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70 años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los

Derechos Humanos Cristina Blanco Vizarreta(**)(***)


Resumen
En el presente artículo, la autora detalla el proceso de desarrollo de los
derechos humanos a lo largo del tiempo. Inicia explicando el surgimiento
de la noción de derechos humanos a partir del establecimiento de
elementos que permitan su desarrollo en el Estado Moderno. Luego,
explica la evolución de los derechos humanos a través de las fases
establecidas por Peces-Barba: positivización, generalización,
internacionalización y especificación. Posteriormente, la autora hace
énfasis en la Declaración Universal de Derechos Humanos, considerada
como el primer instrumento internacional en afirmar y dar contenido a
los derechos humanos de manera universal. Explica, asimismo, los
distintos mecanismos de protección de derechos humanos que han
surgido a partir de las resoluciones del Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas, para concluir con un análisis a futuro de los derechos
humanos. Palabras clave Derechos Humanos – Declaración Universal de
Derechos Humanos – internacionalización – Consejo Económico y Social –
mecanismos de protección de derechos humanos – positivización de
derechos (*) Este artículo fue recibido el 10 de julio de 2019 y su
publicación fue aprobada el 7 de agosto de 2019. (**) Profesora ordinaria
del Departamento Académico de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica del Perú e investigadora principal del Instituto de Democracia y
Derechos Humanos de la misma casa de estudios. (***) La autora
agradece a Génesis Vargas por su apoyo como asistente de investigación
del presente artículo.
15 Cristina Blanco
1. Introducción El término “derechos humanos” es sin duda uno de los
más usados en la cultura jurídica y política actual, tanto en el ámbito
nacional como internacional. Es usado por académicos y políticos que se
ocupan del Estado y del Derecho, pero también por ciudadanos comunes,
periodistas, entre otros. Su relevancia reside no solo en la función
reguladora de la legitimidad de los sistemas políticos y jurídicos que
cumplen en la actualidad, sino también en la convicción de que
constituyen una garantía para la dignidad, libertad e igualdad de la
persona. Es por esto que su comprensión no es solo una cuestión teórica,
sino que tiene un alcance práctico importante. Todo recuento que
pretenda explicar por qué los derechos humanos ocupan tal lugar central
en la actualidad pasa por reconocer la importancia de la Declaración
Universal de Derechos Humanos (en adelante, DUDH) adoptada hace
siete décadas en el marco de la Organización de las Naciones Unidas. Fue
el primer instrumento internacional en afirmar los derechos subjetivos de
la persona humana a escala universal. El presente artículo introductorio a
esta publicación conmemorativa de los 70 años de la DUDH busca aportar
reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de los derechos humanos.
Estas se presentan a través de cuatro capítulos.
El primero, aborda los orígenes de la idea de los derechos humanos. En el
segundo, se brinda una mirada sobre los principales rasgos de su
evolución, proceso en el cual la DUDH de 1948 es pieza fundamental. El
tercer capítulo se centra en la Declaración, sus características y el sistema
de protección de derechos humanos creado en la Organización de
Naciones Unidas a partir de dicho instrumento. Una última sección, está
dedicada a la actualidad de los derechos humanos y reflexiones en torno
a los retos para su futuro en el mundo de hoy.
2. Orígenes de la idea de los Derechos Humanos Si bien los derechos
humanos gozan de una amplia aceptación, lo cierto es que las ideas que
subyacen en su raíz solo se empiezan a plantear desde los derechos en un
momento determinado de la cultura jurídica y política. Es decir, los
derechos humanos son un concepto histórico, en tanto surgen en un
momento determinado (situado en el mundo moderno) y son producto
de un largo proceso(1). Diversos autores notan que ya en la Edad Antigua
se puede encontrar una idea de dignidad, libertad e igualdad dispersa en
algunos autores clásicos. Los filósofos griegos y romanos afirmaron la
existencia de un principio o ley universal base de la naturaleza de (1)
Gregorio Peces-Barba; Rafael de Asís; Carlos Fernández y Ángel Llamas,
Curso de derechos fundamentales: Teoria general (Madrid: Universidad
Carlos III de Madrid, 1999), pp.145-146. 16 70 años de la Declaración
Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos cada cosa.
Aristóteles (384-322 A.C.) y Platón (427-374 A.C.) hablaban de paz y
justicia, que era vivir en armonía con la ley universal. No obstante, estas
ideas estaban lejos de unificarse bajo un concepto cercano a los derechos
humanos(2). Al hablar de antecedentes de esta construcción histórica en
la Edad Media, se suele hacer referencia al pensamiento de filósofos
cristianos y teólogos como San Agustín (354-430 D.C.) y Santo Tomás de
Aquino (1225-1274). Este último, por ejemplo, absorbió postulados de
Aristóteles sobre la ley natural y elaboró la síntesis cristiana: el autor de
la ley natural es Dios, obedecer la ley natural es obedecer a Dios. Aunque
se plantea como principio la obligación de respetar la naturaleza de cada
uno para cumplir con el fin para el que fue creado, no existía tampoco
nada cercano a lo que hoy entendemos por derechos humanos(3). Como
bien advierte Hunt, existe un riesgo de que la historia de los derechos
humanos se convierta en la historia de las civilizaciones occidentales o
del mundo entero. Por ejemplo, se tiende a incluir en ello ideas griegas
sobre persona individual, ideas romanas sobre ley y el derecho, doctrinas
cristianas del alma, y aportes de religiones ajenas al desarrollo de las
sociedades occidentales, como el hinduismo, budismo y el islam. Si bien
los antecedentes (ciertamente remotos) pueden ser de relevancia,
coincido con Hunt en que para poder hablar de derechos humanos, debe
haber al menos tres cualidades entrelazadas: universales (válidos en
todas partes), naturales o inherentes (intrínsecos a la persona, no
concedidos) e iguales (los mismos para todos)
(4). La etapa histórica en que surgen los derechos así entendidos es la
Edad Moderna. ¿Por qué en este momento y no antes? Pues las
características sociales, políticas, culturales y económicas de la Edad
Media no presentaban las condiciones para propiciar la exigencia de
estos derechos. Había una concepción de la sociedad según la cual el
estamento primaba sobre el individuo. Se podían identificar ciertos
privilegios o prerrogativas no atribuidas a los seres humanos en cuanto
tales, sino a personas que integraban estamentos cerrados,
determinados por su nacimiento. Este planteamiento justificaba la
desigualdad social y política propia de esta sociedad
(5). Dadas estas circunstancias, solo existen en la Edad Media
documentos puntuales en los que el monarca concede privilegios
patrimoniales y de libertad para un estamento o un territorio concreto
(6). (2) Jeffrey Klaiber, “Derechos humanos: una visión histórica”, en:
Miradas que Construyen: Perspectivas multidisciplinarias sobre los
derechos humanos. (Lima: PUCP, 2006), pp. 12-13. (3) Íbidem. (4) Lynn
Hunt, La Invención de los derechos humanos, (Traducción de Jordi
Beltrán, Barcelona: Tusquets, 2009), pp. 18-19. (5) Valle Labrada,
Introducción a la teoría de los derechos humanos: Fundamento. Historia.
