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LA COLONIZACIÓN ESPAÑOLA
Las conquistas y colonización estaba dirigida por un estado empobrecido y debilitado con ansias
de llevarse todas las riquezas que se encontrara.
Los conquistadores llegaron sin un deseo de arraigarse en América, muy pocos vinieron con sus
familias lo que originó el mestizaje.
Los colonos eran anti-monarcas, tenían en sus mentes ideas de libertad política y religiosa.
Al asentarse en América los colonos gozaban de cierta libertad logrando establecer donde llegaban
libertades económicas, políticas y religiosas.
Las colonias inglesas poseyeron una unidad general, predominando sobre los otros inmigrantes
alemanes y franceses los cuales adoptaron el idioma y las costumbres religiosas.
En el mundo anglosajón puritano en cambio, los actos de maldad y de extermino contra los nativos
o pieles roja vienen narrados como actos meritorios y necesarios para el bien de la comunidad de
los creyentes.
Sin embargo, en la colonización inglesa los colonos eran anti-monarcas y tenían en sus mentes
ideas de libertad política y religiosa. Al asentarse en América los colonos gozaban de cierta libertad
logrando establecer donde llegaban libertades económicas, políticas y religiosas. Trabajaban sus
pequeñas parcelas de tierra, de las cuales sacaban un rendimiento máximo.
La colonización inglesa comenzó hacia mitad del S XVII. La Inglaterra del siglo XVII –1660 – se
encontraba afectada por una guerra que había durado 30 años -entre católicos y protestantes en
Europa- además, de la decapitación del Rey Carlos I, la dictadura de Cromwell y la llamada
revolución gloriosa de 1668.
Hacia Inglaterra viajaron calvinistas y hugonotes franceses que veían a Inglaterra como un refugio
de los desmanes de príncipes y reyes. Estos colonos tenían arraigados sentimientos fuertes de
autonomía política y religiosa, fueron bien recibidos en Inglaterra y la corona inglesa les permitió
colonizar la América y desarrollarse libremente. Este proceso se inició a principios del siglo XVII,
lentamente pero de manera ordenada. Allí crearon sus instituciones políticas, económicas y
religiosas. Es preciso tener presente, que ni los alemanes, ni los franceses formaron colonias
diferentes, ellos adoptaron las costumbres inglesas e incluso su idioma.
Sin embargo, la corona española prohibió la emigración hacia sus colonias de cualquier ciudadano
no español. Y no solo, si que además la emigración de españoles estaba muy restringida (de hecho
Cervantes solicitó el permiso para emigrar a América, y este le fue denegado). “El aumento de
población deriva en una economía fuerte”. Este era uno de los principio de la colonización inglesa.
Sin embargo, en la América colonial española, hubo un déficit de población muy acusado. Yo
pienso que se debe a que los terratenientes poderosos y latifundistas no estaban muy por la labor
de que llegara mucha emigración de españoles, ya que estos podrían reclamar un reparto de
tierras más justo.
El historiador D. Weber apunta que ese enorme aumento de la población de las colonias inglesas
es principalmente por la inmigración, y pone de ejemplo la Carolina del sur y la Florida española.
Como esta joven colonia inglesa poseía en el año 1700, más de 6.000 habitantes, y la Florida
española, una de las colonias más antiguas, descubierta por Ponce de León en el siglo XV, poseía
en el año 1700, unos 1.500 habitantes. Unos años después la población era diez veces mayor en la
colonia inglesa que en la española.
La sociedad de las colonias inglesas de América se regía por unos ideales liberales, aun teniendo
administración colonial inglesa. Tenían un gran comercio, una producción agrícola excelente. Lo
único que les faltaba era la licencia de la manufacturación (elaboración de producto terminado)
que el Reino Unido se negaba permitir a sus colonias. Los comerciantes fueron afirmándose
económica y políticamente. A fines del siglo XVII reemplazaron a los magistrados puritanos en el
orden político y económico. Esta nueva clase social va a ser la promotora del movimiento de
anticipación basado en los principios del liberalismo político y económico. La prosperidad
económica de la región favoreció el crecimiento de su población, aumentada considerablemente
por el aporte inmigratorio anglosajón.
