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Universidad Nacional de Costa Rica

Universidad Bíblica Latinoamericana

Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión


Maestría en Estudios Teológicos

Reseña:
Debates y afirmaciones acerca de la Iglesia y su Unidad,
desde el Vaticano II hasta el pontificado de Francisco.
Tras la búsqueda de una perspectiva latinoamericana

Elaborado por:
Sergio Vinicio Molina Vásquez

Trabajo presentado como requisito parcial del curso:


La Eclesiología y la Cuestión Ecuménica. EPG 715

Costa Rica, 2021


La iglesia debe ser una comunidad inclusiva, para lograrlo es importante la implementación
de estrategias y metodologías que beneficien e integren, una de las dinámicas de positiva
implementación es la vinculación mediante la mesa redonda, ya que esta se ha convertido en
un «símbolo de hospitalidad y una metáfora del encuentro para dialogar y compartir» 1.
Es importante la inclusión y la participación en la toma de decisiones en cada comunidad,
iglesia, nación y mundo, porque en un sentido escatológico en las Bodas del Cordero todos
los redimidos seremos convidados a participar.

El Salmo 23:5 resalta que Yahvé nos prepara una mesa aun en presencia de nuestros
angustiadores, por lo cual es fundamental entender «que la mesa está siempre servida, como
un regalo de Dios y Cristo es el anfitrión» 2, esa figura de la iglesia alrededor de la mesa, liga
a la comunidad de Cristo con la participación del pan y compartir con los y las pobres.
Cuando comprendemos la bendición de ser invitados a la mesa servida por Dios y presidida
por Cristo.

Sobre la eclesiología feminista cabe la pena mencionar la importancia de las relaciones, y


busca la participación y vinculación tanto de hombres y mujeres que luchan por la justicia de
las personas oprimidas y el valor significativo de la humanidad, creando vinculaciones sobre
las líneas divisorias de la religión, cultura, raza, género, y orientación sexual, para que todo
el mundo quede unido en el círculo de amistad.

Aprendiendo acerca de esa vinculación alrededor de la mesa, es necesario organizar las


comunidades eclesiales para que sean más afectivas e integradoras, y puedan fomentar el
dialogo y la reunión como una verdadera comunidad, también es importante denotar que una
«exploración feminista significa contestar a la tradición» 3, sobre la vinculación de la teología
contextual y la tradición bíblica eclesial.

1
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 22.
2
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 24.
3
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 29.
De esa manera la vinculación periferia recalca la solidaridad eclesial enfatizando ese espíritu
que permite cargar mutuamente nuestras cargas, aprendiendo juntos, aunque se provenga de
distintas iglesias, es gracias a la interpretación feminista que los principios conexionan desde
la acción y reflexión de las comunidades de fe y lucha.

Partiendo de esos puntos, podemos observar como la fe, el feminismo y la iglesia pueden
interactuar juntos, afirmando que «si es posible ser cristiano y feminista» 4, es de gran
importancia reconocer que la correcta practica del feminismo no es contra de los hombres,
sino a favor de las necesidades de las mujeres, necesidades que no pueden ser resueltas sin
los cambios prácticos en la vida tanto de los hombres, como también de las mujeres.

«Los hombres también podemos ser feministas, si estamos dispuestos a abogar por la causa
de las mujeres» 5, ya que el feminismo es: una ideología para provocar un cambio social y
eclesial, donde siguiendo el ejemplo de Jesucristo “el primer feminista” quien incluyo a las
mujeres como seguidoras, testigas y discípulas.

Es preponderante poder desarrollar una fe que nos mueva a la acción, la unión, el servicio y
la justicia, manteniendo así la confianza y la seguridad en el amor eterno de Dios, por lo cual
se debe practicar el principio de la mesa, partiendo de una visión critica y un compromiso
por el diálogo conjunto para la acción y la reflexión teológica.

