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Centro escolar Santiago

Barberena
Alumna: Maite Natalia López
de león
Docente: Santos Marlene
Montoya Polio
Materia: Sociales
Grado: Noveno
Tema: La Primera y Segunda
Guerra Mundial
Año: 2022
El origen de la primera guerra
mundial fue: El archiduque
Francisco Fernando (1863-
1914) fue asesinado en
Sarajevo por un nacionalista
serbio. El incidente provocó la
Primera Guerra Mundial.
Causas:
1. La competencia entre las
potencias imperiales
europeas
A lo largo del siglo XIX,
Europa cimentó su dominio
económico, tecnológico y
militar sobre el mundo
entero, estableciéndose
como una gran potencia
colonial en África y Asia. Sin
embargo, el reparto de los
beneficios no fue nunca
equitativo: países como
Francia y Gran Bretaña
controlaban industrialmente
al continente, mientras que
Italia y Alemania, naciones
que habían tardado más en
formarse, veían frustradas sus
ambiciones.

Esto condujo a un escenario


de antagonismo entre las
potencias coloniales y a la
formación de alianzas y
grupos políticos rivales, en
franca competencia
económica, política y militar.
Muchos de ellos, además,
eran fruto de guerras pasadas
en el siglo XIX, como la eterna
rivalidad entre Francia y
Alemania.

2. El auge del nacionalismo


europeo

La idea de un país como un


Estado-nación con una
cultura propia, una identidad
propia y un proyecto político
propio surgió a comienzos del
siglo XVII, pero ya a finales del
XIX había cobrado
importancia en el
ordenamiento de Europa. Ello
dio origen a nuevas tensiones
de tipo étnico, especialmente
en la Europa del Este.

Por ejemplo, en Bosnia y


Herzegovina, antiguos
territorios otomanos
reclamados por el Imperio
austrohúngaro, existían
proyectos de Estados eslavos
autónomos o de anexión al
Reino de Serbia, protegido
del Imperio ruso. A comienzos
de 1914 ya la región había
vivido dos guerras locales y se
la conocía como “el polvorín
de Europa”, pues en cualquier
momento podía encenderse y
volver a estallar.

3. El surgimiento de nuevos
poderes industriales
Europa era, a comienzos del
siglo XX, el centro industrial
del planeta, pero empezaban
a surgir competidores
importantes como Estados
Unidos y Japón. La influencia
de estas potencias
insurgentes ejerció más
presión aún sobre las tirantes
relaciones entre los poderes
europeos tradicionales.
4. La creación y renovación
del sistema europeo de
alianzas

La Gran Guerra se produjo


porque muchas naciones se
vieron involucradas y/o
arrastradas al conflicto. Esto
sucedió debido a los tratados
de alianza y asistencia mutua
existentes entre los
integrantes de ambos
bandos, algunos de los cuales
provenían del siglo pasado.

Justamente, previendo un
conflicto paneuropeo en el
futuro inmediato, la mayoría
de las potencias dedicaron su
poderío industrial a fabricar y
desarrollar armamento de
guerra, en un frágil estado de
“paz armada”.
5. El asesinato del archiduque
Francisco Fernando de
Austria en 1914

El detonante de la guerra fue


el asesinato de este joven
noble, heredero al trono
austrohúngaro, en la ciudad
de Sarajevo, en Bosnia-
Herzegovina. Su asesino fue
el extremista político Gavrilo
Príncipe, perteneciente a la
organización ultranacionalista
serbia Mano Negra.

Un mes después de cometido


el asesinato, el emperador
austrohúngaro declaró la
guerra al Reino de Serbia,
que, al ser protegido del
Imperio ruso, arrastró a la
alianza ruso-francesa al
conflicto, y con ella también a
los británicos, mientras que
Alemania se aliaba al Imperio
Austrohúngaro. Este fue
realmente el detonante de la
Primera Guerra Mundial, más
que una causa.
Consecuencias:
1. Una pérdida enorme de
vidas humanas y recursos
materiales

Se estima que entre 7 y 8,5


millones de soldados y entre
10 y 13 millones de civiles
murieron durante los cuatro
años que duró la Gran
Guerra. Esto representaba el
1% de la población mundial
de la época, y fue
consecuencia tanto de la
violencia, como de las
hambrunas y enfermedades
que trajo consigo la guerra, o
al uso de gas mostaza y otros
agentes tóxicos nerviosos por
primera vez en un contexto
de guerra.
2. El colapso de cuatro
grandes dinastías imperiales

Como resultado del conflicto


cayeron diferentes dinastías:

El imperio de los
Hohenzollerns en Alemania se
derrumbó, dando paso a la
República de Weimar.
El Imperio austro-húngaro de
los Habsburgos se disolvió y
su territorio pasó a ser dos
naciones distintas (Austria y
Hungría).
El Sultanato otomano quedó
devastado y en 1922 fue
disuelto por los nacionalistas
turcos.
El Imperio zarista de Rusia
cayó en 1917 frente a la
Revolución de Octubre,
dando paso así al surgimiento
de la Rusia comunista.
3. Se esparció por el mundo la
llamada “gripe española”

Debido al intenso movimiento


de tropas de un rincón del
mundo al siguiente y de
regreso, además de las
condiciones insalubres del
conflicto, un nuevo tipo de
infección respiratoria,
conocida como la “gripe
española” se convirtió en una
pandemia a inicios de 1918.
Este nuevo virus de la gripe
tipo A se cobró la vida de
entre 20 y 40 millones de
personas aproximadamente,
hasta que terminó la
pandemia en abril de 1920.

