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La enfermedad neumocócica se refiere a infecciones causadas por una bacteria llamada

Streptococcus (S.) pneumoniae. Puede provocar enfermedades debilitantes, tales como la


neumonía.

Para adultos de tan solo 50 años de edad, la neumonía puede ocasionar problemas de salud
graves.

La neumonía o pulmonía es una enfermedad del sistema respiratorio que consiste en la


inflamación de los espacios alveolares de los pulmones.1 La mayoría de las veces la neumonía
es infecciosa, pero no siempre es así. La neumonía puede afectar a un lóbulo pulmonar
completo (neumonía lobular), a un segmento de lóbulo, a los alvéolos próximos a los
bronquios (bronconeumonía) o al tejido intersticial (neumonía intersticial). La neumonía hace
que el tejido que forma los pulmones se vea enrojecido, hinchado y se torne doloroso. Muchos
pacientes con neumonía son tratados por médicos de cabecera y no ingresan en los hospitales.
La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) o neumonía extrahospitalaria es la que se
adquiere fuera de los hospitales, mientras que la neumonía nosocomial (NN) es la que se
adquiere durante la estancia hospitalaria transcurridas 48 horas o dos semanas después de
recibir el alta.

La neumonía puede ser una enfermedad grave si no se detecta a tiempo, y puede llegar a ser
mortal, especialmente entre personas de edad avanzada y entre los inmunodeprimidos. En
particular los pacientes de sida contraen frecuentemente la neumonía por Pneumocystis. Las
personas con fibrosis quística tienen también un alto riesgo de padecer neumonía debido a
que continuamente se acumula fluido en sus pulmones.

Puede ser altamente contagiosa, ya que el virus se disemina rápidamente en el aire, por medio
de estornudos, tos y mucosidad; un paciente que ha padecido neumonía puede quedar con
secuelas de esta en su organismo por mucho tiempo, esto lo hace potencialmente contagioso
y las personas más propensas a contraerla son las que estén en curso de una gripe, un cuadro
asmático, entre otras enfermedades del aparato respiratorio.

Fisiopatología
NEUMONÍA

Los enfermos de neumonía infecciosa a menudo


presentan una tos que produce un esputo herrumbroso
o de color marrón o verde, o flema y una fiebre alta que
puede ir acompañada de escalofríos febriles. La disnea
también es habitual, al igual que un dolor torácico
pleurítico, un dolor agudo o punzante, que aparece o
empeora cuando se respira hondo. Los enfermos de Neumonías infeccciosas
neumonía pueden toser sangre, sufrir dolores de cabeza
o presentar una piel sudorosa y húmeda. Otros síntomas  Neumonía bacteriana
posibles son falta de apetito, cansancio, cianosis,
 Neumonía vírica
náuseas, vómitos, cambios de humor y dolores
articulares o musculares. Las formas menos comunes de  Neumonía por hongos
neumonía pueden causar otros síntomas, por ejemplo, la
neumonía causada por Legionella puede causar dolores  Neumonía por
abdominales y diarrea, mientras que la neumonía parásitos
provocada por tuberculosis o Pneumocystis puede
 Neumonía atípica
causar únicamente pérdida de peso y sudores
nocturnos. En las personas mayores, la manifestación de  Neumonía adquirida en
la neumonía puede no ser típica. Pueden desarrollar una la comunidad
confusión nueva o más grave, o experimentar
desequilibrios, provocando caídas. Los niños con  Neumonía asociada a
neumonía pueden presentar muchos de los síntomas ventilación mecánica
mencionados, pero en muchos casos simplemente están
 Síndrome agudo
adormecidos o pierden el apetito.
respiratorio
Los síntomas de la neumonía requieren una evaluación
médica inmediata. La exploración física por parte de un Neumonías causadas por
asistente sanitario puede revelar fiebre o a veces una agentes infecciosos o no
temperatura corporal baja, una velocidad de respiración infecciosos
elevada, una presión sanguínea baja, un ritmo cardíaco
elevado, o una baja saturación de oxígeno, que es la  Neumonía aspirativa
cantidad de oxígeno en la sangre revelada o bien por
pulsioximetría o bien por gasometría arterial. Los  Neumonía lipoidea
enfermos que tienen dificultades para respirar, están  Neumonía eosinófila
confundidos o presentan cianosis (piel azulada)
necesitan atención inmediata.  Bronquiolitis
obliterante con
La exploración física de los pulmones puede ser normal, neumonía organizativa
pero a menudo presenta una expansión mermada del
tórax en el lado afectado, respiración bronquial
Neumonías no infecciosas
auscultada con fonendoscopio (sonidos más ásperos
provenientes de las vías respiratorias más grandes,
 Neumonía química
transmitidos a través del pulmón inflamado y
consolidado) y estertores perceptibles en el área
afectada durante la inspiración. La percusión puede ser
apagada sobre el pulmón afectado, pero con una resonancia aumentada y no mermada (lo que
la distingue de un embalse pleural). Aunque estos signos son relevantes, resultan insuficientes
para diagnosticar o descartar una neumonía; de hecho, en estudios se ha demostrado que dos
médicos pueden llegar a diferentes conclusiones sobre el mismo paciente.

