Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En 1883 la facultad de
medicina comienza a
decaer y es sustituida por
el Colegio de
Médicos y el Consejo de
Médicos. Este último era el
encargado de la vigilancia
del ejercicio
de la medicina y la farmacia;
al igual que para conferir
títulos de farmacéutico,
dentista y
partera y se le permitió
emitir licencias para el
establecimiento de boticas. A
pesar de esto
nunca se mencionó el estudio
independiente de la farmacia.
Pero los farmacéuticos
existentes en el siglo XIX
lograron que en el gobierno
de Joaquín
Crespo y El Congreso de Los
Estados Unidos de
Venezuela creo la Ley de
Farmacia cual dio
pie a la inauguración de las
facultades de farmacia del
país, en La Universidad
Central
(UCV) en Caracas, La
Universidad de Los Andes
(ULA) en Mérida y en La
Universidad del
Zulia (LUZ) pero aun
así dependiendo de las
Facultades de Medicina.
El carrera de
Farmacia lo constituirían
cuatro cátedras: Física
general, con las
asignaturas calor y
electricidad; Química
inorgánica y orgánica y
química analítica aplicada
a la Farmacia;
Botánica, Zoología y
Mineralogía; y Farmacología
y Toxicología. El decreto
establecía que
las Universidades otorgarían
los grados de Bachiller y de
Doctor en Farmacia.
En 1904, se da clausura de
las Escuelas de Farmacia
volviendo a ser dependientes
de La
Escuela de Medicina de
Caracas, otorgando el Titulo
de Farmacéutico. En marzo
de 1928 el
Presidente Juan Vicente
Gómez dicto un decreto en
el que ordenaba construirle
a la
Universidad los edificios que
requería y reabrir la Facultad
de Ciencias Médicas con las
Escuelas de Medicinas,
Farmacia y Dentistería.
Probablemente influyeron en
esta decisión
favorable hacia la
Universidad de los Andes los
sucesos de 1928 en Caracas,
el cierre de la
Universidad Central. El
27 de Julio de ese año
se promulga la ley del
Ejercicio de la
Farmacia, que regula entre
otras materias no solo la
práctica de la profesión sino
también
la publicidad de medicinas,
el despacho de fórmulas y
los turnos farmacéuticos. A
esta ley
le siguió la de Narcóticos de
junio de 1930, derogada en
1934 por la de
Estupefacientes.
Para este momento de la
historia la farmacia empieza
a tomar más forma
estudiantil e
importancia.
En 1941 Congreso Nacional
elevo las Escuelas de
Farmacias de las
universidades Central y
de los Andes, a la
categoría de Facultades,
autorizándolas para
otorgar el Título de
Farmacéutico, que se dedica
a 4 años de estudio y de
Doctor en Farmacia con un
año más
de carrera.
En el año 1946, se crea la
Facultad de Farmacia y
Química, con dos Escuelas:
la de Química
y la de Farmacia, y en el año
1953, la Ley de
Universidades incluye entre
las Facultades
universitarias a la Facultad
de Farmacia, separándola de
la antigua Facultad de
Farmacia y
Química.
