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Corrosión: Puede ser definida como el deterioro de un material a consecuencia de un ataque químico
por su entorno. La corrosión es un fenómeno espontaneo con que un producto metálico se degrada
tecnológicamente en forma gradual, por reacción química o electroquímica con el medio ambiente que lo
circunda.
Se llaman agentes agresivos a aquellos que producen la corrosión, estos pueden ser: la
atmósfera, el agua de mar, el aire húmedo, los vapores ácidos, etc. Otros factores, como esfuerzo
mecánico y erosión también pueden contribuir a la corrosión.
Razones termodinámicas motivan que los metales obtenidos a partir de sus minerales en la
naturaleza tiendan, en su uso normal, a volver al estado combinado.
El fenómeno de corrosión se extiende a todos los materiales; pero solamente se tendrá en cuenta
la corrosión metálica. Todos los metales pueden ser usados siempre que su velocidad de deterioro sea
aceptablemente baja. De este modo en corrosión se estudia la velocidad con que se deteriora los metales
y las formas en que dicha velocidad puede ser controlada.
Las características corrosivas de ciertos productos y medios constituyen un riesgo para los
bienes materiales y las personas.
Desde la perspectiva industrial, la corrosión de los materiales es una causa de accidentes
frecuentes y por tanto es de interés conocer los fenómenos y formas de prevención de éstos así como
evitar reducciones en la vida de equipos y estructuras.
Para que los problemas de corrosión puedan ser estudiados con algún provecho necesitamos
actualmente una estrecha colaboración entre
El daño provocado por los fenómenos de corrosión es enorme. En cifras generalizadas podemos
considerar que alcanza a representar del 3 a 4% del PBN.
Los materiales sufren daños principalmente produciendo pérdidas en sus propiedades mecánicas
de resistencia, lo que da lugar a cambios en la geometría de las estructuras y componentes que les
hacen perder la función para la cual estaban determinadas, ocasionando:
Pérdidas directas:
Reemplazo de una estructura corroída.
Mano de obra requerida para su instalación
Perdidas indirectas: Estas son las más difíciles de evaluar, las más comunes son;
La corrosión afecta a todos los materiales cualquiera que sea el tipo de actividad o sector que se
considere. Los plásticos pueden hincharse o agrietarse y romperse; la madera, abrirse o pudrirse; el
granito, erosionarse, y el cemento Portland, lixiviarse. Los daños causados por medios físicos no se
denominan corrosión sino erosión, abrasión o desgaste. En algunos casos, el ataque químico va
acompañado de daños físicos y entonces se denomina corrosión-erosión, desgaste corrosivo o corrosión
por fricción.
Primera Ley: El material depositado o desprendido en los electrodos al paso de una corriente es
proporcional a la Cantidad de Electricidad.
Segunda Ley: Si por una serie de cubas electrolíticas circula la misma cantidad de electricidad, la masa
depositada o desprendida en cada electrodo es proporcional al equivalente químico de la sustancia.
m ~ Eq
Donde:
F = Constante de Faraday
F = 96500 Coul
Dado que la corriente eléctrica está constituida por un flujo de electrones, es posible utilizar
reacciones químicas para generar energía eléctrica y, a la inversa, aprovechar la corriente eléctrica para
inducir reacciones químicas.
En el segundo caso nos estamos refiriendo a las electrólisis. La producción industrial de muchos
metales como sodio, aluminio y cobre, está basada en la utilización de la energía eléctrica para reducir
los iones metálicos positivos al metal elemental.
La producción de electricidad mediante reacciones químicas transcurre en las denominadas
células o pilas electroquímicas. Las pilas para linternas radios, calculadoras, etc.; la baterías para
automóviles, hacen uso de las reacciones químicas para producir electricidad.
La corrosión de los metales es una consecuencia de procesos de oxidación - reducción, la
química de la corrosión está muy relacionada con las células electroquímicas.
Corrosión electroquímica: A temperatura ambiente la forma de corrosión más frecuente y más seria es
de origen electroquímico, este tipo de corrosión implica un transporte de electricidad a través de un
electrolito es decir medio iónico. En los procesos de corrosión electroquímica circulan, sobre el material
expuesto a corrosión, corrientes eléctricas. Se demostró que durante la corrosión se cumplen las leyes de
Faraday.
Los factores responsables de la corrosión electroquímica hacen que en el metal existan zonas de
diferente potencial, es decir aparecen zonas anódicas y zonas catódicas (microelectrodos) que
convierten al cuerpo metálico junto con el medio agresivo en un gran conjunto de micropilas
electroquímicas. Estas micropilas originan una corriente eléctrica local con la existencia de un flujo de
electrones a través del metal entre la zona en donde se produce la oxidación (ánodo) y la zona de
reducción (cátodo).
