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Lo que no sabemos

de los anticipos
Por Rosa Pascual

8 septiembre, 2020
Los anticipos son una forma de que el Gobierno tenga mejor
distribución en el flujo de sus ingresos y con ello hacer frente a las
obligaciones recurrentes del presupuesto. A pesar de ser tachados de
injustos, y de que “no se sabe cuánto voy a ganar para pagar un
impuesto que no sé si debo” hay una forma lógica detrás de la
determinación del monto que se determina a pagar.

Los anticipos siempre se calculan con los datos incluidos en la


declaración del impuesto sobre la renta (ISR) del año anterior. Es por
ello por lo que, para el primer año de cada negocio, ya sea de persona
física o jurídica, no existe la obligación de pagar anticipos, hasta tanto
presente su primera declaración jurada anual del ISR.

Entonces, sí partimos de la teoría de que los negocios, ya sea de


personas físicas o jurídicas, tienden a tener resultados similares o
mejores a los del año anterior, es fácil deducir que también el pago de
sus impuestos sería similar.

Por eso, para el caso de las personas físicas pagan de anticipo el mismo
impuesto del año anterior en tres cuotas: 50% en junio, 30% en
septiembre y 20% en diciembre.

En el caso de las personas jurídicas la regla es diferente. Muchos años


atrás era una práctica común declarar perdidas ficticias con el fin de
evitar el pago del ISR. Sin embargo, en el año 2006, la forma de cálculo
de los anticipos incluyo la consideración del monto de ingresos
declarados para hacer la estimación del monto mensual del anticipo a
pagar. Para hacer dicha estimación, primero se debe calcular el 1.5% de
los ingresos declarados y el resultado se compara con el monto del
impuesto pagado. El monto que sea mayor de divide por doce (12) para
obtener la cuota mensual de anticipo a pagar.
Volviendo a la teoría de que los negocios tienden a tener resultados
iguales o mejores a los del año anterior, debemos confesar que no
siempre se cumple y este año 2020 nos lo ha demostrado. Por suerte, la
ley contempla esta posibilidad.

En el artículo 314 del Código Tributario Dominicano se ofrece a los


contribuyentes la posibilidad de disminuir o hasta eliminar, bajo ciertas
circunstancias, el monto de los anticipos del ISR. Para ello es necesario
solicitar por los medios correspondientes la eliminación o disminución
de los mismos, aportando pruebas de que los ingresos o beneficios del
año han disminuido significativamente.

Para este año, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) se


adelantó al cúmulo de solicitudes y emitió las diversas resoluciones en
donde exoneraba a las mipymes del pago de anticipo mensual, bajo el
entendido de que, por la situación del covid-19 y el cierre obligatorio de
la mayoría de los negocios, era evidente, no solo la disminución de los
ingresos, sino las pérdidas que estarían reflejando las empresas al final
del año, ya que la mayoría tiene gastos fijos que cubrir.

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