Este principio de hermenéutica feminista puede ser aplicado para la interpretación de la


iglesia y las Escrituras, buscando formas de incluir a todas las personas excluidas por la
sociedad y religión, «invitando a todos a reunirse alrededor de la mesa de hospitalidad de
Dios» 6, nunca olvidando que «el mensaje de Jesús es que todas las personas fueron creadas
por Dios y por lo tanto son bienvenidas en su casa» 7.

4
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 30.
5
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 30.
6
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 36.
7
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 37.
Solo la fe en Cristo nos impulsará a mantener una actitud abierta hacia las personas
marginadas, en nuestras comunidades sociales y eclesiales, llevándonos a cuestionar la fe y
la práctica, manteniendo una cosmovisión desde la perspectiva de quienes sufren.

Con la ayuda de la teología de la liberación se pueden dar acercamientos con aquellas


personas necesitadas y marginadas y alcanzarlas con un mensaje liberador, integrador, pero
sobre todo lleno de amor, porque «en Cristo no existe periferia, ni el centro, pero es necesario
poner esa inclusividad en práctica en las iglesias» 8, teniendo siempre presente que el
propósito final de la Casa de Dios es eliminar la periferia y el centro, al unirse Aquel que está
en el centro de la vida de la iglesia y que vivió y murió por ella, por lo cual cumplamos la
voluntad de Jesucristo “Mi Casa será llamada, Casa de Oración para todos los pueblos”.

Debemos practicar relecturas que conecten e integren, teniendo una conciencia social de
acción, partiendo del punto de vista de los que sufren y son marginados por la sociedad,
porque solo de esa manera descubrimos nuevos enfoques para nuestra comunidad de fe.

Es así como una vinculación en espiral nos ayudará a establecer vinculadores que faciliten
pensar y transitar de nuestro camino a la felicidad, fidelidad, compromiso y victoria en la
lucha por la integridad humana. Interiorizando este punto es notable resaltar que «Dios está
entre las personas que luchan por la justicia y la integridad humana» 9 y continúa
compartiendo experiencias y compromisos con la salvación y la redención.

Dios sigue actuando en y a través del mundo por medio de todas las religiones e ideologías,
para que el espiral de acción y reflexión puedan seguir continuando como parte del desarrollo
teológico social. Es necesario prestar atención al contexto y lograr establecer vinculaciones
que den voz a los que no la tienen, que sean manos de acción para los que no pueden, y que
brinde el cariño y amor para los que más necesiten.

8
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 39.
9
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 49.
Hay que seguir creyendo en una unidad que permita la diversidad, y gracias al movimiento
ecuménico podemos alcanzar el sueño de Jesucristo “que todos seamos uno”, por lo cual no
debemos priorizar ningún elemento de la espiral teológica por encima de los demás.

Alrededor de ese espiral el dialogo es fundamental para poder conocernos mutuamente y que
desde la perspectiva feminista también puedan entenderse las Escrituras con implicación
contextual y vivencial, transitar por el espiral «ayuda a enfocar nuestro pensamiento en el
continuo proceso de acción y reflexión en nuestra vida e iglesia» 10

Es necesario comprender que la contestación a la tradición provocará una liberación que


confronta, perturba y demanda ser escuchada hasta que cambien su forma de ver, escuchar y
ser, sin olvidar que la paz es el camino, y eso se forja a través del dialogo, lo cual desembocará
en una interpretación nueva de la Escritura, generando un gran desafío tanto para hombres y
mujeres la investigación consciente y responsable que pueda unir en vez de dividir, que pueda
integrar en vez de separar, que pueda amar en vez de odiar,

Finalmente, se necesita un despertar de una verdadera comunidad de fe y lucha que rompa


los paradigmas y donde cada cristiano y cristiana pueda aceptar su llamado de ser luz en
medio de la oscuridad, sal donde no hay sabor, justicia en medio de la injustica, y amor en
medio del dolor, por esa razón todos somos invitados a participar en el dialogo en la mesa, a
lograr desarrollar nuestro propio viaje de fe y lucha por la restauración y liberación en Cristo.
«La eclesiología de la mesa redonda refleja la comprensión que de si misma tiene la
comunidad de fe y lucha, acerca de su vida, en un modelo de fe, justicia y hospitalidad» 11

Gracias a Vaticano II la iglesia encontró su identidad al lado de la gente pobre del mundo,
como testimonio de la acción liberadora de Dios, una eclesiología que responda al llamado
es fundamental para que junto a la teología de la liberación se pueda creer y participar de una
iglesia diferente que ama, avanza, sirve, integra y sobre todo que permite que Dios obre.

