el laboratorio. Adoptan como símbolo una esfera de cristal
llena de un líquido, normalmente rojo o verde, que colocaban en los escaparates para
identificar el local como farmacia.
Siguen apareciendo nuevos fármacos como la morfina, aislada por el farmacéutico Serturner o
la cafeína, por los farmacéuticos Pelletir y Caventou, que también aislaron la quinina y la
estricnina entre otros. Muchos ilustres compañeros aportaron su granito de arena: Parmentier
difunde con éxito la patata en Francia para combatir la hambruna, Buchner descubre la
parafina, Courtois el yodo, Soubeiran el cloroformo, Serullas el yodoformo, Balard el bromo,
Stromeyer el cadmio, Oersted el aluminio, Döbereiner el acetaldeído, Walker las cerillas de
fricción, Guibourt la cumarina, Ambrosioni el azúcar en la sangre de los diabéticos, Bussy el
magnesio y el berilio, Klaus el rutenio etc.
En el S.XX queda plenamente definido el papel del farmacéutico como profesional en todos
sus ámbitos de actuación, desde el sanitario al investigador, desde el docente al militar. Es el
siglo en el que se desarrollan los medicamentos industriales a la par que los farmacéuticos de
la industria, y aparecen nuevos conceptos en el ejercicio de la profesión, como la
distribución, la sanidad ambiental, etc. Aparecen los sistemas sanitarios como la Seguridad
Social, que involucra definitivamente al profesional farmacéutico como agente de salud

FARMACOLOGIA
La farmacología es el estudio de los medicamentos y cómo afectan a las
personas que los toman para tratar o controlar una enfermedad o un trastorno. El
campo de la farmacología incluye una variedad de medicamentos, desde
medicamentos de venta libre hasta aquellos disponibles únicamente con receta
médica, así como suplementos dietéticos o herbales.
RAMAS DE LA FARMACOLOGÍA

El ámbito de la farmacología es tan amplio que ha sido subdividido en varios


campos o ramas de estudio. Los principales son:

Farmacognosia:

Estudia el origen de los medicamentos. Estos pueden tener origen natural


(animal, vegetal o mineral) o ser producto de la síntesis química:
medicamentos sintéticos. Cuando a un medicamento de origen natural se le
hacen modificaciones químicas y se obtiene un nuevo medicamento, éste se
denomina semisintético.

Estudia la descripción de las drogas o medicamentos, considerando su origen,


características organolépticas físicas y químicas.

Farmacia:
Se ocupa de la preparación y fraccionamiento de los fármacos.

Farmacotecnia:

Estudia la preparación de los medicamentos en formas de presentación


adecuadas (Formas farmacéuticas) para ser administradas a los pacientes.

Estudia la elaboración de los medicamentos desde el punto de vista


farmacéutico. Es, por tanto, una rama de interés para el Farmacéutico.

Farmacografía:

Es la rama de la farmacología que estudia las normas de prescripción de los


medicamentos.

Farmacocinética:

Estudia desde el punto de vista dinámico y cuantitativo los fenómenos de


absorción, distribución, biotransformación y eliminación de los fármacos; los
factores mencionados, junto con la dosis, son los que rigen la concentración
de un producto medicamentoso en sus sitios de acción y, en consecuencia, la
intensidad de sus efectos en función del tiempo.

Es un enfoque cuantitativo del comportamiento de los fármacos o las


sustancias químicas en el organismo.

Desde un punto de vista práctico se puede definir a la farmacocinética como


las modificaciones que impone el organismo al fármaco.

Farmacodinamia:

Se define como el estudio de los efectos bioquímicos y fisiológicos de los


fármacos y sus mecanismos de acción.

Estudia el efecto y mecanismo de acción de los fármacos sobre el organismo.


Por EFECTO se entiende toda modificación bioquímica o fisiológica que
produce una droga sobre el organismo. Por lo general los medicamentos no
crean nuevas funciones sino que modifican funciones existentes. Como
MECANISMO DE ACCION se considera a las modificaciones que ocurren a
nivel molecular.

La Farmacodinamia también estudia la relación entre la estructura química y


la actividad farmacológica.

Desde un punto de vista práctico se puede definir a la Farmacodinamia como


los cambios que el fármaco ejerce en el organismo.
Farmacometría:

Se encarga de la cuantificación de las acciones y efectos farmacológicos en


relación con la cantidad de fármaco que se aplique, tanto in vitro como in
vivo.

Farmacoterapia:

La terapéutica es el arte de tratar las enfermedades; para esto, se usan diversas


modalidades de tratamiento, siendo los medicamentos sólo una modalidad.

Se define como la ciencia que estudia las sustancias empleadas para prevenir,
diagnosticar y tratar enfermedades.

También puede definirse como la ciencia que se encarga del estudio del uso
médico de los fármacos.

Ciencia que estudia la aplicación de los fármacos al tratamiento de


enfermedades.

La farmacoterapia se basa racionalmente en la correlación de acciones y


efectos de los principios medicamentosos, con los aspectos fisiológicos,
bioquímicos, microbiológicos, inmunológicos y conductuales de la
enfermedad.