El medio agresivo puede ser la delgada capa de humedad que casi inevitablemente recubre a
todo cuerpo expuesto al aire atmosférico.
Entre las heterogeneidades del metal que constituyen la causa más frecuente de corrosión
electroquímica pueden distinguirse:
Los métodos anteriores se relacionan fácilmente si se conoce la densidad del metal que se está
evaluando.
𝑴𝑨𝑺𝑨
UNIDADES DE PRIMER METODO:
𝑻𝑰𝑬𝑴𝑷𝑶 𝒙 𝑨𝑹𝑬𝑨
Si dividimos por la densidad del metal: MASA / VOLUMEN; obtenemos una nueva expresión en las
unidades del segundo método.
𝑳𝑶𝑵𝑮𝑰𝑻𝑼𝑫
UNIDADES DEL SEGUNDO METODO:
𝑻𝑰𝑬𝑴𝑷𝑶
Es de recordar que las expresiones descriptas tienen un SIGNIFICADO PRACTICO, si se refiere
a un proceso de CORROSION GENERALIZADO Y UNIFORME. Si se trata de proceso de TIPO
LOCALIZADO nos puede dar una idea de la velocidad de corrosión, pero debe ser evaluada con otros
métodos (ópticos, físicos, etc.) y no por métodos ponderables que se basan en la variación de peso.
Basándose en las leyes de Faraday que establece que se necesita 96493 culombios (un faradio), para
disolver o depositar un equivalente gramo de cualquier elemento. Y como un Amperio=Coul/seg, es fácil
hacer la conversión de densidad de corriente a velocidad de corrosión.
+2 -
EJEMPLO: Si una chapa de hierro se disuelve según la reacción Fe Fe + 2e , a una densidad de
2
corriente de 1 A/cm , se tiene que el peso equivalente del Fe = 27.8 gr.
Es decir V = i / n*F
Donde:
2
V= velocidad a la cual transcurre una reacción electroquímica. (moles/cm *s)
2
i= densidad de corriente (A/cm )
F= constante de Faraday (coul/equiv)
n= (equivalente/mol)
Esta velocidad de reacción, puede ser transformada en velocidad de corrosión o pérdida de peso,
multiplicándola por la masa atómica (A) del elemento en cuestión.
3
De la misma manera teniendo como dato la densidad del hierro = 7.86 g/cm , es posible calcular la
velocidad de penetración del proceso de corrosión.
Cuando una reacción química sucede espontáneamente, libera energía. Este tipo de energía
puede ser empleada parcialmente para efectuar algún tipo de trabajo, y es la energía libre G. Si el
cambio de energía libre en una reacción es igual al trabajo reversible total que se puede realizar, esto se
puede representar de la siguiente manera:
— G = W
W es cualquier tipo de trabajo, por ejemplo eléctrico, de expansión (en motores de combustión
interna), gravitacional, etcétera.
Durante la corrosión hay transporte de cargas eléctricas. Es obvio que tuvo que existir un trabajo
para transportarlas. A este trabajo se le llama trabajo eléctrico y se le define como la carga total
transportada (por ejemplo: dos electrones por molécula de hidrógeno formada en un proceso de
reducción) multiplicada por la diferencia de potencial existente entre las dos fases, es decir, Eº. Se tiene
entonces que:
— G= n*F*Eº
𝜟𝑮 < 0
Observamos que la condición de espontaneidad (ΔG < 0) corresponde a la reacción total, a la
cual le corresponde una cierta fuerza electromotriz (f.e.m.) dada por la siguiente reacción:
− 𝜟𝑮
Erev =
𝟐𝑭
Si el proceso está escrito en términos de una pila donde por convención se pone a la derecha el
polo positivo (+) y a la izquierda el polo negativo (-), cuando el 𝛥G < 0, será Erev > 0, por lo tanto:
CELDA ELECTROQUIMICA
Si ahora se unen los dos electrodos con un conducto eléctrico de baja resistencia, comenzarán a
circular electrones por dicho conductor y se observarán reacciones en ambas hemiceldas: sobre el
electrodo de cobre se observará un depósito de cobre metálico y el electrodo de zinc se disolverá, es
decir, ocurrirán simultáneamente las hemirreaciones siguientes:
+2 -
Cu + 2e Cu
+2 -
Zn Zn + 2e
Conociendo los valores de los potenciales normales, es posible predecir este comportamiento realizando
los siguientes pasos:
NOTA: Si se hubiese supuesto que el cobre se oxida y el zinc se reduce, el cálculo de E daría -1.105 V,
con lo que la variación de la energía libre (G) sería positiva, indicando que las reacciones no son
espontáneas en el sentido supuesto.
