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nuestra experiencia cristiana; de una en el NT. Sin embargo, pronto re-
Sanctorum Decembris, Propylaeutn, Bruselas Madrid 1955, 249-328; Sancho Andreu J., Pe- perspectiva antropológica, etc. Pre- aparece el término en los escritos ex-
1940 — 21 El CO corrige, por ejemplo, la nor- dagogía de la presentación de los rituales de los ferimos seguir la progresiva toma de trabíblicos de oriden judeo-cristiano,
ma introducida por el Misal (Institutio, n. 337) sacramentos, en "Phase" 116 (1980) 125-133; como por ejemplo en Didajé 15,1,
según la cual la celebración del aniversario de la Tena P., Las ediciones típicas de la Liturgia de
conciencia por parte de la iglesia en
muerte del obispo se limita a sólo el primer año las Horas, ib, 115 (1980) 79-83; Id, Los libros los últimos decenios en relación con donde claramente se refiere a un ser-
y restaura la significativa práctica antigua de litúrgicos en la docencia de teología sacramen- la realidad misteriosa y compleja vicio ministerial; en la primera carta
celebrarlo todos los años (n. 1168); el CO pres- taría, ib, 116 (1980) 99-110; VV.AA., Estudios que indicamos con el término litur- del papa Clemente (passim), que
cribe que cuando un celebrante, a falta de diá- sobre el Ritual, en "Liturgia" 149-152 (1958) gia, realidad que va mucho más allá toma por modelo para el culto cris-
cono, proclama el evangelio, debe pedir la ben- 129-279. Véase también la bibliografía de Bau- de lo que el término pueda significar tiano el culto hebreo. Y es probable-
dición al que preside (n. 86); con ello corrige la tismo, Bendición, Confirmación, Consagración
práctica contraria, introducida al publicarse el de Vírgenes, Dedicación de iglesias. Exequias, desde un punto de vista etimológico mente por esta vía de la referencia a
primer Ritus concelebrationis (1965); a pesar de Iniciación cristiana, Leccionario, Liturgia de las e histórico. modelos exteriores como el término
que el Misal de Pablo VI ya nunca aludió a esta horas. Matrimonio, Misal Romano, Orden/Or- liturgia, despojado ya de su específi-
práctica, la costumbre la ha ido introduciendo; denación, Penitencia, Profesión religiosa. Un- co sentido cultual levítico, toma car-
el CO corrige esta costumbre y establece que el ción de los enfermos. ta de ciudadanía en la iglesia primi-
concelebrante pida también la bendición al que I. El término "liturgia"
preside; esta práctica no es exclusiva de la misa tiva, cuyo culto designa, culto que
presidida por el obispo, sino una corrección a la Proveniente del griego clásico lei- será totalmente nuevo en el conteni-
práctica indebidamente introducida (la Institu- tourgía, originalmente el término in- do, porque se produce en la realidad
tio del Misal dice que el concelebrante que suple
dicaba la obra, la acción o la inicia- nueva del sacerdocio de Cristo, aun-
al diácono lo hace todo igual que él, con la que en la forma permanecerá en mu-
única excepción de que no usa vestiduras diaco- tiva tomada libre y personalmente
nales) — n Los comunes de santos obispos ya
LITURGIA por una persona privada (individuo chos aspectos vinculado a su origen
no se titulan, como en los libros anteriores, de o familia) en favor del pueblo, del hebreo, origen por el que la iglesia
santos pontífices, sino de pastores, para obis- SUMARIO: I. El término "liturgia" - II. Defini- barrio, de la ciudad o del estado. apostólica se vio notablemente in-
pos; tampoco a los santos que ejercieron el mi- ciones de "liturgia" anteriores al Vat. 11:1. De- Con el paso del tiempo la misma fluida.
nisterio episcopal se les llama nunca pontífices, finiciones que han de rechazarse; 2. Definiciones
sino obispos — 21 En la edición publicada por que han florecido en el ámbito del movimiento obra, acción o iniciativa perdió, por Pero aun purificado así, el térmi-
Marietti en 1952 el título de Bendiciones tiene litúrgico: a) Por obra de L. Beauduin, b) Por institucionalización o por imposi- no no ha tenido igual fortuna en las
unas trescientas páginas, mientras que el que le obra de O. Casel; 3. La definición de la "Media- ción, su carácter libre, y así se llamó diversas partes de la iglesia. Mien-
sigue en extensión —el de Bautismo— alcanza tor Dei": a) En la liturgia se ejerce el culto per-
sonal de Cristo, que por participación se con- liturgia a cualquier trabajo de servi- tras que en la iglesia oriental de len-
sólo unas ochenta — 24 Cf Evanou, Bendicio-
nes y religión popular, en A.G. Martimort, La vierte en el culto de la iglesia, b) En el concepto cio más o menos obligatorio hecho gua griega liturgia sirve para indicar,
iglesia en oración, Herder, Barcelona 19672, de liturgia entra necesariamente la santidad del al estado o a la divinidad (servicio sea el culto cristiano en general sea,
hombre, c) En el concepto de liturgia entra ne-
855-860 — 25 Estas bendiciones se hallan en el cesariamente el rito - III. La liturgia en el Vat. religioso) o a un privado. en especial, la celebración de la euca-
Ritual de la dedicación de iglesias y altares — II: 1. De la "Mediator Dei" a la "Sacrosanctum En la traducción griega del AT lla- ristía, en la iglesia latina la palabra
26
Cf C. Braga, / libri ¡iturgici nel rilo romano, concilium"; 2. Las aportaciones de la SC para es prácticamente desconocida. Suce-
en VV.AA., Nelle vostre assemblee, Queriniana, una definición de "liturgia": a) La liturgia es el mada de los LXX, liturgia indica
Brescia 19752,1, 397-410. culto a nivel de revelación, b) Cristo con su siempre, sin excepción, el servicio re- dió, en efecto, que mientras que
sacerdocio propiamente no celebró una liturgia, ligioso hecho por los levitas a Yavé, otros muchos términos bíblicos neo-
sino que ofreció al Padre un culto en verdad, c) primero en la tienda y luego en el testamentarios —como ángel, profe-
La liturgia es el ejercicio de la obra sacerdotal
de Cristo a través de signos significativos y efi- templo de Jerusalén. Era, por tanto, ta, apóstol, epíscopo (obispo), pres-
BIBLIOGRAFÍA: Aldazábal J., El libro litúrgico bítero, diácono, etc.— pasaron
como pedagogía de la celebración, en "Phase" caces, d) La liturgia es la perpetua actuación del un término técnico que designaba el
116 (1980) 111-124; Álvarez A., Sobre la edición
misterio pascual de Cristo; 3. La definición de culto público y oficial conforme a como llevados en vilo a su traduc-
"liturgia" que se desprende del Vat. II - IV. La ción latina por simple translitera-
de libros litúrgicos en castellano, ib, 41 (1967) "celebración litúrgica" en el Vat. II - V. Liturgia las leyes cultuales levíticas, distinto
446-458; "Concilium" 198 (marzo 1985): todo el e iglesia - VI. Liturgia y culto privado: 1. Ora- del culto privado, al que en la misma ción, esto no sucede nunca con litur-
número está consagrado a las bendiciones; Far- ción privada; 2. Oración litúrgica - Vil. Con- traducción de los LXX nos referi- gia (leitourgia se tradujo desde el
nés P., Significado del nuevo Ceremonial de los clusión: ¿Hacia un nuevo concepto de liturgia? principio por officium, ministerium,
Obispos, en "Phase" XXV (1985) 199-218; Gra- mos principalmente con los términos
cia J.A., Formación del Ritual Romano, ib,33 latría o dulía. munus...), y así seguirá siendo un
(1966) 218-234; Libros litúrgicos publicados por En el NT (evangelios y escritos término extraño al lenguaje litúrgico
la Comisión Episcopal Española de Liturgia, en
apostólicos) liturgia no aparece nun- latino.
"Pastoral Litúrgica" 105-106 (1979) 30-32; Mar- Para ahondar en el concepto de
timort A.G., La Iglesia en oración, Herder, Bar- liturgia se podrían escoger diversos ca como sinónimo de culto del NT En el mundo occidental, liturgia
celona 19672, 318-344, 851-855; Le Ceremonial puntos de partida: se podría arran- (si se exceptúa He 13,2), evidente- no hará su aparición en el uso litúr-
des evéques, en "Notitiae" XXI (1985) 196-206; car, por ejemplo, de la / historia de mente porque en aquellos primeros gico; al principio (a partir del s. xvi)
versión española en "Phase" XXV (1985) 187- tiempos el término estaba demasia- aparece sólo en el plano científico,
197; Martín Patino J.M., Importancia y función
la salvación y de su estructura sacra-
pastoral del libro litúrgico, en "Sal Terrae" 60 mental; de la sacramentalidad de la do vinculado al culto del sacerdocio donde entra para indicar o los libros
(1972) 483-502; "Notitiae" XIX (1983) 320-322; iglesia en su explicitación concreta; levítico, que no encontraba ya sitio rituales antiguos ("Litúrgica": Cas-
Righetti M., Historia de la liturgia 1, BAC 132, de la problemática fe-sacramento; de
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sander, 1558; Pamelius, 1571) o, en la exactitud en las rúbricas; pero con
general, todo lo que se refiere al cul- no menos decidida hostilidad había bía buscado una definición de litur- conocerse no sólo a través de un
to de la iglesia, también al presente oposición a todo esfuerzo tendente a gia que superara las precedentes, proceso lógico que se desarrolla des-
(cf card. Bona, Rerum liturgicarum dar a la liturgia un fundamento teo- aunque sin negarlas del todo, y que de el género (culto) hasta la diferen-
libri dúo, 1671). En este sentido, con lógico verdadero y un valor plena- por tanto se moviese en un plano cia especifica (iglesia), sino también
Mabillon se comienza a hablar de mente formativo para la vida espiri- teológico. en sí misma, es decir, estudiándola
liturgia como de un conjunto ritual tual del cristiano. tal como es y se manifiesta: como
a) Por obra de L. Beauduin. / celebración.
