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La observación en el trabajo educativo con niños pequeños.

Agudizar la mirada, para entender y hacer


Autoras: Valeria Feder y Lidia Susana Maquieira

Mirar al grupo, mirar al niño, mirar la tarea, mirarnos.


El objetivo de este artículo es revalorizar y fundamentar, porqué consideramos la
observación como una herramienta privilegiada de intervención, en especial cuan-
do se trabaja con niños menores de 2 años.

Consideraremos su utilidad como:


 forma de conocimiento e indagación, propia y de los niños.
 como estrategia pedagógica y
 como técnica para trabajar desde la prevención en temprana infancia.

Siguiendo algunas ideas planteadas por Ana Freud diremos que la experiencia de
observación es a la vez una práctica fascinante y decepcionadora., fascinante
porque implica asomarse a un mundo desconocido y misterioso que uno espera
encontrar lleno de maravillas. Y al mismo tiempo es una tarea decepcionadora
porque al comienzo las observaciones son pobres y limitadas, y el observador
puede creer que ya ha observado todo y que su cuota está cubierta1.
Entendemos que su planteo esconde a la vez una paradoja, ya que a medida que
transcurre el tiempo, el observador comprometido con su quehacer puede correrse
de esa fascinación y/o decepción, pasando a vivenciar, lo que la autora llamará:
“experiencia intranquilizadora…es cuando el principiante vislumbra que apenas
ha comenzado a correr el primer velo y tiene la penosa impresión que nunca
llegará a adquirir la destreza suficiente que le permita comprender que quieren
decir realmente las señales que recibe, y como responder a ellas” . La paradoja
está en que, una vez que se ha adquirido la técnica, eso mismo que intranquiliza es
lo que promueve a seguir, a descubrir y descubrirnos, a conocer con mayor
profundidad al otro y a nosotros mismos.
Esto es lo que hace valiosa a la herramienta. Los invitamos a comenzar a correr
los velos.

Acerca del acto de observar


“Es la mirada que escribe y borra al mismo tiempo
que dibuja y suspende las líneas
que desvincula y une
simplemente mirando…
La mirada se crea si misma al mirar”
R Juarroz2

1
Cita hecha por Julia Prieto en La observación directa de la conducta como procedimiento
didáctico para la capacitación del personal de los Jardines Maternales”
2
Octava Poesía vertical Ed C. Lohlé
La vista es un sentido que lo ejercitamos todos los días, sin embargo el acto de
observar nos remite a otra acción.
Observamos con los ojos, con los oídos, etc., pero con el cerebro alerta para
criticar lo que creemos haber visto, oído, olido, etc.3
Entre las posibles acepciones del vocablo “observar” podríamos citar:
a) guardar, vigilar
b) examinar atentamente
c) respetar, cumplir
Si tratamos de llevar estos sentidos a la tarea de observar desde un campo científi-
co, podríamos decir que observar en el sentido “guardar” tiene que ver con la
instancia de registro material, es decir con lo que se guarda de lo observado, por
ejemplo las notas, los registros, crónicas, etc. El hecho mismo de registrar ya
implica un “guardar con vigilancia” para que lo observado no se pierda.
Si tomamos como referencia el sentido de “examinar atentamente” vemos que allí
se pone en acto “una mirada y una escucha que potencian la intención y la
direccionalidad…una mirada que no contempla sino que indaga”4
Como tercera acepción, el sentido de “respetar” estaría mas ligado a la ley, el
orden y el cumplimiento de las normas, “Cuando hablamos de observar no nos
referimos a esta acción, pero en todo acto de observación de un objeto de estudio
está presente el respeto y el cuidado. Se cumple con requisitos prescriptos,
estandarizados, ordenadores. Se respeta en lo particular lo que la ética permite, y
en lo general lo que la moral ordena”5

Desde el campo de las ciencias sociales, los cientistas nos dicen que observar es
dirigir la atención de nuestros sentidos para penetrar en las experiencias de otros -
“in situ”-, sean estos personas, grupos o instituciones. Así observar no es un acto
mecánico, por el contrario requiere nuestra voluntad y conciencia respecto de la
relación que establecemos con aquello que atrae nuestra atención. Al respecto nos
son de utilidad las ideas de Eulalia Bosch, crítica de arte, curadora de numerosas
muestras y docente. En su libro El placer de Mirar, preocupada por cómo se
desarrolla y se aprende la disposición y habilidad para apreciar las obras de arte,
señala que mirar implica “establecer un puente entre lo que sabemos y lo que nos
sorprende”. Compara el acto de mirar con un filtro cuyas mallas pueden estar más
o menos cerradas, pero siempre están sostenidas por la orientación de los
conocimientos, del interés y de los deseos del que mira.
Es una forma de ensanchar nuestro espacio interior de forma que pueda albergar
sensaciones nuevas.