[editar] Virus

Los virus necesitan invadir las células para su reproducción. Normalmente los virus llegan al
pulmón a través del aire, siendo inhalados por la boca o la nariz, o al ingerir un alimento. Una
vez en el pulmón, los virus invaden las células de revestimiento de las vías aéreas y los
alvéolos. Esta invasión a menudo conduce a la muerte celular, ya sea directamente o por
medio de apoptosis. Cuando el sistema inmune responde a la infección viral provoca más daño
pulmonar. Las células blancas, principalmente los linfocitos, activan una variedad de
mediadores químicos de inflamación ―como son las citoquinas, que aumentan la
permeabilidad de la pared bronquio alveolar permitiendo el paso de fluidos―. La combinación
de destrucción celular y el paso de fluidos al alvéolo empeora el intercambio gaseoso.

Además del daño pulmonar, muchos virus favorecen a otros órganos y pueden interferir
múltiples funciones. La infección viral también puede hacer más susceptible al huésped a la
infección bacteriana.

Las neumonías virales son causadas principalmente por el virus de la influenza, virus sincitial
respiratorio, adenovirus. El virus del herpes es una causa rara de neumonía excepto en recién
nacidos. El citomegalovirus puede causar neumonía en inmunodeprimidos.

[editar] Clasificación

Las neumonías puede clasificarse:

 En función del agente causal:

o neumocócica,

o neumonía estafilocócica,

o Neumonía por Klebsiella,

o Neumonía por Legionella, entre otros.

 Por la localización anatómica macroscópica:

o Neumonía lobar,

o Neumonía multifocal o bronconeumonía y

o Neumonía intersticial.

 En función de la reacción del huésped:

o Neumonía supurada

o Neumonía fibrinosa.2
 En función del ámbito de adquisición:

o Adquiridas en la comunidad (o extrahospitalarias). Las más típicas son la


neumonía neumocócica, la neumonía por Mycoplasma y la neumonía por
Chlamydia. Se da en 3 a 5 adultos por 1000/año, con una mortalidad de entre
el 5 y el 15 %.

o Neumonías hospitalarias o nosocomiales. Presentan mayor mortalidad que la


neumonía adquirida en la comunidad. En el hospital se da la conjunción de una
población con alteración de los mecanismos de defensas, junto a la existencia
de unos gérmenes muy resistentes a los antibióticos, lo que crea dificultades
en el tratamiento de la infección.

[editar] Clasificación pronóstica

Existen dos clasificaciones pronósticas de la neumonía o pulmonía:

 Clasificación de Fine (pneumonia severity index o PSI).

 Clasificación FALTA.

[editar] Causas

La neumonía puede ser causada por varios agentes etiológicos:

 Múltiples bacterias, como neumococo (Streptococcus pneumoniae), Mycoplasmas,


Chlamydias.

 Distintos virus.

 Hongos, como Pneumocystis jiroveci, cándida.

 En recién nacidos las neumonías suelen ser causadas por: Streptococcus pneumoniae,
Staphylococcus áureus y ocasionalmente bacilos gram negativos.

 En lactantes (niños de 1 mes a 2 años) y preescolares (niños de 2 años a 5 años): el


principal patógeno bacteriano es el Streptococcus pneumoniae, además
ocasionalmente es causada por la Chlamydia trachomatis y por el Mycoplasma
pneumoniae.

