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UN ENCUENTRO MÁS ALLÁ DE LA VISTA

JUAN 9 - (Jesús sana a un ciego de nacimiento)

ORACIÓN DE INICIO

CUANTO PERDEMOS CON UN SENTIDO MENOS, EL DE LA VISTA ES PROBABLEMENTE UNO DE LOS MAS
VALORADOS, PERO CUANTO REALMENTE PODEMOS VER, ES SOLO LA VISTA FISICA LO QUE NOS DEBE
PREOCUPAR, ¿O EXISTE TAMBIÉN OTRA FORMA DE OBSERVAR NUESTRA REALIDAD?

INTRODUCCIÓN:
Quien de nosotros nunca ha estado enfermo, ¡¡yo creo que nadie puede jactarse de eso verdad!!, tal vez
la diferencia radica en la regularidad en que nos enfermamos, pero todos nosotros de una u otra forma
convivimos siempre con el recuerdo y la aceptación, que somos frágiles.

Mi Padre, por ejemplo, fue a operarse un día cualquiera de un mes de Julio, por un cálculo a la vesícula y
termino el doctor encontrándose con un Cáncer generalizado al estómago, ¡¡pronostico...!! 2 meses.
Falleció en septiembre de ese año. Yo tenía 19 años.

Todos nosotros estamos propensos a que, en cualquier momento, el Señor nos muestre cuan
vulnerables podemos ser, y no me refiero solo a las enfermedades, si no a cómo podemos reaccionar a
cualquier hecho que nos presente la vida.

El capítulo 9 de Juan nos muestra a un Jesús quien toma la iniciativa de acercarse a un hombre, frágil y
vulnerable, y brindarle la esperanza de poder ver, AÚN, más allá.

CONTEXTO:
El Evangelio de Juan es un libro único debido a su enfoque teológico y estilo literario. A menudo se le
considera el Evangelio espiritual o el Evangelio del amor, ya que destaca la naturaleza divina de Jesús y
su relación íntima con Dios como el Hijo eterno. Juan presenta a Jesús como la Palabra de Dios hecha
carne (el Verbo encarnado) y resalta su papel en la creación y la redención del mundo. Los eruditos
coinciden en que fue escrito alrededor del año 90 de nuestra era.

Se podría ordenar en 3 partes principales:

1:

Los capítulos 1 al 12 muestran los Milagros o las Señales de Jesús.

(Bodas de Caná, Multiplicación de los Panes y los Peces, el paralitico de Bethesda, etc.)

2:

Los capítulos 13 al 20. Se lo suele llamar el Libro de la Pasión.

(Muerte y Resurrección de Jesús)

3:

El capítulo 21 es el Epilogo: (Aparición de Jesús a sus discípulos en su Resurrección).

Pausa:
El capítulo que ahora vamos a estudiar narra uno de los milagros mas extraordinarios del Señor.
Se trata de un milagro que NO encontramos en los otros evangelios y que es narrado aquí con
gran detalle. Su propósito es el mismo que el de todo el evangelio de Juan:
(Juan 20: 30 - 31)
"Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están
escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre."

Acompáñenme por favor para ir viendo juntos el texto que veremos hoy, y les voy a pedir, en
lo posible, que mantengan abierta su biblia en todo momento y a mano durante todo el
mensaje.

NO LO LEERE EL TEXTO NUEVAMENTE DEBIDO A SU EXTENSIÓN, PERO SI LO VEREMOS


POR PARTE.

Pero antes que comencemos a analizar el contenido del capítulo, es importante que nos
detengamos un momento para ver su relación con el contexto.

En el capítulo anterior el Señor Jesús había afirmado que él es la Luz del mundo:
(Juan 8: 12)
"Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."

El milagro que encontramos aquí en el que el Señor dio la vista a un hombre ciego de
nacimiento, sirve de ilustración de lo que Jesús está haciendo constantemente en su condición
de Luz del mundo.
También vimos al acabar el pasaje anterior que los judíos habían intentado matar a Jesús, y
ahora vamos a ver que su odio se extiende también a cualquiera que llegara a confesar que
Jesús era el Mesías. Quien se atreviera a hacerlo sería expulsado de la sinagoga (Jn 9:22), lo que
implicaba la exclusión de la vida religiosa y social del judaísmo.
Con todo esto, cada vez se estaba haciendo más grande la brecha ya existente entre el
judaísmo oficial y el Señor y sus discípulos.