determinado (De liturgia gallicana Una definición brevísima, pero a su
libri tres, 1685), del que se hará eco Partiendo del hecho de que la ce-
modo completa, fue la proporciona- lebración litúrgica es constantemen-
L.A. Muratori con su Liturgia ro- II. Definiciones de "liturgia" da y explicada por L. Beauduin
mana vetus (1748), en la que publi- anteriores al Vat. II te llamada misterio tanto en el len-
(1873-1960): "La liturgia es el cultoguaje litúrgico como en el patrístico,
caba coleccionados los antiguos sa- de la iglesia". Toda la fuerza innova-
craméntanos romanos descubiertos y tomando esta palabra en el sentido
1. DEFINICIONES QUE HAN DE RE- dora de esta sencilla definición reside
con que aparece en el ámbito cultual
hasta entonces. Por desgracia, este CHAZARSE. Estando así las cosas, en la palabra iglesia, que especifica
legítimo uso del término, que permi- una definición de liturgia podía for- de la llamada "religión de miste-
en sentido formalmente cristiano el rios" 2 , Casel descubre que los com-
tía hablar de liturgia oriental, occi- mularse sólo en el plano exterior de culto. Éste, en efecto, recibe de la
dental, latina, galicana, hispánica, los ritos y de las rúbricas, aun cuan- ponentes esenciales de la celebración
iglesia su propio carácter público y o misterio, en cuanto término técni-
ambrosiana, etc., y quería indicar los do fuera según ópticas diversas. comunitario, pero no en un sentido
diversos modos en que se había ex- Para muchos, y en general para to- co cultual, son: 1) la existencia de un
que asimilara el culto cristiano a unacontecimiento primordial de salva-
presado el culto cristiano a lo largo dos los que no se ocupaban específi- culto cualquiera que emana de una
de los siglos en las diversas iglesias, camente de liturgia, ésta aparecía ción; 2) la presencia del mismo acon-
sociedad cualquiera que lo establece tecimiento por medio de un rito;
fue mal entendido por algunos, y se simplemente como la parte externa por ley, sino en el sentido de que la
acuñó la equivalencia "liturgia — ri- y sensible del culto cristiano, tenden- 3) gracias a su presencia ritual cada
iglesia, por ser en el mundo la conti-
hombre en cada tiempo actúa como
tualidad ceremonial y de rúbricas" te a revestir el culto mismo de for- nuación de Cristo, ejerce ese culto
(cf De Giorgi, Liturgia romani pon- mas exteriores que al mismo tiempo propio el acontecimiento primordial
enteramente especial y perfecto que de salvación. Con estos datos en la
tijicis in celebratione missarum so- fueran capaces de exaltar su conte- Cristo dio al Padre en su vida terre-
llemni, 1731-44). Esta equivalencia nido de fe para hacerlo más fácil- mano, Casel considera que la litur-
na. El culto de la iglesia es, por tan-
gia, por el hecho de presentarse
permaneció estable prácticamente mente perceptible y estéticamente to, ante todo culto cristiano en sen-
hasta el Vat. II, no sólo en el uso fruible. En cambio, para los que es- como misterio, se autodefine como
tido eminente, por ser continuación "el misterio de Cristo y de la igle-
común, sino en la misma organiza- taban más atentos a la liturgia en sí del de Cristo; es además culto comu-
ción de los estudios eclesiásticos, en misma, o sea, en cuanto celebración sia"', o más claramente: "La liturgia
nitario y público, porque en él se ex-
es la acción ritual de la obra salvífica
cuyo ámbito el estudio de la liturgia, (y entre éstos se deben señalar nom- presa la naturaleza propia de la igle-
como es notorio, no iba más allá del bres ciertamente merecedores de ser de Cristo, o sea, es la presencia, bajo
sia, que es comunidad visiblemente el velo de símbolos, de la obra salví-
conocimiento de las rúbricas que re- recordados por la aportación dada reunida en torno a Cristo >. Esta de-
gulan el ejercicio exterior del culto; al movimiento litúrgico y a la ciencia fica de la redención" 4 . Es claro que
finición, recogida en la "Rivista li-esta concepción de liturgia derrum-
sólo en tiempos más cercanos a nos- de la liturgia, como Callewaert, túrgica" de los monjes benedictinos
otros se le añadió el conocimiento Eisenhofer, Guardini), la liturgia era ba la idea misma de culto. En efecto,
de Finalpia por su primer director, éste, en la perspectiva mistérica, no
de algunas noticias históricas, en la la suma de las normas con que la E. Caronti (1882-1966), el año mis-
medida que servían para explicar y autoridad de la iglesia regulaba la es ante todo la acción del hombre
mo de su fundación (1914), hizo que que busca un contacto con Dios a
eventualmente justificar, en el pla- celebración del culto. Por tanto, una todo el movimiento litúrgico italiano
no de la tradición, el uso de ciertos definición veía toda la liturgia en el través del ofrecimiento de su home-
se viera gradualmente transformado naje y de su adoración, sino un mo-
ritos. plano exterior y estético; la otra la por este primer esbozo de teología
consideraba desde una óptica pura- mento de la acción salvífica de Dios
Todo esto hay que tenerlo presen- litúrgica, que de tal modo veía la luz
sobre el hombre, de modo que éste,
mente jurídica; en efecto, la liturgia en Bélgica y en Italia ya en el tercer
te si se quiere dar antes una primera era juzgada como parte del derecho una vez asumido en el misterio de
explicación de la fuerte oposición lustro de nuestro siglo. Cristo hecho presente en el rito, pue-
canónico.
que desde siempre ha encontrado el da alabar y adorar a Dios "en espíri-
movimiento litúrgico, comenzando b) Por obra de O. Casel. Sin tu y verdad". A nadie se le escapó la
por su aparición en los primeros de- 2. DEFINICIONES QUE HAN FLORE-
desconocer el valor objetivamente profundidad y la riqueza teológica
cenios del s. XX. En efecto, se acep- C I D O EN EL ÁMBITO DEL MOVIMIENTO
teológico de la definición de Beau- que esta visión mistérica aportaba a
taba con entusiasmo su empeño por LITÚRGICO. El /movimiento litúrgi- duin, el benedictino alemán O. Ca- la liturgia, aunque no todos se mos-
restituir a la liturgia todo el decoro y co, desde su primera aparición, ha- sel, de María Laach (1886-1948), es- traron siempre persuadidos del valor
tima que la liturgia puede y debe
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probativo de los testimonios que Ca- como inadecuadas e insuficientes las acontecimiento exterior (cf Heb ran un medio para percibir una ver-
sel aducía del lenguaje de los padres concepciones de liturgia que hemos 9,11-12), sino como una "redención dad oculta y un elemento requerido
y de los textos litúrgicos antiguos, resumido [/ supra, 1], la encíclica se- eterna" (ib), que ha purificado nues- por la naturaleza sensible del hom-
tanto orientales como occidentales. ñala la posición precisa sobre el in- tra conciencia de las obras de muerte bre), sino en su naturaleza sacra-
Sin embargo, es indudable que la in- terrogante más candente del mo- de modo que así podamos "servir [es mental: son símbolos e imágenes
vestigación teológica sobre la litur- mento: ¿qué es la liturgia? Para la decir, dar culto] al Dios viviente" (v. reales de lo que representan, por lo
gia ya no puede prescindir de Casel encíclica, la liturgia, vista en su con- 14). Así pues, Cristo ha dado culto que nos ponen en contacto con Cris-
y de confrontarse con su pensamien- tenido, es "la continuación del oficio al Padre de tal modo que lo ha glo- to, de forma que podemos dar al Pa-
to, puesto que éste ha penetrado fuer- sacerdotal de Cristo" 6 ; o, sin más, rificado, y al mismo tiempo nos ha dre un culto numéricamente idéntico
temente en la conciencia litúrgica de "el ejercicio del sacerdocio de Cris- hecho dignos a nosotros de tributar al que Cristo mismo le dio.