De allí en adelante la
farmacia ha podido seguir de
pie para la formación del
recurso
farmacéutico que requiere el
país
En 1883 la facultad de medicina comienza a decaer y es sustituida por el Colegio de
Médicos y el Consejo de Médicos. Este último era el encargado de la vigilancia del ejercicio de
la medicina y la farmacia; al igual que para conferir títulos de farmacéutico, dentista y partera
y se le permitió emitir licencias para el establecimiento de boticas. A pesar de esto nunca se
mencionó el estudio independiente de la farmacia. Pero los farmacéuticos existentes en el
siglo XIX lograron que en el gobierno de Joaquín Crespo y El Congreso de Los Estados Unidos
de Venezuela creo la Ley de Farmacia cual dio pie a la inauguración de las facultades de
farmacia del país, en La Universidad Central(UCV) en Caracas, La Universidad de Los Andes
(ULA) en Mérida y en La Universidad del Zulia (LUZ) pero aun así dependiendo de las
Facultades de Medicina. El carrera de Farmacia lo constituirían cuatro cátedras:
Física general, con las asignaturas calor y electricidad; Química inorgánica y orgánica y
química analítica aplicada a la Farmacia; Botánica, Zoología y Mineralogía; y Farmacología y
Toxicología. El decreto establecía que las Universidades otorgarían los grados de Bachiller y de
Doctor en Farmacia. En 1904, se da clausura de las Escuelas de Farmacia volviendo a ser
dependientes de La Escuela de Medicina de Caracas, otorgando el Titulo de Farmacéutico. En
marzo de 1928 el Presidente Juan Vicente Gómez dicto un decreto en el que ordenaba
construirle a la Universidad los edificios que requería y reabrir la Facultad de Ciencias
Médicas con las Escuelas de Medicinas, Farmacia y Dentistería. Probablemente influyeron en
esta decisión favorable hacia la Universidad de los Andes los sucesos de 1928 en Caracas, el
cierre de la Universidad Central. El 27 de Julio de ese año se promulga la ley del
Ejercicio de la Farmacia, que regula entre otras materias no solo la práctica de la profesión
sino también la publicidad de medicinas, el despacho de fórmulas y los turnos farmacéuticos. A
esta ley le siguió la de Narcóticos de junio de 1930, derogada en 1934 por la de
Estupefacientes. Para este momento de la historia la farmacia empieza a tomar más forma
estudiantil e importancia. En 1941 Congreso Nacional elevo las Escuelas de Farmacias de las
universidades Central y de los Andes, a la categoría de Facultades, autorizándolas
para otorgar el Título de Farmacéutico, que se dedica a 4 años de estudio y de Doctor en
Farmacia con un año más de carrera. En el año 1946, se crea la Facultad de Farmacia y
Química, con dos Escuelas: la de Química la de Farmacia, y en el año 1953, la Ley de
Universidades incluye entre las Facultades universitarias a la Facultad de Farmacia,
separándola de la antigua Facultad de Farmacia y Química. De allí en adelante la farmacia ha
podido seguir de pie para la formación del recurso farmacéutico que requiere el país.
El inicio de la farmacia y la medicina sin duda fue el mismo y de la mano han seguido hasta
hoy. No se sabe quién se convirtió en el primer brujo, chamán, hechicero, curandero o similar, ya
que las primeras personas dedicadas a tratar los problemas de salud de sus semejantes
recibían ese nombre. Sus funciones sanadoras aglutinaban especialidades diversas que iban
desde la preparación de curas o la cirugía más salvaje hasta danzas variadas para ahuyentar a
los malos espíritus. Con el tiempo, estas “especialidades” se fueron separando, pero en
muchos casos, y durante muchos siglos, médico y farmacéutico fueron una misma cosa.
Ya en la Edad Antigua conviene destacar los esfuerzos que nuestros compañeros sanitarios de
la época realizaron en el seno de civilizaciones tan importantes como la surgida en India, que
desarrolló la medicina Ayurveda nueve siglos antes de nuestra era y que hoy día sigue
utilizándose. Utilizaban medicamentos como la coloquíntida o el cannabis, que eran
elaborados y guardados exclusivamente por individuos pertenecientes a la casta de los
brahmanes.
El libro Susruta samjitá data del siglo VI a. C. y describe remedios vegetales (¡700 plantas!),
animales y minerales para su uso medicinal, algo impresionante si tenemos en cuenta que la
primera farmacopea occidental no aparece hasta el Renacimiento.
En Egipto contaron con su propio dios-farmacéutico: Anubis. Según la mitología egipcia la
diosa Isis cultivaba plantas medicinales y transmitió a sus hijos, los dioses Horus y Anubis, sus
inquietudes y conocimientos, convirtiéndose ambos en los proveedores de medicamentos del
resto. Su trabajo era supervisado por Thot, dios de la sabiduría, escritura, música…y creador
de la medicina, también llamado, lo que son las cosas,Pha-ar-maki. La medicina y la farmacia
se enseñaban a los sacerdotes en las “casas de vida” de los templos. Allí, en las llamadas Asi-
t, los sacerdotes denominados urma preparaban y almacenaban los medicamentos.