Por lo tanto, vemos que este capítulo constituye un nexo necesario de unión entre lo anterior y
lo que viene a continuación.

Capitulo 9

LA CEGUERA FISICA.
1
(Juan 9:1-5) La misión de Cristo en el mundo.

1 “al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.”


Aquí se nos revela la atención constante de Jesús hacia aquellas personas necesitadas que se
encontraba en su camino.
Es importante destacar que NO SOMOS NOSOTROS LOS QUE BUSCAMOS A JESÚS, ES JESUS
QUIEN NOS BUSCA A NOSOTROS. Por eso hay que tener ojo con expresiones como “El día que
YO le entregué mi vida a Cristo” o “El día en que vine a Cristo” son expresiones erradas.
Nosotros no fuimos los que vinimos a Cristo, Es Dios Padre quien nos entrega a su Hijo.
(Juan 6:44)
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero.”
(Juan 6:65)
“Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.”
El apóstol Pablo decía:
“No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios”

Volviendo a la historia. Este ciego de nacimiento tenía que ser una persona bien conocida,
porque seguramente tendría un puesto fijo como mendigo en algún lugar muy transitado cerca
del templo. Además, llamaría constantemente la atención de las personas que pasaban
haciendo notar su triste situación a fin de inspirar compasión. No olvidemos que en aquel
tiempo las personas en su condición dependían de la caridad pública para su subsistencia. De
hecho, la ley de Dios especificaba que los ciegos merecían particular atención y cuidado:
(Levitico 19:14)
“No insultes al sordo ni hagas tropezar al ciego. Debes temer a tu Dios; yo soy el SEÑOR”

Pero, al fin y al cabo, nadie podía hacer más por él que darle unas monedas y tratarle con
respeto. Nadie había podido cambiar la triste condición en la que había nacido.

En cierto sentido, este ciego sirve para mostrarnos al hombre natural que nace y vive en tinieblas
hasta que Cristo ilumina su vida
(2 Corintios 4:6).
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.”
Aunque en esta ocasión el Señor hizo más por él, ya que también le dio la vista física, como una
demostración más de que él ES la Luz del mundo.

2
y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres,
para que haya nacido ciego?
Ahora bien, el hecho de que aquel hombre hubiera sido ciego desde su nacimiento, despertó en
los discípulos cierto interrogante. Para ellos, detrás de toda aflicción o defecto físico estaba el
pecado, normalmente el pecado del que padecía el problema. Pero ¿cómo podía ser que una
persona que había nacido ciega hubiera tenido la ocasión, antes del nacimiento, de poder
pecar? Esto los llevó a pensar que su ceguera estaba directamente relacionada con el pecado
de sus padres, y así se lo plantearon al Señor.
Esto hermanos, no era extraño de preguntar en esos tiempos, pues todavía hoy existen líneas de
pensamiento que afirman estas cosas y usan términos como “cortar las cadenas generacionales, etc.”,
pero en el libro de Deuteronomio deja muy claro este punto.

(Deuteronomio 24: 16)


16 “
los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su
propio pecado.”
¿Recuerdan el ejemplo de JOB y sus amigos?
(Job 2: 3)
“¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? (dice el Señor). No hay en la tierra nadie como él;
es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me
incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad!”

Y aunque nos pueda parecer que los discípulos usaron poca sensibilidad al abordar aquel
problema mientras el ciego estaba delante, sus inquietudes eran validas.
¿Cuántas veces hemos sido preguntados por el origen de las enfermedades y por qué Dios
permite el sufrimiento humano?
Así que, aunque el Señor tenía el firme propósito de sanar al ciego, también iba a tomar tiempo
para contestar a sus discípulos.
(Lucas 13: 1 – 5)
“En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya
sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. 2 respondiendo Jesús, les dijo:
¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los
galileos? 3 os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. 4 O aquellos
dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables
que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 os digo: No; antes si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente.”
Lo que la Biblia enseña es que tanto los sufrimientos corporales, como la misma muerte, son la
consecuencia del pecado. Todos estos males comenzaron a estar presentes en este mundo sólo
después de que Adán y Eva pecaran. Desde entonces, todos los hombres que hemos nacido en
este mundo, hemos heredado su naturaleza pecaminosa junto con sus tristes consecuencias.
Así que, podemos decir que aquel hombre había nacido ciego como consecuencia de la
naturaleza pecaminosa y de la condición, de la que todos nosotros somos parte.
(Romanos 5:12)
"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron."