la iglesia. to" 7 ; vista luego en la realidad com- gloria a Dios: a través de la gloria Por tanto, es de grandísima im-
Entretanto, el movimiento litúrgi- pleta de la celebración, se define que daba al Padre, Cristo glorificó portancia el hecho de que la liturgia,
co, al par que suscitaba nuevas ideas como "el culto público que nuestro personalmente al Padre y santificó a antes que acción de la iglesia hacia
en el plano de una profundización Redentor, cabeza de la iglesia, tribu- los hombres para transformarlos "en Dios, es acción de Cristo en la igle-
en el conocimiento de la liturgia, no ta al Padre y que la comunidad de alabanza de su gloria" (Ef 1,5-12). sia, de forma que la liturgia precede
había dejado de impulsar a alguno, los fieles tributa a su fundador y, De suerte que el culto sacerdotal de a la iglesia con prioridad de natura-
más voluntarioso e incluso más fan- por medio de él, al Padre; o bien, Cristo comprende un segundo ele-
más brevemente: la liturgia es el cul- leza y con prioridad lógica, en cuan-
tasioso de cuanto la prudencia acon- mento: la santidad del hombre, la to que la iglesia primero es sujeto
sejara, a introducir ciertas noveda- to público total del cuerpo místico cual entra así necesariamente en el
de Cristo, cabeza y miembros" 8 . pasivo de la liturgia y luego pasa a
des en el plano ritual, que además de concepto de liturgia. Como Cristo
revelarse como infracciones discipli- ser sujeto activo. Sería verdad lo con-
dio culto al Padre no con el ofreci-
narias podían tener aspectos doctri- a) Cristo, como sacerdote y me- miento sacrificial de toros y be- trario si el aspecto "social" fuera prin-
nales no siempre seguros. Al surgir diador del NT, no ha querido que se cerros, sino con el sacrificio de la cipal en la liturgia, en cuanto que
polémicas que estos puntos de vista interrumpiese el culto sagrado que propia voluntad en el cumplimiento esto implicaría la existencia de una
teóricos y prácticos contrastantes él había tributado al Padre durante perfecto de su beneplácito, así el iglesia como sociedad antes de poder
provocaban, implicando no sólo a su vida terrena. Por eso fundó la hombre ofrece a Dios "el sacrificio obrar como sociedad. Por el con-
personas particulares, sino también iglesia, es decir, edificó sobre sí a los del espíritu contrito", es decir, todo trario, la iglesia existe realmente
a todo el cuerpo episcopal llamado a fieles, los cuales, hechos templo san- su ser, "como sacrificio santo, agra- sólo en virtud de la acción cultual
tomar parte a favor de unos o de to en el Señor, "pudieran tener en dable a Dios en culto espiritual" de Cristo (bautismo-eucaristía), que
otros s , intervino el papa Pío XII con común con el Verbo encarnado el (Rom 12,1). une a los hombres en iglesia. Consi-
su encíclica Mediator Dei (20 de no- intento, la función y el deber" del guientemente: si la iglesia es sujeto
viembre de 1947). culto al Padre'. Por tanto, el primer en primer lugar pasivo de la liturgia,
elemento constitutivo y especificati- c) Pero puesto que la santidad la liturgia es elemento constitutivo
vo de la liturgia es que en ella se del hombre consiste en una transfor- de la (= que constituye a la) iglesia.
3. LA DEFINICIÓN DE LA " M E - ejerce el culto personal del mismo mación moral que es consecuencia
DIATOR DEI". En la encíclica de Pío La iglesia no nace en absoluto por
Cristo, que por comunicación se de la unión y participación del hom- una simple promulgación de la ley
XII, al tiempo que se insiste con ener- convierte en culto de la iglesia. Hay bre mismo en Cristo y en sus miste-
gía en la fidelidad a las formas tradi- nueva, sino sólo cuando los -apósto-
que tener bien presente este primer rios salvíficos a través de los sacra- les, yendo por el mundo, bautizan
cionales, se proscribe cualquier no- aspecto de la liturgia, ya que sobre mentos de la iglesia, esto es, a través
vedad en materia de lengua y de ri- en el nombre del Padre, y del Hijo, y
él se funda su nota absolutamente de los ritos que actúan la imagen o del Espíritu Santo (Mt 28,19), de
tos, se hace una llamada sobre el particular: la liturgia, por su natura- el símbolo del mismo Cristo santifi-
valor normativo obligatorio de las suerte que los hombres que creen se
leza íntima, es sacramental, al ser cador, se sigue que el rito entra ne- salven (Me 16,16; cf He 2,41).
disposiciones disciplinarias en mate- siempre signo de una efectiva pre- cesariamente como tercer elemento
ria de culto y a la vez se rompe más sencia de Cristo. en el concepto de liturgia.
de una lanza en favor de devociones
y de prácticas religiosas demasiado b) Cristo tributó culto al Padre De todo esto se derivan dos con- III. La liturgia en el Vat. II
a menudo nacidas fuera o incluso no sólo reconociendo y proclaman- secuencias: 1) el culto litúrgico en
contra todo espíritu litúrgico, se tra- do su gloria, sino constituyendo su tanto es comunitario en cuanto es Por lo que precede se puede ver el
ta también de sacar provecho de los reino de gloria, que es la iglesia en acción personal: en primer lugar de camino recorrido para llegar a una
progresos realizados en el conoci- cuanto "universal ciudad redimida" Cristo, y luego de la iglesia con Cris- comprensión cada vez más profunda
miento de la naturaleza teológica de (san Agustín). En efecto, el reino fue to y en Cristo; 2) el valor principal de la liturgia: iniciado hace unos
la liturgia. Reprobadas, en efecto, constituido por Cristo no como un de los ritos en la liturgia no reside en cuatro siglos, en los últimos veinte
su valencia psicológica (como si fue- años anteriores al concilio aceleró su
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ritmo. El Vat. II es su punto de lle- luego en sobrenatural, porque el condido en Dios, que se convierte en como continuación (ejercicio) o ac-
gada, pero para convertirse inmedia- hombre ha sido elevado precisamen- misterio en la revelación que encuen- tuación última y permanente del
tamente en punto de partida. te del orden natural al orden sobre- tra en Cristo (misterio de la encar- mismo. Por tanto, la liturgia es el
natural. La SC, descartado este pro- nación); en este sentido es un hecho momento último, es decir, escatoló-
1. D E LA "MEDIATOR D E P A LA ceso fatigoso e incierto basado en teológico; y, sin embargo, se encuen- gico, de la encarnación bajo su mo-
"SACROSANCTUM CONCILIUM". El premisas filosóficas, parte directa- tra bajo la modalidad litúrgica, por- dalidad de misterio pascual.
concepto de liturgia que nos ha ofre- mente de una perspectiva de teología que la pascua, que de suyo es el
cido la SC es casi idéntico al de la bíblica: la del eterno designio salvífi- "paso para proteger y liberar"10, 2. LAS APORTACIONES DE LA SC
Mediator Dei. Lo demuestra una co de Dios, que se actúa gradual- consiste en un rito: es la misma re- PARA UNA DEFINICIÓN DE "LITUR-
comparación de los textos: Mediator mente en la revelación de Dios en el dención o salvación obtenida en y a GIA". La consideración analítica y sin-
Dei: "Cum liturgia nihil aliud sit, nisi hombre, tíasta concluirse en Cristo y través de un rito. tética de la SC conduce, por tanto, a
huius sacerdotalis muneris [Christi] continuarse en la iglesia por medio La SC, como primera cosa, inser- estudiar a fondo algunos puntos prin-
exercitatio"; SC 7: "Mérito igitur li- de la liturgia (SC 5-7). Este plan se ta de modo directo en la obra de cipales con vistas a una definición
turgia habetur veluti Jesu Christi revela en la historia de la salvación Cristo consumada a través del mis- de liturgia.
sacerdotalis muneris exercitatio, in por medio de los profetas, y última- terio pascual —o sea, en el orden
qua per signa sensibilia significa- cultual de la encarnación— el miste- a) La liturgia es culto a nivel de
mente por medio de Cristo y en Cris- revelación. La SC, sin detenerse en
tur..." Mediator Dei: "Sacra... litur- to, en cuya humanidad (misterio de rio de la iglesia: "Esta obra de la
gia... integrum constituit publicum redención... y de la... glorificación consideraciones de orden filosófico
la encarnación) se nos ha concedido y antropológico —consideraciones
cultum mystici Jesu Christi corporis, de una vez para siempre el sótérion, de Dios... Cristo, el Señor, la realizó
capitis nempe membrorumque eius"; principalmente por el misterio pas- que permanecen válidas en su plano
el "instrumento de la salvación" (Le también a propósito de la liturgia—,
SC 7: "... et efficitur sanctificatio ho- 2,30: cántico de Simeón). Pero esta cual... Por este misterio, con su muer-
minis et a mystico Jesu Christi cor- te destruyó nuestra muerte y con su presenta la liturgia inmediatamente
salvación en Cristo comprende dos como continuación/actuación del
pore, capite nempe eiusque membris realidades; en efecto, en Cristo "ha resurrección restauró nuestra vida
integer cultus publicus exercetur". (Misal Romano, Prefacio pascual, culto perfecto que Cristo tributó, en
tenido lugar la perfecta aplacación su humanidad, al Padre. Definido
Adviértase que tales palabras tanto de nuestra reconciliación y se ha I). Pues del costado de Cristo dor-
en la Mediator Dei como en la SC mido en la cruz nació el sacramento como "culto dado en plenitud" ("in
constituido entre nosotros la pleni- Christo... divini cultus nobis est in-
hacen de conclusión de lo que los tud del culto divino" ("nostrae re- admirable de la iglesia entera (Sa-
dos documentos afirman sobre la en- cramentario Gelasiano 432)" (SC 5). dita plenitudo": SC 5), es aquel por
conciliationis processit perfecta pla- Luego prosigue demostrando que el que Cristo se revelo como el ver-
carnación del Señor; en efecto, am- cado et divini cultus nobis est indita
bos documentos proponen la liturgia este mismo misterio pascual se actúa dadero y definitivo realizador del "sa-
como una cierta continuación real plenitudo": Sacramentario Veronen- ahora en la iglesia según dimensio- cerdocio" perfecto, esto es, interior
de la encarnación del Señor. Por se, ed. Mohlberg 1256). Estos dos nes históricas que ya poseía: a través y espiritual, que Dios pedía a Israel
tanto, ésta no es considerada en su hechos, que ya habían sido prepara- del ministerio profético de la iglesia en Ex 19,5-6. De este mismo culto es
constitución física, en cuanto unión dos en el AT y encontraron cumpli- (cf AT) que anuncia el misterio, y a el cristiano, por su participación y
de la naturaleza humana individual miento en la persona de Cristo, través de la actuación litúrgica de semejanza con Cristo, el continua-
con la naturaleza divina en la única constituyen el / misterio pascual, este último (SC 6). Concluye, por dor en la liturgia, hasta el punto de
persona del Verbo, sino más bien en que es la obra de la redención de último así: "Con razón, pues, se con- que en tal culto el rito no es ya direc-
su razón formal y teológica, esto es, Cristo, de la que nace la iglesia sidera la liturgia como el ejercicio tamente —como sucede en el culto
como un medio para un fin: unir al (SC 5). del sacerdocio de Jesucristo. En ella natural— la expresión simbólica de
hombre con Dios y a Dios con los Al introducir el concepto y la los signos sensibles significan y... rea- la relación con que el hombre trata
hombres. realidad del misterio pascual, la SC lizan la santificación del hombre, y de entrar en contacto con Dios, sino
pone el culto del NT como en un así el cuerpo místico de Jesucristo, que es ante todo símbolo de la ac-
Sin embargo, esta semejanza no lugar que es coextensivamente teo- es decir, la cabeza y sus miembros, ción con la que Dios efectúa la trans-
debe inducir a pensar que la SC no lógico y litúrgico, esto es, le confiere ejerce el culto público í n t e g r o " formación del hombre en Cristo. En
haya hecho otra cosa que repetir lo una dimensión particular. En efecto, (SCI).
