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"AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO"

INSTITUTO SUPERIOR TECNOLÓGICO PRIVADO CIENCIAS DE LA SALUD.

Especialidad Enfermería Técnica.

LEPRA
● CURSO : Epidemiología

● FACILITADOR: LIC. ENF. Jussara Linares Nunta

● CICLO : I-A

● ALUMNOS : Avalos López Tessy


Eduardo Aquino Mari Cruz
Del Águila Rodríguez Juan Edgar
Ramirez Shahuano Kimberly
Tuanama Cumapa María Petronila
Ramos Chavez Rosa Maribel

PUCALLPA- PERÚ
2023
AGRADECIMIENTO:
En primer lugar, queremos agradecer a Dios por brindarnos la vida, salud, protección y
por cada una de sus bendiciones, agradecemos también por darnos la fortaleza para no
dejarnos vencer ante las diferentes pruebas del día a día.
Agradecemos también a nuestros padres por el apoyo incondicional hacia nosotros para
así poder superarnos en la vida.
DEDICATORIA
Este trabajo monográfico está dedicado al docente LIC.ENF. Fidel
encargado del área de Epidemiología. Este trabajo está realizado con esfuerzo
y dedicación para de tal manera aprender dicho tema.

INDICE
CARÁTULA……………………………………………………………………………….……I
AGRADECIMIENTO………………………………………………………………..…………II
DEDICATORIA……………………………………………………………………………..….III
INDICE………………………………………………………………………………………....IV
CAPITULO I…………………………………………………………………………………….5

 LEPRA …………………………………………………………………………..5

CAPITULO II………………………………………………………………………...…6
 GENÉTICA………………………………………………………………………6

CAPITULO III…………………………………………………………………………..7
 CLASIFICACIÓN………………………………………………………………..7

CAPITULO IV……………………………………………………………………..
…....8
 EPIDEMIOLOGÍA……………………………….………………………………8
 CONTAGIO…………………………………………………………………...…9

CAPITULO V…………………………………………………………………….……11
o FISIOPATOLOGÍA……………………………………………………….….11

CAPITULO
VI………………………………………………………………………....12
o MANIFESTACIONES CLINICAS……………………………………….…12

CAPITULO VII………………………………………………………………………..14
o TRATAMIENTO…………………………………………………………….14

CAPITULO VIII………………………………………………………………………15
o COMPLICACIONES…………………………………………………….....15

CAPITULO IX………………………………………………………………………..16
o MEDIOS DE DIAGNÓSTICO……………………………………………..16

CAPITULO X……………………………………………………………………..….17
o PREVENCIÓN……………………………………………………….….…17

CAPITULO XI………………………………………………………………….……18
o CUIDADOS EN ENFERMERIA……………………………………….....18

CONCLUSIÓN……………………………………………………………………...19
RECOMENDACIONES……………………………………………………………20
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………..21
INTRODUCCION
La lepra considerada como una enfermedad Milenial, infectocontagiosa
causada por el bacilo Mycobacterium Leprae el cual tiene un periodo de
incubación entre 3 a 5 años aproximadamente, aunque puede prolongarse
hasta 20 años, llegando afectar principalmente la piel, nervios periféricos,
mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos, esta se transmite de manera
directa, es decir, de persona a persona por medio de gotículas que son
expulsadas por boca o nariz. Esta patología es curable cuando se trata en
primera fase, ya que se puede prevenir complicaciones. Por otra parte, la lepra
dejó de considerarse un problema de salud pública en el año 2000 debido a su
baja incidencia, sin embargo, forma parte del grupo de Enfermedades
Infecciosas Desatendidas, la cual se presenta habitualmente en las
comunidades de bajos recursos de los países tropicales y subtropicales de
América, Asia y África.

La lepra es una enfermedad crónica causada por el Mycobacterium leprae y


Mycobacterium lepromatosis, afecta nervios periféricos, piel y ocasionalmente
es sistémica. En 2000 se dejó de considerar un problema de salud pública;
pero es endémica en 11 países, y en América se sigue reportando casos. Se
clasifica dentro de las Enfermedades Infecciosas Desatendidas (EID). El
estigma y discriminación que prevalecen en la concepción cultural, junto a la
suposición errónea de su erradicación, promueven el subdiagnóstico o su
detección tardía y dificulta el tratamiento. El objetivo del presente estudio fue
actualizar los conocimientos previos acerca de esta enfermedad, para ello se
realizó la búsqueda sistemática de literatura, utilizando descriptores y bases de
datos especializadas. Finalmente, se efectuó un narrativo de los resultados. En
El Salvador aún se reportan casos, la mayoría en San Salvador y San Miguel,
la fisiopatología continúa en estudio, encontrándose cada vez más
correlaciones genéticas e inmunológicas, la clasificación utilizada se mantiene
desde 1980, la poliquimioterapia sigue siendo el tratamiento de elección y se
espera el desarrollo de una vacuna.

