Está en la página 1de 8

IESTP “LUIS F.

AGURTO OLAYA” – LA HUACA


UNIDAD DIDÁCTICA: VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA
ENFERMERIA II CICLO
LIC. JULIA EMILIA DE LAMA TALLEDO.

LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA

Consiste en la recogida sistemática y continua de datos acerca de un problema específico de salud; su análisis,
interpretación y utilización en la planificación, implementación y evaluación de programas de salud. En el
ámbito de la salud laboral, por ejemplo, esta vigilancia se ejerce mediante la observación continuada de la
distribución y tendencia de los fenómenos de interés que no son más que las condiciones de trabajo (factores
de riesgo) y los efectos de los mismos sobre el trabajador (riesgos). El término vigilancia epidemiológica
engloba una serie de técnicas con objetivos y metodologías distintas como las encuestas de salud.
Existen dos tipos de objetivos: los individuales y los colectivos. Los primeros está n relacionados con la
persona vigilada y los segundos con el grupo sociales. Aunque en la práctica se les concede la misma
importancia, la repercusión de cada uno de ellos en el terreno de la prevención es bien distinta.

OBJETIVOS:
Tres son los principales objetivos de la vigilancia epidemiológica a nivel individual:

1. La detección precoz de las repercusiones sobre la salud.


2. La identificación de los grupos especialmente sensibles a ciertos riesgos.
3. Y finalmente la adaptación de la tarea al individuo.

En resumen, la vigilancia epidemiológica nos ayuda a:

Identificar los problemas en sus dos dimensiones, la individual (detección precoz, gestión del caso,
susceptibles) y la colectiva (diagnóstico de situación de salud y detección de nuevos riesgos), planificar la
acción preventiva estableciendo las prioridades de actuación y las acciones a realizar.

Evaluar las medidas preventivas controlando las disfunciones o lo que es lo mismo sirviendo de alerta ante
cualquier eclosión de lesiones pese a la existencia de condiciones en principios correctas y evaluando la
eficacia del plan de prevención favoreciendo el uso de los métodos de actuación más eficaces.

NIVELES DEL SISTEMA DE VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA


El sistema está organizado por tres niveles:

1. PRIMER NIVEL. - LOCAL


- Conformado por la comunidad, puestos de salud, centros de salud y el hospital local
- Aquí se realiza principalmente la recolección de datos.
- En algunas comunidades del pais esa función está encomendada a los promotores de salud,
quienes realizan la “LA VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA SINTOMATICA”,

2. SEGUNDO NIVEL. - REGIONAL O DEPARTAMENTAL


- Conformado por las Unidades Subregionales de Salud.
- Aquí se procesa, consolida, analiza e interpreta los datos procedentes de su jurisdicción.
- Además, se difunde la información atraves de publicaciones que incluyen las recomendaciones
pertinentes.}

3. TERCER NIVEL. - NACIONAL


- El Ministerio de Salud es el órgano rector del sistema, a través de la Oficina General de
Epidemiología (OGE).
- Aquí de consolida la información de todo el pais y se emiten publicaciones.

TIPOS DE SISTEMA DE VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA


Vigilancia pasiva: es aquella en que el especialista no ejecuta personalmente la acción para obtener la
información; ésta se obtiene directamente de los registros ya establecidos. Las fuentes más comunes donde
se encuentran estos datos son: anuarios estadísticos, anuarios de estadísticas vitales, historias clínicas,
informes de consultas externas, registros de enfermedades de notificación obligatoria, sistemas de
información directa, certificados de defunción y protocolos de necropsias y de medicina legal.

Vigilancia activa: es cuando el especialista ejecuta personalmente la búsqueda de la información específica


objeto de la vigilancia, independientemente de que el enfermo o la persona acuda al servicio y se anote o
registre el dato rutinariamente. Las fuentes de información de la vigilancia activa son: encuestas de
morbilidad, investigaciones de brotes epidémicos, controles de focos, pesquisas serológicas, citológicas y
bacteriológicas, encuestas socio económicas, encuestas entomológicas y etnográficas.