que había dicho ya la Mediator Dei, efecto, como consecuencia de esta
el misterio pascual no es cierta de- transformación será el hombre para
puesto que la implantación de los terminación temporal que indicaría Con esta definición se pone la li-
dos documentos es fundamental- turgia en la misma línea del misterio Dios lo que Cristo era para el Padre:
sólo un día especial en el calendario el hijo que lo honra y lo glorifica
mente diversa. La Mediator Dei integral de la encarnación de Cristo
religioso, sino que es un hecho teo- en cuanto misterio de la redención con su misma existencia, hecha de
arranca del culto privado-público e lógico que tiene una modalidad li-
interno-externo, que existe primero de los hombres y de la glorificación obediencia y de amor por él.
túrgica. En realidad es aquel mismo de Dios; más aún, se la presenta
en el plano natural y se convierte plan de salvación, de redención, es- b) Cristo con su sacerdocio pro-
Liturgia 1152 1153 Liturgia

píamente no celebró una liturgia, expresar, haciéndolo presente y po- la ley "de nuevo en el temor", sino la santificación de los hombres y la
sino que ofreció al Padre un culto en sible para la iglesia, el culto mismo aquel "amor que hace que nos lla- glorificación de Dios".
verdad. A diferencia del sacerdocio que Cristo tributó al Padre en su memos hijos de Dios y en efecto lo
seamos" (1 Jn 3,1). Esta pascua de a) Acción sagrada: una acción
comúnmente entendido, que es una vida. En virtud del signo simbólico de culto. Acción, por tanto, no en
función/encargo por el que quien es como la liturgia, que se ha con- Cristo, hacia la que tendía todo el
AT y toda su vida, aunque ha tenido sentido exterior, sino en el sentido
está investido del mismo tiene el po- vertido en "misterio del culto de Cris- contenido en las palabras de Cristo:
der de interpretar y expresar autori- to", reviste naturaleza y función sa- lugar en la historia (es decir, en un
momento dado de la historia del "He cumplido la obra que tú [Padre]
tativamente en formas rituales ex- cramental. Sus ritos simbólicos son, me encomendaste". En efecto, en la
ternas el sentimiento religioso de ado- en efecto, lo que para Cristo era su mundo), no está condicionada his-
tóricamente (es decir, no está confi- liturgia "se ejerce [exercetur] la obra
ración del pueblo, el sacerdocio de humanidad, en el sentido de que el de nuestra redención" (SC 2). .
Cristo tiene un valor totalmente dis- culto dado por Cristo al Padre in- nada y cerrada en la historia); cele-
tinto. En Cristo, el sacerdocio es el mediatamente en su humanidad, aho- brada en la liturgia, es la aplicación b) A través de la cual: la expre-
momento en que Jesús, llevando al ra con la mediación del rito se le y la actuación en el tiempo, de modo sión indica la naturaleza instrumen-
plano del obrar la unión de la huma- comunica, para que se asocie a él, a diverso según las épocas, de la ac- tal de la liturgia, la cual es coexten-
nidad con la divinidad realizada en toda la humanidad redimida (igle- ción salvífica de Dios. En efecto, en sivamente un médium quo y un mé-
el plano del ser por la encarnación, sia). Y como el culto de Cristo se el AT la pascua realizaba en todas dium alicuius. No es una acción
da culto al Padre uniendo perfecta- expresa directamente en su santidad, las generaciones del pueblo hebreo sagrada genérica con la que se hace
mente la voluntad propia a la del el rito litúrgico es ante todo signo de la promesa de la salvación que se algo en orden a Dios; es, por el con-
Padre. De este modo, la mediación la santificación que Cristo obra en había dado mediante Moisés; en el trario, una acción cuya virtud deriva
que Cristo realiza entre el hombre y nosotros, y en cuanto tal es, en su NT la pascua realiza en todas las ge- del hecho de ser el medio a través
Dios por la unión de las naturalezas misma ritualidad, signo de nuestro neraciones cristianas la verdad de la del cual Cristo mismo se hace pre-
(mediación objetiva) se convierte en culto espiritual. En la liturgia se ejer- salvación que se ha efectuado me- sente como agente principal. En
mediación sacerdotal (mediación ce así la acción sacerdotal de Cristo, diante Cristo. efecto, la liturgia es una acción co-
subjetiva), porque en el culto propio y de este modo la celebración de la También por este motivo toda la municada por Cristo a la iglesia, y a
lleva a Dios el culto de toda la hu- iglesia adquiere la característica pro- liturgia de la iglesia está en la línea y través de la cual ésta realiza cuanto
manidad, haciéndose así "camino pia del culto de Cristo: ser glorifica- en la perspectiva pascual y constitu- Cristo mismo realizó.
nuevo y viviente" que permite a to- ción de Dios mediante la santifica- ye el último momento de la historia
dos el acceso al Padre (Heb 10,19- ción del hombre. c) Con un rito: el rito es el signo
de la salvación. En efecto, la liturgia sagrado que significa una realidad y
20). Pero aunque este culto era, en no es otra cosa que la actuación de
cuanto interior y espiritual, una "li- d) La liturgia es la perpetua ac- la realiza. Esta naturaleza ritual de
aquel "anuncio de la muerte del Se- la liturgia no ha de verse ante todo,
turgia mejor" (Heb 8,6) que el de tuación del misterio pascual de Cris- ñor hasta que venga", de que habla
cualquier otro sacerdocio, no reves- to. El misterio de Cristo se llama como se hace demasiado a menudo,
san Pablo (1 Cor 11,26). Es decir, es en la línea antropológica, en cuanto
tía sin embargo formas celebrativas pascual porque en la muerte de Cris- la anamnesis, memoria actual y real
externas de ninguna clase. En efecto, to encontró su cumplimiento la pro- que el hombre tiene necesidad de sig-
de las realidades que Cristo mismo nos externos. No se niega esto en
en él el sacerdocio se realizaba en la mesa con la que Dios había anun- obró; es la anamnesis, memoria real
plena identificación del oferente con ciado que quería establecer su "tes- absoluto; pero el rito como signo in-
y actual de su pascua, es decir, de su dica relación con Cristo, porque sir-
la ofrenda: Cristo era sacerdote vi- tamento" (diatéké, testamentum, éxodo "de este mundo al Padre" (Jn
viendo el ofrecimiento de sí mismo alianza) con su pueblo a fin de asu- ve para significar y actuar la memo-
13,1a) cuando amó a los suyos "has- ria y la presencia de Cristo; y como
al Padre. mirlo como pueblo "especial, real y ta el fin" (Jn 13,1b), total y eterna-
sacerdotal". Pascua, en efecto, fue la Cristo realizó una obra divina en la
mente, liberándolos de la muerte y humanidad unida al Verbo de Dios,
c) La liturgia es el ejercicio de la muerte de Cristo —es decir, su éxo- uniéndolos de nuevo con Dios.
do (tránsito)—, en cuanto que no así el rito litúrgico aporta en su ma-
obra sacerdotal de Cristo a través de terialidad el significado y la potencia
signos significativos y eficaces. En quedó prisionero de la muerte, sino
que fue resucitado por el Padre y, 3. LA DEFINICIÓN DE "LITURGIA" del Verbo de Dios; de este modo es
todo culto la forma ritual es siempre QUE SE DESPRENDE DEL VAT. II. Si- como una longa manus de Cristo,
expresión simbólica de una realidad por tanto, al subir al Padre, "llevó
consigo una multitud de cautivos", guiendo la intención y la expresión que nos hace tocar la misma divina
que está en un nivel superior a la del concilio, finalmente podemos de potencia de su humanidad.
