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Dr.

EDUARDO BONNÍN

ÉTICA MATRIMONIAL
FAMILIAR Y SEXUAL

SANPABLO
Dr. EDUARDO BONNÍN

ÉTICA MATRIMONIAL
FAMILIAR Y SEXUAL

SANPABLO
Con el permiso del P. Sergio Fernando Hernández Avilés, Provincial de
la Orden de las Escuelas Pías en México.

PRESENTACIÓN

Este libro pertenece a la categoría de los que son


fruto de unos apuntes de clase. Concretamente refle-
jan mi enseñanza de los últimos 27 años en diversas
instituciones teológicas de Costa Rica y Méxic-0. Está
escrito, pues, desde una experiencia y realidad lati-
noamericanas cuya problemática he intentado refle-
Jar.
Todos los derechos de esta obra están protegidos. Se prohibe su repro- Son bastantes los exalumnos que me han pedido la
dL1cción o transmisión total o parcial, incluido el diseño tipográfico y de publicación de estas páginas. Para algunos les han sido
rlada sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico, incluido fotoco- ya de utilidad en sus clases en diferentes seminarios o
piado, grabación o cualquier otro medio de almacenaje o base de datos, en cursos sobre moral matrimonial, familiar y sexual
sin el consentimiento por escrito de Ediciones Paulinas, S.A. de C.V. dirigidos a grupos de matrimonios o jóvenes. Ojalá la
edición en forma de libro pueda ampliar la difusión
de unos escritos que no aspiran tanto a la originalidad
cuanto a ser una buena síntesis.
De hecho soy deudor de diversos teólogos moralis-
Primera edición, 2001 tas que me han precedido. Especialmente quisiera citar
3ª edición, 2007 al P. Eduardo López Azpitarte, profesor en la Facul-
tad de Teología de Granada (España). A él me remito
D.R © 2001, EDICIONES PAULINAS, S.A. DE C.V. con frecuencia en la bibliografía y en las notas a pie de
Av.Taxqueña 1792 - Deleg. Coyoacán - 04250 México, D. F. página.
Presentar la moral matrimonial, familiar y sexual
Impreso y hecho en México con criterio liberador no es tarea fácil en nuestro
Printed and made in Mexico tiempo. Soy consciente de que puedo ser mal interpre-
tado, desde una u otra de las diversas tendencias que
ISBN: 970-612-430-6 enriquecen a nuestra Iglesia. Pero estas páginas soh el
ISBN: 978-970-612-430-2 fruto del cariño de un viejo profesor a sus alumnos y

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Con el permiso del P. Sergio Fernando Hernández Avilés, Provincial de
la Orden de las Escuelas Pías en México.

PRESENTACIÓN

Este libro pertenece a la categoría de los que son


fruto de unos apuntes de clase. Concretamente refle-
jan mi enseñanza de los últimos 27 años en diversas
instituciones teológicas de Costa Rica y Méxic-0. Está
escrito, pues, desde una experiencia y realidad lati-
noamericanas cuya problemática he intentado refle-
Jar.
Todos los derechos de esta obra están protegidos. Se prohibe su repro- Son bastantes los exalumnos que me han pedido la
dL1cción o transmisión total o parcial, incluido el diseño tipográfico y de publicación de estas páginas. Para algunos les han sido
rlada sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico, incluido fotoco- ya de utilidad en sus clases en diferentes seminarios o
piado, grabación o cualquier otro medio de almacenaje o base de datos, en cursos sobre moral matrimonial, familiar y sexual
sin el consentimiento por escrito de Ediciones Paulinas, S.A. de C.V. dirigidos a grupos de matrimonios o jóvenes. Ojalá la
edición en forma de libro pueda ampliar la difusión
de unos escritos que no aspiran tanto a la originalidad
cuanto a ser una buena síntesis.
De hecho soy deudor de diversos teólogos moralis-
Primera edición, 2001 tas que me han precedido. Especialmente quisiera citar
3ª edición, 2007 al P. Eduardo López Azpitarte, profesor en la Facul-
tad de Teología de Granada (España). A él me remito
D.R © 2001, EDICIONES PAULINAS, S.A. DE C.V. con frecuencia en la bibliografía y en las notas a pie de
Av.Taxqueña 1792 - Deleg. Coyoacán - 04250 México, D. F. página.
Presentar la moral matrimonial, familiar y sexual
Impreso y hecho en México con criterio liberador no es tarea fácil en nuestro
Printed and made in Mexico tiempo. Soy consciente de que puedo ser mal interpre-
tado, desde una u otra de las diversas tendencias que
ISBN: 970-612-430-6 enriquecen a nuestra Iglesia. Pero estas páginas soh el
ISBN: 978-970-612-430-2 fruto del cariño de un viejo profesor a sus alumnos y

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a sus lectores. Y ya alguien dijo en cierta ocasión que
amar era "enpeligrarse", correr riesgos.
Por otra parte este libro nace de un sincero amor
y respeto creativo al Magisterio de la Iglesia, que a lo
largo de mi vida teológica no me ha impedido nunca
respirar y actuar con la libertad de los hijos de Dios.
Ruego al lector que cualquier afirmación que pudiera
resultar ambigua sea interpretada desde este mi pro-
pósito de fidelidad.
¿Es posible escribir sobre las materias de este libro
de tal forma que la teología se convierta en eco de la
buena y alegre noticia del Evangelio de Jesús? Por lo
menos lo he intentado. El amigo lector podrá juzgar
hasta qué punto lo he conseguido.

Eduardo Bonnín, escolapio.

JJ

NOTAS DE ANTROPOLOGÍA SEXUAL


Y MATRIMONIAL

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a sus lectores. Y ya alguien dijo en cierta ocasión que
amar era "enpeligrarse", correr riesgos.
Por otra parte este libro nace de un sincero amor
y respeto creativo al Magisterio de la Iglesia, que a lo
largo de mi vida teológica no me ha impedido nunca
respirar y actuar con la libertad de los hijos de Dios.
Ruego al lector que cualquier afirmación que pudiera
resultar ambigua sea interpretada desde este mi pro-
pósito de fidelidad.
¿Es posible escribir sobre las materias de este libro
de tal forma que la teología se convierta en eco de la
buena y alegre noticia del Evangelio de Jesús? Por lo
menos lo he intentado. El amigo lector podrá juzgar
hasta qué punto lo he conseguido.

Eduardo Bonnín, escolapio.

JJ

NOTAS DE ANTROPOLOGÍA SEXUAL


Y MATRIMONIAL

6
CAPÍTULO!
LA SEXUALIDAD EN EL MUNDO
ACTUAL

l. ¿Qué es la sexualidad?

a) Hay con frecuencia en la actualidad un reduc-


cionismo de la sexualidad a la genitalidad. Cuando
el sexo sólo se relaciona con las zonas venéreas del
cuerpo humano se da una mutilación importante de
lo sexual al limitarlo a la dimensión biológica y ana tó-
mica, olvidando lo más importante, que es la dimen-
sión personal.
En este peligro han caído muchos libros de pcdago
gía sexual al reducirla a una fisiología de la sexualidad
y de la reproducción humana.
También la teología católica ha caído en el mismo
error en los manuales tradicionales cuando ha definido
la virtud de la castidad como aquella que modera el
uso de la facultad o apetito sexual. Da la impresión de
que su campo de acción se cierra dentro de un área
anatómica concreta. Algo parecido muestra la distin-
ción entre castidad perfecta e imperfecta, según haya o
no relaciones sexuales, aun en el caso de que estas sean
buenas y a veces obligatorias como en el matrimonio.

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CAPÍTULO!
LA SEXUALIDAD EN EL MUNDO
ACTUAL

l. ¿Qué es la sexualidad?

a) Hay con frecuencia en la actualidad un reduc-


cionismo de la sexualidad a la genitalidad. Cuando
el sexo sólo se relaciona con las zonas venéreas del
cuerpo humano se da una mutilación importante de
lo sexual al limitarlo a la dimensión biológica y ana tó-
mica, olvidando lo más importante, que es la dimen-
sión personal.
En este peligro han caído muchos libros de pcdago
gía sexual al reducirla a una fisiología de la sexualidad
y de la reproducción humana.
También la teología católica ha caído en el mismo
error en los manuales tradicionales cuando ha definido
la virtud de la castidad como aquella que modera el
uso de la facultad o apetito sexual. Da la impresión de
que su campo de acción se cierra dentro de un área
anatómica concreta. Algo parecido muestra la distin-
ción entre castidad perfecta e imperfecta, según haya o
no relaciones sexuales, aun en el caso de que estas sean
buenas y a veces obligatorias como en el matrimonio.

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Me parece interesante que superando la distinción tra- sí mismos y experimentan a los demás y al mundo
dicional la Congregación para la Educación Católica externo de un modo característicamente masculino o
en su documento Orientaciones educativas sobre el amor femenino. En este sentido, el simple hecho de existir
humano (1983) defina la castidad como: "La capacidad nos hace sexuales y convierte también nuestras relacio-
de orientar el instinto sexual al servicio del amor nes interpersonales en un encuentro sexual. Por eso la
y de integrarlo en el desarrollo de la persona" (nº sexualidad no es meramente un fenómeno biológico o
18). Ciertamente esto puede conseguirse teniendo o físico accidental a los seres humanos, sino parte inte-
no teniendo relaciones sexuales. Por esto es ambiguo grante de su autoexpresión y de su tarea de auto-
seguir hablando de que los religiosos hacen "voto de comunicación a los demás. En este sentido el docu-
castidad". mento Orientaciones Educativas sobre el amor humano de
Cuando se da la confusión entre sexualidad y geni- la Congregación para la Educación Católica afirma:
talidad se producen consecuencias lamentables, porque "La sexualidad es un elemento básico de la personali-
o la renuncia al ejercicio de la genitalidad supone eli- dad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comu-
minar también la dimensión sexuada de la persona (ser nicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor
casto= ser ángel) o sino se renuncia a ésta, toda rela- humano" (nº 4).
ción que se mantenga con el otro sexo estará abocada
necesariamente a la relación genital. En ambos casos la c) La genitalidad, por el contrario, hace referencia
sexualidad se vivirá de una forma deshumanizada y a la base biológica de la sexualidad y al ejercicio de
neurotizante. los impulsos genitales, es decir la libido. Es una forma
importante de vivir la relación sexuada, pero no es la
b) El concepto de sexualidad debe tener un conte- única, ni tampoco necesaria. Aceptar que somos seres
nido mucho más amplio , ya que designa las caracterís- sexuales, con diferencias fisiológicas y con distintas
ticas que determinan y condicionan el estilo peculiar repercusiones psíquicas, no supone siempre penetrar
de cada ser humano de situarse ante sí y ante los demás en la esfera de lo genital, ni la renuncia a ésta, como
como hombre o como mujer. sucede por ejemplo en el celibato por motivos religio-
Como dice la Declaración Persona Humana sobre la sos, lleva consigo una negación del se~o en el sentido
ética sexual, "en el sexo radican las notas caracterís- amplio en que lo hemos definido.
ticas que constituyen a las personas como hombres y La falta de claridad en lo anterior está en buena
mujeres en el plano biológico, psicológico y espiritual, parte en el origen del antifeminismo y de la misoginia
teniendo así mucha parte en su evolución individual de nuestra sociedad tradicional, especialmente la ecle-
y en su inserción en la sociedad" (nº 1). En consecuen- siástica. Se hizo de la mujer un objeto de tentación y
cia podemos definir la sexualidad como "la manera de deseo, que había que desvalorizar en lo posible para
de estar en el mundo y de relacionarse con el mundo evitar caer en el mal. La mujer era por sí misma una
como persona masculina o femenina". Los hombres ocasión de pecado. Pero, por otra parte, se fomentaba
y las mujeres, en cualquier momento de su existencia la idealización de la mujer, cuyo modelo se encarnaba
y en cualquier aspecto de su vida, se experimentan a en María. Parecía como si no hubiera otra posibilidad
10 11
Me parece interesante que superando la distinción tra- sí mismos y experimentan a los demás y al mundo
dicional la Congregación para la Educación Católica externo de un modo característicamente masculino o
en su documento Orientaciones educativas sobre el amor femenino. En este sentido, el simple hecho de existir
humano (1983) defina la castidad como: "La capacidad nos hace sexuales y convierte también nuestras relacio-
de orientar el instinto sexual al servicio del amor nes interpersonales en un encuentro sexual. Por eso la
y de integrarlo en el desarrollo de la persona" (nº sexualidad no es meramente un fenómeno biológico o
18). Ciertamente esto puede conseguirse teniendo o físico accidental a los seres humanos, sino parte inte-
no teniendo relaciones sexuales. Por esto es ambiguo grante de su autoexpresión y de su tarea de auto-
seguir hablando de que los religiosos hacen "voto de comunicación a los demás. En este sentido el docu-
castidad". mento Orientaciones Educativas sobre el amor humano de
Cuando se da la confusión entre sexualidad y geni- la Congregación para la Educación Católica afirma:
talidad se producen consecuencias lamentables, porque "La sexualidad es un elemento básico de la personali-
o la renuncia al ejercicio de la genitalidad supone eli- dad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comu-
minar también la dimensión sexuada de la persona (ser nicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor
casto= ser ángel) o sino se renuncia a ésta, toda rela- humano" (nº 4).
ción que se mantenga con el otro sexo estará abocada
necesariamente a la relación genital. En ambos casos la c) La genitalidad, por el contrario, hace referencia
sexualidad se vivirá de una forma deshumanizada y a la base biológica de la sexualidad y al ejercicio de
neurotizante. los impulsos genitales, es decir la libido. Es una forma
importante de vivir la relación sexuada, pero no es la
b) El concepto de sexualidad debe tener un conte- única, ni tampoco necesaria. Aceptar que somos seres
nido mucho más amplio , ya que designa las caracterís- sexuales, con diferencias fisiológicas y con distintas
ticas que determinan y condicionan el estilo peculiar repercusiones psíquicas, no supone siempre penetrar
de cada ser humano de situarse ante sí y ante los demás en la esfera de lo genital, ni la renuncia a ésta, como
como hombre o como mujer. sucede por ejemplo en el celibato por motivos religio-
Como dice la Declaración Persona Humana sobre la sos, lleva consigo una negación del se~o en el sentido
ética sexual, "en el sexo radican las notas caracterís- amplio en que lo hemos definido.
ticas que constituyen a las personas como hombres y La falta de claridad en lo anterior está en buena
mujeres en el plano biológico, psicológico y espiritual, parte en el origen del antifeminismo y de la misoginia
teniendo así mucha parte en su evolución individual de nuestra sociedad tradicional, especialmente la ecle-
y en su inserción en la sociedad" (nº 1). En consecuen- siástica. Se hizo de la mujer un objeto de tentación y
cia podemos definir la sexualidad como "la manera de deseo, que había que desvalorizar en lo posible para
de estar en el mundo y de relacionarse con el mundo evitar caer en el mal. La mujer era por sí misma una
como persona masculina o femenina". Los hombres ocasión de pecado. Pero, por otra parte, se fomentaba
y las mujeres, en cualquier momento de su existencia la idealización de la mujer, cuyo modelo se encarnaba
y en cualquier aspecto de su vida, se experimentan a en María. Parecía como si no hubiera otra posibilidad
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de elegir que entre Eva, la tentadora, y la Virgen, mien- R. Affemann (p. 142) describe lo anterior en los
tras que entre ambos extremos se escapaba la realidad siguientes términos: "En cada encuentro entre el
de la mujer con la que el hombre tiene que relacionarse hombre y la mujer, si los dos son verdaderamente
todos los días, especialmente en el mundo actual. hombre y mujer, se constituye un campo erótico. Este
Los libros acerca de la psicología del mexicano nos campo ejerce su influencia aun cuando no lleguen a
hablan de una confusión parecida cuando nos mues- enamorarse, ni a flirtear, ni mucho menos a iniciar
tran la distinción típicamente machista que se hace un amor. El campo de irradiación erótico provoca sus
entre la propia madre, novia, esposa o hija y el resto de efectos entre esas dos personas que se encuentran. Si
las mujeres, como si estas últimas fueran una especie además son capaces de hablar desde su manera de ser
aparte que pudiera tratarse impunemente como sim- y entre sí y de abrirse mutuamente, se sentirán cambia-
ples objetos sexuales o, mejor, genitales. 1 dos en su propio ser gracias al otro. Esta es la manera
como el hombre y la mujer se influencian mutuamente,
d) Relacionada con la distinción entre sexualidad y por ejemplo en el puesto de trabajo o en otro lugar
genitalidad está la diferencia que hace Antonio Hor- cualquiera en que se relacionen".
telano en sus libros entre "sexualidad conyugal" y
"sexualidad difusa". La primera se expresa plenamente
en la unión genital entre los dos sexos, mientras que la 2. Cómo se ha vivido la sexualidad a través de la historia
..,egunda se manifiesta en el modo típico de ser mascu-
lino o femenino que impregna toda relación entre un La sexualidad se ha vivido siempre en el marco de
hombre y una mujer. Esto significa que puede darse una determinada cultura. Con esto no pretendemos
una auténtica colaboración y amistad entre personas decir, como opina una moral meramente sociológica,
de distintos sexos, sin que esta relación tenga que des- que el bien ético sexual coincida con el comporta-
embocar en lo genital. Claro que para esto se requieren miento moral de la mayoría. Pero sin caer en ninguna
una madurez y una prudencia que deben saber unirse ética de situación no podemos negar el hecho de que
con la fidelidad a los propios compromisos. Como dice el fenómeno de la sexualidad se ha vivido y se ha valo-
el autor antes mencionado "quien no esté seguro en su rado a través de la historia bajo múltiples formas dis-
matrimonio o en su celibato no puede permitirse el lujo tintas. Estas variaciones se han dado también en las
de jugar a la sexualidad difusa". 2 distintas comunidades cristianas y en la historia de la
teología moral.
Lo relacionado con el sexo ha resultado, sin
l. Octavio Paz habla de dos modelos de mujer para el varón mexi- embargo, siempre para los seres humanos un misterio
cano: Guadalupe o la madre virgen y la Chingada o la madre violada: El
laberintode la soledad,ed. FCE, México 1976, p.77. Cf. Santiago Ramírez. asombroso, fascinante y enigmático. Es lógico que,
El mexicano.Psicologíade sus motivaciones.Ed. Grijalbo. México D.F. 198l5, sobre todo en las culturas más antiguas, pero también
pp. 129-138. Ver también María Teresa Doring. El mexicanoante la sexua- en las más recientes, haya sido un campo abonado para
lidad.Ed. Hispánicas, México D.F. 1990.
2. Cf. A. Hortelano. El amor y lafamilia en las nuevas perspectivascris- el nacimiento de toda clase de tabúes. Lo sexual-genital
tianas.Ed. Sígueme, Salamanca 1974, pp. 29-31. pareciera ser algo cuyo solo contacto mancha, cuya vio-

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de elegir que entre Eva, la tentadora, y la Virgen, mien- R. Affemann (p. 142) describe lo anterior en los
tras que entre ambos extremos se escapaba la realidad siguientes términos: "En cada encuentro entre el
de la mujer con la que el hombre tiene que relacionarse hombre y la mujer, si los dos son verdaderamente
todos los días, especialmente en el mundo actual. hombre y mujer, se constituye un campo erótico. Este
Los libros acerca de la psicología del mexicano nos campo ejerce su influencia aun cuando no lleguen a
hablan de una confusión parecida cuando nos mues- enamorarse, ni a flirtear, ni mucho menos a iniciar
tran la distinción típicamente machista que se hace un amor. El campo de irradiación erótico provoca sus
entre la propia madre, novia, esposa o hija y el resto de efectos entre esas dos personas que se encuentran. Si
las mujeres, como si estas últimas fueran una especie además son capaces de hablar desde su manera de ser
aparte que pudiera tratarse impunemente como sim- y entre sí y de abrirse mutuamente, se sentirán cambia-
ples objetos sexuales o, mejor, genitales. 1 dos en su propio ser gracias al otro. Esta es la manera
como el hombre y la mujer se influencian mutuamente,
d) Relacionada con la distinción entre sexualidad y por ejemplo en el puesto de trabajo o en otro lugar
genitalidad está la diferencia que hace Antonio Hor- cualquiera en que se relacionen".
telano en sus libros entre "sexualidad conyugal" y
"sexualidad difusa". La primera se expresa plenamente
en la unión genital entre los dos sexos, mientras que la 2. Cómo se ha vivido la sexualidad a través de la historia
..,egunda se manifiesta en el modo típico de ser mascu-
lino o femenino que impregna toda relación entre un La sexualidad se ha vivido siempre en el marco de
hombre y una mujer. Esto significa que puede darse una determinada cultura. Con esto no pretendemos
una auténtica colaboración y amistad entre personas decir, como opina una moral meramente sociológica,
de distintos sexos, sin que esta relación tenga que des- que el bien ético sexual coincida con el comporta-
embocar en lo genital. Claro que para esto se requieren miento moral de la mayoría. Pero sin caer en ninguna
una madurez y una prudencia que deben saber unirse ética de situación no podemos negar el hecho de que
con la fidelidad a los propios compromisos. Como dice el fenómeno de la sexualidad se ha vivido y se ha valo-
el autor antes mencionado "quien no esté seguro en su rado a través de la historia bajo múltiples formas dis-
matrimonio o en su celibato no puede permitirse el lujo tintas. Estas variaciones se han dado también en las
de jugar a la sexualidad difusa". 2 distintas comunidades cristianas y en la historia de la
teología moral.
Lo relacionado con el sexo ha resultado, sin
l. Octavio Paz habla de dos modelos de mujer para el varón mexi- embargo, siempre para los seres humanos un misterio
cano: Guadalupe o la madre virgen y la Chingada o la madre violada: El
laberintode la soledad,ed. FCE, México 1976, p.77. Cf. Santiago Ramírez. asombroso, fascinante y enigmático. Es lógico que,
El mexicano.Psicologíade sus motivaciones.Ed. Grijalbo. México D.F. 198l5, sobre todo en las culturas más antiguas, pero también
pp. 129-138. Ver también María Teresa Doring. El mexicanoante la sexua- en las más recientes, haya sido un campo abonado para
lidad.Ed. Hispánicas, México D.F. 1990.
2. Cf. A. Hortelano. El amor y lafamilia en las nuevas perspectivascris- el nacimiento de toda clase de tabúes. Lo sexual-genital
tianas.Ed. Sígueme, Salamanca 1974, pp. 29-31. pareciera ser algo cuyo solo contacto mancha, cuya vio-

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ladón produce el castigo automático de la divinidad. variadas formas. Desde la antigüedad clásica con Epi-
De ahí la necesidad, por ejemplo, de las purificaciones curo y los que, según san Pablo, en la comunidad de
rituales relacionadas con lo sexual que encontramos Corinto opinaban que "todo me es lícito" (lCor 6,12),
en todos los pueblos primitivos, incluyendo el pueblo hasta los actuales partidarios de la "revolución sexual",
israelita (cf. Lev 15,16-24). pasando por ciertas formas del pensamiento renacen-
Frente a la actitud de miedo y recelo ante la sexua- tista, se ha repetido poco más o menos la misma idea:
lidad siempre se ha encontrado un camino para poder el ser humano debe reconciliarse con el placer sexual
acercarse a ella sin temor: el del mito, cuya función ya que éste siempre es bueno moralmente, pues mani-
consiste en convertirla en algo sagrado, relacionado fiesta exigencias naturales de las que no se puede huir
con el mundo de los dioses. En este sentido el mito sin perturbar la felicidad y la armonía de la persona-
?omete la sexualidad a la religión, para así manipu- lidad humana. La libertad total en la exposición y la
larla y someterla mejor. De ahí el sentido religioso que utilización del propio cuerpo se proclaman como un
se descubre, incluso, en las orgías y en la prostitución mensaje de salvación.
sagrada. Participar en estos ritos sexuales no es enton-
ces un acto pecaminoso, sino un pretendido encuentro
con la divinidad. 3. Lo sexual en nuestro tiempo
Esta doble postura de rechazo y acercamiento a lo
xual-genital se ha manifestado de muchas maneras Dentro de lo que en algunos documentos de la
a través de la historia. La primera o postura puritana Iglesia se llama la "adveniente cultura universal" (cf.
la han compartido los gnósticos de los primeros siglos Puebla nº 421; Santo Domingo nº 252) o cultura global,
de la era cristiana, los maniqueos (cuyas ideas abrazó y que puede vivirse de manera bastante diversa, por
san Agustín en su juventud), la filosofía estoica del ejemplo en las clases medias europeas y norteamerica-
ambiente greco-romano, los cátaros en la Edad Media, nas o en las clases populares latinoamericanas, todo lo
los alumbrados del Renacimiento, los jansenistas del referente a la sexualidad ha cobrado una gran impor-
siglo XVIII y los partidarios de la moral victoriana en tancia.
el siglo pasado. Todos han mantenido una mentalidad En el modo actual de vivirse el fenómeno sexual
parecida: desconfianza y temor frente a lo relacionado podemos descubrir aspectos positivos y negativos,
con el cuerpo, el placer, la sexualidad y el matrimonio. entendiendo por positivos aquéllos que ayudan a una
El espíritu, según ellos, tiene que avergonzarse de todo mayor humanización de la persona y de la sociedad, y
lo que tiene relación con el instinto sexual, ya que éste por negativos aquéllos que la obstaculizan.
lleva a un ofuscamiento de la razón que la priva de su 1
dignidad. ASPECTOS POSITIVOS: Podemos reducirlos a una
La otra actitud, la que podemos llamar postura mayor libertad, una mayor verdad y una mayor socia-
hedonista o permisivismo sexual, tampoco ha faltado a lización en lo sexual.
través de los tiempos: el hombre, en su opinión, debe a) La liberalización sexual: En contraposición a
optar por el disfrute del placer sin miedo en sus más modos de pensar preponderantes en otras épocas lo

14 15
ladón produce el castigo automático de la divinidad. variadas formas. Desde la antigüedad clásica con Epi-
De ahí la necesidad, por ejemplo, de las purificaciones curo y los que, según san Pablo, en la comunidad de
rituales relacionadas con lo sexual que encontramos Corinto opinaban que "todo me es lícito" (lCor 6,12),
en todos los pueblos primitivos, incluyendo el pueblo hasta los actuales partidarios de la "revolución sexual",
israelita (cf. Lev 15,16-24). pasando por ciertas formas del pensamiento renacen-
Frente a la actitud de miedo y recelo ante la sexua- tista, se ha repetido poco más o menos la misma idea:
lidad siempre se ha encontrado un camino para poder el ser humano debe reconciliarse con el placer sexual
acercarse a ella sin temor: el del mito, cuya función ya que éste siempre es bueno moralmente, pues mani-
consiste en convertirla en algo sagrado, relacionado fiesta exigencias naturales de las que no se puede huir
con el mundo de los dioses. En este sentido el mito sin perturbar la felicidad y la armonía de la persona-
?omete la sexualidad a la religión, para así manipu- lidad humana. La libertad total en la exposición y la
larla y someterla mejor. De ahí el sentido religioso que utilización del propio cuerpo se proclaman como un
se descubre, incluso, en las orgías y en la prostitución mensaje de salvación.
sagrada. Participar en estos ritos sexuales no es enton-
ces un acto pecaminoso, sino un pretendido encuentro
con la divinidad. 3. Lo sexual en nuestro tiempo
Esta doble postura de rechazo y acercamiento a lo
xual-genital se ha manifestado de muchas maneras Dentro de lo que en algunos documentos de la
a través de la historia. La primera o postura puritana Iglesia se llama la "adveniente cultura universal" (cf.
la han compartido los gnósticos de los primeros siglos Puebla nº 421; Santo Domingo nº 252) o cultura global,
de la era cristiana, los maniqueos (cuyas ideas abrazó y que puede vivirse de manera bastante diversa, por
san Agustín en su juventud), la filosofía estoica del ejemplo en las clases medias europeas y norteamerica-
ambiente greco-romano, los cátaros en la Edad Media, nas o en las clases populares latinoamericanas, todo lo
los alumbrados del Renacimiento, los jansenistas del referente a la sexualidad ha cobrado una gran impor-
siglo XVIII y los partidarios de la moral victoriana en tancia.
el siglo pasado. Todos han mantenido una mentalidad En el modo actual de vivirse el fenómeno sexual
parecida: desconfianza y temor frente a lo relacionado podemos descubrir aspectos positivos y negativos,
con el cuerpo, el placer, la sexualidad y el matrimonio. entendiendo por positivos aquéllos que ayudan a una
El espíritu, según ellos, tiene que avergonzarse de todo mayor humanización de la persona y de la sociedad, y
lo que tiene relación con el instinto sexual, ya que éste por negativos aquéllos que la obstaculizan.
lleva a un ofuscamiento de la razón que la priva de su 1
dignidad. ASPECTOS POSITIVOS: Podemos reducirlos a una
La otra actitud, la que podemos llamar postura mayor libertad, una mayor verdad y una mayor socia-
hedonista o permisivismo sexual, tampoco ha faltado a lización en lo sexual.
través de los tiempos: el hombre, en su opinión, debe a) La liberalización sexual: En contraposición a
optar por el disfrute del placer sin miedo en sus más modos de pensar preponderantes en otras épocas lo

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sexual ha dejado de ser un fenómeno enigmático y si es sincero, nunca será un obstáculo a la moral, sino
misterioso, del que es mejor no hablar y cuyo ejercicio una ayuda para su mayor perfeccionamiento. En este
está lleno de prohibiciones. A esto ha contribuido sin sentido la ética del subconsciente ha supuesto un gran
duda un mejor conocimiento científico de las cues- avance. Poder descubrir la dimensión sexual inmadura
tiones relacionadas con la reproducción humana y el que se da en conductas a primera vista lejanas de esta
aporte que el psicoanálisis y otras escuelas han hecho esfera, es un medio para buscar un compromiso y una
para un mejor dominio del subconsciente humano. exigencia mayor en la vida moral. Sin caer en un pan-
Pero lo anterior se debe también al carácter libe- sexualismo ya superado en los medios científicamente
rador tan acentuado hoy día en todas las esferas del serios hay que liberar al sexo de la cárcel en que lo
pensar y del actuar humanos (pensemos p.e. en el arte, mantenían preso la ignorancia y el silencio. Esto ayu-
en la economía o en la política). La persona ya no dará a superar ciertos estados neuróticos provocados a
soporta la sujeción a tabúes y a prohibiciones exterio- veces por una moral cristiana mal entendida.
res, cuyas razones le son ocultadas por las clases diri-
gentes, incluidas las eclesiásticas. Las personas desean c) El descubrimiento de la dimensión social de la
actuar según su conciencia y saber la racionalidad de sexualidad: Lo sexual no puede reducirse a la "moral
los mandamientos o prohibiciones que se les propo- individual". No es sólo una forma de autorrealización
nen. Para eso hay que hablar claro en materia sexual personal en el encuentro con el otro, sino un factor
y, como dice una frase que se repite con frecuencia, importante de socialización, que traspasa incluso el
"no debemos avergonzarnos de hablar de aquello que ámbito familiar, para tener repercusiones muy impor-
Dios no se avergonzó de crear". Esto ha supuesto tantes en la tarea de hacer más libres y más humanas
un rechazo beneficioso de las formas oscurantistas de las estructuras culturales, económicas y políticas de
otros tiempos, alimentadas por la ignorancia, los pre,.. nuestra sociedad. Uno de los méritos de la obra del
juicios y toda una serie de presiones sociales que obli- filósofo Herbert Marcuse, sobre todo en su libro Erosy
gaban a determinados comportamientos por miedo al civilización, fue el hacer resaltar este aspecto. La autén-
castigo de un Dios lejano y sombrío que parecía com- tica liberación sexual no termina en sí misma, sino que
placerse en impedir todo placer y felicidad al hombre forma parte de la libertad que el hombre ha de con-
en este mundo. quistar en todas las esferas de su actividad. De hecho,
En cuanto busca una mayor madurez y una auto- hay toda una serie de cuestiones éticas sexuales que no
nomía ética bien entendida, los cristianos no podemos pueden plantearse debidamente sino es en el ámbito
oponernos a que la vida sexual sea vivida en un de la ética social. Podemos también decir que la huma-
ambiente de mayor felicidad, libertad y responsa- nización de la vida política y económica es imprescin-
bilidad. dible para que se dé una verdadera liberación de la
sexualidad. Esta ha de ser un ingrediente de la libe-
b) El final de la clandestinidad sexual: Se vive actual- ración político-económica-cultural, y todas han de ser
mente la necesidad de sustituir el terror y la represión vividas por el cristiano como integrantes de esa radi-
por la verdad del sexo. Este acercamiento a la verdad, cal liberación evangélica que es fruto del Espíritu y que

16 17
sexual ha dejado de ser un fenómeno enigmático y si es sincero, nunca será un obstáculo a la moral, sino
misterioso, del que es mejor no hablar y cuyo ejercicio una ayuda para su mayor perfeccionamiento. En este
está lleno de prohibiciones. A esto ha contribuido sin sentido la ética del subconsciente ha supuesto un gran
duda un mejor conocimiento científico de las cues- avance. Poder descubrir la dimensión sexual inmadura
tiones relacionadas con la reproducción humana y el que se da en conductas a primera vista lejanas de esta
aporte que el psicoanálisis y otras escuelas han hecho esfera, es un medio para buscar un compromiso y una
para un mejor dominio del subconsciente humano. exigencia mayor en la vida moral. Sin caer en un pan-
Pero lo anterior se debe también al carácter libe- sexualismo ya superado en los medios científicamente
rador tan acentuado hoy día en todas las esferas del serios hay que liberar al sexo de la cárcel en que lo
pensar y del actuar humanos (pensemos p.e. en el arte, mantenían preso la ignorancia y el silencio. Esto ayu-
en la economía o en la política). La persona ya no dará a superar ciertos estados neuróticos provocados a
soporta la sujeción a tabúes y a prohibiciones exterio- veces por una moral cristiana mal entendida.
res, cuyas razones le son ocultadas por las clases diri-
gentes, incluidas las eclesiásticas. Las personas desean c) El descubrimiento de la dimensión social de la
actuar según su conciencia y saber la racionalidad de sexualidad: Lo sexual no puede reducirse a la "moral
los mandamientos o prohibiciones que se les propo- individual". No es sólo una forma de autorrealización
nen. Para eso hay que hablar claro en materia sexual personal en el encuentro con el otro, sino un factor
y, como dice una frase que se repite con frecuencia, importante de socialización, que traspasa incluso el
"no debemos avergonzarnos de hablar de aquello que ámbito familiar, para tener repercusiones muy impor-
Dios no se avergonzó de crear". Esto ha supuesto tantes en la tarea de hacer más libres y más humanas
un rechazo beneficioso de las formas oscurantistas de las estructuras culturales, económicas y políticas de
otros tiempos, alimentadas por la ignorancia, los pre,.. nuestra sociedad. Uno de los méritos de la obra del
juicios y toda una serie de presiones sociales que obli- filósofo Herbert Marcuse, sobre todo en su libro Erosy
gaban a determinados comportamientos por miedo al civilización, fue el hacer resaltar este aspecto. La autén-
castigo de un Dios lejano y sombrío que parecía com- tica liberación sexual no termina en sí misma, sino que
placerse en impedir todo placer y felicidad al hombre forma parte de la libertad que el hombre ha de con-
en este mundo. quistar en todas las esferas de su actividad. De hecho,
En cuanto busca una mayor madurez y una auto- hay toda una serie de cuestiones éticas sexuales que no
nomía ética bien entendida, los cristianos no podemos pueden plantearse debidamente sino es en el ámbito
oponernos a que la vida sexual sea vivida en un de la ética social. Podemos también decir que la huma-
ambiente de mayor felicidad, libertad y responsa- nización de la vida política y económica es imprescin-
bilidad. dible para que se dé una verdadera liberación de la
sexualidad. Esta ha de ser un ingrediente de la libe-
b) El final de la clandestinidad sexual: Se vive actual- ración político-económica-cultural, y todas han de ser
mente la necesidad de sustituir el terror y la represión vividas por el cristiano como integrantes de esa radi-
por la verdad del sexo. Este acercamiento a la verdad, cal liberación evangélica que es fruto del Espíritu y que

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se expresa en la llamada civilización del amor. Para el tabúes por otros. La represión exagerada de antes y el
cristiano la moral sexual tiene que ser también evange- desenfreno de ahora tienen una misma raíz: la escla-
lio, una buena y alegre noticia de salvación. vitud y la sumisión ante la sexualidad como destino.
Harvey Cox lo ha demostrado muy bien en su libro
ASPECTOS NEGATIVOS: La ciudadsecularcon respecto a la sociedad norteameri-
a) La revolución sexual como creación de un nuevo cana.
mito: Sin negar los aspectos positivos, la revolución La peor consecuencia de la. actual esclavitud sexo-
sexual de nuestro tiempo está llena de profundas genital reside en la deshumanización en que ha caído
ambigüedades. La ruptura con las posturas puritanas la sexualidad. En lugar de ser un lenguaje y un signo
de otros tiempos ha sido llevada a veces hasta el de amor, se convierte en algo sin sentido, in-signifi-
extremo opuesto. cante. El sexo, al experimentar la pérdida del amor y de
W. Reich 3 es para muchos el símbolo de este auto- la ternura, se convierte sólo en una forma de diversión
denominado movimiento progresista. Su tesis funda- y entretenimiento alienante.
mental es que el ser humano debe buscar el placer en
todas sus posibilidades, sin ninguna limitación prohi- b) La sexualidad como objeto de consumo: Al con-
bitiva, siempre que no se ejerza violencia contra nadie. vertir el hombre en un simple "mono desnudo" (Des-
Reich afirma: "La esencia de la regulación por la eco- mond Morris) y al romper su relación con la persona,
nomía sexual consiste en el rechazo de toda norma o el sexo se convierte en un objeto de consumo al servi-
regla absoluta y en el reconocimiento de la voluntad cio de los intereses económicos de las multinacionales
de vivir y de la alegría como ordenadores de la vida · que dominan la economía mundial. ¿Cómo se le puede
social". 4 J. Van Ussel, otro de los autores de esta línea, pedir a un hombre que sea fiel a su mujer toda la vida,
dice: "Llamaremos libre a aquella sociedad en la cual cuando se le incita a cambiar de carro cada año? (cf.
vengan aceptadas sin ninguna limitación la masturba- R. Affemann, pp. 88-92 y 103-108).5
ción, los juegos sexuales entre adolescentes, el coito Se vende abundantemente el sexo para que el
prematrimonial, la homosexualidad, todas las posturas pueblo se olvide de problemas más fundamentales y
del coito, así como todas las otras formas de relación prioritarios, pero que los que tienen el poder prefieren
sexual diversas del coito". Las revistas pornográficas, no compartir con las mayorías. Se busca la fabricación
el cine erótico y otros espectáculos se encargan de de necesidades artificiales y se utiliza ampliamente
animar a la gente para que lleve a la práctica este tipo la sexualidad genital con fines puramente lucrativos.
de libertad. Basta constatar el uso que se hace de la mujer en el
Todo esto ha llevado desgraciadamente a levantar campo de la publicidad: se la convierte en un mero
altares al nuevo ídolo del sexo. Se han sustituido unos objeto sexual. Y esto lo realizan aquellos mismos que se
dicen defensores de un mundo libre y democrático. En
3. Cf. su libro La revolución sexual. Ed. Roca, México D.F. 1983. Sobre
el pensamiento de Reich cf. M.Simon. Comprenderla sexualidadhoy. Ed. Sal
Terrae, Santander 1980, pp. 73-98. 5. Cuando una cita se encuentra en el texto, significa que se refiere a
4. Cf. o.e. p. 39. un libro de la bibliografía situada al final del capítulo.

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se expresa en la llamada civilización del amor. Para el tabúes por otros. La represión exagerada de antes y el
cristiano la moral sexual tiene que ser también evange- desenfreno de ahora tienen una misma raíz: la escla-
lio, una buena y alegre noticia de salvación. vitud y la sumisión ante la sexualidad como destino.
Harvey Cox lo ha demostrado muy bien en su libro
ASPECTOS NEGATIVOS: La ciudadsecularcon respecto a la sociedad norteameri-
a) La revolución sexual como creación de un nuevo cana.
mito: Sin negar los aspectos positivos, la revolución La peor consecuencia de la. actual esclavitud sexo-
sexual de nuestro tiempo está llena de profundas genital reside en la deshumanización en que ha caído
ambigüedades. La ruptura con las posturas puritanas la sexualidad. En lugar de ser un lenguaje y un signo
de otros tiempos ha sido llevada a veces hasta el de amor, se convierte en algo sin sentido, in-signifi-
extremo opuesto. cante. El sexo, al experimentar la pérdida del amor y de
W. Reich 3 es para muchos el símbolo de este auto- la ternura, se convierte sólo en una forma de diversión
denominado movimiento progresista. Su tesis funda- y entretenimiento alienante.
mental es que el ser humano debe buscar el placer en
todas sus posibilidades, sin ninguna limitación prohi- b) La sexualidad como objeto de consumo: Al con-
bitiva, siempre que no se ejerza violencia contra nadie. vertir el hombre en un simple "mono desnudo" (Des-
Reich afirma: "La esencia de la regulación por la eco- mond Morris) y al romper su relación con la persona,
nomía sexual consiste en el rechazo de toda norma o el sexo se convierte en un objeto de consumo al servi-
regla absoluta y en el reconocimiento de la voluntad cio de los intereses económicos de las multinacionales
de vivir y de la alegría como ordenadores de la vida · que dominan la economía mundial. ¿Cómo se le puede
social". 4 J. Van Ussel, otro de los autores de esta línea, pedir a un hombre que sea fiel a su mujer toda la vida,
dice: "Llamaremos libre a aquella sociedad en la cual cuando se le incita a cambiar de carro cada año? (cf.
vengan aceptadas sin ninguna limitación la masturba- R. Affemann, pp. 88-92 y 103-108).5
ción, los juegos sexuales entre adolescentes, el coito Se vende abundantemente el sexo para que el
prematrimonial, la homosexualidad, todas las posturas pueblo se olvide de problemas más fundamentales y
del coito, así como todas las otras formas de relación prioritarios, pero que los que tienen el poder prefieren
sexual diversas del coito". Las revistas pornográficas, no compartir con las mayorías. Se busca la fabricación
el cine erótico y otros espectáculos se encargan de de necesidades artificiales y se utiliza ampliamente
animar a la gente para que lleve a la práctica este tipo la sexualidad genital con fines puramente lucrativos.
de libertad. Basta constatar el uso que se hace de la mujer en el
Todo esto ha llevado desgraciadamente a levantar campo de la publicidad: se la convierte en un mero
altares al nuevo ídolo del sexo. Se han sustituido unos objeto sexual. Y esto lo realizan aquellos mismos que se
dicen defensores de un mundo libre y democrático. En
3. Cf. su libro La revolución sexual. Ed. Roca, México D.F. 1983. Sobre
el pensamiento de Reich cf. M.Simon. Comprenderla sexualidadhoy. Ed. Sal
Terrae, Santander 1980, pp. 73-98. 5. Cuando una cita se encuentra en el texto, significa que se refiere a
4. Cf. o.e. p. 39. un libro de la bibliografía situada al final del capítulo.

18 19
realidad se produce una poderosísima manipulación, debería obtener con la calidad humana del verdadero
que no es sino una forma de violencia psíquica que y humanizante encuentro sexual. Cuando el sexo ya
entorpece la capacidad de juicio y dificulta sutilmente aburre, se da entonces fácilmente el paso del sexo a la
el ejercicio de la libertad. El bombardeo de imágenes y droga (d. R.Affemann, pp. 105-107).
estímulos sexuales a que se ven sometidos, sobre todo Definitivamente hay que afirmar que el permisi-
los jóvenes, es una verdadera tiranía, cuya paradoja es vismo sexual conduce al vacío. La sexualidad requiere
que se instala en un ambiente en el que se afirma como un cauce para que se convierta en una expresión
un dogma la total libertad en lo que se refiere a los humana. Para ello es necesario descubrir los valores
comportamientos sexuales. En realidad el sexo se con- que en ella se encierran desde la perspectiva de una
vierte en una droga. antropología integral, y por tanto abierta a la perspec-
tiva del Reino de Dios, también en este campo de la
~) El cansancio, el hastío y la decepción del sexo: La sexualidad.
consecuencia última del actual desenfreno sexual es un
sentimiento hondo de vacío, decepción y aburrimiento. Bibliografía
El sexo no se vive como un encuentro personal, sino
l. Rudolf Affemann. La sexualidaden la vida de los jóvenes. Ed.
como una forma de entretenimiento y diversión, como
Sal Terrae, Santander 1979, pp. 79-111.
si se tratara de un juego pasajero. El compañero sexual 2. Tony Anatrella. El sexo olvidado.Ed. Sal Terrae, Santander
es un juguete al que podemos echar tranquilamente al 1994.
bote de la basura cuando nos hemos cansado de él. El 3. Harvey Cox. La ciudad secular. Ed. PP.nínsula, Barcelona
"úselo y tírelo" es el proceder que se recomienda. 1968, pp. 213-238.
4. María Teresa Doring. El mexicanoante la sexualidad.Ed. His-
Pero cuando sólo queda el placer instantáneo, cuando
pánicas, México 1990. ,
el sexo se convierte en un campeonato para ver quién 5. Eduardo López Azpitarte. Eticade la sexualidady del matrimo-
consigue más y mejores orgasmos, el hastío se apodera nio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 11-41. Hay edición mexicana
del ser humano, que no puede quedarse satisfecho con en Ed. Paulinas, México 1994.
6. A. Lucisano - M.L. Di Pietro. Sexualidadhumana. Ed. San
tales experiencias. Es el desencanto de algo que ya
Pablo, Madrid 1995.
resulta aburrido y frustrante, aunque se repita obsesiva- 7. Herbert Marcuse. Eros y civilización.Ed. Joaquín Mortiz,
mente. De hecho en algunos países hay síntomas de que México 1965.
se ha llegado a un punto de saturación. 8. Michel Simon. Comprenderla sexualidadhoy. Ed. Sal Terrae,
En el extremo de la pendiente sexual aparece la Santander 1980.
9. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad(Moral de
posibilidad próxima de la perversión, como un escape
actitudesII-2ª). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 81-93.
para encontrar nuevos y originales estímulos, cuando
lo normal no rompe ya la monotonía. Parece un hecho
comprobado que allí donde más se han facilitado las
experiencias sexuales, el índice de comportamientos
anormales ha ido aumentando. Se intenta inútilmente
conseguir con la cantidad y la diversidad lo que se
21
20
realidad se produce una poderosísima manipulación, debería obtener con la calidad humana del verdadero
que no es sino una forma de violencia psíquica que y humanizante encuentro sexual. Cuando el sexo ya
entorpece la capacidad de juicio y dificulta sutilmente aburre, se da entonces fácilmente el paso del sexo a la
el ejercicio de la libertad. El bombardeo de imágenes y droga (d. R.Affemann, pp. 105-107).
estímulos sexuales a que se ven sometidos, sobre todo Definitivamente hay que afirmar que el permisi-
los jóvenes, es una verdadera tiranía, cuya paradoja es vismo sexual conduce al vacío. La sexualidad requiere
que se instala en un ambiente en el que se afirma como un cauce para que se convierta en una expresión
un dogma la total libertad en lo que se refiere a los humana. Para ello es necesario descubrir los valores
comportamientos sexuales. En realidad el sexo se con- que en ella se encierran desde la perspectiva de una
vierte en una droga. antropología integral, y por tanto abierta a la perspec-
tiva del Reino de Dios, también en este campo de la
~) El cansancio, el hastío y la decepción del sexo: La sexualidad.
consecuencia última del actual desenfreno sexual es un
sentimiento hondo de vacío, decepción y aburrimiento. Bibliografía
El sexo no se vive como un encuentro personal, sino
l. Rudolf Affemann. La sexualidaden la vida de los jóvenes. Ed.
como una forma de entretenimiento y diversión, como
Sal Terrae, Santander 1979, pp. 79-111.
si se tratara de un juego pasajero. El compañero sexual 2. Tony Anatrella. El sexo olvidado.Ed. Sal Terrae, Santander
es un juguete al que podemos echar tranquilamente al 1994.
bote de la basura cuando nos hemos cansado de él. El 3. Harvey Cox. La ciudad secular. Ed. PP.nínsula, Barcelona
"úselo y tírelo" es el proceder que se recomienda. 1968, pp. 213-238.
4. María Teresa Doring. El mexicanoante la sexualidad.Ed. His-
Pero cuando sólo queda el placer instantáneo, cuando
pánicas, México 1990. ,
el sexo se convierte en un campeonato para ver quién 5. Eduardo López Azpitarte. Eticade la sexualidady del matrimo-
consigue más y mejores orgasmos, el hastío se apodera nio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 11-41. Hay edición mexicana
del ser humano, que no puede quedarse satisfecho con en Ed. Paulinas, México 1994.
6. A. Lucisano - M.L. Di Pietro. Sexualidadhumana. Ed. San
tales experiencias. Es el desencanto de algo que ya
Pablo, Madrid 1995.
resulta aburrido y frustrante, aunque se repita obsesiva- 7. Herbert Marcuse. Eros y civilización.Ed. Joaquín Mortiz,
mente. De hecho en algunos países hay síntomas de que México 1965.
se ha llegado a un punto de saturación. 8. Michel Simon. Comprenderla sexualidadhoy. Ed. Sal Terrae,
En el extremo de la pendiente sexual aparece la Santander 1980.
9. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad(Moral de
posibilidad próxima de la perversión, como un escape
actitudesII-2ª). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 81-93.
para encontrar nuevos y originales estímulos, cuando
lo normal no rompe ya la monotonía. Parece un hecho
comprobado que allí donde más se han facilitado las
experiencias sexuales, el índice de comportamientos
anormales ha ido aumentando. Se intenta inútilmente
conseguir con la cantidad y la diversidad lo que se
21
20
ayuden para una lectura de la sexualidad como fenó-
meno humano. Para hacer realidad el mandamiento
supremo del amor en el campo de la sexualidad, nece-
CAPÍTUL02 sitamos saber qué es la sexualidad.
LA SEXUALIDAD A LA '7UZ
DE LA ANTROPOLOGIA
2. La corporalidaddel ser humano

Un punto de vista fundamental es aceptar la cor-


poralidad propia del ser humano. El espíritu y la mate-
ria son principios constitutivos de la persona humana.
Pero esta realidad ha de ir más allá de la interpretación
1. La sexualzdada la luz de la antropología dualística propia del pensamiento platónico. El cuerpo,
definitivamente, no es la cárcel del alma. Una antropo-
Intentaremos ahora la mediación de las ciencias del logía dualista está viciada desde sus raíces para captar
hombre para que nos ayuden a encontrar qué es lo que el sentido y la dignidad del cuerpo humano. Veremos
pide la dignidad de la persona humana (y por lo tanto más adelante las consecuencias de este tipo de filosofía
el amor hacia ella) en el campo de la sexualidad. Hay dualista en la historia del pensamiento cristiano.
múltiples ciencias que pueden prestarnos su colabora- Creemos que el hilemorfismo aristotélico, sobre
ción para buscar la verdad en este campo: la sociolo- todo tal como fue explicado por santo Tomás de
gía, la biología, la medicina, la psicología, la etnología, Aquino, salvaguarda mejor la unidad del ser humano,
la etología, la filosofía, la historia ... y por supuesto la aunque esta teoría pueda ser explicada hoy de otras
sexología. formas y con otro lenguaje. Lo que no podemos decir
Ciertamente no podemos ,convertir en dogmas las es que el espíritu humano "tiene" un cuerpo. Será
conclusiones del saber científico. Cada ciencia tiene su mejor afirmar que el hombre es un ser corpóreo, un
punto de vista característico y ni siquiera los especia- espíritu encarnado que actúa y se manifiesta en todas
listas llegan a las mismas conclusiones sobre idénticos sus expresiones corporales.
temas. La misión de la moral consiste en discernir los Si hay algo que caracteriza a la persona humana
valores propios del ser humano sin los cuales no le es su unidad misteriosa y profunda. En la totalidad
es posible realizarse como tal. Pero ignorar los datos del hombre cuerpo y alma no son realidades distintas
que le suministran las ciencias del hombre llevaría a que se dan en su ser, ni como dos estratos o niveles
la formación de una ética poco fundamentada y falsa que pudieran delimitarse en su interior. El ser humano
en muchas de sus conclusiones. Aquí no se intenta único y entero es al mismo tiempo un ser espiritual y
un análisis exhaustivo de la antropología sexual, sino corpóreo. El espíritu humano sólo es capaz de actuar
que se procura buscar las pistas. de reflexión que nos cuando está comprometido con el cuerpo y encuentra
en él su fundamento. Hasta las realizaciones más subli-
22 23
ayuden para una lectura de la sexualidad como fenó-
meno humano. Para hacer realidad el mandamiento
supremo del amor en el campo de la sexualidad, nece-
CAPÍTUL02 sitamos saber qué es la sexualidad.
LA SEXUALIDAD A LA '7UZ
DE LA ANTROPOLOGIA
2. La corporalidaddel ser humano

Un punto de vista fundamental es aceptar la cor-


poralidad propia del ser humano. El espíritu y la mate-
ria son principios constitutivos de la persona humana.
Pero esta realidad ha de ir más allá de la interpretación
1. La sexualzdada la luz de la antropología dualística propia del pensamiento platónico. El cuerpo,
definitivamente, no es la cárcel del alma. Una antropo-
Intentaremos ahora la mediación de las ciencias del logía dualista está viciada desde sus raíces para captar
hombre para que nos ayuden a encontrar qué es lo que el sentido y la dignidad del cuerpo humano. Veremos
pide la dignidad de la persona humana (y por lo tanto más adelante las consecuencias de este tipo de filosofía
el amor hacia ella) en el campo de la sexualidad. Hay dualista en la historia del pensamiento cristiano.
múltiples ciencias que pueden prestarnos su colabora- Creemos que el hilemorfismo aristotélico, sobre
ción para buscar la verdad en este campo: la sociolo- todo tal como fue explicado por santo Tomás de
gía, la biología, la medicina, la psicología, la etnología, Aquino, salvaguarda mejor la unidad del ser humano,
la etología, la filosofía, la historia ... y por supuesto la aunque esta teoría pueda ser explicada hoy de otras
sexología. formas y con otro lenguaje. Lo que no podemos decir
Ciertamente no podemos ,convertir en dogmas las es que el espíritu humano "tiene" un cuerpo. Será
conclusiones del saber científico. Cada ciencia tiene su mejor afirmar que el hombre es un ser corpóreo, un
punto de vista característico y ni siquiera los especia- espíritu encarnado que actúa y se manifiesta en todas
listas llegan a las mismas conclusiones sobre idénticos sus expresiones corporales.
temas. La misión de la moral consiste en discernir los Si hay algo que caracteriza a la persona humana
valores propios del ser humano sin los cuales no le es su unidad misteriosa y profunda. En la totalidad
es posible realizarse como tal. Pero ignorar los datos del hombre cuerpo y alma no son realidades distintas
que le suministran las ciencias del hombre llevaría a que se dan en su ser, ni como dos estratos o niveles
la formación de una ética poco fundamentada y falsa que pudieran delimitarse en su interior. El ser humano
en muchas de sus conclusiones. Aquí no se intenta único y entero es al mismo tiempo un ser espiritual y
un análisis exhaustivo de la antropología sexual, sino corpóreo. El espíritu humano sólo es capaz de actuar
que se procura buscar las pistas. de reflexión que nos cuando está comprometido con el cuerpo y encuentra
en él su fundamento. Hasta las realizaciones más subli-
22 23
mes del pensamiento están marcadas por el sello cor- 3. La distincióny la reciprocidadentre el hombrey la mujer
poral.
Precisamente por esto, el cuerpo humano se nos La corporalidad aparece bajo una doble presencia
presenta como una realidad radicalmente distinta de en el ser humano. El hombre y la mujer manifiestan
cualquier otra materia viviente. Los órganos de nuestro las dos únicas maneras de vivir en el cuerpo. La sexua-
cuerpo tienen una cierta semejanza con los del mundo lidad, en este sentido amplio de que hablan los psi-
animal, pero al adjetivarlos como humanos estamos cólogos, no es un simple vestido añadido a nuestra
diciendo que son portadores de una fuerza que le da estructura, sino un eje básico y fundamental de la
un sentido totalmente nuevo. Así p.e. un científico misma persona. El ser del hombre entero, desde sus
podrá analizar en el laboratorio la maravillosa armonía estratos biológicos hasta las expresiones más anímicas,
y complejidad del ojo humano, pero sólo comprenderá se vive desde su peculiar sexualidad masculina o feme-
su verdadero sentido humano cuando se enfrente con nina.
una mirada llena de ternura o sienta el desprecio o el Por ello la sexualidad no puede limitarse a los órga-
odio que en ella pueda encerrarse. nos específicos del varón o de la mujer o a otros carac-
Nuestro espíritu no se expresa sino es a través del teres distintivos. Son dos formas de enfrentarse a la
cuerpo. Este queda entonces cargado de un simbolismo vida. Aunque es verdad que la cultura tiene mucha
profundo, ya que es el que sostiene y condiciona la influencia en la distinción de sexos, sobre todo en
posibilidad de todo encuentro interpersonal y de toda la formación de ciertos aspectos secundarios, la divi-
comunicación am~rosa. En este sentido el cuerpo tiene sión entre hombre y mujer tiene raíces más profundas
una dimensión epifánica, ya que sólo por medio de él que no se explican por la pura sociología. La mascu-
podemos expresar lo más profundo de nuestra intimi- linidad y la femineidad es algo con lo que se nace,
dad.
aunque luego se vaya desarrollando bajo la influencia
La constitución Gaudium et spes, superando la des- del ambiente cultural.
confianza hacia lo corporal propia en otras épocas de La experiencia de todos los tiempos ha constatado
ciertos ambientes cristianos, afirma: "En la unidad de un nuevo aspecto: la llamada mutua entre estas dos
cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición formas de existir. Hombre y mujer se sienten invitados
corporal, es una síntesis del universo material, el cual a un diálogo peculiar, que no es ni puede ser idéntico
alcanza por medio del hombre su más alta cima y alza al mantenido con el propio sexo. Un intento de explica-
la voz para la libre alabanza del Creador. No debe, ción de este hecho lo encontramos en el mito tan cono-
por tanto, despreciar la vida corporal, sino que, por el cido de la media naranja, ya recordado por Platón en
contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio su diálogo Simposium.
cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el Esto significa que la mujer se descubre como tal
último día" (nº 14a).6
ante la mirada del hombre y el hombre llega también
a conocerse en su relación con la mujer. Siempre existe
6. Sobre el tema del cuerpo cf. Carlo Rocchetta. Hacia una teologíade la la nostalgia de un encuentro, que se despierta y expli-
corporeidad.Ed. San Pablo, Madrid 1993.
cita en el mutuo deseo por el que se sienten atraídos.
24
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mes del pensamiento están marcadas por el sello cor- 3. La distincióny la reciprocidadentre el hombrey la mujer
poral.
Precisamente por esto, el cuerpo humano se nos La corporalidad aparece bajo una doble presencia
presenta como una realidad radicalmente distinta de en el ser humano. El hombre y la mujer manifiestan
cualquier otra materia viviente. Los órganos de nuestro las dos únicas maneras de vivir en el cuerpo. La sexua-
cuerpo tienen una cierta semejanza con los del mundo lidad, en este sentido amplio de que hablan los psi-
animal, pero al adjetivarlos como humanos estamos cólogos, no es un simple vestido añadido a nuestra
diciendo que son portadores de una fuerza que le da estructura, sino un eje básico y fundamental de la
un sentido totalmente nuevo. Así p.e. un científico misma persona. El ser del hombre entero, desde sus
podrá analizar en el laboratorio la maravillosa armonía estratos biológicos hasta las expresiones más anímicas,
y complejidad del ojo humano, pero sólo comprenderá se vive desde su peculiar sexualidad masculina o feme-
su verdadero sentido humano cuando se enfrente con nina.
una mirada llena de ternura o sienta el desprecio o el Por ello la sexualidad no puede limitarse a los órga-
odio que en ella pueda encerrarse. nos específicos del varón o de la mujer o a otros carac-
Nuestro espíritu no se expresa sino es a través del teres distintivos. Son dos formas de enfrentarse a la
cuerpo. Este queda entonces cargado de un simbolismo vida. Aunque es verdad que la cultura tiene mucha
profundo, ya que es el que sostiene y condiciona la influencia en la distinción de sexos, sobre todo en
posibilidad de todo encuentro interpersonal y de toda la formación de ciertos aspectos secundarios, la divi-
comunicación am~rosa. En este sentido el cuerpo tiene sión entre hombre y mujer tiene raíces más profundas
una dimensión epifánica, ya que sólo por medio de él que no se explican por la pura sociología. La mascu-
podemos expresar lo más profundo de nuestra intimi- linidad y la femineidad es algo con lo que se nace,
dad.
aunque luego se vaya desarrollando bajo la influencia
La constitución Gaudium et spes, superando la des- del ambiente cultural.
confianza hacia lo corporal propia en otras épocas de La experiencia de todos los tiempos ha constatado
ciertos ambientes cristianos, afirma: "En la unidad de un nuevo aspecto: la llamada mutua entre estas dos
cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición formas de existir. Hombre y mujer se sienten invitados
corporal, es una síntesis del universo material, el cual a un diálogo peculiar, que no es ni puede ser idéntico
alcanza por medio del hombre su más alta cima y alza al mantenido con el propio sexo. Un intento de explica-
la voz para la libre alabanza del Creador. No debe, ción de este hecho lo encontramos en el mito tan cono-
por tanto, despreciar la vida corporal, sino que, por el cido de la media naranja, ya recordado por Platón en
contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio su diálogo Simposium.
cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el Esto significa que la mujer se descubre como tal
último día" (nº 14a).6
ante la mirada del hombre y el hombre llega también
a conocerse en su relación con la mujer. Siempre existe
6. Sobre el tema del cuerpo cf. Carlo Rocchetta. Hacia una teologíade la la nostalgia de un encuentro, que se despierta y expli-
corporeidad.Ed. San Pablo, Madrid 1993.
cita en el mutuo deseo por el que se sienten atraídos.
24
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La relación, pues, entre varón y mujer reviste siempre mente, reducen la sexualidad a un juego erótico para la
una dimensión sexual, lo cual no significa que tenga producción del mayor placer posible.
que hacer necesariamente referencia a lo genital. Defendemos aquí la posición de que la sexualidad
De hecho la sexología nos dice que "se puede afir- en sentido estricto, es decir incluyendo lo genital, tiene
mar que en su aspecto esencial, es decir en su aspecto por finalidad al mismo tiempo la reproducción de la
psíquico, la sexualidad humana puede alcanzar un especie y la expresión simbólica del amor heterosexual.
desarrollo considerable prescindiendo casi por com- Son los que se llaman los aspectos procreativo y uni-
pleto de la colaboración del sistema genital". 7 Más aún, tivo de la unión sexual. No negamos con eso la licitud
un síntoma de que la persona ha alcanzado un alto de la búsqueda del placer sensible. Este en principio
grado de armonía e integración radica en el hecho de es algo bueno, pero no puede quedarse en un primer
poder mantener relaciones sexuadas, sin que éstas des- plano, sino estar al servicio de las otras dos finalida-
pierten resonancias en lo genital. des.
Sin embargo, también a este nivel no genital es Refiriéndonos al primer aspecto, tenemos que afir-
posible quedarse en la superficialidad y convertir la mar que el análisis de la realidad sexual, desde cual-
relación hombre-mujer en un diálogo egoísta, que en quier perspectiva que se examine, nos confirma su
último término se dirige a la cosificación de la otra per- orientación hacia la fecundidad. Como dice H. Singer:
sona. La verdadera comunión humana se realiza en la "La respuesta sexual humana es una secuencia orde-
apertura al otro, pero como persona. En este sentido no nada y muy racional de acontecimientos fisiológicos,
existe complementariedad si no se supera el sexismo, cuya meta consiste en preparar los cuerpos de dos
es decir la tendencia a tratar al otro como un mero miembros de sexo opuesto para que se cumpla la
objeto sexual. reproducción de la especie". 8 El ser humano cuando
se deja conducir por los datos que observa en la natu-
raleza llega a la conclusión de que la sexualidad tiene
4. El aspectoprocreativode la sexualidadhumana como destino y tarea la procreación. En todas las cul-
turas este es un aspecto que siempre se ha subrayado.
Existen varias tendencias a la hora de preguntarse Aun cuando otros aspectos a veces han quedado en la
por el sentido específico de la sexualidad, es decir penumbra, aparece en todas las épocas la convicción
cuando se hace la pregunta: ¿para qué sirve la sexuali- de que el hijo es la consecuencia normal de la unión
dad? Algunas responden que ante todo la sexualidad sexual plena entre el hombre y la mujer (cf. E. López
sirve para tener hijos, es decir para la reproducción de Azpitarte, 1992, p. 62).
la especie. Otros responden que el significado principal • Por otra parte, el estudio del reino animal nos mues-
de la sexualidad consiste en hacer posible la realiza- tra también esta finalidad reproductiva de la sexuali-
ción de un amor profundo heterosexual. Otros, final- dad. Pero la etología, el estudio del comportamiento

7. A.Hesnard. La sexologienorma/eet pathologique.París 1962, p. 10. 8. H.Singer. La nueva terapiasexual. Vol. l. Ed. Alianza, Madrid 1978,
p. 23.

26 27
La relación, pues, entre varón y mujer reviste siempre mente, reducen la sexualidad a un juego erótico para la
una dimensión sexual, lo cual no significa que tenga producción del mayor placer posible.
que hacer necesariamente referencia a lo genital. Defendemos aquí la posición de que la sexualidad
De hecho la sexología nos dice que "se puede afir- en sentido estricto, es decir incluyendo lo genital, tiene
mar que en su aspecto esencial, es decir en su aspecto por finalidad al mismo tiempo la reproducción de la
psíquico, la sexualidad humana puede alcanzar un especie y la expresión simbólica del amor heterosexual.
desarrollo considerable prescindiendo casi por com- Son los que se llaman los aspectos procreativo y uni-
pleto de la colaboración del sistema genital". 7 Más aún, tivo de la unión sexual. No negamos con eso la licitud
un síntoma de que la persona ha alcanzado un alto de la búsqueda del placer sensible. Este en principio
grado de armonía e integración radica en el hecho de es algo bueno, pero no puede quedarse en un primer
poder mantener relaciones sexuadas, sin que éstas des- plano, sino estar al servicio de las otras dos finalida-
pierten resonancias en lo genital. des.
Sin embargo, también a este nivel no genital es Refiriéndonos al primer aspecto, tenemos que afir-
posible quedarse en la superficialidad y convertir la mar que el análisis de la realidad sexual, desde cual-
relación hombre-mujer en un diálogo egoísta, que en quier perspectiva que se examine, nos confirma su
último término se dirige a la cosificación de la otra per- orientación hacia la fecundidad. Como dice H. Singer:
sona. La verdadera comunión humana se realiza en la "La respuesta sexual humana es una secuencia orde-
apertura al otro, pero como persona. En este sentido no nada y muy racional de acontecimientos fisiológicos,
existe complementariedad si no se supera el sexismo, cuya meta consiste en preparar los cuerpos de dos
es decir la tendencia a tratar al otro como un mero miembros de sexo opuesto para que se cumpla la
objeto sexual. reproducción de la especie". 8 El ser humano cuando
se deja conducir por los datos que observa en la natu-
raleza llega a la conclusión de que la sexualidad tiene
4. El aspectoprocreativode la sexualidadhumana como destino y tarea la procreación. En todas las cul-
turas este es un aspecto que siempre se ha subrayado.
Existen varias tendencias a la hora de preguntarse Aun cuando otros aspectos a veces han quedado en la
por el sentido específico de la sexualidad, es decir penumbra, aparece en todas las épocas la convicción
cuando se hace la pregunta: ¿para qué sirve la sexuali- de que el hijo es la consecuencia normal de la unión
dad? Algunas responden que ante todo la sexualidad sexual plena entre el hombre y la mujer (cf. E. López
sirve para tener hijos, es decir para la reproducción de Azpitarte, 1992, p. 62).
la especie. Otros responden que el significado principal • Por otra parte, el estudio del reino animal nos mues-
de la sexualidad consiste en hacer posible la realiza- tra también esta finalidad reproductiva de la sexuali-
ción de un amor profundo heterosexual. Otros, final- dad. Pero la etología, el estudio del comportamiento

7. A.Hesnard. La sexologienorma/eet pathologique.París 1962, p. 10. 8. H.Singer. La nueva terapiasexual. Vol. l. Ed. Alianza, Madrid 1978,
p. 23.