10
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 57.
11
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la Iglesia”, Costa
Rica: UBL-ISEDET, 71.
La eclesiología en Latinoamérica se le conoce como «Eclesiología de Liberación» 12,
buscando que cada cristiano y cristiana pueda comprender su misión, y que a través de
Vaticano II aprender que otra eclesiología es posible, dando una apertura al mundo en el cual
la iglesia debe actuar con un mensaje de salvación en Cristo Jesús.

La teología de la liberación presenta contenidos de fe que incluyen a la eclesiología desde la


perspectiva de los pobres, proyectando diferentes análisis desde la función socio analítica,
hermenéutica, teórico practico y epistemológico, de esa manera será necesario comprender
que ver siempre desde la fe, es poder entender al creyente es su necesidad de redención y nos
llevará a una teología de liberación integral.

Es fundamental que podamos asimilar e integrar en nuestro contexto socio religioso que «la
liberación significa preservación de la dignidad y la vocación humana a construir el reino» 13.
Lo cual influirá en una praxis de transformación social, aportando elementos sobre la
intervención divina en la vida cotidiana, y que es posible pasar de muerte a vida, de opresión
a liberación, de guerra a la paz, del odio al amor, de la desigualdad, a la equidad y de la
separación a la unidad, de esa manera podremos afirmar que: «Dios está presente no más allá
de la historia sino en la historia» 14.

Se le llama el Dios de la historia, porque participa e interviene activamente en la historia, no


dejando desprovistos a sus hijos e hijas sino proveyendo y preparando un pueblo santo para
ese reino verdadero que permanecerá para siempre. Es pues la experiencia del pobre y la
necesidad del hombre y la mujer que se vuelven la oportunidad de Dios, para el actuar con
un plan de salvación y liberación mediante la fe en Cristo Jesús que encamina a un pueblo al
encuentro con su Dios en un evento escatológico final.

12
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 131.
13
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 133.
14
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 134.
Son pues las mediaciones tanto socio analítica que nos permitirá contemplar el mundo del
oprimido; la hermenéutica nos hará contemplar el lado del mundo de Dios; y la practica nos
llevará a contemplar el lado de acción en consonancia con el plan de Dios, formando así un
círculo hermenéutico «entre el pobre que interroga y la palabra que cuestiona» 15.

Por lo tanto, es necesario un balance critico inicial, donde se aprenda que según entienda la
salvación de esa manera entenderé la iglesia, es por esa razón que es de preponderante
discernir las interpretaciones coherentes e incoherentes de la antropología bíblica y cristiana.

Necesitamos una nueva interpretación de la fe donde pueda descubrir las causas de pobreza
en mi mundo, y permitiendo que Dios actúe poniendo en mi el querer como el hacer en favor
de los que más sufren. De esa manera una sabia gestión de los elementos eclesiológicos nos
afirmase en la construcción de teologías liberadoras e integradoras, donde se valore el
impulso correcto y necesario de Vaticano II que nos lleve a la reflexión y creación de una
iglesia llena del amor de Dios, en, con, para, por los pobres de este mundo.

El pueblo activo y unido jamás serán vencidos, somos protagonistas históricos de la


liberación por lo cual debemos vivir a la altura de la vocación por la cual fuimos llamados de
las tinieblas a su luz admirable, dando así una «Eclesiogénesis» 16, una verdadera iglesia de
los pobres, la iglesia del pueblo comprendiendo que lo «importante no es la iglesia sino la
salvación» 17, con la bendita esperanza y seguridad de que Dios actúa en y desde la historia,
su trascendencia es una teología a todas luces entendible y visible.

