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En la ciudad de Guatemala, el ocho de agosto del dos mil veinte, siendo

las quince horas con veinte minutos, constituido en la quince avenida


trece guion once, zona cinco, Ciudad de Guatemala del Departamento
de Guatemala lugar en el que se encuentran ubicado en Condominio
Las Alturas; YO: Maria Ines Solares Changtin, Notaria, soy requerida
por el señor Juan Marín Rosales, de cuarenta y cinco años de edad,
soltero, Ingeniero Civil, mexicano, quien se identifica con pasaporte A
cero mil cuatrocientos treinta y dos extendido por el Consulado de la
República de México, quien es arrendante de un apartamento en el
Condominio establecido anteriormente, y por el señor Alberto Antonio
Ramos Zepeda, de sesenta años de edad, Administrador de Empresas,
guatemalteco, quien se identifica con Documento Personal de
Identificación con Código Único de Identificación seis mil seiscientos
treinta y dos espacio cuarenta y siete mil doscientos once espacio cero
uno cero uno, extendido por el Registro Nacional de las Personas de la
Republica de Guatemala, quien actúa en calidad de Administrador del
Condominio Las Alturas, propiedad de la Inmobiliaria Juana de Arco,
Sociedad Anónima; quienes requieren mis servicios profesionales para
que notarialmente haga constar ACTA NOTARIAL DE ENTREGA DE
BIENES, por lo tanto: PRIMERO: ANTECEDENTES: El señor Marín
Rosales, BAJO JURAMENTO DE LEY ME MANIFIESTA: Que con fecha
quince de agosto del año dos mil doce, celebró contrato de
arrendamiento de un apartamento amueblado, mediante escritura
pública no. 167 del notario Pedro Pérez, en la cual se constituyó como
fiadora a la señorita Juana Manuela Ortega Mirón. Dicho contrato se
estableció por un periodo inicial de ocho años, los cuales podían ser
prorrogables a solicitud del arrendante y mediante el intercambio de
cartas por las partes. Se estableció cancelar una renta mensual de
forma anticipada y sin requerimiento alguno, la cantidad de tres mil
quinientos quetzales exactos, más el impuesto al valor agregado.
Adicional se estableció un deposito inicial de cinco mil quetzales
exactos, a efectos de cubrir cualquier reparación por el mal uso o
deterioro que pudiera causarse al inmueble objeto del presente contrato
o cubrir algún pago pendiente al momento de terminarse o rescindirse el
presente contrato, los cuales serán devueltos al arrendante sin
requerimiento alguno, en caso de no ser utilizados. La cláusula cuarta
del contrato estipula la obligación para el arrendatario de que al finalizar
el contrato debe de entregar el bien inmueble con todo lo que contiene,
y que aparece en el inventario que se adjuntó al contrato, en perfectas
condiciones, bajo apercibimiento que, de no hacerlo, por causas
imputables al arrendatario, se cobrará una renta por ciertos aparatos
eléctricos que entregará sin funcionar. La cláusula quinta estipula que,
en todo caso el fiador (a) se hará responsable por su reposición. La
cláusula sexta del contrato establece que, si los daños ocasionados no
son imputables al arrendatario, deberá demostrarlo, para poder
abandonar el bien inmueble, a satisfacción de la parte arrendante, para
lo cual únicamente se le hará el cobro del veinticinco por ciento de su
valor. SEGUNDO: El señor Marín Rosales desea hacer entrega del
apartamento el día de hoy ocho de agosto del año dos mil veinte, ya que
el día dieciséis de agosto del año dos mil veinte debe de abandonar el
país, por lo que se inicia el recorrido en el apartamento identificado con
el numero cuatrocientos treinta, con el fin de constatar el estado físico
del inmueble, así como de los bienes muebles que se detallaron en el
contrato de arrendamiento. Derivado de lo anterior se constata que: a
raíz de un corto circuito generado el día siete de agosto del año dos mil
veinte a las dieciocho horas con treinta minutos el refrigerador, la
televisión y la lavadora resultaran dañados y dejaran de funcionar, el
resto de las instalaciones y bienes muebles se encuentran en buen
estado. A requerimiento del arrendante se verificó con el resto de los
vecinos del citado condominio y se determinó que también sufrieron
daños a causa del corto circuito, por lo que con esto se concluye que los
daños a los electrodomésticos antes mencionados no son imputables al
arrendatario. TERCERO: Al determinase que el daño en los
electrodomésticos antes mencionados no es imputable al arrendante, se
procede conforme a lo establecido en la cláusula sexta del contrato de
arrendamiento, en la cual se establece que se cobrará un veinticinco de
su valor establecido en el inventario inicial, el cual será descontado del
depósito. CUARTO: No habiendo más que objetar, el señor Juan Marín
Rosales, quien se identifica con pasaporte A cero mil cuatrocientos
treinta y dos extendido por el Consulado de la República de México,
procede a entregar al señor Alberto Antonio Ramos Zepeda
(Administrador), el apartamento ubicado en el lugar antes mencionado.
Por su parte el señor Alberto Antonio Ramos Zepeda recibe el
apartamento que por esta vía se le entrega, en las condiciones en que
el mismo se encuentra, así como dos juegos de llaves y los bienes
muebles contenido en el inventario, recibiéndolo a su entera
satisfacción. QUINTO: Por lo que no habiendo más que hacer constar,
finalizo la presente, cuarenta y cinco minutos después de su inicio, la
cual queda contenida en dos hojas de papel bond tamaño oficio, ambas
impresas en su anverso y reverso, a las que se le adhieren los timbres
de ley, la cual es leída por los presentes, quien bien enterados de su
contenido, objeto, validez y efectos legales, la aceptan, ratifica y firma
juntamente con la Notario que autoriza.
f. f.
ANTE MÍ:

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