3“
respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de
Dios se manifiesten en él.”
A primera vista podríamos pensar que Dios había impuesto la ceguera a este hombre con el
propósito exclusivo de ofrecerse una oportunidad de sanarlo. Pero debemos evitar pensar de
esta manera. Como ya hemos visto, las enfermedades son la consecuencia de la Caída, y todos
los hombres estamos expuestos a ellas porque todos somos pecadores.
Jesús sanó a aquel ciego de las consecuencias del pecado, y esto sirvió para mostrar su gracia,
su poder y su misericordia. Los discípulos de Jesús, al igual que nosotros, debemos enfocarnos
NO en la causa de por qué vino algo malo a nuestra vida, sino en el propósito que ella tiene”
(1 de Pedro 2: 9)
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”
Como el Señor les decía, las obras de Dios se estaban manifestando en aquel hombre. Su
tragedia había venido como consecuencia del pecado original, pero el Hijo de Dios iba a
aprovechar esta situación para mostrar lo que Dios puede hacer a favor del hombre. Y no sólo
de aquel ciego, sino de toda la humanidad.
Dios, en su providencia, puede usar una desgracia para traer gloria a su nombre.
4“
me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura;
la noche viene, cuando nadie puede trabajar.”
Ahora el término “ME ES NECESARIO” se expone en otras traducciones, creo yo, de mejor
manera cuando dice
NVI “Mientras sea de día, TENEMOS que llevar a cabo la obra del que me envió.
NTV “DEVEMOS llevar a cabo cuanto antes las tareas...”
Esto claramente nos involucra y nos hace parte del privilegio de manifestar las obras de Dios.
Además, la situación que Jesús tenía delante le iba a permitir enseñar una importante lección a
sus discípulos sobre las oportunidades de servicio y la urgencia del trabajo que Dios le había
enviado a cumplir.
El Señor sabía muy bien que su ministerio terrenal no duraría mucho más de tres años, y ese
era el periodo al que se refería cuando dijo: "Me es necesario hacer las obras del que me envió,
entre tanto que el día dura".
(Juan 17:4)
"Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese."

Nosotros también hermanos debemos seguir su ejemplo y asegurarnos de utilizar bien nuestro
tiempo para la gloria de Dios en tanto que "el día dura". Dejemos a un lado la pereza y
pongamos todo nuestro empeño en cada obra que se nos presente. Las oportunidades no han
de durar siempre. Y recordemos también que la "noche" es el momento en que los obreros
cesan en su trabajo y tienen que dar cuentas de su mayordomía, recibiendo entonces conforme
a lo que hayan hecho, sea bueno o malo.

5“
entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.”
El Señor describe aquí en qué consistía el ministerio que había recibido de su Padre y que debía
cumplir. Él es la Luz del mundo y al mismo tiempo nos vincula a nosotros en este propósito,
“Debemos ser luz del mundo”.
(Mateo 5: 14 – 16) NVI
“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. 15 ni
se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa
para que alumbre a todos los que están en la casa. 16 hagan brillar su luz delante de todos,
para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.”
Por supuesto, nadie más que Dios mismo puede ser la luz del mundo. Una afirmación así, hecha
por cualquier hombre sería una locura. Y por esta razón los judíos no le habían dado crédito
cuando Jesús se identificó en una ocasión anterior como la "Luz del mundo". Pero lo que dijo
era cierto, y ahora se disponía a demostrar que era Dios y que podía respaldar sus palabras con
hechos concretos que ellos podrían comprobar.