Declaración Universal de 10 de diciembre de 1948 (Madrid: Civitas,
1998), pp. 71-75. (6) Por ejemplo, la Carta Magna de Juan I de Inglaterra,
conocido como Juan sin Tierra, en 1215; la Carta 17 Cristina Blanco En
cambio, la Edad Moderna presenta un conjunto de rasgos que
favorecieron la cristalización de este concepto(7). Uno de ellos es el
surgimiento del capitalismo y el protagonismo de la burguesía. Esta
nueva clase social estaba conformada por comerciantes, artistas,
científicos, pensadores y políticos; no pertenecientes a estamentos
privilegiados (clero y nobleza), ni tampoco siervos. Con el desarrollo de la
burguesía, se van superando trabas de la organización gremial medieval
para ir dando paso a la libertad de industria y comercio. Esta clase con
riqueza trae consigo exigencias de libertad por lo que el poder absoluto
de la nobleza resultaba claramente inconveniente. La burguesía influyó
en la orientación de la filosofía y la ciencia, generando una nueva
corriente de pensamiento, la doctrina liberal, con la finalidad de permitir
al individuo burgués el libre desarrollo de su actividad económica y la
dirección del poder político. El descontento de los burgueses por el poder
absoluto en los siglos XVII y XVIII lleva a que busquen lugar en el poder,
exigencia que se apoya en la afirmación de derechos inherentes a la
persona como una de las principales herramientas de lucha. Asimismo,
rasgos característicos de la cultura propia de la Edad Moderna resultaron
decisivos para la construcción de la filosofía de los derechos humanos.
Entre estos se encuentran la secularización, que conduce a que la
teología vaya perdiendo importancia y se apunte a un protagonismo del
hombre orientado a una vida terrenal; el naturalismo, que acerca la
noción de igualdad y abre así espacio a la concepción de un destinatario
genérico de las normas; y el racionalismo, que supone la confianza en la
razón para el conocimiento y dominio de la naturaleza. Se presentan
también cambios en la mentalidad de los individuos que supusieron pasar
de una cultura objetivista y comunitaria, a una cultura individualista y
antropocéntrica(8). Otro elemento imprescindible para la aparición de los
derechos humanos es el surgimiento del Estado Moderno. Esto es, un
nuevo tipo de poder político unificado que se configura en el tránsito a la
modernidad dejando atrás los poderes políticos medievales
fragmentados. Los rasgos más importantes que caracterizan al Estado
Moderno son el monopolio de la producción normativa, el individuo
como destinatario genérico (con la eliminación de los estamentos propios
de la Edad Media), y la construcción del concepto de soberanía fundada
en un pacto social. El surgimiento del Estado Moderno es esencial porque
este se convierte en el punto de referencia de la realidad jurídica. Sin el
apoyo del Estado, los valores morales detrás de los derechos no se
podrán convertir en Derecho positivo. otorgada por el rey Alfonso IX a las
Cortes de León en 1188 o el Privilegio General de Aragón que concede el
rey Pedro III en 1283 a las Cortes de Zaragoza. (7) Gregorio Peces-Barba;
Rafael de Asís; Carlos Fernández y Ángel Llamas. Óp. cit.; pp.115- 126. (8)
Ídem.; pp. 127-137. 18 70 años de la Declaración Universal: pasado,
presente y futuro de los Derechos Humanos Junto con ello, la evolución
del propio concepto del Derecho que pasó de considerarse ius a le x, fue
un factor que permitió el comienzo de la afirmación de derechos. Hasta
entonces el Derecho era concebido como lo justo, lo debido, lo
equitativo, pero no hacía referencia a una ley concreta vigente. Era por
eso frecuente que el juez para fundamentar acuda a textos sagrados, o a
doctrina de siglos anteriores o de lugares distintos a aquel donde se
aplicaba el Derecho. En la Edad Moderna el concepto de Derecho se
sustituye por lex: regla de conducta prevista en el ordenamiento jurídico
de cada comunidad política. Esta es la base de las codificaciones del siglo
XIX y de futuras constituciones(9). Todos estos factores van confluyendo
paulatinamente para dar lugar a las ideas base de los derechos humanos.
Tales procesos se cristalizan por primera vez en la Declaración de
Independencia de Estados Unidos de América (1776) y de manera más
acabada, en la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano (1789)(10). Estas declaraciones, como las representaciones
más claras en materia de derechos humanos en el siglo XVIII, sirven como
modelo a las Constituciones posteriores del siglo XIX. La corriente de
pensamiento base de tales textos fue la doctrina liberal. Por diversas
aportaciones, se construye una teoría coherente del origen, ejercicio,
fines y límites del poder en la que los derechos tienen un lugar
central(11). Los principales elementos de esta construcción consisten en
concebir el origen del poder en el pacto social (no de origen divino o
heredado), poder que es delegado de manera reversible y cuya
legitimidad depende de si se cumplen los fines que justifican esa
delegación, que son la seguridad y defensa de los derechos naturales. Por
consiguiente, los derechos naturales y su protección son la causa del
pacto y el límite del ejercicio del poder. Si se justifica el poder en
defenderlos, su violación o desconocimiento será la barrera que no debe
ser traspasada. El ejercicio del poder está limitado por el sometimiento
de los gobernantes a la ley y la separación de poderes(12). Lo anterior se
refleja en los derechos incluidos en ambas Declaraciones. En el caso de la
Declaración de Independencia estadounidense, los contenidos se refieren
a la libertad de pensamiento y de conciencia, garantías procesales,
soberanía del pueblo y a su participación. Por su parte, la Declaración
francesa recoge estos derechos, junto con el derecho a la propiedad.