En la Edad Media el retroceso en las ciencias y las artes fue brutal. El culto a lo divino como
herramienta de curación siguió vigente con el cristianismo, destacando santos como S. Cosme
(cirujano) y S. Damián (médico-farmacéutico), habitualmente representados juntos y
patronos de la medicina y la farmacia. Sin duda, la máxima expresión de la relación salud-
divinidad se dio en esta época. Había casi tantos “santos-medicamento” a los que rezar como
enfermedades, y si eras un privilegiado hasta podías hacerte con una reliquia de alguno de
ellos, un remedio infalible. Se siguieron utilizando las antiguas teorías médicas de griegos y
romanos, ya que eran considerados el summum de la civilización occidental, siendo Bizancio
donde más esplendor alcanzaron.
Los reductos culturales por antonomasia fueron los monasterios y conventos. En estas plazas
fuertes del saber se mantuvieron vivas las artes heredadas de Grecia y Roma. Muchas órdenes
religiosas tenían en sus recintos boticas, las primeras del S. IX, normalmente asociadas a
hospitales, en las que los monjes boticarios preparaban medicamentos y cultivaban plantas
medicinales en el huerto anexo.
Sin duda, los únicos que se salvaban en Europa de la siega cultural que supuso la caída del
Imperio Romano, fueron los musulmanes asentados en el sur del continente desde el año 711.
Se mostraron abiertos a las teorías científicas tanto de la antigüedad como del momento sin
importar su procedencia. Las desarrollaron y mejoraron alcanzando cotas del saber nunca
vistas en Europa hasta el Renacimiento gracias a personajes como Avicena. Se crearon
los grabadines, códigos que describían la correcta elaboración de medicinas, las materias
primas empleadas y las tarifas para los pacientes. Se escribieron numerosas obras sobre
medicamentos, como la “Colección de medicamentos y elementos simples” de Ebn-Beitar, con más
de mil referencias. Introdujeron en España, entre otras cosas, la famosa triaca, los albarelos y
la destilación. Algunos autores consideran que los árabes fueron los que crearon la farmacia
como profesión independiente (abrieron la primera en Bagdad).
Esta separación entre la profesión médica y la farmacéutica se hizo oficial en Europa en 1240
en virtud al documento firmado por Federico II de Alemania. Es la Carta Magna de la profesión
e indicaba las normas que los farmacéuticos debían cumplir, regulaba la preparación de
medicamentos y sus precios.
En el Renacimiento la cosa empieza a mejorar al evolucionar el pensamiento. Todo, salvo la
religión, se empezó a cuestionar en el mundo de la ciencia. Un claro ejemplo lo encontramos
en el suizo Paracelso, que ataca las teorías de intocables como Galeno. Implanta el concepto
de yatroquimia, que defiende la química como terapia, dando un empujón crucial a la
farmacia, hasta entonces basada casi en su totalidad en remedios vegetales.
Con la llegada del S.XIX, los avances de la profesión farmacéutica son imparables y la
historia de la Farmacia se consolida. La tecnología permite la fabricación de nuevos equipos
de laboratorio (pipetas automáticas, centrifugadoras, molinos, etc) y la preparación de
nuevas formas farmacéuticas, como los comprimidos, cápsulas, inyectables y supositorios.
Aparecen los primeros medicamentos industriales. No dejan de publicarse obras sobre temas
de farmacia y la enseñanza se imparte en facultades de farmacia independientes.
Las farmacias se modernizan y van perdiendo elementos que hasta entonces formaban parte
de su idiosincrasia, como los albarelos, ahora sustituidos por tarros de porcelana. Nuevos y
más precisos instrumentos ocupan el laboratorio. Adoptan como símbolo una esfera de cristal
llena de un líquido, normalmente rojo o verde, que colocaban en los escaparates para
identificar el local como farmacia.
Siguen apareciendo nuevos fármacos como la morfina, aislada por el farmacéutico Serturner o
la cafeína, por los farmacéuticos Pelletir y Caventou, que también aislaron la quinina y la
estricnina entre otros. Muchos ilustres compañeros aportaron su granito de arena: Parmentier
difunde con éxito la patata en Francia para combatir la hambruna, Buchner descubre la
parafina, Courtois el yodo, Soubeiran el cloroformo, Serullas el yodoformo, Balard el bromo,
Stromeyer el cadmio, Oersted el aluminio, Döbereiner el acetaldeído, Walker las cerillas de
fricción, Guibourt la cumarina, Ambrosioni el azúcar en la sangre de los diabéticos, Bussy el
magnesio y el berilio, Klaus el rutenio etc.