En las instituciones educativas, activar una mirada atenta, detenida, dirigida y a la


vez dispuesta a dejar sorprenderse por los distintos fenómenos que allí tienen
lugar, es un objetivo que no debería desmerecerse.

3
Pardinas, F.pag 89
4
Ficha D. Calmels. La observación. Mosaicos.. 1993
5
idem anterior
Un recorrido por los elementos que comporta la observación en cuanto
método de recolección de información:

 El fenómeno o hecho observado.


 El papel o modo de participación del observador. Ej. observación,
participante o no participante
 Los medios de observación: los sentidos, la vista, el oído y nuestra
emocionalidad.
 Los instrumentos de observación: los registros, videos, fotografías, etc
 El marco teórico que sirve de guía a la observación

Según el cristal con que se mire ...


“Observar es buscar.
Es una exploración intencionada
que intenta descubrir el
significado de lo que ocurre.
Es registrar lo más fielmente posible y con el
lenguaje apropiado aquello que está sucediendo
para luego interpretarlo.”1

En esta definición se plantea una cuestión que creemos de gran importancia, ya


que se menciona la idea de “registrar lo más fielmente posible” a diferencia de
considerar que la realidad pueda ser registrada “tal cual es”...
Para ahondar en este tema apelaremos al concepto de esquema referencial i,
entendiendo por tal al “conjunto de ideas, actitudes, emociones, conocimientos y
experiencias con los que el individuo piensa y actúa.”
Es con este bagaje que el observador se encuentra frente a su objeto de estudio, en
este caso, el docente frente al niño. El esquema referencial da cuenta de la
singularidad, de lo subjetivo que se interpone al intentar captar los hechos y dar
una interpretación a los mismos.
Cuando observamos un determinado fenómeno, como por ejemplo el accionar de
un niño, opera siempre una percepción selectiva por la cual se toman en
consideración determinados aspectos de la situación. Por lo tanto, es fundamental
tener en cuenta que el observador condiciona el fenómeno en cuestión con sus
saberes, sus actitudes, sus experiencias, sus emociones, etc.
Compartiremos con uds una anécdota vivida por una de nosotras, que muestra las
ideas que venimos desarrollando hasta aquí. Vamos a meternos en la escena con
Valeria:
Nos encontrábamos con mi prima asoleándonos junto al mar cuando de repente
una numerosa familia, compuesta por cinco niños, la mamá y el papá se ubican
con sus menesteres a pocos metros nuestros. Cuatro de los niños apenas apoyan
sus pertenencias en la arena corren hacia el agua, el padre solícito los sigue. La
madre acomoda al mas pequeño de sus hijos, que aún no caminaba, en la arena y
coloca a su alrededor algunos moldecitos y otros juguetitos propios de la
ocasión. Luego se acomoda en la reposera a asolearse idénticamente a nosotras.
El niño inmediatamente comenzó a manipular los juguetitos. Atareado, y con la
lengua que apenas se asomaba entre sus labios, se lo veía concentrado en su
juego: trasvasaba, llenaba, golpeaba, apilaba, de tanto en tanto algo llevaba a su
boca, etc. Nosotras, que desde que apareció en la playa tan numerosa familia no
pudimos dejar de sentir atracción por la escena, mirábamos bien mironas. Luego
de un rato casi al mismo tiempo sin salir de nuestro estado de estupefacción, y sin
correr por un segundo la mirada, exclamamos suspiro mediante:
Una – pobrecito ese nene...! nadie le da bolilla!
La otra – Qué maravilla ese chiquito, el tiempo que se entretiene jugando solito!
Inmediatamente las dos nos miramos sorprendidas ante la declaración de la otra.

Como vemos, cuando se trata de decodificar lo que vemos, la perspectiva del que
mira se nos impone. En otras palabras, toda mirada tiene un componente
narcisista notable (Bosh). Por eso cuando hablamos de observación rigurosa, de
observación como técnica y estrategia para recolectar información y hacer algo
con ella, se recomienda:
- la participación de otras miradas como paliativo de la arbitrariedad
de la subjetividad del observador.
- incluir otras herramientas de recolección de información como las
entrevistas, encuestas, documentos, y luego cruzar la información
obtenida.
- análisis más profundos y progresivos intentando conectar aquello
que se ve con marcos teóricos que sirvan para descifrar la realidad.
“Es necesario considerar si nuestra interpretación concuerda con lo
que se sabe y piensa en el mundo científico actual (Geertz, 1973).
No porque sea rechazable la discrepancia o la novedad sino
porque, en caso de existir, adquiriría una significación diferente.”
(Santos, 1990)

Este último aspecto está vinculado al hecho de que la observación rigurosa debe
darse en interacción con el pensamiento, esto implica que mientras se procede a
observar intervienen hipótesis sobre la base de los conocimientos disponibles.
Esta retroalimentación entre pensar y observar optimiza ambas actividades, de
manera que mejoramos la observación si disponemos de importantes esquemas de
pensamiento y esto a su vez favorece los alcances de la observación.

