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Sobornos administrativos: La otra cara de la burocracia enrevesada

( September, 2018 por Carlos Santiso - Benjamin Roseth)

A estas alturas, todos saben que restablecer la confianza en las instituciones está en el centro de la agenda
política de los gobiernos de América Latina. Más del 80% de los ciudadanos de la región cree que sus
funcionarios electos son corruptos. A medida que la población de la región se vuelve cada vez más
urbanizada, más conectada y más de clase media, el nivel de tolerancia hacia los “viejos métodos” de hacer
política y negocios va desapareciendo.

Lo que quizá no todo el mundo sepa es que, en medio de este clamor popular, los gobiernos de la región
están adoptando medidas concretas. Este año la Cumbre de las Américas asumió el Compromiso de Lima,
que consiste en 57 medidas específicas para disminuir la corrupción, fortalecer la gobernanza democrática y
consolidar el Estado de Derecho en nuestra región. Al mismo tiempo, los principales actores del sector privado
de la región se reunieron en la Tercera Cumbre Empresarial de las Américas y formularon una Acción para el
crecimiento con el fin de fortalecer las asociaciones público-privadas en materia de transparencia e integridad.

Sobornos administrativos: la corrupción silenciosa


Si bien los denominados “grandes escándalos de corrupción” ocupan la mayoría de los titulares, la burocracia
en el sector público es un problema silencioso pero de grandes implicaciones. Los procedimientos engorrosos
crean un espacio discrecional para que algunos funcionarios públicos sin escrúpulos acepten sobornos a
cambio de acelerar procesos administrativos rutinarios. Según Transparencia Internacional, casi un tercio de
los latinoamericanos que utilizaron algún servicio público básico en 2017 –escuelas, hospitales, documentos
de identidad, servicios públicos, policía y tribunales– pagó sobornos administrativos para completar la
transacción.

“En 2017, un tercio de los latinoamericanos pagaron un soborno para poder acceder a un servicio público
básico como la salud o el documento de identidad”
Los costos de la burocracia son particularmente gravosos en una región que ha sido testigo de una
desaceleración económica y actualmente se encuentra sometida a la presión fiscal. La burocracia dificulta los
trámites a los propietarios de negocios para registrar sus empresas, obtener permisos de construcción y pagar
impuestos. Según el Foro Económico Mundial, junto con la corrupción, la burocracia es el mayor problema
para los empresarios cuando se trata de hacer negocios. en este contexto, los sobornos administrativos
aparecen como un mal remedio.

Las causas del laberinto burocrático

Los sobornos administrativos para acelerar los procedimientos constituyen un impuesto oculto
especialmente dañino para los pobres. Por ejemplo, en México, mientras que en 2010 los hogares
con un ingreso promedio gastaban el 14% en sobornos administrativos, la cifra ascendía a un 33%
para los hogares con un ingreso mínimo, según Transparencia Mexicana.

Para analizar las causas del laberinto burocrático, el Banco Interamericano de Desarrollo llevó a cabo una
encuesta en 18 países de América Latina. Su reciente informe sobre los trámites burocráticos identifica tres
grandes causas:

1. Los trámites burocráticos han proliferado a un ritmo asombroso. Hay un gran número de
procedimientos administrativos para los servicios transaccionales: 4.535 en Perú, 3.757 en Chile, 2.708
en México y 2.545 en Colombia. En promedio, un ciudadano típico de América Latina lleva a cabo cinco
servicios transaccionales al año y dedica un promedio de 5,4 horas a cada uno. Sin embargo, hay
diferencias importantes entre los países, en términos del tiempo promedio destinado a cada
procedimiento: 11,3 horas en Bolivia; 8,6 en Perú; 7,4 en Colombia; 6,9 en México y 2,2 en Chile.
2. Los procedimientos burocráticos son demasiado complejos. La mayoría de los procedimientos
requiere más de una interacción con el organismo público responsable. De hecho, la complejidad
regulatoria en la región tiene una puntuación de 3,5 en una escala de 0 a 5, en comparación con un 1,9
en los países de la OCDE. Tan solo hay un puñado de procedimientos a los que se puede tener acceso
y realizar en línea.
3. Cumplir con los procedimientos burocráticos es caro. Por ejemplo, a las pequeñas empresas
cumplir con las obligaciones tributarias les cuesta el 7,6% de los ingresos de sus ventas. El costo para
los ciudadanos es incluso mayor como porcentaje del ingreso. En México los gobiernos estatal y federal
llevan a cabo 400 millones de procedimientos administrativos y gastan un promedio de US$9 por
trámite, lo que equivale a un total de US$3600 millones. Si estos procedimientos se pudieran llevar
adelante en línea, el costo disminuiría en un 95%, lo que ahorraría el equivalente al 25% del
presupuesto federal para educación.

