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Catecismo del Grado de Aprendiz

La mayoría de los comentarios están basados en “El Libro de Primer Grado” editado
por la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones el 10 de Enero de
1962 por Decreto Nº 3081 con la firma del MRGM José María Fiorini y el
RGS Carlos Wilson

 Volver a Índice Temático “Instrucción y Simbolismo”

Para instrucción ritualística de los QQ  HH Apy capacitación en el diálogo


masónico tanto en su Tall como ante el Retejador de cualquier otra Log . El IIº Vig
verificará que este tema sea debidamente tratado con la mayor profundidad y comprensión
por parte de los Aprendices.

1º Pregunta:
P: ¿Sois masón?.
R: Mis HH me reconocen como tal.

Esta primera pregunta, común a casi todos los sistemas masónicos, muestra, gracias a su
forma particular, la marca típica de una pregunta de reconocimiento. Al dar correctamente ,
palabra por palabra, la respuesta que reclama, proporcionamos a quien nos interroga la
primera prueba de nuestro conocimiento de las costumbres masónicas. Sin embargo, cabe
añadir que el simple hecho de saber responder a esta primera pregunta no implica la
adquisición legítima de este conocimiento; no prejuzga, pues acerca de la regularidad.

Aparte de esto, la pregunta y su respuesta tienen un verdadero alcance iniciático. El


aprendiz concluida su recepción, se siente a menudo tentado a considerarse como un masón
perfecto. Ahora bien, la respuesta que da debe incitarlo a no afirmar él mismo que ya ha
comprendido toda la esencia de la masonería; es a sus hermanos, especialmente los
Maestros a quienes les corresponde juzgar si tal es el caso. Por lo tanto, el Aprendiz deberá
aplicarse para llegar a ser un masón verdadero, ganar la confianza, la estima y el amor de
sus hermanos más antiguos en masonería.

La respuesta a esta primera pregunta invitará, por otra parte, a todos los hermanos a no
olvidar nunca que durante toda su vida siguen siendo Aprendices, aún cuando adquieran los
más altos grados, las más altas jerarquías o dignidades o la mayor influencia que el tiempo
transcurrido en la orden les permita llegar a ostentar.

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2º Pregunta:
P: ¿En que reconoceré que sois masón?.
R: En mi signo, palabra y toque, así como en la repetición de las circunstancias de
mi iniciación.

Aquí también estamos en presencia de una pregunta formal de retejamiento, destinada a


suministrar precisiones sobre la pertenencia efectiva a la Orden y sobre las modalidades de
la transmisión de dichos signos, palabra y toque.

En realidad los signos exteriores de reconocimiento ya no son un secreto absoluto; han sido
publicados en varias ocasiones en escritos que han pretendido traicionar nuestros misterios.
Cualquiera podría procurárselos con un poco de investigación; no obstante, le sería en
extremo dificil a un profano describir las modalidades particulares de la transmisión de los
signos y todavía más dificultoso le resultaría expresar las circunstancias tan peculiares de la
iniciación, donde cada masón sabe, que aunque se hayan escrito tantas páginas sobre ella
aquel que no la ha vivido está completamente impedido de expresar sus extraordinarias
peculiaridades.

Con este aspecto se relacionan casi todas las preguntas siguientes. Sin embargo ésta
segunda pregunta adquiere igual que la anterior un profundo alcance iniciático por los actos
simbólicos a los que alude. El Aprendiz no debe solamente probar su pertenencia a la
Orden, sino también su calidad de francmasón; por esto, con toda intención no se le ha
preguntado simplemente: “En En que reconoceré que pertenecéis a la Orden?
Orden Sino con total
precisión hacia un caracter comprometidamente ontológico al decir: “ En que reconoceré
que SOIS masón?.
masón Por el signo, el Aprendiz debe suministrar la prueba de que,
moralmente, es masón; y como este signo hace alusión al castigo con que el antiguo
juramento amenzaba escarmentar al traidor, nos recuerda al mismo tiempo nuestros deberes
y en particular, los deberes que hemos asumido después de prestar nuestro juramento. Por
el signo de Aprendiz, el francmasón afirma que está interiormente cubierto; se hace
consciente de su deber de aprender a controlar todas sus pasiones y de obrar sólo conforme
a los principios masónicos. Por esta razón el Aprendiz penetra en el templo haciendo el
signo del grado.

La forma particular del signo le recuerda el simbolismo de la escuadra que debe estar
presente continuamente en su espíritu.

La significación de la palabra constituye el objeto de una pregunta muy especial que


trataremos más adelante “in extenso” y la significación del toque se encuadra en el hecho
que necesita de la mano firme y segura capaz de tomar cordial y fraternalmente la del
hermano; y su presión le dice “es es un hermano el que te saluda”.
saluda La fraternidad y la
prontitud en la ayuda son dos cualidades sin las cuales no hay verdadero francmasón. Por
esto no debemos hacernos conocer a un hermano sólo cuando deseamos obtener algún
servicio sino ante todo cuando estamos en condiciones de acudir en su ayuda.
ayuda

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3º Pregunta:
P: ¿Qué se debe ser para convertirse en masón?.
R: Ser un hombre libre y de buenas costumbres.

La pregunta relativa a las condiciones de admisión es la fraternidad masónica parece ser


muy simple; pero se comprueban, sin embargo, grandes divergencias al respecto. La noción
de “hombre
hombre libre”
libre se interpreta de diversas maneras. En los comienzos de la
Francmasonería esta libertad exigida se entendía sin duda por oposición a la esclavitud o a
una dependencia cualquiera que afectase el estado cívico de una persona. Hoy sin embargo,
en una época en que en principio parecería que la igualdad jurídica ha empezado a triunfar
en el mundo, esta libertad exigida se inclina progresivamente hacia un caracter cada vez
más espiritual, aunque ello no implica que el masón, quien juramenta no abdicar jamás sus
derechos imprescriptibles de hombre, de ciudadano y de masón, no deba estar siempre
dispuesto a defender la causa de la libertad en cualquiera de las formas en que está pueda
ser sojuzgada en cada tiempo de la historia.

El futuro masón debe aportar la prueba de que no ser esclavo de ninguna pasión ni dogma,
de que es virtual dueño de sus decisiones en la vida y que su participación en la masonería
no le reporta reserva moral, intelectual, familiar, religiosa, política, social o personal
alguna; es importante que las opiniones que profese no le hayan sido impuestas por
autoridad de ninguna especie, sino que surjan de su propia convicción y de su capacidad de
formarse juicios personales sobre el mundo, los hombres y su circunstancia y por supuesto
mostrar que su forma de obrar responder directamente con esos juicios. Esta capacidad
implica en cierta medida la independencia espiritual y social de la persona con todas las
implicancias y particularidades que surgen de estos dos grandes aspectos principales en que
se divide la vida humana individual y colectiva.

En lo que se refiere a las “buenas


buenas costumbres”,
costumbres la masonería no exige certificados de buena
conducta, semejantes a los que emiten las autoridades policiales; lo que queremos es que
los candidatos a la iniciación posean la estima de los hombres cuyos juicios, por su valor
espiritual y moral, consideramos importante. Se exige del neófito que venga a nosotros
libremente y obedeciendo a motivos dignos. Sobre este punto, dificil en extremo de
controlar, nos equivocamos con mucha frecuencia; por eso es necesario obrar con
circunspección y prudencia. Debemos estar seguros de que nobles aspiraciones conducen al
neófito a las puertas del Templo y no a la búsqueda de ninguna ventaja material. El rango
social, el título o la situación económica del candidato no deben ejercer influencia sobre la
decisión de la Logia. Poco nos importa que posea un título académico o que sea de
condición modesta, con tal de que tenga el corazón valiente, que su moral sea sin reproche
y que su cultura y su inteligencia sean suficientes para que pueda recoger los frutos de la
enseñanza masónica.

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4º Pregunta:
P: ¿Qué es la Francmasonería?.
R: Es un conjunto de enseñanzas relativas a la moral, presentadas y explicadas bajo
la forma de símbolos y de alegorías.
Cabe distinguir aquí entre francmasonería como idea y doctrina, y la francmasonería como
asociación de hermanos. La francmasonería no es una religión, puesto que no impone
dogmas ni artículos de fe; esta forma de tolerancia la ubica precisamente en condiciones – y
ello en mayor grado que cualquier otra institución – de servir de vínculo entre los hombres.
La ley moral de la masonería es independiente de todo tipo de confesión.

Como doctrina moral, la francmasonería es muy estricta y consecuente; gracias a sus


métodos de enseñanza – basados en símbolos y alegorías – y a las costumbres particulares
que cultiva, es susceptible de ejercer una influencia profunda sobre los hombres que se han
entregado al arte real. El secreto del poder de nuestros principios reside en gran parte en
nuestro simbolismo, que no sólo infunde ideas creadoras, sino que constituye además, un
vínculo estrecho entre los hermanos.

Sin embargo al sola observancia de la ley moral – expresada ya en las Constituciones de


Anderson (1723) – no hace al francmasón, algo más se exige de él: es menester que posea
un corazón valiente, abierto y sensible; que sienta la imperioso llamado de hacer el bien y
de saber mancomunar con los demás el esfuerzo y el idea de perfección del ser humano.
Aquel que, bastándose a sí mismo atraviesa la vida observando fríamente los preceptos de
la moral sin por ello estar animado de amor a sus semejantes, no tiene derecho al título de
francmasón. Pues la francmasonería enseña a la vez el deber para consigo mismo y el
deber hacia los hombres, hacia la humanidad.

No exige solamente la observancia, en suma bastante negativa, de las reglas de la moral,


sino ante todo un trabajo moral positivo; exige de sus adeptos que piensen y que trabajen
sin cesar en su desarrollo espiritual y en su perfeccionamiento moral. La luz que el neófito
recibe cuando se inicia debe ponerlo en condiciones de dar, a su vez, la luz a los demás.

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5º Pregunta:
P: ¿Por qué os habéis hecho recibir francmasón?.
R Por que estaba en las tinieblas y deseaba la luz.

Luz y tinieblas, términos que expresan dos concepciones del mundo radicalmente opuestas.
¿Que debemos entender desde el punto de vista del espíritu acerca de esta palabra
“tinieblas
tinieblas”?. Es el estado del alma humana antes que la verdadera luz le sea develada; y
esta luz representa la plena dignidad humana, la unidad humana, es en definitiva, la
humanidad en el sentido más amplio de la palabra. Aquel que, pisoteando los derechos de
los demás, no conociendo más que la ley del egoísmo, corre brutalmente hacia la
satisfacción de sus deseos; aquel a cuyos ojos la riqueza, la gloria, los honores, la
satisfacción de las tinieblas son las únicas felicidades; ese ser camina en las tinieblas, vive
en las tinieblas, es feliz con las tinieblas y no desea la develación de la luz. Aquel que es
esclavo de las supersticiones o se muestra atado por prejuicios, ese ser está privado de la
luz. Aquel que, sin preocuparse del derecho o la equidad, no reconoce por ley suprema más
que las obligaciones a que le impone su propio egoísmo; ese ser es una criatura de la noche.
El hombre digno y noble, por el contrario, es un buscador de la luz, un pionero de la luz,
siempre camina sediento de verdad; vive su vida no como un individuo aislado, sino
consciente de los lazos que lo unen con los otros hombres: Su vida es un esfuerzo constante
de perfeccionamiento, que lo conduce a la verdadera dignidad de Ser Humano.
Humano.

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6º Pregunta:
P: ¿En que un francmasón se distingue de otros hombres?.
R: En su sinceridad frente a los hombres, en su sentido fraternal con sus hermanos,
en la libertad e independencia de su pensamiento y en su conducta irreprochable

El francmasón debe ser un hombre valiente por encima de todas las cosas, que no tema
hacer conocer su opinión; es el hombre comprometido con la verdad y con la sinceridad.
Debe desarrollar una fuerte personalidad y nunca ser el juguete de su medio, de cualquier
forma de poder que trate de sojuzgarlo, dominarlo o esclavizarlo o de los demás en general,
en una palabra, debe ser un hombre pronto a defender, donde y cuando sea, sus
convicciones. La fraternidad que siente por sus hermanos debe ser para él algo sagrado – y
nunca palabra sonora o vacía – y esta fraternidad debe ser capaz de soportar duras pruebas
sin quebrarse en los primeros choques. La verdadera fraternidad está hecha a base de
servicio, de consejo, de ayuda, de consideraciones y aún de piedad y perdón. La fraternidad
representa el amor que todo masón debe sentir por los otros, el cual nunca debe fallar en el
peligro como en la miseria.

