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Sí, en el primer libro de Corintios capítulo 16, ayer el versículo 8, dice: "pero estaré en Éfeso

hasta Pentecostés." Y hoy el versículo 9 dice: "porque se me ha abierto puertas grandes y


eficaces; muchos son los adversarios." Así que él quería permanecer en Éfeso hasta
Pentecostés porque allí se le había abierto una puerta grande y eficaz. Es maravilloso cuando
uno lleva la palabra, cuando uno transmite el mensaje, cuando uno predica lo que Dios nos
envió a predicar y lo hace con eficacia. El versículo 9 afirma: "porque se me ha abierto una
puerta grande y eficaz" en Éfeso. Ahí, en Éfeso, hay un motivo especial, y el apóstol no quiere
desaprovecharlo. Es importante destacar que Éfeso, en la región de Arzahua, se llama Pasa,
que significa "Efeso", en referencia a la diosa madre. Desde sus orígenes, esta ciudad fue un
lugar de idolatría, y esto es lo que el apóstol estaba enfrentando en Éfeso.

No solo se había fundado la iglesia, sino que también se había abierto una puerta grande y
eficaz. Cuando uno tiene la visión de expandir el Evangelio, como lo tenía el apóstol Pablo, un
siervo comprometido con Dios en todos los niveles culturales, sociales y políticos, reconoce las
oportunidades para crecer y difundir la Palabra. A pesar de que el Evangelio y el Espíritu Santo
ya habían impulsado su expansión, Pablo seguía siendo un misionero apasionado, cumpliendo
la voluntad de Dios de llevar el mensaje a todo el mundo.

En la fiesta a la que asistieron personas de diferentes lugares, experimentaron una revelación


especial y la unción del Espíritu Santo que descendió sobre los 120 creyentes, manifestándose
con lenguas como de fuego para cada uno de ellos. Mientras alababan y glorificaban a Dios en
lenguas, había parthos, medos, elamitas y habitantes de diversas regiones presentes.
Escucharon a los creyentes hablar en sus lenguas nativas, y algunos quedaron maravillados por
este hecho glorioso, mientras que otros, incrédulos, exclamaron que los creyentes estaban
ebrios.

Y el apóstol Pablo comprendía perfectamente el significado de "porque se me ha abierto


puerta grande y eficaz". La eficacia implica que produce el resultado esperado para una tarea
específica. Así que la iglesia y el ministerio del apóstol Pablo habían logrado el resultado
esperado: una puerta grande se había abierto. Es hermoso cuando comenzamos con la iglesia
con la gran expectativa de que sea una puerta grande. Cuando iniciamos la predicación de la
palabra en la ciudad de Villa María y Villa Nueva, entendimos que era un lugar donde Dios
quería establecer su reino y que había una puerta grande esperándonos. Trabajamos durante
siete años preparándonos para ministrar en el centro de la ciudad con esa visión misionera,
conquistadora y la certeza de que nuestra labor produciría el resultado deseado: la apertura de
una puerta grande.

A menudo, las personas en pueblos pequeños pueden pensar que deben quedarse allí, pero el
Señor nos llama a alcanzar pueblos, ciudades y naciones. Esta es la perspectiva que debemos
tener en nuestro ministerio, ser visionarios misioneros que comprendan cuándo Dios está
abriendo una puerta grande. Pablo, tal vez no fue comprendido por todos, pero era un hombre
visionario, apasionado por la misión, porque veía cómo se abrían puertas, cómo fundaba
iglesias y cómo la obra del Señor crecía en gran medida.

Cuando estamos en una localidad o lugar, debemos tener una visión similar. Durante nuestra
última visita a la iglesia de Pozo del Monje, vimos cómo se estaban extendiendo hacia varios
lugares. Es impresionante ver que, incluso en lugares que pueden no ser grandes, una visión
misionera puede llevar a la apertura de puertas para la predicación del evangelio, y el
evangelio que proclamamos es eficaz, logra el resultado que esperamos. Cuando vemos que
nuestra predicación está abriendo puertas grandes y es eficaz en producir el efecto deseado, el
evangelio no solo crece en el lugar donde estamos, sino que se extiende y se expande. Esto es
lo que sucedió en el día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo descendió sobre los 120
creyentes que estaban en la fiesta. Tanta gente de diferentes lugares se vio alcanzada y
transformada, cumpliendo así la misión de Cristo. Como Jesús dijo: "Y me seréis testigos
cuando haya venido el poder del Espíritu Santo, en Jerusalén primero, en toda Judea, en
Samaria y hasta lo último de la tierra."

