Resumen En el presente artículo, la autora detalla el proceso de desarrollo de los derechos humanos a lo largo del tiempo. Inicia explicando el surgimiento de la noción de derechos humanos a partir del establecimiento de elementos que permitan su desarrollo en el Estado Moderno. Luego, explica la evolución de los derechos humanos a través de las fases establecidas por Peces-Barba: positivización, generalización, internacionalización y especificación. Posteriormente, la autora hace énfasis en la Declaración Universal de Derechos Humanos, considerada como el primer instrumento internacional en afirmar y dar contenido a los derechos humanos de manera universal. Explica, asimismo, los distintos mecanismos de protección de derechos humanos que han surgido a partir de las resoluciones del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, para concluir con un análisis a futuro de los derechos humanos. Palabras clave Derechos Humanos – Declaración Universal de Derechos Humanos – internacionalización – Consejo Económico y Social – mecanismos de protección de derechos humanos – positivización de derechos (*) Este artículo fue recibido el 10 de julio de 2019 y su publicación fue aprobada el 7 de agosto de 2019. (**) Profesora ordinaria del Departamento Académico de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú e investigadora principal del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la misma casa de estudios. (***) La autora agradece a Génesis Vargas por su apoyo como asistente de investigación del presente artículo. 15 Cristina Blanco 1. Introducción El término “derechos humanos” es sin duda uno de los más usados en la cultura jurídica y política actual, tanto en el ámbito nacional como internacional. Es usado por académicos y políticos que se ocupan del Estado y del Derecho, pero también por ciudadanos comunes, periodistas, entre otros. Su relevancia reside no solo en la función reguladora de la legitimidad de los sistemas políticos y jurídicos que cumplen en la actualidad, sino también en la convicción de que constituyen una garantía para la dignidad, libertad e igualdad de la persona. Es por esto que su comprensión no es solo una cuestión teórica, sino que tiene un alcance práctico importante. Todo recuento que pretenda explicar por qué los derechos humanos ocupan tal lugar central en la actualidad pasa por reconocer la importancia de la Declaración Universal de Derechos Humanos (en adelante, DUDH) adoptada hace siete décadas en el marco de la Organización de las Naciones Unidas. Fue el primer instrumento internacional en afirmar los derechos subjetivos de la persona humana a escala universal. El presente artículo introductorio a esta publicación conmemorativa de los 70 años de la DUDH busca aportar reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de los derechos humanos. Estas se presentan a través de cuatro capítulos. El primero, aborda los orígenes de la idea de los derechos humanos. En el segundo, se brinda una mirada sobre los principales rasgos de su evolución, proceso en el cual la DUDH de 1948 es pieza fundamental. El tercer capítulo se centra en la Declaración, sus características y el sistema de protección de derechos humanos creado en la Organización de Naciones Unidas a partir de dicho instrumento. Una última sección, está dedicada a la actualidad de los derechos humanos y reflexiones en torno a los retos para su futuro en el mundo de hoy. 2. Orígenes de la idea de los Derechos Humanos Si bien los derechos humanos gozan de una amplia aceptación, lo cierto es que las ideas que subyacen en su raíz solo se empiezan a plantear desde los derechos en un momento determinado de la cultura jurídica y política. Es decir, los derechos humanos son un concepto histórico, en tanto surgen en un momento determinado (situado en el mundo moderno) y son producto de un largo proceso(1). Diversos autores notan que ya en la Edad Antigua se puede encontrar una idea de dignidad, libertad e igualdad dispersa en algunos autores clásicos. Los filósofos griegos y romanos afirmaron la existencia de un principio o ley universal base de la naturaleza de (1) Gregorio Peces-Barba; Rafael de Asís; Carlos Fernández y Ángel Llamas, Curso de derechos fundamentales: Teoria general (Madrid: Universidad Carlos III de Madrid, 1999), pp.145-146. 16 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos cada cosa. Aristóteles (384-322 A.C.) y Platón (427-374 A.C.) hablaban de paz y justicia, que era vivir en armonía con la ley universal. No obstante, estas ideas estaban lejos de unificarse bajo un concepto cercano a los derechos humanos(2). Al hablar de antecedentes de esta construcción histórica en la Edad Media, se suele hacer referencia al pensamiento de filósofos cristianos y teólogos como San Agustín (354-430 D.C.) y Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Este último, por ejemplo, absorbió postulados de Aristóteles sobre la ley natural y elaboró la síntesis cristiana: el autor de la ley natural es Dios, obedecer la ley natural es obedecer a Dios. Aunque se plantea como principio la obligación de respetar la naturaleza de cada uno para cumplir con el fin para el que fue creado, no existía tampoco nada cercano a lo que hoy entendemos por derechos humanos(3). Como bien advierte Hunt, existe un riesgo de que la historia de los derechos humanos se convierta en la historia de las civilizaciones occidentales o del mundo entero. Por ejemplo, se tiende a incluir en ello ideas griegas sobre persona individual, ideas romanas sobre ley y el derecho, doctrinas cristianas del alma, y aportes de religiones ajenas al desarrollo de las sociedades occidentales, como el hinduismo, budismo y el islam. Si bien los antecedentes (ciertamente remotos) pueden ser de relevancia, coincido con Hunt en que para poder hablar de derechos humanos, debe haber al menos tres cualidades entrelazadas: universales (válidos en todas partes), naturales o inherentes (intrínsecos a la persona, no concedidos) e iguales (los mismos para todos) (4). La etapa histórica en que surgen los derechos así entendidos es la Edad Moderna. ¿Por qué en este momento y no antes? Pues las características sociales, políticas, culturales y económicas de la Edad Media no presentaban las condiciones para propiciar