La iglesia debe ser más de lo que se ve, y debe tener un mensaje que realmente logré llegar
con esperanza no importando la clase, genero, diversidad, condición, pueblo, tomando el
ejemplo de Cristo como un siervo sufriente que amó hasta lo sumo y fue capaz de “dar su
vida por sus amigos”, una de las implicaciones que traspasó mi corazón fue está: «La iglesia

15
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 135.
16
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 141.
17
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 141.
es continuadora de la obra de Jesús y debe entenderse como Iglesia del pueblo crucificado y
así sacramento de salvación» 18.

La temática del Reino de Dios es fundamental para la eclesiología y la cuestión ecuménica,


porque si «la salvación es el Reino de Dios que se acerca y la iglesia es sacramento de
salvación, entonces la iglesia debe hacer presente el reino de Dios y su justicia» 19, este Reino
debe entenderse como una realidad dinámica generadora de cambios para bien, partiendo de
la salvación en Cristo Jesús y la obra de liberación de conciencia social humana.

El reino de Dios se acerca cuando la liberación avanza, «ya que el reino de Dios es comunión
como la obra de Dios» 20 y es de gran valor vivencial e integral reconocer que «el reino de
Dios rebasa todas las fronteras de la iglesia» 21, dicho esto es fundamental que la iglesia pueda
comprender su papel al servicio del reino compartiendo con otros el misterio inagotable de
la gracia.

La iglesia se vuelve la iglesia de los pobres cuando se encarna y dedica su vida al servicio de
los más vulnerables, siendo de alcance y proyección social con los más necesitados, mediante
una evangelización de esperanza, pero de acción comunitaria podemos trasmitir el mensaje
de Yahvé “he visto la aflicción de mi pueblo”, solo de esa manera nunca olvidaremos que la
iglesia ha de ser del pueblo y para el pueblo.

Lo que llevará a una iglesia militante y emergente con cambios significativos, presentando
una imagen real, humilde, salvífica, sanadora, integradora, dialogante y sobre todo
esperanzadora, que tiene como punto de reflexión las Sagradas Escrituras, pero que discierne
a través de la obra del Espíritu Santo y profundiza en la eclesiología del Concilio Vaticano
II.

18
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 142.
19
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 143.
20
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 143.
21
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 143.
El amor de Dios es eterno, y su plan salvífico y liberador sigue siendo parte de la gran
comisión para todo cristiano, la iglesia necesita evaluar y ordenar su orden de prioridades;
enseñar para salvar, salvar para servir, servir para salvar, es entonces que solo de esa manera
«la iglesia no solamente será signo, sino también será un instrumento salvífico de la realidad
presente» 22, por lo tanto a manera de conclusión de este primer apartado, veo la importancia
de un redescubrimiento eclesiológico libertador, donde en primer lugar experimentando el
poder salvífico divino, más allá de las denominaciones, doctrinas, creencias, tradiciones y
dogmas podamos llegar a los más necesitados, continuando con la obra de Jesucristo para
que “todo aquel que en Él crea, no se pierda sino tenga vida eterna”
La escritora Ellen Gould declaró:
«La Iglesia es el medio señalado por Dios para la salvación de los hombres. Fue
organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo. Desde el
principio fue el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y
suficiencia. Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a
su luz admirable, han de revelar su gloria. La iglesia es la depositaria de las riquezas
de la gracia de Cristo; y mediante la iglesia se manifestará con el tiempo, aun a “los
principados y potestades en los cielos el despliegue final y pleno del amor de Dios» 23

En lo personal esta fue la lectura que más me gustó y tengo el desafío de poder realizar todas
las actividades de este cuaderno de participación, en primera instancia es de gran importancia
reconocer que el Espíritu Santo nos vivifica y dirige nuestros pasos y nos quiere guiar por el
camino la verdad y la vida que es Cristo Jesús.

Seguidamente cabe la pena resaltar que la teología debe surgir en una vivencia practica y una
vida testimonial de la iglesia; no hay iglesias sin teología y es necesario reconocer que
debemos caminar en una praxis generada y guiada por el Espíritu Santo, lo cual despertará y
conciencia de misión que proclame la gracia y las buenas nuevas del evangelio.