4. La reorganización
geopolítica de Europa

Con el fin de la guerra y el


colapso de antiguas
potencias, nuevas naciones
aparecieron en el mapa, a
medida que los aliados
reestructuraban el territorio
de las naciones derrotadas.
Así surgieron Checoslovaquia,
Hungría, Estonia, Finlandia,
Letonia, Lituania, Polonia y
Yugoslavia. Y además de
ceder parte de sus territorios,
las naciones derrotadas
perdieron también sus
colonias africanas y asiáticas.
5. La firma del Tratado de
Versalles

Con ese nombre se conoció el


pacto firmado en Francia en
el que se impuso a Alemania
un conjunto muy severo de
sanciones, deudas y
prohibiciones que la
sumieron en la miseria. Este
tratado y las condiciones
deplorables de vida que le
siguieron fueron
fundamentales para la
narrativa del nazismo, que
una década después comenzó
a hacerse sentir en Alemania.

Sin embargo, gracias a este


tratado surgió también en
1920, la Liga de las Naciones,
organismo precursor de la
Organización de las Naciones
Unidas, cuya tarea era
solucionar pacíficamente las
tensiones internacionales y
evitar que la Gran Guerra se
repitiera a futuro.

6. El surgimiento del
comunismo en Rusia

El triunfo de la Revolución de
Octubre en Rusia en 1917
significó la irrupción del
comunismo como una fuerza
política de importancia en el
panorama europeo y
mundial. En consecuencia,
inspiró a numerosos partidos
de izquierda revolucionaria y
se convirtió en el rival
ideológico contra el cual se
levantó después el fascismo
en la década de 1930.
Entre 1914 y 1918 se
desarrolló en Europa el mayor
conflicto hasta entonces
conocido. Motivada por
conflictos imperialistas entre
las potencias europeas, la
"gran guerra", como se
denominó originalmente a la
Primera guerra mundial,
implicó a toda la población de
los estados beligerantes, así
como a la de sus colonias
respectivas.

La causa inmediata que


provocó el estallido de la
primera guerra mundial fue el
asesinato del archiduque de
Austria-Hungría, Francisco
Fernando, en Sarajevo, Serbia
(posterior Yugoslavia), el 28
de junio de 1914.
Austria presentó un
ultimátum a Serbia y el 28 de
julio se declaró la guerra. El
sistema de alianzas militares
creado en los años previos
entró entonces en
funcionamiento.

El archiduque asesinado, con su familia.


Rusia ordenó la movilización
de sus ejércitos contra
Austria, por simpatía con sus
hermanos eslavos. Alemania,
aliada del imperio austro-
húngaro, concentró el
máximo de fuerzas
disponibles para lograr
rápidamente una victoria
sobre Francia y permitir con
ello dirigirse contra Rusia.
El plan dejó al ejército
austríaco encargado de
contener a los rusos en el
frente oriental y dirigió la
mayor parte de sus tropas
contra Francia.

El ejército francés se dispuso


a su vez a aplicar el
contraataque centrado en el
río Marne.
Los alemanes iniciaron su
ofensiva occidental con la
toma de Leija el 16 de agosto
de 1914. El 20 de agosto de
ese año entraron en Bruselas.
La defensa francesa fue
arrollada, pero en
septiembre, cuando la
balanza parecía inclinarse del
lado alemán, el ejército
francés consiguió rechazar la
ofensiva alemana en la
primera batalla del Marne.
Tras las batallas de Y ser e
Ypres se estabilizó un frente
que iba desde el canal de la
Mancha hasta Suiza.
En el frente oriental, el
ejército ruso se dirigió al este
de Prusia, donde derrotaron
al ejército austríaco. Los
generales alemanes Paul von
Hindenburg y Erich
Ludendorff lograron sin
embargo una gran victoria
sobre el ejército ruso en las
batallas de Tannemberg (26
de agosto de 1914) y de los
lagos Masurianos (febrero de
1915). Rusia dirigió entonces
una operación masiva contra
Silicia, pero los resultados no
fueron favorables a ninguno
de los dos bandos y el frente
oriental quedó también
estabilizado.

Planes alemanes para la ofensiva.


El imperio Otomano (Turquía)
entró en la guerra el 10 de
agosto de 1914, al acoger en
sus aguas territoriales a dos
barcos de guerra alemanes.
En esta primera fase, la
guerra en el mar se libró
entre el Reino Unido y
Alemania. Los británicos
tenían una clara superioridad
numérica en flota de
superficie, mientras que
Alemania dedicó su esfuerzo
sobre todo a la guerra
submarina. En el ataque a las
islas Falkland (Reino Unido),
efectuado el 8 de diciembre
de 1914, los alemanes
sufrieron una terrible derrota
que supuso el principio del fin
de sus operaciones en alta
mar. Inició entonces el
Segundo Reich alemán una
campaña de bloqueo
comercial submarino que
conmovió a la opinión
mundial cuando, el 7 de mayo
de 1915, fue hundido el
trasatlántico británico
"Lusitania", con dos mil
pasajeros a bordo.
Los años de igualdad de
fuerzas

Igualdad de fuerzas estabilizó


los frentes.
A comienzos de 1915, los
rusos, amenazados por los
turcos en el Cáucaso, pidieron
a los británicos una acción
rápida contra Turquía. En el
Reino Unido, y poco después
en Francia, se aprobó el plan
de ataque de Winston
Churchill. En febrero, una
expedición naval tomó las
fortalezas situadas en la
entrada de los Dardanelos.
Sin embargo, los turcos
resistieron en el interior, con
lo que también aquí se
estabilizó el frente.

