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Arte 164 165 Asamblea

do auténticamente religioso, ya sea Cristo, debe colocarse allí donde el tratan más específicamente la ins- BIBLIOGRAFÍA: Barbaglio G., Imagen, en
por la depravación de las formas, sacerdote que preside la celebración trucción Eucharisticum mysterium, DTI 3, Sigúeme, Salamanca 1982, 131-145;
pueda verdaderamente sentirse de la Congregación de ritos (AAS Barbosa M., El arle sacro, en G. Barauna, La
ya sea por la insuficiencia, la me- sagrada liturgia renovada por el concilio,
diocridad o la falsedad del arte". como tal, si bien no deberá situarse 59 [1967] 539-573), y la Ordenación Studium, Madrid 1965, 741-762; Bellavista J.,
No obstante, también este mal ha delante del altar o del tabernáculo. general del Misal Romano, del 3 de Cuestiones básicas para un directorio de arte
puesto en evidencia lo inadecuado La pila bautismal es otro lugar que abril de 1969, sobre todo en los sacro, en "Phase" 143 (1984) 403^116; Guardi-
de la vieja construcción, que sólo exigía estar más a la luz, de la que ce. 5 y 6. Los aludidos principios ni R., Sobre la esencia de la obra de arle,
Guadarrama, Madrid 1960; El espíritu de la
había conservado del altar una es símbolo especial. El bautismo, en generales de la SC se recogen liturgia, Araluce, Barcelona 19623, 159-180;
parte de la mesa, convertida hoy en el nuevo ritual, exige que la pila se también en los capítulos introduc- Herwegen I., Iglesia, arte, misterio, Guadarra-
una simple consola inserta en el encuentre en clara relación con el torios a los nuevos libros litúrgicos ma, Madrid 1960; Iguacen D., Orientaciones
gran monumento que cabalmente ambón y el altar. Pero es evidente y se aplican con las rúbricas que pastorales sobre el arte sacro, en "Notitiae"
161 (1979) 738-758; La Iglesia y su patrimonio
representaba el altar, el cual, por su que tal relación no puede resolverse acompañan el texto de cada una de cultural, EDICE, Madrid 1984; Maldonado
parte, venía a servir de sostén con con la mera superposición o yuxta- las celebraciones. L., Meditación teológica sobre el arte en la
sus muchas gradas para floreros o posición material de los símbolos. La normativa referente a la con- liturgia, en "Concilium" 152 (1980) 169-176;
candelabros, para el tabernáculo Corresponde al artista cristiano Mariotti P., Imagen, en NDE, Paulinas,
servación y defensa del patrimonio Madrid 1979, 689-706; Pérez Gutiérrez F., La
o para la custodia, destinada a buscar soluciones oportunas y elo- artístico-sagrado ha sido amplia- indignidad del arle sagrado, Guadarrama,
la exposición del santísimo Sacra- cuentes; al proyectar la pila, sabrá mente recogida en dos documentos: Madrid 1960; Plazaola J., El arte sacro actual,
mento. realizar, con la libertad que le uno es la carta circular, con fecha BAC 250, Madrid 1965; Ricoeur P., La
Ahora bien, puesto que el cristia- conceden las rúbricas, toda la sim- de 11 de abril de 1971, de la Con- metáfora viva, Cristiandad, Madrid 1981; Von
bologia propia del sacramento. Balthasar H.U., Ensayos teológicos 1, Verbum
no educado en la fe después del gregación del clero (AAS 63 [1971] Caro, Cristiandad, Madrid 1964, 127-166;
concilio no ve ya en tal monumento Tal ejemplificación es proporcio- 315-317); otro es el promulgado por VV.AA., Arte sacro y concilio Vaticano II,
el altar, se aducen menos aquellos nalmente aplicable a toda otra in- la conferencia episcopal española Junta Nacional de Arte Sacro, León 1965;
el 29 de noviembre de 1980 (cf Do- VV.AA., Liturgia y arte, en "Phase" 119
motivos que en un principio recla- tervención en materia de reestruc- (1980) 359-392; VV.AA., Arle y celebración,
maban su destrucción porque se turaciones o de nuevas realizacio- cumentos de la Conferencia episco- PPC, Madrid 1980; VV.AA., Simbolismo y
consideraba justamente inaceptable nes; corresponde al sacerdote el pal española 1965-1983, BAC 459, arte en la liturgia, en "Concilium" 152 (1980)
la copresencia de dos verdaderos y deber, por su autoridad litúrgica y Madrid 1984, 608-609). 165-288; VV.AA., Liturgia y belleza, en
su responsabilidad, de colaborar "Phase" 143 (1984) 385^150; en España se
propios altares en el templo litúrgi- En virtud de su derecho, recono- publica la revista especializada en arte sacro,
co. Este elemento, despojado del con el artista, pero no el privilegio cido por el Vat. II, cada conferen- ARA. Arte Religioso Actual, Movimiento
mantel, y en el supuesto de que sea de sustituirle en su mismo plano cia episcopal posee la facultad de Arte Sacro, Madrid 1964ss.
de valor artístico, como integrante técnico y estético. fijar directrices particulares en or-
de la armonía conjunta del templo, den a la aplicación de los princi-
puede mantenerse y oportunamente VI. Normativa vigente pios generales a las exigencias lo-
convertirse en credencia (precioso cales. La promulgación de estas
recuerdo de aquellas credencias de La normativa general que regu- normas particulares se realiza ofi-
madera durante algún tiempo situa- la la relación entre arte y liturgia cialmente en las revistas diocesanas.
das a los lados del presbiterio y que se encuentra fundamentalmente en Tales directrices son particularmen-
ahora han desaparecido casi entera- la colección de decretos conciliares, te útiles al artista que desee actuar ASAMBLEA
mente). y más directamente en el c. 7 a favor del servicio litúrgico en una
El ambón, con la ayuda de am- (nn. 122-129) de la constitución SC. concreta comunidad local.
La aplicación de estos principios se SUMARIO: I. Introducción; 1. Problemática
plificadores sonoros o acústicos, El intérprete responsable de la actual sobre la asamblea litúrgica; 2. Noción
puede realizarse como lugar de la rige por la instrucción ínter Oecu- normativa litúrgico-artística, en de asamblea litúrgica; 3. Presencia de Cristo
palabra y situarse de suerte que menici, del 26 de septiembre de cada diócesis, lo es la Comisión en la asamblea litúrgica; 4. Relación asamblea-
1964 (AAS 56 [1964] 877-900), que, acciones litúrgicas; 5. Notas históricas - II. La
constituya un polo de convergencia diocesana de arte sacro, a la que asamblea, signo: 1. Dimensión conmemorati-
de la atención de los fieles. Por lo en particular, con el c. 5, ofrece debe someterse toda nueva realiza- va; 2. Dimensión demostrativa; 3. Dimensión
demás, el desnudo atril que con orientaciones más concretas para la ción en orden a su aprobación; a escatológica; 4. Dimensión compromisoria.
construcción de las iglesias y de los III. Los distintos agentes en la asamblea: 1.
frecuencia lo ha sustituido es una nivel nacional lo es la pontificia Los fíeles; 2. Los ministros: a) Advertencia
forma artísticamente también in- altares, a fin de que se fomente más Comisión para el arte sacro, con sobre los ministerios litúrgicos, b) Los minis-
adecuada a la majestad de su im- la activa participación de los fieles. sede en Roma. tros ordenados, c) Los ministros instituidos, d)
Sobre el tema de la eucaristía, y por Los ministros de hecho - IV. Perspectivas
portantísima función. [/ Organismos litúrgicos]. pastorales: 1. Previa visión interdisciptinar; 2.
E, igualmente, la sede, símbolo tanto del lugar y de los materiales Principios generales; 3. Aplicaciones prácti-
de la presencia y presidencia de necesarios para su celebración, V. Gatti cas - V. Conclusión.