la exigencia de estos derechos. Había una concepción de la sociedad según la cual el estamento primaba sobre el individuo. Se podían identificar ciertos privilegios o prerrogativas no atribuidas a los seres humanos en cuanto tales, sino a personas que integraban estamentos cerrados, determinados por su nacimiento. Este planteamiento justificaba la desigualdad social y política propia de esta sociedad (5). Dadas estas circunstancias, solo existen en la Edad Media documentos puntuales en los que el monarca concede privilegios patrimoniales y de libertad para un estamento o un territorio concreto (6). (2) Jeffrey Klaiber, “Derechos humanos: una visión histórica”, en: Miradas que Construyen: Perspectivas multidisciplinarias sobre los derechos humanos. (Lima: PUCP, 2006), pp. 12-13. (3) Íbidem. (4) Lynn Hunt, La Invención de los derechos humanos, (Traducción de Jordi Beltrán, Barcelona: Tusquets, 2009), pp. 18-19. (5) Valle Labrada, Introducción a la teoría de los derechos humanos: Fundamento. Historia. Declaración Universal de 10 de diciembre de 1948 (Madrid: Civitas, 1998), pp. 71-75. (6) Por ejemplo, la Carta Magna de Juan I de Inglaterra, conocido como Juan sin Tierra, en 1215; la Carta 17 Cristina Blanco En cambio, la Edad Moderna presenta un conjunto de rasgos que favorecieron la cristalización de este concepto(7). Uno de ellos es el surgimiento del capitalismo y el protagonismo de la burguesía. Esta nueva clase social estaba conformada por comerciantes, artistas, científicos, pensadores y políticos; no pertenecientes a estamentos privilegiados (clero y nobleza), ni tampoco siervos. Con el desarrollo de la burguesía, se van superando trabas de la organización gremial medieval para ir dando paso a la libertad de industria y comercio. Esta clase con riqueza trae consigo exigencias de libertad por lo que el poder absoluto de la nobleza resultaba claramente inconveniente. La burguesía influyó en la orientación de la filosofía y la ciencia, generando una nueva corriente de pensamiento, la doctrina liberal, con la finalidad de permitir al individuo burgués el libre desarrollo de su actividad económica y la dirección del poder político. El descontento de los burgueses por el poder absoluto en los siglos XVII y XVIII lleva a que busquen lugar en el poder, exigencia que se apoya en la afirmación de derechos inherentes a la persona como una de las principales herramientas de lucha. Asimismo, rasgos característicos de la cultura propia de la Edad Moderna resultaron decisivos para la construcción de la filosofía de los derechos humanos. Entre estos se encuentran la secularización, que conduce a que la teología vaya perdiendo importancia y se apunte a un protagonismo del hombre orientado a una vida terrenal; el naturalismo, que acerca la noción de igualdad y abre así espacio a la concepción de un destinatario genérico de las normas; y el racionalismo, que supone la confianza en la razón para el conocimiento y dominio de la naturaleza. Se presentan también cambios en la mentalidad de los individuos que supusieron pasar de una cultura objetivista y comunitaria, a una cultura individualista y antropocéntrica(8). Otro elemento imprescindible para la aparición de los derechos humanos es el surgimiento del Estado Moderno. Esto es, un nuevo tipo de poder político unificado que se configura en el tránsito a la modernidad dejando atrás los poderes políticos medievales fragmentados. Los rasgos más importantes que caracterizan al Estado Moderno son el monopolio de la producción normativa, el individuo como destinatario genérico (con la eliminación de los estamentos propios de la Edad Media), y la construcción del concepto de soberanía fundada en un pacto social. El surgimiento del Estado Moderno es esencial porque este se convierte en el punto de referencia de la realidad jurídica. Sin el apoyo del Estado, los valores morales detrás de los derechos no se podrán convertir en Derecho positivo. otorgada por el rey Alfonso IX a las Cortes de León en 1188 o el Privilegio General de Aragón que concede el rey Pedro III en 1283 a las Cortes de Zaragoza. (7) Gregorio Peces-Barba; Rafael de Asís; Carlos Fernández y Ángel Llamas. Óp. cit.; pp.115- 126. (8) Ídem.; pp. 127-137. 18 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos Junto con ello, la evolución del propio concepto del Derecho que pasó de considerarse ius a le x, fue un factor que permitió el comienzo de la afirmación de derechos. Hasta entonces el Derecho era concebido como lo justo, lo debido, lo equitativo, pero no hacía referencia a una ley concreta vigente. Era por eso frecuente que el juez para fundamentar acuda a textos sagrados, o a doctrina de siglos anteriores o de lugares distintos a aquel donde se aplicaba el Derecho. En la Edad Moderna el concepto de Derecho se sustituye por lex: regla de conducta prevista en el ordenamiento jurídico de cada comunidad política. Esta es la base de las codificaciones del siglo XIX y de futuras constituciones(9). Todos estos factores van confluyendo paulatinamente para dar lugar a las ideas base de los derechos humanos. Tales procesos se cristalizan por primera vez en la Declaración de Independencia de Estados Unidos de América (1776) y de manera más acabada, en la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789)(10). Estas declaraciones, como las representaciones más claras en materia de derechos humanos en el siglo XVIII, sirven como modelo a las Constituciones posteriores del siglo XIX. La corriente de pensamiento base de tales textos fue la doctrina liberal. Por diversas aportaciones, se construye una teoría coherente del origen, ejercicio, fines y límites del poder en la que los derechos tienen un lugar central(11). Los principales elementos de esta construcción consisten en concebir el origen del poder en el pacto social (no de origen divino o heredado), poder que es delegado de manera reversible y cuya legitimidad depende de si se cumplen los fines que justifican esa delegación, que son la seguridad y defensa de los derechos naturales. Por consiguiente, los derechos naturales y su protección son la causa del pacto y el límite del ejercicio del poder. Si se justifica el poder en defenderlos, su violación o desconocimiento será la barrera que no debe ser traspasada. El