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Profesor Esteban Campos

Profesor Esteban Campos


Esteban Campos.
Profesor
IBN Mulchén – Santiago
esteban.campos@ibnchile.com
El libro de los jueces prosigue las narraciones de la
conquista de la Tierra prometida, luego de la muerte
de Josué (Jue 2.6-10), hasta la época de Samuel.

Comprende los años que van desde el c. 1225 hasta


un poco antes del 1030 a. C.,
cuando llega al poder en Israel su primer monarca,
Saúl
El libro recibe su título de los personajes
sobresalientes llamados “jueces” (hebreo safetim),
los cuales fueron suscitados por Dios en
momentos difíciles para librar a su pueblo de sus
opresores.
Los jueces procedían de distintos estratos de la
sociedad, y hasta hubo entre ellos una mujer.
Tuvieron, sin embargo, dos rasgos en común:
fueron especialmente elegidos por Dios para
librar a su pueblo y fueron investidos por el
Espíritu para llevar a cabo su misión
Los jueces procedían de distintos estratos de la
sociedad, y hasta hubo entre ellos una mujer.
Tuvieron, sin embargo, dos rasgos en común:
fueron especialmente elegidos por Dios para
librar a su pueblo y fueron investidos por el
Espíritu para llevar a cabo su misión
Según la tradición judía, Samuel fue
el autor, pero nadie lo sabe a ciencia
cierta. Fue escrito después de la
coronación de Saúl, pues se
encuentra cuatro veces la expresión
“en aquellos días no había rey en
Israel” (17:6; 18:1; 19:1; 21:25);
Una particularidad de la cronología
es la naturaleza de las cifras: la
repetición de la cifra 40 (duración de
una generación), o de su múltiplo 80,
o de sus submúltiplos 20, 10, etc.
Relatar la historia del pueblo
escogido en el período comprendido
entre la muerte de Josué y la
inauguración de la monarquía.

Demostrar la personalidad de
Jehová.

Señalar la gran necesidad de


establecer la monarquía
El tema se encuentra en el pasaje
2:11–23, donde el autor explica la
causa y el remedio de las
calamidades que azotaban a Israel.

Presenta las experiencias del


pueblo escogido como un ciclo que
se va repitiendo.
CUATRO FASES:

a. Israel deja a Jehová para seguir a otros dioses.


b. Dios lo entrega en manos de los opresores.
c. En su aflicción, Israel implora a Jehová.
d. El le proporciona un libertador que rompe el yugo
de los invasores.

El tema es: el ciclo constante de


apostasía, castigo, arrepentimiento y
liberación.
Años de
Juez Tribu Grupo opresor
crisis/paz
Otoniel Judá Arameos 8/40
Aod Benjamín Moabitas 18/80
Samgar Hijo de Anat Filisteos
Barac y Débora Neftalí Cananeos 20/40
Gedeón Manasés Madianitas 7/40
Tola Isacar /23
Jair Manasés /22
Jefté Manasés o Gad Amonitas 18/6

Ibzán Belén (Zabulón) /7


Elón Zabulón /10
Abdón Efraín /8
Sansón Dan Filisteos 40/20
La palabra “jueces” traduce el vocablo hebreo
shopetim, pero los shopetim del libro difieren de los
jueces modernos.

No los vemos en ninguna parte emitiendo decisiones


legales (aunque es posible que lo hayan hecho, ver
exposición de 4:4).

Más bien, son libertadores y gobernantes.


Campañas independientes de las tribus (1)

El libro comienza narrando la victoria incompleta de


las tribus. Se establecieron lenta y dificultosamente
en sus heredades: las tribus y hasta los clanes se
hacían la guerra aisladamente
Mensaje del ángel de Jehová (Jueces 2:1–5)

El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim.

Reprendió a los hebreos por ser desagradecidos


ante los favores de Jehová.

Les recordó las condiciones bajo las cuales


habían recibido la tierra de Canaán; no debían
formar alianzas con el remanente de los
cananeos ni tolerar su idolatría
Ciclos religioso-políticos (Jueces 2:6–3:6)

Presenta la historia de la muerte de Josué y


luego exponiendo el tema moral de todo el libro.

