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La verdadera mentira
La deformación y conformidad con respecto al concepto actual de la mentira
La mentira es uno de los recursos más usados, y, a la vez, uno de los más cuestionados por
el ser humano. Diariamente escuchamos y leemos más de 200 mentiras y faltamos a la
verdad, al menos, en 20 ocasiones. Pese a que creemos conocer su naturaleza, estamos
muy alejados de comprenderla. Generalmente, la principal reflexión en torno a ella se
relaciona con la pregunta ¿Es correcto mentir? Desde pequeños se nos enseña que está
mal, no obstante es inevitable afirmar que no hay humano que no mienta. Evidentemente,
unos lo hacen más que otros debido a los beneficios que les brinda. Hoy en día, sabemos
que considerar la mentira como buena o mala es erróneo. Por ello, en este ensayo
indagamos en su naturaleza, sus causas y consecuencias.
En primer lugar, es definida como un mal proveniente del egoísmo humano o como un
pecado original, son ideas instaladas, especialmente, por religiones que aspiran a la
santidad, el perfeccionismo y pureza clásica, aun sabiendo que el humano no tiene manera
de serlo. En cierta medida, ocurre una contradicción entre el aceptar y rechazar la
naturaleza humana. El individuo no puede dejar de mentir porque es egoísta, cree que esto
es “malo” y siente que debe evitarlo para alcanzar el bien. Por otro parte, podría
considerarse mal el mentir porque transgredimos las normas básicas de la empatía, es
decir, si somos empáticos, no mentimos, no ocultamos ni maquillamos información porque si
lo hiciéramos estaríamos traicionando la confianza de nuestros pares. Estas ideas asumen
que la naturaleza de la mentira es opuesta a la verdad.
Por ejemplo, la mentira definida como un mal se observa en el credo evangélico, pues en
este se plantea que Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen
verdad son su contentamiento" (Proverbios 12:22). Misma idea sostiene el Islam en
Corán:"¡Ven! reunámonos, nuestros hijos y vuestros hijos, nuestras mujeres y vuestras
mujeres, nosotros mismos y vosotros mismos: ¡Entonces recemos fervientemente e
invoquemos la maldición de Allah sobre los que mienten!"( 3:61). En estas citas se muestra
que el mentir va contra las enseñanzas de Dios y, más aún, merece un castigo. No
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3° año medio. Participación y Argumentación en Democracia
Ignacia Mancilla
obstante, no todas las religiones y credos son tan tajantes con la mentira, el Budismo no
nos presenta la mentira como maldad pero, nos enseña a evitarla. Entre los 8 postulados
del "Dhammapada", dos (Samma-vaca y Samma-kammanta) indican que es importante:
"Hablar siempre con la verdad y no herir con las palabras a nadie.", y "actuar de acuerdo la
aspiración espiritual. Las acciones deben ser rectas y puras de corazón”, en otras palabras,
la mentira aquí tampoco se relaciona con una acción positiva y en todos los ejemplos se
muestra opuesta a la verdad.
En segundo lugar, mentir puede ser algo positivo cuando es visto como un bien común. En
algunas situaciones, mentir es prudente cuando intervienen la moral o la empatía, en otras
palabras, preferimos mentir antes que dañar a las personas. Este acto tiende a fallar cuando
la mentira es descubierta y, al igual que la desarrollada en el párrafo anterior, nace de una
supuesta empatía originada por la culpa, por el discurso social del momento o el propio
egoísmo. Aquí, el individuo quiere ser bueno, se siente bien siendo bueno, entonces miente
para seguir siéndolo. Por ejemplo, Lotso de Toy Story 3, en el análisis psicológico de
Michelle Chang, María Inés Jo, Fabrizio Castagnino, Andrea Bustamante, Fiorella
Ballesteros y Sebastián Carrillo, se relaciona las actitudes del personaje como "Resulta
empático para dar una buena impresión.", "Lotso aprovecha esto para mostrarles un lugar
supuestamente perfecto para los juguetes, donde siempre jugarán con ellos y los niños no
los olvidarán." Estas citas nos dan a entender como Lotso finge ser más empático de lo que
resulta ser intentando complacer permanentemente a los juguetes en un inicio, causado por
la herida traumática del abandono, necesita constante atención y busca atraer a la gente así
que para conseguir su objetivo finge y miente.
Aclarados estos conceptos, hemos dado el primer paso para asumirnos ignorantes sobre el
tema y ya podemos comenzar a analizar la mentira desde una nueva perspectiva. Si nos
remitimos a una versión tradicional sobre este concepto, debemos revisar sus definiciones.
