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Instituto Bíblico Guárico

Distrito Centro Llano

Extensión Calabozo

Zona III Guárico

LIBROS
HISTORI
COS

Facilitador (a):
JUECES Integrante:

Víctor Alvarado
Y RUT Toro Helen
C.I: 22.613.260

Calabozo Octubre 2021


LIBRO DE LOS JUECES

Narra el período que va desde la muerte de Josué hasta el nacimiento de Samuel,


un tiempo en que los judíos han abandonado su vida nómada y acaban de instalarse
como semisedentarios primero y agricultores luego, habitando en casas de material o
chozas de adobe. En esos tiempos, Israel está completamente desorganizada, sus
instituciones están aún sin definir y numerosas potencias la amenazan. Este libro,
Presenta a los Jueces o Libertadores que salvaron al pueblo de la esclavitud.
En el sentido estricto de la palabra, los Jueces, más que administradores de la
justicia, eran héroes que de modo ocasional guiaron a las tribus israelitas en su lucha por
permanecer en los territorios conquistados. Durante el período de los 14 Jueces, vemos
una característica que se hacía presente en la mayoría de éstos, me refiero
específicamente a la idolatría por parte del pueblo de Dios, seguidas por invasiones de la
Tierra Prometida y la opresión causada por sus enemigos.

La narración se centra alrededor de las personalidades de los jueces que fueron


levantados para ser libertadores de Israel. Procurando mostrar el liderazgo individual de
los jueces más sobresalientes, sobre todo en sus fortalezas y estrategias.

Se llamó Libro de los Jueces porque sus protagonistas tenían la responsabilidad


de juzgar y dirigir las acciones del pueblo. Esta función era lo que más se parecía al
cargo de gobernar y reinar, pues en todo el Antiguo Testamento juzgar es sinónimo de
reinar. Fueron en realidad los caudillos del pueblo de Israel en el periodo indicado. Dios
solía llamarlos directamente en tiempos de suma necesidad, para que librasen a su
pueblo de sus opresores.

Los Jueces que gobernaron Israel mencionados en el Libro son 13 en total:

1. Otoniel: Fue calificado como el primer juez en el periodo de los jueces. Era un
conquistador experimentado, sobrino de Caleb, hombre valeroso y experimentado.
Dios escogió a quien había mostrado su fidelidad por mucho tiempo (Jue. 1:13).
El secreto de su victoria estaba en el poder del Espíritu. Tenía la capacidad de
juzgar a Israel y de ganar la batalla. (Jue. 3:9-11). El tiempo de opresión que
sufrió Israel fue de 8 años, luego de la Victoria por medio de Otoniel, el pueblo
tuvo paz por 40 años.

2. Aod: Segundo Juez de Israel. Era de la tribu de Benjamín, y zurdo. La liberación


del pueblo por Aod revela hazañas dobles de valor y sangre, hechas por el que
llenaba el papel de director espiritual y libertador político. Su estrategia fue la
astucia e inteligencia, agregado el hecho de ser zurdo y manipular muy bien su
espada de doble filo. El tiempo de esclavitud del pueblo fue de 18 años, pero tuvo
paz por un lapso de 80 años.
3. Samgar: Sucesor de Aod, siendo el tercer juez de Israel; derroto a 600 filisteos con
una quijada de buey, (Jueces 3:31).

4. Débora: Era la mensajera de Dios para traer Su palabra a su pueblo y librarlos de


la opresión (20 años). A través de su liderazgo espiritual, Dios concedió paz al
pueblo por 40 años (Jue. 5:31). Débora era guía, consejera y apoyo para su
esposo e hijos y para la comunidad en que vive, siempre lista con la mano
auxiliadora y la palabra amable, un soporte para los débiles en la fe, una madre en
el Israel espiritual. Una de las estrategias utilizadas por Débora fue la humildad.
Ella reconoció que no era la indicada para ponerse al frente del ejército. Ella no
era militar. Por mandato de Dios busco a quien le correspondía ocupar esa misión.
Aplico la delimitación de funciones. Reconoció hasta donde llegan sus funciones.
Acompañó a Barac por insistencia de él, estuvo con el prácticamente ordenando la
batalla, mas no peleo personalmente. Disposición de ayudar o colaborar cuando
fuere necesario, aunque esa no sea su función principal.

5. Gedeon: (Jueces 6:1) Uno de los jueces más destacados, liberó a su pueblo de la
opresión madianita hiriendo a un gran ejército extranjero con un pequeño conjunto
de guerreros israelitas fieles, activos y osados. El relato de sus hazañas y del
período cuando fue juez revela también que de tiempo en tiempo surgían
opresiones y que el pueblo anhelaba tener una dirección unificada. Gedeón
demostró su compromiso de fidelidad ante Dios, probando su madurez, al no
apresurarse a iniciar las tareas de librar a Israel de sus enemigos, hasta tener la
evidencia del llamado que Dios le estaba haciendo. Las estrategias utilizadas para
lograr el objetivo fueron eficaces, sobre todo porque no se apartó del mandato de
Dios en ningún momento. Pudo reconocer el poder de Dios al liberarlos de un
ejército grande, prácticamente sin ellos hacer nada.
Las estrategias utilizadas por Gedeon fueron las siguientes:

-No fue rebelde al llamado de Dios.


