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Kevin es un paciente de 15 años que viene a terapia un día a la semana, siempre a la misma hora y
puntual. Inició tratamiento por un problema conductual que, sin embargo, no acaba de encajar. Más tarde,
una llamada de su psicólogo escolar lo “descubría”. Kevin usaba dicho problema conductual para
En la sesión de esa misma tarde le planteo a Kevin la existencia de parte del contenido de la llamada, “¿y
cómo sabes eso?”, me pregunta. “Porque tengo informadores donde menos te piensas. Pero la cuestión
es ¿no es verdad, cierto?”. Ante tanta negación de hechos ciertos, Kevin acabó afirmando “Verás, yo no
¿Es eso una mentira? Varios meses después de esa sesión, este argumento sigue estando entre sus
Muchos adolescentes no mienten ya sea por miedo a ser descubiertos, por pereza de tener que recordar
todos los detalles de la mentira para no ser descubiertos, porque son orgullosos o, incluso, porque existen
En el fondo, casi por los mismos motivos, por paradójico que pueda parecer, es lo que lleva a nuestros
Evitar ser regañados o castigados por algo que sí han hecho y que saben seguro que, si os lo cuentan,
existirán consecuencias.
Llamada de atención del hijo que miente. Su autoestima queda falsamente reforzada y explica historias
fantasiosas que puedan resultar interesantes para su “público”. A pesar de todo, las grandes dosis de
irrealidad hacen que, muchas veces, las otras personas se den cuenta de que está mintiendo. Así, si
repite la conducta con cierta frecuencia, acaba generando una pérdida de confianza.
La intención de las mentiras
Igual de importante que la mentira o la verdad es la intencionalidad con la que se emite una u otra. Si la
mentira no hace daño a nadie, es más defendible que una verdad que causa un dolor innecesario.
De todas las mentiras, las menos convenientes para el propio adolescente a nivel cognitivo, son aquellas
que emite para no responsabilizarse de las consecuencias de sus actos. Debemos tener en cuenta que
estamos en la etapa de la búsqueda de la identidad y los adolescentes pueden hallarse algo o bastante
desorientados.
Y, en el otro extremo, las mentiras menos admisibles son cualquiera que, de forma consciente, hagan
daño, induzcan a error o lleven a que quien escucha la mentira a tomar una decisión que le perjudique.
El adolescente que admite que oculta información ¿miente? Lo que hace es retener una parte de la
información que podría ser importante, pero, si somos muy estrictos, no miente.
Por el contrario, el adolescente que “falsea”, lo que hace es decir algo falso, etiquetándolo de verdadero.
Es decir, la diferencia fundamental es que esto es una mentira activa mientras que la “ocultación” es una
mentira pasiva. Aunque ambas pueden producir igual dolor a quien las sufre.
Tu hijo adolescente también puede mentir mediante las “verdades a medias”. Como ya sabrás, consiste
en que niega una parte de la verdad o afirma estar de acuerdo “solo con una parte de ella” y asevera que
son. Encontramos:
Mentira compensatoria. Es un tipo de mentira común en esta etapa, pero también en la infancia.
Consiste en hacer creer al otro, que somos quienes no somos. ¿Fácil, no? Teniendo en cuenta que
estamos en la época de las redes sociales no sólo es fácil sino, también, peligroso. Si yo fuera una
adolescente os podría hacer creer que me llamo John, tengo 24 años, mi padre es americano y estoy en
Mentira sentimental. Aquella en que se comunica alguna cosa a la otra persona que no tiene nada que
ver con la situación emocional del adolescente, por ejemplo, la más tópica; “¿Cómo estás?” “ ¡bien!”