Observar al niño

La observación, entre otros fines, nos permite conocer e indagar acerca del niño
que tenemos encomendado cuidar y educar. Hablamos de conocer a cada niño, su
comportamiento habitual y no sólo sus manifestaciones extraordinarias. Qué le
agrada, qué le disgusta, con quien prefiere vincularse y de qué modo, cómo
reacciona ante la novedad, cómo se calma ante alguna preocupación, etc.
Conocer al niño. Conocer a Julián, a Ana, a Matías... nos permite pensar y trabajar
con “la diferencia”. Trabajamos con sujetos en grupo. Nunca deberíamos olvidar
que aunque los niños respondan al grito: “Sala Verde venga acá”, Julián viene
inmediatamente, Ana se toma su tiempo, y Matías necesita que lo vengan a
buscar.

Cuanto más sepamos de ese niño, más ajustadas serán las respuestas que
podremos brindar frente a sus necesidades, acompañando su curiosidad,
proponiéndole desafíos gratificantes, ayudándolo a transitar las angustias y
dificultades con las que se encuentra.
No hay respuestas únicas ni prefijadas, solo conociendo en profundidad al niño,
podemos articular aquello que es adecuado y satisfactorio para cada niño.
"(...)el conocimiento preciso de aquello de lo que el niño es capaz en cada estadio
de su evolución, para preservar una parte cada vez más importante de su equilibrio
y su unidad, puede sernos de una ayuda preciosa para reasegurarnos mejor en la
tarea en la que estamos implicados. Lo que se pone en riesgo es su sensación de
seguridad, su calma y las condiciones de un verdadero diálogo tónico postural"

Estas palabras que Agnes Szanto escribió refiriéndose a los aportes de la


observación en el trabajo con niños pequeños, dejan traslucir la ponderación de un
acercamiento respetuoso al niño. De alguna manera observar nos permite
corrernos del centro y sostener una distancia óptima entre nuestro deseo y lo que
quiere o puede el niño; en especial cuando se trata de niños pequeños cuyo
lenguaje no verbal es el modo de comunicación por excelencia. Aquí mas que
nunca, la observación nos permite identificarnos mas genuinamente con lo que
puede estar sintiendo el pequeño, con lo que puede estar comunicando.

Por otra parte observar a cada niño en particular nos permite recoger información
para intercambiar con los padres y con los otros adultos y maestros que estén o
estarán en contacto con el niño. Cuando los niños permanecen muchas horas en la
institución y al cuidado de diferentes adultos, observar y registrar lo observado se
torna en una herramienta indispensable, para garantizar la continuidad en los
cuidados y el trato. Por ejemplo: La maestra de la mañana registra lo siguiente
acerca de uno de sus niños: Facundo (26 meses) suele enojarse mucho cuando
algo no le gusta, se tira al piso y golpea enérgicamente el suelo son sus manos y
sus pies. Si se lo trata de agarrar para que se detenga y escuche lo que se le dice en
ese momento pareciera irritarse más. Lo hace más enérgicamente. Si se espera y
se le ofrece luego alguna otra actividad o juego puede cambiar de actitud y está
mas disponible para escuchar algún comentario sobre lo sucedido.
Esta observación permite conocer y comprender a todo el personal que interactúa
con Facundo formas de manifestarse del niño y elaborar estrategias en conjunto
coherentes y acordes a criterios compartidos de intervención.

Es oportuno a esta altura del escrito, considerar que, al intentar conocer mas al
niño, nunca lo observamos desde un punto de vista “ingenuo” ni desprovistos de
“saberes” acerca del niño en cuestión.
Con esto queremos decir cuando estamos con los niños en la Jardin resuenan en
nosotros muchas otra miradas como:
 La que recogimos en la entevista con los padres, quienes en su
descripción acerca de “quien es y que le gusta” fulanito de tal, nos
“pintaron” el niño que es para ellos.
 la de la maestra del año anterior que nos dirá “que es un dulce” o “un
terremoto”,
 la de otros padres que lo conocen y que intentanto aportar a su
conocimiento nos dirán “fulanito es muy pegado a su mamá” o “¡como es
el primero…lo miman tanto!” ,
 la de la cultura que marca cuales son los niños “tranquilos” los “lentos”,
los “inquietos” los”curiosos” , etc
 la de los libros que estudiamos y nos hablaban de los niños de esa edad
 la de nuestra experiencia cotidiana
 nuestra biografia escolar
 y nuestra historia individual
Con esto queremos decir que para “ver y conocer” mejor a cada niño tenemos que
trabajar mucho sobre nuestros marcos de referencia. Dice Kamala Di Tella “ para
ser un buen observador hay que poder observar y mirar con atención. Antes de
inferir diagnósticos, actuar o recomendar, hay que aprender a mirar repetidas
veces y con atención constante. Es necesario tener una preparación mental para
poder limitarse a observar estrictamente.”6
Este trabajo, duro por cierto, permitirá a quien decide encararlo de este modo, leer
en forma mas “objetiva” desde una mirada benevolente y no cuestionadora ni
prejuiciosa.
Una mirada que analice luego de observar, en lugar de que “busque” lo que quiere
encontrar, así podrá ver como decíamos antes que: Ana se toma su tiempo, y
Matías necesita que lo vengan a buscar, en lugar de pensar que Ana es lenta o
Matías un caprichoso.

