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VENTAJAS DE BASILEA III EN EL SISTEMA FINANCIERO

La aplicación íntegra y oportuna de Basilea III aumentará la resistencia del sistema

bancario regional y mundial ante choques externos, mantendrá la confianza de los

mercados en los entes reguladores y creará condiciones competitivas equitativas.

En Colombia, la nueva regulación se enfoca en mantener el capital mínimo regulatorio en

9% de los activos ponderados por riesgo y crea una nueva medida: la Relación de Solvencia

Básica, la cual debe ser mínimo de 4.5%. Este capital tipo “Tier 1” cumple los lineamientos

internacionales.

Sin embargo, según Fitch, se esperan mejoras marginales en el capital con la entrada de

esta nueva regulación debido a que se queda corta en lo que se refiere al criterio de

definición del capital tipo Tier 2 (el cual incluye obligaciones o deuda subordinada de

mediano y largo plazo al igual que la deducción de los activos intangibles).

Los efectos de la nueva regulación obligan a los establecimientos de crédito colombianos a

comprometerse a fondo en pro de ajustarse a los nuevos cambios regulatorios donde se

tiene como objetivo identificar la calidad del patrimonio de las entidades, vislumbrando su

compromiso de contar con instrumentos que posean una mayor capacidad de absorción de

pérdidas sin perjudicar a los ahorradores.

En Colombia, algunos de los estándares descritos se tradujeron en la adopción del Decreto

1771 de 2012. De forma general, el Decreto introdujo una nueva clasificación del

patrimonio técnico (PT), el cual se define como el valor que debe tener una entidad para
cubrir el riesgo de pérdidas no esperadas. A su vez, el PT debe estar compuesto por el

Patrimonio Básico Ordinario (PBO) neto de deducciones, el Patrimonio Básico Adicional

(PBA) y el Patrimonio Adicional (PA).

El cumplimiento de estos estándares representó para las entidades bancarias un esfuerzo de

capitalización importante. El proceso de implementación de estas modificaciones generó

para la banca una reducción estimada de casi seis billones de pesos del patrimonio técnico y

disminuyó la relación de solvencia del 17,3% en enero de 2013 a 14,8% para agosto de

2013.

Luego de este proceso de capitalización, varias entidades bancarias, en búsqueda de

fortalecer sus indicadores de capital, acudieron al mercado de capitales local mediante la

emisión de acciones. En 2014, la banca realizó la mayor colocación de acciones, cuya

emisión alcanzó los $6.6 billones.

En septiembre de 2014, con la expedición del Decreto 1648, el Ministerio de Hacienda y

Crédito Público (MHCP) reconoció los instrumentos híbridos como parte del capital

regulatorio.

Esta medida, sin duda, permitirá generar mayor eficiencia en la gestión del capital, lo cual

se traduce en mayores recursos para aumentar los niveles de crédito actuales y en una

mayor competitividad de las entidades locales frente a sus pares internacionales en un

contexto de mayor competencia e internacionalización de las operaciones. Los cambios

realizados con la implementación del Decreto 1771 y la inclusión de los instrumentos

híbridos como parte del capital, sitúan a Colombia como uno de los países de la región que

más ha avanzado en la implementación de los estándares regulatorios.


El Ministerio de Hacienda de Colombia avanzó otro paso en la implementación de los

requisitos de capital basados en Basilea III, al emitir una solicitud de comentarios sobre las

propuestas que establecerían requisitos más estrictos para que la deuda bancaria califique

como capital de nivel 2.

De acuerdo con las propuestas, para ser elegible como capital de nivel 2, toda la deuda

subordinada emitida después del 30 de abril de 2016 tendría que estipular la absorción de

pérdidas por cancelación o conversión a capital ordinario de nivel 1 (CET1), en caso de que

el índice CET1 de un banco cayera por debajo de 5,125%.

Por lo tanto, habría menos posibilidades de que los bancos entraran en liquidación o

necesitaran ayuda del gobierno cuando enfrenten problemas financieros, en especial

aquellos que muestran una mayor dependencia del capital de nivel 2 y de la deuda

subordinada.

La Superintendencia financiera de Colombia por su parte ha presentado un análisis previo

del impacto que tendría sobre el sector bancario del país el aumento en el nivel de capital,

incluyendo una perspectiva de corto y largo plazo que permita incluir diferentes formas de

medición en las variables cuantitativas utilizadas con el fin de incrementar el porcentaje de

confiabilidad de los resultados.