1) Los periodos de colonizacion: Los españoles fueron los primeros europeos en explorar a fondo
el continente americano (desde el norte de la actual California hasta el estrecho de Magallanes al
Sur de Chile). La colonizacion y conquista española empezo a inicios del siglo XVI hasta inicios del
siglo XVII donde consolido su poder y demilito sus "Virreinatos" con las demas colonias de
Portugal, Inglaterray otros paises. A diferencia de los ingleses, sus dominios se ubicaron casi es su
totalidad el la costa este de Norteamerica y sin afan de explorar o adentrarse a centro de la region,
se asentaron en aquel lugar.
2)Economicos: La colonizacion española coincidio con un sistema economico emprendida por ellos
mismo "el mercantilismo" que predicaba que "el pais con mayor riquezas el metales preciosos era
a su vez el mas poderoso del mundo. Naturalmente al conquistar a los Aztecas y a los Incas,
lograron ser la mayor potencia mercantilista del s. XVI Y XVII. Los ingleses en sus colonias, no
abundaba el oro ni la plata, su mayor fuente de actividad economica fue la agro-ganaderia, y
posteriormente seria la manufactura y el comercio.
3)Social: Los territorios colonizados de la corona Española eran los territorios con mayor numero
de indígenas, tanto México como Perú había una enorme población de indígenas que los
Españoles aprovecharon como mano de obra para explotar la minería y la agricultura (también
traerían africanos para que trabajen en las plantaciones de las costas americanas). En cambio, los
ingleses tuvieron una relación distinta con los indígenas de Norteamérica, el hecho que sean
pequeñas tribus les fue fácil dominar sus territorios y exterminarlos o botarlos y adentrase al
centro de Norteamérica. Los ingleses poblaron en mayor numero Norteamérica en su mayoría
huyendo de las guerras de religión y persecuciones que habían en el siglo XVII, asimismo estos a
diferencia de los españoles de veían la riqueza en la minería, sino en el trabajo que estos lograrían
como agricultores y ganaderos, que después serian comerciantes y maestro de talleres de
manufactura como señale anteriormente.
4) Políticas: En ambos casos, al inicio de las colonizaciones españolas e inglesas, su relevancia era
de poca importancia por ellos, pero al ver las riquezas y oportunidades que brindaban estos
lugares, no dudaron en brindarle mayor atencion. Los españoles dividieron inicialemente sus
terrorios en Virreinatos, corregimientos, zonas militarizas y capitanias generales (Chile y Rio de La
Plata), sus habitantes eran considerados inferiores a los subditos españoles y en el medio, los
criollos, hijos de españoles, tambien. La administracion juridica de las colonias nortemericanas se
rigieron por un modelo parecido, con la ventaja que los propios colonos e hijos nacidos de ellos,
podian crear empresa, poseer tierras, y alcanzar puestos politicos; ademas de desarrollar la
educacion para la mayoria de sus colonos sin restriccion alguna de su origen (excepto los esclavos
negros).
Todos estos factores harian tambien que los procesos de independencia, a pesar de tener los
mismos principios de libertad e igualdad, se llevaran de maneras distintas, y se vayan
diferenciando el gran y no muy popular Estados Unidos de America con sus vecinos, los
Latinoamericanos donde me incluyo yo como peruano. Espero te allá ayudado.
El Destino Manifiesto es una filosofía nacional que explica la manera en que este país entiende su
lugar en el mundo y se relaciona con otros pueblos. A lo largo de la historia estadounidense, desde
las trece colonias hasta nuestros días, el Destino Manifiesto ha mantenido la convicción nacional
de que Dios eligió a los Estados Unidos para ser una potencia política y económica, una nación
superior.
La frase “Destino Manifiesto” apareció por primera vez en un artículo que escribió el periodista
John L. O’Sullivan, en 1845, en la revista Democratic Review de Nueva York. En su artículo,
O’Sullivan explicaba las razones de la necesaria expansión territorial de los Estados Unidos y
apoyaba la anexión de Texas. Decía: “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es
extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el desarrollo
del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de
obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento
que tiene como destino”
Muy pronto, políticos y otros líderes de opinión aludieron al “Destino Manifiesto” para justificar la
expansión imperialista de los Estados Unidos. A través de la doctrina del Destino Manifiesto se
propagó la convicción de que la “misión” que Dios eligió para al pueblo estadounidense era la de
explorar y conquistar nuevas tierras, con el fin de llevar a todos los rincones de Norteamérica la
“luz” de la democracia, la libertad y la civilización. Esto implicaba la creencia de que la república
democrática era la forma de gobierno favorecida por Dios. Aunque originalmente esta doctrina se
oponía al uso de la violencia, desde 1840 se usó para justificar el intervencionismo en la política de
otros países, así como la expansión territorial a través de la guerra, como sucedió en 1846-48 en el
conflicto bélico que concluyó con la anexión de más de la mitad de territorio mexicano.
