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CAPÍTULO IV TEORÍAS PSICOLÓGICAS IMPORTANTES

En un intento por sintetizar con fines didácticos, el gran número de teorías existentes
dentro de las aproximaciones psicológicas al ser humano, podemos dividirlas en tres
grandes grupos de acuerdo al foco de atención que cada una de ellas
Las que centran su atención en el organismo (O), es decir en la parte somática del
individuo, tomando por ello como base su constitución bioquímica así como las
alteraciones y procesos que en ella se desarrollan, es decir, en el andamiaje celular y Las
que centran su atención en el organismo (O), es decir en la parte somática del individuo,
tomando por ello como base su constitución bioquímica así como las alteraciones y
procesos que en ella se desarrollan, es decir, en el andamiaje celular y fisiológico,
principalmente del sistema nervioso central, por ello, el diagnóstico y las intervenciones
terapéuticas, estarán basadas en la aplicación de técnicas que puedan cuantificar el
estado de alteración de las estructuras y procesos conocidos como anormales.
Las que centran su atención en el organismo (O), es decir en la parte somática del
individuo, tomando por ello como base su constitución bioquímica así como las
alteraciones y procesos que en ella se desarrollan, es decir, en el andamiaje celular y
fisiológico, principalmente del sistema nervioso central, por ello, el diagnóstico y las
intervenciones terapéuticas, estarán basadas en la aplicación de técnicas que puedan
cuantificar el estado de alteración de las estructuras y procesos conocidos como
anormales.
Basándose en lo postulado por esta aproximación, se emplearán procedimientos
de laboratorio, estudios radiográficos, etc. Para poder llegar a un diagnóstico, y agentes
bioquímicos (medicamentos), que intentarán restituir el funcionamiento idóneo del
mismo. Es en este grupo en el que se encuentran principalmente los profesionales de la
medicina, debido a su formación netamente organicista.
Por otro lado, encontramos el grupo de teorías que centran su atención en la
interacción del sujeto con el medio ambiente, en la conducta que puede ser observada,
medida y cuantificada, por lo tanto es considerado que: las interacciones con las
conductas de los demás, han ido condicionando las conductas actuales.

Debido a lo anterior, los métodos empleados intentan medir las manifestaciones


conductuales, por lo que el origen de las mismas no forma parte de su foco de atención,
que constituye la conducta actual. Así, se emplearán los métodos que permitan modificar
las conductas indeseadas, instaurando en su lugar las que se consideren adecuadas para el
funcionamiento del individuo.
Por otra parte, se encuentran las teorías cuyo énfasis está dado en el funcionamiento del
así llamado “Aparato Psíquico”, las cuales toman en cuenta principalmente los
movimientos y transacciones que se realizan dentro de dicho “aparato”, y sus relaciones
con las figuras importantes del medio ambiente que le rodea, es decir, la dinámica interna
de la persona. Por lo tanto las evaluaciones que se llevan a cabo, son del tipo puramente
psicológico y sus intervenciones terapéuticas, son llevadas a cabo mediante el uso
principalmente del diálogo, intentando averiguar cuando, como y con quién sucedió
entonces el trauma, a partir de lo cual se intentará reproducir, revivir y re-sentir,
intentando realizar las intervenciones en el aquí y el ahora. Iniciaremos con esta última,
que marcó un parteaguas quizá el más importante en la concepción moderna del ser
humano.

TEORÍA DINÁMICA DE SIGMUND FREUD

Sigmund Freud (1856 1939). Fue un médico Nacido en Moravia (actual Checoeslavaquia),
a los 4 años de edad se trasladó a Viena, por lo que se le considera vienés. Dedicado
originalmente a la neurología, en 1885 estudió en París con el Dr. Charcot, quien se
encontraba trabajando en la relación de las parálisis histéricas y los traumas emocionales.
De ahí en adelante su práctica de la medicina se limita exclusivamente al trabajo con
pacientes enfermos mentales, en alguna medida, principalmente con casos de histeria,
que ahora conocemos con el nombre de histerias de conversión.
Las histerias que él describe cursaban con parálisis de un brazo o de una pierna, ceguera,
amnesia, etc., sin una base orgánica comprobada, lo que le llamó mucho la atención
debido a que por ser neurólogo, tendía a encontrar un correlato neurològico que le era
imposible localizar.

Posteriormente, al trabajar junto con los Dres. Breuer y Berheim encontró, que
hipnotizando a las pacientes, éstas podían realizar movimientos con los miembros
“paralizados” y ejecutaban órdenes sin recordar que se les habían sugerido durante el
estado hipnótico. Ahí le surgió la idea de que los verdaderos motivos de nuestros actos
escapan al nivel de la consciencia y que posteriormente al comentar su historia y la
aparición de su sintomatologia se encontraban hechos muy importantes, que al ser
descargados ( hablados junto con toda su carga afectiva ), aliviaban las molestias del
paciente y explicaban la sintomatologia que presentaba.