Se concluye que la erradicación de la lepra depende del desarrollo científico y


el compromiso para lograr su detección temprana, incentivando un apropiado
estudio desde la formación médica básica y evitar, por tanto, desestimarla en la
práctica médica, ante dermatosis y manifestaciones clínicas compatibles con
lepra.
CAPITULO I
LEPRA

Enfermedad bacteriana crónica de la piel y de los nervios de las manos y pies y


a veces, del revestimiento de la nariz.
La lepra o enfermedad de Hansen es una enfermedad infecciosa crónica
producida por el bacilo Mycobacterium leprae que afecta principalmente los
nervios periféricos y la piel, pero también afecta otros sitios tales como las
mucosas, los ojos, los huesos y los testículos. Sus complicaciones más
severas son la desfiguración, la deformidad y la discapacidad (ya sea por el
compromiso neurológico o la ceguera).

La enfermedad de Hansen o lepra es una micobacteriosis clasificada dentro de


las enfermedades granulomatosas crónicas, causada por el bacilo intracelular
obligatorio Mycobacterium leprae, descubierto por Gerhard Hansen en 1873.
Afecta la piel y los nervios periféricos, siendo una de las principales causas de
neuropatía periférica después de la diabetes mellitus. En 2000 se dejó de
considerar un problema de salud pública; sin embargo, es endémica en 11
países, y en América se siguen reportando casos, formando parte de las
Enfermedades Infecciosas Desatendidas (EID), definidas como un conjunto de
enfermedades de origen infeccioso que en la actualidad persisten
exclusivamente en las comunidades más pobres y postergadas del mundo,
donde frecuentemente se agrupan y sobreponen.
CAPITULO II
ETIOLOGÍA

La bacteria Mycobacterium leprae fue descubierta en 1874 por el médico


noruego Gerhard Armauer Hansen, debido a lo cual se le denomina bacilo de
Hansen. Mycobacterium lepromatosis es una bacteria (con muchas similitudes
con Mycobacterium leprae) que fue identificada en el año 2008 en la
Universidad de Texas.

En 2022 la Universidad de Edimburgo hizo un experimento con armadillos que


reveló que dicha bacteria puede regenerar órganos.

 GENÉTICA
Se han asociado algunos genes con susceptibilidad a la lepra:

Nomb Loc OMI Gen


re us M
LPRS 10p1 6098
1 3 88
LPRS2 6q25 6075 PARK2,
72 PACRG
LPRS3 4q32
2463
TLR2
LPRS4 6p21 00
.3
6109 LTA
88

Se trata de una enfermedad


infecciosa no hereditaria, de bajo
porcentaje de contagio, curable con tratamiento combinado, ambulatorio y
gratuito. Si es diagnosticada tempranamente y tratada de forma correcta, la
lepra no deja secuelas. Se la conoce también como Enfermedad de Hansen,
debido a que fue el médico noruego Gerhard Hansen quien, en 1874, descubrió
la bacteria que la produce, poniendo fin a la creencia de que era producto de
una maldición.

Su evolución es lenta y afecta a la piel, nervios periféricos y en ocasiones a las


mucosas de las vías respiratorias superiores y ojos.
CAPITULO III
CLASIFICACIÓN

La lepra se clasifica según el tipo y el número de áreas de piel afectadas:

• Paucibacilar: ≤ 5 lesiones cutáneas sin bacterias en las muestras


de estas áreas.
• Multibacilar: ≥ 6 lesiones cutáneas, detección de bacterias en las
muestras de las lesiones o ambas.
La lepra también se clasifica según la respuesta celular y los hallazgos en la
evaluación clínica:

• Tuberculoide

• Lepromatosa

• Limítrofe

Los pacientes con lepra tuberculoide típica desarrollan una intensa respuesta
de inmunidad celular que limita la enfermedad a unas pocas lesiones cutáneas
(Paucibacilar), con un cuadro más leve, menos frecuente y menos contagioso.