Farmacología comparada:

Estudia los efectos medicamentosos en diferentes especies de animales. Sus


resultados no siempre son extrapolables al hombre.

Farmacología clínica:

Se encarga del estudio de las drogas en el hombre, tanto sano como enfermo.

Se refiere directamente a las acciones de los fármacos en los seres humanos.

La Farmacología clínica proporciona métodos para la determinación de la


utilidad, potencia y toxicidad de los nuevos fármacos en el ser humano.

Terapéutica médica:

Se encarga de establecer las pautas de tratamiento racional que deben seguirse


en los diversos procesos patológicos.

Quimioterapia:
Es la rama de la farmacología que se encarga de estudiar el uso de agentes
químicos en el tratamiento de enfermedades producidas por agentes externos
(Ej. Bacterias, hongos, virus, etc.)

Se ocupa de los compuestos capaces de destruir microorganismos invasores


sin destruir al huésped.

Estudia los fármacos capaces de destruir o eliminar células o microorganismos


patógenos con efectos mínimos en el organismo.

Toxicología:

Se define como la rama de la farmacología que estudia los venenos, sin


embargo, no solo los venenos causan intoxicaciones sino también los
medicamentos y otros agentes, como las toxinas animales y numerosas
sustancias de uso moderno. Por esto la toxicología se considera en la
actualidad una ciencia independiente que se encarga del estudio, prevención,
diagnóstico y tratamiento de las intoxicaciones.

La toxicología se vincula con los efectos deletéreos de las sustancias químicas


y físicas en todos los sistemas vivos. Sin embargo, en el área biomédica, los
toxicólogos están interesados principalmente en los efectos adversos en los
seres humanos que se originan de la exposición a fármacos y otros
compuestos químicos, así como la demostración de la seguridad y los peligros
relacionados con su uso.

Se ocupa de los efectos perjudiciales o adversos de los fármacos y otras


sustancias químicas responsables de intoxicaciones domésticas, ambientales o
industriales, así como los mecanismos y circunstancias que favorecen su
aparición.

Trata de los efectos indeseables de las sustancias químicas sobre los sistemas
vivos, desde las células individuales hasta los ecosistemas complejos.

Se ocupa no solo de los fármacos utilizados en terapéutica, sino también de


otras sustancias químicas que pueden causar intoxicación en el hogar, en el
ambiente o en la industria.

Estudia los efectos adversos de los productos medicinales.

Farmacogenética:

Se relaciona, en general, con las influencias genéticas sobre la sensibilidad a


los fármacos y, en particular, con aquellos casos en los cuales pueden
identificarse diferentes subpoblaciones. Las variaciones de origen genético en
la susceptibilidad influyen en gran medida sobre los efectos de los fármacos.
Estudia las variaciones en la respuesta farmacológica, las cuales se
manifiestan por alteraciones o variaciones genéticas.

Farmacoepidemiología:

La farmacoepidemiología es una rama de la farmacología cuya función es la


de aplicar enfoques epidemiológicos al estudio del uso, eficacia, valor y
seguridad de los fármacos. Así pues, estudia los efectos beneficiosos y
adversos de los medicamentos cuando se utilizan en grupos de población,
caracterizando, controlando y prediciendo los efectos y usos de las
modalidades de tratamiento farmacológico.

FARMACOPEA

La farmacopea es el libro oficial de medicamentos, propio de cada estado, que


recoge las sustancias medicinales de uso más común o corriente, así como las
normas oficiales y obligatorias de la manera de combinarlas y prepararlas.

¿Cuál es el origen de la farmacopea?

El origen de la farmacopea se remonta a tratados como el Papiro Ebers


egipcio o el De re medica del griego Dioscórides. Esta es la primera obra de
interés puramente farmacéutico que recoge una serie de productos vegetales
con propiedades medicinales y también la patología en la que se puede aplicar
dicho remedio y la parte del vegetal a utilizar. (2)

Otros de los considerados como precursores de la farmacopea son los


Akrabaddin de médicos del Medievo como Mesué y el persa Rahzes. En estos
libros se incluían también técnicas para detección de adulteraciones y
sinonimias de las drogas vegetales, así como un completo manual de gestión
de la primitiva «Oficina de Farmacia». (2)

Oficialmente, la primera farmacopea impresa del mundo es el llamado


Recetario Florentino que, concretamente, se publicó en Florencia en 1498. (2)

¿Qué tipos de farmacopea hay?


Tras la publicación del Recetario Florentino, en las diferentes ciudades
europeas empezaron a proliferar estas primeras farmacopeas bajo nombres
como Antidotarios, Aparatos, Dispensatorios, Ricettarios, Códices, Lexicones,
Bibliotecas y Palextras. En concreto, la primera con el título específico de
“Farmacopea” fue publicada en Basilea por un doctor Foe en 1561. (3)

Con el paso de los años, las farmacopeas de cada país han ido evolucionando
regidas por Los entes regulatorios de cada país, que otorgan o niegan el
registro sanitario de un producto. (3)

SOLUTO SOLUCION y SOLVENTE

Una solución básicamente es un sistema homogéneo en el cual, las propiedades son las
mismas en toda su masa, es decir, se observa continuidad.