Mentiras piadosas. Aquellas que se dicen para no causar dolor al otro “¿dónde vas?”, “ a hacer los
deberes con Elia, para que me explique los deberes de mates” cuando, en realidad, va con el grupo de
Mentiras por imitación. Si dentro del patrón familiar, la mentira es un recurso habitual, los adolescentes
producida por la obsesión de ser admirado, atraer la atención de los otros y, por tanto, su cariño. En este
contexto, y si hace falta, se inventan una vida distinta a la suya, de manera que se producen conductas
evitativas, es decir, se inventan que sus padres son multimillonarios y viven en un castillo cuando, en
realidad, pertenecen a la clase media, cualquier intento de un amigo/a o compañero/a de irle a buscar,
visitarle, ir a hacer los deberes o escuchar música con él, será evitado, inventando miles de excusas.
Todo ello, requiere de una gran carga cognitiva para construir un papel lo suficientemente creíble y tener
la suficiente memoria para no olvidar ningún detalle, pero, tampoco, para confundir su “papel” con la
realidad. Se trata de adolescentes inteligentes y educados, con una autoestima o muy baja o muy alta,
El problema más importante llega cuando el adolescente se cree sus propias mentiras ya que ello suele
Se miente más en la infancia. Falso; las mentiras no tienen edad y, de hecho, se pueden dar a lo largo
de toda la vida.
Los adolescentes mienten para conseguir lo que quieren. Puede que haya alguno que mienta por
este motivo. Sin embargo, el adolescente, ser en búsqueda de su identidad, de repente se encuentra con
el mundo real que, posiblemente, no sólo no le gusta, sino que, incluso, le contraría y el hecho de no
poder cambiarlo, le genera frustración y los adolescentes, como sabemos, tienen muy baja tolerancia a la
frustración. Entonces, mienten porque no son capaces de afrontar una realidad que, de momento,
Solo mienten los niños y adolescentes. Falso, todos mentimos porque es un mecanismo necesario
para reparar la propia autoestima. De hecho, la mentira tiene una función adaptativa y defensiva tanto
para saber decir la verdad como para saber reconocer a quién miente y sus mentiras.
La mentira es la mentira, no puede ser diversas clases. Falso, como hemos visto, hay diversos tipos
La mentira no tiene nada que ver con el engaño. Falso, si no hay intención de engañar, no hay
mentira.
La mentira es grave según lo que se diga. Falso, la intencionalidad y los efectos producidos son los
La mentira solo duele al receptor. Falso, la mentira es igual de dolorosa para el receptor como para el
emisor de la misma.
El autoengaño no es una mentira. Falso, de hecho, es una de las más perniciosas clases de mentira ya
que si no nos mostramos como somos es porque no creemos en nosotros y, de esta forma, nunca
sabremos si los demás, realmente, nos quieren por ser nosotros o por venderles una imagen falsa
Si te cogen en una mentira, ya no dices más. Falso, una mentira lleva a la otra y está a otra y ello
Las mentiras están unidas a la capacidad intelectual, el desarrollo psicosexual y el equilibrio emocional de
la persona.
Si esta persona se somete a un tratamiento psicológico, es básico entender las mentiras de los pacientes
porque suelen revelar sus conflictos más preocupantes e inaccesibles, desde su punto de vista.
Las mentiras son fáciles de descubrir. Si tenéis un poco de paciencia, se descubren solas. Cuando eso
ocurra, y a pesar de lo que estéis sintiendo y de vuestro primer impulso, hacer el esfuerzo para intentar
Fijaos en las pistas que os dejan… No es un acertijo, os explico, una mentira no se acaba ahí, existe un
motivo, un dónde, un cuándo, un cómo, y, sobre todo, un con quién… Quizás tras descubrir la mentira, os
centréis mucho en ella y dejéis pasar todas estas “pistas” que, generalmente, nos hablan de que algo
ACTIVIDAD
1.- Lee con atención y realiza un mapa conceptual.
2.- Escribe en una carta (creatividad)en el cual escribas la peor
mentira que dijiste a tus padres.
3.- Describe cómo te sientes con la mentira que dijiste.