Las personas con lepra lepromatosa o limítrofe desarrollan escasa inmunidad


celular contra M. leprae y presentan una infección sistémica más grave con
infiltrado bacteriano generalizado en la piel, los nervios y otros órganos (p. ej.,
nariz, testículos, riñones). Estos pacientes tienen más lesiones cutáneas
(Multibacilar) y la enfermedad es más contagiosa.
En ambas clasificaciones, el tipo de lepra es decisivo

• Pronóstico a largo plazo


• Complicaciones probables
• Duración del tratamiento con antibióticos.
CAPITULO IV
EPIDEMIOLOGÍA

Se estima que entre dos a tres millones de personas están permanentemente


discapacitadas debido a la lepra. La India es el país con mayor número de
casos, Brasil ocupa el segundo lugar, y Birmania el tercero.

• En 1999 la incidencia mundial de la lepra se estimaba en 640 000


personas afectadas (con 108 casos en EE. UU.).

• En 2000, la Organización Mundial de la Salud (OMS) listaba 91 países


con lepra epidemiológicamente endémica, contabilizando 738 284
afectados. Y contabilizaba a la India, Birmania y Nepal con el 70 % de
los casos.
• En 2002, se detectaron 763 917 casos en el mundo, y para ese año la
OMS listó a Brasil, Madagascar, Mozambique, Tanzania y Nepal con el
90 % de casos de mal de Hansen.

• De 2003 a 2004, las estadísticas de la OMS, decreció en


aproximadamente 107 000 casos (o el 21 %).
• En 2004, la OMS contabilizó 407 791 nuevos casos.

Aunque el número de casos continúa disminuyendo, hay bolsones de alta


prevalencia en ciertas áreas tales como Brasil, Sudeste Asiático (India, Nepal),
partes de África (Tanzania, Madagascar, Mozambique) y el oeste del Pacífico.

En Estados Unidos se cree que no se registran todos los casos (ausencia de


denuncias) y puede ignorarse un aumento de casos; allí se articula con los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados
Unidos (CDC).
 CONTAGIO
El contagio se produce entre un enfermo con posibilidad de transmitir la
enfermedad (ya que no todos los que padecen lepra eliminan bacilos fuera de
su organismo, posibilidad que se elimina al administrar medicación) y una
persona sana susceptible (debido a una predisposición genética, ya que la
mayoría de las personas posee resistencia natural al Mycobacterium leprae).
Es decir, que debe conjugarse un enfermo que actúe como agente infeccioso y
otra persona sana con una predisposición especial, durante un período de
varios años, para que suceda el contagio.

El enfermo bacilífero es la principal fuente de transmisión del M. leprae,


siendo la vía respiratoria puerta de salida y entrada a través de
secreciones nasales o esputo. La transmisión cutánea es posible por
contacto directo con nódulos multibacilares ulcerados. Además, se han
descrito casos de inoculación por contaminación de pequeñas heridas o
por medio de instrumentos utilizados para tatuar. Existe evidencia de la
presencia de M. leprae en tejido placentario y en cordón umbilical de
recién nacidos desde 1928; así, también, se ha aislado el bacilo en leche
materna y se sabe que es posible la transmisión por esta vía; sin
embargo, en la actualidad se considera poco común y multifactorial. En
otras secreciones como lágrimas, sudor, orina, heces, bilis, semen y
mucosas genitales, se ha aislado el bacilo por lo que se consideran
medios potenciales de transmisión
CAPITULO V

FISIOPATOLOGÍA

Los seres humanos son el principal reservorio natural del M. leprae. Los
armadillos son la única fuente confirmada diferente de los seres humanos,
aunque pueden existir otros reservorios animales y ambientales.

Se cree que la lepra se transmite de una persona a otra a través de los


aerosoles y las secreciones nasales. El contacto casual (p. ej., cuando se toca
a alguien enfermo) y el contacto a corto plazo no parecen diseminar la
infección. Aproximadamente el 50% de las personas con lepra puede haberla
contraído de un contacto cercano infectado, con el que comparte mucho
tiempo. Incluso después del contacto con la bacteria, la mayoría de las
personas no desarrollan lepra; los profesionales sanitarios suelen trabajar
durante muchos años con personas con lepra sin desarrollar la enfermedad. La
mayoría de los individuos inmunocompetentes infectados por M. leprae no
desarrollan lepra debido a que cuentan con inmunidad eficaz. Es probable que
las personas que sí la desarrollan tengan una predisposición genética aún no
completamente identificada.

