03 Mi Angelo Guardian

ADVERTENCIA
Esta obra posee CONTENIDO HOMOERÓTICO, es decir tiene
escenas sexuales explícitas de M/M y por ello es solo apto para
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lucro y como un hobby. Un trabajo que consiste en traducir un libro
del inglés al español, corregirlo y editarlo; todo ello lo mejor que
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Operaciones Especiales 3
Mi Ángelo Guardián
Resumen
El ir de incógnito para encontrar al comandante de su unidad
de marines se suponía que era la parte fácil. Cuando su cubierta
estalla, el Teniente Bill Harrison no sabe si aguantar el peligroso
paseo o saltar. Con un capo de la droga decidido a atraparlos, Bill
tiene que confiar en sus habilidades y en el sexy ángel guardián
enviado para salvarlo.
El agente de la DEA Ángelo Martínez está molesto cuando le

fue quitada su asignación actual para ir a rescatar a un soldado en
problemas. Rescatar a Bill resultó ser más difícil que cualquier
misión secreta que Ángelo nunca pasó. Además del hecho de que Bill
es precioso, el hombre hace a Ángelo reconsiderar su solitario
estilo de vida. Y eso hace a Bill igual de peligroso como el capo de la
droga que los caza.
Cuando el rescate llega para ellos, Ángelo sabe que tiene que
encontrar la fuerza para renunciar al único hombre que alguna vez
le hizo pensar acerca de renunciar a su trabajo encubierto. Y Bill
tiene que encontrar la fuerza para dejar ir a Ángelo, con la
esperanza que su ángel de la guarda encuentre su camino a casa.
3
STORMY GLENN
Capítulo 1
―Hola, precioso. Siento llegar tarde. Mi coche tuvo un

pinchazo.
El teniente William Patrick Harrison casi se olvidó dónde

estaba mientras miraba al sexy hombre que de pronto se sentó a
horcajadas sobre su regazo y se inclinó para cepillar sus labios. Si
no fuera por la risita que escuchó de uno de los hombres sentados a
la mesa frente a él, habría tirado al lindo pequeño individuo derecho
sobre su culo y exigido saber qué demonios estaba sucediendo.
Nunca lo había visto antes en su vida.
—No hay problema —respondió Bill de una vez, plenamente

consciente del hecho de que su vida llegaría a un final muy rápido si
los hombres que se sentaban a cada lado supieran quién era en
realidad o por qué estaba realmente allí. No eran del tipo
compasivos. Lo destriparían sólo para ver cómo se desangraba en el
suelo.
El impresionante hombre en su regazo sonrió ampliamente,

mostrando un brillante conjunto de dientes blancos y rectos, y
luego se inclinó para plantar otro beso en los labios de Bill. Bill se
quedó de piedra. Ni siquiera besó al hombre de vuelta porque
estaba tratando de averiguar quién demonios era.
El lindo pequeño individuo con el pelo corto y de color marrón

oscuro movió los labios hasta la mandíbula de Bill, mordisqueando en
4
STORMY GLENN
el camino antes de lamer su lóbulo de la oreja.
—Ángelo Martínez. DEA —murmuró el hombre en un tono sub–

vocal, su cálido aliento haciendo cosquillas en la oreja de Bill—. Tu
cubierta voló. Estoy aquí para conseguir sacarte fuera.
Bill se puso rígido, apretando sus manos en las caderas del

hombre. Intentó pensar en alguna manera de conversar con el
hombre sin ser descubierto más de lo que ya estaba. Por desgracia,
sólo podía pensar en una cosa que haría con unos minutos a solas con
él.
—Ha sido un par de días que no veo a mi ángel —Bill les guiñó
un ojo deliberadamente a los hombres de la mesa, esperanzado que
ellos pensaran que iba al baño para tener sexo o al menos ser
fabulosamente chupado. Esa fue la única excusa que se le ocurrió
para alejarse de esos hombres de inmediato, levantando y
arrastrando su culo—. Enseguida regresamos.
Ni siquiera se tomó el tiempo para dejar a Ángelo abajo en sus

pies. Bill simplemente se limitó a levantar al hombre en sus brazos y
comenzó a caminar a través del club hacia el baño en la parte
trasera. Sabía que Ángelo se iba acomodando con su plan cuando
sintió las piernas del hombre envolverse alrededor de su cintura y
una risita fuerte de deleite llenó el aire mientras ellos se alejaban.
Al segundo que llegó al cuarto de baño y la puerta se cerró

detrás de ellos, Bill bajó a Ángelo sobre sus pies y luego miró a cada
uno de los cubículos para asegurarse que estaban solos. Una vez que
5
STORMY GLENN
estuvo seguro, Bill cruzó sus brazos sobre su pecho y se volvió para
mirar al agente de la Administración de la Lucha contra las Drogas1
enviado para rescatarlo.
Si hubiera podido poner sus manos para elegir un hombre para

ganar su atención, el hermoso pequeño individuo de pie delante de él
habría estado en la parte superior de su lista. Ángelo Martínez era
impresionante, desde la parte superior de su cabello ondulado de
color espresso2 hasta abajo en sus pequeños pies.
Su cuerpo era un poco más del aspecto delgado que a Bill

hubiera podido gustarle, pero parecía estar lleno de músculos lisos
y piel bronceada.
Había una inclinación exótica en los ojos de color marrón

oscuro de Ángelo que insinuaba que tenía ascendencia distinta de
América Central, ¿quizás Egipcio?
—Estoy escuchando.
Ángelo se acercó y descendió una mano por el pecho de Bill

entonces señaló sutilmente con su cabeza en dirección a la esquina
de la habitación, cerca del techo. —Oh, bebé, no seas así. Vine tan
pronto como pude.
Los ojos de Bill se estrecharon. Echó un vistazo a la esquina

del techo donde Ángelo había señalado y vio un pequeño círculo
negro en el blanco yeso. Bill sabía lo que era sin siquiera una mirada
1
En Ingles, DEA – Drug Enforcement Administration
2
Espresso hace referencia al café expreso.
6
STORMY GLENN
más cercana.
Maldita sea.
Ellos estaban siendo vigilados. Bill no sabía si era sólo vídeo o

si había audio también, pero él no quería correr riesgos. Él pegó una
sonrisa en su cara y curvó su mano a un lado del rostro de Ángelo.
—Tú sabes que no me gusta cuando llegas tarde y no me llamas.

—Bill comentó, eligiendo cuidadosamente sus palabras—. Es un gran
malvado mundo por ahí, Ángel. Me preocupo por ti.
De los labios de Ángelo salió una muy maldita buena imitación

de un puchero. —Lo sé, bebé. —El agente lo provocó tirando del
cuello de la camisa de Bill—. Pero puedo compensarte.
Bill sintió que sus ojos se abrían cuando Ángelo lo empujó hacia
uno de los cubículos, pero eso no era nada comparado con lo grandes
que llegaron a ponerse cuando el hombre cayó de rodillas y alcanzó
los botones en la bragueta de los pantalones vaqueros.
¿Estaba loco?
Bill bajó la cabeza y deliberadamente miró al hombre,

silenciosamente pidiéndole lo que acababa de pensar. Cuando Ángelo
se limitó a sonreír y metió sus manos a un lado, Bill supo que tenía
razón en su evaluación. No conocía a éste hombre. No había manera
que él estuviera dejando a Ángelo en cualquier lugar cerca de su
polla, agente de la DEA o no.
Ángelo rodó sus ojos y siguió tratando de conseguir los
7
STORMY GLENN
pantalones de Bill. Bill trató de pelear con él, manteniendo sus

manos cuidadosamente pegadas en torno a su pene. No le importaba
lo duro que este pequeño combate de lucha libre lo estaba poniendo.
Bill se congeló cuando escuchó la puerta del baño abrirse. Dio a

Ángelo la oportunidad de obtener sus pantalones abiertos y sacar
fuera su polla. Bill se puso rígido y miró hacia abajo, abriendo la
boca para insultar a Ángelo cuando dos cosas ocurrieron al mismo
tiempo.
Una cabeza apareció sobre la parte superior del cubículo del

baño, y Ángelo tragó con esfuerzo la erección de Bill hasta la raíz.
Todo lo que pudo hacer fue gemir cuando su pene fue
repentinamente rodeado por la caliente, suave humedad. Entonces
Ángelo tragó a su alrededor, haciendo que Bill gimiera aún más
fuerte.
El hombre que colgaba sobre el cubículo del baño se rió entre

dientes. —Me parece que tiene labios que podrían aspirar el cromo
fuera de un enganche de remolque, Billy.
Bill reconoció al hombre voyerista como uno de los imbéciles

de su mesa. Aquello no era bueno. Eso significaba que no podría salir
de tener su polla chupada hasta que el hombre se fuera, y con la
forma en que Ángelo estaba moviendo su boca, Bill no pensaba que
iba a durar mucho tiempo.
La boca de Ángelo era como magia. Los húmedos sonidos

sorbiendo, que los labios de Ángelo hacían deslizándose hacia arriba
8
STORMY GLENN
y abajo de su erección, chupando duro, hacían que la polla de Bill

estuviese tan dura como el acero. Él bombeó sus caderas hacia los
labios hinchados de Ángelo, incapaz de ayudarse a sí mismo.
Por el pequeño destello de ira que podía ver en los ojos de

Ángelo, Bill iba a recibir un puñetazo en la cara al segundo que se
quedaran solos. El pequeño hombre era un jodido sueño húmedo
hecho realidad en cuanto a chupar polla.
Tal vez sólo valdría la pena el abuso.
Ángelo fue lamiendo la polla de Bill como si fuera un bocado

especialmente sabroso. Hizo girar su lengua alrededor de todo el
eje antes de presionar la punta en la ranura de la cabeza
ensanchada. Bill gimió y empujó su polla hasta el fondo de la
garganta de Ángelo, esperando que el reflejo del hombre para
tragar, exprimiera la punta sensible antes de retirarse y empujar
en su caliente boca de nuevo.
¿Quién diablos sabía que una mamada al azar por un agente

encubierto podría poner a su maldita sangre a cien por hora? Bill
tuvo que contener el impulso de agarrar la cabeza de Ángelo y follar
la boca del hombre hasta su finalización.
Estaba bastante seguro de que el agente iba a hacer más que

darle un puñetazo si Bill lo intentaba.
Ángelo se arrodilló delante de Bill, agarrando sus caderas

como un ancla. Sus ojos se iluminaron, pasando de enojado a sensual
de un segundo al siguiente. Ellos ardían con lujuria, lo que asustó la
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STORMY GLENN
mierda fuera de Bill teniendo en cuenta la situación.
Sin embargo, la visión del deseo de Ángelo mientras chupaba la

polla de Bill, tanto como los sentimientos que estaba teniendo, fue
suficiente para empujar a Bill sobre el borde. Arqueando su
espalda, Bill apretó sus dientes cuando ondas de éxtasis vibraron a
través de él. Agarró un puñado de cabellos de Ángelo y se vino,
llenando la boca del chico con su liberación.
—Joder, hombre —dijo Lou desde el cubículo—. ¿Puedo

tratar? Me gustaría follar su dulce pequeño culo.
Antes de que su pene pudiera incluso terminar de pulsar, Bill

se acercó y agarró por el cuello a Lou, apretando sus dedos hasta
que la cara del hombre empezó a ponerse rojo. —Ángel es mío. —
gritó con indignación—. Si alguien lo toca, tendrá que vérselas
conmigo. ¿Está eso entendido?
La cabeza de Lou se balanceaba mientras trataba de aflojar la

mano de Bill. Bill gruñó al hombre y empujándolo lejos, volvió su
mirada hacia abajo al hombre que se arrodillaba a sus pies.
Esperaba que Lou captara la idea y se fuera. Tenía ciertas disculpas
que hacer.
Bill acarició con su dedo sobre los labios de Ángelo. El hombre

había sido guapo antes, pero sabiendo que los labios de Ángelo
estaban hinchados porque acababa de chuparlo hacía a Ángelo
francamente impresionante a los ojos de Bill.
—Eso estuvo bien, bebé —Bill sintió la comisura de su boca
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STORMY GLENN
curvándose cuando Ángelo lo miró, sus oscuros ojos color chocolate

prometiendo retribución en el momento en que estuvieran solos. A
él sólo podía gustarle éste agente de la DEA después de todo. Tenía
espíritu—. Gracias.
—Tal vez podamos ir a casa y me lo puedas agradecer

personalmente.
Bill arqueó una ceja. Estaba bastante seguro de que no era una
invitación a tener relaciones sexuales, pero sí una paliza en su culo.
—Me gustaría eso.
Bill se sintió un poco extraño mientras metía su blanda polla de

nuevo en sus pantalones. Podía oír a Lou respirando pesadamente
mientras permanecía de pie fuera del cubículo del cuarto de baño.
Bill sabía que aún no estaban fuera de peligro. Ellos todavía tenían
que salir del edificio vivos.
Una vez que la polla de Bill estuvo metida de forma segura

dentro de sus pantalones, alcanzó a Ángelo para ponerlo en sus pies.
Antes de que pudiera abrir la puerta, Ángelo lo alcanzó por detrás y
se volvió con una pistola, entregándosela a Bill.
Bill asintió, comprobando silenciosamente el cargador, luego

metió la pistola en la cintura de sus pantalones, tirando de su
camisa hacia abajo sobre ella. Sabiendo que probablemente no
tendría otra oportunidad, Bill envolvió su mano alrededor de la nuca
de Ángelo y tiró del hombre para un profundo, hambriento beso.
Ángelo pareció momentáneamente sorprendido por la acción, y
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STORMY GLENN
luego se apoyó en el beso y lo devolvió con tal fervor que hizo que
Bill se preguntara si alguna vez lograrían salir fuera de éste maldito
cubículo del cuarto de baño.
Lo único que pasaba por su mente era localizar la superficie

plana más cercana y averiguar si el culo de Ángelo era tan dulce
como se sentía bajo sus manos. El agente gimió y se frotó contra el
muslo de Bill.
Tan agradable como el sonido era, de repente Bill recordó

donde estaban. Y quién los estaba esperando fuera del cubículo. Bill
casi gruñó cuando levantó la cabeza y vio el deseo girando en los
marrones ojos de Ángelo.
Se sorprendió a sí mismo cuando él acarició sus nudillos sobre

la mejilla de Ángelo. Él no era de los que usualmente sucumbían en
momentos tiernos, pero de alguna manera, le pareció adecuado. —Yo
me encargaré de ti tan pronto como lleguemos a casa, Ángel.
Ángelo arqueó una ceja a Bill que exactamente decía que él

pensaba que Bill era el que había perdido la cabeza. Esta se
desvaneció lentamente cuando una ansiosa mirada serena apareció
en el rostro del hombre. Bill no sabía lo que esa mirada quería decir,
pero ambas lo ponían nervioso. No sabía nada acerca de Ángelo
Martínez que no fuera el hecho de que el hombre tenía una boca
hecha de magia pura.
Las cejas de Bill se dispararon cuando Ángelo prácticamente

se subió a él como un árbol. Antes de darse cuenta, el hombre
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STORMY GLENN
estaba totalmente envuelto a su alrededor, las piernas de Ángelo en

torno a su cintura y sus brazos se cerraron alrededor del cuello de
Bill.
—Me gustaría eso, mejillas dulces.
—¿Mejillas dulces? —Bill murmuró. Esta fue una retribución

por el comentario de Ángel. Él sólo lo sabía.
—He estado esperando sentir tu polla golpeando en mi culo por

días, calabaza.
Bill estrechó sus ojos en Ángelo. Oh, ahora el hombre estaba

siendo ridículo. Bill nunca había sido llamado calabaza en su vida.
Una fácil sonrisa se dibujó en las comisuras de los labios de Ángelo
cuando él se encogió de hombros.
Bill sacudió la cabeza con incredulidad y abrió la puerta del

cubículo. Él se detuvo al instante y miró a Lou. —¿Te gustó el show?
Lou sonrió pero siguió a varios pies de distancia de Bill,

frotándose la garganta como si tuviera miedo de que Bill lo agarrara
de nuevo. —No estuvo mal. Tal vez tú puedas ponerla en otro
momento. Estoy seguro de que Miguel gozaría de ello.
—Miguel puede encontrar su propio Ángel para jugar —dijo

Bill, tratando de mantener el tono agresivo fuera de su voz. No
quería mear demasiado a Lou porque sabía que el hombre estaba
armado.
Pero tenía que establecer el hecho de que él no compartía el
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STORMY GLENN
derecho desde el principio o quién sabe qué le pasaría a Ángelo. Bill

había visto a más de una persona ser pasado entre los hombres que
él estaba observando. —Éste es sólo mío.
—A Miguel no le gustará eso, Billy. —La repentina seriedad en

la voz de Lou llamó la atención de Bill. Se dio cuenta que llamó la
atención de Ángelo cuando el hombre se puso tenso en sus brazos.
—No me importa un carajo. —Bill respondió con furia,

olvidando su anterior resolución de no mear a Lou—. No comparto a
mi ángel con nadie. —Bill notó la forma en que los ojos de Lou
vagaron por Ángelo como si el hombre en sus brazos fuera un
caramelo a la espera de ser comido.
—No estoy seguro si a Miguel le importará que no vayas a

compartir. —Lou respondió en un tono uniforme—. Parece como del
tipo de Miguel.
—¿Tipo? —Bill preguntó confundido—. ¿Qué tipo? —Había

visto a Miguel con toda clase de hombres y mujeres en la pequeña
cantidad de tiempo que había estado encubierto. El hombre no
parecía tener un tipo en particular.
Lou se rió entre dientes mientras miraba a Ángelo otra vez, y

no fue un muy buen sonido. Esto envió un escalofrío de miedo
bajando por la espina de Bill. —Respira.
14
STORMY GLENN
Capítulo 2
Ángelo sabía que esto era una mala idea desde el principio. Él
lo supo cuando tuvo que atender la llamada telefónica cifrada de su
supervisor dándole instrucciones para ir a rescatar a un agente
encubierto que tenía su culo en una honda.
Y maldito si el hombre no estaba en un infierno de aprieto.
La situación iba cuesta abajo a una velocidad alarmante. De lo

que estaba oyendo, estar a punto de ser puesto en exhibición u
ofrecido como el plato principal a un señor de la droga, no era como
él tenía la intención de pasar su noche.
Aunque, el trabajo de la mamada había sido interesante, no era

lo que Ángelo había estado esperando, pero no obstante
interesante. Bill tenía una fantástica polla. Era agradable, larga y lo
suficientemente gruesa como para hacer que Ángelo gimiera de
deseo bajo circunstancias normales.
Estas no eran circunstancias normales.
Estaba en medio del infierno narcotraficante. El pequeño bar

donde se le dijo que podía encontrar al Teniente William Harrison
estaba exactamente en medio de un pequeño pueblo en América
Central donde Miguel Fernández dirigía su operación de drogas.
Había más hombres armados en el bar y en las calles que hombres
desarmados.
15
STORMY GLENN
La única directiva de Ángelo era sacar al teniente y que

salieran fuera de la infernal ciudad lo más rápido que pudieran, por
cualquier medio posible. Ángelo estaba bastante seguro de que sus
supervisores no tenían la intención de que mamara al tipo en un
cubículo del baño cuando le dieron esa orden. Lo había hecho porque
él sabía que estaban siendo vigilados y necesitaba una manera de
colocar la pistola en las manos de Bill.
Esa era la razón que mantenía repitiendo en su cabeza de

todos modos. Chupar la polla de Bill no tenía nada que ver con el
hecho de que el magnífico hombre activaba cada uno de los
detonantes sexuales de Ángelo.
En serio.
Había visto a hombres de mejor aspecto en su tiempo.
Simplemente no podía recordar exactamente cuándo.
Y ahora mismo, eso no importaba. El parloteo que salió a través

del cable que había sido recogido por la sede era que alguien había
descubierto la verdadera identidad del teniente. Respecto a lo que
cualquiera en el cuartel general sabía, Miguel no tenía esa
información todavía, pero no pasaría mucho tiempo antes de que él
la tuviera. Si Bill se encontraba cerca cuando eso sucediera, él
podría estar respirando a través de los agujeros con los que él no
nació.
Su tiempo era muy limitado. Ángelo tenía que idear un plan

para llevar a los dos fuera del bar y fuera de la ciudad sin que nadie
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STORMY GLENN
descubriera que Bill estaba encubierto o que estaban corriendo por

sus vidas.
No podía pensar en uno en este momento.
—Billy —Ángelo gimoteó mientras levantaba su cara del cuello

de Bill y miraba al chico—. ¿Podemos irnos ahora? Estoy caliente.
Fue una buena cosa que Bill estuviera sólo encubierto para ésta
asignación individual. Él nunca lo lograría como agente a tiempo
completo. La sorpresa en su rostro mientras sus cejas se
dispararon no tenía precio, pero no debería haber estado allí si
fueran amantes.
—Uh, sí, Ángel —Bill respondió lentamente como si pudiera no

creer del todo que Ángelo estaba jugando un papel—. Sólo tengo
que conseguir mi chaqueta y podemos seguir nuestro camino.
—¡Bien! —Ángelo dejó caer sus brazos y piernas como si

hubiera estado sostenido sobre un cable de alta tensión. La única
cosa que lo mantenía de estrellarse al suelo fueron los dos muy
musculosos fuertes brazos que se cerraron alrededor de su cintura.
Las manos en su culo no lastimaban tanto.
Ángelo cogió la mano de Bill cuando el hombre lo soltó y volvió

a mirar al matón musculoso de pie entre ellos y la puerta. Ángelo
hizo un gesto con la mano en un gesto de disparar. —¿Te importa?
—le preguntó, con la voz cortada.
Lou lo miró por un momento y luego retrocedió lentamente
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STORMY GLENN
fuera del camino.
Ángelo no perdió el tiempo. Salió del cuarto de baño, tirando a

Bill detrás de él. Ángelo escaneó rápidamente la habitación en tanto
que hacía una línea recta para la mesa donde Bill había estado
sentado. Él se decía que no veía ninguna amenaza pero sólo porque
nadie había sacado una pistola aún.
Las amenazas estaban por todas partes, y él lo sabía.
—Pequeña cosita ansiosa, ¿no es cierto?
Ángelo gimió, al reconocer la voz detrás de él de las cintas de

vigilancia que había visto. Miguel Fernández, el único hombre al que
Ángelo había esperado evitar. Él y Bill estaban hasta la mierda
ahora, un navío acorazado no sería capaz de salvarlos.
—Ha sido un par de días, Miguel —Bill respondió sin problemas

—. Yo no he podido ver a mi ángel desde la última vez que fui a la
ciudad. Siempre está un poco ansioso después de tanto tiempo lejos
de mí.
—Eso es verdad. —Lou rió detrás de ellos.
Ángelo quería darle una paliza al tipo.
Un hombre alto con un traje de color marrón oscuro se puso

delante de Ángelo, bloqueando su ruta de escape. Ángelo se apretó
contra Bill, esperando que el hombre se acercara con un plan
diferente, porque sus ideas estaban siendo voladas en pedazos.
—No creo que haya conocido a tu chico juguete, Billy.
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STORMY GLENN
Ángelo se encogió cuando el hombre llegó con una mano hacia

él. Él no era muy aprensivo por cualquier medio, pero sabía
exactamente cuánta sangre había sido derramada por un simple
movimiento de esa mano. No la quería cerca de él.
—Éste es mi ángel.
—Hmmm —Miguel sonrió mientras seguía acercándose y

tocando el lado de la cara de Ángelo—. Sí, puedo ver de dónde sacas
ese nombre. Es impresionante. Apuesto a que te puede llevar al
cielo cada vez, ¿no?
El estómago de Ángelo comenzó a apretarse.
Esto no iba a terminar bien.
Él sólo lo podía decir.
—¿Compartes?
—No —Bill gruñó, y mientras Ángelo estaba muy emocionado en

la negación de Bill, no creía que se tratara de una buena idea joder
al letal señor de la droga.
—Eso es decepcionante, Billy. Tenía la esperanza de ver lo que

puede hacer.
Ángelo se abstuvo de morder el dedo pulgar que Miguel frotó

en sus labios. —Su mirada promete mucho entretenimiento.
—Sólo estábamos dirigiéndonos hacia fuera, Miguel.
—¿Oh? —Miguel levantó los ojos de Ángelo y miró por encima
19
STORMY GLENN
de Bill.
—Como he dicho, han sido un par de días. Queremos pasar un

poco de tiempo juntos.
—Nunca me pararía en el camino de dos pájaros enamorados

pasando tiempo juntos —Miguel respondió suavemente.
Oh, mierda.
—Permítanme ofrecer una de mis suites para su placer.
Maldita sea.
—No, está bien —respondió Bill. Ángelo no pensaba que esto

haría ningún bien, no con el brillo calculador que pudo ver en los ojos
de Miguel—. Nosotros solamente regresaremos a mi habitación del
motel.
—Insisto.
Buen infierno.
Los hombros de Ángelo se desplomaron. No había forma de

salir de aquí ahora. Ya podía ver a varios hombres moviéndose para
estar detrás de Miguel. Si él o Bill negaban el amable ofrecimiento
del hombre, estarían probablemente recibiendo un tiro. Bueno, Bill
sería el que recibiría el disparo. Ángelo estaba bastante seguro de
saber lo que le sucedería. El pensamiento lo hizo estremecerse
ligeramente en repulsión. Prefería recibir un disparo.
No había nada más que pudieran hacer más que aceptar.
20
STORMY GLENN
Ángelo pegó una sonrisa dulce en su cara, una que sin duda no
sentía, y se volvió para mirar a Bill por encima del hombro. —
¿Escuchas eso, bebé? —Pura excitación llenó su voz, y él esperaba
esto.
Esta no era su primera misión encubierta. Sabía cómo poner un

espectáculo para un público. —Tiene una habitación preparada para
nosotros. No tendremos que esperar hasta que volvamos a tu
habitación de hotel.
—Si —La sonrisa de Bill estaba rígida, pero estaba ahí—.

Grandioso.
Algo advirtió a Ángelo de no decir nada más mientras él y Bill

eran escoltados fuera del bar y bajaban la calle a un gran edificio
cerrado. Ángelo supo por el número de guardias en la valla que ésta
era la base de operaciones de Miguel.
Ángelo mantuvo su mano apretada con Bill mientras

escudriñaba la zona por las medidas de seguridad. La valla de
ladrillo marrón rodeando la propiedad era por lo menos un metro
ochenta y dos de alto. No podrían saltarla.
Además de la valla, Ángelo contó no menos de diez cámaras de

seguimiento dentro y fuera del complejo. Estaba bastante seguro
de que había más que no podían ver, probablemente dentro de la
casa también.
Los guardias con perros y armas automáticas patrullaban las

instalaciones, y había un montón de ellos. No había manera que
21
STORMY GLENN
Ángelo pudiera ver como escapar de la base sin conseguir que su

culo fuera disparado.
Ángelo y Bill fueron conducidos dentro de la casa y arriba

hacia el segundo piso. Miguel se detuvo en una de las puertas más
allá de un largo pasillo y sonrió mientras abría la puerta. —Ustedes
deberían estar más que cómodos aquí.
—Gracias. —Ángelo sonrió ampliamente y puso un poco de

rebote en su paso mientras entraba en la habitación. Considerando
quien era Miguel Fernández, no estuvo sorprendido en nada cuando
vio la habitación amueblada como un palacio.
La primera habitación era una pequeña habitación completa con

chimenea de mármol y puertas de doble vidrio que daban a un
balcón. Un negro sofá de cuero situado directamente en frente de
la chimenea y un elegante bar negro y cromo colocado justo a un
lado de la habitación.
—Oh, Billy, mira éste lugar —dijo Ángelo cuando él giró en una
vuelta exuberante—. Es mucho mejor que tu cuarto de motel. —No
tenía pista a lo que parecía la habitación de motel de Bill. Él nunca
había estado allí. No tenía ninguna intención de alguna vez estar allí.
—Sí, Ángel —respondió Bill—. Es muy agradable.
Justo enfrente de las puertas del balcón estaba otro conjunto

de puertas dobles. Ángelo pudo ver una gran cama un poco más allá
de ellos. Como cama a medida, no estaba mal. Era enorme para uno,
y Ángelo estaba bastante seguro de que la ropa de cama era de la
22
STORMY GLENN
mejor calidad.
Miguel Fernández quería las cosas buenas en la vida.
El hombre en cuestión estaba cerca de la puerta cuando miró a

Ángelo. Su expresión tenía una nota de burla, como si supiera algo
que ellos no. Ángelo rogó que no fuera la identidad de Bill.
—Si hay algo que necesiten, sólo tienen que levantar el

teléfono —los ojos de Miguel parpadearon brevemente a una pintura
en la pared antes de que ellos volvieran a posarse en Ángelo y Bill.
Él asintió con la cabeza a ellos y salió de la habitación.
Ángelo lo supo antes de mirar que estaban siendo

supervisados. Podía sentirlo en sus huesos. Tendría que cuidar sus
propias acciones así como las de Bill. Antes de que Bill pudiera decir
una palabra, y posiblemente entregarlos, Ángelo se arrojó a los
brazos de Bill dramáticamente como pudo sin tropezarse con sus
propios pies.
No fue más que suerte que Bill lo atrapara.
—Te extrañé, Billy. —Ángelo comenzó adornando el rostro de

Bill con besos cuando él trabajó su camino de regreso a la oreja del
hombre—. Cámara en la pintura —murmuró—. Probablemente más
alrededor de toda la suite. Yo adivinaría que alimenta vídeo y audio
así que ten cuidado. Cuidado con lo que dices y haces.
La ligera inclinación de la cabeza de Bill dijo a Ángelo que su

mensaje había sido recibido.
23
STORMY GLENN
Ángelo se inclinó hacia atrás y le sonrió a Bill. —¿Me llevas a la

cama? —le pidió más fuerte.
La mandíbula de Ángelo se apretó cuando sintió las manos de

Bill agarrando su culo y dando a cada mejilla un apretón. Iba a
matar al hombre una vez que salieran, si es que se escapaban.
—¿Has estado extrañando mi gran polla martilleando dentro de

tu apretado pequeño culo, Ángel?
Ángelo frunció el ceño, su nivel de los ojos debajo de unas

cejas dibujadas. ¿Estaba Bill flipando en serio? ¿La gente
realmente habla el uno al otro durante el sexo? Si los imbéciles que
miraban compraban el show que Ángelo y Bill estaban montando,
estaría sorprendido. Esto era como pornografía verbal.
—Oh, sí, Billy. No sé cómo he vivido sin ella.
Bill mordió sus labios. Ángelo podía decir por la diversión

bailando en los ojos de color marrón oscuro del hombre que estaba
intentando muy duro no reír. Ángelo sonrió con dulzura, lo que
debería haber sido la primera pista de Bill de que estaba en
problemas, y llegó de nuevo a tirar de los pelos cortos en la nuca de
Bill.
Los ojos de Bill se entrecerraron, pero fue la única señal que

dio de gesto de la pequeña herida. Bien, así que Bill podía fingir
cuando lo necesitaba. Eso era bueno. Puede que salvaran la vida. Sin
embargo, sus habilidades verbales necesitaban un montón de
trabajo.
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STORMY GLENN
Ángelo le dirigió una sonrisa torcida antes de menearse hasta

que el hombre lo dejo bajar. Una vez que tuvo los pies en el suelo,
Ángelo se volvió y corrió al dormitorio, despojando sus ropas de su
cuerpo mientras corría.
Se suponía que tenían que estar tan caliente el uno por el otro
que no podían ver la hora de volver a su habitación del motel. Si
alguien estaba mirando, era lo que necesitaban ver.
Cuando Bill entró en el dormitorio, Ángelo lo agarró y comenzó

a sacarle la ropa. Si él iba a ser capaz de ver a éste magnífico
hombre desnudo, deseó que no estuvieran siendo vigilados. Ángelo
despojó a Bill de sus vaqueros y luego lo empujó de nuevo en el
colchón.
Esperaba que Bill captara la idea y ocultó el arma que estaba

escondida en sus pantalones antes de que la cámara lo viera. Una
vez que Bill se deslizó hasta la parte superior de la cama y empujó
sus manos detrás de su cabeza, Ángelo supo que el arma estaba
escondida de forma segura debajo de las almohadas.
Ángelo sabía que tenía una sonrisa salvaje en su cara mientras

que él subía a la cama y se sentaba a horcajadas en la cintura de
Bill. Esperaba que ahuyentara el infierno fuera del hombre. Ángelo
no estaba seguro de cómo esta escena iba a jugarse, pero alguien
conseguiría un golpe en la cara.
El dinero de Ángelo estaba en Bill.
Si el tubo de hierro presionando hacia arriba entre las nalgas
25
STORMY GLENN
de Ángelo era una referencia, Bill estaba disfrutando de este

espectáculo demasiado. Ángelo brevemente se preguntó si él podría
escaparse con abofetear al hombre justo en la boca, pero luego
descartó la idea. Dudaba que Miguel comprara que eran una pareja
BDSM3, y que Ángelo estaba en la parte superior.
Ángelo sabía por qué había sido elegido para esta tarea.
Además del hecho de que era homosexual y que podría jugar de
amante de un hombre con el mejor de ellos, también lo consideraban
un sumiso. Dios, odiaba esa palabra. Esto aseguraba que nadie nunca
lo tomara en serio.
La gente veía lo que quería ver, a un pequeño, atractivo

individuo que llevaba la sensualidad a una forma de arte, una
arrogancia en sus caderas, y labios que podrían chupar una pelota de
golf a través de un centenar de metros de manguera de jardín. Ellos
no veían al depredador letal en los profundos ojos de color marrón
de Ángelo hasta que era demasiado tarde. Y para entonces,
generalmente estaban tirados en el suelo, sangrando.
Ángel había sido reclutado por la DEA saliendo de la

universidad. Había sido entrenado por los mejores, y en los últimos
doce años había trabajado poco a poco su camino hacia los altos
rangos hasta llegar a su nivel actual de experiencia. Él ahora era
considerado uno de los mejores hombres encubiertos de su unidad.
Tenía toda la intención de que las cosas permanecieran de esa
3
BDSM: Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión y Sadismo, Masoquismo.
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STORMY GLENN
manera, y ningún estúpido marine que pensaba que podía jugar con
los chicos grandes iba a estropearlo para él. Si el teniente William
Patrick Harrison no se andaba con cuidado, él sería el que yacería
en el suelo en un caos sangriento.
Ángelo se aseguraría de ello.
Ángelo se adelantó para descansar sus manos sobre el pecho

de Bill, y luego hizo una toma doble. Maldita sea, los infantes de
marina sabían cómo construir a un tipo desde cero. No había más
que kilómetros de bronceada y ondulada piel para que el ojo pudiera
ver, o la lengua para lamer.
Ángelo siempre creyó que la tortura era buena para el alma.