Entonces, esa es la visión de Cristo, un Evangelio salvador que debe correr y conquistar,
abriendo una puerta grande y eficaz para la predicación, a pesar de la presencia de numerosos
adversarios. Ciertamente, enfrentamos adversidades, personas que se convierten en enemigos
y buscan obstaculizar nuestro camino.

Éfeso, este lugar de antigua idolatría, había estado arraigado en la adoración a la diosa madre,
que con el tiempo se transformó en la diosa Diana. Por lo tanto, existía una fuerte oposición
por parte del enemigo y de aquellos que se oponían al Evangelio, tratando de impedir su
avance. Es fundamental comprender que nuestro mensaje es poderoso y transformador. A
menudo, nos enfrentamos a la idolatría, pero como el apóstol Pablo afirmó en los Hechos de
los Apóstoles, no nos oponemos directamente a los ídolos ni a la idolatría, sino que ganamos a
las personas mediante una predicación que llega al corazón y al espíritu, presentando a un
Dios que envió a su Hijo, Jesucristo, para morir por todos los pecadores.

La idolatría carece de argumentos y fundamentos sólidos. Ningún ídolo ha sacrificado su vida


por los pecadores, solo Cristo lo ha hecho. Solo hay un mediador entre Dios y los hombres:
Jesucristo, el Hombre. Como se registra en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 19,
versículo 35, hay aspectos cruciales que debemos tener en cuenta.

Allí se desató un gran disturbio, y los judíos empujaron a Alejandro para que hablara.
Alejandro, levantando la mano en señal de silencio, intentó hablar en su defensa. La multitud,
compuesta en su mayoría por efesios, gritó al unísono durante casi dos horas: "¡Grande es
Diana de los Efesios!".

Esta tumultuosa escena llevó a que Pablo fuera llevado ante las autoridades debido al
disturbio que se había desatado, aunque él no había hecho nada específico para provocar tal
reacción. En el versículo 35, el escribano, una vez que logró calmar a los efesios, preguntó
retóricamente: "¿Quién no sabe que la ciudad de los efesios es la guardiana del templo de la
gran diosa Diana y de la imagen que cayó del cielo?".

Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis y que nada hagáis
precipitadamente". Así se expresó Alejandro, la autoridad. Él continuó diciendo: "Porque
habéis traído a estos hombres sin ser sacrílegos ni blasfemadores de nuestra diosa". Los habían
llevado presos ante las autoridades, y durante dos horas, la multitud gritó que ellos eran
culpables. Sin embargo, Alejandro advirtió: "Pero no os apacigüéis y tengan mucho cuidado,
porque estos hombres no han cometido sacrilegio ni blasfemia contra la diosa Diana". El
apóstol Pablo, en su sabiduría, no confrontó directamente la idolatría, sino que ganó
seguidores a través de su predicación. Los plateros, quienes confeccionaban los templos en
miniatura de la diosa Diana, se vieron afectados en sus ventas porque la gente se estaba
convirtiendo al Evangelio. Fueron ellos quienes provocaron la revuelta y lograron que los
apóstoles fueran arrestados para detener su predicación.

No obstante, Alejandro, la autoridad, afirmó: "Miren que estos hombres no son ni sacrílegos ni
blasfemadores de la diosa Diana". En ocasiones, deseamos atacar imágenes o hablar
negativamente sobre ídolos, prácticas idolátricas o religiones, pero eso no genera un impacto
positivo; en cambio, puede llevarnos a ser arrestados. Esta es precisamente la intención de
Satanás: impedir la predicación del Evangelio. Debemos ser cautelosos y comprender que un
ídolo carece de verdadero poder. Aunque detrás de cada ídolo pueda haber un espíritu
engañador que influencie a los incrédulos, los creyentes no deben caer en la blasfemia contra
la idolatría o la diosa Diana. En su lugar, debemos enfocarnos en ganar personas a través de la
predicación, porque la predicación ya había logrado su efecto. Cuando se menciona "una
puerta grande y eficaz", se hace referencia a que había producido el resultado esperado.