El M. leprae prolifera lentamente (se duplica en 2 semanas). El período de


incubación habitual oscila entre 6 meses y 10 años. Una vez que aparece la
infección, puede producirse su diseminación hematógena.
El Mycobacterium leprae al entrar al organismo es fagocitado y destruido por
los polimorfonucleares. En la enfermedad de Hansen el bacilo logra evadir esta
barrera defensiva, por lo que es fagocitado por macrófago, el complejo bacilo-
macrófago se aloja en la piel, en las mucosas y alrededor de vasos sanguíneos
y los nervios (16). En 2020 han surgido nuevos hallazgos en cuanto a la
fisiopatología de la enfermedad de Hansen, Cristina et al. Indica que existe
interferencia entre el metabolismo celular y las respuestas inflamatorias /
inmunes y explica cómo estas pueden influir entre sí. Después de la invasión,
el Mycobacterium Leprae interfiere en las vías oxidativas de la célula, e induce
la acumulación de lípidos (fosfolípidos oxidados y ésteres de colesterol) los
cuales son utilizados por M. leprae como fuente de nutrientes; Es por medio de
estos mecanismos y cambios en la fisiología de la célula que el bacilo propicia
su replicación y supervivencia.
CAPITULO VI

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Enfermo de lepra de 24 años, en 1886

Los principales signos y síntomas son:

1. Lesiones cutáneas, que son más claras que el color de la piel.


2. Lesiones que presentan disminución de la sensibilidad al tacto, al calor o
al dolor.
3. Lesiones que no sanan después de algunas semanas o meses.
4. Debilidad muscular.
5. Entumecimiento o ausencia de sensibilidad en manos, brazos, pies y
piernas.

La semiología de la lepra es en función de la reacción inmune del paciente, a


alguna de las bacterias que producen citoquinas (que inducen y median la
activación macrofágica y fagocitosis). Pudiendo tomar dos formas:

• tuberculoide: produce grandes manchas hiperestésicas y más tarde


anestésicas. Son pacientes con una fuerte reacción celular pero baja
humoral (baja titulación de anticuerpos): presentan por lo tanto reacción
positiva a la lepromina. Los tejidos infectados normalmente tienen
muchos linfocitos y granulomas, pero relativamente pocas bacterias.

• lepromatosa: origina grandes nódulos en la piel o lepromas. La


progresión de las lesiones causa grandes deformaciones. En la lepra
lepromatosa aparecen numerosas máculas eritematosas, pápulas o
nódulos. Existe extensa destrucción de tejidos, como por ejemplo
cartílago nasal y orejas, apareciendo en fases avanzadas la típica
"facies leonina", caracterizada por múltiples nódulos o lepromas
diseminados en la cara y pabellones auriculares, pómulos pronunciados
debido a la infiltración reactiva inmunológica y caída de la cola de las
cejas. También hay afectación difusa de los nervios periféricos con
pérdidas sensoriales.

Su difusión es más frecuente en los países tropicales a templado.

 LEPRA INDETERMINADA
Corresponde a la etapa más temprana de la lepra. Desde el punto de vista
clínico se caracteriza por una o más maculas hipopigmentadas pobremente
demarcadas, anestésicas, alopécicas y anhidróticas. Las lesiones usualmente
se encuentran situadas en el tronco, mejillas, región anterior del cuello y
glúteos.
 LEPRA LEPROMATOSA
Se divide en dos tipos clínicos principales: nodular y difusa; la lepra
lepromatosa nodular se caracteriza por nódulos que pueden ir precedidos de
lesiones como manchas eritematosas o hipocrómicas. De predominio
supraciliar e interciliar, mejillas, nariz, pabellones auriculares, tronco, nalgas y
extremidades. En casos avanzados los nódulos se ulceran deformando la
región facial y aparece la facies leonina. La lepra lepromatosa difusa consta de
dos fases de presentación clínica, una suculenta y otra atrófica; la fase
suculenta como una infiltración difusa generalizada, en el rostro genera
aspecto de mixedema o cara en “luna llena”, con piel lisa, brillante y turgente,
con el tiempo o por el tratamiento la piel se atrofia, tiene aspecto seco, plegado
y escamoso: fase atrófica

LEPRA
LEPRAMATOSA
NODULAR

LEPRA LEPRAMATOSA DIFUSA


CAPITULO VII

TRATAMIENTO
Se administra por vía oral Dapsona (DDS) 50 a 100 mg/día, y simultáneamente
rifampicina 10 mg/kg por día para reducir la posibilidad de resistencia a DDS.
Si hay fiebre, granulocitopenia o ictericia, se interrumpe la DDS y se administra
clofazimina1 a 4 mg/kg por vía oral.