forma. Pero mientras que en el culto o sea, liberó a los hombres prisione-
ros (del pecado y de la muerte) y les algún modo definir la liturgia. Es
natural el rito es símbolo de la reali- "una acción sagrada a través de la d) En la iglesia: se entiende la
dad religiosa del hombre, el régimen "dio dones", es decir, "otorgó el don iglesia como el cuerpo vivo y real de
del Dios altísimo", el Espíritu Santo, cual, con un rito, en la iglesia y me-
simbólico en que está constituida la diante la iglesia, se ejerce y continúa Cristo, en el que el mismo Cristo ca-
liturgia tiene ante todo la tarea de mediante el cual hemos recibido no beza está presente y es co-agente. Se
la obra sacerdotal de Cristo, es decir,
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dice "en la iglesia", porque ella es el iure fue hecho en Cristo por la natu- ción se realiza sólo en el hombre re- sia" se entra en la lógica de la cono-
primer sujeto pasivo de la liturgia. raleza humana de todos, ahora de novado en Cristo (sobrenaturale- cida distinción/oposición entre culto
En efecto, la obra sacerdotal de Cris- fado se ejerce a través de la liturgia za)— y, por la otra, se presenta privado y culto público, distinción
to tiende a hacer de los hombres la por cada una de las personas agru- como culto de la iglesia. que se refiere no al modo de realizar
iglesia. Tomando la parte por el padas en la unidad del cuerpo de la Estudiar de forma penetrante el la acción de culto (en privado o en
todo —es decir, la eucaristía por la iglesia. sentido profundo de esta formali- público), sino al sujeto diferente que
liturgia—, podemos decir con los an- dad, que quiere poner de manifiesto realiza el culto, el cual puede ser el
tiguos: "La eucaristía hace a la igle- g) La obra sacerdotal de Cristo:
es la obra total de la encarnación la indispensable naturaleza eclesial individuo particular —que obra
sia", porque a través de la acción de la liturgia, siempre fue difícil, por como tal, esto es, en nombre pro-
litúrgica es realizada la iglesia, "ha- que Cristo realizó de modo sacerdo-
tal; es decir, como mediador que une las implicaciones jurídicas que se pio— o bien la sociedad, la cual pue-
biendo sido elegidos y llamados han descubierto en la fórmula culto de obrar por medio de un encargado
(— "hechos iglesia") para ser alaban- a Dios con los hombres y a los hom-
bres con Dios: todo ello mediante su de la iglesia. suyo, cuyas acciones, llevadas a cabo
za de Dios" (cf Ef 1). en nombre de la sociedad, revisten
sacrificio. Es la obra que realizó en Ya Beauduin, mientras por una
e) Mediante la iglesia: por tanto, su misterio pascual, a través de la parte afirma que el sujeto de soporte valor oficial. De este modo, la litur-
Cristo no obra ya ahora su propio cual él mismo, al recibir verdadera- de la liturgia es la iglesia —cuerpo gia sería culto público y oficial por-
misterio directamente y por sí solo, mente las promesas de Dios, liberó a místico de Cristo— en su integridad, que estaría hecho en nombre de la
sino mediante la iglesia. En efecto, todos los hombres y los constituyó por la otra afirma también que la iglesia-sociedad por quien por oficio
la obra sacerdotal de Cristo pasa a como "nación santa, pueblo pecu- liturgia no sólo en su ordenamiento, es diputado suyo. Poner, por tanto,
ser por participación la obra sacer- liar, linaje escogido, sacerdocio real" sino también en su ejercicio depende la liturgia en la categoría del culto
dotal de la iglesia en cuanto cuerpo (1 Pe 2,9). únicamente de la iglesia jerárquica, público significa no tanto insinuar
de Cristo, y por tanto la liturgia per- por la razón de que sólo en ésta se su aspecto externamente visible cuan-
tenece a la iglesia como su realidad h) Santificación y glorificación: ejerce en plenitud el sacerdocio de to más bien señalar su posición de
peculiar. La liturgia es la modalidad la de Cristo fue obra de glorificación Cristo. oficialidad, que la hace acción re-
particular del culto en la que, me- de Dios a través de la santificación Análoga es la posición de la encí- presentativa del culto que la comu-
diante la iglesia, acontece ahora en de los hombres. Cristo, en efecto, clica Mediator Dei, de Pío XII, la nidad (iglesia) da a Dios por medio
el mundo lo que en otro tiempo dio culto a Dios en el sentido de que cual, aunque define la liturgia como de alguien que obra en su nombre.
realizó Cristo en su misterio (Cristo en sí mismo recondujo hasta Dios a "culto integral del cuerpo místico de Una primera consecuencia de ello
tiene como propio su misterio; la igle- los hombres purificados, santifica- Cristo", en la práctica la considera sería ésta: si la liturgia es por defini-
sia tiene como propia la liturgia, que dos y reconciliados. Esta misma "principalmente cosa de los sacerdo- ción culto público-representativo, no
es ese modo determinado de actuar obra se actúa ahora en la liturgia: en tes que la ejercen en nombre de la puede darse sino en virtud de una
tal misterio a través de los ritos). ella es santificado el hombre, y de iglesia", porque "sólo ellos están sig- mediación, que en nuestro caso vie-
Puesto que la iglesia está "asociada" este modo puede dar gloria al Padre. nados con el carácter indeleble que ne dada por aquel que por oficio es
a Cristo en la ejecución de esta obra En realidad, los adoradores en espí- los configura con el sacerdocio de delegado para el culto en la iglesia.
sacerdotal, se dice con acierto que ritu y verdad existen sólo cuando los Cristo". Una segunda consecuencia sería que
ahora esta obra se cumple y se actúa hombres, sometiéndose totalmente a Como se ve, la liturgia, de culto de toda acción de culto hecha por un
en el mundo "mediante la iglesia". Dios, lo reconocen como su creador la iglesia pasa a ser culto en nombre privado nunca podrá tener valor y
y redentor. de la iglesia, fórmula por la que la sentido de liturgia, y toda acción de
f) Se ejerce y continúa: "se ejer- liturgia se inscribe en el área directa- culto que normalmente se considera
ce", es decir, es puesta en ejercicio, se mente jurídica de la oficialidad y se litúrgica dejará de ser tal si la realiza
hace actual; "se continúa", es decir, IV. La "celebración litúrgica" convierte así en una acción pública. un privado. Ejemplo clásico: antes
se actúa incesante y perennemente, en el Vat. II Era lo que el CDC de la época (can. de la reforma querida por el Vat. II,
sin interrupción. La obra sacerdotal 1256) había especificado ya definien- si un sacerdote, solo o en grupo, re-
de Cristo, que es la salvación del Si nos atenemos a la definición re- do a la liturgia como "culto públi- zaba el rosario no hacía liturgia,
mundo, no constituye en Cristo sólo ferida, el ser culto sacerdotal de co", porque es culto que se tributa a porque en este caso él era un priva-
un gran mérito en virtud del cual se Cristo comunicado a la iglesia y ejer- Dios "en nombre de la iglesia" por do, al no extenderse su delegación
reputa a los demás hombres santifi- cido por la iglesia constituye la doble personas legítimamente delegadas hasta el rosario; si un privado, solo
cados porque cuanto hizo Cristo se formalidad por la que la liturgia, por por la misma iglesia y según orde- o en grupo, rezaba el breviario
considera como hemos para ellos; un lado, se diferencia esencialmente namientos dispuestos institucional- —oración litúrgica por excelencia -
al contrario, todo lo que Cristo hizo de cualquier culto natural —en mente por ella. no hacía liturgia, porque no estaba
se considera como hecho por todos cuanto que, como culto a nivel de Al decir que la liturgia es "culto delegado para esta oración.
los hombres. Ahora bien, lo que de revelación y de historia de la salva- público hecho en nombre de la igle- Si consideramos todo el c. I de la
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SC, se diría que se delinea otra si- como un hecho eclesial cuando se De cuanto precede se derivan al- En este sentido la liturgia, acción
tuación, debido a que en la constitu- produce bajo la presidencia del obis- gunas consecuencias que nos parece sacerdotal de Cristo, se llama con
ción litúrgica nunca aparece explíci- po (ib, 20) —definido en nuestro pueden ayudar a comprender mejor razón "culto de la iglesia".
ta ni la idea de oficialidad ni la de caso como aquel que "deberá sobre- la liturgia en su relación con la igle- La liturgia es, pues, el culto de la
delegación para el culto, aun cuando salir por su oración entre todos los sia y con el culto privado. iglesia no porque se ejerce "en nom-
en SC 7 la definición de liturgia miembros de la iglesia" (ib, 28)— y bre de la iglesia" que manda u orde-
coincide hasta en el uso del término del párroco, "pastor que hace las ve- na el culto, sino porque se ejerce in
público con la de la Mediator Dei. ces del obispo" (ib, 21). De éstos se V. Liturgia e iglesia persona ecclesiae, es decir, por quien
Si el aspecto jurídico de la oficiali- dice que, además de haber recibido como comunidad (a) o como indivi-
dad se hace todavía repetidamente la "misión canónica" de convocar y La liturgia, en cuanto ejercicio del duo (b) personifica a la iglesia.
manifiesto en el c. IV de la SC (ofi- dirigir la oración (ib, 23), "se les con- sacerdocio de Cristo actuado en la
cio divino) con la atribución, de nue- fía" también como "obligación per- iglesia, es acción conjunta de Cristo a) La comunidad que personifi-
vo, a la liturgia de la delegación sonal" (ib, 28) y por "mandato espe- y de la iglesia, en el sentido de que ca o encarna a la iglesia es ante todo
como elemento constituyente del cial" (ib, 17; 29) la celebración de la "Cristo asocia siempre consigo a su la comunidad que constituye la igle-
culto de la iglesia, esto probable- misma oración: obligación que ha de esposa la iglesia" en la realización de sia local. Por consiguiente, la liturgia
mente se debe sobre todo a la falta cumplirse asimismo con la celebra- "esta obra tan grande, por la que de la iglesia local es aquella en la
de perfecta coordinación entre las ción en privado, en caso de que estu- Dios es perfectamente glorificado y que propiamente la liturgia se revela
diversas comisiones de estudio que viera ausente la comunidad (ib, 28). los hombres santificados" (SC 7). y se ejerce como liturgia de la iglesia.
