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La traducción de textos
relacionados con el
ambiente académico trae
consigo una serie de
retos, por eso, es
importante tener en cuenta
lo siguiente:
8. Todos los textos que aparecen en los sellos y marcas de agua que
validan/ratifican el documento original deben estar rigurosamente/detalladamente
traducidos.
Me gusta mucho la poesía de Emily Dickinson, escritora americana del siglo XIX,
cuyos poemas parecen letras de canciones de la segunda mitad del siglo pasado.
Dickinson escribió en/un total alrededor de 2000 poemas. Yo ya había leído en inglés
una docena de los mejores cuando encontré la edición de un libro que decía
contener/contenía su obra completa en español. Mi emoción fue tan grande que a
pesar de no gustarme las dos traducciones que conseguí leer en la librería, compré el
libro, considerando que tenía más de dos mil posibilidades/probabilidades de encontrar
algo de buen humor, de musicalidad o de agudeza en la representación de las
imágenes de los originales.
Menos de 2 horas después quedó claro que en este libro no iba a encontrar lo que
estaba buscando cuando lo compré. Las traducciones parecían bien hechas, los
términos y hasta las frases eran equivalentes/idénticos a las versiones originales, las
pérdidas de significado me parecían mínimas, hasta las selecciones léxicas y la
modulación de la lengua parecía apropiada, pero esas traducciones (en mi humilde
opinión) no eran equivalentes/similares a los originales, eran pésimas/detestables, por
una razón muy simple: eran aburridas/tediosas.
8. Todos los textos que aparecen en los sellos y marcas de agua que ratifican el
documento original deben estar detalladamente traducidos.
Me gusta mucho la poesía de Emily Dickinson, escritora americana del siglo XIX,
cuyos poemas parecen letras de canciones del siglo pasado. Dickinson escribió un
total de 2000 poemas. Yo ya había leído en inglés una docena de los mejores cuando
encontré la edición de un libro que contenía su obra completa en español. Mi emoción
fue tan grande que a pesar de no gustarme las dos traducciones que conseguí leer,
compré el libro, considerando que tenía más de dos mil probabilidades de encontrar
algo de buen humor, de musicalidad o de agudeza en la representación de las
imágenes de los originales.
Menos de 2 horas después quedó claro que en este libro no iba a encontrar lo que
estaba buscando cuando lo compré. Las traducciones parecían bien hechas, los
términos y hasta las frases eran idénticos a las versiones originales, las pérdidas de
significado me parecían mínimas, hasta las selecciones léxicas y la modulación de la
lengua parecía apropiada, pero esas traducciones (en mi opinión) no eran similares a
los originales, eran detestables, por una razón muy simple: eran tediosas.
No tardé mucho en vender ese libro, considerablemente nuevo, por una fracción de lo
que pagué por este. Así recuperé parte de la inversión, pero veo que la mayor
compensación que recibí fue aprender una gran lección en lo que se refiere a que
puede ser un error de traducción y lo que no. Quedó muy claro para mí desde esa vez,
que el significado de la expresión "error de traducción" no es tan sencillo de
establecer.
Confieso que no leí todo el libro, mi paciencia no aguantó ni 50 páginas, pero estoy
casi seguro de que en aquella traducción no fue fácil encontrar ninguno de los tipos
más graves de errores de traducción relacionados con el sentido, como el
contrasentido, sin sentido parcial o total. Tampoco me atrevería a decir que encontré
errores ortográficos, barbarismos, neologismos o préstamos lingüísticos.
GLOSARIO: