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INTRODUCCIÓN
En general cabe catalogar esta investigación dentro de dos grandes grupos; las que estudian, casi
siempre escala de laboratorio, el fundamento de los procesos de corrosión y protección y las que
ensayan (sobre el terreno) metales y recubrimiento frente a las más variadas atmósferas.
Lógicamente debe existir una íntima relación entre ambos grupos de ensayos.
MARCO TEÓRICO
La acción de la atmósfera sobre los metales constituye una de los mayores problemas planteados
por la corrosión. Las pérdidas directas e indirectas motivadas por la llamada corrosión atmosférica
son enormes, lo que es lógico si se tiene en cuenta que la mayoría de los equipos y construcciones
metálicas operan al aire libre.
Ante la magnitud de esta cifra se comprende que cualquier ahorro que se consiga por medio de un
mejor conocimiento de los factores que influyen en la corrosividad de las atmósferas represente
una considerable suma de dinero, se llega a la conclusión de que podría ahorrarse cerca de un 25%
de los costes de corrosión con un mejor conocimiento de los fenómenos corrosivos.
Una parte considerable de los daños ocasionados por la corrosión a estructuras y equipos en la
atmósfera debe achacarse a la condensación de humedad durante el enfriamiento periódico del
aire. Pero también en atmósferas relativamente secas (no saturadas de vapor) puede producirse
condensación de agua sobre los metales a causa de los fenómenos de condensación capilar y
condensación química. La condensación capilar es posible siempre que la superficie se hallen
cubiertas por productos de corrosión o depósitos de partículas sólidas que forman poros y
resquicios capilares, la llamada condensación química.
Entre los factores externos que determinan primariamente la intensidad del fenómeno están: 1) la
vida de la película de electrolito sobre la superficie del metal, 2) la composición química de la
atmósfera (contaminación del aire con gases, vapores ácidos y aerosoles de agua de mar), y 3) la
temperatura ambiente
Predicciones de corrosión
Medidas anticorrosivas
Una de las posibilidades de lucha contra la corrosión es cambiar de material para la construcción
de un determinado componente o estructura metálica, por ejemplo sustituir el acero corriente por
un acero inoxidable.
Otra alternativa, las más práctica menudo es el empleo de recubrimientos protectores que aísla el
metal del medio agresivo, interponiendo algún tipo de Barrera entre ambos. En este caso las
opciones son muy numerosas, pues lo mismo se puede recurrir a recubrimientos orgánicos tales
como( pinturas, plásticos, grasas, etc); qué a recubrimientos metálicos (electrolíticos, por inversión
en baño de metal fundido, por pulverización, plaqueado, etc); qué recubrimientos de conversión
(anodizado, fosfatado, cromatado, etc).
Sin duda alguna, los recubrimientos de pintura ocupan el primer lugar en cuanto a utilización para
la protección de todo tipo de estructuras que operan en la atmósfera. Puede decirse que
aproximadamente el 90% de la superficie metálica están protegidas con recubrimientos orgánicos,
pero las pinturas se deterioran lentamente con el tiempo, planteándose el problema de su
mantenimiento periódico. No existe un mejor sistema de pintura sino una amplia gama de
alternativas para cada situación en concreto.
Puede decirse que en la corrupción de los metales participan tanto los factores meteorológicos,
que determinan la presencia y duración de las capas de humedad sobre la superficie metálicas,
como los factores de contaminación, que aceleran considerablemente el proceso corrosivo.
El valor de la HR sirve de referencia para saberlo cerca o lejos que está la atmósfera del estado de
saturación y puede expresarse como la relación (en tanto por ciento) entra la presión parcial de
vapor de agua en el aire (PH²0) y la presión de saturación del aire en vapor de agua (PS) a la misma
temperatura.
A excepción de unos pocos puntos de óxido, el acero dulce y otros metales no muestran
prácticamente corrupción durante bastante tiempo en atmósferas húmedas y puras, si bien al
añadirles algo de gas S0² el ataque se hace muy pronto ostensible. A cada metal le corresponde
una humedad crítica rebasada la cual la corrosión se intensifica enormemente en una atmósfera
contaminada.
HX= HR ambiental
Hc= valor de la humedad crítica ( humedad que una vez sobrepasada provoca una notable
aceleración del proceso de corrosión)
El espesor de la capa de humedad en la tabla 2.1 nos indica que van desde 0.01micra m y 0.1micra
m se alcanzan en las atmósferas con niveles de humedad de alrededor del 86% y 96% de HR.
en la realidad, la superficie metálica debe de hallarse humedecida para que funcionen los
innumerables micropilas locales responsables de la corrosión metálica.
