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PERDIDAS ESPERADAS Y PERDIDAS INCURRIDAS NIIF 9 COMITÉ DE BASILEA

ALVARO ALEXIS LENIS DOMINGUEZ

Presentado al Profesor FAFIANO ORTIZ PIZA

Como Nota adicional para el Segundo Corte

CATEDRA DE CONTABILIDAD INTERNACIONAL

FACULTAD DE CONTADURIA PÚBLICA

CORPORACION UNIFICADA DE EDUCACION SUPERIOR CUN

ABRIL DE 2020
INTRODUCCION

La integración de mercados financieros a nivel internacional, ha generado que casi todos


los organismos de control financiero y los de supervisión adopten medidas para que la
información financiera de capital en las instituciones financieras y bancarias sea uniforme,
esto siguiendo las recomendaciones del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.

En Colombia; no ajenos a estas recomendaciones, los sistemas financieros buscan


incorporarse a estos cambios que el comité de Basilea propone; que no son una camisa de
fuerza pero que para hacer parte de la banca internacional, requiere que se cumpla con estos
preceptos.
OBJETIVO

Conocer la forma como se calcula la provisión por perdidas esperadas bajo la NIIF 9 y con
base en la recomendación emitida por el COMITÉ DE BASILEA.
PERDIDA ESPERADA Y PERDIDA INCURRIDA NIIF 9

La Niif 9 utiliza el modelo de pérdida incurrida, significa que durante el curso de un


préstamo, las pérdidas crediticias esperadas no se tuvieran suficientemente en cuenta. Los
grupos económicos financieros pidieron a IASB y FASB que adoptasen un enfoque más
hacia el futuro en el reconocimiento del deterioro de los créditos incobrables, lo que ha
venido en llamarse el modelo de pérdida esperada.

El modelo de pérdida esperada, se centrará más en las expectativas de pérdidas


crediticias futuras y así permitir el reconocimiento temprano de esas pérdidas. El mayor
beneficio de esto es que se pondrá más información y antes en relación con el aumento del
riesgo crediticio. Este modelo no considera los costos involucrados en la implementación
de la nueva norma. Para garantizar el cumplimiento de la norma, las organizaciones tendrán
que invertir en cosas como sistemas de tecnología de la información. Este modelo hace que
los bancos calculen la perdida inesperada, sin subestimar el riesgo de capital de los títulos
valores y colocaciones que se hacen en la bolsa través de los bancos y corporaciones
financieras de los bancos.

Este nuevo modelo que establece la norma para el cálculo del deterioro de activos
financieros es complejo, ya que fue desarrollado principalmente para ser aplicado por las
entidades financieras. Se debe señalar que en general, este nuevo enfoque supondrá
adelantar el reconocimiento del deterioro. Tal puede ser su efecto, sobre todo para ciertas
entidades como las financieras, que cabe destacar que BBVA Research emitía
recientemente un informe en el que concluía que “el reconocimiento temprano de pérdidas
puede poner a algunos bancos al límite de la insolvencia desde el punto de vista contable.

Este cambio se da por las crisis financieras de 2008, en donde las pérdidas no fueron
reconocidas en su cuantía real por lo bancos y corporaciones. Ello condujo a los líderes del
G20, y a ciertos organismos internaciones, a solicitar a los emisores de normas (IASB y
FASB) que adoptasen un enfoque más hacia el futuro en el reconocimiento del deterioro.
La NIC 39 precisaba la existencia de una evidencia del deterioro para registrar la
provisión, llamado modelo de pérdida incurrida, y en cambio la NIIF 9 asume que en cada
activo financiero existe, implícitamente, cierta probabilidad de impago desde su
nacimiento, por lo que la estimación debe ser registrada desde la primera fecha de reporte,
llamado modelo de pérdida esperada.

Como se Calcula: Este modelo, que aplica a activos financieros valorados a costo
amortizado, activos financieros a valor razonable con cambios en otro resultado integral,
cuentas a cobrar por arrendamientos en el alcance de su norma, activos del contrato de
acuerdo a la NIIF 15, y a ciertos contratos de garantía financiera y compromisos de
préstamo, requiere que la entidad realice una estimación de las pérdidas crediticias
esperadas basada tanto en la experiencia histórica de incobrabilidad, como en las
condiciones actuales y previsiones razonables de las condiciones económicas futuras.