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Asamblea

I. Introducción realidades de orden religioso y so- caracteriza, sobre la relación asam- tió: Donde están dos o tres congre-
cial del mundo de hoy, caracteri- blea-acciones litúrgicas, sobre la gados en mi nombre, allí estoy yo
1. PROBLEMÁTICA ACTUAL SO- zado por ese fenómeno que se ha historia de la asamblea. en medio de ellos (Mt 18, 20)"5. Es
BRE LA ASAMBLEA LITÚRGICA. "Per- definido como aceleración de la importante la referencia al texto de
severaban en la enseñanza de los historia. ¿Cuáles son en concreto 2. NOCIÓN DE ASAMBLEA LITÚR- , Mateo, fundamental para el tema
apóstoles, en la comunión, en la las orientaciones de tal estudio? Se GICA. Con el término asamblea, de la asamblea. Los exegetas insis-
fracción del pan y en las oraciones" tiene la justa preocupación de con- considerado en su acepción genéri- ten en el significado comunitario-
(He 2,42). Son palabras de san tar con la nueva mentalidad que ca y profana fundamental, se suele eclesial del texto, encuadrándolo en
Lucas al comenzar su elogiosa ha surgido en la iglesia y en toda la significar un grupo cualquiera de el contexto de la caridad y del amor
descripción de la primitiva comuni- sociedad civil. Se presta atención a personas reunidas con un fin deter- fraterno propio de todo Mt 18 y en
dad de fieles, sorprendida todavía las nuevas dimensiones de la rela- minado. Considerado ya en el cam- el contexto de la oración común
por los acontecimientos del primer ción / fe-religión y, por consiguien- po eclesiástico, el término ha recibi- (cf Mt 18,19).
Pentecostés cristiano. El texto luca- te, a las nuevas tendencias de la do ante todo la significación estric- El tema de la presencia de Cristo
no nos interesa porque encontra- piedad cristiana y de la misma vida tamente religiosa de grupo de fieles [/Jesucristo, II, 2] en la asamblea
mos en él uno de los primeros cristiana. Se contemplan la nueva congregados en nombre de Cristo litúrgica ha sido igualmente objeto
testimonios sobre la asamblea litúr- fisonomía que presenta la / liturgia y, consiguientemente, por intereses de una clara explicitación en el n. 9
gica cristiana. Lo cita la constitu- después de la / reforma del Vat. II que directa o indirectamente entran de la instrucción Eucharisticum
ción conciliar SC precisamente en y los reflejos que en ella pueda en la dinámica de la vida cristiana. mysterium1', donde se afirma que
relación con el día de pentecostés y tener una justa valoración de las De aquí la significación más especí- Cristo está "siempre presente en la
con el siguiente comentario: "Desde cuestiones relativas al / ecume- fica dada a la expresión asamblea asamblea de los fieles congregados
entonces, la iglesia nunca ha dejado nismo, a la / secularización, a la litúrgica: una comunidad de fieles, en su nombre" (cf Mt 18,20). Tal
de reunirse para celebrar el misterio política. En particular, se conside- jerárquicamente constituida, legíti- doctrina se aplica asimismo a asam-
pascual: leyendo cuanto a él se ran atentamente los elementos mamente congregada en un deter- bleas específicas: la que se congrega
refiere en toda la Escritura (Le constitutivos de la asamblea y las minado lugar para una acción litúr- para la eucaristía 7 y la que se reúne
24,27); celebrando la eucaristía, en relaciones interpersonales que la gica y altamente cualificada por para la liturgia de las horas 8 .
la cual se hacen de nuevo presentes definen en lo interior, confrontán- una presencia salvífica particular
la victoria y el triunfo de su muerte, dola al mismo tiempo con la iglesia de Cristo 2 .
4. RELACIÓN ASAMBLEA-ACCIO-
y dando gracias al mismo tiempo a y con la comunidad de la que es El estudio profundo de la asam- NES LITÚRGICAS. Se trata de una
Dios por el don inefable (2 Cor expresión, con los diversos / grupos blea litúrgica, de sus elementos relación muy estrecha que encuen-
9,15) en Cristo Jesús, para alabar que en ella se dan cita y con los constitutivos, de sus características, tra su fundamento y su justificación
su gloria (Ef 1,12), por la fuerza del más amplios sectores humanos en de sus leyes y de sus fines más en el carácter comunitario de las
Espíritu Santo" (SC 6). Nos mues- los que está llamada a ejercer su fundamentales permite considerarla mismas acciones litúrgicas. Baste
tran estas palabras la importancia influjo. como auténtico sacramento de sal- recordar algunos principios genera-
de la asamblea litúrgica, así como vación en estrecha relación con la les de teología de la /celebración
también su fin y algunas de sus Problemática verdaderamente liturgia misma, con la iglesia y con litúrgica, contenidos en la SC. La
particularidades. amplia, a la que la iglesia debe Cristo \
saber oportunamente responder liturgia, ejercicio del sacerdocio de
La asamblea litúrgica es hoy ob- bajo la guía del Espíritu Santo. De Cristo en la iglesia (cf SC 7), halla
3. PRESENCIA DE CRISTO EN LA su expresión y concreción en las
jeto de una variada e interesante esta respuesta dependerá el futuro
problemática', suscitada por el de- de la liturgia, de la cual es impor- ASAMBLEA LITÚRGICA. Un elemento acciones litúrgicas. Estas, precisa-
seo de redescubrir la importancia tante elemento constitutivo la mis- característico de la asamblea litúr- mente en cuanto litúrgicas, "no son
y la actualidad de la misma, pero ma asamblea. Las notas que siguen gica que merece subrayarse. Lo acciones privadas, sino celebracio-
no siempre inspirada en sólidos no pretenden sino fomentar el co- puso oportunamente de relieve el nes de la iglesia, que es sacramento
principios teológico-litúrgico-pas- nocimiento de la identidad de la Vat. II, siguiendo las enseñanzas de de unidad, es decir, pueblo santo
torales. asamblea litúrgica y ayudar a resol- Pío XII'. El concilio, después de congregado y ordenado bajo la
haber afirmado, en general, que dirección de los obispos..." (SC 26).
Tratando de sintetizar las princi- ver los problemas que la afectan, "Cristo está presente a su iglesia, De donde se sigue que las acciones
pales tensiones en torno a dicha con miras a una eficaz acción pas- sobre todo en su acción litúrgica" litúrgicas "pertenecen a todo el
problemática, podemos decir que toral dentro de este campo. (SC 7), especificando más dice, cuerpo de la iglesia, lo manifiestan
apuntan hacia la búsqueda de la Nos adentramos en el tema ha- entre otras cosas, que Cristo está y lo implican; pero cada uno de los
"identidad" de la asamblea litúrgica ciendo algunas indicaciones sobre presente "cuando la iglesia suplica y miembros de este cuerpo recibe un
y el examen de las múltiples rela- la noción de asamblea litúrgica, canta salmos al mismo que prome- influjo diverso según la diversidad
ciones que ésta tiene con otras sobre la presencia de Cristo que la
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de órdenes, funciones y participa- en ella. De ahí el carácter obligato- alusiones a la misma que se en- historia de la salvación. Por su
ción actual" (ib). Y una nueva rio impuesto por los pastores de cuentran en los nuevos /libros li- fundamental referencia a las asam-
consecuencia: "Siempre que los almas a la asamblea de los días túrgicos. bleas del AT, la asamblea litúrgica
ritos, cada cual según su naturaleza festivos. Esa intervención no siem- cristiana constituye la conmemora-
propia, admitan una celebración pre fue vista como una llamada ción de las mismas y, al mismo
comunitaria, con asistencia y parti- oportuna y paterna respecto a la II. La asamblea, signo tiempo, una cierta representación
cipación activa de los fieles, incul- importancia de la asamblea y a una en el nuevo y rico contexto del
qúese que hay que preferirla, en participación verdaderamente cons- La teología litúrgica de la asam- ejercicio del sacerdocio de Cristo en
cuanto sea posible, a una celebra- ciente y activa en la misma. La blea, sobre la que hemos sentado ya la iglesia.
ción individual y casi privada" obligatoriedad de la asamblea fue algunos principios, recibe una noto- Entre las asambleas del AT que
(SC 27). para muchos el único móvil de su ria profundización desde el análisis se conmemoran y representan ocu-
De tales principios se desprende participación, con lo que se llegó de la naturaleza misma de la asam- pa un puesto especial la primera
que la presencia de la asamblea, frecuentemente a despreocuparse de blea como / signo. Dedicamos a gran asamblea celebrada por los
aun sin ser esencial para la validez ella. este aspecto un estudio especial. hebreos a los pies del Sinaí inme-
de las acciones litúrgicas, constituye La historia de la asamblea se ha La asamblea litúrgica cristiana diatamente después de la liberación
generalmente el clima ideal de su estudiado también a la luz de las participa de la naturaleza del signo, de Egipto y con ocasión de su
celebración. Esta, en realidad, "exi- diversas y sucesivas situaciones propia de la misma liturgia cristia- constitución como pueblo de Dios.
