Está en la página 1de 3

Reseña

Castillo, L. (2006). Las libertades de expresión e información como derechos humanos.


Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, 1(1), 11-27.
https://hdl.handle.net/11042/1923

Por Julissa Navarro Chavez. Estudiante de la carrera de Ciencia Política en la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Contáctame a
julissamarianch@gmail.com

Justificar el hecho de que la libertad de expresión e información sean


consideradas como un derecho para las personas, es el objetivo de este artículo escrito
por el abogado Luis Castillo Cordova, quien es autor de varios libros y artículos en
diversos campos como la Filosofía de los Derechos Humanos, Teoría general de los
derechos fundamentales, Técnicas hermenéuticas de determinación del contenido
constitucional de los derechos fundamental, entre otros. Con ello, su finalidad es
vislumbrar acerca de lo que consideramos derechos.

De este modo, parte de tres cuestiones principales para comprender si la libertad


de expresión e información debería ser un derecho. En primer lugar, determina el valor
jurídico de la persona, pues todos los textos internacionales y nacionales atribuyen a la
persona la finalidad del Estado, y a los derechos como centro del orden jurídico, puesto
que cualquier definición no puede realizarse al margen de los derechos de la persona.
Asimismo, Recasens (1940) afirma que “en el conjunto de leyes, reglamentos,
costumbres, etc., que integran el Derecho formulado de un orden jurídico, hay vacíos”,
y, de acuerdo a Castillo, aunque sí se brinden definiciones en dichos textos, no hay una
importancia sobre estos para las personas en general, cuestión que considero que
debería darse, explicando realmente a las personas qué es lo que significa este derecho,
para no caer en una ambigüedad.

En segundo lugar, actualmente se reconoce a las libertades de expresión, pero


menciona que debe plantearse un propósito específico del derecho para determinar su
valor jurídico. Así, este derecho permite la autorrealización de la persona al significar
una independencia intelectual, puesto que, históricamente, estuvo subordinado a la
Iglesia y al Estado; y, con ello se reconoce la existencia digna, así como la libertad del
individuo, al asegurar la libertad de pensamiento.
Profundiza, además, en la funcionalidad de este derecho, al ser un pilar de la
democracia moderna. Sin embargo, se tiene que cuestionar quiénes son aquellos que
gozan de este derecho, pues, según Welp (2021) “la libertad de expresión se enfrenta
más recientemente a amenazadas crecientes. […] sea como la suspensión de cuentas,
influencia de las grandes empresas tecnológicas, […], presión a nivel mundial”, siendo
ello muestra de que no todos tienen este derecho, no todos tienen dicha “independencia
intelectual”, porque no todos somos vistos de una manera igualitaria, sino que algunos
sí tienen la garantía de este derecho, mientras que otros no, siendo este un punto no
explicado por Castillo.

Y, en tercer lugar, señala a este derecho en el ordenamiento jurídico, remarcando


que la libertad de expresión es la “manifestación jurídica de la necesidad de la
comunicación que experimenta toda persona. […] como fin de toda realidad estatal y
social”. Además, ello se justifica en la Declaración de los Derechos Humanos en el
artículo 19 y en la Convención Americana de Derechos humanos en el artículo 13
mencionando que “todos tienen el derecho a la libertad de pensamiento y expresión.
Este derecho incluye libertad de buscar, recibir e impartir información e ideas de toda
clase, sin límites”, aunque, puedo agregar que realmente sí existen límites debido a que
puede abusarse de la libertad de expresión al dañar la integridad de una persona.

De esta manera, considero que Castillo sí logra justificar a las libertades de


expresión, explicita e implícitamente en los tratados y textos internacionales o
nacionales, como un derecho que permite la dignidad y reafirma la libertad de la
persona, aunque, considero que se pudo mencionar la situación actual de este derecho.
Siendo así, recomendaría el artículo para profundizar en aspectos que como menciona el
autor, están estipulados, pero nadie remarca en su importancia. Del mismo modo,
comprender qué significa “libertad de expresión” históricamente, dicho sea, la parte que
más me agradó, demuestra la importancia de reconocerse como derecho.

En conclusión, los tres puntos principales en los que argumenta el autor cómo
las libertades de expresión sí deben considerarse como un derecho, faculta a los lectores
de estimar una reflexión acerca de la forma de comunicación, pero deberían agregarse
los límites y cuestionamientos sobre el hecho de gozar todos de este derecho o seguimos
en una dependencia intelectual, no de la Iglesia ni del Estado, sino de un grupo de
personas que intentan manipular nuestra libertad de expresión, información, y, agrego,
pensamiento.
Referencias

Recasens, L. (1940). Vida Humana, Sociedad y Derecho. Fundamentación de la


Filosofía del Derecho. La Casa de España en México.
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/vida-humana-sociedad-y-derecho-
fundamentacion-de-la-filosofia-del-derecho--0/html/ff162690-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_13.html#I_0_

Welp, Y. (2021). Libertad de expresión: universal, pero no absoluta. Swissinfo.


https://www.swissinfo.ch/spa/politica/libertad-de-expresi%C3%B3n--universal--
pero-no-absoluta/46549104

Convención Americana de Derechos Humanos relativo a la libertad de pensamiento y


expresión. Artículo 13°. 22 de noviembre de 1969.

También podría gustarte