Después de la muerte de Josué, surgió una nueva


generación que no había presenciado los grandes
milagros que Dios había obrado en los años de la
conquista. Entonces comenzó la reincidencia en
Israel.
Ciclos religioso-políticos (Jueces 2:6–3:6)

Presenta la historia de la muerte de Josué y


luego exponiendo el tema moral de todo el libro.

Después de la muerte de Josué, surgió una nueva


generación que no había presenciado los grandes
milagros que Dios había obrado en los años de la
conquista. Entonces comenzó la reincidencia en
Israel.
Mesopotamia: Otoniel (Jueces 3:7–11)

Cusan-risataim, probablemente fuera un hombre


cruel, pues la palabra “risataim” significa “doblemente
malvado.

Dios levantó a Otoniel (“león de Dios”) como libertador.


Era de la tribu de Judá y yerno de Caleb.

El secreto de su victoria fue que “el Espíritu de


Jehová vino sobre él” (recibió el impulso divino y el poder
sobrenatural necesarios para realizar su misión)
Moab: Aod (Jueces 3:12–30)

Israel volvió a la idolatría. Jehová empleó a los


moabitas, amonitas y amalecitas, enemigos
tradicionales de Israel, para castigar a su pueblo.

Ocuparon por 18 años territorios que eran de


Benjamín y Efraín.

Dios levanta a Aod, era zurdo característica que le


permitía llevar su puñal al lado derecho, donde no se
descubría fácilmente, asesino a Eglon, y después en
batalla vencieron al resto.
Filistea: Samgar (Jueces 3:31)

Es la primera vez se menciona la opresión de los


acérrimos enemigos de Israel, los filisteos.

No se indica nada respecto a la opresión, ni tampoco


existen detalles referentes al origen de Samgar ni a
su pasado.

Probablemente fuera un campesino que ganó una


victoria sobre los opresores, pero que gobernó como
juez.
Canaán (Hazor): Débora y Barac (Jueces 4:1–5:31)

La liberación de Israel fue inspirada por una mujer de gran


fe, sabia en su ministerio. Débora (“abeja”) hacía las veces
de juez y profetisa (vocero de Dios).

Débora fue la única que ejerció funciones de árbitro y juez


antes de librar al pueblo y también componía poesía.

Israel había apostatado nuevamente y habían caído en


manos de Jabín el cananeo.

Débora trató de animar a Barac (relámpago) para que


librara una guerra contra Sísara.
Canaán (Hazor): Débora y Barac (Jueces 4:1–5:31)

Barac tuvo miedo de mandar sus 10.000 infantes contra los


cananeos, a menos que la profetisa le acompañara.

Pidió a Debora que le acompañó hasta Cedes. Puesto que


Barac puso su seguridad en una mujer en vez de Dios, la
honra del triunfo sería para una mujer.

Dios envía un aguacero violento inundando Cisón donde los


carros quedaron atascados, y Sisara (General de los
cananeos) busco refujio donde Jael, quien luego de ofrecer
leche lo asesina.
Madián: Gedeón (Jueces 6:1–8:35)

Los israelitas volvieron a la idolatria.

Dios empleó a una horda de tribus árabes dirigidas por los


madianitas.

Dios llama a Gedeón, lo primero que hace es destruir el


altar de Baal y símbolos de Asera, y el Espiritu de Dios lo
revistió.

Prueba a los 32000 soldados antes de la batalla, solo son


aptos 300.
Madián: Gedeón (Jueces 6:1–8:35)

La victoria con la estrategia


3 escuadrones, con teas ardiendo, cántaros vacíos y
rudas trompetas.
Provocó pánico en los madianitas y se hirieron entre si.

Gedeón demostró gran prudencia cuando rehusó el título


de rey, fue el primer intento de establecer una monarquía
en Israel.

Gedeón se negó a ser rey, pero con el tiempo se comportó


de un modo poco sensato (poco conocedor de la Ley
Mosaica) , demostrando que no era un hombre perfecto.
Abimelec (Jueces 9)

Abimelec no era un verdadero juez, sino un usurpador.

Hijo de la concubina de Gedeón, era un hombre cruel,


ambicioso y traidor, que no tenía los escrúpulos de su
padre en cuanto a hacerse rey.

Influencio a su familia para lo hicieran rey de Siquem, mato


a 70 de sus 71 hermanos.