 En niños mayores de 5 años: Streptococcus pneumoniae y Mycloplasma pneumoniae.

 En inmunocomprometidos: bacterias gram negativas, Pneumocystis jiroveci,


citomegalovirus (CMV), hongos, y Micobacterium tuberculosis.

 En ocasiones se puede presentar neumonías por bacterias anaeróbicas, en el caso de


personas que tienen factores de riesgo para aspirar contenido gástrico a los pulmones,
existe un riesgo significativo de aparición de abscesos pulmonares.

 En las neumonías nosocomiales: Pseudomonas aeruginosa, hongos y Staphylococcus


áureus.
 En personas adultas: Streptococcus pneumoniae y virus influenza.

 En los casos de neumonía atípica: virus, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia


pneumoniae.

Diversos agentes infecciosos ―virus, bacterias y hongos― causan neumonía, siendo los más
comunes los siguientes:

 Streptococcus pneumoniae: la causa más común de neumonía bacteriana en niños;

 Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía


bacteriana;

 El virus sincitial respiratorio es la causa más frecuente de neumomía vírica.

 Pneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en niños menores de seis


meses con VIH/sida, responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos de
lactantes seropositivos al VIH.

[editar] Signos y síntomas

Los siguientes síntomas pueden estar relacionados con la enfermedad:

 Generalmente, es precedida por una enfermedad como la gripe o el catarro común.

 Fiebre prolongada por más de tres días, en particular si es elevada.

 La frecuencia respiratoria aumentada:

o recién nacidos hasta menos de 3 meses: más de 60 por minuto,

o lactantes: más de 50 por minuto,

o preescolares y escolares: más de 40 por minuto,

o adultos: más de 20 por minuto.

 Se produce un hundimiento o retracción de las costillas con la respiración, que se


puede observar fácilmente con el pecho descubierto.

 Las fosas nasales se abren y se cierran como un aleteo rápido con la respiración. (Esto
se da principalmente en niños).

 Quejido en el pecho como asmático al respirar.

 Las personas afectadas de neumonía a menudo tienen tos que puede producir una
expectoración de tipo mucopurulento (amarillenta), fiebre alta que puede estar
acompañada de escalofríos. Limitación respiratoria también es frecuente así como
dolor torácico de características pleuríticas (aumenta con la respiración profunda y con
la tos). También pueden tener hemoptisis (expectoración de sangre por la boca
durante episodios de tos) y disnea. Suele acompañarse de compromiso del estado
general (anorexia, astenia y adinamia).
 Al examen físico general es probable encontrar taquicardia, taquipnea y baja presión
arterial, ya sea sistólica o diastólica.

 Al examen físico segmentario, el síndrome de condensación pulmonar es a menudo


claro;

o a la palpación: disminución de la expansión y de la elasticidad torácica y


aumento de las vibraciones vocales;

o a la percusión: matidez.

o a la auscultación: disminución del murmullo pulmonar, crepitaciones y/o soplo


tubario.

 El paciente infantil tiene la piel fría, tose intensamente, parece decaído, apenas puede
llorar y puede tener convulsiones, se pone morado cuando tose, no quiere comer
(afagia), apenas reacciona a los estímulos. El cuadro clínico es similar en el paciente
adulto.

 En adultos sobre 65 años es probable una manifestación sintomática muchísimo más


sutil que la encontrada en personas jóvenes.

[editar] Tratamiento

Principal antibiótico por agente


bacteriano

Frecue
Subtipo
ncia Antibiótico
histológico
(%).