Sonriendo malvadamente a Bill a continuación se inclinó para
deslizar su lengua por una gran extensión de gloriosos músculos.
Santa madre de dios, incluso la piel de Bill sabía muy bien.
—Ángel, bebé, um... —El tono de Bill estaba sin aliento y un

poco necesitado—. ¡Joder!
En un solo movimiento, Bill rodó a Ángelo debajo de él, sus

manos se extendieron por los brazos de Ángelo por encima de su
cabeza, sujetando a Ángelo. Él rozó sus labios hacia atrás y
adelante a través de la boca de Ángelo.
—Creo que te debo una mamada, Ángel —susurró Bill cuando

sus dientes mordisquearon la barbilla de Ángelo. Bill mantuvo
fácilmente las muñecas de Ángelo ancladas en el colchón, rozando
más besos sobre los párpados de Ángelo y abajo por su mejilla,
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STORMY GLENN
volviendo a la esquina de su boca—. Y yo siempre pago mis deudas.
Ángelo intentó mantener su aliento estable en tanto trabajaba

su camino a través de las insinuantes palabras de Bill. Su corazón se
volvió loco, y su sangre corrió caliente por sus venas al ver el deseo
que ardía en los oscuros ojos de Bill.
Un gemido se alzó en la garganta de Ángelo cuando la

excitación lo atrapó en un despiadado agarre y lo sacudió con
fuerza cuando Bill reclamó sus labios en un magnífico beso lleno de
pasión, deseo y necesidad. Ángelo sintió la explosión de calor de la
boca de Bill a la suya tan grande que chamuscó los labios de Ángelo.
Su cuerpo, su propia voluntad, se fundió en Bill.
Las manos de Bill recorrían el cuerpo de Ángelo libremente,

como si de verdad fueran amantes, suavemente lo acariciaba,
despertándolo, conduciéndolo a un terreno de juego enfebrecido.
Bill se tomó su tiempo, sus manos y boca mapeando pausadamente el
cuerpo de Ángelo.
Bill parecía tener una pequeña obsesión con los pezones de

Ángelo. Su lengua lamió duramente sobre el pezón, raspando la
carne de Ángelo. Éste se arqueó contra Bill, necesitando más.
Cuando Bill besó su pezón, tirando de éste, y tentándolo con sus
dedos, Ángelo pensó que podría ser capaz de venirse con solo eso.
—Billy —Ángelo gimió cuando los labios de Bill se trasladaron

de sus pezones a su abdomen. Él sintió la lengua de Bill rodear su
ombligo. Él arremolinó su lengua, dibujando patrones a lo largo de la
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STORMY GLENN
sensible piel de Ángelo. Éste se rió del suave toque de los labios de
Bill en su contra—. Eso hace cosquillas.
Ángelo sintió la sonrisa de Bill contra su piel. Entonces la boca

de Bill se movió más abajo. El aliento de Ángelo se atrapó en su
garganta mientras esperaba que la boca de Bill tocara su dura polla.
Esperó y esperó, y luego rogó.
Todo su ser parecía estar lleno con la espera.
—Billy, por favor —declaró Ángelo cuando sus caderas se

alzaron hacia Bill, un gemido ansioso cayendo de sus labios. Apretó
sus dientes cuando Bill sólo se rió de él.
Un momento después sintió la húmeda lengua de Bill contra el

hueso de su pelvis. Bill quería torturarlo. Ángelo lo supo. Él
conduciría a Ángelo fuera de su siempre–amorosa mente hasta que
fuera una pila viscosa.
Bill estaba bien en su manera de hacer precisamente eso.
Ángelo casi podía sentir el aire alrededor de él moviéndose

sobre su sensible piel. La sintió enrojecida, caliente, y necesitada.
Ángelo gimió. Sus manos apretadas en el pelo de color marrón
oscuro de Bill. Intentó dirigir a Bill a su dolorida polla. Bill sólo sacó
la lengua y lamió las pelotas de Ángelo, luego tomó a cada una en su
boca y se las chupó una por una.
—¡Billy! —Ángelo gruñó con frustración. Fuego corrió a través

del cuerpo de Ángelo, derritiéndose de adentro hacia afuera.
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STORMY GLENN
—Paciencia, Ángel —respondió Bill. Sus extraordinarios ojos

marrones ardían y brillaban cuando él levantó la vista y se encontró
con la mirada de Ángel—. Vas a disfrutar esto. Lo prometo.
Ángelo lo consideró, pero él realmente, realmente quería

sentir los labios de Bill envueltos alrededor de su polla. Él sabía que
lo llevaría derecho donde él necesitaba ir. Por otro lado, Bill parecía
tener una malvada imaginación. Ángelo sabía que todo lo que Bill
planeaba para él haría volar su mente. Sólo que no estaba seguro de
poder esperar tanto tiempo. Él ya se sentía más allá de necesitado.
—Yo... Billy, yo... —Ángelo tartamudeó.
—Confía en mí, Ángel —Bill dijo mientras paseaba sus dedos a

lo largo de la sensible piel de los muslos de Ángelo.
Ángelo cerró sus ojos. Él respiró profundo varias veces para

contener el orgasmo que podía sentir arrastrándose hasta su
cuerpo. Su cuerpo tembló por un momento y luego dejó que el aire
en sus pulmones se liberara lentamente.
—Está bien —susurró.
El cálido aliento sopló sobre sus bolas hasta que se

mantuvieron cerca de su cuerpo. Ángelo comenzó a jadear. Él no
sabía lo que iba a hacer Bill, y eso lo volvía loco. Los latidos de su
corazón palpitaban en sus oídos mientras esperaba por el próximo
movimiento de Bill. Sólo deseaba que el hombre se diera prisa de
una jodida vez. Ángelo estaba a punto de salir de su mente.
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STORMY GLENN
—Ahh —Ángelo gritó cuando Bill le dio su deseo. Él envolvió sus

labios alrededor de la polla de Ángelo. El cuerpo de Ángelo se
sacudió y onduló contra la forma más grande de Bill. Candente
necesidad corrió a través de su cuerpo como una ola y se estrelló a
la vez en su polla.
El cuerpo de Ángelo se puso rígido cuando la boca de Bill se

hundió en su polla. Bill tragó hasta que Ángelo sintió cepillar la nariz
del hombre contra sus cortos, rizados pelos justo antes de que Bill
comenzara a mover su boca a lo largo de la dura longitud de Ángelo.
Ángelo no podía creer lo caliente que se sentía, el exquisito placer.
Había tocado el cielo, y él podría morir ahora.
Cuando los dedos de Bill trazaron su culo, Ángelo empezó a

gemir. Él no sabía si empujar hacia arriba en la boca de Bill o hacia
abajo sobre los dedos de Bill. Bill resolvió el problema por él
presionando sus dedos en el culo de Ángelo al mismo tiempo que se
tragaba su polla.
Le dejó a Ángelo concentrarse en el increíble placer que

recorrió a través de su cuerpo. Sus bolas se mantuvieron apretadas
contra su cuerpo, y él sabía que no pasaría mucho tiempo. Usando su
mano para empujar su pelo hacia atrás, Ángelo observó a Bill cuando
el hombre movía la cabeza hacia atrás y hacia abajo por la dura
longitud de la polla de Ángelo. Era un espectáculo fascinante.
—Oh, Billy, voy a... —Ángelo gritó cuando una fuerte presión se
construyó en sus bolas. Ésta se movió hasta la base de su polla y
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STORMY GLENN
luego estalló por la parte superior cuando Ángelo encontró su

liberación. Ángelo gritó mientras se venía, inundando la boca de Bill
y la garganta con caliente, salado líquido. Bill succionó por cada
última gota hasta que Ángelo se fundió en el colchón.
Cuando Bill levantó la cabeza, Ángelo se quedó mirándolo un

poco deslumbrado, sin saber qué pensar o incluso la forma de
pensar. Bill se quedó mirando hacia abajo con ojos inquebrantables,
su rostro no regalando nada de lo que el hombre estaba pensando.
—¿Billy?
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STORMY GLENN
Capítulo 3
Bill trató de verter todo su deseo en la mirada caliente que

pasó entre ellos. Ninguno de los dos rompió el contacto cuando Bill
empujó sus pantalones abajo de sus piernas. Él empujó las piernas
de Ángelo separándolas con sus rodillas y se puso entre ellas. Bill
mantuvo los ojos fijos en los de Ángelo cuando enganchó las piernas
del hombre sobre sus brazos y empujó su polla adentrándose en el
culo de Ángelo.
Bill estaba asustado por su repentina necesidad por un hombre

que acababa de conocer, una necesidad tan profunda que era
insoportable. Su corazón se detuvo en seco y luego comenzó a latir
de manera irregular cuando vio a Ángelo mirando fijamente hacia él,
sus pupilas oscuros charcos, fascinante y sin fin. La mirada en el
rostro de Ángelo oprimió el corazón de Bill.
Podía oler el embriagador olor de Ángelo, el débil aroma

masculino que era todo poderoso macho y peligroso depredador. Las
piernas de Ángelo se apretaron alrededor de las caderas de Bill,
moliéndose en su contra. Bill estaba respirando duro, su piel
sensible. El roce de los finos pelos de Ángelo en su cuerpo,
acariciándolo, casi fue volviéndolo loco.
Bill cubrió el cuerpo de Ángelo con el suyo propio y se metió

dentro y fuera de su culo, largo y lento, sin moverse demasiado
rápido o demasiado lento. Una buena, dura jodida era grandiosa,
33
STORMY GLENN
incluso fabulosa, pero algo le dijo a Bill que necesitaba ir más

despacio esta vez. Necesitaba tener más cuidado con el magnífico
hombre bajo él.
—Se siente tan condenadamente bien, Ángel.
Todo acerca de sexo con Ángelo se sentía bien, malditamente

bien, la forma en que sus ojos color chocolate brillaban con lujuria,
la sensación de su sedosa piel, y los pequeños sonidos necesitados
que caían de sus lujosos labios. Estaba todo diseñado para conducir
a Bill a la locura.
Bill bombeó sus caderas, conduciendo lentamente su polla

dentro y fuera del culo de Ángelo. Las manos de Ángelo agarraron la
espalda de Bill, sus dedos apretándose y abriéndose sobre su
resbaladiza piel. Su respiración se aceleró y sus gemidos crecieron
en volumen.
Bill retrocedió hasta que la punta de su polla estuvo a punto de

salirse del apretado anillo de músculos de Ángelo y luego se estrelló
hacia adelante, enterrando su polla tan profunda como pudo. La
cabecera se estrelló contra la pared en varias ocasiones cuando Bill
comenzó a moverse más rápido, golpeando en el culo de Ángelo.
Queriendo que el ángulo fuera perfecto, Bill agarró las

caderas de Ángelo y las levantó para encontrar su impulso. Podía
sentir los encordados músculos de su cuello irse apretando cuando
los gritos de Ángelo se convirtieron en un largo, prolongado gemido.
Serpenteando una mano entre sus cuerpos, Bill agarró la polla
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STORMY GLENN
de Ángelo y la sujetó en un apretado puño. Ángelo contuvo el aliento

mientras su cuerpo se ponía rígido. Su culo sujetado hacia abajo
sobre la polla de Bill como un tornillo de banco, y él empujando hacia
la mano de Bill.
—¡Joder, Billy! —Ángelo gruñó entre apretados dientes—. Voy

a...
Ángelo se puso rígido de repente. Bill vio su mano apretándolo,

y luego Ángelo gritó mientras llenaba el espacio entre sus cuerpos.
El mundo entero de Bill se centró en los músculos de seda
apretando alrededor de su pene cuando Ángelo llegó a su clímax. Bill
empujó con fuerza en el culo de Ángelo cuando su cuerpo comenzó a
temblar.
Sus manos apretaron su control sobre las caderas de Ángelo y

empujó erráticamente cuando él disparó su carga en el interior de
Ángelo, apenas consciente del tembloroso cuerpo de Ángelo debajo
de él. Bill estaba palpitando, erupcionando, arrastrando aire a sus
pulmones mientras el placer barriendo a través de él parecía no
tener fin.
Se desplomó contra Ángelo. Cuando Bill finalmente consiguió su

respiración bajo control, levantó la cabeza y miró al hombre que
simplemente sacudió su mundo. Los ojos de Ángelo estaban
cerrados, su boca ligeramente separada, con la cara enrojecida por
el deseo desvaneciéndose.
Esto era un buen aspecto en el hombre.
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STORMY GLENN
Ángelo le acababa de dar la más intensa experiencia sexual de

su vida, y él ni siquiera sabía nada sobre el hombre. Él no podía
incluso preguntar, no cuando estaban bajo la atenta mirada de un
monstruo.
Pero podía expresar su agradecimiento y mostrar que lo que

tenía con Ángelo, lo que acaba de ocurrir entre los dos significaba
más que una jodida sin sentido.
—Gracias, Ángel —Bill susurró con reverencia. Sus ojos se

aferraron al rostro de Ángelo, analizando su reacción. Los ojos de
Ángelo se abrieron lentamente y vagaron por el rostro de Bill como
si buscara algo, pero maldito si Bill sabía lo que era.
Bill contuvo el aliento cuando Ángelo abrió la boca para hablar,

a la espera de su respuesta. Pero antes de que Ángelo pudiera decir
algo, las puertas del dormitorio se estrellaron abiertas. Bill se dio la
vuelta para ver lo que en el infierno estaba pasando sólo para ser
agarrado y sacado a rastras de la cama.
Podía oír los gritos de Ángelo, pero los puños golpeando en su

cuerpo le impidieron descubrir lo que estaba pasando con el
hombre. Era todo lo que Bill podía hacer para mantener la cabeza
cubierta mientras trataba de luchar contra los golpes lanzados en
su contra.
Bill gruñó cuando se vio obligado hacia abajo sobre el piso.

Dolor estalló en sus hombros mientras sus brazos fueron forzados
detrás de su espalda y algo era atado alrededor de sus muñecas y
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STORMY GLENN
tobillos. El hombre que lo retenía, de repente lo dejó ir y empezó a

alejarse, pero no antes de que uno de ellos pateara a Bill en las
costillas.
Bill jadeó por el dolor mientras giraba su cabeza,

desesperadamente buscando a Ángelo. Él alcanzó a ver el desnudo
trasero de Ángelo justo cuando él era llevado fuera de la habitación
y la puerta se cerraba detrás de él.
Bill gruñó mientras apretaba sus dientes y tiró de las uniones

que le restringían sus muñecas y tobillos. Su miedo por lo que
pudiera pasar con Ángelo hizo caso omiso de su miedo de su propio
peligro. Sabía que su cubierta tenía que haber volado y Miguel lo
sabría en cualquier momento, pero lo que el monstruo repugnante
podía hacer a Ángelo, mientras tanto, era peor que cualquier cosa
que le haría a Bill.
Bill necesitaba liberarse. Tenía que llegar a Ángelo. Y luego los

dos necesitaban obtener el infierno fuera de allí. Cualquiera que
fuera la información que Bill pensó que podría ser capaz de obtener
de Miguel y sus matones sobre el paradero de Harley palidecieron
en comparación con dejar que Miguel pusiera sus sucias manos
sobre Ángelo.
Bill respiró hondo y se obligó a calmarse. Nada bueno saldría

de él perdiendo los estribos. Necesitaba pensar. Bill sopló fuera su
respiración y luego palpó lo que estaba atado alrededor de sus
muñecas.
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STORMY GLENN
No le tomó más de unos pocos segundos tardar en darse

cuenta de que él fue restringido con una abrazadera de plástico.
Era casi imposible liberarse de ellas, pero podían ser cortadas. Bill
rodó sobre su espalda y escaneó el cuarto por algo que pudiera
utilizar para cortar los lazos. Sus ojos se posaron en un lujoso bar
negro y cromado en la sala de estar.
Un bar podría significar un cuchillo.
Ahora, sólo tenía que encontrar la manera de llegar allí. Bill

decidió que rodar a su destino era su mejor opción. No se sentía
exactamente bien cada vez que rodaba sobre sus manos, y él tuvo
que parar varias veces y cambiar la dirección, pero después de unos
cinco minutos, estaba al pie del bar.
Bill se puso de espaldas y apretó su mandíbula. Sus músculos

del estómago, todavía adoloridos de tener los puños estrellados
contra ellos, le dolían en protesta mientras se sentaba en línea
recta. Bill se movió alrededor hasta que su espalda estaba en contra
de la barra del bar y luego usó sus piernas para empujarse a sí
mismo a sus pies.
Una vez que él se puso en pie, Bill saltó hacia el otro lado del
bar. Bajo la encimera, pudo ver varios cajones y un estante lleno de
alcohol y vasos. Bill se dio la vuelta y agarró el primer cajón y lo
abrió.
—¡Sí! —susurró cuando él se dio la vuelta y vio un pequeño

cuchillo enclavado en el cajón junto con un sacacorchos, una
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STORMY GLENN
trituradora, y un abrelatas. Él podía decir una cosa sobre Miguel

Fernández, el hombre sabía cómo equipar una habitación.
El idiota.
Bill hurgó en el cajón hasta que sus dedos se cerraron sobre el

mango del cuchillo. Él lo agarró y le dio la vuelta al revés. Cerró sus
ojos y respiró hondo y dejó escapar el aire lentamente, abrió sus
ojos y comenzó cortando con la afilada hoja sobre los lazos de
plástico alrededor de sus muñecas.
Cuando los lazos de plástico cedieron de repente, Bill gritó, el

cuchillo le cortó en la mano. Rápidamente llevó su mano alrededor y
chupó la sangre que salía de su palma. No estaba sangrando mucho y
ni siquiera necesitaba puntos de sutura, pero maldita sea, picaba.
Bill se dejó caer al suelo y rápidamente cortó a través de la

dura tira de plástico envuelta alrededor de sus tobillos. Agarró
ambos amarres y los arrojó en el cajón antes de cerrarlo. No podría
ocultarlos para siempre, pero no los dejaría a la vista por ahí para
que cualquier persona entrando en la habitación los viera.
Cuanto más tiempo pudiera ocultarse, mejor.
Bill conservó el cuchillo con él mientras se apresuraba a volver

a la habitación por su ropa y el arma que había empujado debajo de
la almohada. Estaba más que contento que la habitación no hubiera
sido registrada cuando Miguel y sus secuaces entraron para llevarse
a Ángelo.
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STORMY GLENN
Bill se vistió y luego escondió la pistola en la cintura de sus

pantalones vaqueros. Mantuvo el cuchillo en su mano mientras
agarraba la ropa de Ángelo y las metía en una funda de almohada
para luego dirigirse hacia la puerta del dormitorio.
Bill sabía que estaba siendo vigilado. Quienquiera que lo

estuviera observando o bien no le importaba, o no había tenido
tiempo para informar de su repentina libertad, o no estaban
cumpliendo con su deber. Lo que el caso haya sido, Bill sabía que no
tenía mucho tiempo antes de que la gente viniera a buscarlo.
Necesitaba encontrar a Ángelo tan pronto como fuera posible.
Bill escuchó en la puerta entonces la abrió poco a poco cuando

él no escucho nada. Cuando vio el pasillo desierto, se deslizó fuera
de la habitación, cerrando la puerta desde el interior, y empezó a
bajar por el pasillo vacío. No tenía ni idea de dónde buscar a Ángelo
o incluso por dónde empezar su búsqueda.
Había estado tratando de conseguir una invitación dentro del

complejo de Miguel desde el momento en que conoció al hombre.
Estaba seguro de que Miguel sabía la ubicación del teniente Harland
Thomas, comandante de la unidad de Bill y el hombre que Bill había
estado buscando durante los últimos diez meses, desde que
desapareció durante una misión que había salido terriblemente mal.
Era la única razón por la que tendría algo que ver con una
desagradable persona como Miguel Fernández. El tipo era escoria.
Él vendería a su madre por un dólar si pensara que podía obtener
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STORMY GLENN
una ganancia de ello.
Miguel estaba hasta los codos en cada operación ilegal en

Centroamérica. Llevaba drogas, redes de prostitución, círculos de
robo de automóviles, transportaba inmigrantes ilegales para mano
de obra forzada, contrabando de armas, e incluso había rumores de
que estaba involucrado en varios atentados con bomba en la ciudad
de México.
El hombre nació simplemente malo. No tenía conciencia, que

era por lo que Bill estaba tan preocupado con lo que podría estar
ocurriendo con Ángelo en ese mismo momento. Él había visto el
deseo ardiendo en los ojos de Miguel cuando el hombre miró a
Ángelo, y él sabía lo que significaba.
Miguel tomaba lo que quería, sin importarle lo que los demás

dijeran. Aquellos que se le negaban terminaban muertos. Los que se
daban en general terminaban muertos también, pero no antes de
que fueran torturados hasta que oraban para que llegara el final.
Y, al parecer, Miguel quería a Ángelo.
El primer par de habitaciones que Bill registró estaban vacías.

Sabía que su suerte no duraría para siempre. Con el tiempo,
encontraría una habitación que tendría a alguien en ella. Estaba
rezando para que ese alguien fuera Ángelo.
Al final del pasillo se cruzó con otro más. Estaba en el extremo

opuesto de la escalera de donde ellos vinieron por lo que esperaba
que indicara que se estaba acercando a donde Miguel había llevado a
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STORMY GLENN
Ángelo.
Rápidamente se asomó por la esquina entonces gimió en silencio

cuando vio a un hombre apoyado contra la pared cerca de una
puerta en el mismo final del pasillo. Si ahí estaba un guardia,
entonces estaba definitivamente acercándose a su meta.
Bill se puso en cuclillas y luego se asomó por la esquina de

nuevo. El guardia parecía aburrido. Él ni siquiera tenía su arma
preparada. Tenía un libro en la mano y estaba obviamente absorto
en lo que estaba leyendo si el ceño arrugado de su frente era
cercano a una señal.
Un matón que podía leer.
¿Quién lo sabía?
Desafortunadamente, la manera en que el hombre estaba

apoyado en la pared, vería a Bill al segundo que llegara a la esquina.
Bill tendría que buscar la manera de conseguir que el guardia llegara
a él.
Bill se apoyó contra la pared y miró hacia atrás por el pasillo.

Había algunas fotos realmente llamativas colgando en las paredes,
algunas plantas en macetas, y una mesita con una lámpara y un
jarrón de flores frescas.
Eso no era mucho para trabajar.
Bill se puso de pie y se dirigió a una de las pinturas. Él

cuidadosamente tiró de ella fuera de la pared y luego dio un paso
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STORMY GLENN
atrás a la habitación que acababa de revisar. Bill abrió la puerta

luego arrojó la pintura en el jarrón de flores. Tan pronto como la
pintura hizo su parte, Bill retrocedió hacia la habitación y se puso
detrás de la puerta, dejándola abierta.
Escuchó un estruendo cuando la pintura tiró el florero,

rompiéndolo. Un momento después, oyó que alguien venía por el
pasillo. Bill sólo esperaba que fuera alguien perfecto. Bill esperó,
sosteniendo la respiración, la anticipación barriendo a través de él
como una droga.
La puerta crujió cuando fue empujada sólo un poco más. Un

destello de color pasó cerca de la rendija entre la puerta y el
marco. Agarró el cuchillo en su mano y esperó a que el guardia
caminara lo suficientemente hacia adelante para que pudiera cerrar
la puerta.
Una vez que lo hizo, Bill empujó la puerta cerrada y saltó al

tipo antes de que pudiera reaccionar o dar la vuelta. Bill cubrió la
boca del guardia con una mano mientras tiraba la cabeza del hombre
hacia atrás. Cortó con la hoja del cuchillo a través de la garganta
del hombre con la otra mano.
A Bill no le gustaba matar, pero había algunas circunstancias

en las que esto se justificaba, sobre todo cuando se trataba de
cabrones. Siendo un guardia de un capo de la droga ponía al hombre
firmemente en la categoría de basura.
Cuando el cuerpo del guardia se desplomó, Bill lo arrastró al
43
STORMY GLENN
armario y lo dejó en el interior, cerrando la puerta. Dado que Bill

había matado al guardia por detrás, no tenía sangre en él que no
fuera en sus manos y brazos. Eso era fácil de lavar.
Pero había una gran mancha de sangre en la alfombra. Bill

agarró el tapete y lo tiró sobre la mancha para cubrirla y luego se
dirigió al baño a lavarse la sangre. Tenía que ocultar los signos de su
libertad, siempre y cuando fuera posible. Un guardia muerto y un
hombre caminando con sangre en él no ayudaría.
Una vez que estuvo todo limpio, Bill volvió a entrar en el pasillo
y cerró la puerta detrás de él, bloqueándola tal como él había
cerrado la otra habitación. Se asomó por la esquina otra vez sólo
para asegurarse que otro guardia no había tomado el lugar del
primer guardia.
Al ver que la costa estaba despejada, Bill rápidamente caminó

por el pasillo hasta la solitaria puerta al final. Apretó su oreja
contra la puerta y escuchó. Cuando no pudo escuchar nada desde el
interior de la habitación, su corazón empezó a hundirse.
Tal vez esta no era la habitación correcta.
Sabiendo que tenía que buscar en todas las habitaciones hasta

que encontrara a Ángelo, Bill lentamente giró el picaporte y empujó
la puerta abierta. Echó un vistazo a la habitación con una sola
mirada y luego entró.
El repentino clic de un arma siendo amartillada desconcertó a

Bill, pero no más que la sensación de frío metal descansando contra
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STORMY GLENN
su sien. Bill sintió una ola de frío barriendo su piel. Él iba a morir y
antes de que tuviera la oportunidad de decirle a Ángelo que quería
llegar a conocerlo mejor.
—Para ser un marine de las fuerzas especiales, seguro que

haces un montón de ruido.
—Ángelo —Bill susurró en un roto suspiro de alivio.
Volvió la cabeza para ver a Ángelo de pie junto a la puerta, con

su cuerpo presionado contra la pared, su muy desnudo cuerpo. Tomó
un paso hacia Ángelo, elevándose sobre el hombre más pequeño
mientras lo miraba con satisfacción y entonces de mala gana le
tendió la funda de almohada con ropa a Ángelo.
—Pensé que podrías querer esto. —Después de entregar la

bolsa a Ángelo, Bill miró alrededor de la habitación vacía—. ¿Dónde
está Miguel?
Ángelo resopló e hizo un gesto con la cabeza hacia el lado

opuesto de la habitación cuando él metió la mano en la funda de
almohada y sacó su ropa.
—Detrás del sofá
—¿Detrás del sofá? —Bill tuvo que recoger su mandíbula

cuando Ángelo asintió con una elevación de su barbilla y le guiñó un
ojo, dirigiéndole una traviesa sonrisa. A pesar de su difícil
situación, esto hizo que Bill quisiera esa sonrisa—. ¿Y por qué está
detrás del sofá?
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STORMY GLENN
—El idiota pensó que podía tocarme sin mi permiso. Yo le

mostré lo equivocado que estaba.
Bill frunció el ceño cuando miró el sofá de cuero marrón en el

lado extremo de la habitación. Estaba retirado un poco de la pared,
pero no podría saber si en realidad no veía. Curioso, Bill caminó
través de la habitación para mirar.
Efectivamente, el infame señor de la droga, Miguel Fernández,

estaba inconsciente detrás del sofá, desnudo. Él también tenía un
moretón oscureciendo su sien izquierda, sangre seca en su labio
hinchado, y varios arañazos en el lado de la cara.
Bill no tenía ni idea de lo que había sucedido, pero podía

imaginarlo por el estado de desnudez de Miguel. Miguel había
tratado de tomar algo que no le pertenecía, y él había desatado a
una fiera.
—¿Lo has matado?
—No. —Ángelo respondió casualmente mientras se vestía—.

