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1-Luego de su libro “La interpretación de los sueños”, Freud desarrolla una teoría de la
sexualidad, siendo esta la sucesora del libro de los sueños. Si bien él mismo siempre le
dio importancia y la sexualidad tuvo siempre un lugar primordial, necesitaba de un
abordaje de la sexualidad formal que acompañara lo que su experiencia psicoanalista
demostraba. Así en busca de una teorización no intuitiva, introdujo el concepto pulsión, de
manera de abordar de una manera particular la sexualidad que fuera en consonancia con
su práctica, otorgándole así un estatuto conceptual. Las pulsiones, son estímulos cuya
procedencia es el interior del individuo, siendo representantes psíquicos de una fuente de
estímulos intrasomaticos en continuo fluir. Diferenciada de los estímulos fisiológicos, que
provienen del exterior y que en consecuencia por medio de una acción motriz se puede
huir de estos estímulos, en este caso las pulsiones al ser interiores, su fuga es ineficiente,
en este caso no vale la huida, es por eso que la pulsión es una exigencia de trabajo
impuesta a los psíquico por su trabazón con lo corporal, ya que no se resuelve en el
campo somático, y tiene que resolverlo. Podemos decir que es un concepto que marca
la relación problemática y compleja entre lo anímico y lo somático, un concepto fronterizo
entre lo anímico y somático. Siendo así que una de sus características más importantes
es su fuerza constante, no cesante, ya que no hay una acción específica que pueda
cancelar estos estimulos,no hay fuga que valga y por eso requiere una fuerza no
momentánea, ya que el aparato en su naturaleza biológica, busca mantenerse exento de
estímulos, rebajarlos.
El caso de Dora, es un caso que se puede articular con las ideas precedentes. Dora
presentaba varios síntomas tanto somáticos como psíquicos, cuadros febriles, desazón,
alteración de carácter, disnea, entre otros tanto, pero había un síntoma que persistía, que
era su ataque de tos nerviosa, que perduraron todo el tiempo. Síntoma que por su
perduración se podrá decir que insiste en algo, sin embargo parece haber borrado la
coincidencia entre el ataque y la marca se significado originario. Y es que todo síntoma
requiere de dos partes, su significado psíquico , su valor, intencionalidad, que le es
prestado, soldado y la solicitación somática, en que el cuerpo se presta , colabora en el
síntoma, luego de que el proceso psíquico inconsciente, su significado haya tenido una
salida corporal. El síntoma de Dora tenía un significado relacionado con su padre. Uno de
sus significados, ya que el síntoma es multideterminado, tiene que ver con carácter de lo
sexual, en este caso se debía de una figuración convertida de una fantasía sexual, su
tos se debía a una situación sexual fantaseada, la felatio entre su padre y su novia, la Sra.
K. Esto lo pudo vislumbrar, cuando noto que había cierta incoherencia en lo que decía
Dora, que mencionaba que la Sra. K estaba sacando partido de la relación con su padre,
sin embargo este era un hombre sin recursos, era impotente, sin embargo ella le
menciono que hay distintas maneras de satisfacción sexual, no solo mediante los órganos
genitales, la sexualidad es amplia, justamente mediante esos órganos, en que en ella
estaban irritados. Estos síntomas se pueden decir que surgen por una predisposición
somática, que creo sus fantasías, y es que de niña era una gran chupeteadora, una
práctica sexual infantil que por defensa frente a esta, se atesoro en fantasia, y luego llevo
a síntoma.
2- La represión, tiene por propósito evitar el displacer, sin embargo hay situaciones en las
que fracasa. Para empezar la represión es un modo de inscripción en el aparato de un
representante psíquico, que articula pulsión con lo inconsciente, siendo el destino de las
mociones pulsionales, cuyo el propósito de evitar displacer, cuando una moción genera
más displacer que placer, su esencia consiste en rechazar contenidos de la conciencia, y
mantenerlo alejado de ella. La represión se da en tres tiempo , esto sucede por un
antecedente lógico, para separar algo de la conciencia primero tiene que haber una
separación nítida de la conciencia y de la inconciencia , no es un mecanismo de defensa
presente desde el origen, tiene que haber un momento anterior, y es lo que se llama
represión primaria, un antecedente lógico de construcción del aparato , un momento
fundante, en que a la representante psíquica de la pulsión se le deniega la admisión
conciencia, habiendo una fijación en que dicha representante queda inmutable y la
pulsión queda ligada a ella, lo que permite la posibilidad de la inscripción de la pulsión
como represéntate ,constituyéndose allí la pulsión, además de su articulación con lo
inconsciente, y en consecuente el aparato psíquico. Esta nunca devendrá conciente no es
susceptible de conciencia, es permanentemente inconsciente, de manera que sin ella no
habría la represión propiamente Es la primera marca que no remite a anteriores marcas
y su fijación como signo vacío, es su mayor valor. Lo que la hace no interpretable,
irreductible. Es su inscripción como no representación, condición de la cadena de
representaciones , instalando el campo de las representaciones, a través de su
mecanismo de atracción, que atrae sobre si a la representaciones vinculadas La segunda
fase es el de la represión propiamente dicha, la secundaria, que recae sobre retoños
psíquicos del representante primordial , así como pensamientos asociados con el mismo,
que tendrá su mismo destino, en este caso no solo actúa la repulsión por parte de la
conciencia, que se interpone en que aquello inconsciente devenga conciente sino que
también ejerce fuerza la atracción por parte de lo reprimido primordial. Su objetivo es
evitar el displacer. Sin embargo hay un tercer tiempo, en que lo reprimido retorna, a través
de formaciones sustitutivas. Cabe mencionar que junto con la representación de la moción
pulsional hay algo diverso, cuyo destino de representación es distinto del de la
representación, que desaparece de la conciencia o sigue coartada de la misma, ese algo
diverso que representa a la pulsión es el monto de afecto, su factor cuantitativo, que tiene
tres destinos posibles, uno de los cuales es la angustia, la histeria de angustia, fobia. Este
destino del facto cualitativo, seria sin embargo, contrario a su propósito de evitar el
displacer, por más que la representación hay sido reprimida , no se impidió que nazcan
sensaciones displacenteras , por lo que el propósito de la represión fracasa radicalmente
lo que da cuenta de la importancias del destino de monto de afecto, de que en él esta lo
decisivo La angustia, como efecto de una represión, que fracaso en su propósito así tiene
un trabajo incesante desde el comienzo, que intenta volver a ligar psíquicamente la
angustia liberada, aunque no consigue reversión de la angustia a la pulsión, lo único que
le queda es bloquear las ocasiones de desarrollo de angustia , a través de parapetos
psíquicos, como prohibición, precaución, inhibición, construcciones proteccionistas, que
conllevan a la fobia
Freud, S. (1906) “Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis”.
En Obras completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1976, VII, 263-71.
Freud, S. (1915) “La represión”. En Obras completas, Buenos Aires, Amorrortu editores,
1976, XIV, 141-52 [Hay traducción crítica de la cátedra en la página web].