ge la congregación de los fieles, la circunstanciales en que llegaron a na. En efecto, ésta es un conjunto La tradición bíblica llama a este
supone siempre y debe, por tanto, encontrarse las comunidades cris- de signos (o sacramentos, según la acontecimiento asamblea de Yavé;
provocarla suscitando el necesario tianas en sus distintas áreas geográ- primitiva y amplia significación, y al día en que tuvo lugar, el día de
esfuerzo pastoral..."' De esta mane- ficas o en sus diferentes épocas. bíblica y litúrgica, de tal término), la asamblea.
ra, mientras las acciones litúrgicas Piénsese, entre otras cosas, en el mediante los cuales se significan La asamblea de Yavé se caracte-
están radicalmente orientadas hacia variado semblante que adoptaron y se realizan la santificación del rizó por un ritmo especial, determi-
la asamblea de los fieles, ésta a su las comunidades cristianas, y hasta hombre y el culto divino (cf SC 7). nado en particular por cuatro ele-
vez recibe su más rica especifica- las mismas asambleas, en el mundo Uno de tales signos, entre los más mentos que en ella se sucedieron,
ción cuando tiene lugar en las pagano; en el régimen sucesivo de patentes y más reveladores, es fundiéndose en admirable unidad:
acciones litúrgicas, es decir, cuando la sociedad cristianizada, y en la precisamente la asamblea. En ella la convocación que el mismo Dios
es litúrgica. fase actual de / secularización-secu- están presentes las cuatro dimensio- hizo de su pueblo; la presencia de
larismo12. Piénsese igualmente en nes propias de todo signo litúrgico: Dios en medio de él, sobre todo
5. NOTAS HISTÓRICAS IO. El tema los diversos condicionamientos conmemorativa, demostrativa, es- mediante la palabra que le dirige a
de la asamblea ha sido muy valora- impuestos a la asamblea desde el catológica y compromisoria ". Tales través de Moisés; la adhesión del
do en la iglesia desde los tiempos seno mismo de la sociedad eclesial, dimensiones han de interpretarse pueblo a las proposiciones de Dios;
primitivos. Lo atestiguan la litera- sobre todo en relación con los sin dejar de prestar atención al el sacrificio conclusivo con que se
tura neotestamentaria y la sucesiva diferentes períodos por los que cuadro unitario de la economía de selló la alianza establecida entre
literatura patrística". La asamblea atravesó la liturgia en su continua, la salvación, tal y como Dios la ha Dios y el pueblo (cf Ex 19-24). Tal
fue desde el principio signo de aunque no siempre orgánica ni querido desde la eternidad y reali- asamblea fue la primera de toda
pertenencia a la iglesia, y como tal ordenada, evolución. zada por etapas que se suceden una larga serie de asambleas que
la vivieron intensamente los cristia- Es mérito de la renovación litúr- ordenada y orgánicamente. fueron sustancialmente repitiéndose
nos, llegando a constituir una nota gica de finales del s. Xix y de las con el mismo ritmo de la primera.
distintiva de la iglesia misma. La primeras décadas del s. xx el haber 1. D I M E N S I Ó N CONMEMORATI- Muchas de ellas adquirieron un
participación en la asamblea se puesto de relieve de diversas mane- VA. La asamblea litúrgica cristiana valor emblemático especial. Baste
consideraba algo constitutivo de la ras la importancia de la asamblea. conmemora las asambleas del pue- recordar la celebrada en Siquén
vida del cristiano y se realizaba Y merece consignarse la perspectiva blo de Dios en el AT. En efecto, al bajo la presidencia de Josué des-
como algo connatural y espontá- teológico-histórica que se ha dado escandir el tiempo de la fase eclesial pués de la entrada en la tierra
neo en orden a la profesión de los al estudio del tema. Todo ello lo ha de la /historia de la salvación, se prometida (cf Jos 24), la que tuvo
ideales cristianos. recogido el Vat. II. Entre los pun- sitúa en la línea de las asambleas lugar con ocasión de la dedicación
Al ir sucesivamente mermando el tos más logrados de la reforma del AT, que hicieron lo propio con del templo realizada por Salomón
entusiasmo primitivo por las mani- litúrgica promovida por el concilio el tiempo de la fase preparatoria de (cf 1 Re 8) y la que se celebró
festaciones eclesiales, fue también ocupa un lugar eminente el de la la misma historia de la salvación. al retorno del exilio de Babilonia
apagándose el interés por la asam- revalorización de la asamblea litúr- Se subraya aquí la relación íntima (cf Neh 8-9).
blea litúrgica y por la participación gica. Lo confirman las continuas entre estas dos primeras fases de la Las asambleas del AT fueron el
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tipo o figura de la asamblea cristia- realidad presente: la iglesia, nuevo asamblea litúrgica en general, aun a ca donde adquiere su relieve tal
na. Adviértase que "la primera gran pueblo de Dios, cuerpo místico de la más insignificante, no deja de dimensión escatológica de la litur-
asamblea cristiana queda inaugu- Cristo [/ Iglesia]1S. estar en estrecha relación con la gia terrena. La asamblea litúrgi-
rada con ocasión del pentecostés específica cualificación litúrgica ca, así como cada participante, to-
La asamblea litúrgica cristiana man plena conciencia del profundo
cristiano en estrecha relación con no es un simple símbolo de la de la asamblea misma. Esta se
una asamblea que ve congregados califica como litúrgica cuando es vínculo existente entre la liturgia
iglesia; es sobre todo su manifesta- terrena y la liturgia celeste y se
en la ciudad santa de Jerusalén a ción más expresiva y accesible, una sujeto de las acciones litúrgicas, es
hebreos procedentes de todas las decir, de aquellas acciones que, convierten en testigos e intérpretes
verdadera epifanía de la misma de la esperanza escatológica de
partes para su fiesta anual de iglesia. Es, efectivamente, "en la como veíamos antes, pertenecen a
Pentecostés. Las asambleas cristia- toda la iglesia, la manifiestan y la toda la iglesia, que anhela la plena
asamblea litúrgica donde una co- y definitiva realización en la celes-
nas se nos presentan como el des- munidad local, sea pequeña o gran- implican (cf SC 26). Lo que se dice
arrollo, genuino y original al mis- de las acciones litúrgicas se aplica a tial Jerusalén.
de, y por tanto la iglesia entera, se
mo tiempo, de las asambleas de encarna al máximo y experimenta la asamblea litúrgica misma. Y así es como, merced a esta
Israel en el AT"' 4 . Como tales, en profundidad su vitalidad religio- dimensión escatológica de la asam-
dicen relación a las mismas realida- sa. La asamblea litúrgica es, pues, a 3. DIMENSIÓN ESCATOLÓGICA. blea litúrgica, manifiesta la iglesia
des fundamentales demostradas y través de la comunidad local, una La asamblea litúrgica se considera peregrina más plenamente la índole
patentizadas por las asambleas del manifestación de toda la iglesia. Así también "una imagen anticipada de escatológica de su vocación (cf LG
AT: el pueblo de la antigua alianza como cada comunidad local no es la iglesia celeste, reconocida en la 48) y verifica ya en este mundo, de
y su misma historia. A través de las una partícula aislada del organismo oscuridad de la fe"". En efecto, manera sublime, su unión con la
asambleas del AT mencionadas, las social de la iglesia, sino que es la además de ser signo demostrativo iglesia celeste (cf LG 50).
asambleas litúrgicas cristianas vie- iglesia misma actualizada y presen- de la iglesia en su situación actual,
nen igualmente a ser conmemo- te en un determinado lugar y grupo la asamblea litúrgica es igualmente 4. DIMENSIÓN COMPROMISORIA.