Pero va a desear estarlo cuando se despierte.
Bill alzó una ceja mientras miraba a Ángelo por encima del
hombro, su curiosidad en explosión. —¿Oh?
—¿Conoces esos pequeños lazos de plástico que se utilizan para

atarte?
Bill tragó saliva por el brillo maligno que centellaba en los ojos
de Ángelo. Tuvo la repentina sensación que Ángelo Martínez no era
46
STORMY GLENN
un hombre para joder. —¿Sí?
—Usé uno en sus nueces.
—¡Oh, mierda! —No sólo iba a doler como el infierno para el

momento que Miguel consiguiera la abrazadera plástica cortada
fuera de sus nueces, eso iba dejar un infierno de marca. Las bolas
de Bill dolían por simpatía, pero no demasiado. Miguel merecía eso y
peor.
Ángelo se encogió de hombros como si no fuera gran cosa. —

No debería haberme tocado.
Bill tuvo una repentina urgencia de cubrir sus propias nueces.

Ángelo debió haber visto su reacción en su cara porque el hombre
se rió profundamente, enviando a Bill otro guiño.
—No te preocupes, niño soldado. —La boca de Ángelo se torció

irónicamente—. Si yo no hubiera querido que me tocaras, no lo
habrías hecho.
Bien, entonces.
—¿Alguna idea de cómo vamos a salir de aquí?
—Sí.
Bill esperaba de Ángelo que explicara su plan, pero el hombre

solo se terminó de vestir. Después de un largo momento de silencio,
Bill se frotó la parte de atrás de su cuello, preguntándose si estaba
a punto de tener su cabeza entregada.
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—Uh, ¿quieres compartir con el resto de la clase?
—Vamos a conducirnos por la puerta principal.
La mandíbula de Bill cayó. Él se dirigió hacia la ventana y abrió

la cortina, curioso si él y Ángelo estaban hablando de la misma
puerta. Hizo un gesto con la mano hacia la ventana cuando él sólo vio
una puerta que conducía fuera del lugar. —¿Esa puerta?
—Sí.
—¿Y cómo exactamente esperas que hagamos eso? ¿Magia? —

Bill preguntó, su mente inundada con dudas sobre la cordura de
Ángelo.
No había manera de que sólo pudieran conducirse por la puerta

principal. Estarían muertos antes de que llegaran a tres metros.
—¿Estás diciendo que no confías en mí? —Ángelo desafió.
Bill mantuvo sus rasgos deliberadamente neutrales mientras

trataba de decidir sólo cómo responder a Ángelo. Teniendo en
cuenta lo que había pasado entre ellos en el corto período de tiempo
que se conocían, que era todo unas tres horas, una palabra
equivocada y podría estar en un montón de problemas.
—No estoy diciendo que no me fío de ti —respondió Bill con

delicadeza—. Pero sólo veo una puerta por ahí y está fuertemente
custodiada. Ahora, sé que los agentes de la DEA son buenos, pero
incluso eso podría tomar un milagro.
—He aquí, tu milagro —Ángelo sonrió mientras sostenía un
48
STORMY GLENN
conjunto de llaves.
—¿Llaves?
—Miguel se ofreció a darme uno de sus coches si entregaba mi

culo sin luchar. Al parecer, él tiene varios en el garaje escaleras
abajo. Él tuvo la amabilidad de explicarme lo especiales que son con
la esperanza de que yo estaría de acuerdo con su pequeño soborno.
Por ejemplo, que son todos a prueba de balas y tienen cristales
tintados.
—Maldita sea. —Bill se rió a pesar de la mirada arrogante en el

rostro de Ángelo que le advertía tener mucho cuidado con sus
palabras—. Cerebro y un gran culo. Eres realmente el paquete
completo, ¿verdad, cariño?
—Tienes toda la maldita razón, yo lo soy.
49
STORMY GLENN
Capítulo 4
Después de cerrar la puerta del dormitorio, Ángelo llevó a Bill

de vuelta por el pasillo. En lugar de bajar por donde habían venido
originalmente, caminó hasta el extremo opuesto del pasillo de la
habitación de Miguel.
—¿Cómo te enteraste de esto? —Bill susurró cuando llegaron a

una serie de escaleras para bajar.
—Corrí en esta dirección cuando traté de escapar cuando

Miguel estaba arrastrándome a su habitación. Me atrapó antes de
que pudiera escapar, pero vi estas escaleras antes de que él me
agarrara. Dado que sólo van abajo, me imagino que nos podrían llevar
al garaje.
Era una teoría tan buena como cualquier otra.
Y lo único que Ángelo tenía hasta el momento. Nunca le

admitiría a Bill, pero él estaba improvisando un poco. Estaba
absolutamente seguro de que no haría más de dos pies fuera del
garaje, suponiendo que incluso lo hicieran hasta el garaje.
Sólo que no estaba dispuesto a admitir la derrota. Él nunca lo

hizo. Su madre siempre le dijo que era un defecto en su carácter.
Él era demasiado terco para su propio bien. Él se negaba a renunciar
a nada hasta que lo trabajara desde todos los ángulos y llegara a
una solución.
50
STORMY GLENN
Esa incapacidad para renunciar había llevado a Ángelo desde

las animosas, infectadas con pandillas, calles de Los Ángeles para
conseguir una beca universitaria en la UCLA, y a continuación a un
codiciado lugar en la unidad secreta de la Administración de la
Lucha contra las Drogas (DEA).
Esto lo llevó a través de muchas noches pasando inclinado

sobre el escritorio trabajando en las tareas, cuando no siempre
entendía el material debido a la barrera del idioma, y más allá de los
prejuicios que se encontró debido a su herencia hispana. Incluso
había superado la muerte de su amante, otro agente de la DEA que
había muerto en el cumplimiento del deber.
Ángelo sólo podía esperar que le ayudara a salir de la fortaleza

de Miguel Fernández con la cabeza todavía unida a sus hombros. De
momento, no se veía demasiado bien.
Ángelo se deslizó en silencio por las escaleras. Podía sentir el

calor del cuerpo de Bill cuando el hombre lo siguió de cerca detrás
de él.
Otra cosa que no estaba dispuesto a admitir, lo mucho que

quería sentir ese calor presionándose contra él de nuevo.
La mamada dada en el club de Miguel había sido más sobre

cómo mantenerse vivo y menos sobre sexo. La mamada dada en la
habitación podría explicarse de la misma manera. Pero, por qué
había seguido después de eso no podía ser explicado tan fácilmente,
y Ángelo lo sabía. Él no tenía nada que explicar por qué había
51
STORMY GLENN
permitido que el sexy marine tuviera su culo.
Ni una maldita cosa.
Bueno, no era totalmente la cosa sexy, pero Ángelo se había

reunido con una gran cantidad de hombres atractivos en su
momento. Incluso había estado con hombres que eran más sexy que
Bill, tal vez. Pero siempre había sido capaz de resistirse a ellos,
resistir la tentación.
¿Por qué era diferente el teniente William Patrick Harrison?

Claro, el hombre tenía los músculos de sobra, y Ángelo había sido
siempre un tonto por un cuerpo bien desarrollado. Él sólo tendía a
mantenerse alejado de los hombres que podrían ser perjudiciales
para su carrera y Bill tenía escrito problemas sobre todo él.
Sobre cada último glorioso centímetro suyo.
Ángelo gimió en silencio, queriendo desesperadamente un gran

trago. Dormir con Bill era probablemente una de las jugadas más
tontas que había hecho desde que tontamente dio su virginidad al
mariscal de campo de su escuela secundaria, sólo para ser arrojado
a la mañana siguiente.
Él simplemente no cometía errores como este. Era metódico,

alguien que podía pensar en estar de pie rápidamente y actuar aún
más rápido. Él no cedía a su furiosa libido porque tuviera un hombre
guapísimo jadeando tras él.
Ángelo se detuvo lentamente cuando llegó a la parte inferior
52
STORMY GLENN
de las escaleras. La escalera a la que habían llegado era estrecha y

empinada. Ángelo estaba bastante seguro de que estaba destinada a
ser vía de paso de los sirvientes. No tenía la gran opulencia de la
escalera de mármol en la entrada principal de la casa.
Su pista más grande fue el hecho que se abrió a la derecha en

un gran pasillo. Desde el ruido y los olores procedentes de la parte
izquierda del pasillo, Ángelo estaba bastante seguro de que la
dirección llevaba a la cocina. Él fue a la derecha, con la esperanza
de que lo llevaría al garaje.
Ángelo se mantuvo cerca de la pared a medida que avanzaba

por el pasillo. Él tuvo que relajarse con Bill. El hombre estaba bien
entrenado. Siguió a Ángelo a cada paso, sin hacer ruido. Él ni
siquiera respiraba pesado, y Ángelo estaba muy familiarizado con lo
que el hombre pasaba cuando él respiraba fuerte.
Estaba bastante seguro de que nunca lo olvidaría. La visión de

Bill en la agonía de la pasión, con su rostro enrojecido y tenso, su
labio curvado hacia atrás, sus profundos gemidos llenando el aire
mientras golpeaba en su culo, estaría siempre grabada en su
memoria.
Ángelo comenzó a pensar que en realidad podría tener la

oportunidad de escapar cuando llegaron a las tres puertas al final
del pasillo y no hubo encuentro alguno de los enemigos. Su aliento se
atascó en su garganta cuando la puerta frente a él de repente se
abrió y se encontró mirando por el cañón de una muy letal arma.
53
STORMY GLENN
—Las manos arriba —el soldado que sostenía el arma gruñó.
Antes de que Ángelo pudiera levantar sus manos en el aire o

incluso contemplar besar su culo en un adiós, Bill se acercó y metió
la mano en la garganta del soldado, aplastando la tráquea del
hombre con un solo golpe.
Bill cogió al soldado antes de que pudiera golpear el piso y

alertar a cualquier otra persona a su presencia. —Búscame un lugar
para ocultar a éste imbécil.
Ángelo llegó a la puerta más cercana, abriéndola lentamente.

Estaba aliviado de encontrar un pequeño trastero. Mantuvo la
puerta abierta mientras Bill arrastraba el cuerpo dentro y luego la
cerró detrás de ellos.
Él sonrió cuando ambos se agacharon y empezaron a buscar en

el soldado muerto. Aparentemente, Bill no era sólo una cara bonita.
Él tenía algo de cerebro detrás de esos bonitos ojos marrones.
—Radio —dijo Bill mientras sostenía el pequeño dispositivo

negro de comunicación hacia arriba—. Dos cargadores extra de
munición, la cartera, y cincuenta y tres dólares en efectivo.
—Yo digo que tomemos todo —Ángelo dijo mientras revisaba el

arma del soldado que había tomado y luego lo metió en la cintura de
sus pantalones—. Nunca sabes lo que puede ser útil o no.
—Cierto. —Bill deslizó el dinero en el bolsillo frontal y luego

escondió la billetera en su bolsillo trasero. Él tendió los cargadores
54
STORMY GLENN
de munición a Ángelo—. Es posible que necesites estos.
Ángelo asintió mientras tomaba los cargadores y los escondía

en su bolsillo trasero. —No estaría de más si recogiéramos alguna
munición calibre cuarenta en algún lugar del camino. El cargador de
la pistola que te entregué sólo tiene quince balas.
Bill se rió entre dientes. —Veré lo que puedo hacer.
Ángelo sonrió. Estaba empezando a gustarle realmente éste

tipo. Bill no se desmoronaba bajo presión, y se mantenía en calma
cuando la mierda golpeaba el ventilador. También parecía que
tomaba decisiones en fracciones de segundo, una de las cuales sólo
le salvó la vida.
—Gracias por... —Ángelo asintió al cuerpo muerto en el suelo

entre ellos. No era frecuente que él le diera las gracias a alguien. Él
había tenido dificultades para hacerlo ahora, pero la situación sin
duda lo justificaba.
—Sí, bueno, me imagino que te lo debía. —Bill se puso de pie y

escaneó lentamente la pequeña sala. Estaba con una pensativa
mirada de vacilación en su rostro. Ángelo no tenía idea de lo que
significaba—. Tú no estarías en este lío si no fuera por mí.
Ángelo resopló mientras se levantaba. —Sí, probablemente lo

estaría. He estado trabajando de encubierto por un montón de
años. Siempre hay una oportunidad de que mi cubierta se vuele. Si
no fuera en esta misión, habría sido en otra.
55
STORMY GLENN
—Bueno, lo haces muy bien de encubierto.
El guiño que Bill envió en su dirección era más sensual que

divertido. Por primera vez en más años de los que podía recordar,
Ángelo sintió que se ruborizaba. Se sentía bastante seguro de que
Bill no se refería a la capacidad de Ángelo en pretender ser alguien
que no era.
—¿Ellos enseñan eso en la escuela de agente secreto?
—Uh... no. —Ángelo nerviosamente se frotó la parte posterior

de su cuello, incómodo con toda esta conversación. Por el suave
resplandor de lujuria ardiendo en los ojos marrones de Bill, Ángelo
no tenía ninguna duda de a lo que el hombre se refería—. Eso
definitivamente no estaba en el manual de capacitación.
—Es una lástima. —La excitación en los ojos de Bill quemó la

piel de Ángelo cuando el hombre lo miró de arriba abajo—. Podrías
dar la jodida clase.
Había un poco de alegría al saber que Bill había estado tan

contento con lo que había ocurrido entre ellos, y por mucho que
Ángelo quería revolcarse en ese ligero roce de su ego, él sabía que
todavía tenían que hacerlo fuera del complejo con vida.
—¿Tal vez podamos discutir el plan de estudios más tarde? —

preguntó Ángelo, tratando de desviar la conversación casi en
cualquier otro lado.
—Me encantaría. —Bill sonrió y se balanceó sobre sus talones—
56
STORMY GLENN
. Me han dicho que soy un estudiante muy aplicado.
—¡Vamos! —Ángelo gruñó, curvando de vuelta su labio. Él

realmente no quería oír hablar de los antiguos amantes de Bill. Y no
tenía ni idea de por qué el pensamiento de Bill estando con alguien
más le molestaba. No debería preocuparse de lo que Bill hacía con
su cuerpo. No era su jodido negocio.
Antes de que Ángelo pudiera darse la vuelta, la mano de Bill

serpenteó y se envolvió alrededor de su cuello, acercándolo. Los
labios de Bill se estrellaron sobre Ángelo con un beso que era tan
abrasador que Ángelo estaba bastante seguro de que chispas se
encendieron entre ellos.
Ángelo gimió mientras se apoyaba en el beso, su corazón

tronando en su pecho. La sangre corrió a través de su sistema,
sofocando su cuerpo con un hambre que Ángelo no estaba seguro de
que alguna vez sería apaciguado.
Para el momento que Bill levantó la cabeza, Ángelo estaba

jadeando pesadamente, su cabeza aturdida y su cuerpo adolorido. Él
parpadeó rápidamente, tratando de deshacerse de la visión de los
puntos que bailaban delante de sus ojos. Se lamió sus labios, sus
ojos cayendo a la boca de Bill.
¿Ellos te enseñan a besar como un dios en la marina?
—Tenemos que irnos —Ángelo susurró después de un momento,

yendo hacia la puerta. Tenían que irse, y Ángelo necesitaba
conseguir su mente fuera de la miseria y fuera del sexy teniente
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STORMY GLENN
antes de que él hiciera algo que realmente lamentara, semejante al

ruego.
—Estoy justo detrás de ti, Ángel.
La cabeza de Ángelo giró bruscamente. Él llevó un dedo

amenazante hasta Bill. —Mi nombre es Ángelo.
—Cierto. Yo lo sabía —Los brillantes dientes blancos de Bill

brillaron cuando él sonrió—. Ángel.
—Yo no voy a hacerle daño. No voy a hacerle daño —Ángelo

estaba murmurando el mantra mientras abría la puerta con cuidado
y se asomaba al pasillo. Cuando la encontró vacía, se deslizó hacia
fuera y se dirigió a la puerta por donde el soldado originalmente
había salido.
Afortunadamente, esa puerta reveló su destino. Ángelo nunca

pensó que estaría tan contento de ver un montón de coches de lujo
en su vida. Él escaneó el garaje, mirando a cada vehículo por su
potencial como vehículo de escape mientras esperaba a Bill para
entrar en el garaje y cerrar la puerta.
Ángelo desestimó el Cadillac4 convertible rojo. Mientras que

éste era bastante agradable, el descapotable no los protegería de
4
Cadillac convertible rojo:
58
STORMY GLENN
las balas. El Escalade5 color dorado también fue desestimado. Éste

resaltaba como un faro.
—Aquél.
Ángelo miró hacia el final de la línea de los coches por el

vehículo al que Bill estaba señalando. Él sonrió cuando empezó a
hacer su camino a través del garaje. —Buena elección.
El vehículo que Bill había señalado era un viejo modelo Dodge

Ram 1500 Quad Cab6 negro con un kit de elevación, tracción en las
cuatro ruedas, y un 395-HP 5.7L Hemi motor V8. Y si lo que Miguel
le había dicho era cierto, la maldita cosa era a prueba de balas.
Ángelo lanzó las llaves a Bill cuando llegaron a la camioneta. —

Tú conduces, yo disparo.
Bill alzó una ceja. —¿Tú no quieres manejar el coche? —Le

preguntó pensando que era un extraterrestre.
Ángelo se rió entre dientes mientras negaba con la cabeza. —

Soy un mejor tirador que tú.
—¿Te das cuenta de que soy un teniente de las Fuerzas

Especiales de los Marines, cierto? Yo soy el segundo al mando de mi
unidad. Prácticamente me crié con una pistola en la mano, y he
5
Escalade golden:
6
Dodge Ram 1500 Quad Cab:
59
STORMY GLENN
estado conduciendo desde los doce años.
—Bueno. —Ángelo sonrió, sabiendo que iba a cabrear al

magnífico hombre de pie frente a él. —Entonces no deberías tener
problema de conducir esta camioneta.
Ángelo tuvo la satisfacción de ver caer la boca de Bill abierta

con asombro antes de que se metiera en el lado del pasajero de la
cabina.
Poco después, la puerta del lado del conductor se abrió y Bill

subió dentro.
—Uno de estos días, Ángel...
—¿Qué? ¿Vas a pegarme?
—No. —Había un borde de acero de promesa en los ojos de Bill

cuando ellos se fijaron en Ángelo. —Voy a azotar tu culo.
—¿Tú y qué ejército? —Ángelo resopló, negándose a admitir lo

mucho que la idea lo intrigaba, o cuan duro su pene se llenó con el
pensamiento de la mano de Bill descendiendo en su culo. Él no lo
diría aunque sacaran sus dientes con pinzas oxidadas.
La perversa mirada de soslayo de Bill no le tranquilizó. —Mi

ejército.
Ángelo tragó nerviosamente mientras miraba al frente. —Sólo

conduce, soldado.
—¡Señor, sí, señor!
60
STORMY GLENN
Ángelo rodó sus ojos cuando Bill encendió la camioneta. Dejó

escapar un exasperado suspiro pero no pudo mantener sus labios de
contraerse cuando ellos amenazaron con extenderse en una gran
sonrisa. El Teniente Harrison realmente era divertido.
—Aquí —dijo Bill mientras sacaba el arma de la cintura de sus

pantalones y la puso en el asiento entre ellos—. Es posible que
tengas que usar esto más de lo que yo lo haré.
Ángelo asintió mientras sacaba su pistola. Hizo un rápido

chequeo de la munición luego deslizó el arma de Bill bajo su pierna
para que no se resbalara en el suelo. —Considerando el tinte de las
ventanas en esta maldita cosa, espero que podamos llegar lo más
lejos de la puerta antes de que tengamos que empezar disparar.
Estamos limitados de munición, por lo que en el segundo que oigas un
disparo, pisa el pedal.
—Lo tengo.
Los dedos de Ángelo se apretaron alrededor de la pistola en su

mano cuando Bill golpeó la puerta automática para el garaje. La
puerta subía tan lentamente, que Ángelo sintió ganas de gritar de
frustración. A este ritmo, serían descubiertos antes de que incluso
dejaran el garaje.
—Prepárate —Bill dijo cuando la puerta terminó de abrirse y

empezó a conducir fuera del garaje.
Las terminaciones nerviosas de Ángelo se estremecieron

cuando la anticipación patinó a lo largo de su piel. Estaban en medio
61
STORMY GLENN
del territorio enemigo. Incluso si lograban pasar de la puerta,

todavía tenían que salir de la ciudad, y su progreso no estaba
viéndose tan bien. Ángelo pudo ver a varios soldados mirando
fijamente la camioneta cuando los pasaban.
—Puertas viniendo.
Ángelo en serio quería rodar los ojos ante el comentario de

Bill. No era como que no podía ver la gran puerta de hierro que se
avecinaba por delante de ellos.
No sabía por qué Bill sintió la necesidad de señalarlo.
—Dos hostiles a las nueve en punto, uno a las tres.
Ángelo miró a la izquierda y luego a la derecha. Bill tenía razón.

Dos soldados fuertemente armados se quedaron a su izquierda y el
otro se quedó a su derecha.
—Flanco izquierdo, en el techo.
—Joder. —Un cajón de arena con una ametralladora se había

establecido en el techo de la casa del guardia. —Esta maldita cosa
podría ser a prueba de balas, pero incluso tengo dudas sobre
conseguir pasar a través de una ametralladora.
—Esperemos que no sientan la necesidad de utilizarla.
Sí, eso no era probable. Al segundo que les viera el guardia en

la puerta, todo el infierno se desataría. Estaban bien y
verdaderamente jodidos.
62
STORMY GLENN
—Aquí vamos —dijo Bill mientras él se acercaba al puesto del

guardia en la puerta y llevaba la camioneta a detenerse—. Sólo
sigue el juego, ¿de acuerdo?
¿Huh?
—Hey, hombre —dijo Bill cuando él bajó la ventanilla y el

guardia se acercó—. ¿Hasta qué hora piensan ustedes mantener
abierta la puerta? Miguel nos dijo que podíamos dormir aquí en una
de sus habitaciones pero necesitamos agarrar nuestras cosas del
hotel.
Ángelo dejó caer la mano con el arma en el suelo a su lado

entre el asiento y la puerta cuando el guardia se inclinó hacia la
camioneta. Se acurrucó ligeramente en su asiento, dando al guardia
una amplia sonrisa y un guiño sexy.
El guardia soltó un gruñido, su labio se encrespó como si

estuviera disgustado por la imagen de Ángelo. Ángelo tiró su pelo de
la cara con un tirón de su mano para ocultar su diversión. Supuso
que no todos los hombres de Miguel tenían su inclinación por
jovencitos.
Un mensaje confuso y lleno de estática vino de repente sobre

la radio del guardia. Ángelo se puso tenso y deslizó el seguro de la
pistola con el pulgar. Ángelo vio flotar el pie de Bill sobre el pedal
del acelerador. Reconocía que Bill estaba listo para ir a través de la
puerta si era necesario.
El guardia los dejó pasar mientras daba un paso atrás de la
63
STORMY GLENN
camioneta y alcanzó su radio. Ángelo comenzó a respirar un suspiro

de alivio hasta que Bill se asomó por la ventana.
El idiota.
—Hey, espera —Bill gritó —¿a qué hora se cierra la puerta?
El guardia hizo un gesto con la mano una vez más, un gruñido

lento abriéndose paso en su rostro. Ángelo contuvo el aliento
cuando la puerta se abrió, y Bill condujo a través de ella como si
estuvieran tomando un agradable paseo dominical en el pueblo.
—Se podría pensar que por lo menos me preguntaría por qué

estaba conduciendo la camioneta de Miguel.
Los labios de Ángelo temblaron cuando la diversión tomó su

temor lejos de él. Él los apretó juntos para no reírse, pero le sirvió
de poco. Una plena carcajada explotó de su boca y llenó la cabina de
la camioneta.
—No todo el mundo tiene tu cerebro, bebé —Ángelo respondió

mientras sacaba las armas y las ponía en el asiento de al lado. No lo
hizo darse cuenta de que había utilizado la palabra bebé hasta que
vio a Bill sonriéndole. Ángelo rodó sus ojos—. Sólo conduce.
—¿A dónde?
—Bueno, nosotros no vamos a volver a tu hotel, eso es seguro.

Será el primer lugar donde ellos buscaran por nosotros.
Los labios de Bill se apretaron mientras negaba con la cabeza.

—Tenemos que detenernos ahí. Tengo algunas cosas que recoger.
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STORMY GLENN
—Puedes reemplazar tus bóxers, Bill.
—No es por mis bóxers, Ángelo. Tengo que conseguir mi

portátil y la memoria USB. Tiene todas mis notas sobre Miguel y
Harley.
—¿Harley? —Los ojos de Ángelo se estrecharon tan

celosamente cortando en él como una hoja de machete—. ¿Quién es
Harley?
—El teniente Harland Thomas, el hombre que vine a encontrar.
65
STORMY GLENN
Capítulo 5
Bill sabía que volver a su habitación del hotel era un

movimiento tonto, pero él necesitaba sus notas. Cada pequeño
pedazo de información que había reunido de los movimientos de
Miguel y su posible participación en la desaparición de Harley
estaban en esas notas.
Él no se iría sin ellas.
—¿Eso es lo que estabas haciendo aquí?
—Harley desapareció durante una misión de operación

encubierta hace unos diez meses. Debido a la naturaleza de la
misión, la plana mayor se negó a ir detrás de él o incluso reconocer
que él estaba cautivo. —Un músculo palpitó en la mandíbula de Bill
cuando él apretó los dientes—. No lo dejaré atrás. Si tengo que
mirar debajo de cada maldita roca en Centroamérica hasta que lo
encuentre, entonces eso es lo que haré.
—¿Qué tiene que ver Miguel Fernández con tu desaparecido

teniente?
—La misión fue en San José, que está en el interior del

territorio de Miguel. Si alguien tiene a Harley, Miguel lo sabe.
Las cejas de Ángelo se dispararon cuando la sorpresa rodó a

través de él. —¿Tú realmente crees que Harley está vivo después
de todo este tiempo?
66
STORMY GLENN
Bill entendió el asombro de Ángelo. La lógica le decía que

Harley habría sido asesinado casi al instante, si no en unos pocos
días de su captura. Bill oró para que Harley todavía estuviera vivo.
Cualquier otro resultado simplemente era demasiado doloroso de
aceptar.
—Está vivo —dijo Bill con más convicción de la que sentía—.

Harley es mucho más fuerte que lo que la mayoría de la gente
piensa. Él pudo haber encontrado alguna manera de mantenerse con
vida.
—Miguel no es conocido por su misericordia. Si tenía a Harley,

probablemente estás en busca de un cadáver.
—¡Entonces voy a seguir buscando hasta que encuentre un

maldito cadáver! —Bill espetó—. No voy a dejar a Harley aquí para
pudrirse en algún horrible lugar, vivo o muerto. Si llevar su cuerpo
de nuevo a su familia es todo lo que puedo hacer, entonces eso es lo
que haré, pero no voy a dejar de buscar por él hasta que lo
encuentre.
Ángelo se quedó en silencio por un momento, y luego suspiró

profundamente. —Supongo que será mejor que vayamos a tu
habitación de hotel después de todo.
Bill estaba un poco sorprendido de que Ángelo estuviera tan

dispuesto a ir con él. Estaban prácticamente pidiendo que Miguel los
cogiera si iban al hotel, y sin embargo Bill no podía dejar que él lo
hiciera.
67
STORMY GLENN
Había pasado meses llegar y reunir información sobre Miguel

Fernández y sus operaciones de droga, y eso fue antes de que
hubiera ido de incógnito como un comprador. Probablemente sabía
más sobre las acciones del hombre que lo que la DEA lo hacía.
—Tú sabes, algunos de esos archivos pueden ayudarte,

también.
—¿Ah, sí?
—Yo no sé cómo la DEA lo hace, pero… —Bill se encogió de

hombros—. Hice mi tarea antes de ir de incógnito. He reunido una
gran cantidad de información sobre Miguel y su pequeño negocio.
Las notas son tuyas si las quieres. No estoy seguro de lo que
encontrarás en ellas, pero podría haber algo que pueda ayudarte a
llevar a Miguel abajo.
—Supongo que puedo echar un vistazo a lo que tienes.
Bill sonrió. Podría parecer un tonto cabeza hueca, pero Ángelo

realmente no tenía ni idea de la cantidad de trabajo que había
puesto en la búsqueda de Harley. Él había sido enseñado por los
mejores para saber todo acerca de su enemigo antes de
enfrentarse a ellos. Él sabía lo que estaba haciendo, incluso si su
cubierta había sido descubierta.
—¿Cómo sabías que mi tapadera había volado?
—Recibí una comunicación encriptada de mi supervisor. Yo

estaba siguiendo órdenes de ir y sacar fuera al marine que tenía su
68
STORMY GLENN
culo en un cabestrillo por cualquier medio necesario.
El cuerpo de Bill se tensó al instante de recordar exactamente

los medios que habían sido. Ahora no era el momento ni el lugar para
recordar como el buen pequeño cuerpo sexy de Ángelo se sintió
debajo de él o cómo el culo del hombre apretó su polla.
—¿Te dijeron cómo fue volada mi cubierta?
—No. —Ángelo negó con la cabeza—. Lo siento.
Le molestó a Bill que su cubierta hubiera sido volada y no

supiera cómo. Sabía que no era el mejor para fingir ser alguien que
no lo era, pero no era horrible en ello tampoco. Él había jugado con
Miguel y sus secuaces durante más de un mes. Hasta que llegó
Ángelo, pensó que lo había estado haciendo bastante bien.
También significaba que Bill no sabía en quién podía confiar.
Echó un vistazo a Ángelo por el rabillo del ojo. ¿Podía confiar

en Ángelo? Él no tenía ninguna prueba que Ángelo era quien dijo que
era. Él increíblemente acababa de tomar la palabra de Ángelo que el
hombre trabajaba para la DEA.
¡Joder!
¿Por qué no había pensado en eso antes? Un cuerpo precioso no

significaba que Ángelo estaba arriba en lo alto. Por todo lo que Bill
sabía, Ángelo podría estar trabajando para Miguel y mentir a través
de los dientes para llegar a la información que Bill tenía.
Bill sabía que no podía permitir que sus notas cayeran en manos
69
STORMY GLENN
de cualquier otra persona. No sólo tenía todos los movimientos de