realizaron la constitución conciliar. Aunque al respecto aparezca todavía Sin embargo, aun siendo la liturgia La determinación local, así como no
Es lo que se debe deducir del he- el término delegación (ib, 28), su sig- acción común de Cristo y de la igle- quita a cada una de las comunidades
cho de que el documento de aplica- nificado ya no es el de antes. En efec- sia, Cristo conserva siempre en ella su característica de ser verdadera-
ción de dicho c. IV de la SC, es decir, to, la diputación de que hablaba el la propia posición de cabeza, y la mente iglesias (LG 26), más aún, la
la Ordenación general de la Liturgia CDC de 1917 era aquella por la que iglesia se actúa como cuerpo suyo. aumenta, porque les confiere una
de las Horas (OGLH) reconoce ple- una acción de culto se convertía por De esta doble posición deriva una cierta visibilidad (A G 37) y carácter
namente a la liturgia de las Horas, vía oficial en liturgia, o sea, culto de distinción de papeles —papel de ca- concreto (LG 11), tampoco dismi-
aun poniéndola fuera de toda idea la iglesia, por ser hecha "en nombre beza (Cristo) y papel de cuerpo (igle- nuye, antes al contrario pone de ma-
de oficialidad y de delegación, el gra- de la iglesia". Ahora, por el contra- sia)— que en la liturgia se concretan nifiesto la nota eclesial de su liturgia.
do y la naturaleza de liturgia por el rio, la "misión canónica" y el "man- en los ministros (cabezas-vicegeren- En efecto, ésta sólo existe como li-
mero título de ser oración de la co- dato" fundan el deber de "convocar tes de Cristo cabeza) y en la comuni- turgia en acto cuando es local, o sea,
munidad (OGLH 9; 17), de la iglesia y dirigir" y la obligación de "cele- dad (real cuerpo de Cristo). cuando hay una comunidad que la
(ib, 15; 17). Se explicita así la sen- brar" la liturgia de las Horas, a fin de celebra en un determinado lugar ".
que "al menos ellos aseguren... el des- Cristo ejerce su propio papel de
tencia conciliar que declara a las ac- cabeza en la liturgia: primero, cuan- Pero una celebración local de la
ciones litúrgicas "acciones que per- empeño de lo que es función de toda
la comunidad, y se mantenga en la do, comunicando —por medio de liturgia es prevista como verdadera
tenecen a todo el cuerpo de la igle- los ministros sagrados— a los hom- y auténtica liturgia también cuando
sia" (SC 26), y la liturgia se convierte iglesia sin interrupción la oración
de Cristo" (ib, 28). Con otras pala- bres su propia gracia (Jn 1,16), con la hace cualquier comunidad ecle-
por sí misma en "misión" de la igle- esta obra suya de santificación los sial, es decir, situada en el interior,
sia (OGLH 27) y tarea de toda la bras: el mandato se refiere sólo a la
obligación de ejecutar una oración hace pueblo santo de Dios, o sea, pero como parte —aunque sea míni-
comunidad (ib, 28). iglesia; segundo, cuando comunica ma— de la iglesia local. Es el caso
que es ya en sí misma liturgia de la
Por consiguiente, la celebración iglesia. a la iglesia, así constituida, aquella de las comunidades monásticas,
de la liturgia de las Horas revela misma alabanza que él elevaba al masculinas o femeninas, cuya ora-
como iglesia no sólo —de manera En coherencia con este conoci- Padre. ción es verdaderamente liturgia de
particular— a la comunidad reunida miento más profundizado de la rea- La iglesia cumple su propio papel las Horas, porque en ella representan
con el obispo, con quien le sustituye lidad eclesial de la liturgia, el nuevo de cuerpo de Cristo en la liturgia "de modo especial a la iglesia oran-
(ib, 20) o con el párroco (ib, 21), CDC de 1983 (can. 1173) pone tam- cuando, aceptando la acción santifi- te" (OGLH 24). Igualmente una co-
sino también cualquier otra asam- bién la liturgia de las Horas directa- cadora de Cristo, continúa la ora- munidad, aunque sea ocasional, for-
blea de fieles reunida para la cele- mente como acción de la iglesia, que ción y la alabanza que él ofreció al mada sólo por laicos, si celebra, aun-
bración comunitaria de la liturgia de ejerce el sacerdocio de Cristo; el nue- Padre en los días de su vida terrena que sólo sea parcialmente, la liturgia
las horas (cf ib, 21; 22), sean laicos vo código no alude, a propósito de (Heb 5,7) y que, ofrecida por la igle- de las Horas, realiza "la misión de la
(ib, 27) o comunidades religiosas (ib, los ministros sagrados, a una de- sia, sigue siendo la oración que Cris- iglesia"; y es liturgia de la iglesia
24). Es evidente que la oración de legación litúrgica de los mismos to —pero hoy con su cuerpo, la igle- también la deseada celebración de
las comunidades aparece tanto más (can. 276). sia— presenta al Padre (cf SC 84). las horas que se da en el ámbito
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restringido de la familia, visto que dirección de los obispos" (SC 26), se primera la característica de liturgia, bién es reconocida como vocación
por tal celebración la familia "se hace más evidente, en cuanto que tal que se niega, por el contrario, a la propia del cristiano), sino que ade-
siente más insertada en la iglesia" comunidad representa "a la iglesia segunda (santo Tomás, S. Th. II-II, más presenta la oración incesante (in-
(OGLH21). visible establecida por todo el orbe" 83-12; cf los antiguos tratados de culcada por 1 Tes 5,17) como sinó-
(SC 42). Si la comunidad está ausen- teología moral, por ejemplo, Mer- nimo de oración privada, mientras
b) El individuo que personifica te, en el obispo y en el presbítero kelbach, Summa theologiae moralis que para SC 86 (cf OGLH 10; 15)
o encarna a la iglesia es propiamente está de todos modos presente Cristo II, París 1932, 692s; Noldin-Heinzel, precisamente la oración litúrgica
el ministro sagrado, es decir, aquel en su específica función de cabeza Summa theologiae moralis II, Inns- será la que realiza la oración ince-
que, constituido "en el orden" por de la iglesia, y por tanto en la cele- bruck 195731, 129). La distinción se sante recomendada por Pablo. Pero
un sacramento especial, recibe el "Es- bración litúrgica tienen ellos en Cris- basa en una consideración teológica hay más: en SC 12, el ofrecimiento
píritu de cabeza" (Spiritus principa- to asociada consigo, personificándo- del hombre, según la cual la realidad de sí mismos —que se realiza en el
lis) que lo hace "obispo, pastor y la, a la propia iglesia. cristiana de éste, calificada como so- sacrificio de la misa (liturgia máxi-
sumo sacerdote" en la iglesia, o al Como conclusión de cuanto se ha brenaturaleza, es vista sólo como ma de la iglesia)— es presentado
recibir "el segundo grado del minis- dicho se ve claramente que el verda- algo que se superpone al ser natural como una de las cosas que demues-
terio" se convierte en presbítero y dero sujeto de la liturgia es propia- del hombre mismo. tran que ¡la "participación en la sa-
"colaborador" del obispo en su ofi- mente hablando sólo la iglesia, tanto El movimiento litúrgico desde su grada liturgia no abarca toda la vida
cio pastoral y, por tanto, también en sí está personificada —a título di- nacimiento ha chocado contra esta espiritual"! Sin querer negar la difi-
el sacerdocio. verso— en la comunidad como si lo consideración, pero sin lograr supe- cultad que deriva de verse forzados
En ambos casos el orden comuni- está en el ministro/cabeza de la co- rarla, habiéndose tenido que conten- a moverse en una situación de hecho
ca la gracia sacramental por la que munidad. No existe, por tanto, una tar con afirmar el valor superior de y de mentalidad con siglos de anti-
el obispo y el presbítero adquieren liturgia en nombre de la iglesia, sino la oración litúrgica recurriendo ora güedad, nos parece grave que la SC
la capacidad de obrar como vicege- sólo una liturgia de la iglesia. a la constatación de hecho de que no haya hecho esfuerzos mayores
rentes de Cristo, cabeza del cuerpo. ésta era la oración oficial de la igle- por salir de ella.
Por consiguiente, hay que reajus-
En efecto ellos, que por el bautismo tar el valor de mediador que a me- sia (visión jurídica), ora a la afirma- En la base de todo el problema
eran, como todos, miembros del nudo se da al ministro sagrado en la ción que reconocía en ella la oración está la falta de comprobación del va-
cuerpo de Cristo, por el sacramento celebración litúrgica. Aparte el he- de la iglesia cuerpo de Cristo, ora al lor que en el plano cristiano tienen
del orden han sido hechos cabezas cho de que parece que debe excluirse redescubrimiento de la sentencia bí- las expresiones oración privada y
en el cuerpo de Cristo (PO 2). Así de los ministros sagrados toda me- blica: "Donde hay dos o tres reuni- oración litúrgica.
como Cristo cabeza "lleva a todos diación en sentido teológico —en dos en mi nombre, allí estoy yo en
en sí mismo" (Cipriano, Ep. 63,13), cuanto reservada a Cristo—, tampo- medio de ellos" (Mt 18,20). I. ORACIÓN PRIVADA. Yendo
también el obispo y el presbítero en co es exacto atribuirles la mediación A estas dos últimas consideracio- por delante que la expresión puede
cuanto cabezas-vicegerentes de Cris- que se encuentra en quien, revestido nes de orden teológico se les recono- indicar el modo (en privado) y el su-
to llevan en sí toda la comunidad de de oficialidad, ocupa el puesto del cía ciertamente una importancia de jeto (como persona privada) de la
la que, en dependencia de Cristo, que está ausente: en el ministro primer plano en favor de la liturgia, oración, se debe decir que la oración
son cabezas. Por consiguiente, como —sea que personifique a Cristo ca- como sucedía por ejemplo en la en- en privado tiene sus raíces en la mis-
Cristo en la celebración litúrgica, beza, sea que, en cuanto cabeza, per- cíclica Mediator Dei, de Pío XII, y ma naturaleza humana; en efecto,
que también es actuación de su pro- sonifique al cuerpo de Cristo, la igle- más recientemente, con fuerza, en entra en ese modo de obrar con que
pia acción sacerdotal, no está nunca sia— obran, respectivamente, Cristo SC 7, donde leemos que "toda cele- el hombre se expresa tanto en rela-
solo, sino que "asocia siempre consi- y la iglesia. Con otras palabras: en la bración litúrgica, por ser obra de ción con Dios como en relación con-
go a su esposa la iglesia" (SC 7), has- liturgia, cuando por ejemplo el mi- Cristo sacerdote y de su cuerpo, que sigo mismo y con los demás en los
ta el punto de que la liturgia resulta nistro obra como presidente, no es es la iglesia, es acción sagrada por momentos de profunda intimidad.