Como regla general cuando se unen dos electrodos con potenciales diferentes, el que tenga el
potencial más bajo actuará como ánodo (se corroerá, dando la reacción de oxidación), mientras que el
que tenga el potencial más alto actuará como cátodo (dará la reacción de reducción).
La tabla de potenciales normales es el resultado de equilibrios termodinámicos, y es todo lo que
puede decir la termodinámica respecto al comportamiento de los metales. Para tener una visión más
completa de todos los procesos que ocurren en la práctica se deben estudiar los aspectos cinéticos de
estos procesos electroquímicos.
En este momento, es preciso resaltar el significado práctico del potencial de equilibrio Eeq.
Ha dicho potencial, las velocidades de las reacciones de la ecuación
n+ -
Me + ne Me
Son iguales tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda, por lo que no existirá una
producción neta de ningún producto. Por lo tanto si aplicamos un potencial por arriba ó por debajo del
potencial de equilibrio se llegará a una conclusión importante; a potenciales por sobre el equilibrio, las
especies oxidadas son las estables (por favorecer el proceso de oxidación), mientras que a
potenciales por debajo del equilibrio, las especies reducidas son las estables (al favorecerse el
proceso de reducción).
Un aspecto importante de los Diagramas de Pourbaix es que contienen una división natural del
campo gráfico en tres regiones, las cuales pueden ser clasificadas de acuerdo a su conducta de
corrosión en: pasividad, corrosión e inmunidad.
La zona de pasividad, se aplica para cuando el metal posee películas oxidadas o de hidróxidos
sobre su superficie que inhiben la corrosión. Es decir que el proceso de corrosión es
termodinámicamente posible, pero la velocidad de corrosión es tan lenta que se puede omitir el
efecto de la corrosión, por ejemplo el cromo en una solución ácida oxidante.
En resumen, estos diagramas E/pH tienen en cuenta el equilibrio químico y electroquímico de los
metales en agua.
En el medio del diagrama existe una zona donde el óxido férrico es estable, fijándose a la
superficie y pasivando la corrosión.
Así el hierro puede pasivarse elevando el potencial (protección anódica) o subiendo el pH.
En el atlas de M. Pourbaix se hallan los diagramas de E – pH de casi todos los elementos de la tabla
periódica (a 25ºC y a 1 atm de presión).
Líneas Horizontales: Corresponden a reacciones con intercambio de electrones, independiente del pH.
++ -
(I) Me Me + 2e
Líneas Verticales: Corresponden a aquellas reacciones dependientes del pH pero independientes del
potencial.
++ +
(II) Me + 2H2O Me(OH)2 + 2H
-2 +
(II’) Me(OH)2 MeO2 +2H
Líneas Oblicuas: Corresponden a aquellas reacciones que dependen del potencial y del pH, y pueden
presentar diferentes pendientes.
+ -
(III) Me + 2H2O Me(OH)2 + 2H + 2e
-2 + -
(III’) Me + 2H2O MeO2 + 4H + 2e
Todas estas líneas delimitan las zonas de estabilidad termodinámica de las diferentes especies químicas.
Es de tener presente que muchas veces un proceso corrosivo se realiza con velocidades muy
bajas a pesar que energéticamente hacían suponer lo contrario por disponer de una gran f.e.m. Por
ejemplo en condiciones oxidantes sobre la superficie de un metal puede facilitar la formación de una
película protectora de espesor molecular (pasividad por adsorción; ej.: cromo) o de mayor espesor
(pasividad por recubrimiento; ej.: aluminio).
Además de este fenómeno de pasividad, existen otros factores que intervienen en los procesos
anódicos y catódicos que pueden provocar disminución de la velocidad de corrosión por ejemplo el
fenómeno de inhibición.
Tanto la pasividad e inhibición constituyen dos casos de corrosión latente, porque son posibles
termodinámicamente pero cinéticamente son reacciones muy lentas.
