Mercados Financieros

Basilea III:
novedades y efectos
Basilea III obligará a las entidades financieras a disponer de mayor capital y de mejor calidad
y al establecimiento de un ratio máximo de apalancamiento. Su consecuencia inmediata
será el encarecimiento de la financiación bancaria, lo que obligará a las empresas
a desarrollar su actividad en un marco aun más restrictivo

Gonzalo Ruiz-Garma Gorostiza, socio de Sector Financiero en el área de Advisory

Inmaculada González Bayón, directora del Sector Financiero en el área de Advisory
KPMG

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on un periodo de bonanza económica in-
ternacional entre los años 2003 y 2007,
la zona euro se caracterizó por una etapa
de crecimiento constante, con una inflación contro-
lada, un PIB que aumentaba por encima del 4,5% y
un fuerte desarrollo de los mercados financieros. Pa-
ralelamente, se iniciaba la crisis latente del mercado
hipotecario norteamericano con un efecto contagio
en numerosos países. La fuerte correlación existente
entre la economía real y el sector financiero favore-
ció la aparición de una crisis global en el año 2008.
Dicha crisis no se hubiera potenciado de no ser por la
acumulación de ineficiencias en distintos sectores de
la economía y principalmente en materia de gestión
de riesgos. Las dudas existentes sobre las agencias
crediticias en su labor de evaluar a tiempo posibles
contingencias y la necesidad de un impulso adicional
de reguladores y supervisores sólo fue un punto más
en el inicio de la misma.
El acuerdo de Basilea III propone una serie de
cambios y mejoras normativas con el fin de realizar
una reforma en el sistema financiero internacional.
Dicha modificación ha sido necesaria para adecuar
a su predecesor, Basilea II, a aspectos que no fueron
evaluados y garantizar el correcto funcionamiento
del sistema financiero manteniendo los requerimien-
tos de capital mínimos necesarios.
En este sentido, las exigencias del acuerdo es-
tán dirigidas a garantizar la disponibilidad de recur-
sos propios para afrontar una situación de crisis. La
asunción, en algún caso, de excesivos riesgos debido
a inexactitudes en su medición y a la falta de infor-
mación provocó una inadecuada medida de los ni-
veles de capital suficientes. Esta realidad, junto con
la prociclicidad de la normativa, que no favorece la
acumulación de buffers en épocas expansivas, la
existencia de estructuras de incentivos y remunera-
ciones inadecuadas y un marco regulatorio interna-
cional no homogéneo, dieron impulso a la necesaria
reforma.
En definitiva, era preciso establecer unas bases
sólidas que como mínimo asegurasen la no reitera-
ción de las mismas situaciones en el futuro, con el
reto añadido de su implantación uniforme en los dis-
tintos países (Figura 1).
PRINCIPALES NOVEDADES
Basilea III introduce una serie de novedades de
gran relevancia por su impacto en las entidades fi-
nancieras y en la economía real descritas a conti-
nuación, y que podemos organizar en los siguientes
ámbitos: necesidades de capital mínimas y control
del ratio de apalancamiento:
1. Se describirá a continuación en qué consisten las
mayores exigencias de capital:
- Se incrementan los requisitos de calidad del
capital necesario, estableciéndose unas de-
ducciones, umbrales y cómputos menos per-
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Figura 1. De Basilea I a Basilea III
Fuente: elaboración interna a partir del análisis de la normativa.
misivos (Figura 2). De este modo se establecen
las siguientes modificaciones en relación con
los requerimientos mínimos para las entida-
des financieras:
i) El porcentaje de core capital necesario pa-
sa a ser del 4,5%, con lo que el capital de
mayor calidad es ahora más del doble del
establecido anteriormente (2%).
ii) El porcentaje de Tier I pasa del 4% al 6%,
requiriendo mayor calidad en sus compo-
nentes (emisiones preferentes e intereses
minoritarios).
iii) El coeficiente de solvencia mínima necesa-
rio es del 10,5%, lo que supone un aumento
considerable respecto al 8% exigido con
anterioridad.
iv) Se introducen unos buffers de capital que
están compuestos por un fondo de con-
Ficha Técnica
AUTOR: Ruiz-Garma Gorostiza, Gonzalo; González Bayón, Inmaculada.