ración de tales realidades, ahora de fieles, de igual manera cada signo profético de lo que será la Se ha subrayado, finalmente, la
profundamente orientadas a Cristo asamblea litúrgica, aunque bajo iglesia después de los últimos tiem- dimensión comprometida de la
y a su obra de salvación, como formas distintas según sus diversos pos [/ Escatologíá], signo profético asamblea litúrgica. En ella encuen-
también a la iglesia en cuanto niveles, es signo y expresión de de la gran asamblea de los santos, tran su complemento las otras tres
continuadora de esa misma obra toda la iglesia"l6. ya al completo, después del juicio dimensiones. Signo conmemorativo
hasta su definitivo cumplimiento. universal, congregada ante el trono de las asambleas del pueblo de la
Es una dimensión demostrativa de Dios para celebrar la eterna antigua alianza, signo demostrativo
Y existe otro punto de contacto particular la que atribuye a las liturgia del cielo, que constituirá la de la iglesia, signo escatológico de
entre las asambleas litúrgicas cris- asambleas litúrgicas episcopales la plena glorificación de Dios y la la futura iglesia celeste, la asamblea
tianas y las asambleas del AT. Las SC cuando dice que "la principal inefable felicidad del hombre. En- litúrgica es, por consiguiente, signo
primeras llegan a participar del manifestación de la iglesia se realiza cuentra todo ello su confirmación compromisorio de un régimen de
ritmo propio de las segundas. Tam- en la participación plena y activa de en lo que dice el apóstol Juan en su vida que habrá de sintonizar con
bién ellas están convocadas por todo el pueblo santo de Dios en las Apocalipsis sobre el carácter litúr- tales realidades y corresponder al
Dios a través de sus ministros, se mismas celebraciones litúrgicas, gico de la asamblea de la iglesia fin último al que se ordenan las
caracterizan por la presencia de particularmente en la misma euca- celeste, en consonancia admirable acciones litúrgicas: la santificación
Dios y por la adhesión de los fieles ristía, en una misma oración, junto con la asamblea de la iglesia pere- del hombre y la glorificación de
a Dios y se coronan con una ratifi- al único altar, donde preside el grinante 20. Dios. Se trata de un compromiso
cación de la alianza. obispo rodeado de su presbiterio y peculiar de la asamblea litúrgica
ministros" (SC 41) ". Y desde ahí se La liturgia celeste está realmente
prefigurada por la liturgia terrena. como tal; de un compromiso verda-
2. DIMENSIÓN DEMOSTRATIVA. habrá de valorar la importancia de deramente comunitario, aun cuan-
La dimensión demostrativa propia las asambleas litúrgicas parroquia- Participando en la liturgia terrena
preguntamos y tomamos parte ya do suponga e implique la plena
de las asambleas del AT, a las que les, por el hecho de ser expresiones toma de conciencia y la convencida
se ha aludido, está particularmente particulares de las parroquias que, en aquella liturgia celestial, nos
sentimos unidos a los ejércitos responsabilidad de cada uno de los
presente en la asamblea litúrgica "distribuidas localmente bajo un participantes. La asamblea expresa
cristiana. Las asambleas del AT pastor que hace las veces del obis- celestiales en el cántico del himno
de gloria a Dios, veneramos la tal compromiso sobre todo en dos
fueron signos demostrativos y reve- po, de alguna manera representan a direcciones.
ladores del pueblo de la antigua la iglesia visible establecida por memoria de los santos y esperamos
alianza. De igual manera, la asam- todo el orbe" (SC 42)'». tener parte con ellos y gozar de su Ante todo ha de sentirse compro-
blea litúrgica cristiana es una es- compañía (cf SC 8). Ahora bien, es metida a aplicar las condiciones
El especial valor demostrativo en propiamente en la asamblea litúrgi- que le permitan adoptar, durante la
pecial demostración de una gran orden a la iglesia atribuido a la
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acción litúrgica, su propia fisono- vivido durante las acciones litúrgi- irradiándolo en sus actividades de ministros ordenados, ministros ins-
mía. Las interpelan a ello los ritos cas, así como a transfundir en ella cada día, a fin de que queden tituidos y ministros de hecho2». Los
introductorios de cada una de las las dimensiones santificantes y orientadas a su verdadero fin úl- demás figuran bajo la simple deno-
acciones litúrgicas. Y vale para cultuales propias de la liturgia. timo. minación de fieles. Pasemos bre-
cada una de ellas cuanto se ha Generalmente, será cada uno de los vemente a describir los distintos
dicho, con particular insistencia, fieles quien haya de responder en agentes de la asamblea, hablando
sobre los ritos introductorios de la concreto a tal compromiso; pero III. Los distintos agentes antes de los fieles y después de los
asamblea eucarística. Su finalidad éste deberá encontrar en la asam- en la asamblea ministros. Nos limitaremos a lo
es que los fieles, al agruparse, for- blea su centro propulsor. Asumido más esencial.
men comunidad y se preparen a originariamente en la recepción de No deja de ser útil aquí invocar,
la celebración21. Es necesario desde los sacramentos de la /iniciación ante todo, algunos principios gene- 1. Los FIELES. La función de los
el principio fomentar la unión de cristiana y ratificado en la recep- rales que regulan el desarrollo de la fieles en la asamblea, aunque gené-
cuantos se han congregado, hacer- ción de los demás sacramentos, tal asamblea. En virtud de su bautis- rica, merece su justo relieve y su
les tomar conciencia del misterio de compromiso se hallará siempre mo, todos los cristianos tienen el estima. También ellos, por su sa-
la presencia de Cristo y del misterio bajo el benéfico influjo de las derecho y el deber de participar en cerdocio común, participación del
de la iglesia allí reunida que se periódicas asambleas litúrgicas en las celebraciones litúrgicas y en las único sacerdocio de Cristo, están
realizan en la asamblea e introducir las que los fieles toman parte. Se asambleas a ellas destinadas (cf SC capacitados para ejercer el culto,
su espíritu en la contemplación del tratará, para ellos, de corresponder 14), a no ser que estén legítimamen- sobre todo durante las acciones
misterio que va a ser objeto de la cada vez más fielmente a la voca- te excluidos de las mismas. Todos litúrgicas (cf LG 10, 11,34).
celebración22, con lo que se llegará ción cristiana, con la luz y fuerza los participantes en la asamblea
a suscitar en la asamblea el clima que brotan de la asamblea litúrgica. Su participación en la liturgia
litúrgica están, pues, implicados en debe ser ante todo interna, es decir,
ideal para la celebración, caracteri- Se tratará igualmente de vivir de tal la celebración de las acciones li-
zado por un intenso ejercicio de la manera que lleguen a hacerse cada debe manifestarse en la atención de
túrgicas, si bien de manera distin- la mente y en los afectos del cora-
fe, la esperanza y la caridad. Desde vez más dignos de la asamblea, de ta, según la diversidad de órdenes,
su primera constitución ha de sen- la serie de asambleas tanto pasadas zón, para llegar así a una confor-
de funciones y de la participación mación de su espíritu con las pala-
tirse la asamblea comprometida como futuras. Vendría a redundar actual (cf SC 26)". Todo el que
frente a todo ello. El compromiso todo ello en beneficio de la asam- bras que pronuncian o escuchan y a
desempeña una determinada fun- cooperar con la gracia divina. Pero
de la asamblea deberá después ir blea misma. Viviendo bien el com- ción debe limitarse a realizar todo y
incesantemente creciendo durante promiso asumido en la asamblea, tal participación debe ser también
sólo aquello que, por la naturaleza externa, es decir, debe ser una
la celebración misma, animado por los fieles mantendrán siempre vivo del rito y por las normas litúrgicas,
sus distintos elementos y estimula- el deseo de participar ordinaria- muestra de la participación interna
corresponde a la función misma mediante los correspondientes actos
do por sus momentos fuertes. Ese mente en ella. Y quienes se consa- (cf SC 28)24. La ordenación de la
compromiso tendrá ya un primer gran al trabajo apostólico deben exteriores, como son la oración, el
celebración litúrgica debe ser clara canto, los gestos rituales, la postura
anhelado coronamiento durante la orientarlo decididamente hacia la expresión de la estructura orgánica
celebración en la intensa unión con asamblea litúrgica (cf SC 10). del cuerpo (cf SC 11, 30) 2 '. En
y jerárquica del pueblo de Dios25 y orden a la consecución de tales
Dios y con los hermanos que tiene hacer visible a la iglesia tal y como
lugar en la asamblea. Lo cual se El compromiso de la asamblea metas, han de tener los fieles muy
terrena adquiere una segura orien- está constituida en sus distintos en cuenta las siguientes indicacio-
verificará, sobre todo, en la celebra- órdenes y ministeros 2\ La misma
ción eucarística, cuando los que tación cuando se compara con la nes generales contenidas en la
gran realidad de la que es imagen: "disposición general del edificio Ordenación general del Misal Ro-
comulgan con el cuerpo y la sangre sagrado" debe "presentar en cierto
de Cristo se hacen, en el mismo la asamblea del cielo. La asamblea mano (cuyo texto se halla en la
terrena experimenta la necesidad de modo la imagen de la asamblea edición oficial española del Misal
Cristo, un solo cuerpo y un solo reunida"27.