CURVAS DE POLARIZACIÓN
Para poder predecir la velocidad de corrosión de un sistema se deben conocer las curvas de
polarización (que es una relación entre i vs E) de cada una de las reacciones electroquímicas que lo
componen, por lo que el estudio y determinación de las curvas de polarización es de fundamental
importancia en los trabajos de corrosión. Las curvas de polarización se pueden determinar de dos
formas:
a) Aplicando una corriente constante y midiendo el potencial. Se repite este procedimiento para
diferentes valores de corriente, midiendo en cada caso el nuevo potencial alcanzado. Se tiene así
las llamadas curvas galvanostáticas. Esta es la técnica de medición más simple en cuanto a
equipamiento se refiere, pero solo puede usarse cuando las curvas de polarización muestran una
variación monótona. No es adecuada en aquellos casos en los que hay cambios bruscos en la
curva i-E, tal como ocurre durante la pasivación de metales.
b) Aplicando un potencial constante y determinando la forma en la que varía la corriente. Estas
curvas potenciostáticas requieren un equipamiento más complejo que las anteriores, pero son
las que encuentran mayor aplicación en los estudios de corrosión de metales.
Reacciones anódicas
De las numerosas reacciones anódicas posibles, las que interesan en corrosión son las de
disolución del material afectado, o sea, el pasaje de iones metálicos de la red metálica al medio corrosivo.
Por ejemplo:
Fe Fe+2 + 2e-
Cu Cu+2 + 2e-
Al Al+3 + 3e-
El pasaje directo de iones de la red metálica a la solución, tal como implicarían las ecuaciones
anteriores, es relativamente raro y en general el proceso de disolución de un metal suele ocurrir en
etapas más o menos complejas, y las ecuaciones anteriores mostrarían sólo el estado inicial y final.
Además de las reacciones de disolución del metal, hay otras reacciones anódicas de gran
importancia en corrosión, por ejemplo:
c) Descomposición de la solución
En la zona 2-3 aparece una zona de pasividad (sobre el metal se forma una película muy delgada de
óxido que dificulta su disolución). Si la película pasivante es aisladora, al aumentar el potencial el óxido
pasivante irá aumentando su espesor sin que se note un aumento importante de la corriente, es la zona
3-4. (por ejemplo: Al, Zr, Te, etc.). Este proceso se conoce en la práctica como anodizado.
Se dan otros casos en que ocurren otros fenómenos como los indicados por las curvas 5, 6, 7.
Curva 5: cuando la película pasivante está formada por elementos que pueden oxidarse a una valencia
mayor y dar productos solubles, se nota un aumento de la corriente acompañado por disolución del
metal. Este fenómeno se conoce como transpasividad, y lo presentan elementos tales como el cromo, o
el manganeso, así como las aleaciones de que contienen dichos elementos (por ejemplo aceros
inoxidables).
Curva 6: En ciertas soluciones, por encima de un determinado potencial, la película pasivante puede
perder estabilidad. Esto ocurre en general en forma localizada y produce un aumento sustancial en la
velocidad de disolución del metal. Es el fenómeno conocido como picado o “pitting” y lo presentan
metales tales como el Fe, Cr, Zr, Al, aceros inoxidables, etc., las soluciones son las que presentan ciertos
iones “agresivos” cloruros, nitratos, bromuros, etc. También se puede observarse en estas condiciones
ataque intergranular o la aparición de corrosión bajo tensión.
Curva 7: Si el óxido pasivante es buen conductor de electrones y el metal está siendo anodizado en una
solución acuosa, una vez alcanzado el potencial de desprendimiento de oxígeno, la solución comenzará
a descomponerse y se notará aumento en la corriente de corrosión (comportamiento por ejemplo de Fe,
Ni, etc.)
Por lo general es usual observar que los metales se encuentran en algún potencial, entre los puntos 1 y
9, observándose ataque general, pasividad, picado, ataque intergranular, etc.
Podemos apreciar, que mediante un suministro de corriente externa, el potencial del metal es controlado
y mantenido a un valor entre los puntos 1 y 8, la corrosión será despreciable y se tiene la llamada
protección anódica. En cambio si el metal es llevado también artificialmente, a un potencial por debajo
del punto 1, o sea por debajo del potencial de equilibrio, la corrosión se vuelve termodinámicamente
imposible y se dice que el metal se encuentra bajo protección catódica.
(Se debe tener presente que esto es estrictamente cierto sólo cuando el punto 1 corresponde al
potencial de equilibrio, Eeq, correspondiente a la solución del metal. En cambio, si 1 es el
denominado potencial mixto, Emix, o potencial de corrosión (Ecorr), la corrosión del metal continuará aún
a potenciales inferiores a 1).
(Leer apunte)
Reacciones catódicas
Las dos reacciones catódicas más importantes en la corrosión de metales, son la reacción de
+
evolución de hidrogeno; y la reacción de reducción de oxígeno, y eso es debido a que los protones (H ) y
las moléculas de agua se encuentran invariablemente en soluciones acuosas; y porque la mayoría de
éstas en contacto con la atmósfera presentan moléculas de oxígeno disueltas en su seno. Se puede
observar que, cualquiera sea el caso, las reacciones catódicas producen una alcalinización (aumento del
contenido iones oxhidrilo o disminución del contenido de protones) del medio.