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animal, no puede ser la fuente principal para el estudio digno del ser humano. Incluso en el mundo animal se
de la sexualidad humana. Hablar del instinto sexual da en cierto modo la superación de una concepción
humano como si se tratara de un fenómeno idéntico al meramente utilitarista del acto sexual.
de los animales, es una postura equivocada. Veremos La comunión corporal entre el hombre y la mujer
más adelante las confusiones que se originaron en la manifiesta, pues, también una dimensión unitiva. La
moral católica de otros siglos a causa de partir de una sexualidad en sentido estricto, desde el momento en
concepción muy discutible de la ley natural (natural = que aparece como unión entre dos personas, tiende
lo que la naturaleza enseña a todos los animales). A hacia una comunidad de amor. Esta es la explicación
este respecto el Vaticano II explícitamente afirma: "La del exceso y la abundancia con que .se presenta en el ser
índole sexual del hombre y su facultad de engendrar humano. Además de procrear y mantener la especie,
superan maravillosamente lo que hay en los inferiores cosa que se realiza en muy pocas ocasiones, la misión
niveles de vida" (GS 41c). de la sexualidad radica en ser un vínculo de acerca-
La biología ha descubierto además diferencias muy miento y amor sexual.
significativas entre la sexualidad humana y la del La sexualidad es un lenguaje en el que la ofrenda
animal. Esta última tiene una clara finalidad reproduc- del cuerpo es el símbolo sumamente expresivo de que
tiva. La existencia de las épocas de "celo" marca las antes se ha ofrecido el corazón. Es también la forma
pautas de la conducta sexual. Cuando es necesario, el por la que la ternura y el cariño alcanzan su plenitud
crecimiento demográfico se regula por un descenso del de expresión y se mantienen a pesar de las dificultades
instinto sexual. En comparación con los animales se da que la vida trae consigo. Como afirma la Gaudium et
en el ser humano una escasa fecundidad, asociada con spes:"Este amor (entre el hombre y la mujer) se expresa
una sexualidad permanente. En este sentido, si sólo sir- y perfecciona singularmente con la acción propia del
viera para la reproducción, la sexualidad humana sería matrimonio: Por ello los actos con que los esposos
un lujo inútil y superabundante. se unen íntima y castamente entre sí son honestos
y dignos y, ejecutados de manera verdaderamente
humana, significan y favorecen el don recíproco" (nº
5. El aspectounitivo de la sexualidadhumana 49b ), En cambio hay que decir que cuando no significa
el amor, el sex• es in-significante.
Así como no negamos la orientación procreadora de Sólo de este modo, cuando la actividad sexual se
la sexualidad, de igual modo tenemos que afirmar que encuentra traspasada por un amor verdadero, el sexo
tampoco es lícito limitarse a ella. El ser humano cuando deja de ser una mera función biológica para injertarse
se siente atraído por la llamada sexual no puede olvi- plenamente en un pr<;>yectohumano sin el cual es
dar que ésta se manifiesta en un clima humano donde imposible captar la plenitud de su verdad
tienen una gran importancia el amor y la ternura como Acerca de la sexualidad como lenguaje afirma Octa-
caminos para llegar al encuentro con el otro. No basta vio Fullat (pp. 163 y 166): "Si el sexo al nivel del ser
un ejercicio fisiológicamente apto para la reproducción humano ya no es simple erotismo, sino que posee
para que la sexualidad se viva en un en un ambiente además la dimensión de la ternura, se debe esto a

28 29
animal, no puede ser la fuente principal para el estudio digno del ser humano. Incluso en el mundo animal se
de la sexualidad humana. Hablar del instinto sexual da en cierto modo la superación de una concepción
humano como si se tratara de un fenómeno idéntico al meramente utilitarista del acto sexual.
de los animales, es una postura equivocada. Veremos La comunión corporal entre el hombre y la mujer
más adelante las confusiones que se originaron en la manifiesta, pues, también una dimensión unitiva. La
moral católica de otros siglos a causa de partir de una sexualidad en sentido estricto, desde el momento en
concepción muy discutible de la ley natural (natural = que aparece como unión entre dos personas, tiende
lo que la naturaleza enseña a todos los animales). A hacia una comunidad de amor. Esta es la explicación
este respecto el Vaticano II explícitamente afirma: "La del exceso y la abundancia con que .se presenta en el ser
índole sexual del hombre y su facultad de engendrar humano. Además de procrear y mantener la especie,
superan maravillosamente lo que hay en los inferiores cosa que se realiza en muy pocas ocasiones, la misión
niveles de vida" (GS 41c). de la sexualidad radica en ser un vínculo de acerca-
La biología ha descubierto además diferencias muy miento y amor sexual.
significativas entre la sexualidad humana y la del La sexualidad es un lenguaje en el que la ofrenda
animal. Esta última tiene una clara finalidad reproduc- del cuerpo es el símbolo sumamente expresivo de que
tiva. La existencia de las épocas de "celo" marca las antes se ha ofrecido el corazón. Es también la forma
pautas de la conducta sexual. Cuando es necesario, el por la que la ternura y el cariño alcanzan su plenitud
crecimiento demográfico se regula por un descenso del de expresión y se mantienen a pesar de las dificultades
instinto sexual. En comparación con los animales se da que la vida trae consigo. Como afirma la Gaudium et
en el ser humano una escasa fecundidad, asociada con spes:"Este amor (entre el hombre y la mujer) se expresa
una sexualidad permanente. En este sentido, si sólo sir- y perfecciona singularmente con la acción propia del
viera para la reproducción, la sexualidad humana sería matrimonio: Por ello los actos con que los esposos
un lujo inútil y superabundante. se unen íntima y castamente entre sí son honestos
y dignos y, ejecutados de manera verdaderamente
humana, significan y favorecen el don recíproco" (nº
5. El aspectounitivo de la sexualidadhumana 49b ), En cambio hay que decir que cuando no significa
el amor, el sex• es in-significante.
Así como no negamos la orientación procreadora de Sólo de este modo, cuando la actividad sexual se
la sexualidad, de igual modo tenemos que afirmar que encuentra traspasada por un amor verdadero, el sexo
tampoco es lícito limitarse a ella. El ser humano cuando deja de ser una mera función biológica para injertarse
se siente atraído por la llamada sexual no puede olvi- plenamente en un pr<;>yectohumano sin el cual es
dar que ésta se manifiesta en un clima humano donde imposible captar la plenitud de su verdad
tienen una gran importancia el amor y la ternura como Acerca de la sexualidad como lenguaje afirma Octa-
caminos para llegar al encuentro con el otro. No basta vio Fullat (pp. 163 y 166): "Si el sexo al nivel del ser
un ejercicio fisiológicamente apto para la reproducción humano ya no es simple erotismo, sino que posee
para que la sexualidad se viva en un en un ambiente además la dimensión de la ternura, se debe esto a

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que es palabra, reconocimiento mutuo hecho carne, es o educador puede testimoniar cómo la falta de amor
decir, dicho ... La sexualidad es un habla, el habla de la entre los padres impide el desarrollo integral de los
comunicación amorosa; de no ser esto es una bestiali- hijos. Y es que la procreación humana no es un puro
dad". fenómeno reproductivo, sino que exige todo un pro-
Si el sexo es ante todo un lenguaje de amor, esto ceso educativo especialmente largo en nuestra especie
supone la necesidad de todo un proceso educativo. debido a la neotenia o suma fragilidad en la que nace
Hay que saber convertir los gestos inexpresivos de la la criatura humana.
sexualidad inmadura en palabra y mensaje. Amor y procreación se apoyan y entretejen mutua-
Como la educación sexual no se reduce a una infor- mente cuando el acto sexual se efectúa en el marco de
mación fisiológica sobre el funcionamiento y el cui- una relación auténticamente humana. Es verdad que
dado de los órganos genitales, debe comenzar desde la ambas dimensiones no se han dado vinculadas siem-
infancia e incluso antes de nacer. El niño debe vivir en pre en la historia, pero eso ha sido debido a fallos
el ambiente familiar un clima de amor y de aceptación. que se han producido en determinadas culturas. Por
Esto será fundamental para ir adquiriendo un equili- encima de las fluctuaciones culturales, nos encontra-
brio que es una tarea de toda la vida. Debe tenerse en mos ante un hecho que la misma psicología propone
cuenta que la educación para el amor no puede hacerse como ideal de la maduración humana. No podemos
al margen del proceso de una educación integral. Es un· negar, sin embargo, que en la civilización moderna en
absurdo querer que surja una sexualidad altruista en la que la mujer ha accedido ampliamente al mundo
un ambiente agresivo. profesional, no siempre es fácil para ella encontrar el
equilibrio que le permita al mismo tiempo ser una
buena madre y una buena profesional. Se requieren
6. Necesidad de la armonía entre la dimensión unitiva y para ello profundos cambios culturales.
procreadora de la sexualidad

La unidad del doble aspecto unitivo y procreador 7. La sexualidad y el placer


es un dato fundamental. La necesidad de la vincula-
ción afectiva brota como una exigencia de la misma Es normal que la actividad sexual-genital, sobre
procreación y la procreación aparece como un deseo todo cuando culmina en el orgasmo, conlleve un placer
insistente del amor conyugal. De hecho, el hijo surge intenso y una satisfacción gratificante. Sin embargo
normalmente en el horizonte psicológico de dos perso- hay un problema con respecto al placer, y es el tratar
nas como la encarnación y el prolongamiento del amor de comprender por qué la felicidad que anhela el ser
que se profesan. humano no puede encontrarla en la búsqueda del puro
Pero el camino inverso también es cierto. El amor placer hacia el que se siente atraído. •
es una exigencia intrínseca de la función procreadora. Si hay algo evidente es la sensación de plenitud que
El hijo como persona es mucho más el fruto del amor el placer produce cuando acompaña y se vincula con
que de la biología de los padres. Cualquier psicólogo una actividad sensible. Pero el placer por su propia
30 31
que es palabra, reconocimiento mutuo hecho carne, es o educador puede testimoniar cómo la falta de amor
decir, dicho ... La sexualidad es un habla, el habla de la entre los padres impide el desarrollo integral de los
comunicación amorosa; de no ser esto es una bestiali- hijos. Y es que la procreación humana no es un puro
dad". fenómeno reproductivo, sino que exige todo un pro-
Si el sexo es ante todo un lenguaje de amor, esto ceso educativo especialmente largo en nuestra especie
supone la necesidad de todo un proceso educativo. debido a la neotenia o suma fragilidad en la que nace
Hay que saber convertir los gestos inexpresivos de la la criatura humana.
sexualidad inmadura en palabra y mensaje. Amor y procreación se apoyan y entretejen mutua-
Como la educación sexual no se reduce a una infor- mente cuando el acto sexual se efectúa en el marco de
mación fisiológica sobre el funcionamiento y el cui- una relación auténticamente humana. Es verdad que
dado de los órganos genitales, debe comenzar desde la ambas dimensiones no se han dado vinculadas siem-
infancia e incluso antes de nacer. El niño debe vivir en pre en la historia, pero eso ha sido debido a fallos
el ambiente familiar un clima de amor y de aceptación. que se han producido en determinadas culturas. Por
Esto será fundamental para ir adquiriendo un equili- encima de las fluctuaciones culturales, nos encontra-
brio que es una tarea de toda la vida. Debe tenerse en mos ante un hecho que la misma psicología propone
cuenta que la educación para el amor no puede hacerse como ideal de la maduración humana. No podemos
al margen del proceso de una educación integral. Es un· negar, sin embargo, que en la civilización moderna en
absurdo querer que surja una sexualidad altruista en la que la mujer ha accedido ampliamente al mundo
un ambiente agresivo. profesional, no siempre es fácil para ella encontrar el
equilibrio que le permita al mismo tiempo ser una
buena madre y una buena profesional. Se requieren
6. Necesidad de la armonía entre la dimensión unitiva y para ello profundos cambios culturales.
procreadora de la sexualidad

La unidad del doble aspecto unitivo y procreador 7. La sexualidad y el placer


es un dato fundamental. La necesidad de la vincula-
ción afectiva brota como una exigencia de la misma Es normal que la actividad sexual-genital, sobre
procreación y la procreación aparece como un deseo todo cuando culmina en el orgasmo, conlleve un placer
insistente del amor conyugal. De hecho, el hijo surge intenso y una satisfacción gratificante. Sin embargo
normalmente en el horizonte psicológico de dos perso- hay un problema con respecto al placer, y es el tratar
nas como la encarnación y el prolongamiento del amor de comprender por qué la felicidad que anhela el ser
que se profesan. humano no puede encontrarla en la búsqueda del puro
Pero el camino inverso también es cierto. El amor placer hacia el que se siente atraído. •
es una exigencia intrínseca de la función procreadora. Si hay algo evidente es la sensación de plenitud que
El hijo como persona es mucho más el fruto del amor el placer produce cuando acompaña y se vincula con
que de la biología de los padres. Cualquier psicólogo una actividad sensible. Pero el placer por su propia
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naturaleza es limitado. Una vez pasada la experiencia Incluso afirma que lo característico de todas las per-
intensa pero breve, nos devuelve al contacto con la versiones sexuales es el desconocimiento de la función
vida y sus problemas. Lo que parecía suficiente para procreadora. 9
hacernos felices provoca un vacío posterior. Por esto, Pero de igual forma acentúa la necesidad de que
en algún sentido puede decirse que el placer se revela el amor se haga presente para que el comportamiento
como el mayor enemigo de la felicidad. Cuando la sexual resulte humano. No desconoce, por otra parte,
actividad placentera se hace el objeto de la felicidad la existencia del placer sensible al que da una gran
humana, se condena al fracaso. Es querer lo imposible importancia. La sexualidad lleva consigo un proceso
y el aburrimiento, el tedio aparece como consecuencia evolutivo que conduce a la libido a su estructura defini-
natural. tiva y normal, es decir a la fusión de las dos corrientes
Lo mismo sucede con el placer sexual. La satisfac- cuya influencia asegura una conducta erótica plena-
•ción que se deriva de la unión corporal entre el hombre mente normal: la corriente de ternura y la corriente de
y la mujer es buena y enriquecedora, pero es limitada. sensualidad.
Por eso la búsqueda del placer no puede ser el único El desarrollo progresivo de la madurez sexual
móvil del ejercicio de la sexualidad (cf. E. López Azpi- apunta hacia la meta en la que confluyen las dos
tarte, 1992, pp. 73-75). corrientes citadas. El placer, conforme se aleja el indi-
Si hay algo capaz de llenar el deseo de felicidad, viduo de la etapa infantil, va vinculándose de manera
,,..hay que referirse de inmediato al amor. En esta ten- progresiva con el amor hasta alcanzar la cumbre
dencia hacia el amor como meta es donde el placer suprema en la que placer y amor se unifican por com-
adquiere su verdadero sentido. Al convertir la relación pleto.
sexual en una ofrenda amorosa, ya no hay lugar para El desarrollo de la vida sexual puede considerarse,
la tristeza y el vacío. Por eso cuando dos seres se aman pues, como un proceso en el que se van juntando el
con un amor de identificación, no es sólo la fuerza del aspecto de libido -placer genital- sensualidad y el
placer lo que les lleva a unirse. Lo rnás importante del aspecto de amor-t~ura. Un amor que llega a su ple-
placer sexual es entonces su carácter simbólico de un nitud en la apertura al posible hijo. Estos dos aspectos
amor que llega a tal intensidad que necesita expresarse en el conocido esquema de Oswal Schwarb reciben el
en la unión de los cuerpos. nombre de "elemento físico de la sexualidad" y "ele-
mento emocional de la sexualidad" (cf. E. López Azpi-
tarte, 1981, p. 299).
8. Las diversas etapas en el desarrollode la sexualidad Aunque sin adherirse a un esquema concreto de
evolución sexual, el Documento de la Congregación
Freud ha sido uno de los autores que más han insis- para la Educación Católica Orientacioneseducativassobre
tido en las dos dimensiones de la sexualidad. Por una
parte, considera como un signo de madurez el que 9. "Calificamos, en efecto, de perversa toda actividad sexual que,
las diferentes pulsiones de la infancia queden centrali- habiendo renunciado a la procreación, busca el placer como un fin inde-
pendiente de la misma": S.Freud, Introducción al psicoanálisis, vol. II, ed.
zadas y ordenadas a la procreación como meta final. Sarpe, Madrid 1984, p.85.

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naturaleza es limitado. Una vez pasada la experiencia Incluso afirma que lo característico de todas las per-
intensa pero breve, nos devuelve al contacto con la versiones sexuales es el desconocimiento de la función
vida y sus problemas. Lo que parecía suficiente para procreadora. 9
hacernos felices provoca un vacío posterior. Por esto, Pero de igual forma acentúa la necesidad de que
en algún sentido puede decirse que el placer se revela el amor se haga presente para que el comportamiento
como el mayor enemigo de la felicidad. Cuando la sexual resulte humano. No desconoce, por otra parte,
actividad placentera se hace el objeto de la felicidad la existencia del placer sensible al que da una gran
humana, se condena al fracaso. Es querer lo imposible importancia. La sexualidad lleva consigo un proceso
y el aburrimiento, el tedio aparece como consecuencia evolutivo que conduce a la libido a su estructura defini-
natural. tiva y normal, es decir a la fusión de las dos corrientes
Lo mismo sucede con el placer sexual. La satisfac- cuya influencia asegura una conducta erótica plena-
•ción que se deriva de la unión corporal entre el hombre mente normal: la corriente de ternura y la corriente de
y la mujer es buena y enriquecedora, pero es limitada. sensualidad.
Por eso la búsqueda del placer no puede ser el único El desarrollo progresivo de la madurez sexual
móvil del ejercicio de la sexualidad (cf. E. López Azpi- apunta hacia la meta en la que confluyen las dos
tarte, 1992, pp. 73-75). corrientes citadas. El placer, conforme se aleja el indi-
Si hay algo capaz de llenar el deseo de felicidad, viduo de la etapa infantil, va vinculándose de manera
,,..hay que referirse de inmediato al amor. En esta ten- progresiva con el amor hasta alcanzar la cumbre
dencia hacia el amor como meta es donde el placer suprema en la que placer y amor se unifican por com-
adquiere su verdadero sentido. Al convertir la relación pleto.
sexual en una ofrenda amorosa, ya no hay lugar para El desarrollo de la vida sexual puede considerarse,
la tristeza y el vacío. Por eso cuando dos seres se aman pues, como un proceso en el que se van juntando el
con un amor de identificación, no es sólo la fuerza del aspecto de libido -placer genital- sensualidad y el
placer lo que les lleva a unirse. Lo rnás importante del aspecto de amor-t~ura. Un amor que llega a su ple-
placer sexual es entonces su carácter simbólico de un nitud en la apertura al posible hijo. Estos dos aspectos
amor que llega a tal intensidad que necesita expresarse en el conocido esquema de Oswal Schwarb reciben el
en la unión de los cuerpos. nombre de "elemento físico de la sexualidad" y "ele-
mento emocional de la sexualidad" (cf. E. López Azpi-
tarte, 1981, p. 299).
8. Las diversas etapas en el desarrollode la sexualidad Aunque sin adherirse a un esquema concreto de
evolución sexual, el Documento de la Congregación
Freud ha sido uno de los autores que más han insis- para la Educación Católica Orientacioneseducativassobre
tido en las dos dimensiones de la sexualidad. Por una
parte, considera como un signo de madurez el que 9. "Calificamos, en efecto, de perversa toda actividad sexual que,
las diferentes pulsiones de la infancia queden centrali- habiendo renunciado a la procreación, busca el placer como un fin inde-
pendiente de la misma": S.Freud, Introducción al psicoanálisis, vol. II, ed.
zadas y ordenadas a la procreación como meta final. Sarpe, Madrid 1984, p.85.

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el amor humano (1983) habla de esta evolución en los c) Fase de latencia (7-11 años) (de latens, escon-
siguientes términos: dido).
"La pedagogía contemporánea tiene plena concien- En la fase oral el placer se centra en los labios, en
cia de que la vida humana está sometida a una evo- la succión. En la fase anal las sensaciones de placer el
lución constante y que la formación personal es un niño las obtiene defecando y reteniendo las heces. En
proceso permanente. Esto es también verdadero res- la fase fálica el pequeño toma interés por sus genitales,
pecto a la sexualidad, que se manifiesta con caracterís- los cuales manipula obteniendo un placer que es fruto
ticas particulares en las diversas fases de la vida. Lo de la curiosidad. La experiencia sucesiva del sexo que
cual conlleva, evidentemente, riquezas y dificultades va recorriendo el niño termina con la fase genital.
no leves en cada etapa de su maduración. Al acceder al cuarto año de vida el niño entra en un
Los educadores tienen presente las etapas funda- período de desarrollo sexual que rompe con el autoero-
mentales de tal evolución: el instinto primitivo, que al tismo de la primera infancia. En la fase edípica el ins-
principio presenta carácter rudimentario, pasa luego a tinto se dirige a otra persona: en los varones hacia la
un clima de ambivalencia entre el bien y el mal; des- madre y en las niñas hacia el padre. Se produce en esta
pués con ayuda de la educación los sentimientos se etapa una especie de adelanto provisional de lo que
estabilizan a la vez que aumenta el sentido de respon- ha de ser el futuro en cuanto referencia sexual a otra
sabilidad. Gradualmente el egoísmo se elimina, se esta- persona. En esta época el niño comienza a enamorarse
blece un cierto ascetismo, el otro es aceptado y amado más o menos patentemente de su madre (complejo de
por sí mismo; se integran los elementos de la sexuali- Edipo). El padre es percibido como una especie de con-
dad: genitalidad, erotismo, amor y caridad. Aunque trincante que intenta robarle el amor materno. Lo con-
no se obtiene siempre el resultado completo, son más trario ocurre con la niña (complejo de Electra). El niño
numerosos de lo que se piensa los que se aproximan a pretende entonces equipararse al padre. Al final de la
la meta a que aspiran" (nº 41-42). fase genital el niño debe haber vencido el odio al padre
Siguiendo el esquema de Oswal Schwarb las etapas y la niña el odio a la madre, y debe darse una identi-
de la evolución sexual serían las siguientes: Infan- ficación con el progenitor del propio sexo. La falta de
tilismo, masturbación, homosexualidad, prostitución, esta identificación produce graves trastornos sexuales
amantismo y amor pleno. Vamos a explicarlas. y caracteriológicos en la vida de la persona.

1ª Según las teorías de Freud la sexualidad infantil 2ª La segunda etapa sexual es la masturbatoria. Se
tiene tres fases. Las dos primeras se subdividen en da más o menos entre los 12 y los 14 años de edad. Es
otras dos: una época en que tanto el cuerpo como la intimidad
a) Fase autoerótica: erotismo oral (de los 6 a los 12 están en ebullición. Es la crisis de la adolescencia. El
meses) y erotismo anal (2° y 3° año). adolescente se repliega sobre sí mismo, se enamora de
b) Fase edípica: erotismo fálico (4° año) y erotismo sí mismo (narcisismo) y se masturba. No tiene coraje
genital (5º-6º año). para salir hacia afuera o no sabe existencialmente que
el sexo implica relación con otra persona y se queda

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el amor humano (1983) habla de esta evolución en los c) Fase de latencia (7-11 años) (de latens, escon-
siguientes términos: dido).
"La pedagogía contemporánea tiene plena concien- En la fase oral el placer se centra en los labios, en
cia de que la vida humana está sometida a una evo- la succión. En la fase anal las sensaciones de placer el
lución constante y que la formación personal es un niño las obtiene defecando y reteniendo las heces. En
proceso permanente. Esto es también verdadero res- la fase fálica el pequeño toma interés por sus genitales,
pecto a la sexualidad, que se manifiesta con caracterís- los cuales manipula obteniendo un placer que es fruto
ticas particulares en las diversas fases de la vida. Lo de la curiosidad. La experiencia sucesiva del sexo que
cual conlleva, evidentemente, riquezas y dificultades va recorriendo el niño termina con la fase genital.
no leves en cada etapa de su maduración. Al acceder al cuarto año de vida el niño entra en un
Los educadores tienen presente las etapas funda- período de desarrollo sexual que rompe con el autoero-
mentales de tal evolución: el instinto primitivo, que al tismo de la primera infancia. En la fase edípica el ins-
principio presenta carácter rudimentario, pasa luego a tinto se dirige a otra persona: en los varones hacia la
un clima de ambivalencia entre el bien y el mal; des- madre y en las niñas hacia el padre. Se produce en esta
pués con ayuda de la educación los sentimientos se etapa una especie de adelanto provisional de lo que
estabilizan a la vez que aumenta el sentido de respon- ha de ser el futuro en cuanto referencia sexual a otra
sabilidad. Gradualmente el egoísmo se elimina, se esta- persona. En esta época el niño comienza a enamorarse
blece un cierto ascetismo, el otro es aceptado y amado más o menos patentemente de su madre (complejo de
por sí mismo; se integran los elementos de la sexuali- Edipo). El padre es percibido como una especie de con-
dad: genitalidad, erotismo, amor y caridad. Aunque trincante que intenta robarle el amor materno. Lo con-
no se obtiene siempre el resultado completo, son más trario ocurre con la niña (complejo de Electra). El niño
numerosos de lo que se piensa los que se aproximan a pretende entonces equipararse al padre. Al final de la
la meta a que aspiran" (nº 41-42). fase genital el niño debe haber vencido el odio al padre
Siguiendo el esquema de Oswal Schwarb las etapas y la niña el odio a la madre, y debe darse una identi-
de la evolución sexual serían las siguientes: Infan- ficación con el progenitor del propio sexo. La falta de
tilismo, masturbación, homosexualidad, prostitución, esta identificación produce graves trastornos sexuales
amantismo y amor pleno. Vamos a explicarlas. y caracteriológicos en la vida de la persona.

1ª Según las teorías de Freud la sexualidad infantil 2ª La segunda etapa sexual es la masturbatoria. Se
tiene tres fases. Las dos primeras se subdividen en da más o menos entre los 12 y los 14 años de edad. Es
otras dos: una época en que tanto el cuerpo como la intimidad
a) Fase autoerótica: erotismo oral (de los 6 a los 12 están en ebullición. Es la crisis de la adolescencia. El
meses) y erotismo anal (2° y 3° año). adolescente se repliega sobre sí mismo, se enamora de
b) Fase edípica: erotismo fálico (4° año) y erotismo sí mismo (narcisismo) y se masturba. No tiene coraje
genital (5º-6º año). para salir hacia afuera o no sabe existencialmente que
el sexo implica relación con otra persona y se queda

34 35
solitario. En este sentido la masturbación (que puede Hay un avance respecto a la postura anterior: se ha
ser meramente psicológica) es una conducta sexual descubierto el otro sexo y fisiológica y anímicamente
imperfecta, inmadura, encerrada en el mismo sujeto, hay en los dos compañeros sexuales una sexualidad
pero extraordinariamente frecuente -y en este sentido que se complementa. La inmadurez de esta etapa con-
"normal"- durante la adolescencia. Podemos decir siste en que el otro sexo carece de nombre propio. Hoy
que el adolescente descubre el placer a solas. está locamente enamorado de Juanita, para dentro de
Desde un punto de vista psicológico el mal no es dos semanas estar no menos locamente enamorado de
la práctica masturbatoria en sí misma, sino el que ésta Lupita. En realidad se trata de un "enamoramiento",
produzca un estado d~ fijación que impida el paso a la no del auténtico amor.
etapa siguiente.
5ª La penúitima etapa es la del amantismo (el tener
3ª Etapa homosexual. Aunque sin "práctica" en la amante). Indudablemente, desde el punto de vista psi-
mayor parte de los casos, la sexualidad atraviesa tam- cológico, el tener amante es más perfecto -sexual-
bién la fase homosexual, caracterizada exteriormente mente hablando- que frecuentar prostitutas o el tener
por amistades de alto tono afectivo con personas del amoríos de fines de semana. En este caso el compañero
mismo sexo. En esta etapa (14-16 años) se abandona sexual ya tiene un nombre propio. Ahora se descubre
la soledad por la participación. El joven descubre el el placer con "una" persona del otro sexo. También esta
placer con otro. Los actos propiamente sexuales se dan etapa puede vivirse como simple tendencia. Aquí la
más entre los chicos que entre las muchachas, que no inmadurez consiste en la provisionalidad de la unión,
suelen pasar de abrazos, besos y caricias, es decir mani- anímicamente no se dice un "para siempre". Es difícil
festaciones afectivas de gran carga emocional. Tenga- saber en qué preciso momento termina el amantismo
mos, pues, en cuenta que no todo joven que tenga y comienza el amor pleno. Los noviazgos o compromi-
prácticas homosexuales en esta etapa es un homo- sos son casi siempre actitudes del amantismo que, lógi-
sexual. camente, deben caminar hacia la etapa siguiente.
Como en la fase anterior el peligro está en una prác- Aunque ahora no hablamos de lo pastoral, se explica
tica que lleve a la fijación, sobre todo en personas ya por lo que hemos dicho el fracaso de la inmensa
predispuestas a ella. mayoría de los matrimonios demasiado jóvenes. En
realidad se trata de personas que se casan sin haber
4ª En la etapa que llamamos de la prostitución, pero captado todavía las dimensiones del verdadero amor
que abarca realidades similares como el petting y el conyugal.
donjuanismo, la persona descubre el placer con el otro
sexo. Más o menos entre los 17-19 años. Igual o más 6ª La etapa última es la del amor pleno. Lo lógico
que las anteriores esta fase puede vivirse en muchos es llegar a ella entre los 20 y los 25 años, aunque las
casos tan sólo como tendencia, es decir como "unas circunstancias de la vida moderna tienden a retrasar
fuertes ganas de", sin que se llegue a los actos. el momento. Aquí el placer se descubre en la recipro-
cidad, es decir se llega a la convicción de que el amor

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solitario. En este sentido la masturbación (que puede Hay un avance respecto a la postura anterior: se ha
ser meramente psicológica) es una conducta sexual descubierto el otro sexo y fisiológica y anímicamente
imperfecta, inmadura, encerrada en el mismo sujeto, hay en los dos compañeros sexuales una sexualidad
pero extraordinariamente frecuente -y en este sentido que se complementa. La inmadurez de esta etapa con-
"normal"- durante la adolescencia. Podemos decir siste en que el otro sexo carece de nombre propio. Hoy
que el adolescente descubre el placer a solas. está locamente enamorado de Juanita, para dentro de
Desde un punto de vista psicológico el mal no es dos semanas estar no menos locamente enamorado de
la práctica masturbatoria en sí misma, sino el que ésta Lupita. En realidad se trata de un "enamoramiento",
produzca un estado d~ fijación que impida el paso a la no del auténtico amor.
etapa siguiente.
5ª La penúitima etapa es la del amantismo (el tener
3ª Etapa homosexual. Aunque sin "práctica" en la amante). Indudablemente, desde el punto de vista psi-
mayor parte de los casos, la sexualidad atraviesa tam- cológico, el tener amante es más perfecto -sexual-
bién la fase homosexual, caracterizada exteriormente mente hablando- que frecuentar prostitutas o el tener
por amistades de alto tono afectivo con personas del amoríos de fines de semana. En este caso el compañero
mismo sexo. En esta etapa (14-16 años) se abandona sexual ya tiene un nombre propio. Ahora se descubre
la soledad por la participación. El joven descubre el el placer con "una" persona del otro sexo. También esta
placer con otro. Los actos propiamente sexuales se dan etapa puede vivirse como simple tendencia. Aquí la
más entre los chicos que entre las muchachas, que no inmadurez consiste en la provisionalidad de la unión,
suelen pasar de abrazos, besos y caricias, es decir mani- anímicamente no se dice un "para siempre". Es difícil
festaciones afectivas de gran carga emocional. Tenga- saber en qué preciso momento termina el amantismo
mos, pues, en cuenta que no todo joven que tenga y comienza el amor pleno. Los noviazgos o compromi-
prácticas homosexuales en esta etapa es un homo- sos son casi siempre actitudes del amantismo que, lógi-
sexual. camente, deben caminar hacia la etapa siguiente.
Como en la fase anterior el peligro está en una prác- Aunque ahora no hablamos de lo pastoral, se explica
tica que lleve a la fijación, sobre todo en personas ya por lo que hemos dicho el fracaso de la inmensa
predispuestas a ella. mayoría de los matrimonios demasiado jóvenes. En
realidad se trata de personas que se casan sin haber
4ª En la etapa que llamamos de la prostitución, pero captado todavía las dimensiones del verdadero amor
que abarca realidades similares como el petting y el conyugal.
donjuanismo, la persona descubre el placer con el otro
sexo. Más o menos entre los 17-19 años. Igual o más 6ª La etapa última es la del amor pleno. Lo lógico
que las anteriores esta fase puede vivirse en muchos es llegar a ella entre los 20 y los 25 años, aunque las
casos tan sólo como tendencia, es decir como "unas circunstancias de la vida moderna tienden a retrasar
fuertes ganas de", sin que se llegue a los actos. el momento. Aquí el placer se descubre en la recipro-
cidad, es decir se llega a la convicción de que el amor

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que lleva consigo la entrega de toda la vida al otro 7. Félix López - Antonio Fuertes. Para comprenderla sexualidad.
sólo puede vivirse con una persona y para siempre. La Ed. Verbo Divino, Estella 19935 •
8. Juan José López Ibor (ed.). El libro de la vida sexual. Ed.
libido y la ternura, lo físico y lo emotivo llegan a su Danae, Barcelona 1973.
unión. 9. José Luis Martín del Campo. Moral de la sexualidad, del amor
Hay tres elementos que componen el amor pleno: la y lafamilia. Ed. CEFAL, México 1992, pp. 17-72.
amistad que trae la igualdad, la ternura que lleva a la 10. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de
intimidad con el otro y la sexualidad genital que con- actitudes 11-2ª).Ed. PS, Madrid 19918, pp. 293-305.
sagra el cuerpo como elemento expresivo del amor.
Desgraciadamente no todas las personas que están
jurídica y sacramentalmente casadas, aun cumpliendo
lo substancial de sus obligaciones, han llegado a la
etapa del amor pleno. Por otra parte, en la evolución
sexual pueden darse también retrocesos y crisis más o
menos pasajeras.
A la luz de todo lo anterior percibimos más cla-
ramente cómo la persona está llamada al crecimiento
en su vida sexual. De la sexualidad puede decirse
especialmente lo que Pablo VI afirmaba hablando en
general: "el crecimiento humano constituye como un
resumen de nuestros deberes" (PP 16). Pasando al
plano teológico podemos decir que el pecado será
sobre todo la renuncia a crecer para fijarse voluntaria-
mente en una etapa no definitiva.

Bibliografía
l. Tony Anatrella. El sexo olvidado. Ed. Sal Terrae, Santander
1994.
2. Erich Fromm. El arte de amar. Ed. Paidós, México 1994.
3. Octavio Fullat. La sexualidad, carne y amor. Ed. Nova Terra,
Barcelona 1966.
4. Antonio Hortelano. El amor y lafamilia en las actualesperspec-
tivas cristianas. Ed. Sígueme, Salamanca 1974, pp. 21-61.
5. Eduardo López Azpitarte. En AA.VV., Praxis Cristiana. Vol.
11.Ed. Paulinas, Madrid 1981, pp~279-304.
6. Eduardo López Azpitarte. Etica de la sexualidady del matrimo-
nio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 43-77. Hay edición mexicana.

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que lleva consigo la entrega de toda la vida al otro 7. Félix López - Antonio Fuertes. Para comprenderla sexualidad.
sólo puede vivirse con una persona y para siempre. La Ed. Verbo Divino, Estella 19935 •
8. Juan José López Ibor (ed.). El libro de la vida sexual. Ed.
libido y la ternura, lo físico y lo emotivo llegan a su Danae, Barcelona 1973.
unión. 9. José Luis Martín del Campo. Moral de la sexualidad, del amor
Hay tres elementos que componen el amor pleno: la y lafamilia. Ed. CEFAL, México 1992, pp. 17-72.
amistad que trae la igualdad, la ternura que lleva a la 10. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de
intimidad con el otro y la sexualidad genital que con- actitudes 11-2ª).Ed. PS, Madrid 19918, pp. 293-305.
sagra el cuerpo como elemento expresivo del amor.
Desgraciadamente no todas las personas que están
jurídica y sacramentalmente casadas, aun cumpliendo
lo substancial de sus obligaciones, han llegado a la
etapa del amor pleno. Por otra parte, en la evolución
sexual pueden darse también retrocesos y crisis más o
menos pasajeras.
A la luz de todo lo anterior percibimos más cla-
ramente cómo la persona está llamada al crecimiento
en su vida sexual. De la sexualidad puede decirse
especialmente lo que Pablo VI afirmaba hablando en
general: "el crecimiento humano constituye como un
resumen de nuestros deberes" (PP 16). Pasando al
plano teológico podemos decir que el pecado será
sobre todo la renuncia a crecer para fijarse voluntaria-
mente en una etapa no definitiva.

Bibliografía
l. Tony Anatrella. El sexo olvidado. Ed. Sal Terrae, Santander
1994.
2. Erich Fromm. El arte de amar. Ed. Paidós, México 1994.
3. Octavio Fullat. La sexualidad, carne y amor. Ed. Nova Terra,
Barcelona 1966.
4. Antonio Hortelano. El amor y lafamilia en las actualesperspec-
tivas cristianas. Ed. Sígueme, Salamanca 1974, pp. 21-61.
5. Eduardo López Azpitarte. En AA.VV., Praxis Cristiana. Vol.
11.Ed. Paulinas, Madrid 1981, pp~279-304.
6. Eduardo López Azpitarte. Etica de la sexualidady del matrimo-
nio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 43-77. Hay edición mexicana.

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,,--

LA SAGRADA ESCRITURA
Y LA TRADICIÓN
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LA SAGRADA ESCRITURA
Y LA TRADICIÓN
CAPÍTUL03
LA SEXUALIDAD Y EL MATRIMONIO
EN LA SAGRADA ESCRITURA

1. La Biblia y la moral sexual

Comencemos teniendo en cuenta la dificultad de


interpretar la Biblia en el terreno ético, especialmente
el A.T. 10, ya que no podemos convertirla en un rece-
tario casuístico y ni siquiera en un código legal. No
olvidemos que la Palabra de Dios se nos revela en una
evolución progresiva, paralela a las diversas culturas y
ambientes en que se encarna.
Para la Biblia la moral, también en el terreno de
la sexualidad, es la forma concreta de vivir la alianza
entre Dios y los hombres, de responder al diálogo amo-
roso iniciado por Dios, de hacer ya presente en nuestro
mundo el Reino de Dios por la fuerza del Espíritu.
Consecuentemente, no nos interesa tanto encontrar
una serie de leyes y normas concretas, sino un ethos,
un talante moral por el que vamos descubriendo cuál
debe ser la forma de actuar del "hombre nuevo" creado
y redimido por Cristo y, ya concretamente, como se
viven "en el Señor" la sexualidad y el matrimonio.
Por otra parte, creemos que la revelación no viene a
darnos una "moral específicamente cristiana" con con-

10. Cf. J. García Trapiello. El problema de la moral en el Antiguo Testa-


mento. Ed. Herder, Barcelona 1977.

43
CAPÍTUL03
LA SEXUALIDAD Y EL MATRIMONIO
EN LA SAGRADA ESCRITURA

1. La Biblia y la moral sexual

Comencemos teniendo en cuenta la dificultad de


interpretar la Biblia en el terreno ético, especialmente
el A.T. 10, ya que no podemos convertirla en un rece-
tario casuístico y ni siquiera en un código legal. No
olvidemos que la Palabra de Dios se nos revela en una
evolución progresiva, paralela a las diversas culturas y
ambientes en que se encarna.
Para la Biblia la moral, también en el terreno de
la sexualidad, es la forma concreta de vivir la alianza
entre Dios y los hombres, de responder al diálogo amo-
roso iniciado por Dios, de hacer ya presente en nuestro
mundo el Reino de Dios por la fuerza del Espíritu.
Consecuentemente, no nos interesa tanto encontrar
una serie de leyes y normas concretas, sino un ethos,
un talante moral por el que vamos descubriendo cuál
debe ser la forma de actuar del "hombre nuevo" creado
y redimido por Cristo y, ya concretamente, como se
viven "en el Señor" la sexualidad y el matrimonio.
Por otra parte, creemos que la revelación no viene a
darnos una "moral específicamente cristiana" con con-

10. Cf. J. García Trapiello. El problema de la moral en el Antiguo Testa-


mento. Ed. Herder, Barcelona 1977.

43
tenidos distintos a los que pide una moral de acuerdo se encuentran en el Génesis: 1,26-28 (documento sacer-
con la dignidad de la persona humana. Sin embargo en dotal) y 2,18-24 (documento yavista). La creación del
la Biblia encontramos una "intencionalidad cristiana" ser humano en su doble cualidad de varón y hembra
y unas "motivaciones cristianas" que nos ofrecen una no tiene su origen en ningún principio mitológico, ni
nueva luz acerca de la realidad sexual (cf. p.e. 1 su dimensión sexual ha sido causada por alguna poten-
Cor 6,15). Se nos manifiesta, además, la presencia del cia maligna, sino que todo es fruto del poder creador
Espíritu Santo que realiza en nosotros el amor y la de Dios. La atracción sexual no es una fuerza divina,
libertad de los hijos de Dios. sino una realidad profana que el hombre debe dominar
Finalmente observemos que en la Escritura la y trabajar como lugarteniente de Dios.
enseñanza sobre la sexualidad está íntimamente unida d) Se dan sin embargo algunas diferencias en los
con la enseñanza sobre el matrimonio. En este sentido dos relatos: El sacerdotal insiste en el aspecto procrea-
muchos autores tratan conjuntamente al estudiar la dor de la sexualidad (Gen 1,28). El yavista insiste en
moral bíblica lo referente al matrimonio y a la sexuali- el aspecto unitivo (Gen 2,18), aunque la ayuda de que
dad. Así también lo haremos aquí. se habla no se refiere sólo a la atracción sexual, sino
a una comunión mucho más profunda y plena. Esta
diversidad de acentos será una constante en toda la
2. La sexualidad en el relato de la creación historia de la moral sexual y matrimonial. La ayuda
que el hombre recibe de la mujer es descrita por el libro
a) El optimismo es la característica fundamental de del Eclesiástico en los siguientes términos:
los dos primeros capítulos del Génesis. Todo lo creado,
también el sexo y el matrimonio, es bueno. Incluso se La belleza de la mujer recrea la mirada,
manifiesta que el ser realiza la imagen de Dios en la y el hombre la desea más que ninguna cosa
unidad de la pareja humana formada por el varón y la Si en su lengua hay ternura y mansedumbre,
mujer: "Creó, pues Dios al ser humano a imagen suya, su marido ya no es como los demás hombres.
a imagen de Dios le creó, varón y hembra los creó" El que adquiere una mujer, adquiere el comienzo de
(Gén 1,27). la fortuna,
b) Se da una diferencia radical entre la postura del una ayuda semejante a él y columna de apoyo.
Génesis y las demás culturas de la época. Estas sacrali- Donde no hay valla, la propiedad es saqueada,
zan la sexualidad. La Biblia, en cambio, la desmitifica donde no hay mujer, gime un hombre a la deriva.
totalmente. Lo sexual aparece libre de todos los ritos ¿Quién se fiará del ladrón ágil
mágicos que se vivían en los pueblos vecinos de Israel. que salta de ciudad en ciudad?
La sexualidad es una realidad terrena, "secularizada", Así tampoco del hombre que no tiene nido
aunque en ella puede y debe manifestarse el misterio y que se alberga donde la noche lo sorprende
de salvación. (Si 36,22-27).11
c) Hay coincidencia fundamental acerca de la sexua-
lidad en los dos relatos de la creación del hombre que 11. Según la numeración de la Biblia de Jerusalén.

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tenidos distintos a los que pide una moral de acuerdo se encuentran en el Génesis: 1,26-28 (documento sacer-
con la dignidad de la persona humana. Sin embargo en dotal) y 2,18-24 (documento yavista). La creación del
la Biblia encontramos una "intencionalidad cristiana" ser humano en su doble cualidad de varón y hembra
y unas "motivaciones cristianas" que nos ofrecen una no tiene su origen en ningún principio mitológico, ni
nueva luz acerca de la realidad sexual (cf. p.e. 1 su dimensión sexual ha sido causada por alguna poten-
Cor 6,15). Se nos manifiesta, además, la presencia del cia maligna, sino que todo es fruto del poder creador
Espíritu Santo que realiza en nosotros el amor y la de Dios. La atracción sexual no es una fuerza divina,
libertad de los hijos de Dios. sino una realidad profana que el hombre debe dominar
Finalmente observemos que en la Escritura la y trabajar como lugarteniente de Dios.
enseñanza sobre la sexualidad está íntimamente unida d) Se dan sin embargo algunas diferencias en los
con la enseñanza sobre el matrimonio. En este sentido dos relatos: El sacerdotal insiste en el aspecto procrea-
muchos autores tratan conjuntamente al estudiar la dor de la sexualidad (Gen 1,28). El yavista insiste en
moral bíblica lo referente al matrimonio y a la sexuali- el aspecto unitivo (Gen 2,18), aunque la ayuda de que
dad. Así también lo haremos aquí. se habla no se refiere sólo a la atracción sexual, sino
a una comunión mucho más profunda y plena. Esta
diversidad de acentos será una constante en toda la
2. La sexualidad en el relato de la creación historia de la moral sexual y matrimonial. La ayuda
que el hombre recibe de la mujer es descrita por el libro
a) El optimismo es la característica fundamental de del Eclesiástico en los siguientes términos:
los dos primeros capítulos del Génesis. Todo lo creado,
también el sexo y el matrimonio, es bueno. Incluso se La belleza de la mujer recrea la mirada,
manifiesta que el ser realiza la imagen de Dios en la y el hombre la desea más que ninguna cosa
unidad de la pareja humana formada por el varón y la Si en su lengua hay ternura y mansedumbre,
mujer: "Creó, pues Dios al ser humano a imagen suya, su marido ya no es como los demás hombres.
a imagen de Dios le creó, varón y hembra los creó" El que adquiere una mujer, adquiere el comienzo de
(Gén 1,27). la fortuna,
b) Se da una diferencia radical entre la postura del una ayuda semejante a él y columna de apoyo.
Génesis y las demás culturas de la época. Estas sacrali- Donde no hay valla, la propiedad es saqueada,
zan la sexualidad. La Biblia, en cambio, la desmitifica donde no hay mujer, gime un hombre a la deriva.
totalmente. Lo sexual aparece libre de todos los ritos ¿Quién se fiará del ladrón ágil
mágicos que se vivían en los pueblos vecinos de Israel. que salta de ciudad en ciudad?
La sexualidad es una realidad terrena, "secularizada", Así tampoco del hombre que no tiene nido
aunque en ella puede y debe manifestarse el misterio y que se alberga donde la noche lo sorprende
de salvación. (Si 36,22-27).11
c) Hay coincidencia fundamental acerca de la sexua-
lidad en los dos relatos de la creación del hombre que 11. Según la numeración de la Biblia de Jerusalén.

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3. La fecundidad en el Antiguo Testamento Además, ser rico en hijos es sentirse depositario de
la promesa hecha a Abraham: "Te colmaré de bendi-
El mandato "Crezcan y multiplíquense" (Gén 1,28) ciones y multiplicaré inmensamente tu descendencia
ha sido con frecuencia interpretado como una invita- como las estrellas del cielo y como la arena de la playa"
ción a un natalismo ilimitado. Sin embargo hay que (Gén 22,17; cf. 15,5). Para el israelita el que no tiene
interpretar este texto más bien como una bendición. hijos ha roto la historia salvífica que desborda de una
"Saliendo al paso de una posible confusión con nocio- a otra generación. En este contexto se explica la ley del
nes paganas, el documento sacerdotal pone buen cui- levirato por la que una mujer que enviuda sin hijos
dado en indicar que el poder procreador del hombre debe casarse de nuevo con el hermano de su marido
no es una prueba de su semejanza divina (que alcan- (cf. Dt 25,5-10) y el hecho de que la esterilidad sea con-
zaría una especie de inmortalidad), sino el resultado siderada como un castigo y una maldición de Dios (cf.
de una especial bendición de Dios. Al hacer uso de Je 11,37-38; Gen 16,2; 1 Sam 1,5-8; Is 4,1).
este poder, el hombre no entra en el mundo mítico En los libros sapienciales se insiste en la importan-
de los dioses, como en el rito pagano de la prostitu- cia de la mujer dentro del hogar (cf. Prov 31,10-31).
ción sagrada, sino que cumple un precepto divino". 12 Pero el A.T. nos muestra también a mujeres que "se
En este sentido, no me parece que la multiplicación meten en política": cf. los libros de Judit y Ester.
de la natalidad haya sido la intención fundamental del
autor del primer capítulo del Génesis, sino que lo que
principalmente se buscaba era apartar al pueblo de los 4. El matrimonio como alianza de amor en el Antiguo Testa-
cultos paganos de la fecundidad. mento
No se puede negar, sin embargo, que el aspecto pro-
creador del matrimonio fue una preocupación cons- La insistencia de la Biblia en la fecundidad no dis-
tante en todo el A.T., aunque no sólo por motivos minuye, sin embargo, la importancia del amor. Este no
religiosos. Los hijos se convierten en una sociedad es considerado como un aspecto añadido o superfluo.
agrícola y militar en fuente de riqueza y poder. El Como ejemplos de amor entre esposos pueden verse
salmo 127 presenta a los hijos de la juventud "como fle- los casos de Jacob y Raquel (Gén 29,20) y de Elcana y
chas en la mano del héroe" y el salmo 128 dirá que "tus Ana (1 Sam 1,8).
hijos son como brotes de olivo en torno a tu mesa". Pero es en los escritos proféticos donde el amor
Proverbios 14,28 afirma: "Pueblo numeroso, gloria del matrimonial va a encontrar su significación más alta
rey; pueblo escaso, ruina del príncipe". Además en las como símbolo del amor de Dios para con su pueblo. La
épocas en que no está clara la creencia en la vida de teología de los profetas marca una etapa nueva en la
ultratumba, el deseo inconsciente de inmortalidad se revelación bíblica del amor entre el hombre y la mujer.
expresa en la supervivencia de los hijos. Los profetas se sirven de la imagen del matrimonio
para explicar las relaciones entre Dios e Israel. Yavé es
12. Comentario Bfblico San Jerónimo. Vol. I. Ed. Cristiandad, Madrid,
pp. 69-70. En el mismo sentido cf. G. von Rad. El libro del Génesis. Ed.
el esposo y el pueblo la esposa. El drama de la pareja
Sígueme, Salamanca 1977, p. 72. humana, drama de amor y de infidelidad, es la mejor

46 47
3. La fecundidad en el Antiguo Testamento Además, ser rico en hijos es sentirse depositario de
la promesa hecha a Abraham: "Te colmaré de bendi-
El mandato "Crezcan y multiplíquense" (Gén 1,28) ciones y multiplicaré inmensamente tu descendencia
ha sido con frecuencia interpretado como una invita- como las estrellas del cielo y como la arena de la playa"
ción a un natalismo ilimitado. Sin embargo hay que (Gén 22,17; cf. 15,5). Para el israelita el que no tiene
interpretar este texto más bien como una bendición. hijos ha roto la historia salvífica que desborda de una
"Saliendo al paso de una posible confusión con nocio- a otra generación. En este contexto se explica la ley del
nes paganas, el documento sacerdotal pone buen cui- levirato por la que una mujer que enviuda sin hijos
dado en indicar que el poder procreador del hombre debe casarse de nuevo con el hermano de su marido
no es una prueba de su semejanza divina (que alcan- (cf. Dt 25,5-10) y el hecho de que la esterilidad sea con-
zaría una especie de inmortalidad), sino el resultado siderada como un castigo y una maldición de Dios (cf.
de una especial bendición de Dios. Al hacer uso de Je 11,37-38; Gen 16,2; 1 Sam 1,5-8; Is 4,1).
este poder, el hombre no entra en el mundo mítico En los libros sapienciales se insiste en la importan-
de los dioses, como en el rito pagano de la prostitu- cia de la mujer dentro del hogar (cf. Prov 31,10-31).
ción sagrada, sino que cumple un precepto divino". 12 Pero el A.T. nos muestra también a mujeres que "se
En este sentido, no me parece que la multiplicación meten en política": cf. los libros de Judit y Ester.
de la natalidad haya sido la intención fundamental del
autor del primer capítulo del Génesis, sino que lo que
principalmente se buscaba era apartar al pueblo de los 4. El matrimonio como alianza de amor en el Antiguo Testa-
cultos paganos de la fecundidad. mento
No se puede negar, sin embargo, que el aspecto pro-
creador del matrimonio fue una preocupación cons- La insistencia de la Biblia en la fecundidad no dis-
tante en todo el A.T., aunque no sólo por motivos minuye, sin embargo, la importancia del amor. Este no
religiosos. Los hijos se convierten en una sociedad es considerado como un aspecto añadido o superfluo.
agrícola y militar en fuente de riqueza y poder. El Como ejemplos de amor entre esposos pueden verse
salmo 127 presenta a los hijos de la juventud "como fle- los casos de Jacob y Raquel (Gén 29,20) y de Elcana y
chas en la mano del héroe" y el salmo 128 dirá que "tus Ana (1 Sam 1,8).
hijos son como brotes de olivo en torno a tu mesa". Pero es en los escritos proféticos donde el amor
Proverbios 14,28 afirma: "Pueblo numeroso, gloria del matrimonial va a encontrar su significación más alta
rey; pueblo escaso, ruina del príncipe". Además en las como símbolo del amor de Dios para con su pueblo. La
épocas en que no está clara la creencia en la vida de teología de los profetas marca una etapa nueva en la
ultratumba, el deseo inconsciente de inmortalidad se revelación bíblica del amor entre el hombre y la mujer.
expresa en la supervivencia de los hijos. Los profetas se sirven de la imagen del matrimonio
para explicar las relaciones entre Dios e Israel. Yavé es
12. Comentario Bfblico San Jerónimo. Vol. I. Ed. Cristiandad, Madrid,
pp. 69-70. En el mismo sentido cf. G. von Rad. El libro del Génesis. Ed.
el esposo y el pueblo la esposa. El drama de la pareja
Sígueme, Salamanca 1977, p. 72. humana, drama de amor y de infidelidad, es la mejor

46 47
comparación para entender el drama de las relaciones gelio del amor erótico y de la sexualidad" (p. 50).
de Dios con su pueblo. Israel es presentado como la Por su parte Luis Alonso Schokel afirma: "El libro se
esposa infiel, una y otra vez perdonada por su esposo. lee como colección de canciones para una boda y de
Este la lleva al desierto, como en los días de su juven- diálogos entre novios: esperando y recordando ... Él y
tud, para iniciar una nueva vida matrimonial. Estos ella, sin nombre propio, son todas las parejas de la his-
pasajes se cuentan entre los más bellos literariamente toria que repiten el milagro del amor" .13Como muestra
y entre los más profundos teológicamente del A.T. Cf. pueden verse los textos de 4,1-11 y 5,10-16. Especial-
especialmente: Os 1-3; Is 54, Jer 2,20-25; 3,1-5; 31,2-6; Ez mente significativo y poético es el texto de 8,6-7:
16.
Lo importante de todo este lenguaje es que si los Grábame como un sello en tu brazo,
profetas se han servido del amor sexual en el matri- como un sello en tu corazón,
monio para que el hombre aprenda cómo deben ser porque es fuerte el amor como la muerte,
sus relaciones con Dios a nivel personal y colectivo, es es cruel la pasión como el abismo;
indudable que este amor es capaz de manifestar este es centella de fuego, llamarada divina;
misterio de la alianza de salvación. Aun sin preten- las aguas torrenciales no podrán apagar el amor
derlo de manera directa, los profetas han hecho una ni anegarlo los ríos.
teología del matrimonio, nos descubren cuál debe ser Si alguien quisiera comprar el amor
el significado de la entrega conyugal. con todas las riquezas de su casa,
se haría despreciable.

5. El amor en los libros sapienciales Es verdad que una segunda lectura, más reciente,
del Cantar de los Cantares, aplicó al libro un sentido
Los libros sapienciales nos ofrecen el lado profun- más simbólico y religioso. Pero esto no nos obliga a
damente humano del amor y de la sexualidad. Un olvidar el sentido primero de la obra. Recordemos, por
ejemplo de ello es el libro de Tobías. Sin embargo las otra parte, que el segundo relato de la creación y el
variantes que encontramos en el capit. 8 nos muestran Cantar son más o menos contemporáneos (cf. E. Schi-
la tensión entre las dos tendencias que antes hemos llebeeckx, pp. 51-53).
indicado. La versión más auténtica subraya la primacía
del amor entre los esposos, mientras que la traducción
de la Vulgata de San Jerónimo (que es la que aparece 6. Pecadoy sexualidad en el Antiguo Testamento
en el ritual mexicano del matrimonio) le da mucho más
Pero la Biblia no cierra los ojos a la trágica realidad
importancia al aspecto procreativo.
del hombre en el terreno sexual. Frente al mundo lumi-
Es en el Cantar de los Cantares donde el amor
noso de la creación buena se alzan las sombras de la
sexual queda enaltecido hasta límites que resultaron
desconcertantes para muchas mentalidades. Muy acer- 13. Nueva Biblia Española.Edición Latinoamericana. Ed. Cristiandad,
tadamente, Schillebeeckx llama a este libro "un evan- Madrid 1976, p.1229.

48 49
comparación para entender el drama de las relaciones gelio del amor erótico y de la sexualidad" (p. 50).
de Dios con su pueblo. Israel es presentado como la Por su parte Luis Alonso Schokel afirma: "El libro se
esposa infiel, una y otra vez perdonada por su esposo. lee como colección de canciones para una boda y de
Este la lleva al desierto, como en los días de su juven- diálogos entre novios: esperando y recordando ... Él y
tud, para iniciar una nueva vida matrimonial. Estos ella, sin nombre propio, son todas las parejas de la his-
pasajes se cuentan entre los más bellos literariamente toria que repiten el milagro del amor" .13Como muestra
y entre los más profundos teológicamente del A.T. Cf. pueden verse los textos de 4,1-11 y 5,10-16. Especial-
especialmente: Os 1-3; Is 54, Jer 2,20-25; 3,1-5; 31,2-6; Ez mente significativo y poético es el texto de 8,6-7:
16.
Lo importante de todo este lenguaje es que si los Grábame como un sello en tu brazo,
profetas se han servido del amor sexual en el matri- como un sello en tu corazón,
monio para que el hombre aprenda cómo deben ser porque es fuerte el amor como la muerte,
sus relaciones con Dios a nivel personal y colectivo, es es cruel la pasión como el abismo;
indudable que este amor es capaz de manifestar este es centella de fuego, llamarada divina;
misterio de la alianza de salvación. Aun sin preten- las aguas torrenciales no podrán apagar el amor
derlo de manera directa, los profetas han hecho una ni anegarlo los ríos.
teología del matrimonio, nos descubren cuál debe ser Si alguien quisiera comprar el amor
el significado de la entrega conyugal. con todas las riquezas de su casa,
se haría despreciable.

5. El amor en los libros sapienciales Es verdad que una segunda lectura, más reciente,
del Cantar de los Cantares, aplicó al libro un sentido
Los libros sapienciales nos ofrecen el lado profun- más simbólico y religioso. Pero esto no nos obliga a
damente humano del amor y de la sexualidad. Un olvidar el sentido primero de la obra. Recordemos, por
ejemplo de ello es el libro de Tobías. Sin embargo las otra parte, que el segundo relato de la creación y el
variantes que encontramos en el capit. 8 nos muestran Cantar son más o menos contemporáneos (cf. E. Schi-
la tensión entre las dos tendencias que antes hemos llebeeckx, pp. 51-53).
indicado. La versión más auténtica subraya la primacía
del amor entre los esposos, mientras que la traducción
de la Vulgata de San Jerónimo (que es la que aparece 6. Pecadoy sexualidad en el Antiguo Testamento
en el ritual mexicano del matrimonio) le da mucho más
Pero la Biblia no cierra los ojos a la trágica realidad
importancia al aspecto procreativo.
del hombre en el terreno sexual. Frente al mundo lumi-
Es en el Cantar de los Cantares donde el amor
noso de la creación buena se alzan las sombras de la
sexual queda enaltecido hasta límites que resultaron
desconcertantes para muchas mentalidades. Muy acer- 13. Nueva Biblia Española.Edición Latinoamericana. Ed. Cristiandad,
tadamente, Schillebeeckx llama a este libro "un evan- Madrid 1976, p.1229.

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sexualidad corrompida. También ésta ha sido alcan- de Dios es lo primero y todas las demás realidades
zada por las consecuencias del pecado. El A.T. nos da quedan relativizadas, aunque no despreciadas.
una lista impresionante de tragedias y pecados relacio- En conjunto los datos que nos aporta el N.T. sobre
nados con el sexo. El ideal de la sexualidad como amor el sexo y el matrimonio coinciden en gran parte con
fecundo y fecundidad amorosa queda manchado por los que hemos visto en el A.T. Se realza, sin embargo,
perversiones de todo tipo: divorcio, prostitución, poli- la bondad del celibato y en algunos textos se insiste
gamia, incestos, homosexualidad, adulterios, violacio- en la igualdad entre hombre y mujer (cf. Gál 3,28).
nes, bestialidad... El capít. 3° del Génesis nos ofrece El simbolismo nupcial, aplicado aquí a la alianza de
una teología de estos hechos lamentables: el pecado ha Cristo con su Iglesia, continúa en el N.T. a través de
dejado sentir su peso en la sexualidad, rompiendo la la alegoría de las bodas (cf. Mt 9,15; 22,2-14; Jn 3,29;
bondad y armonía de la creación. Antes de la _caída 2Cor 11,2-3) y sobre todo se manifiesta en el impor-
Adán y Eva "estaban desnudos sin avergonzarse de tante texto de Ef 5,25-33. La enseñanza es clara: si
ello" (Gén 2,25). Después del pecado "se les abrieron los Cristo, impulsado por su amor, ha llenado a su esposa
ojos a ambos y se dieron cuenta de que estaban desnu- de gracia y santidad, de igual manera la entrega del
dos" (Gén 3,7). En adelante la concupiscencia y el deseo hombre a la mujer debe estar llena de inmenso amor y
sexual se vivirán en el marco de la naturaleza caída. ternura.
No es extraño entonces que en muchos textos la
sexualidad adquiera una tonalidad sombría, que se 8. Moral sexual y consagraciónbautismalsegún san Pablo
convierta casi en algo impuro. Expresión de esto son
las numerosas impurezas sexuales que señala la legis- Toda la moral sexual enseñada por Pablo está fun-
lación (Lev 15), la creencia de que aún la relación sexual dada en la idea del cuerpo de Cristo. Por razón del
lícita impide la plena experiencia religiosa (Ex 19,5) bautismo el hombre entero, hasta en sus elementos
y una cierta corriente antifeminista que no es difícil y estructuras corporales, ha sido transformado por la
encontrar en la Biblia, como si la condena de Dios en el presencia renovadora del Espíritu de Cristo. En lo refe-
paraíso hubiese herido con más fuerza a la mujer. Ver rente a la sexualidad esto se expresa sobre todo en el
especialmente algunos textos del Eclesiástico ( 25,24; texto de lCor 6,12-19, en el que Pablo responde a las
42,13-14) y del Eclesiastés (7,26-28). Otros textos, sin ideas de ciertos gnósticos libertinos introducidos en la
embargo, distinguen entre la mujer buena y la mujer comunidad.
malvada (Ecli 25-26). Para Pablo el acto sexual-genital no es un gesto
periférico, insignificante, sino que expresa un pro-
fundo mensaje religioso y antropológico: la donación
7. La sexualidaden el Nuevo Testamento del corazón a otra persona es símbolo de la donación
de Dios a los hombres y de la ofrenda de éstos al Señor.
No debe extrañarnos que los problemas relaciona- El cuerpo del cristiano es un templo del Espíritu Santo
dos con la sexualidad aparezcan sólo en un segundo y debe ser respetado como tal (lCor 6,19). Debemos
plano en el N.T., sobre todo en los evangelios. El Reino glorificar a Dios en nuestro cuerpo.
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sexualidad corrompida. También ésta ha sido alcan- de Dios es lo primero y todas las demás realidades
zada por las consecuencias del pecado. El A.T. nos da quedan relativizadas, aunque no despreciadas.
una lista impresionante de tragedias y pecados relacio- En conjunto los datos que nos aporta el N.T. sobre
nados con el sexo. El ideal de la sexualidad como amor el sexo y el matrimonio coinciden en gran parte con
fecundo y fecundidad amorosa queda manchado por los que hemos visto en el A.T. Se realza, sin embargo,
perversiones de todo tipo: divorcio, prostitución, poli- la bondad del celibato y en algunos textos se insiste
gamia, incestos, homosexualidad, adulterios, violacio- en la igualdad entre hombre y mujer (cf. Gál 3,28).
nes, bestialidad... El capít. 3° del Génesis nos ofrece El simbolismo nupcial, aplicado aquí a la alianza de
una teología de estos hechos lamentables: el pecado ha Cristo con su Iglesia, continúa en el N.T. a través de
dejado sentir su peso en la sexualidad, rompiendo la la alegoría de las bodas (cf. Mt 9,15; 22,2-14; Jn 3,29;
bondad y armonía de la creación. Antes de la _caída 2Cor 11,2-3) y sobre todo se manifiesta en el impor-
Adán y Eva "estaban desnudos sin avergonzarse de tante texto de Ef 5,25-33. La enseñanza es clara: si
ello" (Gén 2,25). Después del pecado "se les abrieron los Cristo, impulsado por su amor, ha llenado a su esposa
ojos a ambos y se dieron cuenta de que estaban desnu- de gracia y santidad, de igual manera la entrega del
dos" (Gén 3,7). En adelante la concupiscencia y el deseo hombre a la mujer debe estar llena de inmenso amor y
sexual se vivirán en el marco de la naturaleza caída. ternura.
No es extraño entonces que en muchos textos la
sexualidad adquiera una tonalidad sombría, que se 8. Moral sexual y consagraciónbautismalsegún san Pablo
convierta casi en algo impuro. Expresión de esto son
las numerosas impurezas sexuales que señala la legis- Toda la moral sexual enseñada por Pablo está fun-
lación (Lev 15), la creencia de que aún la relación sexual dada en la idea del cuerpo de Cristo. Por razón del
lícita impide la plena experiencia religiosa (Ex 19,5) bautismo el hombre entero, hasta en sus elementos
y una cierta corriente antifeminista que no es difícil y estructuras corporales, ha sido transformado por la
encontrar en la Biblia, como si la condena de Dios en el presencia renovadora del Espíritu de Cristo. En lo refe-
paraíso hubiese herido con más fuerza a la mujer. Ver rente a la sexualidad esto se expresa sobre todo en el
especialmente algunos textos del Eclesiástico ( 25,24; texto de lCor 6,12-19, en el que Pablo responde a las
42,13-14) y del Eclesiastés (7,26-28). Otros textos, sin ideas de ciertos gnósticos libertinos introducidos en la
embargo, distinguen entre la mujer buena y la mujer comunidad.
malvada (Ecli 25-26). Para Pablo el acto sexual-genital no es un gesto
periférico, insignificante, sino que expresa un pro-
fundo mensaje religioso y antropológico: la donación
7. La sexualidaden el Nuevo Testamento del corazón a otra persona es símbolo de la donación
de Dios a los hombres y de la ofrenda de éstos al Señor.
No debe extrañarnos que los problemas relaciona- El cuerpo del cristiano es un templo del Espíritu Santo
dos con la sexualidad aparezcan sólo en un segundo y debe ser respetado como tal (lCor 6,19). Debemos
plano en el N.T., sobre todo en los evangelios. El Reino glorificar a Dios en nuestro cuerpo.
51
50
El capítulo 7 de la primera carta a los corintios está el cuerpo humano, como si fuera el principal enemigo
destinado a dar una serie de consejos morales acerca de de la vida cristiana. 15
la vida sexual y matrimonial en los que Pablo demues- Sin embargo, la lectura atenta de los textos de san
tra una gran prudencia pastoral a partir de la realidad Pablo nos da la pista para la verdadera interpretación.
en que vivían los cristianos. Para el Apóstol la carne (sarx) no es sinónimo de
De hecho, la conducta de éstos no siempre estuvo cuerpo, sino que el hombre entero -cuerpo y alma-
de acuerdo con el ideal predicado por Jesús y los após- puede encontrarse bajo la esfera de la carne o del
toles. De ahí que en los libros del N.T. se condenen espíritu. El hombre "carnal" es el ser humano no redi-
explícitamente algunos comportamientos: la fornica- mido, sin Cristo, enfrentado contra Dios e impotente
ción (porneia) (lCor 6,9; Ef 5,5; Gál 5,19; Heb 13,4), para hacer el bien. Por esto entre las "obras de la carne"
el adulterio (lCor 6,9; Heb 13,4), la homosexualidad hay pecados muy "espirituales": odios, celos, envidia,
(Rom 1,26-27; lCor 6,9), el incesto (lCor 5,1), los peca- divisiones, etc. (cf. Gál 5,20s). Al contrario, el hombre
dos de deseo (Mt 6,28). Hay que tener en cuenta que en "según el Espíritu" es el hombre en Cristo que con la
las listas o catálogos de pecados, aun cuando se diga plenitud de su ser -alma y cuerpo- actúa de acuerdo
que "quienes tales cosas hacen no heredarán el Reino con las exigencias de su pertenencia al Reino. 16
de Dios" (Gál 5,21), no se intenta afirmar que unas Por tanto cuando Pablo habla del dualismo entre
determinadas acciones son siempre pecado mortal, sino carne y espíritu no hace una reflexión filosófica sobre
que se condenan aquellas actitudes (que con frecuencia los compuestos del ser humano, sino una teología de la
se traducirán en actos) que son propias del "hombre doble posibilidad que hay en nuestra vida de apertura
viejo" y contrarias a la vida según el Espíritu. 14 o rechazo del don de Dios en Cristo.
Además, el mensaje cristiano nos presenta una glo-
rificación del cuerpo humano que supera las categorías
9. El conflicto entre la carne y el espíritu imperantes en el mundo greco-romano. Por eso los ate-
nienses se rieron de Pablo cuando éste les habló de
A veces se ha interpretado con una mentalidad "la resurrección de los muertos" (Hch 17,32). Para el
propia del dualismo platónico y ajena al cristianismo cristiano el cuerpo no puede ser la cárcel del alma o
los textos en que Pablo habla de la lucha entre la carne una incómoda sala de espera hasta el momento de la
y el espíritu (cf. Gál 5,16-17; Rom 8,5-12). Esta exégesis muerte. El cuerpo es el lugar en el que construimos
es la que ha fomentado desde antiguo el desprecio por nuestra eternidad e incorporado al cuerpo resucitado
de Jesucristo está destinado a participar de la gloria de
la resurrección. •
15. El mundo, el demonio y la carne son presentados en los catecis-
14. Los principales catálogos paulinos de vicios que contienen com- mos tradicionales como los "enemigos del hombre".
portamientos relacionados con la vida sexual son: lCor 6,9-10; Gál 5,19-21; 16. También en el A.T. encontramos la distinción entre "carne" y
Ef 5,3-5; Col 3,5-8. Cf. A. Ródenas. "La moral sexual en los catálogos "espíritu", es decir el hombre en cuanto ser dependiente del Espíritu de
de virtudes y vicios del epistolario paulino": Analecta Calasanctiana,19 Dios y en cuanto criatura frágil sujeta a las limitaciones de su naturaleza
(1977), pp. 265-299.
terrena (cf. Num 27,16; Is 31,3).