Los alemanes se mantuvieron


en general a la defensiva en el
frente occidental y
concentraron sus esfuerzos
contra los rusos, a quienes
derrotaron rompiendo su
frente y obligándolos a
retirarse en una línea que iba
desde el mar Báltico hasta
Chernovtsi, en la frontera
rumana.

En 1915, Italia declaró la


guerra a Austria. El avance
italiano hacia el este pronto
fue detenido, lo que supuso
el inicio de una guerra de
trincheras en torno al río
Isonzo. En septiembre, los
imperios centrales firmaron
un tratado con Bulgaria y
ocuparon Serbia.
Batallas en terrenos que ninguno dominaba.

Durante el invierno de 1915 y


1916, Alemania dirigió su
acción contra Francia en una
ofensiva que se inició el 21 de
febrero de 1916 en Verdún,
cuya defensa fue confiada al
general francés Philippe
Pétain. Pero la ofensiva de los
aliados en el Somme distrajo
la atención de los alemanes,
que perdieron así su gran
oportunidad.

En el verano de 1916 tuvo


también lugar la
confrontación entre la flota
alemana y la británica en la
batalla naval de Jutlandia, en
el mar del Norte, que ambos
contendientes consideraron
como una victoria.
En el frente oriental, en 1916,
los rusos iniciaron una
importante operación de
ataque que tuvo como
resultado indirecto la entrada
de Rumania en la guerra a
favor de los aliados. De enero
a mayo de 1917, la estrategia
aliada en el frente occidental
consistía en que el ejército
británico hiciese ataques
preparatorios, reservándose a
los franceses una ofensiva
mayor en la región de
Champagne.

El hundimiento de tres barcos


mercantes estadounidenses
por los submarinos alemanes
provocó la declaración de
guerra de los Estados Unidos
a Alemania el 6 de abril de
1917.

Sólo desolación y muerte.


En el frente oriental, la
revolución rusa supuso un
respiro para los imperios
centrales. El armisticio
firmado en Brest-Litovsk el 15
de diciembre de 1917
benefició a Alemania, que
quería la paz en el este para
transferir tropas al frente
occidental, así como al
partido bolchevique ruso, que
la deseaba para consolidar su
régimen.
En el frente occidental, los
británicos iniciaron de junio a
diciembre de 1917 una
ofensiva en Flandes que se
cerró con una operación de
gran significado para el
futuro: la batalla de Cambrai,
donde se utilizaron por
primera vez carros de
combate.
Entre mayo de 1917 y
septiembre de 1918 se
iniciaron movimientos de paz
por parte del emperador
austríaco Carlos I y del papa
Benedicto XV. Durante 1918,
el presidente Woodrow
Wilson formuló sus famosos
"catorce puntos", donde
definía las bases de la paz,
indicando soluciones para los
problemas originados por la
guerra.
Término del conflicto

La aviación inicia su despegue


bélico.
Los germanos se
convencieron de la necesidad
urgente de la paz negociada.
En todos los demás frentes,
los aliados iniciaron ofensivas
que contribuyeron a minar las
fuerzas alemanas y austro-
húngaras. En Italia, las fuerzas
austríacas se amotinaron a
fines de octubre de 1918, y el
alto mando ordenó la retirada
general.

El imperio austro-húngaro
comenzó a desmoronarse.
Sus diversas nacionalidades
(eslavos del sur, checos y
polacos) proclamaron la
independencia, con lo que los
territorios de Austria y
Hungría quedaron muy
mermados.
La ofensiva final en el frente
occidental consistió por parte
de los aliados en ataques
convergentes contra las
posiciones alemanas al oeste
de la línea que iba de Ypres a
Verdún. El 3 de octubre de
1918, el canciller alemán, el
príncipe Maximiliano de
Badén, envió una nota a
Wilson en la que pedía el
armisticio y el
establecimiento de
negociaciones de paz. El 27
de octubre, Alemania
consintió en aceptar las
condiciones de Wilson para la
tregua.

El 9 de noviembre, Guillermo
II renunció al poder al tiempo
que se producía en Alemania
una revolución proletaria que
sería finalmente sofocada por
grupos contrarrevolucionarios
y militares. En Europa
comenzaron los preparativos
para la conferencia de paz de
Versalles.
Origen de la segunda guerra
mundial: Inmediatamente, el
1 de septiembre, se produjo
la invasión de Hitler a Polonia,
lo que dejó sumidos en la
consternación al Reino Unido
y Francia, y ambos países se
vieron en la obligación de
declarar la guerra a Alemania
el 3 de septiembre, dando
inicio a la II Guerra Mundial.
Causas:
1.El Tratado de Versalles y la
humillación alemana
Entre otras cosas, el tratado
obligaba a Alemania a:

consignar armamento y
navíos militares a los Aliados;
reducir el ejército alemán a
100 mil soldados;
repartir entre los vencedores
los territorios anexados o
administrados por Alemania;
pagar una indemnización
escandalosa a los Aliados.
Tales condiciones impedían la
recuperación de Alemania, lo
que despertó el malestar
popular de la nación
germana, el resentimiento y
el deseo de revancha.
2. Desconocimiento de los
acuerdos con Italia tras el
Tratado de Versalles
En la Primera Guerra
Mundial, Italia no quiso
sumarse a la declaración de
guerra de la Triple Alianza, a
la que pertenecía junto a
Alemania y Austria-Hungría.
Por su parte, la Triple Entente
le ofreció una compensación
territorial a cambio de luchar
a su lado, cosa que aceptó.
El compromiso adquirido por
los Aliados fue desconocido
en el Tratado de Versalles, e
Italia solo recibió una parte
de lo acordado. Esto despertó
el deseo de reivindicación de
Italia, especialmente en
aquellos que lucharon en el
frente de guerra, como
Benito Mussolini.
3. Crecimiento de las
tensiones étnicas
Las tensiones étnicas
crecieron en este período y
prepararon el ambiente de
confrontación. Fueron
consecuencia del reparto
territorial promovido en el
Tratado de Versalles.

Así, por un lado, una Italia


resentida ansiaba una
reivindicación frente a los
Aliados; por el otro, en una
Alemania oprimida
despertaba el deseo de
restauración territorial y
expansión.
Junto a esto, en Alemania
crecía la percepción de que el
poder económico judío, que
controlaba buena parte del
sistema financiero,
representaba un obstáculo
para el desarrollo de la
economía nacional. Esto
fortaleció el antisemitismo.
4. El surgimiento del
nacionalsocialismo y el
fascismo
El descontento fue dando
lugar a la aparición de una
nueva tendencia ideológica
de ultraderecha, que
pretendía hacer frente a la
avanzada de las democracias
liberales capitalistas y del
comunismo ruso, por medio
de un discurso nacionalista,
etnocéntrico, proteccionista y
de vocación imperialista.

Esta tendencia estaba


representada por el fascismo
italiano de Benito Mussolini,
que ascendió al poder en
1922, y el nacionalsocialismo
alemán o nazismo.
5. La Gran Depresión
Al inicio de la década de
1920, países como Francia y
Reino Unido habían tenido
una rápida recuperación
económica. Sin embargo, el
Crac del 29 dio inicio a la Gran
Depresión, lo que puso en
jaque a las democracias
liberales.

La Gran Depresión hizo mella


en todo el mundo, pero la
reacción fue más sensible en
Alemania e Italia, países
afectados previamente por el
Tratado de Versalles. Allí, se
exacerbó el rechazo popular
al liberalismo económico y al
modelo democrático.

Puede decirse que la Gran


Depresión revivió el
nacionalsocialismo alemán
que, antes del Crac del 29,
tendía a perder fuerza
política. De ese modo facilitó
el ascenso al poder del
nazismo en 1933, bajo el
liderazgo de Adolfo Hitler.
6. La invasión japonesa de
Manchuria en 1931
A principios del siglo XX Japón
se había convertido en una
potencia económica y militar,
pero tras la Gran Depresión,
enfrentó nuevas barreras
aduaneras. Los nipones
deseaban asegurarse el
mercado y el acceso a las
materias primas, así que, tras
el incidente del tren de
Manchuria, en el que un
tramo del ferrocarril fue
volado, responsabilizaron a
China y expulsaron su ejército
de la región.
Los japoneses formaron la
República de Manchukuo,
suerte de protectorado bajo
el liderazgo colaboracionista
del último emperador chino,
Puyi.

La Sociedad de Naciones,
solidaria con China, se negó a
reconocer el nuevo Estado.
Japón se retiró de la Sociedad
en 1933. En 1937 invadió
China e inició la guerra chino-
japonesa. Esto abrió un nuevo
flanco en la escena
internacional.

7. La invasión de Italia a
Abisinia-Etiopía en 1935
A comienzos del siglo XX, ya
Italia se había garantizado el
control de Libia, Eritrea y
Somalia. Sin embargo, el
territorio de Abisina (Etiopía)
era más que apetecible. Fue
así que el 03 de octubre de
1935 invadieron Abisinia con
el apoyo de Alemania.

La Sociedad de Naciones
intentó sancionar a Italia, que
se retiró del organismo. Las
sanciones fueron suspendidas
poco después. Ante la
debilidad demostrada por la
Sociedad de Naciones,
Mussolini mantuvo su
propósito, logró hacer abdicar
al emperador Haile Selassie y,
finalmente, proclamó el
nacimiento del Imperio
Italiano.
8. Fracaso de la Sociedad de
Naciones
Creada tras la Primera Guerra
Mundial para garantizar la
paz, la Sociedad de Naciones
intentó disminuir el rigor de
las medidas contra Alemania,
pero sus observaciones no
fueron escuchadas.