ejercicio del poder está limitado por el sometimiento de los gobernantes a la ley y la separación de poderes(12). Lo anterior se refleja en los derechos incluidos en ambas Declaraciones. En el caso de la Declaración de Independencia estadounidense, los contenidos se refieren a la libertad de pensamiento y de conciencia, garantías procesales, soberanía del pueblo y a su participación. Por su parte, la Declaración francesa recoge estos derechos, junto con el derecho a la propiedad. Tiene además un énfasis sobre igualdad formal y el imperio de la ley, así como la soberanía popular y la separación de poderes. (9) Valle Labrada. Óp. cit.; pp. 83-85. (10) Algunos autores citan también como antecedente el Bill of Rights o declaración inglesa de 1689. Si bien esta tiene un sentido de limitar el poder, se basa esencialmente en antiguos derechos y libertades, y no está marcada la idea de los derechos como naturales o inherentes a la persona. (11) Entre los autores más influyentes están Thomas Hobbes (1588-1679), John Locke (1632-1703), Montesquieu (1689-1755), Voltaire (1694-1778), Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Denis Diderot (1713-1784), Inmanuel Kant (1724-1804) y Alexis de Tocqueville (1805-1859). (12) Gregorio Peces-Barba; Rafael de Asís; Carlos Fernández y Ángel Llamas. Óp. cit.; pp. 146-154. 19 Cristina Blanco La historicidad de los derechos humanos se concreta entonces en su surgimiento en un momento concreto situado en la Edad Moderna en el mundo occidental. En su origen, tienen una función primigenia de limitar el poder del Estado, muy presente en las declaraciones iniciales de derechos humanos, lo que conduce a que los primeros derechos en ser afirmados sean las libertades civiles y los derechos políticos. Ese proceso primigenio de afirmación de derechos, muestra también cómo los derechos se forjan primero en las conciencias e ideas de pensadores, y pasan luego a tener expresiones jurídico-políticas. 3. Evolución de los Derechos Humanos El concepto moderno de derechos humanos es el fruto de siglos de reflexión e innumerables debates. Una de las clasificaciones de su evolución más aceptadas en doctrina, es aquella propuesta por el profesor Peces-Barba, quien se refiere a cuatro fases: positivación, generalización, internacionalización y especificación. (i) La positivización supone transformar una exigencia ética en una exigencia jurídica. Es la toma de conciencia de la necesidad de dotar a los postulados detrás de los derechos con un estatuto jurídico para su aplicación eficaz y real. Esta etapa se inicia con las primeras declaraciones antes señaladas, y continúa en las primeras constituciones que aparecen hacia finales del siglo XVIII e inicios de XIX en Europa y Estados Unidos de América. Con posterioridad, todas las constituciones que interiorizan pretensiones morales justificadas como valores o principios, recogen en Derecho positivo a los derechos fundamentales(13). A partir de mediados del siglo XX, la positivización de derechos tiene lugar ya no solo en el ámbito interno, sino también en el Derecho Internacional, lo que se manifiesta en el denominado proceso de internacionalización al que me refiero más adelante. (ii) De otro lado, la generalización consiste en expandir la titularidad restringida de derechos para apuntar a un destinatario abstracto. Los primeros derechos en ser afirmados, como se dijo, fueron las libertades civiles y derechos políticos; y luego, se afirman los derechos económicos, sociales y culturales (en adelante, DESC). Con relación a cada conjunto de estos derechos se identifican corrientes reduccionistas que afirman solo la existencia de unos, pero rechazan la de los otros. La generalización supone superar tales reduccionismos. En efecto, un primer reduccionismo superado es el liberal y se ubica en los momentos iniciales de la afirmación de derechos. Como fue advertido previamente, la burguesía cumplió un rol fundamental en el proceso de adopción de las primeras declaraciones, pero su participación implicó también una consagración desigual y elitista del destinatario de los (13) Valle Labrada. Óp. cit.; pp. 61-70. 20 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos derechos: hombre blanco burgués. Se presentaba una falta de correspondencia entre la realidad y la afirmación de los derechos naturales como correspondientes a todos los seres humanos(14). En el siglo XIX se produce una corriente que rechaza la generalización a otros ámbitos, como la participación política y el derecho de asociación(15). Se está ante un liberalismo conservador, excluyente, que no quería compartir el poder con la mayoría de ciudadanos. La erradicación de esta visión se da con el reconocimiento del sufragio universal y el derecho de asociación de forma posterior. Otro es el reduccionismo socialista. En los planteamientos derivados del marxismo, surgen posiciones académicas en los países del Este que identifican a los derechos humanos con los DESC, mientras que rechazan los civiles y políticos. En efecto, en la concepción socialista, la noción de derechos y libertades se enfoca como una expresión del carácter de la sociedad (de las relaciones de producción dominantes de una sociedad), en la cual las instituciones democráticas de origen liberal no son cauce para la construcción del socialismo(16). Esta posición fue superada por la propia evolución práctica de los países socialistas y la incorporación en el Parlamento de representantes de partidos vinculados a los trabajadores (gracias al derecho de asociación y sufragio universal) para defender sus intereses. En el siglo XIX la clase trabajadora se fue incorporando al ámbito político en el Estado de Derecho, lo que influye en la incorporan de los DESC. (iii) La internacionalización es la etapa en la cual la evolución de los derechos humanos se proyecta hacia el plano internacional. Se produce el reconocimiento de que la promoción y protección de los derechos humanos es una tarea que incumbe no solo a los Estados respecto a las personas dentro de su jurisdicción sino también a la comunidad internacional en su conjunto. Esta premisa se incorpora en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (en adelante, ONU), adoptada el 26 de junio de 1945, tras el conflicto bélico y el