espíritu, por la fuerza del Espíritu realizarse según su modelo lo más Romano = MS) y que, aun refi-
Santo invocado con el Padre en la fielmente posible, con lo que se riéndose directamente a la celebra-
convertirá en punto de referencia La consideración de tales princi-
epíclesis. pios nos lleva a la conclusión de ción eucarística, conciernen a todas
de ese camino que los fieles deben las celebraciones litúrgicas: se mos-
recorrer día tras día con la espe- que todos los participantes en la
Una segunda dirección del asamblea son verdaderos agentes en trarán penetrados de su función
/compromiso de la asamblea es la ranza de poder ser admitidos en "por medio de un profundo sentido
la asamblea del cielo. Les servirá ella, desempeñando cada cual un
de la vida que se desarrolla fuera de determinado papel. Algunos des- religioso y por la caridad hacia los
las acciones litúrgicas. Nos compro- mucho valorizar el clima de espe- hermanos que toman parte en la
ranza escatológica característico de empeñan un ministerio litúrgico;
metemos comunitariamente a con- otros, no. Los primeros se llaman misma celebración"; evitarán "toda
ducirnos según el estilo aprendido y la asamblea, desarrollándolo e apariencia de singularidad o de
ministros, que se distinguen en
Asamblea 174
175 Asamblea
división, teniendo presente que es mento del orden, es decir, los
uno el Padre común que tienen en obispos, los presbíteros, los diáco- (cf LG 20) también en el ejercicio blea, al que van ligados otros es-
el cielo, y que todos, por consi- nos. Les corresponde a ellos el del culto. "Son consagrados por pecíficos ministerios (cf LG 29)".
guiente, son hermanos entre sí"; se desempeño de distintos ministerios Dios, siendo su ministro el obispo,
esforzarán en formar un solo cuer- en el sector específico de la santi- a fin de que, hechos de manera c) Los ministros instituidos.
po, manifestando exteriormente ficación de los hombres y de la especial partícipes del sacerdocio de Son los designados, por institución,
esta unidad; se mostrarán dispues- glorificación de Dios, propio de la Cristo, obren en la celebración del para funciones particulares en la
tos a "servir al pueblo de Dios con liturgia. Adviértase que tales minis- sacrificio como ministros de aquel comunidad eclesial. En la actuali-
gozo cuando se les pida que desem- terios litúrgicos de los ministros que en la liturgia ejerce constante- dad, son ministros instituidos los
peñen en la celebración algún deter- ordenados, de los que nos ocupa- mente, por obra del Espíritu Santo, lectores y los acólitos. Sus funcio-
minado ministerio"30. mos aquí por separado, para com- su oficio sacerdotal en favor nues- nes, dentro de la liturgia, están
Por lo demás, en la celebración prenderlos adecuadamente han de tro" (PO 5). Los presbíteros presi- respectivamente al servicio de la
de la eucaristía han de lograr los contemplarse a la luz de los demás den la asamblea como representan- palabra y del altar".
fieles su máximo grado de partici- ministerios en los otros sectores, tes del obispo y desempeñan los Los lectores desempeñan de ordi-
pación mediante la comunión sa- como los de magisterio y gobierno. demás ministerios a ellos reserva- nario las siguientes funciones litúr-
cramental (cf SC 55)3I. Los obispos, en la liturgia, presi- dos en las distintas funciones litúr- gicas: proclamar las lecturas de la
den en nombre de Dios a la grey de gicas, entre los que sobresalen los sagrada escritura, exceptuada la del
2. Los MINISTROS, a) Adverten- la que son pastores, como sacerdo- de la oración y la predicación. evangelio; recitar el salmo interlec-
cia sobre los ministerios litúrgicos. tes del culto sagrado (cf LG 20). Como los obispos, también ellos cional, a falta del salmista [/ infra,
Antes de hablar de quiénes son Gozando de la plenitud del sacra- ejercen su sagrado ministerio sobre d]; proponer las intenciones de la
agentes en la asamblea litúrgica en mento del orden, son "los principa- todo en la celebración eucarística, oración, y dirigir el canto y la par-
calidad de ministros, recordemos les administradores de los misterios en la que, actuando en nombre de ticipación de los fieles en caso de
las distintas clases de ministerio de Dios, así como también los Cristo, representan y aplican el ausencia del diácono o del cantor".
litúrgico para cuyo desempeño han moderadores, promotores y custo- sacrificio del mismo Cristo, diri- Los acólitos se han creado para
sido designados. Por / ministerio dios de toda la vida litúrgica en la giendo al mismo tiempo las oracio- ayudar al sacerdote y al diácono.
litúrgico se entiende todo servicio, iglesia que les ha sido confiada" nes de los fieles y anunciándoles el Desempeñan ordinariamente las
con cierta consistencia y estabili- (CD 15). Al obispo le "ha sido mensaje de la salvación (cf LG siguientes funciones litúrgicas: lle-
dad, previsto y reconocido como tal confiado el oficio de ofrecer a la 28)". var la cruz en las procesiones;
para el adecuado desarrollo de las Divina Majestad el culto de la presentar el libro al sacerdote o al
Los diáconos, colaboradores diácono; cuidar del altar, de los
acciones litúrgicas. Merecen una religión cristiana y de reglamentar- también ellos del obispo (cf LG 20)
mención particular los ministerios lo", y sobre todo de dirigir toda vasos sagrados y de las ofrendas,
y en plena comunión y dependencia juntamente con el diácono, y del
de la presidencia, de la oración, del legítima celebración de la eucaristía de él y de su presbiterio (cf LG 29;
canto, de la lectura, de la predica- (cf LG 26)". En las distintas cele- incensario. A tenor del derecho,
CD 15), ejercen determinados mi- por lo demás, como ministros ex-
ción y de la acogida' 2 . No se trata braciones litúrgicas corresponden a nisterios en las acciones litúrgicas.
de ministerios abstractos. Como las los obispos, además del ministerio traordinarios de la eucaristía, los
Además de prestar, en general, su acólitos ayudan al sacerdote o al
acciones litúrgicas, a cuya realiza- de la presidencia, otros ministerios servicio al sacerdote, anuncian el
ción cooperan, y la misma liturgia litúrgicos, en orden sobre todo al diácono a distribuir la comunión y
evangelio, en ocasiones predican, exponen públicamente la eucaristía
son ministerios muy concretos, se ejercicio de las funciones principa- proponen a los fieles las intenciones
realizan mediante una multiplicidad les y fundamentales, ligadas a la a la adoración de los fielesJ*.
de la oración, sugieren —si llega
de signos y se configuran variada- función episcopal. Participando el caso— a la asamblea los gestos y
activamente en las celebraciones d) Los ministros de hecho. Son
mente en las acciones litúrgicas las actitudes que hayan de adoptar- los que desempeñan determinadas
según la diversa índole de las mis- litúrgicas y desempeñando sus es- se y, al finalizar las celebraciones,
pecíficos ministerios, los obispos funciones en la comunidad eclesial,
mas. Generalmente se compenetran despiden a la asamblea. En la ce- aun sin poseer ningún título oficial
unos y otros en la misma acción ofrecen una particular muestra de lebración eucarística, más concre-
su cualidad de grandes sacerdotes de ordenación o de institución. En
litúrgica y, exceptuado el ministerio tamente, corresponde a los diáco- el sector litúrgico merecen mencio-
de la presidencia, pueden ser al de la grey que se les ha confiado; su nos cuidarse del altar y de los vasos
presencia, más que índice de solem- narse: los que, en calidad de minis-
mismo tiempo competencia de dis- sagrados, en especial del cáliz, y tros extraordinarios, tienen la fun-
tintos ministros. nidad, es especial manifestación del distribuir la eucaristía a los fieles,
misterio de la iglesia (cf SC 41). ción de distribuir la comunión y
especialmente bajo la especie del exponer públicamente la eucaristía
b) Los ministros ordenados. Los presbíteros son los princi- vino. En algunos casos, además, a la adoración de los fieles"; los
Son los que han recibido el sacra- pales colaboradores de los obispos compete a los diáconos el ministe- salmistas, es decir, los que procla-
rio de la presidencia de la asam- man el salmo o el canto bíblico
Asamblea 176 177 Asamblea

entre las lecturas"; los que, en el datos, por lo demás, deberán ser b) Asamblea y fe. La asamblea misma en figura y signo de la unión
puesto de los lectores o de los objeto de una progresiva profundi- está abierta a todos los fieles. Estos, de todos los hombres en Cristo-
acólitos institucionales, hacen las zación en el marco más amplio de aun en posesión de la fe, necesitan cabeza 50.