La solución es una mezcla homogénea de dos o más componentes que tienen las mismas
propiedades químicas y físicas en una sola fase, está compuesta de dos componentes
principales: el soluto y el solvente.

Solvente: Es el componente mayoritario.

Soluto: Es el componente en menor cantidad, el soluto se encuentra dentro del solvente.

En el caso de que la solución presente más de dos componentes, los de menor presencia
los consideraremos solutos.

¿Por qué algunas sustancias pueden ser mezcladas con otras?

Simple: Lo semejante disuelve lo semejante.

En química básicamente hay dos tipos de sustancias: las polares y no polares.

Polares: Moléculas con una diferencia de electronegatividad alta. Tienden a tener polos
o extremos con cargas ya sean negativas o positivas muy apreciables. Muy
frecuentemente estas moléculas suelen ser inorgánicas.

No polares: Moléculas con una diferencia de electronegatividad baja. En el caso de estas


moléculas suelen ser orgánicas.

Las sustancias polares disuelven a su vez sustancias polares, y las sustancias no polares
disuelven sustancias no polares.
Usos y aplicaciones de las soluciones
farmaceúticas
¿Sabe usted qué es una solución farmacéutica? ¿Conoce la
clasificación de las soluciones? ¿Qué tipo de soluciones
acuosas existen?

Tema: Usos y aplicaciones de las soluciones farmaceúticas

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El estudio de soluciones farmacéuticas es esencial para el farmacéutico


y puede ser algo complejo. Además de considerar la conveniencia
terapéutica de la droga, el farmacéutico debe considerar muchos
factores con respecto a los aspectos químicos y físicos del producto. ¿Es
la droga soluble en un solvente aceptable? ¿Es químicamente estable en
la solución y por cuánto tiempo? ¿Son dos o más solutos químicamente y
físicamente compatibles en la solución? ¿Cómo afectarán al producto los
cambios en temperatura, pH o exposición ligera? ¿El producto se debe
preservar, proteger, o dar sabor y cómo? ¿Cómo debe el producto ser
empaquetado y almacenado?

Muchas soluciones orales no se producen comercialmente porque son


inestables o tienen una vida de anaquel corta o se utilizan en una
población paciente tan pequeña que son improductivas para producirse
comercialmente.

Definición de solución
Una solución es un sistema termodinámico estable, monofásico,
integrado por 2 o más componentes, uno de los cuales se disuelve
totalmente en el otro. La solución es homogénea dado que el soluto (o
componente dispersado) se dispersa a través del solvente en partículas
de tamaño molecular o iónico. En su definición más amplia, una solución
es una mezcla homogénea de sólidos, líquidos y gases. En lo sucesivo se
restringirá nuestra definición de soluciones farmacéuticas a aquellas
integradas por un sólido, un líquido o un gas disuelto en un solvente
líquido.

La asignación de los términos soluto y solvente es arbitraria.


Generalmente, el soluto es el componente presente en cantidad más
pequeña y el solvente es el componente mayor en cantidad y líquido. Los
solutos farmacéuticos pueden incluir componentes de la droga, agentes
saborizantes, colorantes, conservadores y estabilizadores o sales buffer
(tampón). El agua es el solvente más común para las soluciones
farmacéuticas, pero el etanol, la glicerina, el glicol del propileno, el
alcohol isopropílico y otros líquidos también se pueden utilizar
dependiendo de los requisitos del producto. Para ser un solvente
apropiado, el líquido debe disolver totalmente la droga y otros
ingredientes sólidos en la concentración deseada, no bebe ser tóxico y
estar en caja fuerte para la ingestión o el uso tópico, además de
estéticamente aceptable al paciente en términos de aspecto, aroma,
textura o gusto.

Clasificación en función de la solubilidad

La solubilidad de una droga es la expresión de la cantidad de droga que


se pueda mantener en la solución, en un solvente dado, a una
temperatura y presión. Se expresa generalmente como el número de los
mililitros del solvente requeridos para disolver un gramo de la droga.

Una solución saturada es la que contiene la cantidad máxima de soluto


que el solvente es capaz de acomodar a temperatura y presión
ambientales. La solución sobresaturada es la que contiene una cantidad
más grande de soluto que aquella que el solvente puede acomodar
normalmente a esa temperatura y presión, por lo que queda soluto sin
disolver. Generalmente se le obtiene preparando una solución saturada a
una temperatura más alta, filtrando el exceso de soluto y reduciendo la
temperatura. Las soluciones saturadas y sobresaturadas son poco
estables y tienden a precipitar exceso de soluto bajo condiciones menos
que perfectas (por ejemplo cuando está refrigerado o sobre la adición de
otros componentes).