2 Punto
(Juan 9 : 6 - 7) El milagro de la sanidad de un ciego de nacimiento.

6“
dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva, y untó con el barro los
ojos del ciego, “
Yo me eduque en un colegio de enseñanza Waldorf donde los sentidos eran el motor del
aprendizaje, este colegio al igual que un colegio Montessori, potencia las aptitudes innatas del
niño y los prepara para afrontar su desarrollo usando estos sentidos para descubrir su mundo.
El sentido de la visión es uno de los sentidos más reconocidos y claramente “el no tenerlo” es
un impedimento para desarrollarse y mantenerse alerta y con vida sobre todo en ese tiempo.
Que Jesús se haya acercado y haya deseado entregarle la visión, cambiaría para siempre su
forma de ver “literalmente” su vida.
Jesús no había recibido ninguna petición para que sanara a aquel hombre, aunque, por
supuesto, desearía ser sanado. Pero la iniciativa surgió una vez más del Señor, como en el caso
del paralítico del estanque de Bethesda. Así es siempre: Dios es el que da el primer paso para
buscarnos y salvarnos.
También es interesante que nos fijemos en el método empleado para sanar al ciego. Aunque el
Señor podía sanar simplemente con su palabra, en algunas ocasiones usaba métodos que
llamaban la atención, no sólo del enfermo, sino también de todos nosotros. ¿Por qué usar saliva
para hacer barro y untarlo en los ojos del ciego para luego hacerle ir a un estanque a lavarse?
Jesús perfectamente podría haberlo curado como lo hizo con el ciego Bartimeo.
(Marcos 10: 46 – 52)

46 “
entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud,
también Bartimeo el ciego, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era
Jesús, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí! 48 y
muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten
misericordia de mí! 49 entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego,
diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 él entonces, arrojando su capa, se levantó y
vino a Jesús. 51 respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo:
Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró
la vista, y seguía a Jesús en el camino.”
Tenemos que aceptar que Dios siempre se sirve de los medios que considera adecuados para
cada situación. De hecho, él no contesta siempre a nuestras oraciones de la misma forma. Pero
una vez más, lo que a los hombres les puede parecer que son medios despreciables, contrastan
con los gloriosos resultados que obtienen.
¿No hay muchos que también consideran la cruz como un signo de locura y debilidad? Y sin
embargo, es por medio de la obra que Cristo realizó en el Calvario que nosotros hemos sido
justificados, santificados, redimidos...
Quizás también podemos pensar que la elección del barro para restaurar la vista del ciego
puede tener alguna relación con la formación original del hombre a partir del polvo de la tierra
hecho barro. Pero es importante añadir que el barro, en sí mismo, carecía de todo poder
curativo.
Donde radicaba el poder era en la palabra del Señor y en la obediencia a ella. Esta es la
verdadera fe: cuando confiamos en lo que Dios ha dicho y actuamos en consecuencia.

7“
y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue
entonces, y se lavó, y regresó viendo. “
Tampoco el agua del estanque de Siloé poseía ninguna virtud curativa, pero tener que ir hasta
allí sirvió para poner a prueba la fe del ciego. Algo similar había ocurrido con Naamán, al que el
profeta Eliseo había mandado a lavarse siete veces en el Jordán si quería ser libre de su lepra (2
Reyes 5 : 10). Si el ciego conocía esta historia, tal vez su recuerdo sirvió para animarle a hacer lo
que ahora le mandaba Jesús.
El ciego "fue entonces, y se lavó, y regresó viendo". La obediencia dio fruto y el ciego recobró
la vista inmediatamente. No podemos hacernos una idea de las emociones y sensaciones que
aquel hombre tendría en aquellos momentos. Recordemos que había sido ciego desde su
nacimiento y lo que ahora estaba descubriendo era un mundo completamente nuevo. No
estaba recuperando algo que había perdido, sino que había recibido una iluminación
completamente nueva.
Y algo similar ocurre con todo aquel que es alcanzado por Cristo, porque él también llega a
conocer una nueva vida espiritual que antes desconocía.
Ahora, no podemos pasar por alto otro de los propósitos de este milagro. Porque como habían
anunciado los profetas, y el mismo Señor había confirmado, una de las grandes pruebas de la
venida del Mesías sería la curación de los ciegos.
(Lucas 4: 17 – 21)
17 “
y se le entregó a Jesús el libro del profeta Isaías; y él habiendo abierto el libro, halló el
lugar donde estaba escrito:
18
el Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos.”

(Isaias 29 : 18)
“En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en
medio de la oscuridad y de las tinieblas.”