En adultos
sanos:

 Azitromi
cina o

 Doxicicli
na.
Streptococcus
31.1 Comorbilidades:
pneumoniae3
 Levoflox
acina o

 Moxiflox
acina o

 Amoxicil
ina.
Oxacilina o

Staphylococcus Cefuroxima o
0.4 Cefazolina o
áureus
Amoxicilina y
ácido clavulánico

Cefuroxima o

Trimetoprim-
sulfametoxazol o
Moraxella Cefotaxima o
0.4 Ceftriaxone o
catarrhalis
Ceftazidima o
Ciprofloxacino o
Levofloxacina o
Azitromicina

Clindamicina o
Streptococcus
0.4 Penicilina G o
pyogenes
Vancomicina o

Penicilina G o

Ceftriaxone o
Cefotaxima o
Neisseria Ceftriaxone o
0.4
meningitidis Cloranfenicol o
Ciprofloxacino o
Rifampina o
Eritromicina o

Cefotaxima o

Ceftriaxone o
Gentamicina o
Klebsiella Amikacina o
0.4 Piperacilina o
pneumoniae
Imipenem o
Ciprofloxacino o
Trimetoprim-
sulfametoxazol o

* Azitromicina o
Haemophilus
0.4  Doxicicli
influenzae
na.
Cefotaxima o
Ceftriaxone o
Amoxicilina o
Ampicilina o
Cloranfenicol o

Neum Legionell
onía a
23.2
atípica pneumop
hila

Mycoplas
ma
3.0
pneumon
iae

Chlamyd
ophila
1.2
pneumon
iae

Pneumocystis
10.7
jiroveci

Tuberculosis 0.4

La mayoría de los casos de neumonía puede ser tratada sin hospitalización. Normalmente, los
antibióticos orales, reposo, líquidos, y cuidados en el hogar son suficientes para completar la
resolución. Sin embargo, las personas con neumonía que están teniendo dificultad para
respirar, las personas con otros problemas médicos, y las personas mayores pueden necesitar
un tratamiento más avanzado. Si los síntomas empeoran, la neumonía no mejora con
tratamiento en el hogar, o se producen complicaciones, la persona a menudo tiene que ser
hospitalizada.

Los antibióticos se utilizan para tratar la neumonía bacteriana. En contraste, los antibióticos no
son útiles para la neumonía viral, aunque a veces se utilizan para tratar o prevenir las
infecciones bacterianas que pueden ocurrir en los pulmones dañados por una neumonía viral.
La elección de tratamiento antibiótico depende de la naturaleza de la neumonía, los
microorganismos más comunes que causan neumonía en el área geográfica local, y el estado
inmune subyacente y la salud del individuo.

El tratamiento de la neumonía debe estar basada en el conocimiento del microorganismo


causal y su sensibilidad a los antibióticos conocidos. Sin embargo, una causa específica para la
neumonía se identifica en solo el 50 % de las personas, incluso después de una amplia
evaluación. En el Reino Unido, la amoxicilina y la claritromicina o la eritromicina son los
antibióticos seleccionados para la mayoría de los pacientes con neumonía adquirida en la
comunidad; a los pacientes alérgicos a las penicilinas se les administra la eritromicina en vez de
amoxicilina. En Estados Unidos, donde las formas atípicas de neumonía adquiridas en la
comunidad son cada vez más comunes, la azitromicina, la claritromicina y las fluoroquinolonas
han desplazado a amoxicilina como tratamiento de primera línea. La duración del tratamiento
ha sido tradicionalmente de siete a diez días, pero cada vez hay más pruebas de que los cursos
más cortos (tan corto como tres días) son suficientes. [cita requerida]

Entre los antibióticos para la neumonía adquirida en el hospital se pueden incluir la


vancomicina, la tercera y cuarta generación de cefalosporinas, las carbapenemas, las
fluoroquinolonas y los aminoglucósidos. Estos antibióticos se suelen administrar por vía
intravenosa. Múltiples antibióticos pueden ser administrados en combinación, en un intento
de tratar todos los posibles microorganismos causales. La elección de antibióticos varía de un
hospital a otro, debido a las diferencias regionales en los microorganismos más probables, y
debido a las diferencias en la capacidad de los microorganismos a resistir a diversos
tratamientos antibióticos.

Las personas que tienen dificultad para respirar debido a la neumonía puede requerir oxígeno
extra. Individuos extremadamente enfermos pueden requerir de cuidados intensivos de
tratamiento, a menudo incluyendo intubación y ventilación artificial.

La neumonía viral causada por la influenza A pueden ser tratados con amantadina o
rimantadina, mientras que la neumonía viral causada por la influenza A o B puede ser tratado
con oseltamivir o zanamivir. Estos tratamientos son beneficiosos solo si se inició un plazo de 48
horas de la aparición de los síntomas. Muchas cepas de influenza A H5N1, también conocida
como influenza aviar o «gripe aviar», han mostrado resistencia a la amantadina y la
rimantadina. No se conocen tratamientos eficaces para las neumonías virales causadas por el
coronavirus del SRAS, el adenovirus, el hantavirus o el parainfluenza virus.