holocausto de la Segunda Guerra Mundial. Como señala en su preámbulo, la Organización es fundada para “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles”(17). En la materialización de tal aspiración, ocupa un lugar central la afirmación que se hace en la (14) A pesar de ello, no debe perderse de vista que resulta claramente revolucionaria de su tiempo la universalidad de las afirmaciones en la Declaración Francesa (“los hombres”, “cada hombre”, “los ciudadanos”). Tenían un sentido emancipador al considerar por igual a hombres concebidos de forma tan diferentes hasta entonces, en un contexto de restricciones impuestas a derechos por determinados hombres del siglo XVIII. Véase Lynn HUNT. Óp. cit.; pp. 14-15. (15) Por ejemplo, se prohíben y persiguen las asociaciones en Francia, España y Gran Bretaña, por la desconfianza que estas generaban al suponer un intermediario entre el Estado y el individuo. En el caso de la participación política, en las primeras regulaciones, el derecho al voto estaba reservado al prototipo de hombre burgués referido anteriormente, al considerarse que solo este sector tenía la facultad y tiempo para participar en la política. Estamos ante un sufragio limitado, no universal, solo permitido para algunas categorías. (16) Imre Szabó y otros, Socialist concept of human rights (Budapest: Akademiai Kiado), 1966. (17) Carta de la Organización de las Naciones Unidas, Preámbulo. 21 Cristina Blanco Carta del principio de respeto a los derechos y libertades fundamentales. La primera expresión de concreción de tal compromiso fue justamente la DUDH, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Pero esta significó solo el inicio pues le siguieron numerosos tratados e instrumentos no convencionales de derechos humanos (infra sección 4) que condujeron a la existencia de una rama específica del Derecho Internacional Público centrada en el ser humano y la protección de sus derechos, esto es, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos(18). De este modo, la relevancia sin precedente de la DUDH se relaciona al hecho de que representó la ruptura del principio de soberanía absoluta de los Estados, base incuestionable del Derecho Internacional tradicional. Eso es lo que Carrillo Salcedo denomina proceso de humanización del Derecho Internacional, pues “junto al clásico principio de la soberanía aparecía otro principio constitucional del orden internacional contemporáneo: el de los derechos humanos”(19). Es decir, la humanización del Derecho Internacional (centrada en la perspectiva internacional) viene a ser la otra cara de la moneda del fenómeno de internacionalización, centrado en la perspectiva del Derecho interno y la proyección de los derechos al ámbito internacional. (iv) Por último, la especificación, a diferencia de la generalización, no alude a la expansión de un derecho a nuevos titulares, sino que se refiere a la creación de nuevos derechos teniendo en cuenta titularidades específicas. Se reconocen dos tendencias en el desarrollo de esta etapa. De un lado, se encuentra la especificación a partir de temas o prácticas que han merecido la generación de un marco normativo de protección especial, como la tortura, desapariciones forzadas, o la discriminación racial. De otro, está la especificación en base a personas o grupos de personas históricamente excluidos o que presentan factores de vulnerabilidad particular y, por ello, han requerido derechos y mecanismos específicos. Tal es el caso, entre otros, de las mujeres, niños y niñas, personas con discapacidad, trabajadores migratorios y sus familias, y más recientemente, las personas adultas mayores. Esta mirada diacrónica de los derechos humanos evidencia cómo han pasado de ser ideas a ser postulados jurídicos, afirmados primero en el orden nacional en bases ciertamente débiles a pasar a tener un reconocimiento constitucional. El fortalecimiento jurídico progresivo de los derechos humanos se proyectó al plano internacional, donde primero fueron también materia de declaraciones (instrumentos en su origen no vinculantes) para ser luego reconocidos en numerosos instrumentos convencionales. (18) Elizabeth Salmón, “Los aportes del derecho internacional de los derechos humanos a la protección del ser humano”. En: Miradas que construyen: Perspectivas multidisciplinarias sobre los derechos humanos, (Lima: Fondo Editorial PUCP, 2006), pp. 147-149. (19) Juan Antonio Carrillo, Soberanía de los Estados y Derechos Humanos en Derecho Internacional Contemporáneo, segunda edición, (España: Tecnos, 2001), p. 14. 22 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos 4. La Declaración y el Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos La creación del Sistema Universal de Derechos Humanos se inicia con la Carta de la ONU en 1945, año en que se establece la organización y se comienzan a dar los primeros pasos para afirmar en el ámbito internacional, obligaciones estatales y mecanismos en materia de derechos humanos. Si bien la Carta de la ONU no es per se un instrumento de derechos humanos, hace importantes referencias a estos a lo largo de su articulado, tales como su preámbulo, artículos 1, 55 y 56, y aquellos sobre la competencia en la materia de la Asamblea General (artículo 13) y del Consejo Económico y Social (en adelante, ECOSOC) (artículo 62.2 y 68). Para el cumplimiento de su mandato, el ECOSOC estableció en 1947 un órgano especializado con el encargo de redactar instrumentos de derechos humanos que permitieran reconocer derechos y establecer mecanismos para la supervisión de su respeto y garantía por parte de los Estados. Es así que nace la Comisión de Derechos Humanos, conformada por dieciocho representantes y conducida por Eleanor Roosevelt (1884-1962), símbolo de un nuevo feminismo en la época. En 1948, la Comisión entregó el borrador de la DUDH, adoptada por la Asamblea General el 10 de diciembre de ese mismo año. La historia ha resaltado el rol desempeñado por Eleonor Roosevelt y la importancia de los aportes de otras personas que trabajaron para lograr su adopción. Entre ellos se encuentran Charles Malik (Líbano), quien fue secretario de la Comisión de Derechos Humanos y posteriormente Presidente del ECOSOC; Peng-Chun Chang (China), vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos; John