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5 Como lo dijera tan bien Bachelard (L' expérienc e de l' esp ace dans la physilJue
contemporaine), el realismo es ante todo una doctrina de la localización: es lo que
se percibe aquí desde el plano sensoriornotorde la acción.
EL PENSAMIENTO FÍSICO 107
fícación de lo real con la descentración de las acciones del sujeto. Pero,
a~nque esta,s.c.osasestán ya claras en el plano sensoríomotor, es obvio que
solo un análisis de las formas representativas de conservación permitirá
entrar en ?etalle, y sobre todo reconocer con alguna precisión las partes
corre~poz;.~Ientesa ~a identificación y a la reversibilidad operatoria en la
constitución de los invariantes,
Así pues, cuando se inicia el pensamiento con el lenguaje y la imagen
mental, el esquema del objeto sustancial práctico u objeto de acción está
ya terminado, al menos .en lo que concierne al e~pacio cercano. Per~ esto
no .significa que di~~o esquema se~ gez;.enilizado de inmediato, por la
n.~clente representación- a todas las situaciones que sobrepasan esta utiliza-
Clan ~el c~ntorno espacial del sujeto. Es necesario, en particular, distinguir
dos situaciones en las que va a ser necesaria una nueva construcción
anál~ga a la del objeto práctico; y sólo cuando estas construcciones queden
t~rm~nadas po~rá hablarse de, sustancia física en el sentido general del
termino, es decir, susceptible de una especie de conservación elemental de
la mate.ria. La primera d: estas situaciones es la de los objetos lejanos
(en el tiempo y en el espacio) > y la segunda es la de los objetos compuestos,
formados por p'arte~ más o menos. móviles ,unas respecto de otras. La
se~nda situación .solo puede estudiarse experimentalmente, .en el niño,
mientras que. ~a pnmera .puede s.er.analizada mediante simple observación,
tanto en el mno como en .el "primitivo". ' '
A esta altura, conviene analizar más de cerca los términos de( pro-
blema y desconfiar de todas las fórmulas corrientes, porque éstas se basan
en el análisis de invariantes de nivel muy superior, en cuya estructura es
relativamente fácil -y por ello peligrosamente tentador- separar, por un
lado, tina forma matemática (grupo, etc.) o lógica (identidad, etc.), y por
otro, un contenido experimental o físico. Ahora bien, en el 'caso del. que
nos estamos ocupando, se trata de una forma de conservación que ya
presenta el doble aspecto típico de todos los invariantes ulteriores, es decir,
un contenido material ligado a la experiencia y una forma deductiva
sentida como necesaria o racionalmente evidente, i por más que se consti-
tuya en un nivel mental en que aún no existe ni cálculo matemático ni
lógica formal! Nos encontramos pues en presencia de un sistema opera-
torio particularmente elemental y fácil de analizar, situado no obstante
en la fuente misma del pensamiento físico: en efecto, sin necesidad de una
.previa definición precisa de la masa, la conservación de la. materia es sin