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7. ¿Qué son los trastornos del espectro Autista? Características y criterios para el diagnóstico
según el DSM V.
3- La primera y segunda tópica son dos modelos teóricos del aparato psíquico desarrollados por
Sigmund Freud. La primera tópica divide el aparato psíquico en tres sistemas: consciente,
preconsciente e inconsciente. Y la segunda tópica divide el aparato psíquico en tres instancias: ello,
yo y superyó.
La primera tópica se basa en la idea de que la mente humana está dividida en tres sistemas que se
diferencian por su accesibilidad a la conciencia.
El consciente es el sistema que contiene los pensamientos, razonamiento y recuerdos que somos
conscientes en un momento dado, es todo aquello de lo que somos conscientes. Este es el aspecto
de nuestro proceso mental que nos permite pensar y hablar de forma racional.
El preconsciente es el sistema que contiene los pensamientos y vivencias que no son conscientes en
un momento dado, pero que pueden hacerse conscientes con un esfuerzo mental. Es la parte de la
mente que representa la memoria ordinaria. Si bien no somos conscientes de esta información en
cualquier momento dado, podemos recuperarla y llevarla a la conciencia cuando sea necesario.
El inconsciente es el sistema que contiene los pensamientos, impulsos innatos y recuerdos que
están fuera de la conciencia y que no pueden hacerse conscientes de forma voluntaria. La mayor
parte de los contenidos del inconsciente, según Freud, son inaceptables o desagradables, como los
sentimientos de dolor, ansiedad o conflicto. Para él, el inconsciente puede influir en nuestra
conducta y experiencia, a pesar de que no somos conscientes de estas influencias subyacentes.
Freud creía que el inconsciente es el sistema más importante del aparato psíquico, ya que contiene
las motivaciones y deseos más básicos de la persona. El preconsciente y el consciente, por su parte,
sirven como filtros para protegernos de los impulsos inconscientes que podrían ser inaceptables o
peligrosos.
Freud desarrolló la primera tópica a partir de su trabajo con pacientes neuróticos. Observó que los
pacientes a menudo tenían acceso a pensamientos, sentimientos y recuerdos que estaban
bloqueados de la conciencia e interpretó estos fenómenos como evidencia de la existencia de un
sistema inconsciente.
La segunda tópica se basa en la idea de que la mente humana está dividida en tres instancias que se
diferencian por su función y origen.
El ello es la instancia más primitiva del aparato psíquico. Es la fuente de la energía psíquica y de
los impulsos innatos, como el hambre y la sed. El ello opera de acuerdo con el principio del placer,
que busca satisfacer los impulsos de forma inmediata e irreflexiva.
El yo es la instancia que se encarga de mediar entre los deseos del ello y las exigencias del mundo
real. El yo opera de acuerdo con el principio de realidad, que busca satisfacer los impulsos del ello
de forma realista y adaptada a la realidad.
El superyó es la instancia que representa los valores y normas morales de la sociedad. El superyó se
desarrolla a partir de la introyección de las figuras parentales y de los ideales sociales. El superyó
opera de acuerdo con el principio del deber, que busca que el individuo se comporte de forma
moral y correcta.
La segunda tópica es una ampliación de la primera tópica. Freud creía que la primera tópica no era
suficiente para explicar la complejidad de la mente humana. La segunda tópica introduce la idea de
que el aparato psíquico está formado por tres instancias que interactúan entre sí de forma dinámica.
La segunda tópica fue desarrollada por Freud a partir de su trabajo con pacientes psicóticos.
Observó que los pacientes psicóticos a menudo tenían una relación alterada con la realidad e
interpretó estos fenómenos como evidencia de la existencia de tres instancias en el aparato
psíquico.
La táctica es un conjunto de acciones concretas que se llevan a cabo para alcanzar un objetivo. En
el ámbito del acompañamiento terapéutico, la táctica se refiere a las acciones concretas que lleva a
cabo el acompañante para ayudar a su asistido a alcanzar sus objetivos terapéuticos.
La estrategia es un plan general que se elabora para alcanzar un objetivo a largo plazo. Para el
acompañamiento terapéutico, la estrategia se refiere al plan general que elabora el acompañante
para ayudar a su asistido a alcanzar sus objetivos terapéuticos.
Las tácticas y estrategias que utiliza el acompañante terapéutico dependerá de las necesidades y
objetivos específicos de cada asistido.
7- El autismo es un trastorno que afecta la forma en que las personas interactúan con los demás, se
comunican, aprenden y se comportan. Aunque se puede diagnosticar el autismo a cualquier edad, se
le conoce como un “trastorno del desarrollo” porque generalmente los síntomas aparecen durante
los primeros dos años de vida, pero un diagnóstico más claro y preciso puede ser a partir de los 5-6
años. Se utiliza el término “espectro” para describir el autismo debido a que existe una amplia
variación en el tipo y dificultad de los signos que tienen las personas con esos trastornos.
Manifiestan dificultades en:
➢ Área Socio-afectiva:
•El niño no experimenta la presencia de otro, oscilaciones de humor, trastornos del lenguaje como:
ausencia, canturreo, ecolalia, automatismos, tercera persona, lenguaje bizarro sin significación.
➢ Área Cognitiva:
•Perturbación de la organización témporo-espacial, irrupción en forma anárquica de éxitos
desconcertantes, a veces presencia de rendimientos excepcionales.