Al intentar varias veces realizar la hipnosis con sus pacientes, el Dr. Sigmund Freud, tuvo
que reconocer, no ser un buen hipnotizador, por lo que recurre poco a poco primero a un
método de sugestión y después al famoso método actualmente utilizado en tratamientos
psicoanalíticos y de orientación psicoanalítica llamado: Asociación Libre. En este método,
el paciente hablará lo que primero acuda a su mente para después asociar libremente ese
pensamiento con otro y así sucesiva-mente, estableciendo cadenas de pensamientos que,
sin duda, por no ser la mente un caos completo, si no todo lo contrario, le llevará a algún
contenido que en ese momento perturba la vida del individuo, es decir tomando un poco
“desprevenido” al inconsciente, se logran rescatar algunos de sus contenidos. Por
ejemplo: el paciente menciona que se le vino a la mente la imagen de un perro... que lo
acompañó en su infancia, lo que “asocia” con un tío que se lo regaló... esto a su vez le
recuerda los regalos navideños..., lo que le lleva a pensar en la ausencia del terapeuta
durante el mismo período, relacionándolo con las dolorosas ausencias de su padre
(llegando así a un importante conflicto que sirve de base para el trabajo terapéutico de la
sesión!).
A este rescate de alguno de los contenidos, Freud lo llamó abreacción y comprende la
liberación emocional, es decir “como sucede cuando finalmente y luego de pensarlo
mucho, se le dice a un buen amigo las actitudes que nos molestan de él. En este caso se
experimenta una gran tranquilidad como resultado de haber descargado la opinión
sincera que temíamos expresar”. La catarsis o descarga emocional y el placer derivado de
ella con la salida de las ideas en pugna, que existen reprimidas (guardadas) en el
inconsciente del paciente.

En cuanto a las tópicas, o puntos de vista básicos, postulan la suposición de una


diferenciación e interacción del aparato psíquico con un cierto número de sistemas
dotados de características o funciones diferentes y dispuestos en un determinado orden
entre sí, lo que permite considerarlos metafóricamente como lugares psíquicos de los que
es posible dar una representación espacial figurada.
La primera tópica es la llamada Topográfica, en la cual menciona 3 niveles de consciencia
(en la medida que podemos damos cuenta de sus contenidos): un nivel consciente, otro
pre-consciente, el cual contiene todos los pensamientos, ideas, pulsiones, etc., de las que
podemos estar parcialmente conscientes y de las que también ignoramos frecuentemente
su origen, mismas que pueden movilizarse a través de la voluntad y el esfuerzo individual
con el fm de traer a la consciencia pensamientos que se encuentran momentáneamente
inconscientes pudiendo equipararse a la memoria. Por último el nivel inconsciente al que
se puede accesar, solamente mediante esfuerzos prolongados y constantes, como los que
se llevan a cabo en un tratamiento psicoterapéutico con orientación psicoanalítica,
utilizando como herramientas importantes: los sueños y los actos fallidos (equivocaciones)
a través de lo cual es posible que algunos contenidos lleguen a convertirse en conscientes
aunque otros, permanecerán inconscientes por el resto de la vida, matizando y
determinando muchas de nuestras actuaciones.

La segunda tópica denominada Genética, alude a los diferentes estadios por las que
atraviesa el desarrollo de la personalidad.
La tercera tópica es la Dinámica ó económica, la que se basa en una energía denominada
libido, energía que ha sido traducida como sexual y que no necesariamente implica el
concepto de sexualidad adulta como actualmente lo entendemos. Debido a este mal
entendido, esta tópica, es la que ha sido más discutida y por la que ha sido duramente
criticado el Dr. Sigmund Freud, al hablar de esta energía que ha sido traducido como
sexual, que se va transportando de uno a otro sitio de nuestro cuerpo, en las diferentes
etapas, que se mencionan más adelante.
Para aclarar lo anterior, podemos poner un ejemplo: un árbol de manzanas, contiene una
serie de elementos, que posteriormente van a constituir una manzana, eso no quiere decir
que en él preexistan pequeñas manzanitas, lo que sucede es que esos elementos, al igual
que la libido, comprenden las bases que va a constituir finalmente la sexualidad adulta,
van madurando, poco a poco, iniciando desde el placer que experimenta el bebé al ver,
oír, tocar, etc., hasta el placer, que integra posteriormente todos estos elementos a la
sexualidad adulta. Los movimientos anteriores, implican un constante conflicto entre los
sistemas, ocasionando un importante gasto de energía.
La cuarta tópica, denominada Estructural incluye las tres entidades básicas que integran la
personalidad, mismas que van apareciendo en el orden que aquí se mencionan: En el
inicio de la vida del ser humano El Ello (ó Id),( polo pulsional de la personalidad, contiene
lo que algunos autores han denominado: instintos), estando formado por los aspectos
innatos del individuo, es regido por el principio básico de el placer. Al nacer el niño, su
aparato psíquico está formado solamente por esta instancia, por lo que solo le interesa la
satisfacción inmediata de sus deseos, el placer!. El Yo (como representante de los
intereses de la totalidad de la persona, mismo que se encuentra cargado de libido
narcisista y en constante contacto con la realidad), va haciendo su aparición
paulatinamente, regido por el principio de la realidad.