El importe de las pérdidas crediticias esperadas es la estimación (aplicando una


probabilidad ponderada, y no sesgada) del valor actual de la falta de pago al momento del
vencimiento, considerando un horizonte temporal: de los próximos doce meses o bien
durante la vida esperada del instrumento financiero.

El esquema básico de las fases del reconocimiento de deterioro es el siguiente, de menor


a mayor deterioro en la calidad crediticia (fases 1 a 3):

Así, el hecho que determina que deba pasarse de la primera fase de provisión a la
segunda es que se produzca un empeoramiento significativo en la calidad crediticia. La
norma permite como recurso práctico la aplicación de una matriz de provisiones, basada en
la antigüedad de los saldos, así como permite la opción de aplicar un método simplificado
para ciertos activos (cuentas por cobrar comerciales, de arrendamiento o activos
contractuales) de forma que el deterioro se registre siempre en referencia a las pérdidas
esperadas durante toda la vida del activo que conducirá a un mayor importe de provisión
que la aplicación del método no simplificado.
Fuente: BDO España.

MÉTODO DE VALUACIÓN DE RIESGOS SEGÚN BASILEA II

A continuación se detalla la forma como de debe calcular los riesgos de perdida por
Prestamos, colocación de títulos y otros que la banca realiza diariamente en el mercado
bursátil y convencional, y en algunos negocios por fuera de los centros de gestión
financiera como bolsas y demás:

Para distinguir las distintas firmas de valuación del riesgo se hare una pequeña reseña de
que es capital adecuado y su clasificación para poder orientar a los modelos de valuación
propuestos por Basilea.

CAPITAL ADECUADO

Las crisis mundiales, los cambios en los precios del petróleo, el alto endeudamiento en
los países tercermundistas, así como el deterioro del capital de los bancos, son los
elementos por los cuales el Comité de Basilea comprendió la necesidad de establecer una
proporción de capital más sólida para las instituciones bancarias. Ciertamente, los recursos
que invierte el establecimiento bancario corresponden a una mezcla de recursos propios y
de depósitos del público, con lo cual, cada vez que se realizan operaciones activas de
crédito, se “consumen” recursos propios. Por esta razón, el COMITE DE BASILEA se
trazó como fin señalar una cifra de fondos propios suficientes para atender las obligaciones
contraídas con terceros y salvaguardar los depósitos del público.

Para el manejo del capital adecuado se han planteado un sistema de evaluación de


capital que estableció el esquema estándar del 8% mínimo como margen de solvencia; se
introdujeron cambios respecto de la reserva de los préstamos generales; las exposiciones de
crédito en productos derivados; los riesgos de mercado provenientes de las posiciones
abiertas de los bancos en el mercado cambiario, los títulos valores de deuda negociados,
acciones ordinarias, productos básicos y opciones; el riesgo operativo, entre otras.

Categorías del capital:

a. capital primario o capital medular, que contiene el capital pagado y las reservas del
establecimiento bancario.

b. capital secundario o capital suplementario, abarca las reservas no declaradas,


préstamos perpetuos subordinados, elementos híbridos del capital de deuda,
reservas para revaluación, provisiones generales y préstamos subordinados.

Deducciones de capital

Para efectos de calcular el índice de riesgo ponderado se estableció como deducción del
capital primario el good will. Respecto del capital secundario, las deducciones aplicables
corresponden a inversiones subsidiarias comprometidas en actividades bancarias y
financieras que no estén consolidadas en los sistemas nacionales y la tenencia por parte de
los bancos de capital emitido por otros bancos o instituciones captadoras de depósito, ya
sea en forma de acciones o de otros instrumentos de capital.

Ponderación de riesgos

El COMITE DE BASILEA buscó una clasificación general, para lo cual distinguió entre
la categoría de los préstamos y el destinatario de los mismos, con base en un criterio neutral
del Fondo Monetario Internacional. Con este parámetro se logró una homologación para
realizar comparaciones en el orden internacional e incorporar las operaciones fuera de
balance. Se utilizaron cinco niveles conforme al esquema de activos del establecimiento
bancario.

