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CIENCIAS SOCIALES, GRUPO:Concepto de primera guerra mundial y

consecuencias

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue el evento histórico que definió


el acontecer del siglo XX; devastó el orden político, económico y social
de Europa, y su dudosa conclusión sentó las bases y preparó el camino
para un escenario aún más destructivo: la Segunda Guerra Mundial. En
aquel entonces, los civiles −perturbados por la magnitud de las batallas y
el escandaloso número de bajas− la denominaron “la Gran Guerra”. Entre
los europeos, la Primera Guerra Mundial era un acontecimiento
inverosímil, pues ocurría en el marco de la supuesta era del progreso. A
pesar de los estragos económicos y las serias crisis internacionales,
Europa había logrado evitar guerras a gran escala. La prosperidad
material y una enorme confianza en el desarrollo tecnológico
convencieron a muchos de que los humanos estaban al borde de crear un
paraíso terrenal. Al término de la Guerra, no fue posible mantener las
ilusiones sobre el progreso de la civilización occidental: los
enfrentamientos bélicos estuvieron seguidos de revoluciones, dictaduras
militares, matanzas en masa—entre las cuales destacó el genocidio de
armenios—y la catástrofe sin paralelo de la Segunda Guerra Mundial.
Para entonces, era aparente que Europa y el Medio Oriente se habían
convertido en una pesadilla en la que la Gran Guerra representó el primer
escenario de las crisis del siglo XX.

El 28 de junio de 1914, el heredero al trono austro-húngaro, el archiduque


Francisco Fernando, fue asesinado junto con su esposa, la duquesa
Sophie Chötek, en Sarajevo. El evento sirvió como causa inmediata de la
Guerra; sin embargo, otros motivos políticos y de muy largo alcance,
como el expansionismo del Imperio austro-húngaro, la unificación
alemana de Otto von Bismarck o el imperialismo británico en las zonas
norte de África y el Medio Oriente, tuvieron a los europeos en constantes
enfrentamientos desde finales del siglo XIX. La creencia liberal de que
los Estados debían organizarse bajo líneas nacionalistas para lograr la
pacificación generó, más allá de cooperación, competencia. De tal
manera, las rivalidades imperiales en las colonias y en las rutas de
comercio se intensificaron con el expansionismo. Al mismo tiempo, las
grandes potencias se dividieron en dos bandos: Alemania, Austria-
Hungría e Italia formaron la Triple Alianza en 1882, mientras que Francia,
Gran Bretaña y Rusia crearon la Triple Entente en 1907. Para el inicio de
la guerra, el sistema de alianzas permitió que el mundo se dividiera y que
los antagonismos jugaran un rol decisivo: la crisis económica en la
Península de los Balcanes, así como la lucha por el dominio de los
estados en el suroeste europeo –mayoritariamente entre la Rusia
Imperial y Austria-Hungría–, brindó la oportunidad de que el Imperio
otomano se insertara en el bando de la Triple Alianza, persiguiendo
objetivos similares.

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