Conforme el bebé va creciendo e integrando mentalmente su medio ambiente e incluye


los pensamientos y los sentimientos de los que nos percatamos, por lo cual, en alguna
medida es la instancia que finalmente decide la acción que se va a emprender, pudiendo
realizar juicios y obtener soluciones a las problemáticas que se le presentan, integrando
así a las otras partes del aparato psíquico y ejecutando las decisiones, es decir, es la parte
ejecutiva de la personalidad y a ella pertenecen: la percepción, la memoria, la evaluación
de la realidad y la síntesis de la experiencia, funcionando como un mediador entre las
vivencias internas y el mundo de la realidad extema. Un individuo con un Yo bien
desarrollado y maduro será flexible al manejar las situaciones medioambientales que
pueden llegar a causarle estrés (término del que se hablará en otro capítulo), y no
presentará sintomatologia de tipo neurótica o psicòtica, debido a la utilización repetida de
ciertos mecanismos de defensa o adaptación, a los que se encuentra habituado.
El Super Yo, instancia que juzga y critica, constituida por la interiorización de las
exigencias y prohibiciones parentales de sus deseos. Se encuentra regido por el principio
del deber, lo que debe ser, e incluye el ideal del Yo, que es la imagen internalizada de lo
que se desea llegar a ser, que le llevará, a realizar esfuerzos en una determinada dirección
para alcanzar este ideal de personalidad.
Esto se realiza alrededor de los 4 o 6 años de edad, y limitará el ejercicio libre del
Yo así como la satisfacción de la las exigencias de el Ello, ocasionando la sensación de
malestar que podrá, por un lado impedir que realice ciertos actos, y si aun a pesar de esta
sensación, el acto es realizado, posteriormente se convertirá en la instancia castigadora a
través de los sentimientos de culpa que provocan, tanto arrepentimiento como
remordimiento, en especial este segundo ya que el Super Yo es severo e inflexible. Lo
anterior provoca una lucha constante con el Ello, que se materializa en una situación
angustiosa y a veces neurótica.
En general, en una persona bien adaptada (equilibrada) se supone que las tres instancias
funcionen coordinadamente, permitiendo la satisfacción parcial, temporal de alguna de
ellas (en ocasiones de todas), logrando que el sujeto descargue sus impulsos, en forma
ocasional o parcial.
Cuando en una persona predomina o tiene mayor fuerza el Ello, constantemente se
encontrará en conflicto con la sociedad, ya que sus demandas no permitirán la espera ni la
frustración.
Cuando, en otro caso, el aparato psíquico de un individuo se encuentra dominado por el
Super Yo, la personalidad tendrá que ser rígida, apegada a las normas, por lo que quizá
elija un rol religioso o una profesión dentro de las ciencias exactas o de no ser suficientes
sus mecanismos adaptativos, desarrollar una patología de tipo obsesivo, de la que se
hablará más adelante, en otro capítulo.
TEORÍA Y TÉCNICA PSICOANALÍTICA
Dentro del psicoanálisis es importante distinguir dos aspectos: Por un lado existe lo que se
denomina: la teoría psicoanalítica del psiquismo humano, tanto normal como patológico y
por otro lado la técnica psicoanalítica como método, psicoterapèutico.
En cuanto a la comprensión psicológica del ser humano, misma que aunque ha tenido
cambios interesantes, se conserva básicamente como cimiento de la psiquiatría dinámica
moderna proporcionando una explicación de los fenómenos psíquicos. Todo lo que hasta
aquí se ha mencionado del psicoanálisis, se encuentra dentro de la teoría psicoanalítica.
En cuanto a la técnica o tratamiento, se refiere a la existencia y manejo de varios
fenómenos importantes, que inciden en el espacio psicoterapèutico. Unos de los
principales son: la denominada transferencia, la contratransferencia, la resistencia, etc.
La transferencia es un fenómeno, por medio del cual, un sujeto inviste (es decir cubre,
transforma o le transfiere) a otro, características y afectos pertenecientes a alguna figura
importante (en forma positiva o negativa) de su vida presente o pasada, principalmente
de esta segunda, de modo que, por ejemplo, al revelarse contra una figura como el
profesor, el policía o el jefe en su trabajo, figuras que implican autoridad, en realidad
puede estar realizando una transferencia, pues su deseo original es la rebelión contra su
padre, madre o alguna otra autoridad.
Por otra parte, la contratransferencia, es un término que se aplica dentro del proceso
psicoterapèutico que implica el sentimiento que el médico o psicoterapeuta experimenta,
como respuesta a estas transferencias; es por eso que a todo psicoanalista se le exige el
análisis didáctico de su persona y es deseable que todo terapeuta, psiquiatra o aficionado
a la ayuda de otros, en el aspecto psicológico haya recibido o esté recibiendo una ayuda
psico- terapeutica para si mismo, evitando que, sus propios conflictos sean involucrados al
intentar “ayudar”, causando muy probablemente efectos iatrogénicos lamentables, pues
será desde sus características personales inconscientes que intente ayudar a la patología
del otro.
Dentro del tratamiento se puede observar en el paciente otro fenómeno llamado
resistencia (pudiendo ser de origen consciente o inconsciente), que se presenta cuando el
paciente no puede, por ejemplo, recordar ciertos hechos o no acuden a su mente por
estar reprimidos y por no desear inconscientemente exteriorizarlos. Así mismo se emplea
en forma frecuente otro término importante, la Neurosis de Tranferencia, que aparece
cuando la transferencia realizada hacia el terapeuta se toma constante, lo cual puede ser
utilizado en beneficio del paciente, a través de la confrontación con el aquí y ahora, para
diferenciarla del allá y entonces, aunque también puede perjudicar al tratamiento si no es
detectada por el terapeuta a tiempo e interpretada y traducida al paciente para que se
percate de ella.
ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL DE LA PERSONALIDAD ETAPA ORAL
A partir del nacimiento del bebé se postula en la teoría psicoanalítica el primer período
llamado Etapa Oral Temprana, en la cual el bebé busca la satisfacción fisiológica de sus
necesidades, la alimentación le es necesaria, por lo que en especial hablaremos de la
centralización del interés en el área bucal, ya que a través de ella obtiene el placer de la
alimentación y disminuye el displacer del hambre. Estos primeros rudimentos de placer
quedarán firmemente grabados en el niño como parte integral de la personalidad en una
medida más o menos importante, dependiendo de cómo haya cursado esta etapa y del
comportamiento afectivo de la madre o substituto que le haya proporcionado la
alimentación.