El tratamiento de la enfermedad debe prolongarse entre seis meses y dos


años, según las formas, y se basa en la administración de sulfonas junto a los
otros fármacos ya mencionados (rifampicina y clofazimina).

A principios del siglo XX se utilizó aceite de ginocardia (extraído de semillas del


Chaulmoogra) en inyección de ésteres etílicos.
En 1908, la empresa farmacéutica Bayer difundió el preparado antileprol.

En 1923 todavía se encontraban alabanzas al aceite de ginocardia en la


publicación "Estudio crítico de los modernos tratamientos de la lepra" publicado
por Abal (médico residente de Fontilles) y por Guillén (director médico de este
leprocomio), en una comunicación al Segundo Congreso de Ciencias Médicas
de Sevilla, que la consideraba la mejor medicación «hasta que se obtenga el
cultivo del bacilo».

Los primeros tratamientos eficaces aparecieron a fines de 1930 con la


introducción de la sulfona dapsona y derivados. Sin embargo, aparecieron
cepas del bacilo de la lepra resistentes a la dapsona.

Es en los años ochenta cuando se produjo un gran avance para conseguir la


curación de la enfermedad por medio de tratamiento con administración de
varios fármacos de forma simultánea (MDT).

La OMS, desde 1982, recomendó el uso de tratamiento multimedicamentoso


combinando con rifampicina, clofazamina, y dapsona para el tratamiento de la
lepra (26). Desde 2018 la OMS, recomienda el uso de los tres fármacos, tanto
para pacientes Multibacilares (MB) como Paucibacilares (PB), difiriendo
únicamente en la duración del tratamiento.
CAPITULO VIII
COMPLICACIONES
Las complicaciones más graves son el resultado de la neuropatía periférica,
que afecta el sentido del tacto e imposibilita la percepción del dolor y la
temperatura. Los pacientes pueden quemarse, cortarse o sufrir otra lesión sin
advertirlo. La lesión recurrente puede culminar con la pérdida de uno o varios
dedos. La debilidad muscular puede provocar deformidades (p. ej., deformidad
en garra del cuarto y el quinto dedo de la mano debido al compromiso del
nervio cubital, descenso del pie como consecuencia del compromiso del nervio
peroneo).
A nivel mundial, esta enfermedad es la causa más frecuente de la mutilación de
la mano, así como de la pérdida de dedos o zonas distales de las
extremidades. También es frecuente la ceguera.

Fig. 1. Gran deformidad y pérdida de tejidos de las manos de un enfermo afectado de lepra
lepromatosa no tratada.

Fig. 2. Radiografía de los pies de un paciente afectado de lepra lepromatosa en donde se


observa gran destrucción y adelgazamiento de los metatarsianos y falanges.
CAPITULO IX
MEDIOS DE DIAGNOSTICO
El diagnóstico de la lepra es clínico y se basa en 3 signos cardinales que
fueron propuestos por el Comité Experto en Lepra de la OMS en 1997. Se
define caso de lepra cuando un individuo no ha completado un curso de
tratamiento y tiene uno o más de los siguientes signos cardinales:

• 1.Lesiones dermatológicas hipopigmentadas o eritematosas en la piel


con pérdida de la sensibilidad.

• 2.Engrosamiento de los nervios periféricos.

• 3.Baciloscopia positiva o bacilos en la biopsia.

