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Nombre: Michelle Cobo

PROCESO TERAPÉUTICO DEL FONEMA /K/


1. Obtener el fonema.
Trabajar mediante las cartolas los ejercicios de propiocepción y
producción del fonema hasta que el niño produzca el alófono de
forma individual.

2. Integrar el fonema en cada posición.


Posición inicial directa del fonema /K/

3. Integrar el fonema en sílabas.

Ka ka ka cama

Ke ke ke queso

Ko ko ko cono

Ki ki ki kilo
Ku ku ku cuna

4. Integrar el fonema en palabras frecuentes.

- Cama azul, cama verde, cama grande, cama pequeña, cama


gigante.
- Queso feta, queso mozzarella, queso parmesano, queso
holandés.
- Cono tomate, cono negro, cono blanco, cono amarillo.
- Kilo de carne, kilo de pollo, kilo de arroz, kilo de azúcar, kilo de
sal.
- Cuna alta, cuna baja, cuna de bebé, cuna de niño.

5. Integrar el fonema en palabras poco frecuentes.


- Cartón, canasto, calabaza, capitán, caldera….
- Querubín, queja, quena, ...
- Coyote, coraza, cometa, coser, cosecha, corbata…
- Kimono, kiosco, kilo, quirófano, química…
- Curry, cursi, cuernos, cuesta, cuota…

6. Integrar el fonema en oraciones.


- Caro comió un cono de helado.
- Kenny tiene una cuna color claro.
- Ayer compré un kilo de sal y un kilo de azúcar.
- Mamá cortó el queso en la cama.
- Papá condujo hasta casi caer de sueño.
- La calabaza está en la caldera.
- El querubín tenía una queja de mí.
- El coyote culminó con la cosecha.
- El kimono del quirófano terminó en el kiosco.
- En mi cumpleaños casi cobran una cuota.
7. Integrar el fonema en textos.
- La casa de Caro tiene comida para Kenny y ella, como una
calabaza que cortan con un cuchillo y agregan canela.
- Mamá dejó la cuna de Kevin en el kiosco porque su querubín ya
no la quería en ese color.
- Conducir por kilómetros sin querer llegar a un lugar puede
obtener muchas quejas.

AUTOMATIZACIÓN:
1. Automatizar en canciones y cuentos.

Un día estaba un koala que se llamaba Kiko comiendo kiwis en un


árbol. Saltaba de un árbol a otro comiendo más y más kiwis
hasta que su kiwi cayó en un kiosco. El dueño salió para ver quién
había sido. Kiko se escondió en el hueco de un árbol y ahí
encontró un kimono. Se lo puso y bajó tranquilo porque no le
reconocía. Fue al kiosco y compró un kilo de kikos, y también otro
kilo de kiwis de colores muy claros.

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