Antes de los 3 años los de Siquem comprendieron como


era Abimelec y fue muerto por una mujer que dejo caer una
piedra sobre el.
Tola y Jair (Jueces 10:1-5)

Hay pocos datos acerca de la actuación de Tola y Jair (10:1–


5).
Estos ‘Jueces menores’ parecen haber sido jefes de clanes
que tomaron el mando para expulsar al enemigo.

Es probable que la función de Jair fuera puramente


judicial.
Amón: Jefté (Jueces 10:6–12:7)

Como es costumbre después de la muerte de un libertador,


Israel se volvía a la Idolatría.

Esta vez la opresión vino por medio de los amonitas


(especialmente en Galaad).

Cuanado clamaron a Dios, Él se rehusó a librarlo, por las


veces que ellos habían sido idolatras, peri luego Dios tiene
misericordia de ellos.

Levanta a Jefte, quien era hijo de un prostituta, echado de


la cas por sus hermanos y rechazado por el pueblo
Amón: Jefté (Jueces 10:6–12:7)

Tenia una tropa de hombres también despreciados por la


sociedad y arruinados.

Era como a jefe militar. Saqueaban las tribus del desierto,

No obstante su vida de salteador, temía a Jehová y le


enseñó a su hija el temor de Dios.

Los ancianos de Galaad rogó a Jefté que aceptara la


jefatura del ejército israelita, la condición de Jefte era que
lo hicieran jefe de ellos.
Amón: Jefté (Jueces 10:6–12:7)

Trató de arreglar la disputa con Amón sin recurrir a las


armas, pero no se logro. La guerra se hizo inevitable, el
Espíritu de Jehová descendió sobre Jefté y lo inspiró para
conducir al ejército hebreo a la victoria.

Jefté hace el inaudito voto de sacrificar a la primera


persona que saliera de las puertas de su casa si alcanzaba
la victoria. ¡Quien sale es su hija

Hay estudiosos que piensan que su hija no fue sacrificada en


holocausto, sino consagrada a un vida de soltería (ver 11:37, 38),

Para Martín Lutero: “El texto es suficientemente claro” (ver 11:39)


Filistea: Sansón (Jueces 13–16)

El nacimiento de Sansón de una mujer estéril, fue


efectuado por intervención divina.

Sansón vivió toda su vida en aquel estado de consagración


legal que se denomina nazareato.

No ejerció funciones administrativas o gubernamentales,


ni fue general de ningún ejército, libró batallas contra los
filisteos.
Filistea: Sansón (Jueces 13–16)

Las narraciones en torno a la vida y hazañas de Sansón


incluyen varios temas de importancia teológica:

su nacimiento milagroso y sus votos de nazareo desde


antes de
nacer (Jue 13.1-25);
• Sus victorias sobre los ejércitos filisteos, fundamentadas
en su fuerza extraordinaria, que provenía de su
compromiso y dedicación a Dios (Jos 15.9- 20);
• El episodio con Dalila (Jue 16.4-22), por el cual es
finalmente apresado.
• Su acto heroico final, al dar la vida a favor de su pueblo
(Jue 16.23-31)
Micaía y su idolatría (Jueces 17, 18)

Micaía había robado a su madre y la restitución del dinero fue


considerado un acto religioso. Su madre mando a hacer una
estatua. Su pedacado fue hacer su propio santuario.

Los danitas migraban al norte, se robaron la estatua y también se


llevaron al sacerdote.

El levita pecó al no quedarse en la ciudad donde había de servir y


actuando ilegalmente como sacerdote.

El pecado de los danitas fue no quedarse en el territorio asignado a


ellos para establecer su propio santuario y robarles la propiedad de
otros.
La atrocidad de Gabaa y la guerra civil. (19–21)

Hay una corrupción moral causada en parte por la influencia del


culto a Baal.

El pecado de los hombres perversos de Gabaa se asemejó al de los


habitantes de Sodoma (Génesis 19:5), y provocó la indignación de
todo Israel.

Fueron casi exterminados por completo lo benjamitas, pero los de


Israel les proporcionan esposas.

El libro termina diciendo cada uno hace lo que le parece bien a sus
propios ojos, y por lo general hace mal.

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