Hay reportes que arrojan una sensibilidad de hasta un 97% cuando los tres
signos son positivos. Cuando se utiliza la cuantificación de lesiones
anestésicas hipopigmentadas en pacientes multibacilares un 30% de los casos
pueden ser subdiagnosticados, en comparación con los pacientes
paucibacilares en los cuales hasta el 90% de los casos son diagnosticados al
observar dichas lesiones.
Signos Cardinales Clasificación para
(cualquiera hace tratamiento
diagnóstico)
Parches hipopigmentados o Paucibacilar (1 a 5 parches
levemente eritematosos con en piel)
pérdida definitiva de
sensibilidad
Nervios periféricos Multibacilar (6 o más
engrosados parches en piel)
Bacilos ácido-alcohol
resistentes en baciloscopia o
biopsia de piel

Hay reportes que arrojan una sensibilidad de hasta un 97% cuando los tres
signos son positivos. Cuando se utiliza la cuantificación de lesiones
anestésicas hipopigmentadas en pacientes multibacilares un 30% de los casos
pueden ser subdiagnosticados, en comparación con los pacientes
paucibacilares en los cuales hasta el 90% de los casos son diagnosticados al
observar dichas lesiones.
El engrosamiento de los nervios periféricos normalmente sucede después de la
aparición de las máculas anestésicas. La afectación de los nervios periféricos
tiene una distribución característica y suele ser más importante en los casos
multibacilares.
CAPITULO X
PREVENCIÓN
Dado que la lepra no es muy contagiosa, el riesgo de propagación es bajo.
Solo la forma lepromatosa no tratada es contagiosa, aunque incluso en este
caso la infección no se transmite fácilmente. Una vez comenzado el
tratamiento, la lepra no es contagiosa.

La mejor manera de prevenir la lepra es

• Evitar el contacto con fluidos corporales o erupciones de personas


infectadas.

• Evitar el contacto con los armadillos.

Las personas que son contactos de personas que tienen lepra y que son
mayores de 2 años de edad pueden recibir una dosis única del antibiótico
rifampicina como tratamiento preventivo. Este medicamento se administra solo
después de que los médicos hayan descartado la lepra y la tuberculosis y
hayan determinado que las personas afectadas no sufren otros problemas que
les impidan tomar el medicamento.

La vacuna BCG (bacilo de Calmette-Guérin), que sirve para prevenir la


tuberculosis, proporciona cierta protección contra la lepra, pero no suele
utilizarse para prevenir esta enfermedad.

 Apoyar al enfermo para que tome diariamente sus medicamentos y propiciar


un ambiente familiar saludable.
 Examinarse la piel periódicamente y acudir al médico si se detectan
manchas o nódulos.
 Rastrear los contactos del enfermo y administrarles una dosis única de
rifampicina como tratamiento preventivo.
 Evitar el contacto directo con las lesiones de la piel del enfermo.
 Incorporar servicios especializados en la lucha contra la enfermedad en los
servicios de salud pública de los países donde la enfermedad es endémica,
facilitando el acceso de la población a estos servicios para obtener un
diagnóstico precoz.
 Proporcionar a los enfermos la medicación adecuada de forma gratuita. El
diagnóstico y el tratamiento precoces de la enfermedad disminuyen
significativamente las secuelas de la lepra, y posibilitan que los enfermos
puedan llevar una vida normal.
 Quimioprofilaxis preventiva: se administra rifampicina en una sola dosis en
los contactos de pacientes con lepra.
CAPITULO XI
CUIDADOS EN ENFERMERIA
Una de las principales funciones de enfermería consiste en explicar todo sobre la
enfermedad, desde su origen, evolución y complicaciones que se van presentando
cuando no es tratada a tiempo y a su vez inculcar la importancia del tratamiento y
cumplimiento del mismo, de igual manera el personal de salud debe de servir de
apoyo a los pacientes para enfrentar la enfermedad y la discriminación social.

Entre los cuidados que brinda enfermería hacia los pacientes con Hansen, tenemos el
de instruir y orientar sobre cómo prevenir discapacidades, así mismo enseñar a
observar las manifestaciones clínicas de agravación que conlleva a las
complicaciones, por otra parte también se tiene que disciplinar al paciente sobre el
cuidado de la piel y las máculas que se presentan en esta patología, de igual forma
educar a los familiares ya que son un pilar fundamental en este proceso, tomando un
papel importante para ayudar a sobrellevar esta enfermedad, y así cooperar con el
cumplimiento del tratamiento y la asistencia a los controles mensuales, además se
debe dar seguimiento en conjunto con el médico mediante las visitas domiciliarias.
La educación a la comunidad sobre la enfermedad de Hansen es importante para
romper los estigmas sociales que existen en la población debido a la carencia de
información, por esa razón el personal de enfermería debe impartir conocimientos
concisos y entendibles, haciendo hincapié en que esta patología al ser tratada es
curable y a su vez disminuirá su transmisión, por lo tanto, se debe asegurar que la
comunidad haya comprendido la información dada sobre la promoción y prevención.
Etapa de Valoración.