¿QUÉ ASPECTOS RELEVAR?

Podemos enfocar nuestra mirada en:


 el proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños respecto de la
actividad que se esta llevando a cabo. Aquí se abrirían múltiples
enfoques: desarrollo motor, cognitivo, intelectual, emocional,
madurativo, etc
 el modo de interacción de los niños, entre ellos, con los adultos.
 El tipo de vínculo que predomina en las relaciones con los otros niños
y con los adultos.
 Las características de comportamiento singular de cada uno.
 El modo de resolver situaciones o de crear nuevas

6
Di Tella, Kamala La observación del vínculo.
ACERCA DE LA TÉCNICA PROPIAMENTE DICHA
El registro

Desglosando un aspecto importante de la técnica, nos proponemos sistematizar los


items a tener en cuenta para el registro escrito de lo observado.
Entendemos que un registro rico y fiel hace a la calidad de los elementos que lue-
go podrán ser analizados y permite mayor precisión en las hipótesis.
Estos son:
1. es aconsejable partir de items orientativos sobre los cuales centrarse según
el objetivo que persiga la observación (ver cuadro ¿qué aspectos relevar?)
2. el registro escrito puede hacerse en el mismo momento o a posteriori. En
el caso de diferir el la escritura, el lapso de tiempo no debe superar las 24
hs ya que al pasar cierto tiempo tendemos a olvidar, distorsionar y hacer
agregados personales al entrar en el comercio asociativo de recuerdos.
3. registrar de manera exhaustiva, clara y precisa, haciendo referencia a los
hechos observados, evitando las apreciaciones de valor ya que estas son
subjetivas. Por ejemplo: María hoy estuvo bien, ¿qué significa que estuvo
bien? Que no lloró? Que participó de todas las actividades, que interactuó,
que no necesitó estar a upa todo el día? Cumplir con este requisito es
fundamental, ya que estos registros no solo están destinados al uso de
quien los realizó, sino que interesa a todo el colectivo docente que tiene de
una manera u otra responsabilidad frente a la educación de ese niño. Estos
“otros” tienen que poder “ver” los hechos según fueron ocurriendo. El
registro tiene que permitir imaginarse la escena.
4. Es necesario que el material sea fuente de análisis, discusión y
seguimiento. Si se hace de manera colectiva tanto mejor, ya que es una
buena vía para sostener la continuidad y criterios comunes en la tarea.

UNA SITUACIÓN, UN OBSERVADOR, UN ANALISIS POSIBLE


La observación como herramienta en el trabajo de prevención

Trabajaremos a partir de una observación:


“Violeta (30 meses) entra a la sala agarrada a su mamá, quien hasta ahora se ha
mostrado muy “dudosa” acerca de su decisión de dejar a la niña en el Jardin
Maternal, y alude que no se separaría de ella si no tuviera que ir a trabajar. La
maestra se acerca a ellas y Violeta se aprisiona mas fuerte contra las piernas de
su mamá, como queriéndose meter adentro de su pollera. Hay otros nenes en la
sala. Se los ve jugando en mesitas en las cuales hay masa, material de encastre y
muñequitos pequeños de plástico duro. la maestra la invita a jugar y ella mueve
su cabeza hacia los dos lados en negativa. Violeta observa todo con una mirada
muy curiosa. La mamá le dice que se tiene que ir...pero no se mueve del lugar.
Violeta se toma más fuerte de sus manos y hace una mueca de enojo. La maestra
le pide a la mamá que se quede un ratito más y le acerca una sillita. La madre se
sienta y la nena se sube a sus faldas. Luego de un rato, la nena se baja, se acerca
a una mesa y empieza a jugar con masa. La maestra la observa de lejos. Luego de
un ratito invita a la madre que la salude y se retire. La mamá le da un beso y le
dice que se divierta. Violeta ve partir a su mamá (con ojos observadores...con
seriedad en el rostro ¿qué estará pensando?). La maestra rápidamente se sienta
al lado de ella y le dice con voz suave mientras amasa: “mirá Violeta un
caracol…¿hacemos otro juntas? ¿este a dónde lo ponemos? la nena la observa,
esboza una sonrisa y dice en un tono bajo y suave “si…” luego comienza a
manipular la masa y de vez en cuando mira de reojos a su alrededor. La maestra
se queda sentada a su lado, Violeta parece distenderse y acomodarse en la
sillita.”