Tiene además un énfasis sobre igualdad formal y el imperio de la ley, así
como la soberanía popular y la separación de poderes. (9) Valle Labrada.
Óp. cit.; pp. 83-85. (10) Algunos autores citan también como antecedente
el Bill of Rights o declaración inglesa de 1689. Si bien esta tiene un
sentido de limitar el poder, se basa esencialmente en antiguos derechos y
libertades, y no está marcada la idea de los derechos como naturales o
inherentes a la persona. (11) Entre los autores más influyentes están
Thomas Hobbes (1588-1679), John Locke (1632-1703), Montesquieu
(1689-1755), Voltaire (1694-1778), Jean-Jacques Rousseau (1712-1778),
Denis Diderot (1713-1784), Inmanuel Kant (1724-1804) y Alexis de
Tocqueville (1805-1859). (12) Gregorio Peces-Barba; Rafael de Asís;
Carlos Fernández y Ángel Llamas. Óp. cit.; pp. 146-154. 19 Cristina Blanco
La historicidad de los derechos humanos se concreta entonces en su
surgimiento en un momento concreto situado en la Edad Moderna en el
mundo occidental. En su origen, tienen una función primigenia de limitar
el poder del Estado, muy presente en las declaraciones iniciales de
derechos humanos, lo que conduce a que los primeros derechos en ser
afirmados sean las libertades civiles y los derechos políticos. Ese proceso
primigenio de afirmación de derechos, muestra también cómo los
derechos se forjan primero en las conciencias e ideas de pensadores, y
pasan luego a tener expresiones jurídico-políticas. 3. Evolución de los
Derechos Humanos El concepto moderno de derechos humanos es el
fruto de siglos de reflexión e innumerables debates. Una de las
clasificaciones de su evolución más aceptadas en doctrina, es aquella
propuesta por el profesor Peces-Barba, quien se refiere a cuatro fases:
positivación, generalización, internacionalización y especificación. (i) La
positivización supone transformar una exigencia ética en una exigencia
jurídica. Es la toma de conciencia de la necesidad de dotar a los
postulados detrás de los derechos con un estatuto jurídico para su
aplicación eficaz y real. Esta etapa se inicia con las primeras declaraciones
antes señaladas, y continúa en las primeras constituciones que aparecen
hacia finales del siglo XVIII e inicios de XIX en Europa y Estados Unidos de
América. Con posterioridad, todas las constituciones que interiorizan
pretensiones morales justificadas como valores o principios, recogen en
Derecho positivo a los derechos fundamentales(13). A partir de mediados
del siglo XX, la positivización de derechos tiene lugar ya no solo en el
ámbito interno, sino también en el Derecho Internacional, lo que se
manifiesta en el denominado proceso de internacionalización al que me
refiero más adelante. (ii) De otro lado, la generalización consiste en
expandir la titularidad restringida de derechos para apuntar a un
destinatario abstracto. Los primeros derechos en ser afirmados, como se
dijo, fueron las libertades civiles y derechos políticos; y luego, se afirman
los derechos económicos, sociales y culturales (en adelante, DESC). Con
relación a cada conjunto de estos derechos se identifican corrientes
reduccionistas que afirman solo la existencia de unos, pero rechazan la
de los otros. La generalización supone superar tales reduccionismos. En
efecto, un primer reduccionismo superado es el liberal y se ubica en los
momentos iniciales de la afirmación de derechos. Como fue advertido
previamente, la burguesía cumplió un rol fundamental en el proceso de
adopción de las primeras declaraciones, pero su participación implicó
también una consagración desigual y elitista del destinatario de los (13)
Valle Labrada. Óp. cit.; pp. 61-70. 20 70 años de la Declaración Universal:
pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos derechos: hombre
blanco burgués. Se presentaba una falta de correspondencia entre la
realidad y la afirmación de los derechos naturales como correspondientes
a todos los seres humanos(14). En el siglo XIX se produce una corriente
que rechaza la generalización a otros ámbitos, como la participación
política y el derecho de asociación(15). Se está ante un liberalismo
conservador, excluyente, que no quería compartir el poder con la
mayoría de ciudadanos. La erradicación de esta visión se da con el
reconocimiento del sufragio universal y el derecho de asociación de
forma posterior. Otro es el reduccionismo socialista. En los
planteamientos derivados del marxismo, surgen posiciones académicas
en los países del Este que identifican a los derechos humanos con los
DESC, mientras que rechazan los civiles y políticos. En efecto, en la
concepción socialista, la noción de derechos y libertades se enfoca como
una expresión del carácter de la sociedad (de las relaciones de
producción dominantes de una sociedad), en la cual las instituciones
democráticas de origen liberal no son cauce para la construcción del
socialismo(16). Esta posición fue superada por la propia evolución
práctica de los países socialistas y la incorporación en el Parlamento de
representantes de partidos vinculados a los trabajadores (gracias al
derecho de asociación y sufragio universal) para defender sus intereses.