Cuando uno predica el reino de los cielos con el verdadero Evangelio, se produce el efecto
esperado: crecimiento y multiplicación. Esto no se limita a un lugar específico, sino que se
expande misioneramente a través de las naciones y regiones circundantes. Como se dice:
"Donde pongan la planta de vuestros pies, será era vuestro". Esta predicación genera el
resultado deseado, abriendo una puerta grande y eficaz, aunque también atrae a numerosos
adversarios. Tal como lo experimentó el apóstol Pablo y sus discípulos, en ocasiones, esta
predicación puede provocar revueltas notables.

En el caso que mencionas, algunos plateros pensaron que Pablo estaba afectando su negocio
al predicar sobre la verdadera fe en lugar de la diosa Diana. Sin embargo, lo que Pablo hacía
era predicar el Evangelio, que efectivamente producía el resultado esperado y estaba alineado
con su propósito de proclamar el evangelio.

Claro, por eso es algo maravilloso que nos enseña la palabra de Dios. La palabra del Señor nos
instruye sobre cómo predicar de manera adecuada y con resultados esperados. En este caso,
Demetrio, el platero que causó toda esta agitación para que Pablo y los discípulos fueran
encarcelados, estaba promoviendo la adoración a la diosa Diana. Sin embargo, cuando llevaron
a Pablo y los demás ante las autoridades, durante dos horas gritaron que ellos eran seguidores
de la diosa Diana. Sin embargo, las autoridades se dieron cuenta de que no habían cometido
sacrilegio ni hablado mal de la diosa Diana. Más bien, habían predicado acerca de Jesucristo y
habían ganado seguidores para el evangelio del apóstol Pablo.

Es por eso que Pablo quería estar allí, no simplemente de paso por Corinto, sino para estar con
ellos en comunión y compartir sus vidas si fuera necesario. En ese momento, estaba de paso,
pero tenía la intención de ir a Éfeso porque allí celebrarían Pentecostés y porque había
encontrado una puerta grande y eficaz para predicar el evangelio. Esta experiencia era algo
que él había vivido y sabía que el evangelio que predicaba había abierto una puerta grande y
eficaz. No quería desaprovechar esta oportunidad, sino que, como un hombre con una visión
misionera de conquista, estaba decidido a aprovecharla al máximo.

Miren, qué asombroso. No perdamos de vista esa visión misionera para conquistar. Cada
predicación que realicen, recuerden que estamos comprometidos con la visión misionera de
llevar el mensaje a todos los lugares. Esta visión de Paternidad nos lleva de regreso al diseño
de la Reforma para este tiempo, siguiendo el ejemplo del apóstol Pablo, quien entendió
claramente este propósito.

Él era un padre por excelencia; engendraba hijos mediante sus predicaciones y fundaba obras
en cada lugar. Su labor no era en vano; cuando visitaba un lugar y predicaba, no regresaba sin
dejar un impacto duradero. Él establecía y fundaba iglesias con verdaderos discípulos, porque
eran como hijos ministeriales para él. Él desempeñaba el papel de padre espiritual, y aunque
haya muchos líderes, él les decía: "Podrán tener muchos maestros en Cristo, pero no muchos
padres. Yo os engendré en Cristo mediante el evangelio" (1 Corintios 4:15).
No iba a causar un efecto provocando divisiones ni hablando mal de la idolatría, como algunos
podrían haber pensado. El apóstol Pablo no era ni sacrílego ni blasfemador de la diosa Diana.
Su enfoque era ganar a las personas para Cristo. Por lo tanto, aprendamos a predicar el
Evangelio de la manera correcta. No se trata de invitar a las personas a la iglesia solo para
tener compañía o llenar asientos. La predicación del Evangelio implica confrontar la realidad
del pecado y la necesidad de salvación en Cristo Jesús.

Debemos recordar a las personas que, si han mentido o tomado el nombre de Dios en vano,
han ofendido a Dios y están separados de Su gloria. Pero también debemos ofrecerles la buena
noticia de que, a través del arrepentimiento y la fe en Jesucristo, pueden encontrar perdón y
salvación. Jesucristo pagó el precio por los pecados de la humanidad al ser crucificado en la
cruz. Aquellos que creen en Él, mediante el don de la fe que Dios les concede, pueden
experimentar la salvación y la vida eterna.

Esta es la verdadera predicación del Evangelio, y es lo que produce el efecto esperado y lleva a
las personas a la conquista espiritual. Que Dios bendiga a todos los líderes, apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores, maestros, discípulos y discípulas en esta obra de llevar el mensaje de
Cristo al mundo

Amada Iglesia del Señor, los bendigo en el poderoso y glorioso nombre de nuestro Señor
Jesucristo.