Miguel y los detalles sobre sus operaciones de droga, tenía el
nombre del contacto que Bill había hecho para ir de incógnito. Si se
descubrían esos nombres, personas morirían.
Bill necesitaba un plan, y necesitaba uno ahora.
—Me voy a aparcar a una cuadra del hotel —dijo Bill cuando se
empezó a formar uno en su mente—. Necesito que mantengas la
camioneta en marcha mientras yo voy dentro y tomo mis cosas. Si
tenemos que hacer una rápida escapada, necesito que estés listo.
Bill echó un vistazo a las armas de fuego que se asentaban en

el asiento entre él y Ángelo. —Y voy a necesitar una de esas por si
acaso.
—No estoy seguro de que separarnos sea una buena idea, Bill.
—Probablemente no. —Bill forzó una nerviosa sonrisa en sus

labios—. Pero mientras menos personas te vean, mejor. Las
personas del hotel saben de mí. Me he estado alojando aquí varios
días. Ellos no te conocen.
Ángelo resopló y miró por la ventana. —No me van a ver si yo

no quiero que me vean.
De alguna manera, no era una sorpresa para Bill en lo más

mínimo si Ángelo estaba en lo correcto. Si él no quería que la gente
lo viera, no lo verían. Por otro lado, si se quería que la gente lo viera,
nadie jamás lo olvidaría.
70
STORMY GLENN
Bill sabía que no lo haría. Acabó teniendo un dolor en su pecho

sabiendo que él podría tener que hacerlo. Si Ángelo resultaba ser
una de las personas de Miguel, no sólo Bill tendría que olvidar al
hombre, podría tener que matarlo para poder escapar.
Bill sólo rezaba para no llegar a eso.
—Quédate aquí —dijo Bill mientras detenía la camioneta en una

parada alrededor de la esquina del hotel en el que se hospedaba. Él
dejó el motor en marcha cuando agarró una de las armas y
comprobó el cargador antes de deslizarlo en la cintura de sus
pantalones en la parte baja de su espalda—. Mantén el motor
encendido. Ya regreso.
O no.
Salir por la parte trasera del hotel después de agarrar sus

cosas se veía bastante bien. Su estómago estaba apretándose sólo
de pensar en tener que neutralizar a Ángelo. Bill haría lo que
tuviera que hacer para mantener segura su información. Era la
mayor ventaja que tenía sobre Harley. Pero él era reacio a dañar un
cabello en la cabeza del pequeño y hermoso Ángelo.
Antes de que Ángelo pudiera protestar o detenerlo, Bill se

deslizó de la camioneta y comenzó a caminar hacia el hotel. Él trató
de parecer casual, paseando por la acera, pero él estaba escaneando
cada sombra y puerta.
Unos chicos se quedaron alrededor de la puerta de entrada en

una cantina hacia el otro lado de la calle del hotel. A pesar del
71
STORMY GLENN
hecho de que la gente siempre parecía quedarse allí, Bill sabía que
sería el lugar perfecto para ver el hotel, y observó con atención
mientras se abría camino en el interior del hotel.
Él asintió con la cabeza hacia el empleado detrás del

mostrador, como lo había hecho cada vez que entraba en el
vestíbulo. —¿Algún mensaje para mí? —Él preguntó mientras se
acercaba a la mesa.
Sabía que su comportamiento tenía que ser exactamente como

lo era cada vez que entraba en el lugar o para el empleado se
convertiría en sospechoso. Bill no tenía duda de que el tipo estaba
en el bolsillo de Miguel. Todos en el pueblo lo estaban.
—No, señor Billy. —El empleado sonrió ampliamente—. No hay

mensajes en este momento.
—Gracias. —Bill dio una palmada en el mostrador y luego se

dirigió por las escaleras. Se detuvo en la parte inferior de la
escalera y se volvió hacia el secretario. —Oh, estoy esperando un
paquete muy importante del Sr. Fernández. ¿Podría llamar a mi
habitación cuando llegue?
—Sí7, señor Billy. Voy a hacer eso.
—Gracias. —Bill se volvió y subió rápidamente las escaleras. Él

tenía serias dudas de que iba a recibir una llamada telefónica en
caso de que alguien viniera en busca de él, pero al menos ellos no
7
En el original, en español.
72
STORMY GLENN
sabrían que él sabía que su cubierta había sido volada. Si se

enfrentaban, podría dar a Bill sólo algunos segundos adicionales
para escapar, o al menos llegar a un plan.
Cuando Bill llegó a la segunda planta, con cautela bajó por el

pasillo hacia su puerta. Estaba siendo un poco paranoico
considerando por qué estaba allí, él puso una trampa de explosivos
en su puerta antes de irse. Si había explosivos o cualquier cosa, la
pequeña hilera de pelos que había colocado en el marco de la puerta
antes de cerrarlas le dirían si alguien había entrado en su
habitación.
El alivio ni siquiera comenzó a describir sus emociones cuando

llegó a la puerta y vio que los pelos de color marrón oscuro estaban
pegados fuera del marco de la puerta. A menos que alguien hubiera
entrado en su habitación por la ventana, nadie había entrado al
cuarto.
Bill abrió la puerta y entró. Rápidamente la cerró detrás de él

y la bloqueó con llave para luego ir sobre las tablas del suelo bajo su
cómoda. Bill se dejó caer en sus rodillas y se inclinó para alcanzar
debajo de la cómoda, haciendo palanca en la madera suelta con los
dedos hasta que se levantó.
Rápidamente agarró la bolsa de lona que había ocultado en el

interior del escondite. Contenía su ordenador portátil, la memoria
USB, un teléfono celular encriptado, una pistola con varias cajas de
munición, una muda de ropa, tres días de suministro de raciones de
alimentos y agua, y un rollo de dinero en efectivo en caso de que
73
STORMY GLENN
necesitara escapar rápidamente.
Esta situación ciertamente llamaba para eso.
Justo cuando comenzó a sentarse, Bill sintió la fría presión de

un cañón de una pistola contra la parte posterior de la cabeza, de
nuevo. Él tragó el nudo de miedo que de repente apareció en su
garganta.
—¿Ángel?
* * * *
Ángelo tamborileó con los dedos nerviosamente contra el
volante mientras esperaba que Bill volviera. No podía creer que
hubiera permitido a Bill convencerlo de quedarse en el coche cuando
estaban siendo cazados. Separarse en un momento como éste era
una idea muy tonta.
Una luz que pasó por una ventana del segundo piso del hotel
llamó la atención de Ángelo. Observó atentamente, preguntándose
si era la habitación de Bill. Se dio cuenta sólo después que Bill
hubiera partido que él no tenía absolutamente ni idea cual era la
habitación de Bill.
Como un idiota, no se lo había pedido.
¿Tal vez dormir con Bill estaba nublando su cerebro? Desde

luego que no había pensado como un agente encubierto desde el
momento en que conoció al hombre. Estaba pensando como un
hombre que tenía algo que perder, y que podrían llegar con él y Bill
74
STORMY GLENN
matándolos.
Ángelo se puso rígido y entrecerró sus ojos al ver la silueta de

un hombre pasar por delante de la ventana con cortinas, seguido
rápidamente por el contorno de otro hombre. Podría haber sido sólo
nadie, pero algo en el fondo de las entrañas de Ángel le dijo que una
de las sombras era Bill, y que Bill estaba en un montón de
problemas.
Puso la camioneta en marcha y luego la condujo a la parte

trasera del hotel. La estacionó tras algunos árboles a la vuelta de la
esquina del hotel, luego se volvió apagando el motor. Ángelo cogió su
pistola y se deslizó de la camioneta.
Se dirigió a la parte trasera del hotel y buscó la manera más

segura posible para entrar en el edificio. Ser visto no era su mejor
opción, por lo que tendría que colarse en el interior del hotel. El
patio de empleados parecía su única opción. Era una pequeña área de
cemento con un conjunto de mesas de picnic bajo una alta pagoda de
madera.
Ángelo se metió la pistola en la parte trasera de sus

pantalones y se levantó de un salto para agarrar las vigas de madera
con sus manos. Tiró las piernas hacia arriba y sobre la madera
entonces levantó su cuerpo hasta que pudo subir a la viga.
Se puso de pie luego de puntillas a través de la viga hasta que

llegó al lado del edificio. Él gimió cuando se dio cuenta que tendría
que saltar para llegar a la baranda del balcón. A veces, no pagaría
75
STORMY GLENN
por ser pequeño.
Ángelo cerró sus ojos por un momento y soltó un fortificante

aliento. Cuando abrió sus ojos, no se dio tiempo para pensar sobre el
movimiento de estúpido–culo que estaba a punto de hacer. Él sólo
dio un salto y rezó para que él fuera capaz de llegar a la verja de
hierro negro.
Cuando sus dedos se cerraron en torno a algo duro y redondo,

Ángelo agradeció a los poderes fácticos y tiró de él hacia arriba y
sobre la barandilla. Por suerte, el balcón iba todo el camino
alrededor del hotel.
Ángelo rápidamente hizo su camino hacia la parte delantera

del hotel, entonces se agachó lo más cerca a la parte del edificio
que pudo conseguir y se deslizó a lo largo hasta llegar a la ventana
que sospechaba era la de Bill.
Una mirada a través de la rendija en las cortinas y Ángelo

sabía que su presentimiento había sido cierto. Bill estaba de rodillas
en el suelo con sus manos encerradas detrás de su cabeza. Un
hombre con ropa oscura estaba de pie por encima de Bill,
sosteniendo una pistola en la cabeza del marine.
Ángelo fue a través de sus opciones lo más rápido que pudo, y

sólo una de ellas tenía una posibilidad de que él y Bill salieran de la
habitación vivos. Ángelo no estaba feliz con esto, pero sabía que no
había otra manera.
Se arrastró de vuelta por el balcón hasta que llegó a una
76
STORMY GLENN
puerta a un lado del edificio. Rápidamente escaneó el área por

debajo del balcón y abrió la puerta. No ayudaría a su plan en
absoluto si alguien lo viera entrando en el balcón del edificio de la
segunda planta.
Corrió por el pasillo hasta la puerta de Bill. Después de

desabrocharse la camisa hasta que estuvo abierta y hacer lo mismo
con los dos primeros botones de sus vaqueros, él se revolvió el pelo
y luego llamó a la puerta.
—Billy —dijo con su mejor voz cachonda, y provocativa—. ¿Has

terminado ya? Quiero volver a lo de Miguel.
El silencio total se reunió con las palabras de Ángelo.
—¡Billy! —Ángelo quejó—. Tengo hambre.
Ángelo casi no tuvo tiempo de ensayar para su característico

puchero cuando la puerta se abrió de golpe y de repente Bill se
quedó allí, su cara una máscara de piedra.
—Te dije que esperaras en la camioneta, Ángel.
Ángelo no pudo ver nada de inmediato porque la puerta de la

habitación de Bill se abría a una pequeña entrada–pasillo o similar.
Sospechaba que quien estuviera en la habitación de Bill con él
estaba esperando a la vuelta de la esquina dentro de la habitación.
Ángelo sonrió ampliamente y se acercó más para moldear su

cuerpo contra Bill. —Lo sé, pero tengo hambre. No me has
alimentado aún, y yo soy un chico en crecimiento. —Ángelo dejó
77
STORMY GLENN
caer una ridícula risita baja de sus labios cuando él comenzó a

empujar a Bill de regresó a la habitación—. Voy a hacer que valga la
pena.
Ángelo casi sonrió ante la forma en que los ojos de Bill se

abrieron cuando Ángelo ronroneó sus palabras. Si Bill no entendía
que estaba jugando un papel por ahora, el hombre nunca lo haría.
—¿Oh sí? ¿Qué tenías justo en mente, Ángel?
—Mmm. —Ángelo salió intencionalmente delante de Bill y

deslizó su camisa por sus brazos, dejando que cayera la tela
delgada en el suelo. Él se detuvo por un momento y echó su culo
hacia atrás contra Bill, moviéndose contra el hombre y con la
esperanza de que Bill captara la idea—. Tengo un montón de cosas
en mente, azúcar.
Ángelo casi dejó escapar un suspiro de alivio cuando sintió a

Bill tirar de la pistola de la cintura de sus pantalones. Ahora lo
único que tenían que hacer era llegar a su intruso en la línea de
fuego. Ángelo se mantuvo entre Bill y el resto de la habitación
mientras caminaba hacia adelante.
Deliberadamente dejó escapar un pequeño grito de asombro

cuando dobló la esquina y encontró a un hombre que nunca había
visto de pie junto a la puerta del armario. Él era un par de pulgadas
más pequeño que Bill pero igual de grande. Sus ojos no tenían el
mismo sensual brillo que los de Bill tenían, y ni siquiera su
bronceada piel era tan atractiva como Bill. Él no era tan lindo.
78
STORMY GLENN
Pero obviamente era mortal. Ángelo lo podía decir por la

informal manera en que se apoyó en la pared. Él podría haberse
visto casual ante cualquier otro, pero Ángelo pudo ver al
depredador en los ojos oscuros del hombre, al igual que acechaba
bajo la superficie de su sonrisa amistosa.
—Oh, yo no sabía que habías traído un amigo, Billy.
Ángelo dejó claro la sensualidad en su rostro mientras

observaba al hombre de la cabeza a los pies. Para casi todo el
mundo, parecía como que Ángelo estaba comprobando al tipo. La
creciente sonrisa en el rostro de Ángelo respaldaba esa idea.
En realidad, Ángelo estaba evaluando al hombre por su

amenaza potencial. Al instante observó un ligero bulto debajo de la
chaqueta oscura del hombre y sabía que estaba armado. Una
segunda protuberancia en el tobillo del hombre le dijo a Ángelo que
el tipo tenía un arma de respaldo. Los músculos bien tonificados del
hombre le dijeron a Ángelo que el hombre era extremadamente
peligroso.
El brillo repentino de lujuria que ardió en los ojos de color

marrón oscuro del hombre le dijo a Ángelo que el hombre estaba
interesado, y, posiblemente, compraría el pequeño juego de Ángelo.
Planeaba utilizar ese interés como lo mejor de su habilidad.
Puso un poco más de sensualidad en sus movimientos al llegar

por los restantes botones de sus vaqueros, lentamente abriéndolos.
Él no se perdió la forma en que los ojos del hombre se redujeron al
79
STORMY GLENN
verlo caminando lamiéndose los labios.
Pervertido.
—Deberías haberme dicho que tenías un amigo, Billy. Eso fue

muy malo de ti.
—Yo no esperaba compañía, Ángel.
—¿Oh? —Ángelo preguntó mientras se daba la vuelta para

mirar a Bill.
—Él está de paso. —Los ojos de Bill se deslizaron hacia el

hombre parado detrás de Ángelo. —¿Cierto?
Los ojos de Ángelo se estrecharon, una idea de algo

quejándose en la parte posterior de su mente pero no lo suficiente
de que realmente podía poner el dedo en la llaga. Algo estaba
apagado. —¿Significa esto que no vamos a volver a lo de Miguel?
Los ojos de Bill regresaron de nuevo a Ángelo. —No, nosotros

no vamos a volver a lo de Miguel, al menos no en éste momento. Mi
amigo y yo tenemos algunos asuntos que atender primero. Si quieres
ir a esperar en la camioneta, yo estaré ahí en pocos minutos.
¿Huh?
Ángelo sabía que Bill estaba tratando de sacarlo de la línea de

fuego, pero él estaba actuando todo extraño. Lo que estuviese
pasando, Ángelo no estaba dispuesto a dejar a Bill cuando él estaba
obviamente en peligro. Le habían dado órdenes muy claras, y él no
iba a hacer caso omiso de ellas.
80
STORMY GLENN
Ángelo se acercó a la cama y se dejó caer en ella, extendiendo

sus piernas y apoyándose en su codo. Él no iba a dejar que Bill diera
la cara a un agresor por su cuenta. —Esperaré.
El hombre de pelo oscuro inclinado casualmente contra la

pared se rió entre dientes profundamente, llamando la atención de
Ángelo. Le tendió una pequeña lata redonda a Ángelo.
—¿Pringle8?
8
Marca de papas fritas, famosa por su característico envase.
81
STORMY GLENN
Capítulo 6
Bill gimió y pasó su mano por su cara. Él había hecho todo lo

que podía pensar para sacar a Ángelo fuera de la habitación, salvo
lanzarlo físicamente hacia fuera, y el hombre sólo se negaba a salir.
O él tenía la esperanza de reunir más información sobre los

movimientos de Bill o realmente era quien decía que era y sentía la
necesidad de ayudar a Bill. Ángelo no tenía forma de saber que
Manny no era el enemigo.
Había una pequeña parte oculta de Bill que estaba feliz por las
acciones de Ángelo. El hombre se ponía en peligro para mantener a
Bill seguro. Llegó a algo muy profundo dentro de Bill que nadie nunca
había tocado antes.
Otra parte de Bill, la parte más desconfiada y cautelosa de él,

gritaba que Ángelo estaba jugando con él como él estaba tratando
de jugar con Manny.
Bill apretó los dientes para no gruñir cuando Ángelo acarició

con su mano por su pecho desnudo, los ojos de Manny siguiendo el
gesto como un hombre hambriento. Se agachó y agarró la camisa de
Ángelo del suelo y la arrojó al hombre.
—Vístete, Ángel.
Sonrientes ojos se volvieron hacia él. —¿Nosotros no vamos a
82
STORMY GLENN
jugar?
Bill ignoró el pequeño puchero en el labio que Ángelo empujó y

se volvió para mirar a Manny cuando una profunda carcajada salió
de los labios del hombre. —No, no vamos a jugar. Mi amigo necesita
ponerse en marcha, o va a perder su paseo.
Bill se había sorprendido cuando descubrió que el hombre con

una pistola en su cabeza era Manuel López. No tanto por que el
chico hubiera mantenido una pistola en su cabeza, sino más porque
el hombre estaba allí en primer lugar.
Cómo Manny lo había encontrado, Bill nunca lo sabría. Sabía

que el equipo de operaciones especiales de Charlie era bueno, pero
Bill había trabajado para enterrarse en su personaje encubierto.
Manny no debería haber sido capaz de encontrarlo tan fácilmente.
—¿No, Manny? —Bill preguntó cuando vio a Manny leyendo el

sensual cuerpo casi desnudo de Ángelo.
—No, estoy bien.
Bill casi rodó sus ojos. Quería que Manny se fuera por dos
razones. Uno, no quería tener que explicar a Ángelo lo que Manny
era, y desde luego no quería tener que explicar a Manny por qué era
mejor que el hombre mantuviera sus manos fuera de Ángelo.
Pero lo más importante, no le gustaba la forma en que Manny

estaba viendo a Ángelo, casi como si el chico quisiera comerse a
Ángelo vivo, o por lo menos usar alguna parte de su boca en el
83
STORMY GLENN
cuerpo de Ángelo. Bill sabía realmente que no tenía ningún derecho

sobre Ángelo, sobre todo si el hombre estaba trabajando para
Miguel. Pero estaría condenado si se sentaba allí y veía a Manny y
Ángelo manosearse.
Bill cruzó los brazos sobre su pecho, metiendo con cuidado el

arma en sus brazos, luego entrecerró sus ojos a Ángelo en lo que
esperaba fuera una amenazadora manera. —Vístete, Ángel.
Ángelo parpadeó hacia Bill, sorprendido. Sus ojos se abrieron

como platos por tan sólo un momento antes de que él saliera de la
cama y se levantara. Bill estaba seguro de los motivos de Ángelo
cuando el hombre se rozó contra él, pero cuando sus ojos cayeron
en la pistola en la mano de Bill, la respuesta fue bastante obvia.
Bill suspiró con pesar, sabiendo que no había manera de que

pudiera lograr lo que estaba por hacer, y sabiendo al mismo tiempo
que con esto iba a perder cualquier oportunidad de alguna vez tener
a Ángelo de espalda en su cama.
Tomó a Ángelo en sus brazos y apretó el hombre contra su

cuerpo. Estaba un poco sorprendido de que Ángelo permitiera la
maniobra, especialmente cuando Bill pasó un brazo alrededor del
pecho de Ángelo para restringirlo.
El corazón de Bill le dolía un poco cuando puso la pistola en la

frente de Ángelo y sintió que su cuerpo se ponía rígido. —A pesar
de lo sexy que eres, Ángel, no puedo aceptar sólo tu palabra que tu
eres quien dice ser. Si trabajas para la DEA, demuéstralo.
84
STORMY GLENN
¡Por favor!
El cuerpo de Ángelo siguió estando duro cuando él dejó

escapar una risa gutural. —¿Y cómo hago eso, Bill? No es como que
tenga mis credenciales tatuadas en mi culo. —Los ojos de Ángelo
estaban oscurecidos por la ira mientras miraba por encima del
hombro—. Y no debes de haber pensado en joder antes mi culo, sin
un preservativo, podría añadir.
Los ojos de Bill se redondearon.
¡Mierda!
Se había olvidado de usar un condón.
Nunca iba sin protección, no desde que tuvo relaciones

sexuales por primera vez cuando él era un adolescente. Su Padre9
había taladrado sobre el sexo seguro en la mente de Bill y sus
hermanos. El hombre no parecía tener ningún problema con los tres
de ellos siendo gay pero él se plantó cuando se trataba de
protegerse a sí mismos.
Decir lo siento no parecía suficiente para una disculpa. Él la

había cagado, a lo grande. —No quise que eso sucediera, Ángelo. No
puedo demostrarlo en el momento, pero estoy limpio. Te lo juro.
—¿Y yo supongo tengo que creerlo porque tú dices que es

verdad?
Bill sabía que Ángelo estaba enojado, y también sabía que el
9
Pops en el original
85
STORMY GLENN
hombre estaba lanzando sus propias palabras de vuelta. Él no sabía

cómo resolver ambos problemas. Ninguno de ellos tenía pruebas de
lo que decían.
—¿Manny? —Bill preguntó mientras miraba al chico, con la

esperanza de que contestara.
Manny rodó sus ojos y encendió su teléfono, marcando de

forma rápida. Bill estaba bastante seguro de que sabía a quién
Manny estaba llamando, y cuando el hombre empezó a hablar, sabía
que tenía razón.
—Hey, Charlie, necesito que confirmes la identidad de un

agente secreto de la DEA llamado Ángelo Martínez. Según él, los
altos mandos lo llamaron para ir a rescatar el culo de Bill. —Manny
asintió—. Sí, aguardaré.
—¿Tu le dijiste quién era yo? —Ángelo gruñó en voz baja.
—Significaba eso cuando dije que Manny era un viejo amigo. Él

no trabaja para Miguel.
Hubo un atisbo distinto de tristeza en los ojos de Ángelo

cuando se volvió a mirarlo, lo que desgarraba el corazón de Bill.
—Pero tú crees que yo lo hago.
—Lo siento, Ángel. —La sangre palpitaba en las venas de Bill

mientras levantaba una mano y acariciaba por un lado de la cara de
Ángelo—. Tengo que saberlo por seguridad.
Los ojos de Ángelo cayeron mientras se empujaba a sí mismo
86
STORMY GLENN
de los brazos de Bill. Bill lo dejó ir, sabiendo que Ángelo no podría
llegar a la puerta o una ventana antes de que ser atrapado. Aún así,
los brazos de Bill dolían por la pérdida.
—Bien —Ángelo espetó mientras se acercaba para inclinarse

contra la pared junto a la cama—. Haz lo que tengas que hacer.
Bill sentía como las palabras de Ángelo eran el toque final de

cualquier cosa que podría haber estado creciendo entre ellos. Él no
estaba seguro exactamente de lo que era, pero no se habría
opuesto a la exploración de los sentimientos que estaba
desarrollando por el magnífico hombre.
—Teniendo en cuenta las actividades que haces, Ángelo —dijo

Bill—, debes comprender mi necesidad de asegurarme de que eres
quien dice ser.
Los ojos de Ángelo eran mordaces y oscuros con ira,

rastrillando sobre el cuerpo de Bill. —Hubiera estado bien si te
hubieras tomado el tiempo de descubrirlo antes de que me jodieras.
—¡Mira! —Bill se dio la vuelta y empujó su mano sobre la parte

superior de su pelo corto—. No quise que eso sucediera.
Simplemente... lo hice.
Un resoplido de disgusto de Ángelo fue la única respuesta del

hombre.
Bill sintió una abrumadora necesidad de tirar de Ángelo sobre

su regazo y azotar el culo del hombre hasta que brillara. Sabía que
87
STORMY GLENN
no estaba siendo irrazonable en su necesidad de conocer la

verdadera identidad de Ángelo, y Ángelo debía entender eso.
Sí, probablemente debería haber tratado de descubrir la

verdadera identidad de Ángelo antes de que él lo jodiera, pero
simplemente no había habido tiempo. Él no había establecido
deliberadamente follar a Ángelo. Realmente había sido cosa de la
euforia del momento. Y no era que lo lamentara porque no lo hacía.
Sólo deseaba que hubiera sido en otras circunstancias.
Bill cogió su bolsa de lona y la colocó en el extremo de la cama.

Él la abrió y comenzó a sacar los artículos que necesitaría si tenía
que partir en un apuro. Se puso la funda de la pistola y luego se
deslizó una camisa de franela sobre ella. Él agarró su pistola, la
palmeó en una revisión y la puso en la funda.
—¿Tú tienes suficiente munición, Manny?
—Estoy bien. —Manny se encogió de hombros—. Falto de

Pringles, sin embargo.
—Uno de estos días vas a tener que decirme cómo terminaste

siendo adicto a las Pringles. —El hombre estaba prácticamente
obsesionado con ellas—. Si yo hubiera sabido que venías, habría
empacado algunos para ti.
—John Henry estaba preocupado por ti. Y dado que John

Henry estaba preocupado...
—Charlie te envió aquí a verme —Bill terminó, sabiendo lo que
88
STORMY GLENN
Manny iba a decir. Tenía sentido. Charlie haría cualquier cosa por su
amante, incluso enviar a Manny abajo para asegurarse de que Bill
estaba bien.
—Sí, más o menos.
—¿Cómo están las cosas en casa?
—Wren finalmente consiguió a tu hermanito. —Manny se rió

disimuladamente—. Tatuado en su culo.
Bill se detuvo con la mano hasta la mitad en la bolsa de lona y

luego miró hacia Manny. —Wren tatuó a Robby?
—Sí. —Manny sonrió—. Al otro lado de su culo.
La mandíbula de Bill cayó. —¿Wren puso un sello de vagabundo

en mi hermanito?
—Él lo llama un sello de Wren, pero sí.
—Lo voy a matar —Bill murmuró mientras sacaba más artículos

fuera de su bolsa y las ponía sobre la cama. Nadie marcaba a su
hermano menor, ni siquiera un hombre que había estado jadeando
sobre Robby por más de seis meses.
—Te has perdido mucho, amigo —dijo Manny en un tono que

era de repente todo serio—. Yo no me metería con Wren cuando de
Robby se trate. Él te disparara tan pronto le digas que te llevaras a
Robby lejos de él. No sé exactamente lo que pasó entre ellos, pero
Wren es un loco posesivo. Él está incluso considerando cambiar sus
papeles de modo que él no tenga que estar lejos de Robby.
89
STORMY GLENN
—¿En serio?
—Algo de mierda seria bajó desde que te has ido. —Los ojos
de Manny parpadearon sobre Ángelo por un momento—. No quiero
entrar en ello ahora mismo, pero basta con decir, que Wren se ganó
el derecho de permanecer con tu hermano.
Bill hizo una mueca, dejando escapar un pequeño resoplido. No

estaba seguro de que le gustaba la idea de Wren y su pequeño
hermano siendo una noticia. Wren no era conocido por su capacidad
de mantener una relación a largo plazo. Cambiaba los amantes sobre
una base semanal. Bill no quería eso para Robby.
—Para que lo sepas —Manny continuó—, Robby está justo

donde él quiere estar.
—Robby no siempre sabe lo que es bueno para él. —Bill estaba

bastante seguro de que Wren no lo era. Wren era un hombre
honorable y uno que Bill tendría viendo su espalda en cualquier
momento. Pero el hombre era un guerrero. Él no tenía un hueso
suave en su cuerpo.
—Tal vez, pero las últimas circunstancias lo obligaron a crecer

rápido. Yo diría que él sabe exactamente lo que quiere, y él no
renunciará a Wren sin luchar.
Bill gruñó.
—John Henry ha dado su aprobación.
Mientras que atenuaba la preocupación de Bill, esto totalmente
90
STORMY GLENN
no se lo quitaba. —La dio.
—También Padre.
Esa mención trajo la atención de Bill. Miró a Manny. —¿Padre

dio su aprobación?
—Sí.
Esa mínima información podría cambiar las cosas. Padre nunca

daría su bendición si no sentía confianza de que Wren era el
adecuado para Robby. John Henry tampoco, pero la palabra de
Padre era una especie de ley donde los tres hermanos estaban
involucrados
—¿Quién es Padre10? –preguntó Ángelo, recordando a Bill que

él y Manny no eran los únicos en la habitación.
—Mi abuelo —respondió Bill, sabiendo que estaba dando

información que podría ser utilizada en su contra en el futuro,
asumiendo que Ángelo no estaba diciendo la verdad—. Yo y mis
hermanos fuimos criados por él cuando nuestros padres murieron.
—¿Qué edad tenías cuando tus padres murieron?
—Yo tenía doce años. John Henry tenía diez años, y Robby era
sólo un bebé.
—Lo siento, Bill.
Ángelo sonaba tan sincero que Bill le envió una pequeña sonrisa.
10
En el original Pops.
91
STORMY GLENN
—Fue hace mucho tiempo.
—Todavía lo siento. Ningún niño debería tener que crecer sin

sus padres. Mi padre murió cuando yo era un bebé, pero siempre
tuve a mi madre y luego a mi padrastro.
—Nosotros tuvimos a Padre.
Manny se aclaró su garganta. —Ángelo Esteban Luis Martínez,

nacido en 1980 en Los Ángeles, California, hijo de María y Esteban
Martínez. Una media hermana, Teresa Domínguez Castillo, casada
con Anthony Castillo. Tienen dos hijos pequeños, un niño y una niña.
Tras la muerte del padre en 1981, la madre regresó a México,
donde conoció y se casó con Tomás Domínguez. Actualmente viven
en la Ciudad de México, México.
Manny miró su teléfono y luego a Ángelo de nuevo.
—Aproximadamente de un metro setenta y seis de altura y

setenta kilos, ojos marrones, cabello marrón oscuro, agente de la
Administración de Lucha contra las Drogas por los últimos doce
años.
—¿Quién diablos lo sabe? —Ángelo se quedó sin aliento, con el

rostro palideciendo a blanco ceniciento.
—Charlie —dijeron Manny y Bill al mismo tiempo.
—¿Quién es Charlie?
—Charles Kenneth Pennington III —dijo Bill, finalmente

sintiéndose seguro de dar información a Ángelo—. Él es el ex
92
STORMY GLENN
comandante de la unidad de Manny. Él todavía tiene sus manos en la

masa, por así decirlo. Si la información está por ahí, Charlie puede
conseguirla.
—Maldita sea.
Bill se sentía un poco triste cuando se levantó y plantó sus

manos en sus caderas. —Supongo que te debo una disculpa, Ángel.
Espero que entiendas por qué tenía que comprobar.
—¿Has cogido a Charlie?
—¿Qué? —gritó Bill, sus cejas disparándose.
—¿Has cogido a Charlie?
—¡Diablos, no!
—Y aún le crees a él sobre mí.
Bill miró a Manny, con la esperanza que tuviera una idea de

cómo convencer a Ángelo que él sólo estaba haciendo lo que tenía
que hacer para mantenerse vivo. No era personal. Manny, el imbécil,
se limitó a sacudir la cabeza y metió otra Pringle en su boca.
—Ángel —Bill se pasó la mano por su cara de nuevo y se volvió

hacia el agente de la DEA. Antes de que pudiera decir otra palabra,
el puño de Ángelo se estrelló contra su cara. Bill gruñó y dio un paso
atrás, sorprendido por el poder tras el golpe—. ¿Por qué has hecho
eso? —preguntó mientras se frotaba su mandíbula adolorida.
—Por no usar un condón.
93
STORMY GLENN
¿Eso era por lo que Ángelo estaba enojado?
—Tú no has utilizado uno tampoco, Ángel, y la protección es

una calle de dos vías. Podrías haberme dicho que parara en cualquier
momento.
—¿Cuándo exactamente se supone que iba a hacer eso? —