[editar] Diagnóstico

Neumonía apical derecha.

El diagnóstico de neumonía se fundamenta tanto en la clínica del paciente como en resultado


de Rx. Generalmente se usan la Rx de tórax (posteroanterior y lateral), analítica sanguínea y
cultivos microbiológicos de esputo y sangre. La radiografía de tórax es el diagnóstico estándar
en hospitales y clínicas con acceso a rayos x.
En personas afectadas de otras enfermedades (como sida o Enfisema) que desarrollan
neumonía, la Rx de tórax puede ser difícil de interpretar. Un TAC u otros test son a menudo
necesarios en estos pacientes para realizar un diagnóstico diferencial de neumonía

La neumonía es un término general que hace referencia a una infección de los pulmones, que
puede ser provocada por diversos microorganismos, entre los que se incluyen virus, bacterias,
hongos y parásitos.

La mayoría de los casos de neumonía son provocados por virus, tales como el adenovirus, el
rinovirus, el virus de la influenza (gripe), el virus sincicial respiratorio (RSV, en inglés) y el virus
para influenza (que provoca crup).

A menudo, la neumonía comienza después de una infección de las vías respiratorias superiores
(una infección de la nariz y la garganta), y los síntomas de la neumonía comienzan 2 ó 3 días
después de un resfriado o dolor de garganta.

Signos y síntomas

Los síntomas pueden variar según la edad del niño y la causa de la neumonía, pero entre los
más comunes se incluyen:

 fiebre

 escalofríos

 tos

 congestión nasal

 respiración atípicamente rápida (en algunos casos, este es el único síntoma)

 respiración con resoplidos o sibilancia

 respiración trabajosa que provoca que los músculos de las costillas se retraigan
(cuando los músculos debajo de la caja torácica o entre las costillas se atraen con cada
respiración) y produce aleteo nasal

 vómitos

 dolor de pecho

 dolor abdominal

 disminución de la actividad

 falta de apetito (en niños mayores) o alimentación deficiente (en lactantes) que puede
producir deshidratación

 en casos extremos, coloración azulada o grisácea en los labios y las uñas


Cuando la neumonía se presenta en la parte inferior de los pulmones, cerca del abdomen,
puede producir fiebre y dolor abdominal o vómitos, aunque no produce problemas
respiratorios.

Los niños con neumonía provocada por bacterias por lo general se enferman bastante
rápidamente y comienzan con fiebre alta repentina y respiración particularmente rápida.

Los niños con neumonía provocada por virus probablemente tendrán síntomas que aparecen
de manera más gradual, y son menos graves, pero la sibilancia puede ser más común en la
neumonía viral.

Algunos tipos de neumonía producen síntomas que dan señales importantes acerca del
germen que causa la enfermedad. Por ejemplo, en los niños de mayor edad y los adolescentes,
la neumonía causada por micoplasma (también denominada neumonía migratoria) es fácil de
detectar debido a que produce dolor de garganta, dolor de cabeza y salpullido, además de los
síntomas habituales de la neumonía.

En los bebés, la neumonía causada por clamidia puede provocar conjuntivitis (ojos irritados)
con enfermedad apenas leve y sin fiebre. Cuando la neumonía se debe a la tos ferina
(pertusis), el niño puede tener ataques de tos prolongados, adquirir un color azulado debido a
la falta de aire o hacer el clásico sonido de "silbido" al tratar de inspirar.

Incubación

El período de incubación (el plazo entre la exposición y la sensación de malestar) de la


neumonía varía según el tipo de virus o bacteria que provoca la infección. Por ejemplo, para el
virus sincicial respiratorio, esto demora entre 4 y 6 días; para la influenza, entre 18 y 72 horas.

Duración

Con el tratamiento, la mayoría de los tipos de neumonía bacteriana se curan dentro de 1 a 2


semanas. La neumonía viral puede durar más. La neumonía por micoplasma puede tardar
entre 4 y 6 semanas en desaparecer por completo.

