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PARROQUIA SAN LORENZO DE ÑEMBY

Consagración a San José: Las Maravillas de Nuestro Padre Espiritual


Por el Padre Donald H. Calloway
DÍA 18
José Prudentísimo
Ruega por nosotros
¡Cuánta prudencia era necesaria para educar a un Dios hecho niño, dispuesto a
obedecerlo (a San José) durante treinta años! 1
— Beato Guillermo José Chaminade

¿Q ué es la prudencia? En estos tiempos muchas personas la


consideran un vicio o un defecto. Cuando una persona es precavida o
cautelosa en cuestiones morales se la suele llamar mojigata. Sin
embargo, la prudencia es una virtud extremadamente importante.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos da una definición muy clara
de la prudencia afirmando:
La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia
nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo... No se confunde ni
con la timidez o el temor, ni con la doblez o la disimulación. Es llamada auriga virtutum
(auriga de las virtudes): conduce las otras virtudes indicándoles regla y medida. 2

Santo Tomás de Aquino enseñó que la prudencia es la “principal de


todas las virtudes.” Su función es gobernar a las demás virtudes
cardinales (preeminentes), que son la templanza, la justicia y la
fortaleza. Sin la prudencia, una persona sería o demasiado permisiva o
demasiado severa. La prudencia actúa como guía y “auriga” ayudando
al alma a evitar extremos equivocados.
LA PRUDENCIA ES LA VIRTUD DE LOS REYES Y LOS GOBERNANTES. Sin la
prudencia, ningún líder puede ejercer la templanza, la justicia y la
fortaleza. San José, rey de la Sagrada Familia y padre espiritual tuyo,
es (después de Jesús), el más prudente de todos, por lo que es modelo
de prudencia en todas las situaciones de la vida. San José oró y esperó
a que el Señor le revelara los misterios del embarazo de su esposa.
Educó al Hombre-Dios, y en cada situación permitió que la prudencia
gobernara sus acciones.
La prudencia de San José fue sobrenatural.3
- Beato Guillermo José Chaminade
La prudencia sobrenatural es diferente de la prudencia humana. La
prudencia humana lleva a una persona a evitar la dificultad, el
sufrimiento y los trabajos extremos, mientras que la prudencia
sobrenatural no busca evitar el sufrimiento,
sino que abraza la cruz por amor, esforzándose siempre por lograr el
mayor bien. La prudencia de San José, por la gracia de Dios, fue
sobrenatural y heroica. Antes de que la sabiduría de la cruz le fuese
revelada al mundo, San José abrazó generosamente el sufrimiento por
el bien de los demás. Antes de que el misterio del sufrimiento
corredentor fuese revelado a las almas, San José lo vivió por amor.
SAN JOSÉ HARÁ QUE CREZCA EN TI LA VIRTUD DE LA PRUDENCIA. San José te
ayudará en el ejercicio de la prudencia sobrenatural. En cada situación
te enseñará a guiarte por la virtud de la prudencia para que siempre
hagas el mayor bien por amor a Dios y al prójimo, sin importar el grado
de sufrimiento que tengas que padecer.
San José nos enseña que la prudencia es conocer correctamente las cosas que se tienen
que hacer; o dicho más ampliamente, el conocimiento de las cosas que se deben hacer y
de aquellas que se tienen que evitar.4
— Siervo de Dios John A. Hardon

Un hombre de prudencia humana jamás se habría levantado de su


descanso para huir a Egipto con su esposa e hijo como respuesta a un
sueño. Un hombre de prudencia humana habría reprendido de
inmediato a cualquier hombre que le hubiese dicho a su esposa que su
corazón sería atravesado por una espada, y que su Hijo sería causa de
división; pero San José no era un hombre ordinario. Por el poder del
Espíritu Santo, él es un hombre de prudencia sobrenatural que pondera,
reza, discierne y actúa; la prudencia lo guía. Con San José, también a ti
te guiará la virtud de la prudencia sobrenatural.
Aun siendo maestro, [San José] siempre se mantiene como siervo prudente y fiel. San
José, de la familia de los reyes de Judá, lleva una vida pobre y escondida, y porque su
destino era convertirse, por así decirlo, en gobernador y padre de un Dios débil y
humilde, era apropiado que se le asemejara. 5
- Beato Guillermo José Chaminade

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