-Puso a Dios antes que su familia. No pregunto para tomar el becerro de su padre.
-Adoro a Dios y ofreció sacrificio.
-Derribo los lugares altos y destruyo las imágenes de Asera.
-Seguro de la promesa de Dios.
-La obediencia a las instrucciones dadas por Dios
-Tomo ventaja sobre la debilidad de los enemigos, utilizo la sorpresa
-Creo la desconfianza en el enemigo. Se pelearon unos a otros.
-Reconoció que no `podía luchar con el enemigo usando sus propias fuerzas.

6. Abimelec: Fue el sexto Juez de Israel, con la diferencia de que éste NO Libertó al
pueblo, sino que solo acarreó maldición sobre él. Con el apoyo de la familia de su
madre, mató a sus setenta hermanos (hijos de Jerobaal, el cual era Gedeón),
Jueces 9:5; y Dios le pagó con la misma moneda, pues, murió del mismo modo
que el hizo con los hijos de su padre, Jueces 9:53-54.

7. Tola: (Jueces 10:1-2), Despues de Abimelec, surgio un hombre de Isacar, para


salvar a Israel. Su nombre era Tola, y era hijo de Fuvá y nieto de Dodó. Vivía en
Samir, en la región montañosa de Efraín, y gobernó a Israel durante 23 años;
entonces murió y fue sepultado en Samir.

8. Yaír: (Jueces 10:3), Octavo Juez de Israel, el cual sucedió a Tola; gobernó a Israel
durante 22 años. Tuvo treinta hijos, cada uno de los cuales montaba su propio
asno, y gobernaba su propia ciudad en Galaad. Hasta el dia de hoy, estas
ciudades se conocen como “los poblados de Yaír”. Cuando murió Yaír, fue
sepultado en Camón.

9. Jefté: Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y
sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de siria, a los dioses de Sidon, a los
dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos y
dejaron a Jehová y no les sirvieron. Por esta razón es que Dios levanta a los hijos
de Amón para que los opriman y los quebranten por dieciocho años. Durante este
tiempo el pueblo reconoce a un líder con un trasfondo histórico no muy bueno y lo
eligen como caudillo, éste fue Jefté, el cual el Espíritu de Dios vino sobre él y los
libró de la opresión amonita. Utilizó como estrategias, las siguientes:

 Trato de persuadir al enemigo con argumentos válidos para evitar la pelea. Al no


ser posible convencer al enemigo, lo atacó, obteniendo la victoria.
 Era un hombre esforzado y valeroso.
 Obediente a la voz de Dios.
 Conocedor de Las Escritura.
 Era un hombre de sensibilidad espiritual.

10. Ibsán, de Belén: (Jueces 12:8-10). Gobernó a Israel después de Jefté. Tuvo 30
hijos y 30 hijas. A sus hijas las dio en matrimonio a gente que no pertenecía a su
clan, y para sus hijos trajo como esposas a 30 muchachas que no eran de su tribu,
Ibsán gobernó a Israel por 7 años.

11. Elón: De la tribu de Zabulón, Gobernó a Israel después de Ibsán, durante 10 años.
Cuando murió fue sepultado en Ayalón, en el territorio de Zabulon. (Jueces 12:11-
12).

12. Abdón: Gobernó a Israel después de Elón, era hijo de Hilel, de piratón. Tuvo 40
hijos y 30 nietos, cada uno de los cuales montaba su propio asno. Gobernó a
Israel durante 8 años. (Jueces 12:13-14).
13. Sansón: Fue escogido por Dios desde el vientre de la madre como nazareo y juez
sobre Israel, para liberar al pueblo del yugo de sus enemigos, los filisteos.
Conocido como el héroe Danita, (de la tribu de Dan), fue paradigma del desorden
espiritual y político que reinaba en el tiempo de los jueces. Era físicamente fuerte,
pero moralmente débil. No obedeció al voto dado por Dios, pero aun así, Dios uso
sus faltas para manifestar su poder, demostrando que él es el soberano en todas
las cosas y que solo él podía librarlos de la opresión en la que estaban siendo
sometidos en ese momento. Juzgo a Israel durante veinte años. Era solitario para
pelear, es decir, no utilizaba ejército, sino que él luchaba directamente. Dios lo
usaba a él solo. Y cuando tenía la necesidad, el Espíritu de Dios venia sobre él y
le daba las fuerzas. Utilizo enigmas o adivinanzas para distraer al enemigo.