Clasificación en función del tamaño molecular

En ocasiones las soluciones se clasifican en función del tamaño


molecular del soluto. Las soluciones micromoleculares consisten de
moléculas o iones dispersos con tamaño de 1-10 A (peso molecular <
10.000). Las soluciones macromoleculares (peso molecular > 10,0000)
presentan solutos en verdadera solución, pero el tamaño de las
partículas de soluto es tan grande, que no pueden ser esterilizadas por
filtración. Las soluciones son también muy viscosas y se pueden utilizar
como agente de espesamiento para otras formas de dosificación
dispersas. Entre las soluciones macromoleculares más comunes se
incluyen las que contienen acacia, metilcelulosa y otros derivados de la
celulosa y las que contienen proteínas tales como albúmina.

Tipos generales de soluciones acuosas

Las soluciones acuosas son las más frecuentes de entre las soluciones
orales. Las drogas se disuelven en agua junto con cualquier conservador
o sal necesarias para el “buffering”. Al preparar soluciones
farmacéuticas debe usarse siempre agua destilada o purificada.

Los siguientes son ejemplos de soluciones farmacéuticas acuosas:

-Jarabes: soluciones concentradas, viscosas, azucaradas y acuosas que


contienen menos de 10% de alcohol.
-Aguas aromáticas: soluciones saturadas de aceites volátiles en agua y
que se utilizan para proporcionar un sabor o un aroma agradable.
-Mucílagos: soluciones macromoleculares gruesas, viscosas, producidas
dispersando gomas vegetales en agua. Se utilizan comúnmente como
agentes de suspensión o espesamiento.
-Ácidos acuosos: soluciones acuosas diluidas de ácidos (generalmente <
10%).

Uso farmacéutico de soluciones

Las soluciones tienen una amplia variedad de aplicaciones en la industria


farmacéutica para uso terapéutico como vehículos para los productos
orales, parenterales, tópicos, óticos, oftálmicos, y nasales. También se
utilizan como excipientes, buffers, conservadores y como agentes de
suspensión para una variedad de formas de dosificación líquida. Las
soluciones concentradas en inventario sirven a menudo como
componentes de productos preparados extemporáneamente. Las
soluciones de prueba también desempeñan un papel importante en el
análisis de productos farmacéuticos de todo tipo

ENFERMEDADES SPICOSOMATICAS

Las enfermedades psicosomáticas, o trastornos psicosomáticos,


hacen alusión a enfermedades físicas donde los factores
psicológicos contribuyen al origen, mantenimiento e incremento
de la dolencia. Es decir, los síntomas o molestias no encajan con
las posibles causas médicas y pueden ser considerados como la
manifestación física de los problemas psicológicos o
emocionales.
Debido a la ausencia de una causa médica orgánica que justifique el
origen de los síntomas, las vivencias estresantes no elaboradas, o los
conflictos psicológicos no resueltos, pueden explicar el inicio de este
tipo de problemas.
En términos generales, en las enfermedades psicosomáticas se
produce una interacción entre los componentes físicos y los
emocionales que da lugar a la dolencia o enfermedad, de tal
forma que la preocupación, la ansiedad o el bajo estado de ánimo
influyen sobre el estado físico de la persona, generando los
síntomas o agravando los ya presentes. Además, se suele observar
en el paciente un historial de múltiples síntomas o episodios
recurrentes que generan la búsqueda frecuente de ayuda médica, así
como un deterioro notorio de sus áreas funcionales vitales (social,
laboral, académica…).
Aspectos como los estilos de afrontamiento (las distintas formas de
abordar las situaciones a las que se enfrenta el individuo), la presencia
de estresores ambientales, determinadas características de la
personalidad, conductas desadaptativas – como el consumo de
sustancias psicoactivas o el sedentarismo –, las propias creencias, los
componentes culturales o las vivencias estresantes del pasado; son
algunos de los factores que más se han relacionado con este tipo de
trastornos.