Además, bajo el temor de


desatar un conflicto armado,
el organismo no supo cómo
hacer frente a las iniciativas
expansionistas alemanas,
italianas y japonesas. Al
fracasar en su misión, la
Sociedad de Naciones fue
disuelta.
9. La confrontación ideológica
La Segunda Guerra Mundial, a
diferencia de la Primera, es el
resultado de la confrontación
ideológica entre tres modelos
político-económicos
diferentes que competían por
dominar la escena
internacional. Estas
tendencias en debate fueron:

el liberalismo capitalista y las


democracias liberales,
representados por Francia e
Inglaterra, especialmente, y
luego por Estados Unidos;
el sistema comunista,
representado por la Unión de
Repúblicas Socialistas
Soviéticas;
el nacionalsocialismo alemán
(nazismo) y el fascismo
italiano.
Consecuencias:
1. Consecuencias
demográficas: las pérdidas
humanas
La consecuencia directa y
terrible de la Segunda Guerra
Mundial fue la pérdida y/o
desaparición de más de 66
millones de personas.

De esa cifra, extraída de W.


van Mourik, en Bilanz des
Krieges (Ed. Lekturama,
Rotterdam, 1978), solo
19.562.880 corresponden a
soldados.

La diferencia restante
corresponde a pérdidas
civiles. Hablamos de unos
47.120.000. Estos números
incluyen la muerte por
exterminio de casi 7 millones
de judíos en los campos de
concentración nazis
2.Consecuencias económicas:
quiebre de los países
beligerantes
La Segunda Guerra Mundial
implicó una auténtica
destrucción masiva. Europa
se vio no solo abatida en
pérdidas humanas, sino
desprovista de condiciones
para desarrollar la economía.

Al menos el 50% del parque


industrial europeo quedó
destruido y la agricultura
sufrió pérdidas semejantes, lo
que desató las muertes por
hambruna. Igual suerte
corrieron China y Japón.

Para poderse recuperar, los


países en guerra tuvieron que
recibir el auxilio financiero del
llamado Plan Marshall, cuyo
nombre oficial es European
Recovery Program (ERP) o
Programa de Recuperación
Europea.

Este auxilio financiero


provenía de los Estados
Unidos de América, que
abogaba también por
establecer alianzas que
pudieran frenar el avance del
comunismo en Europa
occidental.
3. Creación de la Organización
de Naciones Unidas (ONU)
Tras el evidente fracaso de la
Sociedad de Naciones, al
finalizar la Segunda Guerra
Mundial en 1945, se fundó la
Organización de Naciones
Unidas (ONU), vigente hasta
el día de hoy.
La ONU surgió oficialmente el
día 24 de octubre de 1945
cuando se firmó la Carta de
las Naciones Unidas, en la
ciudad de San Francisco,
Estados Unidos.
Su propósito sería
salvaguardar la paz y la
seguridad internacional por
medio del diálogo, la
promoción del principio de
hermandad entre naciones y
la diplomacia.
4. División del territorio
alemán
Una consecuencia de la
Segunda Guerra Mundial fue
la repartición del territorio
alemán entre los vencedores.
Tras la Conferencia de Yalta
de 1945, los aliados se
hicieron cargo de cuatro
zonas autónomas de
ocupación. Para ello,
establecieron al inicio un
Consejo Aliado de Control. La
decisión fue ratificada en
Potsdam.

El territorio se repartió de la
siguiente manera: Francia
administraría el suroeste;
Reino Unido estaría al
noroeste; Estados Unidos
administraría el sur, y la URSS
se haría cargo del este.
Polonia también recibiría las
antiguas provincias alemanas
al este de la Línea Oder-
Neisse.

Todo este proceso implicó en


el este y el sudeste
persecuciones, expulsiones y
olas migratorias, que
pusieron a los alemanes en
franca fragilidad.
5. Fortalecimiento de Estados
Unidos y la URSS como
potencias
El fin de conflicto trajo
consigo, muy especialmente,
el auge espectacular de la
economía norteamericana,
tanto en la industria como en
la producción agraria. A esto
se sumaría los beneficios de
ser acreedor de Europa.

EE.UU. se garantizaba un
mercado y una hegemonía
internacional, reafirmada
gracias el poder militar que
representó la invención y el
uso de las bombas nucleares.

El crecimiento de EE.UU. se
expresó, incluso, en la
cultura. Si antes de la guerra
el centro cultural de
Occidente se encontraba en
París, el foco se trasladó
luego a EE.UU., donde
muchos artistas europeos se
refugiaron. No en vano el cine
norteamericano demostró un
vertiginoso crecimiento en la
década de 1950.

En 1949, la hegemonía
norteamericana se encontró
con un competidor: la URSS,
que avanzaba como potencia
militar al crear su primera
bomba atómica. Así, las
tensiones entre capitalismo y
comunismo polarizaban el
mundo rumbo a la Guerra
Fría.
6. Inicio de la Guerra Fría
Al poco tiempo de establecer
la ocupación del territorio
alemán, las tensiones
crecientes entre el bloque
capitalista y el bloque
comunista dieron pie a un
reacomodo de dicha
administración.

Así, las zonas de ocupación


occidental se unieron y
formaron la República Federal
Alemana (RFA) en 1949, a lo
que la URSS respondió
formando la República
Democrática Alemana (RDA)
en la zona bajo su control.
Esto se tradujo en el inicio de
la Guerra Fría, que solo
alcanzaría su fin con la caída
de la URSS en el año 1991.
7. Disolución del imperio
japonés y unión de Japón al
Bloque Occidental
Tras la derrota inminente en
la Segunda Guerra Mundial,
luego de las bombas atómicas
de Hiroshima y Nagasaki,
Japón debió rendirse. El 02 de
septiembre de 1945 se
disolvió el Imperio japonés, y
el país nipón fue ocupado por
los Aliados hasta el día 28 de
abril de 1952.

