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1. Antecedentes históricos.

Tomás de Aquino (1224-1274) hijo del conde Landulfo de Aquino y la condesa Teodora de
Theate, comenzó su camino educativo en el monasterio de Monte Cassino; posteriormente
en 1239 comenzó sus estudios superiores en la universidad de Nápoles. Tiempo después en
1244 ingresó a la orden dominicana, donde su primer maestro importante fue el gran
teólogo Alberto Magno y que se mantuvo en cercanía con él en los traslados que tuvo hacia
París (1245-1248 aprox.) y a Colonia, donde Alberto fundó un Studium generale
dominicano de artes.
Tomás regresa a París a explicar las Sentencias de Pedro Lombardo en 1252. Luego, tras
haberse graduado como maestro de artes en 1256 y una vez completado su Comentario,
Tomás fue nombrado profesor de teología por tres años. Cuando en 1259 expiró el plazo de
su nombramiento, Tomás había ya comenzado a escribir una serie de importantes tratados,
en especial la Suma contra los gentiles y sus Quaestiones Quodlibetales y Quaestiones
disputatae.
No cesó su actividad intelectual, y hacia 1264 completó la Suma contra los gentiles y
algunas otras obras breves. Su regreso a París en 1268 contribuyó a que se acelerara el
ritmo de su trabajo, y así, en esta época, compuso sus obras de mayor importancia, en
especial la amplísima Suma Teológica.
Al acabarse este segundo contrato docente en 1272, Tomás había publicado ya cerca de
cuarenta obras, muchas en numerosos volúmenes, que abarcaban toda la gama de la
controversia teológica y filosófica del siglo. Dos años más tarde, cuando se dirigía al
concilio de Lyon, dejaba de existir en el monasterio cisterciense de Fossanova el 7 de
marzo de 1274.
Los escritos de Tomás de Aquino son algo más que un hábil y brillante examen de
cuestiones controvertidas; el conjunto de todos ellos constituye una gran síntesis teológica
sistemática, filosóficamente elaborada, y exhaustiva. Por primera vez en la historia del
cristianismo un teólogo trató de armonizar plenamente la experiencia sensorial con la
inteligencia y los requerimientos de la fe, y de hacer justicia a ambos.
La base de su síntesis residía en su aceptación de la realidad del ser. La existencia de un
mundo externamente real y fijo, tal como la presentaban Averroes y Maimónides, era para
Tomas un axioma fundamental, a partir del cual elaboró su teología. En muchos pasajes de
sus obras revelan, y ocasionalmente reconocen de modo explícito, el influjo de Avicena,
Averroes y Maimónides. Tomás se desligaba así de un milenio de platonismo cristiano.
a. De magistro: teoría tomista de la educación.
Tomás no sólo rompió con la milenaria tradición de la filosofía agustiniana, sino que
formuló una nueva teoría de la educación. A diferencia de Agustín que desarrollaba la teoría
platónica del conocimiento innato, Tomás toma en cuenta dos aspectos distintos en el
aprendizaje. Primero, la razón natural llega al entendimiento de las cosas por sus propios
medios, le da el nombre de “aprendizaje por descubrimiento”; segundo, en que otra persona
actuando como agente coopera con la razón del que aprende, lo llama “aprendizaje por
instrucción”.
Tomas creía que los signos (palabras, instrucciones) promueven el conocimiento
activamente, al estar directamente relacionados con sus correspondientes objetos. La mente,
en su teoría, se halla adaptada para recibir conocimiento, que se da en ella simbólicamente.
b. Método.
Un aspecto muy propio y peculiar en Santo Tomás de Aquino es el método que utilizó en
sus escritos: Método escolástico, tanto en lo relativo a la forma disputativa-disputatio (que
él maneja como quaestio), integrada por el modo derivativo y el modo analítico, como en la
organización sistemática del material teórico, que tiene como alma que le da vida,
los comentarios, sobre todo a Aristóteles que forman parte importante de su producción
filosófica y teológica.
Conviene destacar este método que, basado en la calidad de las fuentes, se desarrolla a
través de la exposición y contraposición. Los métodos de enseñanza se basan en: en la
autoridad, como las sentencias o conjunto de tesis, cuestiones y soluciones fundamentales
en los Santos Padres, y comentarios de la Sagrada Escritura; en la sistematización, como las
“Sumas” de Tomás; en la capacidad de análisis y demostración, como las cuestiones
disputadas, las lecciones y los opúsculos o monografías sobre problemas concretos.

2. Aportes educativos a la humanidad.


La pedagogía de Santo Tomás de Aquino es relevante en cuanto que, propicia una
educación de carácter integral, fundada en el humanismo cristiano y en el desarrollo de la
virtud y la sabiduría como vías para alcanzar la plenitud y la auténtica felicidad. Es
importante constar que para Tomás los procesos formativos deben tender hacia Dios, pues
Él es la causa eficiente y final de toda sabiduría humana.
Para Santo Tomás de Aquino, los hábitos son condicionados por la voluntad que es ejercida
desde la autonomía y la libertad, de esta forma, la persona no solo crece intelectualmente
sino en perspectiva humanista.
Para el doctor Angélico, el proceso de enseñanza – aprendizaje debe ser ejercido con
autoridad por el maestro, quien comparte sus experiencias cognitivas y conductuales con
sus estudiantes. El valor del maestro es preciado para Santo Tomás y debe ser valorado por
la sociedad. Para esto es esencial que desde la familia se forme en el respeto a la autoridad,
pues de esta depende que la enseñanza se efectúe y sea significativa.
A partir de la pedagogía Tomista, pueden iluminarse los procesos de enseñanza –
aprendizaje de la actualidad desde las siguientes directrices: En primer lugar, propiciar una
educación contextualizada, que parta de la realidad social y académica y que responda de
forma crítica a las necesidades comunitarias; en segundo lugar, un proceso formativo que
comience desde el hogar y que forme en el respeto de la autoridad, lo anterior, suscitará una
relación de educador – educando más significativa en relación con el quehacer académico;
en tercer lugar un proceso educativo que no se centre tanto en la dimensión intelectual y
que intervenga las diversas inteligencias de los educandos propiciando así la integralidad y
por último una escuela que forme desde el humanismo, la potenciación de la inteligencia
espiritual y la virtud.

3. Aspectos que me llaman la atención.


El proceso intelectual, contextual y sistemático que llevo a Santo Tomas de Aquino
apropiar y desarrollar su propia línea o forma de aprendizaje-enseñanza, fue de gran avance
para su tiempo, al retomar una figura importante en la filosofía como lo fue Aristóteles, que
si bien, había sido opacado por bastante tiempo por la figura de Agustín y su relación
íntima con el Platonismo.
Me llama mucho la atención el método propiamente que lleva Santo Tomás al considerar
alguna problemática, idea o planteamiento de algún pensamiento, en tanto que reúne puntos
de vista a favor y en contra de tal pensamiento, para abordarlo de una forma que se resuelva
de la forma mas completa con una visión panorámica y a final de cuentas racional, que
conlleva un aprendizaje objetivo.

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