Síntomas de las Enfermedades


Psicosomáticas
Algunos de las dolencias más destacables que suelen
desencadenar las enfermedades psicosomáticas son:
 Alteraciones del sistema inmunológico (enfermedades infecciosas,
problemas de alergias e intolerancias…).
 Trastornos cardiovasculares (hipertensión, arritmias, taquicardia,
infartos de miocardio…).
 Alteraciones oncológicas (tumores benignos y malignos…).
 Problemas gastrointestinales (colon irritable, molestias estomacales,
náuseas, vómitos…).
 Alteraciones respiratorias (asma bronquial, rinitis alérgica…).
 Trastornos endocrinos (diabetes, hipertiroidismo…).
 Problemas genitourinarios (desórdenes menstruales, infecciones de
orina…).
 Alteraciones de la piel (dermatitis, psoriasis, eccemas, urticarias…).
 Dolor crónico (cefaleas, migrañas, fibromialgia…).
 Otros afecciones fisiológicas, como obesidad o delgadez extrema.
Tratamiento de las
Enfermedades Psicosomáticas
En primer lugar, se realizará una entrevista inicial para conocer la
naturaleza y características del problema. Tal entrevista se centrará en
el problema que ha motivado la consulta del paciente, la intensidad de
dicho problema y las distintas repercusiones que tiene el mismo en los
diferentes ámbitos de la vida del paciente.
Así mismo, se llevará a cabo una valoración de la sintomatología
actual (enfermedades o síntomas físicos) que puede estar generando
un intenso malestar.
Después de la obtención de la información necesaria para una
adecuada contextualización del caso, iniciaremos un análisis
pormenorizado del problema para valorar el tipo de intervención más
apropiada.
Paciente y terapeuta analizarán las situaciones y contextos
relacionados con la problemática, incidiendo en la búsqueda y
análisis de aquellos estímulos o situaciones que actúan a modo
de disparadores, desencadenando el origen o agravamiento de
síntomas físicos.
La enfermedad psicosomática se produce o se intensifica como
consecuencia de la activación de redes neurales asociadas a
vivencias complicadas del recorrido vital de la persona, que no han
podido ser asimiladas o registradas adecuadamente. Estas vivencias y
memorias quedan en el psiquismo, produciendo distintos estados
emocionales de malestar expresados a través del síntoma físico.
A partir de la identificación de estos disparadores, se analizará la
dinámica intrapsíquica que ha otorgado el poder necesario a
estos estímulos para dar lugar a la aparición o agravamiento de
enfermedades biomédicas. Asimismo, paciente y terapeuta
realizarán una exploración sobre el recuerdo al que se accede a través
de dichos disparadores, con capacidad para activar mecanismos de
alerta desproporcionados.
De esta forma, en la psicoterapia se va produciendo la integración de
distintos tipos de memoria: la semántica (localizada en la amígdala,
encargada del archivo de las emociones) y la episódica (ubicada en el
hipocampo, centrado en el archivo de los relatos).
En este sentido, la eficacia del proceso psicoterapéutico está ligada a
un estilo de vinculación paciente-terapeuta que genere confianza,
seguridad y apertura, reduciendo los estados de alerta de la persona
durante la sesión. Ello facilitará la revisión de recuerdos del
pasado, permitiendo una reelaboración y un reprocesamiento de
dichas experiencias que propiciará el cese de las
enfermedades psicosomáticas

LAS 8 ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS


MÁS HABITUALES

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En no pocas ocasiones, los médicos derivan a sus pacientes a la consulta de

un psicólogo cuando la causa de un trastorno físico tiene su origen en la mente

o en lo que se conoce como enfermedades psicosomáticas.

Las enfermedades psicosomáticas son avisos o manifestaciones físicas de

problemas relacionados con el estrés, la ansiedad, pensamientos, y

sentimientos que nos superan.

La psiquiatría, neurología y psicología estudian los factores que afectan a los

pacientes tanto en el desarrollo de enfermedades de la mente, para aplicar los


tratamientos más adecuados, como la incidencia de esos trastornos

mentales que además producen alteraciones orgánicas.

Contenidos [Ocultar]
 1 ¿Cuáles son los síntomas de enfermedades psicosomáticas más frecuentes?
 2 ¿Por qué se producen las enfermedades psicosomáticas?
o 2.1 ¿Qué síntomas pueden provocar la ansiedad o la depresión?
o 2.2 Principales enfermedades psicosomáticas

¿Cuáles son los síntomas de


enfermedades psicosomáticas más
frecuentes?
No solo está demostrado que la disposición mental puede mejorar o empeorar

enfermedades con un origen fisiológico, sino que en muchos casos, el cuerpo

envía señales cuando la mente se encuentra en situaciones de presión y

saturación, que si no se atienden llevarán a trastornos más graves en los que

no sólo se produce un deterioro mental, sino que se desarrollan enfermedades

físicas con diversos grados de intensidad.

Se puede hablar de enfermedades psicosomáticas tanto cuando los trastornos

mentales derivan en patologías físicas, como cuando las enfermedades físicas


se agudizan como consecuencia de los trastornos mentales que padece el

enfermo.

Los síntomas psicosomáticos más frecuentes son:


 Dolor de espalda
 Mareos o vértigos
 Dolor en extremidades
 Gases en el estómago
 Dificultad al respirar
 Palpitaciones, taquicardia
 Dolor en articulaciones
 Dolor en el pecho
 Nauseas
¿Por qué se producen las
enfermedades psicosomáticas?
Hasta el momento no se conoce con toda exactitud por qué la tensión mental y

los trastornos psíquicos desencadenan determinadas alteraciones orgánicas,

pero es evidente que la tensión, el estrés, las preocupaciones excesivas y los

pensamientos negativos provocan importantes dolores de cabeza, insomnio,

problemas digestivos e intestinales, y además afectan al sistema

inmunológico.

Las investigaciones realizadas presentan al cerebro como responsable del


bloqueo del sistema inmunológico en determinadas condiciones, de tal manera

que el organismo se encuentra más indefenso frente a los agentes patógenos,

provocando enfermedades psicosomáticas, pero además el estado de tensión y

estrés hace que se generen sustancias que preparan al organismo frente a

peligros.

Los mecanismos de defensa, y las sustancias químicas que libera el organismo

en un momento determinado, frente a cualquier situación que se interpreta

como peligrosa, son saludables para activar una respuesta en un momento

dado, pero cuando la tensión es constante, la ansiedad es una enfermedad, y

acaba por producir una alteración orgánica nociva.


¿Qué síntomas pueden provocar la ansiedad o la
depresión?

Como hemos comentado, no sentirnos bien psicológicamente acaba

afectándonos físicamente.