Durante este proceso, el


modelo imperial fue
sustituido por un modelo
democrático gracias al diseño
de una nueva constitución,
promulgada en 1947. Solo
después de la ocupación, que
llegaría a su fin con la firma
del Tratado de San Francisco
el 28 de abril de 1952, Japón
se uniría al llamado Bloque
Occidental o capitalista.

Finalmente, en 1960, fue


firmado el Tratado de
seguridad entre Estados
Unidos y Japón convenido
entre los líderes Dwight D.
Eisenhower y Nobusuke Kishi,
lo que convertiría a ambas
naciones en aliadas.
8. Inicio de los procesos de
descolonización
Parte de los propósitos de la
ONU, de cara a las causas y
consecuencias de ambas
guerras mundiales, fue
promover la descolonización
en el mundo.

Por descolonización se
comprende la erradicación de
los gobiernos extranjeros
sobre una nación
determinada, y la
preservación del derecho de
esta a tener un gobierno
propio.

Esto se reforzó a partir de


1947, cuando se promulgó la
Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
Los años que transcurrieron
entre la Primera y la Segunda
Guerra Mundial fue un
período de inestabilidad
política, económica e
internacional en donde las
potencias europeas
comenzaron lentamente a
organizarse con el propósito
de enfrentar en cualquier
momento un nuevo conflicto
bélico. De esta forma
Alemania tomará la iniciativa
ante cualquier motivo de
lucha, logrando que en 1936
un pacto entre estos y los
italianos dieran origen al eje
Roma – Berlín al cual se
agregó poco tiempo después
Japón.

Hitler y Mussolini tenían


ambiciones expansionistas.
Así en 1936 Italia se anexó
Etiopía y en 1938 Alemania
incorporaba a su territorio a
Austria y los Sudetes en
Checoslovaquia, y al año
siguiente, Hitler firmaba un
pacto con Stalín para
repartirse Polonia. Con ello
impedía que la Unión
Soviética se aliará con Francia
e Inglaterra para así no ser
atacada por el oriente.

Hitler y Mussolini, los socios.

Esta situación permitió


también que los soviéticos
ganarán tiempo en la
organización de su ejército ya
que Stalín sabía que tarde o
temprano, Hitler lo atacaría.
Sin embargo, para
comprender de mejor manera
esta situación es necesario
conocer los antecedentes o
causas que explican por qué
se produce el conflicto bélico
más importante de la Historia
Mundial:
Causas de la guerra
De modo resumido, y
señaladas como las
principales, las siguientes
fueron las causas que
provocaron la Segunda
Guerra Mundial:

La exaltación nacionalista

Los deseos de expansión

Un nuevo sistema de alianzas

El rearme de las potencias


Poder bélico renace.
Todo lo anterior establece el
período previo al inicio de la
Guerra, Europa vivía una
etapa tensa en las relaciones
diplomáticas donde Francia e
Inglaterra aplicaban la política
de “Apaciguamiento ” la cual
estaba orientada a evitar
cualquier intento de conflicto
armado. Sin embargo, esta
situación fue insostenible y el
1° de septiembre de 1939
Alemania invade Polonia
dando inicio a la Segunda
Guerra Mundial.

Inmediatamente de ocurrido
este hecho, el 3 de
septiembre de 1939,
Inglaterra y Francia, apoyados
posteriormente por la Unión
Soviética, declaran la guerra a
Alemania, formando el Bando
de los “Aliados”.

Polonia invadida por los alemanes.

De esta forma, Alemania


rápidamente avanza sobre
Noruega, Dinamarca,
Holanda, Bélgica y
Luxemburgo hasta llegar a
Francia. Los blindados
germanos, las
Panzerdivisionen, ocuparon
París, donde el Mariscal
Petain estableció un gobierno
colaboracionista, mientras en
Londres el General Charles de
Gaulle encabezaba el
gobierno de la “Francia Libre”
.

Sólo Inglaterra había quedado


fuera del alcance de Hitler.
Contra ella se organizó un
bombardeo constante y
sistemático que no perjudicó
el ánimo de los ingleses
alentados por el primer
ministro Winston Churchill.
Japón, por su parte, se
apoderó de la Indochina
francesa; la URSS se anexaba
Rumania y lo propio hacía
Hitler con Hungría y Bulgaria.
Italia ocupaba Albania y
derrotaba, con la ayuda de
Alemania, a Yugoslavia y a
Grecia.
Hitler quería el mundo.

Como se puede apreciar, esta


es la situación de la Europa
hacia los inicios de la Segunda
Guerra Mundial. Por un lado
muestra al Eje Roma – Berlín
– Tokio incorporando países,
y por otro lado, los Aliados
tratando de defenderse y
reorganizarse para enfrenta
el poderío Alemán.
Evolución del conflicto
En el desarrollo de esta gran
guerra, uno de los episodios
más notables dice relación
con el deseo por parte de
Hitler de apoderarse de toda
Europa. Para tal efecto
ejecutó las llamadas “Guerras
Relámpago”, las cuales tienen
por objetivo invadir un
territorio o país en el menor
tiempo posible.

Guerra en el desierto.