En el siglo XIX la clase trabajadora se fue incorporando al ámbito político
en el Estado de Derecho, lo que influye en la incorporan de los DESC. (iii)
La internacionalización es la etapa en la cual la evolución de los derechos
humanos se proyecta hacia el plano internacional. Se produce el
reconocimiento de que la promoción y protección de los derechos
humanos es una tarea que incumbe no solo a los Estados respecto a las
personas dentro de su jurisdicción sino también a la comunidad
internacional en su conjunto. Esta premisa se incorpora en la Carta de la
Organización de las Naciones Unidas (en adelante, ONU), adoptada el 26
de junio de 1945, tras el conflicto bélico y el holocausto de la Segunda
Guerra Mundial. Como señala en su preámbulo, la Organización es
fundada para “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la
guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad
sufrimientos indecibles”(17). En la materialización de tal aspiración,
ocupa un lugar central la afirmación que se hace en la (14) A pesar de
ello, no debe perderse de vista que resulta claramente revolucionaria de
su tiempo la universalidad de las afirmaciones en la Declaración Francesa
(“los hombres”, “cada hombre”, “los ciudadanos”). Tenían un sentido
emancipador al considerar por igual a hombres concebidos de forma tan
diferentes hasta entonces, en un contexto de restricciones impuestas a
derechos por determinados hombres del siglo XVIII. Véase Lynn HUNT.
Óp. cit.; pp. 14-15. (15) Por ejemplo, se prohíben y persiguen las
asociaciones en Francia, España y Gran Bretaña, por la desconfianza que
estas generaban al suponer un intermediario entre el Estado y el
individuo. En el caso de la participación política, en las primeras
regulaciones, el derecho al voto estaba reservado al prototipo de hombre
burgués referido anteriormente, al considerarse que solo este sector
tenía la facultad y tiempo para participar en la política. Estamos ante un
sufragio limitado, no universal, solo permitido para algunas categorías.
(16) Imre Szabó y otros, Socialist concept of human rights (Budapest:
Akademiai Kiado), 1966. (17) Carta de la Organización de las Naciones
Unidas, Preámbulo. 21 Cristina Blanco Carta del principio de respeto a los
derechos y libertades fundamentales. La primera expresión de concreción
de tal compromiso fue justamente la DUDH, adoptada por la Asamblea
General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Pero esta significó solo el
inicio pues le siguieron numerosos tratados e instrumentos no
convencionales de derechos humanos (infra sección 4) que condujeron a
la existencia de una rama específica del Derecho Internacional Público
centrada en el ser humano y la protección de sus derechos, esto es, el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos(18). De este modo, la
relevancia sin precedente de la DUDH se relaciona al hecho de que
representó la ruptura del principio de soberanía absoluta de los Estados,
base incuestionable del Derecho Internacional tradicional. Eso es lo que
Carrillo Salcedo denomina proceso de humanización del Derecho
Internacional, pues “junto al clásico principio de la soberanía aparecía
otro principio constitucional del orden internacional contemporáneo: el
de los derechos humanos”(19). Es decir, la humanización del Derecho
Internacional (centrada en la perspectiva internacional) viene a ser la otra
cara de la moneda del fenómeno de internacionalización, centrado en la
perspectiva del Derecho interno y la proyección de los derechos al
ámbito internacional. (iv) Por último, la especificación, a diferencia de la
generalización, no alude a la expansión de un derecho a nuevos titulares,
sino que se refiere a la creación de nuevos derechos teniendo en cuenta
titularidades específicas. Se reconocen dos tendencias en el desarrollo de
esta etapa. De un lado, se encuentra la especificación a partir de temas o
prácticas que han merecido la generación de un marco normativo de
protección especial, como la tortura, desapariciones forzadas, o la
discriminación racial. De otro, está la especificación en base a personas o
grupos de personas históricamente excluidos o que presentan factores de
vulnerabilidad particular y, por ello, han requerido derechos y
mecanismos específicos. Tal es el caso, entre otros, de las mujeres, niños
y niñas, personas con discapacidad, trabajadores migratorios y sus
familias, y más recientemente, las personas adultas mayores. Esta mirada
diacrónica de los derechos humanos evidencia cómo han pasado de ser
ideas a ser postulados jurídicos, afirmados primero en el orden nacional
en bases ciertamente débiles a pasar a tener un reconocimiento
constitucional. El fortalecimiento jurídico progresivo de los derechos
humanos se proyectó al plano internacional, donde primero fueron
también materia de declaraciones (instrumentos en su origen no
vinculantes) para ser luego reconocidos en numerosos instrumentos
convencionales. (18) Elizabeth Salmón, “Los aportes del derecho
internacional de los derechos humanos a la protección del ser humano”.
En: Miradas que construyen: Perspectivas multidisciplinarias sobre los
derechos humanos, (Lima: Fondo Editorial PUCP, 2006), pp. 147-149. (19)
Juan Antonio Carrillo, Soberanía de los Estados y Derechos Humanos en
Derecho Internacional Contemporáneo, segunda edición, (España:
Tecnos, 2001), p. 14. 22 70 años de la Declaración Universal: pasado,
presente y futuro de los Derechos Humanos 4. La Declaración y el
Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos La creación del
Sistema Universal de Derechos Humanos se inicia con la Carta de la ONU
en 1945, año en que se establece la organización y se comienzan a dar los
primeros pasos para afirmar en el ámbito internacional, obligaciones
estatales y mecanismos en materia de derechos humanos. Si bien la Carta
de la ONU no es per se un instrumento de derechos humanos, hace
importantes referencias a estos a lo largo de su articulado, tales como su
preámbulo, artículos 1, 55 y 56, y aquellos sobre la competencia en la
materia de la Asamblea General (artículo 13) y del Consejo Económico y
Social (en adelante, ECOSOC) (artículo 62.2 y 68). Para el cumplimiento
de su mandato, el ECOSOC estableció en 1947 un órgano especializado
con el encargo de redactar instrumentos de derechos humanos que
permitieran reconocer derechos y establecer mecanismos para la
supervisión de su respeto y garantía por parte de los Estados. Es así que
nace la Comisión de Derechos Humanos, conformada por dieciocho
representantes y conducida por Eleanor Roosevelt (1884-1962), símbolo
de un nuevo feminismo en la época. En 1948, la Comisión entregó el
borrador de la DUDH, adoptada por la Asamblea General el 10 de
diciembre de ese mismo año. La historia ha resaltado el rol desempeñado
por Eleonor Roosevelt y la importancia de los aportes de otras personas
que trabajaron para lograr su adopción. Entre ellos se encuentran Charles
Malik (Líbano), quien fue secretario de la Comisión de Derechos Humanos
y posteriormente Presidente del ECOSOC; Peng-Chun Chang (China),
vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos; John Peters
Humphrey (Canadá), redactor del primer borrador de la Declaración; y
René Cassin (Francia), a quien se encargó la redacción del segundo
borrador de la DUDH. A este selecto grupo se le ha denominado padres
de la DUDH(20). Si bien su papel fue crucial, hubo varias otras mujeres
que no recibieron tanta atención, pero cuyas contribuciones sumaron
decisivamente al carácter de verdadera universalidad de la Declaración.
