Está en la página 1de 10

Talleres investigación - 5to 2022

Integrantes del Equipo (3 INTEGRANTES)

Avril Santini
Julia Gómez
Federica Soares de Lima

Temas de interés

Contaminación en la Industria de la moda

Indica dos materias del curso para poder vincular con el o los temas de interés

Filosofía y Química

¿Se es consciente del daño que causa el consumismo en el mundo de la moda?


● como contamina y que tanto contamina la (industria de la) moda
● Maneras para reducir la contaminación
● reciclaje de prendas - segunda mano
- confeccionar (convertir las prendas en nuevas )
● ropa biodegradable (a nivel químico)

¿Por qué seguimos consumiendo tanto si se sabe el daño que causamos?


● ¿Por qué cada vez hay más consumismo?
● Producción masiva
● Necesidad de consumir
● conformismo

soluciones

Contaminación de la industria textil – Central Cero

Que la industria petrolera ocupe el lugar número uno como la más


contaminante, no es sorpresa, pero que la industria textil sea la segunda en
contaminación, sí lo es. Aquí te explicaremos qué pasa con la contaminación
de la industria textil y qué podemos hacer al respecto.

Contaminación de la industria textil

Esto que te vamos a contar es un poco fuerte, la contaminación producida por


la industria textil tiene que ver con las aguas residuales que genera y en la
carga química que las mismas contienen.
Pero ahí no acaba todo, esta industria ocupa el segundo lugar por las terribles
condiciones en las que se da la producción de las prendas y su lenta
descomposición.

Sin mencionar obviamente el uso de energía y desperdicio de agua durante la


producción. Según la Environmental Justice Foundation, para fabricar un par
de jeans se necesita un kilo de algodón, lo que implica a su vez entre 10.000
y 17.000 litros de agua.

La famosa moda rápida

La contaminación de la industria textil es, en gran parte, responsabilidad de


todos los productos de telas, fibras y prendas de vestir. ¿Por qué digo en gran
parte? Pues porque parte de la responsabilidad es nuestra.

Todos hemos caído en la famosa moda rápida, que tiendas como Zara y del
grupo Inditex o H&M nos han “enseñado”, ya que nos incitan a la compra
continua de productos desechables.

Las constantes rebajas y descuentos por liquidación de temporada y el


cambio constante de las colecciones, hace sentir a la gente “fuera de moda” y
qué queda… pues comprar más.

Es nuestra responsabilidad porque tenemos que ser conscientes de la


cantidad de cosas que tenemos y vivir con lo necesario. ¿Te sorprenderías si
te digo que con 2 pantalones, 5 blusas (o 7 para no exagerar), 2 sweaters,
tienes suficiente? Ahora, ve a tu closet y cuenta todo lo que tienes.

Y ahí no para la cosa, mientras más ropa tenemos, más ropa lavamos, por lo
tanto los residuos que se van al drenaje y contaminantes del agua por los
detergentes son cada vez más. Es por eso que debemos aprender a hacer
compras inteligentes y no solo comprar para estar a la moda.

¿Qué podemos hacer?

En Central Cero nos gusta poner nuestro granito de arena y lograr que todos
se unan a esta cadena. Para la parte textil y fábrica de telas, estamos
incluyendo a nuestro catálogo bolsas reutilizables de tela reciclada. Las
puedes usar para guardar tus popotes reutilizables, guardar las frutas y
verduras o compras a granel, tenemos de diferentes tamaños.
https://unamglobal.unam
mio.mx/la-industria-de-la-moda-la-segunda-mas-contaminante-del-mundo/

Su impacto ambiental no se limita a la producción, sino que se extiende a la


forma en la que lavamos las prendas en casa y cómo las desechamos

El impacto ambiental de la industria textil se extiende por todo su “ecosistema


comercial”: desde la producción, distribución y exhibición hasta la adquisición,
los procesos de cuidado y lavado y, finalmente, su desecho.

Se describe a la industria textil como un “sistema bastante complejo”, que


durante el ciclo de producción recicla poco y explota combustibles fósiles. la
extracción de materias primas conlleva un costo ambiental significativo; la
siembra de algodón, por ejemplo, va de la mano con el uso de pesticidas y
fertilizantes perjudiciales para el suelo.

“Esto puede promover la degradación de los suelos y provocar un arrastre de


sedimentos que contamina los cuerpos de agua”, y añade que el agua
también se contamina durante el proceso de producción, para luego ser
desechada en ríos y mares.

Por otro lado, durante la producción se utiliza energía que se traduce en


emisiones de CO2. Y, más allá de este proceso, el transporte de las prendas
implica un consumo energético.