lecturas de la sagrada Escritura, la / formación litúrgica permanente crecer en ella. Al menos implícita y e) Asamblea y unidad. Sea nu-
exceptuada la del evangelio, y lle- del clero. Un elemento indispensa- en grado elemental, la fe se supone méricamente pequeña, mediana o
van el misal, la cruz, los ciriales, ble de tal profundización es la siempre en los participantes en la grande, la asamblea debe manifes-
el incensario, etc. (llamados ordina- adaptación de esos mismos datos asamblea. Se les habrá de ayudar a tar la unidad de sus participantes.
riamente estos últimos servidores; teológicos y litúrgicos a los datos explicitarla y profundizarla duran- El objetivo es más fácilmente alcan-
cf SC 29)4I; los comentaristas, que, aportados por las ciencias antro- te las celebraciones litúrgicas. La zable cuando dicha asamblea es
sustituyendo al sacerdote o al diá- pológicas [/Antropología], en es- asamblea misma está llamada a ser expresión de una comunidad a la
cono, o bien para ayudarles, inter- pecial por la / p s i c o l o g í a y la expresión viva de fe. que los participantes en aquélla
47
vienen con breves moniciones y /sociología . Para que tal adapta- están ligados por peculiares lazos
explicaciones para introducir a los ción pueda verdaderamente ser útil c) Asamblea y santidad. La
asamblea es signo de la iglesia, que, de pertenencia. En cambio, podrá
fieles en las celebraciones y en sus y fructuosa, es menester ante todo experimentarse una cierta dificultad
distintas partes (cf SC 29) a ; los que interpretar los datos de las ciencias si bien "indefectiblemente santa"
(LG 39), "encierra en su propio cuando la asamblea litúrgica no es
están al servicio de la acogida, antropológicas en la asamblea se- expresión de una comunidad bien
recibiendo a los fieles en la puerta gún la óptica propia de las mismas seno a pecadores, siendo al mismo
tiempo santa y necesitada de purifi- definida. Podría superarse tal difi-
de la iglesia y acompañándoles a y con el respeto debido a su auto- cultad mediante una oportuna y
sus puestos"; los que recogen las nomía. Pero es no menos absoluta- cación" (LG 8). La asamblea, pues,
no agrupa solamente a santos y bien estudiada dirección [/Anima-
ofrendas en la iglesia44; los que mente necesaria la relectura de tales ción], capaz de suscitar en los
desempeñan de la forma que sea el datos a la luz de la fe, en cuyo perfectos; no queda reservada a una
élite espiritual. Acoge a todos: participantes unos centros comunes
servicio del canto, como el cantor, ámbito se inscribe la asamblea de interés sobre la base de la única
el maestro de coro, el organista, los litúrgica, y bajo la guía del magiste- santos, imperfectos, pecadores,
para que en todos se manifiesten fe y de la pertenencia al único cuer-
demás músicos, la misma schola rio. Tal estudio interdisciplinar del po místico de Cristo: la iglesia51.
cantorum (cf SC 29)45; los que, en tema de la asamblea es necesario los prodigios de la misericordia y
calidad de guías, ayudan al sacer- para que se valore la pastoral de de la gracia de Dios y, de esta
manera, la iglesia entera "se purifi- f) Asamblea y participación. La
dote y al diácono con su atención al la asamblea de suerte que presente asamblea debe caracterizarse por
recto desenvolvimiento de las cele- las características de seriedad y de que y se renueve cada día más,
hasta que Cristo se la presente a sí u n a / participación activa y diferen-
braciones, sobre todo de las más credibilidad y responda, al mismo ciada de sus miembros [/supra,
complejas4'. tiempo, a las exigencias concretas mismo gloriosa, sin mancha ni
arruga" (UR 4). III]. En orden a una participación
de las distintas comunidades ecle- verdaderamente activa será muy
siales. Con la intención de cooperar útil procurar todo lo concerniente a
al logro de tales metas, señalamos d) Asamblea y eclesialidad. En
IV. Perspectivas pastorales la asamblea debe cultivarse y des- la función de significación-comu-
lo que nos parece más importante nicación de los signos litúrgicos.
en el plano de los principios, aña- arrollarse el sentido de la eclesiali-
¿Qué hacer para que el signo de dad [/ iglesia], superando las fron- Tal participación, si ha de ser
diendo algunas aplicaciones prác- eficaz, habrá de promoverse en su
la asamblea litúrgica se realice ticas. teras que provengan de las diferen-
siempre con toda su riqueza y en cias de edad, condición de vida, triple dimensión de instrucción, de
toda su eficacia? Es un interrogante cultura, lengua, raza o nacionali- creación de actitudes, de consi-
que exige una clara respuesta y, por dad4". Lo cual habrá de verificar- guiente inserción en el misterio de
2. PRINCIPIOS GENERALES 4 ", a) Cristo52. En cuanto a la diferencia-
consiguiente, una decidida toma de Asamblea signo. La asamblea debe se sobre todo a nivel parroquial
posición por parte de los pastores (cf SC 42), de iglesia local (dióce- ción en la participación, será el
desarrollarse de forma que respon- resultado de una seria valoración
de almas, con miras sobre todo a la da a su compleja naturaleza de sis) (cf SC 41) y de iglesia universal
formulación de oportunos planes (cf SC 26; LG 26). Llegará así a ser de las distintas funciones señaladas
signo [/ supra, II]. Aun reconocien- a todos los miembros de la asam-
de trabajo [/ Pastoral litúrgica]. do la imposibilidad de cubrir la la asamblea signo expresivo de
comunión —a diversos niveles— blea, que llevará a una celebración
gran distancia que existe entre la pluralista y orgánicamente ordena-
1. PREVIA VISIÓN INTERDISCI- asamblea-signo y las grandes reali- con la iglesia [/supra, II, 2]. Y a
través de la iglesia, "sacramento da mediante la observancia de las
PLINAR. Es ante todo necesario que dades significadas y realizadas en normas litúrgicas y bajo la direc-
los pastores de almas posean pleno dicho signo, hay que imprimir a universal de salvación" (LG 48), de
la cual se siente parte viva, entrará ción del presidente de la asamblea.
conocimiento de los datos teológi- la asamblea un dinamismo que la
cos y, más específicamente, litúrgi- haga signo cada vez más elocuente la asamblea en comunión con toda En este contexto se habrá de
cos relativos a la asamblea. Tales y transparente. la humanidad, convirtiéndose ella estudiar el tema de los carismas. Su
179 Asamblea
Asamblea 178
ejercicio, sometido al criterio de la meta del trabajo apostólico (cf SC nidas en los prólogos o introduccio-
tades que derivan de su vida ordi- nes generales de cada uno de los
autoridad competente (cf LG 12), naria. También la asamblea litúrgi- 10) y uno de los núcleos fundamen-
no deja de cooperar al desempeño tales de interés de la pastoral litúr- / libros litúrgicos, caracterizadas
ca presta un gran servicio en este
de las diversas funciones de la sentido. Su misma constitución es gica 58. por una clara dimensión teológico-
asamblea, así como a su vivifica- espiritual-pastoral. No se han de
ya una oportunidad festiva para sus b) Dentro de las distintas cele- omitir tampoco las múltiples indi-
ción. Lo cual termina redundando participantes. Y lo es con posterio- braciones litúrgicas, se habrán de
en beneficio de la eficacia de la caciones relativas a la participación
ridad, al celebrar, con la variedad y tener en cuenta la naturaleza y las de los fieles (cfSC 31).
celebración entera y de la edifica- riqueza de los signos que se le características de cada asamblea, de
ción de dicha asamblea. ofrecen, el / memorial de la salva- suerte que se favorezcan la activa f) Durante la celebración litúr-
ción, llegando ella misma a ser participación de todos sus miem- gica, el ejercicio de las diversas
g) Asamblea y vida. Aun estan- celebración gozosa y festiva de la
do, como litúrgica, hondamente bros y el bien espiritual común de funciones no debe ser expresión de
salvación de cada uno de los parti- la asamblea misma". De ahí la individualismos ni causa de des-
penetrada por todo aquello que cipantes y de toda la iglesia. No
tiene lugar durante la celebración, necesidad de una prudente / adap- unión; debe, más bien, alcanzar
representan obstáculo alguno aque- tación y de una sabia / animación. aquella profunda y orgánica unidad
y hasta precisamente por eso, no llos momentos de aparente replie-
debe olvidar la asamblea nada de Se habrá de prestar una particular de la asamblea que haga de ella un
gue sobre sí misma provocados por atención a los que se encuentran en claro signo de la unidad de todo el
cuanto acompaña y caracteriza la la aplicación de determinados sig-
vida del hombre fuera de la celebra- la asamblea, pero sin sentirse com- pueblo de Dios64.