Por ejemplo, a Hansa Mehta, delegada de la India en la Comisión, se le
atribuye el cambio de la frase “todos los hombres nacen libres e iguales
en dignidad y derechos” por “todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos humanos” en el artículo 1 de la DUDH(21).
También destacan Minerva Bernardino, diplomática de República
Dominicana e integrante de la Comisión sobre la condición jurídica de la
Mujer; y Marie-Hélène Lefaucheux, la única mujer en la primera
delegación de Francia en la ONU y presidenta de la Comisión sobre la
condición jurídica de la (20) Sam McFarland, “The Universal Declaration
of Human Rights: A tribute to Its architects”, En: Public Integrity, 19:2,
(2017), pp. 108-122. (21) Declaración Universal de Derechos Humanos,
artículo 1. 23 Cristina Blanco Mujer entre 1948 y 1953; entre otras(22).
Las mencionadas defendieron la inclusión del reconocimiento de la
igualdad de hombres y mujeres en la Declaración, así como la no
discriminación basada en el género(23). El 10 de diciembre de 1948, la
Asamblea General de la ONU aprobó la DUDH: 50 Estados votaron a favor
(entre ellos Perú), ningún votó en contra y ocho se abstuvieron. De estos,
seis vivían bajo regímenes comunistas (Bielorrusia, Checoslovaquia,
Polonia, Ucrania, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Yugoslavia),
y los otros dos eran Sudáfrica y Arabia Saudita (ninguno un modelo de
respeto de derechos). Esta Declaración constituyó así el primer
instrumento internacional en afirmar los derechos subjetivos de la
persona humana a escala universal(24). Los elementos definitorios de los
derechos humanos a los que me referí previamente; esto es, su carácter
universal, inherente e igual para todos(25), están muy presentes en el
texto de la Declaración. Solo en su preámbulo encontramos un reflejo
claro que estos derechos tienen un carácter universal (“todos los
miembros de la familia humana”), inherente (basados en la “dignidad
intrínseca” e “inalienables”), e igualitario (“iguales […] de todos los
miembros de la familia humana”)(26). En cuanto a su contenido, René
Cassin, uno de sus redactores más eminentes, en su intervención como
delegado de Francia en la Asamblea describió la DUDH como un templo.
El atrio estaría formado por el preámbulo en el que se afirma la unidad
de la familia humana; y cuyos cimientos están dados por los principios de
libertad, igualdad, no discriminación y fraternidad, proclamados en los
artículos 1 y 2. Las cuatro columnas están conformadas por (i) derechos y
libertades de orden personal reconocidos en los artículos 3 al 11 (tales
como vida, seguridad y dignidad de la persona, igualdad ante la ley,
garantías contra la esclavitud, tortura, detenciones y penas arbitrarias);
(ii) derechos del individuo en sus relaciones con grupos de los que forma
parte y el mundo exterior establecidos en los artículos 12 al 17 (como no
ser objeto interferencias arbitrarias en vida privada o familiar, circular
libremente y salir de cualquier país, fundar una familia, entre otros); (iii)
libertades y derechos políticos reconocidos del artículo 18 al 21 (libertad
de conciencia, expresión, reunión, participación en elecciones periódicas
y auténticas, etc.); (22) Además, delegadas como Bodil Begtrup,
diplomática de Dinamarca y presidenta la Comisión sobre la condición
jurídica de la mujer entre 1946 y 1947; Evdokia Uralova (Bielorrusia) y
Relatora de la Comisión sobre la condición jurídica de la Mujer en 1947, y
Begum Shaista Ikramullah, delegada de Pakistán en la Tercera Comisión,
abogaron por el reconocimiento de los derechos de las minorías, igualdad
salarial e igualdad de derechos en el matrimonio. (23) Rebecca Adami,
Women and the Universal Declaration of Human Rights, 1era edición,
(Londres: Routledge, 2018). (24) A nivel de la región americana, el primer
instrumento en reconocer los derechos subjetivos de la persona humana
fue la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre,
adoptada en mayo del mismo año. (25) Lynn Hunt. Óp. cit.; pp. 18-19.
(26) Declaración Universal de Derechos Humanos. Preámbulo. 24 70 años
de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos
Humanos y (iv) DESC establecidos en los artículos 22 al 27 (derecho al
trabajo, a la seguridad social, libertades sindicales, a la educación, al
descanso, a la vida cultural y a la protección de la creación artística)(27).
La DUDH fue concebida como un primer paso a ser completado por otros
dos. De un lado, se propuso la adopción de tratados que dieran precisión
jurídica a los conceptos y principios enunciados en la Declaración; y de
otro, la instauración de mecanismos de supervisión. No obstante, tras la
Carta de la ONU y la DUDH, el enfrentamiento ideológico entre el Este y
el Oeste en el contexto de la Guerra Fría, y las consecuencias del proceso
de descolonización en el continente africano después, trajeron graves
dificultades para el desarrollo del DUDH. Entre 1948 y 1976, al menos
tres concepciones de derechos humanos se enfrentaron. Los Estados
occidentales pusieron acento en los derechos civiles y políticos, los
Estados de etiqueta socialista hicieron hincapié en los DESC, y aquellos
Estados surgidos del proceso de descolonización africana mostraron
mayor interés en los derechos colectivos, como el derecho a la libre
determinación y al desarrollo. El resultado fue que la DUDH no pudo ser
desarrollada según lo previsto. Hicieron falta casi dos décadas para la
redacción y adopción de los tratados en 1966 (el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos [PIDCP], y el Pacto de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales [PIDESC]), y una década más para la entrada en vigor
de tales Pactos en 1976. Este estancamiento no fue totalmente negativo
pues contribuyó a impulsar la invocación de la DUDH en la práctica
internacional. Como afirma Buergenthal, la Declaración pasó a ser el
modelo de lo que la comunidad internacional entendía por derechos
humanos, reforzándose la convicción de que todos los Estados tenían la
obligación de asegurar el goce efectivo de los derechos proclamados en
la Declaración. La DUDH se consolidó progresivamente en la práctica
como un estándar de referencia con innegable significado y valor jurídico.