A partir de muchos estudios que se han realizado de conducta animal y estudios de


psicología comparada, tenemos la certeza de que los animales al estar desarrollándose,
requieren realizar una conducta que se ha llamado dé “apego a su madre”, o a quien le
suple. Estas conductas, son necesarias para que este animal adquiera una sensación de
seguridad y lleve a cabo todas las acciones autoprotectoras para sobrevivir, de aquí la
importancia que tiene la relación madre-hijo, para la evolución sana del individuo.
En otros estudios, realizados con lactantes humanos que se han visto privados de la
estimulación de una persona que funcionara como madre ó que no se les ha
proporcionado estimulación afectiva, aunque se encuentren cubiertas sus necesidades
básicas de alimentación. Se constató que estos niños lloraban mucho más que los otros, se
volvieron apáticos y presentaron ademanes y gestos extraños. Si, dentro de los tres
primeros meses, la madre se reencontró con este bebé, hubo una mejoría notable y
desaparecieron dichos rasgos.
Por otro lado, cuando la privación de la madre, se realiza durante la segunda mitad del
primer año de vida, se pueden sufrir severas consecuencias, que se muestran en una
determinada psicopatología, debido principalmente a que, en esta edad el niño ya se
puede percatar de la existencia de una madre o figura protectora, y por lo tanto también
de la pérdida de ella.
Existe una segunda fase importante, dentro de esta misma etapa, entre los 12 y 18 meses
de edad, dentro de la cual, da inicio el nacimiento de los dientes del infante,
A partir de muchos estudios que se han realizado de conducta animal y estudios de
psicología comparada, tenemos la certeza de que los animales al estar desarrollándose,
requieren realizar una conducta que se ha llamado dé “apego a su madre”, o a quien le
suple. Estas conductas, son necesarias para que este animal adquiera una sensación de
seguridad y lleve a cabo todas las acciones autoprotectoras para sobrevivir, de aquí la
importancia que tiene la relación madre-hijo, para la evolución sana del individuo.
En otros estudios, realizados con lactantes humanos que se han visto privados de la
estimulación de una persona que funcionara como madre ó que no se les ha
proporcionado estimulación afectiva, aunque se encuentren cubiertas sus necesidades
básicas de alimentación. Se constató que estos niños lloraban mucho más que los otros, se
volvieron apáticos y presentaron ademanes y gestos extraños. Si, dentro de los tres
primeros meses, la madre se reencontró con este bebé, hubo una mejoría notable y
desaparecieron dichos rasgos.
Por otro lado, cuando la privación de la madre, se realiza durante la segunda mitad del
primer año de vida, se pueden sufrir severas consecuencias, que se muestran en una
determinada psicopatología, debido principalmente a que, en esta edad el niño ya se
puede percatar de la existencia de una madre o figura protectora, y por lo tanto también
de la pérdida de ella.
Existe una segunda fase importante, dentro de esta misma etapa, entre los 12 y 18 meses
de edad, dentro de la cual, da inicio el nacimiento de los dientes del infante,l hacer uso de
ellos, muerde todo lo que puede, lo que le proporciona el placer de utilizarlos,
agregándose al de succionar. Favorece así la aparición de los instintos agresivos, llamada:
Etapa oral tardía o Etapa mordente.