Contagio

Los virus y las bacterias que producen la neumonía son contagiosos y, por lo general, están
presentes en las secreciones de la boca o la nariz de una persona infectada. La enfermedad
puede propagarse cuando una persona infectada tose o estornuda sobre otras, al compartir
vasos y cubiertos y al tocar los pañuelos usados por una persona infectada.

Prevención

Algunos tipos de neumonía pueden prevenirse con vacunas. Los niños generalmente reciben
inmunizaciones establecidas contra la Haemophilus influenzae y pertusis (tos ferina) a partir de
los 2 meses de edad. (La inmunización contra la pertusis corresponde a la "P" de la inyección
establecida DTaP).
En la actualidad también se administran vacunas contra el organismo neumococo (PCV), una
causa común de la neumonía bacteriana.

Los niños con enfermedades crónicas que tienen un riesgo especial de padecer otros tipos de
neumonía, pueden recibir otras vacunas o medicamentos inmunitarios de protección. Se
recomienda especialmente la vacuna contra la gripe para niños con enfermedades crónicas,
como trastornos cardíacos o pulmonares crónicos o asma, así como para niños sanos de entre
6 meses y 19 años de edad.

Dado que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves, los bebés prematuros
pueden recibir tratamientos que les brindan protección temporaria contra el virus sincicial
respiratorio, que puede provocar neumonía en los niños más pequeños.

Los médicos pueden administrar antibióticos profilácticos (que previenen enfermedades) para
prevenir la neumonía en los niños que han estado expuestos a una persona con determinados
tipos de neumonía, como pertusis. Las personas infectadas por el virus del virus de
inmunodeficiencia humano (VIH) pueden recibir antibióticos profilácticos para prevenir la
neumonía causada por Pneumocystis carinii.

Actualmente existen medicamentos antivirales también, y pueden usarse para prevenir


algunos tipos de neumonías virales o para que los síntomas sean menos graves.

Además, se realizan pruebas de detección de la tuberculosis anualmente en algunas áreas de


alto riesgo, debido a que la detección temprana puede prevenir la infección por tuberculosis
activa, incluida la neumonía.

En general, la neumonía no es contagiosa, aunque los virus y bacterias que afectan las vías
respiratorias superiores que la provocan sí lo son; por lo tanto, se recomienda mantener a su
hijo alejado de cualquier persona que tenga una infección de las vías respiratorias superiores.

Si alguien en su hogar tiene una infección respiratoria o una infección de la garganta,


mantenga sus vasos y cubiertos separados de los demás miembros de la familia, y lávese las
manos frecuentemente, especialmente si debe manipular los pañuelos usados o sucios.

¿Cuándo llamar al médico?

Llame al médico de inmediato si su hijo tiene algunos de los signos y síntomas de la neumonía,
pero especialmente si:

•tiene dificultad para respirar o su respiración es demasiado rápida

•tiene una coloración azulada o grisácea en las uñas de las manos o los labios

•tiene fiebre de 102 °F (38,9 °C), o de más de 100,4 °F (38 °C) en los bebés de menos de 6
meses
Tratamiento profesional

Los médicos por lo general realizan un diagnóstico de la neumonía después de un examen


físico, pero también pueden solicitar una radiografía de tórax, análisis de sangre y
(ocasionalmente) cultivos bacterianos de la mucosidad eliminada al toser.

En la mayoría de los casos, la neumonía puede tratarse con antibióticos administrados por la
boca en el hogar. El tipo de antibiótico que se use dependerá del tipo de neumonía. En algunos
casos, quizá sea necesario tratar a las demás personas que vivan en el hogar con
medicamentos para prevenir la enfermedad.

Tal vez sea necesario hospitalizar a los niños para su tratamiento si tienen neumonía
provocada por pertusis u otra neumonía bacteriana que provoque fiebre alta y dificultad
respiratoria, o bien, en los siguientes casos:

•si se necesita oxígeno suplementario

•si tienen infecciones pulmonares que puedan haberse propagado al torrente sanguíneo

•si tienen enfermedades crónicas que afectan el sistema inmunitario

•si vomitan tanto que no pueden tomar los medicamentos por boca

•si tienen episodios recurrentes de neumonía

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