En palabras de Carrillo Salcedo, “[s]e integró como parte esencial de la
estructura constitucional de la comunidad internacional al haber
contribuido a dar precisión a los conceptos jurídicos indeterminados
utilizados por la Carta de la ONU”(28), como la interpretación auténtica
de las disposiciones de la Carta de la ONU en materia de derechos
humanos. Hoy en día existe consenso con relación a la obligatoriedad de
este instrumento, la que quedó afirmada en la Primera Conferencia de la
ONU sobre Derechos Humanos (Teherán 1968) donde los Estados
proclamaron: “La DUDH enuncia una concepción común a todos los
pueblos de los derechos iguales (27) René Cassin, La Déclaration
Universelle et la mise en ouvre des droits de l’homme. Recueil des Cours
de l’Académie de Droit International de La Haye. 1951-II, pp. 277-278.
(28) Juan Antonio Carrillo. Loc. cit. 25 Cristina Blanco e inalienables de
todos los miembros de la familia humana y la declara obligatoria para la
comunidad internacional”(29). En cuanto a los mecanismos de
protección, puede decirse que siguieron un camino paralelo. El primer
órgano creado fue la ya mencionada Comisión de Derechos Humanos. En
cuanto fue constituida, numerosas personas y organizaciones de la
sociedad civil le dirigieron peticiones alegando violaciones de derechos
humanos y buscando su intervención como instancia de protección
internacional. No obstante, ni la Carta ni la DUDH concedían a los
individuos que se consideren víctimas de violaciones de derechos
humanos, la posibilidad de acción o petición ante los órganos de la ONU.
De hecho, el ECOSOC señaló expresamente en 1947 que la Comisión no
tenía competencias para tramitar las comunicaciones individuales sobre
violaciones de derechos humanos, al considerar que únicamente estaba
facultada para el estudio y promoción pero no la protección(30). Tal
escenario cambió en los años siguientes con las Resoluciones 1235(31) y
1503(32) del ECOSOC que establecieron procedimientos para la
protección basados en la DUDH y la Carta, llamados por ello mecanismos
extra convencionales. La primera resolución habilitó a la Comisión de
Derechos Humanos a examinar la información relativa a las “violaciones
notorias de derechos humanos y las libertades fundamentales”
vinculadas a la política del apartheid en Sudáfrica, el Territorio de África
Sudoccidental, y las prácticas de discriminación racial que se reportaban
en Rhodesia del Sur(33). Este fue el inicio del (29) Naciones Unidas,
“Proclamación de Teherán”, en: Acta Final de la Conferencia
Internacional de Derechos Humanos. Teherán, 22 de abril a 13 de mayo
de 1968. (Nueva York: Naciones Unidas), p. 4. Disponible en:
https://digitallibrary.un.org/record/701853?ln=es. En similar sentido,
véase Corte Internacional de Justicia. Caso relativo al personal
diplomático y consular de los Estados Unidos en Teherán. Fallo de 24 de
mayo de 1980. Disponible en: https://www.dipublico.org/cij/doc/65.pdf.
(30) Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Comunicaciones
relativas a derechos humanos. Resolución 75 (V), adoptada durante la 5ª
sesión del ECOSOC, el 05 de agosto de 1947. Disponiible en web:
https://digitallibrary.un.org/record/561096. (31) Consejo Económico y
Social de las Naciones Unidas, Cuestión de la violación de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales, incluso la política de
discriminación racial y de segregación y la política de apartheid, en todos
los países y en particular en los países y territorios coloniales y
dependientes. Resolución 1235 (XLII), Aprobada por el ECOSOC durante
su 1479ª sesión plenaria, el 06 de junio de 1967. Disponible en:
https://digitallibrary.un.org/record/214657?ln=es (32) Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas, Procedimiento para examinar
las comunicaciones relativas a las violaciones de los derechos humanos y
las libertades fundamentales. Resolución 1503 (XLVIII), Aprobada por el
ECOSOC durante su 163ª sesión plenaria, el 27 de mayo de 1970.
Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/214705?ln=es (33)
Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Cuestión de la
violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales,
incluso la política de discriminación racial y de segregación y la política de
apartheid, en todos los países y en particular en los países y territorios
coloniales y dependientes. Resolución 1235 (XLII), Aprobada por el
ECOSOC durante su 1479ª sesión plenaria, el 06 de junio de 1967.
Disponible en:https://digitallibrary.un.org/record/214657?ln=es 26 70
años de la Declaración Universal: pasado, presente y futuro de los
Derechos Humanos denominado procedimiento especial, que permite
conocer la situación de derechos humanos en determinado Estado
(mandato país) o en relación un tema de preocupación internacional
(mandato temático). Con base en ello, en 1975 se estableció un Grupo de
Trabajo sobre la situación de derechos humanos en Chile para atender las
violaciones de derechos humanos reportadas durante el régimen
dictatorial de Augusto Pinochet. De forma posterior, en 1980, tras
presentarse dificultades para establecer mandatos país sobre otros
Estados con influencia política, se instauró el primer mandato temático
relativo desapariciones forzadas. Actualmente, existen doce mandatos
país y, cuarenta y cuatro mandatos temáticos. De otro lado, la Resolución
1503 estableció el “procedimiento para examinar comunicaciones
relativas a las violaciones de derechos humanos y las libertades
fundamentales”(34), conocido como procedimiento de denuncias. Este
mecanismo extra convencional permite la recepción, examen y trámite
de comunicaciones individuales que revelen cuadros persistentes de
violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de derechos
humanos(35). Fue diseñado para ser llevado de forma confidencial con el
fin de generar mayor colaboración de los Estados involucrados; sin
embargo, su uso no ha sido extendido(36). A pesar de los avances, hubo
también varios aspectos de crítica a la Comisión de Derechos Humanos.