Otras reacciones catódicas, no tan frecuentas, pero importantes en algunos casos de corrosión son:
Fe+3 + e- Fe+2
= log (i/io)
Por lo que la curva de polarización para la reducción catódica del oxígeno está caracterizada por
una corriente límite (iL) que no depende de la naturaleza del metal, pero sí depende del coeficiente de
difusión del oxígeno en la solución, de la temperatura, de la agitación y del espesor de la película de
difusión.
La velocidad de reducción es controlada por la difusión en la película limite, por más que se
aumente el sobrepotencial catódico, será imposible volver a incrementar la velocidad de reducción de la
especie. La máxima corriente que se puede alcanzar en tales circunstancias, se denomina corriente
límite (iL).
Agitación
2
En soluciones estancas, se obtienen corriente límites bajas (0.1 mA/cm ), en soluciones agitadas
2
se obtienen corrientes más elevadas (0.01- 10 mA/cm ).
Ej.: una hélice de barco en movimiento podrá ser sede de corrosión de alta densidad de corriente
constituyendo un área catódica eficaz para la corrosión, mientras que en condiciones estáticas la
densidad de corriente será prácticamente nula.
Temperatura
La influencia de la temperatura es compleja, ya que con un aumento de temperatura, aumenta el
coeficiente de difusión del oxígeno en agua y por otro lado disminuye la solubilidad del mismo en agua,
por lo que el efecto de la temperatura será resultado de estas dos variables.
Una condición optima, está dada aproximadamente a los 60ºC, donde el coeficiente de difusión del
oxígeno y la solubilidad del oxígeno alcanza valores aceptables.
Otros factores a tener en cuenta son la salinidad del medio y la presencia de vida vegetal y
animal; por ejemplo la presencia de sales disueltas en el agua disminuye la solubilidad del oxígeno pero
por otro aumenta la conductividad en el medio, estimulando el proceso de corrosión; la vida vegetal
(principalmente clorofila) realiza la fotosíntesis produciendo oxígeno al medio, mientras que la vida animal
consume oxígeno del medio.
La conducta de Tafel se observa solamente cuando las velocidades de las reacciones anódicas o
catódicas sean gobernadas por la etapa de transferencia de carga en la interfase metal-electrolito. Esto
es, cuando esta transferencia sea el paso difícil o más lento. Las desviaciones a la conducta de Tafel
surgen cuando la velocidad de la reacción pasa a ser controlada por una etapa más lenta en la secuencia
del proceso. A este fenómeno en proceso de corrosión se le llama polarización por concentración (o
se puede interpretar como difusión) y surge por deficiencia en el abastecimiento de reactivos que forma
parte en una reacción electroquímica.
(Leer de apunte; comportamiento de la reacción catódica de oxigeno en medios alcalinos, neutros y ácidos). En
medios alcalinos y neutros dependiendo del metal donde se produce la reducción de oxígeno, se puede formar una
película protectora (óxidos protectores), que dificulta la reducción del oxigeno, en cambio en soluciones ácidas, los
óxidos formados son inestables y se reduce la posibilidad de formar películas protectoras, en este caso la reacción
del proceso catódico de evolución de hidrogeno es la predominante.
Es de tener presente que desde el punto de vista práctico de la corrosión tener un metal en
presencia de sus iones y que se encuentre al potencial de equilibrio termodinámico previsto por la
ecuación de Nernst no es más que una curiosidad de laboratorio (ver ejemplo 1 del ANEXO 1), ya que
normalmente sobre un metal que se corroe están ocurriendo dos o más reacciones electroquímicas en
forma simultánea e independiente.
Es necesario en estos casos aplicar el principio de conservación de la carga sobre todas las
reacciones (anódicas y catódicas) que están ocurriendo en forma simultánea sobre la superficie
conductora de electrones de un metal que se corroe. La velocidad total de oxidación debe ser igual a la
velocidad total de reducción; es decir, la suma de todas las corrientes generadas por las reacciones de
oxidación que están ocurriendo, debe ser igual a la suma de todas las corrientes generadas por las
reacciones de reducción. Esto debe ser siempre así, para evitar la acumulación de cargas sobre el
electrodo.