TRADUCCIÓN AL PORTUGUÉS
Sim, no primeiro livro de Coríntios, capítulo 16, ontem no versículo 8, diz: "mas estarei
em Éfeso até o Pentecostes." E hoje o versículo 9 diz: "porque se abriram diante de
mim portas grandes e eficazes, e são muitos os adversários." Assim, ele desejava
permanecer em Éfeso até o Pentecostes, porque ali se abriram portas grandes e
eficazes para ele. É maravilhoso quando alguém leva a palavra, quando transmite a
mensagem, quando prega o que Deus nos enviou para pregar e o faz com eficácia. O
versículo 9 afirma: "porque se abriram diante de mim portas grandes e eficazes" em
Éfeso. Ali, em Éfeso, há um motivo especial, e o apóstolo não quer desperdiçá-lo. É
importante destacar que Éfeso, na região de Arzahua, é chamada de Pasa, que significa
"Éfeso", em referência à deusa mãe. Desde seus primórdios, essa cidade foi um lugar
de idolatria, e isso é o que o apóstolo estava enfrentando em Éfeso. Não apenas a
igreja havia sido fundada, mas também havia sido aberta uma porta grande e eficaz.
Quando alguém tem a visão de expandir o Evangelho, como o apóstolo Paulo tinha,
um servo comprometido com Deus em todos os níveis culturais, sociais e políticos,
reconhece as oportunidades para crescer e espalhar a Palavra. Apesar de o Evangelho
e o Espírito Santo já terem impulsionado sua expansão, Paulo ainda era um missionário
apaixonado, cumprindo a vontade de Deus de levar a mensagem a todo o mundo.
Na festa à qual compareceram pessoas de diferentes lugares, experimentaram uma
revelação especial e a unção do Espírito Santo que desceu sobre os 120 crentes,
manifestando-se com línguas como de fogo para cada um deles. Enquanto louvavam e
glorificavam a Deus em línguas, havia partos, medos, elamitas e habitantes de diversas
regiões presentes. Ouviram os crentes falarem em suas línguas nativas, e alguns
ficaram maravilhados com este glorioso acontecimento, enquanto outros, incrédulos,
exclamaram que os crentes estavam embriagados.
E o apóstolo Paulo compreendia perfeitamente o significado de "porque se me abriram
portas grandes e eficazes". A eficácia implica que produz o resultado esperado para
uma tarefa específica. Portanto, a igreja e o ministério do apóstolo Paulo haviam
alcançado o resultado esperado: uma porta grande havia se aberto. É lindo quando
começamos a igreja com a grande expectativa de que seja uma porta grande. Quando
começamos a pregar a palavra na cidade de Villa María e Villa Nueva, entendemos que
era um lugar onde Deus queria estabelecer seu reino e que havia uma porta grande
nos esperando. Trabalhamos durante sete anos nos preparando para ministrar no
centro da cidade com essa visão missionária, conquistadora e a certeza de que nosso
trabalho produziria o resultado desejado: a abertura de uma porta grande.
Com frequência, as pessoas em pequenas cidades podem pensar que devem
permanecer lá, mas o Senhor nos chama a alcançar cidades e nações. Essa é a
perspectiva que devemos ter em nosso ministério, sermos missionários visionários que
compreendem quando Deus está abrindo uma porta grande. Paulo talvez não tenha
sido compreendido por todos, mas era um homem visionário, apaixonado pela missão,
porque via como as portas se abriam, como fundava igrejas e como a obra do Senhor
crescia grandemente.
Quando estamos em uma localidade ou lugar, devemos ter uma visão semelhante.
Durante nossa última visita à igreja de Pozo del Monje, vimos como estavam se
expandindo para várias regiões. É impressionante ver que, mesmo em lugares que
podem não ser grandes, uma visão missionária pode levar à abertura de portas para a
pregação do evangelho, e o evangelho que proclamamos é eficaz, alcançando o
resultado que esperamos. Quando vemos que nossa pregação está abrindo portas
grandes e sendo eficaz em produzir o efeito desejado, o evangelho não apenas cresce
onde estamos, más se estende e se expande. Isso é o que aconteceu no dia de
Pentecostes, quando o Espírito Santo desceu sobre os 120 crentes que estavam na
festa. Tanta gente de diferentes lugares foi alcançada e transformada, cumprindo
assim a missão de Cristo. Como Jesus disse: "E sereis minhas testemunhas em