La succión prolongada del dedo pulgar más allá de esta edad, es una patología frecuente
cuando el niño siente que ha sido relegado, abandonado y carente de afecto, esto se hace
más notorio poco después del nacimiento de un hermano menor. Así, la no satisfacción de
los deseos orales del infante, o la satisfacción inmediata constante como ocurre
frecuentemente con los bebés de las madres ansiosas, provoca que posteriormente, se
centre el interés en ésta área y tienda a obtener el placer y la disminución de la ansiedad,
por medio de la boca, desarrollando así una personalidad de tipo oral, misma que se
caracteriza por: egocentrismo, dependencia, exigencia constante a los demás, deseos de
ser satisfecho sin dar nada a cambio, y una búsqueda de satisfacción a través de la boca,
como puede ser el fumar, el beber alcohol, el uso de drogas y otras alteraciones
psicopatológicas.
ETAPA ANAL
El niño va adquiriendo poco a poco, entre los 18 meses y los 3 años, la maduración de su
sistema neurològico (mielinización de las fibras nerviosas), por lo que ahora, la madre
centrará sus esfuerzos en propiciar que el infante adquiera ciertos aprendizajes, dentro de
los cuales, el principal es el control de sus esfínteres, (músculos planos y circulares que
controlan la evacuación de heces fecales y la emisión de orina ).
La forma en que el, niño se relacione en especial con la madre, será de vital importancia,
debido a que, al igual que en todas las etapas, si existe una satisfacción, un cuidado o una
atención excesiva, hacia estas actividades, al igual que si existen: castigos, regaños y
ridiculización del niño, intentando con ello lograr que controle sus esfínteres, estaremos
frente de una futura patología, o rasgos de la personalidad, que permanecerán fijados a
esta etapa, como son los que incluyen: orden, sumisión y puntualidad, o a la inversa,
reacciones que implican suciedad, terquedad e irresponsabilidad. En esta etapa es posible
encontrar los inicios de la capacidad para controlarse a sí mismo y para lograr la
independencia personal y la autonomía.
ETAPA FÁLICA
Esta etapa inicia alrededor de los 3 años y termina aproximadamente a los 6 años de
edad. Se caracteriza por un interés centrado en los genitales, especialmente en el falo, es
decir en el pene del niño, por lo que se percibe a sí mismo como algo muy especial. Por el
contrario la niña se percibe como carente de este órgano, (de acuerdo a los resultados de
diversos estudios que incluyeron entrevistas e interrogatorios de niños), llegando a pensar
que, debido a algún mal comportamiento ha sido castigada, y es por ello que lo ha
perdido, esto puede causar sentimientos de envidia, inferioridad y celo.
En esta etapa aparece lo que se denomina el complejo de castración en la niña y el temor
de castración en el niño. Existe también en esta etapa, un fenómeno observado y fácil de
verificar al que se le ha denominado “Complejo de Edipo” que consiste en la atracción que
experimenta el infante hacia el progenitor del sexo contrario, acompañado de rivalidad,
celos y hostilidad hacia el progenitor del mismo sexo. El nombre de complejo de Edipo
surge de la tragedia griega de Sófocles, en la que Edipo, alejado de sus padres quienes
para no cumplir con el fatal destino que el Oráculo les marcara, prediciendo que matará a
su padre y se casará con su madre, le dan en adopción. Años más tarde, Edipo huye de la
que considera su casa paterna, enterado de las profecías del Oráculo. Sucede que un día,
en uno de los caminos por los quetransita, se encuentra con un hombre (el rey que era su
verdadero padre), quien le exige el derecho a pasar primero, Edipo desconociendo que se
trata del rey, lo desafía a duelo, pelean y Edipo lo mata sin saber que se trata de su padre.
Cumpliendo así la primera parte de la fatal predicción. Llega posteriormente al reino de la
que es en realidad su madre y después de varias peripecias y aventuras, se casa con ella,
llegando a procrear dos hijas. Finalmente descubre la verdad y desesperada la madre, de
nombre Yocasta, enloquece, y se ahorca con su propio pelo. Edipo, con la razón nublada
por la tragedia, se saca los ojos con sus propias manos, y se aleja para vagar como
limosnero el resto de su vida.
Esta tragedia, fue tomada como ejemplo para este complejo ampliamente observado, el
cual tiene su contraparte femenina, otra tragedia griega llamada Electra, que aunque no
es exactamente igual a la historia de Edipo, sirve para ejemplificar la misma tendencia, de
parte de la niña. En esta historia, Electra hija de un Rey, intenta vengar la muerte de su
padre, quien ha sido asesinado en una conspiración por su madre y su amante.
El porqué de esta relación de las niñas con sus padres y de los niños con sus madres, se
explica no solo a partir del niño, sino a partir también de los padres, quienes como hemos
podido observar en la vida familiar y en la experiencia clínica, demuestran una tolerancia
mayor con el hijo del sexo contrario y una mayor severidad con el hijo de su propio sexo.
Esta etapa finaliza cuando por temor (en el niño) a la castración se identifica con su padre
y por el lado de la niña, la situación implica la identificación con su madre. Resolviéndose
en esta forma este período en una forma adecuada.
Cuando no es así, lo mismo que en etapas anteriores, quedan importantes restos y
fijaciones que implicarán determinados rasgos de carácter y una personalidad especial,
que pueden incluso llevarlos a adquirir características del progenitor del sexo opuesto (al
imitarlo constantemente debido a la identificación), es decir tendremos niñas
masculinizadas y niños afeminados. Así mismo su conducta tenderá a estar en constante
contacto con el progenitor del sexo opuesto no admitiendo rival posible, es decir ningún
pretendiente le parecerá suficientemente adecuado para tener una relación afectiva, y
rechazará a todos, quedándose sin contraer matrimonio, dedicada(o) al cuidado de su
madre o padre. Por otro lado, es posible que sus relaciones, afectivas estén matizadas por
una preferencia hacia una persona de edad avanzada como lo es su progenitor (a).

ETAPA DE LATENCIA

Este período inicia alrededor de los 6 años de edad y termina aproximadamente a los 12,
es decir que abarca lo que en nuestro país sería la educación primaria. La relativa calma
que se disfruta en ella permite al niño interesarse en los juegos, las compañías y en
general en otros individuos fuera del medio familiar inmediato. Debido a que la energía
que ha ido pasando de una zona a otra, ahora se encuentra libre, el niño la emplea para el
aprendizaje de nuevas habilidades físicas, de conocimientos, de habilidades sociales a
través del deporte, de sus juegos, etc. que le permiten la posibilidad del triunfo, del logro,
del dominio de tareas y el éxito que acompaña a las aptitudes que va logrando
paulatinamente, lo mismo que al mismo tiempo, le hará sufrir la frustración y el coraje
ante sus fracasos con lo que aprenderá poco a poco a dominarse.