En el S.XX queda plenamente definido el papel del farmacéutico como profesional en todos
sus ámbitos de actuación, desde el sanitario al investigador, desde el docente al militar. Es el
siglo en el que se desarrollan los medicamentos industriales a la par que los farmacéuticos de
la industria, y aparecen nuevos conceptos en el ejercicio de la profesión, como la
distribución, la sanidad ambiental, etc. Aparecen los sistemas sanitarios como la Seguridad
Social, que involucra definitivamente al profesional farmacéutico como agente de salud
FARMACOLOGIA
La farmacología es el estudio de los medicamentos y cómo afectan a las
personas que los toman para tratar o controlar una enfermedad o un trastorno. El
campo de la farmacología incluye una variedad de medicamentos, desde
medicamentos de venta libre hasta aquellos disponibles únicamente con receta
médica, así como suplementos dietéticos o herbales.
RAMAS DE LA FARMACOLOGÍA
Farmacognosia:
Farmacia:
Se ocupa de la preparación y fraccionamiento de los fármacos.
Farmacotecnia:
Farmacografía:
Farmacocinética:
Farmacodinamia:
Farmacoterapia:
Se define como la ciencia que estudia las sustancias empleadas para prevenir,
diagnosticar y tratar enfermedades.
También puede definirse como la ciencia que se encarga del estudio del uso
médico de los fármacos.
Farmacología comparada:
Farmacología clínica:
Se encarga del estudio de las drogas en el hombre, tanto sano como enfermo.
Terapéutica médica:
Quimioterapia:
Es la rama de la farmacología que se encarga de estudiar el uso de agentes
químicos en el tratamiento de enfermedades producidas por agentes externos
(Ej. Bacterias, hongos, virus, etc.)
Toxicología:
Trata de los efectos indeseables de las sustancias químicas sobre los sistemas
vivos, desde las células individuales hasta los ecosistemas complejos.
Farmacogenética:
Farmacoepidemiología:
FARMACOPEA
Con el paso de los años, las farmacopeas de cada país han ido evolucionando
regidas por Los entes regulatorios de cada país, que otorgan o niegan el
registro sanitario de un producto. (3)
Una solución básicamente es un sistema homogéneo en el cual, las propiedades son las
mismas en toda su masa, es decir, se observa continuidad.
La solución es una mezcla homogénea de dos o más componentes que tienen las mismas
propiedades químicas y físicas en una sola fase, está compuesta de dos componentes
principales: el soluto y el solvente.
En el caso de que la solución presente más de dos componentes, los de menor presencia
los consideraremos solutos.
Polares: Moléculas con una diferencia de electronegatividad alta. Tienden a tener polos
o extremos con cargas ya sean negativas o positivas muy apreciables. Muy
frecuentemente estas moléculas suelen ser inorgánicas.
Las sustancias polares disuelven a su vez sustancias polares, y las sustancias no polares
disuelven sustancias no polares.
Usos y aplicaciones de las soluciones
farmaceúticas
¿Sabe usted qué es una solución farmacéutica? ¿Conoce la
clasificación de las soluciones? ¿Qué tipo de soluciones
acuosas existen?
Imprimir
Definición de solución
Una solución es un sistema termodinámico estable, monofásico,
integrado por 2 o más componentes, uno de los cuales se disuelve
totalmente en el otro. La solución es homogénea dado que el soluto (o
componente dispersado) se dispersa a través del solvente en partículas
de tamaño molecular o iónico. En su definición más amplia, una solución
es una mezcla homogénea de sólidos, líquidos y gases. En lo sucesivo se
restringirá nuestra definición de soluciones farmacéuticas a aquellas
integradas por un sólido, un líquido o un gas disuelto en un solvente
líquido.
Las soluciones acuosas son las más frecuentes de entre las soluciones
orales. Las drogas se disuelven en agua junto con cualquier conservador
o sal necesarias para el “buffering”. Al preparar soluciones
farmacéuticas debe usarse siempre agua destilada o purificada.
ENFERMEDADES SPICOSOMATICAS
Contenidos [Ocultar]
1 ¿Cuáles son los síntomas de enfermedades psicosomáticas más frecuentes?
