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Universidad La Salle
ISSN: 1405-6690
revista.ci@ulsa.mx
Universidad La Salle
México
dirigido a los maestros, es de agradecer y con- cación así lo exigen. Definen el concepto de
viene dejar constancia de ello. Esta constancia práctica educativa en el cual basan su trabajo y
contiene la segunda invitación: a disfrutar la las dimensiones que construyen; definen su
obra, a tomarlo en las manos, con los ojos y metodología, la cual privilegia al diálogo.
nuestra atención. Responden a qué se proponen, cómo trabajan y
por qué, por qué se apoyan en la investigación-
El texto está dividido en seis capítulos, de acción y cómo es el camino que proponen tran-
diverso tamaño; el primer y segundo capítulo se sitar al maestro. Así, la lectura de este capítulo,
llevan más de la mitad de la extensión de la además de dejamos leer los interiores del pen-
obra. Además, contiene prefacio, epílogo y samiento autoral, nos permite entender el senti-
bibliografía, en los cuales las autoras dan cuen- do más hondo de la propuesta: realizar un pro-
ta de sus objetivos, de sus deseos y dedicatoria grama de formación para maestros en servicio
del trabajo a los maestros y sus fuentes, encaminado a mejorar la calidad de su trabajo
respectivamente. profesional y su capacidad personal y colectiva.
Aquí está la siguiente invitación para nosotros:
El prefacio nos permite advertir que este libro tiene sentido formamos durante la práctica;
es hijo, corregido y aumentado y superado, de dejemos de lado la ilusión de que terminar los
una obra previa de las mismas autoras. Una estudios formales nos capacita para este
obra publicada hace más de 10 años y segura- mundo cambiante; y quien quiera ser responsa-
mente conocida por los maestros, titulada: Más ble en la tarea de educar, anímese a revisar lo
allá del salón de clases. No es una nueva edi- que hace todos los días.
ción o, mucho menos, un "refrito". Es, sin duda
un fruto de lo anterior, de la misma familia El capítulo dos contiene un viaje detallado por
temática, pero nuevo, diferente y, también sin las dimensiones de la práctica docente. En este
duda, con derecho a vivir por sí mismo. 10 años capítulo el lector, especialmente si es maestro y
no pasan en balde, sobretodo a quien no se trabaja con un grupo de colegas, encontrará
contentó con producir una obra sino que, la usó una manera de discurrir entre las muy diversas
como medio para ponerse a trabajar en el condiciones de su quehacer educacional. No
campo, acompañar a maestros, directores y escapa nada: la historia personal, las influen-
asesores en escuelas, oficinas y universidades; cias sociales y de la cultura que habitamos y
y poner en cuestión sus afirmaciones, exponer nos habita, la escuela y el sistema que organiza
sus propuestas, corregirlas y aun abandonarlas la educación, la relación entre personas, los
si no resultaban pertinentes; y precisamente, tal valores que practicamos...; para finalizar con un
como lo propone el mensaje central del texto, "clavado" en la relación pedagógica, que es la
aprender de la puesta en práctica: Esa es la ter- clave desde la cual se estructura el proceso
cera, y quizá sustancial invitación a los lectores: educativo en las aulas. Como dije arriba, aquí el
aprendamos de nuestra práctica. El texto pro- texto nos invita a viajar con curiosidad, con todo
pone un modo concreto para hacerlo. nuestro tiempo y dedicación y con ánimo de
encontrar incluso paisajes insospechados y a
El capítulo primero se dedica a la funda- veces difíciles de asimilar. La resistencia habi-
mentación del programa de aprendizaje pro- tual a justificar, explicar o negar lo que hace-
puesto en la obra. Es una fundamentación más mos, debemos dejarla en el ropero y viajar sin
abundante y precisa de la que habitualmente ella.
encontramos en otros textos dirigidos a los
maestros, pues nuestro texto no se contenta Los siguientes cuatro capítulos (3 al 6), la otra
con establecer la corriente de pensamiento en mitad del libro, son sendas invitaciones a sacar-
la que se inscribe, o referir las fuentes, autores le consecuencias al ejercicio realizado en el
y modelos en los que se encuentra la teoría uti- capítulo dos. En primer lugar, si hemos realiza-
lizada. Se detienen a presentar con detalle el do un enorme esfuerzo de reconocer los
proceso de pensamiento que las lleva a la pro- detalles, hasta los más íntimos, de nuestra
puesta. Declaran el punto de partida: la necesi- práctica, es congruente empezar un esfuerzo
dad de entender la práctica educativa "desde por mejorarla. Y nuestras autoras nos proponen
dentro" pues las características cambiantes de un giro casi dramático: lo que hasta ahora ha
nuestra sociedad y los constitutivos de la edu- sido práctica veámoslo como situación. No es