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Diseñada entre 1934 y 1935, y construida durante los años 1936 y 1937 en
Pensilvania, Fallingwater fue la casa de campo para Edgar Kaufmann, su esposa
Liliane y su hijo Edgar Jr., dueños de unos grandes almacenes en Pittsburgh. La
Casa de la Cascada se convirtió en la casa de los fines de semana para la familia
desde 1937 hasta 1963. Cuando el matrimonio Kaufmann murió, el hijo donó la
Casa de la Cascada, junto con más de 600 hectáreas de terreno circundante, a la
asociación Western Pennsylvania Conservancy.3 Desde 1964, año en que se abrió
al público, la Casa de la Cascada ha recibido a cuatro millones y medio de
visitantes (datos de 2011).4
Historia
La casa de la cascada se encuentra situada en un paraje llamado Mill Run,
municipio de Stewart, en el condado de Fayette del estado de Pensilvania (Estados
Unidos). Se encuentra a las afueras de Pittsburgh, a tan solo dos horas en tren de
la ciudad. En dicho lugar se establecieron desde finales del siglo XIX varias
asociaciones masónicas, que levantaron varias construcciones de madera. Más
tarde, el lugar pasaría a ser un campamento de verano para empleados de los
"Grandes Almacenes Kaufmann's", de Pittsburg. Durante la Gran Depresión, el
campamento quedó sin uso y pasó a manos del propietario de los almacenes,
Edgar J. Kaufmann.5
Los Kaufmann comenzaron a utilizar el lugar para sus vacaciones, pero las
construcciones existentes estaban en mal estado, por lo que decidieron levantar
una nueva casa de campo, y contactaron con Frank Lloyd Wright para que la
diseñara. Inicialmente, la localización preferida de los Kaufmann para su residencia
de verano era frente a una pequeña cascada formada por el riachuelo Bear Run.
Wright pidió un estudio topográfico del área alrededor de la cascada, que fue
realizado por la compañía Fayette Engineering de Uniontown, que incluyó todas las
rocas, árboles y curvas de nivel. Posteriormente, Wright creó un nuevo mapa en
que precisaba el diámetro de los troncos de los árboles y la especie a la que
pertenecían.
Descripción
El edificio guarda una relación con el entorno que llega a ser de respeto o
adaptación al medio. Así, los cimientos de la casa son las rocas del lugar, y
algunas de ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta asomándose
junto a la chimenea. Gran parte de la casa está en voladizo, situado encima del
arroyo. Los ingenieros de Wright no confiaron en que esa estructura fuese a
aguantar y aconsejaron a Wright que rectificara. El orgullo de este arquitecto le
permitió ceder poniendo únicamente unas piezas metálicas que sostienen al
voladizo, el cual aún sigue en pie después de sufrir los efectos de un tornado. La
casa, de dos plantas, se extiende horizontalmente con prominentes voladizos y
terrazas, sin embargo hay un núcleo que crece verticalmente, en el que está la
chimenea. Tiene unas ventanas que se extienden verticalmente y que pasan de
una planta a otra, mostrando así los forjados. Este núcleo vertical es el “corazón”
de la Casa de la Cascada.
En la cara norte de la casa, la opuesta a la que “vuela” sobre el arroyo, hay una
serie de pérgolas a modo de toldo que transcurren desde la pared exterior hasta un
talud de piedra que se eleva sobre el camino que conduce a la entrada. A este sitio
se le conoce como el “bosque de la casa”. Dos pérgolas describen un arco que
esquiva el tronco de dos árboles. Este recurso lo usó Wright para dejar claro el
respeto a la naturaleza con el que está diseñada la casa. Las sombras que
proyectan las pérgolas se asemejan a las de los troncos, efecto que hace que la
sombra de la casa se difumine en las de los árboles. En el suelo de la terraza del
despacho del señor Kaufmann se dejó dos huecos para que fuera traspasada por
dos árboles. Estos se murieron durante la construcción de la vivienda y no se
llevaron a cabo dichas aberturas.
Interior de la casa
Las paredes de la sala de estar, al igual que las del resto de la casa, son iguales
que las de fuera, con partes de mampostería de piedra del lugar. El suelo es de
piedra marrón y el techo tiene un diseño que envuelve a las lámparas incluidas en
el mismo, diseñadas expresamente para esta casa. Según se entra al comedor, a
mano derecha, está la chimenea, rodeada de piedras naturales que afloran del
suelo. A su izquierda está la “bola del vino”, un contenedor rojo circular provisto de
una bisagra que posibilita colocarlo sobre el fuego para calentar la bebida que
contiene. A ambos lados de la habitación hay una puerta que conduce a una
terraza. La del lado este tiene a su vez una escalera exterior que lleva a la terraza
del dormitorio del hijo de los Kaufmann. A la izquierda de la chimenea está la
puerta que conduce a la cocina, una habitación más pequeña que la sala de estar
con muebles diseñados por Wright y exclusivos para esta casa, al igual que sucede
con el resto de mobiliario de la vivienda. Entre la puerta de la cocina y la escalera
está la mesa para comer, empotrada a la pared norte de la sala de estar.
En la segunda planta hay dos dormitorios, dos cuartos de baño y el despacho del
señor Kaufmann, así como tres terrazas y las escaleras que conducen al mirador
de la tercera planta. Según se accede a esta planta se entra en un pequeño pasillo
que distribuye las dependencias. El dormitorio del hijo Kaufmann está sobre el
“rincón de la música” de la primera planta, el cual tiene un pequeño cuarto de
baño. Al este de este dormitorio está la terraza individual del hijo, en la que hay
una escalera exterior que baja a la primera planta. Sobre la zona de sillones de la
sala de estar está el dormitorio del matrimonio, el cual cuenta con un pequeño
cuarto de baño y una extensa terraza que se extiende en voladizo en dirección sur.
Desde 1934, Edgar Kaufmann mantendría una estrecha relación con Frank Lloyd
Wright, a quien quiso contratar para realizar varios proyectos en Pittsburg. Ese
mismo año, Kaufmann financió a Wright para que presentara en Nueva York su
modelo de ciudad Broadacre City. Años más tarde, en 1946, encargaría a Richard
Neutra el diseño de una casa de vacaciones en el desierto de Arizona, conocida
también como casa Kaufmann.
Su hijo, Edgar Kaufmann Júnior, estudió arquitectura durante un corto periodo de
tiempo en la escuela-residencia Taliesin de Frank Lloyd Wright, un lugar en que el
arquitecto enseñó a grupos reducidos durante una época en la que no disfrutaba
una gran demanda de proyectos debido a la Gran Depresión. Entre 1930 y 1936,
Edgar Kaufmann jr. enseñó Historia de la Arquitectura en la Universidad de
Columbia. En los años 1960 encargó a Alvar Aalto que acondicionara una sala de
conferencias para el Instituto de Educación Internacional, en el edificio que posee
frente a la sede de la ONU en Nueva York. Se trata de una de la cuatro únicas
obras del arquitecto finlandés en suelo estadounidense.7
(Mas información de otra pag.)