➢ Área Psicomotriz:
•Anomalías tónicas: hipotonía, no diálogo tónico, gestualidad infrecuente, estereotipias motoras:
movimientos repetitivos y rítmicos en los que permanece absorto, inestabilidad, agitación.
Los comportamientos repetitivos que suelen tener son la repetición de ciertas conductas o tener
comportamientos inusuales, como repetir palabras o frases, mostrar un interés intenso y duradero
en temas específicos, mostrar demasiado interés en cosas específicas, como objetos en movimiento
o partes de algunos objetos, molestarse por cambios pequeños en una rutina y tener dificultad con
las transiciones.
Ser más sensibles o menos sensibles que otras personas a la información sensorial, como la luz, el
sonido, la ropa o la temperatura.
Las alertas del autismo pueden variar ampliamente de una persona a otra, pero algunos de los
signos más comunes incluyen la evitación del contacto visual, la falta de interés en los objetos que
se les señalan, el retraso en el habla y el lenguaje, la reducción del interés en otras personas,
dificultad para jugar juegos recíprocos, no hay una cognición social, dificultades para comunicarse
y establecer relaciones interpersonales, seguir una conversación, entender normas sociales como
saludar, espera, preguntar. Entender doble sentido tales como bromas, metáforas, ironías, y
entender expresiones emocionales como la tristeza, alegría, odio o enojo . Actualmente hay muchas
formas de ayudar a minimizar las dificultades y maximizar las capacidades de las personas con
autismo. Los tratamientos pueden incluir terapia conductual, terapia cognitivo-conductual,
intervención temprana, terapias educativas basadas en la escuela, y terapia para la comunicación.
Las intervenciones y adaptaciones del entorno que podemos crear para poder ayudarlos pueden ser
evitar estímulos excesivos, realizar instrucciones visuales, permanecer en grupos pequeños, tener
ambientes estructurados, anticipar situaciones y actividades, establecer normas y límites claros y
coherentes y realizar reforzamiento positivo como comentarios. Asimismo, las personas con este
trastorno tienen muchos puntos fuertes, entre ellos, ser capaces de aprender detalladamente cosas y
recordar la información por largos períodos de tiempo, tienen una gran memoria visual y auditiva.
Es importante señalar que NO es un trastorno generado por algo neuorobiologico, ni está
demostrado científicamente la causa de éste. Las personas con autismo pueden tener habilidades y
talentos únicos que con el apoyo y herramientas adecuadas, pueden alcanzar su máximo potencial.
Bajo los criterios del DSM-V, las personas con TEA deben mostrar síntomas en la primera infancia,
aunque estos no se reconozcan hasta más tarde. Este cambio de criterio favorece al diagnóstico
precoz de los TEA, pero también permite que las personas cuyas manifestaciones que no son
plenamente reconocidas, reciban el diagnóstico.
En el DSM V se caracteriza por:
• Trastorno del Espectro Autista.
- Autismo.
- Asperger en forma moderada.
- Trastorno del Desarrollo no Específico.
• Síndrome de Rett.
Los criterios para el DSM V son:
● Alteración cualitativa de la interacción social: Por lo menos dos de las siguientes características:
★ Importantes alteraciones del uso de múltiples comportamientos no verbales como son: el
contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social.
★ Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros, adecuados al nivel del desarrollo.
★ Ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas, disfrutes, intereses y
objetivos (por ejemplo: no mostrar, traer o señalar objetos de interés).
★ Falta de reciprocidad social o emocional.
● Alteración cualitativa de la comunicación: Por lo menos una de las siguientes
características:
★ Retraso o ausencia total del lenguaje oral (no acompañado de intento para compensarlo
mediante modos alternativos de comunicación, tales como gestos o mímicas).
★ En sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener
una conversación con otros.
★ Utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje idiosincrásico.
★ Ausencia de juego realista espontáneo, variado o de juego imitativo social propio del nivel del
desarrollo. (es decir, comunicación no verbal con intenciones comunicativas)
● Patrones de comportamiento, intereses, y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados:
Por lo menos una de las siguientes características:
★ Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de interés que
resulta anormal, sea en su intensidad o en su objetivo.
★ Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales.
★ Manierismo motores estereotipados y repetitivos (por ejemplo: sacudir o girar las manos o
dedos, movimientos complejos de todo el cuerpo).
★ Preocupación persistente por partes de objetos.
El encuadre establece:
❖ Los objetivos del acompañamiento.
❖ La cantidad de horas de cada encuentro.
❖ La frecuencia de los encuentros.
❖ Los honorarios.
❖ Los horarios.
El encuadre terapéutico sirve como herramienta para el AT ya que le permite orientar sus
intervenciones y gestionar los posibles conflictos que puedan surgir durante el acompañamiento.
La contratransferencia puede ser un fenómeno muy útil en el proceso terapéutico, ya que permite al
A.T comprender mejor al paciente y su problemática. Podemos utilizar la contratransferencia para:
Identificar los patrones de conducta del paciente, comprender las motivaciones inconscientes del
paciente y establecer una conexión emocional con el.
Sin embargo, la contratransferencia también puede ser un obstáculo en el proceso terapéutico, si el
acompañante no es capaz de manejarla adecuadamente.