Por lo tanto, este milagro era otra credencial más de que Jesús era el Mesías prometido, y los
líderes del judaísmo iban a tener amplia ocasión de examinarla, tal como vamos a ver a
continuación.

3 Punto
(Juan 9 : 8 - 12) Primeras reacciones e interrogatorio.

8“
entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No
es este el que se sentaba y mendigaba?”
9
unos decían: Él es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy.
10
y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?
11
respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo barro, me untó los
ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.
12
entonces le dijeron: ¿Dónde está él? Él dijo: No sé. “
El hombre en el que se había hecho el milagro tenía que ser bien conocido, porque durante
años se había sentado a mendigar en algún lugar cerca del templo. Sin embargo, en su nueva
condición, su aspecto tuvo que haber cambiado drásticamente. Tenía una nueva habilidad para
caminar sin tropezar y sin necesitar de la ayuda de los demás.
Quizá por esta razón, cuando el que había sido ciego se encontró con sus vecinos surgieron
varias dudas:
Sin ningún tipo de adorno, el hombre hace una fiel confesión de los hechos relacionados con su
curación. Aunque lo que más le interesaba era dar el crédito de su curación a aquel que le había
sanado, y del que de momento sabía muy poco, probablemente "Solo que su nombre era
Jesús".
Pero además hay una importante lección que este hombre nos demuestra, y es su OBEDIENCIA.
El se deja curar y se somete a la forma (no muy agradable, aceptémoslo)
A que Jesús se le acerque y proceda a brindarle su ayuda, entregándose aquel hombre ciego
completamente a su acción.

(Romanos 6: 17 – 18)
17 “
Pero gracias a Dios, que, aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a
aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a
ser siervos de la justicia.”
¡Lógicamente sentía una gran deuda de gratitud hacia él, pero también el deseo (que veremos
más adelante) de seguirle y de obedecerle...
¡Hermanos! Estas son las primeras características de un verdadero Discípulo.

PAUSA

CEGUERA ESPIRITUAL.
4
(Juan 9 : 13 - 17) Primer interrogatorio de los fariseos al ciego.

13 “
llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.
14
y era día de reposo cuando Jesús había hecho el barro, y le había abierto los
ojos.
15
volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la
vista. Él les dijo: Me puso barro sobre los ojos, y me lavé, y veo.
16
entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios,
porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre
pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.
17
entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y
él dijo: Que es profeta.”

Podemos ver claramente que sucede cuando algo tan evidente y maravilloso como una señal
(que daba testimonio de quien era el Señor Jesucristo), se enfrenta a un corazón incrédulo.
Los vecinos del que había sido ciego creyeron que un milagro tan extraordinario debía ser
examinado por la máxima autoridad religiosa, el Sanedrín, pero no sólo porque tal vez
correspondía que así fuese, sino porque ellos también NO querían verse envueltos en alguna
opinión que los excomulgara de la Sinagoga, hecho que cambiaba radicalmente la vida social y
económica de la persona en cuestión. así que llevaron al hombre ante los fariseos.
Ahora bien, las obras del Señor ya habían despertado una fuerte oposición entre los líderes
religiosos judíos en otras ocasiones, así que no debemos esperar que estuvieran muy
predispuestos a aceptar este nuevo milagro. Como ya sabemos, el problema radicaba
fundamentalmente en que Jesús no se sometía a las normas religiosas que ellos habían añadido
a la Palabra de Dios, especialmente en lo relacionado con el día de reposo.
Ellos decían:
“Todo hombre de Dios guarda el día de reposo, pero Jesús no lo guarda, por consiguiente, NO
es un hombre de Dios”
Pero Jesús en otras ocasiones al verse inmerso en esta discusión que tenía relación a como ellos
habían convertido el día de Reposo en un día, “claramente de esclavitud”, añadía que su Padre
de igual forma continuaba haciendo su obra.
(Juan 5 : 17 - 18).
“Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. 18Por esto los judíos aún
más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también
decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.”
La pregunta que le hicieron al ciego sanado ponía a aquel hombre en un serio compromiso.
Pero ¿Cómo podría negar lo que Cristo había hecho por él?
Es cierto que todavía no sabía quién era Jesús, puesto que apenas había tenido trato con él,
pero había algo de lo que no tenía ninguna duda; la persona que había obrado su curación
tenía que ser un profeta, o sea, alguien enviado por Dios.