Jerusalém, em toda a Judeia, em Samaria e até os confins da terra."
Então, essa é a visão de Cristo, um Evangelho salvador que deve correr e conquistar,
abrindo uma porta grande e eficaz para a pregação, apesar da presença de numerosos
adversários. Certamente enfrentamos adversidades, pessoas que se tornam inimigos e
procuram obstruir nosso caminho.
Éfeso, este lugar de antiga idolatria, estava profundamente enraizado na adoração à
deusa mãe, que ao longo do tempo se transformou na deusa Diana. Portanto, havia
uma forte oposição por parte do inimigo e daqueles que se opunham ao Evangelho,
tentando impedir seu avanço. É fundamental compreender que nossa mensagem é
poderosa e transformadora. Frequentemente, enfrentamos a idolatria, mas, como o
apóstolo Paulo afirmou nos Atos dos Apóstolos, não nos opomos diretamente aos
ídolos nem à idolatria, mas ganhamos as pessoas por meio de uma pregação que
alcança o coração e o espírito, apresentando um Deus que enviou seu Filho, Jesus
Cristo, para morrer por todos os pecadores.
A idolatria carece de argumentos e fundamentos sólidos. Nenhum ídolo sacrificou sua
vida pelos pecadores, somente Cristo o fez. Só há um mediador entre Deus e os
homens: Jesus Cristo, o Homem. Como está registrado no Livro dos Atos dos
Apóstolos, capítulo 19, versículo 35, existem aspectos cruciais que devemos
considerar.
Houve uma grande agitação lá, e os judeus empurraram Alexandre para falar.
Alexandre, levantando a mão em sinal de silêncio, tentou falar em sua defesa. A
multidão, composta em sua maioria por efésios, gritou em uníssono por quase duas
horas: "Grande é Diana dos Efésios!"
Essa cena tumultuada levou a que Paulo fosse levado diante das autoridades devido à
agitação que havia ocorrido, embora ele não tivesse feito nada específico para
provocar tal reação. No versículo 35, o escrivão, uma vez que conseguiu acalmar os
efésios, perguntou retoricamente: "Quem não sabe que a cidade dos efésios é a
guardiã do templo da grande deusa Diana e da imagem que caiu do céu?"
Uma vez que isso não pode ser contraditório, é necessário que vocês se acalmem e
não ajam precipitadamente". Assim se expressou Alexandre, a autoridade. Ele
continuou dizendo: "Pois vocês trouxeram esses homens sem serem sacrílegos ou
blasfemadores de nossa deusa". Eles foram levados perante as autoridades, e por duas
horas, a multidão gritou que eles eram culpados. No entanto, Alexandre advertiu:
"Mas não se acalmem e tenham muito cuidado, pois esses homens não cometeram
sacrilégio ou blasfêmia contra a deusa Diana". O apóstolo Paulo, em sua sabedoria,
não confrontou diretamente a idolatria, mas conquistou seguidores por meio de sua
pregação. Os ourives, que fabricavam os templos em miniatura da deusa Diana, viram
suas vendas serem afetadas porque as pessoas estavam se convertendo ao Evangelho.
Foram eles que provocaram a revolta e conseguiram que os apóstolos fossem presos
para interromper sua pregação.
No entanto, Alexandre, a autoridade, afirmou: "Veja que esses homens não são
sacrílegos nem blasfemadores da deusa Diana". Às vezes, desejamos atacar imagens
ou falar negativamente sobre ídolos, práticas idolátricas ou religiões, mas isso não gera
um impacto positivo; ao contrário, pode nos levar a ser presos. Essa é precisamente a
intenção de Satanás: impedir a pregação do Evangelho. Devemos ser cautelosos e
compreender que um ídolo carece de verdadeiro poder. Embora por trás de cada ídolo
possa haver um espírito enganador que influencie os incrédulos, os crentes não devem
cair na blasfêmia contra a idolatria ou a deusa Diana. Em vez disso, devemos nos
concentrar em ganhar pessoas por meio da pregação, porque a pregação já havia
produzido seu efeito. Quando se menciona "uma porta grande e eficaz", está se
referindo ao fato de que ela havia produzido o resultado esperado.
Quando alguém prega o reino dos céus com o verdadeiro Evangelho, o efeito desejado
é alcançado: crescimento e multiplicação. Isso não se limita a um local específico, mas
se expande missionariamente por meio das nações e regiões circundantes. Como
dizem: "Onde colocarem a planta de seus pés, ali será deles". Essa pregação gera o