Pero el problema no termina ahí. Cuando las prendas son expuestas en los
aparadores de los centros comerciales, continúan generando un gasto
energético.

“Estamos hablando de al menos 12 horas constantes de luz para hacer la


exhibición de ese producto. Es una serie de emisiones vinculadas a la
industria. No estamos hablando de un consumo sólo en la producción, sino en
todo el ciclo de vida del producto”, detalla el especialista.

La contaminación no se detiene con la compra de una pieza textil. La misma


forma en que la lavamos puede generar un impacto ambiental: si decidimos
utilizar lavadora o no, usar secadora o dejar las prendas al sol. Para Corona
Núñez, toda decisión de los consumidores “tiene repercusiones”.

De acuerdo con un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y


Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), la industria de la moda es la
segunda más contaminante del mundo. Cada año se tiran al mar medio millón
de toneladas de microfibra, lo que equivale a tres millones de barriles de
petróleo, y el rubro del vestido utiliza 93 millones de metros cúbicos de agua,
un volumen suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de
personas. Y prosigue el documento:

“La industria de la moda produce más emisiones de carbono que todos los
vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, con las consecuencias que
ello tiene en el cambio climático y el calentamiento global.

Moda con responsabilidad, una tendencia por el planeta

En China el río Qiantang se tiñe de rosado, azul, naranja, verde, o del color
que sea tendencia en las pasarelas del mundo. Como este son varios los ríos
contaminados en esta parte del planeta que ha sido elegida por las grandes
marcas textiles para la fabricación de su mercancía. Las organizaciones
ambientalistas calculan que el 70% de las aguas dulces del país asiático
están contaminadas por residuos producidos por la industria de la moda.

China es solo un ejemplo de un fenómeno que ocurre en países súper


poblados en los que la manufactura de bajo costo y la producción masiva
convierten a la industria de la moda en una de las principales responsables
de la contaminación mundial. El sobreconsumo de moda últimamente se ha
convertido en furor con el llamado Fast Fashion o pronta moda, un concepto
que consiste en producir lo más rápido posible para capturar la tendencia,
creando productos desechables de corta duración y que convierten nuestro
clóset en un desastre ambiental.
Sin embargo las personas siguen siendo esclavas del consumismo y afán de
ir a la vanguardia de las tendencias.

“La pronta moda es todo lo que vemos ahora, un tema de sacar tendencias
muy rápido y consumirla igualmente de una manera rápida. Así como van
saliendo las prendas, así se van consumiendo y así se van desechando, es
como una cadena que nunca acaba”

¿Cómo ayudar al planeta?


El consumo consciente de moda es la mejor opción para ayudar a nuestro
planeta. Básicamente consiste en no adquirir prendas innecesarias que
dependiendo del material del que están hechas pueden durar hasta 200 años
para degradarse.

“Hay que tener un consumo consciente, no todo lo barato es bueno. La


industria de la moda es la segunda que produce más dinero, pero también
han ocurrido fenómenos como la pronta moda que además de la
contaminación hacen que muchas microempresas y pequeños proveedores
desaparezcan. Son muchos los factores en los que afecta este consumo
irresponsable, hay que saber de dónde vienen los productos, su origen, que
no se dejen llevar por el tema de que es barato”, sugirió Ramos.

Una de las mejores opciones para el ecosistema es alejarse de las garras del
fast fashion.
“Es un tema delicado donde debes tener claro que esa producción no tiene en
cuenta que el desperdicio en porcentajes sea el mínimo posible,
desafortunadamente las empresas no son cuidadosas y solo buscan dar
respuesta a la alta demanda, cuando hay más alternativas como usar ropa de
segunda mano”.

Ropa de Segunda Mano


“La ropa de segunda es la respuesta para aquellas personas que desean un
escape del ciclo destructivo de la moda rápida y nos libera de ser cómplices
del verdadero precio que pagan los ríos contaminados, los suelos de los
cultivos infectados de químicos y la explotación laboral”