CICLO RELIGIOSO, POLÍTICO Y SOCIAL EN LA ÉPOCA DE LOS JUECES

Las circunstancias políticas y religiosas de Israel estaban dadas. Síntomas de


decadencia a pesar de un buen inicio (Jos. 1:1-36). Las tribus hicieron compromisos con
las naciones conquistadas (Jos. 1:27-36). Se olvidaron del compromiso que habían hecho
de no tener nada que ver con el enemigo (Jos. 23; 24). Dudaron en la exterminación total
de los habitantes de la tierra y sus cosas dejándolas para convivir juntos. No fueron fieles
al pacto (Jos. 2:1-5).

De aquí en adelante sus vidas se convertirían en llanto. Hicieron que la ira del
“Ángel de Jehová” estuviera contra ellos (Jue. 2:1,4; 6:11; 13:3). En el libro de Jueces
es llamativa la presencia del Ángel de Jehová para libertar y para castigar, lo cual hace
referencia a la presencia de Cristo en toda la historia del pueblo. Fueron incapaces de
mantener y de enseñar a su generación el compromiso con la ley de Dios. “Y se levantó
después de ellos otra generación que no conocía a Jehová” (Jue. 2:10). No significaba
que no sabían quién era Dios, sino más bien que no mostraban a Dios en sus vidas
como debían hacerlo, honrándole y obedeciéndole. Había quien enseñara pero no
había quien escuchara y pusiera por obra, dejaron de confiar en Dios y confiaron en sí
mismos y en los dioses paganos de Baal y de Astaroth (Jue. 2:11-23).

Una vez más la mano de Dios estaba en contra de los israelitas para castigarlos,
porque Dios conoce los corazones y las obras que se hacen delante de su presencia.
Durante el periodo de los jueces Dios les daba victorias usando personas o cosas fuera
de lo común, en algunos casos usando cosas insignificantes que nadie podría
imaginarse, y la razón de todo esto sigue siendo el principio bíblico dado a Gedeón a
quien le dijo: “No sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado”
(Jue. 7:2). Es Dios el que da la victoria, es Él quien da los medios, formas y condiciones
para obtener el triunfo y es Dios quien nos declara que para Él no hay imposibles.
ATROCIDAD COMETIDA EN GABAA

La traición, la violación, la tortura, el asesinato y el descuartizamiento de una mujer


anónima forman parte de una historia que quisiéramos olvidar, pero que estamos
obligados a contar porque describe los horrores, la brutalidad y el triunfalismo del poder
masculino, la indefensión, el abuso y la aniquilación de que son objeto las mujeres.

Como parte del final del libro de los Jueces este relato refleja una época sin líderes.
Dios se manifestaba escasamente y el caos reinaba entre las tribus israelitas.
Repetidamente el autor deuteronomista del libro caracteriza a este periodo con la frase
“En aquellos días no había rey en Israel” (Jue. 17:6; 18:1; 19:1; 21:25). Lo que realmente
importaba era que “cada hombre hacía lo mejor que le parecía” (Jue. 17:6; 21:25).
Semejante anarquía produjo violencia y venganza, como lo muestran ampliamente los
relatos sobre la tribu de Benjamín (Jue. 19-21).

PARTE MILITAR

Las tribus aún no se encontraban del todo unidas, en contraposición con lo que se
pretende mostrar con la renovación de la Alianza, en Siquem. El libro de Jueces muestra
que las operaciones militares estaban guiadas por cada una de las tribus, que actuaban
independientemente entre sí. Los israelitas no dominaban sobre un territorio extenso, sino
que sólo poseían una zona montañosa y estéril, pues las llanuras fértiles se hallaban
habitadas por los cananeos. Se habla de territorios que no pudieron ser dominados o
conquistados: las ciudades de la Filistea, la Šefelâ y de las montañas del Líbano (Jue.
13:2-7,13), así como las ciudades de Jerusalén, Bet-šan, Dor, Meguido, Guezer y Aco
(Jue 1,21.27.28.29.34-25).

Jueces muestra una conquista inacabada y un continuo hostigamiento por parte de


los cananeos, que contrasta con el cuadro idealizado y simplificado, casi litúrgico, del libro
de Josué, donde Dios interviene poderosamente en favor de su pueblo y todos los
episodios aparecen polarizados en torno a la gran figura de Josué, que conquista
definitivamente todo el territorio y lo reparte entre el pueblo de Israel.

En Jueces cada tribu pelea por su territorio y es a menudo derrotada. Las tribus
se ven envueltas, con frecuencia, en luchas entre sí, por ejemplo Galaad y Efraín en la
historia de Jefté. Como una generación que está alejada de los sucesos salvíficos de la
conquista (Jue. 2:7-10). No conocían a Yahvé, no experimentaron su poder salvador,
por lo tanto, lo ignoraron y se inclinaron a los dioses de la tierra.

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