El foco de esta observación esta puesto en el momento de separación de Violeta y


su mamá, y en el vínculo con la maestra. Diversos son los planteos que podrian
guiarnos a la hora del análisis. Dado que esta observación trascurre en el contexto
de una acción de capacitación, nos proponemos ver que podemos iluminar para:

 aprender acerca del lenguaje no verbal y de las variadas manifestaciones


 aprender acerca de uno mismo. De nuestras ansiedades y miedos.
 aprender y tomar confianza en un modo de intervención en el trabajo con
niños pequeños.
 comprender y vivenciar las necesidades del niño pequeño
 hacer tangible aspectos de la constitución del psiquismo, lo cual ayuda y
con creces a comprender la importancia de los cuidados y la atención
temprana.
 sentir empaticamente.

Pensando junto con la maestra que realizó el registro, comenzamos a ver que nos
preguntaríamos si centramos la mirada en Violeta, asi surge:.
¿qué cosas nos dice Violeta sin palabras?
¿por qué se aferra a la madre?
¿por qué observa todo?
¿qué le pasa, que piensa cuando ve partir a su mamá?
¿qué pasó que Violeta se baja sola de la falda de la madre cuando antes no se
podia despegar?
Dado que tiene 30 meses ¿Porque no llora y/o no habla o protesta para mostrar su
descontento o su resistencia, y solo se aferra?

Luego, cuando centramos las miradas en la madre nos surgen otras dudas:
¿qué siente o piensa su madre cuando la nena se aprieta fuertemente contra ella?
¿cómo recibe la madre el aferramiento de Violeta?
¿¿por qué no se mueve cuando dice “me tengo que ir”?

Ahora enfocando el accionar de la maestra, examinamos:


¿por qué la maestra le pide a la madre que se quede un ratito mas?
¿por qué la maestra se sienta rápidamente junto a Violeta?
¿tendrá alguna intención el “hacer algo juntas” que propone la maestra?
¿la maestra busca distraerla para que no se de cuenta que se fue su mamá?

Un marco teórico, basado en autores como D. W. Winnicott, J. Bowlby, W Bion


y E. Bick, trabajado previamente con los docentes nos permitió hacer esta obser-
vación, éstas preguntas y también las inferencias que detallamos a continuación.
Si el lector recorre la secuencia del registro, y de las preguntas, encontrará los
hilos conductores que guiaron nuestro análisis.

Análisis de la Observación: Violeta nos muestra que necesita “del cuerpo presen-
te” de su mamá. Se aferra a ella porque solo ese contacto “cuerpo a cuerpo”
parece darle confianza. Esta es para nosotras una conducta esperable en un bebé
mas pequeño, donde el contacto corporal funciona como una envoltura protectora,
garante de un sostén físico y emocional.
Violeta no llora ni habla, y cuando lo hace es en un tono muy bajo. Todos estos
indicadores nos hablan de algun tipo de dificultad para expresar su descontento
con los recursos que ya posee.
No obstante la maestra rescata “la atención exacerbada” por medio de la mirada.
Esto nos muestra un recurso favorable, ya que no se trataría de una mirada
“controladora” que nos estaría hablando de angustia, sino que es una “mirada
exploratoria” que parecería funcionar como una búsqueda atenta de Violeta,
mirando “todo” para tratar de descubrir ese mundo nuevo de la sala de Jardin.
¿cómo inferimos esto? Siguiendo la secuencia de las conductas inmediatas de
Violeta, ya que cuando la maestra “acoge” a la madre con la nena y les ofrece una
silla, ambas se distienden, ambas son sostenidas y la nena se “puede ir” del cuerpo
de su madre hacia otros objetos y situaciones de su interés.
La mamá de Violeta también nos dice mucho con su conducta no verbal. Usa la
palabra pero no la acompaña con la acción, dice “me tengo que ir” y se queda
estática en el lugar, mostrándole al observador su dificultad para llevar a cabo la
acción que enuncia su palabra. Parecería que el aferramiento de su hija la paraliza.
Por otra parte la maestra, conectada empáticamente con esta díada, ofrece
contención y cuidado para ambas. ¿por qué inferimos esto? Porque se acerca a una
distancia óptima sin invadir. Porque entendemos que reconoce la modalidad
vincular entre ambas. y la necesidad del contacto cuerpo a cuerpo por un ratito
mas, les acerca una silla, un apoyo para las dos. Mas tarde ofrece a la madre la
posibilidad de irse en presencia de la niña, y en ese momento se sienta “al lado”
de Violeta y le ofrece hacer “algo juntas”. Comienza a mediar la palabra para
Violeta con un tenue “si”. Hacen “juntas”, porque hay dos personas separadas, ese
lugar es el que comienza a reconocer la maestra con su acción y su palabra.
Este tipo de análisis le permite al maestro reconocerse involucrado en el vínculo y
conocer mas acerca de las diferentes modalidades en que cada niño resuelve
situaciones difíciles, pudiendo así anticiparse, sostenerlos y respetarlos
También abre la posibilidad de contener a la madre sin cuestionarla,
acompañándola. Por esto decimos que la observación puede ser utilizada como
una herramienta para acciones de prevención ya que al comprender lo acontecido
desde la singularidad del vínculo, se puede actuar en consecuencia. Concluimos
que, cuando la maestra entiende la particular interacción entre Violeta, su madre y
ella, advierte el éxito del planteo mas pedagógico (vamos a hacer algo juntas…)
apoyado sobre la base de un desarrollo emocional saludable.