Vigilancia epidemiológica especializada o centinela: es la vigilancia que se realiza a un problema de salud en


particular, debido a compromisos internacionales o prioridades nacionales, campañas de erradicación,
enfermedades transmisibles de notificación individual, etc. Este tipo de vigilancia puede utilizar elementos de
la vigilancia pasiva y la activa y se caracteriza por una rápida detección, inmediata acción y prevención
específica.

Problemas de salud donde se aplican sistemas de vigilancia especializada.

 En las enfermedades de transmisión digestiva: shigellosis, salmonelosis y el cólera.


 En las enfermedades prevenibles por vacunas: sarampión, rubéola, parotiditis y poliomielitis.
 En las enfermedades transmitidas por contacto directo: meningoencefalitis meningocócica y
bacterianas.
 En las enfermedades no transmisibles: hipertensión arterial, enfermedades nutricionales y
metabólicas.
 En otros eventos de salud: materno-infantil y ambiental.
 Los propósitos de los sistemas de vigilancia epidemiológica son:
 Detección y control de brotes o epidemias.
 Detección de sucesos nuevos o desconocidos, no esperados, anticipando situaciones emergentes.
 Determinación de la causa natural de la enfermedad: evaluar la incidencia, prevalencia geográfica y
estacional de las enfermedades.
 Permite evaluar las medidas de control y acciones de promoción y prevención.
 Detección y monitoreo de cambios y tendencias futuras de los agentes patógenos.
 Detección de cambios en la práctica médico-sanitaria.
 Desarrollar aspectos epidemiológicos que ayuden a controlar, prevenir y erradicar enfermedades.
 Ayuda a la planificación y administración de salud pública.
 Contribuye a la investigación.

Componentes o elementos de un sistema de vigilancia

1. Entrada: recolección de datos.


2. Procesamiento: análisis e interpretación.
3. Salida: propuesta y ejecución de las acciones (diseminación y comunicación).
4. Retroalimentación: evaluación de los resultados y del sistema.
5. Pasos para diseñar un sistema de vigilancia.
6. Definición e importancia del problema salud –enfermedad a vigilar.
7. Consideración de los elementos del sistema (recolección, análisis e interpretación de datos).
8. Acciones que se desarrollan para mantener la vigilancia de esa enfermedad.
9. Evaluación del sistema de vigilancia.

Componentes fundamentales de un sistema de vigilancia

En general un sistema de vigilancia debe integrarse, al menos por cinco subsistemas:

1. Componente de diagnóstico y vigilancia clínica.


2. Componente de diagnóstico y vigilancia de laboratorio.
3. Análisis estadístico.
4. Diagnóstico y vigilancia epidemiológica propiamente dicha.
5. Servicios y suministro técnico material.

Todos los subsistemas deben individualmente responder a las siguientes interrogantes:


Qué: definir el objetivo de vigilancia.
Cómo: actividades que se deben realizar para cumplir el objetivo.
Quién: personal que participa.
Dónde: lugar donde se va a ejecutar la actividad.
Cómo es: procedimientos a utilizar, normas que se establecen.
Cuándo: frecuencia con que se mide la actividad, periodicidad de recogida y análisis.
Cuál: producto de salida que se desea, resultado esperado.

ATRIBUTOS DEL SISTEMA DE VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA

Sensibilidad: representa la capacidad para detectar correctamente los casos que tienen una enfermedad dada
o factor de riesgo determinado. Un sistema es más sensible mientras mayor sea el número de casos
verdaderos que detecte, así como por su capacidad de detectar epidemias.

Valor predictivo-positivo: es la proporción de personas identificadas como casos que realmente tienen la
condición bajo vigilancia. Este atributo se ve afectado por la prevalencia de la enfermedad que se está
vigilando.
Especificidad: es la capacidad para identificar correctamente a las personas que no están realmente enfermas
de la afección que interesa vigilar, o que no poseen realmente el factor de riesgo. Es la capacidad para detectar
los falsos positivos; cuando esta es baja, significa que la detección ha sido poco exigente o poco precisa.

Representatividad: describe de la manera más exacta posible la ocurrencia de un evento de salud en una
comunidad, de acuerdo con su distribución en tiempo, lugar y persona.