Ángel rompió—. Nos estaban supervisando. Diablos, Miguel
probablemente puso el maldito video de nosotros follando en
Internet ya.
—En realidad —dijo Manny casualmente mientras metía su lata

de Pringles en su chaqueta y sacaba su arma—. Estoy bastante
seguro de que está demasiado ocupado tratando de matar a sus
culos de asnos. —Manny se dirigió a la puerta. Él la abrió y se asomó
al pasillo por un momento antes de cerrarlo una vez más—.
Prepárense, muchachos. La compañía está llegando.
Bill agarró todo lo que había sacado de la bolsa de lona, todo lo

que no estaba unido a la persona que era, y lo metió todo de vuelta
en el interior. Él subió la cremallera de la bolsa y luego la echó al
hombro.
—Aquí —dijo mientras tendía la pistola a Ángelo que le había

sacado de los pantalones cuando él entró en la habitación—. Tú vas
a necesitar esto.
Ángelo cogió la pistola y se acercó a la ventana. Él permaneció

presionado contra la pared mientras se asomaba por la ventana. —El
frente está siendo observado, y yo apostaría casi cualquier cosa que
94
STORMY GLENN
ellos tienen chicos en la parte de atrás también.
—Eso deja los lados, el techo, y el sótano. –Bill torció sus

labios a medida que él rápidamente buscaba a través de todas sus
opciones, descartando un plan tras otro que venían a la mente.
Todos ellos terminaban con un resultado muy triste. —¿Ideas?
—La camioneta está aparcada en la esquina de atrás —dijo

Ángelo. —Si podemos llegar a ella, podremos tratar de salir de la
ciudad.
—Tengo un vehículo esperando a tres cuadras al oeste de aquí,

—dijo Manny—. Podría ser mejor que tratar de llegar a la parte de
atrás. Sólo necesitamos llegar hasta éste.
—¿Podemos ir sobre los tejados? —preguntó Bill.
Bill vio un pequeño destello de sorpresa en el rostro de Manny

antes de que el hombre guardara sus rasgos. —Sí, probablemente —
respondió Manny.
—El balcón va todo el camino alrededor del edificio —Ángelo

agregó. —Podríamos ser capaces de alcanzar el siguiente techo por
medio del balcón.
Bill miró a Manny. El hombre se encogió de hombros. —Puede

que funcione.
—Está bien, entonces vamos a tratar por el balcón.
Bill siguió a Manny y Ángelo a la puerta que llevaba al pasillo

del hotel. Manny entreabrió la puerta y se asomó. Casi
95
STORMY GLENN
inmediatamente, cerró la puerta con llave. —No iremos por ese

camino.
—Mierda —Bill se dio la vuelta y volvió a entrar en la sala

principal. Sus ojos inmediatamente se posaron en el gran armario
que había ocultado su bolsa de lona abajo y una idea se formó en su
cabeza—. Manny, ayúdame con esto.
Juntos, Bill y Manny movieron la cómoda en frente de la

puerta. No tomaría mucho tiempo para que Miguel y sus hombres la
rompieran, pero podría darles unos minutos extra para escapar.
—Miguel tiene hombres que miran el hotel del otro lado de la

calle —dijo Ángelo mientras abría las puertas del balcón—.
Mantengan la calma en el terreno.
Duh. Bill rodó sus ojos mientras seguía a Ángelo por la puerta
al balcón, manteniéndose agachado y apretándose cerca del edificio.
Oyó la puerta cerrarse detrás de él y supo que Manny estaba
siguiéndolo.
Llegaron a la parte oeste del edificio sin incidentes. Bill sabía

que su suerte no duraría mucho tiempo, pero esperaba que fuera a
durar sólo el tiempo suficiente para que alcanzaran el vehículo de
Manny y tal vez salir de la ciudad.
Podrían improvisar a partir de ahí.
La boca de Bill cayó, y su corazón se estrelló contra su pecho

mientras observaba a Ángelo agarrar el borde de la barandilla y
96
STORMY GLENN
lanzarse sobre ella. Pensó por un momento que Ángelo iba a caer en
picado a los adoquines de abajo y comenzó a intentar llegar a
salvarle.
En lugar de ello, Ángelo aterrizó fácilmente en el otro lado de

la barandilla a continuación saltó hacia el techo en el edificio de al
lado. El corazón de Bill se quedó inmóvil hasta que vio las manos de
Ángelo agarrar la cornisa justo debajo de las tejas y luego el chico
pasó por encima del borde de la superficie plana de la azotea.
Éste fue sólo el primer techo, y ya el corazón de Bill estaba en

su garganta. Él no iba a hacerlo a través de los otros dos techos.
Bill arrojó su bolsa de lona atrás de Ángel entonces subió por

encima de la barandilla. Se dijo que no debía mirar hacia abajo, pero
lo hizo de todos modos. Un ligero mareo lo inundó. Bill tragó duro y
luego miró a Ángelo. Si él pudo hacerlo, Bill también podía hacerlo.
Bill soltó la barandilla y se lanzó a través del pequeño espacio

entre los dos edificios. Se zarandeó para sujetarse a algo para
evitar caerse. Al igual que sus dedos se cerraron sobre el frío, duro
ladrillo, Bill sintió que alguien agarraba sus muñecas. Levantó la
vista para ver a Ángelo aferrarse a él.
Bill sonrió agradecido y se subió a sí mismo con la ayuda de

Ángelo, luego se arrastró encima de la barandilla. Se dejó caer
sobre su trasero y dio una profunda bocanada de aire fresco en sus
pulmones. Él no se movió hasta que Manny apareció, subiendo encima
de la barandilla del mismo modo que él lo había hecho.
97
STORMY GLENN
Dios, él odiaba las alturas.
Bill se levantó y cogió la bolsa de lona que había arrojado a

Ángelo.
Siguió a los dos hombres al otro lado del techo, deseando que
hubiera otra manera de llegar al vehículo de Manny. Sabía que tenía
que ser un gran duro marine, pero él pensaba que si tuviera que
estar tan lejos del suelo, dios le habría dado alas.
Bill, Ángelo, y Manny repitieron el proceso hasta que

aterrizaron en el último techo. Bill miró a un lado y vio un Sedán
marrón oxidado de cuatro puertas estacionado bajo un árbol al final
del callejón al lado del edificio.
¿Eso era en lo que se suponía que debían escapar? Bill tenía

graves dudas de que incluso encendiera, y mucho menos ayudarles a
escapar de un loco capo de la droga. Pero era mejor que tratar de
salir de la ciudad a pie. Sólo no por mucho.
—Es hora de apretar el paso, muchachos. Están empezando a

buscar en los edificios —dijo Manny mientras se apresuraba hacia
el borde del edificio y saltaba por el borde, cayendo hasta el suelo.
Bill ignoró la sensación de náuseas en su estómago y bajó de un

salto al suelo junto a Manny. Un momento después, Ángelo se unió a
ellos en el suelo. No hizo falta de ellos más que un momento para
llegar al coche y trepar en el interior.
Les tomó un poco más de tiempo salir de la ciudad. Las calles
98
STORMY GLENN
estaban zumbando con la actividad. Bill sabía que Miguel y sus

hombres estaban buscando en cada rincón de toda la ciudad,
tratando de encontrarlos. Las personas estaban siendo despertadas
de sus camas e interrogadas. Por suerte, esto parecía mantener a
todos ocupados el tiempo suficiente para que llegaran a las afueras
de la pequeña ciudad.
Tener un indescriptible trozo de mierda de coche podría haber

ayudado, también.
Tan pronto como estuvieron libres de la ciudad, Bill desenterró

su portátil fuera de su bolsa de lona y lo encendió. Él estaría
siempre agradecido de que Charlie le hubiera dado un modelo de
línea superior con una conexión vía satélite.
Él escribió el código de acceso y entonces esperó a que el

rostro de Charlie apareciera. Bill no estaba sorprendido en absoluto
cuando lo hizo y vio a John Henry de pie justo detrás de él. —Lo
juro, ustedes dos están pegados juntos por la cadera.
—Es bueno verte en una sola pieza, Bill —dijo Charlie.
Bill sonrió. —Es bueno estar en una pieza.
—¿Cuál es su situación?
Manny se rió entre dientes. —Totalmente FUBAR,

Comandante.
99
STORMY GLENN
—¿Fubar11? —Ángelo preguntó desde el asiento trasero.
—Jodidos Más Allá De Todo Reconocimiento —Manny y Bill

respondieron al mismo tiempo.
Los labios de Ángelo temblaron como si estuviera tratando de

contener la risa. —¿Es un término de los marines?
—Es un término militar, Ángel. Esto significa que las cosas

están realmente jodidas.
—¿Qué puedo hacer yo para ayudarlos chicos? —preguntó

Charlie.
Bill cogió su memoria USB y la insertó en su ordenador

portátil. —Estoy enviándote algunos archivos, Charlie. Es toda la
información que he reunido de Miguel Fernández y su operación de
drogas. Necesito que eches un vistazo y ver si puedes encontrar
alguna pista de Harley. Me gustaría también que hagas una copia de
todo y lo tengas para Ángelo Martínez.
—¿Tu agente de la DEA?
Bill sonrió mientras miraba al hombre que se inclinaba entre

los asientos junto a él. —Mi ángel de la guarda.
11
FUBAR: Fucked Up Beyond All Recognition.
100
STORMY GLENN
Capítulo 7
Ángelo apoyó su cabeza contra el asiento y observó a Bill

desde su estratégico puesto detrás de Manny. Él realmente no
sabía qué pensar del hombre. La interacción habitual de Ángelo con
los hombres de las fuerzas armadas no era tan buena. La mayoría
de ellos tenían un chip en sus hombros y un complejo machista de un
kilómetro de ancho.
Siendo incluso un agente secreto entrenado, todavía lo

miraban abajo debido a su tamaño más pequeño. Y eso era por lo
general antes de que descubrieran que era gay. Cuando eso sucedía,
sólo llevaban los chistes y los insultos a un nivel completamente
nuevo. Ángelo había oído más acerca de su vida sexual de lo que
realmente había experimentado nunca. Parecía que todos tenían
algo que decir al respecto, estuvieran involucrados o no.
Era una jodida, y no en una forma de diversión orgásmica.
Y sin embargo, ni Bill ni Manny habían sido en lo más mínimo

condescendientes cuando le hablaban. No sólo lo habían tratado con
respeto, incluso al tratar de confirmar su identidad, ellos habían
tenido en cuenta sus sugerencias mientras estaban tratando de
salir del hotel y lejos de la gente que los cazaba.
Ni una sola vez habían tratado a Ángelo como si fuera menos

que ellos o que no pudiera hacer físicamente lo que ellos podían, a
pesar de su menor tamaño. Ellos lo trataban como a un igual. Era una
101
STORMY GLENN
sensación extraña. Ángelo se sentía casi aceptado por los dos

grandes marines.
Casi.
Todavía estaba un poco molesto que Bill lo había follado sin

condón pero no tanto para no ver con interés la próxima vez que
sucediera. Sólo necesitaba que Bill fuera consciente del hecho de
que tenían que usar protección y asegurarse que lo hicieran la
próxima vez. Se habían olvidado la primera vez, pero Ángelo se
negaba a olvidarlo una segunda vez.
Ángelo sabía que estaba a salvo porque él tenía la obligación de

hacerse regularmente exámenes de salud. También tuvo que tomar
las pruebas de drogas y hacerse la prueba de ETS12 para ser capaz
de permanecer en el campo. Sus supervisores querían asegurarse
que él no estaba en el consumo de los productos o involucrarse con
alguien que se suponía que no debía estar involucrado. Era un
procedimiento estándar para todos los agentes de campo.
Ángelo sólo podía esperar que Bill estuviera obligado a hacer lo

mismo debido a su trabajo en los marines. Esa era la razón por la
que Ángelo había golpeado a Bill. No por lo que había pasado entre
ellos, porque Bill parecía mucho más preocupado por averiguar quién
era él más que probar que él estaba limpio.
Ángelo frunció el ceño y se inclinó hacia adelante cuando una

imagen cruzó por la pantalla de ordenador portátil de Bill. Echó a
12
ETS: Enfermedad de Transmisión Sexual.
102
STORMY GLENN
correr a través de los recuerdos en su cabeza, seguro de que había

visto recientemente una de las caras de la pantalla.
—¿Quién es ese? —preguntó mientras señalaba a la fotografía

de varios hombres vestidos con uniforme de combate todos de pie
juntos delante de una Hummer.
—Sólo una fotografía de mi unidad, —Bill respondió

distraídamente.
—¿Puedo verla?
Bill miró a Ángelo, levantando las cejas sorprendido. —Sí,

seguro.
Ángelo se acercó más cuando Bill le tendió el portátil. Él

instantáneamente reconoció a Bill como el tercer hombre de la foto.
Estaba bastante seguro de que reconocería a Bill en una multitud de
personas. Los ojos de Ángelo se redujeron en un hombre con pelo
corto color marrón oscuro y vivos ojos azules de pie justo a la
izquierda de Bill.
—He visto a éste hombre. —El silencio que llenó de repente los
pequeños rincones del coche hicieron que Ángelo deseara haber
mantenido su boca cerrada.
—¿Tú has visto a éste hombre antes? —Bill dio un golpecito

con el dedo derecho en la pantalla en la parte superior del hombre
que Ángelo estaba mirando—. ¿Éste hombre de aquí?
—Sí. —Ángelo se encogió de hombros con nerviosismo, no le
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STORMY GLENN
gustaba la intensidad en los ojos de Bill cuando el hombre se le

quedó mirando—. Bueno, creo que era él. Estaba un poco más
delgado y se veía mucho más desaliñado, pero tenía los mismos ojos
hundidos azules. No creo que te lo puedas olvidar.
—¿Dónde, Ángelo? —El grave tono de la voz de Bill hizo que

Ángelo hiciera una pausa—. ¿Dónde lo has visto?
—Mejor aún —Manny añadió—. ¿Cuándo lo has visto?
Ángelo pensó cuando pensaba que había visto al hombre. —Yo

estaba haciendo vigilancia en una de las bodegas de Miguel hace
cerca de tres días. Sospechábamos desde hace tiempo que Miguel
estaba corriendo drogas por el lugar, usando las etiquetas de las
botellas de vino para el contrabando de la drogas en la ciudad.
Simplemente no podíamos probarlo. Yo estaba tratando de
conseguir un poco de fotos incriminatorias que pudiera tomar para
mis superiores.
—¿Tú viste a éste hombre hace tres días? —La urgencia en la

voz de Bill llamó la atención de Ángelo.
—Sí. —Él miró a Bill, preocupado por la desesperación en el

tono de Bill—. Él estaba con un montón de otros chicos que entraron
en uno de los almacenes en la bodega.
—¡Joder! —la mano de Bill se sacudió mientras se frotaba

sobre la parte superior de su corto pelo.
—¿Quién es él? —Por la expresión tensa en el rostro de Bill,
104
STORMY GLENN
Ángelo tenía miedo de que él ya supiera la respuesta antes que Bill

siquiera abriera su boca. Un profundo sentimiento de temor empezó
a arrastrarse a lo largo de la piel de Ángelo.
—Es tu amigo, ¿no es así? ¿Harley?
—Sí. —La garganta de Bill se movió pesadamente mientras

tragaba. Su boca sumergida en una profunda arruga. —Yo casi había
perdido la esperanza que estuviera aún con vida.
—Bueno, si éste es el mismo hombre, estaba vivo hace tres

días.
—¿Dónde? —Bill sacó el portátil hacia abajo sobre su regazo y

comenzó a teclear furiosamente al teclado—. ¿Si yo te mostrara un
mapa, podrías precisar dónde se encuentra la bodega?
—Sí, pero ¿por qué?
Bill ni siquiera levantó la vista de la pantalla mientras

respondía. Él sólo siguió con lo suyo. —Porque tengo que entrar y
sacarlo.
El temor que Ángelo había estado sintiendo explotó en terror

absoluto. Bill no tenía ni idea en el nido de avispas que estaba a
punto de entrar si iba tras su amigo. —Bill, entiendes que si este es
uno de los lugares de distribución de Miguel, será como tratar de
irrumpir en su complejo. Estarán fuertemente armados.
Bill disparó a Ángelo una rápida sonrisa. —Por suerte para mí,
conozco un grupo de chicos que pueden entrar y sacarlo, no importa
105
STORMY GLENN
que tan fuertemente armado esté el maldito lugar. Yo sólo necesito

saber dónde se encuentra.
—Si me muestras un mapa, estoy bastante seguro de que

puedo señalarte la bodega en la que se encuentra. —Ángelo pensó
que Bill iba a sacar un mapa de la zona, así que estaba un poco
sorprendido cuando la cara de Charlie apareció en la pantalla en su
lugar.
—Charlie, Ángelo dice que él podría haber visto a Harley hace

tres días. Puede determinar con precisión la zona en un mapa.
¿Puedes llamar a los chicos y que lleguen aquí para esta noche?
Manny y yo podemos tener un plan trabajado en el momento en que
lleguen aquí.
—Bien —la voz de Charlie hizo eco con curiosidad—. Esto

ayudaría a saber dónde estoy enviándolos.
—Uh...
Ángelo sonrió cuando Bill lo miró. Miró hacia abajo a la

pantalla, dirigiendo sus comentarios a Charlie. —Hay un pequeño
pueblo que se llama San Rafael a unos treinta kilómetros al oeste de
la bodega. Envía a tus hombres allí a un hotel de nombre Casa
Castillo. Nosotros iremos a reservar un par de habitaciones una al
lado de la otra y esperar a que tus hombres lleguen.
Charlie miró hacia abajo y Ángelo sólo podía suponer que él

estaba mirando la ciudad por arriba en un mapa. —Está bien, ya lo
veo. Llamaré a los chicos. Yo creo que puedo tenerlos allí en unas
106
STORMY GLENN
diez horas si pido un favor a mi abuelo y utilizo uno de sus aviones.

—Había una mirada severa en los ojos de Charlie cuando volvió a
mirar hacia arriba—. No vayan a hacer nada estúpido hasta que los
chicos lleguen allí. Un marine desaparecido es más que suficiente.
—No hay problema, Charlie. —El comienzo de una sonrisa subía

en los labios de Bill—. Vamos a esperar hasta que los chicos lleguen
antes de hacer nada estúpido.
—Si haz eso.
Ángelo parpadeó cuando la pantalla de repente se oscureció. O

bien, Charlie estaba enojado o estaba acostumbrado a las
respuestas sarcásticas de Bill. Al menos, Ángelo pensó que era una
respuesta sarcástica. Podría estar equivocado. Bill podría muy bien
significar lo que él dijo. Ángelo sólo rezaba para que Bill estuviera
bromeando.
¿Qué sabía realmente acerca de Bill?
El hombre sin duda tenía un sentido del honor cuando sus

amigos estaban involucrados. Su negativa a renunciar a su
comandante de la unidad incluso después de diez meses era algo que
respetar. No mucha gente continuaría buscando un amigo
desaparecido durante unas pocas semanas, y mucho menos varios
meses. Ellos habrían renunciado mucho antes de ahora.
Bill también parecía tener amigos que podía llamar en una

situación de peligro en el calor del momento. Eso por sí solo decía a
Ángelo que sus amigos se preocupaban por Bill y lo respetaban lo
107
STORMY GLENN
suficiente para poner sus vidas en peligro por él.
Y luego estaba la forma en que Bill se había comportado con él.

Él no había tratado a Ángelo como si fuera un pequeño jovencito
delicado que no podía luchar sus propias batallas. Él escuchó las
ideas de Ángelo, lo dejó tomar sus propias decisiones, y ni siquiera
hizo una sola protesta cuando se encontraron en una situación
peligrosa.
Trataba a Ángelo como a un igual.
Para colmo de males, Bill follaba como si él hubiera sido creado

solo para ese fin. Era tierno en sus gestos y se aseguró que Ángelo
disfrutara de sí mismo, incluso si estaban siendo vigilados. Eso ni
siquiera comenzaba a hablar lo que el hombre podía hacer con su
boca.
Sin embargo, eso no significaba que Ángelo sabía nada acerca

de Bill más allá de lo que había aprendido del archivo que había sido
enviado y las últimas pocas horas pasadas en su compañía. Así que,
¿por qué el hombre lo llamaba tanto? Ángelo no podía entenderlo.
Nunca se había sentido intrigado por un hombre antes, ni

siquiera el amante que había muerto en el cumplimiento del deber.
Había llorado a su amante muerto y luego lo olvidó, empujando la
muerte del hombre en su memoria al fondo de su mente.
No creía que Bill sería tan fácil de olvidar.
—Está bien, Ángel —dijo Bill mientras se volvía—. Dinos donde
108
STORMY GLENN
vamos.
* * * *
Ángel gimió cuando él cayó de bruces sobre el colchón del
hotel. Estaba tan cansado que sus globos oculares quemaban. No
estaba seguro de exactamente cuánto tiempo había pasado desde
que había dormido nada, pero estaba bastante seguro que había
pasado de contar horas a contar días.
El estar agotado ni siquiera empezaba a describir lo cansado

que estaba. Le tomó más energía de la que podía pensar siquiera. Él
sólo quería acurrucarse y dormir por los próximos cien años. Alguien
lo podía despertar cuando el próximo siglo llegara.
Toc, toc.
Ángelo gruñó cuando abrió un ojo y miró la puerta de la

habitación en el hotel. ¿En serio? ¿Alguien estaba en la puerta?
¿Ellos honestamente esperaban que él respondiera a esto? Ángelo
ni siquiera estaba seguro de que él tuviera el poder de levantarse, y
mucho menos de abrir la puerta.
Toc, toc.
Ángelo rodó fuera de la cama y salió de la habitación. Estaba a

punto de romper la puerta y darle al que estaba en el otro lado un
pedazo de su opinión cuando lo pensó mejor y se asomó a través de
la mirilla.
Ángelo frunció el ceño, no muy seguro de que estaba viendo lo
109
STORMY GLENN
que parecía que estaba viendo. Enganchó la cadena en su lugar y

luego abrió la puerta una media rendija, sosteniendo su arma segura
en su mano en caso que él tuviera que matar a quien estaba de pie
fuera de su habitación.
—¿Bill?
Ángelo rodó sus ojos y cerró la puerta, deslizando la cadena

fuera.
Abrió la puerta y se dio la vuelta, caminando de regreso a

través del cuarto. Dejó la pistola sobre la mesa de noche y comenzó
a subir por encima de la cama cuando Bill se puso delante de él,
sosteniendo su ordenador portátil para que Ángelo lo viera.
—¿Qué? —Ángelo sabía que debía estar más cansado de lo que

pensaba porque todo lo que podía ver en la pantalla era un
documento de aspecto oficial de algún tipo, y sus ojos estaban
demasiado cansados para centrarse en las palabras reales. —¿Qué
es lo que estoy viendo, Bill?
—Tuve a Charlie obteniendo mis resultados de la prueba de mi

habitación y la escaneó en la computadora. —Bill señaló la pantalla,
una feliz pequeña sonrisa en su rostro—. Mira, yo estoy limpio.
—Hurra por ti. —Ángelo comenzó a girar hacia la cama cuando

una pequeña bolsa de papel marrón apareció en frente de su cara.
Saltó hacia atrás, sobresaltado—. ¿Qué es esto? —Le preguntó
mientras tomaba la bolsa y empezaba a abrirla.
110
STORMY GLENN
—Compré condones.
—¿Condones? —le preguntó con una significativa elevación de

sus cejas. Ángelo era muy consciente del escrutinio de Bill mientras
abría la bolsa y observaba el interior. ¡Buen Dios! Bill había
comprado, tres jodidas cajas de condones. Él dio a Bill una mirada
inexpresiva—. ¿Tú compraste condones?
Una mareada emoción rebotó en los ojos de Bill. —Sí.
—Bueno, no eres un pequeño Boy Scout.
Ángelo no tenía idea de lo que Bill pensó que iba a hacer con
tres cajas de condones, pero si no involucraba comprobar la parte
posterior de sus párpados por pinchazos, él no estaba interesado.
Ángelo empujó la bolsa de nuevo en la mano de Bill y se dejó caer de
nuevo sobre la cama, enterrando su rostro en la almohada.
Sintió la cama hundirse y al momento siguiente, una mano le

acarició la parte superior de la cabeza. Fue un gesto tierno y uno
que no había utilizado en Ángelo. Suspiró profundamente, sabiendo
que iba a tener que hablar con Bill antes de que tuviera alguna
cabezada.
Ángelo se dio la vuelta y se quedó mirando al hombre. —¿Qué

deseas, Bill?
Hubo una triste sonrisa curvando los labios de Bill cuando él

respondió. —Oh, Ángel, hay tantas respuestas a esa pregunta.
—Estoy cansado, Bill.
111
STORMY GLENN
—Entonces duerme, Ángel. —El calor de la sonrisa de Bill se

hizo eco en su voz—. Voy a mantenerte a salvo.
Ángelo no tenía idea de lo que eso significaba, pero unos

momentos después, se encontró desnudó y metido bajo las mantas
con Bill pegado a su espalda, el calor del cuerpo del hombre
filtrándose en Ángelo, relajándolo.
—Bill…
—Shh. —Los dedos de Bill bajaron por el costado de Ángelo

antes de decidirse a ir por su cadera—. Sólo duerme, bebé. Velaré
por ti.
A pesar de sus dudas acerca de la situación, Ángelo encontró

sus pesados ojos revoloteando incluso mientras luchaba por
mantenerlos abiertos. Dio un último pequeño gemido de protesta y
luego se apagó, el sentimiento contradictorio de estar rodeado y
protegido con su necesidad de estar en control y consciente de su
entorno por sólo un segundo.
Y entonces él estuvo dormido.
112
STORMY GLENN
Capítulo 8
Bill mantuvo su ligero toque mientras lamía una línea hasta el

duro eje frente a él. Sus ojos parpadearon desde la polla de Ángelo,
al rostro del hombre y viceversa mientras esperaba que Ángelo se
despertara. Él suspiraba para que Ángelo se despertara.
Él planeaba suspirar por Ángelo. El pequeño hombre sexy

empujaba todos y cada uno de los botones de Bill y algo más. Bill no
podía recordar nunca una atracción hacia otra persona tanto como
él estaba atraído por Ángelo.
No sólo era el chico hermoso a la vista, tenía una mente propia

y la capacidad de complementarlo. Bill no era un hombre pequeño
desde cualquier punto de vista. Debido a que, usualmente terminaba
siendo el más intenso en cualquier relación que se encontrase,
aunque fuera simplemente una aventura de una noche.
Hasta que conoció a Ángelo, Bill nunca se había dado cuenta de

lo mucho que lo molestaba. Observando a Ángelo manejarse en una
peligrosa situación cambió todo eso. Bill de repente supo lo que
deseaba de la vida, y éste se extendía como un correcto buffet en
frente de él.
Él quería a un hombre que pudiera estar junto a él en lugar de

detrás de él. Quería a alguien que fuera mano a mano con él, para
argumentar y luchar y compensar después. Quería a alguien que no
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STORMY GLENN
se doblegara ante cada orden suya.
Él quería a Ángelo.
Sólo necesitaba convencer a Ángelo lo bien que podrían estar

juntos porque Bill estaba muy malditamente seguro de que sería
espectacular. Había visto el amor entre John Henry y Charlie, y
sabía que eso era lo que quería, esa avasalladora necesidad por otra
persona y el conocimiento de que su corazón latía por ella.
Sí, era un tonto romántico. Quería el cuento de hadas. Y él lo

quería con Ángelo. Él no era tan estúpido como para pensar que
estaba enamorado de Ángelo, pero él estaba dirigiéndose allí a un
ritmo alarmante. El hombre podía exigirle que chillara como un
cerdo durante las relaciones sexuales, y Bill estaría feliz de
hacerlo, y si eso no decía que se estaba enamorando de Ángelo, Bill
no sabía que lo hacía.
Bill arrastró su lengua a través de la pequeña abertura en la

parte superior de la polla de Ángelo luego hacia abajo alrededor de
la cabeza en forma de champiñón. Sonrió perversamente cuando
escuchó el primer pequeño gemido de los labios de Ángelo y las
piernas del hombre se abrieron.
Mantuvo los ojos fijos en el rostro de Ángelo cuando él subió a

sus manos y rodillas y se inclinó para tragar la dura erección de
Ángelo hasta que su nariz estuvo enterrada en los suaves pelos
rizados. Ángelo gimió más fuerte, con sus piernas temblando. Ellas
se cerraron alrededor de la cabeza de Bill por un momento y luego
114
STORMY GLENN
se abrieron de nuevo cuando Ángelo empujó hacia arriba en la boca

de Bill.
Bill tomó todo lo que el hombre tenía para darle, tragando toda
su longitud y silenciosamente pidiendo por más. Su propia polla le
dolía y goteaba con la excitación. A Bill le dolía tanto que consideró
brevemente palmear su polla y ocuparse de su propia necesidad,
pero realmente quería ir otra vez al apretado culo de Ángelo. No
había nada como el caliente músculo de seda envolviéndose
alrededor de él, masajeándolo.
Bill mantuvo sus labios cerrados alrededor de la polla de

Ángelo mientras buscaba en el colchón por el lubricante que había
dejado antes para preparar a Ángelo para follarlo. Suspiró aliviado
cuando sus dedos se cerraron alrededor del frío tubo.
Tiró rápidamente de la tapa abriéndola entonces vertió una

generosa cantidad en sus dedos. Dejó caer el tubo y luego deslizó
sus dedos por la rendija del culo de Ángelo. Pequeños músculos
palpitantes revoloteaban contra sus dedos como pidiendo por ellos.
Bill deslizó la polla de Ángelo atrás de su garganta mientras

empujaba profundo el nudillo de un dedo en el apretado agujero de
Ángelo. Los calientes músculos de seda que sujetaban alrededor de
su dedo eran casi suficientes para hacer que Bill se viniera allí en el
acto, especialmente sabiendo que en pocos momentos esos músculos
estarían haciendo la misma cosa a su polla.
Bill empujó su dedo dentro y fuera, moviendo a su alrededor
115
STORMY GLENN
hasta que sintió que el pequeño anillo de músculos comenzó a

aflojarse, a continuación deslizó otro dentro. Los gemidos de
Ángelo empezaron a llegar en serio, aumentando más fuerte y un
tono más alto con cada segundo que pasaba.
Sus caderas se movieron, conduciendo su polla más abajo en la

garganta de Bill. Amordazado por un momento antes de retroceder
un poco y relajar sus músculos de la garganta lo suficiente como
para permitirle tomar más de la polla de Ángelo dentro de su boca.
Así cuando Bill empujó un tercer dedo en el culo de Ángelo, el

hombre gritó y estalló en la garganta de Bill. Bill tragó saliva,
tratando de tomar todo. Continuó empujando sus dedos dentro y
fuera del apretado calor de Ángelo, manteniendo al hombre duro.
Tenía planes para esa hermosa polla.
—¿Bill? —Ángelo susurró grueso alertando a Bill que su amante

estaba ahora completamente despierto.
Bill levantó la cabeza lo suficiente como para guiñar hacia