Por ejemplo, cuando un trozo de zinc es sumergido en una solución ácida, las dos hemi-
reacciones que pueden ocurrir son:
Zn+2 + 2e- Zn
2H+ + 2e- H2
Cada una de estas hemi-reacciones tiene su propio potencial de equilibrio dado por la ecuación de
Nernst, y sus correspondientes curvas de polarización. Por lo que la curva de polarización experimental
de este sistema, será la suma de las curvas de polarización independientes. Como espontáneamente no
puede haber circulación de corriente, la corriente anódica debe ser exactamente igual a la corriente
catódica. Esto ocurre en el denominado potencial de corrosión (Ecorr). A este valor de potencial,
ocurren dos reacciones: La disolución del zinc, a una velocidad dada por ianod (Ecorr) y la reducción de los
protones a una velocidad dada por icatod (Ecorr). Como se dijo anteriormente, los valores absolutos de
estas corrientes son iguales, y a ese valor se lo denomina corriente de corrosión (i corr).
Basado en este principio, la combinación de las diferentes curvas de polarización que forman el
diagrama de Evans permite predecir el comportamiento de diferentes metales en diversos medios
corrosivos al determinar los correspondientes potenciales de corrosión (Ecorr) y las densidades de
corriente de corrosión (icor). (Aplicaciones: estudio de mecanismo de corrosión)
APLICACIONES
Por otra parte, si se sabe que una aleación está formada por diversos compuestos, una vez
conocidas las curvas de polarización de cada uno de ellos, es posible determinar cuál es el
comportamiento de la aleación en conjunto.
Selección de materiales
Dado un medio corrosivo cualquiera, es posible, mediante comparación de curvas de polarización
anódica, determinar qué material presentará mayor resistencia a la corrosión en dicho medio.
Por ejemplo: Si conocemos las curva de polarización anódica de distintas aleaciones de níquel en acido
clorhídrico 1N; podemos de esta forma seleccionar el material adecuado para este medio.
Estas curvas corresponden a aleaciones de níquel: Hastelloy B (1); Hastelloy C (2) y Hastelloy F (3).
Ácido fórmico > ácido acético > ácido láctico > ácido cítrico
Aplicación a la metalografía.
Las curvas de polarización mostraron ser muy útiles cuando se quiere atacar con fines
metalográficos, una aleación de varias fases. Conociendo las curvas de polarización de cada fase puede
determinarse el ámbito de potenciales que dará ataque selectivo de ciertas fases, sin afectar las otras.
ANEXO 1
EJEMPLO 1:
Tenemos una pieza de cobre y que está sumergida en una solución conteniendo iones cobre. La
solución no contiene oxígeno disuelto. Bajo estas condiciones nuestra pieza de cobre no se corroerá.
Esto se debe fundamentalmente a que el cobre es mucho más noble que la reacción de desprendimiento
de hidrógeno según lo indica la serie electroquímica, ECu > EH.
Aparte del hidrógeno iónico no existe otro reactivo más catódico en ese medio, por lo tanto
decimos que el cobre establece un equilibrio del tipo:
Cu2+ + 2e------ Cu
2+
que ocurre precisamente al potencial relativo estándar EºCu/Cu establecido anteriormente.
Al decir que la pieza de cobre no se corroe cuando está en contacto con una disolución de sus
propios iones, queremos expresar que no hay una transformación química neta. Sin embargo, debemos
dejar establecido que aun cuando el sistema se encuentre en equilibrio, éste no es estático sino
dinámico. Al potencial Eº, existen reacciones de oxidación por las cuales se disuelve cobre, y también
reacciones de reducción en donde cobre en solución se deposita como metal. Estas reacciones ocurren
de continuo y simultáneamente, siendo iguales en la magnitud de la carga transferida, aunque en sentido
contrario. La velocidad con que se disuelve el cobre de la pieza es igual a la velocidad con que el cobre
en solución se deposita. En resumen, en el equilibrio dinámico Eº, no existe flujo de electrones ni,
por lo tanto, transformación química neta, como muestra la Fig. 1.
Figura 1
Cualquier desviación que haya de la condición de equilibrio, desplazará el potencial del electrodo
y entonces modificará las magnitudes de las velocidades anódicas y catódicas, produciéndose un flujo
neto de electrones. Supongamos que nuestra pieza de cobre, inicialmente en equilibrio con sus propios
iones, se conecta a una laminilla de platino sumergida en el mismo electrolito a través de una fuente de
poder. Imaginemos que la diferencia de potencial impuesta por la fuente propicie que el cobre se
2+
disuelva, actuando éste como ánodo, pasando a solución como iones cobre Cu . Habrá entonces un
flujo de electrones generados que viajarán hacia el platino (que actuará entonces como cátodo) a través
de las conexiones eléctricas. El flujo de electrones ha propiciado que los potenciales de equilibrio de cada
una de las fases se desvíen de su valor inicial. Esto es lo que precisamente significa el término
POLARIZACIÓN, el desplazamiento de un potencial de equilibrio hacia otro valor por medio de un
flujo de corriente eléctrica.