Peters Humphrey (Canadá), redactor del primer borrador de la Declaración; y René Cassin (Francia), a quien se encargó la redacción del segundo borrador de la DUDH. A este selecto grupo se le ha denominado padres de la DUDH(20). Si bien su papel fue crucial, hubo varias otras mujeres que no recibieron tanta atención, pero cuyas contribuciones sumaron decisivamente al carácter de verdadera universalidad de la Declaración. Por ejemplo, a Hansa Mehta, delegada de la India en la Comisión, se le atribuye el cambio de la frase “todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos” por “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos humanos” en el artículo 1 de la DUDH(21). También destacan Minerva Bernardino, diplomática de República Dominicana e integrante de la Comisión sobre la condición jurídica de la Mujer; y Marie-Hélène Lefaucheux, la única mujer en la primera delegación de Francia en la ONU y presidenta de la Comisión sobre la condición jurídica de la (20) Sam McFarland, “The Universal Declaration of Human Rights: A tribute to Its architects”, En: Public Integrity, 19:2, (2017), pp. 108-122. (21) Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 1. 23 Cristina Blanco Mujer entre 1948 y 1953; entre otras(22). Las mencionadas defendieron la inclusión del reconocimiento de la igualdad de hombres y mujeres en la Declaración, así como la no discriminación basada en el género(23). El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU aprobó la DUDH: 50 Estados votaron a favor (entre ellos Perú), ningún votó en contra y ocho se abstuvieron. De estos, seis vivían bajo regímenes comunistas (Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Ucrania, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Yugoslavia), y los otros dos eran Sudáfrica y Arabia Saudita (ninguno un modelo de respeto de derechos). Esta Declaración constituyó así el primer instrumento internacional en afirmar los derechos subjetivos de la persona humana a escala universal(24). Los elementos definitorios de los derechos humanos a los que me referí previamente; esto es, su carácter universal, inherente e igual para todos(25), están muy presentes en el texto de la Declaración. Solo en su preámbulo encontramos un reflejo claro que estos derechos tienen un carácter universal (“todos los miembros de la familia humana”), inherente (basados en la “dignidad intrínseca” e “inalienables”), e igualitario (“iguales […] de todos los miembros de la familia humana”)(26). En cuanto a su contenido, René Cassin, uno de sus redactores más eminentes, en su intervención como delegado de Francia en la Asamblea describió la DUDH como un templo. El atrio estaría formado por el preámbulo en el que se afirma la unidad de la familia humana; y cuyos cimientos están dados por los principios de libertad, igualdad, no discriminación y fraternidad, proclamados en los artículos 1 y 2. Las cuatro columnas están conformadas por (i) derechos y libertades de orden personal reconocidos en los artículos 3 al 11 (tales como vida, seguridad y dignidad de la persona, igualdad ante la ley, garantías contra la esclavitud, tortura, detenciones y penas arbitrarias); (ii) derechos del individuo en sus relaciones con grupos de los que forma parte y el mundo exterior establecidos en los artículos 12 al 17 (como no ser objeto interferencias arbitrarias en vida privada o familiar, circular libremente y salir de cualquier país, fundar una familia, entre otros); (iii) libertades y derechos políticos reconocidos del artículo 18 al 21 (libertad de conciencia, expresión, reunión, participación en elecciones periódicas y auténticas, etc.); (22) Además, delegadas como Bodil Begtrup, diplomática de Dinamarca y presidenta la Comisión sobre la condición jurídica de la mujer entre 1946 y 1947; Evdokia Uralova (Bielorrusia) y Relatora de la Comisión sobre la condición jurídica de la Mujer en 1947, y Begum Shaista Ikramullah, delegada de Pakistán en la Tercera Comisión, abogaron por el reconocimiento de los derechos de las minorías, igualdad salarial e igualdad de derechos en el matrimonio. (23) Rebecca Adami, Women and the Universal Declaration of Human Rights, 1era edición, (Londres: Routledge, 2018). (24) A nivel de la región americana, el primer instrumento en reconocer los derechos subjetivos de la persona humana fue la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, adoptada en mayo del mismo año. (25) Lynn Hunt. Óp. cit.; pp. 18-19. (26) Declaración Universal de Derechos Humanos. Preámbulo. 24 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos y (iv) DESC establecidos en los artículos 22 al 27 (derecho al trabajo, a la seguridad social, libertades sindicales, a la educación, al descanso, a la vida cultural y a la protección de la creación artística)(27). La DUDH fue concebida como un primer paso a ser completado por otros dos. De un lado, se propuso la adopción de tratados que dieran precisión jurídica a los conceptos y principios enunciados en la Declaración; y de otro, la instauración de mecanismos de supervisión. No obstante, tras la Carta de la ONU y la DUDH, el enfrentamiento ideológico entre el Este y el Oeste en el contexto de la Guerra Fría, y las consecuencias del proceso de descolonización en el continente africano después, trajeron graves dificultades para el desarrollo del DUDH. Entre 1948 y 1976, al menos tres concepciones de derechos humanos se enfrentaron. Los Estados occidentales pusieron acento en los derechos civiles y políticos, los Estados de etiqueta socialista hicieron hincapié en los DESC, y aquellos Estados surgidos del proceso de descolonización africana mostraron mayor interés en los derechos colectivos, como el derecho a la libre determinación y al desarrollo. El resultado fue que la DUDH no pudo ser desarrollada según lo previsto. Hicieron falta casi dos décadas para la redacción y adopción de los tratados en 1966 (el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos [PIDCP], y el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales [PIDESC]), y una década más para la entrada en vigor de tales Pactos en 1976. Este estancamiento no fue totalmente negativo pues contribuyó a impulsar la invocación de la DUDH en la práctica internacional. Como afirma Buergenthal, la