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Neumonia:

La neumonía es una infección en uno o ambos pulmones. Causa que los alvéolos pulmonares se
llenen de líquido o pus. Puede variar de leve a grave, según el tipo de germen que causa la
infección, su edad y su estado general de salud. El causante de la neumonía vendría a ser las
infecciones bacteriales, virales y fúngicas.

Síntomas:
Los síntomas que podrían causarle a la persona con neumonía serian:

-Tos con moco o flema

-Fiebre generalmente de alto grado con escalofríos

-Respiración rápida

-Dificultad para respirar

-Dolor en el pecho al toser

-Latidos cardíacos acelerados

-Sentirse muy cansado o muy débil

-Náuseas y vómitos

-Diarrea

-Pérdida de apetito

-Dolor corporal

-Pacientes gravemente afectados con tos con sangre o muestran cianosis (tienen un color
azul alrededor de la boca debido a la falta de oxígeno)

Factores de riesgo:
los factores de riesgo más comunes que pueden derivar en una neumonía:

-Tabaquismo

-Enfermedades crónicas: diabetes mellitus, hepatopatías, cardiopatías, enfermedad


renal, cáncer, enfermedad pulmonar crónica, SIDA

-Malnutrición

-Exceso de peso

-Demencia

-Alcoholismo.
Complicaciones:
La neumonía generalmente se puede tratar con antibióticos (si es bacteriana). Si no se trata,
puede provocar complicaciones graves, como:

-Bacteremia: infección que se propaga al torrente sanguíneo

-Abscesos pulmonares: Formación de pus en las cavidades pulmonares

-Respiración deficiente: dificultad para obtener suficiente oxígeno; puede ser necesario un
ventilador

-Síndrome de dificultad respiratoria aguda: forma grave de infección respiratoria

-Derrame pleural: acumulación de líquido en el tejido que recubre los pulmones

Pronóstico de la Neumonía:
Se determina por tres factores principales: edad del paciente, estado general de salud
(presencia de comorbilidades) y la severidad o gravedad en cómo se presenta la neumonía.
Existen varios factores de riesgo que se asocian con la mortalidad en la neumonía: la
bacteriemia o presencia de microorganismos en la sangre, la admisión en la UCI, las
enfermedades crónicas (especialmente la enfermedad neurológica) y la neumonía causada
por un patógeno resistente a los antibióticos (Staphylococcus aureus, Pseudomonas
aeruginosa, Enterobacteriaceae).
Tratamiento:
el tratamiento antibiótico se escoge en función del microorganismo que ha causado la
neumonía. En su elección se tienen en cuenta factores como la gravedad de la neumonía, la
etiología más probable (en base a los datos clínicos, epidemiológicos y radiológicos) y las
resistencias a los antibióticos de los microorganismos más frecuentes en nuestra área.
El objetivo del tratamiento antibiótico es eliminar la bacteria causante de la infección o
impedir su multiplicación.
En general, se identifican tres situaciones para el tratamiento antibiótico:
-Tratamiento ambulatorio (Neumonía adquirida en la comunidad (NAC) leve)
- Tratamiento en el hospital

- Tratamiento en la UCI (NAC severa)

El vivir con Neumonía:


El paciente, después de salir del hospital, todavía puede tener síntomas y su recuperación
dependerá del estado físico de cada persona. Una vez en casa, es importante que el paciente
tome la medicación prescrita por el médico, porque si no es así la neumonía puede aparecer
de nuevo.
En general, la tos irá mejorando de manera progresiva y el sueño y el apetito empezarán a
restablecerse, aproximadamente, en una semana, así como el nivel de energía que puede
tardar unas dos semanas en volver a la normalidad. Durante este periodo, es importante
beber mucho líquido.

Prevencion:

En la prevención de la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) son fundamentales las


siguientes medidas:

- La vacuna antineumocócica

- La vacuna antigripal o vacuna contra la gripe (influenza)

- Dejar de fumar

-Reducir el consumo de alcohol

-Asegurar un estado nutricional adecuado

-Evitar el contacto con personas enfermas

-Mantener una adecuada higiene bucal

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