Categorías de riesgo del capital adecuado: En términos generales, se categorizo el


crédito bancario a una categoría de riesgo denominada riesgo crediticio, ósea el que se
genera por el incumplimiento de la contraparte en una operación de crédito. El crédito
bancario constituye la razón de ser de los bancos al igual que la colocación de dinero. Se
mide el impacto en la cuenta de resultados de la posibilidad de pérdida por el
incumplimiento. También se mide la cantidad de dinero prestado a una sola parte con
relación a los préstamos a otros. Por eso se hace necesario establecer parámetros de
medición de riesgo crediticio ante este tipo de situaciones. También se evalúa la capacidad
de pago del Deudor y la calidad moral del mismo y un análisis de riesgo respecto de la
actividad del prestatario, medido por el Ebitda, para establecer si se cuentan con los
recursos necesarios para atender el servicio de la deuda.

Respecto del riesgo mora, en este aspecto se limitan los préstamos con la presentación
de auditoria de control financiero para evitar los desvíos de dineros. Esto hace necesario la
realización de un seguimiento periódico a las obligaciones de los clientes, así como también
la consecuente imposición de restricciones a través de condiciones llamadas covenants,
para el otorgamiento y cumplimiento del crédito.

En suma, con la recomendación del capital adecuado, el COMITE DE BASILEA


reconoce que la operación activa de crédito constituye la actividad primaria para los
establecimientos bancarios. Con ello, el mecanismo arriba mencionado de ponderación de
los activos por su nivel de riesgo otorga un criterio homogéneo para medir y mitigar el
riesgo de contraparte ante el incumplimiento de un prestatario.

Coeficiente estándar: La aplicación de los factores anteriormente acotados se presentan


en una ecuación en donde se tiene establecido el capital primario y el secundario, como
numerador, y los “activos ponderados por su nivel de riesgo” (APNR), es decir, el “riesgo
crediticio”, como denominador. Esta deberá arrojar un porcentaje del 8% como coeficiente
estándar.

La ecuación a la que se hace referencia es la siguiente:

RIESGO DE MERCADO

La desregulación sistemática de las tasas de interés, la liberación de los controles de


capital, el crecimiento de los derivados bancarios: forwards, swaps y opciones y el
desarrollo de los mercados financieros llevaron al Comité de Basilea a plantear la necesidad
de medir y disminuir el riesgo de mercado para que los establecimientos bancarios contaran
con el capital adecuado para cubrir la exposición. El riesgo de mercado constituye la
posibilidad de obtener pérdidas en las posiciones dentro y fuera del balance, como
consecuencia de las fluctuaciones de los precios de mercado, incluidas las tasas de interés,
los tipos de cambio y los valores de acciones(.

En términos generales, los riesgos involucrados corresponden a títulos de deuda y


acciones. Sobre los títulos se realiza una distinción, bien sea que se trate de tasa fija y/o
flotante, comoquiera que todas las operaciones de “trading” realizadas por un
establecimiento bancario están afectadas por el mercado de liquidez, y por los eventos
políticos y económicos del ámbito local e internacional, entre otros. Esta clase de
instrumentos puede afectar la situación patrimonial del establecimiento bancario, dado que
se entiende como la posición que este toma en su calidad de propietario de los instrumentos
financieros, con el propósito de beneficiarse, a corto plazo, por las diferencias actuales o
futuras entre los precios de compra y venta de los títulos integrantes del portafolio
El COMITÉ DE BASILEA propone unos parámetros para medir el riesgo de crédito,
partiendo de dos enfoques: el primero con un método estándar y el segundo con base en
criterios de medición internos. En el enfoque estándar se utilizan como soporte las
evaluaciones externas realizadas por agencias calificadoras de riesgo, de suerte que la
exposición de las empresas tendrá una ponderación entre el 20 y el 150% según la
calificación externa del deudor. En el caso de las empresas sin calificación la ponderación
será del 100%. En requerimientos de suficiencia de capital se encuentra que el coeficiente
de recursos propios cambiaría de un 1,6 por 100 (20% x 8%) a un 12 por 100 (150% por
8%), de acuerdo con la calificación externa del prestatario. Los demás prestatarios sin
calificación ponderan, como se anotó, al 100%. Lo anterior queda mejor ilustrado en la
siguiente tabla.

Rating” externo y porcentaje de ponderación

“Rating” Ponderación %
AAA/AA 20
A+/A- 50
BBB+/B- 100
Por debajo de B- 150
Si rating 100

El método de calificación interna parte de la base de las calificaciones internas asignadas


por cada entidad financiera, en el que se clasifica la cartera de activos sujetos a riesgo de las
entidades financieras en 10 carteras diferentes: corporativa, riesgo soberano, entidades de
crédito, pyme, cartera de negociación, banca al por menor, renta variable, financiación
especializada, cartera de recibos y titularizaciones.