5 Punto
(Juan 9 : 18 - 23) Interrogatorio de los fariseos a los padres del ciego.

18 “
pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista,
hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,
19
y les preguntaron, diciendo: ¿Es este vuestro hijo, el que vosotros decís que
nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?
20
sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo, y que
nació ciego;
21
pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos,
nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí
mismo.
22
esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los
judíos ya habían acordado que, si alguno confesase que Jesús era el Mesías,
fuera expulsado de la sinagoga.
23
por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.”
Super buena onda los Padres, cualquier apoyo!!
El interrogatorio al hombre ciego no había arrojado los resultados que ellos esperaban, así que
llamaron a sus padres para continuar con sus preguntas.
Hay muchas personas que por muchas evidencias que pudieran tener acerca de la existencia
de Dios, seguirán negándolas sobre la única base de sus prejuicios.
Voltaire, uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el
poder de la razón humana dijo en una ocasión:
"¡Si se obrara un milagro en el mercado de París ante los ojos de 1000 personas y de los míos
propios, antes de creerlo desconfiaría de esos 2000 ojos y de los míos propios!".
La incredulidad, muchas veces, no es consecuencia de la falta de evidencias, sino de la
voluntad de no querer creer. (repetir)
Por eso, aunque una persona llegara a ver muchos milagros de parte de Dios, no hay ninguna
garantía de que finalmente se convirtiera en un creyente. El pueblo de Israel vio infinidad de
intervenciones sobrenaturales de Dios mientras estuvieron en Egipto y en el desierto, pero aun
así murieron por su incredulidad en el camino a la tierra prometida.
Los fariseos en la época de Jesús seguían siendo tan incrédulos como sus antepasados, y por
esa razón llamaron a los padres del que había sido ciego en un nuevo intento de encontrar algo
que les ayudara a justificar su incredulidad.
La razón de este nuevo interrogatorio no era para averiguar la verdad, sino que se debía al
hecho de que no querían creerle al ciego sanado porque éste daba testimonio de Jesús.
Pero ¿por qué se acobardaron tanto sus padres?
Por que los judíos habían determinado que el hecho de confesar a Jesús como el Cristo era algo
tan grave que sería castigado con la expulsión de la Sinagoga, lo que implicaba ser excluido de
todas las actividades religiosas, económicas y sociales de aquel tiempo, como ya lo había
comentado hace un momento. Lo que claramente priorizaron en perjuicio del bienestar de su
hijo.

6 Punto
(Juan 9 : 24 - 34) Segundo interrogatorio de los fariseos al ciego.

24 “
entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da
gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.
25
entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que
habiendo yo sido ciego, ahora veo.
26
le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
27
él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis
oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?
28
Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de
Moisés somos.
29
nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ese, no
sabemos de dónde sea.
30
respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no
sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.
31
y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de
Dios, y hace su voluntad, a ese oye.
32
desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que
nació ciego.
33
si este no viniera de Dios, nada podría hacer.
34
respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a
nosotros? Y le expulsaron.”

¡¡TREMENDA RESPUESTA DE ESTE HOMBRE!!


No habiendo logrado lo que querían de los padres, la comisión de investigadores vuelve a
interrogar al ciego sanado: "Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego".
En este momento se habían dado cuenta de que era imposible negar la realidad del milagro,
pues la señal que ellos buscaban los estaba literalmente MIRANDO, por lo que su línea de
argumentación cambia nuevamente.
Su táctica ahora va a consistir en intentar intimidar al que alguna vez había sido ciego.
Al fin y al cabo, de esta manera habían conseguido silenciar a sus padres para que no dieran
testimonio de Jesús.
Sin embargo, aquel hombre no se parecía a sus padres. A él no le iban a conseguir amedrentar y
de ningún modo iban a sacar de sus labios la afirmación de que Jesús era un hombre pecador.
Veamos la respuesta que les dio:
(Juan 9 : 25)
"Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido
ciego, ahora veo."

Él se aferra a su propia experiencia. No aspiraba a poder explicar cómo se había obrado el


milagro, y tampoco conocía mucho acerca de su benefactor, pero el hecho innegable es que
antes era ciego y ahora podía ver. Contra esto no había argumentación posible.