Ángelo luego volvió a chupar y lamer a la más–que–impresionante
polla del hombre. Quien dijo que grandes cosas no venían en
paquetes pequeños nunca cumplió con Ángelo. El hombre estaba
impresionantemente dotado.
Bill estaba realmente esperando para sentir a éste chico malo

golpeando en él uno de estos días. Pero en éste momento, él tenía
que hacer el martilleo. Si no obtenía su polla dentro del culo de
Ángelo pronto, estaba muy malditamente seguro de que tendría un
116
STORMY GLENN
daño permanente.
Bill se echó hacia atrás en sus piernas y agarró uno de los

condones que había traído con él. Sus dedos temblaron cuando él
rasgó el paquete, abriéndolo y luego rodó el condón por su miembro
dolorido.
Bill agarró las piernas de Ángelo y las colgó sobre sus brazos
mientras se empujaba hacia adelante y presionaba la cabeza de su
polla contra la apretada entrada de Ángelo. Aferrándose a cada
pedazo de control que él había aprendido después de años en la
infantería de marina, Bill miró a Ángelo y esperó por su aceptación.
Ellos pudieron haber estado metidos en algunos problemas

desde que lo conoció y no tener más remedio entonces, pero Bill se
negó a tomar lo que no se daba libremente a él, no importaba lo
mucho que quería al hombre. Ángelo tenía que dar su consentimiento
que quería esto tanto como Bill lo hacía.
—¿Ángelo? —Bill susurró en una ronca, media respiración de

aire. La otra mitad se mantuvo en el interior de sus pulmones
mientras sostenía el aliento y rezaba para que Ángelo le diera el
visto bueno.
Cuando Ángelo asintió Bill empujó hacia adelante hasta que

toda su longitud estuvo enterrada en el culo del hombre. Su cabeza
cayó hacia atrás cuando la más intensa sensación de paz que nunca
había sentido lo llenó. Él sólo sabía que esto era donde él estaba
destinado a estar. No en un hotel en América Central sino en los
117
STORMY GLENN
brazos del hermoso hombre por debajo de él.
—Fóllame, Bill.
Bill gimió mientras sus ojos rompían en Ángelo. Él comenzó a

moverse, lentamente al principio y luego con más vigor con el placer
construyéndose dentro de él, abrumándolo. ¿Alguna vez alguien le
hizo sentir tan bien, tan correcto? Bill no lo creía.
Y él estaba decidido a mantener a éste hombre durante tanto

tiempo como le fuera posible. Sólo necesitaba convencer a Ángelo
de que tenían que estar el uno con el otro. Teniendo en cuenta cuan
terco el hombre era, eso podría ser más difícil de lo que pensaba.
Bill se retiró, casi todo el camino, y luego aún más lentamente

se empujó dentro. Él sintió las uñas de Ángelo cavar en sus brazos,
el hombre gemía mientras él se arqueaba para coincidir con los
empujes de Bill. Ambos gimieron cuando las caderas de Bill se
movían atrás y adelante. Bill cogió el ritmo, y su empuje se hizo más
intenso. Cada vez que él conducía su polla en el apretado culo de
Ángelo, éste dejaba escapar un pequeño gemido.
—¡Más duro, Bill, fóllame más duro!
Bill se estremeció ante la necesitada demanda, y sus

movimientos se aceleraron. Chocando contra Ángelo, la cama tembló
debajo de ellos. Sus cuerpos fuertemente se juntaron, el sonido
haciendo eco a través de la habitación.
—Sí —Ángelo gimió.
118
STORMY GLENN
Su respiración se aceleró, y sus gemidos crecieron en

intensidad y volumen. Su cabeza golpeó contra el colchón mientras
él arqueaba su espalda. Él apretó los músculos de su culo hacia
abajo alrededor del empuje de la polla de Bill. Su cuerpo se puso
rígido, y su placer salpicó entre sus cuerpos.
Bill podía sentir cada chorro de caliente semen disparando

contra su piel, elevándose su intensa excitación aún más cuando
Ángelo gritó su liberación. Los empujes de Bill se convirtieron en
irregulares ante el erótico sonido. Él no podía alguna vez recordar
nada más impresionante que oír a Ángelo teniendo su placer.
—¡Oh joder, Ángel!
Echó su cabeza hacia atrás y, con un poderoso rugido, empujó

una última vez lo más fuerte que pudo. Su cuerpo se estremeció y
se convulsionó mientras se venía en Ángelo. El cuerpo de Bill se
sacudió un par de veces mientras le daba unos débiles, empujes
finales. Bill trató de levantarse, para mantener todo su peso fuera
de Ángelo, pero los brazos del hombre se deslizaron alrededor de
él, acercándolo más.
El cuerpo de Bill se estremeció y tembló, su polla aún

enterrada profundamente dentro de Ángelo. Se quedó encima de
Ángelo, tratando de recuperar el aliento. Cuando finalmente tuvo su
cuerpo bajo control, levantó su cabeza y miró a su amante. Los ojos
de Ángelo estaban cerrados, su boca ligeramente separada, con su
pelo húmedo pegado a un lado de su cara.
119
STORMY GLENN
Él realmente se parecía un ángel, un muy pervertido Ángel.
Bill se acercó más, sus labios se cernieron sobre Ángelo.
—No, Bill.
Bill parpadeó y se echó hacia atrás. —No, ¿qué?
Los ojos de Ángelo se abrieron lentamente y lo miro. —No

puede pasar.
El corazón de Bill subió hasta su garganta al ver la expresión

protegida en los ojos de Ángelo. —¿Qué no puede suceder?
—Tú y yo —respondió Ángelo—. No puede suceder.
—Acaba de hacerlo —Bill insistió, negándose a renunciar a la

idea de los dos estando juntos.
—No, lo que acaba de suceder es sexo. Lo que tú estás

queriendo, lo que puedo ver en tus ojos, no puede pasar.
Bill miró a Ángelo por un momento antes de que él se apartara,

rodando a un lado de la cama. —¿Por qué no? —Sí, sonaba como un
niño caprichoso, pero Ángelo estaba pidiéndole algo que él no sabía
si lo podría hacer o dar al competente hombre—. Estaríamos bien
juntos.
Bill era positivo en ello.
—Bill —Ángelo dijo mientras rodaba a su lado—. ¿Cómo puedes

decir que estaríamos bien juntos? Ni siquiera me conoces.
120
STORMY GLENN
—Sé las cosas importantes —Bill insistió a pesar que pudo

sentir sus esperanzas y sueños de los dos juntos escapando—. Sé
que eres un buen hombre, uno al que yo respeto. Mantienes la calma
en una crisis, luchas por lo que crees, y no tienes miedo de ensuciar
tus manos. A pesar de lo lindo que eres, no ruegas por nadie que lo
tome con tranquilidad sobre ti.
Las cejas del hermoso hombre se levantaron.—¿Puedes decir

todo eso después de menos de cuarenta y ocho horas juntos?
—Se que tiendes a aprender las cosas un poco más rápido

sobre la persona con las que estás corriendo cuando tu vida está en
peligro.
Ángelo suspiró, sus ojos cerrándose. —Y es por eso que nada

nunca puede suceder entre nosotros. —Había un mundo de pesar
brillando en los ojos de Ángelo cuando los abrió de nuevo y miró a
Bill—. Esta cosa entre nosotros, no es real, Bill.
—¿Estás diciendo que lo que siento es causado por el peligro en

que estamos?
—Sí.
—¡Puras mierdas!
—Bill…
—Yo sé lo que estoy sintiendo, Ángelo, y no tiene nada que ver

con el peligro en que estamos. —Bill respiró profundo. Tartamudeó
mientras exhalaba, su corazón rasgándose en dos—. ¿Por qué no
121
STORMY GLENN
podemos ver adónde nos llevaría?
—¡Porque! —Ángelo espetó. Se sentó, empujando su mano a

través del pelo humedecido por el sudor—. Porque —él habló más
tranquilo, casi como si no quisiera decir las palabras que saldrían de
su boca—. Tú iras a casa y yo voy a quedarme aquí. Las relaciones a
larga distancia no funcionan, Bill.
—Podríamos hacer que funcione.
—¿Cómo, Bill? Yo trabajo de encubierto —la mano de Ángelo se

agitó sin rumbo en el aire—. ¿Vas a estar feliz de no saber de mí
por semanas, quizá meses? He estado encubierto en mi actual
asignación por más de seis meses. ¿Puedes honestamente decirme
que tú no te molestaras si no sabes de mí durante seis meses?
Los hombros de Bill cayeron, la lucha drenándose de él. Él

sabía que iba a enojarse si no escuchaba de Ángelo por seis meses.
También estaría saliendo de su cabeza, preocupándose de que
Ángelo estuviera en peligro, miedo de que su cubierta se hubiera
quemado, y conducirse a sí mismo a la locura preguntándose qué
estaba haciendo mientras estaba de encubierto.
—No —Bill finalmente admitió mientras tiró de la manta con su

dedo. Ángelo estaba en lo cierto. Bill no podía pensar en un solo
argumento que convenciera al hombre de su forma de pensar.
Un suave suspiro y la mano de Ángelo empujando el pecho de

Bill para una pausa. —Lo siento, Bill —Ángelo le susurró al oído—.
Desearía que las cosas pudieran ser diferentes. Creo que habríamos
122
STORMY GLENN
estado bien juntos, también.
Bill sonrió con tristeza ante el beso rápido cepillando su pelo.

Ángelo se acercó más y envolvió sus brazos alrededor de la cintura
de Bill, apoyando su cabeza en todo el pecho de Bill. Bill volvió a
respirar hondo para calmar sus nervios antes de bajar la cabeza,
presionando sus bocas en un suave beso.
El corazón de Bill le dolía tanto que se preguntó si alguna vez

iba a ser el mismo otra vez. Él extendió una mano y acunó la mejilla
de Ángelo con ella mientras miraba hacia abajo en los profundos
ojos marrones del hombre. —Nosotros habríamos estado fantástico
juntos, Ángel.
* * * *
Bill tenía serias dificultades para mantener sus ojos fuera de
Ángelo mientras se sentaban alrededor de la habitación de hotel
con la unidad de Charlie y planificaban su misión en la bodega. Por
mucho que él entendiera el argumento del hombre, su corazón
todavía sufría por lo que podría ser. Cediendo con Ángelo sentía
como si estuviera renunciando a todo.
Estaba mal, y Bill lo sabía. Él no sabía cómo cambiar esto.

Ángel estaba convencido que nada permanente podría ocurrir entre
ellos. Bill sabía que podían resolver algo. Él sólo necesitaba
averiguar qué era eso.
Él no se daba por vencido. Ángelo era demasiado especial para
123
STORMY GLENN
eso. Había ido con un plan. Él era un marine. Ellos nunca se daban
por vencidos. Él no estaba a punto de comenzar cuando la misión
más importante de su vida podría significar mantener al hombre.
—Bill —dijo Manny, captando la atención de Bill—. ¿Me estás

escuchando?
—Sí, estoy escuchando. —Bill sintió que se ruborizaba cuando

se inclinó hacia adelante, tratando de quitarse de la cabeza la
misión con Ángelo y ponerse de nuevo en la misión con Harley. Una
cosa a la vez, se dijo. En primer lugar, tenían que rescatar a Harley,
y luego Bill podría comenzar su campaña para ganar a su Ángel.
—Está bien —dijo Manny—. Charlie fue capaz de conseguir

algunos planos de la bodega, pero no sé lo bueno que sean. El
gobierno de América Central no es realmente grandioso en la
presentación de los permisos de construcción. Las cosas podrían
haber cambiado. Así que, mientras tengamos el diseño básico,
estaremos yendo a ciegas.
—Nada de lo que no hemos hecho antes —dijo Haus.
La esquina de la boca de Bill subió con la respuesta de Haus.

Miró a cada uno de los hombres que habían venido sólo porque él los
llamó. Ellos no habían hecho ninguna pregunta, no habían exigido
nada a cambio. Sólo vinieron a ayudarlo porque él lo pidió.
—Quiero agradecerles a todos por venir —dijo Bill—. Incluso si

no encontramos a Harley, significa mucho para mí que estén
dispuestos a dejar todo y venir sólo porque se los pedí.
124
STORMY GLENN
Doc y Reece se limitaron a asentir a Bill.
Manny sonrió.
Haus rodó sus ojos como si la idea de no venir fuera ridícula.
—Yo no sé sobre el resto de estos niñatos. —Wren se rió

entre dientes. —Pero yo tenía que venir, Bill. Tu hermano se negaría
a que se la ponga si no lo hiciera.
Los ojos de Bill se estrecharon. Él negó con el dedo a Wren.

—No quiero escuchar acerca de cómo estás corrompiendo a mi
hermanito.
—¿Yo? —las cejas de Wren se dispararon—. ¿Has enfrentado

a tu hermano?
—Está bien —dijo Manny cuando empezó a rodar el mapa hacia

arriba—. Vamos a cargar y salir. El plan es golpear la bodega a la
madrugada, al momento que el sol comience a subir. Por lo que
hemos podido saber a partir de la información que Ángelo nos dio,
se trata sólo de cuando empiezan a hacer los turnos de guardia. Si
tenemos suerte, podremos atraparlos con sus pantalones abajo.
Bill asintió y se puso de pie. Agarró el equipamiento táctico que

el equipo había traído consigo para él y empezó a ponérselo. No era
exactamente las cosas que habría tenido en una asignación de
encubierto, por lo que las había dejado en casa.
—¿Qué pasa con el bombón? —Haus preguntó mientras se

acercaba a Bill.
125
STORMY GLENN
—Es mío —dijo Bill mientras se giraba para mirar a Ángelo,

quien estaba en el otro lado de la habitación, tirando del equipo
adicional que Bill había solicitado para él. Él no iba a dejar que
Ángelo entrase en un tiroteo sin protección—. Simplemente no lo
sabe todavía.
—¿Ah, sí? —Haus se rió entre dientes.
—Él es nuestra próxima misión.
* * * *
—¿Cómo se ven las cosas allá arriba? —preguntó Bill a Wren
sobre el comunicador en su oído. Sabía que Wren estaba en el
último piso de un edificio vecino, mirando hacia abajo con el alcance
de su rifle francotirador.
—Moviéndose a mi orden —respondió Wren.
Bill vio como un silencioso disparo tiró a uno de los soldados

custodiando la puerta del edificio en que ellos creían que estaba
Harley retenido. Un segundo más tarde, el otro guardia cayó.
Ambos fueron sacados tan rápido, que ni el guardia fue consciente
de lo que había sucedido antes de que terminara.
—Muévanse —dijo Wren.
Bill corrió hacia la estructura del almacén en la parte

posterior de la propiedad, moviéndose bajo y rápido. Tan pronto
como llegó a la construcción, él se pegó de espaldas a la pared junto
a la puerta. Él dio al área circundante una rápida, entrenada mirada
126
STORMY GLENN
y luego dio luz verde para que el próximo hombre se moviera.
Ángelo corrió rápidamente a través del abierto espacio en el

suelo y puso su espalda contra la pared justo al lado de Bill. Haus,
Doc, y Reece aparecieron momentos después.
—Amontónense —Bill ordenó. El equipo militar se quedó casi en

la cima de cada uno, alrededor de una pulgada de la pared. Bill alzó
un puño, luego señaló a la cerradura de la puerta del almacén.
Conociendo la señal bien practicada, Haus corrió con los

cortadores de bloqueo, cortó la cerradura, y dejó caer los
cortadores a un lado. Tiró de la puerta con violencia, mientras que
Bill y el resto del equipo corrían dentro del edificio. Haus se
presentó después del último hombre apilado.
Bill disparó dos veces al primer hombre que vio entonces se

agachó detrás de una gran caja. El resto del equipo se puso a
cubierto junto a él. Bill sabía que más soldados pronto se
apresurarían por el sonido de su rifle de asalto.
El juego había comenzado.
Según Charlie, ésta era el área de almacenamiento en frío de

la bodega. La puerta en el otro lado de las cajas debía ser un pasillo
en el que los grandes barriles de vino se encontraban.
Y Harley.
Charlie también había señalado que la zona estaba

fuertemente custodiada y equipada. Del informe de vigilancia de
127
STORMY GLENN
Ángelo, más o menos doce hombres armados estaban en el edificio,

cuatro más custodiaban las entradas. Bueno, dos desde que Wren
los pasara.
Bill observó en sus alrededores. La sala de almacenamiento en

frío era lo que uno esperaría. Había grandes cajas apiladas por
todas partes, una pesadilla para ver si había alguien más escondido.
El fresco, ventilado aire acarició la piel de Bill. El más mínimo olor
de uvas rellenando la habitación.
—¡Desplieguen! —Bill mandó. Necesitaba éste espacio

despejado para romper la puerta del pasillo. Doc y Reece
comenzaron inmediatamente a moverse en direcciones opuestas, sin
apartar sus ojos de la longitud de sus rifles.
—¡Limpio! —Reece gritó.
—¡Limpio! —llamó Doc poco después.
Bill se movió directamente hacia el centro de la sala, en

dirección a la puerta en el lado opuesto de la habitación, la cual
sabía por Charlie que llevaría al pasillo. El equipo volvió a reunirse en
la puerta de la entrada.
Tan pronto como todo el mundo se apiló de vuelta, la puerta se

abrió en el momento que dos matones más corrían. Aunque Bill no
era aficionado a disparar a alguien en la espalda, actualmente era un
mal necesario.
¡Pop! ¡Pop!
128
STORMY GLENN
El rifle de Bill golpeó sus marcas. Ambos hombres cayeron al

unísono.
—¡Muévanse! —Bill ordenó mientras corría a través de la

puerta. Bill disparó directamente a través de un ángulo,
deteniéndose en sus rodillas, mirando hacia abajo al pasillo. Ángelo
se enganchó alrededor del marco de la puerta y se acercó de rodilla
frente a la dirección opuesta.
Manny fue directo a través del pasillo, deslizando una pequeña

cámara debajo de la puerta. Comprobando la pequeña pantalla en la
mano, le transmitió la información relevante para Bill. —Cinco
hombres. Uno por los barriles a la izquierda. Dos a la derecha
mirando la puerta. Miguel y Lou están hablando a alguien. —Manny
dejó escapar un pequeño grito de asombro de su normalmente
estoica cara—. Veo a Harley. Está en una silla en el medio de la
habitación. Esta muy mal herido, Bill.
—¡Joder! —susurró Bill, sobre todo para sí mismo—. Voy a

matar hasta el último de esos hijos de puta que golpearon a Harley.
—La puerta está… —Manny fue interrumpido por una serie de

disparos que venían desde Ángelo. Manny bajó y apuntó su rifle
hacia las escaleras al final del pasillo donde Ángelo estaba mirando.
Haus y Doc hicieron lo mismo. Cuando vieron que Ángelo había
disparado a un hombre en las escaleras, Manny terminó su
declaración. —bloqueada.
—Haus, puerta. Reece, granada aturdidora —Bill rompió.
129
STORMY GLENN
Ángelo y Bill se lanzaron contra la pared conectada a la puerta de la

bodega. Doc y Reece hicieron lo mismo. Haus manipuló un pequeño,
concentrado explosivo entre el mango y el marco de la puerta.
—Despejado. —Haus gritó mientras él se ponía en cuclillas

junto a la pared y cubrió su cabeza.
Bill levantó tres dedos.
Reece quitó el seguro.
Bill dejó caer su dedo anular.
Doc se tensó y levantó su arma.
Bill dejó caer su dedo medio.
Haus quitó el seguro en el gatillo del explosivo.
La mano de Bill se convirtió en un puño.
Haus bajó el pulgar sobre el botón para el C4.
La puerta se abrió de golpe. Ni un segundo más tarde, Reece

rodaba una granada aturdidora en la habitación. El equipo entero
miró a otro lado. Una fuerte explosión y una brillante luz más tarde,
el equipo corrió a la habitación, alternando izquierda y derecha
hasta que todo el mundo estaba, con rifles de fuego.
Los dos hombres que custodiaban la puerta fueron los menos

afortunados. Dos disparos en el pecho cada uno. Manny dejó caer al
hombre al lado de los barriles. Bill disparó a Miguel, mientras que
Ángelo disparó a Lou. Bill hizo una mueca cuando vio que su tiro sólo
130
STORMY GLENN
hizo volar al capo de la droga. Hubiera preferido matarlo.
—Doc, toma a Harley —dijo Bill mientras examinaba la

habitación por más sobrevivientes cuando el humo finalmente se
asentó—. Revisa si hay heridos.
Doc ya estaba allí, de rodillas al lado de Harley. —Él necesita

un hospital, Bill. ¡Ahora! Tiene quemaduras de piel y heridas de
pinchazos en sus manos y pies. Creo que ha sido lastimado varias
veces. No hay manera de que salga caminando fuera de aquí.
Bill oyó una risa ronca y miró al otro lado de la habitación para
ver a Lou allí de pie, con sus manos entrelazadas detrás de la
cabeza.
—¿De qué te ríes, Lou? —Ángelo preguntó en el tono más frío

que Bill nunca había oído del hombre.
—Harley va a morir —Lou respondió—. Disfruté bastante de

nuestro tiempo juntos, sin embargo. Sus gritos se han convertido en
mi pasatiempo favorito de música que no podría superar incluso el
más suave jazz. Frank Sinatra no tiene nada que hacer contra los
lentos gritos de dolor de Harley.
La sonrisa en el rostro de Lou hizo que Bill se estremeciera. El

hombre estaba verdaderamente enfermo. Empezaba a decir a
Ángelo que acabara con el hombre cuando vio que Lou sacaba algo
detrás de su espalda. Bill no pudo contener su rabia mientras
sacaba su pistola y le disparaba tres tiros a Lou.
131
STORMY GLENN
Dos tiros en el pecho, uno en la cara.
Nadie dijo una palabra mientras el cuerpo sin vida de Lou caía
al suelo, con una pequeña pistola plateada rodando de su mano.
—¿Dónde está Miguel? —Reece exclamó.
Bill miró a su alrededor y luego juró hasta por los codos. En

toda la conmoción, no se había dado cuenta que Miguel sólo recibió
una herida en el hombro, y se había deslizado fuera. El imbécil
había escapado.
—¡Bastardo! —Bill estaba más allá de enojado. Ahora no era el

momento para una persecución. Harley necesitaba ayuda. Bill fue
por su comunicador—. Wren, ¿cómo se ve nuestro escape?
—Miguel recogió a todos los que no fueron dañados y se fue en

una SUV negra. Bajé a otro guardia, pero Miguel se escapó.
—Entonces estamos despejados —dijo Bill a su equipo—.

¡Vamos a llamar por refuerzos y llevar a Harley al hospital!
132
STORMY GLENN
Capítulo 9
El corazón de Ángelo se sentía como un pesado plomo en su

pecho mientras observaba a Harley ser cargado en un helicóptero
de rescate militar. Doc saltó a bordo con él, y el helicóptero
despegó en el aire.
Su misión de rescate había tenido éxito hasta cierto punto.

Harley había sido encontrado y estaba incluso ahora en su camino a
una base militar donde sería estabilizado y luego volaría a los
Estados Unidos para un tratamiento médico más intenso y luego la
interrogación. Ángelo sabía que Harley recibiría la mejor atención
posible. Bill no permitiría cualquier otra cosa.
El resto de la misión había sido un éxito hasta la mitad. Habían

puesto un hueco importante en las operaciones de narcotráfico de
Miguel y bajaron a su hombre mano derecha junto con varios de sus
soldados. Las drogas incautadas en el interior de la bodega eran por
el valor de millones, millones a los que Miguel ya no tendría acceso.
Esa fue una victoria en sí misma.
Pero Miguel se había salido con la suya.
Eso hacía la misión incompleta. Después de ver lo que habían

hecho a Harley, Ángelo se juró a sí mismo que iba a realizar un
seguimiento de Miguel y eliminarlo así fuera lo último que hiciera. El
hombre era un monstruo.
El corazón de Ángelo subió a su garganta cuando un segundo
133
STORMY GLENN
helicóptero militar aterrizó y el resto del equipo de Bill subió a

bordo. Él sabía sin siquiera mirar a sus espaldas que Bill se dirigía al
helicóptero. La parte de Bill en la misión había terminado. La parte
de Ángelo estaba comenzando.
—Es hora que me vaya, Ángel.
Ángelo se tragó la protesta que inmediatamente vino a sus

labios. Él no quería decirle adiós a Bill. Quería pedir que el marine
se quedara con él y nunca se fuera. Y sin embargo, no podía. Sus
propias palabras golpearon contra su cerebro, haciendo su cabeza
doler.
Los últimos dos días habían estado llenos de peligro, intriga y

la mayoría de los momentos de infarto de toda su vida. Ángelo no
los cambiaría por nada. Los recuerdos de esos momentos robados
con Bill vivirían dentro de él por el resto de su vida.
Ángelo sólo deseó que ellos hubieran tenido más.
Se volvió lentamente para ver a Bill de pie a unos metros de él,

una triste sonrisa en su hermoso rostro. Bill parecía inquebrantable
mientras tomaba un paso hacia Ángelo, envolvió su mano alrededor
de la nuca del cuello de Ángelo y lo atrajo hacia sí.
El corazón de Ángelo se detuvo en seco y luego comenzó a latir

con frenética fuerza cuando Bill bajó la cabeza y tomó posesión de
su boca, besándolo lentamente y con ternura al principio, luego más
fuerte y más apasionadamente.
134
STORMY GLENN
Ángelo se fundió en los brazos de Bill. Sintió la explosión de

calor de la boca de Bill a la suya. Él le devolvió el beso, mordiendo
los labios de Bill con sus dientes. Podía sentir la respuesta de Bill en
cada movimiento de su cuerpo.
A medida que sus besos se volvieron más y más frenéticos,

Ángelo sintió el puño de la mano de Bill en su cabello. Bill reclamó
sus labios con un hambre que desmentía su calma exterior. Fue un
magnífico beso lleno de pasión y deseo, amor y reverencia.
Ángelo lo sintió todo el camino hasta los dedos de sus pies.
Cuando Bill finalmente levantó su cabeza, Ángelo se quedó

mirándolo un poco aturdido, sin saber qué pensar o incluso la forma
de pensar. Tuvo que luchar con sí mismo tanto como Bill en esta
destructora importante decisión. Tenía que quedarse aquí y
terminar lo que empezó, no importaba lo mucho que quería ir con
Bill.
—Yo no voy a dejarte ir. —Los dedos de Bill rozaron la mejilla

de Ángelo—. Volveré por ti.
Ángelo intentó responder, pero sólo pudo jadear en busca de

aire, sus ojos amplios con necesidad, deseo e indecisión. Sabía que
Bill haría exactamente lo que estaba diciendo. Bill tenía su propia
marca de honor, y nadie, ni siquiera Ángelo, le iba a disuadir cuando
tenía algo pegado en su cabeza.
—Adiós, Ángel.
135
STORMY GLENN
Mientras observaba a Bill alejarse de él y subir al helicóptero,

Ángelo apretó los puños para no ir detrás del hombre que estaba
muy malditamente seguro de que tenía una parte de él que ningún
hombre jamás había tenido.
Ángelo observó el helicóptero hasta que voló fuera de la vista,

y en lo profundo, la parte más secreta de su alma, él lloró. Bill se
había ido, y Ángelo no sabía si alguna vez volvería a verlo. A pesar
de las palabras prometidas de Bill, Ángelo sabía que no podría estar
de vuelta. Las cosas cambiaban cuando el peligro había
desaparecido. Los sentimientos cambiaban.
Bill podría no quererlo más una vez que llegara a su casa y

tuviera un tiempo para repensar las cosas. Ángelo sólo podía
esperar que él estuviera equivocado, que cualquiera fuera el vínculo
que había empezado a formarse entre ellos se mantuviera fuerte, y
que Bill regresara.
Mientras tanto... Ángelo miró a su alrededor al patio de la

bodega, la policía que corría de aquí para allá, y los hombres que
estaban siendo cargados en cualquier vehículo de forense o en la
parte trasera de los vehículos policiales. Mientras tanto, él tenía un
trabajo que hacer.
Ángelo necesitaba un teléfono, y no tenía ni idea de dónde

estaba el suyo. Él lo necesitaba para dar un informe a sus
superiores. Se dirigió hacia el jefe de la policía, un hombre que no
le gustaba. Ángelo había hecho su investigación sobre el hombre, y
él no parecía hacer mucho acerca del abrumador problema de la
136
STORMY GLENN
droga en su territorio.
Teniendo en cuenta que el hombre era el jefe de la policía de

toda la provincia, Ángelo sintió que él podría haber hecho un mejor
seguimiento del trabajo de Miguel Fernández o al menos ayudar a
mantener la mierda del capo de la droga fuera de las calles.
—Jefe, necesito acceso a un teléfono —Ángelo dijo cuando

llegó al hombre—. Tengo que hacer un reporte a mis superiores.
De la extraña mirada que el jefe le dio, Ángelo sabía que su

tiempo de trabajar encubierto en esta zona había terminado. El
jefe conocía su cara ahora. Bueno, él conocía el rostro de Ángelo de
antes, pero Ángelo había estado jugando el papel de un conejito
fiestero. Ahora, el jefe realmente sabía que Ángelo había estado
jugando un papel.
Eso no le daría a Ángelo una cordial bienvenida.
—Hay un teléfono en el cuartel general que puede utilizar —

dijo el jefe. Hizo un gesto con su mano hacia un viejo sedán
desvencijado—. Te voy a dar un viaje. Mis hombres pueden terminar
de limpiar aquí.
Ángelo no tenía ningún argumento para eso porque él sabía que

tenía que reportarse con sus superiores y hacerles saber lo que
estaba pasando. Él hubiera preferido quedarse alrededor de la
escena y supervisar.
Tenía preguntas para cualquiera de los matones que habían
137
STORMY GLENN
sobrevivido, específicamente la ubicación de Miguel Fernández. Él

tenía información sobre otros complejos de Miguel, así como la
forma en que la droga estaba entrando en los Estados Unidos.
Ángelo no estaría satisfecho hasta que tomara al hombre.