El francmasón debe distinguirse de los profanos por su manera de pensar. Liberado de todo
prejuicio, no debe perseguir más que un sólo fin: la verdad.
verdad En toda circunstancia, debe
tener el valor y la fuerza de obrar según los principios que se le manifiesten verdaderos,
justos, y bellos. Si sigue este precepto fundamental, estará por sí mismo en la vía que
conduce al perfeccionamiento humano.

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7º Pregunta:
P: ¿Cual es el primer deber de todo francmasón en logia?.
R: Asegurarse si la logia está debidamente a cubierto interior y exteriormente.

P: ¿Cuando está a cubierto la logia?.


R: Cuando todos los profanos están alejados y la influencia de la vida profana
apartada.

A primera vista, algunos neófitos todavía algo distraídos de sus obligaciones especiales en
el trabajo masónico parecen creer que este deber no incumbe a cada uno de los hermanos en
logia, sino solamente a ciertos oficiales encargados de la discreción del trabajo en el
templo. Sin embargo el término “cubierta
cubierta de la logia”
logia no se refiere solamente al templo
material en el que se reúnen los hermanos masones, sino más bien al espíritu de toda
reunión de francmasones y especialmente a la disposición interior de cada hermano masón
en particular.

La palabra “cubierto
cubierto” está tomada del vocabulario de las antiguas logias operativas cuyas
paredes protegían superficialmente contra los indiscretos, pero cuyo techo, cubierto de
tejas, podía a veces permitir a los curiosos ver u oír lo que pasaba en el interior. A esta
particularidad de construcción de las logias operativas se refiere la expresión “tejador
tejador” o
“retejador
retejador” en uso en ciertos sistemas masónicos, que designa al oficial que vigila la
seguridad de la logia y está encargado del examen de los visitantes que se presenten.

Cada vez que los hermanos están reunidos para discutir cuestiones masónicas y
particularmente en las tenidas ritualísticas, se debe alejar estrictamente a los profanos; cabe
igualmente vigilar que todos los hermanos presentes sean masones regulares, es decir, que
formen parte de una logia regular y reconocida. ¿PorPor que, se preguntará tal vez el neófito,
nos ponemos a cubierto cuando en verdad nada tenemos que ocultar?. ocultar Obramos de esta
suerte porque sólo el iniciado puede comprender el sentido profundo de nuestras alegorías y
de nuestros actos simbólicos, puesto que lo que para un iniciado es motivo de estudio y de
trabajo, frecuentemente, para un profano es factor de temor, preocupación y recelo. recelo Y
también para simbolizar que el masón se encuentra a cubierto de toda pasión que provenga
del mundo profano material y que sabe reconcentrarse dentro de sí mismo en búsqueda de
la verdad.

Tales son los motivos de la “cubierta


cubierta” exterior. Pero al lado de esta hay una cubierta
“interior
interior”, no menos importante, que incumbe a cada hermano realizar individualmente. En
la puerta del Templo o de la sala de reunión, el hermano masón debe tratar de despojarse
sinceramente de todo lo que, en la vida exterior, forma parte de sus preocupaciones
mundanas y cotidianas; y como francmasón solamente penetrará en el recinto a cumplir con
sus obligaciones masónicas.

Esto no significa que sólo debe actuar como francmasón cuando se encuentra trabajando en
la Logia, quien pensara así estaría equivocando principios elementales de la doctrina
masónica; muy por el contrario: más allá del trabajo tan particular que se lleva a cabo el
logia, en todos los aspectos y actos de la vida profana cada hermano debe dar prueba de sus
cualidades masónicas y, con mayor razón, cuando se encuentra entre hermanos.

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8º Pregunta:
P: ¿Qué edad tenéis?.
R: Tengo .... años, pues solo he ascendido las primeras .... gradas de la escala que
conduce al conocimiento.

En ciertos sistemas se dice que el Aprendiz tiene “menos


menos de siete años”,
años o que “todavía
todavía es
menor”
menor Esta es una pregunta principalmente de reconocimiento y muy frecuentemente
usada como tal. Por eso, cuando a la puerta de una logia extraña se interroga sobre la edad,
conviene no equivocarse; una respuesta incorrecta en este sentido es siempre molesta y
hasta puede ser causa de que se le niegue la entrada.

Pero, aquí igualmente, el fín práctico de la pregunta tiene su equivalente en una enseñanza
esotérica. ¿Porque este número?. Porque es el primero de los números sagrados de la
masonería. Por otra parte se considera ordinariamente a la iniciación como el nacimientos
del francmasón; y los tres viajes que realiza en esta ceremonia serán en consecuencia
asimilados a los tres primeros años de vida masónica.

El sentido profundo de la enseñanza se encuentra en el hecho que el Aprendiz admite no


haber ascendido más que las primeras tres gradas de la escala que conduce al conocimiento,
es decir, no está más que en los comienzos del camino, para la vida masónica no es más que
un niño todavía. Se comparan igualmente los tres viajes con los tres períodos de la vida del
masón: la infancia, la edad del hombre maduro y la ancianidad y sólo al llegar a la edad de
la madurez puede el hombre llegar a ser un auténtico masón. En todo caso y de cualquier
manera que se la interprete, la edad del Aprendiz masón debe llamar siempre a la modestia
de quien detente activamente este grado y si no olvidamos que ningún masón abandona
jamás la condición simbólica de ser un Aprendiz, debe motivar a la prudente humildad de
todos los masones sin importar muchos el grado o la jerarquía que suponga detentar.

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9º Pregunta:
P: ¿Qué significa la palabra sagrada B....?.
R: Es el nombre de una columna de la entrada al templo de Salomón, junto al cual
los Ap cobran su salario.

La Biblia menciona la columna B Estaba situada a izquierda del pórtico que conducía al
Templo del rey Salomón tomando el punto de vista desde Occidente y a la derecha
ubicando el punto de vista en Oriente, es decir, el punto de vista del VM.

Es sorprendente comprobar que se han descubierto templos egipcios y sirios de una época
muy anterior a la construcción del Templo de Salomón que igualmente estaban precedidos
de dos columnas; lo que permite especular que representaciones o intenciones parecidas,
seguramente muy antiguas, han presidido esta arquitectura particular. En general, el
esoterismo de estas dos columnas se identifica con la ley cósmica del binario, donde se
expone que ellas representan las relaciones de la dualidad de los opuestos, tesis y antítesis,
masculino y femenino, bien y mal, etc.

En ciertos rituales, particularmente en los de las logias inglesas, las columnas se describen
de una manera muy detallada en cuanto a su aspecto y dimensiones. Tienen capiteles que
simbolizan el amor y la unión. Según otros sistemas, las columnas deben llevar globos – el
de la tierra y el del cielo – que simbolizan la universalidad de la masonería. En otras Logias
por último, se encuentran en lugar de los globos cuatro granadas, símbolo de los
innumerables miembros de la cadena fraternal. De hecho, las columnas presentan formas
que varían de una Logia a otra, lo que por otra parte no presenta grave inconveniente
simbólico ni ritualístico.

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10º Pregunta:
P: ¿Recibís un salario como Ap?.
R: Si, en la consciencia de haber cumplido fielmente mis deberes.
Los aprendices en las logias de masones operativos recibían su salario al pie de la columna
B y este salario se daba bajo la forma de especies sonantes. El aprendiz masón de las
logias modernas, tiene derecho, igualmente, a una recompensa; esta no consistirá en dinero,
sino en la satisfacción que siente todo hermano de haber cumplido fielmente los deberes
que le imponen su calidad de hombre, de ciudadano, de miembro de familia y de
francmasón. En este sentido, sólo el que ha cumplido buen trabajo tiene derecho al salario;
por lo tanto, está en el poder de cada uno aumentar, por un trabajo masónico siempre mejor,
la recompensa que, naturalmente, le corresponde. Pues el francmasón no tiene derecho a
exigir ni dinero, ni agradecimientos, ni honores por sus actos; sabe que toda buena acción
lleva en sí misma su recompensa. Del mismo modo, en el seno de la fraternidad, el masón
se considera que debe dar todo lo que es capaz, sin preguntarse si ese esfuerzo y su trabajo
serán apreciados por los demás. Es indigno de un francmasón hacerse pagar todos sus actos,
todos sus servicios, y esto, incluso en la vida profana; con mucha mayor razón es indigno
de él enriquecerse a costa de sus hermanos.

En cualquier parte en donde no haya recompensa material que esperar, encontrará el


francmasón su verdadero campo de acción. Pagará de su peculio cada vez que el profano
preocupado por su exclusiva ventaja se desentienda de las obras desinteresadas de la
filantropía, de la beneficencia, en las actividades sociales benéficas, el francmasón está en
su lugar.

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11º Pregunta:
P: ¿Que es una Log justa y perfecta?.
R: Tres la dirigen, cinco la iluminan, 7 la hacen justa y perfecta.

Para que una logia tenga derecho de llamarse tal, es preciso que esté bajo el beneficio de la
regularidad, es decir: que haya sido constituida legalmente. El principio fundamental en
esta materia exige que sólo miembros de logias regulares pueden constituir, con el
asentimiento de una Gran Logia regular, un nuevo taller. Se consideran regulares en cuanto
a su constitución todas las Logias y Grandes Logias que descienden en línea directa o
indirecta de las tres Grandes Logias de Inglaterra, Irlanda y Escocia; igualmente, las que
descienden de los antiguos organismos del rito escocés que, habiendo nacido y desarrollado
fuera de la francmasonería inglesa, han constituido más tarde el “Rito
Rito escocés Antiguo y
Aceptado”.
Aceptado

La masonería ha establecido una serie de condiciones muy precisas del reconocimiento de


la regularidad de las Grandes Logias extrajeras. Las condiciones esenciales del
reconocimiento son la creencia en un principio regulador de todo el universo que llamamos
GADU, la presencia de un libro sagrado abierto sobre el ara y el mantenimiento de
los “Antiguos
Antiguos Cargos”
Cargos (Old Charges) y de los “Landmarks
Landmarks” de la masonería. Para ser
regular, debe haber sido creada por siete maestros, regulados por medio de una carta
constitucional o patente otorgada por una Gran Logia regular. Para constituir una gran
Logia regular, se exige la reunión de por lo menos tres logias regulares, tener carta patente
de una Gran Logia regular y que el territorio no esté ocupado masónicamente.
Una logia pues no es justa y perfecta sino cuando ha sido constituida según las reglas. El
Venerable Maestro, asistido por los dos Vigilantes, puede en rigor dirigir la logia; pero son
necesarios otros dos oficiales, el Orador y el Secretario para que ella pueda ser iluminada,
es decir, pueda recibir vida y luz masónica; pero son necesarios siete oficiales, sumando al
Experto y al Guarda Templo – esto es así en las prescripciones de nuestro rito aunque esta
definición de oficiales puede cambiar según el sistema masónico en que trabaje la logia –
para que el taller pueda proceder a una iniciación.

Según las prescripciones de la Gran Logia de Inglaterra y de muchas otras Grandes logias,
una asamblea de logia no es justa y perfecta sino cuando está compuesta por lo menos por
tres Maestros, dos Compañeros y dos Aprendices. Para la fundación de un nuevo taller, La
Gran Logia de la Argentina exige la participación de por lo menos siete Maestros regulares.

El conocimiento de esta situación llevará al Aprendiz deseoso de visitar una logia


extranjera a asegurarse de que el taller en cuestión sea regular y reconocido como tal por la
Gran Logia de su jurisdicción, por que él sólo posee el derecho de visita a estos talleres. En
caso de duda, se le recomienda pedir informes al venerable de su logia.

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12º Pregunta:
P: ¿Donde habéis sido preparado antes de ser recibido francmasón?.
R: En mi fuero interior.

P: ¿Y después?.
R: En una cámara cerca de la logia

Esta pregunta nos introduce en los usos y costumbres masónicos propiamente dichos
relativos a la preparación y a la iniciación en el grado de Aprendiz. El candidato deseoso de
hacerse recibir como masón se informa, ante todo, acerca de la naturaleza y de los fines de
la Orden y, después de madura reflexión, toma la decisión de presentar su solicitud de
admisión a la Orden. Después se le dan informaciones complementarias, se le formulan
numerosas preguntas que le permiten darse cuenta con mayor precisión de lo que es la
sociedad a la que desea entrar. Llega, finalmente, el día de la iniciación y el instante de la
decisión última. El hermano que lo prepara conversa con el candidato, en un lugar retirado,
y evocan ante sus ojos, con toda la exactitud requerida, sus futuros deberes; se atrae su
atención sobre todas las circunstancias que su paso puede acarrear. En la mayoría de las
logias, está obligado a responder por escrito a cierto número de preguntas relativas a
francmasonería.