Es conveniente aquí sin embargo insistir en la importante contribución de los periodos de lluvia,
condensación de Rocío y de exposición a la niebla en el tiempo total de una estación de la
superficie a la intemperie.
Numerosos trabajos coinciden en afirmar que la corrosión avanza principalmente durante los
periodos de humectación visible de la superficie metálica. A menudo, se admite un paralelismo
entre el número de horas de humectación y grado de corrosión. Por tanto, tiene una enorme
trascendencia práctica conocer el tiempo de humectación.
Es difícil precisar cuál de los fenómenos lluvia, rocío o niebla es más perjudicial desde el punto de
vista de la corrosión, la lluvia, aunque sea el que de modo más manifiesto moja la superficie
metálica, puede no ser el de peores consecuencias al limpiarla del polvo y contaminantes,
eliminando así una de las causas intensificadoras de la corrosión atmosférica.
Por otra parte la formación de rocío depende de la HR del aire y del cambio de temperatura.
Cuanto más seco el ambiente mayor ha de ser el descenso de temperatura que motive la
condensación de humedad; por el contrario, con una alta HR basta una ligera reducción de
temperatura para llevar la atmósfera al estado de saturación.
Por esta razón, la corrupción atmosférica en punto cercano a la orilla del mar (atmósferas
contaminadas por cloruros) puede acceder considerablemente a lo previsible en el caso de una
atmósfera pura.
El ataque del acero se acelera considerablemente cuando la concentración de so2 supera los
0.1mg/m³, de igual modo que se intensifique el deterioro de los recubrimientos protectores,
sistemas de pinturas, acero galvanizado, etc. Este nivel es fácilmente alcanzable en muchas
poblaciones, sobre todo en el invierno.
El agua de lluvia puede absorber so2 de la atmósfera durante su recorrido, dando lugar a la
denominada precipitación ácida, por dicho motivo el pH del agua de lluvia recogida en regiones
fuertemente industrializadas de Europa presenta valores francamente ácidos.
La acción del so2 sobre la corrosión de los metales, en particular del efecto combinado de este gas
y la humedad, es que en la atmósferas con 10 a 100 ppm de so2 la corrosión del acero no se hace
significativa, mientras la HR no supere el 68%, y si el contenido en so2 es de un ppm, hasta que no
rebase el 78%.
Los productos de corrosión sobre la superficie metálica (herrumbre en el caso del acero) dado que
favorecen la captación de agua y de contaminantes acelerando el proceso de corrupción.
Por otra parte los productos de corrosión del zinc no son tan efectivos en absorber SO2 como los
del hierro, menor es todavía la capacidad de absorción de SO2 para los productos de corrosión del
cobre y aluminio.
Una forma útil aunque con seguridad excesivamente simple, de explicar la corrosión atmosférica
del hierro en presencia del co2 es suponer que, después de la primera etapa de absorción del so2
sobre la herrumbre(Fe0 . OH), ocurre la formación de sulfato ferroso por la acción directa del s2 y
aire sobre el hierro.
Fe + SO2 + O2 FeSO4
Posteriormente se forma más herrumbre a partir de sulfato ferroso en presencia de humedad con
liberación de ácido sulfúrico.
Ya que él ha sido sulfúrico se regenera con consumo de agua, la corrosión del metal depende del
periodo de humectación superficial.
El depósito de partículas salinas sobre la superficie metálica acelera su corrosión, sobre todo sí,
como en caso de los cloruros, pueden dar lugar a productos de corrosión solubles en lugar de la
escasamente solubles que se forman en agua pura (por ejemplo, cloruro de hierro en lugar de
hidróxido)
Los iones de cloruro abundan en las atmósferas marinas, en las que la fuente básica de
mineralización la constituyen las partículas de agua salada, océanos y lagos salados. El viento
transporta desde el mar hacia la playa hasta 5 mg de sal por minuto y metro de Costa.
Contaminación salina y húmeda
Para que la sala acelere la corrosión es necesario que la superficie metálica esté humedecida
donde las partículas de NaCI sobre la superficie del hierro donde la corrosión empieza a notarse
cuando la HR alcanza el 70%, acelerándose notablemente a mayores humedades relativas.
Se se observa que la salinidad se deja sentir muy notablemente en la corrosión al ser la humedad
atmosférica media del 80% de HR.
Las partículas de sal y gotitas Sabinas de tamaño superior a los 10 micra m las que, depositándose
sobre la superficie metálica causan la corrosión, puesto que estas partículas se mantienen poco
tiempo en la atmósfera, la corrosión pierde por completo su carácter Marino tan solo unos pocos
kilómetros de tierra adentro.
El viento, arrastrando y pulverizando el agua del mar sobre los metales influye directamente en las
cifras de corrosión medidas, las cuales, son a su vez, función de la orientación de la superficie
expuesta respecto a la dirección del viento. A veces los datos de salinidad arrojan cifras
anormalmente elevados como resultado de temporales que, a pesar de su corta duración,
producen un fuerte depósito de sal.
No siempre el efecto del alejamiento del mar es tan acusado, pues depende de la topografía del
terreno, intensidad y dirección de los vientos dominantes, oleaje etc.
En la misma playa la corrosión puede reducirse de modo considerable con solo resguardar el metal
del aire Marino. Por lo mismo la elevación del metal sobre el nivel del suelo, influye en la
corrosión, por variar el número de partículas salinas que alcanzan la superficie metálica.
La corrección de la cara superior (mirando hacia el cielo) y de la cara inferior( mirando hacia el
suelo). Comprobando que la superficie dirigidas hacia el suelo permanecen húmedas más tiempo
que las que miran hacia el cielo, en especial en las regiones del interior no marinas, se ha
determinado que por un lado se alcancen antes y prolonguen más las condiciones favorables a la
formación y presencia de rocío en la cara inferior y por otro, que la lluvia sabe de sales marinas y
compuestos de azufre la superficie superior.
Corrosión del acero dulce
Como es bien sabido el acero es el material metálico hoy por hoy más empleados en las
estructuras que operan al aire libre. Se utiliza en la fabricación de Gran variedad de equipos y
grandes estructuras metálicas tanto por ser un material económico como por su notable
resistencia mecánica. Una gran parte del acero queda expuesto a la intemperie y a menudo en las
atmósferas fuertemente contaminadas, en la que la corrosión se acelera de modo considerable
respecto a la corrosión en un medio rural y limpio, si la agresividad del medio es grande será
aconsejable la aplicación de recubrimientos protectores pero en este caso los datos de corrosión
del acero sirven de referencia para la selección del tipo de recubrimiento que se aplicaría para
fijar la frecuencia de las operaciones de mantenimiento.
Por debajo de cero grados centígrados, cuando la película de electrolito está helada la corrosión
se detiene prácticamente pero conviene tener en cuenta que en la atmósfera muy contaminada
puede haber corrosión aún a menos 5 grados centígrados.
Cuanto más son las condiciones ambientales en la formación inicial de la capa de productos de
corrosión, más protectora parece ser esta.
Los aceros de baja aleación son aceros escasos contenido en carbono a los que se ha añadido uno
o varios de los elementos Cu,Ni,Cr,P,Si,Mn,Mo,etc. En cantidades por encima de las normalmente
presentes en los aceros corrientes, si bien, sin pasar por lo general del 1%.
En las estructuras no deberán presentar interficios, cavidades ni otros lugares donde pueda
estacionarse o estancarse el agua, pues la corrosión progresaría sin la formación de patina
protectora, tampoco es aconsejable el empleo de estos aceros desnudos en atmósferas interiores,
por la falta de ciclos alternados de humectación y secador necesarios para consolidar físicamente
la película del herrumbre.
Precisamente por ello bajo condiciones de fuerte contaminación por azufre, puede ser anti
económica la utilización de sin desnudo en la protección del acero y poco provechoso incrementar
el espesor de la sección de acero.
La velocidad de corrosión del cinc aumenta con rapidez del mismo modo que la contaminación
salina del aire a la aproximarse a la orilla del mar.
Los materiales de base cobre son muy estables en la atmósfera debido al carácter seminoble del
cobre y a la formación con el tiempo de delgadas capas protectoras ( pátinas) sobre la superficie
metálica. La composición química de la pátina corresponde principalmente a una sal básica de
sulfato de cobre.
La velocidad es típicas de corrosión del cobre de la familia de materiales base cobre pueden ser de
1.5 a 2.5 micrón m por año en una atmósfera industrial y de 0.7 a 1.5 micrón m por año en una
atmósfera marina.
Influencia de la humedad
Lo mismo que otras veces, son factores decisivos en la corrosión atmosférica del cobre, la
humedad, el anhídrido sulfuroso, e ion cloruro.
La velocidad de corrosión del cobre aumenta al estar contaminada la atmósfera por cantidades
importantes de ese So2. Lo mismo pasa con latones y bronces.
Es necesario alcanzar un nivel mínimo de so2 en la atmósfera para que este contaminante influya
significativamente en la velocidad de corrosión. Ese nivel en el caso del cobre parece situarse, igual
que con El cinc, en los 0.62 a 0.68 mgSO3/dm². Día.
