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Resumen:

El dolor se considera un quinto signo vital y es esencial valorar y tratarlo


regularmente para mantener la homeostasis y la calidad de vida del paciente. Las
enfermeras desempeñan un papel fundamental en la gestión del dolor y están legal y
éticamente obligadas a garantizar que se utilicen los medios más efectivos para aliviar
el dolor de los pacientes.

El dolor se define como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada


a una lesión tisular. Es una experiencia subjetiva y directa, y la información más
importante proviene de lo que el paciente comunica. Los pacientes tienen derecho a
que se alivie su dolor en la medida de lo posible.

El dolor se puede clasificar en función de su duración (agudo o crónico), intensidad,


mecanismo etiopatológico y características. La valoración del dolor implica la
consideración de la localización, calidad, intensidad, duración, frecuencia, factores
desencadenantes y factores conductuales observables.

Existen diversas escalas para valorar el dolor, como la Escala Numérica de Intensidad
del Dolor, la Escala Visual Analógica y el Cuestionario de McGill. Además, se deben
observar las respuestas conductuales y no verbales en pacientes que no pueden
comunicarse verbalmente.

El manejo del dolor implica estrategias farmacológicas y no farmacológicas, así como


la adaptación continua del plan de cuidados. Es importante considerar factores
culturales y colaborar con otros profesionales de la salud.

La valoración y el manejo del dolor son aspectos cruciales en la atención médica para
mejorar la calidad de vida de los pacientes que experimentan dolor.
Preguntas a responder:

1. Dos objetivos alcanzados con la lectura correspondiente:


a. Comprender la importancia de la valoración y el manejo del dolor en la atención
médica.
b. Familiarizarse con las escalas y métodos utilizados para evaluar el dolor en
pacientes.

2. Procedimiento para valorar el dolor:


Para valorar el dolor, se deben seguir los siguientes pasos:
a. Realizar una valoración exhaustiva que incluya la localización, características,
duración, frecuencia, calidad, intensidad o severidad del dolor, así como factores
desencadenantes.
b. Observar las claves no verbales de molestias, especialmente en pacientes que no
pueden comunicarse verbalmente.
c. Asegurarse de que el paciente reciba los cuidados analgésicos adecuados.
d. Utilizar estrategias de comunicación terapéuticas para reconocer la experiencia
del dolor y mostrar aceptación de la respuesta del paciente al dolor.
e. Considerar las influencias culturales en la respuesta al dolor.
f. Determinar el impacto del dolor en la calidad de vida del paciente, incluyendo
aspectos como el sueño, el apetito, la actividad, la función cognitiva, el humor,
las relaciones, el trabajo y la responsabilidad de roles.
g. Evaluar las experiencias pasadas del paciente con el dolor, incluyendo la historia
individual y familiar de dolores crónicos o discapacitantes, si corresponde.
h. Utilizar un método de valoración adecuado para permitir el seguimiento de los
cambios en el dolor y para identificar factores desencadenantes reales y
potenciales.
i. Determinar la frecuencia necesaria para la realización de una valoración continua.
j. Controlar los factores ambientales que puedan influir en la respuesta del paciente
al dolor, como la temperatura de la habitación, la iluminación y los ruidos.
k. Disminuir o eliminar los factores que precipiten o aumenten la experiencia del
dolor, como el miedo, la fatiga, la monotonía y la falta de conocimientos.
3. Finalidad u objetivo de valorar el dolor:
La finalidad de valorar el dolor es comprender la experiencia del paciente con el fin
de aliviar su sufrimiento. Esto implica determinar la intensidad, la localización y
otros aspectos del dolor para poder seleccionar y aplicar el tratamiento adecuado, ya
sea a través de medidas farmacológicas o no farmacológicas. La valoración del dolor
también busca evaluar el impacto del dolor en la calidad de vida del paciente y
permitir un seguimiento continuo para garantizar un manejo efectivo del dolor.

4. Clasificación del dolor:


El dolor se puede clasificar en varios aspectos, incluyendo:
a. Según su duración: en agudo (inicio bien definido y final predecible) o crónico
(persiste más allá del curso habitual de una enfermedad aguda o lesión).
b. Según su intensidad: en leve, moderado, intenso o incapacitante.
c. Según su mecanismo etiopatológico: en nociceptivo somático, nociceptivo
visceral, neuropático, psicogénico o mixto.
d. Según sus características: en incidental o eruptivo, localizado,
referido,superficial, dolor cólico, entre otros.

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