En la Cámara de reflexiones es abandonado a sus pensamientos y percepciones; a la luz de


una simple candela, generalmente en presencia de símbolos que evocan la muerte, debe
cumplirse su preparación interior. Tiene ante sus ojos preceptos sobre los cuales se lo invita
a meditar y se le exige un testamento moral.

Todas estas circunstancias, en este decorado particular, están destinadas a poner al


candidato en un estado de emotividad intensa y de seria meditación; y su consciencia de la
gravedad y de la solemnidad de la hora es un criterio que debe llevarlo a un proceso de
mayor comprensión acerca de los fines de la masonería como formadora del caracter
humano. Cada rito de la preparación debe todavía aumentar este estado psíquico, hasta que
el hermano preparador tenga la convicción de que el candidato está en “disposición
disposición
conveniente para la iniciación”.
iniciación

La Cámara de Reflexiones, que, se dice, está “cerca de la logia”, esta en realidad a veces
bastante alejado del templo, pero siempre está destinado a este uso exclusivo. Y como la
iniciación masónica es precisamente el nacimiento del hombre, como masón, como
iniciado, a una vida nueva, la Cámara de Reflexiones simboliza el seno maternal en el que
se cumple la preparación del renacimiento espiritual.


13º Pregunta:
P: ¿Cómo habéis sido preparado exteriormente?.
R: Despojado de todos mis metales y con los ojos vendados fui conducido ante la
puerta de la Log.

Una antigua tradición quiere que el neófito no sea preparado sólo interiormente sino
exteriormente. Su preparación exterior está en estrecha relación con la iniciación y sus
enseñanzas; debe contribuir, por su parte, a crear el estado de alma particular de la
iniciación.

Según la tradición antigua, el candidato sufre una preparación en su indumentaria. Es


despojado de una parte de sus vestimentas, para recordarle que la virtud no tiene necesidad
de ornamentos. El corazón es descubierto en señal de sinceridad y de franqueza; la rodilla
derecha es puesta a descubierto para recordar la humildad con la que debe perseguirse la
búsqueda de la verdad; el pie derecho es descalzado a imitación de una costumbre oriental
que, para simbolizar con este gesto el respeto del lugar que se va a pisar. Es costumbre en
muchas logias de antigua tradición y en especial en las logias inglesas pasar una cuerda
alrededor del cuello del neófito para representar la esclavitud a que se encuentra sujeto un
individuo que no ha aprendido a vencerse a sí mismo y vive sometido y ahorcado por sus
propias imperfecciones. Sin embargo, numerosas logias han abandonado lamentablemente
esta preparación.

El simbolismo de esta preparación exterior varía de un sistema a otro. De manera general,


puede decirse que tiene por fin, infundir en el candidato que la francmasonería no juzga a
los hombres según su aspecto exterior, según su título o su rango social. Es despojado de su
dinero y de todos los metales se lo lleva a que sienta de sí mismo la debilidad y la falta de
defensa. En tal estado se encuentra listo para penetrar en el Templo, puesto que ya está
advertido que todos los símbolos de la vanidad, los cuales le daban seguridad en el mundo
profano no le servirán de nada frente a los acontecimientos que vendrán durante el proceso
iniciático; con el brazo desnudo deberá expresar su voluntad y su aptitud para el trabajo;
privado de la vista como el más preciado don con una venda se entrega sin saber lo que
sucederá de él. Esta preparación constituye la primera de las pruebas a las que será
sometida su constancia y su valor.

14º Pregunta:
P: ¿Por qué os fueron vendados los ojos?.
R: Para que mi ojo interior perciba mejor las cosas.

Toda la preparación, y muy particularmente la venda colocada sobre los ojos, ha puesto al
candidato en un estado negativo, en un estado de anonadamiento. Ignora donde está, no
sabe lo que pasa a su alrededor, sólo puede presentir, pero de hecho, no tiene ninguna
conexión con la realidad. Nada puede distraer su atención de la ceremonia de la que es el
centro y de las apalabras que le son dirigidas. Al perder el sentido de la vista debe agudizar
los otros sentidos para sostener su estado de ánimo y mantener fuerte su moral. Ya en las
iniciaciones más antiguas de que da testimonio la historia, vemos que los neófitos tenían los
ojos vendados, esto además permite que cuando se le de la luz al finalizar el tránsito
iniciático, esta brille con una viva intensidad llegando al punto de encandilar al
recipiendario debido a que sus ojos se habían adaptado a la obscuridad que proporcionaba
la venda y entonces el efecto de la luz resulte aún más refulgente.

Es indudable también que esta costumbre constituía para los antiguos una medida de
precaución para el caso de que el candidato, presa de remordimientos o de temor, quisiera
retroceder antes de la última decisión de continuar con la iniciación, así de esa forma se
podría asegurar su discreción.

Actualmente, este temor no es por cierto la razón de la costumbre de vendar los ojos del
neófito; si esto continúa haciéndose, es para permitirle concentrare enteramente en los actos
que está llamado a cumplir, motivarlo al recogimiento de meditar acerca de la noche en que
se encuentra durante la iniciación representa simbólicamente las tinieblas de que está
rodeado el niño en el seno de la madre; y la forma como el niño se enfrenta al proceso de la
vida en la mayor obscuridad y sin la menor consciencia hasta el momento de alcanzar la luz
hacia la que lo conduce su nacimiento. Así también el candidato, al nacer a una vida
espiritual renovada, debe salir de las tinieblas en el instante solemne de la iniciación.


15º Pregunta:
P: ¿Por qué habéis sido despojado de todos los metales?.
R: Por que son símbolo de vanidad.

El neófito que se presenta ante la asamblea de hermanos debe estar desprovisto de su dinero
y de sus joyas; así es la alegoría viviente de la igualdad de los hombres. La situación
ventajosa que proporciona las riquezas no constituyen en lo absoluta el verdadero valor
humano. El que se presenta a su iniciación masónica, aunque fuese el más rico, aparece
pobre durante el tiempo que dura la ceremonia; porque debe volverse consciente en ese
momento del sentimiento amargo de no poseer nada. Esta experiencia debe incitarlo a
combatir, en el futuro, con renovado ardor, contra la miseria en todas sus formas y la
estrechez de sus semejantes. El verdadero masón no se entregará a la caza frenética de las
riquezas, pues debe tomar consciencia de que los tesoros materiales pueden perderse de un
día a otro. ¿Para
Para que sirven honores y riquezas, si es desdichado, si está descontento con
su suerte, si los sinsabores de la vida y las perdidas más insignificantes pueden abatirlo?.
abatirlo
El masón, sin embargo, no vive fuera de la realidad, ni se le pide que sea un asceta. Debe
luchar por su supervivencia y tratar de adquirir los medios necesarios para su existencia y la
de los suyos, debe velar por la educación de sus hijos y tratar de asegurarse su vejez de una
manera digna, placentera y honrada. Pero estas preocupaciones no pueden ser el único fin
de su existencia, como sucede muy a menudo con los hombres; pues el masón sabe, porque
debe tomar consciencia de ello, que si bien las riquezas materiales son importantes para la
existencia, las riquezas del espíritu son el fundamento de la esencia misma de la naturaleza
humana y por lo tanto debe sentirse inclinado a ellas como hacia las del mundo en un
verdadero y justo equilibrio. El masón debe sembrar sus dos campos para ser
auténticamente rico, por su beneficencia debe sembrar el grano del amor; y naturalmente
recogerá amor.
amor


16º Pregunta:
P: ¿Cómo obtenéis el acceso a la Log?.
R: Por ... golpes que significan: Buscad y encontraréis. Pedid y se os dará. Llamad y
se os abrirá. Encontraréis la verdad, se os dará la luz, se os abrirá la puerta del
Templo.

Después de haber buscado en el interior, con paciente perseverancia,


perseverancia la fuente de los
verdaderos anhelos y de los más profundos ideales que cada uno alberga, el hombre debe
adquirir la plena confianza en sus posibilidades de realizarlo y la convicción de ser fiel a
sus propósitos, cuando esto se produce cualquier hombre puede decir que ha dado
plenamente con su vocación y sus aspiraciones, de hecho, ha logrado encontrar lo que
buscaba. “Buscad
Buscad y encontraréis”.
encontraréis

Sin embargo, esta circunstancia crucial y extraordinaria en la vida de un ser humano y que
lamentablemente, son muy pocos aquellos que tienen el privilegio de experimentarla, no es
suficiente si no se tiene la convicción y la humildad de comprender que la realización de
cualquier meta no depende solamente de la predisposición y el esfuerzo del individuo sino
además de que primero haya obtenido un completo consenso del medio. Nadie es autónomo
y por ello, quien no comprenda que el propio destino está inevitable e invariablemente
ligado al destino de los demás no ha comprendido uno de los fundamentos de la vida
humana, es decir, la naturaleza social del hombre, por lo tanto no sólo es necesario buscar
el destino, sino además convenir con el medio la oportunidad de lograrlo y en ello se ve
simbolizado el principio que reza el segundo golpe, es decir, “Pedid
Pedid y se os dará”.
dará

Dice una vieja máxima que “el el que busca con corazón sincero siempre encuentra lo que
desea”,
desea pero para la naturaleza no es suficiente buscar para encontrar ni pedir para obtener,
sino además invertir todo el esfuerzo necesario para lograr. Las buenas intenciones son
agradables al alma, pero el alma se anquilosa si esas buenas intenciones se marchitan en su
interior por la impotencia de no saber, de no querer o no poder realizarlas. No tiene sentido
alguno para el masón aquel hombre distinguido por sus ideales y el genio de sus proyectos,
alimentado en su vanidad por la lisonja del medio que espera ansioso obtener el beneficio
de sus producciones, pero que nunca se realizan por su propia incapacidad y la falta de
entusiasmo para llevarlas a buen fin y este es el principio en que se fundamenta el tercer
golpe, o sea, “Golpead
Golpead y se os abrirá”.
abrirá

Esto es lo que inconscientemente lleva al candidato hasta las puertas del Templo:
perseverancia, confianza y entusiasmo, he ahí lo que los tres golpes dicen a los hermanos
reunidos. Cuando se golpea a las puertas del Templo es necesario primero poseer la
completa confianza de que el camino de la francmasonería es el camino elegido. Un camino
que se ha buscado con perseverancia hasta lograr, por la via activa de los hechos, la
oportunidad de llegar ante las puertas del Templo para golpear con una completa seguridad
y plena convicción y de esa manera la entrada nunca nos será negada tanto en el templo
como en ningún aspecto de la vida humana.



17º Pregunta:
P: ¿Qué os ha sucedido dentro de la Log?.
R: He cumplido ... viajes llevado por mi conductor y escuchado graves palabras.
P: ¿Que significan esos viajes?.
R: Cada uno de ellos tiene su propia significación; en su conjunto, significan la
penosa ascensión que lleva desde las tinieblas hacia la luz

Existe una gran variedad de modalidades, en las diferentes logias, en cuanto se refiere a
estos viajes, sin embargo, en todos los casos el número es idéntico al igual que su
significado; representan la marcha a través de las tinieblas siguiendo el dificultoso camino
que lleva hacia la luz.
luz El esoterismo de los rituales asocian estos viajes a la purificación
elemental por medio de la tierra (de manera implícita), y a través de pruebas simbólicas que
se ejecutan por medio del aire, el agua y el fuego (de manera explícita). En otras logias
estas pruebas son ignoradas y se contentan con dar, por boca del Venerable Maestro y de
los Vigilantes (o también del Orador), sabias recomendaciones al recipiendario. Finalmente
en algunas logias se suele intercalar la prueba del “ Cáliz de la Amargura”(esta
Amargura es una
prueba muy difundida en las logias del “Rito Rito Escocés Antiguo y Aceptado”).
Aceptado Música
apropiada o cantos acompañan al candidato en sus viajes y lo ponen en un estado
particularmente apropiado. La dirección en que se ejecutan los viajes no es en todas partes
la misma; ya sigue la marcha de las agujas del reloj: oeste–norte –este –sur; ya sea a la
inversa: oeste–sur–este–norte. Pero siempre el viaje comienza por el oeste donde se
encuentra la obscuridad y conduce al candidato hacia el este donde se encuentra la luz.

Antes de comenzar estos viajes se llama la atención del recipiendario sobre los obstáculos y
peligros que se le presentarán y sobre las pruebas a que será sometido y las pruebas
representan simbólicamente las dificultades que se le presentan al hombre en su tránsito por
la vida y a las que debe superar para alcanzar la realización sin rendirse ni quebrarse y sólo
cuando ha conseguido esa victoria será capaz de contemplar la luz de la verdadera
humanidad, es decir, la dignidad de llegar a comprender la esencia más elevada del SER
HUMANO.