Declaración pasó a ser el modelo de lo que la comunidad internacional entendía por derechos humanos, reforzándose la convicción de que todos los Estados tenían la obligación de asegurar el goce efectivo de los derechos proclamados en la Declaración. La DUDH se consolidó progresivamente en la práctica como un estándar de referencia con innegable significado y valor jurídico. En palabras de Carrillo Salcedo, “[s]e integró como parte esencial de la estructura constitucional de la comunidad internacional al haber contribuido a dar precisión a los conceptos jurídicos indeterminados utilizados por la Carta de la ONU”(28), como la interpretación auténtica de las disposiciones de la Carta de la ONU en materia de derechos humanos. Hoy en día existe consenso con relación a la obligatoriedad de este instrumento, la que quedó afirmada en la Primera Conferencia de la ONU sobre Derechos Humanos (Teherán 1968) donde los Estados proclamaron: “La DUDH enuncia una concepción común a todos los pueblos de los derechos iguales (27) René Cassin, La Déclaration Universelle et la mise en ouvre des droits de l’homme. Recueil des Cours de l’Académie de Droit International de La Haye. 1951-II, pp. 277-278. (28) Juan Antonio Carrillo. Loc. cit. 25 Cristina Blanco e inalienables de todos los miembros de la familia humana y la declara obligatoria para la comunidad internacional”(29). En cuanto a los mecanismos de protección, puede decirse que siguieron un camino paralelo. El primer órgano creado fue la ya mencionada Comisión de Derechos Humanos. En cuanto fue constituida, numerosas personas y organizaciones de la sociedad civil le dirigieron peticiones alegando violaciones de derechos humanos y buscando su intervención como instancia de protección internacional. No obstante, ni la Carta ni la DUDH concedían a los individuos que se consideren víctimas de violaciones de derechos humanos, la posibilidad de acción o petición ante los órganos de la ONU. De hecho, el ECOSOC señaló expresamente en 1947 que la Comisión no tenía competencias para tramitar las comunicaciones individuales sobre violaciones de derechos humanos, al considerar que únicamente estaba facultada para el estudio y promoción pero no la protección(30). Tal escenario cambió en los años siguientes con las Resoluciones 1235(31) y 1503(32) del ECOSOC que establecieron procedimientos para la protección basados en la DUDH y la Carta, llamados por ello mecanismos extra convencionales. La primera resolución habilitó a la Comisión de Derechos Humanos a examinar la información relativa a las “violaciones notorias de derechos humanos y las libertades fundamentales” vinculadas a la política del apartheid en Sudáfrica, el Territorio de África Sudoccidental, y las prácticas de discriminación racial que se reportaban en Rhodesia del Sur(33). Este fue el inicio del (29) Naciones Unidas, “Proclamación de Teherán”, en: Acta Final de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos. Teherán, 22 de abril a 13 de mayo de 1968. (Nueva York: Naciones Unidas), p. 4. Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/701853?ln=es. En similar sentido, véase Corte Internacional de Justicia. Caso relativo al personal diplomático y consular de los Estados Unidos en Teherán. Fallo de 24 de mayo de 1980. Disponible en: https://www.dipublico.org/cij/doc/65.pdf. (30) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Comunicaciones relativas a derechos humanos. Resolución 75 (V), adoptada durante la 5ª sesión del ECOSOC, el 05 de agosto de 1947. Disponiible en web: https://digitallibrary.un.org/record/561096. (31) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Cuestión de la violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, incluso la política de discriminación racial y de segregación y la política de apartheid, en todos los países y en particular en los países y territorios coloniales y dependientes. Resolución 1235 (XLII), Aprobada por el ECOSOC durante su 1479ª sesión plenaria, el 06 de junio de 1967. Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/214657?ln=es (32) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Procedimiento para examinar las comunicaciones relativas a las violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Resolución 1503 (XLVIII), Aprobada por el ECOSOC durante su 163ª sesión plenaria, el 27 de mayo de 1970. Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/214705?ln=es (33) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Cuestión de la violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, incluso la política de discriminación racial y de segregación y la política de apartheid, en todos los países y en particular en los países y territorios coloniales y dependientes. Resolución 1235 (XLII), Aprobada por el ECOSOC durante su 1479ª sesión plenaria, el 06 de junio de 1967. Disponible en:https://digitallibrary.un.org/record/214657?ln=es 26 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos denominado procedimiento especial, que permite conocer la situación de derechos humanos en determinado Estado (mandato país) o en relación un tema de preocupación internacional (mandato temático). Con base en ello, en 1975 se estableció un Grupo de Trabajo sobre la situación de derechos humanos en Chile para atender las violaciones de derechos humanos reportadas durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet. De forma posterior, en 1980, tras presentarse dificultades para establecer mandatos país sobre otros Estados con influencia política, se instauró el primer mandato temático relativo desapariciones forzadas. Actualmente, existen doce mandatos país y, cuarenta y cuatro mandatos temáticos. De otro lado, la Resolución 1503 estableció el “procedimiento para examinar comunicaciones relativas a las violaciones de derechos humanos y las libertades fundamentales”(34), conocido como procedimiento de denuncias. Este mecanismo extra convencional permite la recepción, examen y trámite de comunicaciones individuales que revelen cuadros persistentes de violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de derechos humanos(35). Fue diseñado para ser llevado de forma confidencial con el fin de generar mayor colaboración de los Estados involucrados; sin embargo, su uso no ha sido extendido(36). A pesar de los avances, hubo también varios aspectos de crítica a la Comisión de Derechos Humanos. Por muchos años, se le atribuyó un doble rasero al momento de analizar y tomar acciones respecto a las violaciones de derechos humanos que se reportaban(37). El descrédito sobre su labor condujo a que en marzo de 2006 la Asamblea General adoptara la Resolución 60/251, mediante la cual se creó el Consejo de Derechos Humanos y se solicitó a la Comisión concluir su trabajo. El Consejo asumió las tareas que venía desempeñando la Comisión y se le añadió un nuevo mecanismo extra convencional: el examen periódico (34) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Procedimiento para examinar las comunicaciones relativas a las violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Resolución 1503 (XLVIII), Aprobada por el ECOSOC durante su 163ª sesión plenaria, el 27 de mayo de 1970. Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/214705?ln=es (35) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Comunicaciones relativas a derechos humanos. Resolución 75 (V), Adoptada durante la 5ª sesión del ECOSOC, el 05 de agosto de 1947. (36) Organización de las Naciones Unidas. Consejo de Derechos Humanos, List of situations referred to the Human Rights Council under the complaint procedure since 2006, (octubre de 2014). Disponible en: https://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/ComplaintProcedure/Situa tionsConsideredUnderComplaintPro cedures.pdf. (37) Durante años, la Comisión fue criticada por su falta de acción sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por países con gran influencia al interior de la Organización, a diferencia del trato que brindaban a países con menor poder político. Por ejemplo, durante décadas de forma previa a la extinción de la Comisión graves violaciones de derechos humanos, desde restricciones al ejercicio de la libertad de expresión, conciencia, reunión, hasta ejecuciones extrajudiciales, asesinatos, desapariciones forzadas, entre otras, se reportaron tanto en China como en Guatemala. Mientras contra China se evitó que la Comisión activara los mecanismos disponibles para el estudio y supervisión del nivel de cumplimiento de sus compromisos en materia de derechos humanos, para Guatemala se estableció un procedimiento especial (mandato país). 27 Cristina Blanco universal (en adelante, EPU). El EPU tiene como característica central ser un mecanismo preventivo y en su fórmula busca examinar de forma cíclica la situación de derechos humanos en cada Estado miembro de la ONU, dejando de lado cuestiones políticas para determinar quién sería examinado. De forma paralela, se establecieron lo que se conocen como mecanismos convencionales, denominación que viene dada por su base en instrumentos convencionales. Estos fueron creados mediante nueve tratados de derechos humanos, que son los principales en el marco de la ONU. Cada uno de ellos, estableció un órgano de control, llamado Comité, que tiene a su cargo los mecanismos para supervisar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Estados. SISTEMA CONVENCIONAL Tratado Comité Pacto Internacional de Derechos Civiles y Comité de Derechos Humanos Políticos Pacto Internacional de Derechos Económicos Comité de Derechos Económicos, Sociales y Sociales y Culturales Culturales Convención sobre la Eliminación de todas las Comité para la Eliminación de todas las forformas de Discriminación Racial mas de Discriminación Racial Convención contra la tortura y otros Tratos Comité contra la Tortura Crueles, Inhumanos y Degradantes Convención sobre los Derechos del Niño Comité para los Derechos del Niño Convención sobre la Eliminación de todas las Comité para la Eliminación de todas las forformas de Discriminación contra la Mujer mas de Discriminación contra la Mujer Convención para la protección de los derechos Comité para la protección de los derechos de de los trabajadores migratorios y sus familias los trabajadores migratorios y sus familias Convención sobre los Derechos de las Perso- Comité sobre los Derechos de las personas nas con Discapacidad con Discapacidad Convención Internacional para la protección Comité contra las Desapariciones Forzadas de todas las personas contra las desapariciones forzadas Los mecanismos de supervisión son establecidos por cada tratado y en general, consisten en: i) emitir observaciones generales, que son aquellas que dotan de contenido el tratado a través del desarrollo de derechos o conceptos en estos contenidos; ii) adoptar informes periódicos, que son documentos de análisis de cumplimiento de obligaciones de los Estados parte del tratado; iii) realizar investigaciones de oficio, que se activan solo ante situaciones de violaciones masivas y sistemáticas de derechos contenidos en el tratado; (iv) recibir y resolver denuncias individuales, que pueden ser presentadas por cualquier persona contra un Estado parte del tratado; y v) conocer denuncias interestatales, que son presentadas por 28 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos un Estado parte contra otro ante el incumplimiento de las obligaciones contenidas en el tratado. Si bien estos mecanismos son reflejo de años de desarrollo para alcanzar el respeto y protección de los derechos humanos, existen diversos aspectos que pueden ser mejorados. En particular, se ha advertido que la cantidad de Comités y la separación por temas genera una división importante en la producción de estándares y dificulta el diálogo entre expertos que los componen. Para evitar la superposición, se ha sugerido la creación de un único Comité que analice la situación del cumplimiento de cada tratado por bloques. Sobre el EPU, se critica la posibilidad que se brinda a los Estados de aceptar o rechazar recomendaciones que se formulen durante el examen. Aunque con sus múltiples dificultades, este es el sistema que la comunidad internacional ha alcanzado construir en siete décadas. En el mejor de los casos, se complementa con los sistemas regionales existentes en regiones como Europa, América y África, y en el peor de los casos, da una base mínima para que ningún Estado quede fuera del reconocimiento y protección de estos derechos. 