Lo mismo pasa con un verdadero cristiano. Quizá su conocimiento no sea amplio, y su Fe


algunas veces flaquee, pero si Cristo ha llevado a cabo una obra de regeneración en su corazón,
entonces sentirá algo que lo confortará: "antes estaba en tinieblas, pero ahora tengo luz".
(Repetir)
El hombre ciego sigue con su razonamiento. Les hace notar la obra completamente
extraordinaria que Jesús acababa de hacer. Era algo que estaba muy por encima de las
facultades humanas.

Ellos le dicen que es discípulo de Jesús a lo que ellos inmediatamente se muestran como
discípulos de Moisés.
Lo revelador de esto es que Moisés había dicho que vendría un profeta después de él, y que
aquel que no escuchara sus palabras Dios lo condenaría y Jesús había hecho una cantidad
innumerable de señales en torno a quien era Él.

(Juan 5: 39)
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí”.
(Juan 5: 45 – 47)
“No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien
tenéis vuestra esperanza. 46 porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí
escribió él. 47 pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?”
¡Esto hermanos Jesús se los había dicho 1 año ½ antes!
¿Cómo era que los fariseos no podían apreciar la grandeza de lo que había ocurrido?
POR QUE, SI ELLOS HUBIERAN SIDO VERDADEROS DISCIPULOS DE MOISES, COMO LO AFIRMABAN,
HABRIAN ESTADO ATENTOS A TODAS ESAS SEÑALES Y A ESOS TESTIMONIOS.

Finalmente, el hombre que había sido ciego no iba a depender de que los fariseos aceptaran a
Jesús y asumió su propia responsabilidad frente a él:
“respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de
dónde sea, y a mí me abrió los ojos.”
"Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer".
Para él, la autoridad con la que Jesús actuaba era divina, no había otra explicación posible, y así
se los mostró a estos hombres. No habían conseguido amedrentarle y sin temor alguno dejó
clara su posición.

Así pues, mientras que los opositores de Jesús sólo tenían teorías y palabras, el que había
sido ciego respaldaba su afirmación con un hecho incuestionable. Frente a esto, las opiniones
sin fundamento se desvanecen.
Y así ocurre también con nosotros; el mundo puede dudar y menospreciar nuestra fe, pero
nada pueden hacer contra la realidad de una nueva vida en Cristo.

PAUSA FINAL:
como CONCLUSIÓN:
¿Por qué razón las personas después de ver tan increíble milagro y señal no cayeron de
rodillas a los pies del Señor?, por que justamente lo que se desea mostrar en estos pasajes, es
la completa incapacidad del hombre para ver las verdades espirituales, pues no puede percibir
las cosas de Dios.
(Romanos 3: 10 – 11)
10 “
como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
11
no hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.”

Este capítulo se podría decir que es una parábola viva pues tiene un significado más allá que
una simple historia. y que si no recibiera la asistencia del Señor no podría llegar a rendirse a los
pies de Dios. Por eso aquel hombre que recibió aquella gracia, pudo mostrar una fe progresiva
durante el desarrollo de este capítulo.
Este texto completo se podría decir que tiene 2 bloques:
El primero se centra en la persona que ha recibido la Gracia del Señor, aquel ciego que ahora
puede ver, y el segundo bloque de aquellos que rechazan aún este testimonio tan potente.
Reitero. Cuando una persona es alcanzada por la luz del evangelio, esta esperanza y
reconciliación con el Padre, surge íntegramente de la iniciativa de Dios, jamás del hombre.
Nosotros desde nuestro nacimiento manchamos la imagen de Dios
La única forma posible de que un ser humano llegue a estar reconciliado en la presencia de
Dios es por virtud de su Gracia. (repetir)
Aquellos hombres conocían lo que el Señor les había manifestado por medio del profeta Isaías,
700 años antes, a cerca de la incapacidad humana.
(Isaías 42: 6 – 7)
6“
yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por
pacto al pueblo, por luz de las naciones, 7 para que abras los ojos de los ciegos, para que
saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.”
“Lo que en ese momento estaba sucediendo, era precisamente el cumplimiento de esta
promesa frente a ellos”. ¡Pero ellos estaban cegados! El ciego espiritual NO acepta su
condición.
La escritura les estaba enseñando a los fariseos su condición ciega e incapaz de frente a la
palabra de Dios, y claramente señalaban que el papel del Mesías era precisamente sacar al
hombre de esa condición.