A su vez, se señalan tres elementos claves para cada una de ellas: los componentes de
riesgo, su ponderación y los requerimientos mínimos de capital. Igualmente, se divide el
riesgo en cuatro componentes:

i. la probabilidad de impago
ii. pérdidas en caso de impago
iii. exposición en el momento de pago
iv. plazo de la operación

Así, los requerimientos de capital se calculan a partir de una fórmula predeterminada,


con base en los cuatro componentes. Por otra parte, el método de calificación interna cuenta
con dos variables: el sistema simple y el sistema avanzado

RIESGO OPERATIVO

El riesgo operativo es aquel que se genera por deficiencias directas o indirectas en los
sistemas de información o en los controles internos de la entidad, con un resultado adverso
para la misma y que se ve reflejado en pérdidas no esperadas. Usualmente, está asociado a
errores humanos, fallas en los sistemas e inadecuados sistemas de control, pero incluso
puede ser producto de un factor externo como un incendio, un ataque terrorista o un fraude.

Para efectos del nuevo acuerdo, este riesgo comprende también al riesgo legal. Para
mitigar el riesgo operativo, la junta directiva debe proveer los recursos y personal
suficientes para atender el soporte de las operaciones, desarrollo y mantenimiento de los
sistemas, llegando incluso a la conformación de bases de datos precisas con las interfaces
apropiadas para el desarrollo del negocio. Con esto se busca que los elementos más
preponderantes de un negocio salten a la vista, de suerte que se pueda realizar una gestión
de carácter preventivo, identificar y corregir errores, realizar procesos de pagos y movilizar
activos rápidamente y de manera precisa.

Como práctica bancaria estándar, las entidades financieras deben contar con manuales
contentivos de las características de las operaciones que realizan, en donde deben
identificar claramente el riesgo operacional, la tolerancia que se permite del mismo y
quiénes son los directos responsables por hacer cumplir las políticas fijadas por el consejo
de administración o la junta directiva.
Aunado a lo anterior, el COMITE DE BASILEA ha recomendado que los sistemas se
deben adecuar conforme a las necesidades propias de cada entidad, de manera que sean
como un vestido realizado por un sastre conocedor de las complejas operaciones que se
pueden llegar a realizar y de las herramientas que se requieren para lograrlo.

En lo que concierne al personal, se busca que sea suficiente, con experiencia y que tenga
el conocimiento adecuado para soportar el conjunto de operaciones que se realizan en las
entidades financieras. Por otra parte, el departamento de operaciones debe realizar
conciliaciones diarias entre la gestión del front-office con la del back-office, de manera que
se logre el propósito claro de mantener transparencia y seguridad en las operaciones y
conocer un resultado real sobre los estados financieros de la entidad.

Otro aspecto a considerar es el seguimiento diario de las operaciones, el cumplimiento


de los requerimientos de información, el procesamiento de datos, los planes de contingencia
y otras prácticas de carácter operacional que resulten relevantes para el desarrollo adecuado
del negocio. A modo de ejemplo, el sector financiero fue objeto de la mayor amenaza de
riesgo operativo en el mundo en el año 2000: el cambio de milenio. Los sistemas no se
encontraban preparados para atender los dígitos “00”, con lo cual se hicieron gran cantidad
de cábalas que iban desde simples riesgos operacionales, hasta el caos en los sistemas
financieros a escala mundial. Afortunadamente para el sector y el conjunto de sectores
integrantes de la economía nada de esto sucedió, porque se tomaron a tiempo las medidas
adecuadas.

Una situación de esta naturaleza se volvió previsible a finales de la década de los 90. Sin
embargo, una errónea confirmación de una carta de crédito, una contingencia de carácter
legal que no fuera bien valorada, un crédito mal calificado o una transferencia equivocada
no tendrán un letrero que indique: “Cuidado, usted está frente a un riesgo operativo”.