¿Cómo salir? Desregulación y digitalización


Con cifras que hablan tan elocuentemente de la relación entre burocracia y corrupción, no es de extrañar que
la desregulación y la transformación digital hayan vuelto a la agenda política de la región. Hay tres corrientes
de la reforma que son particularmente cruciales: digitalización, simplificación e innovación.

Digitalización: El primer paso para reducir la burocracia estatal es poner fin a los trámites y los procesos
manuales. Numerosos países están promoviendo el gobierno electrónico a través de portales de servicios
informáticos integrados como México, Chile, Uruguay y, más recientemente, Perú. Con su iniciativa Un Chile
sin papeleos, Chile se ha comprometido a ofrecer los procedimientos administrativos a través de telefonía
celular para 2025. Desde 2007 Uruguay cuenta con un organismo regulatorio para impulsar la transformación
digital y desde este año forma parte de Digital 7, un grupo selecto de países avanzados en materia de
gobierno digital.

Simplificación: Digitalizar el sector público no es suficiente; también hay que simplificarlo. A finales de
2016, Perú aprobó un “paquete de simplificación administrativa”. El mismo año, Brasil adoptó una estrategia
de gobierno electrónico que afinó en 2018 como parte de una estrategia para digitalizar el país. Argentina
creó el Ministerio de Modernización y desde finales de 2017 ha adoptado un ambicioso plan para modernizar
la burocracia, que incluye la introducción de la identidad digital, las notificaciones oficiales electrónicas, el
principio de silencio administrativo, la plataforma “Mi Argentina” y una ventanilla única para el comercio
exterior. Se espera que estas medidas generen ahorros equivalentes al 1% del PIB.

Innovación: Varios países de la región están recurriendo a innovaciones tecnológicas como la minería de
datos y la analítica avanzada para rediseñar procedimientos administrativos. En 2013 Ecuador lanzó la
iniciativa tramiton.to, que recibió más de 6.000 reclamos ciudadanos y condujo a la simplificación de 44
procedimientos. En Perú, la iniciativa www.dimetutraba.pe del Ministerio de Producción contribuyó a identificar
1.124 barreras burocráticas para las empresas privadas. Numerosas administraciones nacionales y
municipales también están creando laboratorios de innovación que utilizan inteligencia abierta y de
macrodatos (big data) para mejorar los servicios públicos.

En América Latina el desmantelamiento del laberinto burocrático es una tarea urgente para mejorar la
competitividad económica y, lo que es aún más importante, reestablecer la confianza en las instituciones. Los
sobornos administrativos pueden ser una forma silenciosa de corrupción, pero paradójicamente es de lo que
habla todo el mundo.
Desde la psicología de las organizaciones, se han planteado múltiples
teorías acerca de la organización del trabajo en las empresas. Hoy
conoceremos una de ellas, la teoría de la burocracia de Weber.

Esta teoría surgió para solventar las limitaciones de la teoría clásica y


la teoría de las relaciones humanas que, por otro lado, eran opuestas y
contradictorias entre sí. Así, Weber planteó esta teoría de corte
racionalista mediante un enfoque eficiente, siendo ésta aplicable a las
fábricas y a las diferentes formas de organización humana.

Teoría de la burocracia de Weber


La teoría de la burocracia de Weber consiste en una forma de
organización jerárquica del trabajo donde los funcionarios o
trabajadores están especializados en su campo y funciones. Para Weber,
la burocracia es un instrumento de dominación.

Weber establece las condiciones para que una persona con poder
justifique su legitimidad; además, explica cómo los sujetos sobre los
que se ejerce tal poder son sometidos a él.