5. Actualidad y futuro de los Derechos Humanos Desde la mitad del siglo XX en adelante, se dio una clara tendencia al reconocimiento mundial de los derechos humanos como idea política fundamental por excelencia. En palabras de Bobbio, vivimos en “el tiempo de los derechos”, pues nunca antes los derechos humanos habían sido un marco universal de referencia(38). En similar sentido, Menke afirma que hay una “ruptura histórica” en 1945, pues solo después de la II Guerra Mundial y en adelante, los derechos humanos adquieren un significado auténticamente político e ineludible a nivel global. Desde entonces empieza la actualidad política de los derechos humanos. Esta nueva situación política se presenta más claramente desde el fin del enfrentamiento entre bloques oriental y occidental, tras la caída del muro de Berlín en 1989. Por ello, Fukuyama se refiere a este momento como el “fin de la historia”(39), expresión que llama la atención sobre que después del fin del socialismo no se encuentra ninguna posición frontal en el ámbito de las ideas políticas fundamentales que sea un modelo básico y opuesto al modelo de las democracias liberales basadas en derechos humanos. Incluso opositores presentan posiciones que reflejan una interpretación distinta de una única idea de derechos humanos, como la interpretación asiática menos individualista, y la interpretación islámica (38) Norberto Bobbio. “El tiempo de los derechos”, en: El tiempo de los derechos (Madrid: Editorial Sistema, 1999), pp. 97-112. (39) Francis Fukuyama, El fin de la historia y el último hombre (Barcelona: 1992). 29 Cristina Blanco en el que la fundamentación de los derechos humanos recae en la ley musulmana(40). Desde un tiempo relativamente reciente en nuestra historia, los derechos humanos han proporcionado los estándares mínimos para que una situación legal, política, social o económica sea considerada aceptable o al menos, tolerable. Como señala Menke, en el ámbito público mundial representantes gubernamentales no se atreven a cuestionar de raíz la idea de los derechos humanos, y se embrollarían en una “contradicción insoportable quien pretende afirmar que una institución, modo de actuar o situación social es correcta a pesar de que viola derechos humanos”(41). Pero el mundo de hoy presenta varios retos nuevos que ponen a prueba el lugar que los derechos humanos ocupan a nivel internacional como paradigma de la conciencia moral. Como explica Moyn, los derechos humanos fueron concebidos como la respuesta a una realidad que urgía un cambio, una última utopía tras el fracaso de otras utopías o idealismos (como el socialismo). Es decir, no aparecieron de cero: fueron una nueva propuesta frente a la desilusión causada por las fallas de los ideales preexistentes, que precisamente hallaron su fin en su insostenibilidad en la realidad. Lo que se buscaba entonces era generar una manera de transformar el mundo a partir de la forma que había adoptado. Ello conduce a preguntarse ¿son sus propuestas lo suficientemente revolucionarias para cambiar el mundo, o en su minimalismo se convierten en blancos fácilmente neutralizables e, inclusive, pasibles de ser usados para fines contrarios a los que fueron concebidos?(42) Algunos autores, como Hopgood, consideran que la respuesta conduce a plantear que se acerca el “fin de los derechos humanos”. Serían dos las razones que motivan tal desalentador escenario: primero, la pérdida de poder los Estados Unidos de América y Europa en el escenario global, y el auge de la influencia de países como China y Rusia, los cuales proponen la renegociación de las normas e instituciones que hoy rigen a la comunidad internacional. La segunda se relaciona con el aumento de movimientos disidentes dentro y fuera de los derechos humanos. Contraria a la propuesta totalizadora que se convirtió en la norma con la consolidación de los derechos humanos en la década de a los 70, la religión, la fe, la cultura, entre otros aspectos que forman parte de la identidad del ser humano, se convierten en base de nuevos movimientos e ideales que representan, en ocasiones, una ofensiva a los valores y normas de los derechos humanos(43). (40) Christoph Menke; Arnd Pollman, Filosofía de los Derechos Humanos, (Barcelona: Herder, 2010), p. 11. (41) Íbidem. (42) Samuel Moyn, “El futuro de los derechos humanos”. en: Sur, Revista Internacional de Derechos Humanos, traducción de Florencia Rodríguez, No. 20 (2014). Disponible en: https://sur.conectas.org/es/ el-futuro-de-losderechos- humanos/ (43) Stephen Hopgood, “The Endtimes of Human Rights”, en: Debating the Endtimes of Human Rights. Ac30 70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos Rodríguez-Garavito, por su parte, añade a este panorama factores como la revolución tecnológica, que genera un conjunto de nuevos escenarios retadores para los derechos, como la intimidad personal frente al enorme valor que la información de millones de usuarios tiene para las grandes compañías tecnológicas. A ello se suma el fenómeno del cambio climático, que pone sobre la mesa el riesgo de la supervivencia misma de la vida sobre el planeta y requiere un sentido de urgencia que hace que pierda sentido hablar de otros temas(44). Pero ¿realmente puede decirse que ha acabado el fin del tiempo de los derechos humanos? Es claro que el mundo de hoy presenta transformaciones estructurales que generan una sensación de incertidumbre sobre su futuro. Sin embargo, coincido con quienes piensan que estas no tienen que conducir necesariamente al “inicio del fin”, sino más bien pueden ser catalizadores de reflexión, de su reconfiguración(45). Ello pasa por recocer (y no negar) las limitaciones y críticas que han llevado a los derechos humanos a ser cuestionados hoy en día(46), y a tomar en cuenta los factores que han transformado el mundo para que sirvan como norte de la reconfiguración de los derechos. Si durante siglos se han modificado continuamente con el cambio de las condiciones históricas, necesidades, intereses, clases en el poder, no tendría que ser este momento la excepción. Finalmente, si hay algo que ha caracterizado los derechos humanos desde sus orígenes, cuando eran solo ideas, ha sido su capacidad de adaptación y reinvención.
Entre la esperanza y el temor: Análisis descriptivo de la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 1946-1948