22
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile, Universidad Católica
de Chile, 150.
23
Gould Ellen, Hechos de los Apóstoles, 91.
La vida en el Espíritu Santo implica reconocer y proclamar la vida como don en medio de
nuestra sociedad, en medio de la diversidad, en medio de nuestras culturas y reprender,
denunciar y evidenciar los signos de muerte y opresión.

La gracia de Dios, que se expresa en su libertad en medio de nuestra interculturalidad, ser


movidos por el Espíritu Santo de transformación de nuestras mentes, que nos presenta nuevos
paradigmas, que nos lleva a actuar corriendo los riegos propios de ser discípulos y discípulas
del Maestro, viviendo con fe las inseguridades del evangelio,

La gran necesidad de la iglesia radica en poder ser movida por la gracia recibida, para vivir
y predicar el evangelio en nuestra cotidianeidad, es demostrar que la iglesia tiene oídos para
oír, ojos para ver, brazos para abrazar, entendiendo que la acción del Espíritu Santo no es
propiedad de ninguna iglesia, ni esta limitada al accionar solamente de un movimiento, sino
que obra en favor de aquellos que permiten ser convencidos de pecado, guiados a toda verdad
y conducidos con relación a la unidad y a la libertad.

El Espíritu Santo es maravilloso, no excluye, no discrimina y nos sorprende de una manera


constante porque nos llama continuamente a la unidad, reconciliación y perdón, facilitando
la diversidad, comunión y unión con Cristo. Es pues de esa manera que la teología debe ser
vista «como el quehacer urgente, cotidiano y necesario de todo el pueblo de Dios» 24.

Es necesario construir nuevos modelos para la unidad orientados en un servicio social, sin
olvidar el sentido ecuménico que deba incluir «la disposición para el dialogo interreligioso y
la colaboración con la sociedad civil y con los actores del acontecer social, religioso y
político» 25, solo de esa manera la misión será útil cuando se ejerza correctamente la Palabra
de Dios, la cual nutre la visión y el Espíritu Santo actúa en los creyentes y en la comunidad.

24
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 48.
25
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 49.
Sobre la gran comisión es importante destacar que «la misión de la iglesia no es más ni menos
que vivir y proclamar esas buenas nuevas en cada lugar y en todo momento histórico» 26.

En la actualidad es reseñable que Dios sigue actuando entre su pueblo latinoamericano y


caribeño, en nuestro contexto eclesial con frecuencia el evangelio es reducido a la
ritualización y al legalismo religioso, lo que provoca las buenas noticias restringidas para la
vida futura, una misión limitada a estrategias para alcanzar, y existe tristemente un enfoque
numerológico que solo busca sumar estadísticas, mediante el reclutamiento, y la búsqueda
de nuevos conversos, lamentablemente «el éxito se mide por el tamaño de los templos y
presupuestos, las y los seguidores de Jesucristo retratados y miles más no temen denunciar
estas concepciones y practicas como reducciones infieles del evangelio» 27.

La iglesia está llamada a articular, desde su fe en Jesucristo, una comunidad verdadera bajo
la dirección del Espíritu Santo, comprendiendo que no solamente se tiene la referencia de ser
y participar del cuerpo de Cristo, sino que también ser esa fuerza histórica que se deje guiar
por el Espíritu Santo para la obtención de una «misión integral» 28.

Dentro de los desafíos que la iglesia enfrenta hoy es aprender a trabajar de una manera
ordenada y coordinada con individuos e instituciones y todos los que se encuentren
involucrados en procurar la vida abundante de todos. Es fundamental no perder la fe y la
esperanza de que otro mundo es posible, es pues entonces muy importante interiorizar que
«la esperanza de la justicia es tanto la esperanza que nace de la justicia» 29.

Es pues el vinculo de la esperanza que profundizará en proseguir el camino de Cristo por los
caminos del Espíritu Santo y nos va abriendo, hasta que algún día podamos contemplar a
Dios cara a cara, es de gran valor reconocer que Cristo es el fundamento de la iglesia. «la

26
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 50.
27
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 51.
28
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 53.
29
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 55.
iglesia o la comunidad cristiana encarnada en la vida de su contexto social es sacramento de
la presencia de Dios en el mundo» 30.