ser conjuntamente "obra de Cristo mediador de la propia iglesia, sino excelencia, cuya eficacia, con el mis- Es una actitud inextirpable del
sacerdote y de su cuerpo que es la que en su oración ora la iglesia. mo título y en el mismo grado, no la hombre.
iglesia" (ib); así el obispo y el presbí- iguala ninguna otra acción de la igle- La oración como persona privada
tero al realizar la liturgia personifi- sia". Pero esto no quitaba la distin- es aquella en que el hombre se pone
can siempre a la iglesia, tanto si ella ción, y por tanto la existencia/valor delante de Dios ignorando a los de-
está presente como si está ausente. VI. Liturgia y culto privado
de la oración privada, como recono- más. Este tipo de oración, que bien
Naturalmente, si la comunidad está ce SC 12, que sin embargo, con ex- puede situarse en el natural egoísmo
presente, entonces el "sacramento de La conocida distinción entre culto
público y culto privado opone desde traña exégesis, no sólo opone la ora- del hombre, no es admisible en el
unidad" que es la iglesia, "pueblo san- ción en secreto (recordada por Mt cristiano. De hecho, en el cristiano
to congregado y ordenado bajo la siempre la oración de la iglesia y la 6,6) a la oración en común (que tam-
oración privada reconociendo a la que ora como cristiano no existe nun-
1160
Liturgia 1161 Liturgia
ca, porque no puede existir. Si se da de una vocación del cristiano a una
oración común ("christianus enim ad to—, tiene consigo la garantía de catequesis y de formación cultual en
tal oración, no es oración cristiana. que siempre la acoge el Padre: 1.° el pueblo, este último, aunque conti-
Hablando de cómo debe ser la communiter orandum vocatus..."),
por la que incluso cuando ora en pri- porque a la iglesia como tal se le han nuaba observando la liturgia en su
oración cristiana, san Cipriano (De hecho las promesas y se le ha dado oficialidad, se entregó a nuevas for-
orat. dom. 8) escribe: "Los cris- vado no será nunca la suya una ora-
ción como persona privada, porque la alianza que la hace esposa de Cris- mas cultuales: las llamadas devocio-
tianos tienen una oración pública to para siempre; 2.° porque, como nes, que, inspiradas asimismo en el
[= universal] y común, y así cuando su oración se producirá siempre den-
oración de la iglesia, la suscitará misterio cristiano, nacieron sin em-
oramos no oramos por uno sólo, tro del cuerpo de Cristo, la iglesia, bargo fuera, y en parte en sustitu-
como oración en y por el cuerpo de siempre el Espíritu para que esté en
sino por todo el pueblo, porque nos- conformidad con el pensamiento del ción de la liturgia, o bien como
otros somos todo el pueblo, una sola Cristo. Y esto sin que tal oración adaptación de ella a un nivel de com-
Padre; 3.° porque la santidad inde-
cosa". Y añade que esto viene de pierda el propio carácter personal. fectible de la ecclesia-sponsa purifica prensión más popular. Así, las cien-
Cristo mismo, "maestro y doctor de El cristiano alaba y da gracias o bien siempre la oración de la ecclesia- to cincuenta avemarias del rosario
la unidad, el cual no ha querido que suplica por un don personal que ha meretrix, es decir, de cada uno de son la reproducción de los ciento
los suyos orasen como individuos y recibido o que desea recibir; pero de los pecadores que componen la co- cincuenta salmos del salterio litúrgi-
como personas privadas, cual si ora- hecho por medio de él dan gracias y munidad. co de los clérigos, y la triple oración
sen sólo para sí, sino que ha querido suplican todos, puesto que él en la diaria del ángelus repite también en
que cada uno orase por todos, del propia oración —como Cristo en la la forma (sólo que sustituyendo los
mismo modo que él llevó a todos suya— se hace voz de cada hombre. salmos por avemarias) a la oración
congregados en sí mismo". Todo esto es la consecuencia na- VIL Conclusión:
de la mañana (prima), de mediodía
tural del hecho de que cada cristiano ¿Hacia un nuevo concepto (sexta) y de la tarde (completas) que,
La oración del cristiano es, pues, de liturgia?
de todos al tiempo que es suya, y no participa con todos en el único y co- al toque de la campana, se hace en
por presupuestos sociológicos, sino mún sacerdocio de Cristo, que es ne- los monasterios.
cesariamente universal no sólo en la En este sentido no se puede acep-
por razones de antropología teológi- tar la idea todavía subyacente al De este modo las devociones, de
ca. El cristiano participa en la reali- extensión (en todos), sino también
modo común de pensar cuando, al hecho y en la intención, se han en-
dad de Cristo y, por tanto, también en la acción (que es de todos). contrado formando pareja con un
hablar de liturgia, se la entiende siem-
en su acción: como Cristo "en su hu- pre como una forma de culto oficial cuerpo litúrgico ya formado, pero
manidad llevaba a todos los hom- 2. ORACIÓN LITÚRGICA. En el de una iglesia igualmente oficial, un no tan cerrado en sí mismo que no
bres" para comunicarles a todos la cristiano, la que se llama oración li- culto oficial que se distingue por un experimentara, desde la edad media
salvación, así el cristiano lleva a to- túrgica de hecho no añade nada, en ordenamiento particular del mismo hasta hoy, el influjo de aquéllas. Ve-
dos en la propia oración, para co- cuanto al valor de universalidad, a que atribuye su ejercicio a los minis- mos así surgir fiestas que hacían que
operar en la salvación de todos. la común oración cristiana arriba tros sagrados. Históricamente es éste se convirtieran en liturgia las devo-
La formulación plural que el Se- descrita. Su particularidad es la de el sentido originario del término li- ciones, simplemente dando a éstas la
ñor da a la oración que enseña a los ser el sacramento de ésta. Definida turgia que aparece en el texto griego forma de aquélla; aceptando que pa-
apóstoles no se debe a razones de como oración de la iglesia, explícita del AT según los LXX [/ supra, I] l 2 ; sara a ser patrimonio de la iglesia lo
estilo, sino que es revelación de la a través del signo sagrado de la co- y en este sentido ha reaparecido en que seguía siendo propiedad del pue-
mentalidad del Señor. Todavía san- munidad reunida la realidad de la el cristianismo, falseando así la pri- blo, como si iglesia y pueblo, por
to Tomás (S. Th. II-II, 83-7 ad 1) se oración cristiana, que consiste en ser mitiva concepción cultual de este úl- efecto de una extraña eclesiología
remite a la motivación encarnacio- siempre oración de todo el cuerpo timo, ya que de este modo se pro- divisionista, fueran cosas diversas.
nista de Cipriano, cuyas palabras de Cristo. Esta explicitación eclesial longaba un dualismo cultual que el Piénsese, por nombrar sólo algunas
cita, al explicar el plural del padre- se da sobre todo por el hecho de NT no conoce ni admite. entre las mayores, en las fiestas del
nuestro; y continúa diciendo (ib, 16 que en la oración de todos el cuerpo Corpus Christi, de la Virgen del Ro-
ad 3) que la "oración del Señor se Hecha así forma clerical del culto sario, del Sagrado Corazón, de la
se hace evidente, por la presencia vi- cristiano, la liturgia se ha encontra-
pronuncia en la persona común de sible o presunta del sacerdote cabeza Preciosísima Sangre de Cristo, etc.,
toda la iglesia", por lo que —¡y esta- do encerrada en una lengua cada vez y en las innumerables y a veces ex-
de la comunidad y la presencia de más ignorada por el pueblo, vincu-
mos ante la naturaleza sacramental Cristo cabeza de todo el cuerpo de céntricas (fiesta de María, Madre del
de la oración cristiana!— es siem- lada a formas rituales cada vez más Corazón eucarístico de Jesús, Madre
la iglesia. Con otras palabras: la su- ajenas al pensamiento y a la cultura,
pre verdad para la iglesia lo que en perioridad de la oración litúrgica so- del sacramento de la eucaristía, Ma-
ella ora el orante, aun en el caso de de los que sin embargo en tantos dre del Divino Amor) dedicadas a la
bre la oración cristiana común pro- aspectos formaba parte y vivía la
que él no lo entendiera personalmen- cede de que, al ser la proyección y la Virgen.
te así. iglesia.