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El capítulo 7 de la primera carta a los corintios está el cuerpo humano, como si fuera el principal enemigo
destinado a dar una serie de consejos morales acerca de de la vida cristiana. 15
la vida sexual y matrimonial en los que Pablo demues- Sin embargo, la lectura atenta de los textos de san
tra una gran prudencia pastoral a partir de la realidad Pablo nos da la pista para la verdadera interpretación.
en que vivían los cristianos. Para el Apóstol la carne (sarx) no es sinónimo de
De hecho, la conducta de éstos no siempre estuvo cuerpo, sino que el hombre entero -cuerpo y alma-
de acuerdo con el ideal predicado por Jesús y los após- puede encontrarse bajo la esfera de la carne o del
toles. De ahí que en los libros del N.T. se condenen espíritu. El hombre "carnal" es el ser humano no redi-
explícitamente algunos comportamientos: la fornica- mido, sin Cristo, enfrentado contra Dios e impotente
ción (porneia) (lCor 6,9; Ef 5,5; Gál 5,19; Heb 13,4), para hacer el bien. Por esto entre las "obras de la carne"
el adulterio (lCor 6,9; Heb 13,4), la homosexualidad hay pecados muy "espirituales": odios, celos, envidia,
(Rom 1,26-27; lCor 6,9), el incesto (lCor 5,1), los peca- divisiones, etc. (cf. Gál 5,20s). Al contrario, el hombre
dos de deseo (Mt 6,28). Hay que tener en cuenta que en "según el Espíritu" es el hombre en Cristo que con la
las listas o catálogos de pecados, aun cuando se diga plenitud de su ser -alma y cuerpo- actúa de acuerdo
que "quienes tales cosas hacen no heredarán el Reino con las exigencias de su pertenencia al Reino. 16
de Dios" (Gál 5,21), no se intenta afirmar que unas Por tanto cuando Pablo habla del dualismo entre
determinadas acciones son siempre pecado mortal, sino carne y espíritu no hace una reflexión filosófica sobre
que se condenan aquellas actitudes (que con frecuencia los compuestos del ser humano, sino una teología de la
se traducirán en actos) que son propias del "hombre doble posibilidad que hay en nuestra vida de apertura
viejo" y contrarias a la vida según el Espíritu. 14 o rechazo del don de Dios en Cristo.
Además, el mensaje cristiano nos presenta una glo-
rificación del cuerpo humano que supera las categorías
9. El conflicto entre la carne y el espíritu imperantes en el mundo greco-romano. Por eso los ate-
nienses se rieron de Pablo cuando éste les habló de
A veces se ha interpretado con una mentalidad "la resurrección de los muertos" (Hch 17,32). Para el
propia del dualismo platónico y ajena al cristianismo cristiano el cuerpo no puede ser la cárcel del alma o
los textos en que Pablo habla de la lucha entre la carne una incómoda sala de espera hasta el momento de la
y el espíritu (cf. Gál 5,16-17; Rom 8,5-12). Esta exégesis muerte. El cuerpo es el lugar en el que construimos
es la que ha fomentado desde antiguo el desprecio por nuestra eternidad e incorporado al cuerpo resucitado
de Jesucristo está destinado a participar de la gloria de
la resurrección. •
15. El mundo, el demonio y la carne son presentados en los catecis-
14. Los principales catálogos paulinos de vicios que contienen com- mos tradicionales como los "enemigos del hombre".
portamientos relacionados con la vida sexual son: lCor 6,9-10; Gál 5,19-21; 16. También en el A.T. encontramos la distinción entre "carne" y
Ef 5,3-5; Col 3,5-8. Cf. A. Ródenas. "La moral sexual en los catálogos "espíritu", es decir el hombre en cuanto ser dependiente del Espíritu de
de virtudes y vicios del epistolario paulino": Analecta Calasanctiana,19 Dios y en cuanto criatura frágil sujeta a las limitaciones de su naturaleza
(1977), pp. 265-299.
terrena (cf. Num 27,16; Is 31,3).

52 53
Todo lo anterior, sin embargo, no debe hacernos
olvidar la presencia del pecado y, por lo tanto, la nece-
sidad de orar y vigilar para superar nuestra debilidad:
"Velen y oren, para que no caigan en la tentación: CAPÍTULO4
porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil"
(Me 14,38). LA FAMILIA
EN LA SAGRADA ESCRITURA

Bibliografía ,

l. Santos Benetti. Sexualidad y erotismo en la Biblia. Ed. San


Pablo, Buenos Aires 1994.
2. CELAP. Sexualidad y moral cristiana. Ed. CELAP - Herder, 1. Lafamilia, un tema olvidado
Santiago - Barcelona 1972, pp. 157-220.
3. Equipo Interdisciplinar. Sexualidad y vida cristiana. Ed. Sal
Terrae, Santander 1982, pp. 57-84. Hay que constatar en primer lugar que a lo largo de
4. Ángel González Núñez. La pareja humana en la Biblia. Ed. la reflexión cristiana a través de la historia la atención
San Pablo, Madrid 1994. se ha referido con frecuencia y profundidad al matri-
5. A. Kosnik. (ed.). La sexualidad humana. Ed. Cristiandad, monio, pero no ha dedicado un interés semejante a la
Madrid 1978, pp. 25-50.
6. López Azpitarte, Eduardo. Ética de la sexualidad y del matrimo-
familia como realidad humana y como misterio de sal-
nio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 79-111. vación. Es verdad que la revelación y la ulterior teolo-
7. José Luis Martín del Campo. Moral de la sexualidad, el amor y gía cristiana vinculan inseparablemente la institución
la familia. Ed. CEFAL, México 1992, pp. 75-108. matrimonial con la institución familiar. Sin embargo,
8. Antonio Salas. "La sexualidad. Aporte del' corpus paulino'": un enfoque explícito sobre la realidad familiar por
Biblia y Fe, 18 (1992), nº 52, pp. 67-91. Todo el nº de la revista está
dedicado al tema de "La sexualidad en la Biblia". parte de biblistas y teólogos hubiera aportado más luz
9. Edward Schillebeeckx. El matrimonio. Ed. Sígueme, Sala- y un mayor dinamismo a este espacio de gracia que es
manca 19702, pp. 33-201. la familia.
10. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de Ciertamente algo ha ayudado a la reflexión la defi-
actitudes II-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 120-129. nición que hace el Vaticano II de la familia como "espe-
cie de Iglesia doméstica" (LG llb). Hay que reconocer
también que la publicación de la exhortación Familiaris
consortio en 1981 y la celebración del Año Internacio-
nal de la Familia en 1994 contribuyeron eficazmente a
un despertar de los estudios bíblicos y teológicos sobre
la familia. La reflexión ética también ha dado un paso
adelante.

54 55
Todo lo anterior, sin embargo, no debe hacernos
olvidar la presencia del pecado y, por lo tanto, la nece-
sidad de orar y vigilar para superar nuestra debilidad:
"Velen y oren, para que no caigan en la tentación: CAPÍTULO4
porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil"
(Me 14,38). LA FAMILIA
EN LA SAGRADA ESCRITURA

Bibliografía ,

l. Santos Benetti. Sexualidad y erotismo en la Biblia. Ed. San


Pablo, Buenos Aires 1994.
2. CELAP. Sexualidad y moral cristiana. Ed. CELAP - Herder, 1. Lafamilia, un tema olvidado
Santiago - Barcelona 1972, pp. 157-220.
3. Equipo Interdisciplinar. Sexualidad y vida cristiana. Ed. Sal
Terrae, Santander 1982, pp. 57-84. Hay que constatar en primer lugar que a lo largo de
4. Ángel González Núñez. La pareja humana en la Biblia. Ed. la reflexión cristiana a través de la historia la atención
San Pablo, Madrid 1994. se ha referido con frecuencia y profundidad al matri-
5. A. Kosnik. (ed.). La sexualidad humana. Ed. Cristiandad, monio, pero no ha dedicado un interés semejante a la
Madrid 1978, pp. 25-50.
6. López Azpitarte, Eduardo. Ética de la sexualidad y del matrimo-
familia como realidad humana y como misterio de sal-
nio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 79-111. vación. Es verdad que la revelación y la ulterior teolo-
7. José Luis Martín del Campo. Moral de la sexualidad, el amor y gía cristiana vinculan inseparablemente la institución
la familia. Ed. CEFAL, México 1992, pp. 75-108. matrimonial con la institución familiar. Sin embargo,
8. Antonio Salas. "La sexualidad. Aporte del' corpus paulino'": un enfoque explícito sobre la realidad familiar por
Biblia y Fe, 18 (1992), nº 52, pp. 67-91. Todo el nº de la revista está
dedicado al tema de "La sexualidad en la Biblia". parte de biblistas y teólogos hubiera aportado más luz
9. Edward Schillebeeckx. El matrimonio. Ed. Sígueme, Sala- y un mayor dinamismo a este espacio de gracia que es
manca 19702, pp. 33-201. la familia.
10. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de Ciertamente algo ha ayudado a la reflexión la defi-
actitudes II-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 120-129. nición que hace el Vaticano II de la familia como "espe-
cie de Iglesia doméstica" (LG llb). Hay que reconocer
también que la publicación de la exhortación Familiaris
consortio en 1981 y la celebración del Año Internacio-
nal de la Familia en 1994 contribuyeron eficazmente a
un despertar de los estudios bíblicos y teológicos sobre
la familia. La reflexión ética también ha dado un paso
adelante.

54 55
De hecho constatamos, sin embargo, que los actua- cede a los demás que tratan del orden social y es el
les manuales postconciliares por lo general hablan muy único sancionado por una promesa (un hecho al que
poco del tema de la familia en cuanto tal, desde un alude el N.T.: Ef 6,2). El mandamiento, además, tiene
punto de vista teológico. un valor incondicional. No se pregunta si el padre y
Resumiendo: Hay mucho escrito sobre la pastoral la madre merecen ser honrados y si pueden exigir esta
familiar, pero relativamente poco sobre la teología de honra. Lo que se dice es que es preciso honrar a los
la familia y sus expresiones éticas. P.e. Eduardo López padres porque son los padres. El Código de la Alianza
Azpitarte ignora en absoluto este tema en sus textos y refuerza el mandamiento del Decálogo cuando esta-
el manual de Marciano Vidal Moral de actitudes sólo blece la pena de muerte para quien maldice o golpea a
trata de la familia en relación con la educación sexual su padre o a su madre (Ex 21, 15.17).
y con la droga. La cuestión, en cambio, sí es abordada, ·El judaísmo tardío repite las exigencias del Código
aunque brevemente en el manual del chileno Tony de la Alianza. El mandamiento de honrar a los padres
Mifsud. 17 es una pieza principal de la catequesis (Ecl 7,27; 23,14;
Tob 4,3-5). Hay que tener en cuenta sin embargo que
los cuadros de moral familiar de Tob 4,3-21 y Ecli
2. La familia en el Antiguo Testamento 7,22-28 son esquemas con una fuerte carga helénica.

En la Antigua Alianza el orden familiar se funda-


mentaba en el mandamiento del Decálogo: "Honra a tu 3. La familia en los evangelios
padre y a tu madre, para que vivas largos años sobre
la tierra que te ha de dar el Señor Dios" (Ex 20,12; En el aspecto familiar el orden antiguo sigue vigente
Dt 5,10.16). El Decálogo prohibe los graves delitos en el N.T. Jesús refrenda el mandamiento del Decálogo
individuales que destruyen la comunidad por medio al responder al joven rico (cf. Me 10,19). La necesidad
de acciones externas: asesinato, adulterio, robo. En de ayudar a los padres ancianos es recordada por Jesús
cambio el mandamiento de honrar a los padres es com- al criticar la piedad hipócrita de los fariseos (cf. Mt
pletamente distinto y va más allá de lo externo: exige 7,9-13). Pero las exigencias del amor familiar quedan
una actitud interior de respeto, una actitud de la que relativizadas, lo mismo que las otras realidades terre-
siempre brotan nuevas acciones. nas, por las exigencias del Reino de Dios.
En Israel estaba vigente un derecho patriarcal en A veces se ha querido fundamentar una teología
el que la mujer se veía situada en una posición jurídi- bíblica de la familia en la imitación de la Sagrada Fami-
camente más débil. Esto era consecuencia inevitable lia de Nazaret, con una actitud sentimental y morali-
de la poligamia. Sin embargo, en el mandamiento del zante. Pero pedirle al Evangelio un modelo sociológico
Decálogo el padre y la madre tienen el mismo derecho de familia universalmente válido, sin distinguir tiem-
a la honra dentro de la familia. Este mandamiento pre- pos, geografías y culturas, es pedir a los textos bíbli-
cos más de lo que éstos pueden dar. Lo cual no quita
17. Cf. Moral de discernimiento,Ed. CIDE, Santiago 1986. pp. 259-282. que, al igual que en otras cuestiones (la sexualidad
56 57
De hecho constatamos, sin embargo, que los actua- cede a los demás que tratan del orden social y es el
les manuales postconciliares por lo general hablan muy único sancionado por una promesa (un hecho al que
poco del tema de la familia en cuanto tal, desde un alude el N.T.: Ef 6,2). El mandamiento, además, tiene
punto de vista teológico. un valor incondicional. No se pregunta si el padre y
Resumiendo: Hay mucho escrito sobre la pastoral la madre merecen ser honrados y si pueden exigir esta
familiar, pero relativamente poco sobre la teología de honra. Lo que se dice es que es preciso honrar a los
la familia y sus expresiones éticas. P.e. Eduardo López padres porque son los padres. El Código de la Alianza
Azpitarte ignora en absoluto este tema en sus textos y refuerza el mandamiento del Decálogo cuando esta-
el manual de Marciano Vidal Moral de actitudes sólo blece la pena de muerte para quien maldice o golpea a
trata de la familia en relación con la educación sexual su padre o a su madre (Ex 21, 15.17).
y con la droga. La cuestión, en cambio, sí es abordada, ·El judaísmo tardío repite las exigencias del Código
aunque brevemente en el manual del chileno Tony de la Alianza. El mandamiento de honrar a los padres
Mifsud. 17 es una pieza principal de la catequesis (Ecl 7,27; 23,14;
Tob 4,3-5). Hay que tener en cuenta sin embargo que
los cuadros de moral familiar de Tob 4,3-21 y Ecli
2. La familia en el Antiguo Testamento 7,22-28 son esquemas con una fuerte carga helénica.

En la Antigua Alianza el orden familiar se funda-


mentaba en el mandamiento del Decálogo: "Honra a tu 3. La familia en los evangelios
padre y a tu madre, para que vivas largos años sobre
la tierra que te ha de dar el Señor Dios" (Ex 20,12; En el aspecto familiar el orden antiguo sigue vigente
Dt 5,10.16). El Decálogo prohibe los graves delitos en el N.T. Jesús refrenda el mandamiento del Decálogo
individuales que destruyen la comunidad por medio al responder al joven rico (cf. Me 10,19). La necesidad
de acciones externas: asesinato, adulterio, robo. En de ayudar a los padres ancianos es recordada por Jesús
cambio el mandamiento de honrar a los padres es com- al criticar la piedad hipócrita de los fariseos (cf. Mt
pletamente distinto y va más allá de lo externo: exige 7,9-13). Pero las exigencias del amor familiar quedan
una actitud interior de respeto, una actitud de la que relativizadas, lo mismo que las otras realidades terre-
siempre brotan nuevas acciones. nas, por las exigencias del Reino de Dios.
En Israel estaba vigente un derecho patriarcal en A veces se ha querido fundamentar una teología
el que la mujer se veía situada en una posición jurídi- bíblica de la familia en la imitación de la Sagrada Fami-
camente más débil. Esto era consecuencia inevitable lia de Nazaret, con una actitud sentimental y morali-
de la poligamia. Sin embargo, en el mandamiento del zante. Pero pedirle al Evangelio un modelo sociológico
Decálogo el padre y la madre tienen el mismo derecho de familia universalmente válido, sin distinguir tiem-
a la honra dentro de la familia. Este mandamiento pre- pos, geografías y culturas, es pedir a los textos bíbli-
cos más de lo que éstos pueden dar. Lo cual no quita
17. Cf. Moral de discernimiento,Ed. CIDE, Santiago 1986. pp. 259-282. que, al igual que en otras cuestiones (la sexualidad
56 57
p.e.) podemos encontrar en la familia de Nazaret y en e) Al discípulo puede ocurrirle, como a Jesús, que
el Evangelio un "ethos", es decir la descripción de unas sean sus propios parientes los que menos le compren-
actitudes fundamentales que pueden ayudar a confi- dan y más se escandalicen de él (cf. Me 3,21; 6,1-6).
gurar un proyecto de moral familiar válido también En resumen, el Reino de Dios implica ser sus hijos
para el creyente de nuestro tiempo. de adopción ("Uno solo es vuestro Padre", Mt 23,9) y
' en consecuencia comenzar a formar parte de la gran
Podemos subrayar dos aspectos: familia de Dios (cf. Ef 2,19). A ella ha de estar ente-
1) Para Jesús la familia es una realidad humana ramente subordinada la familia humana, la· cual no
valiosa. De hecho Jesús atribuye a la familia de la carne pierde nada con ello y así se abre al amor universal.
y de la sangre la máxima importancia. Tiene su origen ¿Por qué resulta conflictivo el mensaje de Jesús
en el designio creador de Dios y por eso es una reali- sobre la familia? Benjamín Forcano lo explica en los
dad muy buena. siguientes términos (pp. 305s):
El misterio de la encarnación impulsó a Jesús a nacer "Es esta una pregunta que aflora constantemente
y a vivir gran parte de su peregrinación entre nosotros en quien lee el Evangelio. Las palabras de Jesús son, a
en una familia. Experimentó el amor, la pobreza, la las veces, tan fuertes y radicales que uno piensa encon-
obediencia, el trabajo, el cumplimiento de las leyes trarse ante un dilema: o seguir a Jesús y dejar la familia
sociales y religiosas en una familia como cualquier o quedarse en familia y no seguirle. Y no creo que Jesús
ser humano. Resumiendo: Si Jesús quiso vivir tanto plantee esta alternativa. Pero en la práctica, la familia
tiempo en el seno de una familia, esto no es algo que funciona con tal lógica y pretensiones que frecuente-
carezca de significado para nosotros, sino todo lo con- mente al discípulo de Jesús no le queda más remedio
trario. Jesús señaló con ello la eminente dignidad de que optar entre ella o el Evangelio.
la institución familiar como lugar natural de una vida Y no pensemos que estas opciones ya no tienen
que transcurre bajo la mirada de Dios. lugar en nuestro tiempo. Pienso más bien lo contrario,
2) Para Jesús la familia está subordinada al Reino de que la fuerza del segu~miento de Jesús se estrella o
Dios. La familia no es ningún absoluto ni puede con- se hace impermeable en el mundo de nuestra familia
vertirse en un ídolo. La paz y la armonía familiares actual. Algo parecido a lo que ocurría en su época.
deben subordinarse, llegado el caso, a otra realidad 1) Jesús conocía muy bien hasta qué punto la vida
superior: el Reino de Dios. Jesús insiste en ello con una del pueblo judío estaba centrada en la familia. Pero
fuerza inusitada: esta familia era dominadora y oprimente al declarar
a) Por seguir a Jesús el discípulo se verá frecuen- al padre dueño absoluto de ella y al otorgarle plenos
temente enfrentado con sus propios familiares (cf. Le poderes sobre la mujer y los hijos ...
12,51-53; Mt 10,21-22). 2) Jesús no impugna la existencia de la familia ni
b) El seguimie-nto de Jesús está por encima incluso su institución. La familia es el lugar nato, imprescindi-
del amor legítimo al padre y a la madre (cf. Mt 10,37-38; ble, para la crianza, desarrollo, educación del hijo y su
Le 14,12-14; 14,26-27). inserción en la sociedad. Pero la familia, en su fundo-

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p.e.) podemos encontrar en la familia de Nazaret y en e) Al discípulo puede ocurrirle, como a Jesús, que
el Evangelio un "ethos", es decir la descripción de unas sean sus propios parientes los que menos le compren-
actitudes fundamentales que pueden ayudar a confi- dan y más se escandalicen de él (cf. Me 3,21; 6,1-6).
gurar un proyecto de moral familiar válido también En resumen, el Reino de Dios implica ser sus hijos
para el creyente de nuestro tiempo. de adopción ("Uno solo es vuestro Padre", Mt 23,9) y
' en consecuencia comenzar a formar parte de la gran
Podemos subrayar dos aspectos: familia de Dios (cf. Ef 2,19). A ella ha de estar ente-
1) Para Jesús la familia es una realidad humana ramente subordinada la familia humana, la· cual no
valiosa. De hecho Jesús atribuye a la familia de la carne pierde nada con ello y así se abre al amor universal.
y de la sangre la máxima importancia. Tiene su origen ¿Por qué resulta conflictivo el mensaje de Jesús
en el designio creador de Dios y por eso es una reali- sobre la familia? Benjamín Forcano lo explica en los
dad muy buena. siguientes términos (pp. 305s):
El misterio de la encarnación impulsó a Jesús a nacer "Es esta una pregunta que aflora constantemente
y a vivir gran parte de su peregrinación entre nosotros en quien lee el Evangelio. Las palabras de Jesús son, a
en una familia. Experimentó el amor, la pobreza, la las veces, tan fuertes y radicales que uno piensa encon-
obediencia, el trabajo, el cumplimiento de las leyes trarse ante un dilema: o seguir a Jesús y dejar la familia
sociales y religiosas en una familia como cualquier o quedarse en familia y no seguirle. Y no creo que Jesús
ser humano. Resumiendo: Si Jesús quiso vivir tanto plantee esta alternativa. Pero en la práctica, la familia
tiempo en el seno de una familia, esto no es algo que funciona con tal lógica y pretensiones que frecuente-
carezca de significado para nosotros, sino todo lo con- mente al discípulo de Jesús no le queda más remedio
trario. Jesús señaló con ello la eminente dignidad de que optar entre ella o el Evangelio.
la institución familiar como lugar natural de una vida Y no pensemos que estas opciones ya no tienen
que transcurre bajo la mirada de Dios. lugar en nuestro tiempo. Pienso más bien lo contrario,
2) Para Jesús la familia está subordinada al Reino de que la fuerza del segu~miento de Jesús se estrella o
Dios. La familia no es ningún absoluto ni puede con- se hace impermeable en el mundo de nuestra familia
vertirse en un ídolo. La paz y la armonía familiares actual. Algo parecido a lo que ocurría en su época.
deben subordinarse, llegado el caso, a otra realidad 1) Jesús conocía muy bien hasta qué punto la vida
superior: el Reino de Dios. Jesús insiste en ello con una del pueblo judío estaba centrada en la familia. Pero
fuerza inusitada: esta familia era dominadora y oprimente al declarar
a) Por seguir a Jesús el discípulo se verá frecuen- al padre dueño absoluto de ella y al otorgarle plenos
temente enfrentado con sus propios familiares (cf. Le poderes sobre la mujer y los hijos ...
12,51-53; Mt 10,21-22). 2) Jesús no impugna la existencia de la familia ni
b) El seguimie-nto de Jesús está por encima incluso su institución. La familia es el lugar nato, imprescindi-
del amor legítimo al padre y a la madre (cf. Mt 10,37-38; ble, para la crianza, desarrollo, educación del hijo y su
Le 14,12-14; 14,26-27). inserción en la sociedad. Pero la familia, en su fundo-

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namiento concreto, puede ser opresora y anuladora. Y cerá -en la medida en que lo obstaculice- la crítica y
esto lo era, en gran parte, la familia judía. el repudio de Jesús.
3) Jesús viene a proclamar y a vivir una realidad ...Quizás sea la familia el primer círculo que más
nueva: el Reino de Dios. Y todos los hombres pueden instintivamente se cierra sobre sí, impidiendo que se
acceder a él, a condición que admitan que él solo abran y comuniquen los otros círculos más amplios de
-Dios- es su Padre y todos entre sí hermanos. Entre la humanidad.
hermanos no puede haber desigualdad, enemistad, Por esto, Jesús tiene palabras tan fuertes para la
explotación. Por eso, esta novedad de Jesús salta a la familia y relativiza tanto sus relaciones."
luz pública, restalla en la conciencia de muchos y hace
que se tambaleen muchas ideas y prácticas contrarias
de su sociedad. Tal novedad provoca entre él y los diri- 4. Lafamilia en las cartasapostólicas
gentes de su pueblo un conflicto; el conflicto de visio-
nes y mentalidades opuestas y en el cual sus opositores Las cartas apostólicas nos presentan numerosas
son precisamente los que de mayor poder y prestigio exhortaciones acerca de cómo debe ser la vida fami-
gozan: poder económico, cultural, religioso, político. liar. En estos cuadros de moral familiar se describen las
Jesús les declara que desde sus planteamientos no se obligaciones de los diferentes miembros (d. Ef 5,21-6,9;
llega -ni se entra- en el Reino de Dios. Y, por necesi- Col 3,18 - 4,1; lTim 2,8-15; Tit 2,1-10; lPe 3,1-7). Si en
dad, rompe con ellos. estos textos se acentúan los deberes de los hijos res-
Parecida cosa le ocurre al mirar a la familia. La pecto de los padres, también se señalan los deberes de
familia es necesaria para formar al ser humano e inte- los padres para con los hijos y los límites de la autori-
grarlo en la sociedad, pero tal como allí se hacen las dad paterna, que no puede ser arbitraria ni despótica.
cosas, contribuyen a poner las relaciones familiares Sin embargo, la carta a los Hebreos nos recuerda indi-
por encima de todas las demás, a perpetuar el poder rectamente la obligación de los padres de corregir a
y autoritarismo del padre, a negar la dignidad de la sus hijos (d. Heb 12,5-9). En estos códigos de moral
mujer y de los hijos, a fomentar una lógica de insolida- familiar, según las pautas del mundo greco-romano,
ridad y dominio. Todo ello niega y entorpece la crea- aparecen también las relaciones entre los amos y los
ción del nuevo Reino, de las nuevas relaciones entre los esclavos, que de alguna manera formaban parte de la
hombres. familia.
La novedad de Jesús reside ahí precisamente: que la Existen indudablemente en el cristianismo primi-
familia por muy natural y entrañable que sea no puede tivo tradiciones que refuerzan una imagen patriarcal
ir contra otra manera de hacer familia más radical y de la familia, sobre todo los citados "códigos domés-
universal: la de ser todos hijos del único Padre del cielo ticos". Estos códigos, insertos en las cartas postpauli-
y la de ser todos hermanos. Eso es lo importante, lo pri- nas, aplican el esquema de la casa greco-romana con su
mero y lo absoluto. Y cualquier modelo de familia que orden patriarcal a la comunidad cristiana y a la Iglesia
se oponga al logro de esta fraternidad universal mere- entendida como "casa de Dios". Todos ellos exhortan a
la subordinación a mujeres, hijos y esclavos.
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namiento concreto, puede ser opresora y anuladora. Y cerá -en la medida en que lo obstaculice- la crítica y
esto lo era, en gran parte, la familia judía. el repudio de Jesús.
3) Jesús viene a proclamar y a vivir una realidad ...Quizás sea la familia el primer círculo que más
nueva: el Reino de Dios. Y todos los hombres pueden instintivamente se cierra sobre sí, impidiendo que se
acceder a él, a condición que admitan que él solo abran y comuniquen los otros círculos más amplios de
-Dios- es su Padre y todos entre sí hermanos. Entre la humanidad.
hermanos no puede haber desigualdad, enemistad, Por esto, Jesús tiene palabras tan fuertes para la
explotación. Por eso, esta novedad de Jesús salta a la familia y relativiza tanto sus relaciones."
luz pública, restalla en la conciencia de muchos y hace
que se tambaleen muchas ideas y prácticas contrarias
de su sociedad. Tal novedad provoca entre él y los diri- 4. Lafamilia en las cartasapostólicas
gentes de su pueblo un conflicto; el conflicto de visio-
nes y mentalidades opuestas y en el cual sus opositores Las cartas apostólicas nos presentan numerosas
son precisamente los que de mayor poder y prestigio exhortaciones acerca de cómo debe ser la vida fami-
gozan: poder económico, cultural, religioso, político. liar. En estos cuadros de moral familiar se describen las
Jesús les declara que desde sus planteamientos no se obligaciones de los diferentes miembros (d. Ef 5,21-6,9;
llega -ni se entra- en el Reino de Dios. Y, por necesi- Col 3,18 - 4,1; lTim 2,8-15; Tit 2,1-10; lPe 3,1-7). Si en
dad, rompe con ellos. estos textos se acentúan los deberes de los hijos res-
Parecida cosa le ocurre al mirar a la familia. La pecto de los padres, también se señalan los deberes de
familia es necesaria para formar al ser humano e inte- los padres para con los hijos y los límites de la autori-
grarlo en la sociedad, pero tal como allí se hacen las dad paterna, que no puede ser arbitraria ni despótica.
cosas, contribuyen a poner las relaciones familiares Sin embargo, la carta a los Hebreos nos recuerda indi-
por encima de todas las demás, a perpetuar el poder rectamente la obligación de los padres de corregir a
y autoritarismo del padre, a negar la dignidad de la sus hijos (d. Heb 12,5-9). En estos códigos de moral
mujer y de los hijos, a fomentar una lógica de insolida- familiar, según las pautas del mundo greco-romano,
ridad y dominio. Todo ello niega y entorpece la crea- aparecen también las relaciones entre los amos y los
ción del nuevo Reino, de las nuevas relaciones entre los esclavos, que de alguna manera formaban parte de la
hombres. familia.
La novedad de Jesús reside ahí precisamente: que la Existen indudablemente en el cristianismo primi-
familia por muy natural y entrañable que sea no puede tivo tradiciones que refuerzan una imagen patriarcal
ir contra otra manera de hacer familia más radical y de la familia, sobre todo los citados "códigos domés-
universal: la de ser todos hijos del único Padre del cielo ticos". Estos códigos, insertos en las cartas postpauli-
y la de ser todos hermanos. Eso es lo importante, lo pri- nas, aplican el esquema de la casa greco-romana con su
mero y lo absoluto. Y cualquier modelo de familia que orden patriarcal a la comunidad cristiana y a la Iglesia
se oponga al logro de esta fraternidad universal mere- entendida como "casa de Dios". Todos ellos exhortan a
la subordinación a mujeres, hijos y esclavos.
60 61
Quizás para explicar la presencia de estos textos sea cia permanente de las estructuras sociales de aquella
interesante la aplicación que hace L. Álvarez Verdes época (esto hay que tenerlo en cuenta sobre todo en
(pp. 91-96) de la dialéctica entre la estructura del lo que se refiere a las relaciones marido-esposa y amo-
mundo y la anti-estructura de la Iglesia. La "estruc- esclavo). Al cambiar el mundo circundante han de cam-
tura" instaura un tipo de relaciones fundado en la biar también las respectivas obligaciones, pero sigue en
diferencia de papeles y en la jerarquía de los mismos, pie la exigencia de vivir la vida cristiana con una acti-
mientras que la "anti-estructura" trata de superar las tud de servicio y de obediencia, es decir "en el Señor"
diferencias en vías de la igualdad. La estratificación (Col 3,18-20; 20,22) (cf. K.H. Schelkle, pp. 469-471).
familiar es producto de la estructura del mundo, la Las enseñanzas familiares del N.T. se continúan en
igualdad y la fraternidad es fruto de la anti-estructura los Padres Apostólicos. Así el más primitivo catecismo
de la Iglesia (Mt 23,8-9: "Todos ustedes son herma- cristiano, la Didajé, afirma: "No apartarás la mano de
nos"; Gál 3,28: "Ya no hay distinción ... entre esclavo y tu hijo ni de tu hija, sino que desde su juventud les
libre, entre varón o mujer, porque todos ustedes son enseñarás el temor del Señor" (4,9). El mismo texto se
uno en Cristo Jesús"). Pero esto sólo se dará en ple- encuentra en la Carta de Bernabé (19,5). La primera
nitud al final de los tiempos, cuando todas las cosas carta de Clemente indica: "Eduquemos a los jóvenes en
hayan sido plenamente sometidas a Cristo. La historia, el temor de Dios ... participen nuestros hijos de la edu-
también la de la Iglesia, tendrá siempre la dialéctica cación en Cristo" .18
como elemento intrínseco. En esta tensión dialéctica Más adelante san Juan Crisóstomo afirmará: "No
habrá avances y retrocesos. En este sentido, la actitud ceso de exhortarles y rogarles y suplicarles para que,
reflejada en las cartas postpaulinas representa un retro- antes de cualquier cosa, eduquen constantemente a sus
ceso, debido quizás a que la búsqueda de la acep- hijos. Si efectivamente les importa el niño, demués-
tación por parte de la sociedad greco-romana y "las trenlo de esta forma ... Cría un atleta para Cristo y, per-
exigencias internas de institucionalización por parte de maneciendo en el mundo, enséñale a ser piadoso desde
la Iglesia, llevaron a la búsqueda de esquemas mora- la primera infancia. Si en un alma todavía tierna se
les definidos que, por una parte, evitaran los peligros imprimen las buenas enseñanzas, nadie podrá borrar-
de actitudes libertarias (mujeres, esclavos) y, por otra, las cuando se queden duras como marcas, igual que
ofrecieran una orientación clara a las nuevas comuni- pasa con la cera" .19
dades, huérfanas ya de la autoridad carismática de los
apóstoles" (L. Álvarez Verdes, p. 95).
Hay que tener también en cuenta que los cuadros
de moral familiar, como los catálogos de vicios y virtu-
des, son un esquema literario tomado en gran parte de
los predicadores estoicos de la época. Lo importante es 18. Todos estos textos pueden verse en la edición de Ruiz Bueno.
reconocer que estos cuadros son una prueba de que el PadresApostólicos.Ed. BAC, Madrid 19672.
cristiano en sus relaciones sociales tiene que acreditar 19. Sobre la vanagloria y cómo deben los padres educar a sus hijos
en Juan Crisóstomo, La educación de los hijos y el matrimonio. Ed. Ciudad
su obediencia al Señor. Con ello no se declara la vigen- Nueva, Madrid 1997, pp. 39s.

62 63
Quizás para explicar la presencia de estos textos sea cia permanente de las estructuras sociales de aquella
interesante la aplicación que hace L. Álvarez Verdes época (esto hay que tenerlo en cuenta sobre todo en
(pp. 91-96) de la dialéctica entre la estructura del lo que se refiere a las relaciones marido-esposa y amo-
mundo y la anti-estructura de la Iglesia. La "estruc- esclavo). Al cambiar el mundo circundante han de cam-
tura" instaura un tipo de relaciones fundado en la biar también las respectivas obligaciones, pero sigue en
diferencia de papeles y en la jerarquía de los mismos, pie la exigencia de vivir la vida cristiana con una acti-
mientras que la "anti-estructura" trata de superar las tud de servicio y de obediencia, es decir "en el Señor"
diferencias en vías de la igualdad. La estratificación (Col 3,18-20; 20,22) (cf. K.H. Schelkle, pp. 469-471).
familiar es producto de la estructura del mundo, la Las enseñanzas familiares del N.T. se continúan en
igualdad y la fraternidad es fruto de la anti-estructura los Padres Apostólicos. Así el más primitivo catecismo
de la Iglesia (Mt 23,8-9: "Todos ustedes son herma- cristiano, la Didajé, afirma: "No apartarás la mano de
nos"; Gál 3,28: "Ya no hay distinción ... entre esclavo y tu hijo ni de tu hija, sino que desde su juventud les
libre, entre varón o mujer, porque todos ustedes son enseñarás el temor del Señor" (4,9). El mismo texto se
uno en Cristo Jesús"). Pero esto sólo se dará en ple- encuentra en la Carta de Bernabé (19,5). La primera
nitud al final de los tiempos, cuando todas las cosas carta de Clemente indica: "Eduquemos a los jóvenes en
hayan sido plenamente sometidas a Cristo. La historia, el temor de Dios ... participen nuestros hijos de la edu-
también la de la Iglesia, tendrá siempre la dialéctica cación en Cristo" .18
como elemento intrínseco. En esta tensión dialéctica Más adelante san Juan Crisóstomo afirmará: "No
habrá avances y retrocesos. En este sentido, la actitud ceso de exhortarles y rogarles y suplicarles para que,
reflejada en las cartas postpaulinas representa un retro- antes de cualquier cosa, eduquen constantemente a sus
ceso, debido quizás a que la búsqueda de la acep- hijos. Si efectivamente les importa el niño, demués-
tación por parte de la sociedad greco-romana y "las trenlo de esta forma ... Cría un atleta para Cristo y, per-
exigencias internas de institucionalización por parte de maneciendo en el mundo, enséñale a ser piadoso desde
la Iglesia, llevaron a la búsqueda de esquemas mora- la primera infancia. Si en un alma todavía tierna se
les definidos que, por una parte, evitaran los peligros imprimen las buenas enseñanzas, nadie podrá borrar-
de actitudes libertarias (mujeres, esclavos) y, por otra, las cuando se queden duras como marcas, igual que
ofrecieran una orientación clara a las nuevas comuni- pasa con la cera" .19
dades, huérfanas ya de la autoridad carismática de los
apóstoles" (L. Álvarez Verdes, p. 95).
Hay que tener también en cuenta que los cuadros
de moral familiar, como los catálogos de vicios y virtu-
des, son un esquema literario tomado en gran parte de
los predicadores estoicos de la época. Lo importante es 18. Todos estos textos pueden verse en la edición de Ruiz Bueno.
reconocer que estos cuadros son una prueba de que el PadresApostólicos.Ed. BAC, Madrid 19672.
cristiano en sus relaciones sociales tiene que acreditar 19. Sobre la vanagloria y cómo deben los padres educar a sus hijos
en Juan Crisóstomo, La educación de los hijos y el matrimonio. Ed. Ciudad
su obediencia al Señor. Con ello no se declara la vigen- Nueva, Madrid 1997, pp. 39s.

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Bibliografía ,.

l. Lorenzo Álvarez Verdes. "La estratificación social de la


familia según San Pablo": Moralia, 15 (1993), nº 57-58, pp. 73-96.
CAPÍTULOS
2. José María Castillo. "La familia y el Evangelio": Proyección,
28 (1981), pp. 35-48. LA EVOLUCIÓN DE LA TEOLOGÍA
3. Benjamín Forcano. Nueva ética sexual. Ed. Paulinas, Madrid
1981, pp. 299-306.
MORAL SEXUAL-MATRIMONIAL
4. Juan José Tamayo Acosta. "La familia, ¿comunidad de igua-
les?" en José Luis Parada (ed.), Perspectivas sobre la familia. Ed.
Publicaciones Instituto Teológico Franciscano, Murcia 1994, pp.
135-148. 1. La sexualidady el matrimonio en la Iglesiapostapostólica
5. Karl H. Schelkle. Teologíadel Nuevo Testamento. Tomo III:
Moral. Ed. Herder, Barcelona 1975, pp. 460-473.
6. Dionisio Mínguez. " Reflexiones bíblicas sobre la familia (Ef Puede afirmarse que la doctrina de la Iglesia
2,19)": Communio, 8 (1986), pp. 577-585. Católica hasta el Vaticano II sobre la sexualidad y el
7. Gregorio Ruiz. Lafamiliafrente al Evangelio.Ed. PPC, Madrid matrimonio ha estado fundamentalmente basada en la
1984.
8. Federico Pastor Ramos. La familia en la Biblia. Ed. Verbo
reflexión que, formulada a través de las controversias
Divino, Estella 1994.
antignósticas y antimaniqueas, desemboca en el pen-
samiento sistematizado por san Agustín. La influencia
de éste persiste durante toda la Edad Media. Santo
Tomás y la escolástica posterior recogen enriquecién-
dola la herencia agustiniana y ésta va incorporándose
a la enseñanza del magisterio de la Iglesia.
El mundo grecorromano de los tres primeros siglos
es un ambiente hostil ante las realidades del amor y
de la procreación: rigorismo antisexual por una parte,
pero por la otra toda clase de depravaciones y liberti-
naje. Las comunidades cristianas reaccionan buscando
el equilibrio. Para ello utilizan la Sagrada Escritura,
interpretada sobre todo alegóricamente, y, especial-
mente, los datos que les proporciona la ética estoica.
Conviene, sin embargo, no olvidar que la antropolo-
gía que manejan los Santos Padres es aquélla de origen
platónico en que no se alcanza la reconciliación entre lo
espiritual y lo corpóreo en la persona humana.
a) El gnosticismo antinomístico: Probablemente el
"todo me es lícito" al que tiene que responder san

64 65
Bibliografía ,.

l. Lorenzo Álvarez Verdes. "La estratificación social de la


familia según San Pablo": Moralia, 15 (1993), nº 57-58, pp. 73-96.
CAPÍTULOS
2. José María Castillo. "La familia y el Evangelio": Proyección,
28 (1981), pp. 35-48. LA EVOLUCIÓN DE LA TEOLOGÍA
3. Benjamín Forcano. Nueva ética sexual. Ed. Paulinas, Madrid
1981, pp. 299-306.
MORAL SEXUAL-MATRIMONIAL
4. Juan José Tamayo Acosta. "La familia, ¿comunidad de igua-
les?" en José Luis Parada (ed.), Perspectivas sobre la familia. Ed.
Publicaciones Instituto Teológico Franciscano, Murcia 1994, pp.
135-148. 1. La sexualidady el matrimonio en la Iglesiapostapostólica
5. Karl H. Schelkle. Teologíadel Nuevo Testamento. Tomo III:
Moral. Ed. Herder, Barcelona 1975, pp. 460-473.
6. Dionisio Mínguez. " Reflexiones bíblicas sobre la familia (Ef Puede afirmarse que la doctrina de la Iglesia
2,19)": Communio, 8 (1986), pp. 577-585. Católica hasta el Vaticano II sobre la sexualidad y el
7. Gregorio Ruiz. Lafamiliafrente al Evangelio.Ed. PPC, Madrid matrimonio ha estado fundamentalmente basada en la
1984.
8. Federico Pastor Ramos. La familia en la Biblia. Ed. Verbo
reflexión que, formulada a través de las controversias
Divino, Estella 1994.
antignósticas y antimaniqueas, desemboca en el pen-
samiento sistematizado por san Agustín. La influencia
de éste persiste durante toda la Edad Media. Santo
Tomás y la escolástica posterior recogen enriquecién-
dola la herencia agustiniana y ésta va incorporándose
a la enseñanza del magisterio de la Iglesia.
El mundo grecorromano de los tres primeros siglos
es un ambiente hostil ante las realidades del amor y
de la procreación: rigorismo antisexual por una parte,
pero por la otra toda clase de depravaciones y liberti-
naje. Las comunidades cristianas reaccionan buscando
el equilibrio. Para ello utilizan la Sagrada Escritura,
interpretada sobre todo alegóricamente, y, especial-
mente, los datos que les proporciona la ética estoica.
Conviene, sin embargo, no olvidar que la antropolo-
gía que manejan los Santos Padres es aquélla de origen
platónico en que no se alcanza la reconciliación entre lo
espiritual y lo corpóreo en la persona humana.
a) El gnosticismo antinomístico: Probablemente el
"todo me es lícito" al que tiene que responder san

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Pablo en lCor 6,12 es ya la expresión de alguno de los dos). Estos condenan el matrimonio como corrupción
grupos gnósticos que en los primeros siglos de la Igle- y fornicación. 2° Consideran que los cristianos, por el
sia propugnaban el libertinaje sexual en nombre de la hecho de haber recibido el Espíritu Santo, no son ya
libertad de los hijos de Dios mal entendida. Parecidas hombres sino criaturas angélicas. Se apoyaban en cier-
ideas sustentaban los nicolaítas que son condenados en tas palabras de Jesús en el apócrifo Evangelio a los
el Apocalipsis (2,6 y 2,14-15. Cf. Jd 4-16 y 2Pe 2). Egipcios, pero también en su interpretación de ciertos
La fornicación, el adulterio, la pederastia y las prác- textos canónicos: Le 14,20; 20,35; 21,23; lCor 7,1.5. El
ticas mágicas relacionadas con la sexualidad son los hecho mismo de la virginidad de Jesús era para ellos
vicios que en esta materia condenan la Didajé, la Carta un argumento a su favor. También en estos casos cono-
de Bernabé y el Pastor de Hermas entre los Padres cemos las ideas de estos grupos sobre todo por los
Apostólicos. El aborto y el infanticidio también son escritos de Clemente Alejandrino y san Ireneo.
condenados. e) Marción (excomulgado por la Iglesia romana en
En Egipto, a través de Clemente Alejandrino, cono- el 144) rechazando el A.T., cuyo Dios ha creado el
cemos algunos datos sobre el pensamiento y la práctica mundo, cae en el dualismo y en la consiguiente hos-
de los gnósticos libertinos. Así Carpócrates y su hijo tilidad al matrimonio. Él no practicó la promiscuidad
Epifanio concebían la mujer como propiedad común e sexual, pero sí algunos de sus seguidores.
incluso llegan a la relación sexual después de la Euca- Resumiendo podemos afirmar que, por una u otra
ristía en búsqueda de experiencias místico-religiosas. razón, tenemos en estos primeros siglos, dentro y fuera
Pródico y sus seguidores defendían la impecabilidad de la Iglesia, posiciones que niegan la licitud de la pro-
del hombre espiritual y la licitud de cualquier activi- creación y el matrimonio, o al menos los devalúan, y
dad relacionada con el sexo. posiciones que manifiestan una indiferencia moral con
En Occidente, por medio de los escritos de Ireneo respecto a la sexualidad que los conduce a todo tipo de
y Tertuliano, conocemos ideas y costumbres pareci- excesos, incluso con peligro de una cierta religiosidad
das, sobre todo en los grupos valentinianos, que afir- místico-sexual.
mando que el matrimonio y la procreación pertenecen
al mundo de Satanás, consideraban como indiferente
todo tipo de comportamiento sexual. Afirmaban lo 2. La mediacióndel estoicismo
siguiente: "Quienquiera que en este mundo no ame a
la mujer para poseerla no está en la verdad ni alcan- Frente a la situación anterior los Santos Padres y
zará la verdad". Este énfasis sobre la unión sexual los escritores ortodoxos podían en principio utilizar
estaba ligado a un mito religioso: la emisión de semen el N.T., pero allí muchos textos de tipo escatológico y
por los hombres espirituales apresuraba la llegada de las afirmaciones sobre la virginidad no se prestaban
la Pléroma, la plenitud de la jerarquía divina de los
eones.
b) El gnosticismo ascético: En el extremo contrario 20. Cf. 1Tim 4,1-3, donde ya se habla de este tipo de gnosticismo ascé-
tenemos a Taciano y a los encratitas (los autocontrola- tico.

66 67
Pablo en lCor 6,12 es ya la expresión de alguno de los dos). Estos condenan el matrimonio como corrupción
grupos gnósticos que en los primeros siglos de la Igle- y fornicación. 2° Consideran que los cristianos, por el
sia propugnaban el libertinaje sexual en nombre de la hecho de haber recibido el Espíritu Santo, no son ya
libertad de los hijos de Dios mal entendida. Parecidas hombres sino criaturas angélicas. Se apoyaban en cier-
ideas sustentaban los nicolaítas que son condenados en tas palabras de Jesús en el apócrifo Evangelio a los
el Apocalipsis (2,6 y 2,14-15. Cf. Jd 4-16 y 2Pe 2). Egipcios, pero también en su interpretación de ciertos
La fornicación, el adulterio, la pederastia y las prác- textos canónicos: Le 14,20; 20,35; 21,23; lCor 7,1.5. El
ticas mágicas relacionadas con la sexualidad son los hecho mismo de la virginidad de Jesús era para ellos
vicios que en esta materia condenan la Didajé, la Carta un argumento a su favor. También en estos casos cono-
de Bernabé y el Pastor de Hermas entre los Padres cemos las ideas de estos grupos sobre todo por los
Apostólicos. El aborto y el infanticidio también son escritos de Clemente Alejandrino y san Ireneo.
condenados. e) Marción (excomulgado por la Iglesia romana en
En Egipto, a través de Clemente Alejandrino, cono- el 144) rechazando el A.T., cuyo Dios ha creado el
cemos algunos datos sobre el pensamiento y la práctica mundo, cae en el dualismo y en la consiguiente hos-
de los gnósticos libertinos. Así Carpócrates y su hijo tilidad al matrimonio. Él no practicó la promiscuidad
Epifanio concebían la mujer como propiedad común e sexual, pero sí algunos de sus seguidores.
incluso llegan a la relación sexual después de la Euca- Resumiendo podemos afirmar que, por una u otra
ristía en búsqueda de experiencias místico-religiosas. razón, tenemos en estos primeros siglos, dentro y fuera
Pródico y sus seguidores defendían la impecabilidad de la Iglesia, posiciones que niegan la licitud de la pro-
del hombre espiritual y la licitud de cualquier activi- creación y el matrimonio, o al menos los devalúan, y
dad relacionada con el sexo. posiciones que manifiestan una indiferencia moral con
En Occidente, por medio de los escritos de Ireneo respecto a la sexualidad que los conduce a todo tipo de
y Tertuliano, conocemos ideas y costumbres pareci- excesos, incluso con peligro de una cierta religiosidad
das, sobre todo en los grupos valentinianos, que afir- místico-sexual.
mando que el matrimonio y la procreación pertenecen
al mundo de Satanás, consideraban como indiferente
todo tipo de comportamiento sexual. Afirmaban lo 2. La mediacióndel estoicismo
siguiente: "Quienquiera que en este mundo no ame a
la mujer para poseerla no está en la verdad ni alcan- Frente a la situación anterior los Santos Padres y
zará la verdad". Este énfasis sobre la unión sexual los escritores ortodoxos podían en principio utilizar
estaba ligado a un mito religioso: la emisión de semen el N.T., pero allí muchos textos de tipo escatológico y
por los hombres espirituales apresuraba la llegada de las afirmaciones sobre la virginidad no se prestaban
la Pléroma, la plenitud de la jerarquía divina de los
eones.
b) El gnosticismo ascético: En el extremo contrario 20. Cf. 1Tim 4,1-3, donde ya se habla de este tipo de gnosticismo ascé-
tenemos a Taciano y a los encratitas (los autocontrola- tico.

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para la apología del matrimonio. 21 Sólo en el siglo IV, Lo "natural" lo entienden en tres ,...sentidos:a) Lo
y excepcionalmente, san Juan Crisóstomo acudirá al exento de pecado. El hombre descubre en sí mismo
texto de Ef 5 para defender el matrimonio. Tampoco la ley de la naturaleza cuando se aparta del pecado y
era aconsejable el empleo del A.T., ya que era muy ata- del error; b) El modelo universal de actuación que se
cado, e incluso rechazado, por los gnósticos en gene- encuentra tanto en los animales como en el hombre; c)
ral. La estructura biológica que descubrimos en los órga-
Había, pues, necesidad de recurrir a otro tipo de nos del ser humano.
argumentos, tanto para defender el matrimonio y la Concretamente, se comprende cómo para los estoi-
procreación como para atacar el libertinaje sexual. La cos, y los escritores eclesiásticos que los siguen, el
filosofía estoica fue el instrumento que la Iglesia encon- matrimonio se define por la procreación, ya que está
tró en la cultura de aquel tiempo. fundado en la distinción de sexos y ésta biológicamente
El argumento teológico expuesto por los Santos se relaciona con la generación. Por otra parte, el placer
Padres se resume así: La ley natural no ha sido abolida, sexual en cuanto obscurece la racionalidad del hombre
sino asumida por Cristo. De hecho ha sido afirmada por debe ser eliminado en todo lo posible. Clemente Ale-
san Pablo (Rom 1,18-32; 2,14-16) y la encontramos muy jandrino resume este modo de pensar en la siguiente
desarrollada por los estoicos. Los Padres, pues, "bauti- frase: "Tener relaciones sexuales por una razón dis-
zarán" esta doctrina muy clara para su época e implí- tinta a la de tener hijos es injuriar a la naturaleza".
citamente cristiana en algunos puntos. San Ambrosio
es especialmente el que en sus escritos morales hace un
mayor uso de los argumentos estoicos. 3. El maniqueísmo
La filosofía estoica concibe el mundo en forma de
un panteísmo naturalista: Dios es el alma del mundo A finales del siglo 111el peligro del gnosticismo va
y éste es, por tanto, inteligente, racional y Dios mismo. desapareciendo gradualmente. Pero esta herejía tuvo
Este mundo se gobierna a sí mismo por leyes inmuta- una cierta continuación en el maniqueísmo.
bles que buscan realizar el bien y evitar el mal. Esta es una religión fundada por Manes (siglo 111
La moral estoica consiste en vivir virtuosamente. d.C.) con elementos tomados de la religiosidad popu-
En concreto esto significa vivir según la razón, elimi- lar irania, restos del gnosticismo y diversos aspectos
nando las pasiones. Se trata de descubrir en nosotros cristianos. A mediados del siglo IV se encontraba dise-
la naturaleza y actuar conforme al orden que encontra- minada por todo el Imperio Romano, ejerciendo una
mos en ella. Los Santos Padres harán suya esta concep- gran atracción en los cristianos, en cuanto intentaba
ción del mundo, despojándola de su aspecto panteísta, ser una auténtica comprensión religiosa del mundo y
y utilizarán el concepto de naturaleza para tratar del poseer un mensaje de salvación.
matrimonio y de la sexualidad. Lo fundamental de su doctrina es un marcado dua-
lismo expresado en términos de Rey y Reino de la Luz
21. La virginidad de Cristo era considerada como una condenación
del matrimonio. Clemente Alejandrino rechaza este argumento diciendo (Dios Padre) y Rey y Reino de las Tinieblas. El hombre
que Cristo no tenía necesidad de casarse porque su esposa era la Iglesia. se origina siempre de las Tinieblas, que aprisionan la

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para la apología del matrimonio. 21 Sólo en el siglo IV, Lo "natural" lo entienden en tres ,...sentidos:a) Lo
y excepcionalmente, san Juan Crisóstomo acudirá al exento de pecado. El hombre descubre en sí mismo
texto de Ef 5 para defender el matrimonio. Tampoco la ley de la naturaleza cuando se aparta del pecado y
era aconsejable el empleo del A.T., ya que era muy ata- del error; b) El modelo universal de actuación que se
cado, e incluso rechazado, por los gnósticos en gene- encuentra tanto en los animales como en el hombre; c)
ral. La estructura biológica que descubrimos en los órga-
Había, pues, necesidad de recurrir a otro tipo de nos del ser humano.
argumentos, tanto para defender el matrimonio y la Concretamente, se comprende cómo para los estoi-
procreación como para atacar el libertinaje sexual. La cos, y los escritores eclesiásticos que los siguen, el
filosofía estoica fue el instrumento que la Iglesia encon- matrimonio se define por la procreación, ya que está
tró en la cultura de aquel tiempo. fundado en la distinción de sexos y ésta biológicamente
El argumento teológico expuesto por los Santos se relaciona con la generación. Por otra parte, el placer
Padres se resume así: La ley natural no ha sido abolida, sexual en cuanto obscurece la racionalidad del hombre
sino asumida por Cristo. De hecho ha sido afirmada por debe ser eliminado en todo lo posible. Clemente Ale-
san Pablo (Rom 1,18-32; 2,14-16) y la encontramos muy jandrino resume este modo de pensar en la siguiente
desarrollada por los estoicos. Los Padres, pues, "bauti- frase: "Tener relaciones sexuales por una razón dis-
zarán" esta doctrina muy clara para su época e implí- tinta a la de tener hijos es injuriar a la naturaleza".
citamente cristiana en algunos puntos. San Ambrosio
es especialmente el que en sus escritos morales hace un
mayor uso de los argumentos estoicos. 3. El maniqueísmo
La filosofía estoica concibe el mundo en forma de
un panteísmo naturalista: Dios es el alma del mundo A finales del siglo 111el peligro del gnosticismo va
y éste es, por tanto, inteligente, racional y Dios mismo. desapareciendo gradualmente. Pero esta herejía tuvo
Este mundo se gobierna a sí mismo por leyes inmuta- una cierta continuación en el maniqueísmo.
bles que buscan realizar el bien y evitar el mal. Esta es una religión fundada por Manes (siglo 111
La moral estoica consiste en vivir virtuosamente. d.C.) con elementos tomados de la religiosidad popu-
En concreto esto significa vivir según la razón, elimi- lar irania, restos del gnosticismo y diversos aspectos
nando las pasiones. Se trata de descubrir en nosotros cristianos. A mediados del siglo IV se encontraba dise-
la naturaleza y actuar conforme al orden que encontra- minada por todo el Imperio Romano, ejerciendo una
mos en ella. Los Santos Padres harán suya esta concep- gran atracción en los cristianos, en cuanto intentaba
ción del mundo, despojándola de su aspecto panteísta, ser una auténtica comprensión religiosa del mundo y
y utilizarán el concepto de naturaleza para tratar del poseer un mensaje de salvación.
matrimonio y de la sexualidad. Lo fundamental de su doctrina es un marcado dua-
lismo expresado en términos de Rey y Reino de la Luz
21. La virginidad de Cristo era considerada como una condenación
del matrimonio. Clemente Alejandrino rechaza este argumento diciendo (Dios Padre) y Rey y Reino de las Tinieblas. El hombre
que Cristo no tenía necesidad de casarse porque su esposa era la Iglesia. se origina siempre de las Tinieblas, que aprisionan la

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luz que lleva en su interior. El centro de la moral mani- El punto de partida que caracteriza toda su concep-
quea consiste en la tarea de rescatar la luz que hay en ción radica en una doble visión de la realidad matrimo-
el hombre. Para ello hay dos medios principales: la ali- nial: el matrimonio basado en la sociabilidad humana
mentación vegetariana y el evitar toda relación sexual. o matrimonio-sociedad y el matrimonio basado en la
Consecuentemente afirman: "Es bueno odiar el cuerpo; diferenciación sexual o matrimonio-institución. Entre
es bueno no tocar mujer; toda relación sexual es for- ambas concepciones san Agustín coloca una incompa-
nicación; el estado perfecto de los que pertenecen al tibilidad y un dualismo que tendrán graves consecuen-
Reino de la Luz es la virginidad; la procreación es cias para la teología del matrimonio.
demoníaca". Todas las alabanzas que atribuye al matrimonio
Esta mentalidad va a provocar una fuerte reacción se refieren al matrimonio-sociedad, donde el sexo no
de los pastores cristianos que lucharán para resguar- tiene que hacer acto de presencia. Más aún, la con-
dar la bondad del matrimonio y de la procreación. Los tinencia total aparece como la meta más sublime del
maniqueos fueron perseguidos, incluso por medio de matrimonio cristiano, ya que entonces la base del vín-
la legislación imperial. Pero el influjo de la mentalidad culo no serán los placeres del cuerpo, sino el afecto
maniquea persistió durante mucho tiempo e incluso ha voluntario del corazón. De ahí su interés en demostrar
ido resucitando bajo diversas formas a lo largo de la que dos personas pueden ser cónyuges sin necesidad
historia de la Iglesia (p.e. en los cátaros y albigenses de de la unión corporal, como fue un verdadero matrimo-
la Edad Media). nio el de José y María.
Desde esta perspectiva no sólo se convierte la absti-
nencia en un ideal, sino que ni siquiera la procreación
4. La doctrina de san Agustín sobre la sexualidad y el matri- hay que buscarla como una exigencia fundamental del
monio 22 matrimonio. Para san Agustín el matrimonio es bueno,
pero el ejercicio de la sexualidad (el matrimonio-ins-
San Agustín realizará un esfuerzo para sistemati- titución) se encuentra necesariamente con la malicia
zar la teología del matrimonio, polemizando contra y el desorden de la concupiscencia. La sexualidad es
el maniqueísmo y el pelagianismo. Desgraciadamente, un mal que sólo se justifica por un motivo superior.
algo le quedó de sus ideas juveniles maniqueas que le Por ello cuando busca el sentido del matrimonio como
impidieron superar una actitud fundamental negativa unión sexual su respuesta es siempre la misma: la pro-
hacia todo lo relacionado con la sexualidad, incluso creación es el único motivo justificante para la licitud
dentro del matrimonio. Sus mismas experiencias sexua- del acto sexual. San Agustín llama a veces "ley del
les personales antes de convertirse fueron una pesada pecado" al deseo sexual. En sus escritos relaciona el
carga. pecado de Adán con la concupiscencia, que se mani-
fiesta sobre todo en el deseo sexual. Incluso la transmi-
22. Cf. una buena síntesis de la doctrina de san Agustín sobre el sión del pecado original se hace por la relación sexual.
matrimonio en: L. Janssens. "Las grandes etapas de la moral cristiana del
matrimonio" en Varios En las fuentes de la moral conyugal. Ed. Desclée, Según él, la ley eterna no permite otras relaciones
Bilbao 1969, pp. 159-200. sexuales que las necesarias para la fecundidad, y exi-

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luz que lleva en su interior. El centro de la moral mani- El punto de partida que caracteriza toda su concep-
quea consiste en la tarea de rescatar la luz que hay en ción radica en una doble visión de la realidad matrimo-
el hombre. Para ello hay dos medios principales: la ali- nial: el matrimonio basado en la sociabilidad humana
mentación vegetariana y el evitar toda relación sexual. o matrimonio-sociedad y el matrimonio basado en la
Consecuentemente afirman: "Es bueno odiar el cuerpo; diferenciación sexual o matrimonio-institución. Entre
es bueno no tocar mujer; toda relación sexual es for- ambas concepciones san Agustín coloca una incompa-
nicación; el estado perfecto de los que pertenecen al tibilidad y un dualismo que tendrán graves consecuen-
Reino de la Luz es la virginidad; la procreación es cias para la teología del matrimonio.
demoníaca". Todas las alabanzas que atribuye al matrimonio
Esta mentalidad va a provocar una fuerte reacción se refieren al matrimonio-sociedad, donde el sexo no
de los pastores cristianos que lucharán para resguar- tiene que hacer acto de presencia. Más aún, la con-
dar la bondad del matrimonio y de la procreación. Los tinencia total aparece como la meta más sublime del
maniqueos fueron perseguidos, incluso por medio de matrimonio cristiano, ya que entonces la base del vín-
la legislación imperial. Pero el influjo de la mentalidad culo no serán los placeres del cuerpo, sino el afecto
maniquea persistió durante mucho tiempo e incluso ha voluntario del corazón. De ahí su interés en demostrar
ido resucitando bajo diversas formas a lo largo de la que dos personas pueden ser cónyuges sin necesidad
historia de la Iglesia (p.e. en los cátaros y albigenses de de la unión corporal, como fue un verdadero matrimo-
la Edad Media). nio el de José y María.
Desde esta perspectiva no sólo se convierte la absti-
nencia en un ideal, sino que ni siquiera la procreación
4. La doctrina de san Agustín sobre la sexualidad y el matri- hay que buscarla como una exigencia fundamental del
monio 22 matrimonio. Para san Agustín el matrimonio es bueno,
pero el ejercicio de la sexualidad (el matrimonio-ins-
San Agustín realizará un esfuerzo para sistemati- titución) se encuentra necesariamente con la malicia
zar la teología del matrimonio, polemizando contra y el desorden de la concupiscencia. La sexualidad es
el maniqueísmo y el pelagianismo. Desgraciadamente, un mal que sólo se justifica por un motivo superior.
algo le quedó de sus ideas juveniles maniqueas que le Por ello cuando busca el sentido del matrimonio como
impidieron superar una actitud fundamental negativa unión sexual su respuesta es siempre la misma: la pro-
hacia todo lo relacionado con la sexualidad, incluso creación es el único motivo justificante para la licitud
dentro del matrimonio. Sus mismas experiencias sexua- del acto sexual. San Agustín llama a veces "ley del
les personales antes de convertirse fueron una pesada pecado" al deseo sexual. En sus escritos relaciona el
carga. pecado de Adán con la concupiscencia, que se mani-
fiesta sobre todo en el deseo sexual. Incluso la transmi-
22. Cf. una buena síntesis de la doctrina de san Agustín sobre el sión del pecado original se hace por la relación sexual.
matrimonio en: L. Janssens. "Las grandes etapas de la moral cristiana del
matrimonio" en Varios En las fuentes de la moral conyugal. Ed. Desclée, Según él, la ley eterna no permite otras relaciones
Bilbao 1969, pp. 159-200. sexuales que las necesarias para la fecundidad, y exi-

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gidas sin este motivo constituyen al menos un pecado riamente malo y, por tanto, no hay que insistir en los
venial. De ahí su crítica contra aquéllos que se atreven motivos que justifican su consentimiento. Santo Tomás
a juntarse con sus mujeres durante el tiempo del emba- seguirá en esto la doctrina de Aristóteles: "El placer de
razo o en períodos considerados infecundos, según la una acción buena es bueno y el de una acción mala es
medicina de entonces. Si un matrimonio es estéril no malo". 24 Se reconoce el placer como un valor que Dios
puede tener relaciones sexuales. La única excepción se mismo ha puesto en el acto matrimonial como un estí-
da cuando la relación sexual se acepta para evitar el mulo para realizarlo.
adulterio del cónyuge, pero el que la pidiera por esta Santo Tomás recoge la noción agustiniana de" orden
causa no quedaría sin culpa, al menos venial. Por otra de la naturaleza" para precisarla y proyectarla a los
parte, todo aquello que tienda a evitar los hijos en el diversos campo de la moral humana en términos de
actos sexual se opone al orden de la naturaleza. "ley natural".
Definitivamente, estamos ante una teología en la La ley natural implica para él tres niveles, de los
que la oposición entre la comunidad amorosa del cuales los dos últimos se refieren al ser humano en
matrimonio y la unión sexual queda demasiado acen- cuanto tal:
tuada. El mundo del amor y el del sexo aparecen como a) La tendencia común de todos los seres a preser-
totalmente irreconciliables. Para san Agustín es incon- var su existencia.
cebible que el acto sexual pueda ser signo y expresión b) Todo aquello que nos es común con los demás
del amor conyugal. animales, como, por ejemplo, la tendencia sexual. "Es
Recordemos, sin embargo, que san Agustín ve en el natural lo que la naturaleza enseña a todos los anima-
matrimonio un triple bien: les" (Ulpiano). El orden moral fundado en esto será el
a) El "bonum prolis": el tener hijos. ardo naturae.
b) El "bonum fidei": la fidelidad (y el remedio de la c) Todo aquello que emana de la naturaleza racio-
concupiscencia). nal del hombre, por la que éste se abre a Dios y a los
c) El "bonum sacramenti":la indisolubilidad. 23 demás. El orden moral fundado en esto será el ardo
rationis.
Estos tres niveles no forman una tricotomía, sino que
5. Santo Tomás ante el matr_imonioy la sexualidad están unificados y regulados por la razón humana.
Santo Tomás va a mantener el dualismo en la con-
Durante la Edad Media el rigorismo agustiniano se
cepción del matrimonio, a través de su concepción de
mantendrá en los libros penitenciales, que orientarán
la ley natural. Así distinguirá entre:
durante esta época a los confesores en la práctica de la
a) El matrimonio fundado en la ley natural genérica
penitencia sacramental.
(el ardo naturae).
Con los grandes escolásticos se da un paso ade-
b) El matrimonio fundado en la ley natural espe-
lante. Ya no se acepta que el placer sexual sea necesa-
cífica (el ardo rationis).
23. Como resumen crítico de la moral patrística en esta materia cf.
M.Vidal Moral del amor y de la sexualidad.Salamanca 19722, pp. 91-95. 24. Ética a Nicómaco,lib. 10, cap. 5.

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gidas sin este motivo constituyen al menos un pecado riamente malo y, por tanto, no hay que insistir en los
venial. De ahí su crítica contra aquéllos que se atreven motivos que justifican su consentimiento. Santo Tomás
a juntarse con sus mujeres durante el tiempo del emba- seguirá en esto la doctrina de Aristóteles: "El placer de
razo o en períodos considerados infecundos, según la una acción buena es bueno y el de una acción mala es
medicina de entonces. Si un matrimonio es estéril no malo". 24 Se reconoce el placer como un valor que Dios
puede tener relaciones sexuales. La única excepción se mismo ha puesto en el acto matrimonial como un estí-
da cuando la relación sexual se acepta para evitar el mulo para realizarlo.
adulterio del cónyuge, pero el que la pidiera por esta Santo Tomás recoge la noción agustiniana de" orden
causa no quedaría sin culpa, al menos venial. Por otra de la naturaleza" para precisarla y proyectarla a los
parte, todo aquello que tienda a evitar los hijos en el diversos campo de la moral humana en términos de
actos sexual se opone al orden de la naturaleza. "ley natural".
Definitivamente, estamos ante una teología en la La ley natural implica para él tres niveles, de los
que la oposición entre la comunidad amorosa del cuales los dos últimos se refieren al ser humano en
matrimonio y la unión sexual queda demasiado acen- cuanto tal:
tuada. El mundo del amor y el del sexo aparecen como a) La tendencia común de todos los seres a preser-
totalmente irreconciliables. Para san Agustín es incon- var su existencia.
cebible que el acto sexual pueda ser signo y expresión b) Todo aquello que nos es común con los demás
del amor conyugal. animales, como, por ejemplo, la tendencia sexual. "Es
Recordemos, sin embargo, que san Agustín ve en el natural lo que la naturaleza enseña a todos los anima-
matrimonio un triple bien: les" (Ulpiano). El orden moral fundado en esto será el
a) El "bonum prolis": el tener hijos. ardo naturae.
b) El "bonum fidei": la fidelidad (y el remedio de la c) Todo aquello que emana de la naturaleza racio-
concupiscencia). nal del hombre, por la que éste se abre a Dios y a los
c) El "bonum sacramenti":la indisolubilidad. 23 demás. El orden moral fundado en esto será el ardo
rationis.
Estos tres niveles no forman una tricotomía, sino que
5. Santo Tomás ante el matr_imonioy la sexualidad están unificados y regulados por la razón humana.
Santo Tomás va a mantener el dualismo en la con-
Durante la Edad Media el rigorismo agustiniano se
cepción del matrimonio, a través de su concepción de
mantendrá en los libros penitenciales, que orientarán
la ley natural. Así distinguirá entre:
durante esta época a los confesores en la práctica de la
a) El matrimonio fundado en la ley natural genérica
penitencia sacramental.
(el ardo naturae).
Con los grandes escolásticos se da un paso ade-
b) El matrimonio fundado en la ley natural espe-
lante. Ya no se acepta que el placer sexual sea necesa-
cífica (el ardo rationis).
23. Como resumen crítico de la moral patrística en esta materia cf.
M.Vidal Moral del amor y de la sexualidad.Salamanca 19722, pp. 91-95. 24. Ética a Nicómaco,lib. 10, cap. 5.