Se ha dicho que el aspecto positivo de esta doctrina tiene que ver con el entusiasmo, la energía y
determinación que inspiró a los estadounidenses para explorar nuevas regiones, especialmente en
su migración hacia el oeste. También dio forma a uno de los componentes esenciales del “sueño
americano”: la idea de que se pueden obtener la libertad y la independencia en un territorio de
proporciones ilimitadas. En cambio, las consecuencias negativas son de lamentar: la intolerancia
hacia las formas de organización social y política de otros pueblos, el despojo, exterminio y
confinamiento de los pueblos indios de Norteamérica a reservaciones, guerras injustas y
discriminación.
desarrollarse. Entre las razones históricas que explican el desarrollo del Destino Manifiesto
están:
• Competencia contra los ingleses por el comercio en Asia. Los estadounidenses sabían de las
ventajas comerciales de tener un puerto en el Pacífico, especialmente en la zona de California, que
pertenecía entonces a México.
A lo largo del siglo XIX la población de Estados Unidos creció extraordinariamente a causa de dos
factores:
La constante llegada de inmigrantes europeos, en su mayoría jóvenes, procedentes
sobre todo de Gran Bretaña, Irlanda y Alemania.
La alta tasa de natalidad.
La población pasó de menos de cuatro millones de habitantes en 1790 a siete millones en 1810,
trece millones en 1730 y cuarenta millones en 1870.
Los Estados Unidos experimentaron un fuerte crecimiento económico, sobre todo a partir de la
década de 1830. Ello se debió a:
La disponibilidad de una mano de obra abundante y joven.
El desarrollo de las innovaciones técnicas, especialmente en la industria textil y en la
navegación a vapor.
La temprana aplicación de los métodos de división del trabajo y producción en
cadena en las fábricas.
La industria textil, beneficiada por el perfeccionamiento de las máquinas, impulsó la
industrialización en un primer momento. Después, la expansión de las líneas férreas dio origen a
una poderosa industria siderúrgica que pronto se convirtió en el motor del desarrollo económico.
Expansión territorial
El presidente James Monroe (1758-1831) justificó la expansión en el continente frente a la
presencia de las potencias europeas con la llamada doctrina Monroe (1823), resumida en la
fórmula América para los americanos.
expansión se efectuó mediante:
La compra: en 1803 se compró la Luisiana a Francia, y en 1819 la Florida a
España. Alaska fue comprada a los rusos en 1867.
La anexión y la guerra: Texas fue incorporada en 1845, mientras que California y Nuevo
México fueron cedidos por México en 1848, tras la derrota en la guerra (paz de Guadalupe-
Hidalgo).
La colonización: la llegada masiva de colonos permitió la expansión hacia el Oeste,
favorecida por las grandes extensiones de tierras cultivables y las minas, sobre todo
las de oro de California.
El ferrocarril: facilitó el asentamiento de la población en las nuevas tierras y permitió la
especialización económica de las diferentes zonas:
Cereales en las praderas centrales.
Plantaciones de algodón en el Sur, con mano de obra esclava procedente de África.
Industria en el Noreste.
Buscadores de oro en 1848. La «fiebre del oro» atrajo a California a decenas de miles de
buscadores a mediados del siglo XIX. Gran parte del país se pobló con los numerosos pioneros
buscaban una vida mejor.
Párrafo 7. ... El principio con el que están ligados los derechos e intereses de los
Estados Unidos es que el continente americano, debido a las condiciones de la
libertad y la independencia que conquistó y mantiene, no puede ya ser
considerado como terreno de una futura colonialización por parte de ninguna de
las potencias europeas.