La ansiedad o la depresión son trastornos que pueden producirnos los

siguientes síntomas:
 Dolores de cabeza, mareos o vértigos
 Ceguera, doble visión o afonía
 Palpitaciones o taquicardias
 Sensación de ahogo u opresión en el pecho
 Nauseas, vómitos, diarrea
 Tensión muscular o dolor
Principales enfermedades psicosomáticas
Cuando sientes presión en el pecho, mareo y confusión a la hora de pensar,

taquicardia, sudoración excesiva en determinados momentos, contracturas por

ansiedad, insomnio u otro tipo de trastornos, posiblemente tu cuerpo te está

diciendo que algo no va bien, y si no cambias algunas cosas en tu vida, las

señales cada vez serán más incómodas, hasta que realmente deriven

en enfermedad psicosomática, o no.

En un determinado momento en el que puedes acudir al médico para consultar

lo que te está ocurriendo, este tras realizar pruebas diagnósticas, puede que te

envíe directamente a la consulta de un psiquiatra o psicólogo, y en este caso te

tratará alguno de los tipos de enfermedades psicosomáticas, entre las cuales las

más frecuentes son:

1. Dolores de cabeza

La ansiedad y dolor de espalda provocado por tensión muscular en la parte

superior del cuerpo: hombros, cuello, mandíbulas, y cuero cabelludo, generan

una importante cantidad de dolores de cabeza.

Normalmente este tipo de tensión está asociada a una excesiva ansiedad

generada por el peso de la responsabilidad, que hace que la persona se

encuentre en un estado de estrés continuo, y en ese caso estos dolores de

cabeza se encuentran encuadrados entre las enfermedades psicosomáticas, y su

solución de base pasa por recibir una adecuada psicoterapia, en muchos casos.
También es posible que en otros casos los dolores de cabeza vengan producidos

por malos hábitos posturales, o por traumatismos craneoencefálicos previos.

2. Trastornos abdominales sin origen orgánico

Cuando existen problemas abdominales de tipo colon irritable, digestiones

difíciles, estreñimiento o colitis, y se han descartado las causas orgánicas, es

posible que los trastornos tengan un origen en el estrés y otros problemas

psicológicos, y están relacionadas con el denominado cerebro visceral, y

nuestra parte instintiva más primitiva, y animal, desencadenando enfermedades

psicosomáticas.

Habitualmente las personas que padecen este tipo de enfermedades

psicosomáticas, retienen excesivamente sus sentimientos, por lo que igual que

se puede producir el empacho físico, también se puede producir indigestión


mental, cuando se trata de asimilar y encajar una serie de emociones para las

que la persona no está preparada, como pueden ser el miedo a algo nuevo, la

impotencia o la rabia.

Las personas excesivamente perfeccionistas suelen ser candidatas a sufrir el

síndrome de colon irritable, y el tratamiento para solucionar este problema

pasa por reducir las ansias constantes de hacerlo todo tan perfecto, para acabar

con la tensión que esto genera, al somatizar emociones.

3. Mareos y vértigos

Una vez descartados los orígenes orgánicos de la pérdida de equilibrio y

mareos, habitualmente la causa de este tipo de trastornos está en un estrés

continuado, o el hecho de somatizar emociones.

También es posible que lo que realmente se sienta es una debilidad total, que

se traduce en mareos psicológicos.

Esta sensación habitualmente viene acompañada de dolores por ansiedad, y

miedo ante la sensación de perder la cabeza.

4. El Síndrome de Fatiga Crónica

Se trata de un trastorno que afecta a las personas produciendo un cansancio

continuo que no mejora con el descanso ni con el sueño, y que además

aumenta con cualquier tipo de actividad, por lo que resulta muy limitante, para

quienes padecen este tipo de enfermedades psicosomáticas, que encima pueden

ser tachados de vagos, por ignorancia.

Estos trastornos psicosomáticos se caracterizan por una falta de fortaleza frente

a cualquier obstáculo, y la causa se relaciona con un total desgaste de energía

vital en etapas anteriores.


En este tipo de enfermedades psicosomáticas es necesario reajustar la parte

emocional para evitar la fragilidad que produce tanta tensión, a la hora de

recuperar energía vital.

5. Histaminosis

Puede estar acompañada de fatiga crónica y fibromialgia, y se trata de un

trastorno en el que se produce una elevación de histamina que es una sustancia

presente en todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo, generando multitud

de trastornos como vértigos, cansancio, dolor muscular y articular, pérdida de

memoria, problemas digestivos, y otros muchos.

Este tipo de enfermedad requiere de ayuda psicológica con

terapias adecuadas.

6. Erupciones cutáneas, y otras enfermedades de la piel


Como hemos dicho más arriba, muchas de las enfermedades

psicosomáticas vienen provocadas por alteraciones del sistema inmunitario, y

concretamente las manifestaciones de estas alteraciones a nivel dérmico se

traducen en psoriasis y vitíligo.

El mal funcionamiento de los linfocitos genera en la piel un crecimiento

desordenado de células produciendo zonas inflamadas escamosas, como una

forma habitual de somatizar enfermedades.