Observar al grupo
Es común dedicar un tiempo al iniciar las clases a hacer un diagnóstico del grupo
que tenemos encomendado. Observamos y delineamos un perfil que, en algunos
casos encarpetamos como parte de los rituales del ser docente, y en otros lo usa-
mos para pensar y delinear objetivos para la sala.
Consideramos la importancia de observar a nuestro grupo mas allá de la necesidad
del perfil real inicial. Trabajar con un grupo y sobre todo de edades pequeñas que
recién asoman a la vida grupal tiene sus particularidades.
¿Qué nos dicen nuestros informantes privilegiados de la vida en grupo?

Una maestra comparte este registro manifestando asombro y alegría por haber
captado por primera vez esta escena en su grupo.

“Es una sala de 15 niños, casi todos tienen entre 18 meses y dos años. En un
extremo de la sala y pendiendo de un estante se ve una cortina hecha con tiras de
telas de colores. Tres nenes se encuentran atrás escondidos, se miran entre ellos y
se ríen. Esperan, (sus caras parecen de expectación, como esperando que alguien
los venga a buscar). Espían por entre las vetas que dejan los flecos. Uno se
asoma y vuelve a entrar rápidamente. Una nena y un nene se acercan y corren la
cortina abruptamente, se ríen. Los tres nenes corren a esconderse detrás del
placard. Allí hay un espejo en el se ven reflejados, ríen estrepitosamente. Al ser
nuevamente encontrados por sus compañeros vuelven al escondite inicial. Al cabo
de un ratito son ocho los nenes implicados directamente en el juego de correrse y
esconderse, tres observan a la distancia, se rien. Otros cuatro, sin prestar
atención al resto del grupo, merodean cercanos a la maestra que limpia las
mesas luego de una actividad, la miran, le hablan articulando alguna que otra
palabra, uno de ellos la sigue paso a paso por todo el salón.”

¿qué abanico de situaciones parecieran ser motivo de interés de estos nenes?


¿Hay distintos intereses? ¿qué situaciones nuevas y desafiantes cercanas a estos
intereses podría proporcionarles? ¿quienes participan y de qué modo? ¿Cuál
pareciera ser el interés de los nenes que circulan alrededor de la maestra? ¿Es el
mismo modo de participación que en otro tipo de actividades? ¿Son los mismos
nenes los que participan mirando en otras actividades?¿Es un juego o situación
que se repite? Con qué tendrá que ver?

Estas preguntas nos invitan a mirar con más detenimiento y al mismo tiempo a
pensar junto a la maestra en las interacciones de estos pequeños que comienzan a
desarrollar un incipiente sentido de pertenencia grupal.
Si intentamos dar algún sentido posible a esta escena, por ejemplo desde autores
que expliquen el desarrollo socioemocional podríamos decir que varios nenes de
este grupo están comenzando a probar el grado de entonamiento de los afectos
(Stern,1996) con sus compañeros y que están experimentando estados
emocionales internos compartibles con otros seres. Por otro lado pareciera que
algunos están hipotetizando acerca de las intenciones de los otros, ¡los otros
también tienen mente!. Se puede ver que hay una búsqueda en esos chiquitos que
se esconden y esperan a ser encontrados o perseguidos por sus compañeros.
Podría pensarse que hay algunos nenes que están más preocupados en la cercanía
corporal con su maestra, que con los otros niños. Es posible que aún necesiten el
“sostén” y la presencia segurizante del adulto para entrar en contacto con otros.
Si nos detenemos en los chiquitos que miran: ¡Cuántas formas de participar
diferentes! Estos nenes se estarán perdiendo algo? Esta modalidad de
participación les impide sentirse parte de este grupo?
Como vimos, la observación es un interesante recurso para conocer coyunturas
grupales y de este modo anticipar situaciones, preveer posibles intervenciones,
etc. Es bueno resaltar que, aunque podamos saber algo mas acerca de sus intereses
espontáneos, no quiere decir que planifiquemos sólo con esto, ya que el docente
trabaja con unos objetivos y expectativas vinculadas a la política educativa, a la
función del nivel, a un proyecto institucional, etc.