TÍTULO: Basilea III: novedades y efectos
LOCALIZADOR EN EL BUSCADOR WEB: DT0000178069
RESUMEN: El acuerdo de Basilea III propone una serie de cambios y mejo-
ras normativas con el fin de realizar una reforma en el sistema financiero
internacional. Introduce una serie de novedades de gran relevancia por su
impacto en las entidades financieras y en la economía real, se incrementan
las exigencias de capital y el control del ratio de apalancamiento. Las con-
secuencias que se pueden esperar para el sistema financiero es una banca
más segura, pero con un mayor coste, ganando en estabilidad y confianza
en el corto plazo. Las consecuencias que se pueden esperar para el sistema
financiero es una banca más segura, pero con un mayor coste, ganando en
estabilidad y confianza en el corto plazo.
DESCRIPTORES: Mercados financieros, Basilea II, entidad financiera, gestión
de riesgos, recursos propios, apalancamiento financiero, liquidez.
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Basilea III:
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Figura 2. Requerimientos de capital
Fuente: elaboración interna a partir del análisis de la normativa.
servación de capital del 2,5% y un fondo
contra-cíclico de 0% a 2,5% con el objeti-
vo de facilitar la superación de escenarios
adversos.
• En el caso de las entidades financieras
sistémicas, se es más restrictivo en tér-
minos de buffers de capital. El acuerdo
de Basilea III propone medidas adicio-
nales para reducir el riesgo debido a la
caída de una de ellas por su relevancia
en el sector. Dichas entidades financie-
ras deben poder absorber pérdidas por
encima del mínimo obligatorio. Para ello
se está desarrollando la posibilidad de
incluir una combinación de suplementos
de capital, capital contingente y deuda
capaz de absorber las posibles pérdidas
(“bail in”).
- Adicionalmente se realizan modificaciones en
relación a la cuantificación de los activos pon-
derados por riesgo:
i) En el caso de las titulizaciones, se incre-
mentan las necesidades de capital como
consecuencia de la mayor sensibilidad al
riesgo de algunos activos titulizados, espe-
cialmente las titulizaciones sintéticas y las
retitulizaciones. Asimismo, se incrementa el
CCF (Credit Conversion Factor) a aplicar en
el cálculo de capital al eliminarse la posi-
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bilidad de uso de de CCFs inferiores al 50%
en estándar y el tratamiento favorable de
CCFs del 20% en AIRB (Advanced Internal
Rating-Based approach).
ii) Respecto al riesgo de crédito en derivados,
repos y productos similares se efectúan di-
versos cambios: incremento del capital me-
diante el CVaR (Conditional Value at Risk),
incremento del valor de la EAD debido al
efecto del wrong way risk y modificación
de la fórmula de capital para IRB (Internal
Rating-Based approach) por la alta correla-
ción entre las contrapartes.
iii) e forma adicional al cálculo del VaR (Value
at Risk) que se realiza actualmente (VaR no
estresado), hay que computar el valor en
riesgo estresado (sVaR), siendo el capital
necesario la suma de ambos. Además, se in-
corpora el cálculo del IRC (Incremental Risk
Charge) para capturar la probabilidad de
default de los emisores de los instrumentos
financieros, así como su eventual migración
de rating.