Gradualmente va logrando la satisfacción de la compañía de los demás y aprende a


compartir sus dichas y sus desgracias. Esta etapa permite entonces la realización de tareas
grupales y la socialización en general, ya que de no hacerlo, será rechazado por el grupo.
Este período de latencia facilita la identificación con el rol del progenitor de su mismo sexo
y con los compañeros, diferenciando los rasgos masculinos y femeninos que corresponden
al sexo a que el joven pertenece. En esta etapa nacen los ideales y los deseos de llegar a
ser como alguna otra persona que le parece digna de ser imitada. 
ETAPA GENITAL
Esta etapa inicia a partir del período que conocemos como pubertad, alrededor de los 13
años, con la aparición de los caracteres sexuales secundarios femeninos y masculinos; En
esta etapa el joven busca las actividades de grupo, su interés se centra más en sus
compañeros de su propio sexo y tímidamente con los del sexo opuesto, por ello,
frecuentemente tiene un amigo o amiga íntima. Este contacto cercano desarrolla el deseo
de participar en los intereses del otro y emocionarse e interesarse con sus éxitos y
fracasos. Así, el relacionarse socialmente, le permite la satisfacción y la seguridad
paulatina de estar creciendo. En cuanto a la libido sexual, ya no se encuentra distribuida
por todo el cuerpo, sino que se centra en los órganos genitales, por lo que el adolescente
inicia el interés en el sexo contrario y experimenta fantasías erótico-sexuales de tipo
genital adulto.
El iniciar una relación con otro adolescente del sexo opuesto, le lleva a enamorarse y en
ocasiones a romper con sus grupos importantes de familiares y amigos de su mismo sexo,
así el adolescente pasa por frecuentes etapas depresivas y por el duelo que estos
acontecimientos implican, lo que puede considerarse dentro de las conductas “normales”
en esta edad.
Vale la pena mencionar que a todas las etapas anteriores a la genital, se les conoce como
formando parte del período pre-genital, y a partir de la adolescencia, inicia el período
propiamente llamado genital.
La preocupación del adolescente es ahora por su apariencia ante los otros y ante sí
mismo, se encuentra en búsqueda de una identidad personal. Ha dejado de ser niño, pero
tampoco es adulto, por lo que ejecuta en ocasiones conductas que le llevan a una
búsqueda de independencia de su familia y al mismo tiempo permanece unido
afectivamente a ella, necesitando delas normas, límites y apoyos de todo tipo que la
familia le proporciona. Sin embargo, ambivalentemente lucha por ser independiente,
revelándose con conductas un tanto cínicas o hasta antisociales, con poses exhibicionistas
y actitudes competitivas o hasta agresivas. En este período es importante la identificación.
La identificación implica la idealización de una figura digna de ser imitada iniciando por
una burda copia para después introyectarla (incorporándola inconscientemente a su
forma de ser). Desde luego que las identificaciones, pueden ser con rasgos positivos o
negativos; cuando se realiza en forma negativa el adolescente imita figuras indeseables y
peligrosas como modelos de identificación. El decidir cuál será su ocupación futura y
mantener sus impulsos competitivos persistentes y enérgicos, implica la posibilidad de
fracasar en estos intentos y reaccionar aislándose por momentos, pudiendo desarrollar un
sentimiento de coraje o un miedo a la actividad competitiva, sin embargo lo más común es
que poco después reinicie sus relaciones sociales.
Todos estos cambios son comunes y no deben alarmar a la familia, al entenderse la
diferencia importante entre la patología normal de la adolescencia y lo que fuera
realmente una adolescencia patológica. La patología depresiva, agresiva, a veces aislada
que muestra el adolescente forma parte del desarrollo normal en esta etapa, sin embargo
cuando estos rasgos se convierten en parte del carácter, estaremos ante una adolescencia
patológica.
La adolescencia termina entre los 21 y 24 años de edad, sin embargo sabemos que el
carácter adolescente puede permanecer aún pasada esta edad cronológica, debido a que
la madurez o adultez implica la capacidad de asumir las responsabilidades personales,
aceptar las decisiones de algunas autoridades competentes, perseguir sus propios
objetivos, reconocer sus limitaciones así como estar dispuesto a buscar el consejo de otros
cuando se necesite, la capacidad de mantener y disfrutar las relaciones con otros y la
tolerancia y comprensión para aceptar los errores de los demás.
Así, el adulto tendrá la capacidad de disfrutar de sus éxitos, aprender de sus fracasos y en
general se encontrará más o menos libre de actitudes que él mismo no entienda y lleguen
a ser síntomas de alguna enfermedad de tipo neurótico.
Resumen Cronológico