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Según el orden de la naturaleza la distinción de los 6. El matrimonio y la sexualidad en la edad moderna
sexos tiene por finalidad la procreación. Los actos sexua-
les están destinados al bien de la especie y no al bien del El Concilio de Trento sólo trató de los aspectos dog-
individuo. Por lo tanto sólo son honestos en cuanto no se máticos del matrimonio. Pero los autores posteriores
apartan de la finalidad señalada por su estructura bioló- fueron introduciendo algunas novedades en cuanto a
gica, es decir en cuanto se ordenan a la procreación. los motivos justificantes del acto sexual en el matrimo-
La lógica llevará a santo Tomás a afirmaciones que nio.
hoy nos parecen francamente equivocadas. Así, como Poco a poco se fue imponiendo la tesis de que no se
para él el orden de la naturaleza es anterior al orden puede afirmar que el tener otros motivos, además del
de la razón, la masturbación (que se opone al primero) procreativo, haga del acto conyugal una falta contra
será objetivamente un pecado más grave que la forni- la castidad. Concretamente se afirma que es lícito no
cación o el incesto (que sólo se oponen al segundo). sólo conceder la unión sexual por peligro de inconti-
Pero también existe el matrimonio según el ardo nencia del otro cónyuge, sino también pedirla por peli-
rationis. "La naturaleza en este sentido mueve a que gro para consigo mismo. Se da en este sentido una
exista una asociación entre el hombre y la mujer, en interpretación de 1Cor 7,5 distinta a la que habían sus-
la cual reside el matrimonio". Esta asociación impone tentado san Jerónimo y san Agustín. 25
a los cónyuges una amistad, una ayuda y una cola- De ahí se pasó a discutir si el placer buscado por
boración mutua en las tareas familiares. A este nivel sí mismo puede ser un motivo válido para legitimar
el matrimonio constituye algo variable en sus modali- la unión sexual. Interpretando de una forma amplia la
dades, determinable según las leyes de los diferentes condena contra los laxistas de Inocencio XI (DS 2109),
países y de las circunstancias. se afirma que realizar el acto conyugal sólo por placer
Como vemos tampoco sto. Tomás fue capaz de es lícito siempre que sean respetados los límites de
superar la doble visión del matrimonio. También aquí la templanza, como en cualquier otro placer, y que
hay una yuxtaposición de dos definiciones que no además no sea excluida "positivamente" la finalidad
logran unirse. La relación sexual no queda vinculada reproductora. De esta forma se terminaba con la nece-
a la comunión amorosa de los esposos. Es una lástima sidad de una intención explícita procreadora en cada
que no hubiera seguido la concepción de san Alberto acto sexual.
Magno para el que el acto conyugal era más un acto Por otra parte Tomás Sánchez en su clásico tratado
personal que un acto de la naturaleza. sobre el matrimonio se plantea la moralidad de las
Sin embargo, en contra de la lógica de su sistema experiencias sexuales incompletas (besos, caricias, etc.)
y de san Agustín, santo Tomás permite que se tengan que no llegarán a la consumación del acto. Las consi-
relaciones sexuales en tiempo de embarazo o en matri- dera lícitas siempre que haya una causa justificante,
monios estériles. En este caso la infecundidad es sólo entre las que incluye el amor conyugal. Buscadas por
un per accidens. Para la licitud de la cópula es suficiente solo placer, nunca pasarán de pecado venial.
que se realice de tal forma que la procreación no se 25. Habían interpretado el "lo que os digo es una concesión" por "lo
impida de forma voluntaria. que os digo es el perdón de un pecado" (cf. el texto de la Vulgata).

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Según el orden de la naturaleza la distinción de los 6. El matrimonio y la sexualidad en la edad moderna
sexos tiene por finalidad la procreación. Los actos sexua-
les están destinados al bien de la especie y no al bien del El Concilio de Trento sólo trató de los aspectos dog-
individuo. Por lo tanto sólo son honestos en cuanto no se máticos del matrimonio. Pero los autores posteriores
apartan de la finalidad señalada por su estructura bioló- fueron introduciendo algunas novedades en cuanto a
gica, es decir en cuanto se ordenan a la procreación. los motivos justificantes del acto sexual en el matrimo-
La lógica llevará a santo Tomás a afirmaciones que nio.
hoy nos parecen francamente equivocadas. Así, como Poco a poco se fue imponiendo la tesis de que no se
para él el orden de la naturaleza es anterior al orden puede afirmar que el tener otros motivos, además del
de la razón, la masturbación (que se opone al primero) procreativo, haga del acto conyugal una falta contra
será objetivamente un pecado más grave que la forni- la castidad. Concretamente se afirma que es lícito no
cación o el incesto (que sólo se oponen al segundo). sólo conceder la unión sexual por peligro de inconti-
Pero también existe el matrimonio según el ardo nencia del otro cónyuge, sino también pedirla por peli-
rationis. "La naturaleza en este sentido mueve a que gro para consigo mismo. Se da en este sentido una
exista una asociación entre el hombre y la mujer, en interpretación de 1Cor 7,5 distinta a la que habían sus-
la cual reside el matrimonio". Esta asociación impone tentado san Jerónimo y san Agustín. 25
a los cónyuges una amistad, una ayuda y una cola- De ahí se pasó a discutir si el placer buscado por
boración mutua en las tareas familiares. A este nivel sí mismo puede ser un motivo válido para legitimar
el matrimonio constituye algo variable en sus modali- la unión sexual. Interpretando de una forma amplia la
dades, determinable según las leyes de los diferentes condena contra los laxistas de Inocencio XI (DS 2109),
países y de las circunstancias. se afirma que realizar el acto conyugal sólo por placer
Como vemos tampoco sto. Tomás fue capaz de es lícito siempre que sean respetados los límites de
superar la doble visión del matrimonio. También aquí la templanza, como en cualquier otro placer, y que
hay una yuxtaposición de dos definiciones que no además no sea excluida "positivamente" la finalidad
logran unirse. La relación sexual no queda vinculada reproductora. De esta forma se terminaba con la nece-
a la comunión amorosa de los esposos. Es una lástima sidad de una intención explícita procreadora en cada
que no hubiera seguido la concepción de san Alberto acto sexual.
Magno para el que el acto conyugal era más un acto Por otra parte Tomás Sánchez en su clásico tratado
personal que un acto de la naturaleza. sobre el matrimonio se plantea la moralidad de las
Sin embargo, en contra de la lógica de su sistema experiencias sexuales incompletas (besos, caricias, etc.)
y de san Agustín, santo Tomás permite que se tengan que no llegarán a la consumación del acto. Las consi-
relaciones sexuales en tiempo de embarazo o en matri- dera lícitas siempre que haya una causa justificante,
monios estériles. En este caso la infecundidad es sólo entre las que incluye el amor conyugal. Buscadas por
un per accidens. Para la licitud de la cópula es suficiente solo placer, nunca pasarán de pecado venial.
que se realice de tal forma que la procreación no se 25. Habían interpretado el "lo que os digo es una concesión" por "lo
impida de forma voluntaria. que os digo es el perdón de un pecado" (cf. el texto de la Vulgata).

74 75
Estas opiniones se irán imponiendo durante el siglo ción de la finalidad procreativa. La respuesta fue que
XVII, aunque no sin dificultades. De hecho la influen- no había de inquietarse a los cónyuges que usasen el
cia del jansenismo representará en algunos casos una matrimonio de esta manera.
vuelta al rigorismo, pero lentamente se fue consi- Pero las discusiones sobre la licitud de lo que se
guiendo la unanimidad de los moralistas en estas cues- llamó la "continencia periódica" no se eliminaron por
tiones. completo. Pío XII trató esta cuestión en varios discur-
Pero el dualismo de fondo no se había superado y sos de 1951. El Papa consideró lícito el uso de la con-
aparece con la duplicidad de fines en el Derecho Canó- tinencia periódica cuando existieran serios motivos,
nico de 1917 y en la encíclica Casti connubii de Pío XI como los que se dan en las llamadas "indicaciones"
(1930): "La procreación y la educación de la prole es médica, eugenésica, económica y social. Los comenta-
el fin primario del matrimonio; la ayuda mutua y el ristas de estos discursos de Pío XII coinciden en con-
remedio de la concupiscencia es su fin secundario" siderar pecado, grave o leve según los autores, el uso
(canon 1013). "Hay, pues, tanto en el matrimonio como de la continencia periódica cuando no se da un motivo
en el uso del derecho matrimonial, fines secundarios, suficiente.
como la ayuda mutua, el fomento del amor y el sosiego Vemos, pues, que se va dando una evolución de la
de la concupiscencia, cuya consecución de ninguna moral católica con respecto a qué significa en la prác-
manera queda prohibido a los esposos, con tal de tica respetar la índole procreativa del acto conyugal.
quedar a salvo la naturaleza intrínseca del acto y, por Con Pío XII se llega a la afirmación de que se respeta
tanto, la subordinación debida al fin primario" (CC. el fin primario del matrimonio cuando la cópula se rea-
60, edición de la BAC). La persistencia de una doble liza de tal manera que no se pone impedimento alguno
visión del matrimonio aparece en el nº 24 de la misma a un posible embarazo.
encíclica. 26 Sin embargo, la filosofía personalista propia de
nuestro siglo, el despertar de una fuerte espiritualidad
matrimonial, fundamentada en los datos bíblicos, y el
7. La superación del dualismo en el concilio Vaticano II descubrimiento de la dimensión unitiva de la sexua-
lidad, llevó a algunos autores a lanzar la teoría de la
Desde mediados del siglo pasado hubo consultas a igualdad sin subordinación de los dos fines clásicos
la Santa Sede para ver la actitud que se había de adop- del matrimonio. Para ellos la plena comunión entre los
tar con los que utilizaban los días agenésicos para no esposos, simbolizada en la entrega mutua espiritual y
tener hijos, ya que en estos casos había una clara nega- corpórea es el fin básico y fundamental del matrimo-
nio. Pío XII reaccionó fuertemente en 1944 contra estas
26. "Esta mutua conformación de los esposos, este constante anhelo
de perfeccionarse recíprocamente, puede incluso llamarse, en un sentido teorías, cuyos principales defensores eran los teólogos
pleno de verdad, como enseña el Catecismo Romano, causa y razón pri- Doms y Krempel. Sus obras fueron retiradas del comer-
maria del matrimonio, siempre que el matrimonio se entienda no en su cio por mandato de la Santa Sede.
sentido más estricto de institución para la honesta procreación y educa-
ción de la prole, sino en el más amplio de comunión, trato y sociedad de Estas intervenciones pontificias no eliminaron sin
toda la vida". embargo por completo las tendencias innovadoras

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Estas opiniones se irán imponiendo durante el siglo ción de la finalidad procreativa. La respuesta fue que
XVII, aunque no sin dificultades. De hecho la influen- no había de inquietarse a los cónyuges que usasen el
cia del jansenismo representará en algunos casos una matrimonio de esta manera.
vuelta al rigorismo, pero lentamente se fue consi- Pero las discusiones sobre la licitud de lo que se
guiendo la unanimidad de los moralistas en estas cues- llamó la "continencia periódica" no se eliminaron por
tiones. completo. Pío XII trató esta cuestión en varios discur-
Pero el dualismo de fondo no se había superado y sos de 1951. El Papa consideró lícito el uso de la con-
aparece con la duplicidad de fines en el Derecho Canó- tinencia periódica cuando existieran serios motivos,
nico de 1917 y en la encíclica Casti connubii de Pío XI como los que se dan en las llamadas "indicaciones"
(1930): "La procreación y la educación de la prole es médica, eugenésica, económica y social. Los comenta-
el fin primario del matrimonio; la ayuda mutua y el ristas de estos discursos de Pío XII coinciden en con-
remedio de la concupiscencia es su fin secundario" siderar pecado, grave o leve según los autores, el uso
(canon 1013). "Hay, pues, tanto en el matrimonio como de la continencia periódica cuando no se da un motivo
en el uso del derecho matrimonial, fines secundarios, suficiente.
como la ayuda mutua, el fomento del amor y el sosiego Vemos, pues, que se va dando una evolución de la
de la concupiscencia, cuya consecución de ninguna moral católica con respecto a qué significa en la prác-
manera queda prohibido a los esposos, con tal de tica respetar la índole procreativa del acto conyugal.
quedar a salvo la naturaleza intrínseca del acto y, por Con Pío XII se llega a la afirmación de que se respeta
tanto, la subordinación debida al fin primario" (CC. el fin primario del matrimonio cuando la cópula se rea-
60, edición de la BAC). La persistencia de una doble liza de tal manera que no se pone impedimento alguno
visión del matrimonio aparece en el nº 24 de la misma a un posible embarazo.
encíclica. 26 Sin embargo, la filosofía personalista propia de
nuestro siglo, el despertar de una fuerte espiritualidad
matrimonial, fundamentada en los datos bíblicos, y el
7. La superación del dualismo en el concilio Vaticano II descubrimiento de la dimensión unitiva de la sexua-
lidad, llevó a algunos autores a lanzar la teoría de la
Desde mediados del siglo pasado hubo consultas a igualdad sin subordinación de los dos fines clásicos
la Santa Sede para ver la actitud que se había de adop- del matrimonio. Para ellos la plena comunión entre los
tar con los que utilizaban los días agenésicos para no esposos, simbolizada en la entrega mutua espiritual y
tener hijos, ya que en estos casos había una clara nega- corpórea es el fin básico y fundamental del matrimo-
nio. Pío XII reaccionó fuertemente en 1944 contra estas
26. "Esta mutua conformación de los esposos, este constante anhelo
de perfeccionarse recíprocamente, puede incluso llamarse, en un sentido teorías, cuyos principales defensores eran los teólogos
pleno de verdad, como enseña el Catecismo Romano, causa y razón pri- Doms y Krempel. Sus obras fueron retiradas del comer-
maria del matrimonio, siempre que el matrimonio se entienda no en su cio por mandato de la Santa Sede.
sentido más estricto de institución para la honesta procreación y educa-
ción de la prole, sino en el más amplio de comunión, trato y sociedad de Estas intervenciones pontificias no eliminaron sin
toda la vida". embargo por completo las tendencias innovadoras

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en materia matrimonial. Eran muchos los pastores y Por ello los actos con que los esposos 'se unen íntima
teólogos que se sentían incómodos ante el manteni- y castamente entre sí son honestos y dignos y ejecuta-
miento de las formulaciones clásicas. Con el descu- dos de manera verdaderamente humana significan y
brimiento de los anovulatorios los planteamientos se favorecen el don recíproco, con el que se enriquecen
fueron haciendo más radicales a partir de la década mutuamente en un clima de gozosa gratitud" (nº 49b ).
de los 60. Especialmente, una concepción más humana Cf. nº 50e.
y personalista del matrimonio chocaba excesivamente Se supera, pues, un concepto puramente biológico y
con una filosofía de la sexualidad que se tenía por ana- genital de la sexualidad. Entre la amistad espiritual de
crónica. los esposos y las expresiones afectivas y corporales hay
En este clima tuvieron lugar en los años 63-65 las una íntima conexión. El acto sexual ya no es sólo actus
discusiones sobre el capítulo del matrimonio en la naturae, sino también actus personae. Se insiste en que la
Constitución Gaudium et spes. Aunque el tema más sexualidad humana es esencialmente relacional, es un
espinoso era el de la licitud o no de los métodos anti- lenguaje de amor. Por eso la procreación no se origina
conceptivos artificiales, y éste se lo había reservado sólo a partir de la distinción biológica de los sexos, sino
el Papa, la cuestión de fondo era si había o no que también, y al mismo tiempo, como fruto del amor con-
seguir manteniendo la doctrina del fin primario y del yugal. Amor y procreación no pueden ya estar separa-
fin secundario del matrimonio. dos. pe ahí que surja el concepto de una paternidad
Para los partidarios de una visión nueva del matri- humana y cristianamente responsable.
monio había que evitar a toda costa el que se hablara La encíclica Humanae vitae de Pablo VI es una con-
de subordinación entre amor y fecundidad, mientras firmación de la superación de la antigua dicotomía de
que para los partidarios de la doctrina clásica esta sub- la subordinación de los fines matrimoniales y de una
ordinación constituía un elemento imprescindible para doble visión del matrimonio: "Los esposos, mediante
una solución ética adecuada. su recíproca donación personal, propia y exclusiva de
La doctrina conciliar se expresa sobre todo en los ellos, tienden a la comunión de sus seres en orden a
números 49 y 50 de la GS, dedicados respectivamente un mutuo perfeccionamiento personal, para colaborar
a los temas del amor conyugal y de la fecundidad del con Dios en la generación y en la educación de nuevas
matrimonio. En estos textos, allí donde se habla de vidas" (HV 8). Pablo VI es, además, el primero que dice
los diversos fines del matrimonio, no aparece nunca en un documento del Magisterio que "un acto conyu-
una determinada jerarquización entre ellos. Induda- gal impuesto al cónyuge sin considerar su condición
blemente este hecho es intencional. actual y sus legítimos deseos no es un verdadero acto
Reflexionando sobre las afirmaciones conciliares se de amor, y prescinde por tanto de una exigencia del
nota como la GS se pone a la vez en la línea de la teo- recto orden moral en las relaciones entre los esposos"
logía bíblica y de la moderna antropología. La vida (HV 13).
sexual es expresión y motivo de crecimiento del amor: Finalmen_te, la formulación del Código de Derecho
"El amor (entre los esposos) se expresa y perfecciona Canónico de 1983 evita incluso el hablar de "fines del
singularmente con la acción propia del matrimonio. matrimonio" y reafirma claramente la nueva visión,

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en materia matrimonial. Eran muchos los pastores y Por ello los actos con que los esposos 'se unen íntima
teólogos que se sentían incómodos ante el manteni- y castamente entre sí son honestos y dignos y ejecuta-
miento de las formulaciones clásicas. Con el descu- dos de manera verdaderamente humana significan y
brimiento de los anovulatorios los planteamientos se favorecen el don recíproco, con el que se enriquecen
fueron haciendo más radicales a partir de la década mutuamente en un clima de gozosa gratitud" (nº 49b ).
de los 60. Especialmente, una concepción más humana Cf. nº 50e.
y personalista del matrimonio chocaba excesivamente Se supera, pues, un concepto puramente biológico y
con una filosofía de la sexualidad que se tenía por ana- genital de la sexualidad. Entre la amistad espiritual de
crónica. los esposos y las expresiones afectivas y corporales hay
En este clima tuvieron lugar en los años 63-65 las una íntima conexión. El acto sexual ya no es sólo actus
discusiones sobre el capítulo del matrimonio en la naturae, sino también actus personae. Se insiste en que la
Constitución Gaudium et spes. Aunque el tema más sexualidad humana es esencialmente relacional, es un
espinoso era el de la licitud o no de los métodos anti- lenguaje de amor. Por eso la procreación no se origina
conceptivos artificiales, y éste se lo había reservado sólo a partir de la distinción biológica de los sexos, sino
el Papa, la cuestión de fondo era si había o no que también, y al mismo tiempo, como fruto del amor con-
seguir manteniendo la doctrina del fin primario y del yugal. Amor y procreación no pueden ya estar separa-
fin secundario del matrimonio. dos. pe ahí que surja el concepto de una paternidad
Para los partidarios de una visión nueva del matri- humana y cristianamente responsable.
monio había que evitar a toda costa el que se hablara La encíclica Humanae vitae de Pablo VI es una con-
de subordinación entre amor y fecundidad, mientras firmación de la superación de la antigua dicotomía de
que para los partidarios de la doctrina clásica esta sub- la subordinación de los fines matrimoniales y de una
ordinación constituía un elemento imprescindible para doble visión del matrimonio: "Los esposos, mediante
una solución ética adecuada. su recíproca donación personal, propia y exclusiva de
La doctrina conciliar se expresa sobre todo en los ellos, tienden a la comunión de sus seres en orden a
números 49 y 50 de la GS, dedicados respectivamente un mutuo perfeccionamiento personal, para colaborar
a los temas del amor conyugal y de la fecundidad del con Dios en la generación y en la educación de nuevas
matrimonio. En estos textos, allí donde se habla de vidas" (HV 8). Pablo VI es, además, el primero que dice
los diversos fines del matrimonio, no aparece nunca en un documento del Magisterio que "un acto conyu-
una determinada jerarquización entre ellos. Induda- gal impuesto al cónyuge sin considerar su condición
blemente este hecho es intencional. actual y sus legítimos deseos no es un verdadero acto
Reflexionando sobre las afirmaciones conciliares se de amor, y prescinde por tanto de una exigencia del
nota como la GS se pone a la vez en la línea de la teo- recto orden moral en las relaciones entre los esposos"
logía bíblica y de la moderna antropología. La vida (HV 13).
sexual es expresión y motivo de crecimiento del amor: Finalmen_te, la formulación del Código de Derecho
"El amor (entre los esposos) se expresa y perfecciona Canónico de 1983 evita incluso el hablar de "fines del
singularmente con la acción propia del matrimonio. matrimonio" y reafirma claramente la nueva visión,

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purificada de antiguos dualismos, de la institución general de los jesuitas P. Acquaviva en 1612 prohi-
matrimonial. En él se afirma: "La alianza matrimonial, biendo a sus religiosos el enseñar la existencia de la
por la que el varón y la mujer constituyen entre sí parvedad de materia en el sexto mandamiento.
un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma De hecho los argumentos que daban los moralistas
índole natural al bien de los cónyuges y a la generación son muy diversos y no demasiado sólidos. Tal vez una
y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor de las razones de más peso sea el peligro que supone el
a la dignidad de sacramento entre bautizados" (canon iniciar el dinamismo del instinto sexual. Esto lleva con-
1055). sigo el riesgo de no poderlo detener cuando se quiera.
Pero, como afirma E. López Azpitarte (1981, p. 350), •
8. ¿Es mortal todo pecadocontra el sexto mandamiento? "aun así no resulta claro el porqué la más mínima acep-
tación tiene que ser mortal en este terreno y, en otros
Durante los últimos siglos la mayoría de los mora- muchos casos, con los mismos peligros podrá consi-
listas enseñaron la doctrina de que todo pecado de derarse sólo como venial. La discriminación efectuada
pensamiento, de deseo o de obra en materia sexual es entre el sexo y los restantes problemas éticos es dema-
pecado mortal "ex toto genere suo" (es decir, sin excep- siado evidente para que no surjan sospechas sobre su
ciones) cuando se busca directamente el placer, es decir falta de objetividad. A lo mejor si hubiéramos tomado
que en esta cuestión no había parvedad de materia, en serio las afirmaciones tan repetidas de Cristo sobre
como la había en el robo, en la mentira, en las faltas el peligro de las riquezas, y la experiencia histórica
contra el amor al prójimo, etc. Las razones y motivos de tantas injusticias elaboradas con el dinero, nuestra
que se escondían tras esta afirmación eran muy varia- moral económica sería hoy mucho más rigorista que la
dos. En la actualidad, buena parte de los teólogos ha ética sexual.
abandonado esta doctrina tradicional afirmando que Por otra parte en la actualidad muchos moralistas
no debemos poner diferencias entre la moral sexual y plantean en el campo sexual y en cualquier otra materia
la justicia y otros mandamientos y virtudes. ¿Qué se la cuestión del pecado mortal desde la perspectiva de la
puede decir de todo esto? opción fundamental. El pecado mortal hunde sus raíces
En primer lugar parece claro que ni la Biblia ni los en la mala disposición del corazón del hombre (cf. Mt
Santos Padres aportan argumentos serios para defen- 15.19-20), se sitúa en una actitud de egoísmo y cerrazón,
der la opinión tradicional. La doctrina del Magisterio no se proyecta en una vida construida al margen de las exi-
es tampoco definitiva ni obligatoria, aunque ha optado gencias de Dios y de los demás y se concreta en una
por la interpretación más estricta (cf. DS 2060; Decla- oposición de "iniquidad" frente a Cristo (cf. 1 Jn 3,4).
ración Persona humana, 10). El argumento más fuerte El pecado mortal, por tanto, supone un fallo en
era el consentimiento casi unánime de los moralistas, lo fundamental de la existencia cristiana, implica una
especialmente a partir del siglo XVII. Sin embargo esta ruptura de alguna manera consciente de la amistad
unanimidad no es tan evidente como se creía y parece con Dios, que puede manifestarse ya en actos singula-
tener como origen algunos factores ajenos a la argu- res o aislados, ya en situaciones, en actitudes o en un
mentación moral, como fue sobre todo la carta del conjunto de actos. Esta voluntad de ruptura que consti-
80 81
purificada de antiguos dualismos, de la institución general de los jesuitas P. Acquaviva en 1612 prohi-
matrimonial. En él se afirma: "La alianza matrimonial, biendo a sus religiosos el enseñar la existencia de la
por la que el varón y la mujer constituyen entre sí parvedad de materia en el sexto mandamiento.
un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma De hecho los argumentos que daban los moralistas
índole natural al bien de los cónyuges y a la generación son muy diversos y no demasiado sólidos. Tal vez una
y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor de las razones de más peso sea el peligro que supone el
a la dignidad de sacramento entre bautizados" (canon iniciar el dinamismo del instinto sexual. Esto lleva con-
1055). sigo el riesgo de no poderlo detener cuando se quiera.
Pero, como afirma E. López Azpitarte (1981, p. 350), •
8. ¿Es mortal todo pecadocontra el sexto mandamiento? "aun así no resulta claro el porqué la más mínima acep-
tación tiene que ser mortal en este terreno y, en otros
Durante los últimos siglos la mayoría de los mora- muchos casos, con los mismos peligros podrá consi-
listas enseñaron la doctrina de que todo pecado de derarse sólo como venial. La discriminación efectuada
pensamiento, de deseo o de obra en materia sexual es entre el sexo y los restantes problemas éticos es dema-
pecado mortal "ex toto genere suo" (es decir, sin excep- siado evidente para que no surjan sospechas sobre su
ciones) cuando se busca directamente el placer, es decir falta de objetividad. A lo mejor si hubiéramos tomado
que en esta cuestión no había parvedad de materia, en serio las afirmaciones tan repetidas de Cristo sobre
como la había en el robo, en la mentira, en las faltas el peligro de las riquezas, y la experiencia histórica
contra el amor al prójimo, etc. Las razones y motivos de tantas injusticias elaboradas con el dinero, nuestra
que se escondían tras esta afirmación eran muy varia- moral económica sería hoy mucho más rigorista que la
dos. En la actualidad, buena parte de los teólogos ha ética sexual.
abandonado esta doctrina tradicional afirmando que Por otra parte en la actualidad muchos moralistas
no debemos poner diferencias entre la moral sexual y plantean en el campo sexual y en cualquier otra materia
la justicia y otros mandamientos y virtudes. ¿Qué se la cuestión del pecado mortal desde la perspectiva de la
puede decir de todo esto? opción fundamental. El pecado mortal hunde sus raíces
En primer lugar parece claro que ni la Biblia ni los en la mala disposición del corazón del hombre (cf. Mt
Santos Padres aportan argumentos serios para defen- 15.19-20), se sitúa en una actitud de egoísmo y cerrazón,
der la opinión tradicional. La doctrina del Magisterio no se proyecta en una vida construida al margen de las exi-
es tampoco definitiva ni obligatoria, aunque ha optado gencias de Dios y de los demás y se concreta en una
por la interpretación más estricta (cf. DS 2060; Decla- oposición de "iniquidad" frente a Cristo (cf. 1 Jn 3,4).
ración Persona humana, 10). El argumento más fuerte El pecado mortal, por tanto, supone un fallo en
era el consentimiento casi unánime de los moralistas, lo fundamental de la existencia cristiana, implica una
especialmente a partir del siglo XVII. Sin embargo esta ruptura de alguna manera consciente de la amistad
unanimidad no es tan evidente como se creía y parece con Dios, que puede manifestarse ya en actos singula-
tener como origen algunos factores ajenos a la argu- res o aislados, ya en situaciones, en actitudes o en un
mentación moral, como fue sobre todo la carta del conjunto de actos. Esta voluntad de ruptura que consti-
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tuye el pecado mortal dista mucho de los fallos y debi- Con referencia concreta al pecado sexual, el mismo
lidades de nuestra vida cotidiana a los que llamamos autor afirma:
"pecados veniales". "La psicología nos impide admitir la presunción
Aplicando lo anterior a la sexualidad podemos de que el cristiano medio comete pecado mortal
afirmar que ciertamente la opción fundamental de la siempre que se trata de delectatio morosa (pensar con
persona puede cambiar con un solo acto particular- complacencia en temas sexuales) o que existe exceso
mente importante, sobre todo cuando éste ha sido de placer sensual cuando los esposos y prometidos
preparado con actos anteriores más superficiales (cf. intercambian besos, etc .... Todos los pecados en todas
Persona humana, 10), pero lo normal es que este cambio las áreas son serios y deben ser tomados en serio.
sea el fruto de todo un proceso personal. Por otra parte, Un cristiano debería comprender lo peligroso de
como indica el citado documento de la Santa Sede, "en colocarse en una pendiente resbaladiza sin hacer
las faltas de orden sexual, vista su condición especial y serios esfuerzos por enmendarse de sus pecados. Sin
sus causas, sucede más fácilmente que no se les dé un embargo, la persona cuyas relaciones básicas con
consentimiento plenamente libre; y esto invita a proce- Dios y con su prójimo son sanas, al menos en el sen-
der con cautela en todo juicio sobre el grado de respon- tido de una mejoría general, se halla en el camino
sabilidad subjetiva de las mismas" (nº 10). de la salvación aun cuando encuentre dificultades en
Desde un punto de vista pastoral, me parece acer- algup.as áreas de la moral, incluso en el campo de la
tado el criterio que en este punto expresa el P. Bern- castidad" .28
hard Haring:
"Ningún ser humano puede dar una definición pre-
cisa de qué grado de libertad y de conciencia es necesa- Bibliografía
rio para un pecado mortal, que significa siempre un
l. CELAP. Sexualidad y moral cristiana. Ed. CELAP-Herder,
pecado proporcionado a la condenación eterna por un
Santiago-Barcelona 1972, pp. 236-262.
Dios infinitamente santo y misericordioso. Pienso que 2. Anthony Kosnik (dir.). La sexualidad humana. Ed. Cristian-
no puede darse pecado mortal sin una opción o inten- dad, Madrid 1978, pp. 51-74.
ción fundamental que invierta nuestra libertad básica 3. L. Janssens. Matrimonio y fecundidad. Ed. Desclée, Bilbao
en dirección al mal. Disponemos al menos de criterios 1968.
4. Eduardo López Azpitarte. Ética de la sexualidady del matri-
aproximados para determinar si una persona vive con monio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 297-325. Hay edición mexi-
una opción fundamental en contra de Dios. Es decir: cana.
podemos presumir que la persona no tiene tal opción 5. J.T. Noonan. Contraconcepción.Ed. Troquel, Buenos Aires
si, inmediatamente después de la caída, tiene genuino 1967.
6. E. Schillebeeckx. El matrimonio. Ed. Sígueme, Salamanca
dolor del pecado y continúa en su esfuerzo por agradar
a Dios y hacer lo que es recto". 27 1968, pp. 203-332.

27. B. Haring. Libertad y fidelidad en Cristo. Vol. l. Ed. Herder, Barce-


lona 19852, p. 229. 28. Idem, pp. 412-413.

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tuye el pecado mortal dista mucho de los fallos y debi- Con referencia concreta al pecado sexual, el mismo
lidades de nuestra vida cotidiana a los que llamamos autor afirma:
"pecados veniales". "La psicología nos impide admitir la presunción
Aplicando lo anterior a la sexualidad podemos de que el cristiano medio comete pecado mortal
afirmar que ciertamente la opción fundamental de la siempre que se trata de delectatio morosa (pensar con
persona puede cambiar con un solo acto particular- complacencia en temas sexuales) o que existe exceso
mente importante, sobre todo cuando éste ha sido de placer sensual cuando los esposos y prometidos
preparado con actos anteriores más superficiales (cf. intercambian besos, etc .... Todos los pecados en todas
Persona humana, 10), pero lo normal es que este cambio las áreas son serios y deben ser tomados en serio.
sea el fruto de todo un proceso personal. Por otra parte, Un cristiano debería comprender lo peligroso de
como indica el citado documento de la Santa Sede, "en colocarse en una pendiente resbaladiza sin hacer
las faltas de orden sexual, vista su condición especial y serios esfuerzos por enmendarse de sus pecados. Sin
sus causas, sucede más fácilmente que no se les dé un embargo, la persona cuyas relaciones básicas con
consentimiento plenamente libre; y esto invita a proce- Dios y con su prójimo son sanas, al menos en el sen-
der con cautela en todo juicio sobre el grado de respon- tido de una mejoría general, se halla en el camino
sabilidad subjetiva de las mismas" (nº 10). de la salvación aun cuando encuentre dificultades en
Desde un punto de vista pastoral, me parece acer- algup.as áreas de la moral, incluso en el campo de la
tado el criterio que en este punto expresa el P. Bern- castidad" .28
hard Haring:
"Ningún ser humano puede dar una definición pre-
cisa de qué grado de libertad y de conciencia es necesa- Bibliografía
rio para un pecado mortal, que significa siempre un
l. CELAP. Sexualidad y moral cristiana. Ed. CELAP-Herder,
pecado proporcionado a la condenación eterna por un
Santiago-Barcelona 1972, pp. 236-262.
Dios infinitamente santo y misericordioso. Pienso que 2. Anthony Kosnik (dir.). La sexualidad humana. Ed. Cristian-
no puede darse pecado mortal sin una opción o inten- dad, Madrid 1978, pp. 51-74.
ción fundamental que invierta nuestra libertad básica 3. L. Janssens. Matrimonio y fecundidad. Ed. Desclée, Bilbao
en dirección al mal. Disponemos al menos de criterios 1968.
4. Eduardo López Azpitarte. Ética de la sexualidady del matri-
aproximados para determinar si una persona vive con monio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 297-325. Hay edición mexi-
una opción fundamental en contra de Dios. Es decir: cana.
podemos presumir que la persona no tiene tal opción 5. J.T. Noonan. Contraconcepción.Ed. Troquel, Buenos Aires
si, inmediatamente después de la caída, tiene genuino 1967.
6. E. Schillebeeckx. El matrimonio. Ed. Sígueme, Salamanca
dolor del pecado y continúa en su esfuerzo por agradar
a Dios y hacer lo que es recto". 27 1968, pp. 203-332.

27. B. Haring. Libertad y fidelidad en Cristo. Vol. l. Ed. Herder, Barce-


lona 19852, p. 229. 28. Idem, pp. 412-413.

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7. Marciano Vida!. Moral del amor y de la sexualidad. Ed.
Sígueme, Salamanca 19722, pp. 68-114.
8. Marciano Vida!. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de
-
actitudes Il-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 133-179.

ÉTICA DEL MATRIMONIO

84
7. Marciano Vida!. Moral del amor y de la sexualidad. Ed.
Sígueme, Salamanca 19722, pp. 68-114.
8. Marciano Vida!. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de
-
actitudes Il-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 133-179.

ÉTICA DEL MATRIMONIO

84
...

CAPÍTULO 6
EL MATRIMONIO
COMO REALIDAD HUMANA

1. Reflexionessobreel amor

Edward Schillebeekx subtitula su célebre libro sobre


el matrimonio (Sígueme, Salamanca 1968) llamándolo
"realidad terrena y misterio de salvación". Creo que
el estudio de esta doble faceta del hecho matrimonial
cristiano en los dos primeros capítulos de esta sección
nos ayudará a la posterior reflexión sobre los aspectos
éticos más problemáticos en las actuales circunstan-
cias.
Teniendo en cuenta que la realidad matrimonial se
ha vivido de muy diferentes modos a través de las
etapas de la historia, desde el hecho de la actual "socie-
dad globalizada" o lo que algunos documentos del
Magisterio llaman la "adveniente cultura universal"
(cf. Puebla, nº 421; Sto. Domingo, nº 252) se constata
que el elemento básico y nuclear del matrimonio es el
"amor conyugal". Ya el Vaticano II define el matrimo-
nio como "la íntima comunidad de vida y amor conyu-
gal" (GS 48a).
Quizás antes de analizar el amor conyugal sea con-
veniente tratar de forma resumida sobre la realidad
del amor. Siguiendo a Miguel Benzo 29 podemos seña-
lar que las tres formas básicas que presenta el amor

29. Cf. Moral para universitarios.Ed. Cristiandad, Madrid 1967, pp.


168-171.

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CAPÍTULO 6
EL MATRIMONIO
COMO REALIDAD HUMANA

1. Reflexionessobreel amor

Edward Schillebeekx subtitula su célebre libro sobre


el matrimonio (Sígueme, Salamanca 1968) llamándolo
"realidad terrena y misterio de salvación". Creo que
el estudio de esta doble faceta del hecho matrimonial
cristiano en los dos primeros capítulos de esta sección
nos ayudará a la posterior reflexión sobre los aspectos
éticos más problemáticos en las actuales circunstan-
cias.
Teniendo en cuenta que la realidad matrimonial se
ha vivido de muy diferentes modos a través de las
etapas de la historia, desde el hecho de la actual "socie-
dad globalizada" o lo que algunos documentos del
Magisterio llaman la "adveniente cultura universal"
(cf. Puebla, nº 421; Sto. Domingo, nº 252) se constata
que el elemento básico y nuclear del matrimonio es el
"amor conyugal". Ya el Vaticano II define el matrimo-
nio como "la íntima comunidad de vida y amor conyu-
gal" (GS 48a).
Quizás antes de analizar el amor conyugal sea con-
veniente tratar de forma resumida sobre la realidad
del amor. Siguiendo a Miguel Benzo 29 podemos seña-
lar que las tres formas básicas que presenta el amor

29. Cf. Moral para universitarios.Ed. Cristiandad, Madrid 1967, pp.


168-171.

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humano se pueden designar con los nombres de "amor dan con frecuencia en las relaciones afectivas que se
cualitativo", "amor posesivo" y "amor de solidari- consideran normales. Así p.e. la madre soltera tendrá
dad". que cuidar mucho que no se entrometan elementos
El amor cualitativo es el deseo de gozar de las cua- sádicos en el amor por su hijo.
lidades positivas de determinadas personas o cosas: El amor de solidaridad se diferencia del amor cua-
la belleza, la inteligencia, la utilidad, la capacidad de litativo porque su objeto primordial no son las cua-
producir placer, etc. El amor cualitativo está dominado lidades del ser que se ama, sino la persona que está
por la razón funcional o instrumental. Los seres son bajo estas cualidades. Y se distingue del amor posesivo
dignos de amor sólo en la medida en que participan de porque no pretende la posesión sino la identificación
tales cualidades. Quienes, por el contrario, están des- con la persona amada. Es un amor de fusión existen-
provistas de ellas no pueden ser objeto de amor. El cial, lo cual no significa que no se deseen las mejores
amante busca enriquecerse a sí mismo con el disfrute cualidades para el ser amado y no se busque su cer-
de las cualidades de lo amado, sin que éste cuente a canía. Alcanzar este amor no es fácil y requiere de tres
sus ojos más que como depositario de aquéllas. De ahí etapas: descubrirse a sí mismo como persona, descu-
que el amor cualitativo sea una actitud predominante- brir al otro como persona y resistir a la tentación de
mente egoísta, lo cual no quiere decir que sea necesa- poseerlo. El amor de solidaridad es lo que también
riamente inmoral. puede llamarse el "amor de amistad".
En el amor posesivo la persona intenta aliviar su El Cardenal Karol Wojtyla (futuro Juan Pablo II) en
inseguridad poseyendo a otro ser humano o siendo el estudio que hace sobre el amor en su libro Amor y
poseído por él. El que una persona ponga en manos responsabilidad30llama "amor de concupiscencia" a lo
de otra su propia vida provoca en quien recibe esta que antes hemos denominado amor cualitativo y pose-
entrega un sentimiento de seguridad: "Soy tan fuerte sivo. Su característica es que afirma: "Te quiero porque
que alguien me considera capaz de servir de fun- eres un bien para mí" .31 En cambio el amor de solida-
damento a toda su vida o al menos a algún punto ridad, que él llama "amor de benevolencia" es el que
importante de ella". Y en quien hace esta entrega pro- dice al otro: "Quiero lo que es un bien para ti".
voca también el sentimiento de seguridad recíproco de Hemos llegado con esto a lo más específico del
haber encontrado un refugio sólido en el que reposar amor de solidaridad, el amor no es ante todo un sen-
de la inquietud de la existencia. Tampoco este deseo de timiento sino un acto de la voluntad. En esta afirma-
seguridad es necesariamente inmoral. Aunque hay que ción se unen autores tan distintos como sto. Tomás de
estar atentos para no caer en las formas patológicas del Aquino y Erich Fromm.
amor posesivo que son el sadismo y el masoquismo.
El sádico quiere sentir al otro de tal modo en su poder
que lo maltrata para comprobar su sumisión. El maso- 30. Ed. Razón y Fe, Madrid 1969, pp. 83-88.
31. Insistamos en que este amor de concupiscencia no es necesaria-
quista quiere ser maltratado para sentirse completa- mente malo. Wojtyla afirma que "el amor de concupiscencia tiene tam-
mente a merced de su dueño. Hay que tener en cuenta bién su parte en el amor de Dios, que el hombre puede desear y desea
que en forma benigna elementos sadomasoquistas se como un bien para él mismo" (p.85).

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humano se pueden designar con los nombres de "amor dan con frecuencia en las relaciones afectivas que se
cualitativo", "amor posesivo" y "amor de solidari- consideran normales. Así p.e. la madre soltera tendrá
dad". que cuidar mucho que no se entrometan elementos
El amor cualitativo es el deseo de gozar de las cua- sádicos en el amor por su hijo.
lidades positivas de determinadas personas o cosas: El amor de solidaridad se diferencia del amor cua-
la belleza, la inteligencia, la utilidad, la capacidad de litativo porque su objeto primordial no son las cua-
producir placer, etc. El amor cualitativo está dominado lidades del ser que se ama, sino la persona que está
por la razón funcional o instrumental. Los seres son bajo estas cualidades. Y se distingue del amor posesivo
dignos de amor sólo en la medida en que participan de porque no pretende la posesión sino la identificación
tales cualidades. Quienes, por el contrario, están des- con la persona amada. Es un amor de fusión existen-
provistas de ellas no pueden ser objeto de amor. El cial, lo cual no significa que no se deseen las mejores
amante busca enriquecerse a sí mismo con el disfrute cualidades para el ser amado y no se busque su cer-
de las cualidades de lo amado, sin que éste cuente a canía. Alcanzar este amor no es fácil y requiere de tres
sus ojos más que como depositario de aquéllas. De ahí etapas: descubrirse a sí mismo como persona, descu-
que el amor cualitativo sea una actitud predominante- brir al otro como persona y resistir a la tentación de
mente egoísta, lo cual no quiere decir que sea necesa- poseerlo. El amor de solidaridad es lo que también
riamente inmoral. puede llamarse el "amor de amistad".
En el amor posesivo la persona intenta aliviar su El Cardenal Karol Wojtyla (futuro Juan Pablo II) en
inseguridad poseyendo a otro ser humano o siendo el estudio que hace sobre el amor en su libro Amor y
poseído por él. El que una persona ponga en manos responsabilidad30llama "amor de concupiscencia" a lo
de otra su propia vida provoca en quien recibe esta que antes hemos denominado amor cualitativo y pose-
entrega un sentimiento de seguridad: "Soy tan fuerte sivo. Su característica es que afirma: "Te quiero porque
que alguien me considera capaz de servir de fun- eres un bien para mí" .31 En cambio el amor de solida-
damento a toda su vida o al menos a algún punto ridad, que él llama "amor de benevolencia" es el que
importante de ella". Y en quien hace esta entrega pro- dice al otro: "Quiero lo que es un bien para ti".
voca también el sentimiento de seguridad recíproco de Hemos llegado con esto a lo más específico del
haber encontrado un refugio sólido en el que reposar amor de solidaridad, el amor no es ante todo un sen-
de la inquietud de la existencia. Tampoco este deseo de timiento sino un acto de la voluntad. En esta afirma-
seguridad es necesariamente inmoral. Aunque hay que ción se unen autores tan distintos como sto. Tomás de
estar atentos para no caer en las formas patológicas del Aquino y Erich Fromm.
amor posesivo que son el sadismo y el masoquismo.
El sádico quiere sentir al otro de tal modo en su poder
que lo maltrata para comprobar su sumisión. El maso- 30. Ed. Razón y Fe, Madrid 1969, pp. 83-88.
31. Insistamos en que este amor de concupiscencia no es necesaria-
quista quiere ser maltratado para sentirse completa- mente malo. Wojtyla afirma que "el amor de concupiscencia tiene tam-
mente a merced de su dueño. Hay que tener en cuenta bién su parte en el amor de Dios, que el hombre puede desear y desea
que en forma benigna elementos sadomasoquistas se como un bien para él mismo" (p.85).

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El primero señala al comienzo de su tratado sobre la tiano alcanzan una particular firmeza por razón del
caridad: "No todo amor tiene razón de amistad, sino el sacramento" (canon 1056).
que entraña benevolencia, es decir cuando amamos a Acerca de la unidad Erich Fromm señala que, al con-
alguien de tal manera que queremos el bien para él" .32 trario de otro tipo de amores (p.e. el maternal o el fra-
Erich Fromm en El arte de amar33 afirma que "el amor terno), el amor conyugal implica "el anhelo de fusión
es la preocupación activa por la vida y el crecimiento completa, de unión con una única persona; por su propia
de lo que amamos", y refiriéndose a lo que nosotros naturaleza es exclusivo y no universal". 35 Así como la
llamamos el amor conyugal indica: "Amar a alguien amistad puede repartirse entre varios, aunque con una
no es meramente un sentimiento poderoso, es una intensidad diferente, el amor no se hace conyugal mien-
decisión, es un juicio, es una promesa. Si el amor tras no se descubra al tú como alguien único e insusti-
no fuera más que un sentimiento, no existirían bases tuible al que podemos damos plenamente y con el que
para la promesa de amarse eternamente. Un senti- podemos compartirlo todo. Indudablemente el amor con-
miento comienza y puede desaparecer. ¿Cómo puedo yugal no es un egoísmo a dúo, tiene que saber abrirse
yo juzgar que durará eternamente, si mi acto no implica al exterior. Pero es la experiencia afectiva más profunda
juicio y decisión? Tomando en cuenta esos puntos de que se pueda sentir; en el mundo no hay nadie con tanto
vista, cabe llegar a la conclusión de que el amor es relieve y significado como esta persona singular. Por esto
exclusivamente un acto de la voluntad y un compro- vale la pena entregarle la propia vida. Se tiene la vivencia
miso" .34 de que la felicidad no tiene otra meta que el servicio, la
apertura y la comunión total con el ser amado. 36
El amor conyugal lleva consigo la totalidad de la
2. El amor conyugal. La unidad entre los esposos donación. Cuando se ofrenda a través de un gesto amo-
roso el yo único e irrepetible, no hay más remedio que
Dicho lo anterior, podemos ya afirmar que el amor entregarlo en su totalidad. Poner límites es síntoma de
conyugal propio del matrimonio es un amor de soli- que se entrega algo, pero no se entrega uno a sí mismo.
daridad o de benevolencia, pero con dos propiedades La reserva es un límite fronterizo que el amor conyugal
características: la unidad y la indisolubilidad. Es un jamás construye. Este darse no significa necesariamente
amor que le dice a la persona amada: "Yo te amo sola- privarse de algo. Este dar no tiene un carácter mercantil.
mente a ti y te amo para siempre". Y aunque al dar la propia vida se enriquece al otro, algo
Sobre esto afirma el Código de Derecho Canónico: del otro llega también a uno mismo. Dar implica hacer
"Las propiedades esenciales del matrimonio son la de la otra persona un donante, y, así, ambos comparten
unidad y la indisolubilidad, que en el matrimonio cris- en la alegría lo que juntos han creado. 37

32. Suma Teológica, II-II,q.23,a.l. 35. Op. cit., p. 58.


33. Ed. Paidós, México 1994, pp. 35 y 61. 36. Cf. E. López Azpitarte, op.cit., pp. 130-137.
34. Por esto es precisamente posible un mandamiento de amor a los 37. Este dar lleva necesariamente la capacidad de recibir. "Aceptar el
enemigos, ya que éste no implica necesariamente un sentimiento de simpa- don ofrecido por los otros es una de las formas más bellas y profundas de
tía por la persona que nos ha hecho el mal, sino el deseo de hacerle el bien. vivir la oblatividad": E. López Azpitarte, op.cit., p.133.

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El primero señala al comienzo de su tratado sobre la tiano alcanzan una particular firmeza por razón del
caridad: "No todo amor tiene razón de amistad, sino el sacramento" (canon 1056).
que entraña benevolencia, es decir cuando amamos a Acerca de la unidad Erich Fromm señala que, al con-
alguien de tal manera que queremos el bien para él" .32 trario de otro tipo de amores (p.e. el maternal o el fra-
Erich Fromm en El arte de amar33 afirma que "el amor terno), el amor conyugal implica "el anhelo de fusión
es la preocupación activa por la vida y el crecimiento completa, de unión con una única persona; por su propia
de lo que amamos", y refiriéndose a lo que nosotros naturaleza es exclusivo y no universal". 35 Así como la
llamamos el amor conyugal indica: "Amar a alguien amistad puede repartirse entre varios, aunque con una
no es meramente un sentimiento poderoso, es una intensidad diferente, el amor no se hace conyugal mien-
decisión, es un juicio, es una promesa. Si el amor tras no se descubra al tú como alguien único e insusti-
no fuera más que un sentimiento, no existirían bases tuible al que podemos damos plenamente y con el que
para la promesa de amarse eternamente. Un senti- podemos compartirlo todo. Indudablemente el amor con-
miento comienza y puede desaparecer. ¿Cómo puedo yugal no es un egoísmo a dúo, tiene que saber abrirse
yo juzgar que durará eternamente, si mi acto no implica al exterior. Pero es la experiencia afectiva más profunda
juicio y decisión? Tomando en cuenta esos puntos de que se pueda sentir; en el mundo no hay nadie con tanto
vista, cabe llegar a la conclusión de que el amor es relieve y significado como esta persona singular. Por esto
exclusivamente un acto de la voluntad y un compro- vale la pena entregarle la propia vida. Se tiene la vivencia
miso" .34 de que la felicidad no tiene otra meta que el servicio, la
apertura y la comunión total con el ser amado. 36
El amor conyugal lleva consigo la totalidad de la
2. El amor conyugal. La unidad entre los esposos donación. Cuando se ofrenda a través de un gesto amo-
roso el yo único e irrepetible, no hay más remedio que
Dicho lo anterior, podemos ya afirmar que el amor entregarlo en su totalidad. Poner límites es síntoma de
conyugal propio del matrimonio es un amor de soli- que se entrega algo, pero no se entrega uno a sí mismo.
daridad o de benevolencia, pero con dos propiedades La reserva es un límite fronterizo que el amor conyugal
características: la unidad y la indisolubilidad. Es un jamás construye. Este darse no significa necesariamente
amor que le dice a la persona amada: "Yo te amo sola- privarse de algo. Este dar no tiene un carácter mercantil.
mente a ti y te amo para siempre". Y aunque al dar la propia vida se enriquece al otro, algo
Sobre esto afirma el Código de Derecho Canónico: del otro llega también a uno mismo. Dar implica hacer
"Las propiedades esenciales del matrimonio son la de la otra persona un donante, y, así, ambos comparten
unidad y la indisolubilidad, que en el matrimonio cris- en la alegría lo que juntos han creado. 37

32. Suma Teológica, II-II,q.23,a.l. 35. Op. cit., p. 58.


33. Ed. Paidós, México 1994, pp. 35 y 61. 36. Cf. E. López Azpitarte, op.cit., pp. 130-137.
34. Por esto es precisamente posible un mandamiento de amor a los 37. Este dar lleva necesariamente la capacidad de recibir. "Aceptar el
enemigos, ya que éste no implica necesariamente un sentimiento de simpa- don ofrecido por los otros es una de las formas más bellas y profundas de
tía por la persona que nos ha hecho el mal, sino el deseo de hacerle el bien. vivir la oblatividad": E. López Azpitarte, op.cit., p.133.

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3. Aspectos de la totalidad de la donación conyugal personal del hombre y de la mujer, que en el matrimo-
nio se dan con un amor total y por lo mismo único y
Esta totalidad de la donación lleva consigo otros exclusivo (FC 19d).
aspectos: 38 Así, pues, aun en aquellos países (como en el África
a) El cuidado: Recordemos de nuevo la definición negra) donde la poligamia está hondamente enraizada
de Fromm sobre el amor como preocupación activa en la cultura, la Iglesia no puede transigir con ella en
por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Se ama nombre de la inculturación, pues ésta no puede llevar
aquello por lo que se trabaja y se trabaja por lo que se consigo la aceptación de comportamientos que van en
'ama. Lo que le sucede al otro nunca le es indiferente al contra de la dignidad y los derechos fundamentales de
amante. la persona humana.
b) La responsabilidad: El amor comprende que la
vida del cónyuge es también un asunto propio. Nunca
podrá decir: Este no es mi problema, sino su problema. 4. El amor conyugal y el conflicto
El amante es responsable de la vida del amado y de su
felicidad. Todo lo que hemos dicho sobre el amor conyugal
c) El respeto: Este es la capacidad de ver (respicere) es importante y continúa siendo válido aun sabiendo
a una persona tal cual es. El que ama deja a la persona que.en la vida cotidiana de los matrimonios concretos
amada que sea plenamente ella misma y no intenta la vivencia del amor conyugal sólo se expresa de una
transformarla a su imagen y semejanza. forma limitada y bastante imperfecta. Pero no se trata
d) El conocimiento: No se puede respetar lo que no de un ideal imposible de alcanzar. El amor conyugal es
se conoce. El amor conyugal lleva consigo un conoci- ante todo, digámoslo de nuevo, un acto de la voluntad,
miento que penetra en la intimidad de la persona y es una tarea ética a fin de ir alcanzando la plenitud en la
capaz de percibir, incluso sin palabras, sus preocupa- dinámica del amor total.
ciones y necesidades, sus sentimientos y deseos, sus Más aún. Lo normal es que el amor vaya creciendo
temores y sus alegrías. El amor es el camino más pene- a través de la superación de los conflictos. A este res-
trante y expedito para llegar al conocimiento pleno del pecto me parece importante lo que afirma Josef Ratt-
otro. ner:
La poligamia se opone especialmente a la unidad "Uno de los errores más extendidos consiste en
del matrimonio. De ella dice Juan Pablo II en la Fami- soñar en un amor sin conflictos ni problemas ... El des-
liaris consortio: pertar de un sueño así tiene que ser necesariamente
Semejante comunión queda radicalmente contradi- decepcionante ... Hemos de resaltar que no hay relación
cha por la poligamia; ésta, en efecto, niega directa- humana auténtica que se libre de dificultades ... Un
mente el designio de Dios tal como es revelado desde amor que procede de las profundidades de la persona-
los orígenes, porque es contraria a la igual dignidad lidad habrá de caminar siempre entre riscos y peligros
y no podrá evitar sacudidas de las más diversas espe-
38. Cf. E. Alburquerque, op.cit., p. 21. cies.

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.•
3. Aspectos de la totalidad de la donación conyugal personal del hombre y de la mujer, que en el matrimo-
nio se dan con un amor total y por lo mismo único y
Esta totalidad de la donación lleva consigo otros exclusivo (FC 19d).
aspectos: 38 Así, pues, aun en aquellos países (como en el África
a) El cuidado: Recordemos de nuevo la definición negra) donde la poligamia está hondamente enraizada
de Fromm sobre el amor como preocupación activa en la cultura, la Iglesia no puede transigir con ella en
por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Se ama nombre de la inculturación, pues ésta no puede llevar
aquello por lo que se trabaja y se trabaja por lo que se consigo la aceptación de comportamientos que van en
'ama. Lo que le sucede al otro nunca le es indiferente al contra de la dignidad y los derechos fundamentales de
amante. la persona humana.
b) La responsabilidad: El amor comprende que la
vida del cónyuge es también un asunto propio. Nunca
podrá decir: Este no es mi problema, sino su problema. 4. El amor conyugal y el conflicto
El amante es responsable de la vida del amado y de su
felicidad. Todo lo que hemos dicho sobre el amor conyugal
c) El respeto: Este es la capacidad de ver (respicere) es importante y continúa siendo válido aun sabiendo
a una persona tal cual es. El que ama deja a la persona que.en la vida cotidiana de los matrimonios concretos
amada que sea plenamente ella misma y no intenta la vivencia del amor conyugal sólo se expresa de una
transformarla a su imagen y semejanza. forma limitada y bastante imperfecta. Pero no se trata
d) El conocimiento: No se puede respetar lo que no de un ideal imposible de alcanzar. El amor conyugal es
se conoce. El amor conyugal lleva consigo un conoci- ante todo, digámoslo de nuevo, un acto de la voluntad,
miento que penetra en la intimidad de la persona y es una tarea ética a fin de ir alcanzando la plenitud en la
capaz de percibir, incluso sin palabras, sus preocupa- dinámica del amor total.
ciones y necesidades, sus sentimientos y deseos, sus Más aún. Lo normal es que el amor vaya creciendo
temores y sus alegrías. El amor es el camino más pene- a través de la superación de los conflictos. A este res-
trante y expedito para llegar al conocimiento pleno del pecto me parece importante lo que afirma Josef Ratt-
otro. ner:
La poligamia se opone especialmente a la unidad "Uno de los errores más extendidos consiste en
del matrimonio. De ella dice Juan Pablo II en la Fami- soñar en un amor sin conflictos ni problemas ... El des-
liaris consortio: pertar de un sueño así tiene que ser necesariamente
Semejante comunión queda radicalmente contradi- decepcionante ... Hemos de resaltar que no hay relación
cha por la poligamia; ésta, en efecto, niega directa- humana auténtica que se libre de dificultades ... Un
mente el designio de Dios tal como es revelado desde amor que procede de las profundidades de la persona-
los orígenes, porque es contraria a la igual dignidad lidad habrá de caminar siempre entre riscos y peligros
y no podrá evitar sacudidas de las más diversas espe-
38. Cf. E. Alburquerque, op.cit., p. 21. cies.

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.•
El amor, pues, no es lo mismo que ausencia de con- su valor meritorio, pues supone que el compromiso no
flictos, sino soportar las contradicciones de dos perso- está hecho con la imagen que se forma o que se qui-
nas y una inconmovible adhesión recíproca, a pesar de siera del otro, sino que la palabra fiel se ha convertido
estas divergencias y dificultades. Esa es precisamente en una invitación a que la otra persona se realice como
la piedra de toque de la autenticidad de una relación tal y me reconozca a mí también como sujeto libre y
amorosa, que no sucumbe a las diferencias de opinión responsable. La única forma de mantener el amor a
ni a las divergencias. Un autor avisado lo formuló así: lo largo del camino no es huir del compromiso -esto
'Discutieron , y así ¡experimentaron una vez más que sería más bien un miedo cobarde e inmaduro-, sino en
se pertenecían el uno al otro!'. Naturalmente tales dis- penetrar hasta la hondura del ser, más allá de los inte-
cusiones no deben degenerar en un herirse recíproca- reses superficiales, para quedar seducido por la per-.
mente. Tiene que prevalecer en ellos la voluntad de sona ... Frente a una sociedad utilitaria, en que las cosas
comprensión y de llegar a un compromiso construc- están hechas cada vez más para un servicio momentá-
tivo" .39 neo, tenemos que afirmar con más fuerza que nunca
que el amor es un gesto fiel con ansias de eternidad" .41
Nietzsche definía al ser humano como el animal
5. El amor conyugal. La indisolubilidad que puede prometer. Esta promesa implica de por sí
un t~nder hacia lo definitivo. Esto debe ser válido tam-
No hay ningún enamorado que le diga a la enamo- bién para las generaciones postmodernas. En conse-
rada: "Yo te amo sólo por este fin de semana". La natu- cuencia el lazo de la indisolubilidad matrimoniat por
raleza del amor conyugal pide afirmar: "Nuestro amor su misma esencia, no es un yugo impuesto a los cón-
durará eternamente". yuges que los priva de la libertad, sino la suma realiza-
El amor conyugal supone una estabilidad y perma- ción de la libertad, un no-poder-ser-ya-de-otra-manera
nencia que hace que en principio sea para siempre. Si existencial. El compromiso libera de los caprichos y de
las cualidades físicas o psíquicas pueden ir cambiando, las veleidades del momento. En este sentido, la fide-
el ser de la persona, su núcleo más auténtico, es algo lidad a la palabra dada supone una .victoria sobre el
que permanece por encima de todas las mutaciones. tiempo. El creyente sabe además que su fidelidad es
Si se ama conyugalmente a una persona se la seguirá una participación en la fidelidad de Dios.
42

queriendo a pesar de sus cambios superficiales, pues


la razón de la entrega radica en algo que no desapa-
rece. 40 6. El amor conyugal y la sexualidad
Hoy se constata, tal vez más intensamente que en Las personas existen concretamente sólo en un
otras épocas, el miedo a un compromiso definitivo. "La cuerpo y en el contexto de una serie de referencias al
ignorancia de lo que vaya a suceder da a la promesa mundo. Entre ellas figura la sexualidad del ser humano,
que no se reduce a la genitalidad, pero la incluye. Cier-
39. J. Rattner. Psicologíay psicopatologíade la vida amorosa. Ed. Siglo
XXI, México 1986, pp. 19-20. 41. Ibídem, pp. 135-136.
40. Cf. E. López Azpitarte, op. cit., pp. 134-136. 42. Cf. W. Kasper, op.cit., pp. 34-38.

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El amor, pues, no es lo mismo que ausencia de con- su valor meritorio, pues supone que el compromiso no
flictos, sino soportar las contradicciones de dos perso- está hecho con la imagen que se forma o que se qui-
nas y una inconmovible adhesión recíproca, a pesar de siera del otro, sino que la palabra fiel se ha convertido
estas divergencias y dificultades. Esa es precisamente en una invitación a que la otra persona se realice como
la piedra de toque de la autenticidad de una relación tal y me reconozca a mí también como sujeto libre y
amorosa, que no sucumbe a las diferencias de opinión responsable. La única forma de mantener el amor a
ni a las divergencias. Un autor avisado lo formuló así: lo largo del camino no es huir del compromiso -esto
'Discutieron , y así ¡experimentaron una vez más que sería más bien un miedo cobarde e inmaduro-, sino en
se pertenecían el uno al otro!'. Naturalmente tales dis- penetrar hasta la hondura del ser, más allá de los inte-
cusiones no deben degenerar en un herirse recíproca- reses superficiales, para quedar seducido por la per-.
mente. Tiene que prevalecer en ellos la voluntad de sona ... Frente a una sociedad utilitaria, en que las cosas
comprensión y de llegar a un compromiso construc- están hechas cada vez más para un servicio momentá-
tivo" .39 neo, tenemos que afirmar con más fuerza que nunca
que el amor es un gesto fiel con ansias de eternidad" .41
Nietzsche definía al ser humano como el animal
5. El amor conyugal. La indisolubilidad que puede prometer. Esta promesa implica de por sí
un t~nder hacia lo definitivo. Esto debe ser válido tam-
No hay ningún enamorado que le diga a la enamo- bién para las generaciones postmodernas. En conse-
rada: "Yo te amo sólo por este fin de semana". La natu- cuencia el lazo de la indisolubilidad matrimoniat por
raleza del amor conyugal pide afirmar: "Nuestro amor su misma esencia, no es un yugo impuesto a los cón-
durará eternamente". yuges que los priva de la libertad, sino la suma realiza-
El amor conyugal supone una estabilidad y perma- ción de la libertad, un no-poder-ser-ya-de-otra-manera
nencia que hace que en principio sea para siempre. Si existencial. El compromiso libera de los caprichos y de
las cualidades físicas o psíquicas pueden ir cambiando, las veleidades del momento. En este sentido, la fide-
el ser de la persona, su núcleo más auténtico, es algo lidad a la palabra dada supone una .victoria sobre el
que permanece por encima de todas las mutaciones. tiempo. El creyente sabe además que su fidelidad es
Si se ama conyugalmente a una persona se la seguirá una participación en la fidelidad de Dios.
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queriendo a pesar de sus cambios superficiales, pues


la razón de la entrega radica en algo que no desapa-
rece. 40 6. El amor conyugal y la sexualidad
Hoy se constata, tal vez más intensamente que en Las personas existen concretamente sólo en un
otras épocas, el miedo a un compromiso definitivo. "La cuerpo y en el contexto de una serie de referencias al
ignorancia de lo que vaya a suceder da a la promesa mundo. Entre ellas figura la sexualidad del ser humano,
que no se reduce a la genitalidad, pero la incluye. Cier-
39. J. Rattner. Psicologíay psicopatologíade la vida amorosa. Ed. Siglo
XXI, México 1986, pp. 19-20. 41. Ibídem, pp. 135-136.
40. Cf. E. López Azpitarte, op. cit., pp. 134-136. 42. Cf. W. Kasper, op.cit., pp. 34-38.

95
94
tamente la sexualidad humana. queda determinada por Por otra parte, aunque el Concilio no ha querido
el modo de ser propio de cada persona. Por este sen- decir que sea siempre necesaria la vida sexual para
tido personal la sexualidad queda destinada a consti- el mantenimiento del amor, afirma: "Cuando la inti-
tuir la forma de expresión y el medio de transmisión midad conyugal se interrumpe, puede no raras veces
natural de la comunicación intersubjetiva. La forma correr riesgos la fidelidad y quedar comprometido el
más completa de unión personal entre el hombre y la bien de los hijos" (GS 51a).
mujer es el matrimonio. Por esto es lógico que la plena
comunidad sexual-genital entre el hombre y la mujer
tenga lugar en el matrimonio. 7. Valores que deberealizar la sexualidad conyugal
La sexualidad conyugal tiene dos aspectos funda-
mentales, que no deben separarse: el unitivo y el pro- Las normas morales están sustentadas por unos
creativo. Pablo VI lo explicó afirmando: "Los esposos, valores que en último término están al servicio de la
mediante su recíproca donación personal, propia y realización integral de la persona humana como ser
exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus seres individual y social. 43 Es necesario, pues, determinar
en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para cuáles son los valores humanos, y por lo tanto cristia-
colaborar con Dios en la generación y en la educación nos, que debe preservar y promover la sexualidad con-
de nuevas vidas" (HV 8). Y más adelante añade: "El yugal.
acto conyugal por su íntima estructura, mientras une Los siguientes me parecen especialmente significa-
profundamente a los esposos, los hace aptos para la tivos: 44
generación de nuevas vidas, según las leyes inscritas a) Autoliberación: La sexualidad matrimonial es un
en el ser mismo del hombre y de la mujer. Salvaguar- medio de autoafirmación y está al servicio de la libera-
dando ambos aspectos esenciales, unitivo y procrea- ción plena del ser humano. Es por lo tanto inaceptable
dor, el acto conyugal conserva íntegro el sentido de cualquier expresión sexual en que la persona se escla-
amor mutuo y verdadero y su ordenación a la altísima vice. La sexualidad no es sólo la donación al otro, es
vocación del hombre a la paternidad" (HV 12). también el camino normal para encontrar la plenitud
Esto quiere decir que la sexualidad o es un lenguaje de sí mismo. El verdadero amor nunca se convierte en
simbólico amoroso o se convierte en algo in-signifi- masoquismo.
cante. La fuerza del lenguaje sexual en el matrimonio
43. "El bien de la persona humana es el que determina lo que debe
la ha confirmado el Vaticano II afirmando: "Este amor hacerse u onútirse. Desde aquí debe descubrirse y fundamentarse la exi-
(conyugal) se expresa y perfecciona singularmente con gencia ética. Es bueno y debe, por tanto, llevarse a cabo lo que responde
la acción propia del matrimonio. Por ello los actos con y sirve al bien personal del hombre, lo que le promueve como hombre,
lo que desarrolla su ser humano y le pernúte ser más y mejor hombre. Y
los que los esposos se unen íntima y castamente entre a la inversa, es moralmente negativo y no debe, por tanto, hacerse, sino
sí son honestos y dignos, y, ejecutados de manera ver- omitirse, todo cuanto resulta nocivo para el bien de la persona, lo que
daderamente humana, significan y favorecen el don obstaculiza, retrasa o impide su desarrollo personal": H.Weber. Teología
Moral General.Ed. Herder, Barcelona 1994, p.199.
recíproco, con el que se enriquecen mutuamente en un 44. Cf. A Kosnik (ed.}. La sexualidadhumana. Ed. Cristiandad, Madrid
clima de gozosa gratitud" (GS 49a). 1978, pp. 111-122.