- Otra de las importantes medidas adiciona-
les que participan en la gestión del capital
son los requerimientos de liquidez; el análi-
sis de la composición de activos y pasivos de
la entidad facilita la toma de decisiones que
incrementen la solvencia. Con Basilea III se
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Figura 3. Impacto más relevantes
Fuente: elaboración interna a partir del análisis de la normativa.
define el cálculo del coeficiente de cobertura
de liquidez, LCR (Liquidity Coverage Ratio). Los
activos líquidos de alta calidad han de permi-
tir la supervivencia de la entidad financiera
en un horizonte temporal de 30 días bajo un
escenario de estrés. Asimismo, se establece la
cantidad mínima de financiación estable me-
diante el cálculo del coeficiente de financia-
ción neta estable, NSFR (Net Stable Funding
Ratio) basada en las características de liquidez
de los activos y las actividades, que son desa-
rrolladas por la entidad en un horizonte de un
año.
2. Por otro lado, se define el ratio de apalancamien-
to, que indica la relación entre los recursos pro-
pios y la exposición bruta, tanto en balance como
fuera de él, con el objetivo de limitar el apalan-
camiento de las entidades financieras. Una vez
se complete la implantación de la normativa, no
podrá exceder en 33 veces el capital estructural.
El control sobre el mismo consigue limitar el cre-
cimiento excesivo en activos, tanto dentro como
fuera de balance. También es importante desta-
car que se trata de un indicador sobre la exposi-
ción bruta y no sobre los activos ponderados.
En resumen, de forma somera los impactos más
relevantes que introduce Basilea se muestran en la
Figura 3.
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Basilea III:
novedades y efectos
CALENDARIO DE IMPLANTACIÓN
Dado el alto nivel de exigencia de Basilea III, su
aplicación deberá ser progresiva y controlada, ya que
las entidades financieras necesitan un periodo de
tiempo para asumir las nuevas exigencias, no sien-
do razonable su cumplimiento de manera inmediata.
Durante este proceso de adaptación, son necesarios
esfuerzos a nivel de capital e inversiones y medidas
de control y gestión, con el fin de cumplir con el ca-
lendario de implantación previsto, como se observa
en la Figura 4.
La implantación de la nueva regulación depende-
rá del área geográfica, debido a varios factores que
se muestran en la Figura 5. Para evaluar el impacto
y la rapidez de adaptación a los nuevos requerimien-
tos, es clave conocer el estado actual de la normativa
vigente y su grado de implantación. Dicha situación
inicial, las exigencias del regulador local y el contexto
económico, condicionará cómo se verá afectada de
manera relevante las entidades financieras que ope-
ren en ellos.
IMPACTOS EN EL SECTOR FINANCIERO Y EN
LA ECONOMÍA
El marco propuesto de Basilea III es consecuencia
del entorno actual, pero a su vez esta regulación tie-
ne efectos sobre la economía. Las nuevas exigencias
de capital, tendrán un impacto directo en el sector
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Basilea III:
novedades y efectos
Un informe del Institute of
International Finance (IIF) cifra
en una caída del 3,1% del PIB el
impacto sobre EE UU, Japón y la
zona euro de la nueva regulación
bancario y, consecuentemente, en el tejido empresa-
rial de los países.
Impacto en la economía
La importancia que el sector financiero tiene
dentro de la economía actual hace pensar que las
acciones regulatorias destinadas a supervisar o limi-
tar su forma de operar tendrán consecuencias en el
comportamiento de las economías en las que desa-
rrollan sus actividades.
Si hay una cuestión que preocupa a los regula-
dores que están detrás de la implantación de Basilea
III es –además de la propia solvencia bancaria- la re-
ferida a las consecuencias que los nuevos estándares
van a tener sobre la economía real. Por eso, en los
inicios de Basilea III se hicieron cálculos y se pidió a
Figura 4. Calendario de implantación
Fuente: Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (diciembre 2010. Actualización junio 2011).
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las entidades financieras que analizasen los impactos
de la futura regulación.
La determinación de las consecuencias de aplicar
Basilea III sobre la economía no es sencilla, aunque
ya se han presentado algunos estudios, como el ela-
borado por el Institute of International Finance (IIF),
la patronal mundial de los bancos, a cuyo frente está
el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, y
cuyo vicepresidente es el español Francisco González
(BBVA).
El informe del IIF cifra en una caída del 3,1% del
PIB el impacto sobre Estados Unidos, Japón y la zona
euro de la nueva regulación. Bien es cierto que su
estudio se hizo en junio de 2010, antes de que el Co-
mité de Supervisores suavizara su propuesta.
El castigo sería mayor para la zona euro (-4,3%),
que para Estados Unidos (-2,6%) y Japon (-1,8%).
Basilea III se llevaría por delante hasta el año 2015
casi 10 millones de empleos en estas tres regiones
(4,7 en la zona euro, 4,6 en EE.UU. y 0,4 en Japón).
Hay otro análisis llevado a cabo por un grupo de
trabajo creado por el Consejo de Estabilidad Finan-
ciera y el Comité de Supervisores Bancarios. Sien-
do su conclusión radicalmente distinta, pese a que
el análisis se realizó también en las mismas fechas
(agosto de 2010) con unos criterios de Basilea III que
no han sido los definitivos. La conclusión de este gru-
po de trabajo es que el PIB caería un 0,38%, casi ocho
veces menos que la estimación del IIF; por lo que a
priori no se puede cuantificar con precisión el impac-
to en el crecimiento.
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Figura 5. Implantación en función del área geográfica
Fuente: elaboración interna a partir del análisis de la normativa.
Por otro lado, el informe de la OCDE, El Impacto
Macroeconómico de Basilea III de 2011, indica que el
incremento de capital para los bancos hará aumentar
los tipos de interés alrededor de 15 puntos básicos.
La organización en su informe no toma en considera-
ción un posible cambio en la política monetaria que
podría frenar el impacto en el PIB de la aplicación de
Basilea III.
Indicado esto, sólo es posible concluir que no
existe consenso respecto al impacto en la economía
y que se debe asumir cierto margen de error en las
estimaciones que se realizan.
Impacto en el sector financiero y empresas
El sistema bancario español soportó razo-
nablemente bien la primera fase de la crisis que
estalló en el verano de 2007. El régimen de regu-
lación y supervisión bancaria aplicado en España
ayudó a atenuar el impacto de la crisis financiera
internacional. Sin embargo, el efecto en balance
de las carteras inmobiliarias, así como las nue-
vas exigencias de capital, fueron el origen de un
proceso de integración encabezado por las cajas
de ahorro para fortalecer el sistema financiero
español.
En este contexto, se estima que la transposición
de Basilea III afectará a la financiación bancaria, su-
friendo un posible encarecimiento. El incremento del
coste de financiación, así como el mayor esfuerzo en
la dotación de capital del sector financiero, puede di-
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Basilea III:
novedades y efectos
ficultar el acceso al crédito a los sectores productivos
de la economía.
Tras la reciente polémica por la preservación
por parte de la banca de una política de dividendos
“demasiado generosa” estos últimos años, es posible
atisbar una modificación de la misma en las entida-
des financieras de forma inmediata. Las implicacio-
nes de la nueva normativa suponen cambios en la
gestión, incremento en la exigencia de una mayor
calidad y diversificación del activo y un mayor prota-
gonismo de los recursos de financiación. Unido esto
con la necesidad de retribuir al accionista en base al
nuevo escenario, podría implicar para las entidades
una reducción del ROE y una retención de los benefi-
cios con el objetivo de garantizar los requerimientos
de capital.
La gestión activa del rating pasará a ser un ele-
mento fundamental empujada por su influencia so-
bre el pricing y la importancia de éste en la financia-
ción y en el acceso a los mercados. También tomarán
un papel relevante en la optimización de la estructu-
ra financiera, la innovación en la búsqueda de fuen-
tes de financiación de los mercados y la dimensión
geográfica de las entidades financieras.
Se podría pensar que Basilea III afecta solo a las
entidades financieras, pero esto no es así. Las empre-
sas también deberán desarrollar su actividad en un
marco de financiación mucho más restrictivo.