nos con sabor a penitencia o a luto. prometidos en una efectiva partici-
ción. En efecto, el hombre es el Se trata en realidad de momentos g) Con el fin de eliminar las
sujeto concreto de la liturgia; la pación, sea por la debilidad de su
que hacen brotar con más vigor e fe, sea por su insuficiente forma- divisiones y la dispersión, evítese
liturgia encuentra en él "su materia, intensidad el gozo y la fiesta, des- tener simultáneamente en la misma
su norma, su mismo ser"". ción litúrgica w.
pués de haber pasado por el crisol iglesia más asambleas de diverso o
La asamblea debe estar abierta y de una purificación siempre necesa- de idéntico tipo (misa, sacramentos,
c) La misma disposición gene-
atenta a todas las situaciones y a ria. El clima festivo de la asamblea ral del lugar sagrado ha de ser tal etcétera)' 5 .
todos los problemas humanos, indi- litúrgica se irradia, finalmente, ha-
viduales y sociales. Tales situacio- que constituya una verdadera ex- h) Para fomentar el sentido de
cia otras manifestaciones festivas presión de la asamblea en él con-
nes y problemas traspasan, junta- de la vida humana, así como sobre la comunidad parroquial y evitar su
mente con sus protagonistas, la gregada y favorezca la comuni- excesivo fraccionamiento, en los
los mismos acontecimientos que cación entre los distintos partici-
frontera de la liturgia, que los ha de sellan el discurrir ordinario de su domingos y días festivos no ha de
contemplar a la luz de la fe. A cada pantes". multiplicarse, sin un verdadero y
jornada".
uno de los fieles le será entonces fundado motivo, el número de las
d) La preparación de cada cele- asambleas66.
posible, como lo será a la comuni- 3. APLICACIONES PRÁCTICAS. bración debe realizarse de común
dad, el afrontarlos en su concreción Entre las muchas aplicaciones de acuerdo entre todos los miembros
de cada día con la fuerza recibida i) Por principio, las asambleas
orden práctico que derivan del de la asamblea que hubieren de deben estar abiertas a todos los
en la liturgia. Reflejando en sí conjunto de principios generales desempeñar alguna función deter-
misma la dimensión antropológica componentes de la comunidad,
expuestos, señalamos las siguientes. minada62. Dése la debida importan- reservando una acogida especial a
de la liturgia 54 , la asamblea no Apuntamos algunas normas sobre cia a aquellos elementos que, sien-
solamente demostrará su respeto los huéspedes y a los extraños, a no
la asamblea contenidas en la Orde- do signos externos de la celebración ser que para estos últimos se juzgue
hacia todos los valores humanos, nación general del Misal Romano y comunitaria, cooperan a manifes-
sino que, merced sobre todo a la más oportuna la programación de
en la instrucción Eucharisticum tar y favorecer la participación de asambleas adjuntas67.
eucaristía, llegará a ser también mysterium". Aun refiriéndose di- todos".
instrumento de su potenciación y, rectamente a la asamblea eucarísti- k) Por razones de orden pasto-
por tanto, fuente de un serio com- ca, son válidas para todo tipo de e) Para una conveniente prepa- ral, han de fomentarse las asam-
promiso y de una verdadera / p r o - asamblea litúrgica. ración de las celebraciones es tam- bleas por / g r u p o s particulares.
moción humana" [/supra, II, 4]. bién necesario conocer aquellos Ténganse, en la medida de lo posi-
a) Recordemos previamente sectores particulares del / derecho ble, en los días no festivos. Cuando
h) Asamblea y fiesta. La asam- que la asamblea, sobre todo la del litúrgico que regulan el comporta- fuere necesario tenerlas en día
blea debe ser expresión y manantial domingo (cf SC 106), es un elemen- miento de la asamblea y de los festivo, búsquese la forma de fusio-
de / fiesta. Es la fiesta una de las to característico de la vida de la llamados en la misma a desempeñar narlas convenientemente con la
grandes posibilidades que se le iglesia (cf SC 6). Tanto la asamblea funciones particulares. Merecen asamblea o asambleas más amplias
ofrecen al hombre en orden a su- como su adecuado desarrollo de- especial mención las normas conte- de toda la comunidad6*.
perar la monotonía y las dificul- ben, pues, constituir una constante
Asamblea 180 181 Asambleas sin presbítero

V. Conclusión blea litúrgica, en RL 51 (1964) 179-192 - ' Cf. reforma en la iglesia latina de la disciplina tianum" 9 (1969) 395-411; Bellavista J., La
ene. "Mediator Dei", sobre la liturgia, 20-11- relativa a la primera tonsura, a las órdenes asamblea eucaristica y el domingo, en "Phase"
1947, I, I, en La liturgia (Insegnamenti menores y al subdiaconado, 15-8-1972 — " Cf 61 (1971) 51-62; Cantinat J„ La Iglesia de
Valorizar al máximo la asamblea pontifici, 8), Edizioni Paoline, 19592, 358, n. Pablo VI, Motu proprio "Ministerio quae-
litúrgica. Muy bien puede ser ésta Pentecostés, Studium, Madrid 1974; Congar
520 — 5 Cf también Pablo VI, ene. "Myste- dam"..., V; Pontifical romano.... Institu- Y.M.-J., La "Ecclesia" o ¡a comunidad cristia-
la más oportuna conclusión de rium fidei", sobre la santísima eucaristía, 3-9- ción de los ministerios..., n. II; MR, OG 66, na, sujeto integral de la acción litúrgica, en
3!
cuanto hemos venido diciendo so- 1965, en Pablo VI, Encicliche e discorsi Vil, 150-151; LH, OG 259 — Cf Pablo VI, Motu VV.AA., La liturgia después del Vaticano II,.
bre el tema de la asamblea, sobre su Edizioni Paoline 1966, 24 — 6 S. Congr. de proprio "Ministerio quaedam"..., VI; Pontifi- Taurus, Madrid 1969, 279-338; Chirat H., La
ritos, Instr. "Eucharisticum mysterium" cal romano..., Institución de los ministerios..., asamblea cristiana en tiempo de los Apóstoles,
necesidad, dignidad e importancia. (= EM), sobre el culto del misterio eucarístico, n. 29; MR, OG 65, 143-147; Ritual romano...,
Hemos subrayado cómo la función Studium, Madrid 1968; Falsini R., Asamblea
25-5-1967 — ' Cf EM 55; MR Ordenación Comunión fuera de la misa..., p. 534ss — * Cf litúrgica, en DTI 1, Sigúeme, Salamanca 1982,
de valorizar la asamblea debe des- general(= MR, OG)l —" Cf LH, Ordenación MR, OG 68; Ritual romano..., Comunión 484-500; Gantoy R., La asamblea en la
empeñarse ya en el campo doctri- general (= LH, OG) 13 — ' A.-G. Marti- fuera de la misa..., p. c. — m Cf MR, OG 67, y
economía de la salvación, en "Asambleas del
mort, L'assemblea, en Id. (por), La chiesa in también 36, 90, 313 — 4I Cf también MR, OG
nal, ya en el orden de la praxis. 68; Pablo VI, Motu proprio "Ministerio Señor" 1, Marova, Madrid 19652, 56-82;
preghiera. Introduzione alia liturgia, Desclée,
Ante todo, se ha de profundizar Roma 19662, 99-100 — l0 Cf A.-G. Martimort, quaedam".... V, VI — 42 Cf también MR, OG Gelineau J., Liturgia para mañana. Sobre la
cada vez más la doctrina sobre la 68 a, 11, 61, 313 — " Cf MR, OG 68 b — evolución de las asambleas litúrgicas en la
o.c, 100-101 — " Cf. J. Lécuyer, L'assemblée 44 Iglesia Católica, Sal Terrae, Santander 1977;
asamblea, insistiendo en sus funda- liturgique. Fondemenls bibliques et patristi- Cf MR, OG 68 c — « Cf también MR, OG
63, 64, 78, 90, 274, 313; LH, OG 260 - * Cf López Martín J., La asamblea litúrgica de
mentos teológicos y antropológicos. ques, en Con 12 (1966) 163-181 — l2 Cf J. Israel al Cristianismo, en "Nova et Vetera" 14
Gelineau, L'assemblea del popólo di Dio en MR, OG 68 b, 69 y también 21,61 — "' Cf C.