Párrafo 48. ... En la guerra de potencias europeas por asuntos que les concernían
nunca hemos tomado parte, ni sería propio de nuestra política el hacerlo. Sólo
cuando nuestros derechos son pisoteados o amenazados seriamente tenemos en
cuenta las injurias o nos preparamos para nuestra defensa. Con los movimientos
de este hemisferio estamos por necesidad relacionados en forma más inmediata, y
por causas que deberían ser obvias para todos los observadores esclarecidos e
imparciales. El sistema político de las potencias aliadas es esencialmente distinto,
en este sentido, del de Norteamérica. Esta diferencia se deriva de la que existe
entre sus respectivos Gobiernos; y a la defensa de nuestro propio sistema, que ha
sido llevada a cabo mediante la pérdida de tanta sangre y riquezas y madurado
por la sabiduría de nuestros ciudadanos más ilustres y bajo el cual hemos
disfrutado una felicidad sin par, está consagrada toda la nación. Por consiguiente,
para mantener la pureza y las amistosas relaciones existentes entre Estados
Unidos y aquellas potencias debemos declarar que estamos obligados considerar
todo intento de su parte para extender su sistema a cualquier nación de este
hemisferio, como peligroso para nuestra paz y seguridad. Pero no interferimos ni
interferiremos en las colonias o las dependencias existentes de cualquier potencia
europea. Pero en lo que concierne a los Gobiernos que han declarado su
independencia y la han mantenido, independencia que después de gran
consideración y sobre justos principios, hemos reconocido, no podríamos
contemplar ninguna intervención con el propósito de oprimirlas o controlar de
alguna manera su destino por parte de cualquier potencia europea, sino como la
manifestación de una disposición hostil hacia Estados Unidos...
La doctrina fue tomada inicialmente con escepticismo pero más adelante con sumo entusiasmo, a
medida que el área de influencia estadounidense en el resto de América crecía. No se le llamó
“Doctrina Monroe” sino hasta mucho después.
1.4.2.Propósitos de la Doctrina
La política aislacionista que Estados Unidos ejecutó durante la primera etapa de su desarrollo
como nación (1786-1898) también buscaba asegurar la expansión territorial hacia el oeste, más
allá del antiguo espacio territorial heredado de la época colonial inglesa; “dicha motivación se dio
para satisfacer el deseo de los colonos en adquirir nuevas tierras en donde pudiesen iniciar una
nueva vida, dando así forma a la teoría del destino manifiesto, justificada en un “plan divino”
encomendado a la nación americana para difundir la ciencia y las virtudes de la civilización y la
democracia hacia aquellas zonas donde imperaban las culturas o modos de vida “salvajes”
(Heidler, D), Esas acciones serían la excusa para argumentar el sistemático despojo de tierras y
posterior exterminio de los pueblos aborígenes durante este periodo de la historia norteamericana.
El primer paso para poder iniciar el proceso de expansión territorial se dio bajo la administración
del Presidente Thomas Jefferson, en la cual se concretó la compra del territorio de Lousiana al
gobierno francés en 1803 por un valor de 15 millones de dólares 1, con la intención de librarse de
las continuas trabas para la navegación por el Río Missisipi y al acceso al puesto de New Orleans a
buques mercantes norteamericanos. (Kastor, P)
En el plano regional, Estados Unidos aún enfrentaba grandes retos a superar; la manifestación de
uno de ellos se daría tempranamente con el estallido de la Guerra Anglo-Americana en el año de
1812, dicho conflicto estallaría por el interés del gobierno norteamericano de “liberar” del poder
británico a sus hermanos del norte (actual Canadá)con los cuales mantenían fuertes lasos
comerciales y por las continuas restricciones a la navegación impuestas por la marina inglesa
(Royal Navy) a la navegación de buques mercantes americanos, lo cual dificultaba el ejercicio de
las labores mercantiles, creando resquemor en la población.
Aunque la guerra tácticamente dejó a ambos bandos participantes empatados, logró representar
varios beneficios para los Estados Unidos.
La historia del Caribe revela el papel significativo que la región jugó en las luchas coloniales de las
potencias europeas desde el siglo XV. En el siglo XX, el Caribe fue otra vez importante durante
la Segunda Guerra Mundial, en la ola de la descolonización en el período de la posguerra, y en la
tensión entre la Cuba comunista y los Estados Unidos (US). El genocidio, la esclavitud, la
1
inmigración y la rivalidad entre potencias mundiales han dado a la historia caribeña un impacto
desproporcionado al tamaño de esta pequeña región.
A fines del siglo XIX, Estados Unidos iniciaba su proceso de expansión en el Caribe, desplazando
de allí a sus otros rivales: España e Inglaterra. A la primera le arrebató Cuba y Puerto Rico con la
guerra de 1898; con la segunda firmó el Tratado Hay-Pauncefote en 1901, por el cual se reconocía
la preminencia norteamericana en la posible construcción del canal de Panamá.
Desde mediados del siglo XIX Estados Unidos tuvo y tiene bajo su control gran parte del Gran
Caribe. Diversas fueron las estrategias utilizadas para alcanzar ese objetivo y mantener la
dominación. Cuando fallaron los medios económicos y políticos o la ofensiva cultural, se utilizó la
intervención militar. La dialéctica desarrollada desde entonces sigue generando cada vez más
riqueza en un polo y más pobreza en el otro. Un repaso por una historia de dominación, lucha y
resistencia.