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tamente la sexualidad humana. queda determinada por Por otra parte, aunque el Concilio no ha querido
el modo de ser propio de cada persona. Por este sen- decir que sea siempre necesaria la vida sexual para
tido personal la sexualidad queda destinada a consti- el mantenimiento del amor, afirma: "Cuando la inti-
tuir la forma de expresión y el medio de transmisión midad conyugal se interrumpe, puede no raras veces
natural de la comunicación intersubjetiva. La forma correr riesgos la fidelidad y quedar comprometido el
más completa de unión personal entre el hombre y la bien de los hijos" (GS 51a).
mujer es el matrimonio. Por esto es lógico que la plena
comunidad sexual-genital entre el hombre y la mujer
tenga lugar en el matrimonio. 7. Valores que deberealizar la sexualidad conyugal
La sexualidad conyugal tiene dos aspectos funda-
mentales, que no deben separarse: el unitivo y el pro- Las normas morales están sustentadas por unos
creativo. Pablo VI lo explicó afirmando: "Los esposos, valores que en último término están al servicio de la
mediante su recíproca donación personal, propia y realización integral de la persona humana como ser
exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus seres individual y social. 43 Es necesario, pues, determinar
en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para cuáles son los valores humanos, y por lo tanto cristia-
colaborar con Dios en la generación y en la educación nos, que debe preservar y promover la sexualidad con-
de nuevas vidas" (HV 8). Y más adelante añade: "El yugal.
acto conyugal por su íntima estructura, mientras une Los siguientes me parecen especialmente significa-
profundamente a los esposos, los hace aptos para la tivos: 44
generación de nuevas vidas, según las leyes inscritas a) Autoliberación: La sexualidad matrimonial es un
en el ser mismo del hombre y de la mujer. Salvaguar- medio de autoafirmación y está al servicio de la libera-
dando ambos aspectos esenciales, unitivo y procrea- ción plena del ser humano. Es por lo tanto inaceptable
dor, el acto conyugal conserva íntegro el sentido de cualquier expresión sexual en que la persona se escla-
amor mutuo y verdadero y su ordenación a la altísima vice. La sexualidad no es sólo la donación al otro, es
vocación del hombre a la paternidad" (HV 12). también el camino normal para encontrar la plenitud
Esto quiere decir que la sexualidad o es un lenguaje de sí mismo. El verdadero amor nunca se convierte en
simbólico amoroso o se convierte en algo in-signifi- masoquismo.
cante. La fuerza del lenguaje sexual en el matrimonio
43. "El bien de la persona humana es el que determina lo que debe
la ha confirmado el Vaticano II afirmando: "Este amor hacerse u onútirse. Desde aquí debe descubrirse y fundamentarse la exi-
(conyugal) se expresa y perfecciona singularmente con gencia ética. Es bueno y debe, por tanto, llevarse a cabo lo que responde
la acción propia del matrimonio. Por ello los actos con y sirve al bien personal del hombre, lo que le promueve como hombre,
lo que desarrolla su ser humano y le pernúte ser más y mejor hombre. Y
los que los esposos se unen íntima y castamente entre a la inversa, es moralmente negativo y no debe, por tanto, hacerse, sino
sí son honestos y dignos, y, ejecutados de manera ver- omitirse, todo cuanto resulta nocivo para el bien de la persona, lo que
daderamente humana, significan y favorecen el don obstaculiza, retrasa o impide su desarrollo personal": H.Weber. Teología
Moral General.Ed. Herder, Barcelona 1994, p.199.
recíproco, con el que se enriquecen mutuamente en un 44. Cf. A Kosnik (ed.}. La sexualidadhumana. Ed. Cristiandad, Madrid
clima de gozosa gratitud" (GS 49a). 1978, pp. 111-122.

96 97
b) Enriquecimiento del otro: La sexualidad matrimo- ran difícil o incluso imposible vincularse a una per-
nial supone ante el cónyuge una actitud sensible, consi- sona por toda la vida y a cuantos son arrastrados por
derada, atenta, comprensiva y de apoyo total. Acepta, una cultura que rechaza la indisolubilidad matrimo-
perdona y sana al otro; nunca trata de rebajarlo ni de nial y que se mofa abiertamente del compromiso de
dominarlo. Esta cualidad pide algo más que abstenerse los esposos a la fidelidad, es necesario repetir el buen
de manipular o explotar al otro. Pide positivamente que anuncio de la perennidad del amor conyugal que tiene
toda la vida conyugal constituya un aporte al proceso en Cristo su fundamento y su fuerza" (FC 20a).
de maduración y desarrollo del compañero. El amor El pecado clásico contra la fidelidad es el adulterio,
conyugal debe también hacer presentes las actitudes una falta repetidamente condenada en la Sagrada Escri-
del himno a la caridad de san Pablo en lCor 13,1-7. tura. El A.T. prohibía la relación conyugal entre un
Estos dos primeros valores, que algunos llaman res- hombre (casado o no) con una mujer casada, porque
pectivamente "aspectos creador e integrador", tienen violaba el derecho de propiedad que el marido tenía
que armonizarse mutuamente. 45 Y esto se logra princi- sobre la mujer (d. Ex 20,14 y 17; Lv 20,10). Pero hay
palmente a través del diálogo entre los esposos. que tener presente que las relaciones de un casado con
e) Honradez: Las manifestaciones de la vida con- mujeres no casadas no constituían adulterio (estaba
yugal, incluidas las expresiones sexo-genitales, deben sin embargo prohibida la prostitución sagrada). Sin
expresar con la mayor autenticidad posible la profun- emb_argo, Jesús extiende al varón lo que anteriormente
didad real de la relación existente entre dos personas. valía sólo para la mujer, y llega a condenar como adul-
Hay que evitar toda simulación, evasión o engaño. terio el deseo sexual (d. Me 10,11; Mt 5,27). El adulterio
Mantener esta actitud honrada no es fácil, sobre todo es uno de los vicios que aparece con más frecuencia en
en una situación como la de México en la que existe las listas de pecados del N.T. (d. Me 7,22; lCor 6,9; 1
en el ambiente una estructura de pecado de "mentira Tim 1,10; Heb 13,4).
institucionalizada". e) Responsabilidad social: Una sexualidad integral
d) Fidelidad: Entendemos aquí por fidelidad la no debe expresar solamente la relación entre dos per-
actitud que nos inclina a cumplir aquello que nos sonas, ni siquiera sólo la relación entre éstas y los hijos
hemos comprometido a realizar. Ya hemos dicho antes que han nacido como fruto de su amor, sino que tam-
que la fidelidad matrimonial es una consecuencia de bién ha de ser un reflejo de la relación y de la respon-
la unidad. La fidelidad conyugal facilita el manteni- sabilidad que une a los individuos con la comunidad
miento de unas relaciones estables, robusteciéndolas en la que viven (familia en sentido amplio, amigos,
contra cualquier amenaza. Por otra parte es necesaria mundo profesional, comunidad local, nación, comuni-
para el cumplimiento de la misión procreativa de la dad internacional).
unión conyugal. Como hemos dicho antes, el amor conyugal no
Refiriéndose a la fidelidad en el matrimonio Juan puede ser un egoísmo a dúo. La fuerza integradora y
Pablo II afirma: "A cuantos en nuestros días conside- creadora de la sexualidad debe desplegarse de modo
que sirva también a los intereses de la comunidad (d.
45. Cf. A Kosnik (ed.), op. cit., p. 114. FC 44,47 y 48). Y esto especialmente en aquellos casos

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b) Enriquecimiento del otro: La sexualidad matrimo- ran difícil o incluso imposible vincularse a una per-
nial supone ante el cónyuge una actitud sensible, consi- sona por toda la vida y a cuantos son arrastrados por
derada, atenta, comprensiva y de apoyo total. Acepta, una cultura que rechaza la indisolubilidad matrimo-
perdona y sana al otro; nunca trata de rebajarlo ni de nial y que se mofa abiertamente del compromiso de
dominarlo. Esta cualidad pide algo más que abstenerse los esposos a la fidelidad, es necesario repetir el buen
de manipular o explotar al otro. Pide positivamente que anuncio de la perennidad del amor conyugal que tiene
toda la vida conyugal constituya un aporte al proceso en Cristo su fundamento y su fuerza" (FC 20a).
de maduración y desarrollo del compañero. El amor El pecado clásico contra la fidelidad es el adulterio,
conyugal debe también hacer presentes las actitudes una falta repetidamente condenada en la Sagrada Escri-
del himno a la caridad de san Pablo en lCor 13,1-7. tura. El A.T. prohibía la relación conyugal entre un
Estos dos primeros valores, que algunos llaman res- hombre (casado o no) con una mujer casada, porque
pectivamente "aspectos creador e integrador", tienen violaba el derecho de propiedad que el marido tenía
que armonizarse mutuamente. 45 Y esto se logra princi- sobre la mujer (d. Ex 20,14 y 17; Lv 20,10). Pero hay
palmente a través del diálogo entre los esposos. que tener presente que las relaciones de un casado con
e) Honradez: Las manifestaciones de la vida con- mujeres no casadas no constituían adulterio (estaba
yugal, incluidas las expresiones sexo-genitales, deben sin embargo prohibida la prostitución sagrada). Sin
expresar con la mayor autenticidad posible la profun- emb_argo, Jesús extiende al varón lo que anteriormente
didad real de la relación existente entre dos personas. valía sólo para la mujer, y llega a condenar como adul-
Hay que evitar toda simulación, evasión o engaño. terio el deseo sexual (d. Me 10,11; Mt 5,27). El adulterio
Mantener esta actitud honrada no es fácil, sobre todo es uno de los vicios que aparece con más frecuencia en
en una situación como la de México en la que existe las listas de pecados del N.T. (d. Me 7,22; lCor 6,9; 1
en el ambiente una estructura de pecado de "mentira Tim 1,10; Heb 13,4).
institucionalizada". e) Responsabilidad social: Una sexualidad integral
d) Fidelidad: Entendemos aquí por fidelidad la no debe expresar solamente la relación entre dos per-
actitud que nos inclina a cumplir aquello que nos sonas, ni siquiera sólo la relación entre éstas y los hijos
hemos comprometido a realizar. Ya hemos dicho antes que han nacido como fruto de su amor, sino que tam-
que la fidelidad matrimonial es una consecuencia de bién ha de ser un reflejo de la relación y de la respon-
la unidad. La fidelidad conyugal facilita el manteni- sabilidad que une a los individuos con la comunidad
miento de unas relaciones estables, robusteciéndolas en la que viven (familia en sentido amplio, amigos,
contra cualquier amenaza. Por otra parte es necesaria mundo profesional, comunidad local, nación, comuni-
para el cumplimiento de la misión procreativa de la dad internacional).
unión conyugal. Como hemos dicho antes, el amor conyugal no
Refiriéndose a la fidelidad en el matrimonio Juan puede ser un egoísmo a dúo. La fuerza integradora y
Pablo II afirma: "A cuantos en nuestros días conside- creadora de la sexualidad debe desplegarse de modo
que sirva también a los intereses de la comunidad (d.
45. Cf. A Kosnik (ed.), op. cit., p. 114. FC 44,47 y 48). Y esto especialmente en aquellos casos

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en que el bien común pide sacrificar algunos aspectos 8. El amor conyugal y lafecundidad ..
del bien individual. Veremos, además, posteriormente
como el matrimonio pide siempre una cierta institucio- La vida sexual tal como se vive en el matrimonio
nalización social. no sólo está llamada a expresar y hacer crecer el amor,
Desde esta perspectiva los grupos matrimoniales sino que también está orientada hacia la fecundidad.
católicos deben superar el concentrarse sólo en sus pro- El sexólogo H. Singer afirma: "La respuesta sexual
blemas internos. A los matrimonios, como a las per- humana es una secuencia ordenada y muy racional
sonas, hay que decirles que si quieren solucionar sus de acontecimientos fisiológicos, cuya meta consiste en
problemas, lo mejor es preocuparse un poco más por preparar los cuerpos de dos miembros del sexo opuesto
los problemas de los demás. para que se cumpla la reproducción de la especie" .47Y
f) Alegría: La expresión sexual matrimonial ha de el mismo Freud señala: "Lo que caracteriza todas las
dar testimonio de la valoración exuberante del don de perversiones es que desconocen el fin esencial de la
la vida y del misterio del amor. Nunca deberá conver- sexualidad, es decir la procreación. En efecto, califica-
tirse en una mera sumisión pasiva al deber. La sexua- mos como perversa toda actividad sexual que habiendo
lidad está destinada a ser vivida sin sentimientos de renunciado a la procreación, busca el placer como un
culpabilidad o remordimientos. Debe vivirse en un fin independiente de ella" .48
ambiente festivo. Tiene que reflejar la apasionada y El ser humano cuando se deja conducir por los
gozosa celebración de la vida que exige por naturaleza. datos que observa en la naturaleza llega a la conclu-
La concepción católica de la sexualidad no está reñida sión de que la sexualidad matrimonial tiene como des-
de ningún modo con la celebración del amor sexual tino y tarea la procreación. En todas las culturas este es
como verdadera fiesta de la alegría. un aspecto que siempre se ha subrayado. Aun cuando
Relacionados con la alegría y el placer sexual, hay otros aspectos (p.e. el amor) a veces han quedado en
que afirmar que los juegos sexuales en el matrimonio la penumbra, aparece en todas las épocas la convicción
(besos, tocamientos, etc.) son lícitos mientras expresen de que el hijo es la consecuencia normal de la unión
el amor y hagan avanzar en el amor. Su licitud se sexual plena entre el hombre y la mujer. 49
basa en el hecho de que son prolegómenos próximos
o remotos del acto sexual, y esto aunque per accidens
pueda darse la polución antes de la penetración. Hay los dos sexos son estimuladas directamente por la boca, los labios o la
lengua, hay que decir que es lícito cuando estos actos se realizan como
que tener en cuenta que el acto sexual "en frío" es muy juegos sexuales preliminares al coito, pero que se trata de actos inmorales
posible que sea experimentado por la esposa como (y con frecuencia expresión de trastornos neuróticos) cuando se convier-
carente de todo atractivo e incluso molesto o doloroso, ten en algo que sustituye al coito normal y se buscan por sí mismos. Cf.
J.J.López Ibor (ed.), El libro de la vida sexual. Ed. Danae, Barcelona 1975,
dado que el proceso de excitación sexual en la mujer es pp. 386-391.
mucho más largo y prolongado que en el hombre. 46 47. H.Singer, La nueva terapia sexual, vol. l. Alianza Editorial, p. 23.
48. Introducci6n al psicoanálisis. Vol. II. Ed. Sarpe, Madrid 1984, p. 85.
49. Cf. E. López Azpitarte, op.cit., p.62. Incluso, curiosamente, hay
46. En cuanto a la práctica del contacto oral (felación, cunilinguo, que señalar que uno de los objetivos que buscan las parejas estables
mamilinguo, anilinguo) en el que los genitales u otras zonas erógenas de homosexuales es que la ley les permita la adopción de niños.

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en que el bien común pide sacrificar algunos aspectos 8. El amor conyugal y lafecundidad ..
del bien individual. Veremos, además, posteriormente
como el matrimonio pide siempre una cierta institucio- La vida sexual tal como se vive en el matrimonio
nalización social. no sólo está llamada a expresar y hacer crecer el amor,
Desde esta perspectiva los grupos matrimoniales sino que también está orientada hacia la fecundidad.
católicos deben superar el concentrarse sólo en sus pro- El sexólogo H. Singer afirma: "La respuesta sexual
blemas internos. A los matrimonios, como a las per- humana es una secuencia ordenada y muy racional
sonas, hay que decirles que si quieren solucionar sus de acontecimientos fisiológicos, cuya meta consiste en
problemas, lo mejor es preocuparse un poco más por preparar los cuerpos de dos miembros del sexo opuesto
los problemas de los demás. para que se cumpla la reproducción de la especie" .47Y
f) Alegría: La expresión sexual matrimonial ha de el mismo Freud señala: "Lo que caracteriza todas las
dar testimonio de la valoración exuberante del don de perversiones es que desconocen el fin esencial de la
la vida y del misterio del amor. Nunca deberá conver- sexualidad, es decir la procreación. En efecto, califica-
tirse en una mera sumisión pasiva al deber. La sexua- mos como perversa toda actividad sexual que habiendo
lidad está destinada a ser vivida sin sentimientos de renunciado a la procreación, busca el placer como un
culpabilidad o remordimientos. Debe vivirse en un fin independiente de ella" .48
ambiente festivo. Tiene que reflejar la apasionada y El ser humano cuando se deja conducir por los
gozosa celebración de la vida que exige por naturaleza. datos que observa en la naturaleza llega a la conclu-
La concepción católica de la sexualidad no está reñida sión de que la sexualidad matrimonial tiene como des-
de ningún modo con la celebración del amor sexual tino y tarea la procreación. En todas las culturas este es
como verdadera fiesta de la alegría. un aspecto que siempre se ha subrayado. Aun cuando
Relacionados con la alegría y el placer sexual, hay otros aspectos (p.e. el amor) a veces han quedado en
que afirmar que los juegos sexuales en el matrimonio la penumbra, aparece en todas las épocas la convicción
(besos, tocamientos, etc.) son lícitos mientras expresen de que el hijo es la consecuencia normal de la unión
el amor y hagan avanzar en el amor. Su licitud se sexual plena entre el hombre y la mujer. 49
basa en el hecho de que son prolegómenos próximos
o remotos del acto sexual, y esto aunque per accidens
pueda darse la polución antes de la penetración. Hay los dos sexos son estimuladas directamente por la boca, los labios o la
lengua, hay que decir que es lícito cuando estos actos se realizan como
que tener en cuenta que el acto sexual "en frío" es muy juegos sexuales preliminares al coito, pero que se trata de actos inmorales
posible que sea experimentado por la esposa como (y con frecuencia expresión de trastornos neuróticos) cuando se convier-
carente de todo atractivo e incluso molesto o doloroso, ten en algo que sustituye al coito normal y se buscan por sí mismos. Cf.
J.J.López Ibor (ed.), El libro de la vida sexual. Ed. Danae, Barcelona 1975,
dado que el proceso de excitación sexual en la mujer es pp. 386-391.
mucho más largo y prolongado que en el hombre. 46 47. H.Singer, La nueva terapia sexual, vol. l. Alianza Editorial, p. 23.
48. Introducci6n al psicoanálisis. Vol. II. Ed. Sarpe, Madrid 1984, p. 85.
49. Cf. E. López Azpitarte, op.cit., p.62. Incluso, curiosamente, hay
46. En cuanto a la práctica del contacto oral (felación, cunilinguo, que señalar que uno de los objetivos que buscan las parejas estables
mamilinguo, anilinguo) en el que los genitales u otras zonas erógenas de homosexuales es que la ley les permita la adopción de niños.

100 101
Por otra parte comprobamos que de la misma natu- Esto, para ser plenamente humano, deberá realizarse
raleza del amor conyugal es el hecho de exteriorizarse dentro de lo que el Magisterio llama "paternidad res-
y perpetuarse a través de la generación. Si el ser del ponsable" (d. HV 10).
amor matrimonial conlleva el que la persona salga de
sí misma, un amor auténtico tenderá a una realización,
objetivación e incorporación en un tercero común a 9. El matrimonio como institución social
ambos. Por lo tanto el hijo, como fruto del amor mutuo,
no es un elemento sobreañadido de manera externa y La unión conyugal entre un hombre y una mujer no
accidental al amor compartido de los cónyuges; consti- sólo es una realidad que pertenece al ámbito de lo pri-
tuye más bien su realización y plenitud. vado, sino que es también un fenómeno social.
Lo anterior no implica, por supuesto, que un matri- Lo característico del matrimonio es que dos perso-
monio que por razones ajenas a su voluntad se vea pri- nas buscan la entrega mutua para realizar una tarea
vado de hijos, tenga necesariamente que considerarse común, un proyecto vital que desean construir unidos
incompleto o infeliz. 50 Pero ciertamente se pervertirá el más allá de una atracción pasajera. Pero una vivencia
sentido del amor conyugal si, consciente y obstinada- de este tipo no tiende a mantenerse en secreto, sino
mente, se cierra en sí mismo excluyendo la fecundidad que siente la necesidad de hacerse pública y visible. La
por motivos egoístas. clandestinidad quita alegría y naturalidad al amor. Por
Hay una unión íntima y orgánica entre el amor y la eso institucionalizar (hacer público) el amor, es cum-
fecundidad. Cuando hay una actitud de apertura a los plir con sus propias exigencias.
hijos, aun aquellos actos conyugales que de por sí no Hay que aceptar adem-ás los deberes sociales del
pretendan de modo inmediato la fecundación, sino la amor conyugal y no refugiarse en una mentalidad bur-
profundización y el enriquecimiento del amor mutuo, guesa individualista. Institucionalizar el amor entre un
ya están sirviendo indirectamente al bien de la descen- hombre y una mujer es tomar conciencia de sus con-
dencia, pues se está creando un ambiente propicio para notaciones comunitarias y sociopolíticas. Pensemos en
el crecimiento y la maduración en el amor de los hijos una cosa tan elemental como el testamento: ¿de quién
ya nacidos o por nacer. 51 serán las cosas comunes si hay una separación?, ¿a
Podemos resumir lo hasta ahora dicho afirmando quién pasará lo que tiene uno de los cónyuges si muere
que las personas que se entregan totalmente una a otra antes que el otro? Por otra parte, si se piden al Estado
en el matrimonio han de tener siempre presente que, escuelas, hospitales, seguridad social, viviendas como
desde el principio, el Creador eligió la plena e íntima fruto del matrimonio, es lógico que el Estado pida ente-
unión del hombre y de la mujer a la vez como signo de rarse de la existencia de esta unión. Además el Estado
su mutuo compromiso de amor y como medio normal debe garantizar la libertad de los cónyuges que se unen
de transmitir la vida para la conservación de la especie. e impedir que los padres no permitan ilícitamente un
50. Cf. GS. 50c. Lo lógico es que en estos casos el "amor ad intra" de
determinado matrimonio.
los esposos se exprese en un tipo u otro de "servicio social ad extra". Por otra parte, la institución no debe considerarse
51. Cf. W. Kasper, op.cit., pp. 31-32. una especie de barrera burocrática, sino una salva-

102 103
Por otra parte comprobamos que de la misma natu- Esto, para ser plenamente humano, deberá realizarse
raleza del amor conyugal es el hecho de exteriorizarse dentro de lo que el Magisterio llama "paternidad res-
y perpetuarse a través de la generación. Si el ser del ponsable" (d. HV 10).
amor matrimonial conlleva el que la persona salga de
sí misma, un amor auténtico tenderá a una realización,
objetivación e incorporación en un tercero común a 9. El matrimonio como institución social
ambos. Por lo tanto el hijo, como fruto del amor mutuo,
no es un elemento sobreañadido de manera externa y La unión conyugal entre un hombre y una mujer no
accidental al amor compartido de los cónyuges; consti- sólo es una realidad que pertenece al ámbito de lo pri-
tuye más bien su realización y plenitud. vado, sino que es también un fenómeno social.
Lo anterior no implica, por supuesto, que un matri- Lo característico del matrimonio es que dos perso-
monio que por razones ajenas a su voluntad se vea pri- nas buscan la entrega mutua para realizar una tarea
vado de hijos, tenga necesariamente que considerarse común, un proyecto vital que desean construir unidos
incompleto o infeliz. 50 Pero ciertamente se pervertirá el más allá de una atracción pasajera. Pero una vivencia
sentido del amor conyugal si, consciente y obstinada- de este tipo no tiende a mantenerse en secreto, sino
mente, se cierra en sí mismo excluyendo la fecundidad que siente la necesidad de hacerse pública y visible. La
por motivos egoístas. clandestinidad quita alegría y naturalidad al amor. Por
Hay una unión íntima y orgánica entre el amor y la eso institucionalizar (hacer público) el amor, es cum-
fecundidad. Cuando hay una actitud de apertura a los plir con sus propias exigencias.
hijos, aun aquellos actos conyugales que de por sí no Hay que aceptar adem-ás los deberes sociales del
pretendan de modo inmediato la fecundación, sino la amor conyugal y no refugiarse en una mentalidad bur-
profundización y el enriquecimiento del amor mutuo, guesa individualista. Institucionalizar el amor entre un
ya están sirviendo indirectamente al bien de la descen- hombre y una mujer es tomar conciencia de sus con-
dencia, pues se está creando un ambiente propicio para notaciones comunitarias y sociopolíticas. Pensemos en
el crecimiento y la maduración en el amor de los hijos una cosa tan elemental como el testamento: ¿de quién
ya nacidos o por nacer. 51 serán las cosas comunes si hay una separación?, ¿a
Podemos resumir lo hasta ahora dicho afirmando quién pasará lo que tiene uno de los cónyuges si muere
que las personas que se entregan totalmente una a otra antes que el otro? Por otra parte, si se piden al Estado
en el matrimonio han de tener siempre presente que, escuelas, hospitales, seguridad social, viviendas como
desde el principio, el Creador eligió la plena e íntima fruto del matrimonio, es lógico que el Estado pida ente-
unión del hombre y de la mujer a la vez como signo de rarse de la existencia de esta unión. Además el Estado
su mutuo compromiso de amor y como medio normal debe garantizar la libertad de los cónyuges que se unen
de transmitir la vida para la conservación de la especie. e impedir que los padres no permitan ilícitamente un
50. Cf. GS. 50c. Lo lógico es que en estos casos el "amor ad intra" de
determinado matrimonio.
los esposos se exprese en un tipo u otro de "servicio social ad extra". Por otra parte, la institución no debe considerarse
51. Cf. W. Kasper, op.cit., pp. 31-32. una especie de barrera burocrática, sino una salva-

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guarda para defender la permanencia del amor e la legalización del matrimonio haya sido una constante
invitar a una superación gradual y constante de sus histórica a través de las diferentes épocas, culturas e
limitaciones. La institución es garantía y estímulo de la ideologías". 52
fidelidad prometida públicamente. Por otra parte el carácter sacramental del amor
Con respecto a este tema Eduardo López Azpitarte entre cristianos pide que éste sea celebrado y vivido
afirma lo siguiente: en la comunidad eclesial, aunque ciertamente la actual
"Conviene insistir con fuerza en la dimensión social forma canónica no siempre ha existido, no es inmuta-
del amor, a pesar de su carácter íntimo y persona- ble y seguramente tendrá que ir evolucionando en el
lizado. Es curioso que en un mundo donde la pre- futuro.
ocupación de lo social ocupa la primacía de muchas Así, pues, el matrimonio en su vertiente social
reflexiones no se quieran aceptar las exigencias comu- supone un auténtico compromiso entre la sociedad y
nitarias de la conyugalidad. A nadie se le puede impo- la pareja. Esta busca en la sociedad elementos que no
ner un compromiso como éste, pues sería monstruoso puede darse a sí misma; y la sociedad depende en gran
e imposible crear una obligación jurídica allí donde el parte, en su configuración y en su estabilidad, de la fir-
corazón no se siente comprometido, pero una vez que meza del proyecto común de vida que emprenden los
brota y es libremente aceptado, la sociedad no puede cónyuges cuando contraen matrimonio. Entre el matri-
permanecer indiferente ni en silencio ante esta situa- monio-familia y la sociedad se da una auténtica sim-
ción. Semejante cariño ha dejado de ser un hecho pri- biosis. Como consecuencia el marco sociopolítico de la
vado para convertirse en un fenómeno social y público institución matrimonial ha de procurar armonizar los
por las múltiples influencias que de él se derivan. El intereses de la sociedad y los intereses de los cónyuges
bien común se apoya en gran parte sobre la estructura y de sus hijos. 53
de la familia y esta comunidad primera no puede des- Todo lo anterior no quita que las formas de institu-
ligarse, entonces, de sus obligaciones sociales, como si cionalizar el matrimonio han sido muy diversas a lo
se tratara de una realidad solitaria e independiente. largo de los siglos y de las culturas. Lo cual quiere decir
La mutua donación total y definitiva sitúa a los cón- que no hay que considerar intocables las formas actua-
yuges en un nuevo ámbito que por su propia natura- les de institucionalización. Esto -como dice Antonio
leza exige un vínculo con la sociedad. Ella es la única Hortelano-- "debe hacernos muy cautos a la hora de
que puede legitimar la constitución de esta célula y organizar el matrimonio en una sociedad pluralista
declarar oficialmente su existencia con todas sus obli- como la nuestra, que trata de abrirse paso hacia el
gaciones y derechos. La autoridad dejaría de cumplir futuro ensayando formas más o menos nuevas en el
una función básica si no buscara integrar, con una ámbito familiar, que respondan mejor a las exigencias
reglamentación justa, la existencia de la familia dentro
de los esquemas comunitarios. Es evidente que tal
intervención requiere un carácter jurídico, aunque lo
importante no sea la forma que revista, sino la urgen- 52. E. López Azpitarte. En Praxis Cristiana. Vol. II. Ed. Paulinas,
Madrid 1981, pp. 405-406.
cia y necesidad de alguna reglamentación. De ahí que 53. Cf. E. Alburquerque, op.cit., pp. 68-69.

104 105
guarda para defender la permanencia del amor e la legalización del matrimonio haya sido una constante
invitar a una superación gradual y constante de sus histórica a través de las diferentes épocas, culturas e
limitaciones. La institución es garantía y estímulo de la ideologías". 52
fidelidad prometida públicamente. Por otra parte el carácter sacramental del amor
Con respecto a este tema Eduardo López Azpitarte entre cristianos pide que éste sea celebrado y vivido
afirma lo siguiente: en la comunidad eclesial, aunque ciertamente la actual
"Conviene insistir con fuerza en la dimensión social forma canónica no siempre ha existido, no es inmuta-
del amor, a pesar de su carácter íntimo y persona- ble y seguramente tendrá que ir evolucionando en el
lizado. Es curioso que en un mundo donde la pre- futuro.
ocupación de lo social ocupa la primacía de muchas Así, pues, el matrimonio en su vertiente social
reflexiones no se quieran aceptar las exigencias comu- supone un auténtico compromiso entre la sociedad y
nitarias de la conyugalidad. A nadie se le puede impo- la pareja. Esta busca en la sociedad elementos que no
ner un compromiso como éste, pues sería monstruoso puede darse a sí misma; y la sociedad depende en gran
e imposible crear una obligación jurídica allí donde el parte, en su configuración y en su estabilidad, de la fir-
corazón no se siente comprometido, pero una vez que meza del proyecto común de vida que emprenden los
brota y es libremente aceptado, la sociedad no puede cónyuges cuando contraen matrimonio. Entre el matri-
permanecer indiferente ni en silencio ante esta situa- monio-familia y la sociedad se da una auténtica sim-
ción. Semejante cariño ha dejado de ser un hecho pri- biosis. Como consecuencia el marco sociopolítico de la
vado para convertirse en un fenómeno social y público institución matrimonial ha de procurar armonizar los
por las múltiples influencias que de él se derivan. El intereses de la sociedad y los intereses de los cónyuges
bien común se apoya en gran parte sobre la estructura y de sus hijos. 53
de la familia y esta comunidad primera no puede des- Todo lo anterior no quita que las formas de institu-
ligarse, entonces, de sus obligaciones sociales, como si cionalizar el matrimonio han sido muy diversas a lo
se tratara de una realidad solitaria e independiente. largo de los siglos y de las culturas. Lo cual quiere decir
La mutua donación total y definitiva sitúa a los cón- que no hay que considerar intocables las formas actua-
yuges en un nuevo ámbito que por su propia natura- les de institucionalización. Esto -como dice Antonio
leza exige un vínculo con la sociedad. Ella es la única Hortelano-- "debe hacernos muy cautos a la hora de
que puede legitimar la constitución de esta célula y organizar el matrimonio en una sociedad pluralista
declarar oficialmente su existencia con todas sus obli- como la nuestra, que trata de abrirse paso hacia el
gaciones y derechos. La autoridad dejaría de cumplir futuro ensayando formas más o menos nuevas en el
una función básica si no buscara integrar, con una ámbito familiar, que respondan mejor a las exigencias
reglamentación justa, la existencia de la familia dentro
de los esquemas comunitarios. Es evidente que tal
intervención requiere un carácter jurídico, aunque lo
importante no sea la forma que revista, sino la urgen- 52. E. López Azpitarte. En Praxis Cristiana. Vol. II. Ed. Paulinas,
Madrid 1981, pp. 405-406.
cia y necesidad de alguna reglamentación. De ahí que 53. Cf. E. Alburquerque, op.cit., pp. 68-69.

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de los tiempos que vivimos y de las nuevas generacio- monio verdadero y propio solamente 'después de un
nes" .54 período de cohabitación y después del nacimiento del
Contra la necesidad de la institucionalización del primer hijo (FC 81ab).
amor está el hecho del amasiato o de los matrimonios El documento continúa señalando los graves pro-
de hecho, una realidad muy frecuente en los países de blemas pastorales que cada uno de estos elementos
América Latina. Aunque no deja de ser curioso que los pone a la Iglesia. Sigue indicando cuáles deben ser las
que viven en régimen de lo que en otro tiempo se llamó actitudes de los pastores y de la comunidad eclesial:
el "amor libre", buscan actualmente un cierto recono- "Se preocuparán por conocer tales situaciones y sus
cimiento institucional. 55 causas concretas, caso por caso; se acercarán a los que
Sobre este tipo de "uniones libres de hecho" afirma conviven, con discreción y respeto; se empeñarán en
Juan Pablo II en la Familiarisconsortio: una acción de iluminación paciente, de corrección cari-
Se trata de uniones sin algún vínculo institucional tativa y de testimonio familiar cristiano que pueda
públicamente reconocido, ni civil ni religioso. Este allanarles el camino hacia la regularización de su situa-
fenómeno, cada vez más frecuente, ha de llamar la ción" (FC 81d).
atención de los pastores de almas, ya que en el mismo Finalmente el Papa resalta las responsabilidades
puede haber elementos varios, actuando sobre los de las autoridades ante esta situación: "Dado que en
cuales será quizá posible limitar sus consecuencias. muchas regiones, a causa de la extrema pobreza deri-
En efecto, algunos se consideran como obligados vada de unas estructuras socio-económicas injustas o
por difíciles situaciones -económicas, culturales y inadecuadas, los jóvenes no están en condiciones de
religiosas- en cuanto que, contrayendo matrimonio casarse como conviene, la sociedad y las autoridades
regular, quedarían expuestos a daños, a la pérdida de públicas favorezcan el matrimonio legítimo a través de
ventajas económicas, a discriminaciones, etc. En otros, una serie de intervenciones sociales y políticas, garanti-
por el contrario, se encuentra una actitud de desprecio, zando el salario familiar, emanando disposiciones para
contestación o rechazo de la sociedad, de la institución una vivienda apta a la vida familiar y creando posibili-
familiar, de la organización socio-política o de la mera dades adecuadas de trabajo y de vida" (FC 81e).
búsqueda del placer. Otros, finalmente, son empuja-
dos por la extrema ignorancia y pobreza, a veces por
condicionamientos debidos a situaciones de verdadera Bibliografía
injusticia, o también por una ciera inmadurez psicoló-
gica que les hace sentir la incertidumbre o el temor de l. Alburquerque, Eugenio. Matrimonio y familia. Ed. CCS,
atarse con un vínculo estable y definitivo. En algunos Madrid 1993, pp. 13-30.
2. Charbonneau, Paul-Eugene. Amor y libertad.Ensayode moral
países las costumbres tradicionales prevén el matri- conyugal.Ed. Herder, Barcelona 1982.
3. Kasper, Walter. Teologíadel matrimonio cristiano. Ed. Sal
54 A. Hortelano. Problemas actuales de moral. Vol. II. Ed. Sígueme, Terrae, Santander 1980, pp. 13-38.
Salamanca 1980, p. 409. Para lo que el autor llama "la socialización del 4. Lahidalga, José M. "Antropologíacientíficay matrimoniocris-
amor", cf. pp. 359-414. tiano":Lumen, 39 (1990), pp. 36-52.
55. Sobre la situación en México cf. Código Civil, artic. 1635.

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de los tiempos que vivimos y de las nuevas generacio- monio verdadero y propio solamente 'después de un
nes" .54 período de cohabitación y después del nacimiento del
Contra la necesidad de la institucionalización del primer hijo (FC 81ab).
amor está el hecho del amasiato o de los matrimonios El documento continúa señalando los graves pro-
de hecho, una realidad muy frecuente en los países de blemas pastorales que cada uno de estos elementos
América Latina. Aunque no deja de ser curioso que los pone a la Iglesia. Sigue indicando cuáles deben ser las
que viven en régimen de lo que en otro tiempo se llamó actitudes de los pastores y de la comunidad eclesial:
el "amor libre", buscan actualmente un cierto recono- "Se preocuparán por conocer tales situaciones y sus
cimiento institucional. 55 causas concretas, caso por caso; se acercarán a los que
Sobre este tipo de "uniones libres de hecho" afirma conviven, con discreción y respeto; se empeñarán en
Juan Pablo II en la Familiarisconsortio: una acción de iluminación paciente, de corrección cari-
Se trata de uniones sin algún vínculo institucional tativa y de testimonio familiar cristiano que pueda
públicamente reconocido, ni civil ni religioso. Este allanarles el camino hacia la regularización de su situa-
fenómeno, cada vez más frecuente, ha de llamar la ción" (FC 81d).
atención de los pastores de almas, ya que en el mismo Finalmente el Papa resalta las responsabilidades
puede haber elementos varios, actuando sobre los de las autoridades ante esta situación: "Dado que en
cuales será quizá posible limitar sus consecuencias. muchas regiones, a causa de la extrema pobreza deri-
En efecto, algunos se consideran como obligados vada de unas estructuras socio-económicas injustas o
por difíciles situaciones -económicas, culturales y inadecuadas, los jóvenes no están en condiciones de
religiosas- en cuanto que, contrayendo matrimonio casarse como conviene, la sociedad y las autoridades
regular, quedarían expuestos a daños, a la pérdida de públicas favorezcan el matrimonio legítimo a través de
ventajas económicas, a discriminaciones, etc. En otros, una serie de intervenciones sociales y políticas, garanti-
por el contrario, se encuentra una actitud de desprecio, zando el salario familiar, emanando disposiciones para
contestación o rechazo de la sociedad, de la institución una vivienda apta a la vida familiar y creando posibili-
familiar, de la organización socio-política o de la mera dades adecuadas de trabajo y de vida" (FC 81e).
búsqueda del placer. Otros, finalmente, son empuja-
dos por la extrema ignorancia y pobreza, a veces por
condicionamientos debidos a situaciones de verdadera Bibliografía
injusticia, o también por una ciera inmadurez psicoló-
gica que les hace sentir la incertidumbre o el temor de l. Alburquerque, Eugenio. Matrimonio y familia. Ed. CCS,
atarse con un vínculo estable y definitivo. En algunos Madrid 1993, pp. 13-30.
2. Charbonneau, Paul-Eugene. Amor y libertad.Ensayode moral
países las costumbres tradicionales prevén el matri- conyugal.Ed. Herder, Barcelona 1982.
3. Kasper, Walter. Teologíadel matrimonio cristiano. Ed. Sal
54 A. Hortelano. Problemas actuales de moral. Vol. II. Ed. Sígueme, Terrae, Santander 1980, pp. 13-38.
Salamanca 1980, p. 409. Para lo que el autor llama "la socialización del 4. Lahidalga, José M. "Antropologíacientíficay matrimoniocris-
amor", cf. pp. 359-414. tiano":Lumen, 39 (1990), pp. 36-52.
55. Sobre la situación en México cf. Código Civil, artic. 1635.

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5. Leclercq, Jacques. Matrimonio natural y matrimonio cristiano. ...
Ed. Herder, Barcelona 1967.
6. López Azpitarte, Eduardo. Ética de la sexualidad y del matri-
monio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 130-137.
7. Schneider, Theodor. Signos de la cercanía de Dios. Ed. CAPÍTULO7
Sígueme, Salamanca 1982, pp. 286-296.
8. Vidal, Marciano. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de EL MATRIMONIO
actitudes II-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 441-457. COMO SIGNO DE SALV ACIÓN

1. El matrimoniocomosacramentonatural

En todos los pueblos de la historia el amor conyu-


gal se ha vivido como realidad religiosa. Se ha visto
en él un verdadero misterio sacro, algo "tremendum et
Jascinans". Aun ahora que en la sociedad globalizada
estamos viviendo un profundo proceso de desacraliza-
ción, el amor se ha convertido en un mito, que tiene un
cierto e indiscutible carácter religioso. 56
A. Hortelano señala que "el modo de ser religioso de
nuestra sociedad es el erotismo ... El hombre moderno
cree haber roto los vínculos que le unían con el mundo
de lo sacro. Pero cuanto más fríamente cree en su
emancipación religiosa, el eros introduce secretamente
en el mundo una nueva religiosidad; a través de él lo
sacro vuelve a irrumpir en una humanidad que se creía
desacralizada" .57
El filósofo español Ortega y Gasset afirma sobre la
relación entre amor conyugal y religión: "El enamo-
rado propende al uso de expresiones religiosas. Para
Platón el amor es una manía 'divina', y todo enamo-

56. Cf. A. Hortelano. Problemasactualesde moral.Vol. II. Ed. Sígueme,


Salamanca 1980, pp. 415-416.
57. Ibid., p. 416.

108 109
5. Leclercq, Jacques. Matrimonio natural y matrimonio cristiano. ...
Ed. Herder, Barcelona 1967.
6. López Azpitarte, Eduardo. Ética de la sexualidad y del matri-
monio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 130-137.
7. Schneider, Theodor. Signos de la cercanía de Dios. Ed. CAPÍTULO7
Sígueme, Salamanca 1982, pp. 286-296.
8. Vidal, Marciano. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de EL MATRIMONIO
actitudes II-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 441-457. COMO SIGNO DE SALV ACIÓN

1. El matrimoniocomosacramentonatural

En todos los pueblos de la historia el amor conyu-


gal se ha vivido como realidad religiosa. Se ha visto
en él un verdadero misterio sacro, algo "tremendum et
Jascinans". Aun ahora que en la sociedad globalizada
estamos viviendo un profundo proceso de desacraliza-
ción, el amor se ha convertido en un mito, que tiene un
cierto e indiscutible carácter religioso. 56
A. Hortelano señala que "el modo de ser religioso de
nuestra sociedad es el erotismo ... El hombre moderno
cree haber roto los vínculos que le unían con el mundo
de lo sacro. Pero cuanto más fríamente cree en su
emancipación religiosa, el eros introduce secretamente
en el mundo una nueva religiosidad; a través de él lo
sacro vuelve a irrumpir en una humanidad que se creía
desacralizada" .57
El filósofo español Ortega y Gasset afirma sobre la
relación entre amor conyugal y religión: "El enamo-
rado propende al uso de expresiones religiosas. Para
Platón el amor es una manía 'divina', y todo enamo-

56. Cf. A. Hortelano. Problemasactualesde moral.Vol. II. Ed. Sígueme,


Salamanca 1980, pp. 415-416.
57. Ibid., p. 416.

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rado llama divina a la amada, se siente a su vera 'como bellos literariamente y entre los más ptofundos teoló-
en el cielo', etc., etc. Este curioso canje de léxico entre gicamente del A.T. Cf. especialmente Os 1-3; Is 54; Jer
amor y misticismo hace sospechar alguna comunidad 2,20-25; 3,1-5; 31,2-6; Ez 16.
de raíz" .58 Lo importante de todo este lenguaje es que si los
Quizás lo anterior explica cómo un libro como el profetas se han servido del amor sexual en el matrimo-
Cantar de los Cantares -al que Schillebeeckx llama nio para que el ser humano aprenda cómo deben ser
"un evangelio del amor erótico y de la sexualidad" 59- las relaciones con Dios a nivel personal y colectivo, es
haya podido entrar en el canon de la Sagrada Escri- indudable que este amor es capaz de manifestar el mis-
tura. terio de la alianza de salvación. Aun sin pretenderlo de
manera directa, los profetas han hecho una teología del
matrimonio, nos descubren cuál debe ser el significado
2. El matrimonio sacramentocristiano de la entrega conyugal.
Pero para la fe católica el matrimonio entre bautiza-
Ya hemos dicho que el vínculo matrimonial posee dos es también uno de los siete sacramentos. En cuanto
por sí mismo una dimensión religiosa. Es por esto que tal es signo sensible y eficaz de la Nueva Alianza rea-
en cuanto la propia realidad material del matrimonio lizada en Cristo al llegar la plenitud de los tiempos.
encierra un símbolo religioso cuyo referente es la fide- Como dice la LG llb, "los cónyuges cristianos, en
lidad de Dios, el A.T. lo emplea como una imagen de virtud del sacramento del matrimonio ..., significan y
la alianza de Dios con su pueblo. El amor matrimonial participan el misterio de unidad y amor fecundo entre
es un signo que actualiza la unidad de Dios y el ser Cristo y la Iglesia. Esto tiene su base bíblica en el texto
humano en el amor. de Ef 5,25-32: " Maridos amen a sus mujeres como
Es en los escritos proféticos donde el amor matri- Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por
monial va a encontrar su significación más alta. Los ella ... 'Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre
profetas se sirven de la imagen del matrimonio para y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola
explicar las relaciones entre Dios e Israel. Yavé es el carne' (Gén 2,4). Gran misterio es este, lo digo respecto
esposo y el pueblo la esposa. El drama de la pareja a Cristo y la Iglesia" .60
humana, drama de amor y de infidelidad, es la mejor Así pues, el amor y la fidelidad de los cónyuges
comparación para entender el drama de las relaciones cristianos es también señal eficaz, símbolo realizado,
de Dios con su pueblo. Israel es presentado como la verdadera actualización, epifanía del amor de Dios
esposa infiel, una y otra vez perdonada por su esposo. revelado en Cristo. Por la fe y por el bautismo los espo-
Este la lleva al desierto, como en los días de su juven- sos están enraizados en Cristo de modo que su amor y
tud, para iniciar una nueva vida matrimonial. Los su fidelidad quedan abarcados, sostenidos, purificados
pasajes que se refieren a esto se cuentan entre los más y perfeccionados por el amor y la fidelidad de Cristo.
58. J. Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor. Alianza Editorial,
Madrid 1984, pp. 49-60. 60. Para la exégesis de este texto cf. E. Schillebeeckx, op.cit., pp.
59. Op. Cit., p. 50. 119-125.

110 111
rado llama divina a la amada, se siente a su vera 'como bellos literariamente y entre los más ptofundos teoló-
en el cielo', etc., etc. Este curioso canje de léxico entre gicamente del A.T. Cf. especialmente Os 1-3; Is 54; Jer
amor y misticismo hace sospechar alguna comunidad 2,20-25; 3,1-5; 31,2-6; Ez 16.
de raíz" .58 Lo importante de todo este lenguaje es que si los
Quizás lo anterior explica cómo un libro como el profetas se han servido del amor sexual en el matrimo-
Cantar de los Cantares -al que Schillebeeckx llama nio para que el ser humano aprenda cómo deben ser
"un evangelio del amor erótico y de la sexualidad" 59- las relaciones con Dios a nivel personal y colectivo, es
haya podido entrar en el canon de la Sagrada Escri- indudable que este amor es capaz de manifestar el mis-
tura. terio de la alianza de salvación. Aun sin pretenderlo de
manera directa, los profetas han hecho una teología del
matrimonio, nos descubren cuál debe ser el significado
2. El matrimonio sacramentocristiano de la entrega conyugal.
Pero para la fe católica el matrimonio entre bautiza-
Ya hemos dicho que el vínculo matrimonial posee dos es también uno de los siete sacramentos. En cuanto
por sí mismo una dimensión religiosa. Es por esto que tal es signo sensible y eficaz de la Nueva Alianza rea-
en cuanto la propia realidad material del matrimonio lizada en Cristo al llegar la plenitud de los tiempos.
encierra un símbolo religioso cuyo referente es la fide- Como dice la LG llb, "los cónyuges cristianos, en
lidad de Dios, el A.T. lo emplea como una imagen de virtud del sacramento del matrimonio ..., significan y
la alianza de Dios con su pueblo. El amor matrimonial participan el misterio de unidad y amor fecundo entre
es un signo que actualiza la unidad de Dios y el ser Cristo y la Iglesia. Esto tiene su base bíblica en el texto
humano en el amor. de Ef 5,25-32: " Maridos amen a sus mujeres como
Es en los escritos proféticos donde el amor matri- Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por
monial va a encontrar su significación más alta. Los ella ... 'Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre
profetas se sirven de la imagen del matrimonio para y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola
explicar las relaciones entre Dios e Israel. Yavé es el carne' (Gén 2,4). Gran misterio es este, lo digo respecto
esposo y el pueblo la esposa. El drama de la pareja a Cristo y la Iglesia" .60
humana, drama de amor y de infidelidad, es la mejor Así pues, el amor y la fidelidad de los cónyuges
comparación para entender el drama de las relaciones cristianos es también señal eficaz, símbolo realizado,
de Dios con su pueblo. Israel es presentado como la verdadera actualización, epifanía del amor de Dios
esposa infiel, una y otra vez perdonada por su esposo. revelado en Cristo. Por la fe y por el bautismo los espo-
Este la lleva al desierto, como en los días de su juven- sos están enraizados en Cristo de modo que su amor y
tud, para iniciar una nueva vida matrimonial. Los su fidelidad quedan abarcados, sostenidos, purificados
pasajes que se refieren a esto se cuentan entre los más y perfeccionados por el amor y la fidelidad de Cristo.
58. J. Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor. Alianza Editorial,
Madrid 1984, pp. 49-60. 60. Para la exégesis de este texto cf. E. Schillebeeckx, op.cit., pp.
59. Op. Cit., p. 50. 119-125.

110 111
El matrimonio es también un sacramento pascual 3. Breve historia del sacramento del matrimonio
en cuanto es una forma peculiar de participación en Aunque de alguna forma todos los sacramentos
la muerte y en la resurrección de Cristo. Así como han sido instituidos por Cristo, podemos decir que en
éste ama a la Iglesia, aunque sea Iglesia de pecadores, cuanto a la recepción eclesial de esta sacramentalidad,
de igual modo los cónyuges cristianos se aceptarán el matrimonio es el "benjamín" de los sacramentos.
mutuamente en los conflictos y deficiencias que salpi- En general, el contexto histórico en el que se sitúan
can su existencia. Porque en realidad su amor está inte- los Padres de la Iglesia (especialmente su neoplato-
grado en el amor triunfante de Cristo sobre el pecado nismo y su estoicismo) no es favorable a la vida con-
y la muerte. yugal. Alburquerque afirma que "la decadencia de las
La santificación de los esposos propia del sacra- costumbres lleva a acentuar un ascetismo rigorista que
mento comprende, por una parte, un ponerse al ser- desconfía del matrimonio hasta olvidar que ha sido
vicio de Dios y de su obra, el Reino, y, por otra, una instituido y bendecido por Dios" .62 Por otra parte, se
capacitación ontológica interna para este servicio en acentúa mucho el valor de la virginidad.
virtud de la gracia santificante. La unión de estos dos La opinión común de los Padres veía en el matri-
aspectos hace que los cónyuges, por su amor y fide- monio una situación que el cristiano debía aceptar. Lo
lidad mutuos, quedan introducidos en el amor y la consideran como una realidad terrena y lo celebran
fidelidad de Dios en Cristo. Por ello la vida matrimo- según las costumbres de los pueblos. Aunque ya san
nial-familiar es una glorificación de Dios. Ignacio de Antioquía, al principio del siglo 11,declara
Pero el matrimonio es también sacramentó de la que "es conveniente que los esposos y las esposas se
Iglesia. Porque ésta es el sacramento global de Cristo, unan con la aprobación del obispo", 63 esto no parece
como Cristo es el sacramento de Dios. La Iglesia como haber tenido mucha difusión. En consecuencia no ven
sacramento se concretiza de un modo especial en cada al principio la necesidad de adoptar una especial cere-
uno de los siete sacramentos, también en el sacra- monia litúrgica. Insisten en vivirlo "en el Señor", pero
mento del matrimonio. El matrimonio y la familia con- no proponen otro ordenamiento jurídico que el civil.
cretizan a la Iglesia en cuanto son "una especie de Durante los primeros siglos los Padres no se plantean
Iglesia doméstica" (LG llb). En este sentido los espo- la cuestión de la sacramentalidad del matrimonio.
sos "poseen su propio don, dentro del Pueblo de Dios, Si poco a poco se fue sintiendo la necesidad de
en su estado y forma de vida" (ib.). Especialmente a "fijar" la celebración del matrimonio (una celebración
través de su carisma específico los esposos contribuyen litúrgica de éste comienza a partir del siglo IV en
al crecimiento de la Iglesia mediante la aceptación de Oriente), teológicamente se necesitarán muchas dis-
los hijos y su educación en la fe cristiana. 61 cusiones para llegar a afirmar que el matrimonio es
un verdadero sacramento en el sentido técnico de la
expresión.
61. Cf. A. Sanchís. Artículo "Matrimonio" en C.Floristán- J.J.Tamayo
(eds.), Conceptosfundamentales del cristianismo.Ed. Trotta, Madrid 1993, 62. Op.cit., p. 53.
pp. 777-788. 63. Cartaa Policarpo,V,2.

113
112
El matrimonio es también un sacramento pascual 3. Breve historia del sacramento del matrimonio
en cuanto es una forma peculiar de participación en Aunque de alguna forma todos los sacramentos
la muerte y en la resurrección de Cristo. Así como han sido instituidos por Cristo, podemos decir que en
éste ama a la Iglesia, aunque sea Iglesia de pecadores, cuanto a la recepción eclesial de esta sacramentalidad,
de igual modo los cónyuges cristianos se aceptarán el matrimonio es el "benjamín" de los sacramentos.
mutuamente en los conflictos y deficiencias que salpi- En general, el contexto histórico en el que se sitúan
can su existencia. Porque en realidad su amor está inte- los Padres de la Iglesia (especialmente su neoplato-
grado en el amor triunfante de Cristo sobre el pecado nismo y su estoicismo) no es favorable a la vida con-
y la muerte. yugal. Alburquerque afirma que "la decadencia de las
La santificación de los esposos propia del sacra- costumbres lleva a acentuar un ascetismo rigorista que
mento comprende, por una parte, un ponerse al ser- desconfía del matrimonio hasta olvidar que ha sido
vicio de Dios y de su obra, el Reino, y, por otra, una instituido y bendecido por Dios" .62 Por otra parte, se
capacitación ontológica interna para este servicio en acentúa mucho el valor de la virginidad.
virtud de la gracia santificante. La unión de estos dos La opinión común de los Padres veía en el matri-
aspectos hace que los cónyuges, por su amor y fide- monio una situación que el cristiano debía aceptar. Lo
lidad mutuos, quedan introducidos en el amor y la consideran como una realidad terrena y lo celebran
fidelidad de Dios en Cristo. Por ello la vida matrimo- según las costumbres de los pueblos. Aunque ya san
nial-familiar es una glorificación de Dios. Ignacio de Antioquía, al principio del siglo 11,declara
Pero el matrimonio es también sacramentó de la que "es conveniente que los esposos y las esposas se
Iglesia. Porque ésta es el sacramento global de Cristo, unan con la aprobación del obispo", 63 esto no parece
como Cristo es el sacramento de Dios. La Iglesia como haber tenido mucha difusión. En consecuencia no ven
sacramento se concretiza de un modo especial en cada al principio la necesidad de adoptar una especial cere-
uno de los siete sacramentos, también en el sacra- monia litúrgica. Insisten en vivirlo "en el Señor", pero
mento del matrimonio. El matrimonio y la familia con- no proponen otro ordenamiento jurídico que el civil.
cretizan a la Iglesia en cuanto son "una especie de Durante los primeros siglos los Padres no se plantean
Iglesia doméstica" (LG llb). En este sentido los espo- la cuestión de la sacramentalidad del matrimonio.
sos "poseen su propio don, dentro del Pueblo de Dios, Si poco a poco se fue sintiendo la necesidad de
en su estado y forma de vida" (ib.). Especialmente a "fijar" la celebración del matrimonio (una celebración
través de su carisma específico los esposos contribuyen litúrgica de éste comienza a partir del siglo IV en
al crecimiento de la Iglesia mediante la aceptación de Oriente), teológicamente se necesitarán muchas dis-
los hijos y su educación en la fe cristiana. 61 cusiones para llegar a afirmar que el matrimonio es
un verdadero sacramento en el sentido técnico de la
expresión.
61. Cf. A. Sanchís. Artículo "Matrimonio" en C.Floristán- J.J.Tamayo
(eds.), Conceptosfundamentales del cristianismo.Ed. Trotta, Madrid 1993, 62. Op.cit., p. 53.
pp. 777-788. 63. Cartaa Policarpo,V,2.

113
112
Los primeros teólogos medievales reconocen en el bautizados no puede haber contrato matrimonial que
matrimonio un signo de gracia, pero se trata de una no sea por esto mismo sacramento" (canon 1055,2).
gracia "medicinal", no de verdadera gracia santifi- Esto significa afirmar la identidad entre contrato y
cante. Sin embargo, santo Tomás coloca ya el matrimo- sacramento. Significa que en los bautizados el sacra-
nio en paridad de situación con los otros sacramentos. mento no es algo exterior o añadido al sacramento, no
Ciertamente su autoridad contribuyó a la generaliza- es un suplemento religioso. El matrimonio sacramento
ción de esta doctrina. El Concilio de Verona (año 1184) es la misma institución natural recogida y enriquecida
es el primero que habla del matrimonio como sacra- por la dimensión sobrenatural. La consecuencia es la
mento. A partir de esta fecha comienzan a aparecer las inseparabilidad entre el contrato y el sacramento en los
tomas de postura del Magisterio defendiendo explíci- bautizados. De manera que cuando ambos contrayen-
tamente que el matrimonio es uno de los siete sacra- tes son bautizados, su matrimonio es un matrimonio
mentos (d. DS 860 y 1327: Concilios II de Lyon y de sacramental. 64
Florencia respectivamente). Esta enseñanza ha sido cuestionada en el pasado y
Cuando se reúne el Concilio de Trento es ya doc- lo es sobre todo en la actualidad. Especialmente por el
trina general que el matrimonio es un sacramento que hecho cada día más frecuente de candidatos al matri-
da la gracia santificante. Pero como la doctrina lute- monio bautizados, pero que se declaran no-creyentes.
rana expresa una negativa radical a la aceptación de la Si la recepción del sacramento del matrimonio "supone
sacramentalidad del matrimonio, la postura de Trento la fe", ¿qué hacer en estos casos? 65
supondrá la definición dogmática y la consolidación Muchos opinamos que a estas personas no debe
de tal doctrina (DS 1801). Se insistirá incluso en que en admitírseles al sacramento y se les debe invitar a reali-
virtud de tal sacramentalidad el matrimonio cristiano zar sólo el matrimonio civil. Es verdad que hay una tra-
tiene una indisolubilidad superior a la del matrimonio dición católica que ha insistido en no reconocer como
natural. verdadero el matrimonio civil entre católicos: se le con-
sideraba inexistente e incluso se decía que el matrimo-
nio civil en este caso era un "concubinato vergonzoso".
4. El sacramentodel matrimonioy lafe de los contrayentes Es sin embargo cada vez más común entre teólo-
gos y canonistas (aunque no haya sido recogida por el
El Vaticano II ha insistido mucho en el papel de la
fe en la recepción de los sacramentos. Así la Constitu- 64. E. Alburquerque, op.cit., p.67. Otra consecuencia es que los con-
ción sobre la liturgia afirma: "Los sacramentos no sólo trayentes son los ministros del sacramento. El sacerdote o ministro asis-
suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robus- tente es sólo un testigo cualificado.
65. Sobre este tema la literatura reciente es muy abundante. Cf. :
tecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por U. Navarrete. "El matrimoniode los católicos'no practicantes'y 'no
esto se llaman sacramentos de la fe" (SC 59a). creyentes'":Sal Terrae (1973), pp. 875-885.
Sal Terrae J.L. Larrabe. "Celebrarconfe el sacramentodel matrimo-
Por otra parte la sacramentalidad del matrimonio
nio": Burgense.
tiene consecuencias jurídicas. Entre ellas la que recuerda J.M. Aubert. "Foi et sacramentdans le mariage":La Maison-Dieu,
el Código de Derecho Canónico afirmando que "entre n.104 (1970), pp. 116-143.

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Los primeros teólogos medievales reconocen en el bautizados no puede haber contrato matrimonial que
matrimonio un signo de gracia, pero se trata de una no sea por esto mismo sacramento" (canon 1055,2).
gracia "medicinal", no de verdadera gracia santifi- Esto significa afirmar la identidad entre contrato y
cante. Sin embargo, santo Tomás coloca ya el matrimo- sacramento. Significa que en los bautizados el sacra-
nio en paridad de situación con los otros sacramentos. mento no es algo exterior o añadido al sacramento, no
Ciertamente su autoridad contribuyó a la generaliza- es un suplemento religioso. El matrimonio sacramento
ción de esta doctrina. El Concilio de Verona (año 1184) es la misma institución natural recogida y enriquecida
es el primero que habla del matrimonio como sacra- por la dimensión sobrenatural. La consecuencia es la
mento. A partir de esta fecha comienzan a aparecer las inseparabilidad entre el contrato y el sacramento en los
tomas de postura del Magisterio defendiendo explíci- bautizados. De manera que cuando ambos contrayen-
tamente que el matrimonio es uno de los siete sacra- tes son bautizados, su matrimonio es un matrimonio
mentos (d. DS 860 y 1327: Concilios II de Lyon y de sacramental. 64
Florencia respectivamente). Esta enseñanza ha sido cuestionada en el pasado y
Cuando se reúne el Concilio de Trento es ya doc- lo es sobre todo en la actualidad. Especialmente por el
trina general que el matrimonio es un sacramento que hecho cada día más frecuente de candidatos al matri-
da la gracia santificante. Pero como la doctrina lute- monio bautizados, pero que se declaran no-creyentes.
rana expresa una negativa radical a la aceptación de la Si la recepción del sacramento del matrimonio "supone
sacramentalidad del matrimonio, la postura de Trento la fe", ¿qué hacer en estos casos? 65
supondrá la definición dogmática y la consolidación Muchos opinamos que a estas personas no debe
de tal doctrina (DS 1801). Se insistirá incluso en que en admitírseles al sacramento y se les debe invitar a reali-
virtud de tal sacramentalidad el matrimonio cristiano zar sólo el matrimonio civil. Es verdad que hay una tra-
tiene una indisolubilidad superior a la del matrimonio dición católica que ha insistido en no reconocer como
natural. verdadero el matrimonio civil entre católicos: se le con-
sideraba inexistente e incluso se decía que el matrimo-
nio civil en este caso era un "concubinato vergonzoso".
4. El sacramentodel matrimonioy lafe de los contrayentes Es sin embargo cada vez más común entre teólo-
gos y canonistas (aunque no haya sido recogida por el
El Vaticano II ha insistido mucho en el papel de la
fe en la recepción de los sacramentos. Así la Constitu- 64. E. Alburquerque, op.cit., p.67. Otra consecuencia es que los con-
ción sobre la liturgia afirma: "Los sacramentos no sólo trayentes son los ministros del sacramento. El sacerdote o ministro asis-
suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robus- tente es sólo un testigo cualificado.
65. Sobre este tema la literatura reciente es muy abundante. Cf. :
tecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por U. Navarrete. "El matrimoniode los católicos'no practicantes'y 'no
esto se llaman sacramentos de la fe" (SC 59a). creyentes'":Sal Terrae (1973), pp. 875-885.
Sal Terrae J.L. Larrabe. "Celebrarconfe el sacramentodel matrimo-
Por otra parte la sacramentalidad del matrimonio
nio": Burgense.
tiene consecuencias jurídicas. Entre ellas la que recuerda J.M. Aubert. "Foi et sacramentdans le mariage":La Maison-Dieu,
el Código de Derecho Canónico afirmando que "entre n.104 (1970), pp. 116-143.