El estrés emocional es una de las causas que desencadenan habitualmente la

psoriasis.

Junto con la psoriasis el vitíligo es otra de las enfermedades de la piel que más

frecuentemente tienen una causa psicológica.

Se trata de trastornos psicosomáticos en los que la piel aparece con manchas

blancas de distinto tamaño, y pueden aparecer en distintas partes del cuerpo.

Las personas que sufren este tipo de somatización de ansiedad, suelen necesitar

un refuerzo en cuanto a su aceptación por parte de los demás.

7. Infartos

Según los expertos, los repetidos ataques de ira, aumentan de forma

significativa las posibilidades de padecer un accidente cardiovascular, que es

una de las situaciones más peligrosas, dentro de la lista de enfermedades

psicosomáticas.

Al activar los mecanismos físicos de defensa que generan una aceleración del

ritmo cardiaco, respiratorio, y aumento de la temperatura, liberando moléculas

grasas en la sangre, que sin embargo no llegan a ser quemadas por un gasto
energético necesario, estas acaban adhiriéndose a las arterias aumentando el

temido riesgo de infarto.

Aprendiendo a canalizar adecuadamente la ira, se pueden reducir las

posibilidades de sufrir este tipo de accidentes por infarto cardiaco, o cerebral.

8. Fibromialgia

Se trata de una enfermedad que provoca una gran sensibilidad muscular con

mucho dolor, y cansancio.

Además la fibromialgia puede venir acompañada de problemas del sueño,

rigidez al despertar, hormigueo de manos y pies, y dolores de cabeza, entre

otros síntomas.

Este tipo de enfermedades psicosomáticas, pueden estar generadas por una

tensión continua no sólo de la musculatura, sino también del tejido conjuntivo,

que hace necesario aprender a relajarse, y contar con nuevos mecanismos de

defensa.

Los pacientes con fibromialgia necesitan saber poner límites a la tensión, y

reforzar la seguridad en sí mismos.

Además de los trastornos psicosomáticos, y problemas de salud mencionados

anteriormente, existen otros como el exceso de sudoración que genera mal

olor, como consecuencia de una reacción nerviosa frente a la presencia de

otras personas, la taquicardia o la sinusitis, que en muchas ocasiones tienen un

componente más mental que físico.

A través de la psicoterapia puedes llegar a rebajar la tensión y el nivel de alerta

frente a los demás, aprendiendo también a aceptar tus limitaciones como algo
natural, así que si padeces alguna de las enfermedades psicosomáticas que

hemos visto aquí, pídenos una primera cita en nuestro gabinete de psicólogos,

y valoraremos tu caso para buscar el mejor tratamiento.

¿Qué es una Enfermedad


Psicosomática y cómo se
cura?
El cuerpo y la mente están indisolublemente conectados entre sí y ambos se influencian el uno y al
otro, en relación con las influencias y eventos que ocurren en el entorno en el que estamos inmersos.
De hecho, cada cambio que se suscita en nuestra vida, implica una transformación en nuestra mente,
la cual involucra las emociones y consecuentemente genera un cambio en la presencia de hormonas
y el funcionamiento del cuerpo. Por tanto, se dice que una enfermedad psicosomática es un estado
de malestar o alteración de un órgano (o sistema corporal) vinculado con las influencias existentes
entre la mente, el cuerpo y el entorno en el que vivimos.
Las enfermedades psicosomáticas se sienten cuando la esfera emocional provoca patologías en el
cuerpo, las cuales se traducen en perturbaciones reales que no deben subestimarse. ¿Quieres saber
más sobre el tema? En este post arrojamos luz sobre los trastornos psicosomáticos, buscando sus
causas, efectos y posible cura.
Índice de contenidos [mostrar]

¿Qué causa un trastorno


psicosomático?
Una enfermedad psicosomática suele estar fuertemente influenciada por factores psicológicos y
situaciones de angustia moral. Es decir, se crean, a partir de una interacción de problemas
fisiológicos, psicológicos, psicosociales y ambientales.
Es así de simple; estos problemas derivan de los diferentes acontecimientos de la vida, como el
estrés (que normalmente surge en el hogar o en el lugar de trabajo) y las relaciones tóxicas que
empeoran el estado de ánimo y pueden agravar un estado de fatiga ya existente.
El caso es que el papel que juegan las emociones en el surgimiento de las enfermedades
psicosomáticas, es fundamental porque pueden crear o empeorar daños ya presentes a nivel corporal.
Por consiguiente, esta clase de patología puede tener múltiples causas, entre ellas encontramos:

 Ansiedad crónica y estrés.


 Bloqueos internos o sabotajes.
 Conflictos internos o conflictos con seres queridos.
 Cambios jerárquicos en el contexto laboral o profesional.
 Episodios repentinos o inesperados en su entorno.
 Experiencias traumáticas (duelo, sentimientos de traición, abandono, etc.).
 Eventos dolorosos (divorcio, duelo, alcoholismo, abuso sexual, malos tratos).
 Miedos y emociones negativas repetidas que crean un estado de emergencia frecuente.
 Preocupaciones de la vida diaria y molestias que se van acumulando.
 Problemas psíquicos, a menudo inconscientes (enfado no expresado, represiones, etc.),
 Situaciones de incomodidad y tensión prolongadas.