hermeneusis sacramental de la igle- Como consecuencia de esto y con La iglesia se encuentra todavía
Por tanto, SC 12 habla con razón sia —comunidad sacerdotal de Cris- la añadidura de una fuerte falta de hoy en su propio seno ante este dua-
Liturgia
1162 1163 Liturgia
lismo cultual, cuya verdadera matriz de la liturgia, el antiguo dualismo
es sobre todo histórica, y como tal 8), Munich 1963, 157ss — " Cf S. Marsili, una Iglesia renovada, PPC, Madrid 1971; Bou-
cultual. Anamnesis I, Marietti, Turín 1974, 120s; K. yer L., Piedad litúrgica, Ed. Benedictinas, Cuer-
hay que juzgarla y valorarla. Pero a Esto de suyo quiere decir que en Rahner, en Rahner-Ratzinger, Episkopat und navaca 1957; Casel O., El misterio del culto
la formación de tal dualismo ha con- la iglesia todo lo que es culto cristia- Primal, Friburgo de B. 1961, 27; Chiesa e sa- cristiano, Dinor, San Sebastián 1953; Della To-
tribuido seguramente cierta concep- no es liturgia, y por tanto el vínculo cramenti, Brescia 1966, 82ss — n Cf S. Marsili, rre L., Curso de liturgia, Studium, Madrid
ción jurídica de la liturgia, por la que todavía se establece entre litur- o.c. 33-45. 1966; De Pedro A., Misterio y fiesta. Introduc-
que ésta era reconocida como tal gia y forma determinada de culto no ción general a la liturgia, EDICEP, Valencia
sólo si correspondía a requisitos pre- puede aducirse ya como elemento S. Marsili 1975; Eisenhofer L., Compendio de liturgia ca-
tólica, Herder, Barcelona 19635; Garrido M.,
cisos: 1.° tener una determinada for- constitutivo —aunque sólo sea en el La liturgia en la vida cristiana, Abadía de Santa
ma, fundamentalmente tradicional, plano práctico— de la liturgia. Pero BIBLIOGRAFÍA: Cruz del Valle de los Caídos s/f; Garrido M.-
pero de hecho cerrada en una fijeza si se quiere establecer una distinción Pascual A., Curso de liturgia romana, BAC 202,
esclerotizante, merced a la cual todo entre el culto cristiano común y la 1. Naturaleza de la liturgia Madrid 1961; Gelineau J., Liturgia para maña-
na. Sal Terrae, Santander 1977; Guardini R., El
debía corresponder a cánones pre- liturgia, entonces esta distinción sólo Arns E.P., La liturgia centro de la teología y espíritu de la liturgia, Araluce, Barcelona 19623;
determinados, tanto en la formula- puede fundarse en el hecho de que la de la pastoral, en G. Barauna, La sagrada litur- Hamman A., Liturgia y apostolado, Herder,
gia renovada por el concilio, Studium, Madrid
ción de una oración como en la com- liturgia es el momento en el que el 1965, 353-375; Castellano J„ Liturgia, en DE 2,
Barcelona 1967; Yáñez J.G., Quédale con nos-
posición y en la ejecución de los ri- culto cristiano común, cobrando va- otros. Camino sacramental de la comunidad
Herder, Barcelona 1983, 489-507; Congar Y.M.- cristiana, PPC, Madrid 1979; Jean-Nesmy Cl.,
tos; 2.° liturgia era sólo la que nos lor "sacramental", se presenta como J., La "ecclesia"o la comunidad cristiana, sujeto Práctica de la liturgia, Herder, Barcelona 1968;
venía, en la forma mencionada, de culto de la iglesia en cuanto tal, es integral de la acción litúrgica, en VV.AA., La Jungmann J.A., El culto divino de la Iglesia,
la antigüedad; y este principio supo- decir, culto del cuerpo de Cristo, liturgia después del Vaticano II, Taurus, Ma- Dinor, San Sebastián 1959; Las leyes de la li-
drid 1969, 279-338; De Castro J., El sacerdocio turgia, Dinor, San Sebastián 1960; Herencia li-
nía —hasta el Vat. II— que se reali- mientras que el común es culto en el regio de los fieles, en G. Barauna, La sagrada túrgica y actualidad pastoral, Dinor, San Se-
zase sólo en la antigua lengua latina. cuerpo de Cristo. liturgia renovada por el concilio, Studium, Ma- bastián 1961; Leclercq J., La liturgia y las para-
drid 1965, 289-311; Fernández P., ¿Qué es la dojas cristianas. Mensajero, Bilbao 1966;
Estos dos elementos, ya vistos Tercero: si Informa determinada liturgia en nuestra cultura secular?, en "La Cien- Llopis J., Itinerari litúrgic, Estela, Barcelona
como constitutivos de la liturgia y no es ya elemento constitutivo de la cia Tomista" 98 (1971) 377-414; La liturgia, 1968; Martimort A.G., IÁI Iglesia en oración.
que ponían a la liturgia misma en un imagen de este siglo que pasa, en "Studium" 14 Herder, Barcelona 19672; Mateos J-, Cristianos
liturgia, se debe estimar —no obs- (1974) 97-117; Hess J„ Servicio (latreúo-
plano netamente jurídico en cuanto tante la afirmación contraria de SC enfiesta. Cristiandad, Madrid I9752; Mercier
leitourgéo), en DTNT 4, Sigúeme, Salamanca G., La liturgia culto de la Iglesia, Paulinas,
a comprensión y praxis celebrativa, 13— que cualquier otra forma de cul- 1980, 216-219; Jungmann J.A., Liturgia: natu- Madrid 1965; Pascual de Aguilar J.A., Liturgia
eran cabalmente los que en el AT to, como por ejemplo los "ejercicios raleza e historia de la liturgia, en SM 4, Herder, y vida cristiana, Studium, Madrid 1962; Precht
habían dado origen al culto levítico- piadosos" de que habla precisamente Barcelona 1973, 324-353; Maldonado L., Litur- B. Cr., Acción de Dios, fiesta del pueblo. Fiesta
sacerdotal, a diferencia del culto del gia, en CFP, Cristiandad, Madrid 1983, 580- de Dios, acción del pueblo. Apuntes para una
la SCen el lugar citado, pueden con- 594; Marsili S., Liturgia, en DETM, Paulinas,
pueblo. siderarse como liturgia cuando los teología de la celebración. Paulinas, Santiago
Madrid 19752, 591-599; Martimort A.G., La de Chile 1981; Vagaggini C , El sentido teológi-
La reforma litúrgica promovida realiza la comunidad eclesial con la Iglesia en oración, Herder, Barcelona 19672, 29- co de la liturgia. BAC 181, Madrid 1959;
presencia efectiva o presunta del mi- 36; Mosso D., Liturgia, en DTI 1, Sigúeme, Vandenbroucke F., Iniciación litúrgica. Alde-
por el Vat. II ha pretendido superar Salamanca 1982, 62-83; Rodríguez F., El térmi-
esta posición: nistro sagrado, cabeza de la comuni- no "liturgia": su etimología y su uso, en "La
coa Burgos 1965; VV.AA., La celebración en la
dad, porque también ellos son, en Iglesia 1, Liturgia y sacramentologia funda-
Primero: reconociendo a la litur- este caso particular, sacramento de Ciencia Tomista" 97 (1970) 147-163; Sastre mental. Sigúeme, Salamanca 1985; Verheul A.,
A.R., Anotaciones para una comprensión del Introducción a la liturgia, Herder, Barcelona
gia el carácter de celebración, que la iglesia. hecho litúrgico, en "Phase" 90 (1975) 469-480; 1967; Von Allmen J.-J., El culto cristiano. Su
pertenece indistintamente "a todo el Stenzel A., El servicio divino de la comunidad esencia y su celebración, Sigúeme, Salamanca
cuerpo de la iglesia'" (SC 26), si bien reunidaen Cristo. Culto y liturgia, en MS IV/2, 1968.
la constitución jerárquica de la igle- Cristiandad, Madrid 1975, 26-52; Vagaggini C.„
NOTAS: ' L. Beauduin, La piété de ¡'église, El sentido teológico de la liturgia, BAC 181,
sia misma atribuye cometidos litúr- Lovaina 1914, rist. en Melanges liturgiques, Lo- Madrid 1959; Van del Valle A., Encuentro con
gicos distintos a los diversos compo- 2 vaina 1954; Essai de manuel de liturgie. ib — Cristo y comunidad litúrgica, en "Concilium"
N. Turchi, Fontes historiae religionis myste-
nentes del cuerpo eclesial (ib). riorum aevi hellenistici, Roma 1930 — 3 O. Ca-
12 (1966) 182-196; Vilanova E., La liturgia des-
de la ortodoxia y la ortopraxis, en "Phase" 133
Segundo: dando a esta superación sel, Umistero del culto cristiano, Turín 1966, 73 (1983) 9-27; VV.AA., El futuro de la liturgia, en
LITURGIA, HISTORIA DE LA
de la concepción veterotestamenta- (trad. cast.: El misterio del culto cristiano. Di-
nor, San Sebastián, 1953) - - " Cf O. Casel,
"Concilium" 42 (1969) 173-352.
ria, que había reaparecido en la Mysteriengegenwart. en JLW % (1928) 145 —
/ Historia de la liturgia
iglesia, su raíz y razón en el hecho 5 Cf H.A. Schmidt, Introduclio in liturgiam oc-
cristiano mismo; es decir, al ser el cidentalem, Herder, Roma 1960, 170s —* Ene. 2. Introducciones a la liturgia. Manuales de
cuerpo de la iglesia partícipe y de- Mediator Dei. en A AS 39 (1947) 522 — ; Ib. liturgia
LITURGIA/LITURGIAS
529 — 8 Ib. 528s — ' Ib. 527s — i0 El hebreo Aubry A., ¿Ha pasado el tiempo de la litur-
positario del único sacerdocio de pesah (griego pascha) significa simplemente li-
Cristo, no puede subsistir en él, en beración y protección: cf N. Füglister, Die Heils- gia?, Atenas, Madrid 1971; Azcárate A., La flor / Ambrosiana, Liturgia; / Hispana,
de la liturgia renovada. Manual de cultura y
el plano teológico de comprensión bedeutung des Pascha (Studien zum A. und NT, espiritualidad litúrgicas, Ed. Claretiana, Buenos Liturgia; / Liturgias locales anti-
Aires 1976; Bernal J.M., Una liturgia viva para guas; / Orientales

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