“Las personas viven buscando la felicidad, pero al ser ciegos espiritualmente,


buscan donde no la hallaran”
Este hombre se expresa en los versículos finales del capítulo, que logro experimentar el gozo
de Dios, al reconocerlo como el Mesías y postrándose ante él, le adoró.

la pregunta que quiero hacerte hoy hermanos es. ¿Has experimentado tú el gozo de Dios en tu
vida?

Hay 2 cosas que el ser humano tiene que llegar a entender: “La Santidad de Dios y la
Pecaminosidad del hombre” Si logramos entender quién es Dios, aunque sea un poco,
lograremos ser conscientes del alcance de nuestra propia corrupción.

Si tú no eres consciente de la condición en la que te encuentras, al estar separado de Cristo,


Jesús no será nada para ti.

Todo lo que sucede en el universo, gira en torno a la gloria de Dios.


Este capítulo ilustra bellamente el proceso de la salvación. Es una historia verídica, pero que
encierra una bella y poderosa ilustración de lo que hace el Señor en la vida de aquellos que Él
vino a salvar.
El Señor en el capítulo 9 viene a mostrarnos la condición en la que estábamos en torno al
reino de Dios y a nuestra oportunidad con Cristo de poder ver con los ojos espirituales.
Este hombre del relato bíblico era ciego de nacimiento, nada podía hacer por él mismo, de
igual manera que el ser humano lo es espiritualmente y no logra percibir ni discernir las cosas
de Dios.

terminando APLICACIÓN:

Cuando se presenta la verdad incuestionable de quien es Jesucristo a un corazón incrédulo,


muchas veces encontramos un corazón de piedra y esto es bueno tenerlo en cuenta cuando
nos enfrentamos con el rechazo al entregar el mensaje del evangelio. Esto como resultado
natural de un corazón que no ha sido transformado por Dios.
(Deuteronomio 30: 6) NTV
“El SEÑOR tu Dios cambiará tu corazón y el de tus descendientes, para que lo ames con todo el
corazón y con toda el alma, y para que tengas vida.”
(Ezequiel 36: 26) NTV
“Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese
terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo”
Todos nosotros éramos ciegos de nacimiento, ciegos espiritualmente y solo por la gracia de
Dios, ahora podemos ver.

Juan Calvino en torno al pasaje que hemos visto dijo:


“Si este hombre que aún no sabía quién era el hijo de Dios, con valentía confeso que era un
profeta, que vergüenza de aquellos que por miedo lo niegan o guardan silencio. A pesar de
que saben que está sentado a la diestra del Padre y que desde allí vendrá a ser el Juez de toda
la tierra. Si este hombre no cayo, debemos esforzarnos por una confesión sincera y completa
que surja desde el brillo máximo que ha resplandecido en nuestros corazones”
(2 Corintios 4: 5 – 7)
“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros
como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 porque Dios, que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”

¿Qué actitud tomaremos en nuestro trabajo, con nuestros amigos, y familia frente a lo que
Dios ha hecho EN nosotros?

El hombre de esta historia nada podía hacer por él mismo, de igual manera que el ser humano
lo es espiritualmente y no logra percibir ni discernir las cosas de Dios.
Cuando Jesús habla con Nicodemo en el capítulo 3, le dice que “El que NO naciera de nuevo,
NO podrá VER el reino de Dios” la condición del hombre desde su nacimiento es una ceguera
total en torno a las verdades de Dios.

“Este hombre era consciente de su ceguera física, más el hombre natural no lo


es de su ceguera espiritual.”

AFUERA HAY MUCHOS CIEGOS QUE, AUNQUE NO LOS PODAMOS VER CON LAS VENDAS EN SUS OJOS,
CREANME QUE SI LAS TIENEN PUESTAS EN SU CORAZÓN.

LA ILUMINACIÓN QUE EL SEÑOR HACE EN LA VIDA DE LOS SUYOS, NO ESTA


REPRESENTADA POR UNA APERTURA INTELECTUAL, SI NO, COMO UNA ENTREGA DE
VIDA.

Oremos hermanos

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