resultado desejado, abrindo uma porta grande e eficaz, embora também atraia
numerosos adversários. Assim como o apóstolo Paulo e seus discípulos
experimentaram, em algumas ocasiões, essa pregação pode provocar revoltas
notáveis.
No caso que você mencionou, alguns ourives pensaram que Paulo estava afetando
seus negócios ao pregar a verdadeira fé em vez da deusa Diana. No entanto, o que
Paulo estava fazendo era pregar o Evangelho, que de fato produzia o resultado
esperado e estava alinhado com seu propósito de proclamar o evangelho. Claro, por
isso é algo maravilhoso que a palavra de Deus nos ensina. A palavra do Senhor nos
instrui sobre como pregar de forma adequada e com resultados esperados. Neste caso,
Demétrio, o ourives que causou toda essa agitação para que Paulo e os discípulos
fossem presos, estava promovendo a adoração à deusa Diana. No entanto, quando
levaram Paulo e os outros diante das autoridades, por duas horas gritaram que eles
eram seguidores da deusa Diana. No entanto, as autoridades perceberam que eles não
haviam cometido sacrilégio nem falado mal da deusa Diana. Pelo contrário, eles
pregaram sobre Jesus Cristo e ganharam seguidores para o evangelho do apóstolo
Paulo. É por isso que Paulo queria estar lá, não apenas de passagem por Corinto, mas
para estar em comunhão com eles e compartilhar suas vidas, se fosse necessário.
Naquele momento, ele estava apenas de passagem, mas tinha a intenção de ir a Éfeso
porque lá eles celebrariam o Pentecostes e porque tinha encontrado uma grande e
eficaz porta para pregar o evangelho. Essa experiência era algo que ele tinha vivido e
sabia que o evangelho que pregava tinha aberto uma grande e eficaz porta. Ele não
queria perder essa oportunidade, mas, como um homem com uma visão missionária
de conquista, estava determinado a aproveitá-la ao máximo.
Olhem, que incrível. Não percamos de vista essa visão missionária de conquista. Em
cada pregação que realizarem, lembrem-se de que estamos comprometidos com a
visão missionária de levar a mensagem a todos os lugares. Essa visão de paternidade
nos leva de volta ao projeto da Reforma para este tempo, seguindo o exemplo do
apóstolo Paulo, que entendia claramente esse propósito.
Ele era um pai por excelência; gerava filhos por meio de suas pregações e fundava
obras em cada lugar. Seu trabalho não era em vão; quando visitava um lugar e
pregava, não retornava sem deixar um impacto duradouro. Ele estabelecia e fundava
igrejas com verdadeiros discípulos, porque eles eram como filhos ministeriais para ele.
Ele desempenhava o papel de pai espiritual, e embora houvesse muitos líderes, ele
lhes dizia: "Pode haver muitos tutores em Cristo, mas vocês não têm muitos pais; pois
eu os gerei em Cristo Jesus pelo evangelho" (1 Coríntios 4:15).
Ele não ia causar um efeito provocando divisões ou falando mal da idolatria, como
alguns poderiam ter pensado. O apóstolo Paulo não era sacrílego nem blasfemador da
deusa Diana. Seu foco era ganhar as pessoas para Cristo. Portanto, aprendamos a
pregar o Evangelho da maneira correta. Não se trata de convidar as pessoas para a
igreja apenas para ter companhia ou encher os bancos. A pregação do Evangelho
envolve confrontar a realidade do pecado e a necessidade de salvação em Cristo Jesus.
Devemos lembrar às pessoas que, se mentiram ou tomaram o nome de Deus em vão,
ofenderam a Deus e estão separadas de Sua glória. Mas também devemos oferecer-
lhes a boa notícia de que, através do arrependimento e da fé em Jesus Cristo, podem
encontrar perdão e salvação. Jesus Cristo pagou o preço pelos pecados da humanidade
ao ser crucificado na cruz. Aqueles que creem nele, através do dom da fé concedido
por Deus, podem experimentar a salvação e a vida eterna.
Esta é a verdadeira pregação do Evangelho e é o que produz o efeito desejado e leva
as pessoas à conquista espiritual. Que Deus abençoe todos os líderes, apóstolos,
profetas, evangelistas, pastores, mestres, discípulos e discípulas nesta obra de levar a
mensagem de Cristo ao mundo.
Amada Igreja do Senhor, eu os abençoo em nome poderoso e glorioso de nosso
Senhor Jesus Cristo.

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