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INTRODUCCIÓN

Ahora que los israelitas estaban asentados en la

tierra prometida, comenzaron a experimentar los problemas

correlativos de la transigencia y de la apostasía. Al

comprender su encargo de erradicar totalmente a los

depravados cananeos, cayeron una y otra vez en la idolatría

e inmoralidad de aquellas naciones. Eso los iba a llevar a

una serie de derrotas militares, seguidas de liberación por

una serie de jueces. Esos jueces no eran administradores

legales sino enérgicos dirigentes que ayudaron a la nación

a hacer frente a cada sucesiva crisis.1

La condición moral de Israel fue empeorando

progresivamente al ir repitiéndose el ciclo descendente.

Cada vez que un juez moría, “ellos volvían atrás, y se

corrompían más que sus padres” (Jue. 2:19). La palabra

hebrea traducida “juez” procede de una palabra que

significa “ejercer autoridad”. Los jueces fueron personas

que usaron su autoridad para “salvar” o “librar” a Israel

de la opresión. Varias formas de la palabra “juez”


1
?
Harold L. Willminton, Compendio Manual Portavoz (Grand
Rapids, Michigan: Portavoz, 2001), 141.

1
aparecen 20 veces en el libro de Jueces; y en este mismo

libro aparecen 48 veces varias formas de “librar”.1

Así, después de una larga lista de jueces que

habían libertado a Israel, y sobre todo después de Abdón;

hijo de Hilel; llegó Sansón para rescatar al pueblo de

Israel; el cual por haber recaído en la idolatría, forma el

mareo de un período de opresión por los filisteos que duró

una generación entera (cuarenta años). Por lo que la

carrera de este líder, pertenece a este tiempo, un líder;

del cual, podemos aprender muchas lecciones.2

1
?
Ibíd.
2
?
Charles F. Peeiffer, Comentario Biblíco Moody, Antiguo
Testamento (Grand Rapids, Michigan: Portavoz, 1993), 259.

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