Miguel Fernández no sólo era un vendedor ambulante de drogas que
les robaba a las personas sus vidas. Era un hombre que causaba el
mayor daño posible en las personas que no podían defenderse.
Ángelo había sido testigo de algunos de los actos sucios del

capo de la droga. Había visto las secuelas en los demás. Si Miguel
continuaba con su reinado de terror, era imposible saber cuántas
vidas más destruiría.
Contra su mejor juicio, Ángelo se instaló en el coche del jefe y

esperó a que el hombre se uniera a él. Al no subir inmediatamente
en el coche, Ángelo se volvió para mirar al hombre. Frunció el ceño
cuando vio al jefe de pie a varios metros de distancia del vehículo,
hablando rápidamente con otro hombre.
Ángelo no estaba seguro de quien era el hombre porque no

llevaba uniforme, pero el jefe ciertamente parecía temerle. Estaba
gesticulando, y ni una sola vez, él miró a Ángelo. Había miedo en los
ojos del hombre mayor cuando sus ojos se encontraron.
El jefe rápidamente desvió la mirada y habló con el extraño de

nuevo. Después de un momento, él se acercó y se metió en el coche.
Ángelo mantuvo sus ojos en el desconocido hasta que se

alejaron, no le gustaba la forma en que el hombre los vio marcharse.
138
STORMY GLENN
—¿Quién era? —preguntó Ángelo, tratando de sonar informal

cuando era todo lo contrario. Sus nervios estaban disparándose,
adrenalina haciendo que su corazón latiera más rápido. Había algo
seriamente mal con este panorama, pero maldito si Ángelo podía
entender lo que era.
—Oh, nadie importante —dijo el jefe—. No es más que un

campesino.
Ángelo miró al jefe con absoluta incredulidad. Si ese hombre

era un campesino, yo me como mis zapatos. —Parecía muy molesto —
dijo Ángelo en vez de que realmente estuviera pensando—. ¿Hay
algún problema?
—Bueno, sí, todos esos disparos y las explosiones trastornaron

a sus vacas. Estaba haciendo una queja.
Eso sonaba bastante razonable, salvo que el hombre parecía en

nada como un granjero. Iba vestido muy parecido a muchos de los
hombres de la zona, vaqueros y camisetas. Pero había algo raro en
él. Ángelo simplemente no podía poner su dedo en la llaga.
Ángelo miró por encima del hombro una última vez. El hombre
seguía viendo el coche. Sólo que ahora, él estaba hablando por su
teléfono celular. Eso fue todo. Eso era lo que estaba mal. El hombre
podría estar vestido como uno de los lugareños, pero sus ropas eran
demasiado nuevas y demasiado de la ciudad. Ángelo apostaba a que
si él lo registrara, tendrían marcas de diseño también.
El hombre no era más un agricultor que lo que Ángelo era, lo
139
STORMY GLENN
que significaba que Ángelo estaba en un montón de problemas. El

arma que Bill le había dado a él había sido confiscada por las
autoridades después del tiroteo. Él no tenía otras armas sobre él
excepto su ingenio, y en ese momento, él estaba sintiéndose
claramente desarmado.
—¿Cuán lejos de la estación?
—Oh, no muy lejos —el jefe respondió mientras empezaba a

tamborilear con sus dedos el volante en un gesto nervioso—.
Deberíamos estar allí en unos pocos minutos.
¡Puras mierdas! Ángelo casi gruñó. La estación estaba por lo

menos a quince kilómetros de la bodega a través de los caminos
rurales.
Ángelo se dio la vuelta en su asiento y casualmente escaneó el

interior del vehículo, buscando cualquier cosa que pudiera usar como
arma. Nada de inmediato vino a él. Para un jefe de la policía en
América Central, el jefe era sorprendentemente limpio y
organizado.
Tal vez tenía TOC13.
Cuando el coche dobló una esquina y el jefe tiró a otro camino,

el corazón de Ángelo comenzó a latir un poco más rápido en su
pecho. El jefe ahora podría ser consciente del hecho de que Ángelo
era un agente de la DEA, pero no tenía idea de que Ángelo conocía
13
TOC: Trastorno Obsesivo Compulsivo.
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STORMY GLENN
toda esta zona como la palma de su mano.
Ángelo siempre tenía la costumbre de aprender todo lo que

pudiera de casi todas las áreas en las que él entraba en secreto. Le
gustaba saber qué esperar y cómo conseguir el infierno fuera si la
mierda golpeaba el ventilador.
Esta situación sin duda lo clasificaba.
El jefe sólo les había dado vuelta a un camino que los llevaría
en la dirección opuesta a la estación de policía. Por desgracia, se
dirigió en la dirección exacta del complejo principal de Miguel
Fernández.
Eso significaba que el jefe estaba tan sucio como Miguel, tal
vez incluso más en tanto fuera elegido por el pueblo en la zona para
mantenerlos a salvo. A cambio, estaba forrando sus bolsillos de la
ardua labor y sangre de la misma gente que se suponía estaba
protegiendo.
Y Ángelo estaría maldito si él acabara permitiendo ser llevado

en silencio para ser entregado a Miguel, especialmente no después
de la forma en que el hombre lo había mirado antes de que él y Bill
hubieran podido escapar. Miguel se aseguraría que Ángelo rogara
por su muerte antes de morir.
—¿Tiene agua aquí? —Ángelo dijo mientras se volvía y

comenzaba a mirar por encima del asiento a la parte posterior.
Gracias a Dios no había ningún asiento con cinturón—. ¿O tal vez
una cafetería? Estoy hambriento. No creo que haya comido nada
141
STORMY GLENN
desde ayer.
Ángelo movió la mitad superior de su cuerpo sobre la parte

superior del asiento como si estuviera tratando de buscar por
comida o agua. —Oh, bueno, yo creo que encontré algo. —Ángelo se
deslizó sobre el asiento tan rápido como él pudo, agradecido por una
vez que era más pequeño que un montón de gente. Podía oír al jefe
jurando desde el asiento delantero al aterrizar y luego se enderezó
y se dejó caer al piso detrás del asiento del conductor.
Preparándose para lo que estaba por venir, Ángelo envolvió su

brazo alrededor del cuello del jefe. Su estómago se encogió cuando
el coche se desvió y el jefe trató de salir de sus brazos.
—¡Detén el jodido auto! —Ángelo bramó mientras apretaba el

brazo alrededor del cuello del jefe.
Concedido, esto fue imprevisible, pero el jefe siguió

conduciendo. Ángelo apretó el brazo aún más fuerte. Cuando eso no
funcionó, se inclinó sobre el asiento y trató de agarrar el arma de la
pistolera del jefe.
El coche se desvió de nuevo. Ángel levantó la vista justo a

tiempo para verlos encabezados hacia una maraña de árboles y
arbustos. Se dejó caer detrás del asiento tan rápido como pudo, se
acurrucó en una bola, y trató de aflojarse.
Los siguientes segundos se prolongaron mucho más tiempo de

lo que deberían ser. Ángelo oyó al jefe gritar justo antes de que
todo su cuerpo fuera sacudido por la detención repentina del
142
STORMY GLENN
vehículo. Las orejas de Ángelo casi sangraban por el horrible sonido

del crujido de metal, cristales rotos, y gritos del jefe.
Y entonces se hizo el silencio. Era extraño y casi anticlímax.
El pecho de Ángelo exhaló, sus pulmones pidiendo aire

mientras se sentaba enroscado sobre el piso de los asientos
traseros. Ángelo tomó una respiración profunda y luego poco a poco
se subió a sus rodillas hasta que pudo mirar por encima de la parte
delantera del asiento.
—Oh maldición.
Al jefe no le había ido tan bien como a Ángelo. El hombre había

ido derecho a través del parabrisas delantero y al árbol, el mismo
árbol que la parte delantera del coche actualmente se envolvía
alrededor. Y él no estaba moviéndose.
Ángelo probó la puerta de atrás, pero estaba atascada. El

cristal de la ventana se había hecho añicos cuando el auto chocó
contra el árbol, así que deslizó la manga hacia abajo sobre su puño y
limpió el vidrio restante y luego salió con cuidado del coche a través
del marco vacío.
Él caminó con cautela hacia la parte delantera del coche, sin

estar seguro de que el jefe estuviera jugando al muerto o si estaba
realmente muerto. Una mirada a la sangrante cara del hombre y los
ojos vacíos respondieron a esa pregunta para Ángelo. Él tragó
mientras rápidamente se daba la vuelta, tragando varias veces para
abstenerse de vomitar.
143
STORMY GLENN
El jefe de policía no podría levantarse de esto.
Ángelo se dio la vuelta y comenzó a buscar a través de los

bolsillos del jefe. Él no estaba ni un poco sorprendido cuando
encontró un teléfono celular, o el rollo de dinero en efectivo. No se
molestó en contar, simplemente empujó el dinero en su bolsillo y
agarró la pistola del hombre.
Ángelo abrió el teléfono y marcó el único número que sabía de

memoria. Sostuvo el teléfono en su oreja mientras él comenzaba a
caminar por el bosque, con la esperanza de llegar lo más lejos de la
carretera principal como pudiera. Cuando no apareciera a
dondequiera que el jefe lo llevara, Miguel enviaría a alguien a
investigar. Ángelo no planeaba estar ahí cuando eso sucediera.
—Mamá, soy Ángelo —dijo tan pronto como escuchó la voz de

la mujer en el teléfono. —Necesito tu ayuda.
144
STORMY GLENN
Capítulo 10
Bill estaba comiéndose las uñas. Había pasado casi una semana,
y él no había oído hablar de Ángelo aún. Sabía que Ángelo tenía una
gran cantidad de cosas que atender, pero había estado tan seguro
de que iba a saber del hombre, aunque fuera sólo una nota o algo
así.
Ahora, él estaba con una desventaja. No sabía qué hacer. Su

instinto le decía que fuera a buscar a Ángelo. Su cabeza le decía
que diera al hombre un poco de tiempo, que Ángelo vendría a él. Su
corazón le decía que dejarlo fue la maldita cosa más estúpida que
jamás podría haber hecho.
—¿Pensando en tu Ángel de la guarda?
Bill se volvió para ver a su hermano de pie en el umbral. Envió a

Robby una débil sonrisa y asintió. —Debería haberme llamado por
ahora o enviado una nota o algo así.
La preocupación ensombreció los ojos de Robby. —¿Crees que

está en problemas?
—Con Ángelo, uno nunca sabe. —Bill sonrió y volvió a mirar a

una de las dos ventanas que había estado mirando por las últimas
horas—. Él se alimenta de estos retos. Yo realmente creo que le
gusta ir de encubierto sólo por el peligro.
—¿Un adicto a la adrenalina?
145
STORMY GLENN
—No —Bill frunció el ceño mientras trataba de presentar a

Ángelo en palabras cuando no existía ninguna—. A él le gusta
atrapar a los chicos malos, corregir los errores. Si él pudiera poner
a cada chico malo en el planeta tras las rejas, lo haría, incluso si le
costara la vida.
—Suena como tú.
Bill se rió entre dientes. —Sí, supongo que sí.
—Tú sabes, yo recuerdo cuando era más joven. Fue justo

después de que te fuiste para el entrenamiento básico. Estaba tan
enojado contigo por irte. Yo sentí como si me estuvieras
abandonando igual que mamá y papá lo hicieron.
—¡No! —Bill se dio la vuelta—. Yo nunca…
—Y entonces Padre vino a hablar conmigo —Robby continuó

como si Bill nunca hubiera hablado una palabra—. Él me llevó al
centro de un par de ciudades que se habían establecido para los
veteranos. Él me hizo sentar y hablar con ellos, escuchar sus
historias. Al principio, yo no entendía por qué Padre me querría
escuchando las horribles historias que estos hombres tuvieron
sobre la guerra, sobre todo porque acababas de unirte al servicio.
Bill se recostó contra el marco de la ventana, cruzando los

brazos sobre su pecho. —¿Él te lo explicó?
—No. —Robby se echó a reír—. Él me llevó a un viaje a la

Recordación del Holocausto, en Washington DC y luego al
146
STORMY GLENN
Cementerio de Arlington. Él me mostró fotos de lo que esos viejos

hombres habían descripto, y luego me mostró las tumbas de los
hombres que no habían llegado a casa.
Robby juntó sus manos detrás de su espalda mientras

caminaba para mirar por la otra ventana. —Me presentó a la gente
que se había salvado de esas atrocidades, la gente que se había ido
a vivir pleno, una rica vida. Me presentó a sus hijos y sus nietos,
personas que ni siquiera hubieran nacido, si no fuera por los
soldados al igual que los hombres en las instalaciones de los
veteranos.
Bill tragó saliva mientras las lágrimas obstruyeron su garganta.

—¿Y qué te hizo aprender de todo eso?
Los labios de Robby se curvaron mientras miraba a Bill. —Que

no sólo algunas cosas valen la pena para luchar, algunas cosas valen
la pena renunciar a tu vida de modo que otros pudieran tener las
propias.
—Sí. —No había mucho más que Bill pudiera decir. Robby lo
golpeó en la cabeza. Él hizo lo que hizo porque tenía que hacerlo,
porque había demasiada gente por ahí en el mundo que no podían
luchar por ellos mismos, por lo que Bill luchaba por ellos.
—Si tu Ángelo es algo como tú, entonces me imagino que eso es

lo que está haciendo. No es que él no quiera ponerse en contacto
contigo, sino que él no puede en éste momento. —Robby llegó cerca
y puso su mano en el hombro de Bill—. No pases por arriba de él,
147
STORMY GLENN
Bill. Dale algo para luchar, algo para volver a casa, para hacerle
saber por qué está luchando.
Bill suspiró y se frotó el puente de su nariz. —Tengo miedo de

que él no vuelva a casa, Robby. Yo, de todas las personas, entiendo
por qué tiene que hacer las cosas que hace. Tengo miedo de que uno
de estos días, no salga y nunca tendré la oportunidad de decirle lo
mucho que significa para mí.
—Él lo sabe.
Bill dejó caer su mano y levantó su cabeza para mirar a su

hermano.
—¿Cómo puedes saber eso?
Robby le dio a Bill la misma sonrisita que siempre le daba

cuando él sabía algo que Bill no. Al crecer, él había tenido las
impulsivas nueces de Bill.
—Él sabe de la misma manera que yo sé que me amas incluso

cuando tú no lo dices.
Bill tragó saliva. —Tú lo sabes, ¿verdad?
—Sí, Bill. Lo sé. —La sonrisa de Robby se hizo más amplia—. Te

amo, también.
Bill se retorció un poco por la intensa mirada de su hermano.

Nunca había sido muy bueno con las escenas emocionales, y desde
luego con las palabras emocionales, pero realmente amaba a sus
hermanos. Y él estaba muy malditamente seguro de que amaba a
148
STORMY GLENN
Ángelo, también.
—Me gustaría ser mejor en éste tipo de cosas, Robby. Yo

sólo…
—Está bien, Bill. Puede que no seas muy bueno en decir las
palabras, pero tú eres muy malditamente bueno para demostrarlas.
Nunca he dudado que tú o John Henry me amaran. Ambos siempre
se han ocupado de mí y se aseguraron de que yo estuviera a salvo,
que tuviera todo lo que quería de la vida.
Robby se echó a reír de repente mientras se alejaba. —

Infierno, ustedes dos fueron la razón por la que llegué a ser agente.
Yo no quise formar parte del servicio y ver el mundo, pero estoy
muy malditamente feliz protegiendo mi pequeño rincón de este.
Bill sonrió a pesar de la agitación rodando a través de él. —

Tres generaciones de infantes de marines y mi hermano pequeño es
el que decide ir contra la corriente. ¿Quién lo hubiera pensado?
—No me opondré exactamente al sistema, Bill. Acabo de ir

sobre él por una ruta diferente. —Tan pronto como las palabras
salieron de la boca de Robby, Wren apareció en la puerta. Robby
arqueó una ceja a Bill—. En lugar de convertirme en un marine, le di
a uno su hogar.
Bill no podía discutir con la lógica de Robby mientras veía la

preocupación desaparecer de la cara de Wren al segundo que vio a
Robby de pie casualmente en la habitación, ni un cabello de él fuera
de lugar. Wren estaba al otro lado de la habitación con Robby
149
STORMY GLENN
envuelto en sus brazos antes de que Bill pudiera parpadear. Cada

onza de tensión desapareció de Wren cuando Robby se apoyó en él.
—Hey, Wren. —Bill hizo una seña al hombre grande,

hipnotizado por ver a su hermanito producir tanta serenidad a un
hombre como Wren.
Bill había trabajado en el campo con Wren en muchas misiones.

Él sabía de lo que el hombre era capaz de hacer. No sólo Wren era
un francotirador de primera, él había tomado a más chicos malos de
los que Bill siquiera había concebido.
Bill sabía que matar a mucha gente, incluso porque fuera

necesario hacerlo, era un punto negro en el alma de una persona. El
hombre envuelto alrededor de Robby parecía estar en paz consigo
mismo, y con el mundo.
—Bill está preocupado porque no ha sabido nada de Ángelo. —

dijo Robby.
Wren miró hacia arriba. —¿En absoluto?
—No —respondió Bill—. Pensé que habría oído algo por ahora.
—¿Has hablado con Charlie?
Bill frunció el ceño, inseguro de saber adónde Wren iba con su

pregunta. —No, ¿por qué iba yo a hablar con Charlie sobre Ángelo?
—Charlie puede ponerse en contacto con los superiores de

Ángelo y averiguar dónde Ángelo está.
150
STORMY GLENN
Las cejas de Bill se dispararon. —¿Él puede hacer eso?
Wren se rió entre dientes. —No hay mucho que Charlie no

puede hacer.
Bill se apartó de la ventana y salió de la habitación sin decir

una palabra a cualquiera de los dos Wren o Robby. Si Charlie
pudiera averiguar dónde estaba Ángelo, Bill necesitaba hablar con
el hombre ayer.
Se dirigió directamente a la cocina, a sabiendas de que Charlie

estaba normalmente allí cocinando o limpiando o haciendo algún tipo
de proyecto de arte con Kenny en la mesa del desayuno. Cuando
encontró la cocina vacía, Bill se dirigió hacia el estudio. Cuando vio
que también estaba vacía, Bill comenzó a odiar lo grande que era la
casa de Charlie. Podría tomar una hora para buscar en todo el lugar,
las tres plantas enteras.
Bill comenzó a dirigirse hacia el salón cuando oyó voces

procedentes del porche delantero. Hizo una pausa y ladeó su
cabeza, y luego sonrió cuando escuchó el vivo timbre de Charlie.
—Lo encontré.
Bill corrió en la dirección de las voces, desacelerando cuando

vio a Charlie de pie en la entrada con su hija en sus brazos,
hablando con una pareja de hispanos mayores. Su corazón dolía
como si se fuera a detener golpeando a todos juntos cuando la
mirada se encontró con el mismo color marrón de ojos que había
estado soñando durante la última semana.
151
STORMY GLENN
—¿Ch-Charlie?
La cara de Charlie estaba pálida y apretada cuando se dio la

vuelta. —Bill, éste es el señor y la señora Dom…
El corazón de Bill se detuvo por completo. —Domínguez.

Ustedes son los padres de Ángelo.
La mujer asintió. Sus ojos angustiados rogaron a Bill por

esperanza.
—¿Tú eres Bill?
Bill asintió. —Yo lo soy.
—Madre de Dios.14 —La mujer se santiguó y luego corrió hacia

Bill, cogiendo sus manos entre las suyas. —Mi Ángelo, él llamó hace
varios días. Dice que está en problemas, y él quería que te
encontráramos y te dijéramos. Él dice que puedes ir a buscarlo
ahora. Él está listo para volver a casa.
* * * *
Bill se puso en cuclillas al lado del edificio, sus ojos
rápidamente explorando la zona en frente de él. Sabía que los
hombres detrás de él escaneaban el área detrás y junto a él. Su
trabajo consistía en limpiar el camino delante de ellos para que
pudieran moverse hacia el gran complejo al final de la calle.
Una vez que supo que su frente inmediato estaba despejado,
14
En el original, en español.
152
STORMY GLENN
Bill agitó su mano luego avanzó al punto siguiente, que pasó a estar
detrás de un quemado viejo coche. Mientras él se quedara abajo, él
no sería visto por los soldados a cargo de la torre de guardia en el
camino.
Fue difícil para Bill mantener el plan de Charlie y no

apresurarse al complejo, sobre todo sabiendo que Ángelo estaba en
el interior. Habían tardado tres días para localizar a Ángelo, y otros
tres para obtener su plan en el lugar.
Si la inteligencia que habían reunido era correcta, Ángelo

había estado prisionero de Miguel desde hace casi dos semanas.
Cualquier cosa podría haberle sucedido a él en ese tiempo. Había
visto la forma en que Miguel miró a Ángelo. Sabía lo que quería el
señor de la droga del agente. Cada terrible escenario que Bill podía
pensar se había filtrado a través de su mente hasta que Bill pensó
que iba a volverse loco.
En el momento en que su plan estaba en su lugar y se

preparaban para salir con la misión de rescate, Bill estaba tan
estresado que se sentía como si fuera a romperse en mil pedazos en
cualquier momento.
Bill se arrastró hasta la parte delantera del vehículo quemado

y se asomó por encima del oxidado capó. Desde su estratégico
punto, tenía una visión clara de lo cerrado del complejo al final de la
calle. Él recordó vivamente que la puerta se asentaba en medio de la
gran valla de ladrillo marrón que rodeaba la propiedad. Era por lo
menos de un metro ochenta y dos de altura.
153
STORMY GLENN
Además de la valla, había por lo menos diez cámaras de

vigilancia adentro y fuera del complejo. Un cajón de arena con una
ametralladora se había establecido en el tejado de la casa del
guarda, y guardias con perros y armas automáticas patrullaban el
mismo terreno.
Volver al complejo iba a ser mucho más difícil que salir de éste
como lo había sido. No sólo estaban tratando de entrar allí pero por
ahora, Miguel probablemente había subido sus medidas de
seguridad en respuesta al ataque a la bodega de su propiedad. Si él
fuera inteligente, estaría anticipando un ataque.
Pero, de nuevo, alguien lo suficientemente estúpido para tomar

a Ángelo Martínez una segunda vez era tan tonto como para pensar
que podrían estar a salvo en su pequeño mundo. Bill se aferró a esa
esperanza cuando él se deslizó a lo largo del borde del coche e hizo
su camino hacia el siguiente puesto estratégico.
Cuanto más se acercaba a la puerta del complejo, mayor

tensión comenzó a acumularse en sus músculos hasta que fueron una
apretada cuerda. Bill casi saltó fuera de su piel cuando sintió una
mano en su hombro. Él se sacudió con fuerza, levantando su arma,
dispuesto a apretar el gatillo hasta que vio a Manny en cuclillas
detrás de él.
Bill bajó el arma, dejó escapar un profundo suspiro y pasó su

mano por su cara. —¿Estás fuera de tu jodida cabeza? —susurró
—.Yo podría haberte matado.
154
STORMY GLENN
La fácil sonrisa habitual de Manny se inclinó en sus labios.

—No, hombre, nada va a pasarme. Tengo un cargamento de Pringles
llegando al final de la semana, y Dios no me dejaría morir antes de
que llegase allí.
Bill parpadeó, desconcertado por la obsesión de Manny con las

Pringles. Todo el mundo estaba desconcertado por la obsesión de
Manny con las Pringles, y el hombre se negaba a hablar de ello. Pero
tan cierto como Bill sabía que el sol estaría saliendo en la mañana, él
sabía que Manny tendría una lata de Pringles escondida en algún
lugar de su persona.
—¿Qué quieres, Manny?
Manny asintió al otro lado de la calle. —Wren por radio dice

que hay una puerta lateral en el complejo a unos cincuenta metros
más arriba del lado izquierdo. Dijo que sólo tiene dos guardias.
Podemos ir por ahí.
—¿Por qué no lo escuche? —Bill cogió el dispositivo de

comunicación en su oído. Rodó sus ojos cuando él lo sacó y encontró
que el dispositivo estaba apagado—. Juro por Dios... —Bill dio vuelta
la maldita cosa y la puso de nuevo en su oído—. ¿Dónde está la
puerta, Wren?
—Ya era la maldita hora de que estuvieras en línea, Bill, —

respondió Wren—. He estado gritándote durante los últimos cinco
minutos.
—Sólo dime dónde está la puerta, Wren.
155
STORMY GLENN
La profunda risa de Wren cruzó la línea. —Manténganse en la

parte izquierda de la calle. La puerta está escondida detrás de unos
arbustos a unos cincuenta metros desde su ubicación actual. Dos
guardias están patrullando el interior de la valla justo por dentro.
Una vez que estén en el lugar, yo los llevaré.
—Lo tengo. —Bill se volvió para mirar por la calle. Dos armados
guardias caminaban de un lado a otro delante de la puerta. Bill pudo
ver dos más que patrullaban justo en la puerta. Si se dirigieran
directamente hacia la calle, estaban seguros de que serían vistos.
Golpeó el botón de su dispositivo de comunicación. —Wren,

necesitamos una ruta suplente a la puerta. La visibilidad es
demasiado abierta de éste lado. —Los guardias los verían antes de
llegar a mitad de camino por la calle.
—Está bien, dame un minuto.
Esos minutos parecían que tardaban una eternidad. Bill estaba

listo para decir al infierno con él y correr a la puerta en el momento
que Wren volvió a la línea.
—Vuelve por dónde viniste al edificio diez metros detrás ti. Si

tú sigues el edificio hacia el lado izquierdo, hay un callejón que
conduce hasta el extremo más alejado de la puerta del complejo. Tú
estarás a descubierto desde el borde del edificio hasta la valla.
Bill hizo una mueca. Eso no era bueno. —¿Cualquier otra

manera?
156
STORMY GLENN
—Lo siento, hombre —respondió Wren—. Eso se ve como la

única ruta a menos que quieras ir al portón de entrada. Hay
soldados patrullando las otras calles.
—Está bien. —Bill hizo un gesto hacia el edificio detrás de

ellos con su cabeza—. Nos vamos por ese lado.
Manny se volvió y se abrió camino de vuelta por donde habían

venido, Bill siguiéndolo detrás. Se reunieron con el resto del equipo
en la esquina del edificio de color canela. Bill rápidamente expuso el
nuevo plan y a continuación tomó la iniciativa, moviéndose en silencio
a lo largo del borde del edificio hasta que llegó al callejón.
Se aplastó contra la pared y luego se inclinó alrededor de la

esquina para buscar el callejón. Estaba oscuro, pero no tanto para
que él no pudiera ver claramente al otro extremo. Botes de basura,
algunas cajas, y basura alineada a ambos lados del callejón. Una sola
luz en la entrada parpadeaba en el extremo del estrecho pasaje.
Bill se deslizó alrededor de la esquina. Manteniéndose bajo y

cerca del lado del edificio, se dirigió hacia el otro extremo. Él
mantuvo su pistola, explorando la zona en frente de él en repetidas
ocasiones mientras se movía.
Cuando llegó al final del callejón, Bill se acercó y desenroscó la

bombilla de la luz de la entrada hasta que se apagó, luego se agachó
hacia abajo en una posición en cuclillas y esperó al resto de su
equipo.
Manny tomó posición contra el edificio en el otro lado del
157
STORMY GLENN
callejón. Haus, Doc, y Reece apilados detrás de ellos. Bill buscó en la

zona abierta entre el callejón y la elevada cerca varios metros por
delante de él. Podía ver los guardias por el camino, patrullando. Y él
sabía que había un guardia con el control de la ametralladora en la
parte superior de la torre de guardia.
—Estamos en el lugar, Wren, —Bill susurró a su dispositivo de

comunicación. —Déjanos saber cuándo podemos pasar.
—Copiado.
La espera era insoportable. Bill usó cada pedacito de su

entrenamiento para permanecer en el lugar hasta que Wren le
dijera que podía moverse. Sabía que tenía que hacer esto como un
libro o perdería cualquier oportunidad que tuviera de llegar a
Ángelo y salvarlo.
Pero todavía quería correr al lugar.
No lo hizo.
—Bien —dijo finalmente Wren—. Muévanse de uno a la vez, a

intervalos de treinta segundos.
Bill miró a los otros miembros de su equipo para asegurarse de

que habían oído a Wren. Cuando todos asintieron, se tensó y esperó.
—Muévanse.
Bill se quedó abajo cuando él se tiró por el terreno

descubierto hasta el borde de la gran valla. Al segundo que llegó a
la valla, se tiró hasta una posición en cuclillas de nuevo y se apretó
158
STORMY GLENN
contra la fría, dura barrera de piedra.
Treinta segundos más tarde, Manny se unió a él, a

continuación, Haus, Doc, y Reece. Una vez que todos estuvieron en
contra de la valla, Bill pasó junto a los miembros de su equipo y
tomó el liderazgo una vez más, haciendo cuidadosamente su camino
a lo largo del muro de piedra a la puerta que Wren había encontrado
para ellos.
La puerta era pequeña hecha de negro hierro forjado. Y

estaba cerrada. Más allá de la puerta, Bill pudo ver a dos hombres
armados patrullando. Sabía que tendrían que ser lo más silenciosos
posible o serían escuchados.
Agitó la mano para que Haus se adelantara y se movió de

nuevo, lo que le permitió al hombre trabajar. Bill sonrió en silencio
cuando Haus sacó un pequeño conjunto de herramientas y pegó a
dos de ellas en la cerradura. No se había inventado una puerta que
Haus no pudiera abrir o explotar.
Cuando abrió la puerta, Haus la mantuvo cerrada hasta que

todo el mundo se puso en posición. Bill tomó el lugar justo al lado de
la puerta, planificando ser el primero de ellos en entrar en el
interior al segundo que Wren tomara a los dos guardias y Haus
abriera la puerta.
—Ahora —Bill susurró casi en silencio en el dispositivo de

comunicación.
Dos tranquilos golpes llenaron el aire, y los guardias cayeron al
159
STORMY GLENN
suelo. Haus tiró de la puerta de hierro, abriéndola. Bill corrió a

través de ella, alcanzando primero por el primer guardia muerto. Él
tiró de él hacia los arbustos cuando Manny hizo lo mismo con el otro
guardia muerto.
Una vez que los guardias estuvieron ocultos, Bill se puso en

cuclillas al lado de la valla y escaneó los terrenos interiores del
complejo de Miguel. La casa en sí estaba situada detrás de la
puerta. Una gran fuente asentada justo en el medio de un camino
circular.
La casa tenía todas las características de diseño de una escala

superior típica de una casa para la zona. Estaba hecha de estuco
bronceado y tenía grandes arcos abiertos que conducían a un porche
que iba a la parte trasera de la casa.
Bill conocía de la vigilancia previa que había un enorme patio en

la parte posterior con una piscina en el suelo, bañera de
hidromasaje, y cubierta de dosel en un área de comedor. Había
también tres puertas dobles de cristal separadas de la casa desde
el patio trasero.
Bill tenía la esperanza de utilizar una de ellas para entrar en la

casa, pero después de ver el número de guardias en el balcón del
segundo piso, sabía que tendría que cambiar esos planes.
Necesitaban una segunda ruta en la casa.
El garaje.
Bill sonrió. Alguien había dejado al descubierto el maldito
160
STORMY GLENN
garaje. Y esa era una ruta a la casa que él conocía bien. Bill hizo
señas al equipo entonces se adelantó, moviéndose a lo largo del
borde de la valla hasta que llegaron a una posición en el lado de la
casa, cerca del garaje abierto.
Esperó hasta que los guardias estuvieron mirando para otro

lado y luego se lanzó a través de la hierba y al garaje. Bill al
instante se dejó caer y escaneó para detectar cualquier signo de
movimiento. Cuando él no vio ninguno, dio el visto bueno para el
resto de su equipo y luego hizo su camino hacia la puerta que
conducía a la casa.
Cuando el resto de los chicos llegaron hasta él, Bill miró a

Reece y señaló la negra camioneta estacionada en el lado opuesto.
—Esa camioneta negra es a prueba de balas. Ve si puedes encontrar
las llaves o ponerla en marcha. Si tenemos que hacer una escapada
rápida, podemos tomar esa. —Bill rió casi en silencio, pero no pudo
contener su diversión—. Esa es la camioneta que Ángelo y yo usamos
la última vez que nos escapamos de aquí.
Reece sonrió y se alejó hacia la camioneta.
Una idea de último momento golpeó a Bill. —Reece —habló en

voz baja al dispositivo de comunicación—. Compruébalo en busca de
explosivos y dispositivos de rastreo. Si Miguel nos espera, podría
pensar que iríamos a la camioneta de nuevo para escapar.
Reece asintió y continuó avanzando hacia la camioneta, pero

Bill pudo ver que sus movimientos eran más cautos. Bill se volvió
161
STORMY GLENN
hacia la puerta que conducía a la casa. Al igual que cuando habían

violado la bodega, Manny fue a la puerta y deslizó una pequeña
cámara en el borde de la parte inferior. Comprobando la pequeña
pantalla en la mano, transmitió la relevante información a Bill.
—Despejado.
Bill asintió. Levantó un puño, y luego señaló hacia la puerta.