Para el largo plazo, el análisis determina que el aumento en el nivel de capital generará

altos beneficios para la economía, debido a que reduce la probabilidad de ocurrencia de

una crisis financiera.


IMPACTOS CAUSADOS POR LAS TRES ÁREAS DE ENFOQUE

Para La Asobancaria el tema de mayor preocupación para la situación del país es la

liquidez, pues según conclusiones a los resultados asociados con los análisis anteriores

revelan que los estándares se encuentran rezagados y que las entidades no se encuentran en

capacidad suficiente para alcanzar los requerimientos que exige la implementación total de

Basilea III (Asobancaria, 2011).

Los nuevos requerimientos de liquidez obligarán a una transformación de los pasivos y

activos bancarios para conseguir un mejor encaje de los plazos de vencimiento de unos y

otros. Esta exigencia perjudica a la banca comercial tradicional que transforma depósitos

(generalmente, a un plazo medio reducido) en créditos (normalmente con un plazo de

vencimiento mayor). En particular, aumentará la demanda de los activos de mayor calidad

crediticia y liquidez ( por ejemplo, deuda del Estado) y disminuirá los de menor calidad y

liquidez (emitidos normalmente por empresas).

Una Mayor capitalización tendrá su impacto económico indudable, por la necesidad de

remunerar más una financiación vía capital que vía endeudamiento (depósitos, emisión de

deuda, entre otros). Según diversos análisis, las dificultades de captación de nuevo capital y

la previsible insuficiencia de la liquidación o venta de activos podrían acabar provocando

una reducción del crédito.

En cuanto a la reducción del endeudamiento de las entidades, aunque será un factor de

estabilidad financiera y económica, limitará las inversiones de todo tipo, incluidas las

crediticias.
Desde el punto de vista de los reguladores, la reforma que introduce Basilea III busca el

desarrollo de una banca más pequeña, más solvente y más líquida. Todo esto favorece la

estabilidad macroeconómica, al incentivar menor crecimiento durante los auges, pero con

menor recesión durante las fases descendentes del ciclo económico. Todas estas medidas

suponen una presión sobre las rentabilidades de las entidades financieras al tener que

financiar una mayor proporción de sus inversiones con recursos propios.

RIESGO

No existe un modelo que se pueda decir es el adecuado para la medición del riesgo

de crédito la decisión entre un modelo y otro depende principalmente de las

condiciones y necesidades específicas de cada entidad y de la cantidad y calidad de la

información que se tenga disponible. Por esta razón, a partir de Basilea II, en Colombia

se han desarrollado principalmente modelos internos de medición de riesgo crédito,

por medio de los cuales las entidades financieras pueden crear o adaptar los modelos

tradicionales a sus características específicas; los cuales si son diseñados e implementados

adecuadamente pueden dar información más exacta sobre el riesgo de crédito de dicha

entidad.

La principal limitación para el desarrollo de metodologías de medición del riesgo de

crédito, es la cantidad y la calidad de la información disponible en las entidades

financieras, ya que muchas veces las entidades no cuentan con la información

necesaria para los modelos y el costo de elaborarla es muy elevado; lo que hace que

disminuya la confiabilidad de los resultados obtenidos dados en los sesgos que pueden

encontrarse en la información histórica.


Es muy importante que los modelos de medición del riesgo crédito se segmenten, tanto para

el cumplimiento de la normatividad como para la administración del riesgo crédito, ya

que las variables necesarias para cada segmento difieren significativamente.

Para garantizar la confiabilidad de los resultados de los modelos de medición de

riesgo crédito, se debe hacer periódicamente una revisión donde se calcule la

capacidad de discriminante de dicho modelo (Backtesting), la Superintendencia

Financiera establece que dichas revisiones se deben hacer mínimo dos veces al año; y

en caso de que los resultados de la capacidad discriminante no sean satisfactorios, se

debe hacer una recalibración del modelo.


http://marketing.asobancaria.com/hubfs/Semanas-Economicas/Sem_999.pdf

http://www.larepublica.co/finanzas/la-banca-colombiana-y-basilea-iii_21365

http://www.bnamericas.com/es/news/banca/colombia-da-otro-paso-hacia-basilea-iii

https://www.pwc.com/ve/es/asesoria-gerencial/boletin/assets/edicion-12-2011.pdf

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