Por lo tanto, corresponde a la junta directiva y a la alta gerencia trazar el marco general
de las políticas de riesgo que la administración debe implementar y cumplir, para lo cual
debe fijar claramente el manejo adecuado del mismo, la exposición de la entidad y realizar
una clasificación de las diversas circunstancias que se pueden presentar. En este orden de
ideas, se presenta una relación de los diversos riesgos así:

a) Fraude interno. Es aquel que puede generar pérdidas por actos ilegales cometidos al
interior de la entidad por circunstancias como: malversación de fondos, transacciones no
reportadas o no autorizadas y burla a las políticas internas de la entidad financiera y de las
reglas establecidas por las entidades de regulación y supervisión.

b) Fraude externo. Es aquel que puede generar pérdidas por actos ilegales cometidos en
la entidad financiera por una tercera parte. Usualmente, estos corresponden a fraudes con
tarjetas de crédito, robos, extorsiones, falsificación y lavado de dinero, entre otros.

c) Políticas de salud y empleo. Corresponde a las pérdidas que se pueden presentar


porque la entidad financiera no guarda una adecuada política respecto al bienestar de los
empleados. También hace relación a la relación laboral que se presenta a través de los
contratos de trabajo y compensaciones adicionales, entre otros.

d) Clientes, productos y prácticas bancarias. Son las pérdidas que pueden acontecer sin
intención por parte de la entidad financiera y que la hacen responsable frente a un cliente.
Esto porque se cometió un error en alguna operación o porque se diseñó mal un producto.

e) Daño físico a los activos. Hace relación a las pérdidas que se ocasionan como
consecuencia de fenómenos naturales, como terremotos, o causados deliberadamente por
actos terroristas.

f) Interrupción de los negocios o fallas en los sistemas. Son las pérdidas que se presentan
por fallas en las comunicaciones tecnológicas, que no permiten que la entidad financiera
preste un servicio adecuado.

g) Ejecución, entrega y procesos de administración. Corresponde a las pérdidas que se


ocasionan por fallas en las transacciones o en la administración de los productos de la
entidad financiero..
CÁLCULO DEL RIESGO OPERATIVO

El nuevo Acuerdo de Basilea establece tres mecanismos que se pueden utilizar para
calcular las exigencias de capital por el riesgo operativo.

a. El método de indicador básico. Los bancos deben cubrir el riesgo operativo con un
capital equivalente a un porcentaje fijo del ingreso bruto. Por lo que puede resultar
un exceso para las instituciones financieras, se ha recomendado que los bancos
internacionalmente activos y con una exposición importante en esta categoría de
riesgo utilicen un método más avanzado, de suerte que puedan obtener un
porcentaje más preciso frente a su verdadera exposición.
b. El método estándar. En este procedimiento, las actividades de los bancos se dividen
en unidades comerciales y líneas comerciales, estableciendo para cada línea
comercial un indicador amplio que refleje el tamaño o volumen de las actividades
del banco por cada área en particular.

Ahora bien, una vez establecido el indicador anterior, se debe calcular la exigencia de
capital, multiplicando el indicador obtenido por un factor beta (b), que deberán
establecer los supervisores en cada uno de los países.

c. El método de medición interna. Esta categoría permite que los bancos determinen su
propio riesgo operacional de una manera más apropiada, con base en los modelos
que internamente logren establecer conforme a la clase de negocios que realicen y,
en consecuencia, al perfil de riesgo al que realmente están expuestos. En todo caso,
en el nuevo acuerdo se establece que las actividades del banco se deben categorizar
en las mismas líneas comerciales que en el método estándar, aplicando un indicador
de exposición, de manera que las entidades obtengan sobre la base de sus datos
internos un parámetro que represente la probabilidad de una “situación de pérdida”,
para así calcular la pérdida prevista. Se evaluará de nuevo el cálculo del capital
adecuado, en donde se encuentra establecido el capital primario y el secundario
como integrantes del numerador de la ecuación, mientras que en el denominador
estará los activos ponderados por su nivel de riesgo (APNR), es decir el riesgo
crediticio, más el riesgo de mercado y de forma adicional el riesgo operativo. Todo
lo anterior para obtener el tantas veces señalado 8% como coeficiente estándar.