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Código de Derecho Canónico) la opinión de que debe Acerca de la situación irregular en la que viven
darse una separación entre contrato y sacramento. El los bautizados casados sólo civilmente y sobre el trato
matrimonio civil de los bautizados no creyentes sería pastoral que debe dárseles, Juan Pablo II afirma lo
verdadero matrimonio, como el de los no bautizados, siguiente:
pero no sería sacramento. "Es cada vez más frecuente el caso de católicos que,
Desde el punto de vista pastoral Juan Pablo II trata por motivos ideológicos y prácticos, prefieren contraer
con amplitud del matrimonio de los bautizados no cre- sólo matrimonio civil, rechazando o, por lo menos, difi-
yentes en el nº 68 de la Familiarisconsortio.Recuerda que riendo el religioso. Su situación no puede equipararse
"la fe de quien pide desposarse ante la Iglesia puede sin más a la de los que conviven sin vínculo alguno,
tener grados diversos y es deber primario de los pas- ya que hay en ellos al menos un cierto compromiso
tores hacerla descubrir, nutrirla y hacerla madurar". El a un estado de vida concreto y quizá estable, aunque
Papa explica también las razones que aconsejan a la a veces no es extraña a esta situación la perspectiva
Iglesia admitir a la celebración a quien está imperfecta- de un eventual divorcio. Buscando el reconocimiento
mente dispuesto. En este sentido conviene saber distin- público del vínculo por parte del Estado, tales parejas
guir entre el "no-creyente" y el "no-practicante". demuestran una disposición a asumir, junto con las
Pero queda en pie el principio de que "sin fe no hay ventajas, también las obligaciones. A pesar de todo,
sacramento": tampoco esta situación es aceptable para la Iglesia. la
"Cuando, a pesar de los esfuerzos hechos, los contra- acción pastoral tratará de hacer comprender la necesi-
yentes dan muestras de rechazar de manera explícita y dad de coherencia entre la elección de vida y la fe
formal lo que la Iglesia realiza cuando celebra el matri- que se profesa, e intentará hacer lo posible para con-
monio de bautizados, el pastor de almas no puede admi- vencer a estas personas a regular su propia situación a
tirlos a la celebración. Y, aunque no sea de buena gana, la luz de los principios cristianos. Aun tratándoles con
tiene obligación de tomar nota de la situación y de hacer gran caridad e interesándoles en la vida de las respec-
comprender a los interesados que, en tales circunstan- tivas comunidades, los pastores de la Iglesia no podrán
cias, no es la Iglesia sino ellos mismos quienes impiden admitirles al uso de los sacramentos" (FC 82).
la celebración que a pesar de todo piden" (FC 68g).
Sobre este tema dicen los prenotandos de la edición
mexicana del Ritual de los Sacramentos: "Todo sacra- Bibliografía
mento supone la fe del sujeto. Si no la posee, lo que en l. Alburquerque, Eugenio. Matrimonio y Familia. Ed. CCS,
él se pretende celebrar carece de sentido. Durante largo Madrid 1993, pp. 31-75.
tiempo hubo verdadera obsesión por sacramentalizar 2. Baldanza, G. Artículo "Matrimonio" en L.Pacomio y otros
siempre y de inmediato. En este momento, las comu- (eds.), DiccionarioTeológicoInterdisciplinar.Vol. III. Ed. Sígueme,
Salamanca 1982, pp. 476-496.
nidades cristianas y sus responsables han de ser más 3. Kasper, Walter. Teologíadel matrimonio cristiano. Ed. Sal
cautos" 66. Terrae, Santander 1980, pp. 39-64.
4. Larrabe, José Luis. El matrimonio cristianoy la familia. Ed.
66. Ritual completode los Sacramentos.Ed. Obra Nacional de la Buena
Prensa, México 1976, p.223. BAC, Madrid 1973, pp. 7-216.
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Código de Derecho Canónico) la opinión de que debe Acerca de la situación irregular en la que viven
darse una separación entre contrato y sacramento. El los bautizados casados sólo civilmente y sobre el trato
matrimonio civil de los bautizados no creyentes sería pastoral que debe dárseles, Juan Pablo II afirma lo
verdadero matrimonio, como el de los no bautizados, siguiente:
pero no sería sacramento. "Es cada vez más frecuente el caso de católicos que,
Desde el punto de vista pastoral Juan Pablo II trata por motivos ideológicos y prácticos, prefieren contraer
con amplitud del matrimonio de los bautizados no cre- sólo matrimonio civil, rechazando o, por lo menos, difi-
yentes en el nº 68 de la Familiarisconsortio.Recuerda que riendo el religioso. Su situación no puede equipararse
"la fe de quien pide desposarse ante la Iglesia puede sin más a la de los que conviven sin vínculo alguno,
tener grados diversos y es deber primario de los pas- ya que hay en ellos al menos un cierto compromiso
tores hacerla descubrir, nutrirla y hacerla madurar". El a un estado de vida concreto y quizá estable, aunque
Papa explica también las razones que aconsejan a la a veces no es extraña a esta situación la perspectiva
Iglesia admitir a la celebración a quien está imperfecta- de un eventual divorcio. Buscando el reconocimiento
mente dispuesto. En este sentido conviene saber distin- público del vínculo por parte del Estado, tales parejas
guir entre el "no-creyente" y el "no-practicante". demuestran una disposición a asumir, junto con las
Pero queda en pie el principio de que "sin fe no hay ventajas, también las obligaciones. A pesar de todo,
sacramento": tampoco esta situación es aceptable para la Iglesia. la
"Cuando, a pesar de los esfuerzos hechos, los contra- acción pastoral tratará de hacer comprender la necesi-
yentes dan muestras de rechazar de manera explícita y dad de coherencia entre la elección de vida y la fe
formal lo que la Iglesia realiza cuando celebra el matri- que se profesa, e intentará hacer lo posible para con-
monio de bautizados, el pastor de almas no puede admi- vencer a estas personas a regular su propia situación a
tirlos a la celebración. Y, aunque no sea de buena gana, la luz de los principios cristianos. Aun tratándoles con
tiene obligación de tomar nota de la situación y de hacer gran caridad e interesándoles en la vida de las respec-
comprender a los interesados que, en tales circunstan- tivas comunidades, los pastores de la Iglesia no podrán
cias, no es la Iglesia sino ellos mismos quienes impiden admitirles al uso de los sacramentos" (FC 82).
la celebración que a pesar de todo piden" (FC 68g).
Sobre este tema dicen los prenotandos de la edición
mexicana del Ritual de los Sacramentos: "Todo sacra- Bibliografía
mento supone la fe del sujeto. Si no la posee, lo que en l. Alburquerque, Eugenio. Matrimonio y Familia. Ed. CCS,
él se pretende celebrar carece de sentido. Durante largo Madrid 1993, pp. 31-75.
tiempo hubo verdadera obsesión por sacramentalizar 2. Baldanza, G. Artículo "Matrimonio" en L.Pacomio y otros
siempre y de inmediato. En este momento, las comu- (eds.), DiccionarioTeológicoInterdisciplinar.Vol. III. Ed. Sígueme,
Salamanca 1982, pp. 476-496.
nidades cristianas y sus responsables han de ser más 3. Kasper, Walter. Teologíadel matrimonio cristiano. Ed. Sal
cautos" 66. Terrae, Santander 1980, pp. 39-64.
4. Larrabe, José Luis. El matrimonio cristianoy la familia. Ed.
66. Ritual completode los Sacramentos.Ed. Obra Nacional de la Buena
Prensa, México 1976, p.223. BAC, Madrid 1973, pp. 7-216.
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5. Schillebeeckx, Edward. El matrimonio. Ed. Sígueme, Sala-
manca 1970.
..
6. Schneider, Theodor. Signos de la cercanía de Dios. Ed. Sí-
gueme, Salamanca 1982, pp. 296-312.
CAPÍTULOS
EL DERECHO DEL MATRIMONIO
A LA PATERNIDAD RESPONSABLE:
ASPECTOS PERSONALES

l. Paternidad responsabley control de la natalidad

En los últimos decenios los temas de la paternidad


responsable y del control de la natalidad han pasado
a primer plano. Ello es debido a que nunca antes en la
humanidad se había dado un aumento de la población
comparable al que se da actualmente. Los factores que
más han contribuido son la disminución de la mortali-
dad infantil y la mayor longevidad debida a las mejo-
ras en el campo sanitario. Por otra parte se han dado
también importantes avances en el campo del conoci-
miento de los procesos de la reproducción humana.
La moral católica había planteado este problema
sobre todo desde el punto de vista individual-fami-
liar. Incluso ésta fue la posición en la que se situaron
la mayoría de los defensores y críticos europeos de la
encíclica Humanae vitae (HV) de Pablo VI (1968). Sin
embargo, tal como han demostrado diversas interven-
ciones pontificias y numerosos documentos de los epis-
copados latinoamericanos, ésta es una cuestión que no
puede plantearse bien sino teniendo muy presentes los
factores sociopolíticos del problema. En este capítulo
estudiaremos los aspectos personales y familiares de la
cuestión y en el siguiente los sociopolíticos.
118
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5. Schillebeeckx, Edward. El matrimonio. Ed. Sígueme, Sala-
manca 1970.
..
6. Schneider, Theodor. Signos de la cercanía de Dios. Ed. Sí-
gueme, Salamanca 1982, pp. 296-312.
CAPÍTULOS
EL DERECHO DEL MATRIMONIO
A LA PATERNIDAD RESPONSABLE:
ASPECTOS PERSONALES

l. Paternidad responsabley control de la natalidad

En los últimos decenios los temas de la paternidad


responsable y del control de la natalidad han pasado
a primer plano. Ello es debido a que nunca antes en la
humanidad se había dado un aumento de la población
comparable al que se da actualmente. Los factores que
más han contribuido son la disminución de la mortali-
dad infantil y la mayor longevidad debida a las mejo-
ras en el campo sanitario. Por otra parte se han dado
también importantes avances en el campo del conoci-
miento de los procesos de la reproducción humana.
La moral católica había planteado este problema
sobre todo desde el punto de vista individual-fami-
liar. Incluso ésta fue la posición en la que se situaron
la mayoría de los defensores y críticos europeos de la
encíclica Humanae vitae (HV) de Pablo VI (1968). Sin
embargo, tal como han demostrado diversas interven-
ciones pontificias y numerosos documentos de los epis-
copados latinoamericanos, ésta es una cuestión que no
puede plantearse bien sino teniendo muy presentes los
factores sociopolíticos del problema. En este capítulo
estudiaremos los aspectos personales y familiares de la
cuestión y en el siguiente los sociopolíticos.
118
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Debido a que las grandes agencias internacionales, seno de una familia completa: padre, madre, herma-
promotoras de costosas campañas de control de la nos); 3) Salud (el niño tiene derecho a ser concebido
natalidad por motivos políticos, se aprovechan de la por padres sanos física y psicológicamente, que a su
confusión que existe en la terminología, conviene acla- vez cuidarán de la salud de sus hijos); 4) Medios econó-
rar los conceptos fundamentales que se manejan. micos (se supone que son los necesarios para un desa-
a) Paternidad responsable: Es el juicio recto que rrollo humano, no para ser insertado en una sociedad
deben formarse los esposos ante Dios acerca de cuán- de consumo); 5) Educación e instrucción (que ha de
tos hijos van a tener y cada cuánto, atendiendo a su ser impartida por los padres y por aquéllos a quienes
propio bien personal, al bien de los hijos ya nacidos o éstos deleguen); 6) Ambiente adecuado (inserción en
todavía por nacer y también al bien de la comunidad una sociedad apta para su desarrollo, incluyendo el
familiar y de la sociedad temporal nacional y mundial aspecto ecológico); 7) Recreación (el niño tiene derecho
(Cfr GS 5Gb). La doctrina católica en este sentido no a disfrutar de los juegos propios de la infancia); 8) For-
sólo admite la paternidad responsable, sino que la con- mación religiosa (el niño tiene derecho a ser educado
sidera una grave obligación de los esposos. El tradi- en la fe religiosa de sus padres).
cional "¿Hijos?, los que Dios quiera" puede ser una b) Regulación o control de la natalidad: Si los espo-
manifestadón de irresponsabilidad y de olvidar que sos determinan no tener más hijos o espaciarlos por un
Dios ha hecho al ser humano colaborador suyo en la tiempo y emplean los medios para ello, se da entonces la
obra de la creación. regulación o el control de la natalidad. Aunque la Igle-
La paternidad responsable lleva consigo el que los sia alaba la generosidad de los esposos que responsable-
esposos de común acuerdo deben elaborar un plan mente tienen una familia numerosa (Cfr GS 50b ), admite
concreto para llevarla a la práctica 67 . Aunque esto se la regulación o el control de la natalidad siempre que se
podría llamar "planificación familiar", es mejor no den estas dos condiciones: 1) que sea fruto de la pater-
emplear esta expresión, ya que en la práctica para nidad responsable y no de una postura egoísta ante
muchos equivale a la de "control de la natalidad". la vida; 2) que se empleen métodos de acuerdo con la
A la hora de tener en cuenta el bien de los hijos moralidad, es decir que se respeten la naturaleza y la
nacidos o por nacer, los esposos deberán pensar en las dignidad del acto conyugal. Hay que tener en cuenta
necesidades fundamentales del niño que deberán ser que el negarse a tener hijos por razones egoístas sería un
satisfechas por los padres y por la sociedad. Pueden acto inmoral, aunque se empleasen los métodos que la
resumirse en las siguientes: 1) Amor (el niño tiene Iglesia permite. Y ello porque "el matrimonio y la unión
derecho a ser concebido y a crecer en un ambiente de conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la
amor); 2) Familia (el niño tiene derecho a crecer en el procreación y educación de la prole" (GS 50a).
67. Sin embargo, tampoco hay que reducir la apertura a la vida a la
programación. Hay que evitar el rechazo consciente o inconsciente al hijo 2. El problemade los métodos anticonceptivos
no programado. El saber improvisar cuando es necesario, también en la
vida conyugal, es un dntoma de amor a la vida. Cf. F.J. Elizari, Reconcilia- Los métodos para controlar la natalidad son nume-
ción del cristiano con la sexualidad, Ed. PPC, Madrid 1982, pp. 92-93. rosos. Pueden dividirse en abortivos, esterilizantes y
120
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Debido a que las grandes agencias internacionales, seno de una familia completa: padre, madre, herma-
promotoras de costosas campañas de control de la nos); 3) Salud (el niño tiene derecho a ser concebido
natalidad por motivos políticos, se aprovechan de la por padres sanos física y psicológicamente, que a su
confusión que existe en la terminología, conviene acla- vez cuidarán de la salud de sus hijos); 4) Medios econó-
rar los conceptos fundamentales que se manejan. micos (se supone que son los necesarios para un desa-
a) Paternidad responsable: Es el juicio recto que rrollo humano, no para ser insertado en una sociedad
deben formarse los esposos ante Dios acerca de cuán- de consumo); 5) Educación e instrucción (que ha de
tos hijos van a tener y cada cuánto, atendiendo a su ser impartida por los padres y por aquéllos a quienes
propio bien personal, al bien de los hijos ya nacidos o éstos deleguen); 6) Ambiente adecuado (inserción en
todavía por nacer y también al bien de la comunidad una sociedad apta para su desarrollo, incluyendo el
familiar y de la sociedad temporal nacional y mundial aspecto ecológico); 7) Recreación (el niño tiene derecho
(Cfr GS 5Gb). La doctrina católica en este sentido no a disfrutar de los juegos propios de la infancia); 8) For-
sólo admite la paternidad responsable, sino que la con- mación religiosa (el niño tiene derecho a ser educado
sidera una grave obligación de los esposos. El tradi- en la fe religiosa de sus padres).
cional "¿Hijos?, los que Dios quiera" puede ser una b) Regulación o control de la natalidad: Si los espo-
manifestadón de irresponsabilidad y de olvidar que sos determinan no tener más hijos o espaciarlos por un
Dios ha hecho al ser humano colaborador suyo en la tiempo y emplean los medios para ello, se da entonces la
obra de la creación. regulación o el control de la natalidad. Aunque la Igle-
La paternidad responsable lleva consigo el que los sia alaba la generosidad de los esposos que responsable-
esposos de común acuerdo deben elaborar un plan mente tienen una familia numerosa (Cfr GS 50b ), admite
concreto para llevarla a la práctica 67 . Aunque esto se la regulación o el control de la natalidad siempre que se
podría llamar "planificación familiar", es mejor no den estas dos condiciones: 1) que sea fruto de la pater-
emplear esta expresión, ya que en la práctica para nidad responsable y no de una postura egoísta ante
muchos equivale a la de "control de la natalidad". la vida; 2) que se empleen métodos de acuerdo con la
A la hora de tener en cuenta el bien de los hijos moralidad, es decir que se respeten la naturaleza y la
nacidos o por nacer, los esposos deberán pensar en las dignidad del acto conyugal. Hay que tener en cuenta
necesidades fundamentales del niño que deberán ser que el negarse a tener hijos por razones egoístas sería un
satisfechas por los padres y por la sociedad. Pueden acto inmoral, aunque se empleasen los métodos que la
resumirse en las siguientes: 1) Amor (el niño tiene Iglesia permite. Y ello porque "el matrimonio y la unión
derecho a ser concebido y a crecer en un ambiente de conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la
amor); 2) Familia (el niño tiene derecho a crecer en el procreación y educación de la prole" (GS 50a).
67. Sin embargo, tampoco hay que reducir la apertura a la vida a la
programación. Hay que evitar el rechazo consciente o inconsciente al hijo 2. El problemade los métodos anticonceptivos
no programado. El saber improvisar cuando es necesario, también en la
vida conyugal, es un dntoma de amor a la vida. Cf. F.J. Elizari, Reconcilia- Los métodos para controlar la natalidad son nume-
ción del cristiano con la sexualidad, Ed. PPC, Madrid 1982, pp. 92-93. rosos. Pueden dividirse en abortivos, esterilizantes y
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anticonceptivos propiamente dichos. El Magisterio de métodos naturales el de la ovulación n Billings es el
la Iglesia condena el uso del aborto (porque es un ase- que ha sido más desarrollado, es más fácil de utilizar y
sinato) y de la esterilización, ya sea del hombre o de ofrece más seguridad 69 .
la mujer, (porque es una mutilación) con fines anticon- Acerca de los métodos artificiales, éstos son nume-
ceptivos. (Cf. HV 14ab). rosos: píldoras anticonceptivas o anovulatorios, dispo-
En cuanto a los métodos propiamente anticon- sitivo intrauterino o DIU (se discute si es abortivo),
ceptivos, siguiendo los documentos del Magisterio, diafragma, condón o preservativo, píldora de proges-
pueden dividirse en naturales y artificiales 68. Los méto- terona, uso de cremas, interrupción del coito, etc.
dos naturales, o recurso a los periodos infecundos de El Magisterio de la Iglesia condena la utilización de
la mujer, consisten en que los esposos tengan relacio- estos métodos con propósitos anticonceptivos: "Queda
nes sólo en los días en que la mujer no es fértil. Esto excluida toda acción que, o en previsión del acto con-
puede determinarse por el método del calendario o de yugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus
Ogino-Knaus, por el método de la temperatura o por consecuencias naturales, se proponga como fin o como
el de la ovulación o método Billings. Aunque requie- medio, hacer imposible la procreación" (HV 14b).
ren una cierta ascética (necesaria por lo demás en todo
matrimonio sano) y un aprendizaje, los métodos natu-
rales no tienen los efectos secundarios de la mayoría de 3. ¿Por que son inmorales los metodos
los métodos artificiales. El Magisterio está de acuerdo anticonceptivos artificiales?
con su empleo, siempre que éste sea fruto de la pater-
nidad responsable: "Si para espaciar los nacimientos Pablo VI en la Humanae vitae dio una serie de argu-
existen serios motivos, derivados de las condiciones mentos o motivos para mostrar la inmoralidad de
físicas o psicológicas de los cónyuges, o de circunstan- la anticoncepción artificial. Uno de estos argumentos
cias exteriores, la Iglesia enseña que entonces es lícito es positivo, es decir apela a los valores que se
tener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a las quieren defender con la doctrina proclamada. Los otros
funciones generadoras para usar del matrimonio sólo argumentos son negativos, es decir que señalan las
en los periodos infecundos y así regular la natalidad consecuencias peligrosas que se derivan de la anticon-
sin ofender los principios morales" (HV,16b). Entre los cepción.
El argumento positivo, que es el fundamental, se
68. Desde otras perspectivas pueden darse otras divisiones. Así expresa en los siguientes términos: "La Iglesia ... enseña
M.Vidal (p.373) divide los métodos anticonceptivos en: l. Métodos abor- que cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a
tivos; 2. Métodos interceptivos (los que impiden que el óvulo fecundado la transmisión de la vida. Esta doctrina, muchas veces
llegue a la implantación en el útero; algunos los llaman "microabortivos":
el DIU, la píldora del día siguiente, etc.); 3. Métodos esterilizantes (vase- expuesta por el Magisterio, está fundada sobre la inse-
ctomía, ligadura de trompas); 4. Métodos propiamente anticonceptivos parable conexión que Dios ha querido, y que el hombre
o antifecundantes. Entre ellos estarían la interrupción del acto sexual
("coitus interruptus"), la abstinencia periódica, las barreras mecánicas (el
preservativo o condón), el diafragma), las barreras químicas (los esper- 69. Cf. G. Gibbons - D. Santamaría. Planeación familiar con el método de
micidas) y los preparados hormonales (píldoras, inyecciones). la ovulación. Ed. Paulinas, México 1984.

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anticonceptivos propiamente dichos. El Magisterio de métodos naturales el de la ovulación n Billings es el
la Iglesia condena el uso del aborto (porque es un ase- que ha sido más desarrollado, es más fácil de utilizar y
sinato) y de la esterilización, ya sea del hombre o de ofrece más seguridad 69 .
la mujer, (porque es una mutilación) con fines anticon- Acerca de los métodos artificiales, éstos son nume-
ceptivos. (Cf. HV 14ab). rosos: píldoras anticonceptivas o anovulatorios, dispo-
En cuanto a los métodos propiamente anticon- sitivo intrauterino o DIU (se discute si es abortivo),
ceptivos, siguiendo los documentos del Magisterio, diafragma, condón o preservativo, píldora de proges-
pueden dividirse en naturales y artificiales 68. Los méto- terona, uso de cremas, interrupción del coito, etc.
dos naturales, o recurso a los periodos infecundos de El Magisterio de la Iglesia condena la utilización de
la mujer, consisten en que los esposos tengan relacio- estos métodos con propósitos anticonceptivos: "Queda
nes sólo en los días en que la mujer no es fértil. Esto excluida toda acción que, o en previsión del acto con-
puede determinarse por el método del calendario o de yugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus
Ogino-Knaus, por el método de la temperatura o por consecuencias naturales, se proponga como fin o como
el de la ovulación o método Billings. Aunque requie- medio, hacer imposible la procreación" (HV 14b).
ren una cierta ascética (necesaria por lo demás en todo
matrimonio sano) y un aprendizaje, los métodos natu-
rales no tienen los efectos secundarios de la mayoría de 3. ¿Por que son inmorales los metodos
los métodos artificiales. El Magisterio está de acuerdo anticonceptivos artificiales?
con su empleo, siempre que éste sea fruto de la pater-
nidad responsable: "Si para espaciar los nacimientos Pablo VI en la Humanae vitae dio una serie de argu-
existen serios motivos, derivados de las condiciones mentos o motivos para mostrar la inmoralidad de
físicas o psicológicas de los cónyuges, o de circunstan- la anticoncepción artificial. Uno de estos argumentos
cias exteriores, la Iglesia enseña que entonces es lícito es positivo, es decir apela a los valores que se
tener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a las quieren defender con la doctrina proclamada. Los otros
funciones generadoras para usar del matrimonio sólo argumentos son negativos, es decir que señalan las
en los periodos infecundos y así regular la natalidad consecuencias peligrosas que se derivan de la anticon-
sin ofender los principios morales" (HV,16b). Entre los cepción.
El argumento positivo, que es el fundamental, se
68. Desde otras perspectivas pueden darse otras divisiones. Así expresa en los siguientes términos: "La Iglesia ... enseña
M.Vidal (p.373) divide los métodos anticonceptivos en: l. Métodos abor- que cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a
tivos; 2. Métodos interceptivos (los que impiden que el óvulo fecundado la transmisión de la vida. Esta doctrina, muchas veces
llegue a la implantación en el útero; algunos los llaman "microabortivos":
el DIU, la píldora del día siguiente, etc.); 3. Métodos esterilizantes (vase- expuesta por el Magisterio, está fundada sobre la inse-
ctomía, ligadura de trompas); 4. Métodos propiamente anticonceptivos parable conexión que Dios ha querido, y que el hombre
o antifecundantes. Entre ellos estarían la interrupción del acto sexual
("coitus interruptus"), la abstinencia periódica, las barreras mecánicas (el
preservativo o condón), el diafragma), las barreras químicas (los esper- 69. Cf. G. Gibbons - D. Santamaría. Planeación familiar con el método de
micidas) y los preparados hormonales (píldoras, inyecciones). la ovulación. Ed. Paulinas, México 1984.

122 123
no puede romper por propia iniciativa, entre los dos el cumplimiento de la ley divina, llegarían a dejar a
significados del acto conyugal: el significado unitivo y merced de la intervención de las autoridades públicas
el significado procreador. Efectivamente, el acto conyu- el sector más personal y más reservado de la intimi-
gal, por su íntima estructura, mientras une profunda- dad conyugal" (HV 17). Los años transcurridos desde
mente a los esposos, los hace aptos para la generación la aparición de la encíclica han dejado bien en claro el
de nuevas vidas, según las leyes inscritas en el ser valor profético de estas palabras de Pablo VI.
mismo del hombre y de la mujer. Salvaguardando A la objeción de por qué se permiten los medios
ambos aspectos esenciales, unitivo y procreador, el acto naturales y se prohiben los métodos artificiales si
conyugal conserva íntegro el sentido de amor mutuo ambos buscan el no tener hijos, el Papa responde: "La
y verdadero y su ordenación a la altísima vocación del Iglesia es coherente consigo misma cuando juzga lícito
hombre a la paternidad" (HV 10-11-12; cf. FC 32cd). el recurso a los periodos infecundos, mientras condena
Frente a los que opinan que es suficiente que esta siempre como ilícito el uso de medios directamente
unión entre el amor y la fecundidad se dé como acti- contrarios a la fecundación, aunque se haga aparente-
tud general, pero que no es necesario que se exprese mente por razones honestas y serias. En realidad, entre
en cada uno de los actos sexuales, Pablo VI afirma: "Es ambos casos existe una diferencia esencial: en el pri-
un error pensar que un acto conyugal hecho volunta- mero los cónyuges se sirven legítimamente de una dis-
riamente infecundo, y por esto intrínsecamente desho- posición natural; en el segundo impiden el desarrollo
nesto, pueda ser cohonestado por el conjunto de una de los procesos naturales" (HV 16c).
vida conyugal fecunda" (HV 14c). Acerca de la prohibición de la contracepción hay
Los argumentos negativos son los siguientes (cf. que tener en cuenta tres cosas más:
HV 17): a) La HV no dice nunca que el uso de los medios
a) La regulación artificial de la natalidad fomenta la anticonceptivos sea siempre gravemente pecaminoso,
degradación de la moralidad. como sí lo decía la Casti connubii de Pío XI. A este
b) La contracepción artificial fomenta la pérdida del respecto dicen los obispos franceses en su documento
respeto a la mujer y la tendencia a considerarla como sobre la HV: "Hay esposos cristianos que se reconocen
simple instrumento de goce egoístico. culpables de no responder a las exigencias expresadas
c) La contracepción artificial es un arma terrible por la encíclica. Que su fe y humildad les ayuden a no
en manos de las autoridades públicas: "¿Quién podría desalentarse. Que se convenzan de que las faltas de las
reprochar a un gobierno el aplicar a la solución de los parejas, por otra parte generosas en su vida personal
problemas de la colectividad lo que hubiera sido reco- y apostólica, no revisten una gravedad comparable a
nocido lícito a los cónyuges para la solución de un pro- las faltas de las parejas que desprecian esta enseñanza
blema familiar? ¿Quién impediría a los gobernantes y se dejan dominar por el egoísmo y por la búsqueda
favorecer y hasta imponer a sus pueblos el medio anti- del placer. No deben alejarse de los sacramentos, sino
conceptivo que ellos juzgasen más eficaz? En tal modo lo contrario" (nº 15; cf. K. Rahner, p.138. Ver también el
los hombres, queriendo evitar las dificultades indi- documento de los obispos italianos en K. Rahner; pp.
viduales, familiares o sociales que se encuentran en 77-78).
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no puede romper por propia iniciativa, entre los dos el cumplimiento de la ley divina, llegarían a dejar a
significados del acto conyugal: el significado unitivo y merced de la intervención de las autoridades públicas
el significado procreador. Efectivamente, el acto conyu- el sector más personal y más reservado de la intimi-
gal, por su íntima estructura, mientras une profunda- dad conyugal" (HV 17). Los años transcurridos desde
mente a los esposos, los hace aptos para la generación la aparición de la encíclica han dejado bien en claro el
de nuevas vidas, según las leyes inscritas en el ser valor profético de estas palabras de Pablo VI.
mismo del hombre y de la mujer. Salvaguardando A la objeción de por qué se permiten los medios
ambos aspectos esenciales, unitivo y procreador, el acto naturales y se prohiben los métodos artificiales si
conyugal conserva íntegro el sentido de amor mutuo ambos buscan el no tener hijos, el Papa responde: "La
y verdadero y su ordenación a la altísima vocación del Iglesia es coherente consigo misma cuando juzga lícito
hombre a la paternidad" (HV 10-11-12; cf. FC 32cd). el recurso a los periodos infecundos, mientras condena
Frente a los que opinan que es suficiente que esta siempre como ilícito el uso de medios directamente
unión entre el amor y la fecundidad se dé como acti- contrarios a la fecundación, aunque se haga aparente-
tud general, pero que no es necesario que se exprese mente por razones honestas y serias. En realidad, entre
en cada uno de los actos sexuales, Pablo VI afirma: "Es ambos casos existe una diferencia esencial: en el pri-
un error pensar que un acto conyugal hecho volunta- mero los cónyuges se sirven legítimamente de una dis-
riamente infecundo, y por esto intrínsecamente desho- posición natural; en el segundo impiden el desarrollo
nesto, pueda ser cohonestado por el conjunto de una de los procesos naturales" (HV 16c).
vida conyugal fecunda" (HV 14c). Acerca de la prohibición de la contracepción hay
Los argumentos negativos son los siguientes (cf. que tener en cuenta tres cosas más:
HV 17): a) La HV no dice nunca que el uso de los medios
a) La regulación artificial de la natalidad fomenta la anticonceptivos sea siempre gravemente pecaminoso,
degradación de la moralidad. como sí lo decía la Casti connubii de Pío XI. A este
b) La contracepción artificial fomenta la pérdida del respecto dicen los obispos franceses en su documento
respeto a la mujer y la tendencia a considerarla como sobre la HV: "Hay esposos cristianos que se reconocen
simple instrumento de goce egoístico. culpables de no responder a las exigencias expresadas
c) La contracepción artificial es un arma terrible por la encíclica. Que su fe y humildad les ayuden a no
en manos de las autoridades públicas: "¿Quién podría desalentarse. Que se convenzan de que las faltas de las
reprochar a un gobierno el aplicar a la solución de los parejas, por otra parte generosas en su vida personal
problemas de la colectividad lo que hubiera sido reco- y apostólica, no revisten una gravedad comparable a
nocido lícito a los cónyuges para la solución de un pro- las faltas de las parejas que desprecian esta enseñanza
blema familiar? ¿Quién impediría a los gobernantes y se dejan dominar por el egoísmo y por la búsqueda
favorecer y hasta imponer a sus pueblos el medio anti- del placer. No deben alejarse de los sacramentos, sino
conceptivo que ellos juzgasen más eficaz? En tal modo lo contrario" (nº 15; cf. K. Rahner, p.138. Ver también el
los hombres, queriendo evitar las dificultades indi- documento de los obispos italianos en K. Rahner; pp.
viduales, familiares o sociales que se encuentran en 77-78).
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b) En la formación de los matrimonios hay que petables, algunas personas puedan llegar a formarse
tener en cuenta la "ley de la gradualidad", que no hay un juicio moral serio y recto contrario al de la encíclica
que confundir con la gradualidad de la ley. A este res- y que actúen de acuerdo con él. Estas personas no
pecto dice Juan Pablo II: "Se pide una conversión con- deben considerarse fuera de la Iglesia ni excluidas de
tinua, permanente, que, aunque exija el alejamiento los sacramentos, siempre que guarden el máximo res-
interior de todo mal y la adhesión al bien en su ple- peto a las leyes del diálogo intraeclesial, tratando de
nitud, se actúa sin embargo concretamente con pasos evitar todo escándalo 70 . Así se expresaron especial-
que conducen cada vez más lejos. Se desarrolla así mente los obispos alemanes.
un proceso dinámico que avanza gradualmente con la Sin embargo hay que tener presente que aquellos
progresiva integración de los dones de Dios y de las que oficialmente han recibido la misión de enseñar
exigencias de su amor definitivo y absoluto en toda la en nombre de la Iglesia (párrocos, profesores de semi-
vida personal y social del hombre" (FC 9; cf. también narios, etc.) deben enseñar siempre la doctrina del
nº 34). Magisterio, aun tratándose de cuestiones no infalibles,
c) En lo referente a la confesión hay que tener en "aunque en determinadas circunstancias los • fieles
cuenta lo siguiente: "Continúa siendo válido el princi- pueden ser instruidos acerca de la esencia y de la
pio, también referido a la castidad conyugal, según el importancia o alcance limitado de tal decisión doctri-
cual es preferible dejar a los penitentes en buena fe si nal provisional" 71.
se encuentran en un error debido a una ignorancia Además en el Documento de la Sagrada Congrega-
subjetivamente invencible, cuando se prevea que el ción del Clero sobre el llamado "Caso Washington",
penitente, aun después de haberlo orientado a vivir aprobado por Pablo VI, se afirma lo siguiente en rela-
en el ámbito de la vida de fe, no modificaría su con- ción con nuestro tema: "En el juicio conclusivo, la con-
ducta, pasando a pecar formalmente": Consejo Pontifi- ciencia es inviolable y nadie puede ser forzado a obrar
cio para la Familia. "Vademecum para los confesores de manera contraria a la propia conciencia, como lo
sobre algunos temas de moral conyugal": L 'Osservatore testimonia la tradición moral de la Iglesia" (en J.A.
Romano (ed. en español), 29 (1997), nº 1471, p.117. Eguren, p.113).
b) El conflicto de deberes: También debe tenerse en
cuenta que después de la publicación de la HV Pablo
4. Dos problemaspastorales:la objecionde conciencia
y el conflictode deberes 70. Cf. Documento de los Obispos alemanes sobre la HV, nº 12. El
documento añade refiriéndose a los que disienten de la doctrina del
a) La objeción de conciencia: Conviene tener pre- Magisterio con las condiciones anunciadas: "Sólo quien obra de este modo
no se opone a la autoridad debidamente entendida y a su deber de obe-
sente que ni la HV ni ninguno de los documentos en diencia. Únicamente con estas condiciones presta un buen servicio tam-
que el Magisterio ha condenado la anticoncepción es bién a la comprensión cristiana de tal autoridad y a su afirmación". (Ver
una definición dogmática, aunque sí es un pronuncia- este párrafo del documento en K. Rahner, pp.119-120). Ver lo que sobre
este mismo tema dijeron los obispos belgas en K. Rahner, pp. 86-87).
miento del Magisterio ordinario que exige obediencia y 71. Obispos alemanes (documento de 1967). Cf. K. Rahner, op.cit,
respeto. Esto no quita que, fundándose en razones res- p.18.

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b) En la formación de los matrimonios hay que petables, algunas personas puedan llegar a formarse
tener en cuenta la "ley de la gradualidad", que no hay un juicio moral serio y recto contrario al de la encíclica
que confundir con la gradualidad de la ley. A este res- y que actúen de acuerdo con él. Estas personas no
pecto dice Juan Pablo II: "Se pide una conversión con- deben considerarse fuera de la Iglesia ni excluidas de
tinua, permanente, que, aunque exija el alejamiento los sacramentos, siempre que guarden el máximo res-
interior de todo mal y la adhesión al bien en su ple- peto a las leyes del diálogo intraeclesial, tratando de
nitud, se actúa sin embargo concretamente con pasos evitar todo escándalo 70 . Así se expresaron especial-
que conducen cada vez más lejos. Se desarrolla así mente los obispos alemanes.
un proceso dinámico que avanza gradualmente con la Sin embargo hay que tener presente que aquellos
progresiva integración de los dones de Dios y de las que oficialmente han recibido la misión de enseñar
exigencias de su amor definitivo y absoluto en toda la en nombre de la Iglesia (párrocos, profesores de semi-
vida personal y social del hombre" (FC 9; cf. también narios, etc.) deben enseñar siempre la doctrina del
nº 34). Magisterio, aun tratándose de cuestiones no infalibles,
c) En lo referente a la confesión hay que tener en "aunque en determinadas circunstancias los • fieles
cuenta lo siguiente: "Continúa siendo válido el princi- pueden ser instruidos acerca de la esencia y de la
pio, también referido a la castidad conyugal, según el importancia o alcance limitado de tal decisión doctri-
cual es preferible dejar a los penitentes en buena fe si nal provisional" 71.
se encuentran en un error debido a una ignorancia Además en el Documento de la Sagrada Congrega-
subjetivamente invencible, cuando se prevea que el ción del Clero sobre el llamado "Caso Washington",
penitente, aun después de haberlo orientado a vivir aprobado por Pablo VI, se afirma lo siguiente en rela-
en el ámbito de la vida de fe, no modificaría su con- ción con nuestro tema: "En el juicio conclusivo, la con-
ducta, pasando a pecar formalmente": Consejo Pontifi- ciencia es inviolable y nadie puede ser forzado a obrar
cio para la Familia. "Vademecum para los confesores de manera contraria a la propia conciencia, como lo
sobre algunos temas de moral conyugal": L 'Osservatore testimonia la tradición moral de la Iglesia" (en J.A.
Romano (ed. en español), 29 (1997), nº 1471, p.117. Eguren, p.113).
b) El conflicto de deberes: También debe tenerse en
cuenta que después de la publicación de la HV Pablo
4. Dos problemaspastorales:la objecionde conciencia
y el conflictode deberes 70. Cf. Documento de los Obispos alemanes sobre la HV, nº 12. El
documento añade refiriéndose a los que disienten de la doctrina del
a) La objeción de conciencia: Conviene tener pre- Magisterio con las condiciones anunciadas: "Sólo quien obra de este modo
no se opone a la autoridad debidamente entendida y a su deber de obe-
sente que ni la HV ni ninguno de los documentos en diencia. Únicamente con estas condiciones presta un buen servicio tam-
que el Magisterio ha condenado la anticoncepción es bién a la comprensión cristiana de tal autoridad y a su afirmación". (Ver
una definición dogmática, aunque sí es un pronuncia- este párrafo del documento en K. Rahner, pp.119-120). Ver lo que sobre
este mismo tema dijeron los obispos belgas en K. Rahner, pp. 86-87).
miento del Magisterio ordinario que exige obediencia y 71. Obispos alemanes (documento de 1967). Cf. K. Rahner, op.cit,
respeto. Esto no quita que, fundándose en razones res- p.18.

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VI indicó que debían ser los obispos los que señalaran ceros, especialmente cuando la observancia del ritmo
las soluciones a los problemas pastorales que fueran natural no logra dar una base suficientemente segura
surgiendo. Entre éstos tiene mucha importancia prác- para una regulación de los nacimientos. Por una parte
tica lo que se llama "conflicto de deberes". se percatan de que deben respetar la apertura a la vida
Esto significa que en algunas ocasiones las perso- en cada acto conyugal; al mismo tiempo estiman que
nas no están en la disposición subjetiva de poder elegir deben evitar en conciencia o deben retrasar un nuevo
entre el bien y el mal, sino que les parece que sólo nacimiento y no disponen de la posibilidad de recurrir al
pueden elegir entre diversos males. O, expresado en ritmo biológico. Por otra parte no ven, en su caso, cómo
términos positivos, que urgidos por diferentes valores puedan renunciar actualmente a la expresión física de su
o deberes sólo pueden cumplir el más importante, sin amor sin amenazar con esto la estabilidad de su hogar.
otra alternativa que excluir a los demás. Es lo que tradi- A este respecto recordamos precisamente la ense-
cionalmente se ha llamado el caso de "conciencia per- ñanza de la moral: cuando existe una alternativa de
pleja". En estas circunstancias la persona debe elegir deberes, en los cuales, cualquiera que sea la decisión
el deber más urgente o el que le parece objetivamente que se toma, uno no puede evitar el mal, la sabiduría
más importante. tradicional dice que se busque ante Dios el deber que,
Así unos esposos pueden estar urgidos por estos en el caso concreto, resulta ser el más importante. Los
tres deberes: a) no tener más hijos en virtud de la pater- esposos tomarán una decisión después de haberlo pen-
nidad responsable (p.e. porque debido á una enferme- sado juntos con todo el cuidado que la grandeza de su
dad cardiaca de la esposa un nuevo embarazo pondría vocación conyugal requiere" (nº 16, en K. Rahner, pp.
en peligro su vida); b) manifestarse su amor en la unión 138-139).
sexual a fin de no poner en peligro su matrimonio Para la hermenéutica de este documento conviene
en unas determinadas circunstancias difíciles (cf. GS recordar que su principal redactor y presentador fue
51a); c) unir en la expresión de su vida sexual los aspec- el P. Gustavo Martelet, que a su vez fue uno de los
tos unitivo y procreativo. Si en su caso no pudieran principales redactores de la HV y cuyas opiniones
utilizarse los métodos naturales (debido p.e. a largas en esta materia fueron recomendadas por el mismo
ausencias del marido), no sería subjetivamente inmo- Pablo VI 72.
ral la utilización del método artificial menos nocivo y En el mismo sentido se expresaron los obispos del
más adecuado a su situación. Canadá: "Los directores de espíritu pueden toparse con
Esta es la doctrina que expusieron diversos episco- otros matrimonios que, aun aceptando las enseñanzas
pados en sus documentos acerca de la HV, especial- del Santo Padre, advierten empero que -por causa
mente los obispos franceses. Estos últimos afirmaron: de circunstancias particulares- se hallan envueltos en
La contracepción no puede ser jamás un bien. Es una situación que les parece un verdadero conflicto de
siempre un desorden, pero tal desorden no es siempre deberes, como, por ejemplo, el conciliar el amor conyu-
culpable. En efecto, hay esposos que se encuentran
ante verdaderos conflictos de deberes. Nadie ignora las 72. Ver alocución de Pablo VI del 30-7-1968: en Ecclesia, nº 1402
angustias espirituales con que luchan los esposos sin- (10-8-1968), p.1173.

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VI indicó que debían ser los obispos los que señalaran ceros, especialmente cuando la observancia del ritmo
las soluciones a los problemas pastorales que fueran natural no logra dar una base suficientemente segura
surgiendo. Entre éstos tiene mucha importancia prác- para una regulación de los nacimientos. Por una parte
tica lo que se llama "conflicto de deberes". se percatan de que deben respetar la apertura a la vida
Esto significa que en algunas ocasiones las perso- en cada acto conyugal; al mismo tiempo estiman que
nas no están en la disposición subjetiva de poder elegir deben evitar en conciencia o deben retrasar un nuevo
entre el bien y el mal, sino que les parece que sólo nacimiento y no disponen de la posibilidad de recurrir al
pueden elegir entre diversos males. O, expresado en ritmo biológico. Por otra parte no ven, en su caso, cómo
términos positivos, que urgidos por diferentes valores puedan renunciar actualmente a la expresión física de su
o deberes sólo pueden cumplir el más importante, sin amor sin amenazar con esto la estabilidad de su hogar.
otra alternativa que excluir a los demás. Es lo que tradi- A este respecto recordamos precisamente la ense-
cionalmente se ha llamado el caso de "conciencia per- ñanza de la moral: cuando existe una alternativa de
pleja". En estas circunstancias la persona debe elegir deberes, en los cuales, cualquiera que sea la decisión
el deber más urgente o el que le parece objetivamente que se toma, uno no puede evitar el mal, la sabiduría
más importante. tradicional dice que se busque ante Dios el deber que,
Así unos esposos pueden estar urgidos por estos en el caso concreto, resulta ser el más importante. Los
tres deberes: a) no tener más hijos en virtud de la pater- esposos tomarán una decisión después de haberlo pen-
nidad responsable (p.e. porque debido á una enferme- sado juntos con todo el cuidado que la grandeza de su
dad cardiaca de la esposa un nuevo embarazo pondría vocación conyugal requiere" (nº 16, en K. Rahner, pp.
en peligro su vida); b) manifestarse su amor en la unión 138-139).
sexual a fin de no poner en peligro su matrimonio Para la hermenéutica de este documento conviene
en unas determinadas circunstancias difíciles (cf. GS recordar que su principal redactor y presentador fue
51a); c) unir en la expresión de su vida sexual los aspec- el P. Gustavo Martelet, que a su vez fue uno de los
tos unitivo y procreativo. Si en su caso no pudieran principales redactores de la HV y cuyas opiniones
utilizarse los métodos naturales (debido p.e. a largas en esta materia fueron recomendadas por el mismo
ausencias del marido), no sería subjetivamente inmo- Pablo VI 72.
ral la utilización del método artificial menos nocivo y En el mismo sentido se expresaron los obispos del
más adecuado a su situación. Canadá: "Los directores de espíritu pueden toparse con
Esta es la doctrina que expusieron diversos episco- otros matrimonios que, aun aceptando las enseñanzas
pados en sus documentos acerca de la HV, especial- del Santo Padre, advierten empero que -por causa
mente los obispos franceses. Estos últimos afirmaron: de circunstancias particulares- se hallan envueltos en
La contracepción no puede ser jamás un bien. Es una situación que les parece un verdadero conflicto de
siempre un desorden, pero tal desorden no es siempre deberes, como, por ejemplo, el conciliar el amor conyu-
culpable. En efecto, hay esposos que se encuentran
ante verdaderos conflictos de deberes. Nadie ignora las 72. Ver alocución de Pablo VI del 30-7-1968: en Ecclesia, nº 1402
angustias espirituales con que luchan los esposos sin- (10-8-1968), p.1173.

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gal y la paternidad responsable con la educación de los Y en su discurso del 12-11-88 a los participantes
hijos ya nacidos o bien con la salud de la madre. En en el II Congreso Internacional de Teología Moral
conformidad con los principios aceptados de la teolo- declara: "Pablo VI, calificando el acto contraceptivo
gía moral, en la medida que estas personas han inten- como intrínsecamente ilícito ha pretendido enseñar
tado sinceramente, pero sin conseguirlo, seguir una que la norma moral es tal que no admite excepciones,
línea de conducta conforme con las directrices dadas, nunca una circunstancia personal o social ha podido
pueden tener la certidumbre de que no están ·separa- jamás, ni puede, ni podrá, convertir un acto así en un
dos del amor de Dios, desde el momento que eligen acto ordenado de por sí".
honradamente el camino que estiman mejor" (nº 26, Este discurso, entre otras circunstancias, provocó
en K. Rahner, p. 103). Ver también Documento de los una carta abierta del célebre moralista Bernhard Haring
obispos belgas nº 5 (K. Rahner, pp. 87-88). contra la posición de Juan Pablo II (cf. Ecclesia, nº
Importante es también sobre esta cuestión el Docu- 2416-17 del 1-4-1989, pp. 440-443). El Vaticano con-
mento ya citado conclusivo del "Caso Washington", testó a esta carta con un artículo "casi oficial", apare-
emitido por la Congregación del Clero en 1971 y en cido en L'OsservatoreRomano (cf. Ecclesia,nº citado, pp.
el que se afirma: "Las circunstancias particulares que 444-446). En él se afirma, entre otras cosas, citando el nº
intervienen en un acto humano objetivamente malo, 14 de la HV: "No es lícito, ni siquiera por razones gra-
aunque no pueden transformarlo en objetivamente vir- vísimas, hacer el mal, a fin de que de allí venga el bien,
tuoso, pueden hacerlo inculpable, menos culpable o es decir, hacer objeto de un acto positivo de la voluntad
subjetivamente defendible" (ver el texto completo del lo que es intrínsecamente desorden desde el punto de
documento enJ.E. Eguren, pp. 108-114). vista moral". Y añade el artículo: "En sí misma y por sí
misma la contracepción es siempre un desorden moral,
porque objetivamente y de forma intrínseca (indepen-
5. ¿Ha condenadoJuan PabloII las interpretaciones dientemente de las intenciones, motivaciones y situa-
episcopalesque hablandel conflictode deberes? ciones subjetivas) contradice el lenguaje natural que
expresa la recíproca entrega total de los esposos". Y
Desde el principio de su pontificado Juan Pablo II añade: "La misma tradición moral, ahora recordada, ha
ha recordado la obligatoriedad de la doctrina conte- afirmado siempre también la distinción -no la separa-
nida en la HV (cf. FC 32). Pero a veces lo ha hecho ción y mucho menos la contraposición- entre el des-
con tal ímpetu y con tales expresiones que parece que orden objetivo y la culpa subjetiva. Por esto, cuando
haya querido condenar las soluciones pastorales que se se trata de juzgar el comportamiento moral subjetivo,
dieron al "caso Washington" o la apelación al conflicto dentro de la imprescindible referencia a la norma que
de deberes que expusieron algunos episcopados. prohibe el desorden intrínseco de la contracepción, es
Así, en un discurso publicado por L'Osservatore totalmente legítimo contemplar con la consideración
Romano el 18-9-1983, afirma: "La contracepción hay debida los diversos factores y aspectos de la actuación
que juzgarla, objetivamente, tan profundamente ilícita concreta de la persona, no sólo sus intenciones y moti-
que nunca, por ninguna razón, puede ser justificada". vaciones, sino también las diversas circunstancias de

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gal y la paternidad responsable con la educación de los Y en su discurso del 12-11-88 a los participantes
hijos ya nacidos o bien con la salud de la madre. En en el II Congreso Internacional de Teología Moral
conformidad con los principios aceptados de la teolo- declara: "Pablo VI, calificando el acto contraceptivo
gía moral, en la medida que estas personas han inten- como intrínsecamente ilícito ha pretendido enseñar
tado sinceramente, pero sin conseguirlo, seguir una que la norma moral es tal que no admite excepciones,
línea de conducta conforme con las directrices dadas, nunca una circunstancia personal o social ha podido
pueden tener la certidumbre de que no están ·separa- jamás, ni puede, ni podrá, convertir un acto así en un
dos del amor de Dios, desde el momento que eligen acto ordenado de por sí".
honradamente el camino que estiman mejor" (nº 26, Este discurso, entre otras circunstancias, provocó
en K. Rahner, p. 103). Ver también Documento de los una carta abierta del célebre moralista Bernhard Haring
obispos belgas nº 5 (K. Rahner, pp. 87-88). contra la posición de Juan Pablo II (cf. Ecclesia, nº
Importante es también sobre esta cuestión el Docu- 2416-17 del 1-4-1989, pp. 440-443). El Vaticano con-
mento ya citado conclusivo del "Caso Washington", testó a esta carta con un artículo "casi oficial", apare-
emitido por la Congregación del Clero en 1971 y en cido en L'OsservatoreRomano (cf. Ecclesia,nº citado, pp.
el que se afirma: "Las circunstancias particulares que 444-446). En él se afirma, entre otras cosas, citando el nº
intervienen en un acto humano objetivamente malo, 14 de la HV: "No es lícito, ni siquiera por razones gra-
aunque no pueden transformarlo en objetivamente vir- vísimas, hacer el mal, a fin de que de allí venga el bien,
tuoso, pueden hacerlo inculpable, menos culpable o es decir, hacer objeto de un acto positivo de la voluntad
subjetivamente defendible" (ver el texto completo del lo que es intrínsecamente desorden desde el punto de
documento enJ.E. Eguren, pp. 108-114). vista moral". Y añade el artículo: "En sí misma y por sí
misma la contracepción es siempre un desorden moral,
porque objetivamente y de forma intrínseca (indepen-
5. ¿Ha condenadoJuan PabloII las interpretaciones dientemente de las intenciones, motivaciones y situa-
episcopalesque hablandel conflictode deberes? ciones subjetivas) contradice el lenguaje natural que
expresa la recíproca entrega total de los esposos". Y
Desde el principio de su pontificado Juan Pablo II añade: "La misma tradición moral, ahora recordada, ha
ha recordado la obligatoriedad de la doctrina conte- afirmado siempre también la distinción -no la separa-
nida en la HV (cf. FC 32). Pero a veces lo ha hecho ción y mucho menos la contraposición- entre el des-
con tal ímpetu y con tales expresiones que parece que orden objetivo y la culpa subjetiva. Por esto, cuando
haya querido condenar las soluciones pastorales que se se trata de juzgar el comportamiento moral subjetivo,
dieron al "caso Washington" o la apelación al conflicto dentro de la imprescindible referencia a la norma que
de deberes que expusieron algunos episcopados. prohibe el desorden intrínseco de la contracepción, es
Así, en un discurso publicado por L'Osservatore totalmente legítimo contemplar con la consideración
Romano el 18-9-1983, afirma: "La contracepción hay debida los diversos factores y aspectos de la actuación
que juzgarla, objetivamente, tan profundamente ilícita concreta de la persona, no sólo sus intenciones y moti-
que nunca, por ninguna razón, puede ser justificada". vaciones, sino también las diversas circunstancias de

130 131
su vida, en primer lugar, las causas que pueden cerce- Sería una situación parecida a la de la legítima
nar su conocimiento y su libre voluntad. Y esta situa- defensa: el que mata a un injusto agresor que está
ción subjetiva, mientras que jamás puede cambiar en amenazando la vida de un niño, siempre hará un acto
'orden' lo que es intrínseco 'desorden', puede incidir objetivamente malo (matar a una persona siempre es
en distinto grado sobre la responsabilidad de la per- objetivamente malo porque es atentar contra un dere-
sona que actúa. Como es sabido es éste un principio cho fundamental de la persona), pero no cometerá
general que se aplica a todo desorden moral, incluso pecado si lo que directamente intenta no es quitar la
intrínseco; se aplica, por tanto, también a la contracep- vida del agresor sino salvar, del único modo posible
ción". en aquellas circunstancias, la vida del niño.
Si este artículo expresa, como parece, la interpre- La encíclica Veritatis splendor no añade nada nuevo
tación auténtica de los discursos de Juan Pablo II a lo ya sabido. De una forma indirecta se habla de
sobre el tema de la anticoncepción, creo sinceramente que la contracepción es inadmisible en virtud de la
que éste no ha condenado la afirmación de los obis- ley natural (nº 47) y se insiste en que la conciencia
pos franceses refiriéndose al conflicto de deberes: "La no es creadora de las normas morales sino que debe
contracepción no puede ser jamás un bien. Es siem- esforzarse en conocer la verdad objetiva y en actuar
pre un desorden, pero tal desorden no es siempre cul- de acuerdo con ella.
pable". Lo mismo que tampoco Juan Pablo II estaría De todos modos, sería de desear que la Santa
en contra de la solución que se dio al "Caso Washing- Sede en sus declaraciones no acentuara solamente el
ton" en la que se decía: "Las circunstancias particula- aspecto objetivo de la contracepción. De esta manera,
res que intervienen en un acto humano objetivamente quizás no se podrían evitar ciertos abusos, pero
malo, aunque no pueden transformarlo en objetiva- se manifestaría mejor el rostro de la Iglesia como
mente virtuoso, pueden hacerlo inculpable, menos "Madre" y el respeto tradicional hacia los derechos de
culpable o subjetivamente defendible". la recta conciencia.
En resumen, mientras la utilización de medios
anticonceptivos artificiales no sea objeto de un acto
positivo de la voluntad, dicha utilización será siempre 6. La licitud de los medios terapéuticos
un acto objetivamente desordenado, pero no siempre
un acto pecaminoso. Este no ser pecado puede prove- La encíclica HV afirma en el nº 15: "La Iglesia
nir de la falta de conocimiento perfecto o de volun- no considera de ningún modo ilícito el uso de los
tad libre, pero también de otra circunstancias de la medios terapéuticos verdaderamente necesarios para
vida, entre las que se pueden encontrar la necesidad curar enfermedades q.el organismo, a pesar de que se
de salvaguardar ciertos valores que, al menos subjeti- siguiese un impedimento, aun previsto, para la pro-
vamente, se consideran en la situación concreta más creación, con tal que ese impedimento no sea, por cual-
urgentes que el no separar los aspectos unitivo y pro- quier motivo directamente querido".
creativo de la unión conyugal. De acuerdo con la interpretación de la mayoría de
los moralistas, de lo anterior se sigue que el uso de .
132 133
su vida, en primer lugar, las causas que pueden cerce- Sería una situación parecida a la de la legítima
nar su conocimiento y su libre voluntad. Y esta situa- defensa: el que mata a un injusto agresor que está
ción subjetiva, mientras que jamás puede cambiar en amenazando la vida de un niño, siempre hará un acto
'orden' lo que es intrínseco 'desorden', puede incidir objetivamente malo (matar a una persona siempre es
en distinto grado sobre la responsabilidad de la per- objetivamente malo porque es atentar contra un dere-
sona que actúa. Como es sabido es éste un principio cho fundamental de la persona), pero no cometerá
general que se aplica a todo desorden moral, incluso pecado si lo que directamente intenta no es quitar la
intrínseco; se aplica, por tanto, también a la contracep- vida del agresor sino salvar, del único modo posible
ción". en aquellas circunstancias, la vida del niño.
Si este artículo expresa, como parece, la interpre- La encíclica Veritatis splendor no añade nada nuevo
tación auténtica de los discursos de Juan Pablo II a lo ya sabido. De una forma indirecta se habla de
sobre el tema de la anticoncepción, creo sinceramente que la contracepción es inadmisible en virtud de la
que éste no ha condenado la afirmación de los obis- ley natural (nº 47) y se insiste en que la conciencia
pos franceses refiriéndose al conflicto de deberes: "La no es creadora de las normas morales sino que debe
contracepción no puede ser jamás un bien. Es siem- esforzarse en conocer la verdad objetiva y en actuar
pre un desorden, pero tal desorden no es siempre cul- de acuerdo con ella.
pable". Lo mismo que tampoco Juan Pablo II estaría De todos modos, sería de desear que la Santa
en contra de la solución que se dio al "Caso Washing- Sede en sus declaraciones no acentuara solamente el
ton" en la que se decía: "Las circunstancias particula- aspecto objetivo de la contracepción. De esta manera,
res que intervienen en un acto humano objetivamente quizás no se podrían evitar ciertos abusos, pero
malo, aunque no pueden transformarlo en objetiva- se manifestaría mejor el rostro de la Iglesia como
mente virtuoso, pueden hacerlo inculpable, menos "Madre" y el respeto tradicional hacia los derechos de
culpable o subjetivamente defendible". la recta conciencia.
En resumen, mientras la utilización de medios
anticonceptivos artificiales no sea objeto de un acto
positivo de la voluntad, dicha utilización será siempre 6. La licitud de los medios terapéuticos
un acto objetivamente desordenado, pero no siempre
un acto pecaminoso. Este no ser pecado puede prove- La encíclica HV afirma en el nº 15: "La Iglesia
nir de la falta de conocimiento perfecto o de volun- no considera de ningún modo ilícito el uso de los
tad libre, pero también de otra circunstancias de la medios terapéuticos verdaderamente necesarios para
vida, entre las que se pueden encontrar la necesidad curar enfermedades q.el organismo, a pesar de que se
de salvaguardar ciertos valores que, al menos subjeti- siguiese un impedimento, aun previsto, para la pro-
vamente, se consideran en la situación concreta más creación, con tal que ese impedimento no sea, por cual-
urgentes que el no separar los aspectos unitivo y pro- quier motivo directamente querido".
creativo de la unión conyugal. De acuerdo con la interpretación de la mayoría de
los moralistas, de lo anterior se sigue que el uso de .
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los anovulatorios (mejor no llamarlos en estos casos rridos en 1960 después de la independencia del Zaire,
"píldoras anticonceptivas") estará permitido en las antiguo Congo Belga. Algunas religiosas fueron viola-
siguientes situaciones: das y quedaron embarazadas. ¿Les estaba permitido a
a) Para curar la esterilidad funcional de la mujer las que se quedaron en el país defenderse de un posi-
y en diversas enfermedades del aparato reproductor ble embarazo, provocando su esterilización temporal
femenino 73 . mediante el uso de los anovulatorios?
b) Para buscar la regulación del ciclo menstrual de Tres ilustres moralistas, muy vinculados al Santo
la mujer. Oficio, defendieron la opinión afirmativa. Aunque se
c) Como" reposo ovárico después del parto, ya que dieron diversas razones, la base de la argumentación
se supone que la naturaleza pide un cierto reposo antes estaría en que el provocar la esterilización temporal no
de que la mujer vuelva a quedar embarazada. En este sería pecaminoso cuando el acto sexual no se realiza
caso el uso de los anovulatorios, siempre con prescrip- de una manera libre y voluntaria. El tema ha vuelto a
ción médica, estaría permitido en los seis meses poste- cobrar actualidad con motivo de los acontecimientos
riores al parto, aunque éste es un caso en el que, al no acaecidos en la antigua Yugoslavia (d. G. Perico, pp.
haber acuerdo entre los médicos, tampoco lo hay entre 40-45).
los moralistas. Sobre esta cuestión dice el chileno Juan de Castro:
d) Para curar la neurosis de embarazo. En esta "En estos casos lo que las mujeres pretenden y procu-
situación no se trataría de una esterilización temporal ran efectiva y directamente, como objeto de volición,
directa, sino, como en el caso de la esterilidad funcio- no es el destituir de su fuerza procreativa a ciertos
nal, de una forma de hacer reencontrar el sentido de la actos que ellas querrían poner; sino, por el contrario,
maternidad a una mujer que por razones psicológicas lo que ellas directa e inmediatamente quieren es defen-
se ha vuelto temporalmente estéril 74 . derse contra una injusta agresión. Puesto que temen
que su repulsión y rechazo será ineficaz, en el sentido
de que no podrán evitar el acto impuesto, al menos
7. La licitud de los anovulatoriospara prevenir pretenden impedirlo en cuanto a una imposición pro-
las consecuenciasde una violación creativa no querida ni debida" 75 •
Esto mismo puede aplicarse cuando la violencia
La discusión de este tema saltó a la palestra teoló- sexual se da dentro del matrimonio. Sobre todo en los
gica y al gran público con motivo de los sucesos ocu- países en que predomina el machismo, es frecuente
encontrarse con situaciones en que la mujer no tenga
otra forma de defenderse de los abusos del marido que
73. Es lícito usar la píldora cuando hay razones serias para retrasar
la menstruación, como puede ser el evitar las molestias propias de estos
la utilización de los anovulatorios, cuando la esposa
días para atender mejor ciertos compromisos sociales: viajes, exámenes, ni quiere ni debe en virtud de la paternidad responsa-
torneos deportivos, etc.
74. Véase una explicación de todos estos casos en E. López Azpitarte,
Sexualidad y matrimonio hoy. Ed. Sal Terrae, Santander 1975, pp. 249-254. 75. En CELAP, Sexualidad y moral cristiana, ed. CELAP-Herder, San-
tiago-Barcelona 1972, pp. 356-358.

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los anovulatorios (mejor no llamarlos en estos casos rridos en 1960 después de la independencia del Zaire,
"píldoras anticonceptivas") estará permitido en las antiguo Congo Belga. Algunas religiosas fueron viola-
siguientes situaciones: das y quedaron embarazadas. ¿Les estaba permitido a
a) Para curar la esterilidad funcional de la mujer las que se quedaron en el país defenderse de un posi-
y en diversas enfermedades del aparato reproductor ble embarazo, provocando su esterilización temporal
femenino 73 . mediante el uso de los anovulatorios?
b) Para buscar la regulación del ciclo menstrual de Tres ilustres moralistas, muy vinculados al Santo
la mujer. Oficio, defendieron la opinión afirmativa. Aunque se
c) Como" reposo ovárico después del parto, ya que dieron diversas razones, la base de la argumentación
se supone que la naturaleza pide un cierto reposo antes estaría en que el provocar la esterilización temporal no
de que la mujer vuelva a quedar embarazada. En este sería pecaminoso cuando el acto sexual no se realiza
caso el uso de los anovulatorios, siempre con prescrip- de una manera libre y voluntaria. El tema ha vuelto a
ción médica, estaría permitido en los seis meses poste- cobrar actualidad con motivo de los acontecimientos
riores al parto, aunque éste es un caso en el que, al no acaecidos en la antigua Yugoslavia (d. G. Perico, pp.
haber acuerdo entre los médicos, tampoco lo hay entre 40-45).
los moralistas. Sobre esta cuestión dice el chileno Juan de Castro:
d) Para curar la neurosis de embarazo. En esta "En estos casos lo que las mujeres pretenden y procu-
situación no se trataría de una esterilización temporal ran efectiva y directamente, como objeto de volición,
directa, sino, como en el caso de la esterilidad funcio- no es el destituir de su fuerza procreativa a ciertos
nal, de una forma de hacer reencontrar el sentido de la actos que ellas querrían poner; sino, por el contrario,
maternidad a una mujer que por razones psicológicas lo que ellas directa e inmediatamente quieren es defen-
se ha vuelto temporalmente estéril 74 . derse contra una injusta agresión. Puesto que temen
que su repulsión y rechazo será ineficaz, en el sentido
de que no podrán evitar el acto impuesto, al menos
7. La licitud de los anovulatoriospara prevenir pretenden impedirlo en cuanto a una imposición pro-
las consecuenciasde una violación creativa no querida ni debida" 75 •
Esto mismo puede aplicarse cuando la violencia
La discusión de este tema saltó a la palestra teoló- sexual se da dentro del matrimonio. Sobre todo en los
gica y al gran público con motivo de los sucesos ocu- países en que predomina el machismo, es frecuente
encontrarse con situaciones en que la mujer no tenga
otra forma de defenderse de los abusos del marido que
73. Es lícito usar la píldora cuando hay razones serias para retrasar
la menstruación, como puede ser el evitar las molestias propias de estos
la utilización de los anovulatorios, cuando la esposa
días para atender mejor ciertos compromisos sociales: viajes, exámenes, ni quiere ni debe en virtud de la paternidad responsa-
torneos deportivos, etc.
74. Véase una explicación de todos estos casos en E. López Azpitarte,
Sexualidad y matrimonio hoy. Ed. Sal Terrae, Santander 1975, pp. 249-254. 75. En CELAP, Sexualidad y moral cristiana, ed. CELAP-Herder, San-
tiago-Barcelona 1972, pp. 356-358.

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ble posibilitar una nueva maternidad y no puede evi- Bibliografía
tarlo de otro modo. En estos casos, como dice Pablo VI,
l. Juan E. Eguren. Planeaciónfamiliar y valores humanos. Ed.
se trata de "un acto conyugal impuesto al cónyuge sin
Paulinas, Bogotá 1972.
considerar su condición actual y sus legítimos deseos y 2. Bernhard Haring. Paternidad responsable.Ed. Paulinas, Ma-
no es un verdadero acto de amor" (HV,13). drid 1971.
En una entrevista con motivo de los acontecimien- 3. Antonio Hortelano. Problemasactualesde moral.Tomo II. Ed.
tos de Yugoslavia el actual cardenal Pietro Palazzini, Sígueme, Salamanca 1980, pp. 611~638.
4. Eduardo López Azpitarte. Etica de la sexualidady del matri-
uno de los teólogos del Santo Oficio que se expresa- monio.Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 327-379.
ron en 1960 afirma: "Contrariamente a lo que muchos 5. Gustavo Martelet. La existencia humana y el amor. Para com-
piensan, La Iglesia no condena la píldora de una forma prendermejor la encíclica Humanae vitae. Ed. Desclée, Bilbao 1970.
absoluta. Lo hace sólo en relación a la intención con 6. Giacomo Perico. "Stupro, aborto e anticonzezionali": La
que se usa. En el caso estudiado por nosotros la inten- Civilta Cattolica, 1993, III, pp.
37-46.
ción es la 'legítima defensa', y no entiendo cómo se 7. Karl Rahner. Reflexionesen torno a la Humanae vitae. Ed. Pau-
puede considerar ilícito que una mujer en peligro inmi- linas, Madrid 1971. (Con los principales documentos episcopales
nente de agresión tome la píldora" 76. sobre la encíclica).
En cuanto a los casos de violación sexual ya reali- 8. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de
zada en que se teme que la mujer haya podido quedar actitudes II-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 562-584.
embarazada, téngase en cuenta que es lícito el empleo
de los lavados vaginales, realizados a ser posible por
un médico, para prevenir la concepción, siempre que
no haya peligro de aborto, es decir antes de que hayan
pasado unas doce horas después del acto sexual, ya
que éste es el periodo mínimo que necesitan los esper-
matozoides para ponerse en contacto con el óvulo. Es
lógico que para su eficacia el lavado debe realizarse
cuanto antes. También en este caso se trataría de una
acción que busca la legítima defensa con respecto a las
posibles consecuencias de la violación ya realizada. No
hay aquí separación entre los aspectos unitivo y pro-
creativo del acto sexual, porque por hipótesis no se ha
dado el aspecto unitivo de un modo auténticamente
humano.

76. "La píldora y la legítima defensa": 30 Días, nº 70-71 (1993), p. 20.

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ble posibilitar una nueva maternidad y no puede evi- Bibliografía
tarlo de otro modo. En estos casos, como dice Pablo VI,
l. Juan E. Eguren. Planeaciónfamiliar y valores humanos. Ed.
se trata de "un acto conyugal impuesto al cónyuge sin
Paulinas, Bogotá 1972.
considerar su condición actual y sus legítimos deseos y 2. Bernhard Haring. Paternidad responsable.Ed. Paulinas, Ma-
no es un verdadero acto de amor" (HV,13). drid 1971.
En una entrevista con motivo de los acontecimien- 3. Antonio Hortelano. Problemasactualesde moral.Tomo II. Ed.
tos de Yugoslavia el actual cardenal Pietro Palazzini, Sígueme, Salamanca 1980, pp. 611~638.
4. Eduardo López Azpitarte. Etica de la sexualidady del matri-
uno de los teólogos del Santo Oficio que se expresa- monio.Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 327-379.
ron en 1960 afirma: "Contrariamente a lo que muchos 5. Gustavo Martelet. La existencia humana y el amor. Para com-
piensan, La Iglesia no condena la píldora de una forma prendermejor la encíclica Humanae vitae. Ed. Desclée, Bilbao 1970.
absoluta. Lo hace sólo en relación a la intención con 6. Giacomo Perico. "Stupro, aborto e anticonzezionali": La
que se usa. En el caso estudiado por nosotros la inten- Civilta Cattolica, 1993, III, pp.
37-46.
ción es la 'legítima defensa', y no entiendo cómo se 7. Karl Rahner. Reflexionesen torno a la Humanae vitae. Ed. Pau-
puede considerar ilícito que una mujer en peligro inmi- linas, Madrid 1971. (Con los principales documentos episcopales
nente de agresión tome la píldora" 76. sobre la encíclica).
En cuanto a los casos de violación sexual ya reali- 8. Marciano Vidal. Moral del amor y de la sexualidad (Moral de
zada en que se teme que la mujer haya podido quedar actitudes II-2"). Ed. PS, Madrid 19918, pp. 562-584.
embarazada, téngase en cuenta que es lícito el empleo
de los lavados vaginales, realizados a ser posible por
un médico, para prevenir la concepción, siempre que
no haya peligro de aborto, es decir antes de que hayan
pasado unas doce horas después del acto sexual, ya
que éste es el periodo mínimo que necesitan los esper-
matozoides para ponerse en contacto con el óvulo. Es
lógico que para su eficacia el lavado debe realizarse
cuanto antes. También en este caso se trataría de una
acción que busca la legítima defensa con respecto a las
posibles consecuencias de la violación ya realizada. No
hay aquí separación entre los aspectos unitivo y pro-
creativo del acto sexual, porque por hipótesis no se ha
dado el aspecto unitivo de un modo auténticamente
humano.

76. "La píldora y la legítima defensa": 30 Días, nº 70-71 (1993), p. 20.

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problema demográfico, sin descuidar, por supuesto,
aquellos aspectos que afectan más al individuo y a la
CAPÍTUL09 pareja.
PATERNIDAD RESPONSABLE Existe en el mundo un problema demográfico, que
Y POLÍTICAS DEMOGRÁFICAS: aunque en estos momentos ha dejado el primer plano
ASPECTOS SOCIOPOLÍTICOS a la preocupación por el problema ecológico, continúa
siendo importante. Quizás lo principal del llamado
problema demográfico queda muy bien expuesto en
el comienzo del párrafo que Pablo VI le dedicó en la
Populorum progressio:"Es cierto que muchas veces un
crecimiento demográfico acelerado añade sus dificul-
1. Situación actual del problemademográfico tades a los problemas del desarrollo; el volumen de
la población crece con más rapidez que los recursos
Tradicionalmente las cuestiones relativas a la pater- disponibles y nos encontramos, aparentemente, en un
nidad responsable o al control natal se consideraban callejón sin salida" (PP 37).
como problemas relacionados con la moral personal, En el texto anterior conviene subrayar la expresión
especialmente con la ética sexual y familiar. Poco a "crecimiento acelerado". El problema no se plantea
poco ha ido creciendo la conciencia de que estos pro- tanto en términos de cantidad de población cuanto en
blemas están también íntimamente relacionados con la términos de "ritmo de crecimiento de la población",
moral sociopolítica. A este respecto afirman los obis- especialmente cuando comparamos "ritmo de creci-
pos del Brasil: "Actualmente, en el caso de la fecun- miento demográfico" con "ritmo de crecimiento econó-
didad, es el destino de una nación y del mundo lo mico", aunque desde luego no identificamos de ningún
que está en juego. No se trata sólo de un problema de modo desarrollo con mero crecimiento económico.
ámbito exclusivamente conyugal o familiar. La nación Distingamos, pues, entre "explosión demográfica"
y el mundo tienen el derecho de multiplicar sus hijos y "superpoblación". Para poner un ejemplo: Si México
en la medida en que pueden alimentarlos y educarlos. en 1997 tenía una población estimada en 93 millones
Se trata, en último término, de una exigencia del bien de habitantes, con un crecimiento de alrededor de un
común. Hoy, por lo tanto, el valor moral de la pro- 2% anual, podemos afirmar que México no es un país
creación es el resultado también de consideraciones de superpoblado (su densidad no llega a los 47.5 habitan-
orden económico, social y demográfico" (citado en E. tes por km 2), pero es un país con un fuerte problema
Bonnín, p. 190). demográfico, no sólo porque durante muchos años su
De hecho, desde el pontificado de Juan XXIII, los crecimiento económico ha sido inferior al crecimiento
Papas y las Conferencias Episcopales, especialmente demográfico, sino sobre todo por las graves injusticias
de A.L., se han preocupado frecuentemente de orien- que se dan en la distribución del ingreso mexicano.
tar a los fieles acerca de los aspectos sociopolíticos del Con las actuales estructuras México no podrá soportar
los 500 millones de habitantes que tendrá dentro de
138 139
problema demográfico, sin descuidar, por supuesto,
aquellos aspectos que afectan más al individuo y a la
CAPÍTUL09 pareja.
PATERNIDAD RESPONSABLE Existe en el mundo un problema demográfico, que
Y POLÍTICAS DEMOGRÁFICAS: aunque en estos momentos ha dejado el primer plano
ASPECTOS SOCIOPOLÍTICOS a la preocupación por el problema ecológico, continúa
siendo importante. Quizás lo principal del llamado
problema demográfico queda muy bien expuesto en
el comienzo del párrafo que Pablo VI le dedicó en la
Populorum progressio:"Es cierto que muchas veces un
crecimiento demográfico acelerado añade sus dificul-
1. Situación actual del problemademográfico tades a los problemas del desarrollo; el volumen de
la población crece con más rapidez que los recursos
Tradicionalmente las cuestiones relativas a la pater- disponibles y nos encontramos, aparentemente, en un
nidad responsable o al control natal se consideraban callejón sin salida" (PP 37).
como problemas relacionados con la moral personal, En el texto anterior conviene subrayar la expresión
especialmente con la ética sexual y familiar. Poco a "crecimiento acelerado". El problema no se plantea
poco ha ido creciendo la conciencia de que estos pro- tanto en términos de cantidad de población cuanto en
blemas están también íntimamente relacionados con la términos de "ritmo de crecimiento de la población",
moral sociopolítica. A este respecto afirman los obis- especialmente cuando comparamos "ritmo de creci-
pos del Brasil: "Actualmente, en el caso de la fecun- miento demográfico" con "ritmo de crecimiento econó-
didad, es el destino de una nación y del mundo lo mico", aunque desde luego no identificamos de ningún
que está en juego. No se trata sólo de un problema de modo desarrollo con mero crecimiento económico.
ámbito exclusivamente conyugal o familiar. La nación Distingamos, pues, entre "explosión demográfica"
y el mundo tienen el derecho de multiplicar sus hijos y "superpoblación". Para poner un ejemplo: Si México
en la medida en que pueden alimentarlos y educarlos. en 1997 tenía una población estimada en 93 millones
Se trata, en último término, de una exigencia del bien de habitantes, con un crecimiento de alrededor de un
común. Hoy, por lo tanto, el valor moral de la pro- 2% anual, podemos afirmar que México no es un país
creación es el resultado también de consideraciones de superpoblado (su densidad no llega a los 47.5 habitan-
orden económico, social y demográfico" (citado en E. tes por km 2), pero es un país con un fuerte problema
Bonnín, p. 190). demográfico, no sólo porque durante muchos años su
De hecho, desde el pontificado de Juan XXIII, los crecimiento económico ha sido inferior al crecimiento
Papas y las Conferencias Episcopales, especialmente demográfico, sino sobre todo por las graves injusticias
de A.L., se han preocupado frecuentemente de orien- que se dan en la distribución del ingreso mexicano.
tar a los fieles acerca de los aspectos sociopolíticos del Con las actuales estructuras México no podrá soportar
los 500 millones de habitantes que tendrá dentro de
138 139
cien años si su población sigue creciendo al ritmo 2150 la población sería de 85000 millones y para dentro
actual. México tiene, pues un problema demográfico, de unos 700 años habría en la tierra una persona por
aunque quizás sea más exacto decir que tiene un agudo m 2, incluyendo las áreas marinas. Está claro que algo
problema de desarrollo, uno de cuyos componentes es pasará en la humanidad para no llegar a estos extre-
el demográfico. mos (las estadísticas no tienen en cuenta por ejemplo
En el extremo contrario pongamos el ejemplo de un el impacto del SIDA). Algo parecido hay que decir de
país como Holanda que, aun teniendo una densidad los catastrofistas del otro extremo que afirman p.e.
de 370 h. por km 2, su magnífica situación económica y que si México baja cada tres años un 0.1% de su creci-
su casi mínimo incremento demográfico (0.3% anual), miento demográfico, dentro de x años se va a quedar
le dispensa de tener un problema de población por sin habitantes. Creo que la cuestión está en encontrar
exceso de habitantes. Para ser más exactos, Holanda y unos medios de solucionar el problema demográfico
otros países de Europa tendrán dentro de muy poco un mundial que salvaguarden la dignidad y los derechos
agudo problema demográfico, con fuertes repercusio- de las personas y de las parejas, y no se llegue a una
nes sociales, debido a la disminución de habitantes, al situación como la de China en donde está prohibido a
haber cada año menos niños y jóvenes y más ancianos. las parejas tener más de un hijo, con todo lo que esto
A pesar de que en algunos países del Primer Mundo conlleva de infanticidio femenino y de otros efectos
el problema actual sea la disminución de la población, malignos.
las cifras nos revelan que a nivel mundial existe en el
planeta tierra una auténtica explosión demográfica. Si
alrededor de 1650 la población mundial era de unos 2. Doctrinasy politicasdemográficas
500 millones de habitantes, en 1930 llega a los 2000
millones, para duplicarse 45 años después en 1975. En Frente al problema demográfico que hemos esbo-
1987 se llegó a los 5000 millones y para el año 2000 zado a grandes rasgos surgen una serie de doctrinas
se habrá sobrepasado la cifra de los 6000 millones de que pretenden explicarlo y solucionarlo, esto último
seres humanos. Los datos de la ONU en el Documento con la aplicación de las correspondientes políticas
de El Cairo (1994) indican que las proyecciones van demográficas. Llamamos aquí políticas demográficas al
de un mínimo de 7270 millones a un máximo de 7920 "conjunto de metas y estrategias para lograrlas, adop-
millones para el año 2015. En el año 2050 la población tadas por el Estado en relación con el tamaño, compo-
mundial estaría entre 7800 y 12500 millones según sición, distribución y ritmo de cambio de la población,
se logre o no rebajar significativamente el crecimiento que mejor se adecuen a los objetivos declarados de las
actual. políticas de desarrollo económico social" 77 •
Indudablemente que, manejando cifras teórica-
mente ciertas, se puede hacer en esta materia lo que
se llama "catastrofismo demográfico". Así, en plan de
prospectiva, los demógrafos indican que, manteniendo 77. Cf. Carmen A. Miró, Políticasde población,Santiago de Chile 1971,
el índice actual de crecimiento del 1.7% anual, en el año p.4.

