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Posicionamiento y Rendimiento.
Crear un mapa C-D para una categoría de marca es un proceso simple pero laborioso. Comienza
con la identificación del mercado geográfico de interés y los segmentos de clientes a encuestar,
ya que la posición de una marca en el mapa puede variar según estos factores. Luego, se realiza
una encuesta para recopilar datos sobre cómo los consumidores perciben la centralidad y la
distinción de la marca en una escala de 0 a 10. Estos datos se utilizan para determinar la posición
de cada marca en una matriz 2x2. El mapa también refleja el desempeño del mercado,
representando el tamaño de las burbujas de marca de acuerdo con métricas como volumen de
ventas unitarias y precio. Al enfocarse en la centralidad y la distinción, las empresas pueden
comparar diferentes categorías y geografías, lo que tiene un impacto en las ventas, los precios,
el riesgo y la rentabilidad. Los profesionales del marketing pueden realizar evaluaciones
estratégicas importantes utilizando este enfoque, como identificar mercados con una mayor
presencia de marcas distintivas en comparación con otros.
Implicaciones Estratégicas.
La posición de una marca en el mapa puede variar según diferentes factores, pero debe estar
alineada con la estrategia de la empresa y su modelo de negocio. Ahora, veamos las
implicaciones estratégicas de cada cuadrante.
• Aspiracional: Las marcas aspiracionales, al ser centrales y distintivas, pueden aprovechar
altos volúmenes de ventas y precios superiores, liderando la innovación en su categoría.
Deben equilibrar su distintividad y defenderse contra la competencia de los cuadrantes
dominantes y no convencionales.
• Convencional: Las marcas convencionales se destacan al alinearse con las preferencias
populares y ser líderes en publicidad, pero deben cuidar su posición central y enfrentar la
competencia de productos periféricos y no convencionales a medida que evolucionan las
preferencias del consumidor.
• Periférico: Las marcas periféricas suelen imitar a las marcas centrales, ofreciendo beneficios
similares. Atraen a consumidores por precios más bajos o compromisos mínimos, pero no
alcanzan su volumen de ventas ni sus precios. Pueden intentar mejorar su posición mediante
características distintivas o publicidad, pero es difícil y costoso. Es más probable que
abandonen el mercado, pero los modelos de negocio de bajo costo pueden ayudarles a
mantenerse.
• Marcas no Convencionales: Las marcas en este cuadrante son especializadas y deben ser
rentables con bajos volúmenes de ventas. Pueden aspirar a llegar a un público más amplio
volviendo sus características únicas más comunes o añadiendo aspectos convencionales.
Marca cultural.
El auge de la crowdculture ha reducido la efectividad del contenido de marca y los patrocinios,
pero ha allanado el camino para un enfoque alternativo conocido como "marca cultural", que se
basa en cinco principios fundamentales.
1. Mapear la ortodoxia cultural: En el branding cultural, la marca promueve una ideología
innovadora que desafía las normas convencionales de su categoría. Para lograrlo, es esencial
identificar las convenciones que deben ser cuestionadas, lo que se conoce como "ortodoxia
cultural".
2. Localizar la oportunidad cultural: Los cambios sociales socavan la ortodoxia establecida. Los
consumidores empiezan a buscar opciones alternativas, creando así una oportunidad para
que las marcas innovadoras introduzcan una nueva ideología en sus respectivas categorías.
3. Apunta a la cultura colectiva.
4. Difundir la nueva ideología.
5. Innovar continuamente, utilizando puntos de inflamación culturales: Una marca puede
mantener su relevancia cultural al abordar temas intrigantes o polémicos que están en el
centro del discurso mediático relacionado con una ideología. Sin embargo, liderar con una
ideología en el mercado masivo puede ser riesgoso, ya que la marca debe seguir firmemente
su enfoque o enfrentar críticas.
La proliferación de productos como estrategia de bajo riesgo para incrementar las ventas.
La estrategia de realizar modificaciones menores en los productos es atractiva debido a su menor
inversión y riesgo en comparación con las grandes innovaciones. Esto se debe al uso de
tecnologías probadas, el conocimiento de los consumidores y la posibilidad de aprovechar la
marca existente. Sin embargo, esta estrategia a veces lleva a la proliferación de productos
redundantes. Además, las fusiones y adquisiciones pueden aumentar la presión para vender
productos marginales. En tales casos, la empresa tiende a mantener más productos en lugar de
eliminarlos, lo que contribuye a la proliferación de productos.