Método estándar para calcular las exigencias de capital por el riesgo operativo

Unidades comerciales Líneas comerciales Indicador


Banca personal Promedio anual de activos
Banca corporativa Promedio anual de activos
Banca espacial Promedio anual de activos
Banca comercial Tesorería-trading Ingreso bruto
Servicios Ingreso bruto
Total de los fondos
Administración de activos
administrados
Gestión financiera empresarial Ingreso bruto
Banca de inversiones
Intercambio mercantil y ventas Ingreso bruto

La ecuación a la que se hace referencia es la siguiente:

RIESGO LEGAL

Es aquel que se presenta cuando los contratos que realiza una entidad financiera no son
lo suficientemente soportados para poder hacerlos valer ante los clientes, usuarios o ante las
cortes judiciales. Igualmente, ocurre cuando los contratos no se encuentran debidamente
documentados. Cada contrato debe ser revisado de manera que la entidad financiera no
tenga dudas sobre la capacidad jurídica de sus contratistas y la seguridad jurídica de sus
operaciones. Esta labor será ejecutada por el asesor jurídico de la entidad financiera,
conforme a la política jurídica que se haya trazado en beneficio del conjunto de operaciones
que realiza la entidad. Por tal razón, se debe generar al menos lineamientos de carácter
general que la junta directiva debe conocer y aprobar, para que dentro de los mismos el
banco desarrolle su actividad.

Una forma de medir este riesgo consiste en revisar las pérdidas que ha tenido la
institución financiera, como consecuencia de los casos que se hayan manejado en un
período de tiempo determinado. Cada país deberá distinguir de manera efectiva si las
pérdidas que se ocasionen por estos casos tienen una relación directa con el negocio o, por
el contrario, si surgen como consecuencia de cambios en la regulación o en la
jurisprudencia.

El COMITE DE BASILEA expidió en octubre del 2003 un documento consultivo


respecto de la función de “cumplimiento” al interior de los establecimientos bancarios. En
él dio por sentado que el “riesgo de cumplimiento” se puede entender como aquel que se
genera por el riesgo de “sanciones legales o reglamentarias, pérdida financiera, o pérdida de
reputación que un banco pudiera sufrir como resultado de no cumplir todas las leyes
aplicables, normas de buena practicas reglamentos y códigos de conducta. Así mismo, se
trata de ejercer esta función de manera independiente de las actividades de negocios de la
entidad.

Finalmente, el COMITE DE BASILEA estableció 10 principios básicos para atender de


una manera adecuada este riesgo, que para los efectos de un establecimiento bancario no
constituye una novedad. Lo que resulta preocupante es que la próxima adición para
conformar el capital adecuado involucre el riesgo de cumplimiento.

CONCLUSIONES

En 1988 se firma el primer Acuerdo de Basilea sobre capital regulatorio para la cobertura
del riesgo crediticio en Instituciones Financieras del G-10 y a partir de ese año se ha
extendido a todo el mundo y a su vez se ha mejorado al incluir el riesgo de mercado y, en el
último Acuerdo de Basilea II, el riesgo operativo. En Colombia la adopción a estos sistemas
ha sido tortuosa y ardua para el manejo del riesgo en el Sistema Financiero

Mientras que el Acuerdo de capital de 1988 trató los riesgos del mercado y del crédito,
Basilea II cambia sustancialmente el tratamiento del riesgo del crédito y también requiere
que los bancos tengan suficiente capital para cubrir riesgos operacionales y de mercado.
Además se establecen requisitos cualitativos ante la administración de estos riesgos, como
también nuevas revelaciones.

El riesgo crediticio se entiende como la probabilidad de que un deudor no efectúe sus pagos
respectivos, entorpeciendo así la actividad de la entidad prestadora y poniendo en riesgo el
capital de sus acreedores.

Basilea establece tres riesgos fundamentales en la evaluación de perdidas esperadas: El


riego de Mercado, el riesgo operativo, el riesgo legal.

WEBGRAFIA

Basel Committee on Banking Supervision. “Visión General del Nuevo


Acuerdo de Capital de Basilea” BIS. Basilea, Enero de 2001.
Federación latinoamericana de Bancos: “Conclusiones de la Conferencia
sobre: Efectos de la Implementación del Acuerdo Basilea II en los
Mercados Emergentes”. FELABAN. Ciudad de Panamá. Abril de 2004.

https://hoy.com.do/el-comite-de-basilea-y-los-efectos-de-la-
implementacion-del-acuerdo-de-basilea-ii/

https://www.dinero.com/edicion-impresa/finanzas/articulo/las-
implicaciones-basilea-ii/23732

http://legal.legis.com.co/document/Index?
obra=rmercantil&document=rmercantil_7680752a7fbe404ce0430a010151
404c

https://www.incp.org.co/niif-9-perdida-esperada-vs-perdida-incurrida/

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