18º Pregunta:
P: ¿Qué se ha exigido de vos?.
R: Una promesa que he prestado de mi libre voluntad.

Los deberes formulados por este juramento son claros y no se prestan a confusión alguna;
están destinados a que no queden como vanas frases, sino que sean efectivamente
cumplidos. Es un juramento sagrado que pronuncia el futuro francmasón y no una promesa
accesoria cualquiera, que no es menester mantener a cualquier precio. Sólo un hombre
indigno viola deliberadamente una promesa tan formal, pronunciada en un momento tan
solemne. Toda esencia de la francmasonería está contenida en esta palabras; y el que se
conforma a los preceptos que ellas formulan será un francmasón verdadero y un hombre
digno de este nombre.

Una fidelidad cada vez mayor al deber, tolerancia hacia los que piensan de otra manera, la
persecución de la verdad y el trabajo incansable en pro de nuestro propio
perfeccionamiento, tales son las virtudes que se exigen de todos los masones. El masón
debe someterse a las leyes y prescripciones de la Orden; uno de sus deberes más evidentes
–aún cuando con demasiada frecuencia desconocido– consiste en la frecuentación regular a
los trabajos de la logia, por que es asiduidad es la condición sine qua non que evidencia la
actividad del masón en favor del taller y de su propio perfeccionamiento.

El francmasón debe, con sus consejos y sus actos, prestar socorro a sus hermanos; no se
trata aquí principalmente de ayuda especialmente financiera o de ventajas económicas
aunque esto no está excluido de ninguna manera debido a que la ayuda material no entra en
juego sino cuando un hermano está en desgracia; y aún en tales casos la ayuda que se debe
aportar no depende más que de las posibilidades y del juicio del que va en ayuda. Por
cierto, un francmasón que deje a un hermano en la privación cuando cuenta con los medios
para socorrerlo es un hermano indigno; pero esta inclinación a la solidaridad debe
trascender el círculo estrecho de la familia masónica y extenderse igualmente a todos los
hombres en la necesidad. La parte del juramento que obliga a la ayuda mutua entre los
hermanos exime de toda responsabilidad a los masones cuando esa ayuda implicaría caer en
la inmoralidad o la ilegalidad y por el contrario obliga a denunciar al hermano indigno que
con su conducta pudiera poner en peligro la imagen de honestidad y elevados principios de
la masonería en cualquier forma y circunstancia. Del mismo modo la ayuda fraternal no es
un deber cuando va en contra de los derechos del Estado Nacional al que se debe fidelidad
o de la familia. Se recomienda a los hermanos no acordar prestamos o garantías entre los
hermanos sino con asentimiento del Venerable Maestro.

Es de hecho, que los signos de reconocimiento deben mantenerse secretos, puesto que son
ellos los que preservan a la masonería y a los masones de la alianza de los hombres
malévolos y de los enemigos de la Orden que sólo aspiran a su destrucción. Del mismo
modo las ceremonias deben ser objeto de una gran discreción; y sólo con madura reflexión
el francmasón hablará de los asuntos interiores de la logia. Igualmente es muy importante
obligar a los nuevos masones a comprometerse a conservar el secreto aun en el caso en que
abandonasen, por una razón u otra, la francmasonería. La dimisión o la radiación libera al
individuo de los compromisos contraído.

19º Pregunta:
P: ¿Qué ha sucedido después?.
R: Fui consagrado y proclamado francmasón.

La consagración del francmasón es, sin duda, con excepción del momento en que le es dada
la luz, el instante más solemne de toda la ceremonia que debe dejar una huella inalterable
en el corazón del neófito.

Es el momento del abandono completo de sí mismo, de la mayor confianza, donde ya el


futuro masón no tiene ningún temor y se presta con emoción al rito de la consagración y de
la transformación de profano en iniciado.

La consagración debe ir directamente al corazón del iniciado y llegar a la parte más


sensible de su ser moral para ejercer sobre él una influencia perdurable. El que ha sido
consagrado francmasón debe seguir siéndolo cada día, en sus pensamientos, en sus palabras
y en sus actos, aun cuando abandone la logia o incluso la Orden. La consagración le impone
el único deber que nunca se extingue y si es un hombre de honor jamás traicionará a la
Masonería, sabrá conservar el silencio, por que de otra manera se envilecería y se
condenaría a sí mismo.

Por esto es necesario que el Aprendiz se compenetre del caracter solemne y sagrado de su
consagración y de la duración imprescindible de las obligaciones que se ha impuesto, a fin
de que durante toda su vida se muestre digno de ellas.

Por los golpes que el Venerable da con su mallete al momento de la consagración el neófito
es recibido e instituido a la vez como francmasón y como hermano de la cadena fraternal.
Este acto lo liga, desde ese momento, a todos los hermanos esparcidos por toda la faz de la
tierra y se confirma plenamente en el momento en que es públicamente proclamado en las
cuatro direcciones de la logia “De
De oriente a occidente y de norte a sur”
sur puesto que siendo
la logia una imagen simbólica del universo el acto de la proclamación es la evidencia
simbólica de la aceptación del neófito en el ámbito universal de la masonería.


20º Pregunta:
P: ¿Cuáles son las tres grandes luces de la Masonería?.
R: El Libro de la Ley Sagrada, La Escuadra y el Compás.

Estos tres símbolos del grado de Aprendiz son llamados “ las grandes luces”,
luces debido a que
por sí solos develan, a quien sabe comprenderlos, toda la esencia de la masonería.
Colocados sobre el ara, se imponen inmediatamente a la atención del nuevo hermano que
presiente la importancia que tienen en nuestro simbolismo.
Todos los tratadistas masónicos están de acuerdo, y así debe comprenderse, que el Libro de
la Ley Sagrada tiene solamente un carácter simbólico y por lo tanto no se lo debe confundir
con una profesión de fe determinada. Como dice C. W. Leadbeater “La palabra ciencia
que compendia todas las escrituras sagradas nos anima a encontrar en ella la sabiduría.
Así es como en las tres herramientas tenemos el volumen de la Ley sagrada para iluminar
nuestra mente, la Escuadra para regular nuestras acciones y el Compás para mantener en
los debidos limites nuestra relación con todos los hombres”.
hombres”.

El eminente autor masónico Albert Pyke escribe. “Cuando


Cuando nuestros rituales nos dicen que
la Biblia es una de las tres luces de la Masonería y que como tal es regla y guía de nuestra
fe, sólo puede considerarse esta afirmación en sentido simbólico, de la propia manera que
se consideran simbólicamente las otras dos grandes luces, la Escuadra y el Compás.
Compás. Es la
regla y guía de nuestra fe porque simboliza la Verdad que debe guiarnos en nuestros
pensamientos, palabras y acciones”;
acciones y en otros considerandos reafirma el concepto en los
siguientes términos “Cuando
Cuando se dice que es una de las tres grandes luces de la masonería
es porque es un símbolo de Verdad dictado por el GADU”.

¿Por que tiene que ser el Libro de la Ley Sagrada y no cualquier otro, como Constituciones,
Leyes morales, etc.?. En realidad la usanza en muchas logias es que así sea, antes de
colocar Libros Sagrados muchos utilizan bien las Constituciones de la Masonería, bien la
Constitución de la nación a que deben obediencia. Sin embargo al respecto, es muy
interesante lo expresado Albert Mackey – para muchos el más erudito de los tratadistas
masónicos – “SeSe entiende por Libro de la Ley Sagrada aquel cuya creencia generalizada le
atribuye la develación del GADU”. A esto podríamos agregar de un modo más
preciso que el Libro de la Ley Sagrada simboliza el imperio de la Verdad develada a través
de la intima relación que existe entre el hombre y el universo y por ello si la logia es una
imagen simbólica del universo, el Libro de la Ley Sagrada se encuentra precisamente en el
centro de la Logia.

El Libro de la Ley Sagrada simboliza también el imperio de las leyes que organizan el
universo y contienen los derechos y deberes inalienables e imprescriptibles de todo lo que
habita en su inconmensurable inmensidad y que en consecuencia no pueden ser anulados ni
modificados por doctrina alguna, por ninguna escuela o religión, por ningún gobierno, ni
por ningún hombre. Son los deberes y derechos que influyen en su moral natural y que
surgen de la vida misma.

He aquí a título de ejemplo, como interpreta la Gran logia de Nueva York el símbolo de la
Ley Sagrada: “El
El Libro de la Ley Sagrada – dice como instrucción – es una de las grandes
luces. Es una de las fuentes principales de la historia de la francmasonería. Es de esta
fuente de donde ha sido sacado gran parte de nuestro ritual. Cuando el Libro de la Ley
Sagrada se encuentra abierto sobre el ara, es lícito para cada quien interpretarlo según
sus propias convicciones. Como símbolo representa el magisterio de la Verdad, la
expresión de la Fe, el testimonio de la Voluntad creadora que ha sido transmitida y
enseñada al hombre en el curso de los siglos”.
siglos
La Escuadra es la segunda de las grandes luces, y regula las acciones del masón según la
severa ley del ángulo recto, es decir, de la justicia, del derecho y de la humanidad. El
Aprendiz es comparable a una Piedra Bruta,
Bruta cubierta de rugosidades y de aristas cortantes;
es el producto inmediato de la naturaleza. Se lo somete a la escuadra a fin de que pueda
aplicarla a su propia personalidad y se transforme en una piedra trabajada, lisa, pulida o
cúbica.

El Compás,
Compás símbolo del amor fraternal que debemos tener por todos los seres humanos,
determina nuestra vida afectiva, nuestra actitud con respeto a la fraternidad masónica y a la
humanidad. Es, en su esencia, más irracional que la escuadra cuya ley absoluta es la de la
razón. Una de las puntas del compás está sólidamente clavada en el corazón del
francmasón, mientras que la otra traza un círculo inmenso en el cual está incluido la
totalidad de los hombres a los que, semejante a un círculo al cual cuyo radio que debe
representar nuestro amor al hermano, al prójimo, a la humanidad, debe ser infinito.

Desde un punto de vista esotérico, ni el compás ni la escuadra deben ser considerados


separadamente, puesto que tomados aisladamente ni uno ni otro nos acerca a la perfección,
pues la naturaleza humana sólo puede templarse de la oposición entre la razón y la emoción
del mismo modo que el metal lo hace por la constante exposición a las diferencias bruscas
de temperatura entre frío y calor. Sólo reunidas y asimiladas a la Ley Sagrada constituyen
el punto de partida de esa luz superior que surge del Oriente masónico para iluminar el
mundo.

En algunas logias se considera también al mallete como una gran luz adicional y goza del
respeto que se otorga a la cualidad de simbolizar la fuerza, la energía, sin la cual ninguna
obra del universo podría ser realizada o acabada.


21º Pregunta:
P: ¿Cuáles son la tres pequeñas luces?.
R: La Sabiduría que inventa, La Fuerza que ejecuta y la Belleza que adorna.

Las tres columnas sobre las cuales descanza la logia representan al Venerable Maestro que
representa a la Sabiduría,
Sabiduría El Primer Vigilante que representa la Fuerza y el Segundo
Vigilante que representa la Belleza.
Belleza Existe alguna divergencia entre los diferentes ritos ya
que más allá de los que se refieren a las pequeñas luces como columnas, están los que
hablan de las llamas o se refieren a ellas como pilares.

Designar a la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza con el término de “ Pequeñas Luces”


Luces puede
ser motivo de confusión y de que se atribuya a estos atributos esenciales de la masonería
una significación secundaria. En realidad, llamas, pilares, columnas o pequeñas luces son
símbolos nuevos que representan los mismos principios esenciales y superiores a los que se
refieren en forma idéntica las tres grandes luces, sólo que las primeras obran en un plano
más universal y absoluto en tanto que las segundas tienen una dimensión más humana y
terrenal.
La Sabiduría inventa el plan de una obra que la Fuerza ejecuta y a la que la Belleza aporta
ornamento. Expresamente se habla aquí de sabiduría y no de saber, demasiado a menudo
vano y de pura forma. Es la sabiduría la que está en la base de la infatigable búsqueda de la
verdad y la que, utilizando los conocimientos adquiridos en el curso de la investigación, nos
lleva al perfeccionamiento de nuestro o pensamiento y de nuestras acciones. La sabiduría es
el conocimiento de sí mismo que permite al masón trabajar útilmente. Antes de saber lo que
vamos a emprender, conviene que sepamos lo que somos y de lo que somos capaces, la
sabiduría es la fuente de la idea que proporciona el conocimiento perfeccionada por el
efecto de la acción que genera experiencia.

