Vida Eterna

UNIVERSIDAD CRISTIANA Código: Código: INV -09 -00
DE BOLIVIA Versión: 00
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACION Fecha:16/11/2023
PLANTILLA INVESTIGACION
N° de Páginas: 08
FORMATIVA
UNIVERSIDAD CRISTIANA DE BOLIVIA

CARRERA DE MEDICINA
ENSAYO ACADÉMICO
VIDA ETERNA
Nombre: Carlos Marks Bendezú Sánchez

Docente: Lic. David Callau
Asignatura: Teología de la Salvación
Semestre: Gestión II
Año: 2023
Universidad Cristiana de Bolivia, Av. Cristo Redentor 6to anillo, Fono: 155-3426311, Santa Cruz, Bolivia.
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INTRODUCCIÓN
La vida eterna se refiere a la vida que comienza inmediatamente después de la muerte y no

tendrá fin. Por ejemplo, la teología cristiana sostiene que la vida eterna se obtiene mediante
la fe en Jesucristo y la aceptación de Su sacrificio en la cruz para expiar el pecado. En este
sentido, la teología cristiana se centra en la importancia de la salvación y la vida eterna en el
futuro Reino de Dios y Jesucristo. La vida eterna en el cristianismo y otras religiones se
refiere a la vida después de la muerte y la posibilidad de una existencia infinita. La vida
eterna se considera un regalo de Dios y se obtiene mediante la fe y la aceptación de los
principios religiosos.
La vida eterna es un tema que ha sido contemplado, estudiado en teología y filosofía a lo

largo de la historia. Vida eterna es una frase utilizada en las Escrituras para identificar la
calidad de vida de nuestro Padre Celestial. El Señor dijo, esta es mi obra y mi gloria,
Realizar la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39). La inmortalidad es vivir
para siempre como un ser resucitado. Mediante la expiación de Jesucristo, todas las personas
recibirán este regalo. La vida eterna, o exaltación, incluye vivir en la presencia de Dios y
continuar viviendo con la familia. Al igual que la inmortalidad, este don se obtiene mediante
la expiación de Jesucristo, Sin embargo, para heredar la vida eterna, es necesario obedecer
las leyes y ordenanzas del evangelio
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DESARROLLO
Concepto
La pregunta acerca de la existencia de la vida después de la muerte es una interrogante

universal formulada por la humanidad. Job habló en nombre de todos nosotros cuando
planteó: "El ser humano, nacido de mujer, corto de días y lleno de problemas, florece como
una flor y es cortado, desaparece como una sombra y no permanece. sí un hombre muere,
¿volverá a vivir?" (Job 14:1-2, 14). Al igual que Job, todos nos enfrentamos a este
cuestionamiento. ¿Qué ocurre exactamente después de nuestra muerte? ¿Dejamos de existir
por completo? ¿Es la vida una especie de ciclo en el que salimos y regresamos a la tierra en
busca de la autorrealización? ¿Todos vamos al mismo lugar o a destinos diferentes? ¿Existe
realmente un cielo y un infierno? La Biblia nos revela que no solo hay vida después de la
muerte, sino que también existe una vida eterna de una gloria inimaginable: "Lo que nadie
vio, ni nadie oyó, lo que nadie jamás imaginó, es lo que Dios ha preparado para quienes lo
aman" (1 Corintios 2:9). Jesucristo, la encarnación de Dios, vino a la tierra para ofrecernos el
regalo de la vida eterna. "Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados;
el castigo que nos trae la paz recayó sobre él, y por sus heridas fuimos sanados" (Isaías 53:5).
Jesús asumió el castigo que todos merecemos y sacrificó su vida para redimirnos de nuestros
pecados. Tres días después, resucitó victorioso sobre la muerte. Durante cuarenta días, se
apareció a miles de personas antes de ascender al cielo. Como dice Romanos 4:25, "fue
entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación".
La resurrección de cristo y la vida eterna
La resurrección de Cristo está respaldada por una sólida evidencia. El apóstol Pablo desafió a
cualquier persona a cuestionar a los testigos presenciales de la resurrección, y nadie pudo
refutar esta verdad. La resurrección es el fundamento de la fe cristiana, ya que, si Cristo
resucitó de entre los muertos, podemos confiar en que también seremos resucitados. La
resurrección de Jesucristo es la prueba definitiva de la vida después de la muerte. Cristo fue
el primero de una gran cosecha de personas que serán resucitadas a la vida. La muerte física
vino a través de Adán, con quien todos estamos relacionados. Sin embargo, todos los que han
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sido adoptados en la familia de Dios mediante la fe en Jesucristo experimentarán una nueva