El Caribe insular tiene una relación muy antigua con Estados Unidos. Se remonta a principios del
siglo XVII cuando Gran Bretaña fundó colonias en la costa oriental de Norteamérica. Las colonias
inglesas prosperaron gracias a las riquezas de la economía esclavista recién creada en el Caribe
que desarrolló una relación estrecha con la naciente industrialización de Inglaterra. El comercio
marítimo triangular que unía Europa, África y el Caribe se convirtió en la ruta más próspera de su
época. También estimuló la economía esclavista de Norteamérica (algodón), convirtiéndose en un
polo de la acumulación primitiva capitalista.
Con el nacimiento de Estados Unidos a fines del siglo XVIII, la nueva república comenzó a ver el
Caribe con nuevos ojos. Más que un socio comercial, las islas se convierten en un área codiciada
para la anexión. Al mismo tiempo, a principios del siglo XIX, Estados Unidos inició su marcha hacia
el Pacífico (narrada en su epopeya del Wild West), arrasando pueblos indígenas, comprando
colonias francesas y apropiándose de casi la mitad de México. Durante la segunda mitad del siglo
XIX exploró Centroamérica con intenciones de sumarla a su Unión. Colombia y Venezuela también
eran vistas como candidatas para ser convertidas en territorios de EE.UU.
A principios del siglo XX Washington tenía bajo su control la totalidad del Golfo de México, el
Caribe insular, Centroamérica y el istmo de Panamá, donde construyó el canal interoceánico. La
expansión norteamericana le permitió convertir a la región en un área de explotación económica
que arrojó enormes ganancias para sus empresas capitalistas. El canal de Panamá, a su vez, unió
las dos costas de EE.UU. –tanto del Atlántico como la del Pacífico– generando un crecimiento
industrial desconocido hasta esa época.
Para explicar la política injerencista de Estados Unidos hacia Latinoamérica se debe partir de cinco
argumentos comenzando por el llamado Destino Manifiesto el cual reza que “Estados Unidos es la
nación elegida por Dios para proteger al mundo”.
El siguiente argumento fue la lucha contra la piratería en las islas del Caribe, lo que llevo a Estados
Unidos a llevar presencia militar a la zona de las antillas.
Durante el siglo XIX, Estados Unidos uso el pretexto de la defensa de los bienes y de los
ciudadanos estadounidenses para continuar con su agenda injerencista, con esta práctica
Washington intento controlar los medios de producción y comercio de las naciones de
Centroamérica principalmente.
La política del Gran Garrote (o Plan Garrote o Big Stick) es el nombre con que se conoce a una
tendencia en las relaciones diplomáticas estadounidenses de principios del siglo XX.
En 1901 el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, inició una época de las relaciones
diplomáticas e internacionales de Estados Unidos, que se conoció como la Política del Gran
Garrote, The Big Stick.
Fue la forma como atendió sus relaciones políticas, tanto internas como externas, pero adquirió
dimensión universal esta expresión, por el papel de gendarme que Estados Unidos desarrolló a
nivel internacional, actuando violentamente, presionando fuertemente, interviniendo en asuntos
internos de otros países, y ejerciendo ocupaciones militares, cuando no provocando guerras y
conflictos políticos militares internos que le justificaran actuar e intervenir por la fuerza.
En América Latina esta frase fue más que una expresión verbal. En el Caribe fue de aplicación
constante derrocando gobiernos, imponiendo gobernantes, interviniendo países, ocupando
militarmente países, justificando tales intervenciones en las amenazas que sufrían empresas
norteamericanas o los llamados “intereses” norteamericanos, o hasta para justificarse el pago de
deudas a Estados Unidos, con lo cual sus intervenciones le ofrecían la posibilidad de controlar
aduanas, como sucedió, para garantizarse el pago de sus deudas.
La Política del Gran Garrote, que se dio en el desarrollo de la época del imperialismo a escala
mundial, a inicios del siglo XX fue también la justificación, por parte de Estados Unidos, de la
intervención directa en asuntos internos de los países que considerara que debería intervenir, fue
la consagración de un Derecho que estableció de intervención si estimaba que sus intereses
estaban amenazados.