Pero, por sí sola, la sabiduría no basta, debe estar acompañada por la fuerza, es decir, por la
voluntad y la acción resuelta de actuar según la sabiduría. Esta es la fuerza que barre con
todos los obstáculos y triunfa sobre cualquier dificultad, por que la fuerza aplicada desde la
sabiduría impone el peso y el poder de la fe para realizar cualquier obra que el individuo se
proponga sin miedo ni temor. Su primer campo de acción lo debe encontrar consecuente en
la posesión de sí mismo, dicho con mayor precisión en el dominio de sí mismo. No basta
conocer los defectos y debilidades para sentir que ya se tiene el toro de la vida por las astas,
la verdad es que hay que invertir una enorme cuota de energía para vencerlos y eliminarlos.
La Fuerza en el sentido más elevado en que puede comprenderse no se manifiesta de una
manera ciega; puesto que no ejecuta más que las obras conformes con la ley moral; pero
debe ser la sabiduría, que orienta el sentido de la fuerza, la que nos de garantía absoluta de
que así sea.

La Belleza coronará la obra común de la sabiduría, con el auxilio de la fuerza, aportando a


la construcción lo que le falta, es decir, armonía a la proporción, unidad a la estructura y
paz para aquietar todas las tensiones. El conocimiento de sí mismo,
mismo obra de la Sabiduría;
Sabiduría el
dominio de sí mismo,
mismo obra de la Fuerza,
Fuerza se coronan en el perfeccionamiento de sí mismo,
mismo
obra de la Belleza.
Belleza Porque la belleza reside en la perfección y en el esfuerzo aplicado para
lograrla. La tolerancia, la benevolencia, el amor al hermano y al prójimo, en suma, el amor
a la humanidad, la piedad son, a nuestros ojos, expresiones manifiestas de la belleza.

De esto podemos concluir que si el triple concurso de la Sabiduría,


Sabiduría de la Fuerza y de la
Belleza no puede ser creada obra alguna que pueda alcanzar la perfección. Por ello estas
tres pequeñas luces brillan en lo alto de las columnas sobre las cuales reposa la logia, de tal
modo que muy bien podemos hablar de la columna de la sabiduría, la fuerza y la belleza,
las que se corresponde con el Venerable Maestro y los dos Vigilantes. Así es por que el
Venerable Maestro debe dirigir la logia desde su sabiduría, en tanto que el Primer Vigilante
debe aplicar la fuerza y la energía que ejecutan la obra proyectada en tanto debe velar que
el trabajo se cumpla, mantener la disciplina, el orden y pagar los salarios y el Segundo
Vigilante, por último, tiene la misión de vigilar a los hermanos fuera de las horas de trabajo
y asegurar el mantenimiento de la armonía, de la paz y la concordia. Está justificado decir
también que la logia descanza sobre estos tres pilares porque de hecho sus tres primeros
oficiales soportan casi todo el peso de las responsabilidades esenciales del taller, además de
las administrativas debidamente delegadas. Por esto es obligación de todos los demás
oficiales y, de una manera general, de todo el conjunto de los hermanos de la logia,
facilitarles la tarea y sostenerlos por una colaboración fiel y una observancia estricta de sus
obligaciones.

22º Pregunta:
P: ¿Cual es la forma de la logia?.
R: La logia tiene la forma de un cuadrilongo o cuadrado oblongo que se extiende de
este a oeste y de norte a mediodía.

P: ¿Que significado simbólico tiene esta forma?.


R: Que la francmasonería es universal y que todos los hombres son nuestros
hermanos.

Estas preguntas dejan en claro que la forma de la logia está determinada en tanto que sus
dimensiones, debido a que se confunden con las magnitudes del universo, no lo están.

Como doctrina, la Francmasonería es común a toda la humanidad; ninguna nación, ningún


pueblo podría hacer de ella un privilegio propio. La logia es una imagen de la totalidad en
todas sus dimensiones, del universo en su expansión cósmica o de la sociedad humana en
su conjunto, tal como aparecerá en los días lejanos del triunfo decisivo de la humanidad
consolidada en el amor y la fraternidad.

Los principios masónicos, idénticos en todas las latitudes, la historia de la Orden, la


tradición, el simbolismo, estrechan la unión y emparientan íntimamente a todos los
masones de la tierra. Pero debemos comprobar, desgraciadamente, que esa unidad es,
todavía con demasiada frecuencia, rota por consideraciones políticas, por las divergencias
en la concepción del mundo y por las ambiciones malsanas apenas disfrazadas por la
hipocresía. De este modo se erigen barreras en el seno mismo de la organización que, por
definición y, en oposición al mundo profano debería estar completamente liberada de ellas.
Sin embargo debido a la imperfección humana y si bien la masonería es perfecta la
institución no lo es y la búsqueda de la perfección termina siendo, en términos concretos,
un ideal penosamente lejano y decididamente cruento. La tarea constante del masón es
lidiar incansablemente, fuera y dentro de las mismas filas de la institución, contra todos los
vicios y los peores enemigos de la acosan con la finalidad obvia de eliminarla, refundando a
cada instante el compromiso iniciático de sostener una lucha, que a las claras es en esta
dimensión de la vida, una premisa interminable.


23º Pregunta:
P: ¿Cuáles son las joyas de la Log de Ap?.
R: La Escuadra, el Nivel y la Plomada de donde provienen todos los signos
masónicos.

En el lenguaje profano, llamamos joyas a los objetos que poseen un valor real, elevado, en
general de metales raros y piedras preciosas. Las joyas de la logia son de muy diferente
naturaleza; no tienen valor más que para el francmasón, pues a menudo están hechas de un
metal de los más comunes. Su valor reside en su significación simbólica; esta no puede ser
apreciada más que por los que han aprendido a descubrir los tesoros secretos de la
enseñanza que nos dan.
Otras instrucciones distinguen entre “joyas
joyas móviles”
móviles y “joyas
joyas fijas o inmóviles”;
inmóviles estas son la
piedra bruta, la piedra cúbica y la plancha de labrar (estas dos últimas no forman parte de
los símbolos de la Logia de Aprendiz).

Las tres joyas móviles principales, las portan en la base de sus collarines el Venerable
Maestro,
Maestro la Escuadra,
Escuadra el Primer Vigilante,
Vigilante el Nivel y el Segundo Vigilante,
Vigilante la Plomada.
Plomada
Reciben el nombre de “móviles
móviles”, por que no pertenecen a una persona o individuo en
particular sino que van pasando de hermano a hermano que pasa a ocupar los distintos
cargos en cada momento. Todos los signos masónicos provienen de estas tres joyas
principales, pues estamos en presencia de la horizontal y de la vertical cuyo punto de
intersección constituye el ángulo recto. Aquí también vemos una expresión de la gran ley
moral a la que está sometida la masonería; la ley de la rectitud en le pensamiento y los
actos.
actos

El Nivel es para el masón símbolo de la igualdad y de la constancia,


constancia mientras que la
Plomada,
Plomada que determina la perpendicular, es símbolo de la sinceridad de la consciencia,
consciencia en
tanto que la Escuadra representa el excelso símbolo de La rectitud.
rectitud Esto nos explica
porque los tres primeros oficiales de la logia llevan estos objetos en sus collarines: el
Venerable Maestro dirige la logia con sabiduría según los principios del derecho,
derecho, la ley,
ley, y
el deber;
deber; el Primer Vigilante,
Vigilante, auxiliar principal del Maestro,
Maestro, vel por el mantenimiento del
orden en la fraternidad y por la constancia en la ejecución de los trabajos y el Segundo
Vigilante,
Vigilante, por último, vela por que la construcción se eleve perpendicularmente al suelo
sobre el cual está asentada y se adorne armoniosamente por la virtud de los trabajadores.
trabajadores


24º Pregunta:
P: ¿Cuáles son las herramientas del Ap?.
R: La Regla Graduada, el Mazo y el Cincel, la primera que me enseña a utilizar
inteligentemente mi tiempo, el Mazo y el Cincel para desbastar la Piedra Bruta de
mis imperfecciones.

Por medio de la Regla Graduada,


Graduada el aprendiz determina las dimensiones de las piedras que
aporta al edificio y juzga si son aptas para ser adaptadas a la construcción. Pero el Aprendiz
prudente aplicará a sí mismo esta regla tomando como punto de comparación al hombre
más perfecto que conozca o también el ideal que oculta en su corazón. Esto no dejará de
llevarlo a la modestia, pues verá así cuanta necesidad tiene de perfeccionarse. La regla está
dividida en 24 partes iguales, representativas de las 24 horas del día. De ello se desprende
la lección de que el francmasón consciente de la huida del tiempo está obligado a emplear
juiciosamente todas las horas del día, sea en su trabajo, sea en su descanzo, sea en sus
ocupaciones masónicas. Dividirá su tiempo con sabiduría a fin de estar en condiciones de
cumplir todos sus deberes y nunca olvidará que su tiempo está limitado, que mañana quizás
sea el día en que una fuerza inevitable le arrancará las herramientas de las manos.

El Mallete y el Cincel,
Cincel representan las herramientas masónicas más características; es con
estas herramientas que el aprendiz desbasta la piedra bruta. Sin descanzo y sin compasión
por nuestras debilidades,
debilidades debemos blandir el mazo a fin de que la piedra pierda sus
asperezas y se vuelva utilizable; el mazo es el símbolo elocuente de la energía, de la fuerza
de caracter sin la cual ninguna obra de valor puede cumplirse y el cincel representa a la
inteligencia, al plan que toda realización debe guardar en su seno, puesto que los hombres
como seres conscientes de sí y de sus propósitos sólo pueden realizar obras responsables. El
hombre no puede negar sus instintos como miembro de la jerarquía natural y muchos
aspectos esenciales de su vida dependen de ellos en todo momento, pero para la naturaleza
humana el instinto sólo no basta, puesto que el hombre es un ser pensante, sus obras deben
llevar implícito un propósito específico, una razón y una utilidad consciente, esta es la
inteligencia que debe dirigir su energía siempre con un sentido provechoso; permitiéndole
al hombre, al masón, la resolución de todos los obstáculos que se le presenten en la vida
que puedan impedir o retrasar la realización de su obra de perfeccionamiento.


25º Pregunta:
P: ¿Cual es la batería del grado de Aprendiz?.
R: Tres Golpes.

La naturaleza se mueve según la ley del ritmo y de la armonía; la vida del masón, ella
también debe estar basada en la armonía de un ritmo. El masón no trabajará siempre de
acuerdo al mismo ritmo, mecánicamente y sin reflexión, porque un trabajo mecánico fatiga
y esclaviza al obrero. Por el contrario, el masón debe saber adaptar su modo de trabajo a las
circunstancias; y de ese modo evitar el despilfarro de energías y permitirse la oportunidad
consciente de realizar un trabajo de valor.

Entregado a este concepto, el masón no emprende su obra con un celo intempestivo para
luego terminar abandonando la cantera. Ciertamente, el masón cumple siempre su trabajo
con verdadero celo y en especial con absoluta constancia. Esto es precisamente lo que nos
dice la batería del grado; los tres golpes recuerdan el celo, el ardor en el trabajo, y el ritmo
constante que conducirá la obra emprendida hacia su definitiva, segura y perfecta
realización.


26º Pregunta:
P: ¿Cuál es la palabra de vuestro grado?.
R: No se leer ni escribir; dadme la primera letra y yo os daré la segunda.

La palabra del grado, que nunca debe darse en forma completa, recuerda al masón que
nunca debe vanagloriarse por su conocimientos ni volverse vanidoso de ellos; puesto que a
cada cosa que suponga conocer siempre se le opondrán otras infinitas que permanecerán
fuera de su entendimiento y comprensión. Asimismo le recuerda al masón que conocer no
implica saber,
saber que el proceso entre el conocimiento y la sabiduría requiere de la
experiencia,
experiencia sin la cual jamás podrá llegar a ser un auténtico masón porque nunca se hará
digno de poseer la letra siguiente. Es por ello que el maestro sólo le entrega la primera letra
del conocimiento, para que aprenda ose y se anime a aplicarla a la propia experiencia de su
vida, pues que sólo así es como puede alcanzarse la sabiduría que permite sostenerse en el
camino de la búsqueda que llevará al aprendiz a encontrar por sí mismo la segunda. Luego
el maestro, advertido de la verdad, esperará pacientemente que el Aprendiz pronuncie esta
letra distintiva y perfecta, y sólo entonces sabrá que éste es digno de recibir la tercera letra
y así sucesivamente. Este es el largo y penoso camino del masón que lleva a la búsqueda de
la sabiduría y su propio perfeccionamiento.


