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Características del Imperio español

Las principales características del Imperio español fueron las siguientes:

Expandió los territorios bajo su dominio gracias a alianzas


matrimoniales y a acciones de conquista, especialmente a partir del
inicio de las exploraciones atlánticas que culminaron con la conquista
de América.

Fue un imperio global con territorios bajo su dominio en todos los


continentes conocidos.

Era un imperio católico. La evangelización de los territorios


conquistados y la lucha contra el protestantismo en Europa fueron ejes
fundamentales de su política.

Estaba integrado por una sociedad multiétnica y jerarquizada


compuesta por asiáticos, africanos, americanos, criollos y europeos con
un estatus social determinado en parte por su origen étnico.

En América y Filipinas, el principal nexo entre la corona y las


poblaciones originarias fueron los representantes de la Iglesia a través
de la evangelización, las instituciones educativas, el registro de los
nacimientos, defunciones, matrimonios, etc.

La economía del imperio se basaba principalmente en la actividad


agrícola y la explotación de los recursos, especialmente los metales
preciosos, de las colonias.

El oro y la plata obtenidos en América revolucionaron la economía


europea. Para España, sin embargo, esto no derivó en un
enriquecimiento del Estado, sino que los metales preciosos se
destinaron a financiar los numerosos conflictos bélicos en lo que
participó, así como los gastos de la corte y de la ineficiente
administración del Imperio.

Aunque la corona española pretendió tener el dominio de los océanos y


mantener un monopolio comercial con sus colonias, a partir de
mediados del siglo XVI, otras potencias europeas como Gran Bretaña,
los Países Bajos y Francia comenzaron a intervenir en el comercio ya
sea mediante el contrabando o la piratería.

Características del Imperio Portugués

Descubrimientos marítimos: El Imperio Portugués se destacó por su


audacia y liderazgo en la era de los descubrimientos, siendo pionero en
la exploración de nuevas rutas marítimas.

Control de rutas comerciales: Portugal estableció y controló


importantes rutas comerciales, como la ruta del Cabo de Buena
Esperanza en África y la ruta marítima hacia la India.

Colonias en Brasil: Portugal estableció una colonia duradera en Brasil,


que se convertiría en el territorio más grande y poblado del imperio.

Factorías en Asia: El imperio estableció numerosas factorías y enclaves


comerciales en Asia, particularmente en lugares como Goa, Macao y
Malaca.

Tráfico de esclavos: Portugal desempeñó un papel significativo en el


comercio transatlántico de esclavos, transportando a millones de
africanos a América y otras colonias.
Extensión territorial: El Imperio Portugués abarcó una amplia extensión
geográfica, desde Brasil hasta Timor Oriental, y desde Angola hasta
Goa.

Cultura de intercambio: Los portugueses promovieron el intercambio


cultural y científico entre Europa y las colonias, introduciendo nuevos
productos, técnicas y conocimientos en las regiones colonizadas.

Influencia en la navegación: Portugal desarrolló y perfeccionó técnicas


de navegación, cartografía y construcción naval que influyeron en
futuras exploraciones y descubrimientos.

Mezcla étnica y cultural: La presencia portuguesa en diferentes


regiones llevó a una mezcla étnica y cultural única, con influencias
europeas, africanas, asiáticas y amerindias.

Legado lingüístico: El portugués se convirtió en un idioma ampliamente


hablado y se extendió a través de las colonias, dejando un importante
legado lingüístico y cultural en las regiones colonizadas.

Características del Imperio británico

Entre las características principales del Imperio británico, se pueden


destacar las siguientes:
Tuvo un alcance mundial ya que contaba con territorios o presencia
militar en todos los continentes.

Se sostenía en el dominio de los mares por la Armada británica, que


alcanzó esta posición de poder luego de destruir a las flotas de España y
Francia en la batalla de Trafalgar, en 1805.

Estaba conformado por colonias, protectorados, dominios y mandatos


de la Sociedad de las Naciones.

Su metrópoli era el Reino Unido de Gran Bretaña, conformado en 1707


tras la unión de Inglaterra y Escocia.

Su capital era la ciudad de Londres.

Su idioma oficial era el inglés; y su religión, la anglicana.

La población era multiétnica, ya que estaba integrada por europeos,


americanos, africanos, asiáticos, maoríes, pueblos polinésicos, etc.

Sus actividades económicas estaban segmentadas. Desde la Revolución


Industrial, las principales actividades de Gran Bretaña eran las
industriales y las comerciales, mientras en las colonias predominaban la
agricultura, la ganadería y la minería. Estas actividades primarias
generaban materias primas para las industrias británicas y alimentos
para sus trabajadores y la población en general.

Durante el siglo XIX la justificación ideológica de su existencia se basó


en diversas teorías sobre la superioridad racial de los europeos y la
incapacidad de los pueblos de Asia, África y Oceanía para gobernarse
por sí mismos y procurar su progreso.

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