Política del Buen Vecino, Esta doctrina fue presentada por Franklin D. Roosevelt presidente
de Estados Unidos el 4 de marzo de 1933, en plena Gran Depresión, en su primer discurso de
toma de posesión dijo:, “En la esfera de la política mundial, yo dedicaré esta nación a la política del
buen vecino; el vecino que de modo resuelto se respeta a sí mismo y, al hacerlo, a los derechos de
los otros; el vecino que respeta sus obligaciones y respeta la santidad de sus acuerdos en y con un
mundo de vecinos”.
El día del Panamericanismo, el 12 de abril de 1933, Roosevelt aplicó esta política a las naciones
del Hemisferio Occidental, afirmando: “Nunca antes el significado de las palabras ‘buen vecino’ ha
sido tan patente en las relaciones internacionales”.
Los efectos que provocaron los Republicanos por la progresiva elevación de las tarifas, condujeron
a los demócratas a defender, como punto fundamental en su campaña de 1932, su reducción y el
aumento del comercio internacional. Esta política, formaba parte de lo que, durante la aplicación de
la Política del Buen Vecino por Franklin D. Roosevelt, se llamaría el "Nuevo Trato" (New Deal).
Dentro de este esquema, triunfó la corriente liderada por Cordell Hull, que proponía un "liberalismo
manchesteriano". De esta manera aprovechó la Conferencia de Montevideo (1933) para presentar
y lograr la aprobación de una Resolución que contenía todos los principios fundamentales de su
política: una tregua aduanal; negociaciones para la supresión de las barreras entre países y
convenios comerciales que incluyeran el principio de la nación más favorecida (3). Esta posición de
la Política del Buen Vecino, quedó expresada en el primer discurso que dijo Franklin D.
Roosevelt ante los directivos de la Unión Panamericana el 12 de Abril de 1933.
Para 1933, el Presidente Franklin D. Roosevelt denunció las tarifas y buscó la conciliación con los
Estados latinoamericanos a través de un esquema de asociación, a fin de solucionar los problemas
que se plantearan, en vez de intervenir unilateralmente. Mientras Theodoro Roosevelt, en su
Corolario, admitía la posibilidad de intervención en defensa de los ciudadanos norteamericanos en
países en que surgiera una convulsión o guerra civil, Franklin D. Roosevelt -siguiendo propuestas
de Summer Wells- interpretó a la Doctrina Monroe indicando que EUA consultaría a las repúblicas
latinoamericanas en caso de que la anarquía se adueñara de uno de esos países, ya que la
responsabilidad de tales crisis recaía sobre todo el continente. Su propuesta comprendía la
renuncia a la intervención armada, pero conservaba el derecho de proteger a sus ciudadanos en el
exterior. En definitiva, mantenía básicamente la propuesta de Theodoro Roosevelt pero, ante la
situación de crisis económica mundial, procuró un acercamiento con la región, a fin de incrementar
los lazos comerciales (4).
Esta fue la base de la Política del Buen Vecino. No obstante ello, la dejó de lado con la intervención
a Cuba en el mismo año.
Política
Suponía básicamente la no injerencia en los asuntos internos de los países de Latinoamérica y del
Caribe. Además, favorecería el intercambio comercial y los tratados bilaterales entre Estados
Unidos y sus países vecinos.
El presidente Roosevelt declaró que quería que Estados Unidos fuese un buen vecino con el resto
de países del continente (el llamado panamericanismo). En principio acicateado por problemas
domésticos (en época de la Gran depresión), significaba la retirada de todas las fuerzas militares
de EE. UU, de los países de la cuenca del Caribe. Adicionalmente su gobierno le mandó a la
productora de dibujos animados Walt Disney producir películas en el ámbito de la Segunda Guerra
Mundial, no siendo sólo filmes anti-nazis o anti-japoneses, sino incluso filmes basados en las
culturas de los países latinoamericanos como Saludos amigos y Los tres caballeros, incluyendo la
actrices como Carmen Miranda y Aurora Miranda logrando influir a los latinoamericanos por la
causa aliada durante la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, cuando estalló la segunda Guerra Mundial y Estados Unidos entra en la contienda, la
política del buen vecino rinde sus frutos cuando los países del hemisferio occidental se mantienen
neutrales o apoyan de diversos modos a EE.UU.
La llegada de la Guerra Fría y los intereses de los soviéticos en la región pusieron fin a esta
política. En 1953 Estados Unidos comenzó una largo período de intervención militar y política en
Latinoamérica al apoyar el golpe de estado que derrocó a Jacobo Arbenz en Guatemala.