27º Pregunta:
P: ¿Cómo estáis vestido en Log?.
R: Con el mandil, símbolo del trabajo que el masón debe realizar en la búsqueda de
la verdad.

Todo trabajo presenta riesgos propios que el obrero debe tratar de evitar a través de un
conocimiento eficaz del oficio, de su experiencia efectiva, el buen uso de sus herramientas
y por supuesto de utilizar una indumentaria adecuada. De esta última surge el uso del
mandil como parte esencial del trabajo del masón, siendo éste además, uno de los símbolos
más significativos del trabajo en general, puesto que desde tiempos inmemoriales el
hombre lo ha utilizado, si bien en diferentes formas y texturas, pero de manera común; con
el único objetivo de proteger su cuerpo de los riesgos eventuales de ejercer su oficio.

El mandil es la indumentaria obligatoria y fundamental del trabajo del masón y sin ella
ningún hermano no puede permanecer en la logia en tanto los trabajos estén abiertos. Albert
Mackey dice al respecto “NoNo hay uno de los símbolos de la Masonería Especulativa más
importante en sus enseñanzas o más interesante en su historia, que la piel de cordero, o
mandil de piel blanca. Al comenzar sus lecciones en el primer período de sus progresos, el
masón, lo imprime en su memoria como el primer presente que recibe, es además el primer
símbolo que se le explica y la primer evidencia tangible que posee de su admisión en la
Francmasonería”.
Francmasonería

El mandil de aprendiz es blanco puro, preferentemente de piel de cordero, cuadrado en el


fondo y coronado con una babeta triangular (triángulo isósceles) donde la longitud de la
base corresponda a la longitud de un lado del cuadrado y su altura a la mitad de dicha
longitud, de modo tal que volcado el vertice superior del triángulo coincida perfectamente
con el centro del cuadrado. Las dimensiones aproximadas del cuadrado deben ser de 40 cm.
de ancho por 45 cm. de alto, sin ningún tipo de adornos y con cordones blancos para atarlo
a la cintura.

Por su color el mandil del Aprendiz debe ser blanco puro y sin mancha, que es el emblema
de la inocencia y la pureza. Así nace el neófito a la vida masónica el cual irá manchando
progresivamente el mandil en razón del oficio y por causa del trabajo, sin embargo esta
perdida de pureza e inocencia no significa la pérdida de su dignidad sino el sacrificio que
debe realizar cono el justo precio que todo hombre debe pagar, en el camino de la vida, por
alcanzar la sabiduría.

Por su material el mandil del masón debe ser de piel de cordero. El cordero además de ser
símbolo de inocencia representa principalmente la mansedumbre, el masón debe ser
siempre un hombre de paz y esto es lo que representa fundamentalmente el uso de esta
textura. Pero el hecho de ser manso en esencia no significa de ningún modo que por ello se
suponga que el masón es sumiso o entregado obedientemente y con alguna obsecuencia al
despotismo del poder. El masón es un guerrero implacable que acomete sin piedad contra
el vicio en defensa del bien, de la justicia, de la libertad y de la verdad en todas sus formas.

En la confección del mandil se ven implicadas tres figuras geométricas fundamentales que
conforman la base de su simbolismo positivo, estas figuras son: el círculo,
círculo el triángulo y el
cuadrado.
cuadrado

El círculo representa al Gran Arquitecto del Universo que lo impregna todo de su misma
esencia y por lo tanto implica directamente al poder del espíritu.
espíritu El triángulo representado
en la babeta del mandil, representa a la diferenciación o individualización de la
manifestación espiritual, es decir el alma,
alma que se traduce como la develación de la trinidad
divina dentro mismo de la naturaleza humana y el cuadrado representa la manifestación
concreta de la creación, la cristalización de la verdad hecha materia en esencia así como el
conjunto de las cosas creadas por la materia como substancia.
substancia


28º Pregunta:
P: ¿Por qué la bóveda celeste cubre el Templo?.
R: Por que siendo la Log una imagen del Universo, manifiesta así la grandiosidad
del GADU

Se dice que la Logia es una imagen del Universo porque en ella se ve representada la
expansión de todas las direcciones y sentidos que alberga la realidad y el tiempo en que
transcurre, es decir, las dos direcciones horizontales, con sus cuatro sentidos cardinales:
Oriente,
Oriente Occidente,
Occidente Norte y Sur y la dirección vertical, con sus dos sentidos axiales, hacia
arriba el Zenit y hacia abajo el Nadir.
Nadir Esto define la estructura tridimensional de la
creación y dentro de este espacio se halla contenido todo lo existente y la majestuosidad del
cosmos en que subsisten. Asimismo, los movimientos que los masones efectúan y el tiempo
empleado en la realización de sus rituales representan simbólicamente, tanto la mecánica
como el proceso en que transcurre ese cosmos indescifrable para la pequeñez de la mente
humana. Creación, ciclo, permanencia y evolución, todo forma parte del ámbito de la logia
en el cual se efectúa el misterio de la vida, la cual indefectiblemente deja claro la existencia
de un orden superior y una magnífica voluntad que lo sostiene todo en una constante
armonía y ello es lo que representa el símbolo de la bóveda celeste que cubre el templo,
como una reverente expresión del reconocimiento de los masones ante la grandiosidad del
GADU.

Asimismo, la visión de la bóveda celeste durante la permanencia de los hermanos dentro


del recinto cerrado de la logia, les recuerda a los masones que el trabajo que efectúan no
ocurre dentro de una habitación fría y aislada, sino que mientras están realizando su trabajo
dentro de la logia el universo está allí, evolucionando sin pausa y con un ciclo constante. Es
decir, que cuando los masones trabajan en logia no deben hacerlo de manera abstracta y al
margen de la realidad en que transcurren en todo momento, sino todo lo contrario, cada
aspecto del trabajo del masón debe estar orientado a afirmar esa realidad a sus ideales en la
búsqueda de la verdad y que una cosa no debe ser nunca incompatible con la otra. Lo
contrario haría del trabajo masónico algo improductivo y estéril. No se debe olvidar que
antes que filósofo abstracto el masón es, en efecto, un obrero de la verdad.


29º Pregunta:
P: ¿Por qué vienes a este sitio?.
R: Para dominar mis pasiones y someter mi voluntad en busca de mi propio
perfeccionamiento.

Se traduce a la pasión como una inclinación vehemente del animo, acompañado de estados
afectivos e intelectuales controvertidos cuya potencia domina la vida espiritual del
individuo. La masonería es una sociedad de hombres y el hombre no está excento de
pasión. La pasión es parte indispensable de su vida positiva pues a través de ella encuentra
la fuerza interior suficiente para alimentar la constancia que dirige la energía que posibilita
la realización de sus ideales. Las maravillas de la humanidad en el mundo realizadas a lo
largo de la historia, son una consecuencia directa de estado pasional en que transcurre la
vida humana.

Sin embargo la pasión sin control se vuelve negativa, puesto que provoca de tal manera la
sensibilidad y excitabilidad afectiva que el hombre inadvertido o entregado a la debilidad
de la carne termina siempre por someterse simplemente a los placeres de exacerbar esas
sensaciones que ha dirigirla con fines productivos y elevados.

Los filósofos, místicos y religiosos de todas las épocas han reconocido muy especialmente
la peligrosidad de esta fuerza que envuelve la naturaleza energética del hombre y desde
tiempos inmemoriales han arengado en su contra. Se le ha dicho al hombre ignorante
“debes
debes matar tus pasiones por que ellas son malas”,
malas mostrándolas asimismo como la
directa representación del vicio, la promiscuidad y la indecencia y el mal en todas sus
formas. Ha sido representada como la serpiente de todas las mitologías y leyendas, sin
embargo, a pesar de las arengas en su contra no han logrado jamás vencerla, la fuerza de su
tentación es tan poderosa que el hombre no evolucionado siempre ha sucumbido a la
tentación sin encontrar dominio ni control.

La masonería enseña al iniciado que la pasión no es mala, es simplemente la manifestación


y expresión concreta y sensible de la energía que anima la vida. Es en sí, la serpiente
simbolizada en la manifestación de la kundalini o la energía vital comprendida por la
filosofía budista, es la serpiente que tienta a Adán y Eva a reconocer la fuerza de vida que
llevan en su interior y que si bien los arranca de la pasividad en que transcurren en el
paraíso los coloca en el mundo de la actividad donde las realizaciones no dependen ya de la
magnanimidad filantrópica del Creador sino del esfuerzo y del sudor de esa pasión
incontenible que se substancia en la fuerza de la vida que se abre paso ante cualquier
obstáculo y que se manifiesta en el fenómeno activo de la energía vital que refleja el
caduceo, como símbolo de la medicina. Es aquello que hizo decir al viejo maestro “ no hay
que matar a la serpiente sino enseñarle a que trabaje para uno”.
uno
La masonería busca enseñar a sus miembros a saber “controlar
controlar” antes que “matar
matar” sus
pasiones y con ello, que aprenda a valerse “sin
sin prejuicios absurdos”
absurdos de los beneficios que
proporciona el atinado uso de sus pasiones, orientadas a la realización de los más elevados
ideales de perfección y a fines de elevación moral y espiritual.
espiritual


30º Pregunta:
P: ¿Qué traéis para ofrecernos?.
R: Amor, Tolerancia y Fraternidad.

Esta pregunta se refiere especialmente a las cualidades particulares del individuo, es decir,
que el hecho de ser hombre libre y de buenas costumbres no es suficiente y si bien resultan
indispensables para llegar a las puertas del templo, se requiere de algo más para producir la
integración del individuo como eslabón de la cadena universal de la masonería. Esto es
Amor para Brindar,
Brindar Tolerancia para Aceptar y Fraternidad para Compartir.
Compartir

El amor, en su forma más amplia, es la viva inclinación de la afectividad que un individuo


puede profesar por las cosas o por los demás seres que le rodean. En definitiva y en
términos de la vida humana colectiva, podría traducirse como la predisposición afectiva a
interesarse silenciosa, decidida y unilateralmente por el bienestar de los demás, ofreciendo
para ello una buena cuota de energía personal sin esperar por esto recompensa o retribución
alguna. Esta forma tan amplia de amor es reconocida bajo la expresión filantropía que
proviene del griego (filos
filos – amor ; anthropos – hombre) y que se traduce como amor al
genero humano o a la humanidad.
humanidad El masón es de manera natural un filántropo y dentro de
la Institución masónica esta cualidad debe llegar a transformarse en un hábito constante.
Para consigo mismo en primer lugar, para con sus hermanos de manera excluyente, para
con su prójimo en la vida profana y finalmente, respecto de la humanidad en general, en sus
permanentes ideales de perfeccionamiento.

Asimismo, la tolerancia,
tolerancia tiene para el masón una importancia capital en el sostenimiento de
sus principios más elevados. El conflicto es el estado natural del hombre no evolucionado,
incapaz de controlar sus pasiones y entregado a los vicios de la ambición, el fanatismo y la
ignorancia. En cambio la armonía sólo está disponible a los hombres realizados y capaces
de comprender la pluralidad de las ideas y en especial los errores ajenos, de quienes en la
vía de la evolución, se encuentran por debajo de su nivel de consciencia y a partir del
humilde reconocimiento de la propia imperfección. En este sentido es muy claro el Código
de Moral Masónico cuando dice “estimaestima a los buenos, ama a los débiles, huye de los
malos, pero no odies a nadie”;
nadie o cuando expresa con indeclinable claridad “habla habla
moderadamente con los grandes, prudentemente con tus iguales, sinceramente con tus
amigos, dulcemente con los pequeños y bondadosamente con los pobres”.
pobres

La tolerancia no implica de ninguna manera la ausencia del disenso. El hombre que


discierne libremente y posee a partir de ello, pensamientos y conclusiones propias acerca de
su percepción y concepción intelectual del mundo que le rodea, de las cosas y las
circunstancias, tiene derecho a disentir y a hacer conocer sus puntos de vista. De ninguna
manera debe ser censurado por ello y menos aún, censurar a otros que no piensen de igual
forma. Tiene derecho también a hacer valer sus ideas, abriéndose camino para realizarlas de
la manera que más convenga a la satisfacción de sus aspiraciones; sin embargo, por causa
de la prosecución egoísta de cualquier ideal, por más elevado y provechoso que pudiera
resultar en general para la especie humana, no justifica causar dolor o perjuicio a ningún
individuo. Finalmente, todo hombre tiene derecho a esperar inclinar la razón de su parte,
pero es indispensable que esto ocurra por la justa vía de la “búsqueda
búsqueda de la verdad”
verdad y no
por la fuerza o cualquier forma de sojuzgamiento, que le permita a un individuo manipular
la realidad de las circunstancias en procura de hacer prevalecer injustamente sus ideas en
detrimento de los demás.