Oportunidad: refleja la rapidez en el tiempo que transcurre entre los diferentes pasos del sistema de vigilancia
(ocurrencia-detección-notificación-acción), una vez que ha ocurrido el evento.

Flexibilidad: es la capacidad de un sistema de vigilancia de acomodarse a exigencias nuevas dentro del propio
sistema.

Aceptabilidad: está dada por el nivel de aceptación de la actividad por parte de las personas que administran
y coordinan el sistema, así como por las que generan la información.

Simplicidad: es el grado de sencillez de un sistema para interactuar de forma ágil y eficiente con el medio sin
perder la calidad en sus acciones.

COMPONENTES DE LA VIGILANCIA: TÁCTICO, ESTRATÉGICO Y EVALUATIVO

El componente táctico o a corto plazo: llamado sistema alerta acción, implica una acción inmediata, es la
verdadera información para la acción, permite tomar decisiones de forma oportuna pues se reporta todos los
días. Se encarga de la identificación y seguimiento de eventos lo que permite dar respuesta rápida ante
situaciones agudas o eventuales, realizar análisis en el más breve plazo de tiempo posible y mantener
actualizado al sistema de salud acerca de eventos de interés en el territorio y fuera de él, lo que conllevará al
establecimiento de la alarma, donde se permitirá la adopción de decisiones prácticas preventivas, de control
e investigativas capaces de hacer frente al problema existente.

Componente estratégico o a largo plazo: es el que realiza el análisis de la situación de salud, tendencias y
pronósticos a cada nivel del sistema y evalúa el impacto de las acciones en la comunidad, se encarga de la
estratificación epidemiológica.

Componente evaluativo: se encarga de la evaluación de las estrategias y programas priorizados del Ministerio
de Salud Pública, de los servicios de salud, la satisfacción de la población y de los prestadores, y la evaluación
de los propios subsistemas de vigilancia.

TÉCNICAS RÁPIDAS
Tienen como objetivo principal lograr la oportunidad en las acciones que todo sistema de vigilancia requiere.
Las evaluaciones rápidas se pueden realizar por técnicas cualitativas y cuantitativas.

Cualitativas: son técnicas especializadas para obtener respuesta a fondo sobre lo que piensan las personas y
cuáles son sus sentimientos.
Ejemplos: observación participativa y no participativa, conversación, entrevista formal e informal, grupo focal
y grupo nominal.

Cuantitativas: paras su aplicación e interpretación necesitan de aspectos metodológicos: enfoque, definición


de la población objeto de estudio, periodo de estudio, tamaño muestral y fuente potencial de sesgo.
Ejemplos: sistemas de información geográfica (SIG), trazadores, caso control, sitio centinela, clúster,
epipluster, tamizaje, cuestionario.
La necesidad de ofrecer información útil y oportuna a las personas que deben conocerla, y la mayor facilidad
de edición y distribución hacen previsible un desarrollo importante de los mecanismos de devolución de
información.

Funciones del médico y la enfermera de la familia en la vigilancia en salud

1. Detectar e informar la aparición de eventos de salud agudos, inusuales o nuevos que surjan en su
comunidad.
2. Vigilar el comportamiento de factores de riesgo, daños de la salud de los individuos, la familia y la
comunidad, servicios de salud y estado de opiniones de la población.
3. Participar en la ejecución de acciones que permitan el control de los eventos de salud detectados.
4. Identificar y participar en la capacitación de líderes de la comunidad en elementos básicos de vigilancia
en salud.
5. Realizar investigaciones que permitan el mejor conocimiento de los problemas de salud identificados
en el área, incluida la aplicación de técnicas de evaluación epidemiológicas rápidas (RAP).

Funciones del grupo básico de trabajo (GBT)

1. Realizar análisis sistemático de la información recopilada por el sistema de vigilancia.


2. Desarrollar las acciones necesarias para enfrentar los problemas detectados.
3. Informar a la dirección del área de salud los resultados del análisis realizado y los problemas que a su
nivel no tienen solución.
4. Facilitar la capacitación de los integrantes del GBT en los elementos de vigilancia en salud.
5. Estimular la participación de los líderes y la comunicación en el proceso de la vigilancia en salud.
6. Proponer y realizar investigaciones que favorezcan el conocimiento y posibles soluciones de los
problemas detectados, incluyendo las técnicas RAP. Diseminar a todos los médicos y enfermeras de la
familia y a la comunidad la información y acciones resultantes de la vigilancia.