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cien años si su población sigue creciendo al ritmo 2150 la población sería de 85000 millones y para dentro
actual. México tiene, pues un problema demográfico, de unos 700 años habría en la tierra una persona por
aunque quizás sea más exacto decir que tiene un agudo m 2, incluyendo las áreas marinas. Está claro que algo
problema de desarrollo, uno de cuyos componentes es pasará en la humanidad para no llegar a estos extre-
el demográfico. mos (las estadísticas no tienen en cuenta por ejemplo
En el extremo contrario pongamos el ejemplo de un el impacto del SIDA). Algo parecido hay que decir de
país como Holanda que, aun teniendo una densidad los catastrofistas del otro extremo que afirman p.e.
de 370 h. por km 2, su magnífica situación económica y que si México baja cada tres años un 0.1% de su creci-
su casi mínimo incremento demográfico (0.3% anual), miento demográfico, dentro de x años se va a quedar
le dispensa de tener un problema de población por sin habitantes. Creo que la cuestión está en encontrar
exceso de habitantes. Para ser más exactos, Holanda y unos medios de solucionar el problema demográfico
otros países de Europa tendrán dentro de muy poco un mundial que salvaguarden la dignidad y los derechos
agudo problema demográfico, con fuertes repercusio- de las personas y de las parejas, y no se llegue a una
nes sociales, debido a la disminución de habitantes, al situación como la de China en donde está prohibido a
haber cada año menos niños y jóvenes y más ancianos. las parejas tener más de un hijo, con todo lo que esto
A pesar de que en algunos países del Primer Mundo conlleva de infanticidio femenino y de otros efectos
el problema actual sea la disminución de la población, malignos.
las cifras nos revelan que a nivel mundial existe en el
planeta tierra una auténtica explosión demográfica. Si
alrededor de 1650 la población mundial era de unos 2. Doctrinasy politicasdemográficas
500 millones de habitantes, en 1930 llega a los 2000
millones, para duplicarse 45 años después en 1975. En Frente al problema demográfico que hemos esbo-
1987 se llegó a los 5000 millones y para el año 2000 zado a grandes rasgos surgen una serie de doctrinas
se habrá sobrepasado la cifra de los 6000 millones de que pretenden explicarlo y solucionarlo, esto último
seres humanos. Los datos de la ONU en el Documento con la aplicación de las correspondientes políticas
de El Cairo (1994) indican que las proyecciones van demográficas. Llamamos aquí políticas demográficas al
de un mínimo de 7270 millones a un máximo de 7920 "conjunto de metas y estrategias para lograrlas, adop-
millones para el año 2015. En el año 2050 la población tadas por el Estado en relación con el tamaño, compo-
mundial estaría entre 7800 y 12500 millones según sición, distribución y ritmo de cambio de la población,
se logre o no rebajar significativamente el crecimiento que mejor se adecuen a los objetivos declarados de las
actual. políticas de desarrollo económico social" 77 •
Indudablemente que, manejando cifras teórica-
mente ciertas, se puede hacer en esta materia lo que
se llama "catastrofismo demográfico". Así, en plan de
prospectiva, los demógrafos indican que, manteniendo 77. Cf. Carmen A. Miró, Políticasde población,Santiago de Chile 1971,
el índice actual de crecimiento del 1.7% anual, en el año p.4.

140 141
Las doctrinas a que nos hemos referido son funda- mente el derecho de los padres de familia a determinar
mentalmente dos: el neomalthusianismo y el desarro- el número de sus hijos y el espaciamiento entre ellos.
llo integral. Hay países como Puerto Rico en donde más de una 3ª
a) Los gobiernos e instituciones neomalthusianas, parte de las mujeres en edad de procrear han sido ya
encabezadas por los Estados Unidos, han defendido esterilizadas. En el Brasil han sido esterilizadas más de
la tesis de la necesidad ineludible del control de los diez millones de mujeres.
nacimientos, recurriendo, si es preciso, a medidas coer- En México, sobre todo en las zonas indígenas y
citivas, es decir obligatorias y no voluntarias. Según campesinas, se va por el mismo camino. Sobre todo
ellos, el crecimiento incontrolado de la población es la si se tiene en cuenta que, elaborado en la época del
causa principal de la pobreza, hambre, destrucción del Presidente Bush, existe por parte de la Agencia de
medio ambiente y otros males. Creen necesario actuar Desarrollo Internacional (AID) un vasto plan de este-
primero sobre la fecundidad. Si se disminuye la pobla- rilizaciones en el Tercer Mundo. En este plan México
ción por la difusión de técnicas abortivas, esterilizantes ocupa el primer lugar, la India el segundo y el Brasil
y anticonceptivas, se reducirán las cargas que implica el tercero. De hecho, miembros de la Asociación por
el aumento poblacional y los capitales podrán dedi- la Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria, pagados por
carse a mejorar los distintos factores del desarrollo (la el Departamento de Estado de los Estados Unidos, ya
educación, la salud, la vivienda, los puestos de tra- abrieron establecimientos en México para esterilizar a
bajo, etc.). Como dijo Robert McNamara, expresidente millones de hombres y mujeres. Empleados de la Uni-
del Banco Mundial, "el mayor de los obstáculos al versidad John Hopkins, con contratos parecidos, están
progreso económico y social de casi todo el mundo entrenando mexicanos en el arte de esterilizar a los
subdesarrollado es el desenfrenado crecimiento demo- adultos jóvenes que apenas inician la formación de
gráfico" 78• Las políticas consiguientes se inspiran en la familias 79 .
frase del expresidente de los Estados Unidos Lindon b) La otra postura frente al problema demográfico
Johnson: "Son más rentables cinco dólares invertidos es la del desarrollo integral. Los gobiernos e institu-
en el control de la natalidad que cien invertidos en el ciones que la defienden (entre las que se encuentra la
desarrollo económico". Iglesia Católica) insisten en la prioridad del desarrollo
De acuerdo con esta ideología los Estados Unidos, socioeconómico y de la más justa distribución de la
con la ayuda de ciertas fundaciones particulares, de riqueza. De hecho se ha comprobado que el aumento
algunos organismos de la ONU y de determinados del nivel de vida, especialmente del nivel educativo,
países europeos, han instalado toda una serie de agen- es uno de los factores claves para frenar la explosión
cias demográficas que, con la colaboración de sus filia- demográfica. Con acertada expresión se ha dicho que
les en el Tercer Mundo, procuran llevar a la práctica "el desarrollo es la píldora anticonceptiva más eficaz".
sus postulados neomalthusianos, sin respetar normal- Se argumenta en contra de los neomalthusianos que
los datos históricos muestran que el crecimiento de la

78. "Una carrera contra el tiempo": Facetas,7 (1974), pp.3s. 79. Cf. EIR. Resumen Ejecutivo, 8 (1991), nº 14-15, p.60.

142 143
Las doctrinas a que nos hemos referido son funda- mente el derecho de los padres de familia a determinar
mentalmente dos: el neomalthusianismo y el desarro- el número de sus hijos y el espaciamiento entre ellos.
llo integral. Hay países como Puerto Rico en donde más de una 3ª
a) Los gobiernos e instituciones neomalthusianas, parte de las mujeres en edad de procrear han sido ya
encabezadas por los Estados Unidos, han defendido esterilizadas. En el Brasil han sido esterilizadas más de
la tesis de la necesidad ineludible del control de los diez millones de mujeres.
nacimientos, recurriendo, si es preciso, a medidas coer- En México, sobre todo en las zonas indígenas y
citivas, es decir obligatorias y no voluntarias. Según campesinas, se va por el mismo camino. Sobre todo
ellos, el crecimiento incontrolado de la población es la si se tiene en cuenta que, elaborado en la época del
causa principal de la pobreza, hambre, destrucción del Presidente Bush, existe por parte de la Agencia de
medio ambiente y otros males. Creen necesario actuar Desarrollo Internacional (AID) un vasto plan de este-
primero sobre la fecundidad. Si se disminuye la pobla- rilizaciones en el Tercer Mundo. En este plan México
ción por la difusión de técnicas abortivas, esterilizantes ocupa el primer lugar, la India el segundo y el Brasil
y anticonceptivas, se reducirán las cargas que implica el tercero. De hecho, miembros de la Asociación por
el aumento poblacional y los capitales podrán dedi- la Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria, pagados por
carse a mejorar los distintos factores del desarrollo (la el Departamento de Estado de los Estados Unidos, ya
educación, la salud, la vivienda, los puestos de tra- abrieron establecimientos en México para esterilizar a
bajo, etc.). Como dijo Robert McNamara, expresidente millones de hombres y mujeres. Empleados de la Uni-
del Banco Mundial, "el mayor de los obstáculos al versidad John Hopkins, con contratos parecidos, están
progreso económico y social de casi todo el mundo entrenando mexicanos en el arte de esterilizar a los
subdesarrollado es el desenfrenado crecimiento demo- adultos jóvenes que apenas inician la formación de
gráfico" 78• Las políticas consiguientes se inspiran en la familias 79 .
frase del expresidente de los Estados Unidos Lindon b) La otra postura frente al problema demográfico
Johnson: "Son más rentables cinco dólares invertidos es la del desarrollo integral. Los gobiernos e institu-
en el control de la natalidad que cien invertidos en el ciones que la defienden (entre las que se encuentra la
desarrollo económico". Iglesia Católica) insisten en la prioridad del desarrollo
De acuerdo con esta ideología los Estados Unidos, socioeconómico y de la más justa distribución de la
con la ayuda de ciertas fundaciones particulares, de riqueza. De hecho se ha comprobado que el aumento
algunos organismos de la ONU y de determinados del nivel de vida, especialmente del nivel educativo,
países europeos, han instalado toda una serie de agen- es uno de los factores claves para frenar la explosión
cias demográficas que, con la colaboración de sus filia- demográfica. Con acertada expresión se ha dicho que
les en el Tercer Mundo, procuran llevar a la práctica "el desarrollo es la píldora anticonceptiva más eficaz".
sus postulados neomalthusianos, sin respetar normal- Se argumenta en contra de los neomalthusianos que
los datos históricos muestran que el crecimiento de la

78. "Una carrera contra el tiempo": Facetas,7 (1974), pp.3s. 79. Cf. EIR. Resumen Ejecutivo, 8 (1991), nº 14-15, p.60.

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población es muchas veces ventajoso para los países, los habitantes, consume el 80% de los recursos, mien-
mientras que gran parte de los efectos negativos que se tras que la población pobre del Sur, que representa
le atribuyen son en realidad consecuencia de inadecua- el 74% de los habitantes, consume sólo el 20% de los
das estructuras sociales y de las relaciones desiguales recursos. Dicho de otro modo, un ciudadano del Norte
de intercambio con las que funciona la economía mun- consume un promedio de veinte veces más recursos
dial. naturales que un ciudadano del Sur. 81 La solución del
De hecho los mismos partidarios de las campañas problema ecológico está, pues, no en que los países
antinatalistas han de confesar su fracaso. Así en México pobres del Sur disminuyan drásticamente su pobla-
en el Programa Nacional de Población 1989-1994, ción, sino en que los países ricos del Norte dejen de
presentado por el Consejo Nacional de Población vivir en la actual cultura del despilfarro y del consumo
(CONAPO), se lee: "El éxito de las acciones de planifica- inútil. Es el egoísmo de los ricos, que los hace consumir
ción familiar, en términos de contribuir al descenso cada día más y más, la principal causa del problema
de la fecundidad, en contra de lo que se esperaba, no ecológico. Y en saber limitar este consumo está la prin-
siempre se ha traducido en un mayor bienestar de los cipal solució~. •
estratos sociales que más lo requieren. De manera que
en el futuro habrá de enfocarse la planificación familiar
3. La enseñanza del magisterio de· la iglesia en materia de
desde un punto de vista más integral y cualitativo" 8º.
Dicho con otras palabras, ni siquiera los encarga- políticas demograficas
dos de organizar la campaña se creen que sea verdad En cuanto que, como todo aspecto de la cuestión
el slogan de "la familia pequeña vive mejor". Esto no social, tiene una vertiente ética, la Iglesia ha reivindi-
quiere decir que defendamos como ideal la familia cado el derecho a ocuparse de la cuestión demográfica.
supernumerosa de otras épocas. En las circunstancias El don y el mandamiento del amor al prójimo, tal como
actuales esto sería irresponsable. lo expresó Pablo VI en la Evangelii nuntiandi (nº 31),
Finalmente, frente a la acusación de los neomalthu- llevan consigo que el cristiano no puede desentenderse
sianos de que la fecundidad de los pobres es la causa de los graves problemas políticos, económicos y de
principal de la degradación ·del medio ambiente, los derechos humanos que hay en nuestro tiempo.
partidarios del desarrollo integral responden que éste El Magisterio de la Iglesia ha ido exponiendo en el
es un modo bien curioso, por no decir hipócrita, de ejercicio de su deber y derecho a intervenir en la cues-
convertir a las víctimas del desarrollo en los culpables tión demográfica importantes enseñanzas que pode-
de los males ecológicos fruto de un desarrollo mal mos sintetizar en las siguientes proposiciones:
planteado por los países ricos. En la tensión entre el 1) El artículo 3° de la Carta de los Derechos de la
Norte y el Sur del planeta está demostrado que la Familia, presentada por la Santa Sede en 1983, afirma:
población rica del Norte, que sólo representa el 26% de "Los esposos tienen el derecho inalienable de fundar

80. Secretaría de Gobernación - Consejo Nacional de Población. Pro- 81. Anuradha Vittachi. "La vittima Jatta colpevole": Nigrizia, 110
grama Nacional de Población 1989-1994, México,D.F. 1990, p.27. (XII-1992), pp.31-42.

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población es muchas veces ventajoso para los países, los habitantes, consume el 80% de los recursos, mien-
mientras que gran parte de los efectos negativos que se tras que la población pobre del Sur, que representa
le atribuyen son en realidad consecuencia de inadecua- el 74% de los habitantes, consume sólo el 20% de los
das estructuras sociales y de las relaciones desiguales recursos. Dicho de otro modo, un ciudadano del Norte
de intercambio con las que funciona la economía mun- consume un promedio de veinte veces más recursos
dial. naturales que un ciudadano del Sur. 81 La solución del
De hecho los mismos partidarios de las campañas problema ecológico está, pues, no en que los países
antinatalistas han de confesar su fracaso. Así en México pobres del Sur disminuyan drásticamente su pobla-
en el Programa Nacional de Población 1989-1994, ción, sino en que los países ricos del Norte dejen de
presentado por el Consejo Nacional de Población vivir en la actual cultura del despilfarro y del consumo
(CONAPO), se lee: "El éxito de las acciones de planifica- inútil. Es el egoísmo de los ricos, que los hace consumir
ción familiar, en términos de contribuir al descenso cada día más y más, la principal causa del problema
de la fecundidad, en contra de lo que se esperaba, no ecológico. Y en saber limitar este consumo está la prin-
siempre se ha traducido en un mayor bienestar de los cipal solució~. •
estratos sociales que más lo requieren. De manera que
en el futuro habrá de enfocarse la planificación familiar
3. La enseñanza del magisterio de· la iglesia en materia de
desde un punto de vista más integral y cualitativo" 8º.
Dicho con otras palabras, ni siquiera los encarga- políticas demograficas
dos de organizar la campaña se creen que sea verdad En cuanto que, como todo aspecto de la cuestión
el slogan de "la familia pequeña vive mejor". Esto no social, tiene una vertiente ética, la Iglesia ha reivindi-
quiere decir que defendamos como ideal la familia cado el derecho a ocuparse de la cuestión demográfica.
supernumerosa de otras épocas. En las circunstancias El don y el mandamiento del amor al prójimo, tal como
actuales esto sería irresponsable. lo expresó Pablo VI en la Evangelii nuntiandi (nº 31),
Finalmente, frente a la acusación de los neomalthu- llevan consigo que el cristiano no puede desentenderse
sianos de que la fecundidad de los pobres es la causa de los graves problemas políticos, económicos y de
principal de la degradación ·del medio ambiente, los derechos humanos que hay en nuestro tiempo.
partidarios del desarrollo integral responden que éste El Magisterio de la Iglesia ha ido exponiendo en el
es un modo bien curioso, por no decir hipócrita, de ejercicio de su deber y derecho a intervenir en la cues-
convertir a las víctimas del desarrollo en los culpables tión demográfica importantes enseñanzas que pode-
de los males ecológicos fruto de un desarrollo mal mos sintetizar en las siguientes proposiciones:
planteado por los países ricos. En la tensión entre el 1) El artículo 3° de la Carta de los Derechos de la
Norte y el Sur del planeta está demostrado que la Familia, presentada por la Santa Sede en 1983, afirma:
población rica del Norte, que sólo representa el 26% de "Los esposos tienen el derecho inalienable de fundar

80. Secretaría de Gobernación - Consejo Nacional de Población. Pro- 81. Anuradha Vittachi. "La vittima Jatta colpevole": Nigrizia, 110
grama Nacional de Población 1989-1994, México,D.F. 1990, p.27. (XII-1992), pp.31-42.

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una familia y decidir sobre el intervalo entre los naci- Aplicando todo esto al tema del número de hijos y
mientos y el número de hijos a procrear, teniendo en del espaciamiento entre ellos hay que decir que son los
plena consideración los deberes para consigo mismo, padres los que tienen que decidir, habiendo dialogado
para con los hijos ya nacidos, la familia y la sociedad, previamente y habiendo buscado la verdad, cuántos
dentro de una justa jerarquía de valores y de acuerdo hijos van a tener y cada cuánto. Indudablemente, la
con el orden moral objetivo que excluye el recurso a la pareja católica a la hora de buscar la verdad tendrá
contracepción, la esterilización y el aborto". muy en cuenta lo que dice el Magisterio de la Iglesia,
Esta enseñanza resume y complementa lo que ya asistido por el Espíritu Santo aun en sus decisiones
había dicho el Concilio Vaticano II: "Conforme al ina- no infalibles. Pero no es el Papa, ni los sacerdotes, ni
lienable derecho del hombre al matrimonio y a la pro- los políticos, ni los médicos, ni las asistentas sociales
creación, la decisión sobre el número de hijos depende quienes han de decidir sobre el número de hijos de un
del recto juicio de los padres y de ningún modo puede matrimonio, aunque todas estas personas pueden, y en
someterse al criterio de la autoridad pública. Y como ocasiones deben, aconsejar a los esposos acerca de si es
el juicio de los padres requiere como presupuesto una o no prudente y bueno tener o no tener un nuevo hijo.
conciencia rectamente formada, es de gran importan- 2) Frente a la acusación, muy generalizada en
cia que todos puedan cultivar una recta y auténtica- ambientes extraeclesiales, de que la Iglesia está a favor
mente humana responsabilidad que tenga en cuenta la de un crecimiento demográfico incontrolado, los ~extos
ley divina, consideradas las circunstancias de la reali- del Magisterio afirman que la doctrina católica en cues-
dad y de la época" (GS 87). tiones de natalidad no constituye, tal como declaró
Nos encontramos aquí con una aplicación a la nata- Pablo VI en la inauguración de la Conferencia de Mede-
lidad de un principio fundamental de la teología moral llín, "una ciega carrera hacia la superpoblación; ni dis-
católica: la conciencia recta es el criterio subjetivo minuye la responsabilidad de los cónyuges a quienes
último de la moralidad de los actos humanos. Dicho no prohibe una honesta y razonable limitación de la
con palabras de san Pablo: "Todo lo que no se hace con natalidad, ni impide las terapéuticas legítimas, ni el
buena conciencia es pecado" (Rom 14,23). progreso de las investigaciones científicas". Es decir, la
No toda conciencia es norma de moralidad. Sólo Iglesia no está contra el control de la natalidad cuando
la conciencia recta. Llamamos recta a la conciencia éste se realiza por razones serias, entre las que se cuen-
moral de aquella persona que, proporcionadamente a tan las necesidades de una recta política demográfica,
la importancia del asunto, ha hecho todo lo humana- siempre que se empleen métodos que no separen los
mente posible por encontrar la verdad. Si habiendo aspectos amoroso y procreativo en la realización del
buscado la verdad, la persona se equivoca en su juicio acto sexual.
moral, también en este caso hay que seguir el dicta- A es_terespecto, recordemos alguno de los textos del
men de la conciencia. Es lo que se llama la "conciencia magisterio episcopal latinoamericano. 82 Los obispos de
invenciblemente errónea" (cf. GS,16). En este caso se
cometerá una acción objetivamente mala, pero no se 82. Para los textos episcopales que se citan en los párrafos siguientes
cometerá pecado. cf. E. Boruún, passim.

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una familia y decidir sobre el intervalo entre los naci- Aplicando todo esto al tema del número de hijos y
mientos y el número de hijos a procrear, teniendo en del espaciamiento entre ellos hay que decir que son los
plena consideración los deberes para consigo mismo, padres los que tienen que decidir, habiendo dialogado
para con los hijos ya nacidos, la familia y la sociedad, previamente y habiendo buscado la verdad, cuántos
dentro de una justa jerarquía de valores y de acuerdo hijos van a tener y cada cuánto. Indudablemente, la
con el orden moral objetivo que excluye el recurso a la pareja católica a la hora de buscar la verdad tendrá
contracepción, la esterilización y el aborto". muy en cuenta lo que dice el Magisterio de la Iglesia,
Esta enseñanza resume y complementa lo que ya asistido por el Espíritu Santo aun en sus decisiones
había dicho el Concilio Vaticano II: "Conforme al ina- no infalibles. Pero no es el Papa, ni los sacerdotes, ni
lienable derecho del hombre al matrimonio y a la pro- los políticos, ni los médicos, ni las asistentas sociales
creación, la decisión sobre el número de hijos depende quienes han de decidir sobre el número de hijos de un
del recto juicio de los padres y de ningún modo puede matrimonio, aunque todas estas personas pueden, y en
someterse al criterio de la autoridad pública. Y como ocasiones deben, aconsejar a los esposos acerca de si es
el juicio de los padres requiere como presupuesto una o no prudente y bueno tener o no tener un nuevo hijo.
conciencia rectamente formada, es de gran importan- 2) Frente a la acusación, muy generalizada en
cia que todos puedan cultivar una recta y auténtica- ambientes extraeclesiales, de que la Iglesia está a favor
mente humana responsabilidad que tenga en cuenta la de un crecimiento demográfico incontrolado, los ~extos
ley divina, consideradas las circunstancias de la reali- del Magisterio afirman que la doctrina católica en cues-
dad y de la época" (GS 87). tiones de natalidad no constituye, tal como declaró
Nos encontramos aquí con una aplicación a la nata- Pablo VI en la inauguración de la Conferencia de Mede-
lidad de un principio fundamental de la teología moral llín, "una ciega carrera hacia la superpoblación; ni dis-
católica: la conciencia recta es el criterio subjetivo minuye la responsabilidad de los cónyuges a quienes
último de la moralidad de los actos humanos. Dicho no prohibe una honesta y razonable limitación de la
con palabras de san Pablo: "Todo lo que no se hace con natalidad, ni impide las terapéuticas legítimas, ni el
buena conciencia es pecado" (Rom 14,23). progreso de las investigaciones científicas". Es decir, la
No toda conciencia es norma de moralidad. Sólo Iglesia no está contra el control de la natalidad cuando
la conciencia recta. Llamamos recta a la conciencia éste se realiza por razones serias, entre las que se cuen-
moral de aquella persona que, proporcionadamente a tan las necesidades de una recta política demográfica,
la importancia del asunto, ha hecho todo lo humana- siempre que se empleen métodos que no separen los
mente posible por encontrar la verdad. Si habiendo aspectos amoroso y procreativo en la realización del
buscado la verdad, la persona se equivoca en su juicio acto sexual.
moral, también en este caso hay que seguir el dicta- A es_terespecto, recordemos alguno de los textos del
men de la conciencia. Es lo que se llama la "conciencia magisterio episcopal latinoamericano. 82 Los obispos de
invenciblemente errónea" (cf. GS,16). En este caso se
cometerá una acción objetivamente mala, pero no se 82. Para los textos episcopales que se citan en los párrafos siguientes
cometerá pecado. cf. E. Boruún, passim.

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la República Dominicana dicen, por ejemplo: "Defen- ducción. Hombre y mujer están llamados a ser padre
der, sin más, hoy en nombre de la Iglesia, como ideal, y madre no sólo de nuevos hijos, sino también de un
la familia ilimitada, confiados en la providencia divina, mundo más humano".
sería falso. La Iglesia aprueba una legítima regulación 3) El problema del crecimiento incontrolado de la
de la natalidad. Es más, la defiende". población, especialmente en A.L., se da por la existen-
Es importante señalar que el Magisterio de la Igle- cia de numerosas "uniones irregulares", que en bastan-
sia puede afirmar que en ciertas circunstancias se hace tes naciones superan en número al de los matrimonios
necesario el control de la natalidad como consecuen- canónicos o meramente civiles. En buena parte este
cia de la situación socioeconómica. Así lo declararon, fenómeno es consecuencia del machismo y de una exal-
entre otros, los obispos mexicanos en un documento tación desenfrenada del erotismo, circunstancias a las
del 29 de junio de 1974: "El episcopado reconoce que en que hay que añadir una pésima educación sexual y una
México existe un grave problema demográfico, consis- muy deficiente preparación para el matrimonio. En las
tente en el desequilibrio entre el aumento de la pobla- "familias incompletas" la ausencia del padre, además
ción y el mejoramiento de condiciones de vida dignas de provocar traumas en los hijos, crea serios problemas
de la persona humana, especialmente cuando se trata para el desarrollo de los mismos como personas equili-
de las grandes mayorías. Reconoce que, en tanto no se bradas.
logra el equilibrio entre aumento de población y mejo- En una carta abierta del 26/mayo/1986 los obispos
ramiento de condiciones de vida, digna de la persona mexicanos del Estado de Veracruz afirman: "La Igle-
humana, se ve la necesidad de una honesta regulación sia está preocupada por el problema del aumento de
de la natalidad". la población y de la pobreza. Lo que pasa es que se da
Sobre esta cuestión conviene indicar que a veces se cuenta de que hay otras muchas e importante causas
ha hecho una pésima interpretación del texto bíblico de que no se toman en consideración. No vemos que las
Gén 1,28, cuando Dios les dice a Adán y Eva: "crezcan autoridades responsables se interesen en serio por la
y multiplíquense". El texto no contiene tanto un man- moralidad pública y que hagan algo para evitar tan
dato, sino una bendición del Creador sobre el poder gran número de hijos que vagan sin padre, de madres
que se le ha dado al ser humano de dar la vida, de tener solteras, de esposos con doble frente, de jovencitas
hijos. La frase quiere indicar que también la sexuali- embarazadas que fácilmente recurren al aborto o que
dad y la procreación, como todo lo bueno que tienen tienen hijos en condiciones precarias; nada se hace por
el varón y la mujer, son fruto de la bondad gratuita de frenar a esos hombres que echan hijos al mundo y los
Dios. El texto del Génesis no es de ningún modo una dejan tirados a la buena de Dios, que tienen varias
invitación a que los seres de la raza humana se repro- mujeres, reduciendo a la pobreza a su propia familia".
duzcan como conejos. Como afirman los obispos brasi- 4) Juan XXIII afirma en la encíclica Mater et Magis-
leños: "El texto de Gén 1,28 no se refiere solamente al tra: "Juzgamos que la única solución del problema
aspecto numérico. Se trata también de un crecimiento demográfico consiste en un desarrollo económico y
interno y cualitativo. Según la misma Biblia la com- social que conserve y aumente los verdaderos bienes
plementariedad de los sexos no se agota en la repro- del individuo y de toda la sociedad" (nº 192). Esta afir-
148 149
la República Dominicana dicen, por ejemplo: "Defen- ducción. Hombre y mujer están llamados a ser padre
der, sin más, hoy en nombre de la Iglesia, como ideal, y madre no sólo de nuevos hijos, sino también de un
la familia ilimitada, confiados en la providencia divina, mundo más humano".
sería falso. La Iglesia aprueba una legítima regulación 3) El problema del crecimiento incontrolado de la
de la natalidad. Es más, la defiende". población, especialmente en A.L., se da por la existen-
Es importante señalar que el Magisterio de la Igle- cia de numerosas "uniones irregulares", que en bastan-
sia puede afirmar que en ciertas circunstancias se hace tes naciones superan en número al de los matrimonios
necesario el control de la natalidad como consecuen- canónicos o meramente civiles. En buena parte este
cia de la situación socioeconómica. Así lo declararon, fenómeno es consecuencia del machismo y de una exal-
entre otros, los obispos mexicanos en un documento tación desenfrenada del erotismo, circunstancias a las
del 29 de junio de 1974: "El episcopado reconoce que en que hay que añadir una pésima educación sexual y una
México existe un grave problema demográfico, consis- muy deficiente preparación para el matrimonio. En las
tente en el desequilibrio entre el aumento de la pobla- "familias incompletas" la ausencia del padre, además
ción y el mejoramiento de condiciones de vida dignas de provocar traumas en los hijos, crea serios problemas
de la persona humana, especialmente cuando se trata para el desarrollo de los mismos como personas equili-
de las grandes mayorías. Reconoce que, en tanto no se bradas.
logra el equilibrio entre aumento de población y mejo- En una carta abierta del 26/mayo/1986 los obispos
ramiento de condiciones de vida, digna de la persona mexicanos del Estado de Veracruz afirman: "La Igle-
humana, se ve la necesidad de una honesta regulación sia está preocupada por el problema del aumento de
de la natalidad". la población y de la pobreza. Lo que pasa es que se da
Sobre esta cuestión conviene indicar que a veces se cuenta de que hay otras muchas e importante causas
ha hecho una pésima interpretación del texto bíblico de que no se toman en consideración. No vemos que las
Gén 1,28, cuando Dios les dice a Adán y Eva: "crezcan autoridades responsables se interesen en serio por la
y multiplíquense". El texto no contiene tanto un man- moralidad pública y que hagan algo para evitar tan
dato, sino una bendición del Creador sobre el poder gran número de hijos que vagan sin padre, de madres
que se le ha dado al ser humano de dar la vida, de tener solteras, de esposos con doble frente, de jovencitas
hijos. La frase quiere indicar que también la sexuali- embarazadas que fácilmente recurren al aborto o que
dad y la procreación, como todo lo bueno que tienen tienen hijos en condiciones precarias; nada se hace por
el varón y la mujer, son fruto de la bondad gratuita de frenar a esos hombres que echan hijos al mundo y los
Dios. El texto del Génesis no es de ningún modo una dejan tirados a la buena de Dios, que tienen varias
invitación a que los seres de la raza humana se repro- mujeres, reduciendo a la pobreza a su propia familia".
duzcan como conejos. Como afirman los obispos brasi- 4) Juan XXIII afirma en la encíclica Mater et Magis-
leños: "El texto de Gén 1,28 no se refiere solamente al tra: "Juzgamos que la única solución del problema
aspecto numérico. Se trata también de un crecimiento demográfico consiste en un desarrollo económico y
interno y cualitativo. Según la misma Biblia la com- social que conserve y aumente los verdaderos bienes
plementariedad de los sexos no se agota en la repro- del individuo y de toda la sociedad" (nº 192). Esta afir-
148 149
mación es fundamental en el Magisterio de la Iglesia El Papa Pablo VI atacó duramente estas campañas,
sobre la cuestión demográfica. Pablo VI insistió en la sobre todo en su discurso a los participantes en la
misma idea en diversos documentos: "La solución del Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre
problema de la población está en función de los esfuer- la alimentación, celebrada en Roma en noviembre de
zos emprendidos para hacer realidad la justicia social". 1974: "Es inadmisible que los que tienen el control
"Todo programa relativo a la población debe ponerse de los bienes y de los recursos de la humanidad inten-
al servicio de la persona humana ... Uno de los grandes ten resolver el problema del hambre impidiendo a los
temas que debe ser examinado es, pues, el tema de la pobres nacer, o dejando morir de hambre a los niños
justicia social". cuyos padres no entran dentro del cuadro de planes
En resumen, "el desarrollo social simultáneo con el teóricos fundados sobre puras hipótesis concernientes
desarrollo económico es la alternativa más válida hacia al futuro de la humanidad. En otro tiempo, en un
la promoción de un pueblo para el ejercicio responsa- pasado que esperamos esté superado, las naciones han
ble de la paternidad y la más consecuente con el res- hecho la guerra para apoderarse de la riqueza de los
peto debido a la dignidad humana y a la justa libertad vecinos. Pero, ¿no es una nueva forma de guerra impo-
de los cónyuges" (Obispos del Brasil). Consecuente- ner una política demográfica limitativa a las naciones,
mente los episcopados católicos de diversas naciones para que éstas no puedan reclamar su justa parte de los
han denunciado las presiones ejercidas sobre el cre- bienes de la tierra?".
cimiento poblacional de los países del Tercer Mundo Juan Pablo 11,por su parte, ha condenado también lo
como alternativa a los cambios sociales impostergables. que se ha llamado el "chantaje demográfico": "La Igle-
Una auténtica política de desarrollo integral es más sia condena, como ofensa grave a la dignidad humana
exigente, pero jamás puede ser sustituida por unas y a la justicia, todas aquellas actividades de los gobier-
campañas, más o menos impuestas, de control de la nos o de otras autoridades públicas, que tratan de limi-
natalidad. tar de cualquier modo la libertad de los esposos en
5) La Iglesia considera que las actuales campañas la decisión sobre los hijos. Por consiguiente hay que
antinatalistas son un acto de agresión de los países ricos condenar totalmente y rechazar con energía cualquier
contra los pobres, fruto de lo que en algunos docu- violencia ejercida por tales autoridades en favor del
mentos se llama "colonialismo inadmisible del impe- anticoncepcionismo e incluso de la esterilización y del
rialismo neomalthusiano". El Documento de Santo aborto procurado. Al mismo tiempo, hay que rechazar
Domingo afirma, refiriéndose a A.L., que "nuestro con- como gravemente injusto el hecho de que en las rela-
tinente sufre a causa del imperialismo anticonceptivo, ciones internacionales, la ayuda económica concedida
que consiste en imponer a pueblos y culturas toda para la promoción de los pueblos esté condicionada
forma de contracepción, esterilización y aborto, que se a programas de anticoncepcionismo, esterilización y
considera efectiva, sin respeto a las tradiciones religio- aborto procurado (FC,30). En términos parecidos se
sas, étnicas y familiares de un pueblo o cultura" (nº expresa el artículo 3° de la Carta de los derechos de la
219). familia.

150 151
mación es fundamental en el Magisterio de la Iglesia El Papa Pablo VI atacó duramente estas campañas,
sobre la cuestión demográfica. Pablo VI insistió en la sobre todo en su discurso a los participantes en la
misma idea en diversos documentos: "La solución del Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre
problema de la población está en función de los esfuer- la alimentación, celebrada en Roma en noviembre de
zos emprendidos para hacer realidad la justicia social". 1974: "Es inadmisible que los que tienen el control
"Todo programa relativo a la población debe ponerse de los bienes y de los recursos de la humanidad inten-
al servicio de la persona humana ... Uno de los grandes ten resolver el problema del hambre impidiendo a los
temas que debe ser examinado es, pues, el tema de la pobres nacer, o dejando morir de hambre a los niños
justicia social". cuyos padres no entran dentro del cuadro de planes
En resumen, "el desarrollo social simultáneo con el teóricos fundados sobre puras hipótesis concernientes
desarrollo económico es la alternativa más válida hacia al futuro de la humanidad. En otro tiempo, en un
la promoción de un pueblo para el ejercicio responsa- pasado que esperamos esté superado, las naciones han
ble de la paternidad y la más consecuente con el res- hecho la guerra para apoderarse de la riqueza de los
peto debido a la dignidad humana y a la justa libertad vecinos. Pero, ¿no es una nueva forma de guerra impo-
de los cónyuges" (Obispos del Brasil). Consecuente- ner una política demográfica limitativa a las naciones,
mente los episcopados católicos de diversas naciones para que éstas no puedan reclamar su justa parte de los
han denunciado las presiones ejercidas sobre el cre- bienes de la tierra?".
cimiento poblacional de los países del Tercer Mundo Juan Pablo 11,por su parte, ha condenado también lo
como alternativa a los cambios sociales impostergables. que se ha llamado el "chantaje demográfico": "La Igle-
Una auténtica política de desarrollo integral es más sia condena, como ofensa grave a la dignidad humana
exigente, pero jamás puede ser sustituida por unas y a la justicia, todas aquellas actividades de los gobier-
campañas, más o menos impuestas, de control de la nos o de otras autoridades públicas, que tratan de limi-
natalidad. tar de cualquier modo la libertad de los esposos en
5) La Iglesia considera que las actuales campañas la decisión sobre los hijos. Por consiguiente hay que
antinatalistas son un acto de agresión de los países ricos condenar totalmente y rechazar con energía cualquier
contra los pobres, fruto de lo que en algunos docu- violencia ejercida por tales autoridades en favor del
mentos se llama "colonialismo inadmisible del impe- anticoncepcionismo e incluso de la esterilización y del
rialismo neomalthusiano". El Documento de Santo aborto procurado. Al mismo tiempo, hay que rechazar
Domingo afirma, refiriéndose a A.L., que "nuestro con- como gravemente injusto el hecho de que en las rela-
tinente sufre a causa del imperialismo anticonceptivo, ciones internacionales, la ayuda económica concedida
que consiste en imponer a pueblos y culturas toda para la promoción de los pueblos esté condicionada
forma de contracepción, esterilización y aborto, que se a programas de anticoncepcionismo, esterilización y
considera efectiva, sin respeto a las tradiciones religio- aborto procurado (FC,30). En términos parecidos se
sas, étnicas y familiares de un pueblo o cultura" (nº expresa el artículo 3° de la Carta de los derechos de la
219). familia.

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Juan Pablo II volvió a referirse a este tema en la tos o en dinero esté sometida a condiciones expresas o
encíclica Sollicítudo reí socialis. Entre otras cosas señala: no, que impliquen la prevención de nacimientos. Nues-
"Resulta muy alarmante constatar en muchos países el tro país no puede permitirse el imponer sus puntos de
lanzamiento de campañas sistemáticas contra la nata- vista a otro, ya se trate de su desarrollo o del número
lidad, por iniciativa de sus gobiernos, en contraste no de hijos".
sólo con la identidad cultural y religiosa de los mismos 6) Al analizar más en profundidad las causas que
países, sino también con la naturaleza del verdadero han provocado las actuales campañas neomalthusia-
desarrollo. Sucede a menudo que tales campañas son nas, diversos episcopados latinoamericanos se refieren
debidas a presiones y están financiadas por capitales en sus documentos sobre el tema a una política demo-
provenientes del extranjero y, en algún caso, están gráfica que tiene por finalidad mantener intactas las
subordinadas a las ayudas y a la asistencia económica- actuales posiciones de privilegio de los países ricos,
financiera. En todo caso, se trata de una falta absoluta especialmente desde el punto de vista económico.
de respeto por la libertad de decisión de las personas Algunos documentos hablan del propósito de mante-
afectadas, hombres y mujeres, sometidos a veces a into- ner la actual situación de dependencia.
lerables presiones, incluso económicas, para someter- A este propósito indican los obispos de Bolivia:
las a esta nueva forma de opresión" (SRS 25). "Dichos programas antinatalistas disimulan, encubren
En la Centesimus annus el Papa ha vuelto a insistir: fines egoístas de dominio internacional y miran a con-
"A esos hombres (los pobres) no se les reconoce, de servar ·el bienestar entre los países desarrollados, pre-
hecho, su dignidad y, en ocasiones, se trata de elimi- servando áreas mundiales como reservas de materias
narlos de la historia mediante formas coactivas de con- primas, si es que no encubren estrategias de dominio
trol demográfico, contrarias a la dignidad humana" físico de estas áreas".
(CA 33). Podemos, sin duda, señalar que las actuales 7) Con todo lo anterior de ningún modo queremos
campañas antinatalistas forman parte de la llamada decir que el hecho de que el Estado tenga y procure
cultura de la muerte que con vehemencia ha conde- hacer efectivas unas determinadas políticas demográfi-
nado el Papa en los últimos tiempos. 83 cas sea necesariamente algo inmoral que atente contra
Hay muchos documentos de los episcopados católi- los derechos humanos. El Estado tiene un papel con-
cos que condenan también estas campañas antinatalis- creto que realizar en la solución del problema demo-
tas promovidas especialmente por los Estados Unidos. gráfico. A este respecto dice el Papa Pablo VI en la
En honor a la verdad hay que señalar que fueron los Populorum progressio: "Los poderes públicos, dentro de
mismos obispos de los Estados Unidos los primeros los límites de su competencia, pueden intervenir (en
que las denunciaron en un documento del 18/11/1966. materia demográfica), llevando a cabo una informa-
En él se afirma: "Deploramos que la ayuda en alimen- ción apropiada y adoptando las medidas convenientes,
con tal que estén de acuerdo con las exigencias de la ley
moral y respeten la justa libertad de los esposos" (PP
83. Cf. E. Bonnín. "Cultura de la vida - Cultura de la muerte en el 37). Sobre el mismo tema afirma Juan Pablo II en un
Documento de Santo Domingo y en el pensamiento de Juan Pablo II":
EfeméridesMexicana 11 (1993), pp. 157-168. discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias del
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Juan Pablo II volvió a referirse a este tema en la tos o en dinero esté sometida a condiciones expresas o
encíclica Sollicítudo reí socialis. Entre otras cosas señala: no, que impliquen la prevención de nacimientos. Nues-
"Resulta muy alarmante constatar en muchos países el tro país no puede permitirse el imponer sus puntos de
lanzamiento de campañas sistemáticas contra la nata- vista a otro, ya se trate de su desarrollo o del número
lidad, por iniciativa de sus gobiernos, en contraste no de hijos".
sólo con la identidad cultural y religiosa de los mismos 6) Al analizar más en profundidad las causas que
países, sino también con la naturaleza del verdadero han provocado las actuales campañas neomalthusia-
desarrollo. Sucede a menudo que tales campañas son nas, diversos episcopados latinoamericanos se refieren
debidas a presiones y están financiadas por capitales en sus documentos sobre el tema a una política demo-
provenientes del extranjero y, en algún caso, están gráfica que tiene por finalidad mantener intactas las
subordinadas a las ayudas y a la asistencia económica- actuales posiciones de privilegio de los países ricos,
financiera. En todo caso, se trata de una falta absoluta especialmente desde el punto de vista económico.
de respeto por la libertad de decisión de las personas Algunos documentos hablan del propósito de mante-
afectadas, hombres y mujeres, sometidos a veces a into- ner la actual situación de dependencia.
lerables presiones, incluso económicas, para someter- A este propósito indican los obispos de Bolivia:
las a esta nueva forma de opresión" (SRS 25). "Dichos programas antinatalistas disimulan, encubren
En la Centesimus annus el Papa ha vuelto a insistir: fines egoístas de dominio internacional y miran a con-
"A esos hombres (los pobres) no se les reconoce, de servar ·el bienestar entre los países desarrollados, pre-
hecho, su dignidad y, en ocasiones, se trata de elimi- servando áreas mundiales como reservas de materias
narlos de la historia mediante formas coactivas de con- primas, si es que no encubren estrategias de dominio
trol demográfico, contrarias a la dignidad humana" físico de estas áreas".
(CA 33). Podemos, sin duda, señalar que las actuales 7) Con todo lo anterior de ningún modo queremos
campañas antinatalistas forman parte de la llamada decir que el hecho de que el Estado tenga y procure
cultura de la muerte que con vehemencia ha conde- hacer efectivas unas determinadas políticas demográfi-
nado el Papa en los últimos tiempos. 83 cas sea necesariamente algo inmoral que atente contra
Hay muchos documentos de los episcopados católi- los derechos humanos. El Estado tiene un papel con-
cos que condenan también estas campañas antinatalis- creto que realizar en la solución del problema demo-
tas promovidas especialmente por los Estados Unidos. gráfico. A este respecto dice el Papa Pablo VI en la
En honor a la verdad hay que señalar que fueron los Populorum progressio: "Los poderes públicos, dentro de
mismos obispos de los Estados Unidos los primeros los límites de su competencia, pueden intervenir (en
que las denunciaron en un documento del 18/11/1966. materia demográfica), llevando a cabo una informa-
En él se afirma: "Deploramos que la ayuda en alimen- ción apropiada y adoptando las medidas convenientes,
con tal que estén de acuerdo con las exigencias de la ley
moral y respeten la justa libertad de los esposos" (PP
83. Cf. E. Bonnín. "Cultura de la vida - Cultura de la muerte en el 37). Sobre el mismo tema afirma Juan Pablo II en un
Documento de Santo Domingo y en el pensamiento de Juan Pablo II":
EfeméridesMexicana 11 (1993), pp. 157-168. discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias del
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22/12/1991: "Corresponde a los poderes públicos, en número de inmigrantes ilegales al sur de los Estados
el ámbito de sus legítimas competencias, dictar normas Unidos, este país intente influir más intensamente en el
aptas que permitan conciliar la limitación de los naci- problema demográfico de México de lo que ya influye
mientos con el respeto a las decisiones personales libres en el resto de América Latina.
y responsables". Ya hemos dicho que en México existe un problema
En un interesante documento los obispos chilenos de explosión demográfica, aunque ahora no sea tan
complementan esta doctrina subrayando el hecho de fuerte como en 1970, año en el que la tasa de cre-
que, para preservar la justa privacidad de la vida cimiento anual llegó a 3.2%. En principio México se
sexual de los esposos, la intervención subsidiaria del resistió a las presiones para implementar una política
Estado en las cuestiones demográficas debe ser por vía demográfica limitativa de la natalidad. De hecho el
indirecta. Esto significa que el Estado puede intervenir artículo 4° de la Constitución garantiza el respeto a la
por medio de la educación, por medio de la seguridad libertad en materia procreativa: "Toda persona tiene
social y por medio de la formación de una conciencia derecho a decidir de manera libre, responsable e infor-
solidaria, lo cual lleva consigo la posibilidad y la obli- mada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos".
gación de elaborar políticas demográficas. Ahora bien, Pero en 1972 el Presidente Echeverría cambió repenti-
al proporcionar elementos que capaciten, posibiliten y namente su primera actitud sobre el tema demográfico
motiven para una paternidad responsable, las autori- y envió al Congreso una nueva Ley General de Pobla-
dades deben hacerlo empleando argumentos que sean ción en la que se admitía el control de la natalidad,
verdaderos y sin presiones que impidan la libertad aunque para los que lo aceptaren voluntariamente.
personal. Las acciones deberían ser coordinadas por el Consejo
En la práctica el problema consiste muchas veces Nacional de Población.
en que el grado de ignorancia y de pobreza llega a tal Una vez dado el primer paso las agencias antina-
extremo que las personas son incapaces de compren- talistas entraron impunemente en el país. La promesa
der, y mucho menos practicar, la paternidad respon- de respetar la libertad y la dignidad de los cónyuges
sable. Se impone, pues, el desarrollo liberador como fue convirtiéndose día a día en un formalismo piso-
única alternativa para llegar a una educación para teado constantemente, sobre todo en los medios rura-
dicha paternidad responsable, que tenga también en les e indígenas.
cuenta las necesidades nacionales y mundiales. Los obispos mexicanos han condenado una y otra
vez los atentados contra los derechos humanos fun-
damentales que se están realizando en materia demo-
4. Derechoshumanos y políticasdemográficasen México gráfica.
Ya el 2/4/1974 un Comunicado de Prensa de las
En México el problema demográfico se complica Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y
por un factor geográfico: la vecindad con los Estados para el Apostolado de los laicos, sobre las prácticas
Unidos. Es lógico que si el excedente demográfico anticonceptivas, señalaba: "Es penoso comprobar que
mexicano hace aumentar hasta límites no tolerables el el programa gubernamental de paternidad responsa-
154 155
22/12/1991: "Corresponde a los poderes públicos, en número de inmigrantes ilegales al sur de los Estados
el ámbito de sus legítimas competencias, dictar normas Unidos, este país intente influir más intensamente en el
aptas que permitan conciliar la limitación de los naci- problema demográfico de México de lo que ya influye
mientos con el respeto a las decisiones personales libres en el resto de América Latina.
y responsables". Ya hemos dicho que en México existe un problema
En un interesante documento los obispos chilenos de explosión demográfica, aunque ahora no sea tan
complementan esta doctrina subrayando el hecho de fuerte como en 1970, año en el que la tasa de cre-
que, para preservar la justa privacidad de la vida cimiento anual llegó a 3.2%. En principio México se
sexual de los esposos, la intervención subsidiaria del resistió a las presiones para implementar una política
Estado en las cuestiones demográficas debe ser por vía demográfica limitativa de la natalidad. De hecho el
indirecta. Esto significa que el Estado puede intervenir artículo 4° de la Constitución garantiza el respeto a la
por medio de la educación, por medio de la seguridad libertad en materia procreativa: "Toda persona tiene
social y por medio de la formación de una conciencia derecho a decidir de manera libre, responsable e infor-
solidaria, lo cual lleva consigo la posibilidad y la obli- mada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos".
gación de elaborar políticas demográficas. Ahora bien, Pero en 1972 el Presidente Echeverría cambió repenti-
al proporcionar elementos que capaciten, posibiliten y namente su primera actitud sobre el tema demográfico
motiven para una paternidad responsable, las autori- y envió al Congreso una nueva Ley General de Pobla-
dades deben hacerlo empleando argumentos que sean ción en la que se admitía el control de la natalidad,
verdaderos y sin presiones que impidan la libertad aunque para los que lo aceptaren voluntariamente.
personal. Las acciones deberían ser coordinadas por el Consejo
En la práctica el problema consiste muchas veces Nacional de Población.
en que el grado de ignorancia y de pobreza llega a tal Una vez dado el primer paso las agencias antina-
extremo que las personas son incapaces de compren- talistas entraron impunemente en el país. La promesa
der, y mucho menos practicar, la paternidad respon- de respetar la libertad y la dignidad de los cónyuges
sable. Se impone, pues, el desarrollo liberador como fue convirtiéndose día a día en un formalismo piso-
única alternativa para llegar a una educación para teado constantemente, sobre todo en los medios rura-
dicha paternidad responsable, que tenga también en les e indígenas.
cuenta las necesidades nacionales y mundiales. Los obispos mexicanos han condenado una y otra
vez los atentados contra los derechos humanos fun-
damentales que se están realizando en materia demo-
4. Derechoshumanos y políticasdemográficasen México gráfica.
Ya el 2/4/1974 un Comunicado de Prensa de las
En México el problema demográfico se complica Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y
por un factor geográfico: la vecindad con los Estados para el Apostolado de los laicos, sobre las prácticas
Unidos. Es lógico que si el excedente demográfico anticonceptivas, señalaba: "Es penoso comprobar que
mexicano hace aumentar hasta límites no tolerables el el programa gubernamental de paternidad responsa-
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ble, iniciado en México con tantas promesas de respeto Bibliografía
a la conciencia de los cónyuges, corre el peligro de con-
l. Franco Biffi (ed.). Demographicpoliciesfrom a christian view
vertirse en simple campaña de propaganda anticon-
point. Ed. Herder, Roma 1984.
ceptiva". 2. Eduardo Bonnín. Éticay políticasdemográficasen los documen-
En 1975 el Episcopado Mexicano hace pública una tos del EpiscopadoLatinoamericano.Ed. UPM, México, 1986.
Declaración sobre el respeto a la vida humana. En ella 3. CELAM. Iglesia,familia y paternidad responsableen América
se dice: "Algunas políticas demográficas, que por des- Latina. Ed. CELAM, Bogotá 1977.
4. Jacqueline Kasun. La guerra contra la población. Ed. Arias
gracia no siempre respetan la dignidad y la libertad
Montano, Madrid 1993.
humanas, las campañas de la anticoncepción, de la 5. Carmen A Miró - J.E. Potter (eds.). Poblacióny desarrollo.Ed.
esterilización y del aborto, son una cortina de humo El Colegio de México, México 1983.
que oculta maniobras de países dominadores cuyos 6. J. Moerman (ed.). El problema de la población. Ed. Verbo
intereses políticos y económicos se desenmascaran en Divino, Estella 1976.
7. Michel Schooyans. Nuovo disordine mondiale.Ed. San Paolo,
situaciones de crisis. Presiones económicas, infiltracio- Cinisello Balsamo (Milán) 2000.
nes, presiones políticas, costosas campañas, congresos 8. Raúl Urzúa. El desarrolloy la poblaciónen América Latina. Ed.
mundiales y otros varios medios son puestos en juego Siglo XXI, México 1979.
para sembrar confusión con falsos planteamientos de
problemas que no son reales, pero que de esta manera
se encaminarán a 'soluciones' que no lesionen los inte-
reses de dichos países".
En agosto de 1984 tiene lugar en la ciudad de
México la "Conferencia Internacional de Población",
organizada por la ONU. Con esta ocasión los obispos
de la Provincia Eclesiástica de México publican un
Mensaje sobre 'Iglesia y políticas de población' en el
que se afirma: "Hay países económicamente fuertes
que subordinan su ayuda económica a los países débi-
les según éstos se comprometan a disminuir el índice
de natalidad. A veces una parte del préstamo se les
entrega en anticonceptivos. Los gobiernos de estos
países débiles se ven constreñidos, en el ramo de la
salud, a seguir una política antinatalista. Más aún, no
es raro que se llegue a extremos de obligar a los médi-
cos que trabajan en dependencias oficiales a que com-
prueben un número elevado de esterilizaciones para
ser promovidos".

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ble, iniciado en México con tantas promesas de respeto Bibliografía
a la conciencia de los cónyuges, corre el peligro de con-
l. Franco Biffi (ed.). Demographicpoliciesfrom a christian view
vertirse en simple campaña de propaganda anticon-
point. Ed. Herder, Roma 1984.
ceptiva". 2. Eduardo Bonnín. Éticay políticasdemográficasen los documen-
En 1975 el Episcopado Mexicano hace pública una tos del EpiscopadoLatinoamericano.Ed. UPM, México, 1986.
Declaración sobre el respeto a la vida humana. En ella 3. CELAM. Iglesia,familia y paternidad responsableen América
se dice: "Algunas políticas demográficas, que por des- Latina. Ed. CELAM, Bogotá 1977.
4. Jacqueline Kasun. La guerra contra la población. Ed. Arias
gracia no siempre respetan la dignidad y la libertad
Montano, Madrid 1993.
humanas, las campañas de la anticoncepción, de la 5. Carmen A Miró - J.E. Potter (eds.). Poblacióny desarrollo.Ed.
esterilización y del aborto, son una cortina de humo El Colegio de México, México 1983.
que oculta maniobras de países dominadores cuyos 6. J. Moerman (ed.). El problema de la población. Ed. Verbo
intereses políticos y económicos se desenmascaran en Divino, Estella 1976.
7. Michel Schooyans. Nuovo disordine mondiale.Ed. San Paolo,
situaciones de crisis. Presiones económicas, infiltracio- Cinisello Balsamo (Milán) 2000.
nes, presiones políticas, costosas campañas, congresos 8. Raúl Urzúa. El desarrolloy la poblaciónen América Latina. Ed.
mundiales y otros varios medios son puestos en juego Siglo XXI, México 1979.
para sembrar confusión con falsos planteamientos de
problemas que no son reales, pero que de esta manera
se encaminarán a 'soluciones' que no lesionen los inte-
reses de dichos países".
En agosto de 1984 tiene lugar en la ciudad de
México la "Conferencia Internacional de Población",
organizada por la ONU. Con esta ocasión los obispos
de la Provincia Eclesiástica de México publican un
Mensaje sobre 'Iglesia y políticas de población' en el
que se afirma: "Hay países económicamente fuertes
que subordinan su ayuda económica a los países débi-
les según éstos se comprometan a disminuir el índice
de natalidad. A veces una parte del préstamo se les
entrega en anticonceptivos. Los gobiernos de estos
países débiles se ven constreñidos, en el ramo de la
salud, a seguir una política antinatalista. Más aún, no
es raro que se llegue a extremos de obligar a los médi-
cos que trabajan en dependencias oficiales a que com-
prueben un número elevado de esterilizaciones para
ser promovidos".

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por muchos católicos. Además el hecho de que la
Iglesia Ortodoxa y los protestantes acepten el divorcio
CAPÍTULOlO ha motivado que muchos teólogos católicos hagan un
LA INDISOLUBILIDAD MATRIMONIAL: replanteamiento radical de este problema. Este es uno
EL DIVORCIO. PASTORAL de los temas en que por una parte hay que respetar la
DE LAS SITUACIONES IRREGULARES libertad del teólogo para investigar la verdad revelada,
pero por otro lado hay que dejar bien claro que no son
los teólogos quienes tienen la última palabra en la Igle-
sia para determinar cuál debe ser la doctrina católica
en materia de fe y costumbres.
Además en esta cuestión hay también que saber
1. La problemáticaactual distinguir entre el rechazo del pecado y la acogida fra-
ternal y la delicadeza con que debe tratarse al peca-
El amor auténtico aparece siempre como algo que dor. Igualmente hay que distinguir entre el plano ético
por sí mismo es indisoluble y para siempre. Pero lo y el jurídico, ya que las leyes civiles no pueden prohibir
trágico del amor humano nace de su fragilidad, de este todo lo que es inmoral, sino sólo aquello que va espe-
carácter inestable que hace posible la ruptura de una cialmente contra el bien común.
unión que en principio se aceptó para siempre.
La Iglesia Católica en estos casos insiste en la indi-
solubilidad del matrimonio. Pero mantener unidas a 2. Separaciónmatrtmonial
dos personas que ya no se aman e incluso viven en y declaraciónde nulidad del matrimonio
una profunda lejanía llena de agresividad y odio, ¿no
es lo más opuesto a lo que debiera ser el sacramento a) La separacion matrimonial. Los esposos tienen el
del matrimonio? derecho y el deber de mantener la convivencia conyu-
Es verdad que en algunos casos la Iglesia admite la gal, a menos que una causa legítima se lo impida (p.e.
separación, pero no un segundo matrimoaj Algunos que el marido haya tenido que emigrar en búsqueda de
la acusan de que en este tema da la impresión de que trabajo).
para la Iglesia Católica son más importantes los prin- El Código de Derecho Canónico admite sin embargo
cipios morales que la felicidad de las personas concre- una separación permanente de los cónyuges en los
tas, de que cumple muy bien su función de "maestra", siguientes términos: "Aunque se recomienda encareci-
pero no la de "madre". damente que el cónyuge, movido por la caridad cris-
De hecho, por otra parte, nos encontramos a nivel tiana y teniendo presente el bien de la familia, no niegue
mundial con un clima divorcista, fruto sobre todo de el perdón a la comparte adúltera ni interrumpa la vida
la permisividad y el erotismo, que hace que la idea matrimonial, si a pesar de todo no perdonase expresa o
y la práctica del divorcio sea aceptada y practicada tácitamente esa culpa, tiene derecho a romper la convi-
vencia conyugal, a no ser que hubiera consentido en el
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por muchos católicos. Además el hecho de que la
Iglesia Ortodoxa y los protestantes acepten el divorcio
CAPÍTULOlO ha motivado que muchos teólogos católicos hagan un
LA INDISOLUBILIDAD MATRIMONIAL: replanteamiento radical de este problema. Este es uno
EL DIVORCIO. PASTORAL de los temas en que por una parte hay que respetar la
DE LAS SITUACIONES IRREGULARES libertad del teólogo para investigar la verdad revelada,
pero por otro lado hay que dejar bien claro que no son
los teólogos quienes tienen la última palabra en la Igle-
sia para determinar cuál debe ser la doctrina católica
en materia de fe y costumbres.
Además en esta cuestión hay también que saber
1. La problemáticaactual distinguir entre el rechazo del pecado y la acogida fra-
ternal y la delicadeza con que debe tratarse al peca-
El amor auténtico aparece siempre como algo que dor. Igualmente hay que distinguir entre el plano ético
por sí mismo es indisoluble y para siempre. Pero lo y el jurídico, ya que las leyes civiles no pueden prohibir
trágico del amor humano nace de su fragilidad, de este todo lo que es inmoral, sino sólo aquello que va espe-
carácter inestable que hace posible la ruptura de una cialmente contra el bien común.
unión que en principio se aceptó para siempre.
La Iglesia Católica en estos casos insiste en la indi-
solubilidad del matrimonio. Pero mantener unidas a 2. Separaciónmatrtmonial
dos personas que ya no se aman e incluso viven en y declaraciónde nulidad del matrimonio
una profunda lejanía llena de agresividad y odio, ¿no
es lo más opuesto a lo que debiera ser el sacramento a) La separacion matrimonial. Los esposos tienen el
del matrimonio? derecho y el deber de mantener la convivencia conyu-
Es verdad que en algunos casos la Iglesia admite la gal, a menos que una causa legítima se lo impida (p.e.
separación, pero no un segundo matrimoaj Algunos que el marido haya tenido que emigrar en búsqueda de
la acusan de que en este tema da la impresión de que trabajo).
para la Iglesia Católica son más importantes los prin- El Código de Derecho Canónico admite sin embargo
cipios morales que la felicidad de las personas concre- una separación permanente de los cónyuges en los
tas, de que cumple muy bien su función de "maestra", siguientes términos: "Aunque se recomienda encareci-
pero no la de "madre". damente que el cónyuge, movido por la caridad cris-
De hecho, por otra parte, nos encontramos a nivel tiana y teniendo presente el bien de la familia, no niegue
mundial con un clima divorcista, fruto sobre todo de el perdón a la comparte adúltera ni interrumpa la vida
la permisividad y el erotismo, que hace que la idea matrimonial, si a pesar de todo no perdonase expresa o
y la práctica del divorcio sea aceptada y practicada tácitamente esa culpa, tiene derecho a romper la convi-
vencia conyugal, a no ser que hubiera consentido en el
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adulterio, o hubiera sido causa del mismo, o él tam- Parecido es el caso del cónyuge que ha tenido que
bién hubiera cometido adulterio" (canon 1152,1). sufrir el divorcio, pero que -conociendo bien la
Pero el adulterio no es la única causa de la sepa- indisolubilidad del vínculo matrimonial válido- no
ración. Esta también puede darse "si uno de los cón- se deja implicar en una nueva unión, empeñándose en
yuges pone en grave peligro espiritual o corporal al cambio en el cumplimiento prioritario de sus deberes
otro o a la prole, o de otro modo. hace demasiado familiares y de las responsabilidades de la vida cris-
dura la vida en común" (canon 1153,1). tiana. En tal caso su ejemplo de fidelidad y de coheren-
También, lógicamente, se encuentran en estado de cia cristiana asume un particular valor de testimonio
separación todos aquellos que han sido abandonados frente al mundo y a la Iglesia, haciendo todavía más
por el cónyuge. Esta separación puede considerarse necesaria, por parte de ésta, una acción continua de
permanente si uno de los cónyuges atenta matrimonio amor y de ayuda, sin que exista obstáculo alguno para
civil con otra persona. Si en estos casos, para asegurar la admisión a los sacramentos".
civilmente el justo reparto de los bienes o la debida b) La declaracion de nulidad del matrimonio. Corno
sustentación y educación de los hijos, se llega al divor- veremos, la Iglesia Católica no admite el divorcio pro-
cio civil, éste no coloca a la parte inocente en situación piamente dicho en el matrimonio rato y consumado
irregular en lo que se refiere a la recepción de los entre bautizados, es decir cuando se ha dado el libre
sacramentos. consentimiento y se han tenido relaciones sexuales des-
Refiriéndose a estos casos afirma la Familiarisconsor- pués de éste. Algo muy distinto es lo que se llama
tio en el n. 83: "Motivos diversos, corno incomprensio- la declaración de nulidad del matrimonio, es decir la
nes recíprocas, incapacidad de abrirse a las relaciones declaración pública a través de los tribunales eclesiás-
interpersonales, etc., pueden conducir dolorosamente ticos de que un determinado matrimonio en realidad
al matrimonio válido a una ruptura con frecuencia irre- nunca fue válido (nunca existió realmente) debido a
parable. Obviamente la separación debe considerarse algún impedimento dirimente, que inhabilitó a la per-
corno un remedio extremo, después de que cualquier sona para contraer matrimonio válidamente. La lista
intento razonable haya sido inútil. de los impedimentos dirimentes se encuentra en los
La soledad y otras dificultades son a veces patrimo- cánones 1083-1094 y su estudio es propio del Derecho
nio del cónyuge separado, especialmente si es inocente. Canónico.
En este caso la comunidad eclesial debe particular- Creo, sin embargo, importante señalar cómo en
mente sostenerlo, procurarle estima, solidaridad, com- muchos países, sobre todo en Estados Unidos, muchas
prensión y ayuda concreta, de manera que le sea personas están intentando solucionar el problema del
posible conservar la fidelidad, incluso en la difícil divorcio dando una interpretación muy amplia a la
situación en que se encuentra; ayudarle a cultivar la actual legislación canónica, sobre todo al canon 1095,
exigencia del perdón, propio del amor cristiano, y que dice así:
la disponibilidad a reanudar eventualmente la vida
conyugal anterior. Son incapaces de contraer matrimonio:
l. Quienes carecen de suficiente uso de razón.
160 161
adulterio, o hubiera sido causa del mismo, o él tam- Parecido es el caso del cónyuge que ha tenido que
bién hubiera cometido adulterio" (canon 1152,1). sufrir el divorcio, pero que -conociendo bien la
Pero el adulterio no es la única causa de la sepa- indisolubilidad del vínculo matrimonial válido- no
ración. Esta también puede darse "si uno de los cón- se deja implicar en una nueva unión, empeñándose en
yuges pone en grave peligro espiritual o corporal al cambio en el cumplimiento prioritario de sus deberes
otro o a la prole, o de otro modo. hace demasiado familiares y de las responsabilidades de la vida cris-
dura la vida en común" (canon 1153,1). tiana. En tal caso su ejemplo de fidelidad y de coheren-
También, lógicamente, se encuentran en estado de cia cristiana asume un particular valor de testimonio
separación todos aquellos que han sido abandonados frente al mundo y a la Iglesia, haciendo todavía más
por el cónyuge. Esta separación puede considerarse necesaria, por parte de ésta, una acción continua de
permanente si uno de los cónyuges atenta matrimonio amor y de ayuda, sin que exista obstáculo alguno para
civil con otra persona. Si en estos casos, para asegurar la admisión a los sacramentos".
civilmente el justo reparto de los bienes o la debida b) La declaracion de nulidad del matrimonio. Corno
sustentación y educación de los hijos, se llega al divor- veremos, la Iglesia Católica no admite el divorcio pro-
cio civil, éste no coloca a la parte inocente en situación piamente dicho en el matrimonio rato y consumado
irregular en lo que se refiere a la recepción de los entre bautizados, es decir cuando se ha dado el libre
sacramentos. consentimiento y se han tenido relaciones sexuales des-
Refiriéndose a estos casos afirma la Familiarisconsor- pués de éste. Algo muy distinto es lo que se llama
tio en el n. 83: "Motivos diversos, corno incomprensio- la declaración de nulidad del matrimonio, es decir la
nes recíprocas, incapacidad de abrirse a las relaciones declaración pública a través de los tribunales eclesiás-
interpersonales, etc., pueden conducir dolorosamente ticos de que un determinado matrimonio en realidad
al matrimonio válido a una ruptura con frecuencia irre- nunca fue válido (nunca existió realmente) debido a
parable. Obviamente la separación debe considerarse algún impedimento dirimente, que inhabilitó a la per-
corno un remedio extremo, después de que cualquier sona para contraer matrimonio válidamente. La lista
intento razonable haya sido inútil. de los impedimentos dirimentes se encuentra en los
La soledad y otras dificultades son a veces patrimo- cánones 1083-1094 y su estudio es propio del Derecho
nio del cónyuge separado, especialmente si es inocente. Canónico.
En este caso la comunidad eclesial debe particular- Creo, sin embargo, importante señalar cómo en
mente sostenerlo, procurarle estima, solidaridad, com- muchos países, sobre todo en Estados Unidos, muchas
prensión y ayuda concreta, de manera que le sea personas están intentando solucionar el problema del
posible conservar la fidelidad, incluso en la difícil divorcio dando una interpretación muy amplia a la
situación en que se encuentra; ayudarle a cultivar la actual legislación canónica, sobre todo al canon 1095,
exigencia del perdón, propio del amor cristiano, y que dice así:
la disponibilidad a reanudar eventualmente la vida
conyugal anterior. Son incapaces de contraer matrimonio:
l. Quienes carecen de suficiente uso de razón.
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2. Quienes tienen un grave defecto de discreción de Pero, ¿es posible disolver el matrimonio extrínse-
juicio acerca de los derechos y deberes esenciales del camente, no por la simple voluntad de los cónyuges,
matrimonio que mutuamente se han de dar y aceptar. sino en virtud de una decisión de la autoridad com-
3. Quienes no pueden asumir las obligaciones petente? A esta pregunta responden afirmativamente
esenciales del matrimonio por causas de naturaleza todos los partidarios del divorcio. Pero, ¿cuál es la
psíquica. posición de la Iglesia Católica? Puede resumirse afir-
El Papa Juan Pablo II ha intervenido varias veces mando que no admite la disolubilidad extrínseca en
para condenar una interpretación de este canon, sobre los casos de matrimonios ratos y consumados entre
todo del párrafo 3°, que en la práctica sería una admi- bautizados, pero sí la admite en el caso de otros matri-
sión del divorcio por parte de la Iglesia Católica. monios.
En América Latina, sin embargo, creo que la situa-
ción matrimonial de muchas personas podría encon-
trar solución acudiendo a los tribunales eclesiásticos. 4. La Iglesiacatólica
Son bastantes numerosos entre los matrimonios fra- y la anulaciónextrínsecadel matrimonio
casados los casos de jóvenes parejas que, sobre todo
al quedar ella embarazada, fueron obligadas directa o La Iglesia Católica, sin negar nunca el principio de
indirectamente a contraer matrimonio. Hay en estos la indisolubilidad matrimonial, ha concedido a lo largo
casos una falta de libertad que anularía el primer de la historia, y continúa concediendo, una serie de
matrimonio y que abriría la puerta a un segundo matri- anulaciones de verdaderos matrimonios en determina-
monio (en realidad el primero) realizado ya en una das circunstancias.
etapa de madurez personal.
Estos son los principales casos:
a) El privilegio paulino: La tradición de la Iglesia,
3. Disolubilidadintrínsecay extrínsecadel matrimonio sobre todo a partir del siglo VII, ha interpretado las
palabras de san Pablo en lCor 7,12-16 en el sentido de
Pasando ya al estudio del divorcio propiamente que el matrimonio entre dos personas no bautizadas
dicho, hay un dato en el que prácticamente todo el puede ser disuelto, después del bautismo de uno
mundo está de acuerdo: la indisolubilidad intrínseca de los cónyuges, si la parte no cristiana se opone a una
del matrimonio, es decir la imposibilidad de disolver el convivencia pacífica. Aunque san Pablo no habla
matrimonio sólo por el mutuo acuerdo de los cónyuges. explícitamente en este texto de la posibilidad de un
Así como para que haya matrimonio válido es necesa- nuevo matrimonio, parece que éste puede admitirse
ria la aprobación de la sociedad (institucionalización por el contexto cultural judío y greco-romano. Para la
del matrimonio), así la intervención de los represen- práctica actual cf. el Código de Derecho Canónico,
tantes de la sociedad sería necesaria para la disolu- cánones 1143-1147.
ción.