Por último, el sentido fraternal no es algo que pueda generarse en forma espontánea, ni
declamarse demagógicamente o a través de la adulación hipócrita. Esto debe residir en la
profundidad de los sentimientos y por lo tanto, aquel individuo cuyo corazón esté tan
cerrado que no sea capaz de experimentar la sensación de amar al prójimo, no puede
comprender de ninguna manera la dimensión espiritual hacia donde se elevan los seres
humanos unidos por lazos profundamente fraternales.

El solícito sostenimiento de una vida social civilizada, que se traduce en la simple fórmula
de “no
no hacer a los demás lo que uno no quisiera que otros le hicieren”,
hicieren no alcanza para
poder definir la existencia de verdaderos lazos fraternales entre los individuos y ello, muy a
menudo, constituye un error muy evidente en el criterio social que se concibe como
concepto de civilización. Esa formula antes mencionada, fundamental para garantizar la
convivencia social y que, de hecho, es el fundamento esencial en que se basa el espíritu
democrático y que de hecho constituye uno de los pilares en que se sustenta la conducta
social y particular de los masones, no llega, de todos modos, a traducir el simple hecho que
el sentido fraternal no sólo se establece en virtud de una convivencia formal civilizada sino,
tal como ya se expresara, por un sentido especial de amor a la humanidad que debe
embargar el corazón de los masones en todos los momentos de la vida. Es decir que no es
posible que pueda lograrse un verdadero sentido fraternal si no ha logrado primero elaborar
en su propio interior un sincero y decidido sentimiento de filantropía.
filantropía

Por este motivo no debe confundirse, como lamentablemente hacen muchos, filantropía
con beneficencia,
beneficencia puesto que se trata de conceptos completamente diferentes. La
beneficencia es literalmente “hacer un bien generalmente cuantitativo a alguien que
necesita de ello”, es decir, parte de una búsqueda de equilibrio que impone cierta
obligación moral entre aquellos que más tienen, motivándolos a dar un poco de lo que
poseen a aquellos que tienen menos o no tienen nada,.
nada En cambio la filantropía no se basa
en cubrir solamente una necesidad ajena sino alegrar la propia alma a través de una
vocación de servicio que siempre parte de una manifestación de amor y no de una
obligación estrictamente moral.

31º Pregunta:
P: ¿Por qué os introdujeron en el Cuarto de Reflexiones?.
R: Para dejarme entregado a mis meditaciones y pensamientos, consultar mi corazón
en silencio y reflexionar con madurez sobre las obligaciones que iba a contraer.
¿Que
Que es lo que nos induce a ingresar en la Masonería?.
Masonería Esta es una pregunta que
difícilmente pueda responder con éxito el candidato. Por más que haya leído libros o le
hayan contado lo que la Orden es por dentro, muy poco sabe de ella. Muy poco se sabe de
ella si no se la ha experimentado. Difícilmente entienda las razones porque lo han vendado
y lo han introducido en esa habitación tan lúgubre y negra donde, para una mente profana,
todo inspira terror y desasosiego. ¿Como
Como podría alguien, entonces, pensar y meditar
coherentemente en esas condiciones?.
condiciones Del mismo modo, el estado emocional del candidato,
ya se encuentra en ese momento fuertemente impresionado, ¿comocomo sería posible pensar que
se pueda consultar en silencio un corazón que virtualmente galopa dentro suyo?.
suyo Además
es irrazonable sugerirle que reflexione con madurez acerca de responsabilidades que aún no
le han sido informadas.

Sin embargo el Cuarto o Cámara de Reflexiones representa un proceso y acontecimiento


únicos para poder aquilatar el interior de cada candidato. De hecho, es incapaz de entender
conscientemente acerca de sus motivos y razones interiores para pertenecer a una
institución de la que hasta ese momento nada conoce. Todas sus motivaciones son en su
mayoría inconscientes, es presa de la curiosidad, el instinto aventurero, la emoción de
pertenecer a un grupo que parece ser selecto, la búsqueda de poder, la seducción de lo
esotérico como supuesto sinónimo de lo oculto. Muchas seguramente son las sensaciones
que posee acerca de la Masonería, pero de hecho, es improbable que realmente haya en su
interior en ese momento fundamentos para poder reflexionar adecuadamente acerca de sus
verdaderas razones para estar alli. Las inscripciones a su alrededor son lapidarias y
precisas:

 Si sólo la curiosidad es lo que te ha traído, vete, pues nada encontrarás entre


nosotros.
 Si eres hipócrita, reflexiona, pues aquí serás descubierto.
 Si buscas las vanidades humanas, vete, por que nosotros las desconocemos.
 Si tienes la intención de ser perjuro, aléjate, pues aquí serás descubierto,
descubierto

Estas expresiones tan duras e imperativas deberían resultar y significar al menos, para
alguien que se encuentra en un estado emocional tan especial y en una situación tan
precaria, suficiente factor de intimidación si no es capaz de justificar en su interior una
verdadera motivación para ingresar a la Orden o no tuviera la suficiente fortaleza de
carácter o la templanza natural necesaria para continuar adelante con el ritual iniciático. En
definitiva se refiere a las obligaciones consigo mismo y a quedar comprometido con algo
para lo cual no se tiene ninguna convicción, lo que provocaría llevar en las espaldas el peso
del fracaso, de la hipocresía, del abandono y de la frustración. No sería en absoluto
apropiado para el individuo asumir un compromiso en esas condiciones y no sería justo
para la Orden debilitar sus columnas ingresando individuos de esa naturaleza.


32º Pregunta:
P: ¿Qué visteis cuando se os dió la luz?.
R: Espadas cuyas puntas se dirigían a mi pecho, para mostrarme que estarían
prontas a defenderme si era fiel a mis promesas, como a castigarme si fuese
perjuro.

La espada es un símbolo particular que representa en general, la fiereza,


fiereza la fuerza y la
autoridad,
autoridad pero también la agresión y la ambición.
ambición Es un símbolo de completa actividad,
actividad
progreso y realizaciones positivas,
positivas pero como toda arma, también puede ser usada para
todo lo negativo, a veces atrae la fortuna pero igualmente puede atraer la ruina.
ruina Sólo
pueden blandirla los líderes y los guerreros.
guerreros.

Este elemento, que es lo primero que ve el recipiendario cuando se le otorga el beneficio de


la luz,
luz es una visión clara de que no ha sido devuelto a un mundo de fantasía ni
exclusivamente simbólico, sino al mundo real.
real El camino iniciático no es un paraíso sino
todo lo contrario, es un camino de sacrificios, no excento de traiciones, hipocresías y
maldad. Duro y lleno de desencantos. Transitarlo significa enfrentar la constante dualidad
agridulce que combina los placeres de la vida con la desesperación de las tragedias. Al fín y
al cabo, nada diferente a la vida misma por cierto. Sin embargo tiene la enorme
singularidad de que la mente del iniciado elige por su propia voluntad, a diferencia de la
mente profana, exigirse a si misma la crudeza de vivir sin vendas.
vendas

Este es un mundo blandido por las pasiones y los afectos, los cuales nos brinda protección
cuando provienen de quienes nos aman pero también nos pueden herir gravemente cuando
provienen de aquellos que nos odian o hemos ofendido. Una palabra mal dicha, una actitud
equívoca puede despertar en los demás las peores reacciones en contra nuestra, así como el
acto más simple de amistad, de honor, de solidaridad, de fraternidad, puede producir en los
demás la más noble de las lealtades. Por ello se dice que la espada sólo puede ser blandida
por los líderes y los guerreros,
guerreros es decir por quienes han aprendido a manipularla. Pues
entre ignorantes, nadie puede asegurar que un acto de justicia no oculte, en verdad, el
oprobio de un obscuro crimen.
crimen Meditad pues acerca de vuestro afectos y pensad muy bien
antes de dar la estocada fatal, si vuestra espada es blandida con justicia o simplemente
conlleva la fuerza de vuestras propias indignidades,
indignidades esa es la responsabilidad duramente
consciente del iniciado a cada hora, a cada instante de su vida, si es que efectivamente, es
capaz de sostener en su mente y e la convicción de vivir una existencia sin vendas.
vendas


33º Pregunta:
P: ¿Por qué llamáis profano al mundo exterior?.
R: Por que están fuera del Templo: Pro – delante, Fanum – Templo.

El trabajo en el Templo, debe establecer por fuerza en la mente del iniciado, la naturaleza
peculiar de su actividad. Este hecho evidente se observa en la expresión del cuando dice:
“... convendría preguntarse que puede perseguir una Institución que se vale del
Simbolismo para enseñar sus conocimientos, que tiene un Templo misterioso para reunir a
sus adeptos, que tiene una Palabra Sagrada para develar el secreto de sus grados y si es
razonable siquiera, que para la enseñanza de la moral y de la filosofía, se haya creado un
ceremonial extraño, complejo y emblemático; que haya hombres que dedicaron su vida
entera al estudio de sus doctrinas ocultas y que exista en el mundo una sociedad milenaria,
para el exclusivo objeto de difundir principios morales y filosóficos, que son patrimonio de
la civilización.

Si el objeto de la Francmasonería es solamente la de difundir por el mundo doctrinas y


principios que casi todos los hombres aceptan, no vale la pena desencadenar tanto odio
sobre ella, acumular en su seno tanto esfuerzo generoso, reunir en sus columnas tanta
gente de buena voluntad, porque para realizar estos propósitos no es necesario
congregarse en un Templo misterioso, tener un complicado simbolismo y practicar un
ceremonial saturado de fórmulas emblemáticas. Bastaría organizar una sociedad profana
de carácter humanitario; una academia literaria para escuchar bellos discursos o una
Institución cultural, donde los hombres se congregaran para hacer estudios de sociología,
de física, de matemáticas, aboliendo como inútil, caduco y absurdo, un simbolismo
envejecido por los siglos, un ceremonial secreto que sólo sirve para atraer el odio de los
sectarios, de los envidioso o de los ignorantes.

Sin embargo, nada de eso puede ocurrir, porque Instituciones como la Francmasonería
están organizadas a prueba de sacudimientos, de torpezas, de incomprensiones y pasan a
través de los años, de los siglos, con la fuerza inextinguible de la primavera, iluminando la
Consciencia de la Humanidad con su antorcha radiante de Sabiduría,
Sabiduría de salud y de amor,
transmitiendo a las generaciones el Testamento del pasado, el mensaje divino de la
Esperanza y la Palabra Sagrada imperecedera...” (ver texto completo en la Cuarta Parte –
“Elementos
Elementos de Filosofía y esoterismo del Grado”,
Grado texto referido a los “Fundamentos
Fundamentos de la
Doctrina Filosófica de la Masonería”).
Masonería

El trabajo en un Templo determina que los pensamientos como las actitudes que se forjan
en él no responden a una naturaleza corriente, puesto que en la actividad que se lleva a cabo
en un Templo existe una trascendentalidad y amplitud de miras que el pensamiento vulgar
tiende a inadvertir; el iniciado aprende a respetar, honrar y comprender aquello que
considera Sagrado,
Sagrado de hecho, no solamente desde el mero punto de vista de un culto, sino
con una mayor profundidad, desde la visión de aquello que representa la búsqueda
interminable de la verdadera naturaleza humana; la Verdad esencial y espiritual del Ser
Humano;
Humano seguramente desconocida y quizás inalcanzable para nuestra forma material y de
consciencia, pero concebida como ideal se vuelve potencialmente realizable y a través de
una expansión de la vida iniciática es posible transformar esto en el centro mismo hacia el
cual tienda indefectiblemente la forma existencial de la vida en nuestro Universo.