Además de legitimar el poder, para que sea posible el ejercicio del poder
es necesario cierto grado de organización administrativa. La
organización administrativa de tipo burocrático planteada por Weber
proporcionará el más alto grado de eficacia en el trabajo y la
organización. El objetivo de tal organización será resolver los
problemas de la sociedad, y por extensión los de la empresa.

Como características positivas de su teoría de la burocracia versus


otros tipos de organización del trabajo, Weber defiende que esta es:
precisa, rápida y uniforme, entre otras. Además, destaca que su
organización ahorra costos objetivos y personales.
Tipos de sociedad
Dentro de su teoría de la burocracia, Weber plantea 3 tipos de sociedad
según sus características:

1. Sociedad tradicional
Destacan el patriarcado y la herencia (por ejemplo la familia).

2. Sociedad carismática
Destacan características místicas, arbitrarias y personalistas (por
ejemplo los partidos políticos).

3. Sociedad burocrática, racional o legal


Destacan las normas impersonales y la racionalidad (por ejemplos las
grandes empresas). A partir de ella explica su teoría de la burocracia.

Tipos de autoridad legítima


Asimismo, Weber define tres tipos de autoridad legítima:

 Autoridad tradicional.
 Autoridad carismática.
 Autoridad legal, racional o burocrática, propia de su teoría.

Ideas principales de su teoría


La teoría de la burocracia de Weber plantea tres ideas fundamentales
características de la burocracia:
1. Carácter legal de normas y reglamentos
Existen una serie de normas y reglamentos escritos en la burocracia,
que están elaborados de forma detallada y racional. Estos son
coherentes con los objetivos de la burocracia.

Así, la burocracia se basa en una legislación propia que define su


funcionamiento.

2. Impersonalidad
Todas las reglas, decisiones y cuestiones administrativas se formularán
y registrarán por escrito.

El trabajador cumplirá su tarea de forma impersonal.

3. Jerarquía de la autoridad
La legislación comentada se compone de una serie de reglas abstractas
y establecidas de forma racional e intencional.

El sujeto con autoridad posee una serie de funciones, derechos y


obligaciones. Este sujeto tiene poder a razón de su cargo.

Por otro lado, el sujeto que obedece a la autoridad lo hace porque así lo
determinan las leyes, y no tanto por obedecer a la voluntad del jefe.

4. Profesionalización y racionalidad
Cada profesional será seleccionado por su grado de preparación y
especialización en la materia.

El trabajo a desarrollar se planteará como una carrera donde uno puedo


ser promovido (ascendido) según su antigüedad, capacidad y
conocimientos técnicos.

5. Máxima división del trabajo


Existen una serie de cargos de poder dentro de la organización
burocrática. Cada cargo de poder obedece a una serie de
competencias, que están delimitadas a partir de una serie de reglas.

Los cargos se organizan de forma jerárquica; así, cada cargo está bajo
el control y supervisión de un cargo superior. Cada sujeto será
responsable de sus decisiones y acciones, así como de las de sus
subordinados.

6. Determinación de reglas
Las reglas y las normas rigen la conducta de los trabajadores. Cada una
de ellas se aplica a cada caso y situación en concreto de forma
coherente.

Efectos de la burocracia
Weber plantea una serie de efectos surgidos a partir de su organización
burocrática: por un lado, la organización burocrática ayudará a prever el
comportamiento humano, y por el otro, facilitará la estandarización del
desempeño de los trabajadores.

Como se ha comentado anteriormente, el objetivo último será disponer


de una mayor eficiencia en todos los procesos y cargos desarrollados en
la empresa, es decir, la máxima eficiencia de la organización.
Referencias bibliográficas
 Weber, M. (1993). Economía y sociedad. Madrid: S.L. Fondo de cultura
económica de España.

--La eficacia es la capacidad de conseguir lo que se propone en el tiempo


indicado, pero la eficiencia es lograr el objetivo con menos recursos, lo que
implica que el gasto temporal es el mismo, pero se reducen los costes de
otros recursos.--

Ejemplo: una empresa que fabrica mesas será eficaz si sus tres empleados
consiguen alcanzar cada día el mínimo de productos establecidos; en
cambio, será eficiente si logra este límite diario con solo dos trabajadores.

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