2 ¿Por qué se producen las enfermedades psicosomáticas?
o 2.1 ¿Qué síntomas pueden provocar la ansiedad o la depresión?
o 2.2 Principales enfermedades psicosomáticas
enfermo.
inmunológico.
peligros.
afectándonos físicamente.
siguientes síntomas:
Dolores de cabeza, mareos o vértigos
Ceguera, doble visión o afonía
Palpitaciones o taquicardias
Sensación de ahogo u opresión en el pecho
Nauseas, vómitos, diarrea
Tensión muscular o dolor
Principales enfermedades psicosomáticas
Cuando sientes presión en el pecho, mareo y confusión a la hora de pensar,
señales cada vez serán más incómodas, hasta que realmente deriven
lo que te está ocurriendo, este tras realizar pruebas diagnósticas, puede que te
tratará alguno de los tipos de enfermedades psicosomáticas, entre las cuales las
1. Dolores de cabeza
solución de base pasa por recibir una adecuada psicoterapia, en muchos casos.
También es posible que en otros casos los dolores de cabeza vengan producidos
psicosomáticas.
que la persona no está preparada, como pueden ser el miedo a algo nuevo, la
impotencia o la rabia.
pasa por reducir las ansias constantes de hacerlo todo tan perfecto, para acabar
3. Mareos y vértigos
También es posible que lo que realmente se sienta es una debilidad total, que
aumenta con cualquier tipo de actividad, por lo que resulta muy limitante, para
5. Histaminosis
terapias adecuadas.
psoriasis.
Junto con la psoriasis el vitíligo es otra de las enfermedades de la piel que más
Las personas que sufren este tipo de somatización de ansiedad, suelen necesitar
7. Infartos
psicosomáticas.
Al activar los mecanismos físicos de defensa que generan una aceleración del
grasas en la sangre, que sin embargo no llegan a ser quemadas por un gasto
energético necesario, estas acaban adhiriéndose a las arterias aumentando el
8. Fibromialgia
Se trata de una enfermedad que provoca una gran sensibilidad muscular con
otros síntomas.
defensa.
frente a los demás, aprendiendo también a aceptar tus limitaciones como algo
natural, así que si padeces alguna de las enfermedades psicosomáticas que
hemos visto aquí, pídenos una primera cita en nuestro gabinete de psicólogos,
La dificultad que se crea en alusión a una enfermedad psicosomática es que muchas veces nos
resulta difícil entender si nos enfrentamos a un problema físico o, a una patología más compleja
asociada a una situación emocional. Por lo tanto, atravesamos por un momento de estrés e
incomodidad que no podemos identificar o darle una definición precisa, algo que genera aún más
ansiedad y estrés.
El sistema gastrointestinal:
Asma bronquial.
Disnea
Hiperventilación.
Hipo
Diabetes mellitus.
Hipertiroidismo
Hipotiroidismo
Hipoglucemia
Acné.
Canizia
Dermatitis atópica.
Eritema púdico.
Hiperhidrosis
Neurodermatosis
Picor
Piel seca.
Sequedad de las membranas mucosas.
Soriasis
Sudoración excesiva..
Urticaria
Arritmia
Taquicardia
Hipertensión.
Enfermedad isquémica del corazón.
Coronopatía.
Neurosis cardiaca.
Dolor precordial.
Anorgasmia
Calambres menstruales.
Enuresis
Eyaculacion precoz.
Impotencia
Trastornos de la micción.
Artritis
Calambres musculares.
Dolor crónico en la columna cervical y lumbosacra.
Dolor de cabeza y dolor de cabeza.
Fatiga crónica.
Fibromialgia
Rigidez de nuca.
Con el poder:
Anorexia
Bulimia
Trastorno por atracones.
Conclusiones
Una persona es psicosomática cuando un problema psicológico se convierte en un malestar corporal
que puede afectar a una parte sensible del cuerpo u órgano.
El cuerpo y la mente, están estrechamente conectados, a diferencia de lo que se pensaba durante
mucho tiempo. Por eso y más, el mejor tratamiento para curar una enfermedad psicosomática es
desahogarse a través de la psicoterapia. Y es que si no encuentras la forma de «deshacerte» de lo que
sientes, puede que el trastorno se vuelva crónico.
Como verás, es fundamental acudir a un profesional que sea capaz de ayudarte a superar el trastorno
psicosomático, con el propósito de recuperar nuevamente vuestra salud física y mental