Es decir,es la magnitud de la desviación del potencial electroquímico del sistema en observación (en
este caso cobre) a partir de su valor de equilibrio original, i es la densidad de corriente neta anódica o
catódica y a y b son constantes. La relación de Tafel es la de una ecuación de una recta, en donde la
variable independiente es la corriente presentada en forma logarítmica y la variable dependiente es el
sobrepotencial (Figura 2).
Figura 2
Figura 3
Algunas veces es difícil de interpretar la Fig. 3, especialmente cuando tratamos con la magnitud
de io. Una manera más familiar y también fácil de ver esta misma relación es como la que se representa
en la Fig. 4. Esta representación se obtiene al doblar el lado izquierdo sobre el derecho tal y como se
muestra en el recuadro. A este tipo de diagramas se les conoce con el nombre de Diagramas de Evans.
Figura 4
EJEMPLO 2:
En contraste al caso del cobre, cuando un pedazo de zinc se pone en una solución acuosa
deareada de sus propios iones, éste se corroe. Esto es debido a que el desprendimiento de hidrógeno es
termodinámicamente posible (Ezn<EH). Debido a heterogeneidades presentes en la superficie del metal
zinc, se establecen de inmediato zonas anódicas y zonas catódicas las cuales desarrollan entre sí
diferencias de potencial, acarreando como consecuencia de ello un flujo neto de electrones de las zonas
anódicas a las catódicas y con ello, el establecimiento de la corrosión.
2+
Así es que los dos sistemas electroquímicos presentes, uno basado en el equilibrio Zn/Zn y el
+
otro en el equilibrio H /H2, buscan inicialmente mantener un equilibrio sobre la misma superficie del metal.
Sin embargo, la corrosión que ocurre lo impide. Por un lado el zinc se disuelve y por el otro el
hidrógeno gaseoso se desprende de zonas metálicas que funcionan como cátodos. Al haber corrosión,
hay un flujo de corriente y por lo tanto ninguno de los sistemas electroquímicos está en equilibrio. De ahí
se desprende que ambos sistemas se desvían de sus potenciales de equilibrio (se polarizan) y alcanzan
un potencial común de electrodo en donde sucede que la corriente anódica de disolución (la velocidad
con que se corroe el zinc) es igual a la corriente catódica (la velocidad con que se desprende el
hidrógeno). El diagrama de Evans de la Fig. 5.
Figura 5
Sabemos que si un metal se corroe es porque hay reacciones anódicas y catódicas que se llevan
a cabo simultáneamente sobre su superficie. En cada una de las áreas anódicas y catódicas el proceso
global de una reacción ocurre a través de varias etapas. Así por ejemplo, en la reacción catódica de
desprendimiento del gas hidrógeno, inicialmente el protón solvatado tuvo que migrar y difundirse hacia el
electrodo, sufrir la transferencia de un electrón para convertirse en un átomo solitario de hidrógeno y
esperar a que se repitiera la misma operación para que finalmente el par de átomos de hidrógeno se
unieran formando una molécula de gas. Algo similar debió de ocurrir en el ánodo. La disolución de
átomos metálicos y su conversión final en productos de corrosión característicos que permanecen sobre
la superficie metálica o que se difunden lejos de ella, se habría llevado en varias etapas. Cada etapa
tiene su propia rapidez. Siendo así, podemos decir que la velocidad global de un proceso
considerado está sujeta, o más bien depende de la etapa que se realice más lentamente. No
debemos perder de vista que dentro del proceso anódico y catódico presentes en un metal que se corroe
están las etapas de transferencia de cargas tanto de oxidación como de reducción respectivamente.
Siendo así, nuestros lectores podrán pensar entonces que es posible que una sola etapa, sin
importar si pertenece a la reacción anódica o a la catódica, sea la responsable de la velocidad global del
proceso de corrosión de un metal en algún medio, si es que esa etapa es la más lenta de todas.
Supongamos que la etapa más lenta sea la transferencia de un electrón del metal al protón, y que
efectivamente sea este pasó el más difícil. Entonces la reacción catódica se llevará a cabo con la máxima
velocidad con que se transfiere el electrón al protón. Pero como en la corrosión la velocidad de la
reacción anódica debe ser igual a la velocidad de la catódica, pues la velocidad de la reacción de
corrosión es la misma que la velocidad de la etapa más lenta, es decir, la de la transferencia del electrón
al protón.