162 163
2. Quienes tienen un grave defecto de discreción de Pero, ¿es posible disolver el matrimonio extrínse-
juicio acerca de los derechos y deberes esenciales del camente, no por la simple voluntad de los cónyuges,
matrimonio que mutuamente se han de dar y aceptar. sino en virtud de una decisión de la autoridad com-
3. Quienes no pueden asumir las obligaciones petente? A esta pregunta responden afirmativamente
esenciales del matrimonio por causas de naturaleza todos los partidarios del divorcio. Pero, ¿cuál es la
psíquica. posición de la Iglesia Católica? Puede resumirse afir-
El Papa Juan Pablo II ha intervenido varias veces mando que no admite la disolubilidad extrínseca en
para condenar una interpretación de este canon, sobre los casos de matrimonios ratos y consumados entre
todo del párrafo 3°, que en la práctica sería una admi- bautizados, pero sí la admite en el caso de otros matri-
sión del divorcio por parte de la Iglesia Católica. monios.
En América Latina, sin embargo, creo que la situa-
ción matrimonial de muchas personas podría encon-
trar solución acudiendo a los tribunales eclesiásticos. 4. La Iglesiacatólica
Son bastantes numerosos entre los matrimonios fra- y la anulaciónextrínsecadel matrimonio
casados los casos de jóvenes parejas que, sobre todo
al quedar ella embarazada, fueron obligadas directa o La Iglesia Católica, sin negar nunca el principio de
indirectamente a contraer matrimonio. Hay en estos la indisolubilidad matrimonial, ha concedido a lo largo
casos una falta de libertad que anularía el primer de la historia, y continúa concediendo, una serie de
matrimonio y que abriría la puerta a un segundo matri- anulaciones de verdaderos matrimonios en determina-
monio (en realidad el primero) realizado ya en una das circunstancias.
etapa de madurez personal.
Estos son los principales casos:
a) El privilegio paulino: La tradición de la Iglesia,
3. Disolubilidadintrínsecay extrínsecadel matrimonio sobre todo a partir del siglo VII, ha interpretado las
palabras de san Pablo en lCor 7,12-16 en el sentido de
Pasando ya al estudio del divorcio propiamente que el matrimonio entre dos personas no bautizadas
dicho, hay un dato en el que prácticamente todo el puede ser disuelto, después del bautismo de uno
mundo está de acuerdo: la indisolubilidad intrínseca de los cónyuges, si la parte no cristiana se opone a una
del matrimonio, es decir la imposibilidad de disolver el convivencia pacífica. Aunque san Pablo no habla
matrimonio sólo por el mutuo acuerdo de los cónyuges. explícitamente en este texto de la posibilidad de un
Así como para que haya matrimonio válido es necesa- nuevo matrimonio, parece que éste puede admitirse
ria la aprobación de la sociedad (institucionalización por el contexto cultural judío y greco-romano. Para la
del matrimonio), así la intervención de los represen- práctica actual cf. el Código de Derecho Canónico,
tantes de la sociedad sería necesaria para la disolu- cánones 1143-1147.
ción.

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b) Los matrimonios de los indígenas y de los escla- c) El matrimonio "rato y no consumado": El dere-
vos negros en la América colonial: Muchos conversos cho canónico matrimonial fue organizándose en la
indígenas estaban casados con varias mujeres. En 1537 Edad Media en contacto con el derecho romano y el
Paulo 111resolvió que podían casarse canónicamente derecho germánico. Según el derecho romano el
sólo con una de ellas, a elección, con tal que no recor- matrimonio se constituía por el consentimiento de los
daran cuál había sido la primera. San Pío V en 1571 cónyuges. Según el derecho germánico por la cópula
concedió al indígena bautizado quedarse con aque- sexual posterior al consentimiento. Se discutió mucho
lla esposa que había sido bautizada juntamente con él, entre canonistas, pero al final se llegó a la práctica,
aunque constara que no fuera la primera. vigente todavía en la actualidad, de que el Papa podía
La trata de esclavos negros disgregó en la época disolver los matrimonios en que había habido consen-
colonial a miles de matrimonios. En 1585 Gregorio timiento (rato), pero en los que aún no se había dado
XIII autorizó conceder la dispensa solicitada para la unión sexual-genital (no consumados). Cf. canon
contraer nuevo matrimonio a los esclavos convertidos 1142.
al cristianismo, cuando no era posible localizar al Así, pues, la práctica actual de la Iglesia Católica es
primer cónyuge. El nuevo matrimonio era válido y la de que sólo el matrimonio consumado entre dos
seguía siéndolo aun cuando se demostrase posterior- cónyuges bautizados es indisoluble. Lo cual quiere
mente que el primer cónyuge no había podido res- decir que la indisolubilidad del matrimonio no es de /
ponder o que incluso por aquellas fechas ya había derecho natural, o al menos de derecho natural pri-
sido bautizado. El Papa afirma con respecto al primer mario. ¿Le viene la indisolubilidad al matrimonio
matrimonio que "dichos matrimonios celebrados entre sacramento de su especial significación del amor
infieles son ciertamente verdaderos, pero no tan indisoluble entre Cristo y la Iglesia?
firmes que, aconsejándolo la necesidad, no puedan La discusión teológica se centra en la actualidad en
disolverse" .84 torno a la pregunta: ¿Por qué el Papa no puede tam-
Estos casos están relacionados con otros de diso- bién disolver los matrimonios ratos y consumados
lución "en favor de la fe" que se han dado en los entre bautizados? Veamos sobre esto los argumentos
últimos tiempos. Como estos casos difícilmente sacados de la Biblia, de la Tradición y del Magisterio de
pueden explicarse en virtud del privilegio paulino, la Iglesia.
se afirma que el Papa, en cuanto Vicario de Cristo,
tiene autoridad para disolver determinados matrimo-
nios. Es lo que se llama la "potestad vicaria" o "pri- 5. Las diferentesinterpretaciones
vilegio petrino". Cf. la aplicación actual de estas del inciso de Mateo 5,32 y 19,9
cuestiones en los cánones 1148-1149.
Según los textos de Marcos 10,11-12 y Lucas 16,18,
al tratar el tema del divorcio Jesús condena la prác-
84. Cf. F.R. Aznar Gil. La Introducción del Matrimonio Cristiano en
Indias: Aportación Canónica (s. XVI). Ed. Universidad Pontificia, Salamanca
tica judía de dar el "libelo de repudio": "Lo que
1985. Dios unió no lo separe el hombre". Sin embargo en

164 165
b) Los matrimonios de los indígenas y de los escla- c) El matrimonio "rato y no consumado": El dere-
vos negros en la América colonial: Muchos conversos cho canónico matrimonial fue organizándose en la
indígenas estaban casados con varias mujeres. En 1537 Edad Media en contacto con el derecho romano y el
Paulo 111resolvió que podían casarse canónicamente derecho germánico. Según el derecho romano el
sólo con una de ellas, a elección, con tal que no recor- matrimonio se constituía por el consentimiento de los
daran cuál había sido la primera. San Pío V en 1571 cónyuges. Según el derecho germánico por la cópula
concedió al indígena bautizado quedarse con aque- sexual posterior al consentimiento. Se discutió mucho
lla esposa que había sido bautizada juntamente con él, entre canonistas, pero al final se llegó a la práctica,
aunque constara que no fuera la primera. vigente todavía en la actualidad, de que el Papa podía
La trata de esclavos negros disgregó en la época disolver los matrimonios en que había habido consen-
colonial a miles de matrimonios. En 1585 Gregorio timiento (rato), pero en los que aún no se había dado
XIII autorizó conceder la dispensa solicitada para la unión sexual-genital (no consumados). Cf. canon
contraer nuevo matrimonio a los esclavos convertidos 1142.
al cristianismo, cuando no era posible localizar al Así, pues, la práctica actual de la Iglesia Católica es
primer cónyuge. El nuevo matrimonio era válido y la de que sólo el matrimonio consumado entre dos
seguía siéndolo aun cuando se demostrase posterior- cónyuges bautizados es indisoluble. Lo cual quiere
mente que el primer cónyuge no había podido res- decir que la indisolubilidad del matrimonio no es de /
ponder o que incluso por aquellas fechas ya había derecho natural, o al menos de derecho natural pri-
sido bautizado. El Papa afirma con respecto al primer mario. ¿Le viene la indisolubilidad al matrimonio
matrimonio que "dichos matrimonios celebrados entre sacramento de su especial significación del amor
infieles son ciertamente verdaderos, pero no tan indisoluble entre Cristo y la Iglesia?
firmes que, aconsejándolo la necesidad, no puedan La discusión teológica se centra en la actualidad en
disolverse" .84 torno a la pregunta: ¿Por qué el Papa no puede tam-
Estos casos están relacionados con otros de diso- bién disolver los matrimonios ratos y consumados
lución "en favor de la fe" que se han dado en los entre bautizados? Veamos sobre esto los argumentos
últimos tiempos. Como estos casos difícilmente sacados de la Biblia, de la Tradición y del Magisterio de
pueden explicarse en virtud del privilegio paulino, la Iglesia.
se afirma que el Papa, en cuanto Vicario de Cristo,
tiene autoridad para disolver determinados matrimo-
nios. Es lo que se llama la "potestad vicaria" o "pri- 5. Las diferentesinterpretaciones
vilegio petrino". Cf. la aplicación actual de estas del inciso de Mateo 5,32 y 19,9
cuestiones en los cánones 1148-1149.
Según los textos de Marcos 10,11-12 y Lucas 16,18,
al tratar el tema del divorcio Jesús condena la prác-
84. Cf. F.R. Aznar Gil. La Introducción del Matrimonio Cristiano en
Indias: Aportación Canónica (s. XVI). Ed. Universidad Pontificia, Salamanca
tica judía de dar el "libelo de repudio": "Lo que
1985. Dios unió no lo separe el hombre". Sin embargo en

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los textos de Mateo 5,32 y 19,9 se condena el divorcio, Mateo se consideraba incestuoso por influjo de una
pero añadiendo la cláusula "excepto el caso de por- mentalidad judía, a pesar de que en el momento de
neia", palabra que aquí se suele traducir por adul- celebrarse, en un ambiente pagano o de prosélitos, se
terio. Han sido muchas las interpretaciones que se han consideraba válido y legítimo. Por esto, para evitar
dado de estos textos. Estas son las principales: disensiones en la comunidad, el Concilio de Jerusalén
pediría que los cristianos provenientes del paganismo
a) Mateo aceptaría la separación matrimonial, pero se abstuvieran de dicha clase de matrimonios.
no un nuevo matrimonio. Esta es la interpretación
que, siguiendo a san Jerónimo, ha sido tradicional en e) Mateo, lo mismo que Pablo en 1 Cor, admitiría
la Iglesia Católica. Sin embargo la simple separación una auténtica excepción a la indisolubilidad del matri-
era una realidad desconocida por los judíos y, por lo monio. La respuesta de Jesús, dada en el contexto de
tanto, la respuesta sería ininteligible para la comuni- las discusiones entre las escuelas rabínicas de Sham-
dad de origen judío, primera destinataria del evange- mai (estricta) y Hillel (laxa), se refiere a que no es lícito
lio de Mateo. dar el libelo de repudio "por cualquier causa", sino
sólo en caso de adulterio. Así opinan los teólogos de
b) No hay que traducir "excepto el caso de adulte- la Iglesia Ortodoxa, muchos protestantes y algunos
rio", sino "incluso en caso de adulterio". Esta opinión católicos.
es rechazable por razones filológicas y de contexto. Personalmente las dos últimas interpretaciones me
parecen las más probables.
c) Hay que darle a la frase un sentido preteritivo,
es decir traducirla por "prescindimos del caso de adul-
terio". Esta es la opinión de san Agustín. Pero en este 6. El principiode la economíaen la iglesiaortodoxa
caso la respuesta no encajaría con la pregunta que se
le hace a Jesús. Algunos teólogos católicos actuales, interpretando
el texto de Mateo en el último sentido, creen que la
d) Porneiase refiere aquí, lo mismo que en Hechos Iglesia Católica debería tener en cuenta la práctica
15,20 y 29, a matrimonios válidos según la legislación tradicional de la Iglesia Ortodoxa en lo que se ha lla-
romana, pero contraídos contra las leyes judías (cf. Lev mado "el principio de economía". Según ella no debe
18). Estos matrimonios serían disolubles porque la interpretarse el evangelio como ley, sino como evan-
comunidad los consideraba nulos. Esta opinión fue gelio, es decir como ideal de conducta para los que
propuesta hace algunos años por J. Bonsirven (1948) han aceptado en sus vidas la presencia del Reino de
y ampliada después por Baltensweiler (1967). Este Dios. Este ideal no excluye ciertas excepciones, que por
último afirma que "porneia"tiene el mismo significado otra parte han sido siempre admitidas por la Iglesia
que "zenut" en el lenguaje judeo-rabínico contem- Católica en lo que se refiere al juramento y a la vio-
poráneo: matrimonio entre parientes próximos (por lencia, temas también incluidos en el capítulo 5 de san
ejemplo entre tío y sobrina), que en la comunidad de Mateo. Según esta "economía" se debe reconocer la
166 167
los textos de Mateo 5,32 y 19,9 se condena el divorcio, Mateo se consideraba incestuoso por influjo de una
pero añadiendo la cláusula "excepto el caso de por- mentalidad judía, a pesar de que en el momento de
neia", palabra que aquí se suele traducir por adul- celebrarse, en un ambiente pagano o de prosélitos, se
terio. Han sido muchas las interpretaciones que se han consideraba válido y legítimo. Por esto, para evitar
dado de estos textos. Estas son las principales: disensiones en la comunidad, el Concilio de Jerusalén
pediría que los cristianos provenientes del paganismo
a) Mateo aceptaría la separación matrimonial, pero se abstuvieran de dicha clase de matrimonios.
no un nuevo matrimonio. Esta es la interpretación
que, siguiendo a san Jerónimo, ha sido tradicional en e) Mateo, lo mismo que Pablo en 1 Cor, admitiría
la Iglesia Católica. Sin embargo la simple separación una auténtica excepción a la indisolubilidad del matri-
era una realidad desconocida por los judíos y, por lo monio. La respuesta de Jesús, dada en el contexto de
tanto, la respuesta sería ininteligible para la comuni- las discusiones entre las escuelas rabínicas de Sham-
dad de origen judío, primera destinataria del evange- mai (estricta) y Hillel (laxa), se refiere a que no es lícito
lio de Mateo. dar el libelo de repudio "por cualquier causa", sino
sólo en caso de adulterio. Así opinan los teólogos de
b) No hay que traducir "excepto el caso de adulte- la Iglesia Ortodoxa, muchos protestantes y algunos
rio", sino "incluso en caso de adulterio". Esta opinión católicos.
es rechazable por razones filológicas y de contexto. Personalmente las dos últimas interpretaciones me
parecen las más probables.
c) Hay que darle a la frase un sentido preteritivo,
es decir traducirla por "prescindimos del caso de adul-
terio". Esta es la opinión de san Agustín. Pero en este 6. El principiode la economíaen la iglesiaortodoxa
caso la respuesta no encajaría con la pregunta que se
le hace a Jesús. Algunos teólogos católicos actuales, interpretando
el texto de Mateo en el último sentido, creen que la
d) Porneiase refiere aquí, lo mismo que en Hechos Iglesia Católica debería tener en cuenta la práctica
15,20 y 29, a matrimonios válidos según la legislación tradicional de la Iglesia Ortodoxa en lo que se ha lla-
romana, pero contraídos contra las leyes judías (cf. Lev mado "el principio de economía". Según ella no debe
18). Estos matrimonios serían disolubles porque la interpretarse el evangelio como ley, sino como evan-
comunidad los consideraba nulos. Esta opinión fue gelio, es decir como ideal de conducta para los que
propuesta hace algunos años por J. Bonsirven (1948) han aceptado en sus vidas la presencia del Reino de
y ampliada después por Baltensweiler (1967). Este Dios. Este ideal no excluye ciertas excepciones, que por
último afirma que "porneia"tiene el mismo significado otra parte han sido siempre admitidas por la Iglesia
que "zenut" en el lenguaje judeo-rabínico contem- Católica en lo que se refiere al juramento y a la vio-
poráneo: matrimonio entre parientes próximos (por lencia, temas también incluidos en el capítulo 5 de san
ejemplo entre tío y sobrina), que en la comunidad de Mateo. Según esta "economía" se debe reconocer la
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dura realidad del pecado y de la tragedia humana y en matrimonios. Entre los Padres Griegos se pueden
ella la Iglesia debe hacer presente el amor y el perdón citar como favorables al divorcio a san Basilio, san
de Dios. Aunque el matrimonio cristiano implique un Gregorio Nacianceno, san Juan Crisóstomo, san Epifa-
clima de fidelidad absoluta, la Iglesia no puede aban- nio y Teodoro de Ciro. Orígenes, aunque no la com-
donar al pecador y mucho menos al cónyuge aban- parte, manifiesta respeto hacia la actitud de los obispos
donado sin culpa y se siente obligada a buscar en la que en su tiempo admitían un segundo matrimonio
posibilidad de un nuevo matrimonio una salida que (d. Lozano, pp. 96-97).
no constituye, por supuesto, un ideal sino un mal El Concilio de Trento en los cánones 5 y 7 sobre
menor. Los ortodoxos repiten con frecuencia la frase el matrimonio (DS 1805 y 1807) parece que define
de san Juan Crisóstomo: "Es mejor romper un matri- la indisolubilidad del matrimonio rato y consumado
monio que perderse", indicando que aunque la entre bautizados. Sin embargo no es así, ya que hay
indisolubilidad sea un gran valor, los valores últimos y que tener presente que consta que el Concilio no tuvo
supremos son los de la fe y la salvación. intención de condenar la práctica de la Iglesia Orto-
Con respecto a esta práctica de la Iglesia Ortodoxa, doxa, sino que el objeto de su enseñanza fue condenar
conviene tener presente la proposición 14.6 aprobada la doctrina de Lutero que admitía la disolubilidad
por el Sínodo de los Obispos sobre la familia en intrínseca del matrimonio y negaba la jurisdicción de
1980 y presentada al Papa: "El Sínodo, movido por su la Iglesia en materia matrimonial. 85
interés pastoral por estos fieles (los divorciados vueltos En la situación actual conviene distinguir clara-
a casar), desea que se lleve a efecto un nuevo y más mente entre la investigación teológica, que tiene toda-
profundo estudio a este respecto, teniendo en cuenta vía que aclarar muchas cosas, y la práctica pastoral.
igualmente la práctica de las Iglesias de Oriente, a fin En ésta debe seguirse la enseñanza actual del magis-
de poner mejor en evidencia la misericordia pasto- terio, que puede sintetizarse en lás siguientes palabras
ral". No parece que la Santa Sede haya tenido muy de Juan Pablo II en el nº 20 de la Familiarisconsortio:
en cuenta este deseo ampliamente mayoritario de los "La comunión conyugal se caracteriza no sólo por
representantes del episcopado mundial. su unidad, sino también por su indisolubilidad ...
Es deber fundamental de la Iglesia reafirmar con
fuerza la doctrina de la indisolubilidad del matrimo-
7. La tradieióny el magisteriode la Iglesia nio; a cuantos, en nuestros días, consideran difícil o
incluso imposible vincularse a una persona por toda
La doctrina de los Santos Padres no nos ofrece una la vida y a cuantos son arrastrados por una cultura
enseñanza unánime en lo que se refiere a la indisolu- que rechaza la indisolubilidad matrimonial y que se
bilidad del matrimonio. Incluso en la Iglesia de Occi- burla abiertamente del compromiso de los esposos a
dente hay testimonios que permiten la anulación la fidelidad, es necesario repetir el buen anuncio de
del matrimonio rato y consumado entre bautizados, la perennidad del amor conyugal que tiene en Cristo
aunque no se puede negar que hubo una evolución 85. Cf. P. Fraseo, "Divorcio en caso de adulterio en el Concilio de
progresiva hacia la indisolubilidad absoluta de estos Trento": Concilium, nº 55 (1970), pp. 249-260.

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dura realidad del pecado y de la tragedia humana y en matrimonios. Entre los Padres Griegos se pueden
ella la Iglesia debe hacer presente el amor y el perdón citar como favorables al divorcio a san Basilio, san
de Dios. Aunque el matrimonio cristiano implique un Gregorio Nacianceno, san Juan Crisóstomo, san Epifa-
clima de fidelidad absoluta, la Iglesia no puede aban- nio y Teodoro de Ciro. Orígenes, aunque no la com-
donar al pecador y mucho menos al cónyuge aban- parte, manifiesta respeto hacia la actitud de los obispos
donado sin culpa y se siente obligada a buscar en la que en su tiempo admitían un segundo matrimonio
posibilidad de un nuevo matrimonio una salida que (d. Lozano, pp. 96-97).
no constituye, por supuesto, un ideal sino un mal El Concilio de Trento en los cánones 5 y 7 sobre
menor. Los ortodoxos repiten con frecuencia la frase el matrimonio (DS 1805 y 1807) parece que define
de san Juan Crisóstomo: "Es mejor romper un matri- la indisolubilidad del matrimonio rato y consumado
monio que perderse", indicando que aunque la entre bautizados. Sin embargo no es así, ya que hay
indisolubilidad sea un gran valor, los valores últimos y que tener presente que consta que el Concilio no tuvo
supremos son los de la fe y la salvación. intención de condenar la práctica de la Iglesia Orto-
Con respecto a esta práctica de la Iglesia Ortodoxa, doxa, sino que el objeto de su enseñanza fue condenar
conviene tener presente la proposición 14.6 aprobada la doctrina de Lutero que admitía la disolubilidad
por el Sínodo de los Obispos sobre la familia en intrínseca del matrimonio y negaba la jurisdicción de
1980 y presentada al Papa: "El Sínodo, movido por su la Iglesia en materia matrimonial. 85
interés pastoral por estos fieles (los divorciados vueltos En la situación actual conviene distinguir clara-
a casar), desea que se lleve a efecto un nuevo y más mente entre la investigación teológica, que tiene toda-
profundo estudio a este respecto, teniendo en cuenta vía que aclarar muchas cosas, y la práctica pastoral.
igualmente la práctica de las Iglesias de Oriente, a fin En ésta debe seguirse la enseñanza actual del magis-
de poner mejor en evidencia la misericordia pasto- terio, que puede sintetizarse en lás siguientes palabras
ral". No parece que la Santa Sede haya tenido muy de Juan Pablo II en el nº 20 de la Familiarisconsortio:
en cuenta este deseo ampliamente mayoritario de los "La comunión conyugal se caracteriza no sólo por
representantes del episcopado mundial. su unidad, sino también por su indisolubilidad ...
Es deber fundamental de la Iglesia reafirmar con
fuerza la doctrina de la indisolubilidad del matrimo-
7. La tradieióny el magisteriode la Iglesia nio; a cuantos, en nuestros días, consideran difícil o
incluso imposible vincularse a una persona por toda
La doctrina de los Santos Padres no nos ofrece una la vida y a cuantos son arrastrados por una cultura
enseñanza unánime en lo que se refiere a la indisolu- que rechaza la indisolubilidad matrimonial y que se
bilidad del matrimonio. Incluso en la Iglesia de Occi- burla abiertamente del compromiso de los esposos a
dente hay testimonios que permiten la anulación la fidelidad, es necesario repetir el buen anuncio de
del matrimonio rato y consumado entre bautizados, la perennidad del amor conyugal que tiene en Cristo
aunque no se puede negar que hubo una evolución 85. Cf. P. Fraseo, "Divorcio en caso de adulterio en el Concilio de
progresiva hacia la indisolubilidad absoluta de estos Trento": Concilium, nº 55 (1970), pp. 249-260.

168 169
su fundamento y su fuerza. Enraizada en la donación precedente matrimonio, irreparablemente destruido,
personal y total de los cónyuges y exigida por el bien no había sido nunca válido".
de los hijos, la indisolubilidad del matrimonio halla su b) Los divorciados deben participar en la vida de la
verdad última en el designio que Dios ha manifes- Iglesia: "En unión con el Sínodo exhorto vivamente a
tado en su revelación: Él quiere y da la indisolubili- los pastores y a toda la comunidad de los fieles para
dad del matrimonio como fruto, signo y exigencia del que ayuden a los divorciados, procurando con solícita
amor absolutamente fiel que Dios tiene al hombre y caridad que no se consideren separados de la Igle-
que el Señor Jesús vive hacia su Iglesia". sia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados,
participar en su vida. Se les exhorte a escuchar la
Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa,
8. La conductapastoralcon los divorciadosvueltos a casar a perseverar en la oración, a incrementar las obras de
caridad y las iniciativas de la comunidad en favor
Los principios actuales de la Iglesia pueden de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana,
resumirse en la enseñanza de la Familiaris consortio a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para
n.84: implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios. La
a) Los pastores deben discernir las situaciones: "La Iglesia rece por ellos, los anime, se presente como
experiencia diaria enseña, por desgracia, que quien ha madre misericordiosa y así los sostenga en la fe y en la ·
recurrido al divorcio tiene normalmente la intención esperanza".
de pasar a una nueva unión, obviamente sin el rito reli-
gioso católico ... La Iglesia, instituida para conducir a c) Los divorciados vueltos a casar no pueden reci-
la salvación a los hombres, sobre todo a los bautiza- bir los sacramentos de la penitencia y de la eucaris-
dos, no puede abandonar a sí mismos a quienes -uni- tía 86: La razón principal es que "su estado y situación
dos ya con el vínculo matrimonial sacramental- han de vida contradicen objetivamente la unión de amor
intentado pasar a nuevas nupcias. Por lo tanto pro- entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la
curará infatigablemente poner a su disposición los Eucaristía". Sin embargo, la razón de fondo es que se
medios de salvación". supone que son personas que viven en pecado mortal,
"Los pastores, por amor a la verdad, están obli- ya que realizan con la persona con la que viven el
gados a discernir bien las situaciones. En efecto, hay acto sexual sin estar casados legítimamente. Esto se
diferencia entre los que sinceramente se han esforzado deduce de que el Papa a continuación afirma que estas
por salvar el primer matrimonio y han sido abandona- personas pueden recibir el sacramento de la peniten-
dos del todo injustamente, y los que por culpa grave cia, y posteriormente la eucaristía, cuando "arrepen-
han destruido un matrimonio canónicamente válido. tidos de haber violado el signo de la alianza y de la
Finalmente están los que han construido una segunda
unión en vista a la educación de los hijos, y a veces 86. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta a los obispos de
la Iglesia Católicasobre la recepciónde la comunión eucarísticapor parte de los
están subjetivamente seguros en conciencia de que el fieles divorciadosvueltos a casar (14-9-1994). Librería Ed. Vaticana, Ciudad
del Vaticano 1994.

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su fundamento y su fuerza. Enraizada en la donación precedente matrimonio, irreparablemente destruido,
personal y total de los cónyuges y exigida por el bien no había sido nunca válido".
de los hijos, la indisolubilidad del matrimonio halla su b) Los divorciados deben participar en la vida de la
verdad última en el designio que Dios ha manifes- Iglesia: "En unión con el Sínodo exhorto vivamente a
tado en su revelación: Él quiere y da la indisolubili- los pastores y a toda la comunidad de los fieles para
dad del matrimonio como fruto, signo y exigencia del que ayuden a los divorciados, procurando con solícita
amor absolutamente fiel que Dios tiene al hombre y caridad que no se consideren separados de la Igle-
que el Señor Jesús vive hacia su Iglesia". sia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados,
participar en su vida. Se les exhorte a escuchar la
Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa,
8. La conductapastoralcon los divorciadosvueltos a casar a perseverar en la oración, a incrementar las obras de
caridad y las iniciativas de la comunidad en favor
Los principios actuales de la Iglesia pueden de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana,
resumirse en la enseñanza de la Familiaris consortio a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para
n.84: implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios. La
a) Los pastores deben discernir las situaciones: "La Iglesia rece por ellos, los anime, se presente como
experiencia diaria enseña, por desgracia, que quien ha madre misericordiosa y así los sostenga en la fe y en la ·
recurrido al divorcio tiene normalmente la intención esperanza".
de pasar a una nueva unión, obviamente sin el rito reli-
gioso católico ... La Iglesia, instituida para conducir a c) Los divorciados vueltos a casar no pueden reci-
la salvación a los hombres, sobre todo a los bautiza- bir los sacramentos de la penitencia y de la eucaris-
dos, no puede abandonar a sí mismos a quienes -uni- tía 86: La razón principal es que "su estado y situación
dos ya con el vínculo matrimonial sacramental- han de vida contradicen objetivamente la unión de amor
intentado pasar a nuevas nupcias. Por lo tanto pro- entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la
curará infatigablemente poner a su disposición los Eucaristía". Sin embargo, la razón de fondo es que se
medios de salvación". supone que son personas que viven en pecado mortal,
"Los pastores, por amor a la verdad, están obli- ya que realizan con la persona con la que viven el
gados a discernir bien las situaciones. En efecto, hay acto sexual sin estar casados legítimamente. Esto se
diferencia entre los que sinceramente se han esforzado deduce de que el Papa a continuación afirma que estas
por salvar el primer matrimonio y han sido abandona- personas pueden recibir el sacramento de la peniten-
dos del todo injustamente, y los que por culpa grave cia, y posteriormente la eucaristía, cuando "arrepen-
han destruido un matrimonio canónicamente válido. tidos de haber violado el signo de la alianza y de la
Finalmente están los que han construido una segunda
unión en vista a la educación de los hijos, y a veces 86. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta a los obispos de
la Iglesia Católicasobre la recepciónde la comunión eucarísticapor parte de los
están subjetivamente seguros en conciencia de que el fieles divorciadosvueltos a casar (14-9-1994). Librería Ed. Vaticana, Ciudad
del Vaticano 1994.

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fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestas a nes, especialmente con relación al documento publi-
una forma de vida que no contradiga la indisolu- cado en 1993 por los tres obispos alemanes de la región
bilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concreta- del Oberrhein, obispos de gran prestigio teológico. 87
mente que cuando el hombre y la mujer, por motivos En el documento los obispos dan una serie de cri-
serios -como, por ejemplo, la educación de los hijos- terios comunes de discernimiento para juzgar de estas
no pueden cumplir la obligación de la separación, situaciones:
asumen el compromiso de vivir en plena continencia, - Si en el fracaso del primer matrimonio hay graves
o sea, de abstenerse de los actos propios de los espo- faltas, se debe reconocer la propia responsabilidad y
sos". arrepentirse.
d) Los pastores no pueden efectuar ceremonias reli- - Se debe razonablemente estar seguro de que
giosas para los divorciados que vuelven a casarse: regresar con el primer cónyuge es imposible.
"Tales ceremonias podrían dar la impresión de que - Se deben reparar los daños ocasionados en la
se celebran nuevas nupcias sacramentalmente válidas medida de lo posible y se deben cumplir las obligaciones
y como consecuencia inducirían a error sobre la indi- para con la mujer y los hijos del primer matrimonio.
solubilidad del matrimonio válidamente contraído". - La segunda convivencia matrimonial debe haber
Ya hemos hablado antes de la conveniencia para dado prueba de su solidez durante un periodo largo de
arreglar bastantes situaciones de recurrir a los tribu- tiempo.
nales eclesiásticos, sobre todo en los casos en que - Se debe examinar si la adhesión al segundo vín-
hay una duda razonable sobre la validez del primer culo se ha convertido en una obligación moral frente al
matrimonio. compañero y los hijos.
Por todo lo dicho queda claro que ya están comple- Los obispos señalan que a partir de estos criterios
tamente superadas ciertas costumbres -que todavía se deben clarificar las diversas situaciones, mediante el
se conservan en algunas regiones de México-, como diálogo de los interesados con un sacerdote juicioso y
son la de prohibir la recepción de los sacramentos a maduro. Si las personas no pueden normalizar su situa-
los padres de los divorciados vueltos a casar o de los ción en la Iglesia y desean recibir los sacramentos:
que viven en amasiato, la de prohibir que los padres - El sacerdote no puede dar ninguna autorización
puedan visitar a sus hijos divorciados o que sean visi- oficial, general y formal, puesto que ello oscurecería la
tados por éstos, etc. No es tampoco pastoralmente fidelidad de la Iglesia en lo concerniente a la indisolu-
razonable el no admitir sistemáticamente al bautismo bilidad del matrim01úo.
a los hijos de los que viven en una situación irregular. - Tampoco cabe expresar una autorización parcial
Para permitir o prohibir el bautismo lo único que para el caso singular, de la que sería responsable sólo
cuenta es si están o no dispuestos a educar cristiana- la autoridad.
mente a sus hijos bautizados.
En lo que se refiere a la cuestión del acceso a la 87. Cf. la versión italiana del documento en Il Regno-Documenti-19
(1993), pp. 613-622. La versión española en Aznar - Flecha, Divorciados y
eucaristía por parte de los divorciados vueltos a casar, Eucaristía, pp. 85-132. Dos de estos obispos han sido nombrados carde-
el tema ha sido objeto de recientes estudios y reflexio- nales por Juan Pablo II en febrero del 2001.

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fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestas a nes, especialmente con relación al documento publi-
una forma de vida que no contradiga la indisolu- cado en 1993 por los tres obispos alemanes de la región
bilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concreta- del Oberrhein, obispos de gran prestigio teológico. 87
mente que cuando el hombre y la mujer, por motivos En el documento los obispos dan una serie de cri-
serios -como, por ejemplo, la educación de los hijos- terios comunes de discernimiento para juzgar de estas
no pueden cumplir la obligación de la separación, situaciones:
asumen el compromiso de vivir en plena continencia, - Si en el fracaso del primer matrimonio hay graves
o sea, de abstenerse de los actos propios de los espo- faltas, se debe reconocer la propia responsabilidad y
sos". arrepentirse.
d) Los pastores no pueden efectuar ceremonias reli- - Se debe razonablemente estar seguro de que
giosas para los divorciados que vuelven a casarse: regresar con el primer cónyuge es imposible.
"Tales ceremonias podrían dar la impresión de que - Se deben reparar los daños ocasionados en la
se celebran nuevas nupcias sacramentalmente válidas medida de lo posible y se deben cumplir las obligaciones
y como consecuencia inducirían a error sobre la indi- para con la mujer y los hijos del primer matrimonio.
solubilidad del matrimonio válidamente contraído". - La segunda convivencia matrimonial debe haber
Ya hemos hablado antes de la conveniencia para dado prueba de su solidez durante un periodo largo de
arreglar bastantes situaciones de recurrir a los tribu- tiempo.
nales eclesiásticos, sobre todo en los casos en que - Se debe examinar si la adhesión al segundo vín-
hay una duda razonable sobre la validez del primer culo se ha convertido en una obligación moral frente al
matrimonio. compañero y los hijos.
Por todo lo dicho queda claro que ya están comple- Los obispos señalan que a partir de estos criterios
tamente superadas ciertas costumbres -que todavía se deben clarificar las diversas situaciones, mediante el
se conservan en algunas regiones de México-, como diálogo de los interesados con un sacerdote juicioso y
son la de prohibir la recepción de los sacramentos a maduro. Si las personas no pueden normalizar su situa-
los padres de los divorciados vueltos a casar o de los ción en la Iglesia y desean recibir los sacramentos:
que viven en amasiato, la de prohibir que los padres - El sacerdote no puede dar ninguna autorización
puedan visitar a sus hijos divorciados o que sean visi- oficial, general y formal, puesto que ello oscurecería la
tados por éstos, etc. No es tampoco pastoralmente fidelidad de la Iglesia en lo concerniente a la indisolu-
razonable el no admitir sistemáticamente al bautismo bilidad del matrim01úo.
a los hijos de los que viven en una situación irregular. - Tampoco cabe expresar una autorización parcial
Para permitir o prohibir el bautismo lo único que para el caso singular, de la que sería responsable sólo
cuenta es si están o no dispuestos a educar cristiana- la autoridad.
mente a sus hijos bautizados.
En lo que se refiere a la cuestión del acceso a la 87. Cf. la versión italiana del documento en Il Regno-Documenti-19
(1993), pp. 613-622. La versión española en Aznar - Flecha, Divorciados y
eucaristía por parte de los divorciados vueltos a casar, Eucaristía, pp. 85-132. Dos de estos obispos han sido nombrados carde-
el tema ha sido objeto de recientes estudios y reflexio- nales por Juan Pablo II en febrero del 2001.

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-Sin embargo, en el diálogo pastoral puede resul- nión eucarística por parte de un divorciado casado de
tar evidente en el caso concreto que ambos cónyuges, o nuevo, presupone normalmente que se atribuya a la
uno solo, se sientan autorizados según su propia con- conciencia personal el poder de decidir en último tér-
ciencia a acceder a la Eucaristía. mino, basándose en la propia convicción, sobre la exis-
- Esta decisión sólo puede ser tomada por cada tencia o no del anterior matrimonio y sobre el valor de
uno, insustituiblemente, en un acto personal de su con- la nueva unión. Sin embargo, dicha atribución, es inad-
ciencia. Es necesario, sin embargo, que la autoridad misible." (nº 7).
eclesial acompañe la reflexión. El problema clave es aquí la libertad de la concien-
- La intervención de un sacerdote en este proceso cia en estos casos que tienen un componente público.
de clarificación es necesaria porque el acceso a la Euca- En principio se recibe el Cuerpo del Señor en la propia
ristía es un acto público y significativamente eclesial. comunidad eclesial. Decir que se vaya a comulgar a un
El sacerdote, sin embargo, no otorga ninguna autoriza- lugar en donde nadie le conozca, no es una solución
ción oficial para comulgar. teológicamente aceptable. La cuestión está sin embargo
- El sacerdote respetará el juicio de conciencia de en cierto sentido abierta y ha sido objeto de diferentes
cada uno, por el que, después del examen de concien- interpretaciones por parte de obispos y teólogos. 88
cia, se haya llegado a la convicción de poder asumir
ante Dios la responsabilidad de acceder a la Eucaristía.
Igualmente protegerá de los prejuicios y suspicacias Bibliografía
esta decisión de conciencia y se preocupará de que la
comunidad eclesial no sufra por ello ningún escándalo. l. Eugenio Alburquerque. Matrimonio y familia. Ed. CCS,
El sacerdote que haya conducido este diálogo infor- Madrid 1994, pp. 77-102.
2. Federico Aznar - José R. Flecha. Divorciados y Eucaristía. Ed.
mará al párroco correspondiente. Universidad Pontificia, Salamanca 1996.
Téngase en cuenta que en su documento los obispos 3. Ignacio Díaz de León. Con solícita caridad... Ed. La Cruz,
consideran sólo la situación de la pareja que considera México 2000.
en conciencia la certeza de la nulidad de su primer 4. F. Javier Elizari. Pastoral de los divorciados y de otras
matrimonio, aunque no haya podido ser demostrada situaciones irregulares. Ed. Paulinas, Madrid 1980.
5. Tomás García Barberena (ed.). El vínculo matrimonial. ¿Divor-
ante los tribunales eclesiásticos. De hecho los obispos cio o indisolubilidad? Ed. BAC, Madrid 1980.
pretendían sólo interpretar en un sentido amplio el dis- 6. Francisco Gil Delgado. Divorcio en la Iglesia. Ed. Atenas,
cernimiento de que se habla en la FC al hablar de este Madrid 1993.
tema. Queda en interrogante la posibilidad de aplicar 7. Bernhard Haring. ¿Hay una salida? Pastoral para divorciados.
estos criterios a otras situaciones. Ed. Herder, Barcelona 1990.
8. Antonio Hortelano. Problemas actuales de moral. Vol. II. Ed.
Sin nombrar a estos obispos, pero aludiendo clara- Sígueme, Salamanca 1980, pp. 639-715.
mente a ellos, la Congregación para la Doctrina de la 9. Peter Huizing. "El derecho canónico y la disolución del
fe respondió con el documento citado en la nota 3. En matrimonio": Concilium, n. 87 (1973), pp. 9-18.
él, además de recordar la doctrina de la FC, se afirma:
"La errada convicción de poder acceder a la comu-

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-Sin embargo, en el diálogo pastoral puede resul- nión eucarística por parte de un divorciado casado de
tar evidente en el caso concreto que ambos cónyuges, o nuevo, presupone normalmente que se atribuya a la
uno solo, se sientan autorizados según su propia con- conciencia personal el poder de decidir en último tér-
ciencia a acceder a la Eucaristía. mino, basándose en la propia convicción, sobre la exis-
- Esta decisión sólo puede ser tomada por cada tencia o no del anterior matrimonio y sobre el valor de
uno, insustituiblemente, en un acto personal de su con- la nueva unión. Sin embargo, dicha atribución, es inad-
ciencia. Es necesario, sin embargo, que la autoridad misible." (nº 7).
eclesial acompañe la reflexión. El problema clave es aquí la libertad de la concien-
- La intervención de un sacerdote en este proceso cia en estos casos que tienen un componente público.
de clarificación es necesaria porque el acceso a la Euca- En principio se recibe el Cuerpo del Señor en la propia
ristía es un acto público y significativamente eclesial. comunidad eclesial. Decir que se vaya a comulgar a un
El sacerdote, sin embargo, no otorga ninguna autoriza- lugar en donde nadie le conozca, no es una solución
ción oficial para comulgar. teológicamente aceptable. La cuestión está sin embargo
- El sacerdote respetará el juicio de conciencia de en cierto sentido abierta y ha sido objeto de diferentes
cada uno, por el que, después del examen de concien- interpretaciones por parte de obispos y teólogos. 88
cia, se haya llegado a la convicción de poder asumir
ante Dios la responsabilidad de acceder a la Eucaristía.
Igualmente protegerá de los prejuicios y suspicacias Bibliografía
esta decisión de conciencia y se preocupará de que la
comunidad eclesial no sufra por ello ningún escándalo. l. Eugenio Alburquerque. Matrimonio y familia. Ed. CCS,
El sacerdote que haya conducido este diálogo infor- Madrid 1994, pp. 77-102.
2. Federico Aznar - José R. Flecha. Divorciados y Eucaristía. Ed.
mará al párroco correspondiente. Universidad Pontificia, Salamanca 1996.
Téngase en cuenta que en su documento los obispos 3. Ignacio Díaz de León. Con solícita caridad... Ed. La Cruz,
consideran sólo la situación de la pareja que considera México 2000.
en conciencia la certeza de la nulidad de su primer 4. F. Javier Elizari. Pastoral de los divorciados y de otras
matrimonio, aunque no haya podido ser demostrada situaciones irregulares. Ed. Paulinas, Madrid 1980.
5. Tomás García Barberena (ed.). El vínculo matrimonial. ¿Divor-
ante los tribunales eclesiásticos. De hecho los obispos cio o indisolubilidad? Ed. BAC, Madrid 1980.
pretendían sólo interpretar en un sentido amplio el dis- 6. Francisco Gil Delgado. Divorcio en la Iglesia. Ed. Atenas,
cernimiento de que se habla en la FC al hablar de este Madrid 1993.
tema. Queda en interrogante la posibilidad de aplicar 7. Bernhard Haring. ¿Hay una salida? Pastoral para divorciados.
estos criterios a otras situaciones. Ed. Herder, Barcelona 1990.
8. Antonio Hortelano. Problemas actuales de moral. Vol. II. Ed.
Sin nombrar a estos obispos, pero aludiendo clara- Sígueme, Salamanca 1980, pp. 639-715.
mente a ellos, la Congregación para la Doctrina de la 9. Peter Huizing. "El derecho canónico y la disolución del
fe respondió con el documento citado en la nota 3. En matrimonio": Concilium, n. 87 (1973), pp. 9-18.
él, además de recordar la doctrina de la FC, se afirma:
"La errada convicción de poder acceder a la comu-

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10. Eduardo López Azpitarte. Ética de la sexualidad y del
matrimonio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 381-435. Hay edición
mexicana.
11. Francisco Lozano. Divorcio y nuevo matrimonio. Ed. Verbo
Divino, Estella 1971. CAPÍTULOll
12. Antonio Matabosch. Divorcio e Iglesia. Ed. Marova, Madrid
1979. LA IGUALDAD FUNDAMENTAL
13. I. Pérez del Viso. "Pastoral para divorciados": Vida Pasto- DE LOS CÓNYUGES EN EL MATRIMONIO.
ral (México), n. 84 (1988), pp. 24-34. MACHISMO Y FEMINISMO

1. La situación de la mujer en la sociedadactual

Comencemos centrándonos en el análisis de los


principales mecanismos que impiden en la actualidad
una plena liberación femenina, tanto en el ámbito de la
familia corno en el de la sociedad, ya que los dos están .
íntimamente unidos.
Es interesante recordar la observación del Docu-
mento de Puebla cuando al decirnos quiénes son los
pobres en América Latina afirma: "En esta categoría se
encuentran principalmente nuestros indígenas, cam-
pesinos, obreros, marginados de la ciudad y, muy en
especial, la mujer de estos sectores sociales, por su
condición doblemente oprimida y marginada" (n.1135,
nota 2).
El mismo Documento plantea la situación de la
mujer en América Latina en los siguientes términos:
A la conocida marginación de la mujer, consecuen-
cia de atavismos culturales (prepotencia del varón,
salarios desiguales, educación deficiente, etc.) que se
manifiesta en su ausencia casi total de la vida política,
económica y cultural, se agregan nuevas formas de
marginación en una sociedad consumista y hedonista.
176
177
10. Eduardo López Azpitarte. Ética de la sexualidad y del
matrimonio. Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 381-435. Hay edición
mexicana.
11. Francisco Lozano. Divorcio y nuevo matrimonio. Ed. Verbo
Divino, Estella 1971. CAPÍTULOll
12. Antonio Matabosch. Divorcio e Iglesia. Ed. Marova, Madrid
1979. LA IGUALDAD FUNDAMENTAL
13. I. Pérez del Viso. "Pastoral para divorciados": Vida Pasto- DE LOS CÓNYUGES EN EL MATRIMONIO.
ral (México), n. 84 (1988), pp. 24-34. MACHISMO Y FEMINISMO

1. La situación de la mujer en la sociedadactual

Comencemos centrándonos en el análisis de los


principales mecanismos que impiden en la actualidad
una plena liberación femenina, tanto en el ámbito de la
familia corno en el de la sociedad, ya que los dos están .
íntimamente unidos.
Es interesante recordar la observación del Docu-
mento de Puebla cuando al decirnos quiénes son los
pobres en América Latina afirma: "En esta categoría se
encuentran principalmente nuestros indígenas, cam-
pesinos, obreros, marginados de la ciudad y, muy en
especial, la mujer de estos sectores sociales, por su
condición doblemente oprimida y marginada" (n.1135,
nota 2).
El mismo Documento plantea la situación de la
mujer en América Latina en los siguientes términos:
A la conocida marginación de la mujer, consecuen-
cia de atavismos culturales (prepotencia del varón,
salarios desiguales, educación deficiente, etc.) que se
manifiesta en su ausencia casi total de la vida política,
económica y cultural, se agregan nuevas formas de
marginación en una sociedad consumista y hedonista.
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Así se llega al extremo de transformarla en objeto de 2. Tradicionalmente se alaba a la mujer como madre,
consumo, disfrazando su explotación bajo el pretexto pero no como esposa; y en el matrimonio, en lo que se
de evolución de los tiempos (por la publicidad, el ero- refiere a responsabilidades, parece que queda más gra-
tismo, la pornografía, etc.). _ vada que el hombre, debido al machismo imperante.
En muchos de nuestros países, sea por la situación 3. Los medios de comunicación social introducen
económica agobiante, sea por la crisis moral acentuada, y alimentan la imagen de mujer-objeto, o promueven
la prostitución femenina se ha incrementado. En el para la mujer una libertad carente de valores.
sector laboral se comprueba el incumplimiento o la 4. Sigue existiendo la desigualdad jurídica de la
evasión de las leyes que protegen a la mujer. Frente a mujer.
esta situación, las mujeres no siempre están organiza- 5. Aunque ella tiene muchas veces en la familia la
das para exigir el respeto a sus derechos. exclusiva en el campo religioso debido a la ausencia
En las familias, la mujer se ve recargada además de del hombre, en la vida eclesial no se han aprovechado
las tareas domésticas por el trabajo profesional y en no los valiosos servicios y ministerios que la mujer puede
pocos casos debe asumir todas las responsabilidades, aportar. Si a veces la lectura de la Biblia lleva a posi-
por abandono del hogar por parte del varón. ciones antifeministas, se debe a que se carece de un
También se debe considerar la situación lamenta- profundo conocimiento de las Sagradas Letras y no se
ble de las empleadas domésticas, por el maltrato y la hace una verdadera exégesis.
explotación que sufren con frecuencia por parte de sus 6. No se ha promovido una reflexión seria sobre
patronos, incluyendo a veces el acoso sexual. estos puntos dentro y fuera del ambiente eclesial. Falta
En la misma Iglesia, a veces se ha dado una insu- reflexionar sobre el papel de la mujer en el mundo
ficiente valoración de la mujer y una escasa participa- actual, y la correlativa revisión del hombre en la socie-
ción suya a nivel de las iniciativas pastorales. dad, en la Iglesia y en la familia. Hay estructuras
Sin embargo, deben destacarse, como signos posi- sociales en las que no se le respetan ni reconocen sus
tivos, el lento pero creciente ingreso de la mujer en derechos como mujer, esposa y madre.
las tareas de la construcción de la sociedad, el resurgi-
miento de las organizaciones femeninas que trabajan A nivel general, hay que señalar que en la moderna
por lograr la promoción e incorporación de la mujer en sociedad industrial se da un empeoramiento de la
todos los ámbitos (Puebla, nn. 834-840). situación femenina con respecto a épocas anteriores.
La situación de la mujer en México: El Directorio Esta degradación se produce incluso en procesos que
Nacional de Pastoral Familiar (1985) aporta las siguiente deberían favorecer la liberación femenina {libertad
observaciones (pp.28-29): sexual, trabajo femenino) y por esto es más urgente la
obligación de denunciarla.
l. La mujer en México todavía no ocupa el lugar Hay que desenmascarar, por otra parte, el "mito de
que le corresponde y, en algunos grupos de campesi- la familia tradicional", que se presenta como el ideal de
nos e indígenas, carece casi totalmente de personali- la familia cristiana, cuando en realidad es una creación
dad. de la sociedad burguesa.
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Así se llega al extremo de transformarla en objeto de 2. Tradicionalmente se alaba a la mujer como madre,
consumo, disfrazando su explotación bajo el pretexto pero no como esposa; y en el matrimonio, en lo que se
de evolución de los tiempos (por la publicidad, el ero- refiere a responsabilidades, parece que queda más gra-
tismo, la pornografía, etc.). _ vada que el hombre, debido al machismo imperante.
En muchos de nuestros países, sea por la situación 3. Los medios de comunicación social introducen
económica agobiante, sea por la crisis moral acentuada, y alimentan la imagen de mujer-objeto, o promueven
la prostitución femenina se ha incrementado. En el para la mujer una libertad carente de valores.
sector laboral se comprueba el incumplimiento o la 4. Sigue existiendo la desigualdad jurídica de la
evasión de las leyes que protegen a la mujer. Frente a mujer.
esta situación, las mujeres no siempre están organiza- 5. Aunque ella tiene muchas veces en la familia la
das para exigir el respeto a sus derechos. exclusiva en el campo religioso debido a la ausencia
En las familias, la mujer se ve recargada además de del hombre, en la vida eclesial no se han aprovechado
las tareas domésticas por el trabajo profesional y en no los valiosos servicios y ministerios que la mujer puede
pocos casos debe asumir todas las responsabilidades, aportar. Si a veces la lectura de la Biblia lleva a posi-
por abandono del hogar por parte del varón. ciones antifeministas, se debe a que se carece de un
También se debe considerar la situación lamenta- profundo conocimiento de las Sagradas Letras y no se
ble de las empleadas domésticas, por el maltrato y la hace una verdadera exégesis.
explotación que sufren con frecuencia por parte de sus 6. No se ha promovido una reflexión seria sobre
patronos, incluyendo a veces el acoso sexual. estos puntos dentro y fuera del ambiente eclesial. Falta
En la misma Iglesia, a veces se ha dado una insu- reflexionar sobre el papel de la mujer en el mundo
ficiente valoración de la mujer y una escasa participa- actual, y la correlativa revisión del hombre en la socie-
ción suya a nivel de las iniciativas pastorales. dad, en la Iglesia y en la familia. Hay estructuras
Sin embargo, deben destacarse, como signos posi- sociales en las que no se le respetan ni reconocen sus
tivos, el lento pero creciente ingreso de la mujer en derechos como mujer, esposa y madre.
las tareas de la construcción de la sociedad, el resurgi-
miento de las organizaciones femeninas que trabajan A nivel general, hay que señalar que en la moderna
por lograr la promoción e incorporación de la mujer en sociedad industrial se da un empeoramiento de la
todos los ámbitos (Puebla, nn. 834-840). situación femenina con respecto a épocas anteriores.
La situación de la mujer en México: El Directorio Esta degradación se produce incluso en procesos que
Nacional de Pastoral Familiar (1985) aporta las siguiente deberían favorecer la liberación femenina {libertad
observaciones (pp.28-29): sexual, trabajo femenino) y por esto es más urgente la
obligación de denunciarla.
l. La mujer en México todavía no ocupa el lugar Hay que desenmascarar, por otra parte, el "mito de
que le corresponde y, en algunos grupos de campesi- la familia tradicional", que se presenta como el ideal de
nos e indígenas, carece casi totalmente de personali- la familia cristiana, cuando en realidad es una creación
dad. de la sociedad burguesa.
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En efecto, existe siempre la tentación de definir a la 2. Explicacionesideológicasdel antifeminismo89
mujer por la maternidad. Pero mientras que en otros
tiempos tal función no era exclusiva, desde el momento . El problema que hemos constatado se reduce a com-
en que la industria suplantó la función económica del probar la existencia de un grupo (el masculino) que
hogar, comenzó a asistirse a una inflación de la función domina y oprime, y otro (el femenino) que es domi-
maternal. Hay en la sociedad industrial una dicotomía nado y oprimido.
brutal, desconocida en las sociedades agrarias, en las Pero este problema es muy antiguo. Tan antiguo
que la mujer participa en el trabajo del campo o en la que, al llegar el cristianismo, está ya plenamente plan-
pequeña industria familiar. En la sociedad burguesa teado y aceptado en las ideas, en las costumbres y en
los varones dimiten de la tarea de educar a los hijos las instituciones.
(pensemos en el típico ejecutivo moderno) para dedi- Ahora bien, una práctica de esta naturaleza no
carse a un trabajo remunerado fuera del hogar. En este puede mantenerse sin un intento de justificarla ante
sentido, se vive un matriarcado de la educación que quienes la sufren. Esta es la función de la ideología:
históricamente es una novedad, ya que en la familia legitimar una situación que es antinatural e injusta,
patriarcal la educación corría a cargo de toda la familia pero a la que hay que presentar como normal y
en su sentido más amplio. legítima. De esta forma aparecerá como algo exigido
Erigir en un absoluto el papel de la mujer como por la lógica y que responde a las exigencias de una
"reina del hogar" encierra un doble peligro: naturaleza que en último término depende de Dios.
¿Cuáles han sido en concreto las explicaciones con
a) Olvidar que la tarea educadora, lo mismo que la las que se ha pretendido justificar el antifeminismo?
procreación, es algo propio de la pareja y, por lo tanto,
también del padre. l. Una interpretación masculinizante de la Biblia:
a) Del texto yavista de Gén 2,21-25, en que el varón
b) Acentuar el aislamiento de la mujer en relación aparece creado antes que la mujer y ésta se crea a partir
con el mundo exterior y con las tareas político-sociales del varón, se ha querido deducir la superioridad del
y, en consecuencia, conducirla por un proceso de alie- sexo masculino. Sea cual sea la interpretación exacta de
nación. este texto, el hecho es que el conjunto de la tradición
judía y cristiana le dio una interpretación masculini-
Nos encontramos en este tipo de sociedad con zante. De este texto se deducían dos consecuencias:
una oposición dialéctica de orden espacial entre el primero, que no podía afirmarse con propiedad que la
"dentro", lugar de la mujer, y el "fuera", lugar propio mujer fuera hecha a imagen de Dios; segundo: que la
de la actividad masculina. La mujer, al menos en bas- mujer había sido creada para ser sometida al dominio
tantes casos, queda restringida en sus desplazamientos del varón. Estas consecuencias inspiraron una imagen
y queda también excluida de la administración de los social de la mujer y una serie de medidas discrimina-
bienes.
89. Cf. B. Forcano, pp. 125-131.

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En efecto, existe siempre la tentación de definir a la 2. Explicacionesideológicasdel antifeminismo89
mujer por la maternidad. Pero mientras que en otros
tiempos tal función no era exclusiva, desde el momento . El problema que hemos constatado se reduce a com-
en que la industria suplantó la función económica del probar la existencia de un grupo (el masculino) que
hogar, comenzó a asistirse a una inflación de la función domina y oprime, y otro (el femenino) que es domi-
maternal. Hay en la sociedad industrial una dicotomía nado y oprimido.
brutal, desconocida en las sociedades agrarias, en las Pero este problema es muy antiguo. Tan antiguo
que la mujer participa en el trabajo del campo o en la que, al llegar el cristianismo, está ya plenamente plan-
pequeña industria familiar. En la sociedad burguesa teado y aceptado en las ideas, en las costumbres y en
los varones dimiten de la tarea de educar a los hijos las instituciones.
(pensemos en el típico ejecutivo moderno) para dedi- Ahora bien, una práctica de esta naturaleza no
carse a un trabajo remunerado fuera del hogar. En este puede mantenerse sin un intento de justificarla ante
sentido, se vive un matriarcado de la educación que quienes la sufren. Esta es la función de la ideología:
históricamente es una novedad, ya que en la familia legitimar una situación que es antinatural e injusta,
patriarcal la educación corría a cargo de toda la familia pero a la que hay que presentar como normal y
en su sentido más amplio. legítima. De esta forma aparecerá como algo exigido
Erigir en un absoluto el papel de la mujer como por la lógica y que responde a las exigencias de una
"reina del hogar" encierra un doble peligro: naturaleza que en último término depende de Dios.
¿Cuáles han sido en concreto las explicaciones con
a) Olvidar que la tarea educadora, lo mismo que la las que se ha pretendido justificar el antifeminismo?
procreación, es algo propio de la pareja y, por lo tanto,
también del padre. l. Una interpretación masculinizante de la Biblia:
a) Del texto yavista de Gén 2,21-25, en que el varón
b) Acentuar el aislamiento de la mujer en relación aparece creado antes que la mujer y ésta se crea a partir
con el mundo exterior y con las tareas político-sociales del varón, se ha querido deducir la superioridad del
y, en consecuencia, conducirla por un proceso de alie- sexo masculino. Sea cual sea la interpretación exacta de
nación. este texto, el hecho es que el conjunto de la tradición
judía y cristiana le dio una interpretación masculini-
Nos encontramos en este tipo de sociedad con zante. De este texto se deducían dos consecuencias:
una oposición dialéctica de orden espacial entre el primero, que no podía afirmarse con propiedad que la
"dentro", lugar de la mujer, y el "fuera", lugar propio mujer fuera hecha a imagen de Dios; segundo: que la
de la actividad masculina. La mujer, al menos en bas- mujer había sido creada para ser sometida al dominio
tantes casos, queda restringida en sus desplazamientos del varón. Estas consecuencias inspiraron una imagen
y queda también excluida de la administración de los social de la mujer y una serie de medidas discrimina-
bienes.
89. Cf. B. Forcano, pp. 125-131.

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torias con respecto a ella a lo largo de la tradición cris- acerca de la reproducción. Según ellas el varón era
tiana, judía y, más adelante, musulmana. superior a la mujer porque él era transmisor de la vida.
El texto de Gén 3,1-9 (la tentación de Adán y Eva En el semen masculino ya se econtraría en potencia
en el paraíso) confirmaba el anterior. La serpiente se el futuro ser humano. La mujer era un simple recep-
dirigió a la mujer por ser menos inteligente y más débil táculo que se dedicaba a alimentar una vida recibida
de voluntad. Para colmo, una vez seducida, ella se con- del varón. De ahí se deducía que el masculino era
vierte en seductora. La mujer queda transformada en el único y verdadero sexo, por ser el único responsa-
un peligro. Por esto el varón tiene que someterla, des- ble de la procreación. En el varón se encontraba la
confiar de ella e impedir su poder de seducción. plena realización del ser humano. El lenguaje todavía
expresa estas ideas cuando identifica el hombre con el
b) En el N.T., del texto paulino de Ef 5,22-24, en que varón.
se dice que los maridos son cabeza de la mujer, como Pero si el varón era el único generador, ¿por qué de
Cristo lo es de la Iglesia, y que por ello mismo deben su acción generadora procedían también mujeres? La
estarles sometidas, se ha derivado también una amplia explicación era la siguiente: en principio el varón sólo
justificación del antifeminismo: "Como la Iglesia está debía engendrar varones. Pero en el proceso fecun-
sometida a Cristo, así también las mujeres a sus mari- dante podían surgir ciertos fallos que daban lugar a
dos en todo". un ser masculino deficiente y empobrecido. Este era
La alegoría conyugal que emplea el autor de Efe- la mujer (un "mas occasionatus", según la expresión
sios ha ido a desembocar en la sacralización de una común). La deficiencia de la mujer que le afectaba tanto
situación cultural antifeminista. Ciertamente el ejem- en el alma como en el cuerpo, se resumía en el concepto
plo puede valer para demostrar la relación de la de "debilidad de la naturaleza" ("imbecillitas naturae")
Iglesia con respecto a Cristo. Pero no vale desde el aplicado a la mujer. Las consecuencias las encontra-
momento en que desde la realidad que se quiere mos en este texto de Santo Tomás: "La mujer necesita
iluminar (Cristo=Cabeza, Iglesia=Cuerpo) se intenta del varón, no sólo para engendrar, sino también para
concluir que la pareja humana tiene que reproducir gobernar la familia, pues el varón es más perfecto en
siempre esta misma relación. En este caso una realidad cuanto a la razón y más fuerte en cuanto a la virtud"
contingente e injusta (la sujeción de la mujer al marido (Contra gentiles, III,123). Desgraciadamente las conse-
en los tiempos apostólicos) se quiere justificar y abso- cuencias han subsistido mucho después de demostrar
lutizar recurriendo a un modelo divino que la perpe- la falsedad de los presupuestos científicos en que se
tuaría. apoyaban.

2. El recurso a:la biología antigua: la mujer, varón 3. La idealización de la mujer. Las modernas ideo-
disminuido. 90 El antifeminismo se apoyó durante logías antifeministas defienden lo mismo que las anti-
mucho tiempo en las concepciones biológicas antiguas guas, pero de una manera más sutil. En lugar de
afirmar la debilidad congénita de la mujer, prefieren
90. Cf. J.M. Aubert, pp. 117-124. decir que la mujer es una criatura maravillosa con

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torias con respecto a ella a lo largo de la tradición cris- acerca de la reproducción. Según ellas el varón era
tiana, judía y, más adelante, musulmana. superior a la mujer porque él era transmisor de la vida.
El texto de Gén 3,1-9 (la tentación de Adán y Eva En el semen masculino ya se econtraría en potencia
en el paraíso) confirmaba el anterior. La serpiente se el futuro ser humano. La mujer era un simple recep-
dirigió a la mujer por ser menos inteligente y más débil táculo que se dedicaba a alimentar una vida recibida
de voluntad. Para colmo, una vez seducida, ella se con- del varón. De ahí se deducía que el masculino era
vierte en seductora. La mujer queda transformada en el único y verdadero sexo, por ser el único responsa-
un peligro. Por esto el varón tiene que someterla, des- ble de la procreación. En el varón se encontraba la
confiar de ella e impedir su poder de seducción. plena realización del ser humano. El lenguaje todavía
expresa estas ideas cuando identifica el hombre con el
b) En el N.T., del texto paulino de Ef 5,22-24, en que varón.
se dice que los maridos son cabeza de la mujer, como Pero si el varón era el único generador, ¿por qué de
Cristo lo es de la Iglesia, y que por ello mismo deben su acción generadora procedían también mujeres? La
estarles sometidas, se ha derivado también una amplia explicación era la siguiente: en principio el varón sólo
justificación del antifeminismo: "Como la Iglesia está debía engendrar varones. Pero en el proceso fecun-
sometida a Cristo, así también las mujeres a sus mari- dante podían surgir ciertos fallos que daban lugar a
dos en todo". un ser masculino deficiente y empobrecido. Este era
La alegoría conyugal que emplea el autor de Efe- la mujer (un "mas occasionatus", según la expresión
sios ha ido a desembocar en la sacralización de una común). La deficiencia de la mujer que le afectaba tanto
situación cultural antifeminista. Ciertamente el ejem- en el alma como en el cuerpo, se resumía en el concepto
plo puede valer para demostrar la relación de la de "debilidad de la naturaleza" ("imbecillitas naturae")
Iglesia con respecto a Cristo. Pero no vale desde el aplicado a la mujer. Las consecuencias las encontra-
momento en que desde la realidad que se quiere mos en este texto de Santo Tomás: "La mujer necesita
iluminar (Cristo=Cabeza, Iglesia=Cuerpo) se intenta del varón, no sólo para engendrar, sino también para
concluir que la pareja humana tiene que reproducir gobernar la familia, pues el varón es más perfecto en
siempre esta misma relación. En este caso una realidad cuanto a la razón y más fuerte en cuanto a la virtud"
contingente e injusta (la sujeción de la mujer al marido (Contra gentiles, III,123). Desgraciadamente las conse-
en los tiempos apostólicos) se quiere justificar y abso- cuencias han subsistido mucho después de demostrar
lutizar recurriendo a un modelo divino que la perpe- la falsedad de los presupuestos científicos en que se
tuaría. apoyaban.

2. El recurso a:la biología antigua: la mujer, varón 3. La idealización de la mujer. Las modernas ideo-
disminuido. 90 El antifeminismo se apoyó durante logías antifeministas defienden lo mismo que las anti-
mucho tiempo en las concepciones biológicas antiguas guas, pero de una manera más sutil. En lugar de
afirmar la debilidad congénita de la mujer, prefieren
90. Cf. J.M. Aubert, pp. 117-124. decir que la mujer es una criatura maravillosa con

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