Las consecuencias podrían ser de distinta natu-
raleza según la tipología de compañía. Las pertene-
cientes al sector de la construcción podrían experi-
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Basilea III:
novedades y efectos
mentar mayores dificultades debido a la contracción
del crédito -reduciéndose la demanda- y al mayor
coste de financiación. Del mismo modo, en el caso de
empresas industriales y contratistas, podría reducirse
y encarecerse la financiación para grandes proyectos
internacionales.
Sin embargo, el efecto final va a estar vinculado
en el corto plazo a la recuperación de la confianza
en el sistema financiero. Disponer de unas entidades
financieras de mayor calidad, facilitará el crecimiento
y el acceso al crédito de las empresas.
CONCLUSIONES
Las mayores exigencias introducidas en las pro-
puestas de Basilea III no son sino una forma de in-
crementar la solidez y transparencia de un sistema
financiero necesitado de una regulación uniforme y
de aplicación global, pero que a la vez tenga en cuen-
ta un ajuste en los riesgos asumidos por las entida-
des financieras. En este sentido, los nuevos requisitos
suponen un reto para las mismas, y pueden conlle-
var la transformación de algunas de las facultades
que hasta ahora se consideraban innatas al sector
financiero
La evolución en los últimos tiempos del
comportamiento del sistema financiero,
marcado, en algunos casos, por la falta de
control y supervisión, y la importancia e
impacto del mismo sobre los aspectos eco-
nómicos de las naciones,
implica la adopción
de un marco re-
gulatorio inter-
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l Estrategia Financiera
nacional que permita ordenar y garantizar su
funcionamiento.
Destaca el papel desempeñado por el Comité
Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS) y la Au-
toridad Bancaria Europea (EBA) en lo que se refiere
al análisis sobre el impacto y armonización de las
nuevas propuestas regulatorias, con el objetivo de
facilitar un sistema financiero más robusto que li-
mitará los efectos del mismo sobre la economía real
ante una crisis de características similares a la actual.
Sin embargo, se puede afirmar que la economía
real no será inmune a los efectos derivados de las
nuevas exigencias asumidas por las entidades fi-
nancieras. En este sentido, se puede esperar que el
incremento de las necesidades de capital, tanto en
términos cualitativos como cuantitativos, tendrá
consecuencias directas sobre el coste de financia-
ción, contrayendo el nivel de crédito concedido a
las empresas y, principalmente, a pequeñas y me-
dianas, motor principal de la economía y que ya
de por sí atraviesan dificultades en la obtención de
financiación.
Asimismo, se deberá prestar atención a la hete-
rogeneidad en la transposición de los requerimientos
del G-20, así como al arbitraje regulatorio y posibles
penalizaciones a distintas entidades locales.
Las conclusiones que se derivan de esta reforma
se resumen en una serie de puntos clave: se medirán
de una forma más adecuada y estricta determinados
riesgos; las necesidades de capital serán mayores y
de más calidad; se exigirán dos nuevos buffers de
capital, uno anticíclico y otro de conservación del
mismo; se impondrá un ratio de apalancamiento, y
se fijarán nuevos estándares de liquidez inexistentes
hasta ahora, por ejemplo, en la mayor parte de los
países europeos.
Las consecuencias que se pueden esperar para
el sistema financiero es una banca más segura, pero
con un mayor coste. Se ganará en estabilidad y con-
fianza en el corto plazo.
En definitiva, la implantación gradual de los re-
querimientos exigidos por Basilea III exigirá un es-
fuerzo que tendrá un impacto significativo en todos
los sectores económicos, pero que, una vez se com-
pruebe su óptimo funcionamiento, podría evitar
la repetición de los errores que nos han condu-
cido a atravesar la actual crisis, mejorando la
calidad del sistema financiero y ofreciendo
una mejor percepción frente al mercado.
La no implantación de una normativa
como Basilea III, conllevaría mayores di-
ficultades para el sistema financiero in-
ternacional, a la hora de recuperar la con-
fianza del mercado y facilitar el crecimiento de
las empresas.
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