Los datos de la bibliografía referentes a la corrosión atmosférica del cobre referencia a diversos
lugares del mundo, muestra que la velocidad de corrosión de este metal tiende a disminuir
lentamente en función del tiempo, sobre todo en los primeros 5 a 10 años.
El aluminio es uno de los metales más utilizados en competición con los aceros, y su empleo se
extiende cada vez más en los amplios campos de la arquitectura, transporte y obras públicas
donde el medio corrosivo es la atmósfera. A diferencia de lo que ocurre con el acero dulce, cinc o
cobre, en el que la corrosión motiva una pérdida general de espesor del material, la corrosión del
aluminio suele ser de tipo localizado, donde hay pérdidas de peso por unidad de superficie.
Influencia de la humedad
Es bien Sabido que sin humedad no hay corrosión, pero el efecto de esa variable época
consideración ciudad un niño queda expuesto atmósfera puras, en realidad la corrosión del
aluminio radica y depende primordialmente de que la atmósfera este contaminada (por lo general,
por anhídrido sulfuroso o cloruros)
La cantidad de so2 absorbido sobre la superficie del aluminio aumenta de modo marcado con la
humedad, con formación de ácido sulfúrico que causa la destrucción de la delgadísima película
natural de óxido que espontáneamente recubre hay metal y provoca una aceleración del ataque.
Las pérdidas por corrosión en una atmósfera contaminada por cloruros, te multiplicaron por 6
para el aluminio, en tanto qué solamente se duplicaron en el caso del hierro o triplicaron
tratándose del cinc.
Los iones cloruro tienden a perforar y destruir las películas naturales del óxido que protegen al
aluminio.
Un componente metálica podrá alcanzar una prolongada vida en servicio bajo condiciones de
exposición en la atmósfera únicamente si resiste al acción de este medio. Es obvio que está acción,
aún cuando moderada, llegué ocasionar con el paso del tiempo graves daños a las estructuras
proyectadas para durar muchos años.
Entre los metales y aleaciones que en principio no necesitan protección especial y cuyo precio es
asequible tenemos:
Aceros inoxidables, aceros patinables y de baja aleación, aluminio y sus aleaciones, cinc y acero
galvanizado, cobre y sus aleaciones, plomo
En general los aceros pueden clasificarse dentro de los siguientes tres grandes grupos: aceros
inoxidables, virtualmente inatacados frente a la mayoría de las atmósferas y condiciones, aceros
de baja aleación, que se corrió en lentamente en la atmósfera y aceros ordinarios, sin propiedades
especiales que eviten una continua formación de herrumbre.
El acero patinable no posee las propiedades de alta resistencia a la corrosión del acero inoxidable,
pero puesto que se corroe unas tres o cuatro veces más lentamente que el acero corriente, puede
proporcionar una solución económica y práctica para el proyecto de grandes estructuras
exteriores.
Se debe tener presente que toda reducción de espesor puede mermar la vida de la estructura a
menos que mejore proporcionalmente la resistencia a la corrosión, un ejemplo de esto es el
aluminio y sus aleaciones dado que se utilizan cada vez más en estructuras y construcciones de las
más diversas índole, pero un problema técnico es su resistencia mecánica inferior a la del acero y
un problema económico es su precio algo más elevado,
Por otra parte la resistencia a la corrosión atmosférica del aluminio se hace mayor si se protege el
metal con un recubrimiento anódico de óxido.
CONCLUSIÓN
En este informe se ha logrado abordar cuál es la importancia general de la corrosión atmosférica y
sus diferentes variantes, así mismo como observar sus variables y el mecanismo de la corrosión
frente a los cambios de temperatura, la humedad, la contaminación atmosférica, la composición
del metal, etc. También se ha podido observar las predicción de la corrosión y cuáles son los
factores determinantes que influyen en ella y de esta manera determinar la mejor medida
anticorrosiva que se adapte mejor a nuestro metal y condiciones ambientales.
Por otra parte a quedado explicado el proceso y acción del anhídrido sulfuroso, así como el
mecanismo de actuación del SO2, en el caso de los cloruros también podemos observar que los
iones de cloruro al abundar en las atmósferas marinas, debemos tener en cuenta el papel que
juega el viento en estás condiciones, Dada su capacidad de transportar elevadas cantidades de
salinidad.
También se ha estudiado la corrosión del acero dulce, acero de baja aleación, cinc, cobre, aluminio
dónde se evalúan los diversos factores que influyen en cada uno de ellos pero observando un
patrón muy similar entre los cuales destacan la humedad, temperatura y contaminación climática.