vida (1 Corintios 15:20-22). Así como Dios resucitó el cuerpo de Jesús, también nuestros
cuerpos serán resucitados cuando Jesús regrese (1 Corintios 6:14). Aunque todos seremos
resucitados eventualmente, no todos heredarán el cielo. Durante esta vida, cada individuo
debe tomar una decisión que determinará su destino eterno. Según Hebreos 9:27, está
destinado a que todos mueran una vez y, después de eso, enfrentarán el juicio. Aquellos que
son justificados por la fe en Cristo recibirán vida eterna en el cielo, mientras que aquellos
que rechacen a Cristo como su Salvador enfrentarán el castigo eterno en el infierno (Mateo
25:46).
El infierno el segundo camino
El infierno, al igual que el cielo, no es simplemente un estado de existencia, sino un lugar

literal y muy real. Es un lugar en el que los injustos sufrirán la ira eterna de Dios. El infierno
se describe como un abismo interminable (Lucas 8:31, Apocalipsis 9:1) y un lago de fuego
con azufre, donde los habitantes serán atormentados sin cesar (Apocalipsis 20:10). En el
infierno, habrá llanto y rechinar de dientes, y prevalecerá la pena intensa y la ira (Mateo
13:42). Dios no desea la perdición de los impíos, sino que se arrepientan y vivan (Ezequiel
33:11). Sin embargo, Dios no nos forzará a someternos a Él, si optamos por rechazarlo, Él
respetará nuestra decisión de vivir eternamente apartados de Él. Nuestra vida en la tierra es
una preparación y una prueba para lo que está por venir. Para los creyentes, la vida después
de la muerte significa una eternidad en el cielo con Dios. Para los incrédulos, representa una
eternidad en el lago de fuego. Entonces, ¿cómo podemos obtener la vida eterna y evitar una
eternidad en el lago de fuego? Solo hay un camino: mediante la fe y la confianza en
Jesucristo. Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera,
vivirá, y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás" (Juan 11:25-26).
El regalo de Dios
La vida eterna es un regalo gratuito disponible para todos. "El que cree en el Hijo tiene vida
eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece
sobre él" (Juan 3:36). No tendremos la oportunidad de recibir este don divino de la vida
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eterna después de la muerte. Nuestro destino eterno se decide durante nuestra vida en la
tierra, mediante la aceptación o el rechazo de Jesucristo. la vida eterna es lo que sucede a
nuestra alma después de que nuestro cuerpo fallece. Muchas personas realmente no
comprenden lo que es la vida eterna y están dispuestas a descubrirlo solo cuando llegue su
momento de partida. El problema es que, si esperamos hasta la muerte para averiguarlo, será
demasiado tarde, tal como se relata en la parábola del hombre rico que Jesús menciona en
Lucas 16:19-31. Dios desea que sepamos qué es la vida eterna
¿Como ganamos la vida eterna?
Jesús, a su vez, le planteó la siguiente pregunta: ¿Qué dice la ley? ¿Qué lees en ella? El
hombre respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas
tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le afirmó: "Has dado
una respuesta precisa; actúa de esta manera y alcanzarás la vida". Sin embargo, el experto en
la ley, con el fin de justificarse, le hizo otra pregunta: ¿Quién es mi prójimo? Jesús entonces
contó una parábola Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó y fue asaltado por bandidos,
quienes lo despojaron de sus ropas, lo golpearon brutalmente y lo dejaron medio muerto.
Casualmente, un sacerdote pasó por ese camino, pero al ver al herido, prefirió seguir de
largo. Lo mismo hizo un levita que llegó al lugar. No obstante, un samaritano que estaba de
viaje se aproximó al herido, sintió compasión, le curó las heridas con aceite y vino, lo subió a
su propia montura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano entregó
dinero al dueño de la posada y le dijo: Cuida de él, y si gastas más, yo te reembolsaré cuando
regrese. Entonces Jesús preguntó: ¿Quién de estos tres crees que actuó como prójimo del
hombre atacado por los bandidos ‘? El hombre respondió: 'El que mostró misericordia hacia
él'. Jesús concluyó: 'Ve y haz lo mismo (Lucas 10:25-37). Jesús más adelante perfeccionó
este mandamiento con el "nuevo mandamiento: Ámense unos a otros como yo los amo"
(Juan 15:12), lo que implica estar dispuesto a dar la vida por quienes se ama, ya que "nadie
tiene un amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos" (Juan 15:13), tal como lo