Finalmente, no se trata de una iglesia que busca perfección como marca e institución, se
necesita vehemente una iglesia llena de amor que pueda cubrir multitud de pecados y
temores. Solamente cuando la iglesia sea sierva de Dios y amiga de la humanidad, no admitirá
conflictos de poder, sino que someterá su voluntad a la obra de Dios.

El llamado final es una reflexión: «Dios espera de nosotros hoy una actitud de respeto hacia
la creación y una manera de pensar histórica e integral que mucho puede aprender de la
sabiduría» 31.

Como ultima reflexión, quiero destacar el ecumenismo y su accionar en la construcción de


la paz, el movimiento ecuménico y la teología han tenido una relación directa con la vivencia
cristiana y la fe, con un propósito de unidad cristiana y un mensaje de paz para la sana
convivencia.

En relación con las divisiones del cristianismo, es importante volver a conectarnos con el
modelo de unidad de la Trinidad donde en medio de la diversidad existe una unidad de
propósito, recordando que nosotros somos hechos a imagen y semejanza de Dios y que ese
atributo de unidad se ve ratificado en la oración de Jesucristo por todos sus discípulos para
que todos seamos uno, como Él es uno con el Padre Celestial.

Sobre los puntos de dicha división tenemos que trabajar en contra de la polémica que se
desata «de las artimañas demagógicas, agresivas y hasta incoherentes» 32 y lo podemos
realizar mediante el terreno del dialogo, el conocimiento y la armonía en nuestras
comunidades de fe cristianas.

30
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 56.
31
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de participación del
CLADE V, Argentina, Ediciones Kairós, 58.
32
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia, Universidad de San
Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015, 4.
También debemos trabajar contra la costumbre de vivir separados, y creemos que es normal
estar separados y vivir en división, pero la forma correcta de contrarrestar demostrando que
la iglesia de Cristo puede apreciar las diferencias y acercarse al propósito de Jesucristo de
acércanos paso a paso hasta llegar a la unidad.

Otro punto que distancia es el «eurocentrismo» 33 y debemos luchar contra las imposiciones
europeas y poder seguir trabajando en una eclesiología y teología latinoamericana que pueda
partir de la realidad vivencial y social nuestras regiones, y que, en medio de encuentros
violentos, guerras y actitudes agresivas, «debemos resaltar la necesidad de encontrar el
camino de la unidad y de la paz» 34

No debemos olvidar que las divisiones repugnan a la voluntad de Cristo y es piedra de


escandalo para el mundo y obstáculo para la causa de la difusión del Evangelio para todo el
mundo, busquemos menos divisiones y más puentes que nos unan y nos hagan coexistir en
la construcción del Reino de Dios y la vivencia de paz.

Existen varias perspectivas desde el ecumenismo y la unidad y este parte desde el interior de
las iglesias y aunque existan cuestionamientos profundos que provoquen repensar sobre la
identidad eclesial y cristiana que buscan en primera instancia ecumenismo y
macroecumenismo con un propósito de favorecer la unidad de los cristianos, enfatizando el
desarrollo y la evolución para el restablecimiento de la comunión, también una afirmación
fuerte del dialogo para vencer los monólogos y la confusión para que pueda dar una apertura
el camino del conocimiento mutuo y de la vida fraterna, y así de esa manera un mensaje del
retorno a las fuentes, pues solo mediante la dirección del Espíritu Santo, por medio de las
Escrituras y la oración fomentara una iglesia que cumpla la voluntad de Dios.

33
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia, Universidad de San
Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015, 5.
34
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia, Universidad de San
Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015, 5.
Además, se nos presentan cuatro posibles caminos para el desarrollo del ecumenismo, el
primero es el «ecumenismo institucional» 35 que, por medio de una estructura, un cambio de
actitud, de pensamiento y un proyecto concreto existe la apertura para la organización
intraeclesial o intereclesial.