Es conveniente aclarar alguna terminología, útil para la mejor comprensión de las etapas
por las que atraviesa el desarrollo de la personalidad, estas son la fijación y la regresión.
Tomaremos un atinado ejemplo propuesto por el Dr. Sigmund Freud: el desarrollo de la
personalidad, pudiera equipararse con el avance de un ejército que desembarca en costas
enemigas. Al desembarcar, por seguridad, dejará una guarnición en ese primer punto, el
tamaño y clase de la misma, dependerán básicamente de dos aspectos: las facilidades que
se encuentren en el lugar (comida, agua, abrigo, etc.) y dos, la fuerza del esperable ataque
enemigo. Dependiendo de estos dos factores será el número y la fuerza que permanecerá
en esa guarnición. Posteriormente avanzará el resto del ejército librando batallas y
repitiendo la misma maniobra anterior, por lo que nuevamente dejará sucesivas
guarniciones en la ruta de su avance.
Comparando esto con el desarrollo de la personalidad, podemos decir que, estas energías
que son dejadas en cada una de las etapas, serán los elementos que se mantengan como
importantes, para ir configurando la personalidad. Puede darse el caso de que el ejército
no pueda avanzar más allá, debido a fuertes ataques enemigos, o a la carencia de
elementos que garanticen su sobrevivencia, por lo tanto, quedará detenido en una de
estas etapas, a esto se le denomina: fijación de la personalidad. También puede suceder
que, cuando en su avance, sea atacado por fuerzas superiores a sus defensas, éste se verá
obligado a replegarse, regresando al puesto anterior que considere mejor pertrechado.
Así el ser humano, al enfrentarse a una situación de apremio, estrés o carencia, efectuará
conductas regresivas, pertenecientes a etapas anteriores de crecimiento, así por ejemplo,
todo enfermo siempre se mostrará ante el médico un tanto regresivo, casi como un niño,
comportándose caprichoso y desobediente, o sumiso y obediente, de quien espera
mágicamente (como niño pequeño) el alivio de sus molestias.
CORRIENTE NEO-FREUDIANA
Algunos seguidores del Dr. Sigmund Freud han modificado ciertas partes de sus teorías de
la personalidad, como han sido algunos psicoanalistas posteriores a la creación del
psicoanálisis tomando en cuenta detalles más específicos. Varios de ellos subrayan el peso
y la influencia que tiene la cultura en el desarrollo de la personalidad. Viendo al ser
humano desde fuera y reconociendo la importancia de los aspectos internos aunque estos
son relegados a un papel secundario. Dentro de estas corrientes basadas en los principios
freudianos y aportando interesantes señalamientos, encontramos a la Doctora Karen
Honey, el Doctor Erich Fromm y el Doctor Harry Stack Sullivan.
KAREN HORNEY

Esta autora no está de acuerdo en cuanto a la estructura de la personalidad y subraya el


importante papel de la ansiedad como concepto básico para comprenderla, postulando
que la ansiedad se origina ante la frustración de los impulsos biológicos y como resultado
de la reacción del niño ante sus padres.
Según esta autora existen tres importantes actitudes básicas en la vida ante esta relación:
la de sumisión, la de agresividad y la de desprendimiento (el niño se someterá
pasivamente, agredirá activamente o se aislará). De acuerdo a estos tipos su personalidad
estará caracterizada por ser sumiso y necesitado de afecto y aprobación, o agresivo y
tendiente a dominar a los demás, por último, puede ser alguien que evite los lazos
afectivos fuertes con los demás huyendo de ellos constantemente.

ERICH FROMM

Este autor también señala el papel de la cultura en el desarrollo y funcionamiento de la


personalidad, acentuando que estos procesos crean al hombre. Además menciona que la
sociedad tiene la función de suprimir algunos impulsos, debido a que sus pasiones y sus
ansiedades son productos culturales. Enfatiza los sentimientos de aislamiento y soledad
que viven aparejados a la independencia y la libertad, por lo que considera que esta
máxima ansiedad es generada por la independencia buscada para alejarse de sus padres y
que sólo con la confianza en sí mismo podrá superarla. Pero cuando existe una autoestima
baja, la ansiedad abrumadora conduce a mecanismos de escape que él denomina:
conformidad autómata y destructiva, es decir haciendo lo que otros esperan que él haga o
destruyendo, como una forma de escape a su impotencia.

Los tipos caracterológicos que el Dr. Erick Fromm menciona, existen en forma combinada
y en diferentes cantidades en los individuos, y son: el receptivo, el explotador, el
ahorrativo, el mercantilista, y finalmente el sano, también denominado como productivo.

HARRY S. SULLIVAN
De acuerdo con este autor la personalidad no puede existir separada de las relaciones
interpersonales, es decir que no existe personalidad a menos que se interactúe con otros,
por lo cual para poder entender al ser humano, se debe partir del estudio de la relación
que tiene ó ha tenido con los demás. De acuerdo a esta teoría, el hombre se guía en su
relación con los demás, por dos propósitos principales: el afán de satisfacción de sus
necesidades biológicas y un anhelo de seguridad, que es derivado de los procesos
culturales por los que ha atravesado.
Por lo tanto, en un intento por evitar la desaprobación de los demás, modifica sus
conductas, apareciendo frecuentemente la “angustia” (ansiedad), que le lleva a realizar
importantes cambios en su personalidad, la cual puede llegar a convertirse en restrictiva,
ya que le impide la comprensión adecuada de los hechos. Y así, la vida transcurre en
medio de una serie de tensiones, tanto internas, como externas.