Haus giró el pomo y tiró de la puerta abriéndola. Bill y el resto del
equipo corrieron a la casa, en cuclillas con sus armas dirigidas hacia
la cocina. Haus se presentó después como el último hombre
amontonado dentro.
—¡Despliéguense! —Bill mandó. Doc y Manny inmediatamente

comenzaron moviéndose por el pasillo, sin apartar sus ojos de la
longitud de sus rifles, ya que comprobaban las dos habitaciones a
cada lado de la entrada del garaje.
Una vez que se le había dado la señal de todo despejado, Bill

se movió directamente en el centro del pasillo y se dirigió hacia la
escalera que conducía al segundo piso, y esperando, a Ángelo.
Mantuvo sus ojos en el lado extremo del pasillo, sabiendo que daba
a la cocina y que cualquiera podría salir en cualquier momento.
Cuando llegó a las escaleras, Bill se puso en cuclillas y mantuvo

su entrenada arma en la entrada de la cocina cuando Haus, Doc, y
Manny subieron las escaleras. Al segundo que estuvieron junto a él,
Bill se volvió y se apresuró a subir después de ellos.
—Los cuartos de Miguel se encuentran al final del pasillo —Bill
162
STORMY GLENN
murmuró, con la esperanza que todo el mundo pudiera oírlo cuando

estaba hablando de manera tan baja—. Debe haber por lo menos un
guardia en algún lugar del segundo piso. La habitación de Miguel
está a medio camino por el pasillo.
Suponiendo que Miguel no había cambiado las habitaciones, y

Bill dudaba que él lo hiciera. Miguel era lo suficientemente egoísta
como para creer que estaba a salvo en su pequeña torre de estuco.
Bill pasó junto a sus hombres cuando llegaron a la planta

superior. Señaló una puerta en el centro del corredor. —Esa es la
habitación de Miguel. —Él dijo justo antes de que comenzara a
moverse en silencio por el pasillo.
Cuando Bill se detuvo junto a la puerta, Haus lo rebasó y tomó

una posición en el otro extremo del pasillo. Una rápida mirada por
encima de su hombro le aseguró a Bill que Manny estaba en posición
en la parte superior de las escaleras. Quedando él y Doc a la
izquierda para irrumpir en la habitación.
Y Bill realmente esperaba que no necesitaran la ayuda de Doc

para más que una pistola adicional.
Bill comprobó el pomo de la puerta. Lo ajustó fácilmente en su

mano. Alzó dos dedos en el aire entre él y Doc y se movieron hacia
atrás y adelante. Doc asintió y se apresuró hacia la posición de
Manny.
Un momento después, Manny tomó el lugar luego de que Doc se

pusiera en cuclillas y deslizó la pequeña cámara bajo el borde
163
STORMY GLENN
inferior. Manny meneó la cabeza mientras la sacaba. Levantó un

dedo y luego lo puso horizontalmente.
Un cuerpo, acostado.
¡Maldita sea!
Bill levantó la mano y luego levantó tres dedos en el aire. Uno

por uno, él los bajó. Cuando el último dedo bajó, Manny abrió la
puerta. Bill entró corriendo en la habitación y hacia un lado,
escaneando rápidamente la habitación antes de que Manny incluso
se metiera dentro.
—Despejado —susurró Bill.
Un momento después, Doc y Haus se precipitaron dentro de la

habitación y cerraron la puerta detrás de ellos. Comenzaron a
buscar en la habitación, buscando posibles vías de escape y
amenazas. El corazón de Bill estaba en su garganta mientras con
cautela se acercó al cuerpo tendido tumbado en la cama. Las
lágrimas asomaron a sus ojos cuando se acercó un poco más y sus
peores temores volvieron a la vida.
Era Ángelo.
O por lo menos, estaba bastante seguro de que era Ángelo.
El desnudo hombre en la cama había sido golpeado tan

gravemente que su rostro era una masiva magulladura hinchada. Un
análisis rápido del cuerpo de Ángelo le dijo a Bill que el resto de su
hermoso ángel estaba más o menos de la misma forma. Rasguños,
164
STORMY GLENN
cortes y contusiones empañaba casi cada centímetro de la piel de

Ángelo. Lo que no estaba lastimado estaba cubierto en sangre seca.
Bill sintió una rabia en lenta combustión llenándolo cuando vio

la esposa de metal asegurada alrededor de su tobillo. La piel debajo
de ella estaba roja y en carne viva, sangrando. Ángelo, obviamente,
había luchado para liberarse con todo en él.
Bill comenzó a dar un paso hacia Ángelo cuando escuchó el más

pequeño susurro detrás de él. Se quedó inmóvil, con la esperanza de
que su equipo no lo hubiera seguido hasta el dormitorio.
—Él dijo que vendrías por él —una baja risa amenazante, llenó
el aire. —Yo casi no lo creía.
Miguel.
Bill apretó sus puños, queriendo desesperadamente conducirlos

al hombre detrás de él una y otra vez hasta que incluso su madre no
fuera capaz de reconocerlo. —Tú sabes que yo te voy a matar por lo
que le hiciste a mi Ángel, ¿verdad? —preguntó Bill mientras
lentamente se volvía a mirar a Miguel.
Miguel se rió mientras miraba más allá de Bill al cuerpo

acurrucado en la cama. —Él ya no es más un Ángel.
165
STORMY GLENN
Capítulo 11
Ángelo pensó que estaba alucinando cuando escuchó la voz de

Bill.
Había soñado con el hombre tantas veces desde que Miguel lo

había agarrado de las calles que ya no creía lo que veía o escuchaba.
No sabía cuánto era real y cuánto era su imaginación.
Pero él sabía que no se había imaginado a los tres hombres

fuertemente armados agazapados a las afueras de las puertas
dobles que conducían al dormitorio de Miguel. Ellos nunca habrían
jugado un papel en cualquiera de sus fantasías.
Cuando uno de los hombres se llevó el dedo a la boca, el signo

universal de silencio, Ángelo dio una pequeña inclinación de cabeza,
lo único que él tenía fuerza para hacer. Su cuerpo había sido
golpeado tanto, tan duro, y durante tanto tiempo que Ángelo apenas
sentía el dolor.
—Suelta el arma, Bill —Miguel ordenó, agitando el arma en su

mano hacia Bill—. Es Bill, ¿no es así? ¿O eres tú un agente
encubierto de la DEA como nuestro Ángelo? Mi hombre, Lou, dijo
que pensaba que te reconoció a partir de una foto que Harley tenía
en su billetera. Yo no estaba seguro de que fueras tú. Pero lo eras,
¿no?
166
STORMY GLENN
—Sí —dijo Bill mientras bajaba su arma al suelo.
—Eres un marine como Harley. —Miguel reflexionó—. Oh my15.

Yo siempre lo hago con un hombre en uniforme. ¿Eres tan delicioso
como Ángelo? Él fue muy bueno.
Los ojos de Ángelo parpadearon hacía Miguel y luego a lo que

podía ver de la espalda de Bill. Bill. Estaba aquí. Había venido por
Ángelo al igual que dijo que lo haría. Si Ángelo pudiera haber
saltado y besado al tipo, lo habría hecho.
—Pero eso ya lo sabías, ¿no?
Ángelo trató de inhalar tan lentamente como pudo cuando vio a

Bill volverse a endurecer. Inhalar bruscamente dolía demasiado
jodidamente mucho. Ángelo estaba bastante seguro de que al menos
dos de sus costillas estaban fracturadas, si no rotas.
Miguel había disfrutado verdaderamente trabajar en Ángelo.

El hombre había estado cabreado por que no sólo Ángelo lo había
rechazado y atado sus nueces, sino también por escapar. Él había
querido su venganza y lo había conseguido reduciéndolo a picadillo.
Sólo deseaba tener la energía para decirle a Bill que eso era
todo lo que Miguel le había hecho. Una pequeña sonrisa tiró de la
comisura de la boca.
Pero él tenía razón para sonreír.
15
Se deja el original. La traducción no tiene sentido real, sin embargo en inglés es una forma de evitar la
blasfemia religiosa.
167
STORMY GLENN
Miguel había estado especialmente molesto cuando golpeó a

Ángelo porque los lazos de plástico que Ángelo utilizó para atar las
bolas del tipo lo habían dejado inútil en el dormitorio. No importaba
cuántas veces Miguel había intentado hacer que su polla se pusiera
dura para que pudiera violar a Ángelo, ésta permanecía flácida.
Y Ángelo se había reído del imbécil cada maldita vez hasta que
los furiosos golpes de Miguel lo noquearon. Pero había valido la pena
cada infernal momento sólo para ver que el hombre perdiera el
control y saber que él lo había causado. Miguel no estaría violando a
nadie por un muy largo tiempo.
—Ángelo fue muy... uh... complaciente —continuó Miguel. La piel

de Ángelo se arrastró con disgusto por la lujuria que podía escuchar
en la voz de Miguel. El hombre estaba enfermo—. Vamos a ver cómo
de complaciente puedes ser, soldado. —Miguel movió su arma a Bill—
. Desnúdate.
—No. —Bill dijo categóricamente.
—¿No? —Ángelo sonrió cuando escuchó la sorpresa en la voz

de Miguel. Él seriamente dudaba de que el hombre esperara esa
respuesta—. Tengo un arma.
—Yo tengo más armas.
Ángelo no sabía si era por sus lesiones que hicieron que todo
después le pareciera como si estuviera ocurriendo en cámara lenta,
pero vio con una sensación de shock como Miguel se volvía para ver
a los tres hombres armados de pie en el umbral.
168
STORMY GLENN
Miguel dejó escapar un rugido indignado y se volvió con el arma

sobre Bill al igual que los tres hombres disparaban sus gatillos y Bill
volaba a la parte superior de Ángelo. Después de los tres suaves
estallidos, hubo un solo golpe y luego nada. Ni un sonido llenaba el
aire excepto una acelerada respiración.
—¿Ángel? —Bill susurró mientras rodaba a un lado y miraba

hacia abajo. Su mano se cernía sobre el lado de la cara de Ángelo
pero de ningún modo hacía contacto completamente.
Ángelo sintió que las lágrimas quemaban sus ojos mientras

trataba de sonreír a Bill. —Hey.
—Te dije que estaría de vuelta por ti.
—Yo tenía la esperanza de un ambiente un poco diferente.
—Sí, bueno. —Ángelo pudo ver lágrimas en los ojos de Bill

mientras sonreía—. Ya nos conoces a los marines. Proyectamos para
todo.
—¿Eso quiere decir que has descubierto una manera de salir

de aquí? Porque realmente me gustaría volver a casa.
—¿Cómo te sientes acerca de una casa llena de marines?
Ángel sabía que Bill estaba hablando de la casa que compartía

con sus amigos. —Suena perfecto. —En éste punto, Ángelo tomaría
un contenedor de basura con tal de que significara salir del
complejo de Miguel—. ¿Cómo?
—¿Doc? —Bill preguntó mientras miraba hacia arriba.
169
STORMY GLENN
Ángelo sonrió cuando la sonriente cara de Doc quedó a la vista.

—Hey, Doc.
—Hola, Ángelo. —Doc respondió mientras empezaba a

comprobar a Ángelo por encima. Ángelo dio un suspiro de alivio
cuando sintió desaparecer las cadenas alrededor de sus tobillos.
—¿Me puedes decir algo acerca de tus lesiones, Ángelo? —Doc

preguntó.
—Costillas fracturadas o rotas, al menos dos, tal vez más.

Definitivamente una conmoción cerebral. —La cabeza de Ángelo
seguía sonando desde la última vez que Miguel lo golpeara. El tipo
realmente parecía excitarse al ver los hematomas en el rostro de
Ángelo—. Algunos cortes en mis brazos y piernas por una hoja de
afeitar y quemaduras en el pecho.
Doc asintió y luego miró Ángelo directamente a la cara. —

¿Cualquier otra cosa?
Ángelo sabía lo que el médico de marines le estaba

preguntando, y se alegró de que él pudiera responder que no. —No
pudo conseguir levantarlo. —Una pequeña explosión de risa estalló
entre los labios de Ángelo—. El bastardo aún estaba lesionado de
los lazos que utilicé en sus nueces la última vez.
Las cejas de Doc se dispararon. —¿Tú ataste sus nueces?
—No debería haberme tocado sin mi permiso.
—Así es. —Doc volvió a comprobar a Ángelo, aplicando
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STORMY GLENN
ungüento y vendajes donde pudo. Agarró una jeringa y una pequeña

botella de medicamento de un recipiente transparente.
—Recuérdame de no molestarte.
—¿Es que me vas a noquear, Doc? —Ángelo preguntó mientras

observaba al hombre cargar la jeringa.
—No te va a noquear, pero va a hacer que no te importe lo que

viene después.
Ángelo tragó saliva. —¿Qué viene después?
—Tenemos que moverte, Ángelo.
—Maldita sea, sabía que ibas a decir eso. —Él también sabía
que iba a doler como el infierno. —¿Cuán rápido hace efecto?
—Alrededor de dos minutos.
—Entonces déjame hablar con Bill primero. —Ángelo tenía algo

que decirle al hombre y lo quería hacer antes de que él fuera
drogado por la medicación.
—Bill. —Doc gritó mientras daba un paso atrás—. Ángelo te

necesita.
El rostro de Bill apareció sobre la parte superior de Ángelo un

momento después. —¿Qué necesitas, Ángel?
—¿Me estás llevando a casa, cierto?
—Sí, Ángel, te llevo a casa.
171
STORMY GLENN
—¿A tu casa?
La frente de Bill se arrugó mientras fruncía el ceño. —¿Es eso

lo que quieres, Ángel?
—¿No has recibido el mensaje de mi madre?
El ceño fruncido de Bill se profundizó como si no pudiera

conectar los puntos que Ángelo estaba poniendo delante de él. —Sí,
tu madre vino a verme. Así es como supimos que estabas en
problemas.
—Quería decirlo cuando dije que estaba listo para volver a

casa. —Ángelo tragó saliva, rogando que no estuviera saliendo por
una rama que estaba a punto de ir a estrellarse contra el suelo.
—Tu casa... si la oferta sigue estando abierta.
Bill miró fijamente hacia abajo a Ángelo por un prolongado

momento, y luego una amplia, alegre sonrisa comenzó a extenderse
por su rostro. —Lo está, Ángel.
Ángelo cerró sus ojos cuando Bill se inclinó y colocó el más

dulce de los besos en sus labios. Cuando Bill se echó hacia atrás,
Ángelo abrió los ojos y sonrió al hombre, sabiendo que su mensaje
había conseguido llegar a través de Bill por las brillantes emociones
iluminando en sus oscuros ojos marrones.
—Está bien, Doc —dijo Ángelo sin apartar la mirada de Bill—.

Dispáreme.
Ángelo sintió un pequeño pinchazo en su brazo entonces unos
172
STORMY GLENN
minutos más tarde, la habitación comenzó a dar vueltas. En el

momento en que estuvo envuelto en una manta y Bill lo levantó en
brazos, Ángelo sólo pudo sonreír y apoyarse en el amplio pecho del
hombre.
—Hueles bien —Ángelo susurró mientras olfateaba al hombre.
—Y tú estás drogado. —Bill se rió entre dientes.
—Está bien. —A Ángelo simplemente no le importaba en ese

momento. A él no le dolía y estaba siendo sostenido por Bill. Su
mundo era casi perfecto.
—Es hora de estar en silencio, Ángel. Tenemos que colarnos de

nuevo fuera de éste infierno.
—Boom. —Ángelo rió burlonamente.
—Uh... —Bill frunció el ceño y miró a otra parte—. ¿Boom?
—Gabinete en el bar. —Ángelo balanceó su brazo ampliamente.

—Gran Boom.
—¡Santa jodida! Él no está bromeando, Bill —dijo Manny un

momento después—. Hay suficientes explosivos aquí para arrasar
todo el complejo.
—Gran Boom —Ángelo rió porque la idea de volar el complejo

de Miguel, de preferencia con Miguel dentro de éste, era
absolutamente histérico—. Los ahuyentara.
—Maldita sea, Ángel —Bill rozó sus labios en la frente de
173
STORMY GLENN
Ángelo. —Te amo.
—Sí, sí. —Ángelo abrió ampliamente sus ojos cuando miró a Bill
y el rostro del hombre se desvanecía dentro y fuera. Wow, se
sentía chiflado—. Amor, el amor de Ángel —dijo Ángelo con voz
cantarina mientras palmeaba el lado del rostro de Bill.
—Oh hombre, estás tan drogado. —Bill se rió entre dientes—.

Vas a odiarte a ti mismo cuando esto desaparezca.
—Hey, chicos. —Haus dijo—. Éste idiota sigue vivo todavía.
Los labios de Bill se curvaron para atrás mientras gruñía. —

Tráelo.
Las cosas pasaron en un borrón después de eso. Ángelo

recordaba ser empujado cuando Bill lo llevó fuera de la habitación y
hacia abajo por un tramo de escaleras. Él recordaba haber visto a
Reece cuando llegaron al garaje. Luego hubo una fuerte explosión y
ellos hicieron una loca carrera a través del complejo en uno de los
vehículos de Miguel.
Ángelo parpadeó cuando su vista del cielo cambió por el techo

del vehículo hacia el cielo nocturno y luego el techo de un
helicóptero. Bill sostuvo a Ángelo escondido en su pecho todo el
vuelo.
Cuando aterrizaron, Ángelo vio varias caras inclinadas sobre él,

caras que no conocía. Lo único que le impedía saltar de nuevo en el
miedo era la sensación de la mano de Bill envuelta alrededor de la
174
STORMY GLENN
suya. Bill todavía mantuvo su mano incluso cuando las luces

comenzaron a desvanecerse.
* * * *
Ángelo abrió sus ojos lentamente, la luz brillante en la
habitación le produjo una mueca de dolor. Él parpadeó varias veces
hasta que pudo mantener sus ojos abiertos sin dolor pasando a
través de su cabeza.
Antes de que él moviera un solo músculo, Ángelo percibió su

entorno. Las paredes eran blancas, el techo era blanco. Él podía
escuchar el sonido continuo de una máquina en el fondo.
La respuesta obvia era que él estaba en una especie de

hospital.
Bien, hora de hacer un balance del componente físico. Ángelo

movió sus dedos de los pies y luego levantó cada pierna. Todo
parecía estar en general trabajando en orden. Levantó un brazo y
movió sus dedos. Aquellos trabajaban.
Él comenzó a levantar el otro brazo y mover los dedos pero no

pudo.
Por un momento, el corazón de Ángelo latió un poco más rápido

en su pecho, y a continuación se dio cuenta que todo lo que tenía un
asimiento en él era cálido y suave.
No era un grillete entonces.
175
STORMY GLENN
Ángelo miró hacia abajo para ver una cabeza apoyada en un

brazo a su lado en la cama. Él sonrió, reconocería el hermoso pelo
marrón oscuro en cualquier lugar. Ángelo apretó la mano que lo
sostenía.
La cabeza de Bill se alzó. —¿Qué? ¿Huh? —Bill parpadeó

rápidamente hasta que sus ojos se posaron en Ángelo—. Ángel —
exclamó mientras saltaba a sus pies y se cernía sobre la parte
superior de Ángelo—. ¿Cómo te sientes? ¿Sientes algún dolor? Voy
por el médico.
—Bill. —Ángelo susurró con voz ronca cuando el hombre se

apartaba y se dirigía a la puerta.
—¿Sí, bebé? —Bill dijo mientras se volvía.
Ángelo se lamió los labios secos y susurró las palabras que él

nunca pensó que tendría la oportunidad de decir. —Te amo.
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STORMY GLENN
Capítulo 12
Bill sonrió a las enfermeras mientras llevaba un ramo de flores

y un manojo de globos de mejórate pronto por el pasillo del hospital
hacia la sala de Ángelo.
Después de que Ángelo había sido considerado lo

suficientemente estable como para ser trasladado, Charlie había
utilizado su influencia para conseguir que fuera transferido a un
hospital a sólo unos pocos kilómetros de la mansión. Bill estaba
ansioso por verlo. Su hombre había estado en el hospital durante un
mes, y ya era hora de llevarlo a casa.
Bill no estaba seguro de si Ángelo realmente quería ir a la casa

que compartían con John Henry y los otros, o a otro lugar. A pesar
de lo que dijo el hombre atrás en el complejo de Miguel, Bill no
sabía si Ángelo lo decía en serio. Ángelo había estado en un montón
de dolor y probablemente estaba muy agradecido por haber sido
rescatado. Eso no quería decir que quería pasar el resto de su vida
con Bill.
El no saber estaba conduciendo a Bill fuera de su mente. No

había dicho nada a Ángelo porque no quería presionar al chico.
Ángelo estaba bajo suficiente estrés desde otra dirección. Bill no
quería añadir más.
No sólo Ángelo se estaba recuperando del trauma de su

tortura a manos de Miguel, que incluyó varios huesos rotos y cirugía
177
STORMY GLENN
por una hemorragia interna, sino que había sido interrogado una y
otra vez acerca de su participación en la caída del señor de la
droga.
Desafortunadamente, Miguel había sobrevivido a sus heridas.

Después de ser extraditado a los Estados Unidos, Miguel se
encontraba detenido en un hospital militar bajo guardia mientras se
recuperaba. Una vez que estuviera bien de nuevo, iba a enfrentar
cargos por numerosos asesinatos, intimidación, extorsión, tráfico
de drogas, el secuestro y la tortura de un agente de la DEA, y todo
lo que al fiscal del gobierno pudiera ocurrírsele.
Él estaba prácticamente destinado a desaparecer de por vida,

incluso si hacía un trato. Bill hubiera preferido un pelotón de
fusilamiento o por lo menos diez minutos a solas en una habitación
con el hombre. Sólo uno de ellos habría salido de la habitación, y no
habría sido Miguel.
Bill se detuvo fuera de la habitación de Ángelo cuando oyó

voces desde dentro. Estaba nervioso. Podía admitirlo aunque fuera
sólo para sí mismo. Entrar en la habitación de Ángelo y descubrir si
el hombre realmente quería decir lo que dijo era más difícil que
tratar de entrar al complejo del capo de la droga.
El estómago de Bill estaba en tantos nudos que pensó que

podría vomitar.
—Soy un marine, maldita sea —murmuró para sí mismo

—. Nosotros no corremos del peligro. Corremos hacia él. —Bill dejó
178
STORMY GLENN
escapar un suspiro profundo y pegó una sonrisa en su rostro. Él

empujó la puerta abriéndola y entrando al interior.
—Hey —dijo Bill cuando encontró la habitación llena de

gente.—. Yo pensé que estaba viniendo para sacarte fuera de éste
lugar. No sabía que estaban haciendo una fiesta.
Se acercó a la cama de Ángelo. Rápidamente se inclinó para

acariciar sus labios antes de entregar a Ángelo las flores y globos
que había traído para él. Bill sintió un rubor llenar su cara cuando
Ángelo tomó los artículos, su ceja disparándose con sorpresa.
—¿Flores?
—Hay algo para ti en las flores.
—¿Ah, sí? —Ángelo llevó el gran ramo de flores a su nariz,

tomando una aspiración. Le disparó a Bill una mirada desconcertada
antes de buscar a través de los largos tallos. Bill sonrió cuando
Ángelo inhaló y lo miró devuelta otra vez.
Bill se encogió de hombros. —Hacía juego con tus ojos.
Ángelo se rió entre dientes mientras sacaba la pequeña pistola

del tamaño de una palma fuera de las flores. —Tú tienes el mejor
gusto en flores.
Era una pequeña pistola calibre 22 con un mango de madera del

mismo color marrón como los ojos de Ángelo. No mantendría a
Ángelo de ser atacado de nuevo, pero podía hacer que alguien se lo
pensara dos veces o al menos Ángelo lucharía por la oportunidad de
179
STORMY GLENN
escapar.
—¿Tú le compraste a mi Ángelo un arma?
Uh—oh. Bill tragó duro cuando se volvió para enfrentarse a la

madre de Ángelo.
—Sí, señora.
—¿Éste es el tipo de regalo que le traes cuando él ha estado

en el hospital?
Bill sacó las flores de las manos de Ángelo y se las tendió a la

mujer. —Yo le traje flores.
—¿Pero el arma?
Ángelo rodó los ojos. —Mamá, ya es suficiente.
—Ángelo, es un arma —dijo la mujer cuando se volvió hacia su

hijo. —¿Qué clase de regalo es ese? ¿Qué dice eso acerca de éste
hombre trayéndote un arma?
Ángelo sonrió mientras miraba a Bill. —Esto dice que Bill me

ama.
Bill entregó las flores de nuevo.
—Bill está tratando de asegurarse de que no me lastimen de

nuevo, mamá. —Ángelo nunca apartó la mirada de Bill mientras
hablaba—. Él me está dando algo que podría salvar mi vida.
—Pensé que estabas dejando todas esas cosas de espías
180
STORMY GLENN
—María Domínguez respondió.
—Yo lo hago.
La mandíbula de Bill cayó mientras sus ojos saltaban atrás y

adelante entre Ángelo y su madre. —¿Es verdad? —Su corazón
comenzó a golpear más rápido en su pecho—. ¿Estás dejando de ser
un agente de la DEA?
—Sí —Ángelo colocó las flores sobre la mesa portátil al lado

de su cama y luego cruzó sus manos sobre su regazo—. A partir de
esta mañana cuando mi supervisor vino, estoy oficialmente retirado
de la Administración de la Lucha contra las Drogas.
Bill estaría mintiendo entre dientes si decía que no estaba

emocionado por eso. Odiaba la idea de Ángelo volviendo de
encubierto, y no sólo porque llevaría al hombre lejos de él por
meses y meses sino por el peligro para Ángelo.
Casi perder a Ángelo una vez era más que suficiente.
—Así que, ¿cuáles son tus planes, entonces? —Bill preguntó

vacilante, deseando que estuvieran solos y no de pie delante de toda
la familia de Ángelo. No tenía idea de lo que les había dicho acerca
de su relación, o incluso si él les había dicho nada.
Bill había pasado la mayor parte del último mes viviendo

prácticamente en el costado de la cama de Ángelo, así que sabía que
sospechaban algo. Él sólo no sabía si entendían que tenía toda la
intención de llevarse a Ángelo a casa con él.
181
STORMY GLENN
—Bueno, yo empiezo a trabajar la próxima semana, así que creo

que deberías llevarme de vuelta a tu casa y ayudarme a conseguir
mis cosas instaladas en mi nueva casa.
—¿Trabajar? —Bill tragó saliva y el temor lo llenó. ¿Éste nuevo

trabajo de Ángelo lo llevaría lejos de él?—. ¿Tienes un trabajo?
Ángelo cogió un trozo de tela marrón lo empujó a su lado y la

sostuvo contra su pecho. La mandíbula de Bill cayó al reconocer la
camisa marrón. Se veía como una que John Henry y Robby llevaban
al trabajo.
—Sí. —Ángelo sonrió—. Ángelo Martínez, ayudante del sheriff.
Bill rió entre dientes mientras se inclinaba para besar a

Ángelo, toda la preocupación y la incertidumbre que se había
construido en su cabeza y corazón se desvanecieron. —Supongo que
eso tiene sentido. Tú eres un muy malditamente buen ángel de la
guarda.
FIN
182
STORMY GLENN
SOBRE EL AUTOR
Stormy cree que la única cosa más sexy que un hombre en
botas de vaquero es dos o tres hombres en botas de vaquero. Ella
también cree en el amor a primera vista, compañeros del alma, el
verdadero amor y los finales felices.
Generalmente puedes encontrarla acurrucada en la cama con
un libro en la mano y un perrito en su regazo, o con su portátil,
creando al próximo hombre sexy para una de sus historias. Stormy
da la bienvenida a los comentarios de los lectores.
183
STORMY GLENN

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Esta obra posee CONTENIDO HOMOERÓTICO, es decir tiene

escenas sexuales explícitas de M/M y por ello es solo apto para

Como grupo de traducciones, hacemos este trabajo sin ánimo de

lucro y como un hobby. Un trabajo que consiste en traducir un libro

del inglés al español, corregirlo y editarlo; todo ello lo mejor que

Para que podamos seguir beneficiándonos de la buena lectura y

para poder mantenerlo de forma segura y privada queda total

mente prohibido compartir ni hacer publicidad de nuestros libros

fuera de esta web.

Queda terminantemente prohibido modificar los archivos de los

proyectos del grupo.

El agente de la DEA Ángelo Martínez está molesto cuando le

―Hola, precioso. Siento llegar tarde. Mi coche tuvo un

El teniente William Patrick Harrison casi se olvidó dónde

Nunca lo había visto antes en su vida.

—No hay problema —respondió Bill de una vez, plenamente

El impresionante hombre en su regazo sonrió ampliamente,

El lindo pequeño individuo con el pelo corto y de color marrón

el camino antes de lamer su lóbulo de la oreja.

—Ángelo Martínez. DEA —murmuró el hombre en un tono sub–

Bill se puso rígido, apretando sus manos en las caderas del

Ni siquiera se tomó el tiempo para dejar a Ángelo abajo en sus

Al segundo que llegó al cuarto de baño y la puerta se cerró

Si hubiera podido poner sus manos para elegir un hombre para

Su cuerpo era un poco más del aspecto delgado que a Bill

Había una inclinación exótica en los ojos de color marrón

Ángelo se acercó y descendió una mano por el pecho de Bill

Los ojos de Bill se estrecharon. Echó un vistazo a la esquina

Ellos estaban siendo vigilados. Bill no sabía si era sólo vídeo o

—Tú sabes que no me gusta cuando llegas tarde y no me llamas.

De los labios de Ángelo salió una muy maldita buena imitación

Bill bajó la cabeza y deliberadamente miró al hombre,

Ángelo rodó sus ojos y siguió tratando de conseguir los

pantalones de Bill. Bill trató de pelear con él, manteniendo sus

Bill se congeló cuando escuchó la puerta del baño abrirse. Dio a

Una cabeza apareció sobre la parte superior del cubículo del

El hombre que colgaba sobre el cubículo del baño se rió entre

Bill reconoció al hombre voyerista como uno de los imbéciles

La boca de Ángelo era como magia. Los húmedos sonidos

y abajo de su erección, chupando duro, hacían que la polla de Bill

Por el pequeño destello de ira que podía ver en los ojos de

Tal vez sólo valdría la pena el abuso.

Ángelo fue lamiendo la polla de Bill como si fuera un bocado

¿Quién diablos sabía que una mamada al azar por un agente

Estaba bastante seguro de que el agente iba a hacer más que

Ángelo se arrodilló delante de Bill, agarrando sus caderas

mierda fuera de Bill teniendo en cuenta la situación.

Sin embargo, la visión del deseo de Ángelo mientras chupaba la

—Joder, hombre —dijo Lou desde el cubículo—. ¿Puedo

Antes de que su pene pudiera incluso terminar de pulsar, Bill

La cabeza de Lou se balanceaba mientras trataba de aflojar la

Bill acarició con su dedo sobre los labios de Ángelo. El hombre

—Eso estuvo bien, bebé —Bill sintió la comisura de su boca

curvándose cuando Ángelo lo miró, sus oscuros ojos color chocolate

—Tal vez podamos ir a casa y me lo puedas agradecer

Bill se sintió un poco extraño mientras metía su blanda polla de

Una vez que la polla de Bill estuvo metida de forma segura

Bill asintió, comprobando silenciosamente el cargador, luego

Ángelo pareció momentáneamente sorprendido por la acción, y

Lo único que pasaba por su mente era localizar la superficie

Tan agradable como el sonido era, de repente Bill recordó

Se sorprendió a sí mismo cuando él acarició sus nudillos sobre