Estar dentro del Templo es responder a este principio, es aceptar la verdad de una
naturaleza trascendente más alla de la realidad material y racional, es aceptar que la Verdad
es velada continuamente por nuestra forma imperfecta de creer el mundo, por la influencia
del error con que percibimos lo que nos rodea, por el modo prejuicioso como establecemos
los criterios de nuestra vida en general y las actitudes que de ello se desprende, por la
debilidad implícita de nuestros puntos de vista y la confusión a que nos arrastra la falta de
dominio sobre nuestras pasiones, es aceptar la existencia de una alma imperecedera que
evoluciona A LGDGADU en un Cosmos en constante expansión y
revolución, en procura de alcanzar su propio destino.
Esta comprensión, la expansión y altura que ello produce sobre los puntos de vista y la
profundidad y constancia del estudio – para el iniciado, la fuente principal de su estudio
reside en todo aquello que para el profano es tabú, es decir, aquello de lo que no se habla,
habla,
de lo que no se piensa y mucho menos: se siente;
siente; por que su sola ideación constituye, para
la debilidad de su mente y de su espíritu, la causa fundamental de donde proviene la
angustia, el prejuicio y el miedo más recóndito y mortal – establece la principal diferencia
entre la condición propia de la vida iniciática respecto la que, naturalmente, se vive fuera o
al margen del Templo, es decir, la vida profana.


34º Pregunta:
P: ¿Qué sitio se os señaló en Log?.
R: La Col del N, por que aún mis ojos solo pueden soportar los reflejos de la luz
de Mediodía.

Siendo el Templo la viva imagen del Universo, es lógico suponer que todo el simbolismo
alusivo esté directamente relacionado con este precepto, en tal sentido y dado que la
antigua tradición, desde donde proviene la enseñanza masónica, responde a los puntos de
vista del hemisferio norte,
norte esta pregunta en especial del catecismo del primer grado, deriva
directamente de ese criterio.

Si nos ubicamos en el hemisferio norte,


norte podremos observar que al progresar en latitud (es
es
decir, si viajamos hacia el norte – desde el ecuador hacia el polo –) – el efecto de la
radiación se traduce en que los rayos solares caen hacia el Norte en forma mas oblicua;
produciendo una luz cada vez más tenue y provocando que el frío, la penumbra y la
obscuridad vayan ganando paulatinamente una mayor rigurosidad. Cabe destacar que en los
países nórdicos como en el norte de Finlandia, la estepa siberiana, es decir, el norte de
Rusia, el norte de Canadá o Alaska, por ejemplo, es posible experimentar noches obscuras
que duran hasta 6 meses completos y un clima polar durante todo el año debido a la débil
influencia de los rayos solares. También es importante hacer notar el modo como los
centros productivos se encuentran hacia el Sur mientras que los grandes desiertos helados
hacia el Norte.
Norte en Canadá, por ejemplo, a pesar de su vasta geografía, solo es productiva
como centro de actividad social y económica una pequeña franja de 100 Km. a lo largo de
la frontera con los EEUU, el resto de la geografía que se extiende hacia el Norte,
Norte es
auténtico desierto, nevado y estéril.

Esto se puede comprender con mayor amplitud si entendemos que el Sol, Sol en el tránsito que
realiza por su órbita aparente en la esfera celeste, la Eclíptica,
Eclíptica nunca alcanza una distancia
angular mayor a los 23º 27’ al norte del ecuador, en su aspecto verdadero esto es debido a
que ese es el ángulo de inclinación del eje polar terrestre. Si experimentamos acerca del
efecto que esto produce en el hemisferio norte,
norte podemos darnos cuenta que a la hora del
mediodía,
mediodía también llamada meridiana,
meridiana que es cuando los rayos solares caen a plomo sobre
la tierra – es decir, en forma perpendicular y con su mayor intensidad, para todo
observador a esa hora, en cualquier longitud – la tierra recibe una mayor influencia de los
rayos del Sol en Sur – es decir, hacia el ecuador – mientras que paulatinamente hacia el
Norte – hacia el polo – se producirá, cada vez, una mayor penumbra y obscuridad a medida
que se progrese en latitud.

El uso del Norte como símbolo de obscuridad proviene ya de los rituales primitivos, siendo
una parte principal de los antiguos mitos y religiones solares, así como de las antiguas
filosofías, como por ejemplo la hermética y gnóstica;. En definitiva, el lugar que ocupan los
Apdentro del Universo Simbólico que es el Templo, representa la necesidad del Neófito
de desarrollar sus estudios masónicos acostumbrando lentamente la vista a la acción de la
Luz – como símbolo de la consciencia – cuya intensidad podría cegar su inteligencia si no
se encuentra completamente preparado todavía para recibirla. Dicho de otro modo, para no
herir la susceptibilidad de su sentido de la vista con el lado obscuro de todo conocimiento
que siempre lleva a la desilusión y desintegración como así también para evitar que se
deslumbre apasionadamente con su luminosa belleza, que siempre conduce por el camino
de la soberbia y la aniquilación.
aniquilación

Esto representa al camino del conocimiento que implica en el Ap, la necesidad de


moverse inicialmente hacia el Sur para escapar de lo frío y húmedo hacia lo más cálido y
seco guiado por la ubicación del IIº VIG, quien desde esa posición puede ver el Sol en
seco,
su Meridiano (ecuador), que es donde posee su total poder y resplandor y desde allí
“...llamar
...llamar a los hermanos del descanso al trabajo y del trabajo al descanso a fin de
alcanzar provecho y placer...”,
placer... de este modo, les está marcando el lugar y la meta inicial
de ese camino de la búsqueda que todo Neófito debe proponerse como el primer paso que
lleva hacia la perfección, es decir su largo y dificil camino a Oriente.
Oriente


35º Pregunta:
P: ¿Por que llamáis neófito al que acaba de iniciarse?.
R: Por que es un hombre renovado, recién nacido. Neo –nuevo, fito – luz.

Decimos en una instrucción posterior acerca de la Luz que “Es Es indudable y todos los
masones lo reconocemos así, que la Luz es el símbolo augusto fundamental de la
Masonería, puesto que es el primer símbolo que el iniciado ve al ingresar a la Orden.

Antes de ello, cuando todavía la venda cubría sus ojos, las circunstancias se le mostraban
inciertas, obscuras y ocultas y por esta razón, debemos tener por evidencia que la
verdadera vida masónica está inscripta dentro los límites de la Luz,
Luz, es decir, estrictamente
dentro de los límites de la Consciencia;
Consciencia; por esa razón es que el masón, como primera
impronta de su crecimiento humano y espiritual, trabaja en nuestros talleres simbólicos A
LGDGADU, de mediodía a medianoche,, siendo el ciclo de la Luz la fuente
misma y origen del trabajo productivo del Ap  en el arte de pulir la piedra y de volverla
apta para los fines de la masonería.

Podríamos decir que la luz, representa, en la simbólica masónica, a la consciencia, al


SER.
SER. Por su parte, la ausencia de la luz representaría al reino de lo inconsciente, del NO-
SER.
SER. Es por eso que trabajar sobre nuestra propia CONSCIENCIA es un hecho masónico
puro, por que siendo Obreros de la Luz, Luz, somos también trabajadores en el arte de
expandir y mejorar los límites de nuestra consciencia en pos de nuestro propio
perfeccionamiento.”.
perfeccionamiento.

En tal sentido obsérvese que el Recipiendario,


Recipiendario al momento de dejar caer sus vendas y
transformarlo en Neófito,
Neófito lo primero que experimenta es el deslumbramiento,
deslumbramiento no puede
realizar una observación franca de lo que le rodea por que sus ojos no están preparados
todavía para soportar al reflejo de la Luz desde las cosas. Con el tiempo, la vista se irá
volviendo más eficiente para regular, a través de las pupilas, la intensidad de la luz que
permita afectar la retina, pero mientras tanto deberá mantener una forma prudente de mirar
y un lento acostumbramiento. Con el tiempo, el ojo se va adaptando a la luz ambiente y
cada vez es capaz de captar las cosas con mayor nivel de nitidez. Del mismo modo el
iniciado se va adaptando a la vida del Templo,
Templo a medir la verdadera distancia que lo acerca
o lo separa de sus hermanos, las circunstancias de la instrucción, las peculiaridades del
ritual, las obligaciones, los derechos y su propia búsqueda interior. Este es un proceso,
como en el caso de la adaptación a la Luz, para el que cada uno necesita de un tiempo
diferente – su propio tiempo – el cual es sabio respetar. Mientras tanto la analogía es la
misma de la de aquel que todavía se encuentra deslumbrado y no puede avanzar con
comodidad y decisión, sino con paso prudente y metódico, para no llevarse las cosas por
delante o lo que sería aún peor y efectivamente reprensible para la actitud de un iniciado:
“adoptar
adoptar la actitud infantil de no animarse a caminar por temor a la caída”,
caída es por ello
que el camino iniciático no puede prescindir del Maestro, el cual siempre debe encontrarse
cerca del Ap para servirle de guía, motivación, estímulo y fortaleza. El Maestro nunca
caminará el sendero por el – porque de hecho, sigue su propio camino – sin embargo, el
simbolismo del Experto,
Experto, en la iniciación, es claro al recordarle al Ap que ante la
obscuridad siempre tendrá a su lado la mano fraternal del Maestro que lo sostendrá sin
importar el obstáculo, pero también encontrará en ellas la rigurosidad del quien lo conduce,
no por un campo de algodón, sino por el camino escarpado, penoso y dificil del cual la
realización del ser exige la templanza de la vida iniciática.



36º Pregunta:
P: ¿Quién os ha instruido para darme esas contestaciones?
R: El Ritual y el Libro del Ap  que he recibido bajo promesa de conservarlo en
reserva y lejos de los ojos profanos. Las lecciones de mi IIº Vig , la atenta
observación de los MM y Ccomp, los trabajos en Log y mi voluntad de
aprender e instruirme.

La respuesta a esta pregunta debe dejar en claro, ante la visión del Neófito,
Neófito, que la
enseñanza masónica no reviste el nivel de organicidad de la enseñanza académica. Sin
embargo, si bien se juzga su método educativo, formativo e instructivo como no formal,
formal no
por ello, deja de ser un modo sistemático de enseñanza.

Las vías del aprendizaje se fomentan desde cuerpos de conocimiento debidamente


diferenciados: ellos son de orden teórico, práctico y tradicional. En el orden teórico, el
Ap recibe conocimiento del Libro o Manual del Ap que contiene en forma detallada la
fuente y los elementos de la doctrina y simbólica masónica de su grado; los conocimientos
de orden práctico los recibe de los Rituales que contienen la liturgia del trabajo en el
Templo y el modo como se ejecutan y los conocimientos de orden tradicional los obtiene de
las lecciones de su Seg Vigy la atenta observación de los MM y Ccomp,
Ccomp se llama a
esta forma de conocimiento tradicional por que se transmite en la forma antigua, es decir de
boca a oído, prescindiendo de cualquier otro instrumento más que la transmisión verbal.

Sin embargo no existe forma de conocimiento o técnica de enseñanza que sea efectiva, ni el
Maestro alguno o la mayor tecnología educativa que pueda resultar eficaz, si no existe por
parte del Ap, la voluntad de aprender e instruirse.
instruirse De allí la famosa frase que se atribuye
a Pitágoras que dice: “no
no todas las maderas sirven para hacer mercurio”.
mercurio La palabra cae
en saco roto cuando el oído no quiere escuchar como es inútil que en paja húmeda se pueda
encender fuego, de hecho, primero es la disposición de aprender y luego recién adquiere
valor el método de enseñanza. La Masonería es un camino, pero la responsabilidad de
transitarlo depende de cada individuo, de cada masón, de cada iniciado y el compromiso
con su pretendida búsqueda de perfeccionamiento.

Asimismo, dicho compromiso involucra también la obligación de conservar ese


conocimiento en reserva y lejos de los ojos profanos,
profanos ¿es es acaso este conocimiento tan
exclusivo?.
exclusivo Definitivamente, si. Decíamos anteriormente que la fuente de estudios del
iniciado constituye todo aquello que para la mente profana es tabú, irrepetible, inconcebible
e impensable. El sólo hecho de remover los prejuicios y los miedos que asolan al mundo
profano sólo atraería la desconfianza, la hipocresía, el descrédito y hasta la violencia de los
ignorantes, los temerosos y los débiles sin aspiraciones trascendentes. No se trata de
conocimientos de los cuales el hombre pueda ufanarse como erudito, ni permiten conquistar
por ellos jerarquía académica alguna. Son conocimientos de la vida y el hombre que ni
siquiera son transmisibles por aquel, como ya se ha dicho, que no tenga oídos para oír, ni
ojos para ver. Darse cuenta no es una tarea sencilla y las más de las veces ni siquiera
representa una circunstancia feliz. Por ello: ¡Tiembla del deposito que se te confía antes
que regocijaros!, porque el conocimiento subyacente en la enseñanza masónica no es un
bien suntuario del que puedas hacer gala, sino un pesado legado que transportarlo
requiere de una espalda fuerte, de una fuerza de voluntad determinada, de un espíritu de
sacrificio probado y de un alma noble, decidida y resuelta a cumplir con su destino.
destino


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