Observar la tarea
“La crítica es un interrogar a los fenómenos y las
relaciones, en la búsqueda de sus leyes internas, de su esencia.
Ese interrogar descorre el velo de la familiaridad
y supera el seudo conocimiento.
Introduce una distancia adecuada entre el hecho y el sujeto,
que se transforma así en sujeto cognoscente.
Incluye la conciencia y la reflexión allí
donde había mecanismos de acción irreflexiva
y representación acrítica.”7

El lente enfoca a un grupo de maestras sentadas alrededor de una mesa


discutiendo una experiencia.
Ahora ese mismo grupo se encuentra mirando un video. En la filmación se ve a
dos de esas maestras con su grupo de nenes. Están jugando con harina en el suelo.
Hay música de fondo. Los chicos están descalzos y en pantalones cortos, la
mayoría tienen pañales. Se los ve disfrutar enormemente, se los ve dejando
huellas, se los ve haciendo montañitas, se los ve soplando, se los ve
empolvándose, se los ve arrastrándose, se ven empujones, se ven abrazos hasta
hacer llorar. Dos maestras interactuando con ellos, una de ellas sentada en el suelo
con las piernas abiertas, en el hueco de sus piernas una nena que observa, no toca.
La otra maestra alternativamente imita, invita, nombra las acciones, ahora le
llama la atención a un nene respecto de las marcas que dejo en piso, ahora deja las
suyas, una nena la imita.

7
Quiroga, Ana en Psicología de la vida cotidiana
Las miradas se centran en ellas.
¿Cuáles fueron sus intervenciones? ¿Qué facilitaron? ¿Habrá alguna mejor manera
de actuar? En función de qué marcos teóricos y de qué objetivos? Preguntas,
respuestas, dudas...
Pero entonces... ¿qué es intervenir?. ¿Cuántas formas diferentes de intervenir hay?
¿Qué promueven /que obturan desde el punto de vista del desarrollo emocional,
motriz e intelectual de un nene?
¿Qué enseñan estas maestras más allá de lo explícito?
Pero entonces... ¿cuándo intervenir más activamente, cuándo correrse del centro y
observar?
¿Qué verbalizan las maestras? ¿Porqué la voz de las maestras se escucha tanto,
todo el tiempo?
¿Porqué la música pareciera estar indiscriminada del ambiente? ¿Cumplía alguna
función la música en esa actividad?
¿Qué podemos decir de la intervención en la disputa de esos dos nenes?¿Fue
acertada? En qué sentido?
¿Con qué habrá tenido que ver que los chicos estuvieron tan cautivados por la
propuesta? La semana pasada no ocurrió lo mismo...¿Qué varió en relación a las
condiciones?

La observación es una herramienta útil al colectivo docente en tanto permite


objetivar la vida cotidiana. Es decir, nos permite hacer visible lo invisible de
nuestra tarea. Esta invisibilidad a veces tiene su origen en la habituación o
familiaridad de los hechos y otras tantas en la carencia de marcos teóricos que nos
permitan contrastar las prácticas cotidianas dándoles un sentido diferente.
Observar nos permite obtener una forma refinada de conocimiento –dice Bosch-.
“Es sumar a un recurso perceptivo, un recurso comprensivo de los hechos”.
Desde esta perspectiva es una herramienta que nos permite realizar una mirada
crítica a nuestra tarea.
Una mirada crítica, en tanto actitud analítica que interpela los hechos.
En nuestra experiencia como formadoras y capacitadoras en la tarea docente
relevamos la importancia de esta práctica no como una práctica individual sino
colectiva. Las oportunidades de discusión, de contrastación de marcos de
referencia , de análisis de diversas problemáticas son invalorables. Sin embargo
no queremos eludir algunas situaciones que se configuran en obstáculos cuando
no se las tienen en cuenta.
Una problemática que surge en esta práctica colectiva tiene que ver con la
desconfianza en relación a los posibles destinos de lo observado. La observación
es una práctica asociada a la función de control y a la vigilancia. Numerosos
testimonios dan cuenta que se la usado para calificar, premiar, castigar. Foucault,
en su libro Vigilar y castigar, nos muestra cómo la observación ha sido un
instrumento para vigilar la actuación de alumnos en las primeras escuelas masivas
en la Europa del siglo XVII. El maestro se nutría de una serie de oficiales,
alumnos mas avanzados, que oficiaban una suerte de control disciplinario
teniendo en cuenta quienes charlaran, se levantaran de sus bancos, quienes se
comportaban mal en misa, etc. Siguiendo a Poggi, esta tradición que ha dejado
profundas huellas en el desempeño de los diversos actores de la escena educativa
nos pone ante la disyuntiva de optar por erradicar dicha práctica o atribuirle
nuevos sentidos resignificándola.
Desde una dimensión emocional ser observado y ser observante tiene implicancias
que es necesario conocer. En este sentido J. Rebain nos advierte:
“...decir que el observador debe saber que él mismo forma parte de la realidad que
observa, es decir poco; también es necesario que analice sus conductas y sus
actitudes a la luz de las reacciones que éstas suscitan; debe estar consciente de la
realidad imaginaria y simbólica en la que es puesto por sus interlocutores” 8