Uno de los ejemplos claros lo


demuestra la invasión a
Polonia, Bélgica, Holanda,
Francia y Luxemburgo. Hacia
1941 Hitler se proclamó el
campeón de la lucha contra el
comunismo y avanzó sobre
Rusia.
Obtuvo importantes victorias
iniciales, pero Stalín decidió
seguir la misma táctica usada
por los rusos contra Napoleón
a comienzos del siglo XIX.

Todo lo anterior demuestra el


afán expansionista alemán,
sin embargo, la guerra no se
desarrolló completamente en
Europa sino también en
“otros frentes”, los cuales se
detallan a continuación:
África del Norte

Alemanes en el Mediterráneo oriental.

Aquí se enfrentan Italia e


Inglaterra en primera
instancia, pero lentamente las
tropas británicas comienzan a
derrotar a los italianos, ante
lo cual Alemania tuvo que
auxiliarla, destacando en esta
acción el Mariscal Rommel,
conocido como “el zorro del
desierto” quien dirigió el
África Korps haciendo
retroceder a los ingleses.

Hacia 1942, las tropas aliadas


al mando de Montgomery
derrotaron al general alemán
Rommel en la batalla de El
Alamein, en Egipto. Tras esto,
los norteamericanos
reforzaron a los aliados
enviando a Dwight
Eisenhower, lo que permitió
que hacia 1943 las fuerzas
italianas y alemanas se
rindieran.
El Medio Oriente
Es una zona petrolera e
Inglaterra necesitaba de este
recurso para abastecer a sus
ejércitos. Alemania entonces
impedía tal acción. Sin
embargo, los ingleses con la
ayuda de los rusos se
apoderan de Irak, logrando su
objetivo.
Los Balcanes

Pearl Harbour, blanco de la ira japonesa.

Las tropas del Tercer Reich se


apoderan de Yugoslavia y
Bulgaria, y de esta forma
toman posesión de la
Península de los Balcanes,
incorporando la isla de Creta,
tomando posesión de todo el
Mediterráneo oriental.

En tales territorios, tanto “Los


Partisanos” yugoslavos como
los “Guerrilleros” albaneses
representaron la resistencia
hacia las tropas del Tercer
Reich.
Ataque a Pearl Harbour
Fue la causa que permitió el
ingreso de los Estados Unidos
a la guerra.

El 7 de diciembre de 1941,
Japón sin mediar declaración
de guerra atacó la base naval
de Pearl Harbour, a fin de
eliminar la oposición
norteamericana a su
expansión por el Pacífico
Oriental.
Alemanes abandonan África.

Rápidamente ocupó Filipinas,


Singapur, Java, Sumatra,
Birmania y Nueva Guinea. La
entrada de Norteamérica al
conflicto transformó en
mundial la guerra.
Estados Unidos y los Aliados
El ingreso de los
norteamericanos a la guerra
significó un gran apoyo para
los aliados. Tanto militar
como políticamente el
presidente Roosevelt decidió
concentrar su contingente en
Europa.
El desenlace del conflicto
Italia había continuado sus
avances hacia Egipto.
Derrotados por los británicos
ocuparon el norte de África,
siendo ayudados por los
alemanes al mando del
General Rommel.

Luego del desembarco del


General Eisenhower en
Argelia (1942) alemanes e
italianos abandonan el
continente africano en 1943.
Al mismo tiempo, las tropas
de Hitler se ven obligadas a
rendir en la ciudad de
Stalingrado (febrero de 1943).
Aliados rumbo a Normandía.

Los aliados, en julio de ese


mismo año, ocupan Sicilia y
avanzan sobre Roma lo que
trae como consecuencia que
“Il Duce” sea destituido del
cargo y Roma ocupada el 4 de
junio de 1944. Al año
siguiente (abril) un grupo de
partisanos ejecutan a
Mussolini poniendo término
al fascismo italiano.
El triunfo aliado
Las últimas victorias aliadas
llevaron a que sus lideres
(Roosevelt, Churchill y Stalin)
se reunieran en Teherán para
organizar y planificar la parte
final del conflicto a través de
un desembarco conjunto.

Este hecho histórico conocido


como el “Día D” o
Desembarco en Normandía
(Francia) se efectuó el 6 de
junio de 1944 y significó el
comienzo de la derrota total
de las tropas alemanas. Así,
los aliados rápidamente
liberaron Bélgica, Holanda.
Luxemburgo, Noruega y
Dinamarca.

Sin embargo, los alemanes se


resistían a ser vencidos, ante
lo cual las potencias aliadas
acordaron realizar una
reunión, en donde se
estableció que la Unión
Soviética debía atacar a los
japoneses siendo
compensada con los
territorios que ya había
invadido (Europa del Este).
Esta reunión recibió el
nombre de “Conferencia de
Yalta”, en Crimea, cerca del
Mar Negro.
Hiroshima estalla.