hizo Jesús. Quienes salvan sus vidas son aquellos que las entregan por amor. Dado que, tarde
o temprano, todos debemos perder nuestras vidas, la forma de preservarlas es dándolas por
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amor. Vivir de manera egoísta equivale a perder la vida de manera permanente. El acto
supremo de amor hacia el prójimo consiste en ayudarle a alcanzar la vida eterna, el mayor
don de Dios, tal como insinuó Jesús: "¿De qué le sirve al ser humano ganar todo el mundo si
al final pierde su propia alma?" (Mateo 16:26). Sin embargo, este acto de amor salvífico
debe reflejarse en acciones concretas de amor hacia los necesitados.
Jesús dijo
Pero el que beba el agua que yo le daré, nunca tendrá sed, porque el agua que yo le daré se
convertirá en él en un manantial de agua que fluirá hacia la vida eterna. (Juan 4:14). En la
Biblia también encontramos la siguiente afirmación: El que cree en el Hijo tiene vida eterna,
pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él".
(Juan 3:36). Estos dos pasajes enfatizan claramente que Jesucristo es la encarnación de Dios,
el Hijo del Hombre, y que Él es el camino a la vida eterna. La vida eterna se puede alcanzar
mediante la fe en Él. Por eso creemos firmemente que seguramente podemos alcanzar la vida
eterna si creemos en Jesucristo, oramos en Su nombre, asistimos a reuniones religiosas,
estudiamos la Biblia y tratamos de servir al Señor. Se enfatiza además que sólo aquellos que
siguen las enseñanzas del Señor, toman la verdad en sus vidas y viven la realidad de Sus
palabras son considerados verdaderos seguidores del Hijo y, por lo tanto, pueden recibir la
vida eterna. Es importante entender que la referencia al agua que yo le dar definitivamente se
refiere a la palabra del Señor y Su camino.
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JUSTIFICACIÓN
El siguiente estudio se realizó para ver la vida eterna tomando punto de la muerte eterna,
cuando vas al cielo. Entonces entrarás en la eternidad y entonces tendrás vida eterna. Esta es
una idea común. Pensé que crecería. Muchos piensan que sí. Cada persona que conozcas hoy
pasará la eternidad con Dios en el cielo o separada de él en el infierno". Todos tenemos vida
eterna en el sentido de vida eterna o muerte eterna. Y los primeros creyentes lo sabían.
Conocían ese hecho. Sabían. que tenían algo que todos necesitaban. Y eso los anima a ser
audaces con respecto a su fe, pero también a compartirla con pasión.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la vida eterna es uno de los pilares centrales de la fe cristiana. Los cristianos
creen en la promesa de Jesucristo de vida eterna a través de la fe en Él como Salvador y
Señor. Esta creencia en la vida eterna se basa en las enseñanzas de Jesús registradas en el
Nuevo Testamento y es esencial para la identidad cristiana. La creencia en la vida eterna
aporta un sentido y propósito a la vida cotidiana de los cristianos. Saber que sus acciones y
decisiones en la Tierra tienen un impacto en su destino eterno les motiva a vivir de acuerdo
con los principios y enseñanzas de su fe. Esto les brinda un propósito más elevado y orienta
su conducta moral y ética. tal como Jesucristo resucitó de entre los muertos. Esta creencia en
la resurrección está en el centro de la teología cristiana y se relaciona directamente con la
vida eterna.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 Teol. vida [online]. 2019, vol.41, n.1 [citado 2023-11-03], pp.110-127. Disponible en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-
34492000000100013&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0049-3449.
http://dx.doi.org/10.4067/S0049-34492000000100013.
 MARIA MAGDALENA PEREZ ESTRADA, LA VIDA ETERNA (Mt 19,16) LOS
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA TEOLOGÍA MORAL, marzo 2020,
https://www.academia.edu/21610968/CONSEGUIR_LA_VIDA_ETERNA_Mt_19_1
6_LOS_PRINCIPIOS_FUNDAMENTALES_DE_LA_TEOLOG
%C3%8DA_MORAL_CAT%C3%93LICA
 Lic. Tito Martínez, LA VERDADERA TEOLOGÍA BÍBLICA QUE LLEVA A LA
VIDA ETERNA (Spanish Edition) 7 mayo 2021, PDF
 La santa Biblia, Reina Valera 1995, edición español, Antiguo y nuevo testamento,
Disponible en: PDF
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La vida eterna se refiere a la vida que comienza inmediatamente después de la muerte y no

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