Por muchos años, se le atribuyó un doble rasero al momento de analizar
y tomar acciones respecto a las violaciones de derechos humanos que se
reportaban(37). El descrédito sobre su labor condujo a que en marzo de
2006 la Asamblea General adoptara la Resolución 60/251, mediante la
cual se creó el Consejo de Derechos Humanos y se solicitó a la Comisión
concluir su trabajo. El Consejo asumió las tareas que venía
desempeñando la Comisión y se le añadió un nuevo mecanismo extra
convencional: el examen periódico (34) Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas, Procedimiento para examinar las comunicaciones
relativas a las violaciones de los derechos humanos y las libertades
fundamentales. Resolución 1503 (XLVIII), Aprobada por el ECOSOC
durante su 163ª sesión plenaria, el 27 de mayo de 1970. Disponible en:
https://digitallibrary.un.org/record/214705?ln=es (35) Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas, Comunicaciones relativas a
derechos humanos. Resolución 75 (V), Adoptada durante la 5ª sesión del
ECOSOC, el 05 de agosto de 1947. (36) Organización de las Naciones
Unidas. Consejo de Derechos Humanos, List of situations referred to the
Human Rights Council under the complaint procedure since 2006,
(octubre de 2014). Disponible en:
https://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/ComplaintProcedure/Situa
tionsConsideredUnderComplaintPro cedures.pdf. (37) Durante años, la
Comisión fue criticada por su falta de acción sobre las violaciones de
derechos humanos cometidas por países con gran influencia al interior de
la Organización, a diferencia del trato que brindaban a países con menor
poder político. Por ejemplo, durante décadas de forma previa a la
extinción de la Comisión graves violaciones de derechos humanos, desde
restricciones al ejercicio de la libertad de expresión, conciencia, reunión,
hasta ejecuciones extrajudiciales, asesinatos, desapariciones forzadas,
entre otras, se reportaron tanto en China como en Guatemala. Mientras
contra China se evitó que la Comisión activara los mecanismos
disponibles para el estudio y supervisión del nivel de cumplimiento de sus
compromisos en materia de derechos humanos, para Guatemala se
estableció un procedimiento especial (mandato país). 27 Cristina Blanco
universal (en adelante, EPU). El EPU tiene como característica central ser
un mecanismo preventivo y en su fórmula busca examinar de forma
cíclica la situación de derechos humanos en cada Estado miembro de la
ONU, dejando de lado cuestiones políticas para determinar quién sería
examinado. De forma paralela, se establecieron lo que se conocen como
mecanismos convencionales, denominación que viene dada por su base
en instrumentos convencionales. Estos fueron creados mediante nueve
tratados de derechos humanos, que son los principales en el marco de la
ONU. Cada uno de ellos, estableció un órgano de control, llamado
Comité, que tiene a su cargo los mecanismos para supervisar el
cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Estados. SISTEMA
CONVENCIONAL Tratado Comité Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Comité de Derechos Humanos Políticos Pacto Internacional de
Derechos Económicos Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Sociales y Culturales Culturales Convención sobre la Eliminación de todas
las Comité para la Eliminación de todas las forformas de Discriminación
Racial mas de Discriminación Racial Convención contra la tortura y otros
Tratos Comité contra la Tortura Crueles, Inhumanos y Degradantes
Convención sobre los Derechos del Niño Comité para los Derechos del
Niño Convención sobre la Eliminación de todas las Comité para la
Eliminación de todas las forformas de Discriminación contra la Mujer mas
de Discriminación contra la Mujer Convención para la protección de los
derechos Comité para la protección de los derechos de de los
trabajadores migratorios y sus familias los trabajadores migratorios y sus
familias Convención sobre los Derechos de las Perso- Comité sobre los
Derechos de las personas nas con Discapacidad con Discapacidad
Convención Internacional para la protección Comité contra las
Desapariciones Forzadas de todas las personas contra las desapariciones
forzadas Los mecanismos de supervisión son establecidos por cada
tratado y en general, consisten en: i) emitir observaciones generales, que
son aquellas que dotan de contenido el tratado a través del desarrollo de
derechos o conceptos en estos contenidos; ii) adoptar informes
periódicos, que son documentos de análisis de cumplimiento de
obligaciones de los Estados parte del tratado; iii) realizar investigaciones
de oficio, que se activan solo ante situaciones de violaciones masivas y
sistemáticas de derechos contenidos en el tratado; (iv) recibir y resolver
denuncias individuales, que pueden ser presentadas por cualquier
persona contra un Estado parte del tratado; y v) conocer denuncias
interestatales, que son presentadas por 28 70 años de la Declaración
Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos un Estado
parte contra otro ante el incumplimiento de las obligaciones contenidas
en el tratado. Si bien estos mecanismos son reflejo de años de desarrollo
para alcanzar el respeto y protección de los derechos humanos, existen
diversos aspectos que pueden ser mejorados. En particular, se ha
advertido que la cantidad de Comités y la separación por temas genera
una división importante en la producción de estándares y dificulta el
diálogo entre expertos que los componen. Para evitar la superposición, se
ha sugerido la creación de un único Comité que analice la situación del
cumplimiento de cada tratado por bloques. Sobre el EPU, se critica la
posibilidad que se brinda a los Estados de aceptar o rechazar
recomendaciones que se formulen durante el examen. Aunque con sus
múltiples dificultades, este es el sistema que la comunidad internacional
ha alcanzado construir en siete décadas. En el mejor de los casos, se
complementa con los sistemas regionales existentes en regiones como
Europa, América y África, y en el peor de los casos, da una base mínima
para que ningún Estado quede fuera del reconocimiento y protección de
estos derechos. 5. Actualidad y futuro de los Derechos Humanos Desde la