La conducta de Tafel se observa solamente cuando las velocidades de las reacciones anódicas
o catódicas sean gobernadas por la etapa de transferencia de carga en la interfase metal-electrolito. Esto
es, cuando esta transferencia sea el paso difícil o más lento. Las desviaciones a la conducta de Tafel
surgen cuando la velocidad de la reacción pasa a ser controlada por una etapa más lenta en la secuencia
del proceso. A este fenómeno en proceso de corrosión se le llama polarización por concentración y
surge por deficiencia en el abastecimiento de reactivos que forma parte en una reacción electroquímica.
EN RESUMEN:
Los diagramas de Evans, o diagramas de polarización del potencial (E) versus la corriente (I) son
muy útiles para evaluar el fenómeno de la corrosión.
La velocidad de disolución (corrosión) de un metal puede ser representada por una
corriente eléctrica. El factor controlante es la diferencia de potencial en la superficie del metal:
cuanto más positivo E, más rápida la reacción anódica.
También se suele graficar E vs. log I. (gráfico de Tafel). Para un metal aislado, la condición de
corrosión es que las corrientes anódicas y catódicas son iguales.
Esta corriente (ver gráfico) denominada Icorr es una medida directa de la velocidad de corrosión
de un metal.
RESUMEN: FACTORES QUE AFECTAN LA CINÉTICA DEL ELECTRODO
Figura 1
La velocidad es controlada por el paso más lento (transferencia de carga (electrones) a través de
la interfase metal solución). Se verifica:
= log (i/io)
Las implicaciones de la polarización por concentración para un sistema que se corroe son muy
importantes. En casos prácticos, lo más común es que la concentración por polarización afecte la
+
reacción catódica debida, por ejemplo al abastecimiento de H o de oxígeno disuelto. En la Fig. 3 se
exponen dos ejemplos, en uno de los cuales, (a), la iLim es grande y por lo tanto la polarización por
concentración no es importante. Esto es debido a que la curva anódica intersecta a la catódica en la
región de Tafel.
En el ejemplo (b) de la Fig. 3 se tiene que si iLim es pequeña las dos curvas se intersectan en la
región controlada por difusión. Ahí iLim=icorr, y la velocidad de corrosión depende totalmente del
transporte de reactivos catódicos hacia la superficie metálica. En este último caso el pobre
+
abastecimiento del reactivo catódico, ya sea por una concentración baja de H o de oxígeno atmosférico
disuelto en el medio agresivo, ayudarán a reducir la velocidad de un proceso de corrosión al controlar la
reacción catódica.
Figura 3
Men+ + ne- Me
La velocidad de reducción es controlada por la difusión en la película limite, por más que se
aumente el sobrepotencial catódico, será imposible volver a incrementar la velocidad de reducción de la
especie, ya que la velocidad de reacción pasará a estar controlada por la velocidad a que difunde la
n+
especie electroactiva (M ) a través de la capa límite. La máxima corriente que se puede alcanzar en
tales circunstancias, se denomina corriente límite (iL), y su valor está directamente relacionado con la
concentración de las especies electroactivas en el seno de la solución (Co), con el coeficiente de difusión
(Dm), el espesor de la capa límite (δ) que este espesor va a depender del grado de agitación de la
solución; y del número de electrones intercambiados en la reacción (n).
Se puede observar que, a igualdad de otros factores, la densidad de corriente límite aumentara
con el grado de agitación de la solución.
3.- Temperatura
Obviamente, la movilidad iónica y la difusión de moléculas aumenta con la temperatura y acelera
la corrosión, aunque la solubilidad del oxígeno disminuye.
4.- Pasividad.
Para eso se requieren condiciones de oxidación muy fuertes (Ver diagrama de Pourbaix)
Los óxidos no solubles detienen la reacción de oxidación.
El hierro, por ejemplo, se pasiva en ácido nítrico concentrado. También con soluciones de
cromatos. (tratamiento electrolítico en soluciones de dicromato de sodio)
ECUACION DE NERNST
Ecuación de Nernst: Es una relación matemática entre la fem de una celda y la concentración de
reactivos y productos de una reacción redox en condiciones de estado no
estándar. (Permite determinar los potenciales que corresponden a diversas
concentraciones y temperaturas).
𝑹𝑻
Erev = Eo + X Ln Q
𝑵𝑭
Donde Q es el cociente de la reacción. Puede ser el cociente de las actividades de las especies oxidadas
y reducidas, o puede ser reemplazada por sus concentraciones: [oxid] y [red].
Es de hacer notar que al emplear la ecuación de Nernst, las concentraciones de agua, de las especies
sólidas (metales o compuestos) y de las especies gaseosas a la presión parcial de 1 atm es igual a 1.
ANEXO 2