Según la Real Academia Española, la mentira es "decir o manifestar lo contrario de lo que
se sabe, cree o piensa” así que podemos asumir que la mentira no es lo opuesto a la
verdad, ya que lo opuesto a esta es la no-verdad, como decía Platón la verdad es lo real y
esto es "lo inmediatamente visible, audible, aprehensible” ya que va a mano con la
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La mentira sería entonces una de las miles de maneras de modificar u ocultar nuestra
realidad o forma de ver el mundo a través de contradecir, transformar, interpretar o cambiar
lo considerado como verdad, es decir, lo concreto, lo que se ve y puede comprobar. No
Todos mentimos y pese a esto queremos evitar caer en las mentiras que nos cuentan los
otros. No siempre es fácil reconocer cuando nos mienten, a veces, hay gestos o
movimientos que delatan a las personas. Sin embargo, no existen fórmulas exactas para
detectarla, probablemente lo único que nos indica que nos mienten es el instinto, el mismo
que nos provoca mentir. Ante este problema, habría que preguntarnos por qué mentimos y
cómo podemos reconocer las mentiras.
HAY UN PROGRAMA QUE SE LLAMA LIE TO ME, ES UN HOMBRE DETECTOR DE
MENTIRAS QUE NUNCA SE EQUIVOca
En otras palabras, la acción de mentir no posee una valoración negativa o positiva, sino que
la adquiere debido al propósito con el que se utiliza. Esta es, precisamente, la afirmación
que sostiene la presente indagación.Si bien, la mentira es un concepto amplio, diverso y
ramificado que puede ser estudiado desde diferentes disciplinas, hay algo que todas las
perspectivas parecen concordar y es que entre más mentiras se dicen, independientemente
de su intención, mayor es la consecuencia o impacto para la persona que miente.
Para empezar a desarrollar estas ideas, primero vamos a revisar los propósitos más
comunes por los cuales se miente, de acuerdo con José María Martinez Selva estos serían
eludir las consecuencias de ciertas acciones o dichos, conseguir algo o simplemente se
miente por placer. A partir de estas intenciones surgen tres tipologías de mentiras: las
evitativas, lucrativas y amenas.
En primer lugar, las mentiras evitativas son las que nacen del miedo a las consecuencias,
por miedo a lo que puede suceder frente a una situación que considera negativa o
perjudicial para sí mismo o para el resto, considera que si se puede mantener la mentira
durante un periodo extenso de tiempo se ahorrará las consecuencias que conlleva la
situación que atemoriza. Algunas de sus subsecciones pueden ser la mentira Altruista y la
mentira Laudable (Martínez Selva, XX).
La mentira altruista tiene como objetivo hacer a todos felices y la mentira laudable permite a
las personas calzar en distintos grupos sociales o postularse como superiores a ellos. A
simple vista, ambos tipos de mentira parecen positivos. Sin embargo, la primera de ellas,
conlleva un dejo de egoísmo o incluso se la confunde con “la mentira blanca” y tiende a
producirse en situaciones en donde se busca evitar, proteger y defender. Por ejemplo,
proteger la privacidad, evitar desilusiones o defender una idea. Por otra parte, la mentira
laudable es utilizada por personas que se sienten excluidas y tienen problemas de
autoestima generados por alguno de sus entornos. Ninguna de las dos, es buena o mala,
sino pues depende de la intención que los individuos le otorguen. AQUÍ DAR EJEMPLOS
En segundo lugar, la mentira lucrativa es una herramienta para conseguir algo y en ella
pueden intervenir la victimización, el engaño y la manipulación. Los beneficios que estas
podrían aportar son dinero, fama, puestos de trabajo, entre otras. Por ejemplo, en la
Caperucita roja, el lobo finge ser la abuela para poder comerse a la niña.
Con respecto a la victimización, esta tiende a volvernos víctimas de algo que no nos
corresponde, de culpar al resto por sus errores. La gente que tiende a victimizarse,
usualmente, saben que no lo son y sus consecuencias pueden llevar pesimismo,
egocentrismo y actitudes negativas a su vida. EJEMPLO, OJALÁ FUESEN TODOS DEL
MISMO CUENTO
En tercer lugar, tenemos la mentira amena, cuyo objetivo es buscar el placer. La persona
que la utiliza para obtener una sensación de satisfacción o poder, en algunos casos con la
finalidad de subir el ego. EJEMPLO
En los párrafos anteriores hemos abordado el contexto y los propósitos de las mentiras y a
continuación problematizaremos un nuevo factor: las consecuencias de mentir. No todas las
mentiras tienen la misma repercusión, sin embargo siempre afectan el ámbito
socio-psicológico. Esto se debe a que cuando la persona que ha mentido es descubierta por
su entorno, se debilitan las relaciones y la confianza, afectando la autopercepción y también
la autoestima del que mintió. Considerando lo anterior, en el acto de mentir se involucran los
sentimientos, expectativas personales y juicios de valor, y aunque no todas las intenciones
son iguales al mentir, conllevan a las mismas consecuencias. Por ende, llegamos a una sola
conclusión: mentir es malo para nosotros mismos.
AQUÍ HABRÍA QUE RETOMAR LA IDEA DE QUE MENTIR ES SOLO UNA ACCIÓN Y LA
INTENCIÓN QUE LE DEMOS CAMBIA ESTA SITUACIÓN, Y PROFUNDIZAR LA IDEA DE
LAS CONSECUENCIAS.
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3° año medio. Participación y Argumentación en Democracia
Ignacia Mancilla
Martínez Selva, José María. La psicología de la mentira. Editorial Paidós: Barcelona, 2011.