Funciones del área de salud

1. Realizar un análisis sistemático de la información para la identificación de los eventos de salud objeto
de vigilancia, utilizando las técnicas de evaluación epidemiológicas modernas.
2. Determinar las acciones a desarrollar para dar solución a las situaciones detectadas de forma rápida y
eficaz.
3. Trasladar al nivel superior la información resultante del análisis realizado, sobre todo aquella que por
su complejidad y magnitud se escapa de su competencia.
4. Evaluar el funcionamiento de la vigilancia en el área de salud de acuerdo con los resultados alcanzados
y los cambios en el estado de salud de la comunidad.
5. Organizar la capacitación y preparación de los recursos humanos.
6. Promover la participación activa de la comunidad en el sistema de vigilancia, involucrando cada una
de las diferentes instituciones y organizaciones del territorio.
7. Brindar asesoría permanente a todo el personal para el cumplimiento de las actividades higiénico-
epidemiológicas y de vigilancia.
8. Diseminar la información epidemiológica actualizada de la situación de salud entre los GBT.
9. Facilitar la realización de investigaciones pertinentes para identificar y actuar sobre los eventos o
daños fundamentales que repercuten sobre la salud de la población.
INDICADORES DE SALUD
Parámetros estadísticos de carácter universal que permiten conocer el estado de salud de los individuos y de
las comunidades de manera objetiva, a fin de poder llevar a cabo una planificación y gestión adecuadas de las
políticas y programas de atención sanitaria.

La recogida regular de información relativa a nacimientos, muertes, enfermedades, servicios de salud, etc. en
una determinada población, y su posterior análisis basándose en indicadores específicos, permite:
a) Determinar cuáles son los principales problemas sanitarios;
b) Orientar la formulación de las políticas sanitarias y la planificación de los programas de salud;
c) Detectar las primeras evidencias de los brotes epidémicos para dar una respuesta inmediata;
d) Supervisar la efectividad y la cobertura de los programas de atención sanitaria;
e) Asegurar que los recursos están dirigidos a las áreas con mayores necesidades;
f) Indicar la disparidad entre países y entre distintos grupos socioeconómicos y étnicos en materia de salud; y
g) Proveer información para la orientación de los esfuerzos científicos de investigación.

Habitualmente, la recogida de información se realiza a través de las instituciones sanitarias, de los informes
de los agentes comunitarios de salud y los visitadores a las viviendas (vigilancia pasiva), del acopio de
información a través de estudios periódicos de población (censos) y del seguimiento de los brotes epidémicos.
Las autoridades sanitarias de una región o de un país son las responsables de coordinar la recogida de datos y
su recopilación, registro y análisis. En cuanto a los trabajadores de salud, es importante que la información
retorne a ellos después de ser procesada, y que comprendan la importancia de estos datos para su trabajo.

Los indicadores de salud son la base de la epidemiología, que estudia la aparición y la distribución de las
enfermedades humanas en el seno de determinados sectores de población basándose sobre todo en el uso
de estadísticas. Al mismo tiempo, estudia la manera en que diferentes factores (económicos, sociales,
ambientales, etc.) determinan la distribución de las diferentes patologías y evalúa la magnitud del impacto
que tienen éstas sobre la población.

En la evaluación de las tendencias sanitarias se suelen utilizar indicadores cuantitativos convencionales,


como la esperanza de vida, la mortalidad y la morbilidad, a pesar de sus importantes limitaciones para captar
la salud en su sentido positivo (ver salud y enfermedad).

En los últimos años, se han comenzado a utilizar indicadores de carácter cualitativo que tienen en cuenta el
estado funcional de la población, su vitalidad y su calidad de vida. Este tipo de indicadores, como la esperanza
de vida saludable mencionado más adelante, han sido utilizados durante años sólo a pequeña escala, ya que
problemas de normalización y de compatibilidad de este tipo de indicadores dificultaban su utilización para la
elaboración de estadísticas a gran escala (OMS, 1998:9).