Tras esto se desarrolló el


ataque final y el 2 de mayo de
1945 la ciudad de Berlín fue
tomada por los Aliados. Días
antes (30 de abril de 1945)
Hitler se suicidaba dejando
Alemania sumida en una gran
crisis económica y de
desprestigio mundial.
Finalmente, el nuevo
gobierno germano se rindió el
7 de mayo de 1945 dejando
tras de sí una Europa en
ruinas y un nuevo escenario
en las relaciones
internacionales. Para ello se
realizó la “Conferencia de
Potsdam”; en ella se
estableció que Alemania
quedaría en poder de las
cuatro potencias vencedoras,
las cuales tendrían una zona
de ocupación, siendo Berlín la
sede del gobierno.
Rendición del Japón
Con Alemania e Italia fuera de
combate, sólo quedaba
Japón. Para obtener su
rendición, los Estados Unidos
lanzaron el 6 de agosto de
1945 una bomba atómica
sobre la ciudad de Hiroshima
y tres día después hacía
exactamente lo mismo sobre
Nagasaki. Para conocer los
detalles de ello, presentamos
a continuación el siguiente
documento que relata uno de
los episodios o hechos
históricos más tristes que
haya vivido la humanidad
entera:

"Cúpula atómica", la memoria de Japón.

"La bomba de Hiroshima


estalla a seiscientos metros,
sobre el nivel del suelo,
creando una gran bola de
fuego. Bajo ella, la
temperatura alcanza en una
fracción de segundo los
6.000° C. Más allá las tejas se
derriten al alcanzar la
temperatura de fusión, es
decir, los 1.300° C.

Las personas que no tienen la


protección de un refugio
mueren carbonizadas. Los
cuerpos de aquellos que
habitaban más cerca del
epicentro se volatilizan. A
veces, lo único que queda de
ellos es una sombra marcada
sobre algún muro de
concreto.
Más allá, el calor es tal que
los ojos se deshacen en sus
cuencas; los rostros no son
más que una masa de carne al
rojo vivo. A tres kilómetros
del impacto, al quedar
totalmente descubierta, la
piel comienza a caerse a
pedazos.

"Con una velocidad superior a


los trescientos metros por
segundo, la ola de calor
consume casas, vehículos y
personas. A una distancia de
varios kilómetros, la
vegetación pareciera
devastada por una
aplanadora.
Japón sucumbe

Para concluir, miles de


personas quedan atrapadas
bajo los escombros,
amenazados por los incendios
producidos por el calor y
avivados por el viento
radiactivo que sopla por más
de seis horas.
"En Nagasaki, los efectos no
difieren mucho. La ciudad se
ubica en un valle lo que hace
que la onda expansiva se
vuelva aún más destructiva,
arrancando los árboles de raíz
y no dejando ningún
inmueble en pie, en un radio
de tres kilómetros.

En contrapartida, la
propagación de los incendios
es controlada por grandes
extensiones de agua. La
fortuna quiso que los
equipamientos médicos no
fueran dañados y el primer
balance sólo alcanza los
36.000 muertos."
“Grandes Hechos Históricos
de la Humanidad”
Cifras más correctas señalan
que en Hiroshima murieron
80.000 personas y en
Nagasaki un poco más de la
mitad. Según palabras del
Mariscal Montgomery en su
"Historia del Arte de la
Guerra”, señala que las
víctimas eran” más del total
de muertos de todas las
incursiones aéreas sobre
Londres”.

El 10 de agosto de 1945 el
Emperador Hirohito
anunciaba la rendición
incondicional de Japón,
firmando la capitulación
definitiva a bordo del
acorazado Missouri el 2 de
septiembre de 1945 poniendo
fin a la Segunda Guerra
Mundial.

Crematorio alemán.

Los campos de concentración


El término de la Segunda
Guerra Mundial trajo consigo
que lentamente el mundo se
enterara del horror producido
en los territorios que
Alemania ocupó. En cada uno
de ellos existían campos de
exterminio judío que se
englobaban en la llamada
“Solución Final”.

Hitler, para desarrollar su raza


superior, decidió eliminar
progresivamente a los
llamados “elementos
extraños”. Para ello los
hacinó primero en “ghetos” y
posteriormente decidió
trasladarlos a campos de
concentración con el
propósito de realizar trabajos
forzados.

Sin embargo, dentro de ellos,


gran cantidad de judíos
fueron asesinados en cámaras
de gases, cremados en
hornos, acribillados o bien
utilizados como experimentos
humanos. De estos “Campos
de la Muerte” destacan
Sobibor, Belzec, Treblinka,
Auschwitz – Birkenau y Lublin
– Majdanek, entre los más de
mil que existían en Europa.
Según cifras recogidas, se
cree que en ellos se eliminó a
más de 12.000.000 de
personas, siendo más de la
mitad víctimas judías.
Veinticinco millones de bajas.

Bajas en la segunda guerra


mundial
El costo en vidas humanas
durante la Segunda Guerra
Mundial perjudicó de
sobremanera a la Unión
Soviética (hoy Rusia), cuyas
bajas entre personal militar y
población civil se estima que
sobrepasaron los 27 millones.
Las bajas de los aliados
fueron de 44 millones, en
tanto que las de las potencias
del Eje de 11 millones.

El número de muertos de
ambos bandos en Europa
ascendió a 19 millones y las
víctimas de la guerra contra
Japón llegaron a los 6
millones.
Estados Unidos, que apenas
sufrió bajas entre la población
civil, perdió a unos 400.000
ciudadanos.

Como consecuencia de estas


ingentes pérdidas humanas y
económicas, se alteró el
equilibrio político. Gran
Bretaña, Francia y Alemania
dejaron de ser grandes
potencias desde el punto de
vista militar, posición que fue
ocupada por Estados Unidos y
la Unión Soviética,
inaugurando con ello la
llamada “Guerra Fría”.

Al final, sólo ruinas.

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