La praxis, a su vez, debe buscar, a Floristán, La asamblea y sus implicaciones (1982) 205-224; Maertens Th., La asamblea
VV.AA., Nelle vostre assemblee. Teología
la luz de la doctrina, los medios pastor ale delle celebrazioni liturgiche I, pastorales, en Con 12 (1966) 197-210 — cristiana. De la teología bíblica a la pastoral
48 del siglo XX, Marova, Madrid 1964; La
más adecuados para hacer cada vez Queriniana, Brescia 19752, 72-75 — " Cf P. Para esta parte de nuestro estudio nos
inspiramos en los tratados específicos de A.-G. asamblea festiva del domingo, en "Asambleas
más comprensible, creíble y eficaz Massi, II segno dell'assemblea, en RL 51 del Señor" I, Marova, Madrid 19652, 28-43;
Martimort (o.c, 106-111) y de J. Gelineau
el signo de la asamblea. Y entonces (1964) 149-178; 52 (1965) 86-119— " A . (o.c, 76-91) — « Cf EM 16 — 5° Cf EM 18 — Maldonado L., La asamblea eucaristica,
se sentirán los fieles llevados a Cuva, La presenza di Cristo..., 37 — " Cf P. 51
Cf E. Lodi, L'assemblea celebrante en comunidad profética, en "Phase" 53 (1969)
participar en la asamblea sin pre- Visentin, L'assemblea litúrgica, manifestazione VV.AA., Celebrare il mistero di Cristo, 467-475; Martimort A.G., Asamblea litúrgica.
del mistero della chiesa, en RPL 2 (1964) 175- Dehoniane, Bolonia 1978, 142-147 — " Cf Sigúeme, Salamanca 1965; La Iglesia en
siones de ningún género, espontá- 178 — l6 A. Cuva, La presenza di Cristo..., 32- o.c, 147-149 — " M.-D. Chenu, Anthropolo- oración, Herder, Barcelona 19672, 115-145;
neamente, con alegría, experimen- 33 — " Cf también MR, OG 59, 74; LH OG gie de la liturgie, en VV.AA., La liturgie aprés Massi P-, La asamblea del Pueblo de Dios,
tando su necesidad y desempeñan- 20 — l ! Cf también MR, OG 75; LH, OG Val. II, Cerf, París 1967, 159 — 5" Cf A. Cuva, Verbo Divino, Estella (Navarra) 1968; Mac
do a conciencia las funciones 21 — " A.-G. Martimort, o.c, 105 — x Cf E. Linee di antropología litúrgica, en Sal 36 Ñamara J., Las asambleas litúrgicas y el culto
propias de la asamblea. No se tra- Cothenet, Liturgie terrestre et liturgie celeste (1974), 3-31 — 5i Cf B. Maggioni, Assemblea religioso de los primeros cristianos, en "Conci-
d'aprés l'Apocalypse, en VV.AA., L'assemblée eucaristica e promozione umana, en Orienta- lium" 42 (1969) 191-202; Tena P., La palabra
tará solamente de congregarse de liturgique et les différents roles dans l'assem- menti pastoral! 24 (1976) 53-71 — » Cf
una manera material, sino que se "ekklesía". Estudio histórico teológico. Casu-
blée (Conférences Saint-Serge, 23' semaine VV.AA., La liturgia é festa, Marietti, Turín lleras, Barcelona 1958; "Ecclesia" en el sacra-
tenderá a esa disponibilidad en la d'études liturgiques, París 1976), Ed. Liturgi- 1980— " C f nota 6 - 58 Cf P. Cneude, mentarlo Leoniano, ib, 295-315; La asamblea
acción y a esa unanimidad de es- che, Roma 1977, 143-166 — 2I Cf MR, OG L'assemblée, en MD 100 (1969) 89-103 — » Cf litúrgica y su presidente, en "Concilium" 72
píritu que permitan experimentar la 24 — 22 Cf también MR, OG 25, 28, 32 — MR, OG 3, 6, 313 — °° Cf MR, OG 341. Para (1972) 185-197; VV.AA., La asamblea litúrgica,
23
Cf también MR, OG 2, 58 — 24Cf también la hipótesis (de trabajo) de asambleas diversifi- en "Concilium" 12 (1966) 163-314.
viva y real presencia de Cristo MR, OG 2, 58 - 25 Cf MR. OG 257 — 26 Cf cadas, sobre todo por lo que concierne a la
resucitado en medio de la asam- MR, OG 58 — 27 MR, OG 257 — 28 Cf CE1, eucaristía, para fieles menos preparados y
blea, revivir intensamente su miste- Evangelizzazione e ministeri, 15-8-1977, II; T. comprometidos, cf J. Gelineau, La liturgia
rio e irradiar la virtud en beneficio Citrini, Annotazioni sulla terminología riguar- domani. L'evoluzione delle assemblee cristia-
dante i ministeri, en Notiziario della CEl ne, Queriniana, Brescia 1978; Église, assem-
de toda la humanidad. blées, dimanche. Réflexions et perspectives
1977/7 (agosto), supl. 1, 2a-6a — 29 Cf también
pastorales, en MD 124 (1975) 103-109; E.
[/ Animación]. MR, OG 3, 62; LH, OG 19; S. Congr. de ritos,
Lodi, o.c, 159-161 — 6I Cf MR, OG 257, ASAMBLEAS SIN PRESBÍTERO
Instr. "Musicam sacram", sobre la música
en la sagrada liturgia, 5-3-1967, n. 15; S. Congr. 271 — 62 Cf MR, OG 313 — 63 Cf MR. OG
NOTAS: ' Cf Y. Congar, Réflexions ei de ritos, Instr. "Me música sacra", sobre la 14-16 - " Cf MR, OG 62, 257 — « Cf EM
17 - <* Cf EM 26 - " Cf EM 16, 19 - 68 Cf SUMARIO: I. Una nueva praxis eclesial - II.
recherches actuelles sur l'assemblée chrétienne, música sagrada y la sagrada liturgia, 3-9-1958, La experiencia de las iglesias alemanas - III.
EM 27; S. Congr. para el culto divino, Instr.
en MD 115 (1973) 7-29 (espec. 19-29); Th. n. 12 a, b — J0 MR, OG 62 — 3I Cf también "Actio pastoralis ecclesiae", sobre las santas La experiencia de la iglesia francesa - IV.
Maertens. La liturgie de l'assemblée face aux MR, OG 56, 62, 259, 339; S. Congr. de ritos, misas para grupos particulares, 15-5-1969; S. Algunas conclusiones.
problemes d'aujourd'hui, en ParL 51 (1969) Instr. "De música sacra"..., n. 22 c — " Cf J. Congr. para el culto divino, Directorio para
106-120 — 2 Cf A. Cuva, La presenza di Cristo Gelineau, L'assemblea del popólo di Dio..., 94- las misas con niños, 1-11-1973.
nella liturgia, Ed. Liturgiche, Roma 1973, 31- 100 — " Cf también MR, OG 59 — 34 Cf I. Una nueva praxis eclesial
32, 56 — 3 Cf L. Olgiati, L'assemblea litúrgica, también MR, OG 60 — 35 Cf también Pablo
momento fundaméntale di evangelizzazione e VI, Motu proprio "Sacrum diaconatus ordi- En los años que siguieron al
cultura cristiana, en Riv. del clero ¡tal. 57 nem", sobre la restauración del diaconado A. Cuva
(1976) 958-967; A. Pascual, La asamblea permanente en la iglesia latina, 18-6-1967, nn. Vaticano II fue adquiriendo cada
litúrgica, sacramento de salvación, en Liturgia 22-23; MR, OG 61, 127-141 — 36 Cf Pablo VI, BIBLIOGRAFÍA: Auge M., La asamblea cul-
vez mayor difusión y consistencia
(Silos) 24 (1969) 47-63; S. Rinaudo, L'assem- Motu proprio "'Ministerio quaedam ". sobre la tual, propiedad sagrada del Señor, en "Clare- un nuevo tipo de asambleas cristia-

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