Desde estas últimas perspectivas, a la hora de trabajar con cualquier


método de observación, se hace imprescindible acordar entre todos los
participantes algunas cuestiones claves como:

 los usos que se les darán a los registros de observación,


 cómo se procesará la información,
 cuales serán los canales de socialización de la información, etc.

Alguno de los usos de la observación de situaciones de enseñanza:


 orientar la acción, prever nuevas situaciones
 contribuir a la memoria de la institución en lo que respecta a
prácticas institucionales y pedagógicas.
 tomar distancia de la familiaridad que nos resultan las acciones
cotidianas
 enriquecer los sentidos y producir conocimiento. Esto en ultimo,
teniendo en cuenta que las prácticas escolares con niños pequeños
tienen corta data y hay poca teorización al respecto, se torna muy
interesante.
 autoevaluarse, es decir, el análisis de la actuación profesional.

Un último aspecto que nos gustaría dejar planteado en lo referido a la práctica de


observación en la modalidad de realización y uso colectivo tiene que ver con las
secuelas de una larga trayectoria de trabajo docente solitario e individual en la

8
Jaqueline Rebain en “Las implicancias del observador”
escuela. Al ingresar un colega a observar, se pone en juego la privacidad de lo que
ocurre en los salones y esto nos remite por lo menos a la discusión de las
prácticas como cuestiones individuales y privadas o como preocupación pública y
colectiva. Este puede ser un problema no solo a la hora de observar a un
compañero, sino a la hora de analizar el registro de lo observado, ya que muchas
veces las prácticas de los otros parecieran ser terrenos que no tendrían porqué
concernirnos.

De la sensación al lenguaje, de la emoción a la comprensión

Mirar con detención no es fácil, no basta con abrir los ojos y dejarnos llevar para
conocer lo que tenemos delante. Tampoco es fácil pasar de las exclamaciones
iniciales, y de las sensaciones, a la comprensión.
Por un lado, observar es una habilidad que se desarrolla y se ejercita: “esperá,
esperá, describinos la escena”, nos decía pacientemente una profesora, una y otra
vez mientras hacía espacio en el centro de la ronda para trazar unas líneas
imaginarias en el suelo y ayudarnos a todas a ubicarnos espacialmente en el
escenario en que había estado nuestra compañera. Nosotras, aprendices de
observadoras, comenzábamos a leer nuestros registros más que incompletos o
desenfocados o dispersos o poblados de subjetividades y prejuicios...
Por otro lado, para que realmente nos sea de utilidad en el sentido de obtener algo
mas de lo que extraeríamos con solo percibir, es necesario “saber”.
Se sabe que las personas que tienen mayor cultura visual pueden percibir gamas
de hasta 200 colores. ¿Qué increíble, no?
Entonces, aparece la paradoja, “se ve” cuando “se conoce” y “se comprende algo
más de la realidad” cuando “se ve”.
Finalmente, esperamos haber repartido invitaciones a todos para la realización de
esta práctica. Y ya en el terreno de la subjetividad mas pura nos gustaría decir que
el hecho de “parar” para mirar es un gran gesto, es el despertar de una actitud de
interrogación, de respeto por el otro, por uno mismo y por nuestra práctica.

“El mundo al que creemos acceder a través de la percepción,


en gran medida es ignorado por nosotros
mientras permanecemos en la actitud práctica o utilitaria,
(...) hizo falta mucho tiempo, esfuerzos y cultura para ponerlo al desnudo,
(...) uno de los meritos del arte y el pensamiento modernos es hacernos
redescubrir este mundo donde vivimos
pero que siempre estamos tentados de olvidar”
(M.Merleau-Ponty,1948)
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