La dificultad que se crea en alusión a una enfermedad psicosomática es que muchas veces nos
resulta difícil entender si nos enfrentamos a un problema físico o, a una patología más compleja
asociada a una situación emocional. Por lo tanto, atravesamos por un momento de estrés e
incomodidad que no podemos identificar o darle una definición precisa, algo que genera aún más
ansiedad y estrés.

Enfermedades psicosomáticas asociadas con partes


del cuerpo
Padecer de alguna enfermedad psicosomática es más común de lo que pensamos, sobre todo
cuando tenemos una depresión o trastornos de ansiedad. Sin embargo, también existen trastornos
psicosomáticos que no están vinculados a ningún una alteración psicológica. Desgraciadamente, esto
dificulta que conectemos las cosas y pensemos que quizás el malestar físico podría
tener connotaciones psicológicas.
No hay duda, ciertos perfiles psicológicos aceleran los procesos de somatización que se reflejan en
diferentes partes del cuerpo. A continuación se presentan los trastornos psicosomáticos relacionados
con:

El sistema gastrointestinal:

 Colitis espástica (síndrome del intestino irritable).


 Hemorrágica.
 Colitis ulcerosa.
 Diarrea funcional (emocional).
 Espasmo del píloro.
 Estreñimiento.
 Gastritis
 Náuseas y vómitos.
 Úlcera péptica.

Con el sistema respiratorio:

 Asma bronquial.
 Disnea
 Hiperventilación.
 Hipo

Con el sistema endocrino:

 Diabetes mellitus.
 Hipertiroidismo
 Hipotiroidismo
 Hipoglucemia

Con el sistema de la piel:

 Acné.
 Canizia
 Dermatitis atópica.
 Eritema púdico.
 Hiperhidrosis
 Neurodermatosis
 Picor
 Piel seca.
 Sequedad de las membranas mucosas.
 Soriasis
 Sudoración excesiva..
 Urticaria

Con el sistema cardiovascular son:

 Arritmia
 Taquicardia
 Hipertensión.
 Enfermedad isquémica del corazón.
 Coronopatía.
 Neurosis cardiaca.
 Dolor precordial.

Con el sistema urogenital:

 Anorgasmia
 Calambres menstruales.
 Enuresis
 Eyaculacion precoz.
 Impotencia
 Trastornos de la micción.

Con el sistema musculoesquelético son:

 Artritis
 Calambres musculares.
 Dolor crónico en la columna cervical y lumbosacra.
 Dolor de cabeza y dolor de cabeza.
 Fatiga crónica.
 Fibromialgia
 Rigidez de nuca.

Con el poder:

 Anorexia
 Bulimia
 Trastorno por atracones.

Antes de realizar el diagnóstico de una enfermedad psicosomática, es necesario excluir la


existencia de un trastorno sistemático que requiera tratamiento médico. Por consiguiente, hay que
realizar un examen físico completo y exámenes adicionales (biológicos, radiología, asesoramiento de
un especialista).

Cómo curar una enfermedad


psicosomática
Como el génesis de las enfermedades psicosomáticas tiene su origen en la interacción entre cuerpo y
mente, una intervención puramente médica no es suficiente para curar estos tipos de trastornos, si
primero no se investigan las causas subyacentes de la patología.
Por este motivo, la psicoterapia no solo es recomendable para curar una enfermedad
psicosomática, sino que también es importante y necesaria. De hecho, el terapeuta puede ayudar al
paciente a reconocer que hay un componente emocional que provoca las afecciones físicas.
Somatizar significa trasladar el problema a una parte del cuerpo. El trabajo terapéutico busca
exactamente lo contrario. Es decir, pretende devolver la atención al componente emocional y
relacional del problema, tratando de comprender de dónde parte para luego poder trabajar juntos en
función de mejorar vuestro estado emocional.
Si puedes, junto con el terapeuta, encontrar y dar sentido a las dolencias que te aquejan, podrás
intentar recuperar vuestro equilibrio emocional y en consecuencia vuestro bienestar.
Por supuesto, tras los exámenes físicos y las evaluaciones psicológicas, corresponde al profesional
elegir el tratamiento adaptado al paciente que sufre la enfermedad psicosomática, según su
particular funcionamiento psíquico.

Conclusiones
Una persona es psicosomática cuando un problema psicológico se convierte en un malestar corporal
que puede afectar a una parte sensible del cuerpo u órgano.
El cuerpo y la mente, están estrechamente conectados, a diferencia de lo que se pensaba durante
mucho tiempo. Por eso y más, el mejor tratamiento para curar una enfermedad psicosomática es
desahogarse a través de la psicoterapia. Y es que si no encuentras la forma de «deshacerte» de lo que
sientes, puede que el trastorno se vuelva crónico.
Como verás, es fundamental acudir a un profesional que sea capaz de ayudarte a superar el trastorno
psicosomático, con el propósito de recuperar nuevamente vuestra salud física y mental

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