El segundo camino es el «ecumenismo espiritual» 36 que tiene una concepción humanística y


busca mediante la espiritualidad una actitud de entrega a Dios. De esa manera podemos
visualizar el tercer camino el cual consiste en un «ecumenismo local» 37, ampliando la
concepción de la iglesia animando a cada creyente para que puedan estar a favor de la
construcción de la unidad. El cuarto camino es el «ecumenismo secular» 38, el cual de una
forma creativa busca trabajar en favor de la unidad en un mundo secular, trabajando en la
acción social, de justicia, ecología, liberación y paz.

El macroecumenismo no solamente tiene aplicación para Latinoamérica, sino para el mundo


entero, por lo cual el ecumenismo debe conducir a un dialogo más abarcante, en otros niveles,
dimensiones y contextos posibles, enfatizando la salvación y la aceptación de todas las
culturas y las diversas culturas, con el común denominador de la practica del amor y la
justicia. Debemos repensar para trabajar con el fin de alcanzar la unidad, primero cambiando
el clima de división que se ha concentrado por muchos años, seguidamente avanzar en las
directivas pedagógicas, continuando con una intención positiva de unidad mediante la
oración, cooperando mutuamente con el trabajo intelectual y científico.

El ecumenismo y su relación directa al camino hacia la paz, cuestionando los conceptos de


violencia y paz, respetando la dignidad de la persona, libre de discriminación y el respeto por
los derechos humanos, todo esto concebido como don del Espíritu Santo, por lo que es

35
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia, Universidad de San
Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015, 7.
36
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia, Universidad de San
Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015, 8.
37
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia, Universidad de San
Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015, 8.
importante integrar que la paz, esta unida a la justicia y al perdón, convirtiéndose en el camino
que todos los cristianos debemos transitar en víspera de la unidad, perdón, animo y oración.
La práctica ecuménica nos llevará aprender a vivir el amor que predicando el testimonio
fraternal y universal, que tendrá de resultar en un dialogo interreligioso, abriendo el horizonte
para la paz necesaria y la comunión, porque el amor a la verdad y no un simple impulso,
provocará que los cristianos escuchen a otros, indaguen en sus argumentos, y propongan
ganar en claridad y en profundidad la paz que sobrepasa todo entendimiento.

En síntesis, cada una de nuestras comunidades eclesiales debe llegar a convertirse en una
iglesia inclusiva, también debemos apoyar el crecimiento de la teología feminista y luchar
juntamente por una participación integral dentro de la liturgia cristiana, donde puedan
participar y servir a Dios sin ninguna discriminación y segregación. Como latinoamericanos
debemos seguir trabajando en la construcción de una eclesiología y teología que en medio de
las situaciones de nuestra región puedan llevar un evangelio practico y esperanzador para los
mas necesitados compartiendo la justicia, paz, desarrollo, libertad y unidad, porque solo de
esa manera podremos vivir aquí y ahora el Reino de Dios, por lo cual decidíamos seguir a
Cristo y no volvamos atrás en conceptos que dividen, y proclamemos que el Rey de Gloria
nos ha trasformado, construyendo juntos un ecumenismo que nos lleve a la paz.

En conclusión «el ecumenismo es caminar juntos, bajo la mirada de Dios»- Papa Francisco

Bibliografía
Letty M. Russell, “La iglesia como comunidad inclusiva. Una interpretación feminista de la
Iglesia”, Costa Rica: UBL-ISEDET, 2004. Páginas 21-76.
Rodrigo Polanco, “Eclesiología en Latinoamérica. Exposición y balance crítico”, Chile,
Universidad Católica de Chile, Páginas 131-152.
Nancy Bedford y Harold Segura, “Sigamos a Jesús en su reino de vida. Cuaderno de
participación del CLADE V, Argentina, Ediciones Kairos, 2011. Páginas 44-60.
Jaime Laurence Bonilla Morales, “Ecumenismo y construcción de la paz”, Colombia,
Universidad de San Buenaventura, Revista Cauriensia, Vol. X, 2015.

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