LA APROXIMACIÓN CONDUCTUAL
John Broadus Watson (1878-1958), fue el fundador de la escuela norteamericana del
conductismo. En aquella época de principios del siglo XX, el funcionalismo era la corriente
dominante en la Universidad de Chicago, donde él se encontraba y ahí los así llamados
funcionalistas, estaban interesados tanto en la inconsciencia como en el comportamiento
observable. El doctor Watson intentó estudiar desde este punto funcionalista la
inconsciencia en los animales inferiores. Por aquel entonces, mencionaba que si la
Psicología iba a ser una ciencia natural como la Física o la Química debería limitarse a los
eventos observables y medibles, como respuestas a los estímulos medioambientales.
Su inicio estuvo basado en los experimentos de laboratorio de Ivan Pavlov en Rusia, quien
había realizado experimentos con perros inducidos a salivar cuando sonaba la campana
después de que ésta había sido repetidamente asociada (repicada al mismo tiempo) a la
presentación del alimento. Pavlov explicó lo anterior en términos de condicionamiento.
En la Universidad de Harvard el psicólogo B.F. Skinner retomo la teoría conductual e
introdujo el concepto de reforzamiento en la corriente conductista, manteniendo la idea
de que el aprendizaje sucede de cierto modo porque esas conductas han sido reforzadas.
La base de esta teoría, centra su atención en el estímulo que el organismo recibe y la
respuesta que este va a emitir, y nuevamente, con base a la respuesta que ejecute “el
otro”, se reactivará otra del primer sujeto, para establecer una cadena conductual
El refuerzo, que no es otra cosa que la respuesta que va a emitir “el otro”, puede ser de
dos clases, de tipo positivo o negativo, tomando en cuenta que el primero, al ser de tipo
agradable, será por lo menos parcialmente satisfactor de las necesidades del sujeto y
servirá como un nuevo estímulo, de modo que la conducta será reforzada (fortalecida) y
por lo tanto, tendiente a repetirse con mayor frecuencia o al contrario, al no recibirlo,
experimentará una disminución o desaparición de ésta, es decir que las tasas de respuesta
se decrementarán (disminuirán). Todo esto recibe el nombre de condicionamiento
operante, al que todos los seres humanos estamos expuestos desde el nacimiento.
¿Cuáles fueron las conductas que se nos reforzaron?, ¿cuáles las que se nos castigaron?,
etc., de tal forma que tendremos la tendencia a continuar repitiéndolas, de acuerdo a lo
que se nos ha castigado o premiado en el pasado, en el presente y también en el futuro,
ya que, al estar expuestos a un bombardeo de estímulos sociales, televisivos, etc., estos,
seguirán modificando nuestra conducta.
Un buen ejemplo de tratamiento con este enfoque es la película “naranja mecánica’, en la
cual se muestra la aplicación de un tratamiento conductual a el personaje principal que es
un delincuente, lo que ejemplificará la terapia del tipo aversivo (castigo) que recibe,
apareada a estímulos neutros que adquirirán las propiedades del otro.
Lo anterior, logrará que al estilo pavloviano, el malestar acompañe a cualquiera de las
actitudes que han sido “condicionadas” en el caso de llegar a realizarse.
De acuerdo a esta teoría, los seres humanos somos como una página en blanco, en la cual
se van quedando grabados los aprendizajes que determinarán nuestra futura conducta. La
terapéutica se encuentra basada principalmente en premios y en castigos dirigidos hacia
la supresión ó hacia alentar las conductas consideradas adecuadas o inadecuadas.
La aplicación de esta teoría ha llegado a sobrepasar el ámbito de las terapias y
actualmente es utilizada en una gran parte de nuestro entorno. Es aplicada en el terreno
de la publicidad, empleando un apareamientos (mostrar a la par, al mismo tiempo) de
mujeres bellas con situaciones agradables en las que se consume determinado producto
(licor o cigarrillo), logrando que posteriormente al consumir dicho producto, lleguemos a
sentir el agrado y el placer que ha sido parte de los protagonistas de dicha escena,
repetida infinidad de veces.
Al mismo tiempo, se han elaborado una serie de técnicas con aplicación en otros campos,
como es el terreno educativo, en el que se han logrado implementar textos programados
y máquinas de enseñanza, computadoras que refuerzan la conducta del sujeto que intenta
lograr un aprendizaje por medio de sonidos, colores, etc. cuando es emitida la respuesta
(conducta) correcta. Lo anterior se realiza con base a una serie de pequeñas unidades de
conocimientos que permiten una muy baja posibilidad de error, por lo cual al acertar
frecuentemente, resultan gratificantes (No frustrantes), induciendo a continuar
intentando, logrando con ello el aprendizaje del material revisado.
En el campo psicoterapèutico se han desarrollado métodos basados en el concepto de la
saciedad (el aumento en la frecuencia y cantidad de estimulación placentera, hasta el
grado de producir el rechazo de esta). Así mismo, con la aplicación de castigos a las
conductas determinadas como patológicas (toques eléctricos de voltaje pequeño pero
molesto).
También han sido “condicionados” y utilizados animales para efectuar ciertas conductas,
como hemos podido damos cuenta al asistir a cualquiera de las funciones de los circos en
nuestra ciudad, en donde podemos encontrar: perros, focas, elefantes y hasta animales
originalmente agresivos como son los leones o los tigres que realizan “graciosas” piruetas.
Quizá también podemos decir que han sido condicionados seres humanos que pueden
realizar tareas extremadamente peligrosas y hasta suicidas, como llevar cargas explosivas
y hacerlas detonar al estrellarse contra una nave enemiga, como sucedió durante la
segunda Guerra Mundial con los pilotos japoneses.
Vale la pena mencionar que B.F. Skinner, quien en nuestra época es el primer
representante y el más renombrado de esta corriente, escribió una novela titulada
“Walden II”, en la que existe un mundo ideal, cuyos integrantes han sido condicionados
para convivir pacíficamente en base a la generalización de la aplicación de estas técnicas a
todas las conductas sociales.

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