1) Esperanza de vida al nacer

La esperanza de vida al nacer es el número de años que cabe esperar que viva un recién nacido de acuerdo
con las tasas de mortalidad por edades en el momento de su nacimiento. Se trata de un indicador básico, que
está estrechamente relacionado con las condiciones sanitarias, al tiempo que refleja también variables
demográficas, influencias sociales, económicas y ambientales. Al ser uno de los indicadores de salud que más
se tienen en cuenta en el ámbito del desarrollo social y del crecimiento económico, constituye uno de los
componentes del Índice de desarrollo humano del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).

Por último, cabe señalar que la esperanza de vida al nacer es mayor para las mujeres en casi todo el planeta,
con un promedio de aproximadamente cuatro años de diferencia entre hombres y mujeres. En general, las
mujeres tienden a cuidar más su salud y su alimentación, mientras los hombres suelen llevar hábitos de vida
menos sanos que provocan la enfermedad y a veces una muerte prematura. No obstante, el reciente
incremento del tabaquismo entre las mujeres reducirá en el futuro la diferencia entre la esperanza de vida de
hombres y mujeres. Donde esta diferencia es menor es en los países islámicos del Norte de África y del Medio
Oriente, lo que se atribuye a que la fuerte dependencia de las mujeres se traduce en un menor acceso que los
hombres a los alimentos y a los servicios de salud, al mayor riesgo de morir por problemas derivados del parto,
y por el menor nivel de atención y cuidados que reciben las niñas frente a los niños (WHO, 2000) (ver género
y salud).

2) Mortalidad

Junto con la fecundidad y la migración, es un factor determinante del tamaño de una población, de su
composición por edades, por sexos y por etnias, y de su crecimiento (ver demografía). El indicador más simple
que mide la mortalidad es la tasa bruta o total de mortalidad, que indica el número de muertes por 1.000
habitantes en una determinada población durante un período determinado de tiempo, por lo general un año.
Resulta útil para medir el efecto de la mortalidad sobre la tasa de crecimiento de la población, esto es, el
aumento de la población de un país en un período determinado, generalmente un año, expresado como
porcentaje de la población al comenzar el período. Pero no es efectivo para comparar los niveles de mortalidad
entre poblaciones con diferentes niveles de fertilidad o que están muy afectadas por la migración.

Las tasas específicas de mortalidad calculan las defunciones según enfermedad, subgrupos de población
(edad, sexo, etnia, ocupación), etc. La tasa de mortalidad específica por edad expresa el número de muertes
de una edad determinada por cada 1.000 personas de la población de esa misma edad. A partir de esta tasa,
se elaboran las tablas de vida y los indicadores que se derivan de ellas, como la esperanza de vida al nacer.
Éstos proporcionan una información más sofisticada de la mortalidad, que es ampliamente usada en los
modelos de población.

La tasa de mortalidad infantil y la tasa de mortalidad de menores de cinco años son dos de las principales
tasas de mortalidad específica por edad, por lo que son detalladas a continuación:

3) Tasa de mortalidad infantil

Esta tasa indica el número de recién nacidos que mueren durante el primer año de vida por cada mil nacidos
vivos. La mortalidad infantil incluye la mortalidad neonatal, referida a las muertes ocurridas durante las cuatro
primeras semanas de vida, generalmente debidas a causas relacionadas con el parto y por lo tanto resultantes
de cuidados prenatales y obstétricos inadecuados. Las muertes neonatales son responsables de los dos tercios
de las muertes infantiles en los países en vías de desarrollo, principalmente por la falta de prestaciones
médicas.
La mortalidad infantil ha sido extensamente usada por la comunidad donante internacional como un indicador
bastante fiable de la salud de la población y, de manera indirecta, del desarrollo socioeconómico. No obstante,
si bien refleja con bastante fidelidad el nivel de problemas maternos derivados del embarazo y del parto y los
problemas neonatales, es menos preciso como indicador que permita evaluar el entorno necesario para el
crecimiento satisfactorio de los niños de más edad. En este sentido, UNICEF y otras agencias donantes están
usando cada vez más la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años como un indicador más sensible
del estado de salud de la población.