Descubre por qué la moda es la segunda industria más contaminante del


mundo – Business Empresarial | Revista Digital de Economía & Negocios

1 Fast Fashion Cada vez consumimos una mayor cantidad de ropa,


impulsando el fast fashion. Cada año en Estados Unidos se desechan 15
millones de toneladas de ropa que terminan en los desagües o en el fondo del
mar convertido en microplástico si el tejido es sintético, según la Agencia de
Protección Ambiental de Estados Unidos.Gran cantidad de agua
- La industria textil emplea una gran cantidad de agua al momento de producir
ropa. Solo para fabricar unos jeans se necesita un mínimo de 3781 litros de
agua y para producir un kilo de algodón se necesitan más de 10 000 litros de
agua, la misma que consume una persona en 10 años. Sin embargo, aún hay
personas alrededor del mundo que enferman por no tener agua potable a su
disposición.
2 Aguas residuales y emisiones de carbono
La producción textil y de moda es responsable del 20% de las aguas
residuales globales y del 10% de las emisiones de carbono. Una cantidad
incluso mayor a la que dejan en el aire todos los vuelos internacionales y
transportes de mercancías juntos.
3 Insumos tóxicos
Según datos de Unece, el 90% de la moda es transportada mediante
contenedores, pero esta etapa tan solo representa el 4% de las emisiones de
dióxido de carbono de toda la industria. El 70% proviene de la producción,
debido en gran parte al uso de fibras sintéticas procedentes del petróleo,
mientras que otro 22% procede de los viajes de los consumidores para ir de
compras.

¿Qué hacer entonces?


Birgit Lia Altmann, analista de la ONU, señaló que actualmente se elaboran
hasta 52 microtemporadas a lo largo del año y que los consumidores
compran más prendas de vestir que en el 2000, pero cada producto se
conserva la mitad de tiempo que entonces y aproximadamente el 40% nunca
se utilizan.[1] Si cada uno extendiera su ropa nueve meses más, podríamos
reducir nuestro impacto ambiental entre un 20% y 30%. Por otro lado, es
recomendable buscar tiendas de segunda mano, lo cual no solo sirve para
reducir la contaminación, sino que además en algunas ocasiones estos
establecimientos apoyan a asociaciones vinculadas a causas sociales.

Consumismo, la "enfermedad" del siglo XXI ante una industria de la moda


que busca la sostenibilidad
Consumismo, la "enfermedad" del siglo XXI ante una industria de la moda
que busca la sostenibilidad
En una sociedad en la que lo que consumimos pasa a definirnos, la
sostenibilidad y la lucha contra el agotamiento de los recursos del planeta
parecen ser el mejor argumento para controlar lo que compramos.
- "Estamos en una sociedad de consumo, plagada de publicidad y alta
competencia en el mercado de muy diversos productos. Ya no tenemos
acceso sólo al clásico ultramarinos sino que disponemos de enormes centros
comerciales y, ahora también, auténticos gigantes del consumo a nivel online.
No es fácil mantenerse al margen, es más, es muy fácil caer en dinámicas de
consumismo porque las hemos normalizado y son nuestro día a día. Además
de esto, el consumo de determinados bienes está asociado, debido a los
estereotipos, a ciertos adjetivos como exitoso, prestigioso, cool, trendy… Lo
que consumimos pasa a definirnos, es nuestra identidad"
- "A menudo una baja autoestima, frustración, un bajo estado de ánimo o el
estrés y la ansiedad están detrás de la compra compulsiva para tratar de
compensar estas emociones. Otras veces nos vamos metiendo poco a poco
sin apenas darnos cuenta, empujados por la sociedad de consumo a la que
estamos expuestos. En cualquier caso, esto puede generar con el tiempo la
compulsión de comprar de manera enfermiza".
- CÓMO ROMPER CON LA INERCIA DEL CONSUMISMO
Factores personales y sociales rodean el acto de comprar, que muchas veces
va más allá de cubrir una necesidad. Una inercia con la que no es fácil
romper, tal y como apuntan los expertos, pero a la que podemos poner freno
con pequeños gestos: "En primer lugar, mantenerse alejado de aquellos
estímulos que te incitan a consumir. Por ejemplo: evitar la publicidad de la
televisión; dejar de seguir ciertas cuentas en las redes; no acudir a centros
comerciales si el impulso es grande o si estás de bajón (es como ir al
supermercado teniendo un hambre canina); darte de baja de los servicios
premium de los mercados online... En segundo lugar, puedes empezar a
llevar un buen control de tus finanzas, anotando los gastos y en qué sectores
se han producido. En tercer lugar, aprender a demorar la gratificación. Hay
compras que son muy impulsivas, y nacen por definición del deseo y no de la
necesidad"

Atacama: El desierto tóxico que acumula toneladas de ropa usada en el


norte de Chile | Clima y Medio Ambiente | EL PAÍS
Las áridas tierras del desierto de Atacama, en el norte de Chile, se han
convertido en el escenario de una imagen que parece sacada de una
novela de ciencia ficción. En ellas se pueden encontrar montañas de
ropa de segunda mano que llegó de Estados Unidos, Canadá, Europa y
Asia, fue descartada para su reventa y acabó en este vertedero al aire
libre emitiendo gases tóxicos mientras se descompone. Un auténtico
símbolo de cómo la sociedad de usar y tirar y el consumismo extremo
están dañando el planeta. Y también de la desigualdad: a ese lugar
plagado de los que algunos desecharon llegan otros en búsqueda de
prendas para vestir o vender y ganarse la vida.
Ese basurero clandestino se ha ido levantando de los descartes de las
59.000 toneladas de ropa que llegan cada año a Chile —el primer
importador de prendas de segunda mano de América Latina— a través
de la zona franca del puerto de Iquique, a 1.800 kilómetros al norte de
Santiago. La mayoría son artículos usados, pero también hay algunos
sin estrenar con la etiqueta de venta todavía puesta.