 Indagar sobre los antecedentes de la Enfermedad. (Mediante la Entrevista)


 Valorar las Necesidades afectadas del paciente en dependencia de su estado
físico, psíquico y social.
 Indagar sobre contactos con otras personas aparentemente sanas.
 Indagar sobre últimos lugares de residencia.
 Indagar sobre antecedentes patológicos que limiten el uso de los
medicamentos, especialmente enfermedad hepática.
 Interrogar sobre el consumo concurrente de otros medicamentos.
 Realizar Examen físico Céfalo- Caudal.
Etapa de Intervención

 Diagnósticos de Enfermería reales y potenciales relacionados con la afección


 Establecimiento de prioridades para los problemas diagnosticados.
 Establecer las actuaciones de Enfermería Plan Acción) y su ejecución.
Etapa de Evaluación

 Evaluar el progreso del Paciente


 Establecer medidas correctoras si fuese necesario
 Evaluar y revisar el plan de cuidados
 Evaluar la respuesta de paciente.
 Iniciar un nuevo proceso si fuera necesario.
CONCLUSIÓN
El proceso de atención de enfermería en el paciente con Hansen se enfoca en
educar al individuo, familia y comunidad sobre la enfermedad, con la finalidad
de que conozca su origen, evolución y complicaciones e indicando que su
patología es curable y poco transmisible, siempre que cumpla con su
tratamiento, además el personal de enfermería brinda apoyo encaminados en
la aceptación de dicha afección, también se encarga de instruir al paciente
sobre cómo cuidar la integridad de la piel u ojos, y conservar la función de los
nervios. La falta de conocimiento en este estudio fue uno de los principales
factores que causaron la mala adherencia al tratamiento, debido a que
abandonó el mismo por 5 meses e incumplía la toma de medicación, es por ello
que presentó complicaciones que afectaría su calidad de vida.
La enfermedad de Hansen es un problema de actualidad, donde en el país aún
se reportan casos, por lo que los médicos deben procurar una formación
continua, básica pero libre de conjeturas y así un diagnóstico oportuno para
prevenir complicaciones y contagios. La vía de transmisión principal continúa
siendo el contacto directo con pacientes baciliferos por medio de la inhalación
de gotículas nasales y orales, pero existen otras vías de transmisión menos
aceptadas y difíciles de estudiar debido a características intrínsecas del
patógeno como la vía de transmisión gastrointestinal, por vectores o
secreciones corporales. Los avances en la fisiopatología de la enfermedad más
cuantiosos han sido a la luz de descubrimientos genéticos y procesos
inmunológicos que a su vez revelan nuevas dianas terapéuticas y permiten
dilucidar los mecanismos celulares que dan origen a las variadas
manifestaciones clínicas de la lepra. Con el estudio de estas últimas se
evidenció la complejidad y ubicuidad que puede llegar a tener el bacilo. La
clasificación propuesta por Ridley y Jopling (1962-1966) se mantiene en uso y
con base a ella es posible asignar un régimen de tratamiento, que continúa
siendo multimedicamentoso y extenso. En El Salvador no se aplica el régimen
actualizado por la OMS. No se ha aprobado aún la administración de una
vacuna específica.
RECOMENDACIONES

educativas acerca de la enfermedad de Hansen, su tratamiento y las posibles


complicaciones que puede ocasionar la mala adherencia del tratamiento
provocando discapacidades que afecte su calidad de vida.
- Los profesionales de la salud deben recibir habitualmente
capacitaciones sobre las enfermedades desatendidas que aún están latentes
en la comunidad con la finalidad de obtener un diagnóstico precoz, y a su vez,
evitar la propagación de nuevos casos, para así poder orientar sobre los
cuidados óptimos de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
- El personal de enfermería debe elaborar planes de cuidado apoyándose
en una base teórica fundamental que se adapte al problema enfocándose en la
promoción y prevención de la salud.
BIBLIOGRAFIA
 Mycobacterium leprae - Wikipedia, la enciclopedia libre
 Lepra - Wikipedia, la enciclopedia libre
 Lepra: aspectos clínicos y tratamiento | Medicina Integral (elsevier.es)

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