4) Tasa de mortalidad de niños menores de cinco años

La tasa de mortalidad de niños menores de cinco años (TMM5) o tasa de mortalidad en la niñez se define como
la probabilidad de morir entre el nacimiento y los cinco años de edad, expresada por cada 1.000 nacidos vivos.
Desde el punto de vista de UNICEF, este indicador no sólo refleja el nivel y los cambios del estado de bienestar
de la infancia, sino también el grado de progreso económico y desarrollo humano. La razón es que este
indicador mide los resultados finales del proceso de desarrollo, en vez de factores intermedios tales como el
nivel de escolarización, la disponibilidad de calorías per cápita y el número de médicos por 1.000 habitantes,
etc. Es decir, la TMM5 es el resultado de una amplia variedad de factores: salud nutricional y conocimientos
básicos de salud de la madre; cobertura de inmunización (ver vacunación) y utilización de la Terapia de
Rehidratación Oral (ver enfermedades diarreicas); acceso al agua y saneamiento en cantidad y calidad, y grado
de salubridad del entorno para los niños.

5) Morbilidad

Este término describe la cantidad de enfermedad que experimenta una población. Los dos principales
indicadores de morbilidad son la incidencia y la prevalencia. La incidencia refleja los cambios al medir la
aparición y la velocidad de expansión de una enfermedad en una población. Se mide utilizando la tasa de
incidencia, que se define como el número de casos nuevos de una enfermedad específica, diagnosticados o
notificados en un período definido, dividido entre el número de personas de una población determinada en la
cual surgieron dichos casos. Por lo general se expresa en términos de casos por 1.000 o por 100.000 habitantes
por año. Esta tasa puede ser específica según edad, sexo o cualquier otra subdivisión de la población.

La prevalencia mide la magnitud del problema y se calcula a través de la tasa de prevalencia, que expresa el
número total de personas enfermas, tanto casos nuevos como antiguos, en una población específica en un
momento determinado (prevalencia puntual), o en el curso de un intervalo de tiempo (prevalencia de
período). La tasa de prevalencia es utilizada habitualmente para enfermedades crónicas, a fin de estimar qué
parte de la población está afectada. A su vez, la tasa de incidencia permite, por ejemplo, evaluar el impacto
que tiene un nuevo programa de lucha contra una determinada enfermedad al indicar cómo ha variado el
número de casos nuevos después de la aplicación del programa.

6) Carga global de morbilidad


Con el objeto de cuantificar la pérdida total de vida saludable a consecuencia de la mortalidad prematura y la
morbilidad por diferentes enfermedades y lesiones, el banco mundial ha creado en colaboración con la OMS
(Organización Mundial de la Salud) un complejo método de análisis llamado “Carga Global de Morbilidad”.
Este método, que cobra cada vez mayor importancia, utiliza un indicador llamado Año de Vida Ajustado en
función de la Discapacidad (AVAD), que se calcula como el valor actualizado de los años futuros de vida exenta
de discapacidad que se pierden en un año dado a consecuencia de muertes prematuras o casos de
discapacidad. El número total de AVAD en una población durante un año determinado indica, supuestamente,
la carga que suponen las enfermedades en ese año para esa población. Su finalidad es la de identificar, a partir
de la comparación del impacto de diferentes condiciones de salud y en conjunto con el análisis costo-eficacia
de los programas de salud, las intervenciones sanitarias prioritarias para cada comunidad.

ACTIVIDAD:
1. En forma individual elaborar creativamente un organizador gráfico digital de los temas Vigilancia
epidemiológica e indicadores de salud.

2. En grupo de seis (06) estudiantes investigar y exponer lo siguiente:


- Notificación de enfermedades transmisibles: concepto, objetivos, características, etc
- Enfermedades notificables en el Perú: modalidades, tipo de notificación inmediata y mediata,
formas y plazos para notificar, Considerar la normativa o protocolos de notificación MINSA.

3. Registrar datos de enfermedades en hojas de notificación según MINSA. (4).

También podría gustarte