Reportes sobre la industria textil han expuesto el alto costo de la moda


rápida, con trabajadores infra pagados, denuncias de empleo infantil y
condiciones deplorables para producir en serie. A ello hoy se suman
cifras devastadoras sobre su inmenso impacto ambiental, comparable al
de la industria petrolera. Según un estudio de la ONU de 2019, la
producción de ropa en el mundo se duplicó entre 2000 y 2014, lo que ha
dejado en evidencia que se trata de una industria “responsable del 20%
del desperdicio total de agua a nivel global”. Además, la fabricación de
ropa y calzado genera el 8% de los gases de efecto invernadero.

Cómo la industria de la moda y su consumo empiezan a ser más sostenibles

La venta de prendas elaboradas con materiales sostenibles se


quintuplicó entre 2017 y 2019, solo representó el 1% del mercado
mundial en 2020. Para acelerar el proceso, entidades como Textile
Exchange promueven nuevos estándares industriales que ayuden a
marcas y minoristas a usar más fibras y materiales ecológicos.

El Desafío de Algodón Sostenible 2025, por ejemplo, emplaza a los


fabricantes a obtener el 100% de su algodón de fuentes más sostenibles
para ese año. Entre los miembros de esta organización se encuentran
empresas como Inditex, H&M, Amazon, Adidas, Nike, Puma, New
Balance, Asos, Benetton o Lacoste, y su objetivo es reducir un 45% las
emisiones de CO2 derivadas de la producción a finales de la década.

Por ejemplo, para sustituir al poliéster se experimenta con ácido


poliláctico (PLA). Es biodegradable, con él se puede fabricar compost y
se obtiene a partir de recursos renovables. “Su estructura química ha
demostrado una mejor transpirabilidad, propiedades hidrófilas,
resistencia a los rayos ultravioleta, baja inflamabilidad y menor densidad
que el poliéster”, apunta la investigadora Nuria López Aznar.
https://derechos-humanos-y-empresas.uexternado.edu.co/2021/07/27/fast-fas
hion-un-fenomeno-alimentador-de-las-sociedades-consumistas/

Fast Fashion: un fenómeno alimentador de las sociedades consumistas.

El consumo de productos, bienes y servicios es la manera habitual de


satisfacer las necesidades básicas del ser humano, cuando el consumo
se reemplaza por la idea de adquirir más y más cosas no necesarias
para la supervivencia se habla de consumismo. Dispuso a la industria
de la moda como la segunda más contaminante del mundo (Naciones
Unidas, 2019) usando más de 93.000 millones de metros cúbicos de
agua cada año, lo que sería suficiente para satisfacer necesidades de
consumo de cinco millones de personas. Agregó que el 20% de las
aguas residuales del mundo provienen del teñido y el tratamiento de
telas, Concluyendo que la cantidad de agua que consume la industria
solamente en producción de insumos es exorbitante.

https://youtu.be/GohlEr6FIjY

https://lamenteesmaravillosa.com/el-consumismo-en-el-mundo-de-la-moda/

Hay un asunto que nos está pasando inadvertido a muchos de


nosotros y sobre el que queremos hablar hoy. El consumismo en el
mundo de la moda se está convirtiendo en un fenómeno más que
preocupante. Lamentablemente estamos hablando de algo más que
una compulsión. Estamos ante un fenómeno que se ha estudiado en
profundidad desde la psicología social.

El mundo de la moda, especialmente en occidente, ha cambiado de


manera drástica en muy pocos años. Lo que nosotros vemos es solo
la punta del iceberg de un problema de magnitud internacional y de
consecuencias devastadoras para una parte muy importante de la
población. SEGUIR LEYENDO

https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9514/fast-fashion/
https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/como-la-industria-de-la-moda-y-su-co
nsumo-empiezan-a-ser-mas-sostenibles/

https://www.zoccohandmade.com/blogs/moda-etica/el-consumismo-y-su-efect
o-en-la-moda

También podría gustarte