mitad del siglo XX en adelante, se dio una clara tendencia al
reconocimiento mundial de los derechos humanos como idea política
fundamental por excelencia. En palabras de Bobbio, vivimos en “el
tiempo de los derechos”, pues nunca antes los derechos humanos habían
sido un marco universal de referencia(38). En similar sentido, Menke
afirma que hay una “ruptura histórica” en 1945, pues solo después de la
II Guerra Mundial y en adelante, los derechos humanos adquieren un
significado auténticamente político e ineludible a nivel global. Desde
entonces empieza la actualidad política de los derechos humanos. Esta
nueva situación política se presenta más claramente desde el fin del
enfrentamiento entre bloques oriental y occidental, tras la caída del
muro de Berlín en 1989. Por ello, Fukuyama se refiere a este momento
como el “fin de la historia”(39), expresión que llama la atención sobre
que después del fin del socialismo no se encuentra ninguna posición
frontal en el ámbito de las ideas políticas fundamentales que sea un
modelo básico y opuesto al modelo de las democracias liberales basadas
en derechos humanos. Incluso opositores presentan posiciones que
reflejan una interpretación distinta de una única idea de derechos
humanos, como la interpretación asiática menos individualista, y la
interpretación islámica (38) Norberto Bobbio. “El tiempo de los
derechos”, en: El tiempo de los derechos (Madrid: Editorial Sistema,
1999), pp. 97-112. (39) Francis Fukuyama, El fin de la historia y el último
hombre (Barcelona: 1992). 29 Cristina Blanco en el que la
fundamentación de los derechos humanos recae en la ley
musulmana(40). Desde un tiempo relativamente reciente en nuestra
historia, los derechos humanos han proporcionado los estándares
mínimos para que una situación legal, política, social o económica sea
considerada aceptable o al menos, tolerable. Como señala Menke, en el
ámbito público mundial representantes gubernamentales no se atreven a
cuestionar de raíz la idea de los derechos humanos, y se embrollarían en
una “contradicción insoportable quien pretende afirmar que una
institución, modo de actuar o situación social es correcta a pesar de que
viola derechos humanos”(41). Pero el mundo de hoy presenta varios
retos nuevos que ponen a prueba el lugar que los derechos humanos
ocupan a nivel internacional como paradigma de la conciencia moral.
Como explica Moyn, los derechos humanos fueron concebidos como la
respuesta a una realidad que urgía un cambio, una última utopía tras el
fracaso de otras utopías o idealismos (como el socialismo). Es decir, no
aparecieron de cero: fueron una nueva propuesta frente a la desilusión
causada por las fallas de los ideales preexistentes, que precisamente
hallaron su fin en su insostenibilidad en la realidad. Lo que se buscaba
entonces era generar una manera de transformar el mundo a partir de la
forma que había adoptado. Ello conduce a preguntarse ¿son sus
propuestas lo suficientemente revolucionarias para cambiar el mundo, o
en su minimalismo se convierten en blancos fácilmente neutralizables e,
inclusive, pasibles de ser usados para fines contrarios a los que fueron
concebidos?(42) Algunos autores, como Hopgood, consideran que la
respuesta conduce a plantear que se acerca el “fin de los derechos
humanos”. Serían dos las razones que motivan tal desalentador
escenario: primero, la pérdida de poder los Estados Unidos de América y
Europa en el escenario global, y el auge de la influencia de países como
China y Rusia, los cuales proponen la renegociación de las normas e
instituciones que hoy rigen a la comunidad internacional. La segunda se
relaciona con el aumento de movimientos disidentes dentro y fuera de
los derechos humanos. Contraria a la propuesta totalizadora que se
convirtió en la norma con la consolidación de los derechos humanos en la
década de a los 70, la religión, la fe, la cultura, entre otros aspectos que
forman parte de la identidad del ser humano, se convierten en base de
nuevos movimientos e ideales que representan, en ocasiones, una
ofensiva a los valores y normas de los derechos humanos(43). (40)
Christoph Menke; Arnd Pollman, Filosofía de los Derechos Humanos,
(Barcelona: Herder, 2010), p. 11. (41) Íbidem. (42) Samuel Moyn, “El
futuro de los derechos humanos”. en: Sur, Revista Internacional de
Derechos Humanos, traducción de Florencia Rodríguez, No. 20 (2014).
Disponible en: https://sur.conectas.org/es/ el-futuro-de-losderechos-
humanos/ (43) Stephen Hopgood, “The Endtimes of Human Rights”, en:
Debating the Endtimes of Human Rights. Ac30 70 años de la Declaración
Universal: pasado, presente y futuro de los Derechos Humanos
Rodríguez-Garavito, por su parte, añade a este panorama factores como
la revolución tecnológica, que genera un conjunto de nuevos escenarios
retadores para los derechos, como la intimidad personal frente al enorme
valor que la información de millones de usuarios tiene para las grandes
compañías tecnológicas. A ello se suma el fenómeno del cambio
climático, que pone sobre la mesa el riesgo de la supervivencia misma de
la vida sobre el planeta y requiere un sentido de urgencia que hace que
pierda sentido hablar de otros temas(44). Pero ¿realmente puede decirse
que ha acabado el fin del tiempo de los derechos humanos? Es claro que
el mundo de hoy presenta transformaciones estructurales que generan
una sensación de incertidumbre sobre su futuro. Sin embargo, coincido
con quienes piensan que estas no tienen que conducir necesariamente al
“inicio del fin”, sino más bien pueden ser catalizadores de reflexión, de su
reconfiguración(45). Ello pasa por recocer (y no negar) las limitaciones y
críticas que han llevado a los derechos humanos a ser cuestionados hoy
en día(46), y a tomar en cuenta los factores que han transformado el
mundo para que sirvan como norte de la reconfiguración de los derechos.
Si durante siglos se han modificado continuamente con el cambio de las
condiciones históricas, necesidades, intereses, clases en el poder, no
tendría que ser este momento la excepción. Finalmente, si hay algo que
ha caracterizado los derechos humanos desde sus orígenes, cuando eran
solo ideas, ha sido su capacidad de adaptación y reinvención.

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